Clase 07
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Clase 07
Como sabemos la micro y pequeña empresa (en adelante la MYPE) juega un papel
preeminente en el desarrollo social y económico de nuestro país, al ser la mayor fuente
generadora de empleo y un importante agente dinamizador del mercado. Ahora bien, en un
escenario donde la dificultad de acceso al empleo formal y la precariedad del mismo son
problemas serios y de larga data que requieren soluciones sui géneris y duraderas, resulta
necesario revisar, a la luz del marco constitucional, cuál es el rol del Estado en materia de
promoción de la MYPE.
Cabe señalar que la Ley Nº 30056 (02-07-2013), Ley que modifica diversas leyes para facilitar
la inversión, impulsar el desarrollo productivo y el crecimiento empresarial, en su artículo 10º,
modificó la denominación del “Texto Único Ordenado de la Ley de Promoción de la
Competitividad, Formalización y Desarrollo de la Micro y Pequeña Empresa y del Acceso al
Empleo Decente, Ley MYPE”, aprobado por Decreto Supremo Nº 007-2008-TR, por la
siguiente: “Texto Único Ordenado de la Ley de Impulso al Desarrollo Productivo y al
Crecimiento Empresarial”. Además, el artículo 11º de la citada Ley modificó los artículos 1º, 5º,
14º y 42º del Decreto Supremo Nº 007-2008-TR, referidos al objeto de la Ley, las
características de las micro, pequeñas y medianas empresas, la promoción de la iniciativa
privada y la naturaleza y permanencia en el RLE de la MYPE, respectivamente.
Posteriormente, de conformidad con la Novena Disposición Complementaria Final de la Ley Nº
30056, mediante el Decreto Supremo Nº 013-2013-PRODUCE (28-12-2013) se aprobó el
T.U.O. de la Ley de Impulso al Desarrollo Productivo y al Crecimiento Empresarial (en
adelante Ley MIPYME), el mismo que integra lo dispuesto en la Ley Nº 28015, Ley de
Promoción y Formalización de la Micro y Pequeña Empresa, el Decreto Legislativo Nº 1086 y
las Leyes Nº 29034, Nº 29566, Nº 29903 y Nº 30056 y, a la vez, deroga el Decreto Supremo
Nº 007-2008-TR (Ley MYPE).
El artículo 4º de la Ley MIPYME, que recoge el texto del artículo 4º de la Ley MYPE, establece
el concepto de la Micro y Pequeña Empresa. A la letra dice:
La Micro y Pequeña Empresa es la unidad económica constituida por una persona natural o
jurídica, bajo cualquier forma de organización o gestión empresarial contemplada en la
legislación vigente, que tiene como objeto desarrollar actividades de extracción,
transformación, producción, comercialización de bienes o prestación de servicios. (…)”. (El
sombreado es nuestro).
Por empresa, con una finalidad lucrativa” Entonces, puede ser persona natural con negocio,
también llamada empresa unipersonal, o una persona jurídica, como la EIRL, la sociedad civil,
la sociedad colectiva, la sociedad de responsabilidad limitada, la sociedad anónima, la
sociedad anónima abierta y la sociedad anónima cerrada, entre otros, pueden calificar como
una MYPE. Por el contrario, una persona natural sin negocio, una asociación, una fundación,
una institución pública, una institución religiosa, el gobierno nacional, regional o local, una
misión diplomática, un organismo internacional, un colegio profesional y un comité inscrito,
entre otros, no podrían calificar como una MYPE.
En este punto, debemos hacer notar que, conforme a lo dispuesto en la Tercera Disposición
Complementaria Transitoria de la Ley Nº 30056, recogida, a su vez, como la Segunda
Disposición Complementaria Transitoria de la Ley MIPYME, las empresas constituidas antes
de la entrada en vigencia de la Ley Nº 30056 se rigen por los requisitos de acogimiento al
régimen de las micro y pequeñas empresas regulados en el Decreto Legislativo Nº 1086. De
ahí que sea necesario referirnos a los requisitos de acogimiento al RLE de la MYPE regulados
en la Ley MYPE y en la Ley MIPYME, respectivamente.
Microempresa: Tenía de uno (1) hasta diez (10) trabajadores inclusive y un nivel de ventas
anuales no mayor a 150 UIT. En este sentido, no había variación –en relación con lo que
señalaba la Ley Nº 28015– en los límites para calificar como microempresa.
