Castillo - Arbitraje Volumen 31
Castillo - Arbitraje Volumen 31
Castillo - Arbitraje Volumen 31
Arbitraje
Estudios de Arbitraje
Internacional (entre
la práctica arbitral y la
investigación científica)
Coordinador
Jorge Luis Collantes González
ISBN: 978-612-4293-19-1
Índice
Página
Prólogo 9
Es así que los lectores de esta obra, podrán encontrar en ella inte-
resantes trabajos que desarrollan distintos temas de importancia capital
dentro del arbitraje, como el análisis de instrumentos internacionales y
jurisprudencia, proveyendo de un gran aporte doctrinario en cuanto a
la institución arbitral y enriqueciendo el debate en torno a esta materia.
*
Mario Castillo Freyre, magíster y doctor en Derecho, abogado en ejercicio, socio
del Estudio que lleva su nombre; profesor principal de Obligaciones y Contratos
en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Miembro de Número de la Aca-
demia Peruana de Derecho. Director de las colecciones Biblioteca de Arbitraje y
Biblioteca de Derecho de su Estudio. www.castillofreyre.com.
La relevancia de las decisiones
arbitrales previas en el arbitraje internacional
*
Carlos de los Santos Lagos es Socio y Director del Departamento de Litigación y
Arbitraje de J&A Garrigues (España).
12 Biblioteca de Arbitraje
1. Introducción
Digesto 1.1.1.10
1
Digesto 1.1.1.10.
2
Grzegorczycz, C. Jurisprudence: phénomène judiciaire, science ou méthode (1985)
Archives de philosophie du droit, tomo 27, pp. 35, 36 y ss.; Gridel, J.P. Notions
fondamentales de droit et droit français. París, 1992, p. 241.
3
Carbonier, J. Droit Civil Introduction. París, 1999, p. 269; Cornu, G. Droit
Civil, Introduction. Les personnes. Les biens. París, 2003, p. 77.
Estudios de Arbitraje Internacional 13
Es obvio.
Sin ánimo de ser exhaustivo, basta con señalar que las decisiones
judiciales son dictadas por órganos públicos (los tribunales de justicia)
haciendo uso de la potestad jurisdiccional que le viene atribuida por el
ordenamiento jurídico que, además, atribuye un valor y función a la
jurisprudencia.
4
Como señala, Grzegorczycz, C., supra 2, p. 44, el término inglés «jurispruden-
ce» se refiere a la teoría general del Derecho o a la filosofía del Derecho.
5
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (www.rae.es) tiene tres
acepciones de la palabra «jurisprudencia». La primera acepción es la de «Ciencia
del Derecho». La segunda y tercera acepciones son las de «Conjunto de las sen-
tencias de los tribunales, y doctrina que contienen» y «Criterio sobre un problema
jurídico establecido por una pluralidad de sentencias concordes». A los efectos de
este trabajo, nos interesan estas dos últimas acepciones.
14 Biblioteca de Arbitraje
6
Conviene reseñar que en algunos lugares, el término jurisprudencia puede referir-
se a la autoridad de decisiones que provienen no sólo de los jueces, sino también
de otras autoridades que aplican el Derecho, tales como autoridades adminis-
trativas, por lo que puede entenderse por tal como «el cuerpo de decisiones de
los jueces y autoridades administrativas» (Le Roy, Y./M.B. Schoenenberger.
Introduction générale au droit suisse. Genève, 2002, p. 162).
Estudios de Arbitraje Internacional 15
1. Cuestiones generales
Tanto los sistemas de Derecho Civil como los de Common Law otorgan
un rol de extraordinaria relevancia a los criterios que van fijando las
decisiones de los tribunales de justicia.
7
Gilliard, F. La jurisprudence et la doctrine sont-elles des sources du Droit? Gilliard,
F., et al. (ed.), Recueil des travaux suisses présentées au IXe Congrès international de
droit comparé, 1976, 3, 6; Malinvaud, P. Introduction à l’étude du droit. París,
2005, p. 137.
16 Biblioteca de Arbitraje
2.1. Suiza
8
Glendon, M.A. et al. Comparative legal traditions. St. Paul Minn: West, 1985, p.
208.
9
Malinvaud, P., supra 7, p. 95; Carbonier J., supra 2, p. 276.
10
El artículo 1 del Código Civil suizo en su versión francesa establece lo siguiente:
«A. Application de la loi
1
La loi régit toutes les matières auxquelles se rapportent la lettre ou l’esprit de l’une de
ses dispositions.
2
A défaut d’une disposition légale applicable, le juge prononce selon le droit coutumier
et, à défaut d’une coutume, selon les règles qu’il établirait s’il avait à faire acte de lég-
islateur.
3
Il s’inspire des solutions consacrées par la doctrine et la jurisprudence».
Estudios de Arbitraje Internacional 17
El artículo 1.3 del Código Civil suizo en su versión alemana establece lo siguiente:
«n.3 Es folgt dabei bewährter Lehre und Überlieferung».
11
Dumoulin, J.F./G. Frossard. Les sources du droit, la documentation juridique et
l’informatique documentaire. Basilea/Frankfurt, 1992, p. 276.
12
Forstmoser, P. Einführung in das Recht. Berna, 2003, p. 376; Le Roy, Y./M.B.
Schoenenberger, supra 6, p. 376.
13
Forstmoser, P., supra 12, p. 392. Asimismo, el Tribunal Federal suizo ha estable-
cido que colmar una laguna implica la creación de una regla jurídica que toma en
consideración una apreciación global de los intereses desde una perspectiva global
abstracta, y con base en los hechos, la equidad y la predictibilidad del Derecho.
ATF SJ 2000 459, 462, 468: «Le comblement d’une lacune par le juge consiste en
la formation d’une règle de droit d’après une appréciation d’ensemble des intérêts du
point de vue général et abstrait sous l’angle des faits, de l’équité et de la sécurité ju-
ridique [...]. En outre, il faut observer le principe de l’unité de l’ordre juridique».
14
Sentencia del Tribunal Federal suizo (ATF) ATF 73 II 203; ATF 88 II 477; ATF
122 I 57, 59; ATF 126 I 81, 93; ATF 121 III 145; ATF 127 V 353, 355-357 y
Decisión de la Corte de Justicia de Ginebra, 16 de enero de 1987, SJ 1987 232,
235-236.
15
Forstmoser, P., supra 12, p. 411.
16
Vid. el artículo 1.3 del Código Civil suizo, empleando las palabras consacré and
bewährter, en su versión francesa y alemana, respectivamente. Para considerar con-
sagrada una jurisprudencia se debe valorar (i) la intensidad con la que el tribunal
ha resuelto el caso, esto es, el desarrollo con el que lo ha resuelto, (ii) la relevancia
de las afirmaciones (las discusiones jurídicas que se encuentren en un obiter dicta
18 Biblioteca de Arbitraje
bien, los jueces, siguiendo las decisiones previas, evitan que su auto-
ridad sea cuestionada de modo que los argumentos de las decisiones
judiciales suelen basarse en un precedente judicial.19
2.2. Francia
19
Le Roy, Y./M.B. Schoenenberger, supra 6, p. 171.
20
Glendon M.A. et al., supra 8, p. 209. Es ilustrativo sobre la fuerza vinculante
de las decisiones de la Corte de Casación el que P. Bellet dijera que el juez de ca-
sación sí es fuente del Derecho. Ante la problemática que tal afirmación pudiera
crear en un Estado como el francés en el que la separación de poderes es sagrada
y sólo el parlamento ostenta el poder legislativo, Bellet resolvió el problema de la
separación de poderes diciendo que el sistema ha evolucionado de un sistema de
separación de poderes a un sistema de cooperación de poderes porque el juez es un
paralegislador con un consentimiento tácito o expreso del Parlamento. Bellet, P.
Grandeur et servitudes de la Cour de cassation, (1980) 32 Rev. Int’l Droit Comp.
293, 297.
21
Cass. Req. 19 June 1929, DH 1929, 377.
22
Malinvaud, P., supra 7, p. 140.
23
Sobre la interacción de la jurisprudencia y la separación de poderes, vid., Prieur,
P. Jurisprudence et principe de séparation des pouvoirs, en Archives de philosophie du
droit, tomo 30, p. 117 (1985); Starck B. et al., supra 17, p. 300; Terré, F. Intro-
duction générale au droit. París, 1998, p. 240; Carbonier J., supra 2, p. 275.
20 Biblioteca de Arbitraje
24
Malinvaud, P., supra 7, p. 141; Terré, F., supra 293, p. 241.
25
Malinvaud, P., supra 7, p. 145.
26
Starck, B. et al., supra 17, p. 331.
27
Terré, F. lo denomina loi d’imitation, Terré, F., supra 23, p. 228; Malinvaud, P.,
supra 7, p. 145; Gilliard, F. La jurisprudence et la doctrine sont-elles des sources du
Droit? En Recueil des travaux suisses présentées au IXe Congrès international de droit
comparé, 3, 16, Gilliard, F. et al. (ed.), 1976.
28
Carbonier, J., supra 2, p. 275.
29
Malinvaud, P., supra 7, p. 145. La autoridad superior es representada por la Cor-
te de Casación decidiendo en pleno. La autoridad inferior se refiere a las decisio-
nes adoptadas en sala única. De otro lado, las decisiones de las cortes de apelación
son consideradas de menor autoridad y, entre las mismas, la doctrina considera
que la Corte de Apelación de París tiene una autoridad superior. Vid. Starck, B.
et al., supra 17, pp. 337 y 338. Carbonier, J., supra 2, p. 276.
Estudios de Arbitraje Internacional 21
2.3. España
30
Malinvaud, P., supra 7, pp. 141-143; Van de Kerchove, M., supra 17, p. 218.
René, D./C. Jauffret-Spinosi. Les grands systèmes de droit contemporains. París,
2002, p. 114; Saluden, M., supra 17, p. 195.
31
Terré, F., supra 23, p. 228. Patrick Morvan ha identificado cuatro tipos distintos
de cambios jurisprudenciales:
- Cambio autosatisfactorio: la Corte de Casación envía cada año un informe
anual al legislador. En ocasiones, la Corte aplica sus propias sugerencias emi-
tidas en esos informes cuando el legislador no les ha hecho caso.
- Cambio oportunista: cambios jurisprudenciales que no obedecen a razones
jurídicas sino a razones de oportunidad.
- Normas prospectivas: para limitar las consecuencias financieras que puede
tener la retroactividad de la jurisprudencia (la Corte de Casación francesa
sólo ha seguido esta estrategia en una ocasión (vid. Decisión de la Corte de
Casación, 1re., de 9 de febrero 1988)).
- Cambio retrospectivo para evitar discriminación bajo una nueva legislación
que no tiene efecto retroactivo el juez puede abandonar la interpretación de
acuerdo con la Antigua ley e interpretar ésta a la luz de la nueva norma (Se
han producido tales revocaciones en procedimientos colectivos. Vid. también,
Decisión en pleno de la Corte de Casación, de 9 de julio de 1982, 80-17.08).
32
Terré, F., supra 23, p. 248.
33
Se necesitan dos decisiones del Tribunal Supremo que adopten el mismo razona-
miento para que constituyan una autoridad vinculante. STS 17 de julio de 1996
22 Biblioteca de Arbitraje
- Deben resolver una cuestión con el mismo criterio que otra sen-
tencia (esto es, basta la aplicación de la misma doctrina, sin que
sea necesario que los casos que resuelvan sean idénticos).37
[R. n.° 5724], STS 23 de junio de 1990 [R. n.° 4888], STS 7 de marzo de 1996
[R. n.° 1881].
34
STS 22 de abril de 1987 (R. n.° 602/87) ha resaltado la reconocida autoridad de
la doctrina de las resoluciones de la D.G.R. y N., pero expresamente le niega su
carácter de jurisprudencia. En el mismo sentido, ver STS 15 de marzo de 1991
(R. n.° 509/91), STS 29 de enero de 1996 (R. n.° 298/96) y STS 2 de diciembre
de 1998 (R. n.° 287/99).
35
STS 14 de junio de 1991 (R. n.° 779/91).
36
Díez- Picazo y Gullón. Sistema de Derecho Civil. Madrid, 2001, p. 154.
37
STS 23 de junio de 1990 (R. n.° 863/90).
38
Albaladejo. Derecho Civil. Barcelona, 2000, tomo I, p. 135. Vid. también STS
17 de julio de 1996 (R. n.° 851/96).
Estudios de Arbitraje Internacional 23
2.4. Alemania
39
Albaladejo, supra 38, p. 135.
40
Lalaguna Domínguez, E. Artículos 1 a 7 del Código Civil. En Albaladejo,
M./S. Díez Alabart (Coord.). Comentarios al Código Civil y Compilaciones fora-
les. Madrid, 1992, sección VII, tomo I, pp. 31 y 32.
41
Calvo Vidal. La jurisprudencia, ¿fuente del Derecho? Valladolid, 1992, p. 313.
42
STS 14 de febrero de 1944.
43
STS 6 de diciembre de 1912.
44
De Ángel Yágüez, R. La doctrina del «levantamiento del velo», de la persona jurí-
dica en la reciente jurisprudencia. Madrid, 1990.
24 Biblioteca de Arbitraje
vinculante para los tribunales y las partes.45 Es más, una única sentencia
del Bundesgerichtshof puede constituir un precedente vinculante para
el resto de tribunales y autoridades administrativas.46
45
Larenz, K./M. Wolf. Allgemeiner Teil des Bürgerlichen Rechts. Munich, 2004, §3,
para. 43.
46
Larenz. Methodenlehre der Rechtswissenschaft. Berlín, 1991, pp. 366 y ss.; Schü-
tze, R. The Precedential Effect of Arbitration Decisions, (1994) 11 J. Int’l Arb. 69.
47
Berger, K.P. The International Arbitrators’ Application of Precedents, (1992) 9 J.
Int’l Arb. 5, 10.
48
De forma previa, cabe destacar que, en el Common Law, para referirse a las cuestiones
que sí tienen fuerza vinculante, esto es, que sientan precedente, los estadounidenses
utilizan el término holding y los ingleses, ratio decidendi del caso. Ambos contraponen
los respectivos conceptos con el obiter dictum del caso, que carece de dicha fuerza
vinculante.
Estudios de Arbitraje Internacional 25
54
Landes/Posner. Legal Precedent: A Theoretical and Empirical Analysis. 19 J. Law
& Econ. 249, 250 (1976), citado en Born, G.B., supra 53, p. 2956.
55
Cross, R./J.W. Harris. Precedent in English Law (Oxford: Clarendon Press),
1991, 4.ª ed., capítulo VI.
Estudios de Arbitraje Internacional 27
and has acknowledged that stare decisis concerns are at their acme
in cases involving property and contract rights.56
56
Sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos de América, State Oil Co. vs.
Khan, 522 U.S. 3, 1997 [«Abordamos la reconsideración de las decisiones de este
Tribunal con suma prudencia. La doctrina de stare decisis refleja un criterio según
el cual “en la mayoría de los casos es más importante establecer la norma aplicable
que establecerla correctamente”. Se trata del ‘proceder preferido porque promueve
el desarrollo imparcial, predecible y coherente de los principios jurídicos, fomenta
la confianza en las decisiones judiciales y contribuye a la integridad real y apa-
rente del proceso judicial’. Este Tribunal ha expresado su reticencia a apartarse
de decisiones que conllevan una interpretación de la ley, y ha reconocido que las
inquietudes en cuanto a la doctrina de stare decisis alcanzan su cénit en casos que
implican derechos contractuales y de propiedad»].
57
Sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos de América. Agostiniv. Felton,
521 U.S. 203, 1997.
58
Sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos de América. Patterson vs.
McLean Credit Union, 491 U.S. 164, 173-75, 1989.
59
Born, G.B. supra 53, pp. 2953, 2954, citando a Kempin, Precedent and Stare
Decisis; The Critical Years, 1800 to 1850, (1959) 3 Am. Legal Hist. 28, pp. 50-53
y Field, The Role of Stare Decisis in the Federal Court, 9 Fed. Cir. B.J. 203, 208
(1999-2000).
28 Biblioteca de Arbitraje
60
«By the constitution of this United Kingdom, the House of Lords is the Court of Appeal
in the last resort, and its decisions are authoritative and conclusive declarations of the
existing state of the law, and are binding upon itself sitting judicially, as much as upon
all inferior tribunals… [T]he doctrine on which the judgment of the House is found-
ed must be universally taken for law, and can only be altered by Act of Parliament»,
Attorney-General vs. Dean and Canons of Windsor (1860) 8 H.L.C. 369, 391-92
(Lord Campbell, LLC).
61
«La adhesión demasiado estricta al precedente puede derivar en una injusticia en
un determinado caso, así como en la restricción indebida del adecuado desarrollo
del Derecho».
62
Denning, A. The Discipline of Law 296 (1979) citado en Kaufmann-Kohler,
G. Arbitral Precedent: Dream, Necessity or Excuse?, (2007), 23 Arb. Int’l 356, 358.
[«Si nunca hacemos nada que no haya sido hecho ya, nunca llegaremos a ninguna
parte. El Derecho quedará paralizado, mientras el resto del mundo avanza: y ello
sería negativo para ambos»].
63
Maxim Nordenfelt Case [1894] A.C. (House of Lords), 535, 553.
Estudios de Arbitraje Internacional 29
Established rules of law not affirmed by the House [of Lords] but
treated for many decades as axiomatic in the ordinary dealings of
men and upheld by the Courts other than the House of Lords, which
even if not thought the best rule would not be upset by the House.64
4. Conclusión
64
Lord Wright, Precedents, 8 Cambridge L.J., 1943, pp. 118, 137. [«Principios
establecidos no confirmados por la House of Lords aunque considerados axiomas
durante décadas en los negocios ordinarios, y sostenidos por tribunales distintos
de la House of Lords, que aun no siendo considerados como los más adecuados, no
serían anulados por la House»].
65
Legarre, S./J. Rivera, supra 50, p. 116.
66
Con la excepción del Estado de Lousiana, de tradición civilista, donde rige en
el orden local la doctrina de la jurisprudencia constante, inspirada en el sistema
jurisprudencial francés.
67
Vid. las sentencias anteriormente citadas del Tribunal Supremo estadounidense:
Patterson vs. McLean Credit Union, 491 U.S. 164, 173-75, 1989; State Oil Co. vs.
Khan, 522 U.S. 3, 1997; Agostiniv. Felton, 521 U.S. 203, 1997.
30 Biblioteca de Arbitraje
Sin duda, podemos decir que es común a todo sistema jurídico que
los jueces, con mayor o menor intensidad, se vean obligados o persua-
didos a seguir los precedentes establecidos por sentencias anteriores y,
particularmente, los que provienen de las más altas instancias.
Parte II: El valor de los laudos arbitrales y los criterios que re-
sultan de ellos en el arbitraje
1. Cuestiones generales
68
Vid. Born, G., supra 53, p. 2970. Commission, J.P., supra 49, p. 134. Kaufmann-
Kohler, G., supra 62, p. 358. Schütze, R., supra 46, p. 69. Weidemaier,
W.M.C. Toward a theory of a precedent in arbitration (2010) 51 William and Mary
L. Rev., 1895, 1916.
32 Biblioteca de Arbitraje
Si los árbitros carecen de lex fori, si una de las características del arbitraje
es la caducidad de la función arbitral con la resolución del caso concreto
¿deben los árbitros atender a las soluciones alcanzadas por otros previa-
mente, sean tribunales de justicia o tribunales arbitrales?
69
Redfern, A. «International Commercial Arbitration: Winning the Battle». En
Private Investors Abroad. Dallas, 1989, pp. 11-12.
70
Berger, K.P., supra 47, p. 10.
Estudios de Arbitraje Internacional 33
disregard settled authority if there is “sufficient support” for doing so. These
formulations are incompatible with both the arbitrators’ obligation to apply
the law and the parties’ desire for predictability and certainty, evidenced
through their choice-of-law agreement and their decision not to arbitrate ex
aequo et bono […] parties select arbitrators to decide a single case in order
to obtain the most expert, best-suited and most attentive decision-maker,
to resolve their dispute in accordance with the law, including the law as
expressed in decided judicial authorities».71
71
Born, G., supra 53, p. 2963. [«No es aceptable que los árbitros vean su mandato
como similar a la aplicación de la ley o como la capacidad para ignorar doctrina
asentada si existe “suficiente apoyo” para hacerlo. Estas formulaciones son incom-
patibles con la obligación de los árbitros de aplicar la ley y el deseo de las partes de
disponer de predictibilidad y certitud, puestas de relieve a través de su selección
de la ley aplicable y su decisión de no acudir a un arbitraje ex a quo et bono. […]
las partes seleccionan a los árbitros para decidir un único caso con el objeto de
obtener el juzgador más experto, adecuado y atento, y así resolver su controversia
conforme a la ley, incluyendo la ley conforme a lo expresado por las autoridades
judiciales»].
34 Biblioteca de Arbitraje
72
Kaufmann-Kohler. «Is consistency a myth?». En Precedent in International Ar-
bitration (Gaillard, E. and Y. Banifatemi (eds.), 2008), p. 144.
73
[«La doctrina nos indica que la justicia únicamente existe como tal si es impartida
de forma coherente a efectos de resultar predecible. Igualmente, nos enseña que
los responsables de la toma de decisiones tienen la obligación (el hecho de que sea
Estudios de Arbitraje Internacional 35
Por todo ello, el mandato del árbitro debe abarcar no sólo la obli-
gación de atender la ley, sino también todos los materiales que contri-
buyan a esclarecer su aplicación e interpretación, entre ellos, los previos
laudos arbitrales.
77
Artículo 37.4 de la Ley n.° 60/2003, de Arbitraje.
78
Vid. Maniruzzaman, A., supra 75, p. 730.
38 Biblioteca de Arbitraje
Ahora bien, por mucho que haya quienes defiendan el valor de lau-
dos no publicados y por mucho que haya mayores iniciativas tendentes
a la publicación, la publicidad y accesibilidad de laudos no es compa-
rable con la publicidad y accesibilidad respecto de las sentencias de los
tribunales y, sin duda, por mucho que se diga lo contrario, es innegable
que la publicidad y accesibilidad son necesarias para asegurar que deci-
siones previas puedan servir de precedente de otras posteriores.83
79
En sentido contrario, Duprey, P., Do Arbitral Awards Constitute Precedents? Should
Commercial Arbitration be distinguished in this regard from Arbitration Based on
Investment Treaties? En Gaillard, E. (ed.) Towards a Uniform International Arbi-
tration Law? Berna, 2005, p. 257; Schütze, R., supra 46, p. 73.
80
Berger, K.P. International Economic Arbitration. La Haya/Boston: Kluwer Law
and Taxation Publishers, 1993, p. 522.
81
Vid. Decisión de la Corte de Apelación de París, 14 de febrero de 1989, Société
Ofer brothers vs. The Tokyo Marine and Fire insurance Co. Ltd. et al. RdA 1989, pp.
695-697.
82
Coe, J.J., Jr. International Commercial Arbitration: American Principles and Prac-
tice in a Global Context. Nueva York, 1997, p. 87. Carbonneau, T. Rendering
Arbitral Awards with Reasons: The Elaboration of a Common Law of International
transactions (1985) 23 Columbia J. Transnat’l L. 579, p. 800, incluyendo una
propuesta de organizar la jurisprudencia arbitral en torno a las principales insti-
tuciones arbitrales.
83
En el ámbito del arbitraje comercial, con frecuencia los laudos no son publica-
dos, aunque cada vez más aparecen publicados extractos de laudos o laudos en el
que los elementos que permiten identificar a las partes han sido eliminados. La
publicación es muchas veces sesgada con lo que dificulta la tarea de extrapolar el
razonamiento a casos similares. Por esta misma razón los árbitros suelen ser reti-
centes a utilizar casos anteriores si no disponen de una descripción detallada de
Estudios de Arbitraje Internacional 39
84
Vid. artículo 31(2) Ley Modelo UNCITRAL; artículo 37.4 Ley española de Ar-
bitraje; §52(4) Ley de Arbitraje de Inglaterra de 1996; artículo 1471 Código de
Procedimiento Civil francés; artículo 189 Ley suiza de Derecho Internacional
Privado; artículo 25.2 Reglamento CCI; artículo 32.3 Swiss Rules; artículo 26.1
Reglamento LCIA. En general, vid. Born, G.B. supra 53, pp. 2450-2459; Car-
bonneau, T., supra 82, p. 800; Weidemaier, W.M.C., supra 68, pp. 1895, 1916.
Estudios de Arbitraje Internacional 41
85
Vid. Commission, J.P., supra 49, p. 134.
86
Vid. Schütze, R., supra 46, p. 72.
42 Biblioteca de Arbitraje
De entrada, hay que pensar que una gran parte de las controversias
arbitrales están sometidas a una concreta ley y a pesar de, como vimos,
Maniruzzaman, A., supra 75, p. 693; Tovar Gil. Aplicación de la lex mercatoria
87
internacional por los árbitros. Lima Arbitration, 2007, n.º 2, p. 107; Kaufmann-
Kohler, G., supra 62, p. 364; Commission, J., supra 549, p. 135; Born, G.,
supra 53, pp. 2968, 2969.
Vid. también laudos del caso Pabalk Ticaret vs. Norsolor, International Legal Ma-
terials 1989, p. 360; caso CCI n.° 9875 (1990); caso LCIA (1995); caso CCI n.°
7115 (1995); caso CCI n.° 9875 (1996); caso n.° 8502 (1996), disponibles en la
página web de UNIDROIT www.unilex.info, citados en Tovar Gil, M.C., supra
87, pp. 116-118, notas 20, 22 y 24.
Estudios de Arbitraje Internacional 43
88
Kaufmann-Kohler, G., supra 62, p. 362; Maniruzzaman, A., supra 75, p. 80.
89
Por ello, algunos autores consideran que en cuanto a cuestiones de fondo se refiere
(particularmente en el ámbito del arbitraje comercial) no existe una verdadera juris-
prudencia arbitral. Otros consideran y entienden, por el contrario, que algunos laudos
sí han articulado algunos principios como las obligaciones de buena fe, el principio de
fuerza mayor, el deber de mitigar daños, y otras doctrinas que se citan frecuentemente,
pero que en muchos casos tienen que ver con los principios de la lex mercatoria (Car-
bonneau, T., supra 82, p. 589).
90
Ibidem.
91
Born, G.B. supra 53, p. 2966; Kaufmann-Kohler, G., supra 62, pp. 362 y ss.
44 Biblioteca de Arbitraje
92
Kaufmann-Kohler, G., supra 62, p. 357.
93
Commission, J.P., supra 49, p. 134.
94
Weidemaier, W.M.C., supra 68, p. 1934.
Estudios de Arbitraje Internacional 45
95
Ibid., pp. 365-368.
96
CAS n.° 97/176, laudo de 15 de enero de 1998, pár. 40. [«En el arbitraje no existe
la doctrina de stare decisis. Sin embargo, el panel arbitral estima que los laudos
del TAD constituyen un valioso cuerpo de jurisprudencia y pueden contribuir
a reforzar la predictibilidad en el ámbito del Derecho deportivo internacional.
Por tanto, aun no siendo vinculantes, anteriores decisiones del TAS pueden, y
deben ser objeto de una atenta consideración por posteriores paneles arbitrales del
referido tribunal, a efectos de contribuir a crear unas expectativas legítimas entre
deportistas y órganos deportivos»].
97
CAS n.° 2004/A/628, laudo de 28 de junio de 2004, pár. 70. [«En la jurispruden-
cia del TAS no existe ningún principio de precedente vinculante o stare decisis. No
obstante, cualquier panel arbitral del TAS intentará evidentemente, si las prue-
46 Biblioteca de Arbitraje
101
Ibid.
48 Biblioteca de Arbitraje
At the same time, [the Tribunal] is of the opinion that it must pay
due consideration to earlier decisions of International tribunals. It
believes that, subject to compelling contrary grounds, it has a duty
to adopt solutions established in a series of consistent cases. It also
believes that, subject to the specifics of a given treaty and of the
circumstances of the actual case, it has a duty to see to contribute to
the harmonious development of investment law and thereby to meet
the legitimate expectations of the community of States and investors
towards certainty of the rule of law.103
102
El Paso Energy International Co. vs. República de Argentina, ICSID ARB/03/15,
decisión sobre jurisdicción de 27 de julio de 2006, pár. 39. [«Los tribunales arbi-
trales del Ciadi son establecidos ad-hoc, caso por caso, en el marco del Convenio
de Washington, y a este Tribunal no le consta ninguna disposición, ni en el citado
Convenio, ni en el Tratado de Inversión Bilateral que imponga una obligación de
stare decisis. No obstante, no resulta descabellado suponer que los tribunales arbi-
trales internacionales, en particular, los creados con arreglo al régimen del Ciadi,
por lo general, tendrán en cuenta los precedentes establecidos por otros órganos de
arbitraje, especialmente, por otros tribunales internacionales. Este Tribunal seguirá
la misma línea, ante todo porque ambas partes, tanto en sus alegaciones por escrito
como en sus argumentos orales han invocado intensamente el precedente»].
103
Saipem, SPA vs. República Popular de Bangladesh, ICSID ARB/05/07, pár. 67.
[«Al mismo tiempo, el Tribunal es de la opinión de que ha de prestar la debi-
da consideración a anteriores decisiones de tribunales internacionales. Considera
que, con sujeción a argumentos convincentes en sentido contrario, tiene el deber
de adoptar soluciones establecidas en una serie de casos coherentes. Cree, asimis-
mo, que, con sujeción a cuestiones específicas de un determinado tratado y a las
circunstancias del caso de que se trate, tiene el deber de contribuir al desarrollo
armonioso del derecho de inversiones y, por tanto, de satisfacer las legítimas ex-
pectativas de la comunidad de Estados e inversores con respecto a la seguridad
jurídica»].
Estudios de Arbitraje Internacional 49
104
Vid. Kaufmann-Kohler, supra 62.
105
Kaufmann-Kohler, G., supra 62, pp. 362-363; Weidemayer, W., supra 68, pp.
1910, 1931.
50 Biblioteca de Arbitraje
The arbitration tribunal is not bound by the X award; nor are the
parties to these arbitration proceedings. There can be no issue of
estoppel. Nonetheless, it provides a helpful analysis of the common
factual background to this dispute. Accordingly, we have borne its
findings and conclusions in mind, whilst taking care to reach our
own conclusions on the materials submitted by these parties in these
proceedings.107
108
Vid. Luttrell, S. Bias Challenges in International Commercial Arbitration: The
Need for a «Real Danger» Test, Capítulo 6: Rules of Bias in the Lex Mercatoria.
Kluwer Law International, 2009, p. 188.
109
Born, G., supra 53, p. 2967.
110
Ibid., parafraseando el laudo parcial CCI n.° 4131. [«Las decisiones de estos tribu-
nales —refiriéndose a la jurisdicción respecto a los no signatarios— crea progresi-
vamente jurisprudencia que debe ser tenida en cuenta, ya que deriva conclusiones
de la realidad económica y es conforme con las necesidades del comercio inter-
nacional, respecto a las que el arbitraje internacional, debería formular, sucesiva-
mente, una respuesta»].
111
BP Exploration Co. Ltd. vs. Gov’t of the Libyan Arab Republic, laudo de 10 de oc-
tubre de 1973, V Y.B. Comm. Arb. 143; Texaco Overseas Petroleum Co. vs. Libyan
Arab Republic, laudo parcial de 27 de noviembre de 1975, (1979) IV Y.B. Comm.
Arb. 177; Elf Aquitaine Iran vs. Nat’l Iranian Oil Co., laudo preliminar de 14 de
52 Biblioteca de Arbitraje
enero de 1982, (1986) XI Y.B. Comm. Arb. 97, 102. Este principio se encuen-
tra recogido en muchas legislaciones: artículo 22.1 Ley española de Arbitraje n.°
60/2003; artículo 1447 del nuevo Código de Procedimiento Civil francés; artícu-
lo 1697 del Código Judicial Belga (Ley de 4 de julio de 1972).
112
Laudo en Caso CCI n.° 1526, (1974) 101 J.D.I. (Clunet) 915; laudo parcial en el
Caso CCI n.° 7929, (200) XXV Y.B. Comm. Arb. 312; Texaco Overseas Petroleum
Co. vs. Libyan Arab Republic, Preliminary Laudo (27 noviembre 1975), (1979)
IV Y.B. Comm. Arb. 177 y 179. En la actualidad, este principio se encuentra
incluido en la mayoría de las legislaciones nacionales arbitrales: artículo 1466 del
nuevo Código del Procedimiento Civil francés; Sección 30 del Acta de Arbitraje
de Inglaterra de 1996; artículo 186, Ley Federal suiza sobre Derecho Internacio-
nal Privado de 1987; artículo 1040 del ZPO Alemán (Ley de 22 de diciembre de
1997); artículo 1697(1) del Código Judicial belga (Ley de 4 de julio de 1972);
artículo 1052(1) del Código del Procedimiento Civil holandés (Ley de diciembre
de 1986); artículo 21(1) de la Ley portuguesa n.° 31/86 de agosto. 29, 1986 sobre
Arbitraje Voluntario; artículo 61 del Código tunecino de Arbitraje promulgado
por la Ley n.° 93-42 de 26 de abril de 1993; artículo 458 bis 7 del Código de
Procedimiento Civil de Argelia (Decreto Legislativo n.° 93-09 de 25 de abril de
1993); artículo 22.1 de la Ley española de Arbitraje n.° 60/2003.
113
Laudo Final en el caso CCI n.° 3572, (1989) XIV Y.B. Comm. Arb. 111, 115;
laudo parcial en el caso CCI n.° 4131, (1984) IX Y.B. Comm. Arb. 131, 133 et
seq.; laudo en el caso CCI n.° 4381 (1986) 113 J.D.I. (Clunet) 1102, 1103; laudo
parcial en el Caso n.° 4504 (1986) 113 J.D.I. (Clunet) 1118.
114
Este principio ha sido aplicado por los tribunales, incluso si la elección de las par-
tes es implícita. Vid. Laudo de 17 de febrero de 1984 en el Caso CCI n.° 4237, en
Sanders, P. (ed.), Yearbook Commercial Arbitration, 1985, vol. X, Kluwer Law
International 1985, pp. 52-60. [«Esto plantea la cuestión sobre cuál es la norma-
tiva aplicable. En la doctrina se discute que los árbitros internacionales deberían,
en la medida de lo posible, aplicar la lex mercatoria […] cada parte argumentó, de
forma rotunda, con base a la legislación nacional, i.e., de Siria y Gana/del Reino
Estudios de Arbitraje Internacional 53
bilaterales sobre inversión entre dos Estados prevalece en virtud de este principio.
Vid., en este sentido, Impreglio S.p.A. vs. Argentine Republic AS, caso Ciadi n.°
ARB/07/17, 21 de junio de 2011, A contribution by the ITA Board of Report-
ers. Kluwer Law International, 15 de octubre de 2011; Duke Energy Internation-
al Peru Investments n.° 1, Limited & others vs. Republic of Peru, caso Ciadi n.°
ARB/03/28, 1 de marzo de 2011, A contribution by the ITA Board of Reporters,
Kluwer Law International, 15 de julio de 2011; Alpha Projektholding GmbH vs.
