Filología Hispánica I Apuntes Evolución de Consonantes

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Filología hispánica I

Apuntes de clase

EVOLUCIÓN DE LAS CONSONANTES

Al evolucionar las consonantes del latín al español, algunas sufrieron


pocos cambios, mientras que otras se transformaron totalmente. La
característica a considerar es la posición. La consonante más estable
es la inicial; el siguiente grupo más fuerte lo forman las consonantes
interiores y, la posición final es la más débil.

Consonantes iniciales simples

Las consonantes iniciales se conservan, en general inalterables:

Consonante inicial > ↑

damnare > dañar; lacte > leche; manu > mano; nébula > niebla; porta
> puerta: rápitu > raudo.

Excepciones:

Las fricativas sufren más cambios que las oclusivas.

1.Betacismo. Desde la época del latín vulgar, tanto b como v se


pronunciaban como b, y este rasgo ha llegado hasta el español
moderno: bibit > bebe; bonu > bueno; vacivu > vacío; verrere >
barrer; vinu > vino (pronunciadas como /b/, aunque se conserve la
grafía v).

NOTA
La ortografía del español moderno, basada en la que instauró la RAE
en el siglo XVIII pretende seguir, en parte, criterios etimológicos, pero
las contradicciones son abundantes, por ejemplo, barrer, basura y
buitre se escriben con b en lugar de v que es lo que exigiría su
etimología. Lo mismo sucede en interior de palabra, advocatu >
abogado y aviolu > abuelo, en contra de su etimología. En Castilla no
se da la distinción entre esas dos letras como fonemas; en Cataluña la
v- inicial se mantiene como fonema, pero al ser intervocálica, se pierde
como tal.

2. S- inicial. Aunque la mayoría de las veces sigue la regla general


manteniéndose intacta, en algunos casos se muda a la X antigua (š),
es decir, prepalatal fricativa sorda, convertida hoy en J (x), velar
fricativa sorda. Menéndez Pidal considera que esta evolución se debe
a una influencia morisca o árabe; se encuentra con mayor frecuencia
en los dialectos del sur de la península:

S- > X- > J- /S- > š > x/

sapone > xabón > > jabón

sepia > xibia > jibia

3. S- inicial. También se puede convertir en Ç, es decir un sonido


dental africado sordo, escrita C o Z para evolucionar después al
moderno interdental fricativo sordo (ɵ):

S- > Ç > Z, C /S- > š > ɵ/

serare > çerrar > cerrar

setaceu > çetaço > cedazo


NOTA

La C- Latina se pronunciaba /K/ delante de e o de i en latín clásico,


pero en latín vulgar se empezó a palatalizar. Desde una presumible
etapa común (hacia el 800 D.C.) evolucionó de manera diversa en las
lenguas románicas. En español antiguo llegó hasta un sonido africado
alveolar Ŝ. Cuando la reorganización fonológica del español moderno,
entre el siglo XVI y XVII, adelantó su punto de articulación y perdió su
modo africado. Así se convirtió en un fonema fricativo interdental (ɵ),
grafía Z.

4. La C- también, en algunos casos, se mudó en la africada


prepalatal Ĉ, grafía Ch:

C- > Ch-

ciceru > chícharo

cistella > chistera (voz semiculta)

NOTA

Este cambio es antiguo, ya aparece en el Poema del Cid chico < ciccu;
címice > cisme, chisme, cimce, chinche; schisma > cisma, chisme.

Lathrop dice que en algunos casos para el latín vulgar Ci- el español
moderno ofrece la solución Ĉ (ch). Esta etapa es la que pervivía entre
los mozárabes. Se supone que bajo su influencia se dio esta
evolución. Pero, por otra parte, también plantea que, en general, el
sonido Ch del español no procede directamente de sonidos latinos.
Proviene de otros dialectos o lenguas hispánicas (gallego, portugués,
catalán) o de otras lenguas: árabe, persa, francés, inglés y lenguas de
América del Sur. Las palabras con Ch, figuran con frecuencia en los
diccionarios etimológicos como de origen dudoso o incierto. (Lathrop,
Thomas, Curso de gramática histórica española, p. 109)

Algunas consonantes simples que se han perdido o han


cambiado a principio de palabra

1.H- > ↓

La H- no se pronunciaba ya en latín, de modo que en romance no tuvo


representación ninguna.

