Conociendo A Mi Novio
Conociendo A Mi Novio
Conociendo A Mi Novio
Muchas personas hoy día profesan seguir/conocer a Cristo, sin embargo, tienen un
conocimiento superficial sobre Él, y lo peor “SE CONFORMAN CON ESO”.
Ilustración. (Lo que me pasó el 31).
“La forma mas fácil, práctica y quizás efectiva de conocer a Dios, es por medio de su palabra”
(Herazo, 2022).
Quiero darte cinco buenas razones para hallar tu vida en la Biblia por el resto de tu vida.
Antes de entrar en la Palabra de Dios, recuerda que convertirse en un conocedor de la Biblia
no se trata de ser más inteligente, o de mejorar tu currículum espiritual, o de intimidar a
otros con tu conocimiento. Se trata de ver a través de las páginas al Salvador que está del
otro lado. Jesús dice: “Ustedes examinan las Escrituras porque piensan tener en ellas la vida
eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio de Mí! Pero ustedes no quieren venir a Mí para
que tengan esa vida” (Jn. 5:39-40). Se trata de ver y deleitarse en Jesucristo a través de su
Palabra. No adoramos la tinta. Adoramos al Padre.
1. No puedes amar a Dios y no escucharlo
Cuando se le preguntó acerca del mandamiento más importante, Jesús respondió: “Amaras
al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande
y primer mandamiento” (Mt. 22:37-38). No puedes amarlo con todo tu corazón, alma, y
mente sin una alimentación consistente de las Escrituras.
Así como nuestro corazón debe ocuparse en atesorar a Dios plenamente, nuestra mente debe
estar igualmente comprometida en pensar en Dios correctamente. Los pensamientos
equivocados sobre Dios producen un amor equivocado hacia Dios. Como dice Jen Wilkin: “El
corazón no puede amar lo que la mente no conoce.”
El apóstol Pablo habitualmente relaciona nuestro amor por Dios y los demás con un
conocimiento cada vez mayor de Él. “Y esto pido en oración: que el amor de ustedes abunde
aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento, a fin de que escojan lo
mejor, para que sean puros e irreprensibles para el día de Cristo; llenos del fruto de justicia
que es por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios” (Fil. 1:9–11).
Solamente llegamos a amar a Dios más conociendo más de Él. Y aprendemos más acerca de
nuestro Dios, de sus atributos, su naturaleza, y sus promesas, al escuchar su Palabra.
2. Nuestra fe necesita de promesas para sobrevivir
Cuando Pablo trató de alentar a su hijo en la fe, Timoteo, mientras estaba pastoreando a la
iglesia en Éfeso, usó el arma más poderosa de su arsenal para hacerlo: el evangelio.
“Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero Suyo, sino
participa conmigo en las aflicciones por el evangelio, según el poder de Dios. El nos ha
salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según Su
propósito y según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad, y que ahora
ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien puso fin a la
muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio”, 2 Timoteo 1:8–10.
Comentando este pasaje, John Piper dice: “La cura para los cristianos débiles es una doctrina
de mayor peso”. La cura que Pablo provee para la tímida fe de Timoteo es la verdad en
abundancia. Y su cura es nuestra cura: sana doctrina revelada a nosotros en la Biblia. Observa
cómo crece tu confianza en Dios al anclarte a miles de sus promesas al escuchar su voz a
diario.
Observa cómo crece tu confianza en Dios al anclarte a miles de sus promesas al escuchar su
voz a diario.
3. Nos convertimos en lo que contemplamos
Una niña cierto dijo le dijo a sus padres: “Cuando sea grande, ¡quiero ser una cantante y una
mami!”. ¿Cómo obtuvo tal ambición? ¿Podría ser que los dos adultos con los que pasa la
mayor parte de su tiempo son un cantante y una madre? Aquí yace una verdad tan antigua
como la Biblia misma:
“Pero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria
del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por
el Señor, el Espíritu”, 2 Corintios 3:18.
Nos convertimos en lo que contemplamos. Mirar a Dios en su Palabra, por el poder de su
Espíritu, tiene un efecto transformador en nuestro corazón, mente, y vida. Con el tiempo,
aquellos que hacemos lo que David hacía y “ponemos al Señor continuamente delante de
nosotros”, encontraremos que los intereses de Dios se convierten en nuestros intereses (Sal.
16:8). Descubriremos que las cosas pecaminosas que antes amábamos repentinamente son
menos atractivas. Encontraremos la santidad comenzando a florecer en nuestras vidas.
Descubriremos que empezamos a parecernos más a Cristo. El medio para que te parezcas a
Cristo es la Palabra.
4. Encontrarás el gozo que deseas en la Palabra
Jesús pasa un capítulo y medio en el Evangelio de Juan instruyendo y exhortando a sus
discípulos. En medio de su sermón, dice: “Estas cosas les he hablado, para que Mi gozo esté
en ustedes, y su gozo sea perfecto” (Jn. 15:11). ¡Jesús les dice a sus discípulos que lo que les
está diciendo a ellos es para su gozo!
Cada palabra de Cristo está destinada para tu felicidad eterna. No hay nada que motive más
a una persona que su felicidad, y aquí la encontramos en blanco y negro. Tu felicidad eterna
está directamente ligada a lo que Jesús tiene que decirte.
Deberíamos aferrarnos a cada palabra. Y Él nos ha dado tantas palabras: palabras de
promesa para nuestro gozo, palabras de advertencia para nuestro gozo, palabras de aliento
para nuestro gozo. Palabras, palabras, y más palabras; todas para nuestro gozo en Él, para
siempre.
5. Hay trabajo por hacer
Pablo nos dice: “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado
para toda buena obra” (2 Ti. 3:16-17).
Muchos cristianos modernos (especialmente jóvenes) tienen un deseo de ir y hacer cosas
por Dios por encima de conocerle. Con tanta injusticia y desigualdad en el mundo, es difícil
para muchos de nosotros justificar el demorar una hora en más de cuarenta palabras que
escribió un autor muerto de hace dos mil años. Pero las palabras de Pablo no podrían ser
más claras: si queremos servir a Dios, debemos darle prioridad a la Palabra de Dios.
Las Escrituras nos revelan las prioridades y los valores de Dios. Nos muestran lo que rompe
su corazón y lo que le hace cantar. Nos muestran lo que está haciendo en el mundo, a través
de la historia, y hoy día en este momento.
La Biblia nos enseña que Dios ama a los olvidados y a los inadaptados. Nos muestra el valor
de pastorear a nuestras familias. Nos muestra la generosidad de otros cristianos (2 Co. 8:1-
7), y nos llama a ser generosos con lo que Dios nos da. La Biblia proclama la santidad de cada
vida humana y nos inspira a luchar por los que aun no han nacido. Ella declara que la
diferencia de raza no debe ser una barrera para la unidad de los cristianos, sino una hermosa
ocasión para ella. La Biblia nos equipa para toda buena obra.
6. Extra…(Para dar testimonio de Dios).
Pedro nos enseña en 1 Pedro 3:15 “En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida. Si
alguien les pregunta acerca de la esperanza que tienen como creyentes, estén siempre
preparados para dar una explicación;”.
Conclusión
“Hay oro aquí para nosotros si tan solo persistimos mientras leemos. Hay mucho más que
obtener que la comodidad ofrecida en un cristianismo superficial. Si quieres vivir para Cristo
y disfrutar de Él durante toda la vida y para siempre en la eternidad, sumérgete en este libro”.