Ukraine AS, caso Ciadi n.° ARB/07/16, 8 de noviembre de 2010, A contribution
by the ITA Board of Reporters, 15 de febrero de 2011, Kluwer Law International;
Sempra Energy International vs. Argentina, caso Ciadi n.° ARB/02/16, 29 de junio
de 2010, A contribution by the ITA Board of Reporters, 15 de octubre de 2011,
Kluwer Law International. El referido principio también se aplica en el sentido
de considerar el Energy Charter Treaty (Tratado de la Carta de la Energía) como
lex specialis. Vid. Ioannis Kardassopoulos & others vs. The Republic of Georgia, caso
ICSID n.° ARB/05/18 y ARB/07/15, 3 March 2010, A contribution by the ITA
Board of Reporters. Kluwer Law International, 15 de octubre de 2011.
118
Vid. Berger, K.P., supra 47, p. 302. Vid. En este sentido, Abrahim Rahman Gol-
shani vs. The Government of The Islamic Republic of Iran, Laudo en el caso CCI n.°
812 (546-812-3) de 2 de marzo de 1993, en Van Den Berg (ed.), Yearbook Com-
mercial Arbitration 1994, Kluwer Law International 1994, vol. XIX, pp. 421-434.
119
Vid. Tovar Gil, M.C., supra 87, caso Pabalk Ticaret vs. Norsolor, International
Legal Materials, 1989, p. 360. Este principio general que rige las relaciones con-
tractuales entre las partes tiene aplicaciones muy concretas en la jurisprudencia ar-
bitral. Por ejemplo, en el asunto Norsolor el tribunal arbitral declaró que la buena
fe era «uno de los principios que la inspiran» y relacionó este principio de buena
fe con el «principio general de responsabilidad» para derivar la responsabilidad de
la parte a cuyo comportamiento permitiría atribuir la ruptura del mandato. Vid.
laudo dictado en el caso CCI n.° 3131, el 26 de octubre de 1979, comentado en
el artículo de Goldman, B., Batalla judicial acerca de la lex mercatoria (El asunto
Norsolor), publicado con autorización de Revue d’Arbitrage, en el Diario La Ley,
Editorial La Ley, 1984, tomo 4, p. 1215.
Estudios de Arbitraje Internacional 55
120
En el asunto Norsolor citado en la nota anterior, el tribunal arbitral concluyó la
existencia de una obligación de reparar el perjuicio producido por la ruptura con-
tractual, el cual venía, a su vez, impuesto por la equidad. De este modo, debía ser
«en equidad» también, la manera en que se calcularía la cuantía de la reparación.
121
Vid. Berger, K.P., supra 47, p. 288. Vid. también Born, G., supra 53, p. 2967.
Cabe reseñar los estándares aplicables a la fuerza mayor establecidos por la ju-
risprudencia arbitral del Tribunal de Reclamaciones de Irán-Estados Unidos de
América, en la medida en que el argumento relativo a la fuerza mayor se ha plan-
teado de forma particularmente recurrente en este ámbito. Vid., en este sentido,
Gould Marketing, Inc. vs. Ministry of National Defense of Iran, Laudo n.° ITL
24-49-2, 3 Iran-U.S. Cl. Trib. Rep. 147, 152-53 (27 de julio de 1983); Starrett
Housing Corp. vs. Islamic Republic of Iran, Laudo n.° ITL 32-24-1, 4 Iran-U.S. Cl.
Trib. Rep. 122, 155 (19 de diciembre de 1983); Computer Sciences Corp. vs. Islam-
ic Republic of Iran, Laudo n.° 221-65-1, 10 Iran-U.S. Cl. Trib. Rep. 269, 289 (16
de abril de 1986), op. cit., 29, Brunetti, M., The Lex Mercatoria in Practice: The
Experience of the Iran-United States Claims Tribunal, Arbitration International,
Kluwer Law International 2002, vol. 18, issue 4, p. 357.
122
Vid. Berger, K.P., supra 47, p. 287.
123
Vid., en este sentido, Ultrasystems Inc. vs. Islamic Republic of Iran, Laudo n.° 27-
84-3, 2 Iran-U.S. Cl. Trib. Rep. 100, 111 (4 de marzo de 1983); Benjamin R. Isa-
iah vs. Bank Mellat, Laudo n.° 35-219-2, 2 Iran-U.S. Cl. Trib. Rep. 232, 236-37
(30 de marzo de 1983); Sea-Land Service, Inc. vs. Islamic Republic of Iran, Laudo
56 Biblioteca de Arbitraje
5. Conclusión
n.° 135-33-1, 6 Iran-U.S. Cl. Trib. Rep 149, 168-72 (22 de junio de 1984); Mor-
rison-Knudsen Pacific Ltd. vs. Ministry of Roads and Transportation, Laudo n.° 143-
127-3, 7 Iran-U.S. Cl. Trib. Rep. 54, 76 (13 de julio de 1984); DIC of Delaware,
Inc. vs. Tehran Redevelopment Corp., Laudo n.° 176-255-3, 8 Iran-U.S. Cl. Trib.
Rep. 144, 161-62 (26 de abril de 1985).
124
Vid. Berger, K.P., supra 47, p. 295. En referencia a la jurisprudencia arbitral del
Tribunal de Reclamaciones de Irán-Estados Unidos de América, se ha estableci-
do, en aplicación de este principio, que una parte no puede denegar la validez
de un contrato concluido en su nombre por otra si, mediante actos posteriores,
consiente a dicho contrato. Vid. Pomeroy Corp. vs. Islamic Republic of Iran, Laudo
n.° 51-41-3, 2 Iran-U.S. Cl. Trib. Rep. 391, 397 (8 de junio de 1983); RayGo
Wagner Equipment Co. vs. Star Line Iran Co., Laudo n.° 20-17-3, 1 Iran-U.S.
Cl. Trib. Rep. 411, 413-14 (15 de diciembre de 1982); Kimberly-Clark Corp. vs.
Bank Markazi Iran, Laudo n.° 46-57-2, 2 Iran-U.S. Cl. Trib. Rep. 334, 339 (25
de mayo de 1983).
125
En este sentido, denominar al conjunto de laudos arbitrales y criterios que resultan de
ellos como jurisprudencia arbitral puede conducir a equívocos.
Estudios de Arbitraje Internacional 57
Se vienen creando, por tanto, las condiciones para que los árbitros,
a la hora de dictar sus laudos, tomen en consideración lo que otros ár-
bitros (en casos similares) decidieron previamente.
1. Introducción
*
Profesora Agregada interina de Derecho internacional privado. Universidad de Barce-
lona(.)
1
El Gobierno argentino expropió el 51% del capital social de la empresa YPF-Rep-
sol propiedad de Repsol. Para ello el Gobierno argentino adoptó la Ley 26.741
sobre yacimientos petrolíferos fiscales, de 3 de mayo de 2010 (Boletín Oficial de la
República Argentina de 7 de mayo de 2012).
60 Biblioteca de Arbitraje
2
Desde el año 2001 el Ciadi ha resuelto 19 controversias en las que el Gobierno de
Argentina ha sido Estado inversor demandado. A fecha de 23 de mayo de 2013,
existen otros 25 casos pendientes ante el Ciadi en los que Argentina es parte de-
mandada. Los asuntos de los que conoce el Ciadi son accesibles en: http://icsid.
worldbank.org/ICSID/Index.jsp
Sobre el Ciadi véanse, entre la vasta literatura, Schreuer, CH. H. with L. Malin-
toppi, A. Reinisch, A. Sinclair, The ICSID Convention: A Commentary on the
Convention on the Settlement of Investment Disputes between States and Nationals
of Other States, Cambridge University Press, 2009, Second Edition; A. Broches,
«The Convention on the Settlement of Investment Disputes between States and
Nationals of other States», Recueil des Cours, 1972-II, tome 136, pp. 331-410; J.
A. Vives Chillida, El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones (Ciadi). Madrid: McGraw Hill, 1998; E. Fernández Masiá, Arbitraje
en inversiones extranjeras: el procedimiento arbitral en el Ciadi. Valencia: Tirant lo
Blanch, 2004; L. Migliorino, Gli accordi internazionali sugli investimenti, Mila-
no, Giuffrè Editore, 1989, pp. 186-230; R. Dolzer, M. Stevens, Bilateral Invest-
ment Treaties, Martinus Nijhoff Publishers, 1995, pp. 130-156; Sacerdoti, G.
«Bilateral treaties and multilateral instruments on investment protection». Recueil
des Cours, 1997, tome 269, pp. 436-454; García Rodríguez, I. La protección de
las inversiones exteriores, Valencia, Tirant lo Blanch, 2005, pp. 249-421; García
Rodríguez, I. «Pluralismo jurídico e inversión extranjera: las controversias entre
el inversor y el Estado receptor». Pacis Artes, Obra homenaje al profesor Julio D.
González Campos. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid-Eurolex Editorial,
2005, tomo ii, pp. 1568-1590; Laviec, J. P. Protection et promotion des investis-
sements, Etude de droit international économique, Paris, Presses Universitaires de
France, 1985, pp. 269-294.
3
En relación con los APPRI véanse, entre otros muchos, Dolzer, R. y M. Ste-
vens, op. cit.; G. Migliorino, op. cit.; G. Sacerdoti, op. cit., pp. 251-460; J. W.
Salacuse, «BIT by BIT: The Growth of Bilateral Investment Treaties and Their
Impact on Foreign Investment in Developing Countries», The International Law-
yer, 1990, Vol. 24, pp. 656-661; P. JUILLARD, «L’évolution des sources du droit
des investissements», Recueil des Cours, 1994, tome 250, pp. 106-117; I. GARCÍA
RODRÍGUEZ, La protección de las inversiones…, op. cit.; J. P. LAVIEC, op. cit.;
I. IRURETAGOIENA AGIRREZABALAGA, «Promoción y protección de las
inversiones españolas en el extranjero: los APPRI», Anuario Español de Derecho
Estudios de Arbitraje Internacional 61
Internacional Privado, 2002, t. II, pp. 151-182; G. GARRIGA, «Los Tratados Bi-
laterales de Inversión (TBIs)», Derecho internacional económico y de las inversiones
internacionales, Palestra Editores y Universitat Internacional de Catalunya, 2009,
pp. 277-331.
El catálogo de APPRI en vigor puede consultarse en el sitio internet de la Con-
ferencia de Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo (Unctad): http://www.
unctadxi.org/templates/DocSearch____779.aspx.
El estado actualizado de los APPRI celebrados por España es accesible en:
http://www.comercio.mityc.es/es-es/inversiones-exteriores/acuerdos-internacio-
nales/acuerdos-promocion-proteccion-reciproca-inversiones-appris/paginas/lis-
ta-appri-vigor.aspx.
4
El 9 de julio de 2012 se registró ante el Ciadi el segundo asunto contra el Reino
de España (Caso n.° ARB/12/17) cuya resolución está pendiente.
5
Septiembre de 2013.
6
Decisión del Tribunal sobre excepciones a la jurisdicción, del 25 de enero de 2000.
7
Laudo del 13 de noviembre de 2000.
8
Rectificación del laudo del 31 de enero del 2001.
62 Biblioteca de Arbitraje
Los hechos que dieron lugar a las referidas decisiones arbitrales fue-
ron los que sucintamente se exponen a continuación: con el propósito
de fabricar y distribuir productos químicos en la región de Galicia, en
1989 el Sr. Maffezini constituyó la sociedad Emilio Agustín Maffezi-
ni SA (Eamsa), sociedad anónima de conformidad con la legislación
societaria española, de la que suscribió un 70% de su capital social. El
30% restante fue suscrito por la Sociedad para el Desarrollo Industrial
de Galicia Sociedad Anónima (Sodiga). Se había incluido inicialmente
a un tercer socio nominal cuyas acciones fueron recompradas inmedia-
tamente por el Sr. Maffezini. Ahora bien, las relaciones contractuales
entre el Sr. Maffezini y Sodiga fueron más allá, puesto que, por un lado,
ambos formalizaron un contrato de recompra de las acciones de Sodiga
a favor del Sr. Maffezini, en el que se estipulaba una tasa de interés del
12%, que era inferior a la tasa actual del mercado, y reflejaba un acuer-
do preferencial y, por otro lado, Sodiga asumió el compromiso de otor-
gar un préstamo a Eamsa sometido a una tasa preferencial. Por último,
el Ministerio de Hacienda de España y la Xunta de Galicia aprobaron
diversas solicitudes de subvenciones presentadas por Eamsa.
9
Para una consulta más pormenorizada de los hechos de la diferencia véase el Lau-
do de 13 de noviembre de 2000, pp. 14-16.
Estudios de Arbitraje Internacional 63
10
Véase el Laudo de 13 de noviembre de 2000, p. 15.
11
Véase el Laudo de 13 de noviembre de 2000, p. 15.
64 Biblioteca de Arbitraje
13
Anuario de la Comisión de Derecho Internacional, 1978, volumen ii, Segunda
Parte, Naciones Unidas, Nueva York, 1979, p. 23 y pp. 31-33. Asimismo, en
el contexto de las inversiones extranjeras véase Unctad, Most-Favoured-Nation
Treatment, Unctad Series on Issues in International Investment Agreements ii,
New York and Geneve, 2010.
14
En relación con la cláusula de la NMF véanse, «Proyecto de artículos sobre la
cláusula de la NMF», Anuario de la Comisión de Derecho Internacional. Op. cit.;
Triggiani, E. Il trattamento della nazione più favorita, Napoli Jovene, 1984;
Forner Delaygua, J. J. La cláusula de la nación más favorecida: la excepción de las
uniones aduaneras, de las zonas de libre cambio y de las uniones económicas. Madrid:
Editorial Civitas, 1988; García Rodríguez, I. La protección de las inversiones...
Op. cit., pp. 236-248; Unctad, Most-Favoured-Nation Treatment, Unctad Series
on Issues on International InvestmentAgreements ii, United Nations, New York
and Geneva, 2010.
66 Biblioteca de Arbitraje
15
Sobre esta cuestión véanse, entre otros, garriga, G. «El ámbito de aplicación de
las cláusulas de la nación más favorecida de los tratados bilaterales de inversión
sometidos a la interpretación del Ciadi», Aldecoa Luzárraga, F. y F. Sobrino
Heredia (ed.). Migraciones y Desarrollo. II Jornadas Iberoamericanas de Estudios
Internacionales, Montevideo, 25, 26 y 27 de octubre de 2006. Madrid: Marcial Pons,
2007, pp. 567-579; Fernández Masiá, E. «Atribución de competencia a través de
la cláusula de la nación más favorecida: lecciones extraídas de la reciente práctica
arbitral internacional en materia de inversiones extranjeras». Revista Electrónica
de Estudios Internacionales, (www.reei.org), 2007, n.° 13; Pascual Vives, F. J. «El
arbitraje de inversiones en los recientes Appri españoles». Revista Electrónica de
Estudios Internacionales, (www.reei.org), 2009, n.° 17, pp. 23-29; Ben Hamida, W.
«Clause de la nation la plus favorisée et mécanismes de règlement des différends:
que dit l’histoire?». Journal du Droit International, Clunet, 2007, n.° 4, pp. 1127-
1162; Cohen Smutny, A. - L. A. Steven. «Chapter 15. The MFN Clause, What
are its Limits?», en Yannaca Small, K. Arbitration under International Investment
agreements, A guide to the Key Issues. Oxford University Press, 2010, pp. 362-381;
Vesel, S. «Clearing a Path Through a Tangled Jurisprudence: Most-Favored-Nation
Clauses and Dispute Settlement Provisions in Bilateral Investment Treaties». Yale
Journal of International Law, 2007, vol. 32, pp. 125-189; Teitelbaum, R. «Who’s
Afraid of Maffezini? Recent Developments in the Interpretation of Most Favored
Clauses». Journal of International Arbitration, 2005, vol. 22, pp. 225-238.
16
Con arreglo al apartado 2 del artículo iv del Appri España-Argentina: «En todas
las materias regidas por el presente Acuerdo, este tratamiento no será menos fa-
vorable que el otorgado por cada Parte a las inversiones realizadas en su territorio
por inversores de un tercer país».
Estudios de Arbitraje Internacional 67
19
Véanse, por ejemplo, Siemens vs. la República Argentina, Caso n.° ARB/02/8,
Decisión sobre jurisdicción, de 3 de agosto de 2004; Camuzzi International SA vs.
la República de Argentina, Caso n.° ARB/03/7, Decisión del Tribunal de Arbitraje
sobre Excepciones a la Jurisdicción, de 10 de junio de 2005; Gas Natural SDG
SA y la República de Argentina, Caso n.° ARB/03/10, Decisión del tribunal sobre
preguntas preliminares sobre jurisdicción, de 17 de junio de 2005; Suez, Sociedad
General de Aguas de Barcelona SA, Interaguas Servicios Integrales del Agua SA y
República Argentina, Caso n.° ARB/03/17, Decisión sobre jurisdicción, de 16
de mayo de 2006; Suez, Sociedad General de Aguas de Barcelona SA y Vivendi
Universal SA y la República Argentina, Caso n.° ARB/03/19, Decisión sobre
jurisdicción, de 3 de agosto de 2006; Impregilo SpA contra República Argentina,
Caso n.° ARB/07/17, Laudo, de 21 de junio de 2011; Hochtief AG y República
Argentina, Caso n.° ARB/07/31, Decisión sobre jurisdicción, de 24 de octubre
de 2011 y Teinver SA y República Argentina, Caso n.° ARB/09/1, Decisión sobre
jurisdicción, de 21 de diciembre de 2012.
20
Como muestra, véanse, Salini Costruttoti Spa y ItalsSpa vs. Jordania, Caso n.°
ARB/02/13, Decisión sobre jurisdicción, de 9 de noviembre de 2004; Plama
Consortium Limited y la República de Bulgaria, Caso n.° ARB/03/24, Decisión sobre
jurisdicción, de 8 de febrero de 2005; Telenor Mobile Communications AS vs. Repu-
blic of Hungary, Caso n.° ARB/04/15, Laudo de 13 de septiembre de 2006; Win-
terhall vs. República de Argentina, Caso n.° ARB/04/14, Laudo de 8 de diciembre
de 2008; Tza Yap Shum vs. República de Perú, Caso n.° ARB/07/6, Decisión sobre
Jurisdicción y Competencia, de 19 de junio de 2009 y Daimler Financial Services
AG y República de Argentina, Caso n.° ARB/05/1, Laudo de 22 de agosto de 2012.
21
Véase la nota anterior.
70 Biblioteca de Arbitraje
28
En relación con el acceso a la protección diplomática y su ejercicio en el ámbito de
las inversiones extranjeras, véanse, entre otros muchos, Vives Chillida, J. A. Op.
cit., pp. 1-5; Fernández Masiá, E. Arbitraje en inversiones extranjeras… Op. cit.,
pp. 17-18 y pp. 167-173; García Rodríguez, I. La protección de las inversiones…
Op. cit., pp. 290-296; Broches, A. «The Convention on the Settlement…».
Op. cit., pp. 371-380; Miaja de la Muela, A. «La cuestión del “ius standi” del
Gobierno belga en la sentencia de 5 de febrero de 1970». Revista Española de
Derecho Internacional, 1970, pp. 305-343; Stern, B. «La protection diplomatique
des investissements internationaux. De Barcelona Traction à Elettronica Sicula ou
les glissements progressifs de l’analyse». Journal du Droit International, Clunet,
1990, pp. 897-945.
29
Sobre la regla del previo agotamiento de los recursos internos en el contexto
del artículo 26 del Convenio de Washington véanse, entre otros, «Article 26»,
Schreuer, CH. H. with L. Malintoppi, A. Reinisch, A. Sinclair. The Icsid
Convention: A Commentary on the Convention on the Settlement of Investment
Disputes between States and Nationals of Other States, Cambridge University
Estudios de Arbitraje Internacional 73
el presente apartado tiene por objeto otro de los requisitos que el artícu-
lo 25 del Convenio de Washington exige para que el Ciadi pueda ejercer
su jurisdicción: la legitimación procesal del demandante, en nuestro
caso, el señor Maffezini.
32
Véase la Decisión del Tribunal sobre excepciones a la jurisdicción, del 25 de enero
del 2000, apartado 65, p. 28.
Estudios de Arbitraje Internacional 75
33
Con arreglo al artículo I.1 del Appri España-Argentina: «A los fines del presente
Acuerdo, el término “inversores” designa: a) las personas físicas que tengan su do-
micilio en una de las Partes y la nacionalidad de esa Parte, de conformidad con los
acuerdos vigentes entre los dos países; b) las personas jurídicas, incluidas compa-
ñías, sociedades mercantiles y otras organizaciones que se encuentren constituidas
según el derecho de esa Parte y tengan su sede en el territorio de esa misma Parte».
34
De conformidad con el primer inciso del artículo I.2 del Appri España-Argentina: «El
término “inversiones” designa todo tipo de haberes, tales como bienes y derechos de
toda naturaleza, adquiridos o efectuados de acuerdo con la legislación del país recep-
tor de la inversión y en particular, aunque no exclusivamente, los siguientes: acciones
y otras formas de participación en sociedades».
76 Biblioteca de Arbitraje
35
Véase la Decisión del Tribunal sobre excepciones a la jurisdicción, del 25 de enero
de 2000, apartado 70, pp. 28-29.
Estudios de Arbitraje Internacional 77
36
Sobre la cláusula de control extranjero véanse, entre otros, Laviec, J. P. Op. cit.,
pp. 43-48; Sacerdoti, G. Op. cit., pp. 310-315; García Rodríguez, I. La protec-
ción de las inversiones... Op. cit., pp. 148-150; Iruretagoiena Agirrezabalaga,
I. «Promoción y protección...». Op. cit., pp. 158-159; Iruretagoiena Agirreza-
balaga, I. «El arbitraje del sistema Ciadi» en este mismo volumen; Fernández
Masiá, E. Arbitraje en inversiones extranjeras… Op. cit., pp. 96-110; Sinclair,
A. C. «Chapter 5. Icsid’s Nationality Requirements». En Grierson Weiler, T.
J. (editor). Investment Treaty Arbitration and International Law. JurisNet, LLC,
2008, vol. 1, pp. 106-116.
37
Véanse, Díez-Hochleitner, J. y C. Izquierdo. «Las inversiones a través de so-
ciedades locales en los APPRIS celebrados por España con países latinoamerica-
nos». Revista Electrónica de Estudios Internacionales, (www.reei.org), 2003, n.° 7 y
«Article 25», Schreuer, Ch. H. with L. Malintoppi, A. Reinisch, A. Sinclair.
The Icsid Convention... Op. cit., p. 126.
78 Biblioteca de Arbitraje
39
Véase la Decisión del Tribunal sobre excepciones a la jurisdicción, del 25 de enero
de 2000, apartado 75, p. 30.
80 Biblioteca de Arbitraje
40
Véase la Decisión del Tribunal sobre excepciones a la jurisdicción, de 25 de enero
de 2000, apartado 83, p. 33 y el Laudo del 13 de noviembre de 2000, apartados
46-50, pp. 16-18.
41
Véase la Decisión del Tribunal sobre excepciones a la jurisdicción, del 25 de enero
de 2000, apartados 84-89, pp. 34-35.
42
Véase la Decisión del Tribunal sobre excepciones a la jurisdicción, del 25 de enero
de 2000, apartado 86, p. 34.
43
Véase el Laudo del 13 de noviembre de 2000, apartado 52, p. 19.
Estudios de Arbitraje Internacional 81
44
Véase supra último párrafo del apartado 2 del presente trabajo titulado «Los
hechos de la controversia».
45
Por lo que se refiere a la ley aplicable al fondo de la controversia por los tribu-
nales arbitrales del Ciadi véanse, entre otros, «Article 42», Schreuer, Ch. with
L. Malintoppi, A. Reinisch, A. Sinclair. The Icsid Convention... Op. cit., pp.
545-639; Banifatem, Y. «The Law Applicable in Investment Treaty Arbitration».
En Yannaca Small, K. Arbitration under International Investment agreements, A
guide to the Key Issues, Oxford University Press, 2010, pp. 191-200; Fernández
Masiá, E. Arbitraje en inversiones extranjeras… Op. cit., pp. 230-287.
82 Biblioteca de Arbitraje
46
En este sentido, Fernández Masiá sostiene que cuando la jurisdicción del tribunal
arbitral del Ciadi deriva de una oferta de consentimiento por la parte estatal plas-
mada en un Appri que, a su vez, es aceptada por el inversor mediante el acto de
iniciar el procedimiento arbitral, en tales casos la referida aceptación del inversor
supone igualmente una elección de las normas jurídicas, contenidas en el Appri,
que habrán de resolver la diferencia. «Por consiguiente, la cláusula de derecho
aplicable contemplada en tales TPPI ha de considerarse como una cláusula de
elección de derecho por las partes que habrá de tomarse en consideración obliga-
toriamente por parte del tribunal del Centro». Fernández Masiá, E. Arbitraje en
inversiones extranjeras… Op. cit., pp. 249-250.
47
Con arreglo al artículo X.5 del Appri España-Argentina: «El tribunal arbitral deci-
dirá sobre la base del presente tratado y, en su caso, sobre la base de otros tratados
vigentes entre las Partes, del derecho interno de la Parte en cuyo territorio se reali-
zó la inversión, incluyendo sus normas de derecho internacional privado, y de los
principios generales del derecho internacional».
Estudios de Arbitraje Internacional 83
48
Véase el Laudo del 13 de noviembre de 2000, apartado 65, p. 23.
49
Véase el Laudo del 13 de noviembre de 2000, apartado 66, p. 23.
84 Biblioteca de Arbitraje
4. Consideraciones finales
50
Véase el Laudo del 13 de noviembre de 2000, apartado 71, p. 25.
51
Véase el Laudo del 13 de noviembre de 2000, apartado 79, p. 28.
Estudios de Arbitraje Internacional 85
Jaime N. Gallego*
1. Introducción
2
Carga de los Casos del Ciadi - Estadísticas (Edición 2013-1), disponible en
https://icsid.worldbank.org/ICSID/FrontServlet?requestType=ICSIDDoc-
RH&actionVal=CaseLoadStatistics.
3
Paulsson, J. «Arbitration without Privity». Icsid Review, Fall 1995, vol. 10, n.° 2.
4
Para acceder a un gran elenco de laudos, ver por ej. http://italaw.com/ o https://
icsid.worldbank.org/ICSID/FrontServlet?requestType=CasesRH&actionVal=S-
howHome&pageName=Cases_Home. Las Reglas Ciadi sólo permiten la publi-
cación de los laudos si existe el consentimiento de ambas partes «aunque el Centro
deberá incluir prontamente en sus publicaciones extractos del razonamiento jurí-
dico del Tribunal». (Regla n.° 48).
Estudios de Arbitraje Internacional 89
Para responder a ello, el capítulo que sigue (ii) describe los comien-
zos, evolución y expansión del sistema arbitral Ciadi, seguido (iii) por
un recuento de las principales críticas al sistema y por otro lado las me-
didas más extremas tomadas por ciertos países rechazando el sistema,
para luego diagnosticar (iv) si el Ciadi padece efectivamente una crisis.
5
Sornarajah, M. «Theory of Internationalisation of Foreign Contracts». The Set-
tlement of Foreign Investment Disputes. La Haya: Kluwer Law International, 2000,
pp. 223-278.
90 Biblioteca de Arbitraje
6
Informe de las Naciones Unidas 1960 (n.° 14) 80-81, citado en Parra, A. The
History of ICSID, OUP, 2012, p. 17.
7
Convention on the Settlement of Investment Disputes Between States and Na-
tionals of Other States: Documents Concerning the Origin and the Formulation
of the Convention, pt. 1, 2 International Center for Settlement of Investment Dis-
putes, 1968, p. 80.
Estudios de Arbitraje Internacional 91
8
García, C. G. «All the Other Dirty Little Secrets: Investment Treaties, Latin
America, and the Necessary Evil of Investor-State Arbitration», 16 Fla. J. Interna-
tional L. 301, 314, 2004.
9
Convenio Ciadi, artículo 27(1) («Ningún Estado Contratante concederá protec-
ción diplomática ni promoverá reclamación internacional respecto de cualquier
diferencia que uno de sus nacionales y otro Estado Contratante hayan consentido
en someter o hayan sometido a arbitraje conforme a este Convenio, salvo que este
último Estado Contratante no haya acatado el laudo dictado en tal diferencia o
haya dejado de cumplirlo»).
10
Convenio Ciadi, artículo 26 («Salvo estipulación en contrario, el consentimiento
de las partes al procedimiento de arbitraje conforme a este Convenio se considera-
rá como consentimiento a dicho arbitraje con exclusión de cualquier otro recurso.
Un Estado Contratante podrá exigir el agotamiento previo de sus vías adminis-
trativas o judiciales, como condición a su consentimiento al arbitraje conforme a
este Convenio»).
11
Convenio Ciadi, artículo 54 (1) («Todo Estado Contratante reconocerá al lau-
do dictado conforme a este Convenio carácter obligatorio y hará ejecutar dentro
de sus territorios las obligaciones pecuniarias impuestas por el laudo como si se
tratare de una sentencia firme dictada por un tribunal existente en dicho Estado.
El Estado Contratante que se rija por una constitución federal podrá hacer que
se ejecuten los laudos a través de sus tribunales federales y podrá disponer que
dichos tribunales reconozcan al laudo la misma eficacia que a las sentencias firmes
dictadas por los tribunales de cualquiera de los estados que lo integran»).
92 Biblioteca de Arbitraje
12
Lowenfeld, A. «The Icsid Convention: Origins and Transformation», 38 Ga. J.
Int’l & Comp. L. 47, 50, 2009, p. 52.
Estudios de Arbitraje Internacional 93
Estas dos vías de acceso sólo dan raíz a once demandas en los pri-
meros quince años desde que entra en vigor el Convenio Ciadi, sólo seis
de las cuales resultaron en un laudo final.13
13
Lowenfeld, A. «The Icsid Convention: Origins and Transformation». 38 Ga. J.
Int’l & Comp. L. 47, 50, 2009, p. 55.
14
Como el Tratado entre los Estados Unidos de América y el Sultanato de Omán
para el establecimiento de una zona de libre comercio de 2006 (Omán-EE.UU
TLC), el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroaméri-
ca y Estados Unidos de América de 2004 (DR-Cafta), Tratado de Libre Comercio
de América del Norte de 1994 (Tlcan), Tratado sobre la Carta de la Energía de
1991 (TCE) y Tratado Asean para la Promoción y Protección de Inversiones de
1987.
15
Lowenfeld, A. «The Icsid Convention: Origins and Transformation». 38 Ga. J.
Int’l & Comp. L. 47, 50, 2009, pp. 59-65.
16
Kahale, G., iii. «Is Investor-State Arbitration Broken». Transnational Dispute
Management, October 2012, p. 20 y la nota 47.
17
World Investment Report 2012: Towards a New Generation of Investment Poli-
cies, Unctad, p. 84, disponible en http://www.unctad-docs.org/files/UNCTAD-
WIR2012-Full-en.pdf.
18
Vandevelde, K. J. Bilateral Investment Treaties, History, Policy and Interpretation,
OUP (2010), pp. 64 y 74.
94 Biblioteca de Arbitraje
del Appri aplicable. Se puede decir sin embargo, como ya hemos avan-
zado, que en general éstos contienen un elenco de obligaciones sustan-
ciales (pudiendo ser muy amplias, como es la obligación de acordar un
trato «justo y equitativo» al inversor) que en su esencia siguen los es-
tándares que no había sido posible aprobar como convenio multilateral
de la OCDE sobre la protección de bienes extranjeros en los años 60.19
Por otro lado, el cumplimiento de esas obligaciones se ve a menudo
(aunque no siempre) respaldada por una oferta abierta al inversor de
llevar una controversia relativa al cumplimiento de esas obligaciones
ante un tribunal arbitral. Los Appri en muchos casos especifican que la
controversia se someterá a arbitraje ante el Ciadi, u otra institución o re-
glamento. Estos dos factores abren a muchos inversores extranjeros una
vía directa de reclamo ante los Estados receptores, lo cual ha resultado
en un incremento exponencial de los casos sometidos al Ciadi.
19
Ver el borrador de Convenio de 1962 en http://www.oecd.org/investment/inter-
nationalinvestmentagreements/39286571.pdf.
20
Broches, A. «Bilateral Investment Protection Treaties and Arbitration of Invest-
ment Disputes». Selected Essays: World Bank, Icsid, and Other Subjects of Public and
Private International Law (1995), p. 457. (traducción del autor).
Estudios de Arbitraje Internacional 95
21
Lowenfeld, A. «The Icsid Convention: Origins and Transformation». 38 Ga. J.
Int’l & Comp. L. 47, 50, 2009, p. 55.
22
Carga de Casos del Ciadi - Estadísticas (Edición 2013-1), p. 8, https://icsid.wor-
ldbank.org/ICSID/FrontServlet?requestType=ICSIDDocRH&actionVal=Case-
LoadStatistics
23
Cargo de Casos del Ciadi - Estadísticas (Edición 2013-1), p. 8, https://icsid.wor-
ldbank.org/ICSID/FrontServlet?requestType=ICSIDDocRH&actionVal=Case-
LoadStatistics
96 Biblioteca de Arbitraje
del sistema arbitral Ciadi genera una tensión entre la inaplicabilidad del
principio de una jurisprudencia vinculante (stare decisis) y la necesidad
de promover el desarrollo armonioso del derecho de inversión para satis-
facer las expectativas legítimas de la comunidad de Estados e inversores.
24
Webb Yackee, J. «How much do U.S. corporations know (and care) about bila-
teral investment treaties? Some hints from new survey evidence». Columbia FDI
Perspectives, Perspectives on topical foreign direct investment issues by the Vale Co-
lumbia Center on Sustainable International Investment n.° 31, 23 November 2010.
25
Unctad, The Role of International Investment Agreements in Attracting Foreign Di-
rect Investment to Developing Countries, Unctad Series on International Invest-
ment Policies for Development, (2009).
26
Webb Yackee, J. «How much do U.S. corporations know (and care) about bilateral
investment treaties? Some hints from new survey evidence». Columbia FDI Perspec-
tives, Perspectives on topical foreign direct investment issues by the Vale Columbia Center
on Sustainable International Investment n.° 31, 23 de noviembre de 2010.
Estudios de Arbitraje Internacional 97
27
Ver lista de casos pendientes ante el Ciadi disponible en http://icsid.worldbank.
org/ICSID/FrontServlet?requestType=GenCaseDtlsRH&actionVal=ListPending.
28
Lagos Valenzuela, E. «El arbitraje internacional de América». Anales de la Fa-
cultad de Derecho (Universidad de Chile), vol iv, enero-diciembre, 1938, n.°s 13-16,
Título iii, sub-título 4, disponible en http://www.analesderecho.uchile.cl/index.
php/ACJYS/article/view/4117/4010.
29
Lowenfeld, A. F. «The Icsid Convention: Origins and Transformation». Georgia
Journal of International and Comparative Law (otoño 2009), pp. 47-61, p. 54.
