Herder-Lectura en La Era Digital

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Reflexiones sobre

la lectura en tiempos

cultura
digitales

Raimund Herder
Editor de Herder Editorial

Tempora mutantur, nos bir o copiar los libros a mano en


et in illis mutamur. el escritorio de un monasterio se
imprimían. Pero aun así, el libro
Los tiempos cambian y nosotros quedaba en manos de unos pocos,
cambiamos con ellos. Se han atri- gente de la Iglesia o la nobleza,
buido estas palabras al autor ro- que podían pagarlo –era muy caro
mano Ovidio, pero en realidad, todavía– y, por supuesto, que eran
parecen haberse formulado más capaces de leerlo. Con los años se
bien en el siglo  xv o xvi. De he- construyeron otras imprentas, se
cho, la idea esencial de esta fra- imprimieron más libros, y, poco a
se supone un pensamiento histó- poco, el libro se convirtió en algo
rico más típico de comienzos de al alcance de un grupo social más
la modernidad. Es la idea de que amplio. Leer y así formarse y edu-
no solo los tiempos cambian, no carse dejó de ser un privilegio y
solo el mundo en el que vivimos empezó a convertirse en un dere-
cambia por acción del hombre, si- cho, idea que defendió la Ilustra-
no que cambiamos también noso- ción y la Revolución francesa. Fue
tros, condicionados por el mundo en esta época que nacieron las pri-
en desarrollo continuo. meras editoriales con la clara mi-
sión de hacer libros para ser am-
A mediados del siglo  xv, Johann pliamente difundidos, libros para
Gensfleisch, llamado Gutenberg, el pueblo. Unos 6.000 años des-
imprimió su primer libro con le- pués de que se inventara la escri-
tras móviles. Su invento, al ini- tura, leer pasó de ser un privilegio
cio, no tuvo consecuencias más a una obviedad. Desde el siglo xx,
allá del proceso de producir un li- gran parte de la humanidad –por
bro. No cambió ni a las personas lo menos en los países más o me-
ni a la sociedad. En lugar de escri- nos desarrollados– sabe leer. En el

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camino hacia este punto se habían con turistas que preguntaban por
aniquilado las viejas estructures el camino hacia la Sagrada Fami-
de poder que estaban en manos de lia, que queda no muy lejos. Hoy
unos pocos. Más fuerte se mostró son muchos más los que buscan la
el plomo de los cajistas que el de Basílica de Gaudí, pero ya no pre-
los soldados. guntan, sino que siguen sus mó-
viles o tabletas. Tampoco pregun-
Hoy en día quedan pocas cultu-
tan por restaurantes o tiendas, ya
ras, todas al borde del exterminio,
que los encuentran en Internet y
que siguen traspasando oralmente
además, ya están valorados am-
sus tradiciones, sus cuentos, su sa-
pliamente por otros turistas. Pa-
biduría. Se dice que personas que
rece que no solo se haya perdi-
viven en un entorno cultural de
do la orientación, sino también la
exclusiva tradición oral, cuentan
comunicación. Ahora bien, si nos
con una capacidad muy superior
a la nuestra de memorizar textos, preguntamos por el porvenir del
incluso muy extensos. La disponi- libro en tiempos digitales hay que
bilidad de textos impresos pare- analizar no solo las posibilidades
ce llevar a una disminución, sino técnicas, sino también los cambios
pérdida de la habilidad de memo- que causan en nosotros. La cues-
rizarlos. Esto se puede considerar tión no es solo qué será del libro
una carencia, de hecho para algu- en tiempos digitales, sino también
nos lo es, pero para la inmensa que será de la lectura.
mayoría lo que no es necesario, no Sin duda ya se puede decir que la
es tampoco deseable. Si pensamos
revolución digital conlleva unos
en la llamada revolución digi-
efectos igual de importantes para
tal podemos observar fenómenos
la humanidad como lo fue el in-
parecidos. La neurociencia afir-
vento de Gutenberg, aunque aún
ma que ciertas partes del cerebro
no podemos prever con exactitud
nos capacitan para orientarnos to-
cuáles serán. Lo que ya se ve cla-
pológicamente y ha comprobado
ramente es que las consecuencias
que se atrofian en muy poco tiem-
no tardarán tres siglos en efectuar-
po si no son usadas frecuentemen-
se. Los cambios hoy en día se rea-
te. Utilizar el GPS, aparentemen-
lizan con tal velocidad que la ge-
te, nos hace perder nuestra capa-
neración de los que crecimos sin
cidad de orientarnos.
ordenador e Internet pero con la
Hace unos años al salir del edifi- pizarra y los libros veremos un
cio donde está nuestra editorial en mundo del libro totalmente cam-
Barcelona, uno solía encontrarse biado antes de jubilarnos. La re-

