Minutos de Sabiduría - C. Torres Pastorino
Minutos de Sabiduría - C. Torres Pastorino
Minutos de Sabiduría - C. Torres Pastorino
Minutos de Sabiduría
Traducido por Cecilia Prezioso
Presentación
Espigando aquí y allí, reunimos estos pequeños párrafos que durante años
fueron presentados, en distintas horas del día, a través de los micrófonos de
Radio Copacabana, de Rio de Janeiro.
Si esta pequeña obra beneficiara aunque sea a una sola persona, tendremos
como bien empleado el tiempo que nos costó prepararla.
¡No critiques!
Si ves alguna cosa errada, habla con amor y cariño, procurando ayudar.
Perdona siempre.
Resuelve tu problema.
Si en tu derredor crecen las tinieblas, existe una razón más para que tú
mantengas encendida la pequeña llama de tu fe.
¿Por qué tienes que desanimarte por lo que te hacen los demás?
Nuestra mente está modelada por la Mente Divina que sustenta los
universos infinitos.
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Siempre existe una solución para cualquier problema, por más complejo y
difícil que nos parezca.
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¡Piensa positivamente!
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¡Absolutamente!
¡Confía en el PADRE!
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Y no existe nada más frágil que una persona ilusionada con respecto a sí
misma.
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Sé atento y comprensivo.
¡Cuántas veces las personas que vienen a hablar contigo, traen problemas
escondidos en el fondo de su alma!
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Reflexiona que cuánto más te fijas en los demás, más estarás expuesto a los
celos y a las envidias.
Procura actuar discretamente, ojalá con firmeza, para que los vanidosos y
vacíos comprueben que tú no necesitas brillar.
El vidrio común brilla mucho al sol, pero el brillo del oro está escondido en
el cofre. No por eso tiene menos valor que el vidrio...
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Sé sobrio y natural.
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No pretendas recibir consuelo de él, sino más bien que él lo reciba de ti.
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Haz como el sol, que ilumina y penetra el pantano, sin que sus rayos de luz
y calor se contaminen con el fétido barro.
28
Por lo menos una vez por semana dedica unas horas para consolar un
corazón afligido.
29
Orar con fervor, viviendo las palabras que dices a fin de que la
comunicación con Dios sea efectiva y real.
30
Cuando pides algo para ti, piensa también en los otros, en todos los que
están en las mismas condiciones.
Y pidiendo por todos con amor, seremos los primeros en recibir los
beneficios.
31
Procura, por lo tanto, ser solidario con las actividades que benefician a los
niños.
Piensa que cada uno de ellos podría ser un hijo querido de tu corazón.
En todos los sectores, los niños son el futuro y, por eso, es necesario
asistirlos atentamente en sus necesidades.
32
Respeta la libertad de credo en los otros, así como deseas que respeten el
tuyo.
No discutas ni procures sacar a nadie del camino que se trazó, a no ser que
tengas la obligación de hacerlo.
33
Si soñaste algo que luego resultó ser verdad, acéptalo con simplicidad.
34
¡Ayuda a la naturaleza!
Ayúdala a progresar.
Coopera con los árboles, porque ellos cooperan con tu vida, purificando el
aire que tú respiras.
Ayuda a la naturaleza.
36
Aliméntalos bien.
Haz con estas criaturas de Dios que dependen de ti, lo mismo que deseas
que hicieran contigo los Ángeles del Cielo.
37
¿Por qué guardas tantas cosas inútiles? ¿Para qué llenar de cosas tus
armarios, cuando tus hermanos los tienen vacíos?
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39
Sea que actúes rectamente o que cometas una acción errada, Dios está
siempre en ti.
Ya sea que goces de felicidad o que estés agobiado por un gran dolor, Dios
está en ti.
40
Por poca cultura que tengas, tú posees una inteligencia capaz de razonar y
pensar.
41
Cada uno de nosotros tiene una tarea específica en la difusión del bien.