30
La doctrina Calvo sostiene que «i) los Estados soberanos gozan del derecho de
estar libres de cualquier forma de interferencia (ingérence d’aucune sorte) por parte
de otros Estados; ii) Los extranjeros tienen los mismos derechos que los naciona-
les y, en caso de pleitos o reclamaciones, tendrán la obligación de acabar todos
los recursos legales ante los tribunales locales». Tamburini, Francesco «Historia
y Destino de la Doctrina Calvo: Actualidad u Obsolescencia del Pensamiento de
Carlos Calvo». 24 Revista de estudios histórico-jurídicos. Chile (2002), en (http://
www.scielo.cl/scielo.php?pid=s0716-54552002002400005&script=sci_arttext).
98 Biblioteca de Arbitraje
Entre los argumentos que han sido avanzados en contra del Ciadi,
tanto por países latinoamericanos como por otros usuarios del sistema,
pueden citarse los siguientes: (i) la falta de imparcialidad a favor de los
intereses de los inversores; (ii) que intereses de orden público no se con-
sideran adecuadamente, (iii) que los laudos a menudo son contradicto-
rios, (iv) que los costos de litigio son excesivamente elevados y (v) que
los árbitros a menudo provienen de un círculo cerrado y además actúan
como abogados de parte en otros casos, pudiendo existir conflictos de
intereses.
Una de las críticas principales expresada por los países que en la actuali-
dad forman parte del núcleo de descontento, es la supuesta parcialidad
del Ciadi a favor de los intereses de inversores extranjeros.31
31
En su comunicado de fecha 25 de enero de 2012, el Gobierno de Venezuela
justifica su decisión de denunciar el Convenio Ciadi como una medida tomada
Estudios de Arbitraje Internacional 99
«con el fin de proteger el derecho del pueblo venezolano a decidir las orientacio-
nes estratégicas de la vida económica y social de la nación, sustrayéndola de una
jurisdicción internacional que ha fallado 232 veces a favor de los intereses trans-
nacionales, en las 234 causas que ha conocido a lo largo de su historia» (Comuni-
cado, Gobierno Bolivariano denuncia convenio con Ciadi, República Bolivariana de
Venezuela, Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, 25 de enero
de 2012, disponible en http://www.globovision.com/news.php?nid=216620).
Claramente la crítica no se dirige sólo a los arbitrajes Ciadi, sino al arbitraje inter-
nacional en el que Venezuela se ve como parte en general.
32
Ver p. ej. Franck, S. «The Icsid Effect? Considering Potential Variations in Arbi-
tration Awards». 51 Va. J. International L. 825, 2011.
33
Ver p. ej. Van Harten, G. «Arbitrator Behaviour in Asymetrical Adjudication:
An Emprical Study of Investment Treaty Arbitration». Osgoode Hall Law Jour-
nal (2012), disponible en http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_
id=2149207.
100 Biblioteca de Arbitraje
34
Convenio Ciadi, artículo 38.
35
Schreuer, C. et al. The Icsid Convention, a Commentary. Cambridge (2009), p.
494.
36
Ver p. ej. Appri entre Mexico y España, en http://unctad.org/sections/dite/iia/docs/bits/Mexi-
co_Spain_sp.PDF.
Estudios de Arbitraje Internacional 101
adicional que esa misma sociedad tenga además sus «actividades econó-
micas efectivas» en ese país.37
37
Ver p. ej. Appri entre Chile y Portugal, en http://unctad.org/sections/dite/iia/
docs/bits/chile_portugal_sp.pdf.
38
Ver Tokios Tokelès c. Ucrania, Decision on Jurisdiction and Dissent, 29 de abril
de 2004, Icsid Case n.° ARB/02/18, párr. 36-7; Rompetrol Group NV c. Ru-
manía, Decision on Preliminary Objections, 18 de abril de 2008, ICSID Case n.°
ARB/06/3, párr. 101; Saluka Investments BV c. Republica Checa, Partial Award, 17
de marzo de 2006, Uncitral arbitration, párr. 240.
102 Biblioteca de Arbitraje
39
Ver Mobil Corporation et al. c/ Venezuela, Ciadi Caso n.° ARB/07/27, Decision on
Jurisdiction, 10 de junio de 2010, párr. 205; Pac Rim Cayman c/ El Salvador, Cia-
di Caso n.° ARD/09/12, Decision on the Respondent’s Jurisdictional Objections,
1 de junio de 2012, párr. 2.99-2.100.
40
Ver el Appri modelo de Colombia http://italaw.com/documents/inv_model_bit_
colombia.pdf y de Noruega http://italaw.com/sites/default/files/archive/ita1031.
pdf.
41
Dolzer, R. y C Schreuer. Principles of International Investment Law, OUP
(2008), p. 128.
42
Kinsbury, B. and S. Schill. «Investor-State Arbitration As Governance: Fair and
Equitable Treatment, Proportionality and the Emerging Global Administrative
Law», IILJ Working Paper 2009/6.
Estudios de Arbitraje Internacional 103
43
Ver Azurix Corp. v Argentina, Icsid Case n.° ARB/01/12, Award, 14 de julio de
2006, párr. 361; CMS Gas Transmission Co. c. Argentina, Icsid Case n.° ARB/01/8,
Award, 12 de mayo de 2005, párr. 284; Rumeli c. Kazakhstán, párr. 611; Saluka
Investments B. V. c. República Checa (Uncitral), Partial Award, 17 de marzo de
2006, párr. 292; Occidental c. Ecuador, LCIA Case n.° UN 3467, Award of 1
de julio de 2004, párr. 189 and 190; Genin c. Estonia, Icsid Case n.° ARB/99/2,
Award, 25 de junio de 2001, párr. 367, entre otros.
44
Notas interpretativas de ciertas disposiciones del Capítulo xi: «los conceptos de
‘trato justo y equitativo’ y ‘protección y seguridad plenas no exigen un trato adi-
cional más allá de lo establecido por el Derecho Internacional como nivel míni-
mo de trato para un extranjero», 31 de julio de 2001, sección B(2). Ver también
Notes and Comments to Article 1 to Oecd Draft Convention on the Protection
of Foreign Property (1968), en las que se establece que «el estándar exigido [de
trato justo y equitativo] equivale en efecto al ‘estándar mínimo’ el cual forma parte
del derecho internacional consuetudinario», en http://www.oecd.org/investment/
internationalinvestmentagreements/39286571.pdf
45
Ver http://italaw.com/documents/inv_model_bit_colombia.pdf. Ver además el
Appri entre Bélgica/Luxemburgo y Colombia del 4 de febrero de 2009 en http://
unctad.org/sections/dite/iia/docs/bits/Belgium_colombia.pdf.
46
Ver http://italaw.com/sites/default/files/archive/ita1031.pdf.
104 Biblioteca de Arbitraje
notable. La razón es que ante la falta de claridad del contenido del están-
dar mínimo y del «trato justo y equitativo» en el derecho internacional
consuetudinario, los tribunales arbitrales los equiparan con el estándar
autónomo de «trato justo y equitativo» desarrollado por otros tribunales
Ciadi,47 que a su vez no tienen más sustento que su buen parecer.
Una crítica que se escucha con frecuencia por parte de algunos Estados,
es que en algunos de los casos los inversores pretenden obtener com-
pensación por medidas que se han tomado por el Estado como parte de
una regulación general. Se dice que los intereses de orden público no se
consideran adecuadamente.
47
Ver Porterfield, M. C. «A Distinction Without a Difference? The interpretation of
Fair and Equitable Treatment Under Customary International Law by Investment
Tribunals» (22 de marzo de 2013), International Institute For Sustainable Devel-
opment, en http://www.iisd.org/itn/2013/03/22/a-distinction-without-a-differ-
ence-the-interpretation-of-fair-and-equitable-treatment-under-customary-inter-
national-law-by-investment-tribunals/.
48
Ver los documentos del Caso PCA n.° 2012-12 en http://italaw.com/cases/851.
49
http://www.iareporter.com/articles/20110414.
Estudios de Arbitraje Internacional 105
50
Eun-Joo, Jung. «India Plans to Abolish ISD Clause in FTAs», 6 de abril de 2012,
http://www.hani.co.kr/arti/english_edition/e_international/527103.html.
51
India to relook at 82 BIPAs as foreign investors invoke global arbitration,
Economic Times, 5 de abril de 2013, http://articles.economictimes.indiatimes.
com/2013-04-05/news/38306801_1_investment-protection-bipas-nation-
treatment.
106 Biblioteca de Arbitraje
52
CMS Gas Transmission Company c. Argentina, Icsid Case n.° ARB/01/8, Award, 12
de mayo de 2005, Enron Corporation and Ponderosa Assets, L.P. c. Argentina, Icsid
Case n.° ARB/01/3, Award, 22 de mayo de 2007; Sempra Energy International c.
Argentina, Icsid Case n.° ARB/02/16, Award, 28 de septiembre de 2007; y BG
Group Plc. c. Argentina, UNCITRAL, Laudo, 24 de diciembre de 2007.
53
LG&E c. Argentina, ICSID Case n.° ARB/02/1, Decisión sobre responsabilidad,
3 de octubre de 2006 ; National Grid plc c. Argentina, UNCITRAL, Award, 3 de
noviembre de 2008.
54
Continental Casualty c. Argentina, Award, Ciadi Caso n.° ARB/03/95 de septiem-
bre de 2008.
55
CMS Gas Transmission Company c. Argentina, ICSID Case n.° ARB/01/8, Award,
12 de mayo de 2005, párr. 354-356.
Estudios de Arbitraje Internacional 107
56
Sempra Energy International c. Argentina, ICSID Case n.° ARB/02/16, Award, 28
de septiembre de 2007, párr. 348 y 388; Enron Corporation and Ponderosa Assets,
L.P. c. Argentina, ICSID Case n.° ARB/01/3, Award, 22 de mayo de 2007, párr.
306 y 339.
57
Sempra Energy International c. Argentina, ICSID Case n.° ARB/02/16, Award, 28
de septiembre de 2007, Párr. 350 y 388; Enron Corporation and Ponderosa Assets,
L.P. c. Argentina, ICSID Case n.° ARB/01/3, Award, 22 de mayo de 2007, párr.
308 y 339.
58
Ver p. ej. CME c. República Checa y Lauder c. República Checa en cuanto a la
responsabilidad de la República Checa por las acciones del mismo órgano de
Estado. También SGS Société Générale de Surveillance S.A. c. Pakistán, y SGS
Société Générale de Surveillance S.A. c. Filipinas, en cuanto a la interpretación de
las clausulas paraguas en el Appri.
59
Brower, C. N. et al., «The Coming Crisis in the Global Adjudication System»,
19 Arb International 415, 434-38 (2003)); Tams, C. J. «An Appealing Option?
The Debate about an Icsid Appellate Structure», Beitrage zum Transnationalen
Wirtschaftsrecht, Heft 57 (2006), disponible en www.economiclaw.uni-halle.de/
Heft57.pdf; Khale, G., iii. «Is Investor-State Arbitration Broken?». Transnational
Dispute Management (octubre del 2012).
108 Biblioteca de Arbitraje
60
Blackaby, N. «Public Interest and Treaty Arbitration». En Kaufmann-Kohler,
G./B. Stucki (eds.). Investment Treaties and Arbitration, ASA Special Series n.° 19,
2002, p. 146.
61
Franck, S. D. «The Legitimacy Crisis in Investment Treaty Arbitration: Privat-
izing Public International Law Through Inconsistent Decisions». 73 Fordham L.
Rev. 1521, 1524-26 (2010).
62
Convenio Ciadi, artículo 53.
63
Kaufmann-Kohler, Gabrielle. «Annulment of Icsid Awards in contract and
Treaty Arbitrations: Are There Differences?». http://www.lk-k.com/data/docu-
ment/annulment-icsid-awards-contract-and-treaty-arbitrations-are-there-differ-
ences-annulment.pdf, p. 24.
64
Schreuer, C. «Why Still Icsid?». TDM, Vol. 9, Issue 3 (abril de 2012), pp. 6-7.
Estudios de Arbitraje Internacional 109
65
2012 U.S. Model Bilateral Investment Treaty, art. 30, párr. 2.
66
Franck, S. D. «The Legitimacy Crisis in Investment Treaty Arbitration: Privat-
izing Public International Law Through Inconsistent Decisions». 73 Fordham L.
Rev. 1521, p. 1604 (2010).
110 Biblioteca de Arbitraje
Es una realidad que los mismos árbitros se nombran una y otra vez.
Se critica que muchas de esas mismas personas (o sus socios en el mismo
estudio) también ejercen como abogados de parte en casos que plantean
problemáticas muy similares, existiendo con ello un claro conflicto de
intereses dado que la tentación es grande para estos árbitros de decidir
67
Gottwald, E. «Levelling the playing Field: Is it time for a legal assistance center
for developing nations in investment treaty arbitration?». 22 Am. U. Int’l L. rev.
237 (2007).
68
http://www.acwl.ch/e/index.html.
112 Biblioteca de Arbitraje
69
L. D. Harhay, “Investment Arbitration in 2021: A look to diversity and consisten-
cy”, Southwestern Journal of International Law, 89, p. 92, (2011).
70
Dado que además el árbitro debe de declarar «que al firmar esta declaración asu-
mo una obligación continua de notificar prontamente al Secretario General del
Centro cualquier relación o circunstancia de aquéllas mencionadas que surjan
posteriormente durante este procedimiento».
71
Artículo 57 del Convenio Ciadi.
Estudios de Arbitraje Internacional 113
Sin embargo, los arbitrajes que se inicien fuera del sistema Ciadi no
podrán gozar de la mayor facilidad en materia de ejecución que ofrece el
Convenio Ciadi. Un laudo arbitral Ciadi tiene la importante ventaja de
que es equivalente a «una sentencia firme dictada por un tribunal exis-
tente en dicho Estado»,80 por lo que debe ejecutarse automáticamente
sin ser sometido a procesos de revisión internos que permitan posterior-
mente la ejecución en los países que son parte del Ciadi. La autoridad
ejecutora no puede, por lo tanto, revisar la competencia del tribunal,
ni tampoco si el arbitraje se ha llevado a cabo con el debido proceso;
78
Ripinsky, S. «Venezuela’s Withdrawal from Icsid: What it Does and Does Not
Achieve». Investment Treaty News, 13 de abril de 2012, disponible en http://www.
iisd.org/itn/2012/04/13/venezuelas-withdrawal-from-icsid-what-it-does-and-
does-not-achieve/#_ftn5.
79
Idem.
80
Convenio Ciadi, artículo 54.
Estudios de Arbitraje Internacional 115
Por otro lado, un laudo que no sea Ciadi requiere ser sometido a
procesos de ejecución domésticos adicionales, aunque si el Estado don-
de se busca ejecutar el laudo ha ratificado la Convención de Nueva
York, sólo se permitirá la denegación del reconocimiento y ejecución de
una sentencia arbitral en casos muy limitados (como la falta de com-
petencia, la falta de debido proceso o la infracción del orden público).
81
Convenio Ciadi, artículo 55. Giroud, S. «Enforcement against State Assets and
Execution of Icsid Awards in Switzerland: How Swiss Courts Deal with Immuni-
ty Defences». ASA Bull., vol. 30, n.° 4, 2012.
82
Convenio Ciadi, artículo 25(1).
83
Idem, artículo 71.
116 Biblioteca de Arbitraje
84
Idem, artículo 72.
85
Schreuer, Ch. «Denunciation of the Icsid Convention and Consent to Arbitra-
tion». The Backlash against Investment Arbitration, Perceptions and Reality. Michael
Waibel, Asha Kaushal, Kyo-Hwa Liz Chung and Claire Balchin, Wolters Kluwer,
2010, pp. 353-368.
86
Gaillard, E. «The Denunciation of the Icsid Convention». New York Law Jour-
nal, 26 June 2007.
87
Ver, p. ej., Garibaldi, O. «On the denunciation of the Icsid Convention, Con-
sent to Icsid Jurisdiction and the limits to the contract analogy». Transnational
Estudios de Arbitraje Internacional 117
que cuando existe una oferta sin reserva en un Appri de resolver la con-
troversia en base al Convenio Ciadi, los derechos y obligaciones que
atañen a la oferta no se verán afectados por la denuncia del Convenio
Ciadi. En otras palabras, mientras el Appri en cuestión permanezca en
vigor, un inversor puede aceptar la oferta contenida en el Appri y pre-
sentar una demanda ante el Ciadi incluso si el Estado ha dejado de ser
parte del Convenio. Para este autor, la palabra «consentimiento» en el
artículo 72, se refiere al consentimiento individual.
Dispute Management. March 2009; vol. 6, issue n.° 1, Nolan, M.D. and F.G.
Sourgens. «A preliminary comment, the interplay between state consent to Icsid
Arbitration and Denunciation of the Icsid Convention: the (possible) Venezuela
case study». Transnational Dispute Management. September 2007.
88
Manciaux, S. «La Bolivie se retire du Cirdi». Rev. Arb., 2007, n.° 2, pp. 351-357.
118 Biblioteca de Arbitraje
89
Jung Eun-Joo, India plans to abolish ISD clause in FTAs, 6 de abril de 2012, di-
sponible en http://www.hani.co.kr/arti/english_edition/e_international/527103.
html.
90
Department of Foreign Affairs and Trade of Australia, Gillard Government Trade
Policy Statement:
Trading our Way to More Jobs and Prosperity, abril de 2011, disponible en http://
www.dfat.gov.au/publications/trade/trading-our-way-to-more jobs-and-prosperi-
ty.pdf. Ver también: Australian Government Productivity Commission, Bilater-
al and Regional Trade Agreements, Research Report, 13 de diciembre de 2010,
Chapter 14, disponible en http://www.pc.gov.au/projects/study/tradeagreements/
report.
91
Venezuela denuncia tratado de inversiones con Holanda, El Universal, 30 de abril
de 2008, http://www.eluniversal.com/2008/05/01/eco_art_venezuela-denun-
cia-t_01A1549161.shtml.
Dicha notificación tomó efecto el 1 de noviembre de 2008 (ver su artículo 14(2))
aunque las inversiones que ya se haya efectuado cuenten con la protección del
Appri durante 15 años suplementarios.
Estudios de Arbitraje Internacional 119
92
Venezuela Denunciará Acuerdo en Holanda Por «Abuso» de Exxon y otras Empre-
sas, El Economista, 21 de abril de 2008, disponible en http://www.eleconomis-
ta.es/empresas-finanzas/noticias/489075/04/08/Venezuela-denunciara-acuer-
do-en-Holanda-por-abuso-de-Exxon-y-otras-empresas.html.
93
Guzmán Pérez, R. A. y R. Herfi. «Constitutional Court of Ecuador Decision
on the Constitutionality of the BIT Ecuador France». Transnational Dispute Man-
agement, vol. 9, Issue n.° 3, abril del 2012.
94
«Ecuador moves to terminate treaty with US», GAR News, 12 de marzo de 2013.
95
«7 tratados ya tiene informe de denuncia». Hoy, 16 de marzo de 2013, http://
www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/7-tratados-ya-tienen-informe-de-denun-
cia-576523.html.
120 Biblioteca de Arbitraje
96
Ver, por ejemplo, artículo 14(3) del Convenio para el estímulo y protección re-
cíproca de las inversiones entre el Reino de los Países Bajos y la República de
Venezuela (1991), publicado en la Gaceta Oficial n.° 35.269 Ordinaria, del 6 de
agosto de 1993 («En relación a las inversiones efectuadas con anterioridad a la
fecha de terminación del presente Convenio, los artículos anteriores del mismo
continuarán en vigencia por otro período de quince años a partir de tal fecha»).
97
Acuerdo entre el Gobierno de la República de Venezuela y el Gobierno de la Repú-
blica de Cuba para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, publicado
en la Gaceta Oficial n.° 37.913 Ordinaria, del 5 de abril de 2004, artículo 9, párr. 3;
Acuerdo entre la República Bolivariana de Venezuela y el Gobierno de la República
de Bielorrusia sobre Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, publicado en
la Gaceta Oficial n.° 38.894 del 24 de marzo de 2008, artículo 8, párr. 1(b).
98
Acuerdo entre el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y el Go-
bierno de la Federación de Rusia sobre la Promoción y Protección Recíproca de
Inversiones, publicado en la Gaceta Oficial n.° 39.191 Ordinaria del 2 de junio
de 2009, artículo 9, para. 2.
99
Acuerdo sobre la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones entre el Go-
bierno de la República Bolivariana de Venezuela y el Gobierno de la República
Islámica de Irán, Gaceta Oficial n.° 38.389 Ordinaria, del 2 de marzo de 2006,
artículo 11, párr. 2.
Estudios de Arbitraje Internacional 121
100
Cabrera Diaz, F. South American Alternative to Icsid in the Works as Governments
Create an Energy Treaty, Investment Treaty News, 6 de agosto de 2008, disponible
en http://www.iisd.org/itn/2008/08/06/south-american-alternative-to-icsid-in-the-
works-as-governments-create-an-energy-treaty/.
101
Ver las limitaciones en el Tratado Modelo de los Estados Unidos de América
de 2012, artículo 5, disponible en http://www.state.gov/documents/organiza-
tion/188371.pdf; ver también las limitaciones en el Acuerdo Internacional mode-
lo del IIDS sobre inversión para el desarrollo sostenible, Guía para Negociadores
(2005), artículo 7, disponible en http://www.iisd.org/pdf/2005/investment_mo-
del_int_handbook_es.pdf.
122 Biblioteca de Arbitraje
102
A favor de la aplicación de una cláusula de nación más favorecida a temas procesa-
les, ver Emilio Agustín Maffezini c/ España, Decision on Jurisdiction, 25 de enero
de 2000, Icsid Case n.° ARB/97/7, párr. 52-64.
103
Convenio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la Re-
pública de Islandia para la promoción y protección recíproca de las inversiones,
adoptado el 26 de junio de 2003, entrada en vigor el 12 de agosto de 2006.
104
Acuerdo entre la Unión Económica Belga-Luxemburguesa y la República de Ni-
caragua sobre la Promoción y Protección de las Inversiones, artículo 12, párr. 3,
adoptado el 26 de mayo de 2005.
105
Acuerdo entre la República Popular China y la República de Guyana sobre la
Promoción y Protección, artículo 9, párr. 4, adoptado el 27 de marzo de 2003,
entrada en vigor el 26 de octubre de 2004.
106
Acuerdo entre la República de Colombia y el Reino de España para la Promoción
y Protección Recíproca de Inversiones, artículo xi, párr. 2, adoptado el 31 de
marzo de 2005, entrada en vigor el 22 de septiembre de 2007.
Estudios de Arbitraje Internacional 123
Por otro lado, cabe destacar que incluso países desarrollados han
tomado acción para eliminar o recortar el acceso al Ciadi. Por ejemplo,
el TLC entre Estados Unidos de América y Australia excluye todo me-
canismo de resolución de controversias inversor-estado.108
107
Acuerdo entre Japón y la República del Perú para la Promoción, Protección y
Laterización de las Inversiones, adoptado el 22 de noviembre de 2008, entrada en
vigor el 10 de diciembre de 2009.
108
Dodge, W. S. «Investor-State Dispute Settlement Between Developed Countries:
Reflections on the Australia-United States Free Trade Agreement». 39 Vand. J.
Transnational L. 1, 2 (2006).
109
Unasur, Tratado Constitutivo de la Unión de las Naciones Suramericanas, dispo-
nible en http://www.pptunasur.com/downloads/tratado-constitutivo-UNASUR.
pdf.
110
Cabrera Diaz, F. «Alba Forward With Plan to Create Regional Investment Arbi-
tration Alternative to Icsid at 7th Summit», Investment Treaty News, 3 de noviem-
bre de 2009, disponible en http://www.investmenttreatynews.org/cms/news/
124 Biblioteca de Arbitraje
archive/2009/11/01/alba-moves-forward-with-plan-to-create-regional-invest-
ment-arbitration-alternative-to-icsid-at-7th-summit.aspx.
111
Preámbulo, Tratado Constitutivo de Unasur.
112
«Ecuador Propondrá un Nuevo Sistema de Arbitraje Durante su Presidencia en
la Unasur». Hoy, 8 de julio de 2009, disponible en http://www.hoy.com.ec/no-
ticias-ecuador/ecuador-propondra-nuevo-sistema-de-arbitraje-durante-su-presi-
dencia-en-unasur-357247.html.
113
Cabrera Diaz, F. «South American Alternative to Icsid in the Works as Govern-
ments Create an Energy Treaty», Investment Treaty News, 6 de agosto de 2008,
disponible en http://www.iisd.org/itn/2008/08/06/south-american-alternative-
to-icsid-in-the-works-as-governments-create-an-energy-treaty/.
114
Leathely, C. «Latin America: The Proposed Unasur Court - a comment». Global
Arbitration Review, vol. 3, n.° 3, 2008.
Estudios de Arbitraje Internacional 125
115
Fiezzoni, S. K. «Unasur Arbitration Centre: The Present Situation and the Prin-
cipal Characteristics of Ecuador’s Proposal». Investment Treaty News, 12 de enero
de 2012, http://www.iisd.org/itn/2012/01/12/unasur/.
116
Trabajan para instalar en 2013 organismo de resolución de conflictos de Unasur, AVN,
1 de diciembre de 2012, http://www.avn.info.ve/contenido/trabajan-para-instalar-
2013-organismo-resoluci%C3%B3n-conflictos-unasur.
126 Biblioteca de Arbitraje
«Acuerdo Internacional Modelo del IIDS sobre inversión para el desarrollo soste-
117
118
Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, publicada en la Gaceta
Oficial de Bolivia del 9 de febrero de 2009, artículo 366.
119
Constitución de la República del Ecuador, publicada en el Registro Oficial del
Ecuador n.° 449 del 20 de octubre de 2008.
120
Una omisión que algunos consideran que no fue intencional: ver Gomez Fach,
K. «Ecuador’s Attainment of the Sumak Kawsay and the Role Assigned to Inter-
national Arbitration». Yearbook on International Investment Law & Policy, 2010-
2011, pp. 451, OUP, nota 16.
121
Registro Oficial n.° 294 Primer Suplemento, 6 de octubre de 2010, http://www.de-
rechoecuador.com/index.php?option=com_content&view=article&id=5881:re-
gistro-oficial-no-294-miercoles-6-de-octubre-de-2010-primer-suplemento&ca-
tid=341:octubre&Itemid=600; Guzmán Pérez R.A. y R. Herfi. «Constitutional
Court of Ecuador Decision on the Constitutionality of the BIT Ecuador France».
Transnational Dispute Management, vol. 9, issue n.° 3, abril del 2012.
128 Biblioteca de Arbitraje
122
Comunicado, República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular
para las Relaciones Exteriores, 25 de enero de 2012, http://www.mre.gov.ve/in-
dex.php?option=com_content&view=article&id=18939:mppre&catid=3:comu-
nicados&Itemid=108.
Estudios de Arbitraje Internacional 129
123
Convenio Ciadi, artículo 54.
124
Rosatti, H. D. «Los Tratados Bilaterales de Inversión, el Arbitraje Internacio-
nal Obligatorio y el Sistema Constitucional Argentino». Economic Comm’n for
Latin Am., 26 de septiembre de 2003, disponible en http://www.eclac.org/drni/
noticias/noticias/7/13167/12.pdf («la prórroga de jurisdicción admitida por la
República Argentina en el marco de los actos estatales juri gestionis no inhibe la
posibilidad del control a posteriori de constitucionalidad por parte de un tribunal
nacional»).
125
Sabater, A. «The Weaknesses of the ‘Rosatti Doctrine’: Ten Reasons Why Icsid’s
Standing Provisions do not Discriminate against Local Investors», 15 Am. Rev. Int’l
Arb. 465 (2004).
126
Constitución Nacional de la República Argentina (1994), artículo 16 («La Na-
ción Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en
ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales antes
la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igual-
dad es la base del impuesto y de las cargas públicas»); Idem., artículo 75(23) (Co-
rresponde al Congreso: «23. Legislar y promover medidas de acción positiva que
garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio
de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los tratados internacio-
nales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las
mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad»).
130 Biblioteca de Arbitraje
127
Reuters, Obama says to suspend trade benefits for Argentina, http://www.reuters.
com/article/2012/03/26/us-usa-argentina-trade-idUSBRE82P0QX20120326.
128
Hoy, 31 de julio de 2012, http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/eeuu-preo-
cupado-por-falta-de-acatamiento-de-ecuador-y-argentina-a-arbitrajes-557525.
html.
129
En el caso CMS c/ Argentina, Argentina argumentó ante el comité ad-hoc de anu-
lación que el tribunal «manifiestamente se extralimitó en sus facultades» al recha-
zar la defensa de Argentina de necesidad. El comité ad-hoc concluyó con respecto
a este reclamo que la decisión del tribunal de rechazar la defensa de necesidad de
Argentina era altamente criticable, y señaló que la decisión contiene «evidentes
errores de derecho». No anuló esta parte del laudo, pero inevitablemente puso en
duda la legitimidad de la decisión al caracterizarla como el resultado de una apli-
cación del tratado «ambigua y defectuosa». Con estos antecedentes la decisión de
Argentina de rehusar pagar al inversor extranjero el laudo de USD133.2 millones
parece más comprensible.
Estudios de Arbitraje Internacional 131
4. Conclusiones
130
Memorandum Opinion & Order, United States District Court Southern Dis-
trict New York, 30 de septiembre de 2012, http://italaw.com/sites/default/files/
case-documents/italaw1102.pdf.
131
Occidental Petroleum Corporation and Occidental Exploration and Production Com-
pany c/ Ecuador, Caso Ciadi n.° ARB/06/11, Laudo, 5 de octubre de 2012.
132 Biblioteca de Arbitraje
si quieren intentar evitar reclamos a futuro, dado que sus laudos están
creando de facto un sistema de Derecho Administrativo transnacional.
Resulta curioso, sin embargo, que entre algunos de los nuevos mo-
delos de Appri de Estados más desarrollados, estén limitándose las in-
terpretaciones favorables a los inversores de algunas cláusulas como el
estándar de «trato justo y equitativo» o la definición de «inversor». Se
valida el sistema, por lo tanto, pero se busca limitar algunas interpreta-
ciones de algunos tribunales consideradas como excesivas.
132
Ver, p. ej., «Recent Developments in International Investment Agreements (2008
- June 2009)», IIA Monitor n.° 3 (2009), International Investment Agreements,
Unctad, disponible en http://unctad.org/en/Docs/webdiaeia20098_en.pdf.
El arbitraje del sistema Ciadi
*
Euskal Herriko Unibertsitatea/Universidad del País Vasco.
**
El presente trabajo ha sido realizado en el marco del Grupo de Investigación (refe-
rencia n.° IT496-10), financiado por el Gobierno Vasco, bajo la denominación de
«Instrumentos y técnicas de protección de intereses y derechos de personas físicas
y jurídicas mediante el Derecho Internacional Público y Privado».
1
Según el artículo i del Convenio Constitutivo del BIRD, éste se guiará por los
siguientes fines: «(i) Contribuir a la obra de reconstrucción y fomento en los te-
rritorios de miembros, facilitando la inversión de capital para fines productivos,
incluida la rehabilitación de las economías destruidas o dislocadas por la guerra, la
136 Biblioteca de Arbitraje
14
Leben, C. «L’évolution du droit international des investissements: un rapide sur-
vol». En Le contentieux arbitral transnational relatif à l’investissement (C. Leben
dir.), Louvain-la-Neuve, LGDJ-Anthemis, 2006, pp. 9-10.
15
Vide Wälde, T. W. «The “Umbrella” Clause on Investment Arbitration-A Com-
ment on Original Intentions and Recent Cases». En The Journal of World In-
vestment & Trade, vol. 6, n.° 2, 2005, pp. 189-190, señala que los tribunales de
la mayoría de los Estados en vías de desarrollo no se ven como instancias in-
dependientes de sus gobiernos, libres de las presiones políticas e, incluso, de la
corrupción. En su opinión, la razón de ser de los tratados de inversión y, de forma
particular, del arbitraje de inversión es la percepción universalmente sostenida de
que el inversor extranjero no puede confiar en la imparcialidad de los tribunales
nacionales, sobre todo, en los países con reconocida baja calidad de gobierno.
16
Vide Oppetit, B. «Les États et l’arbitrage international: Esquisse de systémati-
sation». En Rev. Arb., n.° 4, 1985, p. 494; Hirsch, M. Op. cit., pp. 8-9; Miaja
de la Muela, A. «Aspectos jurídicos de las diferencias entre Estados y personas
privadas extranjeras». En REDI, 1969, pp. 23-24.
142 Biblioteca de Arbitraje
17
Blackaby, N. «Public Interest and Investment Treaty Arbitration». En Trans-
national Dispute Management, vol. I, n.° 1, 2004, disponible en <http://www.
transnational-dispute-management.com>, p. 2, considera que los intereses de los
inversores extranjeros sólo pueden ser garantizados a través del acceso directo a
un procedimiento neutral y efectivo. Éste tendría el efecto de despolitizar las con-
troversias, reducir los riesgos de la inversión extranjera e incrementar la inversión
internacional.
18
Delupis, I. Finance and Protection of Investments in Developing Countries. Rei-
no Unido: Gower Press, 1973, p. 123, destaca la creciente tendencia a acudir
al arbitraje internacional como sustitución a los tribunales internos del Estado;
este hecho, a su modo de ver, pone de manifiesto la preferencia de los inversores
respecto al arbitraje; Oppetit, B. «Les États et l’arbitrage…», loc. cit., pp. 495 y
ss.; Rodley, N. «Some Aspects of the World Bank Convention on the Settlement
of Investment Disputes». En CYIL, vol. 4, 1966, p. 43; García Rodríguez, I.
La protección de las inversiones exteriores (los Acuerdos de Promoción y Protección Re-
cíproca de Inversiones celebrados por España). Valencia: Tirant lo Blanch, 2005, p.
249, pone de relieve que en las relaciones entre inversores y Estados los inversores
no se sienten «muy seguros ante los tribunales nacionales del Estado receptor de
la inversión, ya que se trata de una jurisdicción que depende o trabaja por cuenta
de una de las partes en el contrato de inversión». Por otro lado, considera que el
Estado de destino de la inversión no acepta «la jurisdicción de los tribunales del
Estado de origen». Por todo ello, concluye que «el arbitraje aparece como la mejor
alternativa». Sutherland, P. F. «The World Bank Convention on the Settlement
of Investment Disputes». En ICLQ, vol. 28, 1979, pp. 370-371.
Estudios de Arbitraje Internacional 143
19
En este sentido, el tribunal arbitral del caso Gas Natural c/ Argentina (jurisdicción),
párr. 29, ha afirmado que «la creación del Ciadi y la adopción de tratados bilate-
rales de inversiones ofreció a los inversores garantías de que las controversias que
pudieran derivarse de sus inversiones no estarían expuestas a lo que se consideraba
como peligro de demoras y presiones políticas a que pudiera dar lugar su resolu-
ción en tribunales nacionales. En forma convergente, la posibilidad de recurrir
a un arbitraje internacional se estableció para preservar al Estado receptor de la
inversión de presiones políticas ejercidas por el Gobierno del Estado de la naciona-
lidad del inversor». Sin embargo, hay autores que cuestionan la neutralidad del ar-
bitraje de inversión. En esta línea, Sornarajah, M. «Power and Justice in Foreign
Investment Arbitration». En J. Int’l. Arb., vol. 14, n.° 3, 1997, pp. 103-107.