Pequeña Empresa: Tenía de uno (1) hasta cien (100) trabajadores inclusive y un nivel de
ventas anuales no mayor a 1700 UIT. Por ende, en comparación con lo que señalaba la Ley
Nº 28015, el número máximo de trabajadores subía de 50 a 100 y, además, en cuanto al
volumen de ventas, se eliminaba el límite inferior de 150 UIT y se elevaba el límite superior de
850 UIT a 1700 UIT.
Por su parte, el artículo 2º del Reglamento de la Ley MYPE especifica las reglas para el
cómputo del número de trabajadores, detalla qué se entiende por el nivel de ventas anuales
tratándose de contribuyentes comprendidos en el Régimen General del Impuesto a la Renta,
el RER y el Nuevo RUS, respectivamente y, asimismo, precisa que se entiende por conductor
de la microempresa a la persona natural que dirige una microempresa no constituida como
persona jurídica o que es titular de una microempresa constituida como una EIRL y que,
además, cuenta con, al menos, un trabajador. Dicho en otros términos, el conductor de la
microempresa es un “trabajador que da trabajo” en el marco de las empresas familiares de
subsistencia o “autoempleo”.
2.2.2. Según la Ley MIPYME (vigente a partir del 03-07-2013). Único factor de
categorización empresarial: el nivel de ventas anuales
El artículo 11º de la Ley Nº 30056 (02-07-2013) modifica el artículo 5º del Decreto Supremo Nº
007-2008-TR, quedando el artículo 5º de la Ley MIPYME redactado en los términos
siguientes:
Las micro, pequeñas y medianas empresas deben ubicarse en alguna de las siguientes
categorías empresariales, establecidas en función de sus niveles de ventas anuales:
Como es fácil advertir, la Ley Nº 30056 elimina el número máximo de trabajadores como
parámetro para calificar como una MYPE. El incluir esta variable incidía negativamente en el
mercado de trabajo. Por ello, su eliminación resulta acertada, pues fomentará el uso del factor
trabajo frente al factor capital.
Así las cosas, con la modificación realizada por la Ley Nº 30056, el nivel de ventas anuales
queda como el único factor de categorización empresarial. Además, la citada Ley establece
una nueva categoría empresarial, a saber: la mediana empresa. Pero, debemos acotar que el
RLE resulta aplicable a la MYPE, mas no a la mediana empresa.
Por su parte, el artículo 11º de la Ley Nº 30056 (02-07-2013) modifica el artículo 1º del
Decreto Supremo Nº 007-2008-TR, quedando el artículo 1º de la Ley MIPYME redactado en
los términos siguientes:
La presente ley tiene por objeto establecer el marco legal para la promoción de la
competitividad, formalización y el desarrollo de las micro, pequeñas
y medianas empresas (MIPYME), estableciendo políticas de alcance general y la creación de
instrumentos de apoyo y promoción; incentivando la inversión privada, la producción, el
acceso a los mercados internos y externos y otras políticas que impulsen el emprendimiento y
permitan la mejora de la organización empresarial junto con el crecimiento sostenido de estas
unidades económicas”. [El sombreado es nuestro]
Así pues, se amplía el objeto de la Ley, incluyendo a las medianas empresas como una nueva
categoría empresarial comprendida en el marco legal promotor.
Los instrumentos para alcanzar este objetivo van desde la simplificación de trámites y la
reducción de costos de trámites y procedimientos administrativos, la capacitación y asistencia
técnica, el acceso al financiamiento, a la investigación, innovación y servicios tecnológicos y a
los mercados y la información, hasta el establecimiento de un Régimen Laboral Especial
dirigido a la MYPE, y la concesión de una amnistía laboral y de seguridad social .
[2]
En virtud del artículo 16º de la Ley Nº 30056 (02-07-2013), recogido por el artículo 48º de la
Ley MIPYME, las empresas acogidas al régimen laboral de la microempresa establecido en el
Decreto Legislativo 1086, gozan de un tratamiento especial en la inspección del trabajo, en
materia de sanciones y de la fiscalización laboral, por el que ante la verificación de
infracciones laborales leves detectadas deben contar con un plazo de subsanación dentro del
procedimiento inspectivo y una actividad asesora que promueva la formalidad laboral. Este
tratamiento especial rige por tres (3) años, desde el acogimiento al régimen especial. No
resulta aplicable en caso de reiterancia ni a las obligaciones laborales sustantivas ni a
aquellas relativas a la protección de derechos fundamentales laborales.