NOTA

En la antigua ortografía, más fonética que la de hoy, se escribía


ombre, onor, eredero como aún se hace en las reimpresiones del
Diccionario de Nebrija hechas en el siglo XVI; pero en el Tesoro de la
lengua castellana de Covarrubias (1611) ya se escriben con H- estas
palabras para imitar la ortografía latina. En la ortografía de Nebrija la
H- representaba un verdadero sonido y se empleaba sólo en vez de
una F- latina, por ejemplo, hazer < facere; hijo < filium.

2. F- > ↓

La F- se conservó en la lengua escrita hasta fines del siglo XV (como


se conserva hoy en la generalidad de los romances, incluso el
portugués y el catalán), pero luego fue sustituida por la H-, que era
verdadera aspirada en los siglos XV y XVI. Modernamente se escribe
todavía, pero nunca tiene sonido.

fabulare > fablar > ḥablar (s. XVI) > (h)ablar (con H- muda).

NOTAS

1.Numerosas teorías tratan de explicar por qué se produce este


fenómeno de la desaparición de la F- inicial en castellano. La teoría
propuesta por Menéndez Pidal, Teoría del Sustrato, es que la
sustitución de F- por una aspiración, es influencia directa de la lengua
vasca, que no tiene F- inicial. Esta tesis, sin embargo, no es
compartida por todos los lingüistas.

2. La aspiración del siglo XV se conserva confundida con la respectiva


J- inicial del habla popular en algunas regiones (Santander, oriente de
Asturias, Salamanca, Extremadura, Andalucía, América), que
pronuncian jacer, jigo, jaba, y la lengua literaria acogió ciertas voces
de algunas de estas regiones (sin duda Andalucía), como jamelgo <
famelicum; jaca, por haca; jalear, derivado de la interjección ¡hala!; y,
además, juerga, jolgorio, jumera, jopo, que así se pronuncian
corrientemente.(Menéndez Pidal, R., Manual de gramática histórica española, p. 122)

Excepciones:

1.La F- > ↑ ante los diptongos ie, ue y la vibrante r:

folle > fuelle

festa > fiesta

frenu > freno


2. F- > ↑ por cultismo o influencia dialectal:

foedu > feo

fundu > fondo

fide > fe

NOTA

En muchos casos las voces con F- inicial y con H- inicial alternaban y


acabaron imponiéndose las más cultas con F-, por ejemplo:

fuego-huego

febrero-hebrero

fierro-hierro. Hoy fierro es arcaísmo en España, pero en el español de


América está generalizado y se utilizan las dos.

3. G- > ↑ Se mantiene con sonido de g sólo ante a y vocales velares


(o, u).

gallu > gallo

gaudiu > gouzo > gozo

gutta > gota

Pero, ante las vocales palatales tónicas (é, í), conserva su sonido
prepalatal del latín vulgar y cambia su grafía a Y-, lo mismo sucede
con J- frente a la á tónica:

J- + á (tónica) > Y-

G-, J- + é, í (palatales tónicas) > Y-


jacet > yace

gemma > yema

gipsum > yeso

NOTA

Las palabras que comienzan con ge- en español moderno son


cultismos: gente, género, genio, etc.

4. La J- y G- iniciales frente a la vocal a y palatales inacentuadas (e, i),


se pierden absorbidas en la vocal palatal (se debería descartar la H-
que inútilmente introdujo la ortografía en muchos casos).

J- + a (átona) > ↓

G-, J- + e, i (palatales átonas) > ↓

jajunu > ayuno

germanu > (h)ermano

gingiva > encía

Excepción:

La única excepción popular es jam magis > jamás (mientras el simple


jam > ya, es regular).

