Iglesia y Masonería. Las Dos Ciudades by Alberto Bárcena
Iglesia y Masonería. Las Dos Ciudades by Alberto Bárcena
Iglesia y Masonería. Las Dos Ciudades by Alberto Bárcena
Alberto Bárcena
IGLESIA Y MASONERÍA. LAS DOS CIUDADES
Alberto Bárcena
ÍNDICE
PRÓLOGO
Luciferismo
El G.A.D.U. y Lucifer
La Masonería y la Internacional
Masonería y comunismo
Humanum genus
2
Capítulo VII: MASONERÍA TRIUNFANTE
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE DE SIGLAS
BB:
B’nai B’rith
BC:
Bohemian Club
BG:
CFR:
G.A.D.U.:
GLUI:
GOF:
Gran Oriente de Francia
NOM:
REAA:
RIIA:
RT:
SF:
PRÓLOGO
puntos de unión entre una y otra; con la argumentación más endeble, por no
calificarla de manipuladora. No es posible que quien preside un Consejo
pontificio desconozca toda la trayectoria, el presente y el pasado, de esta
lucha entre las «dos ciudades» que vamos a seguir en estas páginas. Pero
sobre todo es extraño que no sepa, o pretenda no saber, cuál es el trasfondo
espiritual del pensamiento masónico: sus creencias y sus dogmas; lo que
significan u ocultan sus rituales. Actualmente más que en 2011, cuando
impartí aquel primer seminario 7 Ibíd.
10 Junio de 2016
12 Ravasi, Gianfranco, “Cari fratelli massoni”, Il Solé 24 Ore, (La Chiesa &
La Loggia), 14 de febrero de 2016, p.
29.
ORÍGENES Y PRECEDENTES
En una taberna de Londres
Para entender la Masonería debemos pensar ante todo en Lutero: el
significado profundo de la mal llamada Reforma protestante, que fue
realmente una ruptura en toda regla. Una reacción violenta contra la Iglesia
que significó la fractura, profundamente traumática, de la Cristiandad.
Las tesis de Martín Lutero sostenían que solamente la Scriptura era digna
de veneración. El resto del depósito sagrado de la Iglesia era rechazable:
desde la Tradición hasta la obra de los Santos Padres y Doctores; desde las
declaraciones dogmáticas hasta el magisterio; y, sobre todo, el Primado de
Pedro. Aquella rebelión nació entreverada de intereses políticos y seguiría
estándolo en los siglos siguientes. Aparte de las visibles guerras de religión,
hubo una lucha soterrada por el control del continente, —y enseguida
también del resto del mundo—
Así lo dijeron, como veremos muy pronto, los papas autores de las primeras
condenas contra la secta. El racionalismo radical y escéptico de la
Ilustración, el prurito filosófico, las aspiraciones 15 El 12 de octubre de
1933, el Episcopado de la Iglesia Ortodoxa griega emitió el siguiente
comunicado: «La Francmasonería no puede de manera alguna ser
compatible con el Cristianismo porque es una organización secreta, que
actúa y enseña en el misterio y en el secreto y deifica al racionalismo. [...]
Es necesario urgir a todos los que sin la debida reflexión y examen de lo
que es la Francmasonería hayan ingresado en ella, que corten toda conexión
(con ella) porque solo el Cristianismo es la religión que enseña la verdad
absoluta y colma las necesidades religiosas y morales del hombre.
Unánimemente y con una sola voz los obispos de la Iglesia de Grecia han
aprobado lo que acaba de decirse y declaramos que todos los hijos fieles de
la Iglesia deben apartarse de la Francmasonería [...]». Declaración de la
Asamblea de los Obispos de la Iglesia de Grecia, firmada por su presidente,
el arzobispo Crisóstomo de Atenas, en Walton Hannah, Darkness visible. A
Christian Appraisal of Freemasonry, Ed. Baronius Press, London, 2008, pp.
75-76
esto era ya evidente; lo fue más todavía a partir de 1984; y será reconocido
en 1986, cuando el Sínodo de los Obispos se pronuncie, mediante un
documento oficial,21 denunciando el gnosticismo masónico; el encubierto
paganismo de sus ritos; la blasfemia contenida en su gnosis. Pero no
adelantemos acontecimientos; estamos en los orígenes.
Baste, por ahora decir que no faltaron reacciones en contra, defendiendo la
sacralidad del secreto masónico y atacando a Hannah: en 1952, el mismo
año de la publicación de su libro, aparecía otro cuyo autor, oculto tras el
seudónimo « Vindex», era un clérigo anglicano y masón cuyo propósito era
evidente ya en el título: Luz Invisible: la respuesta de la Masonería a la
Oscuridad Visible. Dicha respuesta llegaba cargada de resentimiento y
descalificaciones contra su oponente al que dedicaba el siguiente párrafo:
«Carente de honor y de decencia, pero con diabólica astucia, La Oscuridad
Visible es un libro siniestro y dañino. Hace públicos secretos solemnes y
sagrados tras haberlos descubierto de forma deshonesta. Es como arrancar
la ropa a una madre y dejarla desnuda y expuesta ante la mofa de la
muchedumbre».22 «Vindex»
Una amalgama de todas ellas —con alguna más que requiere tratamiento
separado— constituye lo que bien puede llamarse «religión masónica»; un
popurrí de elementos compatibles entre sí, de los que ninguno lo es, en
cambio, con la fe de la Iglesia Católica. Ni, realmente, con el resto de
confesiones cristianas —o monoteístas en general— por más que algunas se
adaptaron como pudieron o hicieran la vista gorda ante las prácticas de la
secta, a veces durante siglos. El ser una religión polifacética es lo que hizo
que resultara tan disolvente: cada grupo o individuo, cada Obediencia
masónica, puede fijarse preferentemente en el aspecto que más le convenga
o le atraiga. Podría parecer algo muy cómodo, abierto, interpretable... Una
religión a la carta para quien se aproxime a ella por vez primera. Pero no lo
es; por el contrario, resulta sumamente exigente e intolerante, aunque se
haya presentado siempre como el paradigma del respeto por las creencias
ajenas. No es esa la realidad; la “corrección política” es un invento
masónico: el amordazar al adversario afectando respetarle mientras se le
exige el máximo respeto. Esta es una de las claves del secreto masónico, un
secreto tan celosamente guardado como veremos enseguida.
Las Constituciones de Anderson son un texto sumamente revelador, donde
se contienen las obligaciones fundamentales del masón, los landmarks, que
caracterizan a la llamada Masonería 24 Walton Hannah, Darkness Visible...,
p. 60, en Ricardo de la Cierva, La Masonería invisible..., p. 67
10
11
12
13
[...] «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido
estas cosas a los sabios y entendidos y se las revelado a la gente sencilla. Sí,
Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie
conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».38
38 Mt 11,25-27
43 Por qué dejé de ser masón, publicado en su versión española por Libros
Libres en 2015. Título original: J’ai frappé á la porte du Temple. Parcours
d’un franc-maqon en crise spirituelle, Ed. Pierre Téqui.
14
48 Ibíd.
49 Gn, 3, 5-6
50 http://fr.aleteia.org/2015/05/05/les-revelations-fracassantes-dun-ancien-
grand-maitre-franc-macon/?
15
“es algo simbólico y solo una vez al año”». Se quedó a medio camino en su
iniciación; nunca llegó a ser la «piedra cúbica»; por eso buscaba
información antes de ir Polonia para instruir a los futuros exorcistas. Pero
aun así, sin darse cuenta, sabía mucho más que yo de la cuestión; como no
tardaría en descubrir: a punto de terminar este libro, me comunica la
publicación inminente de otro suyo, el segundo sobre el tema, cuyo título
vale por un tratado: Je serváis Lucifer sans le savoir (“Servía a Lucifer sin
saberlo ” ).51 Hace ya tiempo que sirve a la Verdad: después de su visita a
Polonia ha dado conferencias sobre el mismo tema en Italia, cerca de
Módena; próximamente irá a Roma; en Reims habló para los exorcistas...
Le deseo, como él a mí, que «Santa María le proteja».
Luciferismo
Cuesta creerlo, pero en la Masonería se adora a Lucifer. Antes o después; de
una manera más o menos consciente; como “símbolo” o realidad personal;
con mayor o menor implicación. Los papas lo denunciaron de manera más o
menos expresa a lo largo de los siglos XVIII y XIX.
Uno de los más claros en este punto fue Pío VIII52 que al hablar de la
Masonería dijo textualmente:
Secta satánica que tiene por única ley la mentira, por su dios al demonio, y
por culto y religión lo que hay de más vergonzoso y depravado sobre la faz
de la tierra.53
16
Según Ravasi, tenemos los católicos en común con los masones, entre otras
cosas, el ser
Como sigue diciendo Manuel Guerra, en las sectas Satanás y Lucifer «son
seres diferentes», pero, en tal caso, cuando los masones hablan de Lucifer,
¿a quién se refieren? Generalmente lo representan como Baphomet, “dios
andrógino”, o sea, el dios masculino (falo erecto), femenino (pechos) y
teriomórfico o animal (cabeza y cuernos de chivo) [que] según la tradición
masónica habría sido venerado en secreto por los templarios medievales [..
.]».60 Es decir, su imagen es la de un ser “humano”, al menos en su torso
(aunque tenga ambos sexos) y brazos, con cabeza y patas de macho cabrío y
cuernos bien desarrollados. En otras palabras, una de las representaciones
más frecuentes del demonio en la cultura occidental.
59 Gianfranco Ravasi, “Cari fratelli massoni”, Il Solé 24 Ore, (La Chiesa &
La Loggia), 14-2-2016, p. 29
17
62 Ibíd., p. 155. «Las palabras entrecomilladas están tomadas del ritual del
grado 29, usado en Nueva York». Ibíd.
19
Pero, aun así, era la mayor conquista que el sincretismo relativista masónico
había logrado hasta entonces: una misa negra en el símbolo de la excelencia
académica norteamericana. Por la misma época, el mismo Templo Satánico,
con sede en Nueva York, proponía levantar un monumento al diablo frente
al Capitolio de Oklahoma. Acompañado de dos niños que, apelando a la
igualdad de derechos y la no discriminación, contemplaban arrobados al
demonio; la figura central, con cabeza de cabra, cuernos y alas, era la
imagen más convencional de Baphomet, a falta solamente de algún atributo
sexual. Además, Templo Satánico ha conseguido una gran victoria
complementaria: el monumento a los Diez Mandamientos que se
encontraba emplazado allí mismo, desde 2012, ha sido desmontado por
orden de la Corte Suprema de Oklahoma. No había lugar para Dios y
Satanás frente al Capitolio; y este último prevalecía en apariencia.
como un libro profético de lo que estaba por llegar; o más bien, empezando:
la venida del 71 «El Monacato Benedictino y la Cristianización de Europa.
Evan- gelización y Fundamento», celebrado en julio de 2014
73 Robert Hugh Benson, Señor del Mundo, Ed. San Román, 2011.
20
Acaso no les molestase en absoluto que se les relacionara con «el portador
de la luz» a quien en un sentido teológico no tienen tan lejos: decía Juan
Pablo II que detrás del aborto encontramos la «lógica del maligno»79 y
Hillary estaba siendo financiada generosamente por la gran industria
abortista “y traficante de órganos de los niños asesinados” Planned
Parenthood, con quien comparte objetivos a la hora de blindar el aborto
como «derecho humano universal»; lo que ya defendía su marido en los
años 90. «La lógica del maligno»... Y desde esa óptica, resulta totalmente
lógico que la señora Clinton, declarada enemiga del Catolicismo, proyectara
75 Augusto del Noce, “El señor del Mundo”, en 30 Giorni nella Chiesa,
enero de 1988, pp. 66-69.
21
81 Guido Laj, Gran Maestro del Gran Oriente de Italia, en José Antonio
Ullate o. c., p. 59
22
El himno tuvo una gran repercusión por tratarse de la obra de uno de los
principales poetas de la época, pero causó, como es lógico, un gran
desasosiego en algunos espíritus. Incluso el masón Quirico Filopanti mostró
su desagrado por aquella composición tan expresamente satánica. Pero
quedó tranquilizado cuando su autor respondió: «Yo amo y creo». 86 Con la
complacencia del Gran Maestro Lenzi que medió en aquel asunto, aunque
Carducci todavía no había entrado en la Masonería, en la que después sería
muy activo, llegando a fundar una logia.87 Filopanti quedó tranquilizado
con tan breve explicación en un claro ejercicio de relativismo masónico.
Satanás, al parecer, quedaba convertido en símbolo de la rebelión contra el
poder constituido; defensor de la libertad individual. Aunque nada podría
resultar más paradójico: ¿«el acusador»; «el disgregador»; «el enemigo del
hombre», convertido en su defensor? Para verlo así es necesario haber
rechazado previamente toda la Revelación divina; de principio a fin;
sublevarse, como el ángel caído contra Dios. José Antonio Ullate concluye
zanjando, por su parte, la cuestión:
86 Ibíd.
23
Orden.92
muy cerca del Rockefeller Center con la figura del mítico Prometeo en el
suelo en actitud de rebeldía un tanto orgiástica contra Zeus, el dios supremo
del panteón griego, y símbolo de la irreligiosidad en cualquier época. En lo
alto del rascacielos Tishman, de 116 metros de altura, figuraba el 666 de
brillante color rojo de día, iluminado de noche. Este número fue retirado en
1992, pero el edificio es ahora el “666 Quinta Avenida”. Su rito pretende
otorgar una luz superior a la masónica».93 La de Lucifer, huelga decirlo.
Pero si este es diferente de Satanás, como la Masonería pretende, cabe
preguntarse qué pintaba el número de la Bestia en ese rascacielos. Y
también el por qué dicha Gran Logia solo admite a masones que hayan
alcanzado los grados superiores en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado; es
decir a los que ya han adorado a Baphomet. Aparte de exigirles una
relevancia especial en el mundo de la política, las finanzas o la cultura.94 El
proyecto de Weishaupt, el fundador de esa orden luciferina, se va logrando
de esta manera. Su núcleo interno «está formado por los luciferianos, que
adoran a Baphomet (Lucifer) como único Dios verdadero, aunque al final lo
suplante el individuo, el iniciado»;95 la culminación del proceso iniciático
al que se referían Rodríguez Zapatero y el ex masón Abad-Gallardo: la
adoración del hombre; «el hombre como único dios y dueño de sí mismo,
de su medio y de su destino».96 Lucifer ha sido su compañero de viaje;
quien finalmente lo sube al pedestal donde debe ser adorado; el pecado
original; nada nuevo. Por otra parte, aunque se haya cuestionado, los
Illuminati pertenecen a la Masonería.
96 Ibíd
24
http://www.theforbiddenknowledge, y http:bibleprobe.coRicam/free-
masonry 25
tarde.
Pensaban estos sectores que Federico V sería el instrumento ideal para una
«refundación universal», objetivo de aquellos movimientos ocultistas que se
unieron en la Hermandad de los Rosacruz.
«cuando Dios dio la ley a Moisés también hizo una segunda revelación del
significado secreto de tal Ley. Se decía que esta tradición esotérica había
sido transmitida oralmente a través de los tiempos por los iniciados [...]»,
según Francés E. Yates, erudita inglesa, «probablemente la académica que
más ha estudiado este asunto».104
102 Ibíd
103 «Tradición esotérica del judaísmo. La cábala está emparentada con las
doctrinas gnósticas y con el hermetismo, y en general no está mal vista
dentro del judaísmo»; José Antonio Ullate, o. c., p. 153.
26
alfabeto hebreo, «lengua sagrada usada por Dios para dirigirse a los
hombres»; los cabalistas crearon un complejo método de valoración
numérica de cada palabra del alfabeto sagrado; esto es, numerología.105 Y
los rosacruz lo hicieron suyo junto a otras ciencias ocultas.