Prepárate para trabajar, porque los deberes son muchos e importantes, y son
pocos los que tienen conciencia de ellos.
Extiende tus brazos generosos para cultivar el bien, así podrás recoger
frutos abundantes de felicidad y de amor.
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Si tus palabras son ásperas y duras y si en todos los hombres descubres a un
adversario, la vida se convertirá en un tormento. Ten presente que la tierra
es una escuela sagrada.
Y tú podrás ser feliz si consigues ver en todos la buena voluntad que los
anima.
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Si no te comprenden, paciencia.
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El desaliento es un veneno.
Dales alegría, el mejor remedio para los hombres, capaz de curar todas las
heridas.
50
Piensa que tu adversario tiene los mismos derechos para hacerse oír.
51
Aprende a respirar.
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No pierdas tu serenidad.
53
Sé agradecido.
El peor de los defectos es la ingratitud que pasa por alto a quien nos ayudó
en tiempo de prueba.
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Tú, que eres madre, procura que tu ejemplo sea el vínculo más fuerte para
tu hijo.
Ni le hagas daño.
Por amor de ellos aprende a sufrir, si fuese preciso, porque ellos son el
fruto que tú misma engendraste.
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¡Sé optimista!
Aunque las apariencias sean contrarias, confía en Dios, que está dentro de
ti, porque en Él existen todas las soluciones de tus problemas.
57
Vive alegre y entusiasta y emplea todas tus fuerzas para el bien, el amor,
distribuyendo cariño a los que te rodean en la vida.
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Cualquier cosa que hagas, por pequeña que sea, es un paso más hacia el
progreso.
Realiza todas tus tareas, coma si dependiese de ellas -como de hecho
depende- todo tu futuro.
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¡Levanta la cabeza!
Camina seguro, porque los que hablan mal de ti, se quedaran detenidos y
no progresaran.
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¡No!
Prepárate para ser feliz y para hacer feliz al hombre que amas.
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Dios nos guía siempre y nos orienta en nuestra vida. Pero debemos ser
sensibles, para oír su voz y saberlo interpretar o través de las circunstancias
que rodean nuestra vida, elevándonos a un mayor progreso espiritual de
nuestro ser.
Procura meditar silenciosamente para oír la voz de Dios, que te guía sin
jamás abandonarte.
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De este modo, podrás comprender al vivo, los problemas que surgen de los
dos lados.
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“El mismo firmamento tiene horario para las tinieblas y para la luz”.
¡Aprende de la naturaleza!
Cada uno necesita caminar con sus propios pies, para aprender a vivir.
80
¡No te irrites contra aquellos que te calumnian! Son bienhechores tuyos que
están siempre llamándote la atención por tus errores, reales o posibles.
¡Sigue adelante!
81
Dios está en todas partes, por lo tanto está también en nosotros, y en todas
las personas que nos rodean, buenas o malas.
También aquello que nos parece malo o errado, puede ser la causa de un
beneficio futuro.
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84
Afronta todos los vendavales de la vida con una sonrisa en los labios.
Procura amar a todos y a todo, también a los que te hacen sufrir, y llegarás
a ser perfecto, como el Padre Celestial, que da a todos sin distinción,
buenos y malos, justos e injustos las mismas oportunidades de salvación.
85
Procura hacer las paces con todos los que están enemistados contigo.
86
Todo el que comprende la vida, que sabe decir una palabra de consuelo,
que sabe extender una mano compasiva al que sufre, que sabe sembrar
optimismo y alegría, es rico, inmensamente rico de bondad, que nunca se
acaba, por más que la distribuya a millares de personas.
87
Dios es Padre de todas las criaturas y vive en cada uno de sus hijos.
Mira a todos como templos vivos de la Divinidad y ama a Dios a través del
amor a las criaturas, procurando servirlo, sirviendo a tu prójimo con amor y
dedicación.
88
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No pierdas la serenidad.
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Tú, que eres enfermera, ama a los enfermos a ti confiados, como su fueran
tus propios hijos y hermanos.