NOTA

Son cultismos las palabras que conservan la g- o j- iniciales: gentil,


gigante, Jesús, Jacinto, gemir, etc.
5. J- ante vocal velar acentuada o no (ó, o, ú, u) pierde su carácter
palatal para convertirse en la antigua J- velarizada y ensordecida
modernamente, a nivel gráfico, se mantiene la J-.

J- + ó, o, ú, u (velares tónicas o átonas) > j (/x/)

judex > juez

jocu > juego

juliu > julio

Excepciones:

Las excepciones son muy pocas y, sin duda de origen dialectal:

jugu > yugo

junta > yunta

Consonantes iniciales agrupadas

1. Grupos compuestos de una consonante seguida de R, se


conservan en general:
Consonante + r > ↑
pratu > prado
tructa > trucha
brachiu > brazo
graecu > griego
frontaria > frontera
Excepciones:
En algunas ocasiones, el grupo Cr- puede sufrir metátesis:
crepare /krepare/ > quebrar /kebrar/
o cambio a gr- (sonorización):
cruta > gruta
2. Grupo de consonante seguida de L.
2.1. Con consonante sorda: Cl-, Fl-, Pl- Estos grupos
palatalizan en ll:
Cl-, Pl-, Fl- > ll
clavis > llaves
plorare > llorar
flama > llama
NOTAS

- El grupo Fl- ofrece también otro resultado: como ante vocal,


pierde la f- y no palataliza la l, Fl- > l
flaccidu > lacio
Flammula > Lambla y Lambra (junto a Llambla).
- También en época posterior o por influencia culta, se
conservan estos grupos (Cl-, Pl-, Fl-): plangere > plañir; platea
> plaza; pluma > pluma; plumbu > plomo; clavicula > clavija;
clamore > clamor: claru > claro: floccu > fleco; flore > flor;
existen casos en los que aparecen dobletes: planta/llanta,
plegar/llegar, etc.
2.2. Con consonante sonora:
El grupo Bl- se conserva. Bl- > ↑
blitu > bledo
blandu > blando
El grupo Gl-, pierde la G y permanece la l. Gl- > l (G > ↓)
Ejemplos:
glattire > latir
NOTA
Las palabras que mantienen el grupo Gl- son cultismos,
gloria, globo, etc.
3. S- líquida o trabada, se le antepone una vocal de apoyo, una e-
protética: S- + consonante > E- + S + consonante
scamnu > escaño
speculu > espejo
NOTA
En voces cultas Sc- se vuelve también c- como en sceptru -
cetro; sciencia – ciencia. Otras veces, se antepone la e- como
en escena, escénico (antiguos cena, cénico). También spasmo
> pasmo junto a espasmo.
4. El grupo Qu- pierde su u y mantiene el sonido /k/:
Qu- >c-, qu- (/k/)
Ejemplos:
quattuordecim > catorce
quem > quien (/kien/)
quaero > quiero (/kiero/)
Excepciones:
Sólo se exceptúa el caso de Quá- Quó- acentuados, que
mantienen el sonido u:
Qu- + á, ó (a, o tónicas) > cu- (/ku/)
quale > cual
quadru > cuadro
NOTA
Son cultas las palabras que conservan la U, como qualitate –
cualidad; questione – cuestión.
Existen dobletes en función de considera átona o tónica la a:
quasi > casi (átono); quasi > cuasi (tónico).

Consonantes interiores simples

1. Las oclusivas sordas (p, t, c) intervocálicas, o entre vocal y r o l


sonorizan:
p, t, c intervocálicas o entre vocal y r o l > b, d, g
cepulla > cebolla
pratu > prado
securu > seguro
apricu > abrigo
latrone > ladrón
sacratu > sagrado