27
hasta sus últimas consecuencias. Podría parecer que se apresta a recoger los
frutos del árbol sembrado por sus hermanos mayores, los rosacruz, a
principios del siglo XVII. Mucho de lo que pretendían, más de la mitad del
programa, ya se ha logrado. Pero no todo: misteriosamente, sus designios se
quiebran cuando menos lo esperan. Siguen en lucha las dos ciudades; no
podía ser de otra forma.
111 Ibíd, p. 148.
113 Ibíd.
28
II
LAS PRIMERAS CONDENAS
PONTIFICIAS
Clemente XII y Benedicto XIV: la excomunión confirmada
116 Ibíd.
117 Ibíd.
29
119 Ibíd.
30
faltado personas, según nos han informado, que no han temido afirmar y
extender entre las gentes del pueblo que la dicha pena de excomunión
lanzada por nuestro Predecesor ya no tiene efecto ninguno porque la
constitución que acaba de ser reproducida no había sido confirmada por
Nos, como si las Constituciones Apostólicas dadas por un papa tuviesen
necesidad de ser mantenidas, de la confirmación expresa del Pontífice su
sucesor»; «Nos queremos y decretamos tenga fuerza para siempre».122
123 Ibíd
124 Ibíd
126 Ibíd
31
Masonería:
161
32
33
145 «En enero de 1768, declaraba al padre Koffler [jesuita]: “¡No tengáis
tantas preocupaciones, querido padre, mientras yo viva no tenéis nada que
temer!” Mahony, embajador de España en Viena, refería que ella se negaba
a actuar contra los miembros de la Orden, que nada reprensible habían
cometido en sus Estados». Henry Vallotton, o. c., p. 249.
149 «En nuestros días nada está libre del ataque de los impíos. El mismo
Dios se convierte en objetivo de su audacia insolente, porque lo representan
como un ser mudo, inerte, desprovisto de todo sentido de providencia y de
justicia», Carta Encíclica Christianae Reipublicae Salus, de 25 de
noviembre de 1766
35
“Los grandes Maestros de otros países unen a todos los sabios y artistas
pertenecientes a la Orden (Masonería) para redactar un manual universal
que comprenda todas las artes liberales y ciencias, con excepción de la
teología y de la política. Esta obra ya se ha comenzado en Inglaterra.
Mediante la actuación conjunta de nuestros competentes hermanos sería
posible realizar algo excelente en pocos años”. El proyecto se discutió en
las logias, teniendo a Diderot como abanderado.150
Alfred Cobban, en su obra sobre aquel período histórico, decía: «El siglo
XVIII fue la gran época de la Francmasonería en el sentido moderno —es
decir, no un gremio profesional sino una sociedad secreta en la que se
mezclaban la filantropía y la riqueza—. Las logias masónicas, lugares de
reunión de intelectuales con tendencia social, contribuyeron a la difusión de
ideas liberales».153 Una visión, por tanto, positiva, de la secta: aparecen los
conceptos de
152 Ibíd
431
36
155 Ibíd
157 San Juan Pablo II, Carta Encíclica Fides et ratio, 48.
37
164 Ibíd
38
Solo ella podía dar la batalla a la Ilustración anticristiana con sus mismas
armas: ilustración.
Además, su obediencia al cuarto voto era tan firme como en los tiempos de
su fundación; los jesuitas seguían siendo el «Ejército del papa». La cuestión
se complicaba por la extensión de su presencia en América, el continente en
el que Inglaterra buscaba expandirse, utilizando en ocasiones las posesiones
portuguesas como base de operaciones.
Y en el reinado de Femando VI el asunto candente era ese: el rey —
pacifista a ultranza—
39
El nuevo papa,169 tuvo que sufrir presiones aún mayores, llegando a las
amenazas de muerte, hasta que, en agosto de 1773, le arrancaron el ansiado
decreto de disolución; la bula Dominus ac Redemptor, redactado en papel
de la embajada de España; al frente de la misma se encontraba un brillante
funcionario murciano, José Moñino, enviado allí con ese cometido, que
obtendría como recompensa el condado de Floridablanca. Las
consecuencias para España, en lo cultural, fueron desastrosas, como para el
resto de Europa, y más aún se notaría la medida en América, donde la gran
labor jesuítica quedaba truncada; pero el mal mayor lo sufrió la Iglesia.
Para eso se había hecho todo. Basta leer lo que Manuel de Roda, el
principal artífice de la operación, escribió a uno de sus colaboradores, el
ministro francés, duque de Choiseul: La operación nada ha dejado que
desear: hemos muerto al hijo, ya no nos queda más que hacer otro tanto con
la madre, nuestra Santa Iglesia Romana.170
40
Por más que fuera contra la cultura, era un gran éxito de la Ilustración
radical, la de los impíos y masones cuyo objetivo, como reconocían
algunos, era «matar a la Iglesia». Voltaire, exultante, saludaba al conde de
Aranda, ejecutor material de la medida en España, como
«impíos» tendría para la Iglesia. Debe añadirse que la mayor parte del clero
español, tampoco: ciego por completo en este asunto, apoyó la disolución
por inquina hacia los jesuitas.
41
174 Militar y secretario del duque. Famoso por su novela Les liaisons
dangereuses 175 Ver Claude Dufresne, Les Orléans, p. 247
42
192 “La dulzura de vivir”: Concepto utilizado por Talleyrand evocando los
tiempos anteriores a la Revolución; algo, desaparecido para siempre, que
nadie podría ya conocer: «Quien no vivió antes de 1789 no conoció la
dulzura de 43
que sería un masón el responsable del atroz final de la dama.
124
44
Ya no hay Vendée. Ha muerto bajo nuestro sable libre, con sus mujeres y
sus niños.
Con ese cargo eliminaban franceses no solo allí sino también en cualquier
otra región. «Ocultar a un sacerdote, aunque sea solamente un día; asistir a
misa; esconder ornamentos de culto; todo ello son delitos y los que los
cometen son “aristócratas” o “fanáticos”, que serán condenados a
muerte».199 Impresiona leer en la obra de Secher los procesos abiertos
contra la madre y las hermanas del párroco de la Chapelle-Bassemére, el
abate Robin, precisamente por esa acusación: «fanatismo invencible». Las
jóvenes, que habían asistido a una procesión con
«símbolos religiosos», fueron a prisión; la madre que ayudaba a los
sacerdotes refractarios, condenada a la pena capital.
45
[...] a las ocho de la mañana se arrancan de las iglesias las últimas insignias
religiosas; los crucifijos caen de los altares; se les despoja de paños y
casullas. Se organiza después una procesión imponente por toda la ciudad
hacia la plaza de Terraux [...] una horda estrepitosa arrastra en triunfo, entre
danzas salvajes, cálices, custodias e imágenes de santos; detrás trota un
burro, al que han puesto artísticamente sobre las orejas una mitra
cardenalicia y que lleva atado al rabo un crucifijo y una Biblia. ¡Así se
arrastra el Evangelio, para risa de la chusma alborotada, colgado de la cola
de un pobre asno, por el lodo de la calle!202
46
Pero nada tuvo tanto relieve como la fiesta del Ser Supremo, oficiada por
Robespierre —nieto de masón y masón él mismo seguramente—,207 el 20
de pradial del año II (8 de junio de 1794, que casualmente era la fiesta de
Pentecostés). El dictador republicano presidió la procesión iniciada en el
palacio de las Tullerías, frente al cual podían verse las imágenes de las
nuevas divinidades. Allí, antes de iniciarse la procesión hasta el altar del
Ser Supremo, levantado en el Campo de Marte, «”el Incorruptible” prende
fuego a la estatua de cartón que representa al Ateísmo y que oculta una
imagen de escayola de la Sabiduría. Se consume el Ateísmo y surge la
Sabiduría tiznada de hollín».208 Los representantes de la nación cumplían
ese landmark de las Constituciones de Anderson; no eran «estúpidos ateos»,
sino que abiertamente señalaban el camino de la gnosis: el conocimiento
“redentor”, cerrando el círculo de las creencias masónicas. Por una vez
fuera de las logias, a plena luz del día, la enseñanza «simbólica» se ofrecía
al pueblo. Hablando de aquella ceremonia, en mi libro sobre la Vendée,
escribía: Era el triunfo del deísmo, un nuevo brote de la viejísima herejía
gnóstica que adora a un dios nebuloso, y superior, opuesto por completo al
de la Sagrada Escritura. Un maniqueísmo, en definitiva, que anunciaba al
“portador de la luz”, ese Lucifer en quien la Masonería iluminista se niega a
reconocer a Satanás. Era la entronización del hombre
esto último mediante la Bula Auctorem fidei— pero sobre todo, aquel
incómodo anciano era el Vicario de Cristo; la piedra angular del edificio
que debía ser destruido. Obligado al exilio, se refugió en la Toscana, pero
en 1799 fue hecho prisionero y llevado, con 82 años de edad, a Francia.
Allí, en la ciudad de Valence (Delfinado) enfermó y murió poco después; el
29 de 206 Ibíd., p. 198
207 «Al menos así le reconoce el Convertí du Grand Orient, 1924, p. 406,
en A. G. Michel, Mondialisme maçonnique, Trident, París 2007. [p.] 50
cuando dice “Por encima del patriotismo nacional, decía nuestro Hermano
Robespierre, hay uno que le es superior, el de toda la humanidad”». Manuel
Guerra, Masonería..., p. 305
47
48
III
Los inicios de aquel siglo están marcados —en Francia y resto de Europa—
por la figura de Napoleón y su Imperio, frecuentemente estudiado como una
síntesis del Antiguo y del Nuevo Régimen. Realmente, tiene mucho más de
este último que del otro, del que solo toma las formas externas, una parte de
su simbología y una supuesta legitimidad histórica que le vendría a su
titular del hecho de asumir toda la Historia de Francia, «desde Clodoveo
hasta el Comité de Salud Pública», según propia declaración. En el plano
religioso, ciertamente, Napoleón procede a la restauración de la Iglesia y
firma un concordato con el papa sucesor del que se enfrentó a la Revolución
y murió prisionero en la Francia del Directorio; pero con ese nuevo
pontífice el emperador mantendrá una relación ambivalente; tratando de
manejarle en beneficio propio siempre que le fue posible. Planeaba
convertir París en la nueva sede de la Iglesia no solo por el prestigio que ese
traslado otorgaría a la capital del Imperio, sino también por el control que le
concedería sobre el Papado.
Se ha discutido sobre la pertenencia de Napoleón a la Masonería sin que se
haya llegado a probar, pero es un hecho que la secta no le era extraña y que
la utilizó a conciencia. Tanto en Francia como en los países de su órbita. Su
padre, el oscuro abogado corso, y sus cuatro hermanos fueron masones;210
así como su cuñado Joaquín Murat, el carnicero de Madrid.211
Napoleón logró de ese modo controlar a la secta por una parte, y por otra,
convertirla en instrumento de control sobre sus ejércitos y su policía; un
control añadido al visible y oficial; evidente en aquel régimen autoritario y
peculiar que fue el suyo. Durante el Imperio, el Gran Oriente de Francia
pasó de unas 300 logias en 1804 a 1.229 en 1814; lo que da una idea del
impulso recibido desde el Trono.212 Para cubrir todo el espectro social
contaba con su primera mujer, Josefina: iniciada en la Masonería, como
tantas salonniéres, antes de la Revolución, presidió la Logia Imperial de
Adopción de los Francos Caballeros de Estrasburgo, convertida después en
Gran Maestra de la Masonería femenina, reconstruyó las «logias de
Adopción» —
210 José, Rey de España, Gran Maestro del Gran Oriente francés y
posteriormente del español; Luis, Rey de Holanda y Venerable Maestro;
Jerónimo, Rey de Westfalia y Gran Maestro de su Gran Oriente; y Luciano,
Príncipe de Cannino y miembro del Gran Oriente Francés. Ver Manuel
Guerra, Masonería..., p. 305. Ver también César Vidal, La Masonería..., pp.
61-63
211 Así llamado por haber ordenado las cargas sobre el pueblo madrileño el
2 de mayo de 1808, y la posterior represión del día 3
49
José Bonaparte había sido Gran Maestro del Gran Oriente de Francia,
encumbrado hasta esa jefatura, en 1804, por su propio hermano. Ostentará
en España el mismo cargo con idénticos fines a partir de 1808. Creó para
ello el Supremo Consejo de Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado, activo hasta 1813, cuando “Pepe Botella” tuvo que abandonar
España definitivamente. Siempre supo, hay que reconocerlo, que el final de
su reinado sería desastroso, como lo avisaba a su hermano: «Vuestra gloria
se desvanecerá en España»; «Nadie ha dicho a Vuestra Majestad toda la
verdad. Lo cierto es que no hay un español que se declare en mi favor».
Aunque actualmente algunos españoles lamenten que la dinastía de los
Bonaparte, combatida por sus mayores durante seis años —a sangre y
fuego, en una guerra total, y heroica como pocas—, no arraigara en España;
a fuer de liberales, es de suponer.
50
Era lo mismo que los franceses contemplaron a partir del otoño de 1789.
En 1811 se había creado otro Supremo Consejo del Grado 33, «con patentes
expedidas desde Charleston» de mucha mayor duración: «Es el que, con
altibajos, escisiones y exilios ha subsistido hasta nuestros días».219 Será
con el tiempo un organismo esencial para conocer el desarrollo histórico de
la Masonería española, por lo que volveremos a encontrarlo en este libro. A
él pertenecieron militares y políticos masones de gran influencia en la
historia de España; como el constituyente Martínez de la Rosa, el
desamortizador Mendizábal, los generales Riego, Espartero y Prim, o los
presidentes Castelar y Pórtela Valladares. El éxito del Consejo patentado
desde Charleston fue, como puede verse, mucho mayor que el conseguido
por el dependiente de París. Y sin duda, el más revolucionario, en el sentido
de clandestino y conspirativo, era este. Por eso ha durado doscientos años,
aunque en la práctica llegase a desaparecer con la victoria de Franco en la
guerra civil.
Volviendo a los inicios del siglo XIX, puede decirse que la Masonería, de la
noche a la mañana, había florecido en España. ¡Dos Supremos Consejos del
Grado 33 en los años de Bonaparte!
Pero mientras tanto, la España que resistía al invasor, con el interesado
apoyo británico, se reunía en Cádiz para redactar una constitución. Por
tanto, en su trasfondo más íntimo, aceptaba el modelo político iniciado con
la Revolución Francesa: la primera de las constituciones españolas, no debe
olvidarse, es la de Bayona, redactada por mandato de Napoleón para uso de
su hermano en el reino que acababa de adjudicarle.
Y sin embargo, entre esos decretos suyos aparece uno sorprendente: el que
condena y prohíbe la Masonería en España. «Un decreto dejando fuera de la
ley a la orden del triángulo en todo el territorio español y en los de Ultramar
y Filipinas220 por constituir un peligro para la religión y para la monarquía
“por ser uno de los más graves males que afligían a la Iglesia y a los
Estados” ».221
51
52
Siguiendo con las condenas pontificias contra la secta, después de Pío VII,
volvió a condenarla León XII,226 en su bula Quo graviora, donde
recordaba los anatemas pronunciados por sus antecesores a partir de
Clemente XII, añadiendo su propia condena: Poneos en guardia contra las
seducciones y los discursos lisonjeros que se emplean para haceros entrar
en estas sociedades. Convenceos de que nadie puede enrolarse en ellas sin
cometer un pecado gravísimo [...] Aunque no hay costumbre de exhibir lo
que hay más digno de censura a la vista de los que no han llegado a los
grados eminentes, es, sin embargo manifiesto que la fuerza de estas
sociedades, tan peligrosas para la Religión, se aumenta con el número de
los que ingresan.227
53
231 Ibíd, 9
232 Ibíd, 11
54
236 Rafael del Riego conoció una fulgurante promoción con el éxito del
pronunciamiento: de teniente coronel pasaba a ser general y se convertía, de
paso, en el Gran Maestro del Gran Oriente Nacional, en 1821 y 1822.