Así pues, este acompañamiento laboral a la microempresa durante tres años desde su
inscripción en el REMYPE es una suerte de periodo de gracia en los difíciles primeros años,
que sirve para la adaptación de la microempresa.
Hasta aquí podemos concluir que el Estado reconociendo el rol de la MYPE ha dictado
normas para promover su creación, formalización y crecimiento sostenido. Sin embargo,
corresponde ver si tales normas son idóneas para atraer a la MYPE. A tal efecto, revisaremos
la legislación laboral para la MYPE y dos temas vinculados a este régimen laboral especial, a
saber: el REMYPE y el T-REGISTRO y la Planilla Electrónica – PLAME de la MYPE.
Conforme al artículo 50º de la Ley MIPYME, que recoge el artículo 41º de la Ley MYPE, se
crea el Régimen Laboral Especial dirigido a fomentar la formalización y desarrollo de la MYPE,
y mejorar las condiciones de “disfrute efectivo” de los derechos de naturaleza laboral de los
trabajadores de las mismas.
A su vez, el artículo 46º de la Ley MIPYME, cuyo texto es idéntico al del artículo 38º de la Ley
MYPE, puntualiza que la citada Ley se aplica a todos los trabajadores sujetos al régimen
laboral de la actividad privada, que presten servicios en las micro y pequeñas empresas, así
como a sus conductores y empleadores.
Por su parte, el artículo 60º de la Ley MIPYME, que recoge el artículo 54º de la Ley MYPE,
señala que para el caso de las microempresas que no se hayan constituido en personas
jurídicas en las que laboren parientes consanguíneos hasta el segundo grado o el cónyuge del
titular o propietario persona natural, es aplicable lo previsto en la Segunda Disposición
Complementaria de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral (LPCL), Decreto
Supremo Nº 003-97-TR (27-03-1997), que a la letra dice:
“Segunda.- Interprétase por vía auténtica, que la prestación de servicios de los parientes
consanguíneos hasta el segundo grado, para el titular o propietario persona natural, conduzca
o no el negocio personalmente, no genera relación laboral; salvo pacto en contrario.
Tampoco genera relación laboral, la prestación de servicios del cónyuge”. (El sombreado es
nuestro).
Es decir, se tienen dos situaciones claramente distintas. Por un lado, si los parientes
consanguíneos hasta el segundo grado (como por ejemplo: padre-hijo, abuelo-nieto o
hermanos) prestan servicios para el titular o propietario persona natural conduzca o no el
negocio personalmente, no se genera una relación laboral, salvo pacto en contrario, que
podría ser verbal o escrito. Por otro lado, tratándose de la prestación de servicios del cónyuge
del titular o propietario persona natural no se genera una relación laboral jamás ni cabe pacto
en contrario. Nótese, además, que la norma hace referencia a la prestación de servicios a
favor de una persona natural titular o propietaria de un negocio. Siendo así, en el caso de la
prestación de servicios para una persona jurídica, de cuyas acciones o participaciones es
propietario el pariente consanguíneo o el cónyuge, sí se generaría una relación laboral.[3]
Con relación a las exclusiones, conforme a lo previsto por el artículo 6º de la Ley MIPYME, de
texto idéntico al del artículo 40º de la Ley MYPE, en concordancia con el artículo 31º del
Reglamento, no están comprendidas en el RLE de la MYPE las empresas que, no obstante
cumplir con las características definidas en el artículo 5º de la Ley: (i) Constituyan un grupo
económico o vinculación económica que en conjunto no reúnan tales características, (ii)
Tengan vinculación económica con otras empresas o grupos económicos nacionales o
extranjeros que no cumplan con dichas características, (iii) Falseen información, (iv) Dividan
sus unidades empresariales, o (v) Se dediquen al rubro de bares, discotecas, juegos de azar y
afines. De este modo, las exclusiones buscan: desalentar las actividades consideradas no
convenientes, evitar la atomización empresarial, combatir el fraude y, asimismo, hacer que los
derechos de los trabajadores de las empresas que conforman un grupo económico sean los
del régimen laboral que les resulte aplicable en consideración al grupo económico en su
conjunto y no solo a la vista de una empresa del grupo aisladamente.