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volución digital empezó a perci- reproducía el texto grabado en el


birse hace aproximadamente 25 disco. Para mí fue el primer con-
o 30 años. Obviamente la base, el tacto con la idea de que un libro no
invento del microchip, es anterior. necesariamente tenía que ser im-
Pero a partir de los años 90 o fina- preso sobre papel y encuadernado
les de los 80 gente que no era in- entre dos hojas de cartón. Más o
formática o científica entró en el menos al mismo tiempo, un tal Jeff
mundo digital. En las empresas se Bezos fundó en Seattle una empre-
instalaron los primeros ordenado- sa con el nombre de Amazon. Del
res, luego en las casas. Monstruos pequeño aparato de Sony ya no se
entonces, pero con los años cada sabe nada. Amazon, sin embargo,
vez más potentes, más rápidos y se convirtió en la librería más gran-
más pequeños. Hasta los 90 casi de del mundo. (Y el libro es solo
toda la información a disposición una pequeña e insignificante parte
de la humanidad estaba en forma- de su negocio millonario, pero eso
to analógico. Hoy en día casi toda es otro tema).
la información está en formato di-
gital. Como muchos, yo me acuer- La innovación primera, y, has-
do de cuando tuve mi primer or- ta ahora, la más visible y notable
denador, mi primer móvil, la pri- en el sector del libro es la compra
mera tableta, o, cuando en casa del libro en Internet. Sin salir de
contratamos por vez primera una casa puedo pedir un libro y reci-
conexión de Internet, cuando hice birlo al día siguiente. El servicio
la primera compra (un libro, por que dan las librerías online es muy
supuesto), cuando leí el primer li- atractivo, siempre que uno sepa
bro electrónico, etc., pero ya no re- qué libro busca. Muchos lectores
cuerdo cómo era no disponer de ya compran todos sus libros on-
todas estas posibilidades. line, otros aún buscan la inspira-
ción que da el recorrer las mesas
También recuerdo que hace 25 de la librería clásica para decidirse
años la empresa japonesa Sony, por un título u otro. Pocos lectores
después de haber ganado miles de quedan que solo compran en la li-
millones con la venta de un peque- brería de siempre. Por supuesto,
ño radiocasete con auriculares lla- no solo existe Amazon. De hecho,
mado Walkman, presentó al mer- casi todas las librerías ofrecen a
cado un aparato igual portátil para sus clientes una tienda online, pe-
leer. Era un pequeño reproductor ro suelen ser las empresas gran-
de minidiscos, de un diámetro de des las que monopolizan el mer-
apenas 10  cm y una pantalla que cado. Amazon, sin duda es la más