NOTAS
1. Esta sonorización de las oclusivas sordas es anterior a la
pérdida de la vocal postónica interna. Las oclusivas sonoras
resultantes b, d, g, se pronuncian hoy fricativas cuando van
entre vocales e inician, a veces, la tendencia a perderse.
2. Si la -p- está situada entre una Yod o Wau y una vocal, no se
produce la sonorización: capio > caipo > queipo > quepo;
sapui > saupi > soupe > supe.
3. En algunos casos, después de que la -p- hubiera sonorizado
en b y de que la vocal átona que la seguía hubiera caído, la b
se encontraba en contacto con la consonante dental d,
entonces la b se vocalizaba en u. La etapa -bd- se conserva
todavía en el siglo XV. El proceso fue sencillo pues la b
estaba en esta posición muy cerca del sonido Wau: capitale >
cabedale > cabdal > caudal.
4. La -c- intervocálica evolucionó de dos maneras según el tipo
de vocal que la seguía. Si era una a o una vocal posterior (o,
u), la C se convertía en la fricativa g; por el contrario, si la
vocal que la seguía era anterior (e, i), la C se convertía en el
sonido dental africado sonoro Ẑ, grafía z, normalmente. En
español moderno paso a interdental fricativo sordo, después
de adelantar su punto de articulación, ensordecerse y dejar de
ser africada:
acutu > agudo
delicatu > delgado
dicit > dice
facere > facer > hacer
5. Con la nueva reorganización fonológica del XVI-XVII, el
sonido dental africado sonoro Ẑ y el dental africado sordo Ŝ
(grafía ç) se confunden en el interdental fricativo sordo ɵ. La
mayoría de los contextos intervocálicos en los que aparecía
en la Edad Media el sonido Ẑ o el Ŝ, se podían escribir con Z
o con CE, Ci. La grafía Z se reservaba para el final de
palabra: dece > diez; pace > paz. También solía utilizarse Z
en el caso de que, al perderse una vocal, quedara agrupada
con una consonante (esto es, a final de sílaba): lacerare >
lazrar. La regularización de -CE-, -CI-, intervocálicas para el
sonido interdental fricativo sordo es obra del siglo XVIII. (Lathrop,
Thomas, Curso de gramática histórica española, p.118)

2. Las oclusivas sonoras se hacen fricativas o desaparecen.


Oclusivas sonoras > ↑fricativas / ↓
2.1. La b se conserva con escasa tendencia a perderse:
-b- > ↑
lavare > lavar
probare > probar
hibernu > invierno
Todas pronunciadas como B.
2.2. La d, hecha fricativa ya en latín vulgar, vacila mucho,
tiende más a caer, pero a veces se mantiene.
-d- > ↓ / ↑
sudare > sudar ↑
nidu > nido ↑
credit > cree ↓
sucidu > sucio ↓
2.3. La g, ya fricativa en latín vulgar, también vacila; tiende más
a mantenerse, pero a veces cae.
-g- > ↑ / ↓
augustu > agosto ↑
plaga > llaga ↑
rumigare > rumiar ↓
legale > leal ↓
NOTA
Es más temprana la caída de la sonora intervocálica y la
sonorización de las sordas que la caída de la vocal postónica,
que es un fenómeno muy temprano.
3. Las fricativas sordas intervocálicas se hacen sonoras.
Fricativas sordas intervocálicas > sonorizan
La -f- se transforma en la sonora -v-, escrita hoy en día
casi siempre -b-.
-f- > -v- (b)
ráphanu > rávanu > rábano
profectu > proveito > proveicho > provecho.
Todas pronunciadas B, aunque conserven la grafía V.
Excepciones:
Cuando la -f- está en voces latinas compuestas, cuyos
elementos componentes fueron en algún tiempo
apreciados como tales por el romance, la -f- se trata como
inicial y se convierte en -h-: subfumare > sahumar
El prefijo de- es el que más comúnmente hace sentir a la -
f- como inicial y la cambia en -h-: defensa > dehesa. Y
existe vacilación con el prefijo con-: Confiniu > Cohiño y
Coveña.
4. Las fricativas sonoras intervocálicas vacilan de igual modo que
las oclusivas sonoras.
4.1. La -g- y -j- tienen un sonido prepalatal Y.
-g-. -j- > y
majore > mayor
jajunare > ayunar
NOTA
La J y la G latinas suenan como J castellana sólo en voces
cultas: rugido, sagitario, etc.
Excepciones:
Esta -y- se pierde si está antes o después de una vocal
palatal (e, i):
digitu > dedo
sagitta > saeta
pejore > peor
4.2. La -v- y la -b- intervocálicas se confunden en -v- ya en latín
vulgar y en romance se conservan como fricativas, escrita
--V- o -U- en ortografía antigua, en español moderno, en
algunos casos, mantienen la grafía -v-, pero siempre se
pronuncian como -b-.
-v-, -b- > -v-, -u- > -b-, -v-
bibere > bever, beuer > beber
vivere > vivir, biuir > vivir
lavare > lavar
NOTA
Cuando la antigua b, procedente de p se confundió con
esta v, y no se hizo diferencia entre las dos labiales de
sobervia< superbia, la ortografía moderna siguió en
general el uso latino y escribe beber, probar, o sin razón
prefiere la b como en abuelo < aviolu.
Excepciones:
La -b-, -v- se pierde a veces, generalmente por disimilación
ante u, sobre todo en la terminación -ivu:
-b-, -v- > ↓ por disimilación ante u, sobre todo en -ivu
sabucu > sabuco > sauco
vacivu > vacío y por analogía con éstos, se pierde también
en varios femeninos en -iva:
gingiva > encía (Además hay casos como bove > buey,
frente a novem > nueve).
5. Las nasales y líquidas permanecen.
-m-, -n-, -l-, -r-, -s- > ↑
fumu > humo
donare > donar
dolore > dolor
pariculu > parejo
pósitu > puesto