Los enfermos son exigente, porque sienten más necesidad de cariño que las
personas sanas.
93
Que tu fisonomía irradie contento y felicidad, de manera que todos los que
se aproximen a ti se contagien de tu optimismo.
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Derrama tu amor sobre todas las cosas creadas, desde la tierna plantita
hasta las constelaciones que gravitan en los espacios siderales.
Pero, sobre todo, sé paciente y desprendido con los seres humanos que
viven a tu lado, con tus compañeros de jornada.
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Sé alegre, procurando hacer todo el bien que puedes durante los días que
debes permanecer sobre la tierra.
Contesta con alegría y optimismo a todos los que te dirigen la palabra, sin
irritarte jamás.
99
¡Cuántos mudos darían una fortuna para poder hablar como tú!
101
No contestes ni te alteres.
¡No le obedezcas!
102
Ella te otorga el aire para respirar desde que naces, el agua para tu sed, el
alimento para tu sustento, la casa para protegerte, y tú, ¿qué le das en
recompensa?
¿Estás contribuyendo para la prosperidad de la tierra que te recibe con los
brazos abiertos, permitiéndote el crecimiento y el aprendizaje?
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¿Estás sufriendo?
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Una sonrisa...
Un gesto de estímulo...
Un pensamiento generoso...
Y sentirás en tu corazón una gran verdad: es mucho mejor dar que recibir.
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Ayuda a los otros lo más que puedas, de tal forma que tu vida sea una
alegría constante porque haces el bien a todos.
Haz el bien sin pensar en la recompensa, porque sólo así demostrarás amor
para con todos.
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113
¡No te desanimes!
114
Comprende los puntos de vista de los otros que tienen tanto derecho como
tú en tener sus opiniones.
¡Domina tu irritabilidad!
115
Confía en el tiempo...
116
Ten fortaleza de ánimo para resistir a todos los embates y tempestades del
camino.
No te ilusiones, también el camino del bien está lleno de tropiezos y
dificultades...
No des oídos a las piedras colocadas por la envidia, por el chisme, por la
intriga...
117
Pero cuando aprendemos que el dolor es una liberación que nos devuelve la
paz del espíritu, lo juzgamos menos doloroso.
118
Estudia todo lo que puedas, escucha los consejos de tus padres, se puro y
sincero en tus afectos, porque así construirás una vida noble y digna.
119
Procura dominarte.
No pierdas la calma...
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121
Tú que eres madre y que recibiste una linda flor en tu seno para cultivar en
el jardín de la tierra, conserva tu mente unida al Padre Celestial, porque El
te ayudará siempre en tus luchas.
Cuida a tu hijo con cariño.
Y piensa en los millares de niños que no encontraran a nadie que los trate
con cariño de madre.
122
No juzgues a tu prójimo.
Cuántas veces las apariencias engañan y lo que creemos un error resulta ser
la verdad.
123
Cuando enseñas no seas arrogante. Y no olvides que toda la vida hay que
aprender.
Dios ayuda a los hombres por medio de los mismos hombres, y a veces se
sirve de personas que no son perfectos para darnos avisos importantes.
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Procura descubrir la belleza interna de las personas con las que convives.
Sin embargo, aunque feas, las piedras duran milenios y realizan sus tareas.
Por lo tanto, no seas superficial.
126
Ten paciencia, responde con bondad a todas las preguntas, porque los
alumnos son muy receptivos y ansiosos de aprender.
Cuando los detalles son perfectos, entonces podemos decir que una cosa es
de primera calidad.
Trata de dar cuenta integralmente del servicio pequeño que te fue confiado.
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129
Aprende a conocerte.
No te creas indispensable.
¡No te envanezcas!
Dios, que es grande, no firmó ninguna de sus obras...
130
Enfrenta la lucha, pues todos esperan de ti el coraje para luchar hasta el fin.
¡Se valiente!
131
No existe nada mejor para ayudar a los otros que mantener nuestra luz
prendida; nuestro ejemplo servirá de farol para guiar al prójimo y mostrarle
el camino.