237 «Don Juan Alvarez Méndez, que cambió su apellido (de origen judío)
por el de Mendizábal, maquinó el alzamiento de Riego en 1820 y fue el
artífice del proceso desamortizador que privó a la Iglesia española de sus
bienes y le causó unos daños y unas pérdidas incalculables, no solamente en
el aspecto material». Ricardo de la Cierva, La Masonería invisible..., p. 42
55
desterrados,239 inaugurando una práctica de los gobiernos masónicos que
llegaría hasta la II República.
56
Luis Felipe de Orleans, era hijo del regicida Felipe Igualdad, el guillotinado
duque y jefe masónico. Su hijo, que lograba la vieja ambición de su Casa,
alcanzar el trono, contó con el apoyo de la Masonería y tuvo ministros
masones, aunque otra rama de la secta, ya abiertamente republicana, logrará
expulsarle en 1848.
El ciclo de 1830 no llegó a España, pero tres años más tarde, a la muerte de
Femando VII, se iniciaba, encubierta detrás de la primera guerra carlista,
una verdadera revolución liberal.
Contando con la debilidad de la Reina Gobernadora, dispuesta a mantener
el trono de su hija casi a cualquier precio, la Masonería volvió a entrar en
acción. Pero no ya desde la clandestinidad, como en el reinado anterior, sino
instalada en las más altas esferas del poder: lo que había iniciado durante el
Trienio podría consumarse ahora, cuando volvían al gobierno los
doceañistas, padres de la constitución de Cádiz.
244 Entre los franciscanos asesinados ese día en San Francisco el Grande
estaba el padre Benito Carrera, confesor de sor Patrocinio, la famosa
«monja de las llagas» que vivía entonces en el convento del Caballero de
Gracia de Madrid. La biógrafa de la religiosa, Sor María Isabel de Jesús, ni
menciona, sin embargo, las matanzas, que lógicamente debieron
impresionar profundamente a la comunidad
247 Marcelino Menéndez Pelayo, o. c., p. 286. Ver del mismo autor,
Historia de los Heterodoxos Españoles, libro VIII, capítulo I.
57
Las de 1834 fueron las primeras pero no las últimas matanzas de frailes: se
reprodujeron un año más tarde con igual violencia en Barcelona. Aunque el
entonces jefe de Gobierno no hubiera terminado admitiendo quiénes fueron
los autores de las de 1834, era evidente que también
Masones eran los Isabelinos [que no fueron ni secta sino un bando político
masónico, opuesto a la regencia de María Cristina, cuyos jefes pertenecían
al Grande Oriente], masones los que dirigían los trabajos de las venías
carbonarias, masones los Iluminados, y masones los Ministros, los
Capitanes Generales de las provincias y los jefes políticos y delegados de
estos en las capitales y pueblos donde fueron asesinados los frailes, y
saqueados y aún incendiados sus conventos.
Esto explica el método y la tranquilidad con que llevaron a cabo los sicarios
de las logias su horrible trama contra las Ordenes religiosas; esto explica
cómo en Madrid duró la matanza de los religiosos desde poco antes del
medio día, que comenzó por el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús,
hasta las once de la noche del día 17 de Julio, que terminó con el degüello
de los frailes establecidos en el convento de San Francisco el Grande.250
254 Ibíd.
58
Los propios liberales, vitoreando a una niña de tres años, descubrían cuál
era su bando. En los períodos revolucionarios, la Masonería perdía la
prudencia y destapaba parte de su secreto. No era la primera ni sería la
última vez.
No sería la última vez que fue utilizada por algunos de sus gobernantes
demostrando, en ocasiones, hacia la Constitución vigente mucho mayor
desprecio que la soberana. ¿De dónde procede entonces su mala prensa? La
respuesta es religiosa. La lucha entre las dos ciudades tenía entonces en
España uno de sus más visibles campos de batalla, y la reina decidió, contra
sus propios intereses, influir lo que estuviera en su mano a favor de la
Iglesia. Así de claro se lo hace ver al propio papa cuando le pide consejo
sobre la actitud que debe tomar ante el reconocimiento del Reino de Italia,
levantado a costa de los Estados pontificios; una gran victoria de la
Masonería que estuvo profundamente implicada en todo el proceso de la
unificación: « Mi deseo de poner el peso de la Corona en la balanza del
Catolicismo contra las impiedades revolucionarias, es perfecto y sin
vacilaciones».257 Ahí está la clave del asunto: cuando la Masonería
ocupaba el poder sabía de antemano que sus designios serían estorbados,
hasta donde le fuera posible, por la reina. Bien pronto la secta había tratado
de atraerla a través de su tío y suegro, el Infante masón don Francisco de
Paula. El rechazo regio de tales propuestas, trajo el atentado de 1847:
59
Cinco años más tarde sufrirá otro atentado, dentro de palacio, relacionado
también con la Masonería: el cura Merino, según Tirado Rojas, actuó al
servicio de masones o carbonarios,
«esto de los carbonarios es una socorrida muletilla de los masones, cuando
tratan de eludir la responsabilidad de los crímenes que perpetran. Sin contar
que los carbonarios, como los comuneros y como el Tiro Nacional [...] son
ramas de un mismo tronco y todas ellas proceden de la Masonería»; «Es
evidente que este silencio del cura Merino obedeció a uno de esos terribles
juramentos que se prestan en ciertos grados de la secta, y de los que sabe el
que los presta que [...] su quebrantamiento será, en la mayoría de los casos,
inútil, pues la organización de las Tras-Logias encargadas de vigilar a los
miembros de las logias es tal, que suele ocurrir el caso [...] de que,
pensando el masón arrepentido de ejecutar la comisión que se le ha
confiado, revelar a un agente de la autoridad el secreto de que es
depositario, se encuentra con que sus revelaciones tienen por oyente a uno
de los miembros de la secta que se propone delatar». 259 Lo dicho por
Tirado en cuanto a la filiación masónica del cura regicida lo confirmó por la
misma época otro masón de altos grados, el escritor y periodista Nicolás
Díaz y Pérez, en su obra La Francmasonería española.260 No hay motivo,
por tanto, para ponerlo en duda.
263 Beatificado por Pío XI en 1934, fue canonizado por Pío XII el 7 de
mayo de 1950
60
266 Sor María Isabel de Jesús, La vida admirable, Homo Legens, 2008
268 Hay que decir en su descargo que treinta y cinco años más tarde, siendo
embajador de España en Francia, puso a salvo a sor Patrocinio y a sus
monjas, sacándolas de París en plena revolución de la Comuna 269 En casa
de Manuela Peirote, donde estuvo ilegalmente retenida, uno de sus
guardianes le asestó un culatazo en el pecho que le provocó un vómito de
sangre.
[...] dijeron que él la había pasado con la monja... ¡Pobres detractores! ¡Dios
los perdone!».273
Siguieron difamándoles incluso después de la caída del trono: algún artista
se rebajó aceptando el encargo de realizar unas viñetas pornográficas274 en
las que la reina, sor Patrocinio y el padre Claret, con otros personajes,
tomaban parte en repulsivas orgías. ¡Dios los perdone!
Pero ni esta calumnia inaudita, ni las demás que fraguaron contra ella las
logias masónicas, alteraban su paz interior [...] Contra ella se ha dicho todo
lo malo que decirse puede; pero todo fue urdido por los emisarios del
maldito Satanás, que así como a los primitivos cristianos echaban los
gentiles la culpa de cuantas desgracias ocurrían, así también los masones, si
se encendía en España la guerra civil, si caía un ministerio, si se atentaba
contra mi Real persona, si se daba algún puesto a algún personaje,
enseguida gritaban, por medio de la prensa impía: «Son cosas de la monja
sor Patrocinio».275
62
Durante el nuevo bienio progresista servirá los planes del Supremo Consejo
al que pertenecía poniendo en marcha una segunda desamortización; la de
Madoz. 278 Esta vez, el objetivo eran los bienes de los ayuntamientos, que
se arruinaron, pero también lo que la primera, la de Mendizábal (del mismo
Supremo Consejo masónico al que pertenecía Espartero), había dejado a la
Iglesia. En 1855 no se respetó ni el patrimonio de las instituciones
benéficas; la mayoría de patronato eclesiástico.
279 La primera había sido ya asumida, como hecho consumado, por Pío IX
al firmar el concordato de 1851, durante el gobierno de Bravo Murillo
63
283 «Con motivo del fallecimiento del general Prim, la Gran Logia del
Gran Oriente de España despacharía una carta circular firmada por el Gran
Maestre Ruiz Zorrilla [...] en la que manifestaba el “profundo sentimiento”
con que habían visto “la muerte del Ilustre Hermano el Soberano Gran
Inspector General Juan Prim y Prats”, habiendo decidido que en todas las
logias de su Obediencia se celebraran honras masónicas en su memoria».
José Antonio Ferrer Benimeli, Jefes de gobierno masones..., p. 24
284 «Manuel Ruiz Zorrilla, simbólico Cavour I, fue Gran Maestre del Gran
Oriente de España del 14 de septiembre de 1870 al 1 de enero de 1874».
José Antonio Ferrer Benimeli, Jefes de gobierno masones..., p. 61
285 «Ruiz Zorrilla, siendo ya Gran Maestre del Gran Oriente de España,
fue presidente de la Comisión que marchó a Italia para comunicar al duque
de Aosta, en Florencia, su elección como rey de España. José Antonio
Ferrer Benimeli, Jefes de gobierno masones..., p. 35
286 Nombre simbólico Paz, grado 33; Gran Comendador y Gran Maestre
del Gran Oriente de España entre 1877 y 1881. Ver José Antonio Ferrer
Benimeli, Jefes de gobierno masones..., p. 105.
288 Ibíd.
289 Hijo de Luis Felipe de Orleans, nieto del regicida Felipe Igualdad,
estaba casado con la infanta Luisa Fernanda, hermana de Isabel II.
290 Tanto Serrano como Sagasta y Prim formaron parte del Supremo
Consejo de la Masonería española, 64
A favor de Serrano, hay que decir que, al menos se negó a escupir y pisar el
crucifijo como le proponían en su rito de iniciación de Caballero Kadosh:
Los miembros del Areópago, quisieron llevar las cosas hasta el fin; más al
presentar al general Serrano el Crucifijo para que lo escupiera y pisoteara,
según acostumbraban a verificarlo en sus recepciones secretas los
Templarios, el Duque de la Torre se negó a ello resueltamente, y declaró
que si era necesario perdería la vida antes de prestarse a semejante
profanación. [...] Tratándose de un masón oscuro, el problema no ofrecía
dificultad; con suprimirle, si era preciso, o con intimidarle hasta el punto de
asegurarse su silencio, el asunto estaba terminado. Pero suprimir a todo un
Regente del reino ofrecía no pocas dificultades, y en cuanto a intimidarle, la
cosa no parecía tampoco fácil, pues una vez fuera del local de la logia, le
sobraban al general Serrano elementos para pulverizar a sus intimidadores.
65
Entre las muchísimas calamidades que han traído a la Iglesia los actuales
sucesos de España, no han sido los más pequeños, los crueles, fieros,
bárbaros e inhumanos decretos que contra los institutos religiosos de uno y
otro sexo, han visto ya la luz.
Hacemos aquí un breve apunte de los grandes temas que iremos viendo en
próximos capítulos, aunque algunos de los fines de la Masonería ya los
conocíamos; eran viejos objetivos de la secta. Llegados al poder masones
tan destacados, con la mal llamada Gloriosa, el Supremo Consejo del Grado
33 reclamaba a los suyos la puesta en marcha de un proyecto con tres líneas
principales: Reforma de la familia; control de la enseñanza, y envite a la
Iglesia, previo a su desmantelamiento definitivo. Como medidas concretas,
en una demostración de obediencia masónica, Ruiz Zorrilla, en enero de
1869, decretó que todas las bibliotecas y colecciones artísticas de
catedrales, iglesias, monasterios y órdenes militares pasaran a poder del
Estado, a la vez que suprimía de las Universidades las Facultades de
Teología. 296 No se trataba solamente de anular a la Iglesia sino también de
borrar la «ciencia que trata de Dios y de sus atributos y perfecciones».297
Siempre, realmente, se ha tratado de lo mismo; la lucha es contra Dios, no
solo contra sus ministros y consagrados.
66
Pero el caso es que Amadeo de Saboya se quedó solo; muerto Prim, las
logias se desentendieron de él por mucho que procediera de tan masónica
familia; incluso aunque fuese él mismo masón. Había otros intereses en
juego, defendidos por otros masones; los mismos, sin duda, que estaban
detrás de la muerte de su valedor. Y sobre el magnicidio echaron tierra
hasta lograr la definitiva impunidad de sus autores. Un sumario de 18.000
folios, instruido por trece jueces y varios fiscales, durante diez años, y lleno
de pruebas incriminatorias,303 quedó en nada.
No hubo juicio, ni culpables, ni castigos. Con razón, diez años más tarde,
hablando de crímenes masónicos, decía León XIII: «el asesino burla muy a
menudo las pesquisas de la policía y el castigo de la justicia».304
Tuvo que llegar el siglo XX para que se tratara de esclarecer la verdad, pero
entre todo lo que se ha publicado surgen contradicciones, y se aprecian, en
alguna de las versiones, evidentes inexactitudes; y además de la lectura de
dichas publicaciones se desprende que quedan muchos puntos oscuros;
algunos de los cuales ya no podrán aclararse; tal ha sido el deterioro, al
parecer intencionado, de piezas fundamentales del “perdido” y recuperado
sumario. Aunque todavía se puede avanzar más en esa dirección, a pesar de
haberse recurrido ya a la medicina forense, abriendo nuevas hipótesis, cada
vez más inquietantes. Y han aparecido nuevas contradicciones, con
universidades de por medio...305 Aunque se ha avanzado, no será fácil
cerrar el asunto de manera satisfactoria.
303 Uno de los fiscales, Joaquín Vellando, se atrevió a proponer, sin éxito,
el procesamiento de Montpensier. Se hallaron, incluso, los pagarés de los
asesinos
305 La Universidad Camilo José Cela, donde se creó una Comisión Prim, y
la Complutense 306 Mariano Tirado Rojas, o. c, tomo III, p. 188
67
Proyectos que, sin embargo, habían sido aprobados por todos los jefes de
distrito de El Tiro Nacional en la referida reunión del 16 de noviembre.
Fuera cual fuese el grado de connivencia del Gobierno, el autor material del
crimen fue convenientemente cubierto después de cometerlo: «Paúl,
después de haber estado oculto dos días en una casa de la calle de la Abada,
pudo salir para el extranjero, gracias al influjo del signo masónico, que de
tantos riesgos libra a los afiliados a la secta».308 Los instigadores,
seguramente, murieron cuando les llegó su hora, cubiertos de honores.
Porque ¿quién fundó El Tiro Nacional? ¿Quién pagó -a precio de oro- y
encubrió a los sicarios? ¿Quién logró que el sumario se fuera alargando para
que no se celebrara juicio? ¿Quién, por último, consiguió que se archivara
sin mayores consecuencias?