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exitosa, cada día se adelanta más y aún quieren leer. La compra de


así, es difícil competir. Amazon, en un libro electrónico es incluso más
el desarrollo de su modelo infor- práctico, pues, sin siquiera levan-
mático y logístico, invierte más en tarme del sofá y en pocos minu-
media hora que una librería de ba- tos, puedo comprar un libro. Hay
rrio en cinco años. El modelo del que tener en cuenta que el merca-
comercio online de libros físicos fa- do hispanohablante es muy gran-
vorece a las empresas grandes. de, pero no es fácil acceder a él en
su totalidad. La difusión del libro
Esto se potencia en el caso del li- fuera de las capitales y las grandes
bro electrónico. Las grandes em- ciudades en España, pero sobre
presas venden su dispositivo de todo en Iberoamérica, es más que
lectura, su e-reader que está vin- deficiente. Internet y el libro elec-
culado a su tienda online. Aunque trónico allí abren nuevas vías. Si el
sea factible leer en este dispositivo negocio online de libros físicos de-
libros de otro proveedor el proce- ja ventajas comerciales a pocas li-
so de la compra y la descarga sue- brerías en un país o en un merca-
le ser más engorroso, por lo cual do, la venta de libros electrónicos,
se acaba comprando en la librería en gran parte gestionada por solo
inicialmente conectada. La libre- unas cuantas librerías relevantes
ría de barrio no tiene mucha po- en el mundo como son Amazon,
sibilidad de participar en este ne- Apple y tres o cuatro más, reduce
gocio y, la consecuencia de ello ya aún más la diversidad cultural.
se puede constar: pequeñas y me-
dianas librerías cierran y los lo- La cantidad de libros electrónicos
cales pasan a ser restaurantes de está creciendo constantemente. La
fast food o tiendas de zapatos. Esto gran mayoría de novedades publi-
es triste para los que solemos vi- cadas en España ya salen al mer-
sitar librerías y es una reducción cado tanto en papel como en for-
real de la diversidad cultural, ya mato electrónico. Editoriales, co-
que cada librero ofrece al lector y mo Herder, que disponen de un
la lectora una selección diferente e fondo histórico muy amplio, es-
individual de autores y temas. Por tán en el proceso de digitalizar li-
otro lado, no se puede subestimar bros que se publicaron en la épo-
la compra online y, sobre todo, la ca predigital. Hay editores y libre-
compra del libro electrónico, ya ros que critican esta estrategia, ya
que supone una nueva posibili- que ven en el libro electrónico una
dad para muchos que no tienen amenaza para todo el sector. Pe-
ninguna librería a su alcance y ro el libro electrónico es una rea-

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lidad, nos guste o no. Los autores, Si en el mercado mundial del li-
con toda razón, anhelan la difu- bro electrónico se reparten el pas-
sión máxima de su obra. Una edi- tel unas cuantas empresas, el mo-
torial hoy en día no puede negar- delo de la plataforma podría con-
les la vía electrónica, a pesar de los centrarse en gran parte en manos
riesgos y las posibles consecuen- de una sola. Nunca hablamos del
cias para el sector. 100% del mercado, ni aquí, ni en el
caso de las librerías online. Siem-
Pero la visión ya va más allá. Pue- pre quedan pequeños nichos para
de que el libro electrónico, tal co- ofertas muy especializadas. Pero
mo se comercializa ahora, sea ya a grandes rasgos, se trata de una
un modelo del pasado. Tal como concentración con carácter mono-
lo estamos viendo en el sector de pólico. Cuanto más poderoso es el
la música (con Spotify) o de las pe- grande, tanto menos pueden de-
lículas (con Netflix), en el sector del sarrollar activamente sus estruc-
libro se están perfilando también turas los pequeños. Esto vale pa-
plataformas de lectura. La venta- ra las librerías, pero también para
ja para los lectores es obvia. En lu- las editoriales. Netflix nos lo está
gar de comprar los libros en una demostrando. Cada vez más co-
librería online para descargárse- mercializan sus propias produc-
los en un dispositivo de lectura, se ciones de películas y, sobre todo,
contrata una vez al mes o al año la series. Una plataforma de lectura
subscripción a una de estas plata- con tanto alcance como Netflix no
formas y así, se tiene la posibilidad se restringirá a comercializar los
de acceder, en cualquier momen- contenidos editados por editoria-
to y desde cualquier aparato, a una les, contratarán directamente con
biblioteca en Internet. Esto no solo los autores. La autopublicación
facilita aun más el acceso a la lectu- ya es una sección importante en
ra, sino que permite además, inte- Amazon. De Jeff Bezos, su omni-
rrelacionar los contenidos, ya que presente fundador, se dice que su
se puede saltar de un libro a otro y intención es ser el único interme-
así diseñar su propio hilo de lectu- diario entre autor y lector.
ra. Es como si en lugar de comer la
tableta de chocolate que nos com- Pero todo esto depende de un
pramos en la tienda de abajo, estu- factor muy decisivo en el juego:
viésemos en la mejor confitería de los derechos de autor y propie-
París y nos permitieran probar to- dad intelectual. Editoriales, libre-
dos los bombones allí expuestos. rías, tiendas online de libros, pla-
Dulce metáfora... taformas de contenidos electróni-

