Diagnóstico de Apnea Obstructiva Del Sueño en Adultos y Niños (Modulo 3)

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DIAGNÓSTICO DE APNEA OBSTRUCTIVA DEL

SUEÑO EN ADULTOS Y NIÑOS ( MODULO 3)


Es importante comentar que, para realizar el diagnóstico de algunos de los trastornos
del sueño, se requiere de la sospecha inicial por parte de los familiares, quienes son los
que pueden detectar algunas alteraciones en el sueño y en el comportamiento diurno
de niños y adultos. Adicional a los síntomas manifestados por el paciente.

Inicialmente, se recomienda asistir a consulta con su médico de cabecera, quien


realizará una historia clínica completa y orientada a síntomas y signos específicos para
tratar de enfocar un diagnóstico posible y tomar decisiones que le permitirán solicitar
los estudios especiales y exámenes requeridos para confirmar el diagnóstico.

En este módulo se describirán los trastornos respiratorios del sueño más frecuentes en
niños y adultos, y la sintomatología que puede orientar su diagnóstico.

Qué aprenderé

En este módulo usted aprenderá a reconocer cuáles son las características normales
del sueño en los niños a diferentes edades y cuáles son los síntomas de los trastornos
del sueño más frecuentes en niños.En este módulo usted aprenderá cuáles son las
diferencias entre los diferentes tipos de apnea en niños y adultos, cómo se diagnostica
la apnea del sueño, cuáles son los síntomas y signos que caracterizan la apnea del
sueño, y cuáles son las herramientas diagnósticas más ampliamente usadas en apnea
del sueño.

Objetivos del módulo

Describir los signos y síntomas de la apnea del sueño en niños y adultos, así como
también las herramientas diagnósticas y los enfoques terapéuticos más utilizados en
este trastorno respiratorio del sueño.

Definiciones y síntomas (tema 1)


La apnea obstructiva del sueño (AOS) es un trastorno respiratorio del sueño que se
produce cuando los tejidos blandos alrededor de la vía aérea superior obstruyen parcial
o totalmente el flujo de aire y aunque los músculos se contraen para producir un
esfuerzo ventilatorio, el aire no puede pasar a los pulmones y la persona deja de
respirar. En algunos individuos, los períodos de cese de respiración (apnea) son
frecuentes durante la noche y van acompañados de ronquidos.

En la AOS existe una reducción transitoria en el flujo de aire inspirado causado por un
aumento de la resistencia de las vías aéreas superiores, con un esfuerzo respiratorio
que persiste a pesar del cese de flujo de aire. Sin embargo, existen casos en donde no
se evidencia un esfuerzo respiratorio continuo, demostrando una apnea de origen
central. Este tipo de apnea del sueño que no se produce por la obstrucción de las vías
aéreas, sino porque no existe el estímulo nervioso para que ocurra la respiración y se
denomina apnea Central del sueño (ACS). La ACS, se caracteriza por el cese repetitivo
de ventilación durante el sueño ocasionado desde los centros de control respiratorio del
cerebro que no estimulan el movimiento del diafragma encargado de producir el
esfuerzo ventilatorio para respirar.

Los síntomas que pueden ayudar a la sospecha de AOS incluyen síntomas nocturnos y
diurnos. Los síntomas nocturnos más frecuentes son: ronquidos, apneas presenciadas
(alguien le ha dicho que deja de respirar durante su sueño), despertares con falta de
aire, diaforesis (sudoración profusa), nicturia (aumento de la frecuencia en la micción
nocturna), movimientos en las piernas durante el sueño, sequedad bucal, babeo,
bruxismo y reflujo gastroesofágico. Los síntomas diurnos más frecuentes son: dolor de
cabeza en la mañana, la persona se despierta cansada o fatigada, puede estar irritable,
tiene pérdida de concentración y memoria, habilidades y reflejos motores disminuidos,
se queda dormido de día en sus actividades o cuando es pasajero en algún vehículo,
disminución del apetito sexual, puede sentirse deprimido o ansioso.

Es importante anotar también que la AOS se asocia a otras enfermedades como


obesidad, hipertensión arterial, hipertensión pulmonar, arritmias, infarto cardíaco y
diabetes entre otras.