20
La CDI, en sus comentarios al Proyecto de artículos sobre la protección diplomática
—Comentario al artículo 17, párr 2, doc. A/61/10 (58.° período de sesiones,
2006)— señala que los procedimientos de solución de controversias entre Estados
y particulares previstos en los Appri y el Convenio del Ciadi «ofrecen mayores
ventajas al inversor extranjero que el sistema de la protección diplomática regido
por el Derecho Internacional consuetudinario, ya que le proporcionan acceso di-
recto al arbitraje internacional, permiten evitar la incertidumbre política inherente
al carácter discrecional de la protección diplomática y eximen de las condiciones
para el ejercicio de la protección diplomática». En la misma línea, Blackaby, N.
«Public Interest and…», loc. cit., p. 2; en su opinión uno de los factores que mo-
tivó la adopción del Convenio del Ciadi fue el deseo de extraer las controversias
de inversión de la esfera de la protección diplomática a través del acceso directo a
un mecanismo internacional. Respecto al arbitraje y la despolitización de los liti-
gios, vide Vandevelde, K. J. States Investment Treaties Policy and Practice. Boston:
Kluwer Law and Taxation Publishers, 1992, pp. 22-25; García Rodríguez, I. La
protección... Op. cit., p. 52; García Rodríguez, I. «Pluralismo jurídico en inver-
sión extranjera: las controversias entre el inversor y el Estado receptor». En Obra
homenaje al Profesor Julio D. González Campos. Madrid, 2005, pp. 1568 y ss.
144 Biblioteca de Arbitraje
21
Miaja de la Muela, A.«Aspectos jurídicos de las diferencias entre Estados y…»,
loc. cit., p. 12. Más tarde, la Resolución 1803 (XVII) de la Asamblea General de
las Naciones Unidas de 1962, relativa a la soberanía permanente sobre los recur-
sos naturales, reconocía, como alternativa a los tribunales internos, la posibilidad
de someter las diferencias relativas a la cuantía de la indemnización en supuestos
de expropiación a arbitraje, «por acuerdo entre Estados soberanos y otras partes
interesadas».
22
Según Leboulanger, P. «L’arbitrage international Nord-Sud». En Études offertes à
Pierre Bellet, París, Litec, 1991, p. 325, los tiempos de colonización y de domina-
ción política y económica, así como ciertas sentencias arbitrales claramente desfa-
vorables a los países en vías de desarrollo marcaron la opinión contraria de éstos
respecto al arbitraje comercial internacional, considerándolo como una invención
de occidente. Vide Rambaud, P. «Note sur l’extension du “système Ciadi”. En
AFDI, vol. 29, 1983, pp. 291-293; Rodley, N. «Some Aspects…», loc. cit., p.
49; Hirsch, M. The Arbitration Mechanism…, op. cit., pp. 12-15; Bouchez, L. J.
«The Prospects for International Arbitration: Disputes Between States and Private
Enterprises». En J. Int’l. Arb., vol. 8, N° 1, 1991, pp. 84-85.
23
Broches, A. «The Experience of the International Centre for Settlement of
Investment Disputes» (1985). En Selected Essays. World Bank, Icsid, and Other
Subjects of Public and Private International Law, Boston, Martinus Nijhoff, 1995,
p. 267.
Estudios de Arbitraje Internacional 145
27
Tal y como pone de relieve Silva Romero, E. «Quelques brèves observations du
point de vue de la Cour internationale d’arbitrage de la Chambre de commerce
internationale». En Le contentieux arbitral transnational relatif à l’investissement
(C. Leben dir.), Louvain-la-Neuve, LGDJ - Anthemis, 2006, pp. 332-333, la im-
portancia de estos sistemas arbitrales distintos al Ciadi no debe descuidarse, ya que
tanto el arbitraje ad-hoc conforme a las reglas de la Cnudmi como el de la Corte
Internacional de Arbitraje de la CCI han sido, antes de la década de los noventa,
los foros más habituales para la resolución de diferencias entre Estados e inversores
privados extranjeros. Incluso después de la revitalización de la actividad del Ciadi
la Corte Internacional de Arbitraje de la CCI conoce cada año un número elevado
de controversias entre empresas y entidades públicas. Vide también Whitesel,
A.M. «How Does the International Chamber of Commerce (ICC) Contribute
to Capacity Building? The Way Forward». En Symposium on Making the Most of
International Investment Agreements: A Common Agenda. París, 12 de diciembre de
2005, disponible en <http://www.oecd.org/dataoecd/22/46/37215823.pdf>.
148 Biblioteca de Arbitraje
28
Las nociones de «autonomía» y «exclusividad» se utilizan siguiendo la propuesta de
J. A. Vives Chillida en El Centro Internacional de Arreglo…, op. cit., aunque, tal y
como se podrá observar durante el presente trabajo, el contenido que se les asigna
a esta nociones varía en algunos aspectos. Sobre el carácter autónomo y exclusivo
del procedimiento del Ciadi vide Delaume, G. «Le Centre International pour le
Règlement des Différends relatives aux Investissements (Cirdi)». En Journ. Dr.
Int., n.° 4, 1982, pp. 808-815; Frutos-Peterson, C. «El arbitraje del Ciadi…».
Loc. cit., pp. 179-784.
Estudios de Arbitraje Internacional 149
29
Sobre los debates que precedieron a la adopción del texto definitivo del Convenio
en torno al concepto de inversión vide Schreuer, C. H. The Icsid Convention…
Op. cit., pp. 121 y ss. Respecto al concepto de inversión del Convenio vide tam-
bién Manciaux, S. Investissements étrangers et arbitrage entre États et ressortissants
d’autres États. Dijon: Litec, 2004, pp. 43 y ss.; Mortenson, J. D. «The Meaning
of “Investment”: Icsid’s Travaux and the Domain of International Investment
Law». En Harvard International Law Journal, vol. 51, n.° 1, 2010, pp. 257-318.
Yala, F. «La notion d’investissement dans la jurisprudence du Cirdi: actualité
d’un critère de compétence controversé (les affaires Salini, SGS et Mihaly)». En Le
contentieux arbitral transnational relatif à l’investissement (C. Leben dir.), Louvain-
la-Neuve, LGDJ - Anthemis, 2006, pp. 281-283; Amerasinghe, C. F. «The Ju-
risdiction of the International Centre for the Settlement of Investment Disputes».
En Indian Journal of International Law, 1979, pp. 177-181; Delaume, G. «Le
Centre International…», loc. cit., pp. 800 y ss; Mauro, M. R. «Nuove questioni
in tema di arbitrato tra stato e investitore straniero nella recente giurisprudenza
dei tribunali DELL’ICSID». En Riv. Dir. Int. Pr. Proc., n.° 1, 2006, pp. 75-80.
30
Vide Delaume, G. R. «How to Draft an Icsid Arbitration Clause». En Icsid Re-
view-Foreign Investment Law Journal, vol. 7, n.° 1, 1992, p. 182; y Bliesener, D.
H. «La compétence du Cirdi dans la pratique arbitrale». En Revue de droit inter-
national et du droit comparé, 1991, n.° 95, p. 100.
31
Informe de los Directores Ejecutivos, p. 10. Este extremo ha sido reconocido por
el tribunal arbitral Fedax c/ Venezuela (jurisdicción), párr. 22; también, poste-
riormente en el caso Tokios Tokelès c. Ucrania (jurisdicción), párr. 73. Vide también
el asunto Malaysian Historical Salvors, SDN, BHD c/ Malasia, tanto la decisión
150 Biblioteca de Arbitraje
sobre jurisdicción, del 17 de mayo del 2007, como en la decisión del Comité de
anulación, del 16 de abril del 2009.
32
En este sentido se expresa, también, el Informe de los Directores Ejecutivos en
su párr. 25, al afirmar que «aunque el consentimiento de las partes constituye un
requisito previo esencial para dar jurisdicción al Centro, el mero consentimiento
no es suficiente para someter una diferencia a su jurisdicción. En concordancia con
la finalidad del Convenio, la jurisdicción del Centro resulta además limitada por la
naturaleza de la diferencia y de las partes». Vide Joy Mining c/ Egipto (jurisdicción),
párr. 49 y ss. Manciaux, S. Investissements étrangers et arbitrage…, op. cit., pp.
48-53, considera que primar el valor del consentimiento de las partes supone con-
fundir la competencia como poder jurisdiccional y la competencia como aptitud
de una jurisdicción para conocer de una diferencia. Yala, F. «La notion d’investis-
sement dans la jurisprudence du Cirdi…», loc. cit., p. 296; Bliesener, D. H. «La
compétence du Cirdi…», loc. cit., p. 101; Mauro, M. R. «Nuove questioni...», loc.
cit., pp. 78-90, recuerda que el Secretario del Ciadi rechazó en 1985 el registro de
una solicitud de arbitraje que versaba sobre una controversia relativa a una com-
praventa de mercaderías porque dicha transacción no podía ser calificada como
inversión a efectos del Convenio de Washington. Y ello a pesar de que la solicitud
de arbitraje estaba fundamentada en un Appri que preveía el arbitraje del Ciadi e
incorporaba la venta de mercaderías dentro de su definición de inversión.
Estudios de Arbitraje Internacional 151
33
Gaillard, E. «Centre International pour le Reglement des Differends Relatifs
aux Investissements (Cirdi). Chronique des sentences arbitrales». En Journ. Dr.
Int., n.° 1, 2006, p. 364, habla de una corriente que «estime que la notion d’inves-
tissement fait l’objet d’une véritable définition, même si celle-ci n’a pas été explicitée
dans la Convention autrement que par l’usage de ce terme».
34
Salini c/ Marruecos (jurisdicción), párr. 50 y ss. Vide Yala, F. «La notion
d’investissement dans la jurisprudence du Cirdi…», loc. cit., pp. 283-291; tam-
bién, las observaciones de Gaillard, E. «Centre international pour le reglement
des differends relatifs aux investissements (Cirdi). Chronique des sentences arbi-
trales», journ. dr. int., n.° 1, 2002, pp. 210-214, para quien el tribunal arbitral
ha retenido una definición relativamente exigente de la noción de inversión —p.
211—. Manciaux, S. Investissements étrangers et arbitrage… Op. cit., pp. 63-76.
35
Vide Bayindir c/ Pakistán (jurisdicción), párr. 130 y ss.; Lesi-Dipenta c/ Argelia
(laudo), párrs. 13-15; Joy Mining c/ Egipto (jurisdicción), párr. 53.
152 Biblioteca de Arbitraje
36
El artículo 25 del Convenio del Ciadi señala que una de la parte debe ser un
Estado Contratante «o cualquiera subdivisión política u organismo publico de un
Estado Contratante acreditados ante el Centro por dicho Estado». Al respecto, vide
Amerasinghe, C.F. «The Jurisdiction of the…». Loc. cit., pp. 181-194; Manciaux,
S. Investissements étrangers et arbitrage… Op. cit., pp. 108-121; Hirsch, M. The
Arbitration Mechanism… Op. cit., pp. 62-73; Larsen, C. «Icsid Jurisdiction: The
Relationship of Contracting States to Sub-States Entities». En Arbitrating Foreign
Investment Disputes. Procedural and Substantive Legal Aspects (N. Horn, ed.). La
Haya, 2004, pp. 353-386; Schreuer, Ch. The Icsid Convention... Op. cit., pp. 148
y ss.
37
Respecto al ámbito de aplicación personal del Convenio Ciadi vide, en general,
Amerasinghe, C.F. «Jurisdiction Ratione Personae under the Convention on the
Settlement of Investment Disputes between States and Nationals of Other States».
En BYIL, vol. 47, 1974-75, pp. 227-267; Schreuer, Ch. The Icsid Convention...
Op. cit., pp. 422-607.
38
Se entiende que, a diferencia de lo que ocurre en la protección diplomática, no
resulta necesaria la continuidad de la nacionalidad entre las dos fechas menciona-
das. Vide Schreuer, Ch. The Icsid Convention... Op. cit., p. 274; Amerasinghe,
C. F. «The Jurisdiction of the…». Loc. cit., pp. 206-208.
39
En cuanto a la nacionalidad de la personas jurídicas vide Amerasinghe, C.F.
«The Jurisdiction of the…». Loc. cit., pp. 209 y ss.; Manciaux, S. Investissements
étrangers et arbitrage… Op. cit., pp. 144 y ss.; Hirsch, M. The Arbitration Mech-
anism… Op. cit., pp. 81 y ss.
Estudios de Arbitraje Internacional 153
40
Sobre el tema vide Sacerdoti, G. «Foreign and foreign-owned corporations in
international economic law». En Foreign Investment in the Present and a New In-
ternational Economic Order (D.C. Dicke, ed.). Suiza, 1987, pp. 289-309.
41
El artículo 11 del proyecto de artículos sobre protección diplomática de la CDI, párr.
12, doc. A/61/10, (58.° período de sesiones, 2006), señala que estas sociedades
se conocen como «sociedades Calvo», porque la finalidad de su constitución es
preservarlas de la aplicación de las normas de Derecho Internacional.
42
Bliesener, D.H. «La compétence du Cirdi…». Loc. cit., pp.115-123; Schreuer,
Ch. The Icsid Convention... Op. cit., pp. 290-291; Manciaux, S. Investissements
étrangers et arbitrage… Op. cit., pp. 155-181.
43
Laviec, J.P. Protection et promotion des investissements. Etude de droit international
économique. Ginebra, Presses Universitaires de France, 1985, p. 282; Bliesener,
D.H. «La compétence du Cirdi…». Loc. cit., p. 115; Lalive, P. «The first “World
Bank” arbitration (Holiday Inns vs. Morocco) - some legal problems». En BYIL,
1980, pp. 129-130.
154 Biblioteca de Arbitraje
44
Vide, como ejemplo, la decisión de Soabi c/ Senegal, jurisdicción, párr. 30.
45
En la decisión sobre jurisdicción del caso Holiday Inns c/ Marruecos, el tribunal
señaló que «an implied agreement would only be acceptable in the event that the specific
circumstances would exclude any other interpretation of the intention of the parties,
which is not the case here»; apud. Schreuer, Ch. The Icsid Convention... Op. cit., pp.
296-297. Vide Lalive, P. «The first “World Bank” arbitration…». Loc. cit., p. 141.
46
Estos tribunales han considerado que la inclusión de una cláusula Ciadi en el
contrato celebrado entre el Estado y la sociedad local implica prueba suficiente de
la voluntad que exige el Convenio del Ciadi. En el asunto Klöckner c/ Camerún
(laudo), ILR, 1999, p. 164, por ejemplo, el Tribunal afirmó que «the insertion of
an Icsid clause by itself presupposes and implies that the parties were agreed to consider
Socame at the time to be a company under foreign control, thus having the capacity
to act in Icsid arbitration. This is an acknowledgment which completely excludes a
different interpretation of the parties’ intent. Inserting this clause in the Establish-
ment Agreement would be nonsense if the parties had not agreed that, by reason of
the control then exercised by foreign interests over Socame, said Agreement could be
made subject to Icsid jurisdiction». En la misma línea: Letco c/ Liberia (laudo), ILM,
1987, pp. 11-16. Vide Bliesener, D.H. «La compétence du Cirdi…». Loc. cit.,
pp. 121-123; Kundmüller Caminiti, F. et al., «El arbitraje del Ciadi…». Loc.
cit., pp. 83-84. De todos modos, cuando el consentimiento arbitral derive de un
tratado de inversión o de la legislación interna, la argumentación de los tribu-
nales arbitrales mencionados no resulta válida; vide Manciaux, S. Investissements
étrangers et arbitrage… Op. cit., p. 175.
47
Respecto a las dificultades que origina el concepto de «control» vide, Amerasin-
ghe, C.F. «The Jurisdiction of the…». Loc. cit., pp. 220-223.
48
Mauro, M.R. «Nuove questioni...». Loc. cit., p. 82; Schreuer, Ch. The Icsid
Convention... Op. cit., p. 308; Bliesener, D.H. «La compétence du Cirdi…». Loc.
cit., p. 121.
Estudios de Arbitraje Internacional 155
49
Vacuum Salt c/ Ghana (laudo), párr. 36: «[…] the parties’ agreement to treat Claim-
ant as a foreign national “because of foreign control” does not ipso jure confer jurisdic-
tion. The reference in article 25(2)(b) to “foreign control” necessarily sets an objective
Convention limit beyond which Icsid jurisdiction cannot exist and parties therefore
lack power to invoke same no matter how devoutly they may have desired to do so».
Sobre este caso, vide Broches, A. «Denying Icsid’s Jurisdiction. The Icsid award in
Vacuum Salt Products Limited». En J. Int’l. Arb., 1996, vol. 13, n.° 3, pp. 21-30.
50
Amco c/ Indonesia (jurisdicción) ILM, 1984, pp. 362 y ss.
51
Soabi c/ Senegal (laudo), párr. 35 y ss. En cuanto a la doctrina parece que la
mayoría se ha decantado por la posición adoptada en el asunto Soabi c/ Senegal.
Entre ellos: Delaume, G.R. «How to Draft…». Loc. cit., p. 178; Bliesener, D.H.
«La compétence du Cirdi…». Loc. cit., p. 119; Amerasinghe, C.F. «Interpretation
of article 25(2)(b) of the Icsid Convention». International Arbitration in 21st Centu-
ry: Towards Judicicialization and Uniformity? (R.B. Lillich y C. N Brower, eds.),
1994, p. 236; Hirsch, M. The Arbitration Mechanism… Op. cit., p. 104.
52
Informe de los Directores Ejecutivos, pp. 9-10.
156 Biblioteca de Arbitraje
53
Amadio, M. Le contentieux international de l’investissement privé et la Convention
de la Banque Mondiale du 18 Mars 1965. París, 1967, pp. 93 y ss. En el mismo
sentido, Reuter, V. «Reflexion sur la compétence du Cirdi». Investissements étran-
gères et arbitrage entre Etats et personnes privées. La Convention B.I.R.D. du 18 mars
1965. París, 1969, pp. 16-17; Kovar, R. «La compétence du Centre International
pour le Règlement des différends relatifs aux investissements». En Investissements
étrangères et arbitrage entre Etats et personnes privées. La Convention B.I.R.D. du 18
mars 1965. París: Pedone, 1969, pp. 28-36 y Bliesener, D.H. «La compétence du
Cirdi…». Loc. cit., p. 99; Amerasinghe, C.F. «The Jurisdiction of the…», loc. cit.,
p. 173.
54
Fedax c/ Venezuela (jurisdicción), párr. 15; Vide Manciaux, S. Investissements
étrangers et arbitrage… Op. cit., pp. 37-39.
55
Cf. Delaume, G.R. «How to Draft…», loc. cit., p. 181; Delaume, G.R. «Le Centre
International…». Loc. cit., pp. 799-800. Respecto a la posibilidad de que, en cier-
tos casos, la renegociación de los contratos pueda constituir una diferencia legal a
efectos del Convenio, mantiene igual opinión Lauterpacht, E. «The World Bank
Convention on the Settlement of Internantional Disputes». En Recueil d’études de
droit international en Homage à Paul Guggenheim. Ginebra, 1968, p. 644. Sobre
el papel del arbitraje Ciadi en los litigios relativos a la renegociación de contratos,
vide Bernardini, P. «The Renegotiation of the Investment Contract». En Icsid Re-
view-Foreign Investment Law Journal, 1998, vol. 13, n.° 2, pp. 423-425; Kröll, S.
«The Renegotiation and Adaptation of Investment Contracts». En Arbitrating Foreign
Estudios de Arbitraje Internacional 157
Investment Disputes. Procedural and Substantive Legal Aspects (N. Horn, ed.). La
Haya, 2004, pp. 452 y ss.
56
Tal y como poner de relieve Amerasinghe, C.F. «The Jurisdiction of the…». Loc.
cit., p. 174, «there is good authority for believing that in the absence of an express ex-
clusion in the Convention itself, a dispute which is otherwise legal would not cease to
be legal for the purpose of the Court’s jurisdiction on account of political significance,
motivation or implications or other political associations or elements».
57
Schreuer, Ch. «Decisions Ex Aequo et Bono Under the Icsid Convention». En
Icsid Review-Foreign Investment Law Journal, 1996, vol. 11, n. °1, pp. 41-42;
Schreuer, Ch. The Icsid Convention... Op. cit., p. 109; Es de la misma opinión
Amerasinghe, C. F. «The Jurisdiction of the…». Loc. cit., p. 177.
58
Álvarez Ávila, G. «Las características…». Loc. cit., pp. 218-219, destaca, siendo
una organización internacional, reglas de arbitraje del Ciadi están previstas en un
tratado internacional, lo que hace que sean independientes de cualquier Derecho
Interno.
59
Ley n.° 60/2003 de arbitraje, artículo 11.1.
158 Biblioteca de Arbitraje
60
Artículo 8 de la Ley n.° 60/20063 de arbitraje. Tal y como pone de relieve Crema-
des, B.M. «El arbitraje en la doctrina constitucional española». En Lima Arbitra-
tion, n.° 1, 2006, p. 189, «la potestad jurisdiccional del árbitro no tiene el mismo
alcance que la otorgada por la Ley a los Juzgados y Tribunales, ya que frente a
la del poder de los jueces de ejecutar lo juzgado, el árbitro necesitará del auxilio
judicial, cuando la voluntad de las partes resulte insuficiente para llevar a buen fin
el procedimiento, o para cumplir lo decidido en el laudo».
61
Sobre la participación de los tribunales estatales en los procedimientos arbitrales,
vide, en especial, Fernández Rozas, J.C. «Le rôle des juridictions étatiques devant
l’arbitrage commercial international». En R. des C., 2002, tomo 290, pp. 9-224;
Fernández Rozas, J.C. «Arbitraje y jurisdicción: una interacción necesaria para
la realización de la justicia». En Derecho Privado y Constitución, 2005, n.° 19, pp.
55-91; Bucher, A. «Court Intervention in Arbitration». En International Arbitra-
tion in the 21st Century: Towards «Judicialization» and Uniformity? (R.B. Lillich y
C.N. Brower, eds.). Nueva York: Transnational Publishers, 1994, pp. 29-44.
62
Vide Fernández Rozas, J.C. «Determinación del lugar de arbitraje y consecuen-
cias del control del laudo por el tribunal de la sede arbitral». En Lima Arbitration,
2007, n.° 2, pp. 25-62; Fernández Rozas, J.C. «El arbitraje comercial inter-
nacional entre la autonomía, la anacionalidad y la deslocalización». En REDI,
vol. lvii, 2005, n.° 2, pp. 614 y ss.; Brower, Ch. «The Place of arbitration». En
International Investment Law and Arbitration; Leading Cases from the Icsid, Nafta,
Bilateral Treaties and Customary International Law (T. Weiler, ed.), Gran Bretaña,
2005, pp. 151-167; Aguilar Álvarez, G. y W. W. Park. «The New Face of In-
vestment Arbitration: Nafta Chapter 11».En Lima Arbitration, n.° 1, 2006, pp.
25-29, destaca la relevancia del papel que cumplen los tribunales internos y, por lo
Estudios de Arbitraje Internacional 159
67
Artículos del 37 al 40 del Convenio de Washington.
68
Artículo 47 del Convenio de Washington y Regla 39 del Reglamento de Arbitraje.
69
Véanse, el artículo 23.2 del Reglamento de Arbitraje de la CCI, el artículo 21.3 del
Reglamento de Arbitraje Internacional de la AAA y el artículo 32.4 de las Reglas
de Arbitraje del Instituto de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo.
Vide Fernández Rozas, J. C. «Arbitraje y justicia cautelar». En RCEA, vol. xxii,
2007, pp. 23-60.
70
Vide Schreuer, C. H. The Icsid Convention... Op. cit., p. 376.
Estudios de Arbitraje Internacional 161
De este modo, si entre las partes surge una diferencia acerca del sen-
tido o alcance del laudo, cualquiera de ellas podrá solicitar la aclaración
ante el Ciadi.73
Por otra parte, cualquiera de las partes podrá solicitar la revisión del
laudo ante el Ciadi en las siguientes circunstancias: cuando la petición
esté fundada en el descubrimiento de algún hecho decisivo para el lau-
do, y siempre y cuando en el momento de dictarse el laudo, este hecho
fuera desconocido por esta parte —no como consecuencia de su propia
negligencia— y por el tribunal.74
71
Delaume, G. R. «How to Draft…». Loc. cit., p. 188.
72
El artículo 53.1 del Convenio de Washington: «El laudo será obligatorio para las
partes y no podrá ser objeto de apelación ni de cualquier otro recurso, excepto en
los casos previstos en este Convenio» (énfasis añadido). Lauterpacht, E. «The
World Bank...». Loc. cit., pp. 650-651, en referencia a los recursos previstos en
el Convenio afirma que «clearly indicate that the intention was that the system
established by the Convention should be self-contained and independent of the
local legal system».
73
Artículo 50 del Convenio de Washington.
74
Artículo 51 del Convenio de Washington.
162 Biblioteca de Arbitraje
75
Artículo 52 del Convenio de Washington.
76
Sobre al recurso de anulación del Ciadi, vide la obra colectiva Annulment of Icsid
Awards (E. Gaillard y Y. Banifatemi, eds.). Nueva York, 2004. También, Bjork-
lund, A.K. «The Continuing Appeal of Annulment?: Lessons from Amco Asia
and CME». En International Investment Law and Arbitration; Leading Cases from
the Icsid, Nafta, Bilateral Treaties and Customary International Law (T. Weiler, ed.).
Londres, 2005, pp. 471-521.
77
Es ésta una de las diferencias fundamentales del arbitraje Ciadi y demás
mecanismos arbitrales que operan en materia de inversiones. Los laudos del
Ciadi en el marco del Convenio de Washington sólo pueden ser sometidos a los
comités de anulación ad-hoc previstos en el propio Convenio; en otros arbitrajes,
las reclamaciones de anulación se interpondrán ante los tribunales internos de los
Estados. Al respecto, vide, por ejemplo, Álvarez, H.C. «Setting Aside Additional
Facility Awards: The Metalclad Case». En Annulment of Icsid Awards (E. Gaillard
y Y. Banifatemi, eds.). Nueva York: Juris Publishing, 2004, pp. 267-288; Van den
Berg, A. «Annulment of Awards in International Arbitration». En International
Arbitration in the 21st Century: Towards «Judicialization» and Uniformity? (R.B.
Lillich y C.N. Brower, eds.). Nueva York: Transnational Publishers, 1994, pp.
133-162; Lévesque, C. «Investissement». En CYIL, vol. xlii, 2004, pp. 480-485.
Estudios de Arbitraje Internacional 163
78
Ciertamente, las críticas son fundadas. Permitir la revisión del fondo del laudo
podría contribuir a aumentar el número de recursos interpuestos. Ello iría en
contra del espíritu del propio mecanismo que, en principio, se presenta como
algo excepcional si se atiende a las causas tasadas del artículo 52. Por otra parte,
la anulación de un laudo abriría la puerta, en virtud del artículo 52.6, a la
presentación de una nueva demanda arbitral ante un nuevo tribunal del Ciadi,
situándose la controversia en el inicio de un nuevo procedimiento, retrasando,
de este modo, la resolución definitiva de la disputa hasta el punto de afectar
gravemente a los intereses de las partes y desvirtuar la función de los tribunales
del Ciadi, así como el carácter definitivo de sus laudos. Vide Schwartz, E.A.
«Finality at What Cost? The Decision of the Ad-Hoc Committee in Wena Hotels vs.
Egypt». En Annulment of Icsid Awards (E. Gaillard y Y. Banifatemi, eds.). Nueva
York, 2004, p. 45; también, Delaume, G.R. «How to Draft…». Loc. cit., pp. 188
y ss. Respecto a las críticas realizadas a las decisiones de las comisiones ad-hoc en
los asuntos Klöckner c/ Camerún y Amco Asia c/ Indonesia, vide Bjorklund, A.K.
«The Continuing Appeal…». Loc. cit., pp. 499-506; Broches, A. «Observations
on the Finality of Icsid Awards» (1991). En Selected Essays. World Bank, Icsid and
other Subjects of Public and Private International Law. Boston, 1995, pp. 295-
356; Reisman, W.M. «Repairing Icsid’s Control System: Some Comments on
Aron Broches». «Observations on the Finality of Icsid Awards». En Icsid Review-
Foreign Investment Law Journal, vol. 7, n.° 1, 1992, pp. 196-211; la respuesta de
Broches, A. «On the Finality of Awards: a Reply to Michael Reisman». En Icsid
Review-Foreign Investment Law Journal, 1993, vol. 8, n.° 1, pp. 92-103; Rambaud,
P. «L’annulation des sentences Klöckner et Amco». En AFDI, 1986, pp. 259-274.
164 Biblioteca de Arbitraje
79
Vide, en particular, Schreuer, C. «Three Generations of Icsid Annulment Preceed-
ings». En Annulment of Icsid Awards (E. Gaillard y Y. Banifatemi, eds.). Nueva
York, 2004, pp. 17-42.
80
El Comité Ad-Hoc del caso CDC c/ Seychelles, párr. 35, ha manifestado que «since
those two Decisions, Klöckner i and Amco Asia i, Ad-Hoc Committees consistently
have taken a much more restrictive view of the role of the Ad-Hoc Committee and
the annulment process. The so-called «second» and «third» generation annulment
decisions (Mine, Vivendi, and Wena Hotels are the published examples) have further
crystallized the now apparently generally accepted proposition that «annulment is not
a remedy against an incorrect decision» alone. Thus, there has been an evolution in
the Icsid annulment case law and scholarship away from Klöckner i and Amoco Asia i
that has culminated, in our view correctly, in Ad-Hoc Committees reviewing arbitral
proceedings only to the extent of ensuring their fundamental fairness, eschewing any
temptation to “second guess” their substantive result». Estas últimas decisiones —de
forma particular en el asunto Wena Hotels c/ Egipto— también han sido analizadas
desde una posición crítica. Vide Schwartz, E.A. «Finality at What Cost…». Loc. cit.
81
Decisión del Comité Ad-Hoc, M.C.I. Power Group L.C. y New Turbine Inc. c/
Ecuador, párr. 24.
Estudios de Arbitraje Internacional 165
82
Artículo 54.2 del Convenio de Washington.
83
Artículo 54.1 del Convenio de Washington.
84
Delaume, G. «Le Centre International…». Loc. cit., pp. 836-837. En opinión de
Fadlallah, I. «La distinction “Treaty claims - Contract claims” et la competence de
l’arbitre (Cirdi: faisons-nous fausse route?)». En Gazette du Palais - Recueil, nov-dic
2004, p. 3612, la «superioridad» —la importancia práctica— del Ciadi, frente
a los tribunales internos de los Estados, se debe a que existe una dispensa del
exequátur. Vide, en general, Van den Berg, A.J. «Some Recent Problems in the
Practice of Enforcement under the New York and Icsid Conventions». En Icsid
Review-Foreign Investment Law Journal, 1987, vol. 2, n.° 2, pp. 439-456.
85
Schwartz, E.A. «Finality at What Cost…». Loc. cit., p. 193.
166 Biblioteca de Arbitraje
86
Vide Van den Berg, A.J. «Some Recent Problems…». Loc. cit., pp. 449-451.
87
Vide Schreuer, C.H. The Icsid Convention... Op. cit., pp. 1141-1180; Sacerdo-
ti, G. «La Convenzione di Washington…». Loc. cit., pp. 645-648.
88
Ha de tenerse en cuenta que el alcance de esta inmunidad puede variar de Estado
a Estado. Y ello, tal y como pone de relieve Delaume, G.R. «How to Draft…».
Loc. cit., p. 194, hace que un laudo pueda ser susceptible de ejecución en un Es-
tado contratante y no lo sea en otro.
89
Schreuer, Ch. The Icsid Convention... Op. cit., p. 1144. En este sentido, vide
Fernández Rozas, J.C. Tratado del arbitraje... Op. cit., p. 153; Delaume, G. «Le
Centre International…». Loc. cit., p. 840; Delaume, G. «Icsid Arbitration and the
Courts». En AJIL, vol. 77, n.° 4, 1983, p. 801.
Estudios de Arbitraje Internacional 167
90
Respecto al artículo 26, vide Schreuer, Ch. The Icsid Convention... Op. cit., pp.
345-396; Broches, A. «Arbitration under the Icsid Convention» (1991). En Se-
lected Essays. World Bank, Icsid, and other Subjects of Public and Private Interna-
tional Law. Boston: Martinus Nijhoff, 1995, pp. 439-442; Delaume, G. «La
Convention pour le règlement des différends relatifs aux investissements entre Etats et
ressortissants d’autres Etats». En Journ. Dr. Int., 1966, pp. 36-38.
91
Informe de los Directores Ejecutivos del Convenio, párr. 32: «Se puede presumir
que cuando un Estado y un inversionista acuerdan acudir al arbitraje y no se re-
servan el derecho de acudir a otras vías, o de exigir el agotamiento previo de otras
vías, la intención de las partes es acudir al arbitraje con exclusión de cualquier
otro procedimiento». En el mismo sentido, la decisión en el caso Tokios Tokeles c/
Ucrania (order n.° 1), párr. 1. Douglas, Z. «The Hybrid Foundations of Investment
Treaty Arbitration». En BYIL, 2004, pp. 240-241, señala que el hecho de que el
inversor pueda saltarse el requisito del agotamiento de los recursos internos, sin
duda, acrecienta la eficacia del sus derechos de recurrir bajo los tratados interna-
cionales.
168 Biblioteca de Arbitraje
92
Sobre el artículo 27 del Convenio vide Schreuer, Ch. The Icsid Convention… Op.
cit., pp. 397-414.
93
Condorelli, L. «La protection diplomatique et l’evolution de son domaine d’aplica-
tion». Riv. Dir. Int., vol. lxxxvi, 2003, pp. 10 y ss. En sus conclusiones este autor
considera que la protección diplomática debe entenderse como la expresión de un
régimen general flexible, capaz de soportar toda clase de adaptaciones y modula-
ciones que supongan la derogación de una u otra de las reglas que lo componen
(p. 25). Vide Condorelli, L. «L’évolution du champ d’application de la protection
diplomatique». En La protection diplomatique. Mutations contemporaines et practi-
ques nationales (J.F. Flauss, dir.). Bruselas: Bruylant, 2003, pp. 9 y ss. Algunos tra-
tados bilaterales de inversión también incorporan previsiones mediante las cuales
limitan el ejercicio de la protección diplomática cuando la controversia concreta
se someta al arbitraje del Centro. Vide Migliorino, L. Gli accordi… Op. cit., pp.
203-205.
Estudios de Arbitraje Internacional 169
94
Condorelli, L. «La protection diplomatique...». Loc. cit., pp. 16-17, sostiene que
el arbitraje del Ciadi no se debe entender «comme moyen destiné à remplacer la
protection diplomatique, mais comme moyen visant à éviter dans toute la mesure du
possible que le besoin en soit ressenti, en souvegardant toutefois sa fonction essentielle
d’ultima ratio». Pustorino, P. «Recenti sviluppi in tema di protezione diplomatica».
En Riv. Dir. Int., vol. lxxxix, n.° 1, 2006, p. 104, sostiene que la relación entre
los instrumentos como el Ciadi y la protección diplomática «non può essere definito
sulla base della prassi in termini di pura alternatività, ma piuttosto di intergrazione e
coordinamento reciproco».