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cos así como también los autores, intelectual, es curioso. La gente


solo pueden vivir de su trabajo si no tiene ni consciencia de la ile-
los contenidos están protegidos de galidad de su comportamiento ni
la reproducción pirata y sin con- de las consecuencias que esto ge-
trol alguno. La gran pregunta es, nera. Solo si el Estado se implica-
pues, si en el futuro las socieda- ra, comprometiéndose con firme-
des representadas por sus gobier- za, en la lucha por el derecho de
nos respetarán el derecho de autor autor, ya desde la educación es-
y si lo defenderán. La vox populi, o colar, se podría salir de esta tram-
mejor dicho la voz “populista”, ya pa. Pero, al contrario, ya se escu-
aboga por la total libertad en In- cha hablar de una cultura del de-
ternet. Siempre se han copiado li- recho a la lectura gratuita, aunque
bros ilegalmente, pero en tiempos esto sea ilegal. Cabe la posibilidad
digitales esto se ha convertido en de que en un futuro no muy leja-
un factor devastador. no, se debata sobre la abolición de
la propiedad intelectual. Las con-
Lamentablemente, España es uno secuencias para la lectura serían
de los países del mundo que me- dramáticas.
nos importancia presta al derecho
de autor y que menos disposición Pero hasta aquí, en todos los esce-
muestra a luchar contra la pirate- narios hemos partido del supues-
ría. Se estima que más del 85% de to de que la lectura de libros se-
la lectura electrónica en España es guirá practicándose como antes.
ilegal. Los grandes bestselleres, en ¿Qué significa esto? El libro, ge-
cuanto salen al mercado ya se en- neralmente, se lee empezando en
cuentran en páginas piratas. Lo la primera página y terminando
mismo pasa con el libro universi- en la última. Lo que puede pare-
tario. Sabemos que en las univer- cer una banalidad ilustra un ejer-
sidades se entregan gratuita e ile- cicio intelectual: seguir el argu-
galmente soportes con los pdf de mento de un autor expuesto en un
los libros de lectura obligatoria arco que se tiende entre la prime-
a los estudiantes. Se trata de una ra y la última página. Como el ar-
práctica muy extendida hasta en co de una catedral gótica en el que
los seminarios. Uno de los libros cada punto lo sostiene. La lectura
más pirateados de Herder es un de un libro, se puede decir, sigue
libro de consulta para la forma- la línea de este arco. Al leer un li-
ción teológica. Al séptimo manda- bro, uno no solo se apropia de to-
miento, “no robarás”, los teológos dos sus elementos, sino también y
no lo vinculan con la propiedad en primer lugar, de su camino en-