Todos los síntomas anteriores pueden evaluarse en la consulta con su médico a través
de unos cuestionarios especiales que se tienen diseñados y permiten obtener algunos
puntajes que determinarán si requiere estudios adicionales especiales. Durante la
consulta el médico debe realizar un examen físico completo en búsqueda de algunas
alteraciones que pueden orientar a diferentes diagnósticos. Existen ciertos factores de
riesgo y algunos hallazgos al examen físico que pueden ser indicativos de este
trastorno, como que es más frecuente en hombres, en mujeres después de la
menopausia y en personas mayores.

Las pausas en la respiración durante la noche se detectan mediante un estudio de


sueño denominado: Polisomnografía. En la polisomnografía se pueden evaluar
registros del electroencefalograma (actividad cerebral), Electrocardiograma (actividad
del corazón), Electromiograma (actividad muscular), EOG electrooculograma (actividad
de los ojos), ronquido y respiración (flujo de aire, esfuerzo ventilatorio y saturación de
oxígeno) durante el sueño en niños y adultos. La polisomnografía puede hacerse en
forma intrahospitalaria o en casa, pero la eficacia de la polisomnografía intrahospitalaria
es mayor. La Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM), solo recomienda la
polisomnografía no hospitalaria en casos donde se sospecha con alta probabilidad que
pueda tener AOS moderado o severo sin comorbilidades. La oximetría (Medición de la
saturación de oxígeno en la sangre) y el ECG (electrocardiograma) nocturnos también
pueden ser usados para el diagnóstico de apnea del sueño, pero su sensibilidad y
especificidad diagnóstica no es tan buena comparada con la polisomnografía.

Cuando la pausa en la respiración es igual o mayor a 10 segundos, se denomina


apnea. Cuando hay una disminución de la respiración, con una reducción de por lo
menos 30% de flujo de aire por 10 segundos, sin una completa cesación de la
respiración se denomina hipo apnea. Tanto la apnea como la hipo apnea producen una
reducción del 3 al 4% de oxígeno en la sangre. La reducción de oxígeno en la sangre
se conoce como desaturación de oxígeno. El número de apneas y/o hipo apneas por
hora de sueño de un individuo se determina mediante el Índice de Apnea Hipo apnea
(IAH). El IAH determina la presencia y el grado de severidad de la apnea del sueño. En
esta forma, si el IAH es inferior a 5, el diagnóstico del individuo es Negativo para apnea
del sueño; si la obstrucción de las vías aéreas produce un IAH ente 5 y 15, se
diagnostica como AOS leve; si el IAH se encuentra entre 15 y 30, se considera AOS
moderada; y si el IAH es mayor de 30 se diagnostica como AOS severa. El diagnóstico
de Apnea del sueño lo realiza un somnólogo; en la polisomnografía el somnólogo
puede diagnosticar alteraciones en la estructura del sueño, ronquidos, bruxismo,
síndrome de resistencia de las vías aéreas superiores (trastorno del sueño
caracterizado por resistencia a la respiración sin presencia de apnea), ACS, AOS y
otros trastornos del sueño.
Figura 1. Imagen propiedad de los autores de este MOOC. Representación de la
obstrucción que ocurre durante la respiración normal, el ronquido y la apnea.

Diagnóstico de apnea del sueño en niños (tema 2)

Los niños son más vulnerables a tener dificultad respiratoria durante el sueño debido a
diversos factores como: aumento del tiempo de sueño REM con pérdida de tono
muscular, disminución del período de espiración durante el sueño REM, capacidad
pulmonar baja, posición más horizontal de las costillas, mayor demanda metabólica e
inmadurez de los quimiorreceptores.

En los niños la AOS se manifiesta con ronquidos, múltiples despertares en la noche,


ocasionalmente pausas para respirar evidenciadas por los padres, obstrucción nasal,
habla nasal, respiración oral, somnolencia diurna, hiperactividad, trastornos de
atención, cefalea, irritabilidad y obesidad.

La prueba reina para diagnosticar Apnea del sueño en niños es la polisomnografía. Sin
embargo, existen signos y síntomas clínicos, características corporales, faciales,
dentales y esqueléticas en niños, que sugieren la sospecha de AOS. El
polisomnograma en niños está indicado cuando hay alteración en el patrón respiratorio
de sueño, o cuando se requiere descartar otras causas de apnea.