132
El mundo no es malo.
También de lo que nos parece más impuro puede surgir una luz hermosa.
134
Lo sublime es difícil.
135
La única esencia eterna y real es Dios, que es todo Bien, salud perfecta,
felicidad integral, alegría sin sombras.
136
Cuando algún amigo tuyo está triste sabrá encontrar la alegría en ti.
Derrama luz sobre todos los que te rodean, porque la alegría es obra divina.
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¡No!
Dios quiere sólo nuestro bien y nuestra felicidad y nos da los medios para
ser felices.
141
Alguien dijo: "No te olvides que cuando te vayas de esta tierra dejarás todo
aquí, hasta tu propio cuerpo"...
¡Cuántas cárceles están llenas por haber faltado el amor en los hogares!
No te olvides que el criminal más feroz, un día, fue un niño puro e inocente
como todos los demás...
Cuida a los niños con desvelo y cariño, y prepararás un futuro feliz para la
humanidad.
143
Aunque esté cubierto de nubes, tú sabes que éstas pasarán, y que el cielo
volverá a ser despejado.
144
No des oídos a las intrigas y calumnias; sólo el árbol que tiene frutos es
apedreado para hacerlos caer.
Afirma siempre que eres feliz, que los dolores pasan, que la salud mejora
cada vez más, y la felicidad golpeará a tu puerta.
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Para que puedas triunfar en la vida, hay dos peldaños de suma importancia.
153
Por grandes que te parezcan las dificultades, ten la certeza de que puedes
superarlas con la persistencia y la fuerza que vienen de ti mismo.
Dios está en cada uno de nosotros, pronto a darnos energía y vigor, ánimo y
estímulo.
155
Los errores que los otros cometen hoy, los podemos cometer también
nosotros mañana.
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158
El trabajo diario, las tareas difíciles, la lucha constante, todo eso hace de ti
un héroe.
Mira a todos con buenos ojos, tratando de sembrar el coraje y la alegría que
habitan en ti.
160
No dudes del poder de la bondad, aunque te parezca que todo está contra ti.
Sólo quien planta bondad encontrará dentro de sí fuerza de vivir con Dios.
161
No todo lo que nos cansa y nos hace sufrir es, forzosamente, un mal.
Ten confianza en el Padre que sabe sacar el bien de lo que nos parece un
mal.
¡No desesperes!
Sé simple y eficaz.
Cuando puedas resolver las cosas sin complicaciones, hazlo, para tu propio
beneficio.
163
Mantén tu equilibrio.
Camina hacia adelante, alegre y seguro de que has de vencer, por grandes
que sean las dificultades del camino.
164
Así como los universos fueron creados por la palabra de Dios, así también
nuestros pequeños mundos personales son creados por nuestras palabras.
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Recogeremos lo que hemos sembrado. Somos esclavos del ayer pero somos
dueños del mañana.
169
Quien pide y exige a la persona que dice amar, demuestra que, en realidad,
no la ama; al contrario, revela egoísmo en alto grado.
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Todos tenemos nuestras luchas, pero sólo quien sabe superarlas, puede ser
clasificado de héroe, de hombre en todo el sentido de la palabra.
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Al que quieras convencer con tus ideas, dale el ejemplo vivo de tus
acciones.
175
No hagas como los tontos que piensan que Dios está muy lejos, sentado en
un trono de oro.
Nada de eso.
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Espera que el tiempo, con sus manos llenas de bálsamo, traiga alivio.
Sé humilde.
Por más sabio que seas, siempre habrá alguien más sabio que tú.
Por más fuerte que seas, habrá alguien más fuerte que tú.
¿Envanecerte de qué?
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Haz lo mismo.
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183
Todos somos iguales ante el Padre que habita en cada uno de nosotros.
185
¿Te has acordado de agradecer a Dios por el aire que respiras, desde que
naciste, sin que te haya faltado jamás?