68
de abril de 1961:313
313 Era ya presidente de los Estados Unidos, uno de los que no han
pertenecido a la Masonería; por cierto 314 www.alanwattsentientsentinel.eu
69
321 «En 1826 William Morgan, vuestro conciudadano, fue secuestrado con
violencia ilegal por miembros exaltados de la fraternidad masónica,
transportado secretamente a través del país -más de cien millas- a una
fortaleza de los Estados Unidos, luego, a cargo de francmasones que habían
preparado ese lugar para recibirle, encarcelado varios días y noches, contra
sus esfuerzos desesperados para escapar y tras sufrir insultos inhumanos y
el más cruel de los abusos, le asesinaron secretamente. Antes de su captura
se celebraron numerosas reuniones de masones en logias y otros lugares que
tenían por objeto procurar los medios más seguros para lograr sus ilegales
objetivos contra él. A estas reuniones asistieron, y dieron su aprobación a
los planes, varios centenares de los más respetados e inteligentes hermanos
masones. Entre ellos se contaban legisladores, jueces, sheriffs, clérigos,
generales, médicos y abogados. Todos ellos procedieron de acuerdo con los
que consideraban sus deberes masónicos.» Del manifiesto Llamada al
pueblo de los Estados Unidos, en Ricardo de la Cierva, La Masonería
invisible..., p. 410. Ver también 100megsfree2.com/masonry.cit, p. 3.
70
332
71
332 Manuel Guerra, Masonerí a..., p. 141. Ver Xavier Casinos , Quien es
quien masónico. Masones hasta en la luna, Ed. Martínez Roca, 2003, pp.
77-82. Ver también Wenceslao Vargas Márquez, La Masonería en la
presidencia de México, Ed. Xalapa, 2010
72
Mención especial, entre ellos, merece el Beato José Sánchez del Río,334 el
niño cristero torturado y ejecutado por oficiales del Gobierno el 10 de
febrero de 1928. En el tormento, cuando trataban de hacerle apostatar,
respondía vitoreando a Cristo Rey; el empeño de sus verdugos en lograr su
apostasía se mantuvo hasta el momento de su muerte: cuando con los pies
desollados a navaja le hicieron caminar hasta el lugar de la ejecución, el
cementerio de Sahuayo, Michoacán, aun le ofrecían el perdón a cambio de
que apostatara: «Si gritas “Muera Cristo Rey te perdonamos la vida”», lo
que prueba hasta qué punto aquella fue una guerra de religión, y aquellos
cristeros, verdaderos mártires. José Sánchez de Río fue dejando un rastro de
sangre, llorando y rezando a la vez, pero, a sus catorce años de edad, eligió
morir; y murió gritando «Viva Cristo Rey», el grito de los cristeros; esas
fueron sus últimas palabras. La carta que escribió horas antes de su muerte
terminaba diciendo « Cristo vive, Cristo reina, Cristo impera y Santa María
de Guadalupe». El 22 de enero de 2016, reconocido por el papa Francisco
el milagro que cerraba el proceso, se fijaba la ceremonia de canonización
para el 16
73
336 Ibíd
74
IV
Con gran rapidez, lograron poner en fuga a Luis Felipe, el único Orleans
que ha reinado nunca; la Masonería, que colaboró decisivamente para
sentarle en el trono en 1830, prestó la misma necesaria colaboración
dieciocho años más tarde para expulsarle. Se proclamó la Segunda
República, en un principio con ribetes socialistas, como precio a pagar por
el concurso imprescindible de las organizaciones obreras; en el mes de
junio se recrudeció la revolución, llegando a convertirse en una carnicería
en plena capital; murió en las barricadas el arzobispo de París,338 y cayó el
Gobierno de Lamartine, pero la salida volvería a ser una consolidación de la
hegemonía burguesa con la ayuda del Ejército. También como en 1799. El
general Cavaignac, que logró la consolidación de esta nueva república en
un sentido liberal, era masón, y tenía todo el apoyo del Gran Oriente, que
llegó a hacer un comunicado a su favor.
75
La de 1848 fue una revolución europea, propagada muy rápidamente por las
logias. Como vimos España no la padeció gracias al freno impuesto por
Narváez, 341 pero llegó incluso hasta Viena donde el emperador Fernando I
se vio obligado a abdicar en su sobrino Francisco José, que logró reconducir
la situación; pero el veterano Mettemich, principal artífice de la
Restauración, desaparecía para siempre. Su sistema había sido desbordado
hacía tiempo.
Lo había iniciado, por otra parte, con una serie de medidas de corte liberal
como la redacción de una constitución y el nombramiento de un Gobierno
presidido por un laico, pero para Mazzini y sus seguidores eso no
significaba nada: solo se conformarían con la desaparición del Estado del
papa. No solamente porque lo considerasen esencial para culminar la
unificación italiana, sino, sobre todo, para conseguir debilitar la autoridad
pontificia, en espera de la desaparición definitiva del Papado también en su
dimensión espiritual; al menos para muchos de ellos este era un fin
prioritario.
76
Sobre ellos recaen las palabras del Divino Redentor: «Sois hijos del
Demonio y queréis hacer las obras de vuestro padre».. .349
350 Beato Pío IX, Carta Encíclica Etsi multa, de 1873; Ibíd., p. 197
351 Beato Pío IX, Carta Encíclica Quanto conficiamur moerore, de 1863;
Ibíd., 196
354 Ibíd
77
La Masonería y la Internacional
355 Más disuasoria que otra cosa; una advertencia visible a los pia-
monteses de que Francia intervendría en caso de ataque. Cuando se
lanzaron al asalto, el Segundo Imperio acababa de desplomarse a causa de
la victoria prusiana y Napoleón III era solamente un prisionero de guerra
356 Ver José Luis Comellas, Historia breve del mundo contemporáneo, p.
134.
359 Gran Maestro del Gran Oriente italiano, elegido en Florencia en mayo
de 1864, y declarado «el primer masón de Italia».
78
Excepción hecha del caso de Louis Blanc, la mayor parte de masones vistos
hasta aquí eran de ideología ilustrada liberal, y pertenecían a la burguesía,
más o menos alta, o a la nobleza, pero en el siglo XIX la extracción social
de los integrantes de las logias, de algunas al menos, fue cambiando, a la
vez que se establecían nuevas organizaciones masónicas al servicio de
ideologías políticas nuevas también; pero permanecerán sus Obediencias,
ritos, sistemas, y creencias, y, por tanto, su enemiga secular contra la
Iglesia. Seguiré en este apartado el estudio que del tema realizó Ricardo de
la Cierva, siguiendo a su vez el trabajo dirigido por Milorad M.
A raíz del 48 había surgido, como dije, una Masonería de menor nivel
social. Fue esta nueva Masonería, si así puede llamarse, la que intervino
decisivamente en la Primera Internacional.
79
366 Ed. Solidaridad Obrera, vol. 1, 1901, vol. 2, 1923 (Ia edición).
80
fundada en 1910, y que llegó a ser la que contaba con más afiliados en
1936; cerca de un millón. Además de su fundador fueron masones buena
parte de sus directivos y muchos de los anarquistas intelectuales dedicados
a la formación y adoctrinamiento de los trabajadores.
Anarquistas radicalizados crearon en Valencia la FAI (Federación
Anarquista Ibérica) en 1927.
Fueran las que fuesen las siglas, el anarquismo pasó por la historia de
España dejando un reguero de sangre y desolación completamente inútiles:
colaboró eficazmente en el deterioro de la situación política durante el
reinado de Alfonso XIII; su constante acción terrorista llegó a ser uno de los
más acuciantes problemas de los Gobiernos de la época; causa decisiva de
la dictadura de Primo de Rivera que se fijaba como objetivo prioritario
acabar con ese cáncer social; «el balance cruento de su enfrentamiento [de
la CNT] al llamado Sindicato Libre, solo en Barcelona y en los años 1917-
1921, asciende a 230 muertos y 618 heridos;367 700 atentados en ocho
meses de 1923, entre ellos el asesinato de Juan Soldevila Romero, cardenal
arzobispo de Zaragoza».368
Pero al estallar la guerra civil vieron muy claramente cuál era su bando; el
mismo que habían combatido hasta la víspera. Y en ese bando colaboraron
muy activamente en el exterminio del clero: cerca de 7.000 sacerdotes y
religiosos eliminados en tres años.369 Frecuentemente, con el mismo
ensañamiento que el empleado por los sicarios de las matanzas de frailes
del siglo anterior o de la Revolución Francesa.
Manuel Tirado Rojas publicaba en 1892, los rituales de iniciación de los
grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. En el 32 el aspirante recibía
las siguientes explicaciones:
369 Ver Ángel David Martín Rubio, La cruz, el perdón y la gloria, Ed.
Ciudadela, 2007
81
después [.. ,]».371 Con ello se habría logrado el triunfo masónico que
Tirado asocia con el del judaísmo; «el Santo Imperio», establecido tras la
conquista de Jerusalén. Pero en cualquier caso, parece claro que la
explicación que se da al iniciado del grado 32 profetiza dos revoluciones
pendientes. Y Tirado escribe en 1892, cuando faltaban veinticinco años para
la Revolución Rusa, y medio siglo para que naciera el Estado de Israel... En
ese grado 32 se había iniciado el anarquista Francisco Ferrer Guardia, autor
del frustrado regicidio que veremos en el siguiente apartado. El atentado
que protagonizó tendía a desencadenar una de esas revoluciones; al menos a
prepararla. No dejaría de influirle, para cometerlo, la explicación profética
recibida en su logia.
373 Ver Manuel Guerra, Masonería. .., pp. 316-317. Ver también Ricardo
de la Cierva, La Masonería invisible..., pp.
552-554
82
Tan inexplicable osadía parece indicar que Nakens, con su carta, trataba de
ponerse a salvo, antes que descargar su conciencia, pero todavía más
increíble resultó el juicio originado por el atentado: las conclusiones del
fiscal, que también se publicaron entonces,379 no dejaban lugar a dudas:
1a Resulta del sumario que identificados por sus ideas anarquistas los
procesados Francisco Ferrer Guardia y el difunto Mateo Morral se
reunieron, impulsados ambos por un mismo pensamiento, para la
realización de fines altamente criminales, determinados por aquellos contra
el orden social y protegiéndose mutuamente, con tal motivo, al amparo de
una amistad íntima, el primero auxilió con toda clase de recursos materiales
al Morral, que habiendo abandonado la casa de sus padres, en Sabadell, lo
recomendó al dueño de una casa de huéspedes en Barcelona, llevándoselo
después a una habitación que le destinó en el piso tercero número 56 de la
calle Bailén de dicha ciudad, en cuya casa tenía el Ferrer establecida una
escuela libertaria, titulada Escuela Moderna, la que creó no para difundir la
enseñanza e ilustración, sino para introducir, como él mismo afirma en
algunos documentos obrantes en el sumario, “ideas de demolición en los
cerebros y destruir la sociedad actual desde sus fundamentos y sin pretender
hacer buenos obreros, buenos empleados y buenos comerciantes”[...]
habiendo indicado Morral a Ferrer que estaba dedicado a hacer la
revolución social, iniciándola en Barcelona, a que se activara la propaganda
con actos muy ostensibles en el terreno de la violencia, siendo muy capaz
para ello por su carácter exaltado, lo que tampoco ignoraba Ferrer, confirió
aquél el propósito de atentar contra la vida de Su Majestad el Rey, por 375
Antes pensó, al parecer, hacerla estallar en los Jerónimos.
377 Mateo Morral, con ropa nueva comprada por la mujer de Mata, su
encubridor, llegó hasta Torrejón de Ardoz donde sacó un billete para
Barcelona, pero reconocido en la venta de los Jaraíces, carretera de Ajalvir,
fue detenido por un guardia jurado al que asesinó cuando trataba de
entregarlo a la Guardia Civil. Perseguido por un grupo de campesinos, se
suicidó muy cerca de allí. Al menos esa fue la versión oficial aunque no han
faltado interpretaciones muy distintas. Según recientes investigaciones
forenses, la versión del suicidio es insostenible; lo que plantearía la
posibilidad de que Morral hubiera sido silenciado. Como en el caso de la
muerte de Prim, tampoco se ha llegado a una versión concluyente.
378 Ver Marino Gómez Santos , La Reina Victoria Eugenia de cerca, p. 171
83
Por último, le puso en comunicación con José Nakens, a cuyo efecto le dio
las oportunas instrucciones para que pudiera dirigirse en su busca a la
administración del periódico “El Motín” [...]
3a En los calificados delitos ha tenido la calificación de cómplice el
procesado Francisco Ferrer, por haber cooperado a su ejecución por actos
anteriores y la de encubridores [...]
[...] tres de daños [...] y 12 faltas incidentales de lesiones leves»; todo ello,
según el Código penal entonces vigente.381 Entre las víctimas, «veinte
personas que se quedaron ciegas, como consecuencia de la explosión».382
El crimen está lleno de puntos oscuros que indican que la trama pudo ser
mayor de lo que parece; por ejemplo el que tanto el rey como su madre
tuvieran en su poder una fotografía de Morral antes de la boda. Así lo
reveló la reina Victoria Eugenia a Marino Gómez Santos383 más de medio
siglo más tarde:
Esa foto, además, no había llegado a los reyes por la policía sino
acompañada de un anónimo.
¿Quién, con acceso a los aposentos privados de los reyes, se la había hecho
llegar?
Increíblemente también, el asesino disponía de un balcón sobre el recorrido
de la comitiva regia; llevaba diez días allí instalado sin que nadie le
investigara. A pesar de que se sabía que un atentado contra Alfonso XIII era
inminente. Tantos eran los indicios que la policía española había recibido
refuerzos, para la ocasión, de la francesa, la inglesa y la alemana. Y sin
embargo, Morral pudo hacer lo que hizo con toda comodidad: la carroza de
los reyes se detuvo debajo de su balcón a causa de la aglomeración de
carruajes que abrían la marcha; el presidente del Gobierno, Segismundo
Moret, que, por cierto, llegó tarde a recoger a la novia porque «se había
dormido», también era masón.385 ¿No sabía nada de los movimientos de
Morral como debería por su cargo? ¿Aquel balcón de la calle Mayor, el
único que permanecía vacío y cerrado en 380 Marino Gómez Santos, o. c.,
pp. 173 y ss
84
Años más tarde, hablando de Ferrer, Miguel Maura, que había sido ministro
de la Segunda República, en sus memorias, decía: «A duras penas y con
ayuda de muchos “vecinos políticos”, consiguió salir inmune del proceso
contra los cómplices y encubridores de Morral».387 No hace falta decir que
tales “vecinos” eran masones; el anarquismo español era un movimiento
marginal que rechazaba, en principio, cualquier colaboración con los
partidos. Al menos a la luz del día.
[...]
Al Ilustrísimo y Poderoso Señor Práxedes Mateo Sagasta, simbólico Paz,
grado 33.
Sabed que esta Logia en su Tenida (Reunión o sesión) de ayer acordó por
unanimidad.
85
1o Que habéis sabido cumplir dignamente como Masón, con los deberes
que os imponen vuestros juramentos al ingresar en la Orden.
Masonería y comunismo
»La Ley, porque no está en armonía perfecta con los derechos del hombre
aislado y los deberes del hombre que vive en sociedad, derechos que todos
adquieren en toda su integridad, deberes que no son más que la
consecuencia inmediata de la facultad natural que cada uno de nosotros
debería tener de gozar de todos sus derechos sin que nadie pueda impedirlo.
»La Religión, porque las religiones no son más que las filosofías de
hombres de talento que los pueblos han adoptado bajo condición expresa de
que vengan a constituir un aumento de bienestar para ellos.
86
»De estos tres infames enemigos, la Religión deberá ser el objeto constante
de nuestros mortales ataques, porque un pueblo jamás ha sobrevivido a su
religión, y matando a la Religión, tendremos a nuestra disposición la Ley y
la Propiedad, y podremos regenerar la sociedad estableciendo, sobre los
cadáveres de aquellos asesinos, la Religión, la Ley y la Propiedad
masónicas.389
Primero, una revolución liberal presidida por el masón príncipe Luov; luego
la socialista, bajo el liderazgo de otro masón, Kérenski; y por último, ya en
octubre, la que implantó la dictadura del partido comunista para los
próximos setenta años. En todas las fases intervino la Masonería.