Para determinar si el niño tiene una alta sospecha de AOS o de otros trastornos del
sueño, existen cuestionarios que evalúan el comportamiento del niño durante el sueño
realizando preguntas acerca de horarios, siestas, conductas que presente en
la noche y cuando duerme, así como al despertar, durante el día, y en sus
actividades escolares. En pediatría no existen muchas escalas validadas. el
diagnóstico suele ser ciclónico, basado en lo que refieren padres y
cuidadores en la consulta​.

La AOS en los niños, está usualmente asociada a agrandamiento de las amígdalas y/o
de las adenoides, alergias crónicas, sinusitis, asma, reflujo gastroesofágico, reparación
quirúrgica de paladar fisurado, obesidad, desnutrición, niños prematuros, historia
familiar de AOS, y características esqueléticas y faciales predisponentes. Sin embargo,
se puede presentar también en algunos niños con síndrome de Down, síndrome de
Marfan, anomalías cráneo faciales (debido generalmente a mandíbulas pequeñas y
retro posicionadas, maxilares estrechos y a macroglosia o lengua grande), síndromes
neuromusculares con hipotonía muscular, y a enfermedades asociadas a errores
innatos del metabolismo. Los síntomas de la apnea del sueño en estos niños son más
confusos porque se presentan mezclados con síntomas propios de la condición médica
que presentan.

Examen clínico y facial

La prevalencia de AOS en la población infantil varía entre 2-8% en niños de diferentes


poblaciones. En los niños africanos la prevalencia de AOS es mayor que en los niños
de Europa y Norteamérica, pero los mayores grados de severidad se reportan en los
niños asiáticos. En Latinoamérica los Argentinos reportan una prevalencia de AOS del
37.4% en niños de 2-12 años. En Colombia, un estudio reciente reporta una
prevalencia de trastornos del sueño entre el 32% y 47%. En los niños de 2 a 6 años de
edad la prevalencia de AOS es mayor, posiblemente porque a esta edad se presenta el
agrandamiento o hipertrofia de las amígdalas palatinas y de las adenoides.

Los niños con AOS generalmente presentan un perfil muy convexo acompañado de
una cara larga y una mandíbula pequeña o posicionada muy posterior con respecto al
maxilar. Estos niños frecuentemente respiran por la boca o tienen una respiración mixta
(oral y nasal), y las características de su oclusión y sus dientes son similares en niños
con hábitos de respiración oral. En esta forma, los dientes se encuentran muy
inclinados hacia delante y en algunas ocasiones no tiene contacto con los dientes
inferiores, produciendo una mordida abierta anterior como se observa en la Figura 2.
En este tipo de oclusión, la lengua se posiciona entre los dientes, o en el piso de la
boca obstruyendo el paso del aire.
Figura 2. Imagen propiedad de los autores de este MOOC. Dientes inclinados
hacia delante y mordida abierta anterior. Esta oclusión es característica de los
niños con respiración oral.

En otros niños, el paladar se vuelve muy estrecho, los arcos dentales adquieren una
forma triangular y los molares posteriores pueden presentar una mordida cruzada como
se observa en la figura 3. Este tipo de mordida ocasiona una posición alterada de la
lengua lo que produce una obstrucción de las vías aéreas.

Figura 3. Imagen propiedad de los autores de este MOOC. Mordida cruzada


posterior unilateral ocasionada por arcos dentales superiores muy estrechos.
Esta oclusión es observada frecuentemente en niños con respiración oral​.

En algunos síndromes, como el síndrome de Pierre Robin o en el síndrome de Down


con severa macroglosia (lengua grande), la lengua obstruye la entrada de aire
produciendo apnea. En el caso de niños con secuelas de cirugía de paladar, la apnea
del sueño se puede producir por efectos de la posición de los músculos de la faringe
después de la cirugía o por el estrechamiento del paladar que conlleva a una posición
obstructiva de la lengua.

Figura 4. Imagen propiedad de los autores de este MOOC. Obstrucción de las


vías aéreas observada en niños con síndrome de Pierre Robin o secuelas de
cirugía de paladar fisurado.