Consonantes interiores dobles o geminadas

1. Las oclusivas dobles se hacen simples y luego quedan


inalteradas.
pp, tt, cc (kk) > p, t, c (k)
puppe > popa
gutta > gota
peccatu > pecado
NOTA
La simplificación es posterior a la sonorización de la sorda
intervocálica.
2. Las nasales y fricativas dobles también se simplifican, pero a
veces con alguna alteración.
2.1. Quedan inalterables la M y la S:
mm > m ss> s
flamma > llama
grossu > grueso

NOTA
En castellano antiguo esta S sorda se escribía SS (aunque
en la pronunciación era un sonido simple), para
diferenciarla de la S de casa, que era sonora.
Excepciones:
1ª En ocasiones la SS se convirtió en un sonido prepalatal
fricativo sordo Š, grafía X, para evolucionar durante el XVI-
XVII hasta un velar fricativo sonora X, grafía J:
bassu > baxo > bajo
2.2. La -rr- en español se pronuncia con una vibración más
prolongada que r:
carru > carro (pero caru > caro)
NOTA
Existen casos de RR inexplicables como:
veruculu > berrojo, cerrojo
serare > cerrar
desarrapado junto a harapo.
2.3. La LL se palataliza, mantiene la grafía, pero no el sonido
de las dos eles separado (l – l):
l-l > ll (ḽ)
val-le > valle
castel-lu > castiello > castillo
gal-lu > gallo
NOTA
El grupo -ffl- intervocálico evoluciona también a ll:
afflare > hallar

Excepciones:
1ª Cuando una ll, al perderse una vocal quedaba en final
de sílaba o de palabra, perdía su carácter palatal:
follicare > holgar
mille > mil
2ª La nn también palataliza.
nn > ñ
ninnu > niño

Consonantes interiores agrupadas


A. Grupos cuya primera consonante es una líquida o continua (L,
M, N, R, S), la regla general es que permanezcan, la continua
como final de sílaba y la siguiente como inicial.
L, M, N, R, S + consonante > ↑
alba > alba
tempus > tiempos
fungu > hongo
serpente > serpiente
crista > cresta
Excepciones:
La permanencia de ambas consonantes cuenta con tres
excepciones muy importantes: Asimilación, Cambio de la
segunda y Vocalización de la primera.
1) Asimilación. Existen ciertos grupos que se asimilan y
simplifican:
1.1. RS > esp. ant. ss > s (a partir del siglo XVII)
versura > vessura > basura