Agradece también a Dios por el agua que te quita la sed, por el sol que
ilumina tu día, dándote la oportunidad de trabajar, por la noche que te
proporciona el reposo, la salud, la alegría, los amigos...
186
¿Miedo de qué?
Nuestra vida es eterna, nuestro yo, que es nuestra alma, no muere nunca.
Trata de sentir a Dios palpitar dentro de ti, en los pensamientos que elabora
tu cerebro, en la vida que late en tu corazón.
187
Aprende lo más que puedas, en todos los ramos del saber, para iluminar al
máximo tu espíritu.
188
La cultura viene desde afuera hacia adentro, penetra por los ojos, por los
oídos, y puede adherirse o no, en nuestro cerebro.
189
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Nuestros enemigos son los pensamientos erróneos que todos tenemos y que
lanzamos al aire atrayendo pensamientos semejantes en el prójimo.
En realidad, nadie puede ser enemigo nuestro, porque Dios habita en cada
uno de nosotros.
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Los antiguos llamaban "centauros" a los que eran mitad hombre en la parte
superior y caballos en la parte inferior del cuerpo.
No seas así.
Procura ser totalmente hombre, venciendo y dominando la parte inferior y
animal de tu ser, para que sólo aparezca y sobresalga la parte superior,
inteligente y noble.
193
Trata de llegar a este punto y demuestra con el ejemplo que tú sabes ser
bueno.
194
Habla sólo de cosas buenas y bellas, comenta el bien y las acciones nobles,
y te rodeará una onda de paz, de alegría y de bienestar.
195
Sé siempre auténtico.
196
Tú, que experimentas la felicidad de tener nietitos tan lindos, piensa que
ellos tienen los ojos fijos en ti, tomándote como ejemplo y modelo de lo
que dices y haces.
Pero, sobre todo, dales la mayor lección que tendrán en su vida: tu propio
ejemplo y honradez.
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No te ilusiones con las conquistas fáciles, con los placeres transitorios, con
las sensaciones efímeras.
200
La muerte no existe.
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202
Pero aquellos que saben dar de lo poco o nada que poseen, para ayudar al
prójimo, son verdaderamente ricos.
203
Procura mantener vivo el buen humor de todos los que te rodean en la vida.
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¡No!
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Si esa persona que tú amas más que a nadie y más que a ti mismo, fue
ingrata contigo, no te pongas triste, ruega al Padre que la haga cada vez
más feliz…
¡No!
Cuanto más revuelves en tu corazón las tristezas del pasado, más sufrirás
sin resultado alguno.
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218
El Padre habita en todas las cosas creadas, llamando a todas las criaturas
por el camino de la justicia, de la virtud, del amor.
220
Mantén tus pies fijos en el suelo, pero eleva tu cabeza hacia el cielo.
Mejora el camino que recorres, haciéndolo más confortable para los que
siguen tus huellas.
Trabaja con tus brazos, lleva consuelo a los afligidos, enjuga las lágrimas
de los que lloran...
Ayuda a todos los que caminan a tu lado para que alcancen el mismo
objetivo: la perfección.
221
Trata de corregir con calma a los que caen y procura disimular las
imperfecciones de los otros de la misma manera que esperas que
comprendan tus errores.
Cuando el calumniador abra los ojos, tú estarás tan distante de él, que no
alcanzarás a oír su voz llena de veneno.
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Aprende a disculpar.
229
230
Si estás sufriendo no olvides que ninguno pasa por esta tierra libre de
dolores, así como un alumno no puede pasar de grado sin someterse a los
exámenes.
Todo lo que nos sucede tiene su razón de ser, y de los males siempre surge
algún bien.
231
232
¡Domina tu agitación!
233
¡Cuidado!
Contribuye con algo tuyo para hacer que este mundo sea más hermoso.
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¡No te impacientes!
Deja que el tiempo madure los frutos, de modo que puedas recogerlos a
punto.
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Haz como el sol, que sale para todos igualmente con sus rayos benéficos de
luz y calor.