95
Condorelli, L. «La protection diplomatique...». Loc. cit., pp. 17-18; reconociendo
el papel fundamental que cumple la protección diplomática en el esquema del
Convenio de Washington, dentro de su lógica propia de última ratio, Condorelli
afirma que, «cette logique d’ultima ratio est réalisée au moyen de la règle de droit
international général relative à l’épuisement préalable des voies de recours internes,
alors que dans le domaine couvert par la Convention de Washington cette règle est
soumise […] à dérogation et se trouve remplacée par une règle spéciale établissant
qu’une autre condition doit être réalisée pour que l’action de protection diplomatique
soit légitime: ici ce n’est pas l’épuisement des recours interne qui est nécessaire, mais
l’épuisement de la voie arbitrale internationale moyennant recours au CIRDI». Vide
Condorelli, L. «L’évolution du champ d’application…». Loc. cit., pp. 15-18.
170 Biblioteca de Arbitraje
que deben aplicar los árbitros para resolver sus litigios. Según éste, el
tribunal arbitral aplicará las normas de Derecho que hayan acordado
las partes, dando primacía, por lo tanto, a la autonomía de la voluntad
de las partes. Sin embargo, en ausencia de acuerdo, el tribunal debe
aplicar «la legislación del Estado que sea parte en la diferencia, inclu-
yendo sus normas de Derecho Internacional Privado, y aquellas normas
de Derecho Internacional que pudieren ser aplicables». La aplicación
conjunta del Derecho Interno y el Derecho Internacional deja entrever
la funcionalidad de los tribunales del Ciadi, como instancias donde se
resuelven controversias internas e internacionales.96 Esto ha hecho que
algún autor se haya referido a la función intersistémica de los tribunales
del Ciadi, incluso, a referirse a los tribunales del Ciadi como tribunales
intersistémicos.97
Para que un litigio pueda ser conocido por un tribunal Ciadi no basta
que éste caiga dentro de los límites de su jurisdicción. El artículo 25
del Convenio exige, además, que las partes hayan consentido por es-
crito someterlo al Ciadi. Por su parte, la simple ratificación, aceptación
o aprobación del Convenio de Washington no implica que el Estado
contratante acepte someter cualquier diferencia futura a arbitraje.98 Será
96
Vives Chillida, J.A. El Centro Internacional de Arreglo… Op. cit., p. 258, ha se-
ñalado esta misma idea: «En el arbitraje ante el Ciadi, con la aplicación del Dere-
cho del Estado parte en la diferencia y el Derecho Internacional, se unifican en un
único procedimiento de solución de diferencias aquellas dos fases de la protección
diplomática en el Derecho Internacional general. […]. Desde este punto de vista,
el tribunal arbitral del Ciadi actúa con un doble carácter: como tribunal interno
del Estado parte en la diferencia que debe aplicar el Derecho de ese Estado y como
un tribunal internacional que aplica el Derecho Internacional». Esta circunstancia
también fue destacada por Lauterpacht, E. «The World Bank […]». Loc. cit., p.
654.
97
Vives Chillida, J.A. El Centro Internacional de Arreglo… Op. cit., pp. 196 y 261.
98
Vide el «Preámbulo» del Convenio. Delaume, G.R. «How to Draft…». Loc. cit.,
pp. 168-169; Miaja de la Muela, A. «Aspectos jurídicos de las diferencias entre
Estudios de Arbitraje Internacional 171
Estados y…». Loc. cit., p. 29. De conformidad con el artículo 25.4 del Convenio
de Washington, los Estados contratantes pueden notificar los tipos de contro-
versias que aceptan someter a la jurisdicción del Ciadi. Según el Informe de los
Directores Ejecutivos del Convenio (párr. 31) una declaración de este tipo tiene
por objeto no defraudar las expectativas que pudieran tener los inversores. En
cualquier caso, la declaración relativa a las materias que aceptaría un Estado some-
ter al Ciadi no implica el consentimiento de ese Estado respecto a las diferencias
concretas en esas materias; y una declaración sobre materias que no sometería al
Centro, tampoco puede entenderse como una reserva del Convenio. Estas decla-
raciones tendrán, en definitiva, carácter informativo. Vide Amerasinghe, C.F.
«The Jurisdiction of the…». Loc. cit., pp. 225-226.
99
Artuch Iriberri, E. «La jurisdicción del Ciadi de acuerdo al artículo 25 del
Convenio de Washington». En RCEA, 1998, pp. 287-296.
100
Informe de los Directores Ejecutivos del Convenio, párr. 23.
101
Sobre el consentimiento unilateral del Estado vide, entre otros, Paulsson, J.
«Arbitration Without Privity». En Icsid Review-Foreign Investment Law Journal,
172 Biblioteca de Arbitraje
1995, vol. 10, n.° 2, pp. 232-257; pp. 232-257; Prujiner, A. «L’arbitrage unila-
teral: un coucou dans le nid de l’arbitrage conventionnel». En Revue de l’arbitrage,
2005, n.° 1, pp. 63-99; Leben, C. «L’évolution du droit international des investis-
sements: un rapide…». Loc. cit., 16-21; Fernández Rozas, J.C. «Arbitraje inter-
nacional y sus dualidades». En Anuario Argentino de Derecho Internacional, 2006,
vol. xv, pp. 17-20; Unctad, Investor-State Disputes Arising from Investment Trea-
ties: A Review. Unctad Series on International Investment Policies for Development.
United Nations, 2005; Sornarajah, M. «Power and Justice…». Loc. cit., pp. 126-
139; Parra, A.R. «Provisions on the Settlement of Investment Disputes in Modern
Investment Laws, Bilateral Investment Treaties and Multilateral Instruments on In-
vestment». En Icsid Review, 1997, vol. 12, n.° 2, pp. 387-364; Artuch Iriberri,
E. «La jurisdicción del Ciadi...». Loc. cit., pp. 287-295; Gaillard, E. «L’arbitrage
sur le fondement des traités de protection des investissements». En Rev. Arb., 2003,
n.° 3, pp. 853-875; Burdeau, G. «Nouvelles perspectives pour l’arbitrage dans le
contentieux économique intéressant les États». En Revue de l’arbitrage, 1995, n.° 1,
pp. 10-27; Alexandrov, S.A. «The “Baby Boom” of Treaty-Based Arbitrations and
the Jurisdiction of Icsid Tribunals: Shareholders as “Investors” and Jurisdiction Ratio-
ne Temporis». En Law and Practice of International Courts & Tribunals, 2005, vol.
4, pp. 22 y ss.; Stern, B. «Le consentement à l’arbitrage Cirdi en matière d’inves-
tissement international: que disent les travaux préparatoires?». En Mélanges Philippe
Kahn, Souveraineté étatique et marchés internationaux à la fin du xxème siècle.
París: Litec, 2000, pp. 223-244.
102
Informe de los Directores Ejecutivos del Convenio, párr. 24. Vide Manciaux, S.
Investissements étrangers et arbitrage… Op. cit., pp. 188-190.
103
Esta circunstancia fue puesta de relieve por el tribunal arbitral en el asunto Eudoro
Armando Olguín c/ Paraguay (jurisdicción), párr. 26, quien sostuvo que «la cele-
bración por parte de la República del Paraguay del CBI [Convenio Bilateral de
Estudios de Arbitraje Internacional 173
instrumento puede ser tanto una la ley interna —por ejemplo, en Sou-
thern Pacific Properties c/ Egipto y Tradex Hellas c/ Albania—, como un
tratado internacional —la primera vez que un tribunal del Ciadi funda-
mentó su competencia en un tratado fue en el asunto Asian Agricultural
Products Ltd. (AAPL) c/ Sri Lanka—. En la actualidad, la mayoría de
las disputas que se someten al Ciadi se fundamentan en la oferta estatal
contenida en un tratado internacional de inversiones,104 constituyendo
la razón que explica el extraordinario aumento del número de contro-
versias que, actualmente, se someten al Ciadi.105
route). Bliesener, D.H. «La compétence du Cirdi…». Loc. cit., p. 129, por su
parte, habla de consentimiento «bilateral» y consentimiento «automático».
108
Por esta razón, Paulsson, J. «Arbitration Without Privity». Loc. cit., pp. 232-257,
se ha referido a este arbitraje como un arbitraje without privity Fernández Rozas,
J.C. «Arbitraje internacional y sus dualidades». Loc. cit., p. 17, califica este tipo de
arbitraje como «arbitraje sin vínculo contractual».
109
Vide Rambaud, P. «Note sur l’extension…». Loc. cit., pp. 296-299; Broches, A.
«The “Additional Facility” of the International Centre for Settlement of Invest-
ment Disputes (Icsid)» (1978). Selected Essays. World Bank, Icsid, and Other Sub-
jects of Public and Private International Law. Boston, 1995, pp. 249-256.
Estudios de Arbitraje Internacional 175
Desde que en 1965 fuera creado el Ciadi, éste ha experimentado una evo-
lución paulatina hacia la configuración de sus propios rasgos, alejándose
110
Vide artículo 2 del Reglamento del Mecanismo Complementario.
111
Reglamento del Mecanismo Complementario, artículo 3. Vide de forma partic-
ular, Leahy, E.R. y D.F. Orentlicher. «Enforcement of Arbitral Awards Issued by
the Additional Facility of the International Centre of Settlement of Investment Dis-
putes (Icsid)». En J. Int’l. Arb., 1985, vol. 2, n.° 3, pp. 15-26; también, González
de Cossío, F. «The International Centre for Settlement of Investment Disputes:
The Mexican Experience». En J. Int’l. Arb., 2002, vol. 19, n.° 3, p. 234. Así, por
ejemplo, en el caso español, habrá de estarse a lo dispuesto en el artículo 46 de la
Ley n.° 60/2003 de 23 de diciembre de 2003, de arbitraje.
176 Biblioteca de Arbitraje
112
En este sentido, Unctad, Investor-State Disputes… Op. cit., p. 22; Cremades,
B.M. y D.J. Cairns. «The Brave New World of Global Arbitration». En Journal
of World Investment, 2003, n.° 3, pp. 173-209; Cremades, B.M. y D.J. Cairns.
«El arbitraje en la encrucijada entre la globalización y sus detractores». En La
Ley, 2002, año xxiii, n.° 5538, pp. 1-13; Van Harten, G. y M. Loughlin.
«Investment Treaty Arbitration as a Species of Global Administrative Law». En EJIL,
2006, vol. 17, n.° 1, p. 125. Iruretagoiena Agirrezabalaga, I. «Alejamiento
del paradigma contractual del arbitraje de inversión». En Anuario Español de De-
recho Internacional Privado, 2008, tomo viii, pp. 595-614.
113
El Ciadi, por su parte, tuvo unos inicios difíciles. La poca actividad del Ciadi en sus
primeros años de existencia da muestra de esas dificultades. Seis años después de su
entrada en vigor en 1966 se sometió al Ciadi el primer caso de arbitraje (Holiday
Inns S.A. and others c/ Marruecos), y no más de veinte casos fueron conocidos por
el Ciadi en los primeros veinte años de vigencia del Convenio de Washington. La
ausencia generalizada de cláusulas contractuales de sometimiento arbitraje en las
relaciones entre Estados e inversores extranjeros —de forma evidente en aquellas
relaciones no derivadas de contrato— y la dificultad de alcanzar un acuerdo de
arbitraje una vez surgida la controversia, pueden explicar esta inactividad del Ciadi.
Estudios de Arbitraje Internacional 177
116
Suez, Sociedad General de Aguas de Barcelona S.A. y Vivendi Universal, S.A. c/ Ar-
gentina, párr. 22, y Suez, Sociedad General de Aguas de Barcelona S.A. y InterAguas
Servicios Integrales del Agua S.A. c/ Argentina, párr. 21. Vide también la decisión
de Methanex c/ EE. UU. (decisión del tribunal sobre las solicitudes de terceras
personas para intervenir como amicus curiae) de 15 de enero de 2001, párr. 49.
117
Suez, Sociedad General de Aguas de Barcelona S.A. y Vivendi Universal, S.A. c/ Argen-
tina, párr. 16. Decidió en sentido contrario el tribunal del asunto Aguas del Tunari
c/ Bolivia (carta del presidente del tribunal en respuesta a la petición de participa-
ción como amici curiae). Vide Mourre, A. «Are Amici Curiae the Proper Response
to the Public’s Concerns on Transparency in Investment Arbitration?». En The Law and
Practice of International Courts and Tribunals, vol. 5, 2006, pp. 259 y ss.
Estudios de Arbitraje Internacional 179
Los primeros pasos dados por la práctica arbitral del Ciadi hacia
una mayor transparencia y publicidad de los procedimientos han te-
nido continuidad y han sido reforzados en la reforma de las Reglas de
Arbitraje del Ciadi de 2006. En este sentido, una nueva disposición ha
recogido expresamente la facultad de los tribunales arbitrales para per-
mitir la presentación de escritos amicus curiae.121 Esta reforma también
118
Suez, Sociedad General de Aguas de Barcelona S.A. y Vivendi Universal, S.A. c/ Ar-
gentina, párr. 9.
119
Ibid., párr. 24. Estas exigencias se deben al hecho de que según el tribunal «el
objetivo de las presentaciones amicus es ayudar al tribunal a arribar a la decisión
correcta, proporcionándole argumentos, conocimientos especializados y perspec-
tivas que las partes puedan no haber presentado». Además, vide Suez, Sociedad
General de Aguas de Barcelona S.A. e InterAguas Servicios Integrales del Agua S.A.
c/ Argentina, párr. 29 y ss. Mourre, A. «Are Amici Curiae the Proper Response…».
Loc. cit., p. 269, considera que la «independencia» de los amigos de la corte debe
ser respecto a las estrategias procedimentales de las partes. Tal y como el propio
autor afirma: «the friend of the Court should not be the friend of one of the parties».
120
Suez, Sociedad General de Aguas de Barcelona S.A. y Vivendi Universal, S.A. c/ Ar-
gentina, párr. 29.
121
El tribunal decidirá consultando, en la medida de lo posible, a las partes conten-
dientes. Vide el artículo 37(2) de las Reglas de Arbitraje del Ciadi y artículo 41 de
las Reglas de Arbitraje del Mecanismo Complementario. Con esta nueva previ-
sión, el Secretariado del Centro ha pretendido dejar clara la autoridad de los tribu-
nales para aceptar y considerar las presentaciones escritas de terceras personas, ofi-
cializando una práctica que ya tenía lugar. Gaillard, E. «Centre international…»,
2006, loc. cit., p. 236. Sobre los amici curiae vide Mourre, A. «Are Amici Curiae
the Proper Response…», loc. cit., pp. 257-271; Teyner, E. «L’amicus curiae dans
l’arbitrage Cirdi». En Gazette du Palais - Recueil nov-dic, 2005; Fach Gómez, K.
180 Biblioteca de Arbitraje
123
Vide Ciadi. Possible improvements of the framework for Icsid arbitration. Icsid sec-
retariat Discussion Paper, 2004, disponible en <http://icsid.worldbank.org/IC-
SID/Index.jsp>, pp. 7-8 y Ciadi. Suggested Changes to the Icsid Rules and Regu-
lations. Working Paper of the Icsid Secretariat, 12 de mayo de 2005, p. 9; Mann,
H., A. Cosbey, L. Peterson y K. Von Moltke. (Instituto Internacional para
el Desarrollo Sustentable (IIDS)). Comments on Icsid Discussion Paper. «Possible
Improvements of the Framework for Icsid Arbitration», 2004, en <http://www.
iisd.org>, p. 7. Debido a lo dispuesto en el artículo 48.5 del Convenio, final-
mente, la reforma se ha materializado en la obligación del Centro de «incluir
prontamente en sus publicaciones extractos del razonamiento jurídico del Tribu-
nal». La redacción anterior de la regla disponía que «el Centro podrá incluir en sus
publicaciones extractos de las normas jurídicas aplicadas por el Tribunal».
124
Kinnear, M. «Transparency and Third…». Loc. cit., p. 3. Mann, H., A. Cosbey,
L. Peterson y K. Von Moltke. (IIDS). Comments on... Op. cit., p. 9.
125
Ciadi. Possible improvements… Op. cit., p. 11.
126
El malogrado objetivo ha quedado plasmado en la diferencia existente entre el
artículo propuesto por el secretariado del Centro y el finalmente aprobado. Vide
Ciadi. Suggested Changes to the Icsid Rules...». Loc. cit., p. 10. Mourre, A. «Are
Amici Curiae the Proper Response…». Loc. cit., p. 270, considera decepcionante la
reforma del Reglamento del Ciadi.
182 Biblioteca de Arbitraje
Vide, al respecto, Franck, S.D. «The Legitimacy Crisis in Investment Treaty Ar-
127
128
Enron c/ Argentina (jurisdicción i), párr. 25. En la misma línea, el tribunal del
asunto Gas Natural c/ Argentina subraya que su decisión es emitida de manera
independiente, sin considerarse vinculado por ninguna otra decisión; vide Gas
Natural c/ Argentina (jurisdicción), párr. 36.
129
Wälde, T. W. «Remedies and Compensation in International Investment Law». En
Transnational Dispute Management, 2005, p. 16; Franck, S.D. «The Nature and
Enforcement...». Loc. cit., p. 73.
130
Sobre la acumulación de procedimientos arbitrales vide Crivellaro, A. «Con-
solidation of Arbitral and Court Proceedings in Investment Disputes». En Law
and Practice of International Courts & Tribunals, 2005, vol. 4, n.° 3, pp. 371-
420; Fernández Masiá, E. «Presente y futuro de la acumulación de procedi-
mientos arbitrales en materia de inversiones extranjeras». En REEI, 2006, vol.
11, en <www.reei.org>; González García, L.A. «Is Consolidation of Claims a
Step to Improvement? The HFCS Case». En Symposium on Making the Most of
International Investment Agreements: A Common Agenda. París, 12 de diciembre
de 2005, disponible en <http://www.oecd.org/dataoecd/5/55/36055400.pdf>;
OCDE. «Improving the System of Investor-State Dispute Settlement: An Overview».
En Working Papers on International Investment, febrero 2006, n.° 2006/1, dis-
ponible en <www.oecd.org/dataoecd/3/59/36052284.pdf>, pp. 17-25; Suárez
Anzorena, I. «Acumulación de arbitrajes bajo tratados bilaterales de inversión».
En Lima Arbritation, 2006, n.° 1, pp. 113-120; Franck, S.D. «The Nature and
Enforcement…». Loc. cit., pp. 95 y ss.; Crépet, C. «La concurrence des procédures de
règlement des différends». En Gazette du Palais: Les cahiers de l’arbitrage, n.° 2003/2,
segunda parte, pp. 15-17.
184 Biblioteca de Arbitraje
131
Cf. Fernández Masiá, E. «Presente y futuro de la acumulación...». Loc. cit., p.
4; Suárez Anzorena, I. «Acumulación de arbitrajes…». Loc. cit., p. 117, afirma
que la finalidad de la cláusula de acumulación incluida en algunos tratados inter-
nacionales es «que las consecuencias de una acción u omisión del Estado en un
determinado marco circunstancial sean objeto de una sola decisión, de forma tal
de limitar la incertidumbre normativa que podría surgir de decisiones inconsis-
tentes y de evitar que el Estado huésped tenga que duplicar innecesariamente sus
esfuerzos de defensa»; por su parte, en la misma línea, González García, L.A.
«Is Consolidation of Claims…». Loc. cit., p. 1, considera que «consolidating multiple
disputes into a single arbitration proceeding is crucial for the efficiency of the arbitra-
tion process. On its face it is clear that consolidation can serve the efficiency of justice
by preventing inconsistency or contradictory judgments over the same set of issues».
132
No es caso del Instituto de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo,
cuyas nuevas reglas de arbitraje, en vigor desde el 1 de enero de 2007, han intro-
ducido en su artículo 11 la previsión de la opción de la consolidación.
133
Gantz, D.A. «An Appellate Mechanism for Review of Arbitral Decisions in Investor -
State Disputes: Prospects and Challenges». Bepress Legal Series, paper n.° 703, 2005,
disponible en <http://law.bepress.com/expresso/eps/703>. Vide también, OCDE,
«Improving the System…». Loc. cit., pp. 8-14; Franck, S.D. «The Legitimacy Cri-
sis…»: Loc. cit., pp. 1606-1610 y 1617-1625.
Estudios de Arbitraje Internacional 185
134
Ciadi. Possible improvements… Op. cit.; vide C.J. Tams, «An Appealing Option?
The Debate about an Icsid Appellate Structure». Essays in Transnational Economic
Law, junio 2006, n.° 57, disponible en <http://www.wirtschaftsrecht.uni-halle.
de/Heft57.pdf>.
135
Vide Gaillard, E. «Centre international…», 2006. Loc. cit., pp. 233-234; vide,
también, Tams, C.J. «An Appealing Option? The Debate…». Loc. cit., pp. 12-14.
136
Esta opinión es defendida, por ejemplo, por Gaillard, E. «Centre internatio-
nal…», 2006. Loc. cit., p. 235.
186 Biblioteca de Arbitraje
137
Vide, entre otros, Burgenberg, M. «The Division of Competences Between the
EU and Its Member States in the Area of Investment Politics». En International
Investment Law and EU Law (M. Bungenberg et al. eds.). Springer, Verlag, Ber-
lin and Heidelberg, 2011, pp. 29-42; Burgstaller, M. «The Future of Bilateral
Investment Treaties of EU Member States». En International Investment Law and
EU Law, (M. Bungenberg et al., eds.). Springer Verlag Berlin and Heidelberg,
2011, pp. 71-77; Díez-Hochleitner, J. «El incierto futuro de los acuerdos bila-
terales sobre protección de inversiones celebrados por los Estados miembros de la
Unión Europea». En Revista española de Derecho europeo, enero-marzo 2010; Iru-
retagoiena Agirrezabalaga, I. «Los Appri en la Unión Europea Post-Lisboa».
En Anuario español de Derecho Internacional Privado, tomo x, 2010, pp. 759-791.
Las características de
los laudos Ciadi
DomingoBello
Domingo BelloJaneiro
Janeiro*1*
Las razones por las que la cultura del arbitraje se está imponiendo
con fuerza son básicamente dos: rapidez y economía. El arbitraje resulta
infinitamente más rápido que la justicia ordinaria. Permite ajustar enor-
memente los plazos hasta el laudo o sentencia arbitral en función del
tipo de controversia. Un tiempo mínimo en comparación con los largos
procesos judiciales que llegan a dilatarse años. En contraste con la larga
duración de los juicios, en el procedimiento arbitral los árbitros deberán
dictar su laudo en un plazo mucho más breve. Reducción de tiempo y
procedimiento que se traduce inmediatamente en ahorro.
cual someto, por supuesto, muy gustoso a cualquier otra opinión mejor
fundada en derecho.
los Estados, ahora, frente a estos países, los inversores extranjeros sólo
podrían reclamar ante los tribunales internos de justicia del país, con las
limitaciones ya vistas que ello presenta.
El laudo será firmado por los miembros del tribunal que hayan vo-
tado en su favor y deberá indicarse la fecha de cada firma y, desde luego,
cualquier miembro del tribunal podrá adjuntar al laudo su opinión in-
dividual, sea que disienta o no con la mayoría, o una declaración sobre
su disensión, tal y como he hecho en una y otra hipótesis en los laudos
de Siemens y Daimler contra Argentina.
1
Maffezini vs. Spain. Decisión 25 de enero de 2000, Icsid Case n.° ARB/97/7, Icsid
Rep. 212 (2001).
2
Siemens AG vs. Argentine Republic (Decisión sobre jurisdicción, 3 de agosto de
2004) Icsid Case n.° ARB/02/8, 12 Icsid Rep 174.
Estudios de Arbitraje Internacional 207
3
En su momento, hice notar al resto de miembros del tribunal que de la lectura que
hago del Convenio y Reglas de Arbitraje del Ciadi no aparece ningún condicio-
nante temporal de la formulación del voto particular de los árbitros, estén o no de
acuerdo con la mayoría; y, en mi caso concreto, puntualicé que no era nada nuevo,
pues «se trata de una opinión manifestada reiteradamente, que, particularmente,
se corresponde con mi parecer desde el primer momento y quiero que así figure
como documento adjunto en el laudo, añadiéndose en el apartado 3 de la Regla
n.° 47 que, precisamente, cualquiera puede adjuntar al laudo su opinión indivi-
dual, de lo que se deduce fácilmente que dicho texto adjunto es siempre posterior
al laudo —completo— firmado por la mayoría o por todos, sea que dicho voto
disienta o no con la mayoría, o una declaración sobre su disensión, añadiéndose,
en la Regla n.° 48/2, que el laudo sólo se considerará dictado en la fecha en que
se hayan despachado —por la secretaría general— las copias certificadas», lo cual
todavía no se había producido en el momento en que el resto de mis colegas en
el tribunal tenían constancia de haber recibido mi voto particular, y que en dicho
laudo se podrán incluir las opiniones individuales y las declaraciones de disiden-
cia, por lo que tuve que insistir especialmente en que figurase mi voto particular
adjunto al laudo y que así se lo trasladen a la secretaría general, para evitar que
sea yo el que lo haga directamente, todo lo cual precisé que imaginaba que com-
plicaría más todavía el tema, manifestando los problemas formales que pudieran
impedir que constase exactamente mi voluntad que, en efecto, puede entenderse
que matiza el sentido de mi firma del texto en su conjunto, pero, como bien sabía
el resto del tribunal, pues tengo copia de las comunicaciones entre nosotros, se
corresponde mejor con el sentido de mi voluntad, tras lo que precisaba que «sien-
do mi firma al texto global como manifestación general de asentimiento pero no
en todos sus extremos, lo que, ahora, después de las últimas comunicaciones, que
sólo me llegan, por cierto, por correo electrónico, al igual que al resto del tribunal,
de una de las partes, me veo necesario precisar, porque, en efecto, no veo nada
claro, y cada vez lo veo peor, el tema y quiero especificar mi voluntad detallada-
mente sobre el particular, para lo cual no veo ningún problema en incluir dicho
texto», en un momento posterior, efectivamente, pero en todo caso anterior a que
se hubiesen completado las formalidades administrativas y que viene a explicar el
sentido de mi parecer con más precisión, que pedí en tal instante que se trasladase,
junto con el laudo, a la Secretaría General, para evitar hacerlo yo mismo.
208 Biblioteca de Arbitraje
4
Véanse, en particular, las decisiones en los casos siguientes: Salini Costruttori
S.p.A. and Italstrada S.p.A. vs. The Hashmeite Kingdom of Jordan (decisión so-
bre jurisdiccion, 15 de noviembre de 2004) Icsid Case n.° ARB/02/13, 14 Icsid
Rep 306; Plama Consortium Limited vs. Republic of Bulgaria (decisión sobre ju-
risdicción 8 de febrero de 2005) Icsid Case n.° ARB/03/24, 13 Icsid Rep 272;
Telenor Mobile Communications A.A. vs. Republic of Hungary (sentencia 13 de
septiembre de 2006) Icsid Case n.° ARB/04/15; Vladimir Berschader & Moïse
Berscharder vs. Russian Federation (sentencia 21 de abril de 2006) SCC Case n.°
080/2004; Wintershall Aktiengesellschaft (sentencia 8 de diciembre de 2008) Icsid
Case n.° ARB/04/14; Austrian Airlines vs. Slovak Republic (sentencia 9 de octubre
de 2009) Uncitral. Véase también el caso Renta 4 S.V.S.A. et al. vs. Russian Feder-
ation (sentencia sobre objeciones preliminares, 20 de marzo de 2009) SCC Case
n.° 024/2007.
5
Icsid Case n.° ARB/02/1.
6
Icsid Case n.° ARB/01/3.
Estudios de Arbitraje Internacional 209
Yo quiero insistir una vez más sobre el hecho de que ese punto está
directamente vinculado con el respeto del consentimiento expuesto por
las partes estatales al tratado bilateral bajo las exigencias del Derecho
Internacional Público, en materia de elección de los modos de arreglo
de las diferencias que nunca se pueden imponer a un Estado soberano
sin respetar su propia voluntad, como otra vez ha sido recordado en la
más reciente jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia en los
casos Djibouti c/ Francia9 o Georgia c/ Russia.10
9
Certain Questions of Mutual Assistance in Criminal Matters (Djibouti vs. France)
Jurisdiction and Admissibility. Fallo del 4 de junio de 2008, parágrafo 62.
10
Case Concerning Application of the International Convention on the Elimination of
All Forms of Racial Discrimination (Georgia vs. Russian Federation), Preliminary
Objection. Fallo del 1 de abril de 2011, paragráfos 133-135.
Estudios de Arbitraje Internacional 213
11
En el caso Wintershall, el tribunal afirmaba lo siguiente: «El que un inversionista
pudiera elegir a su arbitrio omitir el segundo paso [el requisito del transcurso
de 18 meses de iniciado el proceso ante tribunales domésticos] sencillamente no
está contemplado, ni siquiera previsto, en el TBI Argentina-Alemania, porque
el «consentimiento» (oferta permanente) del Estado receptor (Argentina) tiene
como premisa haber sometido primero ante los tribunales competentes del Estado
receptor toda la diferencia para su resolución por los tribunales locales».
12
Icsid Case n.° ARB/07/31, Decisión sobre jurisdicción, 24 de octubre de 2011 y
opinión separada y disidente del señor J. Christopher Thomas.
13
Q.C. = Queen’s Counsel.
214 Biblioteca de Arbitraje
14
McLachlan, Campbell Q.C., Laurence Shore y Mathew Weiniger. Interna-
tional Investment Arbitration: Substantive Principles. Oxford: Oxford University
Press, 2007, p. 257.
Estudios de Arbitraje Internacional 215
15
Schreuer, Christoph H. The Icsid Convention: A Commentary. Cambridge Uni-
versity Press, 2001, parágrafo 356, p. 238.
216 Biblioteca de Arbitraje
16
Renta 4 S.V.S.A. vs. The Russian Federation, Arbitration Institute of the Stockholm
Chamber of Commerce, Award on Preliminary Objections to Jurisdiction (20 Mar
2009) [hereinafter «Renta 4»], para 93 (emphasis added), donde, precisamente, se
puntualiza que con especular o tomar las especulaciones como la base de las lec-
turas de propósito de un texto, corre el riesgo de intrusión en las determinaciones
políticas fundamentales y lo mismo se aplica cuando «confirmación» de una hipo-
tética intención se dice que se encuentra en consideraciones externas al texto, tras
lo cual se concluye que el deber del tribunal es descubrir y no crear el significado
nuevo del contenido de un texto de que se trate.
Estudios de Arbitraje Internacional 217
the relevant words [of a treaty] in their natural an ordinary meaning make
sense in their context, that is the end of the matter».17
17
Corte Internacional de Justicia, Opinión consultiva en el Caso de la Competencia
de la Asamblea General para la admisión de un Estado a las Naciones Unidas, ICJ
Reports 1950, pp. 4-5, donde se dice justamente, como se reproduce en el inglés
original en el texto, que si las palabras pertinentes [de un tratado] en su estado
natural, es decir, an ordinary tienen sentido en su contexto, ése es, precisamente,
el final de la materia o la finalidad y conclusión última de su contenido.
218 Biblioteca de Arbitraje
Nicolás Zambrana*
*
Universidad de Navarra.
1
Sobre la diferencia entre cláusula de estabilidad y de estabilización ver el siguiente
epígrafe.
222 Biblioteca de Arbitraje
Para el tribunal, estaba fuera de toda duda que los acuerdos de es-
tabilidad son de gran importancia para los inversores. La estabilidad
del derecho a no ser discriminado también era de importancia obvia
para el inversor extranjero, dado que congelaba las leyes, normas y re-
glamentaciones aplicables a éste, tal como existían en el momento en
el que el acuerdo de estabilidad fue concluido. Esto hubiera significado
que ninguna ley nueva se habría podido aprobar, que expresara que
ciertas normas relativas a la no discriminación ya no serían de aplica-
ción al demandante. La cláusula, especialmente, garantizaba el Derecho
Constitucional a la igualdad ante la ley. Por ejemplo, según el tribunal,
un Estado peruano hostil a la inversión extranjera no habría podido,
durante la duración del acuerdo de estabilidad, empeorado el estatus del
demandante mediante la modificación de este derecho constitucional
Estudios de Arbitraje Internacional 225
El tribunal añadió que estaba claro que del clausulado del acuerdo
de estabilidad no se desprende un estatus de inversor más favorecido.
Sobre las costas, el tribunal concluyó que cada parte debía pagar las
suyas y su parte de las tasas arbitrales del Ciadi.
226 Biblioteca de Arbitraje
2
Cfr. Pérez Vera, E. Et. al. Derecho Internacional Privado. UNED, 1997, 6.ª
edición, p. 123.
3
Vide Laudo de 12 de mayo de 2005, dictado en el caso CMS Gas Transmission
Company vs. The Argentine Republic (ARB/01/8) y publicado en <http://www.
worldbank.org/icsid/cases/CMS_Award.pdf>, pp. 80 a 82.
4
Cfr. Schreuer, Ch. The Icsid Convention: A Commentary. Cambridge University
Press, 2001, p. 591.
5
Cfr. Sornarajah, M. The international law on foreign investment. Oxford, 2004,
2.ª edición, p. 407.
Estudios de Arbitraje Internacional 227
afirma Kulpa, habría que mirar con desconfianza el que un Estado pu-
diera autolimitar sus competencias soberanas (por ejemplo, mediante
cláusulas de estabilización), como la de modificar contratos administra-
tivos mediante normas internas.8
8
Cfr. Kulpa, N.N. Das anwendbare (materielle) Recht in internationalen Han-
delsschiedsgerichtsverfahren. Frankfurt: Peter Lang, 2005, p. 129.
9
Kulpa diferencia entre cláusulas de estabilización y freezing clauses. Mediante las
primeras el Estado se comprometería a no modificar el contrato mediante normas
internas y mediante las segundas se comprometería a la aplicación de su Derecho
interno, en futuras controversias con el inversor, en el modo en que estuviera
dicho Derecho en el momento de concluir el contrato; cfr. Kulpa, N.N. Das
anwendbare (materielle) Recht in internationalen Handelsschiedsgerichtsverfahren.
Frankfurt: Peter Lang, 2005, pp. 124 y 125.
10
Mediante las cláusulas no further tax, el Estado se compromete a no gravar la
inversión con más impuestos de los que ya están previstos en el momento de la
firma del contrato; vide laudo sobre jurisdicción, de 6 de julio de 1975, dictado en
el caso Alcoa Minerals of Jamaica, Inc. vs. Jamaica (ARB/74/2); extractos del laudo
publicados en Schmidt, J.T. «Arbitration Under the Auspices of the International
Centre for Settlement of Investment Disputes (Icsid): Implications of the Deci-
sion on Jurisdiction in Alcoa Minerals of Jamaica, Inc. vs. Government of Jamaica».
En Harvard International Law Journal, vol. 17, 1976, pp. 90-109.
Estudios de Arbitraje Internacional 229
interés público del Estado parte, por un lado, y los intereses a largo
plazo del inversor, por otro.11
11
Cfr. Brownlie, I. Principles of Public International Law. Oxford: Oxford Univer-
sity Press, 1998, 5.ª edición, p. 554.