Características esqueléticas

La obstrucción de las vías aéreas ocurre generalmente en el espacio faríngeo que


comprende la distancia entre la parte posterior del septum nasal, los senos paranasales
(senos maxilares) y la epiglotis (parte posterior de la lengua, úvula y paladar blando).
En esta zona la cantidad de hueso es muy pequeña y los músculos son los encargados
de mantener la permeabilidad de la vía aérea. En niños, la obstrucción de vías aéreas
se debe generalmente a hipertrofia de adenoides o amígdalas, o a características
faciales (caras largas con mandíbulas pequeñas y arcos superiores estrechos). En
niños con AOS se puede observar en la radiografía, un tamaño disminuido de las vías
aéreas superiores, un tamaño disminuido de la mandíbula y una posición alterada del
hueso hioides y de los maxilares superior e inferior.
Figura 5. Imagen propiedad de los autores de este MOOC. Radiografía lateral de
cráneo y Cefalometría.

El diagnóstico de la posición y tamaño del maxilar superior y de la mandíbula y de la


inclinación de los dientes incisivos se realiza con una Radiografía lateral de cráneo y
una cefalometría. En los niños con sospecha de AOS es importante también determinar
la posición del hueso hioides, ya que una alteración en la posición del hueso hioides
produce un cambio en la posición de la lengua que puede ocasionar una obstrucción de
las vías aéreas. En esta figura, la línea morada representa la posición del hueso
hioides, las líneas verdes representan el tamaño de los espacios faríngeos (vía aérea)
y las líneas marcadas con otros colores indican la posición esquelética y facial del
maxilar y la mandíbula con respecto a la base del cráneo.

En niños el tratamiento de elección para la AOS es la amigdalectomía y la


adenodectomía (tonsiloadenoidectomia), sin embargo, la eficacia de esta cirugía es
mayor en niños sin enfermedades coexistentes. En niños con paladares estrechos,
caras muy largas y mandíbulas pequeñas, el tratamiento de elección es la colocación
de aparatos intraorales que produzcan un adelantamiento de la mandíbula y de la
lengua y una expansión del paladar.
Figura 6. Imagen propiedad de los autores de este MOOC. Radiografía
panorámica donde se observa una sinusitis maxilar que puede ocasionar
obstrucción de las vías aéreas superiores.

En niños con AOS asociada a asma y a alergias, se han utilizado antiinflamatorios


asociados con antileucotrienos logrando control en muchos pacientes que presentan
obstrucción leve o moderada. Las causas de apnea en los niños son múltiples, y para
llegar a un diagnóstico es importante tener un manejo multidisciplinario, en el cual se
incluyen profesionales de las áreas de pediatría, neumología pediátrica
otorrinolaringología pediátrica, odontopediatría, ortodoncia y fonoaudiología.

El neumólogo pediatra se encarga de valorar la vía aérea y el estudio de otras


enfermedades que puedan contribuir a la obstrucción de la vía aérea como las alergias,
asma, entre otras. El otorrinolaringólogo evalúa la vía aérea buscando obstrucción, con
un examen físico y una fibrolaringoscopia para definir la necesidad de manejo
quirúrgico (resección de adenoides y amígdalas). La valoración por Fonoaudiología
ayuda en el fortalecimiento de algunos músculos que se encargan de la apertura y
cierre de la vía aérea. La evaluación por odontopediatría y ortodoncia es necesaria,
cuando el tratamiento requiere la colocación de aparatos intraorales que lleven a
adelantar la mandíbula y la lengua, o cuando está indicada la expansión del paladar
con el fin de abrir la vía aérea. Anteriormente se utilizaban dispositivos de retención de
lengua hacia delante para mantener la vía aérea abierta durante el sueño, pero debido
a los efectos indeseables de este tipo de dispositivos ya no se utilizan.

En los niños con AOS severa producida por síndromes o por otras enfermedades,
puede ser necesaria la utilización de CPAP (Dispositivos de presión de aire continua).
El CPAP es un equipo que transmite continuamente aire a presión y lo introduce
mediante una máscara a las vías aéreas. En este tipo de pacientes, además del equipo
de profesionales de la salud que usualmente trata los niños con AOS, se pueden
requerir valoraciones adicionales de neurólogos, neurocirujanos, cirujanos plásticos,
cirujanos maxilofaciales, endocrinólogos pediatras, genetistas, psicólogos, terapistas y
nutricionistas, y otras especialidades médicas, según la enfermedad que esté asociada
a la apnea del sueño en el niño.