240
Trata de oír las notas armoniosas y sublimes del canto maravilloso que sale
de la naturaleza.
241
243
No te desanimes jamás.
Sigue adelante con valentía, porque la victoria sonríe solamente a los que
no se paran en medio del camino.
244
Dios está en todas partes al mismo tiempo, por lo tanto está también en ti,
junto a ti, viendo lo que haces, sabiendo también lo que piensas.
Tú dejas que tu hijo sufra en el sillón del dentista, porque esto beneficia a
tu hijo, aunque lo haga sufrir.
246
247
La victoria nos llega por medio de las luchas que libramos dentro de
nosotros mismos.
Así como es el hilo para los perlas, del mismo modo es la unidad de
proyectos para nuestra vida.
No dejes que las perlas de tus acciones se desparramen por falta de un hilo
que las une.
249
Aprende o tener compasión de los que están en peor situación que tú.
250
Aprovecha tu tiempo.
251
Procura pensar.
Piensa con tu propia cabeza, procura saber de dónde vienes y a dónde vas.
Sé tú mismo.
252
Nadie resiste a una persona calma y serena, pero ésta puede resistir a todas.
Los mansos y los serenos consiguen todo la que desean en la tierra, con la
ventaja de que jamás dañarán su salud tan preciosa.
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254
255
Todo lo que se hace sin amor está mal hecho y lleva a la destrucción.
Cuando los hombres hicieren todo con amor, sabrán lo que es la salud y la
felicidad.
257
Pero el coraje de la lucha contra los propios defectos es lo que tiene valor,
porque de allí surgirá la victoria final.
258
Sé el agua benéfica que quita la sed a todos los que atraviesan el desierto de
la vida sedientos de cariño y amor.
259
Evita el alcohol.
Así como puede ser remedio, usado en pequeñas dosis, puede también
acarrear males incalculables si se abusa de él.
Déjalo a tiempo.
260
Si alguien te mostrara una semilla oscura y fea, diciendo que dentro de ella
hay una hermosa y perfumada flor, tú le creerías, porque sabes que de la
semilla nace la planta que produce la flor.
Pues bien, cree también que en ti, por más imperfecto que seas, crecerá,
purificada y hermosa, tu alma inmortal que alcanzará la felicidad.
261
El mal que te sucede tal vez sea una experiencia por la que tienes que
pasar.
Pero todo coopera para el bien en aquellos que aman a Dios.
262
Por donde pasas, irradias la luz de ti mismo, iluminando a los que están
cerca.
263
En cada niño existe un día nuevo que surge para la felicidad del mundo.
264
265
Sólo la verdad nos hará llegar a la perfección, porque ella nos hace conocer
lo que realmente somos.
266
Mientras tengas tiempo en esta tierra, dirige tus pasos por la senda del bien.
267
269
Alegría no es ruido.
270
La alegría del bien que se realiza es el mayor tesoro que podemos obtener.
271
¡No!
272
Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar
debidamente su dulzura.
273
En todas las criaturas está Dios, que habita en cada uno de nosotros.
278
Ten compasión por los errores del prójimo y confórmate si sólo unos pocos
alcanzan escalar la empinada montaña de la virtud.
275
Libérate del miedo, camina con seguridad, procura oír las palabras de
orientación dictadas en lo más profundo de tu corazón por Dios que habita
en tu interior.
276
Procura, más bien, colaborar, sobre todo con el ejemplo digno y noble.
Deja los juicios a Aquel que ve en los corazones y que, por estar en cada
uno de nosotros, conoce los más secretos pensamientos e intenciones.
277
278
Ten la certeza de que tú, únicamente tú, tendrás que dar cuenta de tus
actos...
280
Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.
281
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286
Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los
que te rodean.
Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio
de la alegría, todos los que pasan por lo calle en tinieblas, serán iluminados
por tu luz.
287
Échalos afuera.
¡Olvídalo todo!
Uno solo ganará con tu perdón: tú mismo, que liberarás tu corazón del peso
de la amargura y del odio.