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tero, es decir, de su totalidad. No paso y crea su propio camino. De


se puede leer una novela policíaca hecho, puede ser muy creativo.
sin seguir el curso de la acción. Y
Pero también puede perderse en
no se puede leer un tratado filosó-
la selva sin camino. Puede que los
fico sin tener en cuenta el curso de
saltos se conviertan en un difuso e
la argumentación que se fue desa-
ingenuo juego infantil de saltitos.
rrollando a lo largo del texto. En En este caso, quizás sea divertido
la lectura uno puede reconstruir y un buen pasatiempo, pero no se-
el camino intelectual de un autor, rá creativo ni enriquecedor inte-
o, en la ficción el camino de su lectualmente. Pero sea provecho-
imaginación. Supone un camino so o no, con el tiempo se pierde la
que no solo consiste en letras, pa- capacitad de leer un libro exten-
labras, frases y capítulos, sino en so de manera seguida. Así como
el conjunto de todo esto. Los que se perdió la capacitad de memo-
crecimos con libros, somos cons- rizar y recitar una saga por tener-
cientes de este conjunto, adquiri- la ya escrita y poder recuperarla
mos con el tiempo la capacidad de en cada lectura, así está creciendo
leerlos desde la primera hasta su una nueva generación de lectores
última página, aunque estos sean acostumbrados a la lectura de sal-
muy extensos y complejos. tos y saltitos –que se mueven de
maravilla en Internet–, pero que
Leer en Internet en general, y leer cada vez serán menos capaces de
las noticias publicadas constante- seguir un argumento expuesto en
mente en las redes sociales en par- 300 páginas. Y, de hecho, entre los
ticular, nos lleva a otra forma de más jóvenes observamos un índi-
lectura. Es una lectura de trozos y ce de lectura cada vez más bajo.
partes. En lugar de la lectura por Ya veremos cómo autores, edito-
pasos, es decir siguiendo un or- res y libreros nos adaptamos a es-
den sostenido, se extiende cada ta tendencia.
vez más una lectura por saltos. La
sucesión de los saltos puede ser
caótica, asociativa o estructurada, * * * *
pero solo la entiende el que salta. Las reflexiones hasta aquí expues-
Esto puede ser bueno, puede ser tas podrían llevar al lector a la
expresión de una gran libertad in- conclusión de que el libro, las li-
dividual. Uno ya no sigue el ca- brerías y las editoriales no tie-
mino de otro, no se deja guiar por nen futuro. No creo que sea así.
un autor, sino que sigue su propio Tan pesimista no soy. Pues, creo

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que el libro es un invento perfec- tá disolviendo. Pero, ¿volveremos


to. Es como la rueda, que tampo- a ser pocos los que leamos? ¿que-
co es mejorable, sea del material o dará la lectura como un privile-
el tamaño que sea, el principio de gio de una clase social determina-
cada rueda es el mismo desde ha- da aunque el libro esté hoy en día
ce 7.000 años: un disco que gira en al alcance de todos? O tal vez, ¿no
torno a un eje que nos facilita el será más bien que estamos desa-
transporte de bienes o personas. rrollando un nuevo concepto de
Al igual el libro. No hay manera lectura adaptada a estos tiempos
mejor de trasmitir una narración digitales y que desde la inmedia-
o un conjunto de argumentos que tez y la contemporaneidad no po-
no sea en un libro, por eso, ha so- demos ser todavía capaces de va-
brevivido hasta hoy. Ni la radio, lorar en su justo alcance? Nos que-
ni la televisión, ni las revistas ilus- da un gran desafío por delante.
tradas han podido acabar con él. Mientras tanto, en la editorial se-
Internet tampoco lo abolirá. Pero, guimos con nuestro trabajo de
tal como veo las tendencias, me te- construir el puente entre autor y
mo que cada vez serán menos los lector, convencidos de que es un
que lean libros y en consecuencia trabajo útil y con un futuro pro-
serán menos los que los escriban, metedor. Buscamos constante-
menos los que editan y menos que mente nuevas posibilidades y
los seleccionan y los ofrezcan al nuevos modelos de ejercer nues-
público. La gran visión de la Ilus- tra profesión atentos a todos los
tración y la Revolución francesa, retos que los cambios en el mun-
la base de la sociedad solidaria y do nos presentan. Como editor,
democrática en la que todas y to- además, debo confesar que son los
dos supieran leer y tuviesen acce- tiempos más fascinantes de mi vi-
so a los libros, pareciera que se es- da laboral. n

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