Un elevado porcentaje de niños con AOS presenta también TDAH (Trastorno de déficit
de atención e Hiperactividad). Por esta razón es importante identificar en niños con
problemas de aprendizaje, si estos problemas son producidos por TDAH, por AOS o
por ambas entidades. El tratamiento en estos niños involucra al psiquiatra infantil,
neumólogo y neurólogo pediatras. El diagnóstico y tratamiento de la apnea del sueño
en niños reviste gran importancia debido a las secuelas y consecuencias que se
presentan por la falta de tratamiento. Estas consecuencias serán descritas en el
módulo cuatro de este curso.

https://youtu.be/OFfik8X0sno​ video1

https://youtu.be/iD_PP44XZw4​ video 2

Diagnóstico de apnea del sueño en adultos (tema 3)


​La prevalencia de AOS viene incrementado en los países desarrollados y en vía de
desarrollo en los últimos años, oscilando entre el 28% y el 67% en hombres, y hasta el
54% en mujeres después de la menopausia. En Colombia, la prevalencia de AOS
oscila entre 19% a 26%. En individuos roncadores la prevalencia de AOS es del 40%.
La mayor prevalencia de AOS en hombres puede ser debida a la distribución central de
grasa en hombres que reduce el volumen pulmonar, y a la mejor respuesta de las
mujeres a la carga respiratoria. La apnea del sueño también incrementa con la edad
posiblemente por la pérdida en la elasticidad del colágeno que reduce el volumen
pulmonar y el espacio de las vías aéreas, por la disminución en la calidad de sueño, y
por enfermedades preexistentes.

La prueba reina para diagnosticar Apnea del sueño en adultos, al igual que en los niños
es la polisomnografía. En Colombia, el laboratorio donde se realice el estudio debe
cumplir con los requisitos establecidos por la normatividad de la ACMES (Asociación
Colombiana de Medicina del Sueño). En otros países, estos laboratorios se rigen por la
normatividad propia de cada país.

El estudio de sueño debe ser interpretado por un médico con entrenamiento especial
en sueño, que determinará los eventos que están ocurriendo y hará un diagnóstico del
grado de severidad de la enfermedad, de acuerdo al número de eventos que se
presenten por hora. Se considera normal dejar de respirar 5 veces por hora durante el
sueño, si se deja de respirar entre 5 y 15 veces por hora se diagnostica como una
apnea leve, entre 15 y 30 por hora es una apnea moderada y más de 30 veces por
hora se denomina apnea del sueño severa. Es importante anotar que generalmente la
apnea se acompaña de disminución de los niveles de oxígeno en sangre (hipoxia).

El estudio de sueño con polisomnografía permite hacer diagnóstico de otros trastornos


del sueño como bruxismo, movimiento periódico de extremidades, algunos
parasomnios (comportamientos anormales durante el sueño), entre otros.

Los signos y síntomas que se evalúan en los cuestionarios para determinar alta
sospecha de Apnea del sueño, incluyen ronquidos, despertares abruptos durante el
sueño relacionados con esfuerzos respiratorios (RERA), excesiva somnolencia diurna,
dolores de cabeza matutinos, disfunción sexual, dificultad para concentrarse,
problemas de memoria, y depresión.

La escala de Mallampati determina la visibilidad de las estructuras de la cavidad oral y


la orofaringe, calificando la obstrucción de la orofaringe. En esta forma, el puntaje I
indica que no hay obstrucción (amígdalas, pilares del paladar, úvula y paladar blando
visible); en el puntaje II son visibles el paladar duro y blando, la porción superior de las
amígdalas y la úvula; en el puntaje III son visibles el paladar blando, el paladar duro y
una porción de la úvula; y el puntaje IV indica una obstrucción severa (solo es visible el
paladar duro). Un puntaje IV de Mallampati sugiere una alta sospecha de AOS.

Las características corporales, faciales y esqueléticas presentes en los individuos


también pueden estar relacionadas con trastornos del sueño. Las personas obesas
tienen mayor riesgo de tener AOS porque el espacio faríngeo puede estar disminuido
por depósito graso en los tejidos blandos alrededor de las vías aéreas superiores
localizadas en el cuello y por alteraciones en los movimientos respiratorios debidas a
un perímetro abdominal aumentado. Sin embargo, la AOS no se presenta solamente en
individuos con obesidad. En personas con peso normal, pero con características
esqueléticas que incluyen un tamaño de la mandíbula disminuido, una posición
posterior de la mandíbula con respecto al maxilar y a la base del cráneo, y un arco
dental superior estrecho, también se ve incrementado el riesgo de AOS. La obstrucción
nasal, debida a tabiques desviados o cornetes agrandados, el tamaño aumentado de la
lengua, y la disminución de las paredes laterales de la faringe producida por causas
anatómicas o neuromusculares (alteraciones en el impulso nervioso que genera la
contracción muscular), también han sido asociadas a AOS.

