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LA VISIÓN DE DIOS PARA MI


MINISTERIO

ALUMNO: FRANCISCO CAYEROS VALADEZ


CURSO: 507 INTRODUCCION AL MINISTERO
PROFESOR: ESTEBAN AUSTIN

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I. EVALUACIÓN DE EXPERIENCIAS PERSONALES

A. La primera sin duda fue cuando fui confrontado con Cristo y su palabra por medio
de un hermano (militar del ejército de Perú) cuando me encontraba en ese país
realizando una especialización. Antes de eso vivía bajo mis propios principios
morales, mismos que en mi egoísmo y orgullo llegue a flexibilizar, derivando en
consecuencias graves dentro de mi circulo familiar. Después de esa platica, una serie
de eventos generaron que internamente se despertara una verdadera sed y
necesidad de llenar con Dios el vacío que tenia dé tiempo atrás. El resultado:
aproximadamente 8 meses después estábamos mi esposa y yo doblando rodilla y
recibiendo a Cristo en nuestras vidas en una Iglesia de Cristo ubicada en un lugar
llamado: Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, México.

B. El otro evento que marco un parteaguas fue cuando decidí retirarme de la vida
militar para prepararme y servir a Dios de tiempo completo el resto de los años que
Él me conceda.

Antes de conocer y aceptar a Cristo, pensé desarrollarme por la mayor parte de mi


vida en esta profesión: Desde los 16 años ingrese al Ejercito Mexicano y por más de
30 años fui avanzando y ascendiendo dentro de los grados, llegando hasta la
jerarquía de Teniente Coronel.

Pero obviamente las prioridades cambiaron en la medida en que fui madurando y


dejándome ser transformado por Dios; si bien no deje de ser un soldado, sí cambie
mi lealtad, ahora tengo el gran honor de servir ha nuestro Señor de señores y Rey de
reyes, como un humilde e imperfecto soldado de Cristo.

C. Después de esto, Dios respondió a mi clamor por prepararme para ser un mejor
instrumento para su obra y puso en mi camino el encontrar vía internet información
de este Instituto Bíblico, el cual ha sido de gran bendición y por lo tanto altamente
provechoso para mí y para la Iglesia donde me congrego.

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II. EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO QUE TENGO ACERCA DEL MINISTERIO Y LA


IGLESIA

A. Durante mi servicio en las Fuerzas Armadas, llegue a fungir como instructor en


diferentes etapas, siendo una actividad que despertó en mi entusiasmo y pasión, ya
que era grato ayudar e impulsar a otros compañeros y subalternos a ser mejores
individuos no solo como militares, sino como personas.

B. Este antecedente aunado al sistema autodidacta de aprendizaje que se tiene dentro


de nuestras labores, me fue útil para aplicarlo en mi propio crecimiento cristiano,
aplicándome para estudiar mas formalmente la palabra de Dios, y poco tiempo
después de mi bautizo comencé a compartir con mis subalternos y compañeros y
superiores militares las buenas nuevas, generando la afluencia de varios de ellos con
sus familias a la Iglesia ubicada en Nuevo Casas Grandes.

C. En base a lo anterior tengo en claro y he venido ejercitando la enseñanza de la


palabra de Dios y la evangelización, tanto en mi entorno laboral y familiar, como
dentro de las Iglesias de Cristo que tuve la oportunidad de conocer, ello derivado de
los movimientos de residencia a que somos sujetos en mi profesión desde el año
2010 cuando me convertí al cristianismo y hasta el año 2019 en que me retire del
ejército.

D. A lo largo de estos años también estoy convencido que como miembros de la Iglesia
de Cristo, debemos organizarnos y prepararnos para adorar de la manera que Dios
se merece, edificarnos y madurar para llegar a ser responsables, efectivos y
eficientes para materializar la gran comisión y generar ministerios de benevolencia
que nos abran puertas para llevar frutos de todo nuestro entorno.