Las logias de toda Europa apoyaron el proyecto que pondría fin a la Santa
Rusia, logrando que Moscú —la «Tercera Roma»— se convirtiera en la
capital de algo diametralmente opuesto a lo que había sido hasta entonces la
inmensa nación euroasiática. ¡Magno proyecto de ingeniería social
anticristiana!
87
Tanto los Warburg como los Schiff habían entrado en Skull and Bones,394
consiguiendo así importantes contactos. Paul Warburg contó con el apoyo
del senador Nelson Aldrich, suegro del poderoso masón John Rockefeller,
pero sobre todo tuvo el respaldo de House. Fue él quien organizó la reunión
secreta en la isla de Jekyl (Georgia) donde se pactó la creación de la
Reserva Federal, aprobada legalmente en 1913. Wilson designó a Paul
Warburg como directivo del nuevo organismo cuyo primer presidente fue
Benjamín Strong, de J.P. Morgan.
88
ser por esta inapreciable ayuda, acaso nunca hubiera podido representarlo.
HUEBSCH, 1912
89
403 Ibíd, 14
90
[...] sueltas con la mayor licencia las pasiones populares, sin otro freno que
el castigo, ha de seguirse necesariamente el trastorno y la ruina de todas las
cosas. Y aun precisamente esta ruina y trastorno, es lo que a conciencia
maquinan y expresamente proclaman unidas las masas de comunistas y
socialistas, a cuyos designios no podrá decirse ajena la secta de los
masones, pues favorece en gran manera sus planes y conviene con ellas en
los principales dogmas.406
406 León XIII, Carta Encíclica Humanum genus, 24
91
408 Ver José Antonio Ferrer Benimeli, Jefes de gobierno masones..., p. 90.
411 Ver José Antonio Ferrer Benimeli, Jefes de gobierno masones..., p. 90.
92
valores a los jóvenes franceses; una «instrucción moral y cívica»; el Estado
usurpaba el papel de los padres; y prohibía entrar en las aulas a los
religiosos, que tampoco podrían ya dirigir, inspeccionar o vigilar «las
escuelas primarias públicas y privadas».
415 León XIII, citado por San Pío X en Vehementer Nos, III.
93
En 1906, el sucesor de León XIII, San Pío X,418 respondía con una
encíclica que condenaba la ley; Vehementer Nos. Hablaba a los obispos
franceses en primer lugar, levantando acta del largo ataque sufrido por la
Iglesia por parte de las autoridades republicanas: Apenas es necesario decir
la honda preocupación y la dolorosa angustia que vuestra situación nos
causa con la promulgación de una ley que, al mismo tiempo que rompe
violentamente las seculares relaciones del Estado francés con la Sede
Apostólica, coloca a la Iglesia de Francia en una situación indigna y
lamentable. f...] Para vosotros, venerables hermanos, no constituye
ciertamente ni una novedad ni una sorpresa, pues habéis sido testigos de los
numerosos ataques dirigidos a las instituciones cristianas por las
autoridades públicas.419
420 Ibíd., II
94
métodos masónicos eran algo más sutiles; el control estatal superaba al que
tenían los gobernantes del Antiguo Régimen sobre sus gobernados; y las
conquistas masónicas en el mundo del pensamiento habían sido fulgurantes.
1905 significaba una victoria de la Masonería infinitamente mayor que las
representadas por la Constitución Civil del Clero y demás leyes contra la
Iglesia, aprobadas por la Asamblea. Era una conquista mucho más duradera
que la que aparentemente lograron los hombres de la Convención con su era
republicana y su culto al Ser Supremo. Porque permaneció. Revestida de
tolerancia, igualdad y filantropía; pero, por eso mismo, duradera bajo su
camuflaje “democrático” de persecución religiosa de perfil bajo;
supuestamente igualitario. La Masonería había aprendido la lección: lo que
podían acarrear determinados excesos, demasiado llamativos, cuando un
pueblo no está preparado para el gran cambio.
Esta [la ley de Separación] será gravemente dañosa no solo para la Iglesia,
sino también para vuestra nación. Porque es indudable que debilitará
poderosamente la unión y la concordia de los espíritus, sin la cual es
imposible que pueda prosperar o vivir una nación; unión cuya incólume
conservación, sobre todo en la actual situación de Europa, deben buscar
todos los buenos franceses que aman a su patria.423
423 Ibíd.
95
Dos años antes, ocho después de Humanum genus, también había insistido:
en Custodi di quella Fede; toda una encíclica, una más, dedicada a la secta
masónica. En ella decía: «[...]
426 Ibíd
96
El humano linaje, después de que, por envidia del demonio, se hubo, para
su mayor desgracia, separado de Dios, creador y dador de los bienes
celestiales, quedó dividido en dos bandos diversos y adversos: uno de ellos
combate asiduamente por la verdad y la virtud; y el otro, por todo cuanto es
contrario a la virtud y a la verdad.
97
La amenaza para los Estados, y las penas más graves que la Iglesia impone,
aparecen en este mismo párrafo que denuncia una actividad «delictiva»; la
de los sectarios. Y a continuación pasa a ocuparse,' «a ejemplo de sus
predecesores», de la sociedad masónica; de su doctrina, planes y actuación;
«manera de pensar y de obrar», para que llegue a conocerse «su maliciosa
naturaleza, y pueda evitarse el contagio de peste tan funesta».434 Vuelve a
denunciar el secreto, pero con repercusiones mucho más graves; más
detalladas y explícitas que en todo lo visto anteriormente: «[...] cuando se
ha juzgado que algunos han traicionado el secreto o han desobedecido las
órdenes, no es raro darles muerte con tal audacia y destreza, que el asesino
burla muy a menudo las pesquisas de la policía y el castigo de la justicia».
Hemos visto ya en esta obra unos cuantos ejemplos que confirman la
veracidad de estas palabras; tanto en cuanto a la ejecución interna de
«justicia masónica», como en lo referente a otros crímenes que quedaron
impunes; asombrosamente impunes, cabría decir. Lo que constituye una de
las pruebas de peso del poder alcanzado por la Masonería ya entonces en las
instituciones; esa infiltración a la que se refería el mismo León XIII en
Praeclara gratulationis, unos años después.
En adelante, Humanum genus pasa a denunciar la ingeniería social
anticristiana. Tenaz, infatigable, polifacética ingeniería, practicada por los
masones en la posición que se encuentren, calando, insensiblemente, en la
sociedad; imponiendo un pensamiento único: Y los frutos de la secta
masónica son, además de dañosos, muy amargos. Porque de los certísimos
indicios antes mencionados resulta claro el último y principal de sus
intentos, a saber: destruir hasta los fundamentos todo el orden religioso y
civil establecido por el Cristianismo y levantar a su manera otro nuevo con
fundamentos y leyes sacadas de la entraña del naturalismo [...]
Como ya hiciera Benedicto XIV, denuncia aquí León XIII dos de las
primeras causas que convierten a la Iglesia en objetivo masónico prioritario:
la custodia de la fe revelada junto con el magisterio que la convierte, por el
mero hecho de ejercerlo en cada época valorando las 432 Ibíd.
433 Ibíd., 5.
434 Ibíd., 7.
98
Destruidos estos principios, que son como la base del orden natural,
importantísimo para la conducta racional y práctica de la vida, fácilmente
aparece cuáles han de ser las costumbres públicas y privadas. [...]
En el punto 17, abordaba otro de los temas cruciales: «la vida doméstica»:
«El matrimonio es un mero contrato»; «En el educar a los hijos nada hay
que enseñarles como cierto y determinado en punto de religión; al llegar a
la adolescencia, corre a cuenta de cada cual escoger lo que le guste. Esto
mismo piensan los Masones; no solamente lo piensan, sino que se empeñan,
hace ya mucho, en reducirlo a costumbre y práctica»; «se corre a cambiar la
naturaleza del matrimonio en unión inestable y pasajera, que la pasión haga
o deshaga a su antojo». En resumen; el ataque a la familia y a la educación
cristiana era ya frontal. Pero hablando de educación, venía a renglón
seguido uno de los párrafos más divulgados y esclarecedores de toda la
encíclica:
437 Ibíd, 14 y 15
438 Ibíd, 15
99
440 Ibíd, 34
441 Ibíd, 20
100
lado que, estrechando las filas, firmes y a una, resistan contra los ímpetus
cada día más violentos de los sectarios; por otro que levanten a Dios las
manos y le supliquen con grandes gemidos para alcanzar que florezca con
nuevo vigor la religión cristiana; que goce la Iglesia de la necesaria libertad;
que vuelvan a la buena senda los descarriados; y que al fin, abran paso a la
verdad los errores y los vicios a la virtud.442
443 Ibíd, 36
444 Ibíd., 29
101
Geográfica de París descubrió todo aquel cúmulo de engaños: todo había
sido una trama urdida contra la Iglesia.
Pero verdaderamente el asunto Taxil no está del todo aclarado; pienso que
acertaba Ricardo de la Cierva al decir: «algo pasaba en el mundo satanista
cuando Taxil tuvo miedo de que Roma pudiera destruir completamente a la
Masonería y por eso tramó esa conspiración auténtica (...) para hundir a la
Iglesia Católica. Muy poco después va a surgir el satanismo imparable de
nuestra época. Se quiso adelantar Taxil en crear un falso satanismo donde
ya había un satanismo real. De hecho los masones satanistas tienen
verdadero terror a que se les identifique.
Ante ese disimulo diabólico que aquel papa conoció tan de cerca, la
recomendada oración a San Miguel, tiene en León XIII una connotación
muy personal: después de su «visión diabólica», compuso una oración que
mandó imprimir y enviar a todos los obispos del mundo. Uno de ellos, el
cardenal Rocca, lo contó así:
102
449 Ibíd
213
103
Alfonso XIII no se arredró y un año más tarde llevó a cabo un acto similar
aunque de menor relieve espiritual y mediático: volvió a consagrar el
Reino. Esta vez al Ángel Custodio de España, cuya imagen, traída
precisamente del Cerro de los Ángeles, quedó entronizada en la madrileña
iglesia de San José, donde sigue estando. La imagen sostiene un escudo con
las armas de Castilla, Aragón, León y Navarra, además de —en escusón—
las tres flores de lis de la Casa de Borbón: eran las armas del propio rey. El
acto, aunque sin las resonancias del 460 El Cardenal Rouco Varela, siendo
Arzobispo de Madrid-Alca- lá, ordenó colocar una placa en el interior del
templo que así lo atestigua. También, por la misma época, la imagen del
Sagrado Corazón de Jesús fue instalada en el altar mayor.
462 San José María Rubio; canonizado por San Juan Pablo II en 2003. Ver
Ricardo de la Cierva y José Antonio Argos, 113.178 caídos por Dios y por
España..., pp. 358-359
105
467 El padre Mateo llegó al lugar de las apariciones del Sagrado Corazón,
monasterio de Paray-le-Monial, en 1907, enfermo y agotado,
experimentando allí su curación y recibiendo, a la vez, una iluminación que
describió así después: «Yo sentí en mí mismo como una sacudida extraña.
Me sentí herido por un golpe de gracia muy violento e infinitamente dulce.
Me levanté completamente curado. Postrado en el Santuario, absorto en la
acción de gracias, comprendí lo que quería de mí Nuestro Señor»; «La idea
de la Entronización la he tomado directamente de las revelaciones de
Paray». En el fresco de la capilla de las Apariciones de Paray, junto a los
santos relacionados con las mismas, aparece el padre Mateo por su especial
relación cón ellas y la difusión de su mensaje.
469 Ricardo de la Cierva y José Antonio Argos, 113.178 caídos por Dios y
por España, p. 353.
470 Ibíd.
106
107
108
109
489 Ibíd.
110
491 «La Asociación Española Europa Laica, o sea “laicista”, fundada por
Víctor Guerra, masón asturiano del Gran Oriente de Francia, es miembro
formal de la Federación Humanista Europea [...] Colabora también con
movimientos franceses afines, sean o no organizaciones pantalla de la
Masonería, por ejemplo: Europe et Lai'cité y Libre Pensée, así como con
Alianza contra el Conformismo (Alemania), Unión de Ateos y Agnósticos
Racionalistas (Italia)». Manuel Guerra, La trama masónica, p. 115.
111
regula vitae propia de las sociedades democráticas: «La laicidad es una
regla de vida en la sociedad democrática. Impone que se den a los hombres,
sin distinción de clase, origen o confesión los medios para ser ellos mismos,
libres de sus compromisos, responsables de su desarrollo y dueños de su
destino».493
—El del pensamiento libre para franquearse poco a poco las creencias
obligatorias.
112
En cuanto a «liberar al niño de [...] dogmas [...]» es una de las frases más
preocupantes del texto, porque ya sabemos lo que eso significa: la batalla
por el control de las almas desde la escuela; lo que propugnaba Jules Ferry
en 1880. En cuanto a esa mezcolanza de «ideas preconcebidas, ideologías
opresoras, presiones de orden cultural, etc, etc, [...] o religioso», que busca
camuflar las intenciones verdaderas del autor, evoca inevitablemente el
discurso de Hillary Clinton en el Lincoln Center de Nueva York.497 Ese ya
mencionado discurso en el que, con menos palabrería, podía haber dicho
que ella estaba allí para reclamar que los gobiernos utilizaran
coercitivamente su poder para «redefinir» los dogmas; es decir, sepultar la
libertad religiosa.
[...] La laicización [...] ha sido uno de los aspectos esenciales del ejercicio
de la libertad y de la igualdad de derechos:
[...]
496 San Juan Pablo II, Carta Encíclica Centesimus annus, 46.
113
por el GOF como una necesidad, viola gravemente los derechos de millones
de personas y es lo más opuesto a la tolerancia que pretende defender a toda
costa. Ese dogma masónico, verdadero cajón de sastre, debería ser revisado,
aclarando dónde está el límite entre lo tolerable y lo que no lo es. Con el
argumento de que eran «creyentes» quienes lo organizaban, la presidenta de
Harvard autorizó una misa negra. ¿Aplicaba una consigna masónica o la
influencia ambiental era tan grande que no vio el grave atropello que
autorizaba? Ni siquiera lo más sagrado escapa a la ingeniería social
masónica: ese es un gran triunfo diabólico; el mayor. Y en Harvard pudo
comprobarse hacia dónde se dirige el gran cambio. Allí mismo, en mayo de
2014, comenzaba ya a brillar, sin nubes que la velaran, la luz de Baphomet.
[...]
114
como ético o moral en un momento dado. Así es como se legalizó el
«transhumanismo» o búsqueda de una supuesta mejora de la especie
humana; con una clara finalidad utilitaria al servicio del gran designio
masónico de lograr el «hombre nuevo», supuestamente superior, aunque
para lograrlo haya que hibridarle con animales como ya se está haciendo.
Claro que desde esa óptica los embriones humanos no son más que una
amalgama de células...
Estas palabras, por sí mismas, valen tanto como un resumen del contenido
de este libro. Porque, en la lucha que mantiene la Masonería contra la
Iglesia, lo que busca la primera respecto a la segunda, es exactamente eso:
destruirla y enterrarla; para imponer luego otra religión. «La pertenencia de
Peillon a la Masonería no está establecida a ciencia cierta. De todas formas,
la existencia de postas masónicas de las que disponen los políticos tanto del
gobierno como de la Asamblea Nacional en el seno de las logias no ofrece
duda alguna»,505 dice Abad-Gallardo; y añade: «Peillon, incluso ha
“planchado”506 con ocasión de una “tenida blanca”507 en el Gran Templo
Groussier, ante un auditorio de miembros del Gran Oriente de Francia, en la
sede parisina de la Obediencia, rué Cadet, el 16 de noviembre de 2012».
508 Es decir, que poco importa si pertenece o no a la Masonería; es
indudable que está en la trama masónica; con plena identidad de objetivos.