3.2. Microempresa
En virtud de los artículos 50º, 55º y 56º de la Ley MIPYME, cuyos textos son idénticos a los de
los artículos 41º, 46º y 47º de la Ley MYPE, la Microempresa —al igual que la Pequeña
Empresa— puede acogerse al RLE de la MYPE que comprende: remuneración, jornada de
trabajo de ocho (8) horas, horario de trabajo y trabajo en sobretiempo, descansos
remunerados (descanso semanal, descanso vacacional de 15 días y descanso por días
feriados) y protección contra el despido injustificado o arbitrario (10 remuneraciones diarias
por cada año completo de servicios con un máximo de 90 remuneraciones diarias). Sin
embargo, los trabajadores de la Microempresa —a diferencia de los de la Pequeña Empresa—
no tienen derecho a un S.C.T.R. ni a un Seguro de Vida a cargo de su empleador, cuando
corresponda, tampoco a los Derechos Colectivos, la Participación en las Utilidades, la C.T.S.
ni a las Gratificaciones de Fiestas Patrias y Navidad.
Según el artículo 64º de la Ley MIPYME, el mismo que recoge el artículo 57º de la Ley MYPE
con las modificaciones anotadas en pie de página, los trabajadores y conductores de la
Microempresa serán afiliados al Régimen Semicontributivo del Seguro Integral de Salud y
esta afiliación comprenderá a sus derechohabientes. Su costo será parcialmente subsidiado
por el Estado condicionado a la presentación anual del certificado de inscripción o
reinscripción vigente del REMYPE de la SUNAT, y a la relación de trabajadores, conductores y
sus derechohabientes. El empleador deberá efectuar un aporte mensual por cada trabajador
afiliado, equivalente a la mitad del aporte mensual total del Régimen Semicontributivo del SIS,
el que será complementado por un monto igual por parte del Estado, a fin de que el trabajador
y sus derechohabientes accedan al Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS).
Sin embargo, en virtud del artículo 39º del Reglamento, el microempresario puede optar por
afiliarse y afiliar a sus trabajadores como afiliados regulares del Régimen Contributivo de
ESSALUD, no subsidiado por el Estado, sin que ello afecte su permanencia en el régimen
laboral especial. En este caso, el microempresario asume el íntegro de la contribución
respectiva.
Antes de cerrar el tema del SIS, cabe agregar que el empresario que se incorpora al Nuevo
RUS y no tiene trabajadores a su cargo ni otro seguro de salud recibe el beneficio del “Seguro
Integral de Salud (SIS) Emprendedor”. Este seguro ofrece cobertura integral de salud para el
titular y sus derechohabientes sin ningún pago adicional al que hace por el Nuevo RUS.
Adviértase, sin embargo, que el “SIS Emprendedor” es distinto al “SIS Microempresas”. [13]
Conforme a lo dispuesto en el artículo 65º de la Ley MIPYME, que recoge el artículo 49º de la
Ley MYPE, los trabajadores y conductores de la Microempresa podrán (carácter voluntario)
afiliarse al SNP (ONP) o al SPP (AFP). Adicionalmente, según el artículo 66º de la Ley
MIPYME, que recoge el artículo 58º de la Ley MYPE modificado por el artículo 3º de la Ley Nº
29903, se crea el Sistema de Pensiones Sociales (SPS), de carácter “obligatorio”, para los
trabajadores y conductores de la Microempresa que no superen los cuarenta (40) años de
edad y que se encuentren bajo los alcances de la citada norma. Es de carácter “facultativo”
para los trabajadores y conductores que tengan más de cuarenta (40) años de edad, a la
fecha de entrada en vigencia de la citada Ley. Sólo podrán afiliarse al SPS los trabajadores y
conductores de la Microempresa. No están comprendidos en los alcances de esta norma los
trabajadores que se encuentren afiliados o sean beneficiarios de otro régimen previsional. El
aporte mensual de cada afiliado equivale a una tasa de aporte gradual hasta un máximo del
cuatro por ciento (4%) sobre la RMV (que asciende a S/.850 a partir del 01-05-2016) que se
establecerá mediante decreto supremo refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas,
teniendo en cuenta doce (12) aportaciones anuales. El afiliado puede elegir que sus aportes
sean administrados por una AFP o por la ONP, las que pueden determinar una comisión por la
administración de los aportes del afiliado. El aporte del Estado se efectuará a favor de los
afiliados que perciban una remuneración no mayor a 1.5 de la RMV y en ningún caso será
mayor a la suma equivalente de los aportes del afiliado.