12
Cfr. Verhoosel, G. «Foreign direct investment and legal constraints on domes-
tic environmental policies: striking a “reasonable” balance between stability and
change». En Law and Policy in International Business, vol. 29, 1998 <http://find-
articles.com/p/articles/mi_qa3791/is_199807/ai_n8788210>.
13
Cfr. Faruque, A.A. «Validity and Efficacy of Stabilisation Clauses. Legal Protection
vs. Functional Value» En Journal of International Arbitration, 2006, vol. 23, p. 318.
14
Cfr. Faruque, A. Op. cit., p. 318 y pp. 321 y 322.
230 Biblioteca de Arbitraje
19
Faruque, A. Op. cit. pp. 318-320.
232 Biblioteca de Arbitraje
sólo podrá ser modificada por mutuo acuerdo de las Partes que
expresamente haga referencia a dichas modificaciones.20
20
Vide «Latin American infrastructure model agreement 2000»: The State guar-
antees the Investors and the Recipient Company that this Investment Contract, the
Project Agreements and the State Institution Authorizations, in each case in relation
to the Investments and the Project, shall enjoy absolute legal stability in accordance
with the Legal Framework in Effect. Accordingly, neither the Investment Contract,
nor the Project Agreements nor the State Institution Authorizations may be modi-
fied unilaterally by laws or other dispositions from the State of any type that affect
them or by changes in the interpretation or application thereof and each thereof in
which the State is a party may only be modified by the mutual written agreement
of the Parties that expressly evidences such modifications (traducción del autor). En
Stabilization Clauses and Human Rights: A research project conducted for IFC and
the United Nations Special Representative to the Secretary General on Business and
Human Rights, 11 de marzo de 2008 <http://www.ila-hq.org/download.cfm/do-
cid/2C3489A0-B4CE-4A66-B1474D3609616CFB>.
21
Cfr. Mayer, P. «La Neutralisation du Pouvoir Normatif de l’Etat en matière de
Contrats d’Etat». En Journal du Droit International, n.° 1, 1986, p. 7.
22
Vide n.° IV.6.7 (Duty to renegotiate de los Trans-Lex Principles <http://www.
tldb.net/>.
Estudios de Arbitraje Internacional 233
23
Cfr. Sornarajah, M. The settlement of foreign investment disputes. La Haya/Bos-
ton, Kluwer Law International, 2000, p. 409.
24
Cfr. Chueca Sancho, A.G. Contratos de Estado y Empresas Extranjeras y Derecho
Internacional Público. Curso de Verano de Vitoria-Gasteiz, 1989, p. 331.
234 Biblioteca de Arbitraje
25
Cfr. Schreuer, C. The Icsid Convention: A Commentary. Cambridge University
Press, 2001, p. 591.
26
Cfr. Wälde, T.W. Stabilising international investment commitments: international
law versus contract interpretation. CPLP Professional paper n.° PP13, Centre for
Petroleum and Mineral Law and Policy, 1994, p. 42 <http://www.dundee.ac.uk/
cepmlp/infoserv/Downloads_Free/PP13.pdf>.
27
Cfr. Mann, F.A. «State Contracts and State Responsibility». En American journal
of international law, vol. 54, 1960, p. 581.
28
«Les parties peuvent convenir que des dispositions d’un droit interne auxquelles elles
se réfèrent dans un contrat doivent être entendues dans leur teneur au moment de
la conclusion de ce contrat», en <http://www.idi—iil.org/idiF/resolutionsF/1979_
ath_01_fr.PDF>.
29
Cfr. Cameron, P.D. Stabilisation in investment contracts and changes in the rules
of host countries: tools for oil & gas investors. Final Report of 5 July 2006, Asso-
Estudios de Arbitraje Internacional 235
32
Cfr. Cheng, B. General Principles of Law as Applied by International Courts and
Tribunals. Londres: Stevens & Sons Ltd, 1953, pp. 105 et seq.
33
Vide Laudo ad-hoc de 15 de marzo de 1963, dictado en el caso Sapphire Interna-
tional Petroleums Ltd. vs. National Iranian Oil Company y publicado en ILR, vol.
35, 1967, p. 136.
34
Cfr. Begic, T. Applicable in international investment disputes. Utrecht: Eleven In-
ternational Publishing, 2006, p. 98.
Estudios de Arbitraje Internacional 237
35
Vide Laudo del 12 de abril de 1977, dictado en el caso Lybian American Oil Com-
pany (Liamco) vs. Government of the Lybian Arab Republic y publicado en ILM,
1981, vol. 20, pp. 105 et seq.
36
Vide Resolución n.° 1803 (xvii) de la Asamblea General de las Naciones Unidas,
de 14 de diciembre de 1962, titulada «Soberanía permanente sobre los recursos
naturales» <http://www.ohchr.org/spanish/law/recursos.htm>.
37
David, N. «Les clauses de stabilité dans les contrats pétroliers. Questions d´un practi-
cien». En Journal du Droit International, 1986, p. 94.
238 Biblioteca de Arbitraje
38
Vide Laudo final del 24 de marzo de 1982, dictado en el caso Government of the
State of Kuwait vs. The American Independent Oil Co. (Aminoil), y publicado en
ILM, 1982, vol. 21, p. 976.
39
Vide Sentencia francesa dictada en el caso SPP Ltd vs. Egipto y publicada en ILM,
1983, vol. 22.
40
Vide artículo 1(6) del Código Civil español.
Estudios de Arbitraje Internacional 239
Los tres efectos básicos de este tipo de cláusulas pueden ser la prohi-
bición de nacionalización o expropiación, la internacionalización del
contrato y la obligación del pago de indemnización por incumplimien-
to del compromiso de no alterar los términos del contrato o no alterar
el marco regulatorio de la inversión.44 En el laudo Topco45 se puso de
manifiesto la teoría extrema de que la cláusula de estabilización prohibía
la nacionalización —salvo en caso de alteración fundamental de las cir-
cunstancias— y convertía a ésta en un acto ilícito conforme a Derecho
43
Vide ibidem, International Law Association’s Seoul Declaration, pp. 6-7 (principio
5.1).
44
Cfr. Faruque, A.A. «Validity and Efficacy of Stabilisation Clauses. Legal Protection
vs. Functional Value». En Journal of International Arbitration, vol. 23, n.° 4, pp.
325 et seq.
45
Vide Laudo del 19 de enero de 1977, dictado en el caso Texaco Overseas Petroleum
Company/California Asiatic Oil Company vs. Government of the Lybian Arab Re-
public y publicado en ILM, vol. 17, 1978.
Estudios de Arbitraje Internacional 241
46
Vide Laudo de 12 de abril de 1977, dictado en el caso Lybian American Oil Com-
pany (Liamco) vs. Government of the Lybian Arab Republic y publicado en ILM,
1981, vol. 20.
47
Vide Laudo de 24 de marzo de 1982, dictado en el arbitraje entre Government of
the State of Kuwait y The American Independent Oil Company (Aminoil) y publica-
do en 21 ILM, 1982, vol. 21, p. 976.
242 Biblioteca de Arbitraje
48
Cfr. Kulpa, N.N. Das anwendbare (materielle) Recht in internationalen Han-
delsschiedsgerichtsverfahren. Frankfurt: Peter Lang, 2005, p. 130.
Estudios de Arbitraje Internacional 243
Los tribunales arbitrales del Ciadi se han mostrado favorables a las cláu-
sulas de estabilización.49 En AGIP vs. Congo, el Tribunal afirmó que
las cláusulas de estabilización, libremente concluidas por el Gobierno
de Congo, no afectaban a su soberanía legislativa y regulatoria, ya que
Congo continuaba pudiendo regular y legislar respecto a los nacionales
y extranjeros a los que no afectaba dicha cláusula. Frente al inversor que
sí se beneficiaba de la cláusula de estabilización, el efecto consistía en
que el Estado no podía utilizar contra él las modificaciones realizadas en
el Derecho aplicable.50 Asimismo, el laudo da a entender una voluntad
por parte del tribunal arbitral de considerar las cláusulas de estabiliza-
ción como parte del Derecho Internacional; y, por lo tanto, protegiendo
al inversor frente a modificaciones de la legislación estatal.
49
Cfr. Schreuer, C. The Icsid Convention: A Commentary. Cambridge University
Press, 2001, p. 592.
50
Vide Laudo Ciadi de 30 de noviembre de 1979, dictado en el caso AGIP Company
vs. Popular Republic of the Congo (ARB/77/1) y publicado en ILM, vol. 21, 1982,
paras. 86 et seq.
51
Vide Laudo Ciadi de 31 de marzo de 1986, dictado en el caso Liberian Eastern
Timber Corporation (Letco) vs. The Government of the Republic of Liberia y publi-
cado en ILM, vol. 26, 1987, pp. 35 y 36.
244 Biblioteca de Arbitraje
2.6. Conclusiones
52
Vide Decisión sobre nulidad del 22 de diciembre de 1989, publicada en Icsid
Reports, 1997, vol. 4, p. 79.
Estudios de Arbitraje Internacional 245
las partes pueden exigir que se vuelvan a renegociar los términos del
contrato.53 Chukwumerije entiende que no existe una obligación de
renegociar, si ésta no se ha previsto en el contrato,54 aunque la Transna-
tional Law Database del profesor Berger sí cita el principio de la renego-
ciación como uno de los principios propios del Derecho del Comercio
Internacional.55
53
Cfr. Kulpa, N.N. Das anwendbare (materielle) Recht in internationalen Han-
delsschiedsgerichtsverfahren. Frankfurt: Peter Lang, 2005, p. 131.
54
Cfr. Chukwumerije, O. Choice of Law in International Commercial Arbitration.
Wesport: Quorum Books, 1994, p. 168.
55
Vide Principio iv.6.7 de los Trans-lex Principles - Duty ro renegotiate <http://www.
tldb.net/>.
Juez o árbitro en la adopción de medidas cautelares
en el arbitraje comercial internacional:
autonomía de la voluntad de las partes
1. Introducción
*
1 Profesora Contratada Doctora de Derecho Internacional Privado. Universitat de
València, España.
248 Biblioteca de Arbitraje
1
Drahozal, C.R. «Party autonomy and interim measures in international com-
mercial arbitration». En International Commercial Arbitration. Jan Van Den Berg,
ed., 2003, p. 108.
Ortego Pérez, F. «Las medidas cautelares en el arbitraje (reflexiones sobre la
potestad cautelar de los árbitros». RCEA, vol. XX, 2005, pp. 210 y ss.
2
Garcimartín Alférez, F.J. El régimen de las medidas cautelares en el comercio
internacional. Madrid: McGraw/Hill, 1996, p. 189.
3
Besson, S. Arbitrage international et mesures provisoires. Étude de droit comparé.
Zurich: Études suisses de droit international, 1999, p. 82; Garcimartín Alfé-
rez, F.J. El régimen de ... Op. cit., p. 188.
Estudios de Arbitraje Internacional 249
4
Laudo parcial n.° 9301/2004, de la CCI, inédito.
5
Laudo n.° 3540/1980, de la CCI, J.D.I., 1981, p. 914; Laudo n.° 4126/1983 de
la CCI, J.D.I., 1984, p. 934, y la nota de Jarvin.
6
Laudo parcial n.° 9301/2004, inédito; Schwartz, E.: «The Practices and Experi-
ence of the ICC Court», en Conservatory and Provisional Measures in international
Arbitration, Bull. CCI, Special Supplement, 1993, p. 45.
250 Biblioteca de Arbitraje
Para saber si, efectivamente, las partes están legitimadas para acor-
dar la competencia o incompetencia de los árbitros en materia cautelar
hay que hacer referencia, necesariamente, a las distintas teorías existen-
tes sobre la naturaleza del poder de los árbitros. Dependiendo de la na-
turaleza jurídica que le atribuyamos al poder de los árbitros, la respuesta
variará en uno u otro sentido. Básicamente, son tres las teorías que se
han formulado al respecto, a saber, (A) la de los poderes implícitos,9 (B)
la teoría intermedia y, (C) la de los poderes inherentes. La adopción de
una u otra implicará la admisión o rechazo de la posibilidad de que las
partes puedan decidir sobre esta cuestión.
7
Reig Fabado, I.: El contrato internacional de ingeniería. Valencia: Tirant lo Blanch,
2008, pp. 254 y ss.
8
Fernández Rozas, J.C. «Arbitraje y justicia cautelar». RCEA, 2007, p. 28.
9
S. Besson hace referencia a la teoría de los poderes implícitos de los árbitros.
Estudios de Arbitraje Internacional 251
10
Besson, S. Arbitrage International et mesures provisoires. Étude de droit comparé.
Zurich: Schulthess Polygraphischer Verlag, 1998, p. 82. El fundamento conven-
cional del arbitraje ha sido puesto de relieve en varias ocasiones por el propio
Tribunal Constitucional en algunas sentencias como la Sentencia TC de 11 de
noviembre de 1996, n.° 176/1996 (B.O.E. 17-12-96 n.° 303, suplemento). Ra-
mos Méndez, F. «L´arbitrage international et mesures conservatoires». Rev. Arb.,
1985, vol. 1, p. 56; Lorca Navarrete, A.M. «Problemas prácticos y teóricos que
plantea la adopción de medidas cautelares en el modelo de arbitraje Uncitral/
Cnudmi». Diario La Ley, 22 de enero de 2007, p. 3. Fernández Rozas, J.C.
«Arbitraje y justicia cautelar». RCEA, 2007, pp. 28 y 29.
11
Vid. Siqueiros, J.L. «La Cnudmi modifica su Ley modelo sobre arbitraje comer-
cial internacional». Rev. Der. Pr., n.ºs 21-22, sept. 2008-abril 2009, pp. 126 y ss.
12
Informe del 4.º Grupo de Trabajo, A/CN.9/245, párr. 71, p. 259.
13
Matos Martins, A.P. «A Tutela cautelar na Lei-Modelo da Cnudci e a revisao da
Lei de Arbitragenm Voluntária». Thémis, 2009, pp. 66 y ss.
14
Garcimartín Alférez, F.J. El régimen de... Op. cit., p. 189.
15
Besson, S. Arbitrage International et... Op. cit., p. 145; Garcimartín Alférez,
F.J. El régimen de... Op. cit., p. 189.
252 Biblioteca de Arbitraje
16
Garcimartín Alférez, F.J. El régimen de... Op. cit., p. 189.
17
Bernardini, P. «The Powers of the Arbitrator». Conservatory and Provisional Mea-
sures in International Arbitration, Bull. CCI, Spécial Supplement, 1993, p. 29.
18
Lew, J.D.M. «Commentary on Interim and conservatory measures in ICC Arbitra-
tion Cases». Bull. CCI, vol. 11, n.º 1, 2000, p. 25.
Estudios de Arbitraje Internacional 253
19
Schwartz, E. «The practices and ...», art. cit., p. 60; Garcimartín Alférez, F.J.
El régimen de ..., op. cit., p. 192.
20
Lalive, P. - J.F. Poudret - C. Reymond. Le droit de l´arbitrage interne et interna-
tional en Suisse. Lausanne, 1989, p. 145.
254 Biblioteca de Arbitraje
21
Stalev, Z. «Interim Measures of Protection in the Context of Arbitration». En In-
ternational Arbitration in a Changing World. J. Van den Berg, ed. Netherlands:
Kluwer, 1994, p. 105; Laidisa, L. «Arbitrato internazionale e tutela cautelare». Riv.
Dell´Arb., vol. 15, 2005, p. 467.
22
Besson, S. Arbitrage international et... Op. cit., p. 145.
23
Besson, S. Arbitrage international et... Op. cit., p. 100.
24
El artículo 39, párrafos 1 y 4 de la Ley de Arbitraje inglesa de 1996 dice: 1.- «Las
partes pueden acordar que el tribunal tendrá poder para ordenar con carácter pro-
visional cualquier medida que pueda garantizar en un laudo final […]. 4.- Salvo
que las partes le hayan conferido este poder, el tribunal carece del mismo».
Estudios de Arbitraje Internacional 255
25
Lorca Navarrete, A.M. y J. Silguero Estagnan. Derecho de Arbitraje español.
Manual teórico-práctico de jurisprudencia arbitral española. Madrid: Dykinson,
1994, p. 372; Ortells Ramos, M. «Comentario al artículo 50 L.A.». En Co-
mentario breve a la Ley de Arbuitraje. Montero Aroca, J. (dir.). Madrid: Civitas,
1990, p. 258; Iturriagagoitia, P. Provisional... Op. cit., p. 656.
256 Biblioteca de Arbitraje
26
Vid. el epígrafe 2.1.1 del Capítulo iii de este trabajo, pp. 198 y ss.
27
Hoellering, M.F. «Interim Measures and Arbitration: the situation in the United
States». Arb. Jour., 1992, vols. 46-47, p. 22; Ramos Méndez, F. «Arbitrage inter-
national et mesures conservatoires». Rev. Arb., 1985, p. 56; Donovan, F.D. «Powers
Estudios de Arbitraje Internacional 257
los árbitros para dictar medidas cautelares, que emana del convenio ar-
bitral, se considera un accesorio natural a la competencia para conocer
del fondo del asunto. Esto es, la competencia del árbitro engloba todas
aquellas cuestiones que son necesarias para resolver la controversia.28
30
Laudo n.° 6998/1992, de la CCI, inédito, donde reconoce el poder inherente de
los árbitros para ordenar medidas que impliquen una ejecución respecto de las
partes.
31
Donovan, F.D. «Powers of the...», art. cit., p. 60; Vid. laudo n.° 6632/1993 de
la CCI; Van Houtte, H. «Provisional Measures in Arbitration». En Voskuil,
C.C.A. y J.A. Wade (ed.). Essays on the Law of International Trade. International
Obligations. Choice of Law. Provisional Measures in Arbitration. Netherlands: Mak-
lu Publishers, 1991, p. 134.
32
Collins. «Provisional and Protective measures in International Litigation». R. des
C., 1992-iii, vol. 234, p. 169.
Estudios de Arbitraje Internacional 259
3.ª En tercer lugar, esta posición teórica toma como punto de par-
tida la relación indisoluble entre el poder para dictar medidas
33
El artículo 818 del Codice de Procedure Civile italiano prohíbe a los árbitros que
adopten cualquier tipo de medida cautelar en un procedimiento arbitral. Se trata
de una norma de carácter imperativo, por tanto, las partes no pueden disponer al
respecto; Bernardini, P. «L’Arbitrage en Italia après la récente réforme». Rev. Arb.,
1994, p. 493.
34
Besson, S. Arbitrage international et... Op. cit., p. 102.
260 Biblioteca de Arbitraje
2.4. Conclusión
Cabría afirmar que las partes sí que pueden decidir sobre la compe-
tencia o incompetencia de los árbitros en materia cautelar. De todos
modos, teniendo en cuenta las divergencias que derivan de la interpre-
tación del silencio de las partes, sería recomendable que éstas otorgaran
expresamente poder a los árbitros en la cláusula arbitral, si realmente
quieren asegurarse su competencia. No obstante, su libertad a la hora de
atribuirla no es absoluta, sino que está sometida a una serie de límites,
como veremos a continuación. De hecho, ésta es la tendencia seguida
en la mayor parte de los sistemas estatales de arbitraje, así como en los
Reglamentos Internacionales. Estos límites a que se ha hecho referencia,
vienen impuestos por los distintos ordenamientos jurídicos que pueden
afectar al arbitraje. Tales normas pueden ser esencialmente: 1) la Lex
arbitri, 2) la Ley reguladora del procedimiento arbitral y 3) la Ley del
lugar donde deba hacerse efectiva la medida cautelar.
Estudios de Arbitraje Internacional 263
En teoría, nada impide que las partes realicen tal pacto, puesto que,
en principio, tan sólo disponen del límite de la arbitrabilidad de la con-
troversia. En este sentido, la posibilidad de eliminar la competencia de
los jueces podría estimarse aceptable con la condición de que tal re-
nuncia no se hubiera hecho de mala fe.43 Cosa bien distinta es que tal
acuerdo tenga validez.
Provisional... Op. cit., p. 666; Calvo Caravaca, A.L. «Medidas cautelares y Arbitra-
je Privado Internacional». Diario La Ley, n.º 6128, 16 de noviembre de 2004, p. 16.
42
Reiner, A. «Les mesures provisoires...», art. cit., p. 884; Bernardini, P. «The Powers
of...», art. cit., p. 29.
43
De Leval, G. «Les mesures provisoires et conservatoires en matière d’arbitrage». Col-
loquium International Arbitration. Liège, 9 de diciembre de 1988, pp. 7 y 8.
44
Cour de Cassation, (1.ª Ch. Civ) de 18 de noviembre de 1986, en el asunto Atlan-
tic Triton vs. República de Guinea, J.D.I., 1987, p. 125, en Rev. Crit. Dr. Int. Pr.,
1987, pp. 760-764, nota de B. Audit, en Rev. Arb. 1987, p. 315; Cour de Cassa-
tion, (1.ª Ch. Civ) de 20 de marzo de 1989, Rev. Arb., 1989, p. 494.
Estudios de Arbitraje Internacional 265
Es por ello que, en los pocos sistemas que permiten a las partes
pactar la no intervención judicial, su admisión está condiciona-
da a que exista algún mecanismo sustitutivo, como puede ser el
référé prearbitral de la CCI. Esto es, que se haya previsto algún
mecanismo complementario al arbitraje que permita nombrar
unos árbitros de emergencia para que actúen en este tipo de
situaciones. Ahora bien, debemos señalar que, el hecho de que
las partes hayan pactado en la cláusula arbitral el recurso al ré-
féré o cualquier otro instrumento similar no debe interpretarse,
en ningún caso, como una cláusula de exclusión de la interven-
ción judicial.47
46
Bösch, A. Provisional Remedies in International Commercial Arbitration. A practi-
tioner handbook. Berlín: Walter de Gruyter, p. 8.
47
Reiner, A. «Les mesures provisoires...», art. cit., p. 885.
Estudios de Arbitraje Internacional 267
48
Varady, T. «Provisional Measures in international commercial arbitration». En Vo-
skuil, C.C.A. y J.A. Wade (ed.). Essays on the law of international trade. Interna-
tional obligations. Choice of law. Provisional measures in arbitration. Netherlands:
Maklu Publishers, 1991, p. 154.
49
Hausmaninger, H. «The ICC Rules...», art. cit., p. 82.
268 Biblioteca de Arbitraje
50
El artículo 39.5 del Reglamento Cirdi dispone: «Nada en esta Regla impedirá que
las partes, siempre que lo hayan estipulado en el convenio que registre su consen-
timiento, soliciten a cualquier autoridad o de otra naturaleza que dicte medidas
provisionales, antes de la iniciación del procedimiento, o durante la sustanciación
del mismo, para la preservación de sus respectivos derechos e intereses».
Estudios de Arbitraje Internacional 269
51
Varady, T. «Provisional Measures in…», art. cit., p. 155; Malhiero, G. «Os poderes
concorrenciais dos tribunais arbitrais e dos tribunais comuns para o decretamento de pro-
videncias cautelares». Portugal: Grupo Editorial Vida Económica, abril 2008.
52
En los Estados Unidos de América también se permite a las partes que excluyan
la intervención de los jueces, ver al respecto, Mills: «State International Arbitration
Statutes and the US Arbitration Act: Unifying the Availability of Interim Relief», 13
For. Inter. Law Jour., 604 (1989-1990).
53
Ver el asunto Anaconda vs. American Sugar Refining Co., 322 US, 42, 1944 donde
el tribunal sostiene que las partes no pueden excluir la jurisdicción de los tribu-
nales estatales.
270 Biblioteca de Arbitraje
54
Esto fue precisamente lo que ocurrió en el asunto entre el gobierno de Kuwait vs.
American International Oil Company. Las partes acordaron un arbitraje ad-hoc e
incluyeron una cláusula en la que eliminaban el poder de los árbitros para ordenar
medidas cautelares (y otras propiedades que había tomado posesión el gobierno
de Kuwait).
Estudios de Arbitraje Internacional 271
55
McDonell, N.E. «The Availability of provisional relief in international commercial
arbitration». Colum. Jour. Trans. Law, 1983-1984, vol. 22, p. 290; Yesilirmak, A.
Provisional measures in international commercial arbitration. La Haya: Kluwer Law
International, 2005, p. 208.
272 Biblioteca de Arbitraje
Esto significa, por un lado, que las partes podrán pactar, en virtud
del principio de autonomía de la voluntad, el órgano al que le atribuyen
56
Artículo 1.2 del Reglamento de Arbitraje de la Comisión de las Naciones Unidas
para el Derecho Mercantil Internacional —Uncitral—, del 15 de diciembre de
1976.
Estudios de Arbitraje Internacional 273
tal poder. Y, por otro, que cuando las partes celebren el arbitraje en In-
glaterra, pero hayan elegido un Reglamento de Arbitraje o una Ley de
Procedimiento distinta que atribuya poderes amplios a los árbitros en
materia cautelar, se aplicará esta última, en tanto que no existen normas
imperativas que obedecer.
Por lo que refiere a Alemania, siempre que las partes hayan elegido
este país como lugar de celebración del arbitraje —dado que rige el
principio de territorialidad de las leyes en materia procesal—.57 Las par-
tes no podrán excluir el poder de los jueces alemanes en materia cautelar
cuando la ley así lo disponga, por cuanto que se trata de normas impera-
tivas. Por el contrario, las partes sí podrán pactar la exclusión del poder
de los árbitros para dictar medidas provisionales, por encontrarnos ante
una norma dispositiva.58
Sin embargo, cuando la ley reguladora del arbitraje o lex arbitri ex-
cluya o atribuya competencia a los árbitros, a través de normas imperati-
vas, éstas prevalecerán sobre la voluntad de las partes con independencia
57
Lapiedra Alcamí, R. «Comentario a la Ley Alemana de Arbitraje de 1 de enero
de 1998», R.E.D.I., 1998, vol. 2, p. 313.
58
Schaefer, J.K. «New Solutions for interim measures of protection in internacional
comercial arbitration: English, German and Hong Kong law compared». Elec. Jour.
Comp. Law, 1998, p. 23.
59
McDonell, N.E. «The Availability of...», art. cit. p. 290.
274 Biblioteca de Arbitraje
60
Bernardini, P. «The Powers of...», art. cit., p. 26.
61
Besson, S. Arbitrage international et... Op. cit., p. 82; Drahozal, C.R. «Party
autonomy and interim…». Op. cit., p. 114.
62
Goldman, B. J.-Cl. Dr. Int., fasc. 586-5-1, n.º 98; Brody, K. «An Argument for
Pre-Award Attachment in International Arbitration under the New York Con-
vention«, 18 Cornell Int. Law Jour. 1985, pp. 122 y 123; Ramos Méndez, F.
«Arbitrage International et Mesures Conservatoires». Rev. Arb., 1985, pp. 63-67.
63
Park, W. «The Lex Loci Arbitri and International Commercial Arbitration»,
1983, Int. Com. Law. Quar., p. 21. Vid., asimismo, sobre esta teoría Redfern,
Estudios de Arbitraje Internacional 275
68
Bösch, A. Provisional Remedies... Op. cit., p. 7.
Análisis comparativo de la
prueba en el arbitraje internacional:
¿disclosure o discovery?
1. Introducción
Señalan dos reconocidos árbitros de gran reputación, uno del civil law,
el alemán Elsing, y otro del common law, el americano Townsend, lo
siguiente:
*
1 Garrigues, Madrid.
280 Biblioteca de Arbitraje
Y ello es así en tanto que una de las grandes ventajas del arbitraje
es su flexibilidad, que permite la adaptación del procedimiento a las
características específicas del caso. En este sentido, el presente artículo
se inicia abordando el análisis del principio de flexibilidad en el proce-
dimiento arbitral desde la perspectiva de la prueba, incidiendo en las
diferencias más importantes entre los sistemas de tradición continental
y de tradición anglosajona.
1
«Resulta improbable que las perspectivas del common law y del civil law relativas
al ejercicio de la abogacía y la práctica de la prueba se fusionen alguna vez en un
único sistema de procedimientos para el arbitraje internacional. Ni es deseable que
así fuera». (Traducción propia). Fuente: Elsing, S.H. y J.M. Townsend. «Bridging
the Common Law-Civil Law Divide in Arbitration». Arbitration International. La
Haya-Londres: Kluwer Law International, 2002, vol. 18, Issue 1, p. 66.
2
Born, G. «Chapter 15: Disclosure and Discovery in International Arbitration».
En International Commercial Arbitration. La Haya: Kluwer Law International,
2009, p. 1877. Mcilwrath, Michael y John Savage. International Arbitration
and Mediation: A Practical Guide. La Haya: Kluwer Law International, 2010, p.
287, para. 5-181.
Estudios de Arbitraje Internacional 281
7
Mcilwrath, Michael y John Savage. International Arbitration and Mediation: A
Practical Guide. La Haya: Kluwer Law International, 2010, p. 287, para. 5-172.
8
Elsing, S.H. y J.M. Townsend. Bridging the Common Law-Civil Law Divide in
Arbitration. Arbitration International. La Haya: Kluwer Law International, 2002,
vol. 18, issue 1, p. 61.
284 Biblioteca de Arbitraje
Por otro lado, en relación con las «pruebas relativas a los testimo-
nios escritos de los testigos», si bien estos medios probatorios no suelen
ser considerados tan relevantes en los sistemas del civil law, que otorgan
un mayor valor a la prueba documental, sí gozan de una gran acepción
en los sistemas del common law y en la práctica arbitral internacional.
En cualquier caso, bajo la regla de admisibilidad, se admiten con carác-
ter general estas pruebas.11
9
Gaillard, Emmanuel and John Savage (eds.). Fouchard Gaillard Goldman on
International Commercial Arbitration. La Haya: Kluwer Law International, 1999,
p. 689, para. 1250.
10
Elsing, S.H. y J.M. Townsend. Bridging the Common Law-Civil Law Divide in
Arbitration. Arbitration International. La Haya: Kluwer Law International, 2002,
vol. 18, issue 1, pp. 59-66.
11
Ricci, E.F. Evidence in International Arbitration: A Synthetic Glimpse. En Fernán-
dez- Ballesteros, M.Á. y D. Arias (eds.). Liber Amicorum Bernardo Cremades
(La Ley, 2010), p. 1026.
Estudios de Arbitraje Internacional 285
12
Limitación considerada particularmente relevante en los sistemas de civil law, Re-
dfern, A., M. Hunter, N. Blackaby, and C. Partasides. «Chapter 6: Conduct
of the proceedings». En Law and Practice of International Commercial Arbitration.
Oxford University Press, 2009, p. 365, parágrafo 6.12.
13
O.L.O. de Witt Wijnen. Collection of Evidence in International Arbitration. En
Fernández-Ballesteros, M.Á. y D. Arias (eds.). Liber Amicorum Bernardo Cre-
mades. Madrid: La Ley, 2010, pp. 351-359.
14
Conforme a su versión modificada y aprobada por Resolución del Consejo de la
IBA el 29 de mayo de 2010.
Estudios de Arbitraje Internacional 287
i. Prueba documental;
ii. Prueba de testigos (escrita u oral);
iii. Prueba pericial (escrita u oral);
iv. Prueba relativa a la inspección del objeto de la disputa.
15
Ricci, E.F. Evidence in International Arbitration: A Synthetic Glimpse. En Fernán-
dez- Ballesteros, M.Á. y D. Arias (eds.). Liber Amicorum Bernardo Cremades.
Madrid: La Ley, 2010, p. 1029.
16
Redfern, A., M. Hunter, N. Blackaby, and C. Partasides. «Chapter 6: Con-
duct of the proceedings». En Law and Practice of International Commercial Arbi-
tration. Oxford: Oxford University Press, 2009, p. 387, para. 6.96.
288 Biblioteca de Arbitraje
parte contraria y a los que ésta última no tiene acceso. En este sentido,
salvo cuando una parte opta tácticamente por ser la primera en aportar
y explicar aquellos pruebas potencialmente problemáticas que la parte
adversa conoce que obran en su poder, generalmente, la parte sólo apor-
tará aquellos pruebas que sean favorables a su posición (o, al menos, que
no sean desfavorables).
17
Mcilwrath, Michael y John Savage. International Arbitration and Mediation: A
Practical Guide, Kluwer Law International 2010, p. 289, para. 5-180.
Estudios de Arbitraje Internacional 289
18
Redfern, A., M. Hunter, N. Blackaby and C. Partasides. «Chapter 6: Con-
duct of the proceedings». En Law and Practice of International Commercial Arbi-
tration. Oxford University Press, 2009, p.365, para. 6.118.
19
Mcilwrath, Michael y John Savage, International Arbitration and Mediation: A
Practical Guide, Kluwer Law International 2010, p. 289, para. 5-182.
20
Lew, Julian D.M and Loukas A. Mistelis. Pervasive Problems in International
Arbitration. Kluwers Law International, 2006, para. 6-9.
21
O.L.O. de Witt Wijnen, Collection of Evidence in International Arbitration en
Fernández- Ballesteros, M. Á. y D. Arias, (eds), Liber Amicorum Bernardo
Cremades, (La Ley 2010)), pp. 352.
290 Biblioteca de Arbitraje
requerimiento de prueba, mientras que los árbitros del civil law acuden
a las mismas con el fin de argumentar su mayor utilización en el proce-
dimiento.22
22
Mcilwrath, Michael y John Savage.International Arbitration and Mediation: A
Practical Guide. Kluwer Law International 2010, p. 289, para. 5-182.
23
Vid. p. 17 de este artículo.
Estudios de Arbitraje Internacional 291
24
Born, G. «Chapter 15: Disclosure and Discovery in International Arbitration».
En International Commercial Arbitration. La Haya-Londres: Kluwer Law Inter-
national, 2009, p. 1878. Vid. también, ICC Case n.° 5542 en Hascher, D.
(ed.). Collection of Procedural Decisions in ICC Arbitration, 1993-1996. La Haya-
Londres: Kluwer Law International, 1997, pp. 64-65.
25
En particular, acerca de la redacción de previsiones al respecto en el convenio
arbitral, vid. Born, G. International Arbitration and Forum Selection Agreement:
Drafting and Enforcing 80-82, 2006, 2nd edition.
26
Asimismo, el artículo 26 (1) (b) de la Ley Modelo también implica el reconoci-
miento al tribunal arbitral de esta potestad, en tanto que reconoce de forma es-
pecífica la misma en el contexto de la prueba pericial («podrá solicitar a cualquiera
de las partes que suministre al perito toda la información pertinente o que le
presente para su inspección todos los documentos, mercancías u otros bienes per-
tinentes, o le proporcione acceso a ellos»).
292 Biblioteca de Arbitraje
27
Vid., por ejemplo, Ley n.° 60/2003, de Arbitraje española, artículos 29(2) y 32(1);
Nuevo Código francés de Procedimiento Civil, artículo 1467(3); Código Judi-
cial belga, artículo 1707(1); Código holandés de Procedimiento Civil, artículo
1039(4); Código Civil austríaco, Sección 599(1); Ley de Arbitraje china, artículo
43; Acta de Arbitraje de Singapur, artículo 28(2)(b).