NOTA
En voces cultas, se conserva el grupo, persona, verso, etc.
1.2. NS > ss > s
defensa > defessa > dehesa
1.3. NF > f
Esta asimilación se da ya en LV, sin embargo, la presión
culta ha hecho prevalecer al grupo:
confundere > cofonder (Cid) > cohonder (Cervantes en
frase hecha)
inferno > ifierno y después se repone el grupo > infierno
1.4. MB > mm > m
lumbu > lommo > lomo
NOTA
Los cultismos conservan el grupo con MB o NV: tumba,
envidia, etc.
1.5. MN > nn > ñ
damnu > danno > daño
NOTA
Los cultismos conservan el grupo: columna, solemne, etc.
1.6. SC (e, i) > ç > z (c)
miscere > meçer > mecer
pisce > peçe > pez
2) Cambio de la segunda consonante (sólo frente a vocales
palatales: e, i)
2.1. RG > esp. ant. rz > rc
argilla > arzilla > arcilla
2.2. NG > esp. ant. nz > nc
gingiva > enzía > encía
Este grupo NG sufre otras dos posibilidades de evolución
que son:
La palatalización de la n (Yod 2ª) como en:
jungere > uñir (frente a uncir), y
La pérdida de la g, como en:
quingenti > quinientos
NOTA
Las voces cultas conservan el grupo NG: ángel, longitud,
etc.
2.3. Consonante + c /k/ (e, i) > consonante + c
(interdental)
vencere > vencer
Y, en dialectos mozárabes > consonante + ch /Ĉ/
conciliu > Conchel
2.4. LB > lv; RB > rv
alba > alva
superbio > sobervio
NOTA
Este cambio se da ya en LV. Y en el español antiguo,
cuando aún distinguía la B de la V, tendía también a la V;
así Nebrija pronunciaba alva, sobervio, torvellino, etc., sin
embargo, conservaba el sonido etimológico en otras voces
como árbol, turbar, etc. En el español moderno la
pronunciación siempre será de B, aunque en algunos
casos se mantenga la grafía V.

3) Vocalización de la primera consonante.


Una vocalización de l (ele) es frecuente cuando le sigue una
oclusiva sorda y se da sólo en los casos en que le precede
una A o una U.
3.1. A + L + oclusiva sorda (p, t, c) > au > ou > o
Es el caso de aparición de Wau:
talpo > taupo > toupo > topo
3.2. U + L + oclusiva sorda (p, t, c) > ui > uch
pultes > puites > puiches > puches
Excepción:
La palatalización de T, del grupo uyt se ve impedida en
castellano cuando esa T queda final o va agrupada:
multu > esp. ant. muyt > muy
vulture > buitre
B) Las consonantes seguidas de L o R sufren igual suerte que si
fuesen intervocálicas.

1. Las oclusivas sordas se hacen sonoras.


Vocal + oclusiva sorda + L/R > vocal + oclusiva sonora + L/R

duplare > doblar

petra > piedra

NOTA

Las voces cultas mantienen la oclusiva sorda: duplicar, petrificar, etc.

2. Las oclusivas sonoras vacilan, a veces se conservan y, a veces,


no.
Vocal + oclusiva sonora + L/R > vocal + ↑/↓ oclusiva sonora +
L/R
nigru > negro ↑
pigritia > pereza ↓
3. Las fricativas sordas se hacen sonoras.
Vocal + fricativa sorda + L/R > vocal + fricativa sonora + L/R
áfricu > ávrego > ábrego (con b en vez de v por ir inicial de
grupo).
C) En el grupo de labial seguida de dental, se asimila la labial y
desaparece después.

Labial + dental > asimilación y reducción de grupo

1. PS > ss > s
ipse > esse > ese
2. PT > t; BT > t
septe > siete
scriptura > escritura
subtile > sutil
NOTA
En voces cultas no hay asimilación: lapso, aceptar, preceptor,
concepto, etc.
3. MN > nn > ñ
domnu > donno > dueño
D) Grupos de tres consonantes.

1. Se conservan las tres cuando la primera es nasal o S, y la tercera


es R.