Las alteraciones neuromusculares están relacionadas con una relajación excesiva de


los músculos de la mandíbula, del cuello, de la faringe y/o del paladar que obstruyen la
vía aérea durante el sueño. Si existe una obstrucción anatómica en las vías aéreas
cuando el individuo está despierto se genera una resistencia al paso de aire durante la
fase de inspiración de aire, lo que conduce a una activación de los músculos
dilatadores de la faringe mediante la estimulación de unos receptores localizados en la
laringe, que responden con la contracción muscular para mantener la vía aérea
despejada y permitir el paso del aire. Durante el sueño esta compensación nerviosa y
muscular se reduce o se pierde ocasionando hipo apnea, apnea, reducción de oxígeno
en la sangre (hipoxia) y aumento en la concentración de Dióxido de Carbono (CO2) en
la sangre arterial (hipercapnia). El colapso de la vía aérea genera adicionalmente un
aumento de la presión negativa intratorácica. Cuándo el organismo detecta la apnea, la
hipoxia y la hipercapnia se produce un estímulo en el esfuerzo ventilatorio y respiratorio
que tiene como propósito finalizar el evento de apnea. En algunos pacientes con asma
o con EPOC, la disminución del volumen de aire en los pulmones impide que las
estructuras localizadas en el mediastino (espacio situado en el centro del tórax entre
los dos pulmones, la columna vertebral y el esternón) sean empujadas caudalmente
para dilatar los músculos de la faringe, produciendo apnea.
Figura 7. Imagen propiedad de los autores de este MOOC.

Paciente que muestra una posición posterior de la mandíbula (retrognatismo


mandibular) y una mandíbula muy pequeña (micrognatismo mandibular) ocasionando
una obstrucción de las vías aéreas y AOS.

La ACS en adultos se asocia frecuentemente a alteraciones neurológicas,


cardiovasculares y a falla cardiaca. Los síntomas de la ACS están representados por
fatiga, hipersomnolencia y dificultad respiratoria periódica durante la noche (disnea
paroxística nocturna). En algunos individuos, la ACS se acompaña también de apneas
de tipo obstructivo que aumentan la complejidad de la enfermedad. Todos estos
cambios en los patrones respiratorios son detectados en la polisomnografía. La
respuesta nerviosa y muscular se observa como un aumento en la actividad
electromiografía de los músculos dilatadores de la faringe, y los otros eventos se
detectan en el electrocardiograma y la oximetría que se realizan al paciente durante la
polisomnografía.

Examen clínico y radiográfico

Los individuos con AOS pueden presentar sobrepeso, obesidad, circunferencia de


cuello aumentada y perímetro abdominal aumentado. El IMC (índice de masa corporal)
es la relación entre el peso y la estatura del individuo. Si el IMC es mayor de 26 y
menor de 30 se considera sobrepeso, y si es mayor de 30 se considera obesidad. El
valor normal de la circunferencia del cuello para mujeres es de 40cm y para hombres
43cm. El valor normal del perímetro abdominal para mujeres es de 80cm y para
hombres 90cm. Aunque la obesidad está frecuentemente asociada a la AOS, individuos
delgados con mandíbulas pequeñas o retro posicionadas, con cara larga, con mal
oclusiones (mordidas abiertas o mordidas cruzadas posteriores), con macroglosia
(lengua grande), úvula grande, con maxilar estrecho, con obstrucciones nasales, con
desplazamiento inferior del hueso hioides, y/o con baja estatura, también tienen un alto
riesgo de tener AOS. Estos signos pueden ser evidenciados en el examen clínico, en
registros antropométricos y mediante imágenes diagnósticas.