Por su parte, la Quinta Disposición Complementaria Final del Reglamento de la Ley MYPE
establece que la afiliación y el pago de los aportes al SPS en la entidad administradora de las
cuentas individuales de los afiliados se iniciarán al mes siguiente en que la SBS autorice su
funcionamiento.
En virtud de los artículos 50º, 55º y 56º de la Ley MIPYME, cuyos textos son idénticos a los de
los artículos 41º, 46º y 47º de la Ley MYPE, la Pequeña Empresa —al igual que la
Microempresa— puede acogerse al RLE de la MYPE que comprende: remuneración, jornada
máxima de trabajo, horario de trabajo y trabajo en sobretiempo, descansos remunerados
(descanso semanal, descanso vacacional de 15 días y descanso por días feriados) y
protección contra el despido injustificado o arbitrario (20 remuneraciones diarias por cada año
completo de servicios con un máximo de 120 remuneraciones diarias). Además, los
trabajadores de la Pequeña Empresa —a diferencia de los de la Microempresa— sí tienen
derecho a un S.C.T.R. y un Seguro de Vida a cargo de su empleador, cuando corresponda,
así como también a los Derechos Colectivos, la Participación en las Utilidades, la C.T.S. (15
remuneraciones diarias por año completo de servicios, hasta alcanzar un máximo de 90
remuneraciones diarias) y a las Gratificaciones de Fiestas Patrias y Navidad (cada una
equivalente a media remuneración).
Según el segundo párrafo del artículo 63º de la Ley MIPYME, que recoge el segundo párrafo
del artículo 48º de la Ley MYPE, los trabajadores de la Pequeña Empresa serán asegurados
regulares de ESSALUD y el empleador aportará la tasa correspondiente de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 6º de la Ley Nº 26790, Ley de Modernización de la Seguridad Social
en Salud. En consecuencia, dichos trabajadores no podrán afiliarse al Régimen
Semicontributivo del SIS.
Conforme a lo dispuesto en el artículo 65º de la Ley MIPYME, que recoge el artículo 49º de la
Ley MYPE, los trabajadores de la Pequeña Empresa deberán obligatoriamente afiliarse al
SNP (ONP) o al SPP (AFP). Pero, estos trabajadores no podrán afiliarse al SPS que es de
carácter exclusivo para la Microempresa.
Enseguida, presentamos un cuadro comparativo que nos permite apreciar las diferencias
existentes entre los beneficios laborales de la microempresa y la pequeña empresa.
Remuneración
Con acuerdo del CNT podrá ser menor.
Normativa RLC.
Normativa RLC.
Descanso Vacacional 15 días calendario de descanso por cada año 15 días calendario de descanso por cada año completo de servici
completo de servicios.
Puede reducirse a 7 días, recibiendo la respectiva Puede reducirse a 7 días, recibiendo la respectiva compensación
compensación económica.
Despido Injustificado remuneraciones diarias. 20 remuneraciones diarias por cada año completo de servicios co
Participación en las
C.T.S. No les corresponde. 15 remuneraciones diarias por año completo de servicios, hasta a
Gratificaciones de Fiestas
Patrias y Navidad No les corresponde. El monto de las gratificaciones es equivalente a media remunerac
Aseguramiento en Salud Semicontributivo del SIS (SIS Microempresa). Los trabajadores serán (carácter obligatorio) asegurados obligato
En este marco, uno de los aspectos positivos del RLE de la MYPE es la incorporación de la
pequeña empresa. Recordemos que el régimen anterior —regulado por la Ley Nº 28015—
sólo comprendía a la microempresa. Otra de las notas distintivas del RLE de la MYPE
regulado por el Decreto Legislativo Nº 1086, vigente a partir del 01-10-2008, es su naturaleza
de permanente, en comparación con el régimen laboral especial de la microempresa creado
por la Ley Nº 28015 que era sólo temporal.
Ahora bien, el Régimen Laboral Especial de la MYPE también ha sido objeto de duras críticas.
En efecto, hay quienes sostienen que se puede terminar precarizando el empleo y, además,
consideran que resulta discriminatorio el establecer un régimen laboral especial con menores
derechos que los del régimen general, recortando así derechos básicos, bajo el pretexto de
ampliar la base vía la reducción de costos.