Nasal/S + consonante + R > ↑

rastru > rastro

postrariu > postrairo > postreiro > postrero

NOTA

En el caso STR hay una solución SS que se halla en algunas voces


hoy desusadas como nuesso, vuesso, maesso, maesse, explicables
por el uso proclítico.

2. En el grupo de Consonante más pl, fl, cl, hay una palatalización de


L y pérdida de la otra.
Consonante + PL, FL, CL > ch (Ĉ)
amplu > ancho
inflare > (h)inchar, (h)enchir
máncula > manc´la > mancha
Excepción:
Sólo el caso FFL se resuelve como si fuese posición inicial FFL >
ll.
afflare > (h)allar
sufflare > sollar
NOTA
Las voces cultas mantienen el grupo: inclinar, inflamar, implicar,
etc.
3. Las otras combinaciones se simplifican ya en latín vulgar:
torctu > tortu
quinctu > quinto
sanctus > santos

NOTA
Las voces cultas conservan el grupo: instar, instrumento,
constitución, etc.
4. X + consonante > s + consonante
dextera > diéstera > diestra
sextus > siesto > siesta

Consonantes finales
Se deben distinguir siempre las consonantes que son finales en latín
de las que lo son en romance: en sudorem la final latina es M, pero la
final romance es R, por la pérdida de la M y la E.