Para terminar con este asunto, hablando de Ferrer Guardia, escribió Ricardo
de la Cierva: Me he impuesto la obligación de estudiar a fondo la figura de
Francisco Ferrer porque la izquierda europea y la Masonería se han
empeñado en presentarle desde entonces [su muerte] bajo la imagen de
«ilustre pedagogo» cuando en realidad no era —en frase 502 Ministro de
Educación francés entre 2012 y 2014; considera al Catolicismo como una
religión opresiva de la que debe liberarse a la sociedad francesa a través de
la «laicidad». Solo así, destruyendo a la Iglesia, se logrará, según él, la
«victoria final de la Revolución»; debe desaparecer «el espacio que esta le
dejó».
116
VI
LA EUROPA DE WILSON
El Código de Derecho Canónico
512 Giacomo Paolo Giovanni Battista della Chiesa (Génova 1854- Roma
1922); elegido papa el 6 de septiembre de 1914, murió el 22 de enero de
1922, siendo enterrado en las Grutas Vaticanas 513 Código de Derecho
Canónico de 1917, libro II, parte tercera, canon 684.
514 Ibíd, libro V, título XIII, canon 2335: « Nomen dantes sectae
massonicae aliisve eiusdem generis associationibus quae contra Ecclesiam
vel legitimas civiles potestates machinantur contrahunt ipso facto
excommunicationem Sedi Apostolicae simpliciter reservatum».
117
1. A los clérigos que han cometido el delito de que se trata en los cánones
2334 y 2335
118
Le respondí que no era así; que existía una nueva condena coincidente en el
tiempo con su promulgación, la Quaesitum est. La conocía, aunque no la
quería mencionar, porque me respondió que no podía compararse una
«nota» con el Código.
119
Los jesuitas franceses aceptaron la tregua, pero no así «el grupo de jesuitas
romanos que redactaban la Civiltá Católica». Pero allí en Aquisgrán había
ocurrido algo decisivo —y sumamente peligroso— para el futuro de la
Iglesia: «La siembra del diálogo entre masones y católicos [...] provocó un
cambio de actitud en algunos medios católicos de influencia y
singularmente en varios grupos de jesuitas progresistas, que depusieron
toda actitud combativa y de confrontación ante la Masonería y fomentaron
no solo el diálogo con los masones, que en principio siempre es beneficioso
entre personas civilizadas, sino una aproximación hacia la Masonería en la
que los católicos dieron mucho más que lo que recibieron. Lo que resulta
muchas veces indignante es la ceguera de algunos portavoces católicos del
diálogo con la Masonería mientras cerraban los ojos al recrudecimiento de
los ataques de la Masonería contra la Iglesia católica. [...] Este es un hecho
histórico del que no se puede prescindir». 524 Resulta sorprendente que
fueran jesuitas los primeros que cayeran en esa trampa; los miembros de
una Orden perseguida por la secta como ninguna otra; la víctima principal
de sus ataques desde el siglo de las Luces.
120
Todo empezó en Austria; una monarquía heredera del Sacro Imperio con
todo lo que eso significó durante un milenio: la Cristiandad. Regida aún por
la misma dinastía que desde el siglo XVI había sostenido a la Iglesia
Católica; la Casa de Austria. Además, aparte de acabar con la gran
Monarquía Imperial y Apostólica, el destruirla significaba terminar con el
Estado danubiano que cohesionaba a gran parte de los pueblos del centro de
Europa; 525 sin el monarca que lo era de todo el conjunto podría llevarse a
cabo una labor realmente eficaz de
“reconstrucción” a partir del caos. Por su parte los Habsburgo del siglo XX,
como los del XIX, superado el confuso período masónico-ilustrado, seguían
teniendo un alto concepto de su misión histórica; sobre todo de carácter
religioso, tal como ellos la veían: la defensa del Catolicismo. En 1862, la
archiduquesa Sofía, madre de Francisco José, en su carta de despedida,
escribía a su hijo:
[...] mi caro Franzi: sobre ti pesa una grave responsabilidad con respecto a
tu católico Imperio, que ante todo debes conservar católico, aunque a la vez
cuides paternalmente de unos cuantos millones de personas de otras
creencias. [.. .]526
186
Si pensaba que iba a morir es evidente que no creyó que fuera a ser en
Sarajevo, pues no habría llevado consigo a su mujer; algo que fue, por
cierto, extraordinario: siendo el suyo un matrimonio morganático, ella no
tenía ningún papel oficial; fue a Bosnia como una concesión extraordinaria,
contra el protocolo de la Corte. Francisco Femando sabía que iba a ser
asesinado pero no dónde. Por tanto, sus temores no eran —o no solamente
— a un atentado nacionalista, sino a “algo más amplio”.
se sabía objeto del odio implacable de los masones que le habían condenado
a muerte».533
122
Todavía resistió hasta la tarde, pero era evidente que se moría: «Hizo
sentado la oración de la noche, y no de rodillas como era su costumbre». A
las 8 y media volvió el capellán que le administró la Extremaunción en
presencia de la familia imperial, los ayudantes de campo, y los ayudas de
cámara; todos arrodillados. «Cuando Mons. Seydl pronunció el último
Amén, se hizo el silencio durante unos instantes. Casi inmediatamente, el
médico anunció: “Su Majestad acaba de exhalar su último suspiro” ».537
538 Erich Feigl, Zita de Habsbourg. Mémoires d'un empire disparu, p. 167,
en Ramón Pérez-Maura, o. c., p. 37
123
124
546 «Se sabe que el presidente Wilson no hacía nada sin remitirse a un
misterioso confidente, el coronel House.
Pero William Steed, que tanto trabajó contra Austria, dice en sus Memorias
que el coronel House, por su parte, no hacía nada sin consultarle, y que él,
Steed, no le aconsejaba nada sin haberlo hablado antes con Masaryk y
Benes
[los líderes de la independencia checa]. Así tenemos todos los eslabones de
la cadena». Michel Dugast, o. c., p.
179n.
125
552 Ver León de Poncins, Société des Nations, super état magonique, en
Manuel Guerra, Masonería...p. 382.
126
555 La Franquerie, Marqués de, “Souvenirs des luttes pour défendre des
vérités étemelles”, en Cahiers Charles Maurras, n° 68,1978, p. 41. Cit. por
Michel Dugast, o. c., p. 236.
557 Cyrille Debris, Zita. Retrato íntimo de una emperatriz, Ed. Palabra, p.
61. La cursiva es nuestra 558 Ibíd., p. 82. La cursiva es nuestra
Querida hermana:
En el prólogo del libro que publica esta carta, un nieto de Carlos y Zita, el
archiduque Rodolfo de Austria, explica la clave de esa felicidad: «En el año
2004, el papa Juan Pablo II beatificó a mi abuelo, el emperador Carlos I de
Austria. Curiosamente, para inscribir la fecha en el calendario litúrgico no
eligió la de su marcha al cielo, sino la de su matrimonio, celebrado el 21
128
Las últimas palabras del beato emperador, muerto a los treinta y cinco años
de edad, cuando esperaba el nacimiento de su octavo hijo,563 fueron:
Nada más inocuo, incluso benéfico en apariencia, que los fines de estos
organismos.
565 Fundada en Nueva York en 1843 por 12 judíos, -ante el rechazo que
experimentaban tanto por parte de la Masonería como del judaismo, que
llegó a calificar como “herejes” a los judíos masones-, «con una estructura
similar a la masónica, con el mismo espíritu de ayuda y fraternidad aunque
solo para y entre judíos»; incorporada a
«la Masonería regular norteamericana el 11-9-1874. Ahora cuenta con
1.700 logias, cerradas a los no judíos, y un gran influjo por el número de
sus miembros (600.000), por su nivel humano-social y por la logia (con
1.600
miembros) creada en los años veinte del pasado siglo para judíos
interesados en el cine que explica el control judío del cine, vigente ahora
sobre todo en algunas multinacionales (Paramount, Warner, etc.), así como
en otros medios de comunicación social: The Washington Post, The Wall
Street Journal, The New York Times, el control de las principales cadenas
televisivas de EE.UU (NBC, CBS y ABC) [...] En 1955 sus logias europeas
forman un distrito independiente con 57 logias en 12 países ya en 1970; en
España en 2010 al menos dos (Madrid, Barcelona). Sus logias en Israel
ascienden a 156 en 1963». Manuel Guerra, Masonería.., pp. 160-161.
129
De modo que no partían de cero: veamos qué organización era esa. La Tabla
Redonda, a su vez, venía de una organización más antigua, la Association of
Helpers. Era esta una sociedad secreta fundada, en 1891, por dos masones:
W. T. Steed, que tanto intervino en el desmembramiento de Austria-
Hungría, y Cecil John Rhodes, de cuyas becas —las que llevan su nombre
— ya hablé en relación con la señora Clinton. Rhodes era un
multimillonario, enriquecido con el comercio de diamantes, capaz, por su
poder económico y sus actividades políticas, de dar nombre a un territorio
del tamaño de Rodesia; defensor a ultranza del imperialismo británico, que
murió en 1902. Su labor, en más de un sentido, fue continuada por Alfred
Milner, representante de la Corona inglesa en Sudáfrica, entre 1897 y 1905,
y de su Gobierno en la Entente, durante la I Guerra Mundial. Además, lord
Milner era Primer Vigilante de la Gran Logia Unida de Inglaterra, lo que le
otorgaba una preeminencia masónica a nivel internacional que resultaría
muy útil. Fue él quien, junto con lord Rosthcild, recogió el testigo de
Rhodes para cumplir su gran designio: la creación de la Tabla (o Mesa)
Redonda ( Round Table)570 en 1909, sobre la base de Helpers, la
asociación de Rhodes. Milner, por último, aparte de fundarla, dirigió hasta
su muerte, en 1925, la Tabla Redonda.
568 Ver None Daré Cali it Conspiracy, Gary Alien y Larry Abraham, obra
que sigue Ricardo de la Cierva en este capítulo.
570 Nombre propuesto por Milner en recuerdo de los caballeros del Rey
Arturo 571 Declaración Balfour de 2 de noviembre de 1917, publicada en la
prensa británica, una semana después, el día 9.
572 Lionel Walter Rosthchid, segundo barón del mismo título, «jefe “no
oficial” del sionismo británico».
130
Poco después, en lo que quedaba del Imperio turco se harían visibles los
frutos de la primera infiltración masónica a gran escala dentro del Islam:
iniciada, con el apoyo de los Grandes Orientes italiano y francés en 1903;
financiada por judíos masones de la logia de Tesalónica, dicha infiltración
se produjo a través del movimiento de los Jóvenes Turcos, que llevarían al
poder a Mustafá Kemal Atatürk, padre de una república laicista de pura
inspiración masónica.
574 En 2005, la Gran Logia de Turquía contaba con 200 logias y 12.000
«miembros activos»
131
133
Importa destacar que la impronta del Bilderberg, como sucede con la Gran
Logia Rockefeller
134
Porque, también debo aclarar que, por supuesto, no todos los invitados son
iniciados en logias más o menos luciferinas, o afines a ellas. La proporción
de los que sí han pasado por esos rituales, disminuye cuanto más nos
alejamos del «comité consultivo», la cúspide de la pirámide bilderberga.
Los pertenecientes al tercero de los círculos, el más externo y numeroso,
pueden asistir en muy pocas ocasiones; o solamente en una. Un 30 por cien
de los asistentes son invitados circunstanciales. Reciben la invitación por el
cargo que ocupan o el que podrían ocupar en breve; son peones potenciales
de las estrategias del Club. Del que luego posiblemente no reciban más
invitaciones; o incluso lleguen a rechazarlas, aunque la tentación pueda ser
grande...
135
136
Podría parecer que se trata de un grupo de gente inmadura que se reúne una
vez al año para relajarse haciendo tonterías, pero ¡cuidado! Están divididos
en 122 secciones o niveles, con
137
llegado George Bush, que compartía sección con W. Clausen del Banco
Mundial.602
Por su parte Skull and Bones, donde acaban llegando algunos «bohemios»,
ha tenido altibajos en cuanto a su poder real sobre la Casa Blanca: sufrió un
eclipse en los años sesenta a causa de la presión ejercida por sus hombres
para intensificar la intervención americana en Vietnam; lo que terminó en
notoria catástrofe. Pero si pudieron hacerlo fue porque la presidencia de
Kennedy, «marcó un apogeo de la Orden». Sí; incluso John Kennedy, quien
denunció públicamente la corrosiva acción de las sociedades secretas,
aceptó directrices de Skull and Bones, y propició su presencia en los
principales cargos de la Administración. Posteriormente, algunos miembros
de la Orden pasaron al bando opuesto, el activismo pacifista, dirigidos por
el presidente de la Fundación Ford, McGeorge Bundy. Pero no sirvió de
mucho. Mientras duró el mandato de Nixon, con Kissinger como hombre
fuerte, otra trama de poder, no menos masónica, gobernaba los Estados
Unidos. Skull and Bones tendría que esperar a la llegada de Bush —padre—
a la Casa Blanca, cuando lograría un nuevo apogeo.
Y claro está que siendo esta una de las doctrinas fundamentales de la secta
masónica, por fuerza entre sus adeptos se ha de debilitar; y aun atrofiarse
por completo, el amor a la patria y a sus compatriotas, pues para los
masones, los que no pertenecen a su gran familia son profanos, o como
quien dice, extraños, que no merecen el aprecio con que distinguen a sus
hermanos, aunque estos pertenezcan a otra nación y aquellos sean
conciudadanos y aún parientes.603
No todos los masones parecen ser conscientes de ello: Tom Sarobe, con
tono despectivo, me espetó en el Club Financiero: «¿Usted se cree de
verdad que la Masonería aspira a controlar el mundo?». Le respondí que eso
lo decía él porque yo, en aquella ocasión, todavía no había hablado de
mundialismo, pero parecía sinceramente molesto por mi visión del asunto.
Es posible que, a pesar de sus altas dignidades en la Masonería española,
todavía esto no lo vea claro. O no tenga ni idea. Pero la tendencia
Rosacruz/Illuminati ha primado siempre en las organizaciones pantalla de la
Masonería. ¿Hasta qué punto las logias encubiertas pueden 602 Ibíd., p. 348
138
139
VII
MASONERÍA TRIUNFANTE
140
Nuevamente sin éxito; pero conviene recordar que la primera intentona fue
militar, como los golpes masónicos del siglo XIX.
El juicio contra los conspiradores, que salieron libres a pesar de sus graves
delitos, se convirtió en un proceso contra la Corona. Cuando Alfonso XIII,
en plena crisis política, encargó a Sánchez Guerra la formación de
Gobierno, a este no se le ocurrió nada mejor que ir a la cárcel Modelo para
ofrecer a los presos del Pacto las carteras ministeriales; que rechazaron
sabedores de que el triunfo estaba próximo: supieron convertir las
elecciones municipales de abril de 1931
610 Ver José Antonio Ferrer Benimeli, Jefes de Gobierno masones..., p. 197
c., p. 189
141
191.
616 Ibíd
142
Ateneo. Pero el Gobierno publicó una nota al día siguiente denunciando una
supuesta confabulación de reaccionarios contra la República. El propio
Gobierno, que sabía mejor que nadie lo que había ocurrido el día antes,
justificaba así su complicidad.