Las imágenes obtenidas por resonancia magnética (MRI), tomografía Axial


Computarizada (TAC), fibrolaringoscopias y radiografías laterales de cráneo (en donde
se realizan medidas denominadas cefalometrías) son útiles para determinar el grado y
localización de la obstrucción de las vías aéreas en el diagnóstico de AOS. Las
medidas cefalométricas que frecuentemente se ven alteradas en niños con AOS
también se observan alteradas en adultos con AOS. Aunque la fibrolaringoscopia es
muy útil en niños para el diagnóstico de hipertrofia de amígdalas y de adenoides, en
adultos este examen es de gran utilidad para documentar obstrucciones en las vías
aéreas debido a hipertrofia de cornetes, desviación de tabique nasal, sinusitis y
obstrucciones debido a redundancia del paladar blando. Para evaluar el tamaño y
forma de la úvula, y otras obstrucciones de tejidos blandos y tejidos duros en diferentes
sitios de la vía aérea, se utilizan la resonancia magnética (MRI) y la tomografía Axial
Computarizada (TAC).

Figura 8. Imagen propiedad de los autores de este MOOC. Imágenes de


Tomografía que muestran las zonas de las vías aéreas evaluadas para determinar
posibles obstrucciones que puedan causar AOS.

Todos los tratamientos recomendados en adultos con ACS y AOS deben incluir terapia
de higiene de sueño. Algunas recomendaciones de la higiene de sueño incluyen:
dormir del lado izquierdo y con la cabecera de la cama ligeramente levantada, perder
peso, incrementar la actividad física, realizar una comida liviana a más tardar dos horas
antes de dormir, y evitar el alcohol.

El tratamiento con dispositivos PAP (PAP, BPAP, CPAP) ha demostrado ser el más
efectivo para reducir el IAH y los síntomas de somnolencia diurna ocasionados por
AOS en adultos. Este es el tratamiento de elección recomendado por la AASM para
adultos con ACS, AOS severa y en algunos casos de AOS moderada. Sin embargo,
esta terapia no es tolerada por algunos pacientes. Actualmente se está investigando en
la producción de máquinas de CPAP más silenciosas, que humidifiquen el aire y con
materiales hipo alergénicos para contrarrestar los efectos colaterales de boca y nariz
seca, e irritación nasal y de piel.

Para el tratamiento de pacientes roncadores, con AOS leve y algunos casos de AOS
moderada, la AASM recomienda el uso de dispositivos orales. Los dispositivos orales
más utilizados en adultos son los de avance mandibular. Estos dispositivos adelantan
también la lengua liberando el espacio de las vías aéreas y han demostrado eficacia
para disminuir el IAH y la somnolencia diurna, sin embargo, algunos de estos
dispositivos producen cansancio muscular, salivación excesiva e inclinaciones dentales
indeseables.

Figura 9. Imagen propiedad de los autores de este MOOC. En la primera


radiografía se observa una posición posterior de la mandíbula y de la lengua con
disminución del espacio faríngeo inferior por obstrucción anatómica de la vía
aérea superior. En la segunda radiografía se observa como al adelantar la
mandíbula, la lengua se adelanta despejando el espacio de la vía aérea. Este es el
principio mediante el cual actúan los dispositivos intraorales para tratar la AOS.

En adultos con AOS causada por obstrucciones anatómicas debidas a discrepancias


severas entre el maxilar superior y la mandíbula, a úvulas muy grandes o a
redundancia del paladar, el tratamiento quirúrgico es una buena opción. En individuos
con obstrucciones ocasionadas por ausencia de tono muscular durante el sueño, se
pueden utilizar algunos dispositivos que producen una estimulación nerviosa de los
músculos de la lengua facilitando la contracción muscular y despejando la vía aérea.
Figura 10. Imagen propiedad de los autores de este MOOC. Dispositivo Intraoral
de avance mandibular diseñado para el tratamiento de la AOS en adultos.

El tratamiento farmacológico es más usado en pacientes con ACS y en AOS con otras
enfermedades coexistentes. El equipo multidisciplinario responsable del diagnóstico y
tratamiento en adultos con AOS está conformado por neumólogos, neurólogos,
médicos internistas, cardiólogos, endocrinólogos, radiólogos, otorrinolaringólogos,
genetistas, odontólogos, ortodoncistas, psicólogos, psiquiatras, terapistas y
nutricionistas. Cada profesional debe atender un problema específico de la apnea del
sueño relacionado con su área de experticia. Sin embargo, el tratamiento en la AOS
requiere un manejo integral

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