1. Las consonantes finales latina se pierden en español, salvo la S


y la L que se conservan y la R que pasa a interior.
Consonantes finales latinas > ↓ excepto S, L, R.
1.1. Labiales. La M latina se pierde desde muy temprano (las
gramáticas latinas mencionan que no se pronunciaba
cuando la palabra siguiente empezaba por vocal). En el
habla vulgar, la pérdida se hizo general.
-M > ↓
quindecim > quince
caballum > caballu > caballo
novem > nove > nueve
Excepciones:
Sólo se pronunciaba y sigue pronunciándose en
monosílabos para reforzar su debilidad fonética, convertida
en -N:
quem > quien (y por causa de éste: aliquem > alguien)
cum > con
tam > tan
quam > cuan
(Una excepción es jam > ya, que pierde su -M también en
los demás romances).
1.2. Dentales. Las dentales generalmente se pierden.
-T > ↓
caput > cabo
-D > ↓
ad > a
La N vacila, a veces se conserva, otra se pierde o pasa a
interior, en algunos casos convertida en R.
-N > ↑/↓ o pasa a interior > -R
in > en
non > no
homine > omine > omne > omre > hombre
-R > pasa a interior
inter > entre
piper > pebre
La -L se conserva, generalmente en los monosílabos o
pasa a interior.
-L > ↑ generalmente en monosílabos o pasa a interior
fel > hiel
mel > miel
In-simul > esp. ant. ensemble
La -S se conserva en casi todos los romances.
-S > ↑
minus > menos
Deus > Dios
1.3. Velares. La -C final se pierde.
-C > ↓
ad- illac > allá
nec > ni
sic > si
dic > di
NOTA
Las voces cultas conservan la -C: Isaac, Abimelec, Henoc.
2. Consonantes finales romances. Quedan constantemente finales
en romance las consonantes dentales y alveolares latinas no
agrupadas ni en latín, ni en romance y la fricativa C, por la
pérdida obligada de la -e final tras ellas, y a veces, por la pérdida
eventual de alguna -o.
2.1. La -T pasa a -D.
-T > d
caritate > caridad
lite > lid
rete > red
site > sed
NOTA
Esta -d procedente de -t se escribía frecuentemente como t
en la Edad Media, representando el ensordecimiento
propio de los sonidos finales.
La -D final romance suele perderse, pero se observan
grandes vacilaciones.
-D > ↑/↓
mercede > esp. ant. mercé > esp. mod. merced
Esta -d final prevaleció por influjo de multitud de
polisílabos abstractos acabados en -D, procedentes de
---ATE, -UTE, como bonitate, virtute, etc.
Los monosílabos no sufrían este influjo, y así en época
temprana encontramos: fide > fed, fet (Fuero Juzgo y
documentos asturianos); pede > pied (Berceo, Fuero de
Navarra); sede > sied (Berceo); prode > prod, prot (Fuero
Juzgo). Sin embargo, es raro encontrar la -D conservada,
lo corriente es que se pierda antes de la pérdida de la
vocal final: fee (Berceo); see (Fuero de León); proe (Libro
de Alexandre, documentos asturianos); el hiato se redujo
enseguida: fe, pie, pro, etc. que son las formas corrientes
en Castilla desde muy temprano. Los esdrújulos que
excepcionalmente perdieron la -d, perdieron la vocal
postónica antes que la final, sin que ésta más tarde
pudiera perderse a causa del grupo UD: lápide > labde >
laude: trípede > trebde > treude.
2.2. La -N final se conserva.
-N > ↑
pane > pan
ratione > razón
sartágine > sartaine > sarteine > sartén
2.3. La -L final se conserva.
-L > ↑
sale > sal
fidele > fiel
2.4. La -R se conserva.
-R > ↑
mare > mar
amare > amar
2.5. La -R y la -L se pueden disimilar.
r…r > r…l, l…r
árbore > árbol (en vez de *árbor)
robur > roble (en vez de *robre)
cárcer > cárcel (en vez de *cárcer)
l…l > l…r
locale > lugar (en vez de *lugal)
2.6. La -S se conserva y sus similares RS y NS, se asimilan y
simplifican en -s.
-S > ↑ -RS > ss > s -NS > ss > s
transverse > trassvesse > trasvés > través
reverse > revesse > revés
montense > montesse > montés
2.7. La -C (frente a vocal palatal) y Cyod, Tyod dan un sonido
interdental, grafía Z.
-C + e, i > z Cyod > ç > z Tyod > z
pace > pace > paz
solaciu > solaço > solaz
pretiu > prez
3. El español antiguo, en los siglos XII y XIII, admitía
accidentalmente finales otra porción de sonidos consonantes.
3.1. Dentales agrupadas.
-T, representando a un grupo latino
septem > siet
-NT o -ND
sant, mont, puent, dond, dont; segund o segunt; grand y
gran, cuend y cuen; Sant Fagund o San Fagún).
-RT
art, part, fuert
-ST
huest, est.
-LT o -LD
humilt, Bernald
3.2. Alveolares.
-SS
messem > mies junto a miesse
-C representando -SC hecha -Z
crescit > crez
fasce > faz y face
-LC
sálice > salze y saz
cálice > calce y caz
-RZ
ácere > arze y arz
-NC, hecho -NZ
alcanz, entonz
3.3. Labiales.
-P y -B hechas generalmente -B
princep
Lob Diez (nombre que sin apellido era comúnmente Lope)
-V hecha -F
nuef, nief, naf, alef, of.
-M generalmente hecha -N
com por: como; quen por: que me
3.4. Palatales
-Ch
noch, lech.
-X
buxu > boz
dixi > dix
-Ñ hecha -N
domnu > don
Lunge > Luen junto a Lueñe
desdén junto a desdeño
-LL hecha generalmente -L
mille > mill y mil
pelle > piel
elle > elle y él
calle y cal
valle y val
castillo y castil
cabello y cabel
3.5. Velares
-C
achac, duc, Anric
-NC
franc
-G
Diag López o Diac López
4. Con todas estas apócopes, el español de los siglos XII y XII se
asemejaba mucho al francés, pero en el siglo XIV ya se
generaliza la tendencia a mantener la -E final en los casos del
punto 3, de modo que, a partir del siglo XV, el español moderno
no conoce más consonantes finales que D, N, L, R, S, Z, no
agrupadas con consonante ni con semiconsonante. En cuanto a
los casos del punto 3, perdió la vocal tras las alveolares, que
vinieron a resultar simples, aunque antes hubiesen representado
un grupo. Nebrija escribe con -E final voces como messe, duce,
coce, hoce, hace, pece, etc., pero la lengua corriente y literaria
usa mies, coz, haz, pez, exceptuándose únicamente los
numerales doce y trece (ants. dodze y trezde) por razones
extrañas a la fonética.

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