E. En este momento, Dios nos ha incorporado a una Iglesia que lleva pocos años de
conformada (3 años), en donde con la dirección de Dios y en conjunto con otros
hermanos comprometidos, hemos estado poniendo las bases, metas y propósitos a
corto, mediano y largo plazo, a fin de no repetir patrones que tristemente diferentes
congregaciones de la Iglesia de Cristo ubicadas en nuestro país, han perdido su
primer amor.

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III. EVALUACIÓN DE LOS DONES RECIBIDOS

A. Como lo mencione anteriormente, prácticamente desde mis primeras semanas


como cristiano, tuve la motivación para compartir las buenas nuevas entre el
personal bajo mi mando, compañeros y superiores, existiendo una respuesta
favorable de varios de ellos y sus familias. En este proceso formamos un buen
equipo con nuestro predicador, quien una vez llegaban las visitas se sincronizaba la
exposición de mensajes evangelísticos y clases para explicar aspectos básicos de la
doctrina.

B. Unos meses después se me dio la oportunidad para participar en la impartición de


ciertos temas y clases que generaron un buen impacto dentro de la congregación.

C. De una u otra forma a lo largo de este tiempo, Dios ha permitido que desarrolle y
me fortalezca en estos dos dones concedidos, estableciendo ante Dios diferentes
planes para aplicarlos en varios escenarios, que en su momento estoy seguro nos
hará saber cuales se llevarán a cabo.

IV. CUATRO PRINCIPIOS UTILIZADOS POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y EL


APÓSTOL PABLO

A. Tanto nuestro Señor Jesucristo, como el apóstol Pablo nos enseñaron que la
preparación previa al ejercicio de sus ministerios fue fundamental; algo que al
menos en mi país esta muy descuidado e incluso se llega a ver con recelo a quienes
toman en serio su llamado y deciden estudiar para pulir sus dones y talentos con el
objetivo de ser más eficientes en las tareas que Dios nos demanda. Considero los
pasajes siguientes:

• Lc. 2:46-47, 49, 52; Mt. 22:29

Desde temprana edad, nuestro Señor Jesús estaba enamorado, apasionado por
el estudio, comprensión y aplicación de la palabra de Dios en su vida, lo cual se
hace ver en los versículos referidos y en las confrontaciones que llego a tener
con fariseos, maestros y escribas de la Ley.

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• Dt. 17:19; Pr. 3:13, 15:14, 23:23; Sal. 111:10, 119:104

En diferentes libros del A.T., se deja ver la importancia fundamental de


incorporar este hábito a nuestra vida y sus favorables consecuencias.

• Hch. 17:10-11, 22.3; Ro. 15:4; 1 Ti. 3:6, 4:13; 2 Ti. 2:15;

El apóstol Pablo igualmente resalta esta virtud en todo aquel que pretende
seguir y servir a Cristo.

B. ¿Cómo se puede amar a otros, si el amor de Dios no esta en el corazón de los que lo
representan?; nuestro Señor y el apóstol Pablo lo expusieron o proyectaron en sus
propias vidas

• Mt. 17:5; Jn. 10:11, 14:31; 2 Co. 2:4, 12:15

C. El celo y la pasión son también requisitos indispensables

• Jn. 2:13-17, 9:4; Ro. 12:11; 2 Co. 11:1-11

D. Nunca trabajaron para obtener ganancias personales, ni inversiones terrenales, sino


que denotaron y se enfocaron en las celestiales.

• Mt. 8:20, 6:24, 16:26; 2 Co. 2:17; Fil. 3:8; 1 Ti 6:5-10

E. Nos mostraron la muerte, no como un final trágico, sino como un camino real,
excelso y lleno de esperanza, cuando la causa esta vinculada a cumplir los
propósitos de Dios.

• Mt. 16:24-25; Ro. 14:8; 1 Co. 15:51-54; Fil. 1:21

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