La Planilla Electrónica no debe ser entendida como una herramienta de fiscalización aislada,
sino que es necesario complementarla con otras medidas. En esta línea, el ex Ministro de
Trabajo Jorge Villasante, en diálogo con Gestión , reconoció que la información recabada a
[22]
través de la Planilla Electrónica les permite contar con una línea de base para establecer el
número de trabajadores por actividad económica, tamaño de empresa o ubicación geográfica
a fin de identificar los sectores más vulnerables. Además, puntualizó que para complementar
la Planilla Electrónica, es necesario poner en marcha herramientas adicionales como el uso de
la boleta digitalizada y la implementación del pago de las remuneraciones a través de las
entidades bancarias.
Veamos algunos temas que vinculan el T-REGISTRO y la Planilla Electrónica – PLAME con el
Régimen Laboral Especial de la MYPE.
Según la Cartilla de Instrucciones del T-REGISTRO para el Sector Privado (actualizada al 07-
02-2013), en la pregunta ¿Es una empresa inscrita en el REMYPE?, el aplicativo mostrará por
defecto la opción “NO”. Entonces, el declarante que se encuentre inscrito en el REMYPE,
deberá elegir la opción “SÍ”.
En cuanto al Régimen Laboral al que pertenece el trabajador, debemos elegir una de las dos
opciones de la Tabla 33 aplicables a los empleadores que señalaron encontrarse inscritos en
el REMYPE. Es decir, el tipo 16 (Microempresa D. Leg. 1086) o el tipo 17 (Pequeña Empresa
D. Leg. 1086).
Para terminar resta mencionar que conforme a la Tabla 22: Ingresos, Tributos y Descuentos,
las aportaciones de cargo del Empleador por concepto de Seguro Integral de Salud – SIS
tienen el código 0811.
6. A modo de conclusión
1) En principio, hay que subrayar que la MYPE juega un papel preeminente en el desarrollo
social y económico de nuestro país, al ser la mayor fuente generadora de empleo y un
importante agente dinamizador del mercado. Ahora bien, en un escenario donde la dificultad
de acceso al empleo formal y la precariedad del mismo son problemas serios y de larga data
que requieren soluciones sui géneris y duraderas, resulta necesario revisar, a la luz del marco
constitucional, cuál es el rol del Estado en materia de promoción de la MYPE.
2) Bien entendido que la legislación laboral es uno de los instrumentos de promoción del
empleo y de la MYPE que tiene el Estado, dentro del marco normativo promotor de la MYPE,
se ha establecido un régimen laboral especial para este sector económico, a fin de que los
sobrecostos laborales, los costos de transacción y la carga tributaria no frenen su
formalización y crecimiento. Por ende, este régimen, diseñado pensando en las características
y la realidad de la MYPE, presenta ventajas sustanciales en comparación con el régimen
laboral general.
3) Téngase en cuenta que las exclusiones del Régimen Laboral Especial de la MYPE buscan:
desalentar las actividades consideradas no convenientes, evitar la atomización empresarial,
combatir el fraude y, asimismo, hacer que los derechos de los trabajadores de las empresas
que conforman un grupo económico sean los del régimen laboral que les resulte aplicable en
consideración al grupo económico en su conjunto y no solo a la vista de una empresa del
grupo aisladamente.
4) Entre los aspectos positivos del Régimen Laboral Especial de la MYPE se ha destacado su
naturaleza de permanente así como la incorporación de la Pequeña Empresa. Empero, el
citado régimen también ha sido objeto de duras críticas por quienes sostienen que se puede
terminar precarizando el empleo y que resulta discriminatorio.
No cabe duda de que el tema de los regímenes laborales especiales es controvertido. Hay
posiciones encontradas entre quienes están a favor de los mismos por estar diseñados para
realidades distintas y quienes están en contra por considerarlos discriminatorios. Sobre el
particular, el Tribunal Constitucional ha reconocido que el establecimiento de regímenes
laborales especiales a favor de determinados sectores económicos, como el agro y la MYPE,
atendiendo a las características singulares del mercado de trabajo de estos segmentos, es
decir, a causas objetivas y justificadas, constituyen medidas legislativas diferenciadoras, pero
no discriminadoras, que buscan la promoción del empleo en dichos sectores económicos. Es
más, la propia Ley ha establecido candados para evitar que se termine desnaturalizando su
objetivo.