619 Ese fue el “cargo” para eliminar, en 1936, a las Adoratrices de Madrid,
refugiadas en un piso de la Costanilla de los Angeles: según sus captores,
habían disparado desde sus ventanas contra el pueblo en armas. Ver
Gregorio Rodríguez, El hábito y la cruz, Ed. Edibesa, 2006
143
Esa autoridad que no se nombra era la del papa, por supuesto. El cuarto
voto establecido por San Ignacio para los religiosos de la Compañía era esta
vez el alambicado pretexto para deshacerse de ellos. Y hacerse con su
patrimonio de paso: tuvieron que irse 2.987 jesuitas, que dejaban atrás, sin
la menor indemnización, 21 colegios de segunda enseñanza, 162 escuelas
de elemental y profesional —el ICAI entre ellas—, 40 residencias, tres
colegios máximos, seis noviciados, cinco casas de ejercicios, nueve
editoriales, dos observatorios astronómicos, y la leprosería de Fontilles en
Alicante. Todo ello procedente de las donaciones recibidas a lo largo de
poco más de un siglo; el transcurrido desde que Femando VII,
aprovechando la restauración de la Orden por Pío VII, los trajo de nuevo a
España. Todo quedaba en 1931 en manos de un patronato estatal presidido
por el masón Gerardo Abad Conde.628
La persecución se iniciaba contra los jesuitas, pero detrás iría todo el clero
español; y también los laicos porque «formulen o no el cuarto voto los
profesos, lo digan o no las reglas de las Ordenes religiosas, conste o no en
la profesión de fe de todo creyente, en caso de conflicto o choque entre la
fidelidad a Dios y la fidelidad a los poderosos, siempre estaremos de parte
de lo primero. Desde los tiempos iniciales del Cristianismo ha habido un
sinnúmero de mártires que se han dejado matar porque en sus vidas han
puesto a Cristo por delante del César».629
144
630 Dos años antes del inicio de la guerra civil, durante la revolución de
Asturias de 1934, fueron asesinados, entre otros: los párrocos de Rebollada,
Valdecuna, Sama de Langreo, Moreda, Olloniego y Santa María la Real de
la Corte; el ecónomo de San Esteban de Cruces; los novicios pasionistas de
Mieres; los seminaristas de Oviedo; el vicario general de la diócesis, Juan
Puertes Ramón; el secretario del obispado, Aurelio Gago; los «Mártires de
Turón»: los sacerdotes de La Salle, San Cirilo Beltrán, San Marciano José,
San Victoriano Pío, San Julián Alfredo, San Benjamín Julián, San Augusto
Andrés, San Aniceto Adolfo, y San Jaime Hilario; y el pasionista, de
Mieres, San Inocencio de la Inmaculada, canonizados todos ellos en 1999.
Su fiesta se celebra el 9 de octubre, día de su martirio. También fueron
asesinados el superior del convento de los carmelitas de Oviedo, Eufrasio
del Niño Jesús; y los padres paules Tomás Pallares Ibáñez y el hermano
coadjutor Salustiano González Crespo. En total, 34
632 Ver María Dolores Gómez Molleda, o. c., p. 482, en Antonio Martín
Puerta, o. c., p. 32
145
Por fin, Pío XI reaccionó ante las agresiones republicanas de todo tipo que
sufría la Iglesia en España, y publicó, el 3 de junio de 1933, una encíclica
dirigida a la nación española: Dilectissima Nobis. Era el equivalente a la
que San Pío X dirigió a los franceses 25 años antes, en 1906: Vehementer
Nos. Las circunstancias de ambos países eran muy similares, salvando las
distancias del tiempo y la historia; entre la III República francesa y la II
República española. Se implantaba el mismo laicismo masónico. Sería
mucho más visible la persecución religiosa en España; terminaría en un
holocausto católico cuyo martirologio sigue aumentando desde San Juan
Pablo II. Pero en 1933, justo a punto de iniciarse la etapa sangrienta, el papa
hablaba de daños espirituales ya constatables. Comenzaba Pió XI,
señalando, como hiciera su antecesor hablando de Francia, el gran pasado
católico de la nación; su legado espiritual; el amor de la Iglesia hacia hija
tan querida:
Siempre Nos fue sumamente cara la noble Nación española por sus insignes
méritos para con la fe católica y la civilización cristiana, por la tradicional y
ardentísima devoción a esta Santa Sede y por sus grandes instituciones y
obras de apostolado, pues ha sido madre fecunda de Santos, de Misioneros
y de Fundadores de ínclitas Ordenes Religiosas, gloria y sostén de la Iglesia
de Dios [...]636
De todo esto aparece por desgracia demasiado claro el designio con que se
dictan tales disposiciones, que no es otro sino educar a las nuevas
generaciones no ya en la 635 Rodolfo Llopis, o. c., p. 237, en Antonio
Martín Puerta, o. c., p.
637 Ibíd
146
639 Ibíd.
641 «En los últimos 120 días (desde las elecciones de febrero hasta la fecha
[16 de junio de 1936]), 160 templos habían sido totalmente destruidos, y
otros 251 asaltados y parcialmente destrozados o incendiados». Mercedes
Montero, “El Bienio Radical-Cedista y el Frente Popular (1933- 1936)”, en
Javier Paredes (coord.), Historia contemporánea de España. Siglo XX, Ed.
Ariel, 2004 (4a edición), Segunda Parte, “La Segunda República” B, p.
539.
147
España volvía a contar con un Gran Oriente y una Gran Logia, mientras el
PSOE, conseguía la
644 Luis Suárez, Franco. Los años decisivos 1931-1945, Ed. Ariel, 2011, p.
154
148
648 Pío XII dijo en 1943 que el régimen español «era una clara muestra de
las inagotables posibilidades que en la doctrina católica, sinceramente
practicada, había encerrado la Divina Providencia para la edificación y
reconstrucción de los pueblos»; discurso publicado en la colección Pío XII y
los españoles, Roma, 1957, pp. 139 y ss., en Luis Suárez, o. c., p. 240
649 Ver Alberto Bárcena, Los presos del Valle de los Caídos, Ed. San
Román, 2015, p. 256
650 Juan Claudio Sanahuja, Poder global y religión universal, Ed. Vórtice,
Buenos Aires, 2010
149
Ya la primera idea que puso en marcha esta organización surgió del acuerdo
de dos masones de grado 33: el premier británico, Winston Churchill,652 y
el presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt:653 ya en
agosto de 1941, cuando los americanos todavía no habían entrado en guerra,
se reunieron a bordo del Augusta, en la bahía de Argentia, y acordaron los
quince puntos recogidos en la Carta del Atlántico, pero también sentaron las
bases de la organización que debería establecerse para regular el nuevo
orden surgido de la II Guerra Mundial; que señalaría el inicio de una
indiscutible hegemonía estadounidense, en el contexto de la Guerra Fría; un
escenario internacional totalmente nuevo que permitía construir un
«hombre nuevo» también: el Ordo ab chao masónico; una gran ocasión que
no debía dejarse pasar.
653 Masón, y miembro del CFR. Mundialista, por tanto, en el más estricto
sentido de la palabra. Ver Ricardo de la Cierva, La Masonería invisible..., p.
401
150
Nadie parecía darse cuenta o querer hablar de ello, pero bien pronto
surgieron en la propia sede de la ONU, o muy cerca de ella, los templos de
la religión del NOM: el primero, cronológicamente hablando, fue la
llamada «Sala de la Meditación» o del «Silencio», costeada por los
responsables de la Logia Rockefeller; los mismos que habían cedido los
terrenos para la construcción de la sede neoyorkina de Naciones Unidas,
obteniendo a cambio una considerable revalorización de los adyacentes,
también de su propiedad. La sala en cuestión se inauguró en 1955 con el
nombre de «Sala de Meditación de los Laicos Cristianos», pero tan solo dos
años después pasaba a llamarse «Sala del Silencio», así rebautizada por el
masón sueco Dag Hammarskjóld, Secretario General de la ONU, —un jefe
de Estado en potencia para los mundialistas— que llamó a la piedra
colocada en su centro «altar de la religión universal». Era una piedra
“cúbica”, como la de las logias, símbolo del masón ya pulido por su proceso
iniciático, que contrasta con la piedra bruta que se sitúa enfrente: una piedra
sin desbastar, tal como salió de la cantera, símbolo del «profano».
658 Ibíd
152
Está impulsada, además, por dos ONG con estatus consultivo en la ONU:
La Cruz Verde Internacional, presidida por el propio Gorbachov, y el
Consejo de la Tierra, cuyo presidente, Maurice Strong, miembro del Foro
de Davos, fue Subsecretario General de Naciones Unidas y Secretario
General de las Conferencias de la ONU sobre Medio Ambiente. Por si no
fueran suficientes apoyos, Kofi Annan ordenó que los contenidos de la
Carta se incorporasen a las deliberaciones y documentos de la Cumbre de
Johannesburgo de 2002.
672 Ibid.
153
676 Ibíd., p. 57
677 Ibíd.
154
El ministro del Interior británico, Jack Straw, manifestó en 1998 que «el
secreto de las logias se opone a una sana administración del sistema
judicial».682 No exageraba; pero es que además, unos años antes, 1.400
jueces ingleses habían admitido su pertenencia a la Masonería en un
momento en el que el propio gobierno de su país, con Tony Blair al frente,
dirigía un movimiento tendente a lograr que los masones reconocieran serlo
si pertenecían a la función pública; con el irreprochable argumento de que
el secreto y la Obediencia masónicos comprometía su actuación.
Desvirtuando con ello el sistema democrático.
También en aquellos años se publicaba que «más del 60% de los jefes de
policía en toda Gran Bretaña son miembros de la Masonería».683 Según un
masón de grado 33 —al menos honorario
680 San Juan Pablo II, Carta Encíclica Veritatis Splendor, 101
155
686 El grado 4o, al que se llega después de superar los tres primeros de la
«Masonería azul», convertido ya en Maestro. La «palabra perdida» había
“desaparecido” con la muerte de Hiran y la Masonería, supuestamente, la
habría recuperado.
688 «En su libro anterior ( Jack the Ripper: The Final Solution - “Jack el
Destripador: la solución final”-, G. Harrap, London, 1976) implica a la
Masonería, por la condición masónica de algunos de los cinco asesinos
englobados en la designación “Jack...” y porque asesinaron a las cinco
prostitutas del barrio londinense de Whitechapel en 1888
según el ritual masónico (juramento del grado 1o); tuvo un gran éxito de
venta. El Destripador les rebanaba el cuello, degollándolas, y luego les
extirpaba los órganos internos (útero, etc.). Knight murió en extrañas
circunstancias a los 33 años de edad, 18 meses después de la publicación de
The Brotherhood, donde manifestaba su intención de completarlo en otro.
Según Martin Short, no pocos, también algunos masones, creen que lo
mataron los masones ( Inside the Brotherhood: Furter Secret of the
Freemasons, London 1989, 16-21)». Manuel Guerra, Masonería..., p. 198.
156
Seguramente los libros de Hannah y de Knight tuvieron algo que ver. Unos
éxitos póstumos que a sus autores pudieron costarles muy caro.
157
Dicha escuela se formó en los años veinte con una pléyade de intelectuales,
masones en su mayoría, de inspiración marxista —Jürgen Habermas, Erich
Fromm, Herbert Marcuse, Walter Benjamín, Frank Borkenau, entre otros—
que marcaron el rumbo de aquella evolución espiritual. Dispersados por el
nazismo, pasaron a los Estados Unidos donde fueron oportunamente
utilizados por la Masonería americana y tuvieron una gran influencia en el
mundo académico. Marcuse, sobre todo, desde la Universidad de Berkeley
galvanizaba a toda una generación llamándola a rebelarse contra la sociedad
y sus convenciones; su influencia entre los jóvenes europeos fue también
considerable. Como lo fue la de otro filósofo masón de grado 3o,
concretamente de la B’nai B’rith, ya muerto entonces: Sigmund Freud. 693
Todo quedaba marcado y condicionado por la sexualidad; el mensaje que
llegaba a los estudiantes de la época era que debían romper los tabúes de la
sociedad “burguesa”; muy concretamente los sexuales. Sin ese
planteamiento no puede explicarse el 68. Uno de cuyos resultados fue la
legalización del aborto a gran escala.
Era el origen del más duradero, extenso y aceptado de todos los genocidios
de la historia. Un genocidio que ha corrompido a las sociedades
occidentales desde sus raíces, como señalaría Juan Pablo II en Evangelium
vitae. Porque se ha establecido una divergencia entre ley y justicia; una
verdadera sima de muy peligrosos alcances. Y se ha llevado a cabo
basándose en una nueva ética «de diseño»; tanto como los textos que Freud
«planchaba» en su propia logia vienesa. La Iglesia, como es lógico, se
posicionó radicalmente en contra desde el principio: ya en uno de los
documentos del Concilio Vaticano II se equiparaba aborto a infanticidio,
calificándolos de la misma manera: «el aborto y el infanticidio son crímenes
abominables».694
158
Eso fue lo que ocurrió en el caso de Francia: la legalización del aborto iba
en el programa del masón Giscard d’Estaing,695 y quien la introdujo fue la
ministra Simone Veil, que tenía como consejero al doctor Pierre Simón,
masón de la logia parisina La Nueva Jerusalén, Gran Maestro de la Gran
Logia de Francia, que se reconocía como tal, y se mostraba sumamente
orgulloso del papel representado por la Masonería en todo el proceso.
Porque la del aborto contaba ya con un punto de apoyo: otra ley aprobada
gracias al poder masónico; la llamada «ley Neuwirth».
Una vez más, un masón arrepentido, Maurice Caillet, —y van tres incluidos
en este libro—
Estaba entonces en plena sintonía con los planes masónicos y cerraba los
ojos a la realidad; siendo ya Venerable Maestro, practicó abortos, pero de
manera legal, porque coincidiendo con su promoción masónica, se derogaba
la ley de 1920 que penalizaba tanto a la mujer como al facultativo que los
practicase.
El proyecto de ley sobre el aborto fue elaborado por Simone Veil, encargada
del Ministerio de Sanidad, que tenía como consejero al citado Pierre Simón.
Aprobada por el Consejo de Ministros en noviembre de 1974, la ley Veil
fue ratificada en diciembre y promulgada el 17 de enero de 1975. Venía a
completar la ley Neuwirth, de 1967, que legalizaba los anticonceptivos, y su
texto se había «planchado» en La Nueva Jerusalén, la logia de Pierre
Simón.700 Se cerraba, por tanto, un proceso legal en el que la Masonería
había intervenido de principio a fin. « ¡Los diputados y senadores masones
de derechas y de izquierdas votaron como un solo hombre!».701
698 Ibíd., p. 14
159
( De la vie avant toute chose).705 Pero ¿qué entendía por «vida» el autor?
Puro hedonismo simplemente, eso queda claro: «Amar verdaderamente la
vida, respetarla, implica muchas veces el deber y la valentía de rechazarla»;
«el nacimiento de un niño que sea anormal sin remedio posible: “dejar
morir”, ¿no es preservar la vida? ».706 No cabe mayor manipulación del
concepto de vida humana; para el Gran Maestro no era evidentemente un
don en sí misma, sino una oportunidad que se ofrece al individuo para un
goce puramente material o intelectual. Los discapacitados o enfermos solo
pueden estorbarlo. Era una justificación de la eugenesia; ¡algo que nos
retrotraía a Esparta o, como poco, al nacional-socialismo! Pero se vestía de
progreso: sin falsos pudores, Simón interpretaba el significado de la ley del
aborto: «La ley Veil es una gran victoria de la Masonería sobre el
pensamiento judeo-cristiano».707 La declaración venía de quien
representaba al Gran Oriente. ¿Cómo cuestionarla abiertamente desde los
medios afines?
707 Ibíd
160
cambiar la noción misma de vida (...) La vida humana pierde hoy el carácter
absoluto que tenía en el Génesis o en Aristóteles o Buffon, para ser un
concepto que se modela y desarrolla conforme a las leyes, a las ideas y al
conocimiento. La vida es lo que hacen los vivientes; es la cultura la que la
determina»; «Y nosotros somos muy conscientes de que esta batalla no es
solamente técnica, sino más bien filosófica. La vida como material', este es
el principio de nuestra lucha (...) Aquí está justamente la idea-motor:
plantear el principio según el cual la vida es un material, en el sentido
ecológico del término, y que nos corresponde a nosotros administrarla».