28
Vid., por ejemplo, In re Security Life Ins. Co. of Am. vs. Duncanson & Holt, Inc.,
228 F.3d 865, 870-871 (8th Cir. 2000); Am. Fed. of Television and Radio Artists,
AFL-CIO vs. WJBK-TV (New World Comm. of Detroit, Inc.), 164 F.3d 1004, 1009
(6th Cir. 1999); Stanton vs. Paine Webber Jackson & Curtis, Inc., 685 F. Supp. 1241
(S.D. Fla. 1988); Meadows Indem. Co. vs. Nutmeg Ins. Co., 157 F.R.D. 42, 45
Estudios de Arbitraje Internacional 293
(M.D. Tenn. 1993); United Elec. Workers Local 893 vs. Schmitz, 576 N.W.2d 357
(Iowa 1998); Transwestern Pipeline Co. vs. J.E. Blackburn, 831 S.W.2d 72 (Tex.
Ct. App. 1992), jurisprudencia citada en la Nota 39, en BORN, G., «Chapter 15:
Disclosure and Discovery in International Arbitration». En International Commer-
cial Arbitration. Kluwer Law International, 2009, p. 1883.
29
Redfern, A., M. Hunter, N. Blackaby and C. Partasides. «Chapter 6: Con-
duct of the proceedings». En Law and Practice of International Commercial Arbi-
tration. Oxford University Press, 2009, p.365, para. 6.127. Asimismo, cabe citar
de nuevo, Order in ICC Case n.° 5542. En Hascher, D. (ed.). Collection of
Procedural Decisions in ICC Arbitration 1993-1996. La Haya-Londres: Kluwer
Law International, 1997, pp. 64-65.
30
Born, G. «Chapter 15: Disclosure and Discovery in International Arbitration».
En International Commercial Arbitration. La Haya-Londres: Kluwer Law Interna-
tional, 2009, pp. 1890-1891.
294 Biblioteca de Arbitraje
Continuando con la comparativa entre los sistemas del civil law y com-
mon law en relación con el requerimiento de aportación de pruebas,
cabe resaltar que las diferencias existentes entre ambas jurisdicciones
en relación con el ámbito del mismo son frecuentemente exageradas.33
31
Vid., por ejemplo, Sección 38 del Acta de Arbitraje inglesa de 1996; Sección 7,
Capítulo 9, del Acta Federal de Arbitraje de los Estados Unidos de América; artí-
culo 184 (2) Ley suiza sobre Derecho Internacional Privado; artículo 1696 (1) del
Código Judicial Belga.
32
Esta discreción dará lugar a interpretaciones diversas, según la composición del
tribunal arbitral. Lew, Julian D.M. and Loukas A. Mistelis. Pervasive Problems
in International Arbitration. La Haya-Londres: Kluwers Law International, 2006,
para. 6-12.
33
Born, G. «Chapter 15: Disclosure and Discovery in International Arbitration».
En International Commercial Arbitration. La Haya-Londres: Kluwer Law Interna-
tional, 2009, pp. 1894.
34
Vid. apdo. 2.1 del presente artículo.
Estudios de Arbitraje Internacional 295
arbitral, de modo que las partes no suelen requerir (ni los tribunales
ordenar) el requerimiento de aportación de pruebas. A contrario, en las
jurisdicciones de tradición anglosajona, son las partes las que ostentan
un control importante sobre los medios probatorios, de forma que las
decisiones sobre el requerimiento de aportación de pruebas son mucho
más frecuentes.
35
Born, G. «Chapter 15: Disclosure and Discovery in International Arbitration».
En International Commercial Arbitration. La Haya-Londres: Kluwer Law Interna-
tional, 2009, pp. 1895.
36
Vid. Icsid Case n.° ARB/02/3 (8 April 2003), Aguas del Tunari S.A. vs. Republic
of Bolivia, 2005 WL 3619910; Icsid Case n.° ARB/01/11 (3 June 2003), No-
ble Ventures, Inc. vs. Romania, Final Award (12 October 2005). En Hascher,
D. (ed.), Collection of Procedural Decisions in ICC Arbitration 1993-1996. La
Haya-Londres: Kluwer Law International, 1997, pp. 62.
37
Artículo 3 (6) de las Reglas de la IBA.
Estudios de Arbitraje Internacional 297
(ii) una declaración sobre las razones por las cuales la Parte soli-
citante supone que los documentos requeridos están en poder,
custodia o control de otra parte.
38
Mcilwrath, Michael y John Savage. International Arbitration and Mediation: A
Practical Guide. Kluwer Law International 2010, p. 289, para. 5-185.
Estudios de Arbitraje Internacional 299
la objeción o, por otro lado, cualquier parte puede, dentro del plazo
fijado por el tribunal arbitral, requerir a éste que resuelva la objeción.
Una vez que el tribunal haya decidido acerca del contenido del re-
querimiento, otorgará un plazo para «la aportación de los documentos
al procedimiento». En la práctica, las partes pueden acordar o el tribu-
nal decidir, como mínimo, que los documentos estén numerados se-
cuencialmente, generalmente a pie de página. Los documentos se deben
aportar mediante copias que reflejen exactamente su estado original,
con los adjuntos y notas a mano incluidos, y en el idioma original en el
que fueron redactados, aunque no sea el idioma del arbitraje (artículo 3
(12) de las Reglas).
39
Vid. Smith; Robinson. E-Disclosure in International Arbitration. Arbitration In-
ternational 24, n.° 1 (2008), pp. 105-135.
300 Biblioteca de Arbitraje
[…] la parte podrá, dentro del plazo fijado por el tribunal ar-
bitral, solicitarle que adopte cualesquiera medidas legalmente
40
Born, G. «Chapter 15: Disclosure and Discovery in International Arbitration». En
International Commercial Arbitration. La Haya-Londres: Kluwer Law Internatio-
nal, 2009, pp. 1900.
41
La versión revisada de las Reglas de la IBA prevé que los testigos, en su declaración
testimonial, incluyan «una manifestación sobre el idioma en el que fue original-
mente preparada y el idioma en el cual el testigo prevé declarar en la Audiencia
Probatoria» (artículo 4 (5) (c)).
Estudios de Arbitraje Internacional 301
42
Born, G. «Chapter 15: Disclosure and Discovery in International Arbitration».
En International Commercial Arbitration. La Haya-Londres: Kluwer Law Interna-
tional, 2009, pp. 1902.
43
Elsing, S.H. y J.M. Townsend. «Bridging the Common Law-Civil Law Divide».
En Arbitration. Arbitration International. La Haya-Londres: Kluwer Law Interna-
tional, 2002, vol. 18, issue 1, pp. 59-66.
44
ICC Case n.° 7170, en Hascher, D. (ed.), Collection of Procedural Decisions in
ICC Arbitration 1993-1996. La Haya-Londres: Kluwer Law International, 1997,
p. 56.
Estudios de Arbitraje Internacional 303
4. Conclusiones
50
Born, G. «Chapter 15: Disclosure and Discovery in International Arbitration».
En International Commercial Arbitration. Kluwer Law International, 2009, p.
1894. Elsing, S. H. - J. M. Townsend. Bridging the Common Law-Civil Law
Divide in Arbitration. Arbitration International. La Haya-Londres: Kluwer Law
International, 2002, vol. 18, issue 1, p. 59. Lew, J.D.M y L.A. Mistelis. Per-
vasive Problems in International Arbitration. La Haya-Londres: Kluwers Law In-
ternational, 2006, para. 6-19. O.L.O. de Witt Wijnen, Collection of Evidence in
International Arbitration. En Fernández- Ballesteros, M.Á. y D. Arias (eds.).
Liber Amicorum Bernardo Cremades. Madrid: La Ley, 2010, p. 358. Ricci, E.F.
Evidence in International Arbitration: A Synthetic Glimpse. En Fernández- Bal-
lesteros, M.Á. y D. Arias, (eds.). Liber Amicorum Bernardo Cremades. Madrid:
La Ley, 2010, p. 1030.
51
Como advirtió Lord Mustill en 1976: «arbitrators should not confuse flexibility with
compromise. Having chosen one system, the arbitrators may modify it in the interest
of efficiency, but should not try to marry it to the other system…this attempt to amal-
gamate the two systems invariably produces a solution which embodies the weakest
features of each system; and it almost always guarantees misunderstanding and confu-
sion», citado en Craig, Park and Paulsson. International Chamber of Commerce
Arbitration. New York, 2000, p. 423.
52
O.L.O. de Witt Wijnen, Collection of Evidence in International Arbitration en
Fernández- Ballesteros, M. Á. y D. Arias (eds), Liber Amicorum Bernardo
Cremades, (La Ley 2010), p. 358.
Estudios de Arbitraje Internacional 305
Anne-Carole Cremades*
1
Este artículo está adaptado de la conferencia pronunciada por su autora el 2 de
octubre de 2010 en Madrid en el marco de la ii Jornada Conjunta del Club Es-
pañol de Arbitraje y del Comité Francés de Arbitraje titulada «Miradas cruzadas
franco-españolas sobre el convenio arbitral».
*
Schellenberg Wittmer, Ginebra.
308 Biblioteca de Arbitraje
Según decía Sir James Mathew, un juez irlandés del siglo xix, «la
justicia está abierta a todos, como el hotel Ritz». Aunque puede pare-
cerlo, no es broma. Es aún más cierto para la justicia «de lujo» que es el
arbitraje.
2
El reglamento de la CCI prevé, en casos muy limitados, la posibilidad de otorgar
una garantía bancaria (vid. Apéndice iii, artículos 1.5, 1.6, 1.8 y 1.9).
3
En los arbitrajes administrados por la CCI, las partes tienen que pagar al principio
del arbitraje una provisión para gastos destinada a cubrir la totalidad estimada de
los honorarios y gastos de los árbitros y de los gastos administrativos de la CCI
(vid. artículo 30.2 del Reglamento). La Cámara de Arbitraje de Madrid también
prevé el pago anticipado de la provisión para gastos (vid. artículo 10.1 del Regla-
mento). Al contrario, la London Court of International Arbitration suele hacer
varias solicitudes de fondos a lo largo del arbitraje (vid. artículo 24. 1 del Regla-
mento).
4
La escasez de recursos económicos —objeto del presente artículo— es distinta de
la insolvencia, noción jurídica precisa y objetiva, constatada por una autoridad
nacional, y que acarrea determinadas consecuencias sobre los arbitrajes pendientes
o futuros (por ejemplo, vid Liebscher, Ch. «Insolvency and Arbitrability». En
Arbitrability - International & Comparative Perspectives, L. Mistelis and S. Brekou-
lakis, Wolters Kluwer, 2009, p. 165-178). En el caso objeto del presente estudio,
una parte, sin ser insolvente, no tiene la capacidad económica para financiar el
Estudios de Arbitraje Internacional 309
Francia
7
Cass. Civ. 1ère, 16 de octubre del 2001, Revue de l’Arbitrage 2002, p. 919.
8
Por ejemplo, Cass. Civ. 1ère, 11 de julio del 2006, D. 2006, Pan. 3029.
Estudios de Arbitraje Internacional 313
9
C.A. París, 14 de abril del 2005, Jurisdata n.° 325429; RTD com. 2006, p. 308.
314 Biblioteca de Arbitraje
Alemania
Alemania es el país más liberal. Desde los años 60, la Corte Federal
Suprema admite que quien no tiene medios económicos pueda ir a la
jurisdicción estatal en vez de al arbitraje. En el año 2000 cambió, sin
embargo, el fundamento.
10
Bundesgerichtshof (BGH), 30 de enero de 1964, BGHZ 41, 104; BGH 21 de
noviembre de 1968, BGHZ 51, 79; BGH 22 de febrero de 1971, BGHZ 55,
344; BGH 10 de abril de 1980, BGHZ 77, 65; BGH 12 de noviembre de 1987,
BGHZ 102, 199; BGH, 10 de marzo de 1994, NJW-RR 1994, 1214.
11
BGH, 14 de septiembre del 2000, iii ZR 33/00, BGHZ 145, 116; JZ 2001, 258
nota P. Schlosser.
12
Según A.J. Van Den Berg (The New York Arbitration Convention of 1958, towards
a uniform judicial interpretation, p. 154), el sentido de esta expresión por lo visto
no se discutió durante la conferencia que adoptó el texto del Convenio. La ex-
presión fue ulteriormente incorporada en la Ley Modelo Uncitral sin discusión
tampoco al respecto (A. Boches, Commentary on the Uncitral Model Law on
International Commercial Arbitration, p. 45).
Estudios de Arbitraje Internacional 315
Todas las veces que los tribunales alemanes se han pronunciado so-
bre este tema, se trataban de casos domésticos, salvo dos en los cuales
un extranjero demandaba judicialmente en Alemania a un alemán que
no hubiera tenido la capacidad de financiar un arbitraje.15 La situación
inversa (un alemán demandando a un extranjero en Alemania en vio-
lación de un convenio arbitral) plantearía seguramente más problemas.
13
Ver las referencias mencionadas por G. Wagner in «Poor parties and German fo-
rums: placing arbitration under the sword of Damocles». En Financial Capacity of the
Parties, p. 9, esp. pp. 10-11.
14
Sachs, K. Op. cit., p. 24.
15
OLG Hamm, 15 de noviembre de 1994, RIW 1995, p. 681; OLG Hamburg, 15
de noviembre de 1995, RIW 1996, p. 510.
316 Biblioteca de Arbitraje
Inglaterra
16
Paczy vs. Haendler & Natermann [1981] 1 Lloyd’s Rep. 302 (CA), YCA 1982, p.
445.
17
Van Den Berg. Op. cit, p. 155.
Estudios de Arbitraje Internacional 317
En el caso Brower vs. Gateway 2000 Inc.,20 el señor Brower y otros de-
mandantes iniciaron una class action delante de los tribunales de Nueva
York contra la empresa Gateway que comercializaba ordenadores por
correo. La demandada invocó la incompetencia del tribunal en aplica-
ción de una cláusula compromisoria CCI que, según sus condiciones
generales de venta, era aplicable salvo devolución del ordenador en un
plazo de treinta días.
19
La teoría de la unconscionability permite a un juez rechazar la ejecución parcial o
total de un contrato cuando éste contiene estipulaciones injustas impuestas por
una parte fuerte a un parte débil. Sobre la posibilidad de declarar un convenio
arbitral unconscionable, ver inter alia S. Randall, «Judicial attitudes towards arbi-
tration and the resurgence of unconscionability». Buffalo Law Review, 2004, vol. 52,
p. 185; E. Mogilnicki & K. Jensen, «Arbitration and unconscionability». Georgia
State University Law Review, 2003, vol. 19, p. 761; Maisonneuve, M. «Le droit
américain de l’arbitrage et la théorie de l’unconscionability». Revue de l’arbitrage,
2005, p. 101.
20
Brower vs. Gateway 2000 Inc., N.Y. Sup. Ct. App. Div. 1998, 676 N.Y.S.2d 569.
Estudios de Arbitraje Internacional 319
21
Martin Bank vs. Worldcom Inc., N.Y. Sup. Ct. 2002, WL 171629.
22
Brady vs. The Williams Capital Group, N.Y. Sup. Ct. App. Div. 2009, n.°
114198/06; Larry Gibson vs. Nye Frontier Ford Inc., Alaska Sup. Ct. 2009, n.°
6355.
23
Green Tree Financial Corp. vs. Randolph, U.S. Sup. Ct. 531 U.S. 79 (2000).
320 Biblioteca de Arbitraje
24
Blair vs. Scott Specialty Gases, 3rd Cir. 2002, 283 F.3d 595, 610; LaPrade vs. Kidder,
Peabody & Co., Inc., D.C. Cir. 2001, 246 F.3d 702, 708; Russell Musnick vs. King Mo-
tor Co., 11th Cir. 2003; Quizno’s Master et al. vs. Kadriu, N.D. iii, 2005, n.° 04-4771;
Deaton vs. Overstock.com, Inc., S.D. iii, 2007, WL 4569874.
25
Gutierrez vs. Autowest, Inc., Cal. Sup. Ct. 2005, WL 22890611. Ver también Mo-
rrison vs. Circuit City Stores, Inc., 6th Cir. 2003, 317 F.3d 646: el coste del arbitraje
de 1.622 USD es declarado prohibitivo en el caso de un empleado que ha perdido
su trabajo.
26
Patterson vs. ITT Consumer Financial Corp., Ct. App. 1 Dist. 1993, 18 Cal. Rptr. 2d
563; Leonard vs. Terminix Intern. Co., L.P., Ala. 2002, 854 So.2d 529. En este tema,
Estudios de Arbitraje Internacional 321
ver R. Horst & Mark Rosenberg, «The impact of “prohibitive costs” of arbitration
upon defense of class actions». The Metropolitan Counsel, abril 2004.
27
King, B. «No money, no arbitration? The United States perspective on impecu-
niousity and arbitration agreements». En Financial Capacity of the Parties, p. 129,
esp. p. 145.
28
Sobre los arbitrajes colectivos, ver M. de Fontmichel, «Arbitrage et actions de
groupe —les leçons nord—américaines», Revue de l’arbitrage 2008, p. 641; Ch.
Müller, «Class Arbitration», Mélanges en l’honneur de Pierre Tercier, 2008, p.
905; G. Nater-Bass, «Class action arbitration: a new challenge?», ASA Bull. 2009,
p. 671.
29
Green Tree Financial Corp. vs. Bazzle, US Sup. Ct. 2003, 539 US 444.
30
El convenio arbitral del contrato de préstamo estipulaba simplemente que «todo
litigio, reclamación o controversias resultante de este contrato […] se resolverá
mediante arbitraje por un árbitro elegido por nosotros con su aprobación».
31
En su opinión disidente, el presidente de la Corte Suprema, Chief Justice
Rehnquist, consideró al contrario que la cuestión de saber si es posible organizar
un class arbitration cuando el convenio arbitral no lo prevé expresamente, es una
cuestión de interpretación del contrato que le incumbe al juez, y no al árbitro.
Para Rehnquist, tanto la formulación del convenio arbitral (aplicable a todo litigio
resultante de «este contrato»), como el modo de designación del árbitro («elegido
322 Biblioteca de Arbitraje
33
Los estados de California (Discover Bank vs. Superior Court of Los Angeles, Cal.
Sup. Ct. 2005, 36. Cal. 4th 148), Florida (Powertel, Inc. vs. Bexley, Fla. Dist. Ct.
App. 1999, 743 So2d 570), New Jersey (Muhammad vs. County Bank of Rehoboth
Beach, N.J. Sup. Ct 2006, 189 N.J.1,22), Washington (Scott vs. Cingular Wireless,
Wash. Sup. Ct. 2007, 161 P.3d 1000), West Virginia (State vs. Berger, W. Va.
2002, 211 W.Va 549), Missouri (Whitney vs. Alltel Communications, Inc., Mo.
Ct. App. 2005, 173 S.W.3d 300), Alabama (Leonard vs. Terminix Intern. Co., L.P.,
Ala. 2002, 854 So.2d 529) y Nuevo México (Fiser vs. Dell Computer Corp., N. M.
Sup. Ct. 2008, n.° 30.424).
34
Los tribunales del primer circuito (Kristian c/ Comcast, 1st Cir. 2006, 446 F3d
25; Skirchak vs. Dynamics Research Corp., 1st Cir. 2007, 508 F.3d 49), del segun-
do circuito (Stolt-Nielsen S.A. et al. vs. Animalfeeds International Corp., 2d Cir.
2008, 548 F3d 85; In re American Express Merchants’ Litigation, 2d Cir. 2009, WL
214525), del tercer circuito (Ting vs. AT&T, 9th Cir. 2003, 319 F.3d 1126; Homa
vs. American Express Co., 3d Cir. 2009, n.° 07-2921) y del undécimo circuito
(Dale vs. Comcast, 11th Cir. 2007, 498 F3.d 1216).
35
Salvo la Corte suprema de Nuevo México que declaró las class waiver clauses
contrarias al orden público fundamental de Nuevo México, y rechazó la ejecu-
ción del convenio arbitral en su totalidad, considerando que la renuncia a toda
acción colectiva no se podía separar del resto del convenio (Fiser vs. Dell Computer
Corp.). Esta posición es tanto más absoluta cuanto que era aplicable el derecho del
Estado de Tejas, cuyos tribunales admiten la validez de las class waiver clauses.
36
Kristian c/ Comcast, 1st Cir. 2006, 446 F3d 25.
324 Biblioteca de Arbitraje
37
Decisión n.° 08-1198; ver sin embargo la opinión disidente de Justice Ginsburg;
U.S. Lexis 3672; A. Goldsmith, «US Supreme Court rejects non-consensual
class arbitration»; Kluwer arbitration blog, 4 mayo 2010; S. Martínez Sastre y P.
Martínez Llorente, «El futuro incierto de las class arbitrations», Spain Arbitration
Review n.° 8/2010, p. 183.
Estudios de Arbitraje Internacional 325
3. Soluciones
38
Decisión n.° 08-1473.
39
Ver sin embargo la opinión disidente de Justice Ginsburg que considera que los
contratos de adhesión están quizá excluidos del ámbito de la decisión de la Corte
Suprema, ésta habiendo observado que las partes eran sophisticated business entities.
326 Biblioteca de Arbitraje
Para después del nacimiento del litigio, existe en varios países (es-
pecialmente Alemania, Inglaterra y Holanda) el sistema de third-party
funding: son sociedades de financiación de procedimientos (general-
mente filiales de compañías de seguro o de bancos) que asumen el coste
y el riesgo del proceso, tanto judicial como arbitral (sobre todo en arbi-
traje de inversión).
asumir tal riesgo, las sociedades de financiación tienen que estar con-
vencidas de las posibilidades de ganar y de la solvencia de la otra parte.
40
Ver la situación en varios países: «Case notes on third-party funding», Global
Arbitration Review, 2008, vol. 3, issue 1, pp. 35-37; H; Labes, «Are there means
—contractual o otherwise— to guard against an adverse impact of financial inca-
pacity on arbitration? Insurance-related instruments». En Financial capacity of the
parties, p. 165, esp. pp. 166-168; Clifford J. Hendel, «Third party funding». Spain
Arbitration Review n.° 9/2010, p. 67.
41
ATF 10 de diciembre del 2004, 131 I 223.
42
Ver supra nota n.° 2.
43
Kröll, S. «Bank-related instruments to secure the right to arbitration despite the
impecuniousity of a party». En Financial capacity of the parties, p. 151, esp. pp.
157-158.
328 Biblioteca de Arbitraje
44
Kröll, S. Op. cit., p. 158.
45
El Centro de Comercio Internacional de Ginebra es el organismo de cooperación
entre la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
Estudios de Arbitraje Internacional 329
4. Conclusión
Pero, hay otros casos en los que uno de los contratantes ve su situa-
ción pecuniaria degradada y necesita también ser protegido.
*
1 Profesora Contratada Doctor de la URJC.
332 Biblioteca de Arbitraje
1. Introducción
Por ello, en este trabajo se van a abordar estos tres bloques de cues-
tiones desde el punto de vista de la regulación interna e internacional
española. Es preciso tener en cuenta que de las materias referidas al
auxilio judicial quedarían excluidas las notificaciones transfronterizas,
puesto que en el arbitraje revisten una flexibilidad de la que se carece en
los procedimientos judiciales que hace que la cooperación no se tenga
que utilizar, prácticamente, nunca en este ámbito.
1
BOE n.° 309 del 26 de diciembre del 2003. Reformada por la Ley n.° 13/2009 del
3 de noviembre del 2009, de reforma de la legislación procesal para la implanta-
ción de la nueva oficina judicial, BOE n.° 266 del 4 de noviembre del 2009 (BOE
Estudios de Arbitraje Internacional 333
n.° 84 del 7 de abril del 2010) y por la Ley n.° 11/2011 de 20 de mayo del 2011,
de reforma de la Ley n.° 60/2003 del 23 de diciembre del 2003, de Arbitraje y
de regulación del arbitraje institucional en la Administración General del Estado
(BOE n.° 121 del 21 de mayo del 2011).
334 Biblioteca de Arbitraje
2
Virgós Soriano, M. y F.J. Garcirmartín Alférez. Derecho Procesal Civil Inter-
nacional. Litigación internacional. Madrid: Civitas, 2007, pp. 514-515.
3
AC/1998/752.
Estudios de Arbitraje Internacional 335
4
Mantilla-Serrano, F. Ley de arbitraje: una perspectiva internacional. Madrid:
Iustel, 2005, p. 183.
5
Puesto que la LA prevé expresamente en qué casos los preceptos son aplicables a
arbitrajes que se sustancien fuera de España así se indica expresamente que: «Las
normas contenidas en los apartados 3, 4 y 6 del artículo 8, en el artículo 9 excepto
el apartado 2, en los artículos 11 y 23 y en los títulos viii y ix de esta ley se apli-
carán, aun cuando el lugar del arbitraje se encuentre fuera de España».
6
BOE n.° 297, de 13 de diciembre de 1961.
7
BOE n.° 195, de 15 de agosto de 1987.
8
DOUE n.° L 174, de 27 de junio del 2001.
Estudios de Arbitraje Internacional 337
9
Del 27 de junio de 1929. Gaceta de Madrid del 10 de abril de 1930.
10
Del 22 de mayo de 1973. BOE n.° 273, del 15 de noviembre de 1977.
11
Del 4 de mayo de 1987 BOE n.° 290 del 3 de diciembre de 1988; corr. errores,
BOE n.° 22, del 26 de enero de 1989, aplicable en la actualidad a las Repúblicas
Checa y Eslovaca.
12
Del 4 de noviembre de 1987 BOE n.° 103, del 30 de abril de 1998.
13
BOE n.° 164, del 10 de julio de 1991; corr. errores, BOE n.° 193, del 13 de agosto.
14
Del 26 de octubre de 1990, BOE n.° 151, del 25 de junio de 1997, aplicable en
la actualidad entre España y Rusia.
15
Del 2 de mayo de 1992, BOE n.° 26, del 31 de enero de 1994; corr. errores, BOE
n.° 60, del 11 de marzo.
16
Del 23 de mayo de 1993, BOE n.° 155, del 30 de junio de 1994.
17
Del 30 de mayo de 1997, BOE n.° 151, del 25 de junio de 1997.
18
Del 19 de noviembre de 1997, BOE n.° 18, del 21 de enero de 1999.
19
Del 15 de junio de 1998, BOE n.° 108, del 7 de mayo de 1999; corr. de errores,
BOE n.° 131, del 2 de junio de 1999.
20
Del 24 de septiembre del 2001, BOE n.° 52, del 1 de marzo del 2003.
21
Del 15 de septiembre del 2003, BOE n.° 254, del 23 de octubre del 2003.
22
Del 24 de febrero del 2005, BOE n.° 103, del 1 de mayo del 2006.
23
Del 8 de noviembre del 2006, BOE n.° 267, del 8 de noviembre del 2006.
338 Biblioteca de Arbitraje
24
Para más información general sobre el sistema español de auxilio judicial vid.
Aguilar Benítez de Lugo, M. «Comisiones rogatorias y obtención de pruebas
en el extranjero». BIMJ, n.° 1905, 2001, 3635 y ss.; Calvo Babío, F. «El auxilio
judicial internacional». En Derecho Internacional Privado (C. Parra, coord.).
Barcelona: Huygens, 2013, pp. 101-116.
Estudios de Arbitraje Internacional 339
25
En la práctica, el conducto habitualmente utilizado es el del TSJ, puesto que son
los órganos judiciales que tienen una carga de trabajo menor y pueden agilizar este
trámite.
26
STS del 24 de julio de 1990 (RAJ 6460).
340 Biblioteca de Arbitraje
27
BOE n.° 203 de 25 de agosto de 1987. Estados Parte: Albania, Alemania, Ar-
gentina, Armenia, Australia, Barbados Bielorrusia, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria,
China, Chipre, Colombia, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España,
Estados Unidos de América, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, India,
Islandia, Israel, Italia, Kwait, Ex Republica Yugoslava de Macedonia, Letonia,
Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Marruecos, México, Mónaco, Mon-
tenegro, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte, República Checa, Rumania, Rusia, Serbia, Seychelles, Singapur,
Sri Lanka, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania y Venezuela. Para una mayor
información sobre este Convenio, vid. Guía práctica sobre los Convenios de La Haya
de los que España es parte, publicada por el Ministerio de Justicia. Madrid, 1996.
28
www.justicia.es.
Estudios de Arbitraje Internacional 341
29
Se aplica a todos los Estados miembros de la UE con la excepción de Dinamarca.
Para un mayor desarrollo de este reglamento, vid. entre otros, Villamarín López,
M.L. «La obtención de pruebas en otros Estados de la Unión Europea». En De-
recho Procesal Civil europeo, vol. ii (Andrés de la Oliva Santos y M.ª Pía Calderón
Cuadrado (coord.)), pp. 297-391; Diago Diago, M.P. La obtención de pruebas
en la Unión Europea. Pamplona: Aranzadi, 2003; Villamarín López, M.L. La
obtención de pruebas en el proceso Civil en Europa. Madrid: Colex, 2005.
Estudios de Arbitraje Internacional 343
30
Mallandrich Miret, Núria. Medidas Cautelares y Arbitraje. Barcelona: Atelier,
2010, pp. 29-78.
346 Biblioteca de Arbitraje
31
Vid. ad. ex. Prieto-Castro. Cuestiones de Derecho Procesal. Madrid: Reus, 1947,
pp. 267-268.
32
Convenio de Bruselas sobre embargo preventivo de buques de 10 de mayo de 1952
(BOE, 5 de enero de 1954), en el que se permite que se pueda producir un em-
bargo preventivo de buques, independientemente de que el procedimiento sea
judicial o arbitral. Convenio Europeo sobre Arbitraje Comercial Internacional, hecho
en Ginebra el 21 de abril de 1961, ratificado por España el 12 de mayo de 1975
(BOE n.° 238, 4 de octubre de 1975).
33
Reglamento de Arbitraje de la Cnudmi/Uncitral de 28 de abril de 1976 y la im-
portante Ley Modelo de la Cnudmi/Uncitral, sobre Arbitraje Comercial Interna-
cional de 21 de junio de 1985.
34
Estados Parte: Alemania, Albania, Austria, Azerbaiján, Bélgica, Bielorrusia, Bosnia
-Herzegovina, Bulgaria, Burkina-Faso, Croacia, Cuba, Dinamarca, Eslovaquia,
Eslovenia, España, Francia, Hungría, Italia, Kazajstán, Letonia, Luxemburgo,
Antigua República Yugoslava de Macedonia, Montenegro, Polonia, República
Checa, República Moldava, Rumania, Federación Rusa, Serbia, Turquía y Ucrania.
Estudios de Arbitraje Internacional 347
35
Ramos Menéndez, F. Arbitraje y proceso internacional. Barcelona: Bosch, 1987,
pp. 183-200.
348 Biblioteca de Arbitraje
algún medio para preservar bienes que permitan ejecutar todo laudo
subsiguiente; o d) preserve elementos de prueba que pudieran ser rele-
vantes y pertinentes para resolver la controversia».
Por otro lado, a través del artículo 11.3 que indica: «El Convenio
arbitral no impedirá a ninguna de las partes, con anterioridad a las ac-
tuaciones arbitrales o durante su tramitación, a solicitar de un tribunal
la adopción de medidas cautelares ni a éste de concederlas», se deja me-
ridianamente claro, por tanto, que la solicitud de auxilio judicial en este
sentido, en ningún caso supone que se renuncie a la cláusula arbitral ni
a la sumisión a arbitraje.
36
Que establece: «Cuando las medidas cautelares se soliciten estando pendiente un
proceso arbitral o la formalización judicial del arbitraje, será tribunal competente
el del lugar en que el laudo debe ser ejecutado; y, en su defecto, el del lugar donde
las medidas deban producir su eficacia. Lo mismo se observará cuando el proceso
se siga ante un tribunal extranjero, salvo lo que prevean los tratados».
Estudios de Arbitraje Internacional 349
37
Mallandrich Miret, N. Medidas cautelares y arbitraje… Op. cit. pp. 99-100.
La autora, junto con otra parte de la doctrina, es partidaria de una interpretación
estricta y considera que la adopción de medidas cautelares sólo es posible en la fase
de reconocimiento y ejecución del laudo, en aras del aseguramiento de los bienes.
Esta interpretación choca con el tenor del artículo 722 de la LEC, que indica
claramente la posibilidad de solicitar medidas cautelares ante el juez a aquéllos
que acrediten ser parte en un convenio arbitral con anterioridad a las actuaciones
arbitrales o en el curso de un procedimiento arbitral pendiente en España.
350 Biblioteca de Arbitraje
que los actos «ejecutivos» que lleven aparejadas esas medidas, son com-
petencia exclusiva de los jueces.38
38
Garcimartin Alférez, Francisco J. El régimen de las medidas cautelares en el
comercio internacional. Madrid: McGraw-Hill, 1996, pp. 194-197.
39
Eventualidad considerada y ampliamente desarrollada por Núria Mallandrich
Miret, Medidas cautelares y… Op. cit., pp. 160 y ss.
40
Garcimartín Alférez, Francisco J. Derecho Procesal Civil. Op. cit., p. 353.
352 Biblioteca de Arbitraje
42
Del Consejo del 22 de diciembre del 2000 «relativo a la competencia judicial, el
reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mer-
cantil» (DOUE del 16 de enero del 2001).
354 Biblioteca de Arbitraje
43
Cordón Moreno, F. Arbitraje y jurisdicción: algunas cuestiones polémicas. Cizur
Menor: Thomson Reuters, 2010, pp. 183 y ss. Y con referencia al artículo 722, p.
186.
Estudios de Arbitraje Internacional 355
44
Garcimartín Alférez, F. El régimen de las medidas cautelares… Op. cit., pp. 135-
139.
45
Calvo Caravaca, A.L. y J. Carrascosa. Derecho Internacional Privado. Granada:
Comares, 2008, 9.ª edición, vol I, p. 496; Fernández Rozas, J.C. y S. Sánchez
Lorenzo. Derecho Internacional Privado. Madrid: Civitas, 2001, 2.ª edición, p.
296.
356 Biblioteca de Arbitraje
46
DO n.° L 012 de 16 de enero de 2001. Corr. Errores, DO n.° L 307 de 24 de no-
viembre de 2001; DO n.° L 176, de 5 de julio de 2002; modif. DO n.° L 225 de
22 de agosto de 2002; modif. DO n.° L 236 de 23 de septiembre de 2003; modif.
DO n.° L 381 de 28 de diciembre de 2004; modif. DO n.° L 93 de 7 de abril de
2009; modif. DO n.° L 119 de 13 de mayo de 2010; modif. DO, n.° L 50 de 23
de febrero de 2012.
47
DOUE n.° L 339 de 21 de diciembre de 2007.
48
El artículo 1 de ambos instrumentos establece: «1. El presente Reglamento se
aplicará en materia civil y mercantil con independencia de la naturaleza del ór-
gano jurisdiccional. No incluirá, en particular, las materias fiscal, aduanera y ad-
ministrativa. 2. Se excluirá del ámbito de aplicación del presente Reglamento: a)
el estado y la capacidad de las personas físicas, los regímenes matrimoniales, los
testamentos y las sucesiones; b) la quiebra, los convenios entre quebrado y acree-
dores y demás procedimientos análogos; c) la seguridad social; d) el arbitraje. La
exclusión de la materia arbitral continúa en el Reglamento (UE) n.° 1215/2012
que sustituirá al Reglamento n.° 44/2001 y que será de aplicación a partir del 15
de enero de 2015.