Ciertamente, cuando uno se da cuenta de que de este modo todo puede estar
a merced del poder y del poder del más fuerte (...) entonces surge el miedo.
Ante una «libertad sin ley» (1 Cor 9,21: anomoi), se trata de huir
refugiándose en una «ley sin libertad». Es la otra oscilación,
diametralmente opuesta al péndulo de una libertad que ha perdido su nexo
con la verdad.708
«Miedo ante el poder del más fuerte»; «Ante una supuesta libertad sin ley
natural». Ratzinger tenía razón; eso era lo que inspiraban las palabras de
Pierre Simón. Su sombra se sigue proyectando en el presente: con la misma
valentía demostrada por Maurice Caillet, en 2015
349
710 Sentencia del presidente mejicano Emilio Portes Gil, ante un congreso
masónico, hablando de la entablada en Méjico con el clero; en clara
referencia a las dos ciudades
161
lo que fue muy aplaudido por una tribuna llena de activistas a favor del
control de natalidad. La hostilidad hacia la delegación vaticana fue ya una
constante. ¿Qué ocurría? Sencillamente, que con el apoyo del presidente de
los Estados Unidos, totalmente involucrado en el asunto, se trataba de
establecer los llamados «nuevos derechos», que no eran aditivos sino
excluyentes de los hasta entonces proclamados. Entre esos nuevos derechos,
la delegación norteamericana trataba de introducir el «aborto sin
restricciones», como se le comunicó entonces a la embajada de Estados
Unidos en la Santa Sede, sugiriendo que se guardara silencio al respecto en
el «país anfitrión».712 Podrá entenderse mejor tal empeño teniendo en
cuenta que el presidente era entonces Bill Clinton, masón y miembro
destacado del CFR, como ya sabemos. La Masonería y sus asociados se
aprestaban a poner en marcha una revolución antropológica contra el
hombre, utilizando el entramado de Naciones Unidas, políticos europeos y
ONG, que apoyaban a Clinton para imponer unos «fines imposibles de
alcanzar democráticamente en sus respectivos países».713
Pero en otros párrafos, el texto era más directo: el mismo borrador instaba a
los gobiernos «a utilizar los medios de comunicación, incluidos los seriales
de radio y televisión, el teatro tradicional y otros medios tradicionales de
comunicación». Y también a introducir programas que llegaran a los
«hombres en sus puestos de trabajo, sus hogares, allí donde se reunieran
para procrear [sic]»; los adolescentes «deberían ser instruidos en las
escuelas y otras organizaciones juveniles».714 Nada se dejaba al azar o a la
educación de los padres, ya cuestionada. Se dibujaba una dictadura
orwelliana, disfrazada pero asfixiante.
¿Por qué ahora, por qué me ha ocurrido esto durante el Año de la Familia?
Porque la familia está siendo atacada. Y si la familia es atacada, el papa
tiene que serlo también, porque él debe sufrir para que todas las familias del
mundo puedan ver que existe un 711 George Weigel, Biografía de Juan
Pablo II..., p. 956.
716 El 28 de abril de 1994 sufrió una rotura de fémur que hizo necesario
implantarle una cadera artificial. Pero la operación, realizada en la clínica
Gemelli, no fue totalmente exitosa: ya nunca volvería a andar con
normalidad.
162
Unos días más tarde, el 30 de junio, inició una campaña personal basada
simplemente en los discursos sabatinos del ángelus: doce discursos de diez
minutos denunciando los errores de la próxima conferencia. Defendió,
sobre todo, la vida como « el derecho humano básico», el fundamento de
cualquier declaración de derechos; pero habló también del matrimonio
Pero la agenda masónica no debía darse por cancelada; tenían una segunda
oportunidad: la cumbre de Pekín, que se celebraría un año más tarde. El
tema central era también idóneo: «la mujer», y lo coordinaba la Comisión
de la Condición Jurídica de la Mujer, de Naciones Unidas.
Juan Pablo II sabía que debía entrar en liza otra vez: tomó de cara a la
confrontación de Pekín, una medida inteligente: al frente de la delegación
de la Santa Sede iría una mujer; la catedrática de derecho de la Universidad
de Harvard, Mary Ann Glendon; una experta en derechos 717 George
Weigel, o. c., p. 959.
163
humanos. Porque, de eso se trataba: San Juan Pablo II sostenía que no era
solamente una cuestión de moralidad; el ataque iba contra esos derechos
fundamentales; y el de la vida, insistió, tenía que ser su plataforma; sin su
reconocimiento cualquier declaración era injusta, indefendible, con fecha de
caducidad. Los derechos de la mujer, por otra parte, eran ignorados, cuando
supuestamente se trataba de su «empoderamiento». Del borrador de Pekín
la señora Glen- don dijo con razón: «La visión implícita del progreso de la
mujer en el documento se basaba en un modelo... en que se eliminaban las
responsabilidades familiares o se subordinaban al éxito personal».721
«”E1 pueblo” había demostrado tener más sentido moral que aquellos que
habían diseñado la agenda de Pekín».724 La aprobación de la agenda
completa tendría que esperar, aunque el mundialismo había dado un gran
paso; estas conferencias tan cuidadosamente preparadas siempre lo eran;
podría decirse que la intervención de la Santa Sede solo había logrado
retrasar el proceso. Pero era imparable; cuestión de tiempo nada más.
El momento llegó en junio de 2001, cuando los Comités de los tratados de
derechos humanos725
723 Ibíd
164
Tanto como José Luis Rodríguez Zapatero. No invocó el acuerdo del Glen
Cove, aunque lo tenía a mano, cuando introdujo su reforma del aborto. Fue
en su segunda legislatura; en julio de 2010. El plazo se ampliaba a 14
semanas de embarazo, más avanzado incluso que el de la ley Veil, para
abortar libremente. Y autorizaba a las menores de edad para abortar sin
consentimiento de los padres. Ya se suspendía, por tanto, la patria potestad
en una materia importante. Lo mismo que pretendía el Gran Oriente de
Francia; la transferencia al Estado del
728 Juan Antonio Reig Pla, Carta Pastoral Llamar a las cosas por su
nombre, 25/9/14
165
destapaba todo aquello; y monseñor Reig Pla, como era de esperar, tenía
que enfrentarse a una furibunda campaña de descalificaciones. Las
Obediencias y sus asociados reaccionan siempre con la mayor violencia
ante estos temas cruciales; que afectan directamente a los principales
soportes de su ingeniería.
Sí; la gran batalla entre Iglesia y Masonería se está dando actualmente por
la defensa o la destrucción de la vida humana. Al iniciar este apartado,
mencionaba la Encíclica Evangelium vitae, la más importante, a mi
entender, del largo, denso, y riquísimo pontificado de San Juan Pablo II.
Quiero cerrar este tema con algunos de sus párrafos:
[…]
731 Ibíd, 11
166
La batalla que libraría San Juan Pablo II, se podía entrever mucho antes de
que empezara: en 1948 cuando en la Declaración de los Derechos Humanos
de Naciones Unidas se omitió cualquier referencia a una instancia superior
como fuente de derechos. Juan XXIII, aunque valoraba positivamente,
como un primer paso, aquella declaración, no dejó de destacar esa falta:
«No se nos oculta que ciertos capítulos de esta Declaración han suscitado
algunas objeciones fundadas».733 Se refería a la ausencia de la ley natural a
lo largo de todo el documento. Comprendiendo que, desde esa instancia era
inútil esperar modificaciones posteriores en ese sentido, recogió en una
encíclica los derechos humanos imperecederos; no sometidos a consensos o
pactos: «a la existencia y a un decoroso nivel de vida; a la verdad y la
cultura; al culto divino; a la intervención en la vida pública; a la seguridad
jurídica; los económicos y familiares... ».734 Todos ellos derivados de la
dignidad del hombre como criatura de Dios, hecha a su imagen y
semejanza. «Cualquier derecho fundamental del hombre deriva su fuerza
moral obligatoria de la ley natural, que le confiere e impone su correlativo
deber».735
735 Ibíd, 30
167
738 «Por sus manipulaciones hubo una editio typica del Missale Romanum
de 1975 y la editio typica altera (“otra segunda”) de ese mismo año, que
anulaba la anterior». Manuel Guerra, Masonería..., p. 152.
168
Por ese motivo San Juan Pablo II, plenamente consciente del peligro,
apenas llegado a la Sede de Pedro, decidió clarificar la situación con
carácter de urgencia. Y lo primero era, antes de dar 742 Pier (Piero
Amaldo) Carpi, II Venerabili, p. 344, en Ricardo de la Cierva, La
Masonería invisible. ., p. 264.
151
169
170
Esto, entre otras cosas, fue percibido por los obispos que se reunían con los
representantes de las logias. Era evidente que la doble pertenencia a la
Iglesia y a la Masonería resultaba imposible.
Pero una cosa era una declaración de una conferencia episcopal, por mucho
que la publicase L’Osservatore Romano, y otra distinta el Código de
Derecho Canónico. Y el nuevo aparecía, tres años después del dictamen de
los obispos alemanes, sin mención expresa a la Masonería.
171
sino que fue fundada por Cristo para la salvación de muchos. Maquinar
contra ella, desde una perspectiva teológica, es hacerlo contra las promesas
del Redentor. Por eso, y no por razones humanas, volvía a ser condenada
expresamente la Masonería en la Quaesitum est. Y con pena muy grave:
Esta vez, más que una condena, era una constatación; algo que puede
aplicarse a quienes estén en pecado mortal por cualquier otra causa; peligra
su salvación. Y, como cualquiera, el masón tiene abierta, en cualquier
momento, la puerta de la reconciliación. Le bastaría el dolor de lo que hizo,
el propósito de enmienda y acudir al confesor. Es decir, que el primer paso a
dar es dejar la Masonería para siempre, superando su relativismo.
755 Ibíd.
172
758 Ibíd
173
759 Ibíd
760 Ibíd
763 Ver Paolo Rodari y Andrea Tomielli, En defensa del Papa, p. 13.
764 Presidente de la Cámara en la XIV legislatura; democristiano, líder de
UDC, (Unione di Centro) 765 Paolo Rodari y Andrea Tomielli, o. c, p. 168
«En la actualidad solo existe el hombre en abstracto, que después elige para
sí mismo, autónomamente, una u otra cosa como naturaleza suya»; «En la
lucha por la familia está enjuego el hombre mismo. Y se hace evidente que,
cuando se niega a Dios, se disuelve también la dignidad del hombre».767
Ya antes, siendo cardenal, hizo un análisis sobre el mismo tema,
sencillamente incontestable:
769 «Hoy no podemos negar que existe un deterioro moral entre algunos
hombres de la Iglesia. El “carrerismo” y la tentación de lo mundano tantas
veces mencionados por el sucesor de Pedro son males muy reales. Hay
quienes creen que proceden del imaginario del papa. Desgraciadamente, el
narcisismo clerical no es solo un tema literario.
770 «Donde está Pedro, allí está la Iglesia y allí está también Dios», San
Ambrosio de Milán (c. 339-4 de Abril del 397 d. C.).
175
et seminavit zizania».774
Del «enemigo del hombre» habló el mismo papa, en otras ocasiones; fue él
quien dijo que, por alguna rendija, el humo de Satanás había entrado en la
Iglesia. Y se ha interpretado que se refería a la infiltración masónica,
aunque no puede asegurarse que estuviera pensando en eso, o solo en eso;
tenía varios frentes abiertos. Ahora bien, mucho antes y también después
del Vaticano II, la Masonería introdujo toda la cizaña que le fue posible en
la ciudad de Dios; aunque no puede responsabilizársele de todas las crisis
espirituales de la Iglesia en la edad contemporánea. Por lo mismo que
tampoco el demonio es el único responsable. Sin la colaboración del
hombre, el pecado original no se habría producido y toda la historia
contenida en este libro tampoco. Lo único cierto es que venga lo que venga,
no hay nada que temer: 771 Ver Frangís Koch, «La luz: el blog franco y
masón de L’Express», 26 de abril de 2014, en Serge Abad-Gallardo, o. c, p.
153
176
177
BIBLIOGRAFÍA
ABAD-GALLARD, Serge, Por qué dejé de ser masón, Ed. Libros Libres,
2015.
Título original: J’ai frappé a la porte du temple, Ed. Pierre Téqui éditeur -8
rué de Mézieres-75006, París, 2014.
Press, 1976.
ALLEN, Gary y ABRAHAM, Larry, None Daré Cali It Conspiracy, Ed.
Con- cord Press, 1972; Buccaneer Books, 1990.
BÁRCENA, Alberto, Los presos del Valle de los Caídos, Ed. San Román,
2015.
forosdecastilla.org/foros/index.php?
CÁRCEL ORTI, Vicente, Mártires españoles del siglo XX, Ed: Biblioteca
de Autores Cristianos (BAC), 1995.
CASTILLON, Juan Carlos, Amos del mundo, Ed. Debate, 2005 (primera
edición).
CIERVA, Ricardo de la, y ARGOS, José Antonio, 113.178 caídos por Dios
y por España.
Baltasar Garzón, un juez contra la historia, Ed. Fénix, 2009. CIERVA,
Ricardo de la, El triple secreto de la Masonería. Orígenes, constituciones y
rituales masónicos vigentes nunca publicados en España, Ed. Fénix, 1994.
178
CIERVA, Ricardo de la, Historia General de España, tomos VII, VIII, y IX,
Ed. Planeta, 1980.
CIERVA, Ricardo de la, Las Puertas del Infierno, Ed. Fénix, 1995.
Guadarrama, 1964.
179
JUAN PABLO II, San, Cruzando el umbral de la Esperanza, Ed. Plaza &
Janes, 1995.
KNIGHT, Stephen, Jack the Ripper: The Final Solution, Ed. G. Harrap,
London, 1976.
MAURA, Miguel, Así cayó Alfonso XIII, Ed. Marcial Pons, 2007.
MENÉNDEZ-MANJÓN, José, y RUBIO, Frank G, La Masonería: cara o
cruz. ¿Conspiradores o benefactores?, Ed.
Áltera, 2010.
MOA, Pío, Los crímenes de la Guerra Civil y otras polémicas, Ed. Planeta,
2005.
MONGE, Roberto, Dos mil años de papas, Ed. Edizioni Gribaudo, 2006.
NOCE, Augusto del, “El Señor del Mundo”, 30 Giorni nella Chiesa, enero
de 1988, pp. 66-69.
180
PIKE, Albert, Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite
of Freemasonry (Moráis and Dogma), Ed. The Supreme Council Thirty
Third Degree of the Scottish Rite Southern Jurisdiction of the United States,
1871. (Ia edición).
PONCINS, León, Sociéte des Nations, super état maçonique, Ed. Gabriel
Beauchesne et ses fils, París, 1936 (Ia edición); Ed. Chiré, Chiré-en-
Montreuil, 2011.
RAVASI, Gianfranco, “Cari fratelli massoni”, II Solé 24 Ore, (La Chiesa &
la Logia), 14 de febrero de 2016, p. 29.
SARAH, Robert (Cardenal), Dios o nada, Ed. Palabra, 2016 (3a edición).
SIMON, Pierre, De la vie avant toute chose, Ed. Mazarine, París, 1979.
181
SUÁREZ, Luis, Franco. Los años decisivos 1931-1945, Ed. Ariel, 2011.
TIRADO ROJAS, Mariano, La Masonería en España, Imprenta de Enrique
Maroto y hermano, 1892, Ed. MAXTOR, 2005.
http://www.theforbiddenknowlwdge
http.bibleprobe.coRicam/freemasonry
www.alanwattsentientsentiel.eu
http://fr.aleteia.org/2015/05/05/les-revelations-fracassantes-dun-ancien-
grand-maitre-franc-macon/?
http://www.godf.org/structures.livret.htin]
forosdelavirgen.org - http:forosdelavirgen.org
www.baroniuspress.com
182
CONTRAPORTADA
183