Estudios de Arbitraje Internacional 357
49
La jurisprudencia del TJCE es también aplicable al Convenio de Lugano. en vir-
tud del Protocolo n.° 2 de dicho Convenio y que también en medidas cautelares
será aplicable al nuevo Reglamento n.° 1215/2012 que no modifica el contenido
de la norma a la que sustituye.
358 Biblioteca de Arbitraje
no lo están las medidas que, dentro del ámbito material de estos ins-
trumentos, deban garantizar el cumplimiento de las obligaciones de las
partes. Ello en lo que se refiere a la adopción de las medidas cuando se
solicitan ante los tribunales de un Estado miembro, pero ¿qué sucede
en sede de reconocimiento y ejecución de las medidas adoptadas en otro
Estado miembro?
50
Asunto n.° 125/79, del 21 de mayo de 1980, Recueil, pp. 731 y ss.
Estudios de Arbitraje Internacional 359
Si bien este autor indica que en otros Estados (v.gr., Suiza), tal coo-
peración sería posible, entiende que con la regulación española resulta
imposible la obtención del reconocimiento a través de esta vía.51 Por
lo tanto, el único camino que queda para hacer efectivas estas medidas
cautelares transfronterizas arbitrales, sería, al igual que lo que ocurría
con las judiciales, el reconocimiento de las mismas en España, a instan-
cia de parte.
51
Garcimartín Alférez, F. El régimen de las medidas… Op. cit., p. 198.
52
Estados Parte: Afganistán, Albania, Alemania, Antigua y Barbuda, Arabia Saudí,
Argelia, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bahamas, Bahréin,
Bangladesh, Barbados, Bélgica, Benín, Bielorrusia, Bolivia, Bosnia-Herzegovina,
Botswana, Brasil, Brunei, Darussalam, Bulgaria, Burkina Faso, Camboya,
Camerún, Canadá, Colombia, Corea, Costa de Marfil, Costa Rica, Croacia,
Cuba, Chile, China (Hong Kong), Chipre, Dinamarca, Djibuti, Ecuador, Egipto,
El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados
Unidos, Estonia, Ex República Yugoslava de Macedonia, Fidji, Filipinas, Finlandia,
Francia, Gabón, Georgia, Ghana, Grecia, Guatemala, Guinea, Haití, Holanda,
Honduras, Hungría, India, Indonesia, Irán, Irlanda, Islandia, Islas Cook, Islas
Marshall, Israel, Italia, Jamaica, Japón, Jordania, Kazajstán, Kenia, Kirguistán,
Kiribati, Kuwait, Laos, Lesoto, Letonia, Líbano, Liberia, Liechtenstein, Lituania,
Luxemburgo, Madagascar, Malasia, Maldivas, Mali, Malta Marruecos, Mauricio,
Mauritania, México, Moldavia, Mónaco, Mongolia, Montenegro, Mozambique,
Myanmar, Nepal, Nicaragua, Níger, Nigeria, Noruega, Nueva Zelanda, Omán,
Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Qatar, Reino Unido,
Republica Centroafricana, República Checa, República Dominicana, Ruanda,
Rumania, Rusia, San Cristóbal y Nieves, San Marino, San Vicente y las
Granadinas, Santa Sede, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Serbia, Singapur, Siria,
Sri Lanka, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Tailandia, Tanzania, Tayikistán, Trinidad y
Tobago, Túnez, Turquía, Uganda, Ucrania, Uruguay, Uzbequistán, Venezuela,
Vietnam, Zambia y Zimbawe.
360 Biblioteca de Arbitraje
53
Mallandrich Miret, N., p. 294. Polémica que también ha puesto de manifiesto
Garcimartín Alférez, F. Derecho Procesal Civil Internacional. Cizur Menor:
Aranzadi, 2.ª edición, p. 353.
Estudios de Arbitraje Internacional 361
forzosa. Las medidas cautelares pueden ser adoptadas por los árbitros
como recomendaciones, órdenes motivadas o como laudos (parciales).
Según lo que expresa el artículo 23.2 de la LA, la denominación de la
resolución no debe ser un obstáculo para permitir su reconocimiento en
España, siempre que sea obligatoria.54
Para ello hay que considerar las normas existentes y, en primer lu-
gar, el artículo 17.H de la Ley Modelo de la Cnudmi/Uncitral, que en
su versión del año 2006 indica:
Esta nueva versión equipara la decisión arbitral que ordena una me-
dida cautelar al laudo, exigiendo que sea ejecutada sin tener en cuenta si
se ha dictado en España o por un tribunal arbitral extranjero.
54
Garcirmartín Alférez, F. Derecho Procesal Civil… Op. cit., p. 762.
362 Biblioteca de Arbitraje
55
Que fundamentalmente serían los recogidos en el artículo 17.I de la Ley Modelo
de la Uncitral, que aunque no es vinculante, sí servirá ante ausencia de regulación
española para este supuesto de medidas cautelares, para que el juez español los
tenga en cuenta para conceder o denegar el exequátur de dichas medidas: 1) Podrá
denegarse el reconocimiento o la ejecución de una medida cautelar únicamente:
a) si, al actuar a instancia de la parte afectada por la medida, al tribunal le consta
que: i) dicha denegación está justificada por alguno de los motivos enunciados en
los incisos i), ii) o iv) del apartado a) del párrafo 1) del artículo 36 (36.1. «Sólo
podrá denegarse el reconocimiento o la ejecución de un laudo arbitral, cualquiera
que sea el país en que se haya dictado: a) a instancia de la parte contra la cual se
invoca, cuando esta parte pruebe ante el tribunal competente del país en que se
pide el reconocimiento o la ejecución: i) que una de las partes en el acuerdo de
arbitraje a que se refiere el artículo 7 estaba afectada por alguna incapacidad, o que
dicho acuerdo no es válido en virtud de la ley a que las partes lo hayan sometido,
o si nada se hubiera indicado a este respecto, en virtud de la ley del país en que se
haya dictado el laudo; o ii) que la parte contra la cual se invoca el laudo no haya
sido debidamente notificada de la designación de un árbitro o de las actuaciones
arbitrales o no haya podido, por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos;
iv) que la composición del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se han
ajustado al acuerdo celebrado entre las partes o, en defecto de tal acuerdo, que no
se han ajustado a la ley del país donde se efectuó el arbitraje»); ii) no se ha cumpli-
do la decisión del tribunal arbitral sobre la prestación de garantía que corresponda
a la medida cautelar otorgada por el tribunal arbitral; o iii) la medida cautelar ha
Estudios de Arbitraje Internacional 363
sido revocada o suspendida por el tribunal arbitral o, en caso de que esté facultado
para hacerlo, por un tribunal del Estado en donde se tramite el procedimiento de
arbitraje o conforme a cuyo derecho dicha medida se otorgó; o b) si el tribunal
resuelve que la medida cautelar es incompatible con las facultades que se le confie-
ren, a menos que dicho tribunal decida reformular la medida para ajustarla a sus
propias facultades y procedimientos a efectos de poderla ejecutar sin modificar su
contenido; o bien que ii) alguno de los motivos de denegación enunciados en los
incisos i) o ii) del apartado b) del párrafo 1) del artículo 36 es aplicable al recono-
cimiento o ejecución de una medida cautelar (artículo 36 b): cuando el tribunal
compruebe: i) que, según la ley de este Estado, el objeto de la controversia no es
susceptible de arbitraje; o ii) que el reconocimiento o la ejecución del laudo serían
contrarios al orden público de este Estado); 2) Toda determinación a la que llegue
el tribunal respecto de cualquier motivo enunciado en el párrafo 1) del presente
artículo será únicamente aplicable para los fines de la solicitud de reconocimiento
y ejecución de la medida cautelar. El tribunal al que se solicite el reconocimiento y
la ejecución no podrá emprender, en el ejercicio de dicho cometido, una revisión
del contenido de la medida cautelar.
364 Biblioteca de Arbitraje
56
Vid., v.gr. ATS del 13 de noviembre del 2001 (RJ/2002/1513) en el que en su
Antecedente de Hecho, primero se afirma literalmente: «De los referidos Con-
venios [CNY y bilateral con Checoslovaquia], resulta preferible el Convenio de
Nueva York, pues aunque el convenio bilateral es de fecha posterior a la de éste,
el principio de eficacia máxima y de favorecimiento del “exequátur”, así como la
especialidad de su objeto conducen, en casos como el presente, a dar preferencia
al multilateral, tal y como esta Sala ha tenido la oportunidad de puntualizar en
ocasiones anteriores, en los que la concurrencia normativa se resolvió atendiendo
a los indicados criterios (ver AATS 16-4-1998 en exequátur n.° 3868/1992, 17-
02-1998 en exequátur n.° 3587/1996 y 7-7-1998 en exequátur n.° 1678/1997).
57
ATS del 13 de noviembre del 2001 (RJ/2002/1513).
Estudios de Arbitraje Internacional 365
58
Auto n.° 5/2012 de la Sala de lo Civil y Penal, Sección 1.ª
366 Biblioteca de Arbitraje
59
Indicando que: «Por fin, la remisión que hace el artículo 24.2 del Tratado con
China a la Convención de Nueva York de 10 de junio de 1958 para nada altera
nuestra argumentación, pues el artículo iii de esta Convención se remite, a su
vez, a “las normas de procedimiento vigentes en el territorio donde la sentencia
sea invocada”, y ya hemos explicado la letra y la interpretación jurisprudencial de
nuestro derecho, que siempre otorga prioridad a “lo dispuesto en nuestros trata-
dos”. Apreciamos, en definitiva, la falta de competencia objetiva de esta Sala para
conocer de la solicitud de exequátur que nos ha ocupado».
Estudios de Arbitraje Internacional 367
61
Para más información http://www.newyorkconvention.org/publications/commen-
tary.
370 Biblioteca de Arbitraje
63
RJ/1983/6736.
372 Biblioteca de Arbitraje
64
Op. cit.
65
Auto n.° 46/2013 dictado por la Sala de lo Civil y Penal, Sección 1.ª, RJ/2013/5392.
66
Auto n.° 51/2012 dictado por la sala de lo Civil y Penal, Sección 1.ª, RJ/2012/6128.
67
De hecho y como señala Jorge Luis Collantes, resumiendo lo indicado por F.
Mantilla Serrano: «La Convención de NY de 1958 asumió tres principios rec-
tores: en primer lugar, el de presunción de validez y ejecutoriedad del Laudo
arbitral, ya que el artículo iii de la Convención obliga a los Estados parte, como
cuestión de principio, a reconocer y ejecutar los laudos arbitrales cubiertos por la
Convención. En segundo lugar, el Convenio de Nueva York estableció el princi-
pio de excepcionalidad, mediante el cual sólo excepcionalmente podrían negarse
el reconocimiento y ejecución. Pues, el uso de la forma potestativa demuestra que,
ni siquiera en presencia de los casos previstos en el artículo v de la Convención, el
juez del Estado al que se requiere la ejecución está obligado a rechazar el reconoci-
miento y ejecución del laudo. Y, en tercer lugar, consagró el principio de favorabi-
lidad (artículo vii), mediante el cual se permite obviar la aplicación del Convenio
Estudios de Arbitraje Internacional 373
70
ATSJ del 29 de marzo del 2012 (op. cit.) y AATS del 13 de marzo del 2001 y del
3 de febrero del 2004, entre otros.
71
Como se indica por Jorge Luis Collantes, «Los ADR y el arbitraje en Derecho
Internacional privado…». Op. cit., pp. 363-364.
72
Op. cit.
Estudios de Arbitraje Internacional 375
5. Conclusión
Miguel A. Elizalde*1
*
1 Profesor de Derecho Internacional Público. Universitat Pompeu Fabra.
378 Biblioteca de Arbitraje
1. Introducción
1
En 1964 Eduardo Jiménez de Aréchaga se propuso por primera vez a la CDI el es-
tudio de la CNMF con vistas a aclarar de algunos aspectos relacionados con los tra-
tados y terceros Estados, aunque la CDI no lo considero necesario en ese momento.
Véase Anuario de la Comisión de Derecho Internacional 1964, ONU Doc. A/CN.4/
SER.A/1964. En 1967, la Asamblea General de la ONU recomendó a la CDI que in-
cluyera en su programa de trabajo el tema de la CNMF en el Derecho de los Tratados.
Cfr. Resolución de la Asamblea General 2272 (XII), Informe de la Comisión de Derecho
Internacional, 1 de diciembre de 1967. La labor de la CDI se centró en intentar cla-
rificar el alcance y los efectos de la CNMF como institución legal. Esta primera etapa
concluyó en 1978 con la adopción de del Proyecto de artículos sobre las cláusulas de
la nación más favorecida. Véase Informe de la CDI sobre su 30.° período de sesiones,
Anuario de la Comisión de Derecho Internacional 1978, vol. ii (parte 2), ONU Doc.
A/CN.4/SER.A/1978/Add.1(Part 2), en p. 17. En 2008, la CDI incluyó por segunda
vez la CNMF en su programa de trabajo. En 2011, la CDI reconstituyó el grupo de
estudio de la CNMF en donde se analizan, entre otros aspectos, la interpretación y
aplicación de las CNMF en los acuerdos sobre inversiones.
2
Véase, por ejemplo, Kelsey, H., «The problem of the Most-Favored-Nation
Clause», Cumulative Digest of International law and Relations, Bulletins 8 y 9,
1933-1934, vol. 3, pp. 16-21. En 1948 Richard C. Snyder dedicó un estudio
específico de más de 250 páginas a la cláusula de la nación más favorecida. Véase
Snyder, R.C., The Most-Favored-Nation Clause: An Analysis with Particular Ref-
erence to Recent Treaty Practice and Tariffs. Nueva York: King’s Crown Press, Co-
lumbia University, 1948. OECD, «Most-Favoured-Nation Treatment in Interna-
tional Investment Law», Working Papers on International Investment, 2004, n.° 2.
Douglas, Z. «The MFN Clause in Investment Arbitration: Treaty Interpretation
Off the Rails». Journal of International Dispute Settlement, 2011, vol. 2, n.° 1, pp.
97-113; Maupin, J.A. «MFN-Based Jurisdiction in Investor-State Arbitration: Is
There Any Hope for a Consistent Approach?». Journal of International Economic
Law, 2011, vol. 14, pp. 157-190; Schill, S.W. «Allocating Adjudicatory Author-
ity: Most-Favoured-Nation Clauses as a Basis for Jurisdiction: A Reply to Zachary
Estudios de Arbitraje Internacional 379
Douglas». Journal of International Dispute Settlement, 2001, vol. 2, n.° 2, pp. 353-
371.
3
Emilio Agustín Maffezini vs. El Reino de España, Ciadi Caso n.° ARB/97/7, Deci-
sión del tribunal sobre Excepciones a la Jurisdicción, 25 de enero de 2000 (en lo
sucesivo citado como caso Maffezini).
4
Este debate ha generado incertidumbre sobre el alcance de la CNMF en los ac-
tores encargados de negociar Tratados de Inversiones. Véase, por ejemplo, Rein-
isch, A. «The EU on the Investment Path - Quo Vadis Europe? The Future of
EU BITs and other Investment Agreements». Santa Clara Journal of International
Law, 2013, vol. 12, p. 128; Vicentelli, I.A. «The Uncertain Future of Icsid in
Latin America». Law and Business Review of the Americas, 2010, vol. 16, p. 439;
Faya, A. «The Most-Favored-Nation Clause in International Investment Agree-
ments: A Tool for Treaty Shopping?». Journal of International Arbitration, 2008,
vol. 25, n.° 1, pp. 89 y ss.
5
Conviene aclarar que por razones de espacio aquí no analizaremos los casos Com-
pañía Petrolera Anglo-Iraní, el concerniente a los derechos de nacionales de los Estados
Unidos de América en Marruecos y ni el Ambatielos que en ocasiones, equivocada-
mente, algunos tribunales han invocado en apoyo a sus argumentos. Un análisis
con este objeto material se puede leer en Pararinskis, M. «MFN Clauses and
International Dispute Settlement: Moving beyond Maffezini and Plama?». Icsid
Review - Foreign Investment Law Journal, Fall 2011, vol. 26, n.° 2, pp. 26-28.
380 Biblioteca de Arbitraje
asuntos Maffezini y Plama,6 así como algunas decisiones que han segui-
do la estela de estos casos y/o han realizado aportaciones a las mismas.
Antes de la conclusión, el tercer apartado describe el marco de análisis
propuesto por la profesora Stern para aportar uniformidad a la aplica-
ción de la CNMF en este contexto.
2. La CNMF
6
Los asuntos Salini y Plama se desarrollaron de forma simultánea y fueron los dos
primeros en aportar una visión distinta a la expuesta en el asunto Maffezini. Véan-
se Salini Costruttori S.p.A.vs Italstrade S.p.A. v. The Hashemite Kingdom of Jordan,
Caso CIADI No. ARB/02/13, Decisión sobre Jurisdicción, 29 de noviembre del
2004. (En lo sucesivo asunto Salini). Plama Consortium Ltd et al. vs. República
de Bulgaria, ICSID Caso ARB/03/24, Decisión sobre Jurisdicción, 8 de Febrero
del 2005. (En lo sucesivo asunto Plama). Aunque la decisión en el asunto Salini
fue publicada primero, aquí partiremos de los razonamientos de la decisión en
Plama ya que permiten explicar con mayor claridad la esencia de la posición que
en este debate comparte con Salini y que se contrapone a la visión de Maffezini.
Por otro lado, algunos autores observan que la decisión de Maffezini va en contra
de cientos de años de decisiones de tribunales internacionales y que la posición
de Plama y Salini es un intento por volver a la interpretación tradicional. Véase
Impregilo S.p.A. vs. República Argentina, Caso CIADI No. ARB/07/17, Opinión
Concurrente y Disidente de la Profesora Brigitte Stern, 21 de junio del 2011,
paras. 6 y 7. (En lo sucesivo asunto Impregilo Opinión disidente Prof. B. Stern)
7
Véase Anuario de la Comisión de Derecho Internacional 1978, ONU Doc. A/CN.4/
SER.A/1978 (Add. 1 (Part 2), p. 19. (En lo sucesivo CDI Anuario de 1978) Por
su parte R. C. Snyder define la CNMF como: «una disposición, generalmen-
te incluida en un acuerdo comercial entre dos Estados, que obliga a las partes
Estudios de Arbitraje Internacional 381
«A» y «B» que contenga la CNMF; y b) el trato verse sobre una esfera
relaciones cubiertas por la cláusula.
13
Ustor, E. «Primer Informe sobre la cláusula de la nación más favorecida». Anua-
rio de la Comisión de Derecho Internacional, 1969, vol. ii, Documento ONU n.°
A/CN/4/213, pp. 165-196, en p. 167. (Los ejemplos utilizados en este apartado
también son de la CDI).
14
Ustor, E. Primer Informe… Cit., p. 167.
15
Kelsey, H. «The Problem of the Most-Favored-Nation Clause». Cumulative Di-
gest of International Law and Relations. Bulletins 8 y 9, 1933-1934, vol. 3, pp.
16-21, en p. 16.
16
Ustor, E. Primer Informe… Cit., p. 168. OECD, «Most-Favoured-Nation
Treatment in International Investment Law». Working Papers on International In-
vestment, n.° 2, 2004, p. 3.
384 Biblioteca de Arbitraje
23
OECD, «Most-Favoured-Nation Treatment...». Op. cit., p. 3.
24
Como dijo la Comisión de Arbitraje en el asunto Ambatielos «La cláusula de la
nación más favorecida sólo puede comprender materias pertenecientes a la misma
categoría de asuntos que aquél al que se refiere la propia cláusula». Naciones
Unidas, Reports of International Arbitral Awards, 1963, p. 107.
25
Acuerdo para la Promoción y la Protección Recíproca de Inversiones entre el
Reino de España y la República Argentina, hecho en Buenos Aires el 3 de octubre
de 1991. (BOE, n.° 277, de 18 de noviembre de 1992, pp. 38879 a 38881).
386 Biblioteca de Arbitraje
26
Agreement between The Government of the people`s Republic of Bulgaria and
The Government of the Republic of Cyprus on Mutual Encouragement and Pro-
tection of Investments (State Gazette No. 108/24.12.1993).
27
El segundo párrafo del artículo 4 contiene una CNMF en términos casi idénticos,
la diferencia principal es que habla de inversiones cubiertas y no de inversores como
hace el párrafo 1. Tratado entre la República Oriental del Uruguay y los Estados
Unidos de América relativo a la promoción y protección recíproca de inversiones,
hecho en Mar de Plata en noviembre de 2005. El texto se puede consultar en línea
(última visita 20 de mayo de 2014): http://www.sice.oas.org/BITS/URYUSA_s.
pdf
28
Para un estudio de la relación entre la CNMF y el Trato Justo y Equitativo véase
TUDOR, I., The Fair and Equitable Treatment Standard in the International Law
of Foreign Investment, Oxford: Oxford University Press, 2008, pp. 189-194.
Estudios de Arbitraje Internacional 387
29
German Model Treaty- 2008. El texto de este tratado modelo puede consultarse
en Investment Treaty Arbitration, Investment Treaties Arbitration. Última visita 19
de mayo de 2014. http://www.italaw.com/sites/default/files/archive/ita1025.pdf
30
Agreement between the Government of the United Kingdom of Great Britain
and Northern Ireland and the Government of the Republic of Albania for the
Promotion and Protection of Investments, hecho en Londres el 30 de Marzo de
1994. El texto puede consultarse en: UNCTAD, Investment Instruments Online.
http://www.unctadxi.org/ Última visita 19 de mayo de 2014.
388 Biblioteca de Arbitraje
31
Caso Maffezini… Cit., p. 17; Siemens A.G. vs. República Argentina, Ciadi Caso
n.° ARB/02/8, Decisión sobre Jurisdicción, 3 de agosto de 2004 (en lo sucesivo
citado como caso Siemens), p. 14.
Estudios de Arbitraje Internacional 389
3.1. Antecedentes
32
Anglo-Iranian Oil Co. ICJ Case (United Kingdom vs. Irán), Preliminary Objection.
Judgement of July 22, 1952 (en lo sucesivo citado como Caso de la Compañía
Petrolera Anglo-Iraní).
33
La CIJ hereda de la CPJI las declaraciones de aceptación de voluntad vigentes. El
artículo 36.5 del Estatuto de la CIJ, dispone: «Las declaraciones hechas de acuerdo
con el artículo 36 del Estatuto de la Corte Permanente de Justicia Internacional
que estén aún vigentes, serán consideradas, respecto de las partes en el presente
Estatuto, como aceptación de la jurisdicción obligatoria de la Corte Internacional
de Justicia por el período que aún les quede de vigencia y conforme a los términos
de dichas declaraciones». Por lo tanto, la declaración de Irán (entonces, Persia)
aceptando la competencia de la CPJI se entiende aplicable a la jurisdicción de la
CIJ.
390 Biblioteca de Arbitraje
34
Véase Ustor, E. «Segundo informe sobre la cláusula de la nación más favorecida».
UN Doc. n.° A/CN.4/228 Y ADD.l, 9 de marzo y 18 de mayo de 1970, p. 216.
35
Caso de la Compañía Petrolera Anglo-Iraní… Cit., pp. 108 y 109.
Estudios de Arbitraje Internacional 391
36
Id., p. 109.
37
Caso de la Compañía Petrolera Anglo-Iraní… Cit., p. 109.
392 Biblioteca de Arbitraje
38
Case Concerning Rights of Nationals of the United States of America in Morocco
(France vs. United States of America), Judgement of August 27, 1952 (en lo suce-
sivo citado como «El asunto relativo a los derechos de los nacionales de los Estados
Unidos de América en Marruecos»).
Estudios de Arbitraje Internacional 393
39
El asunto relativo a los derechos de los nacionales de los Estados Unidos de América en
Marruecos… Cit., p. 191.
40
Id., pp. 191 y 192.
41
Pararinskis, M. «MFN Clauses and International Dispute Settlement…». Op.
cit., p. 14.
394 Biblioteca de Arbitraje
42
USTOR, E., Segundo informe …, cit., p. 222.
43
Ambatielos Case (Greece v. United Kingdom), Preliminary Objection, Judge-
ment of July 1st, 1952, p. 30.
Estudios de Arbitraje Internacional 395
44
Id., p. 46.
45
The Ambatielos claim (Greece, United Kingdom of Great Britain and Northern
Ireland) 6 March 1956, Reports of International Arbitral Awards, Vol. XII, pp.
83-153. (En lo sucesivo citado como Asunto Ambatielos).
46
Id., pp. 100-101.
47
Asunto Ambatielos… Cit., p. 106.
48
Id., pp. 101-106.
396 Biblioteca de Arbitraje
49
Id., p. 106.
50
Id., p. 107.
Estudios de Arbitraje Internacional 397
51
Asunto Ambatielos… Cit., p. 107.
52
Id., pp. 108-109.
53
Caso Siemens… Cit., p. 102.
398 Biblioteca de Arbitraje
54
Pararinskis, M. «MFN Clauses and International Dispute Settlement…». Op. cit.,
p. 28.
55
Asunto Plama… Cit., parágrafo 217. En donde el tribunal dice: «In Maffezini
the tribunal relied on Case Concerning Rights of Nationals of America in Morocco,
Anglo-Iranian Oil Co. Case, and Ambatielos Claim. However, […] review of those
decisions shows that they do not provide a conclusive answer to the question».
Estudios de Arbitraje Internacional 399
56
Algunos autores sostienen que existen tres formas de participar en este debate:
un grupo que afirma que las CNMF si cubren las normas sobre solución de di-
ferencias, un segundo grupo engloba los que dicen que no las cubre y, la tercera
posición, los que sostienen que no se pueden establecer reglas generales. Véase
Douglas, Z. «The MFN Clause in Investment Arbitration…». Op. cit., pp. 98 y ss.
57
En palabras de Paparinskis: «Decisions and scholarship associated with Maffezini
and Plama structure the early debate, and even the more recent developments take
place against their background». Pararinskis, M. «MFN Clauses and International
Dispute Settlement…». Op. cit., p. 31.
400 Biblioteca de Arbitraje
a) El Caso Maffezini
58
Caso Maffezini… cit.
59
Id., parágrafo 19 (reproduce el texto íntegro del art. X)
60
Id., parágrafo 20.
61
Id., parágrafo 26.
Estudios de Arbitraje Internacional 401
62
Artículo x.2 del TBI Chile-España Caso Maffezini… Cit., parágrafo 39.
63
El texto de la CNMF en este tratado ha sido reproducida previamente en el apar-
tado 1.3 de este estudio.
64
Las excepciones se referían a los acuerdos regionales de integración y los tratados
sobre doble imposición.
65
Caso Maffezini… Cit., parágrafo 41.
66
Id., parágrafo 53.
402 Biblioteca de Arbitraje
67
Id., parágrafo 54.
68
Id., parágrafo 55.
69
Id., parágrafo 56.
70
Caso Maffezini… Cit., parágrafos 63 y 64.
Estudios de Arbitraje Internacional 403
71
Id., para. 63.
72
Fietta, S. «Most Favoured Nation Treatment and Dispute Resolution Under
Bilateral Investment Treaties: A Turning Point?». International Arbitration Law
Review, 2005, vol. 8, p. 133.
73
Caso Maffezini… Cit., para. 64. Conviene observar que la práctica de uno solo
de los Estados que han participado en un TBI no es un criterio de interpretación
de los tratados. Véase Pararinskis, M. «MFN Clauses and International Dispute
Settlement…». Op. cit., pp. 17-18.
74
Técnicas Medioambientales Tecmed S.A. vs. Estados Unidos Mexicanos. Caso Ciadi
n.° ARB (AF)/00/2, Laudo de 29 de mayo de 2003 (en lo sucesivo Caso Tecmed).
404 Biblioteca de Arbitraje
75
Caso Tecmed… Cit., para. 69.
76
Fietta, S. «Most Favoured Nation Treatment…». Op. cit., p. 133.
77
Idem. El tribunal arbitral en el asunto Austrian Airlines dio apoyo a estos argu-
mentos y dijo que, a la luz de negociación específica y la formulación restrictiva
de normas sobre solución de diferencias, la intención general manifestada en la
CNMF es insuficiente para desplazar tales limitaciones. Austrian Airlines vs. Slo-
vakia, Caso Uncitral, Laudo de 9 de octubre de 2009, paras. 135 y ss. (en lo su-
cesivo, caso Austrian Airlines). Pararinskis, M. «MFN Clauses and International
Dispute Settlement…». Op. cit., p. 33.
78
Fietta, S. «Most Favoured Nation Treatment…». Op. cit., p. 133.
79
Pararinskis, M. «MFN Clauses and International Dispute Settlement…». Op. cit.,
p. 33 Los autores, además mencionan que, en todo caso, la naturaleza de las
Estudios de Arbitraje Internacional 405
negociaciones de una norma podría ser relevante sólo en calidad de trabajos pre-
paratorios conforme a los términos limitados del artículo 32 de la Convención
de Viena sobre el Derecho de los Tratados, y no con base en el artículo 31 que
contiene la regla general de interpretación.
80
Banifatemi, Y. «The Emerging Jurisprudence on the Most-Favoured-Nation Treat-
ment in Investment Arbitration». En Bjorklund, A.A., I. Laird y S. Ripinsky
(eds.). Investment Treaty Law: Current Issues iii. Reino Unido: Biicl, 2009, en p.
269.
81
Siemens… Cit.
82
El trato de NMF en el TBI Argentina-Alemania se regula en los siguientes térmi-
nos:
Artículo 3(1).- Ninguna de las Partes Contratantes someterá en su territorio a
las inversiones de nacionales o sociedades de la otra Parte Contratante o a las
inversiones en las que mantengan participaciones los nacionales o sociedades de
la otra Parte Contratante, a un trato menos favorable que el que se conceda a las
inversiones de los propios nacionales y sociedades o a las inversiones de nacionales
y sociedades de terceros Estados.
406 Biblioteca de Arbitraje
85
Gas Natural SDG, S.A. vs. República Argentina, Caso Ciadi n.° ARB/03/10, Decisión
sobre Jurisdicción, 17 de junio de 2005 (en lo sucesivo caso Gas Natural). En el asunto
Gas Natural el inversor era español y el Estado demandado Argentina; justamente a la
inversa de lo que ocurrió en el asunto Maffezini.
86
Suez, Sociedad General de Aguas de Barcelona S.A. (AGBAR) vs. República Argen-
tina, Caso Ciadi n.° ARB/03/17, Decisión del Tribunal sobre Jurisdicción, 16 de
mayo de 2006 (en lo sucesivo caso Suez i).
87
Suez, Sociedad General de Aguas de Barcelona S.A. (AGBAR) and Vivendi Universal
S.A. y Auglian Water Group (AWD) vs. La República Argentina, Caso Ciadi n.°
ARB/03/19, Decisión del Tribunal sobre Jurisdicción, 3 de agosto de 2006 (en lo
sucesivo caso Suez ii).
88
Telefónica S.A. vs. República Argentina, Caso Ciadi n.° ARB/03/20, Decisión del
Tribunal sobre las Objeciones a su Jurisdicción, 25 de mayo de 2006 (en lo suce-
sivo caso Telefónica).
408 Biblioteca de Arbitraje
89
Caso Gas Natural… Cit., para. 49.
90
Caso Suez i… Cit., para. 52.
91
La regla general de interpretación indica que «un tratado deberá interpretarse de
buena fe conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a los términos del
tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y fin». Véase el
artículo 31 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. U.N.
Doc n.° A/CONF.39/27 (1969), 1155 U.N.T.S. 331, en vigor desde el 27 de
enero de 1980 (en lo sucesivo CVDT).
Estudios de Arbitraje Internacional 409
92
Casos Suez i y ii… Cit., parágrafo 55.
93
Caso Telefónica… Cit., parágrafos 106-108.
94
Caso Telefónica…Cit., parágrafo 102.
95
Id., parágrafos 102 y 103.
410 Biblioteca de Arbitraje
96
Caso Telefónica…Cit., parágrafo 102, nota al pie 54.
97
Id., parágrafo 108, nota al pie 62.
98
National Grid PLC v. República de Argentina, Caso CNUDMI, Decisión sobre Com-
petencia, 20 de junio del 2006, parágrafo 83 (en los sucesivo caso National Grid).
99
Id., parágrafo 84.
Estudios de Arbitraje Internacional 411
y que ésa había sido siempre su intención.100 También destacó que las
partes no habían proporcionado pruebas al tribunal de que hubieran
considerado adoptar una declaración interpretativa similar, y que Ar-
gentina no había adoptado interpretaciones de ese tipo en los más de 50
TBIs que ha celebrado con otros Estados.101
Sin embargo, consideró que la práctica del Reino Unido era firme;
mas no concluyente la de Argentina, y pasó a analizar la palabra «trato».
Al final, el tribunal coincidió con lo que calificó como «equilibradas
consideraciones» en el asunto Maffezini; y concluyó que la palabra «tra-
to» en la CNMF, que en el caso aplicaba, permitía someter la diferencia
al arbitraje sin cumplir «la regla de los dieciocho minutos».102
a) El Caso Plama
100
Caso National Grid … Cit, parágrafo 85.
101
Idem.
102
Id., parágrafo 93.
412 Biblioteca de Arbitraje
107
El texto de la CNMF en este tratado ha sido reproducida previamente en el apar-
tado 1.3 de este estudio.
108
Artículo 31 CVDT… Cit.
109
Caso Plama… Cit., para. 189.
110
Id., para. 192.
111
Caso Plama… Cit., para. 196.
414 Biblioteca de Arbitraje
va que no siempre es sencillo determinar qué trato es más favorable; por ejemplo,
si un tratado establece el arbitraje ante el Ciadi u otro con base en la Uncitral.
116
Textualmente, el tribunal dijo: «The present tribunal was puzzled as to what the
origin of these “public policy consideration” is. When asked by the Tribunal at the
Hearing, counsel for the Claimant responded: “They just made it up”». Caso Plama…
Cit., para. 221. Para algunos autores esta lista puede tener sentido si se ve como
un reflejo de la intención derivada del texto del tratado. Sin embargo, resulta
controvertido si se ve como una lista ad-hoc de «consideraciones de política
pública» elegidas por el tribunal. Freyer, D.H. and D. Herlihy. «Most-Favored-
Nation Treatment and Dispute Settlement in Investment Arbitration: Just How
“Favored” is “Most-Favored”». Icsid Review - Foreign Investment Journal, 2005, vol.
20, n.° 1, 2005, p. 82.
117
Caso Plama… Cit., para. 223.
416 Biblioteca de Arbitraje
118
Caso Salini… Cit., parágrafo 115. Véase también Faya, A. «The Most-Favored-Nation
Clause in International Investment Agreements...». Op. cit.
119
Caso Salini… Cit., parágrafo 117.
120
Caso Salini… Cit., parágrafo 119.
121
Caso Telenor… Cit., parágrafo 90.
Estudios de Arbitraje Internacional 417
de forma menos favorable, pero que no hay nada en ellos que permita
incorporar también derechos procesales.122
122
Id., parágrafo 92.
123
Caso Berschader… Cit., parágrafos 179-181.
124
Caso Wintershall… Cit., parágrafo 18.2.
125
Caso Wintershall… Cit., parágrafo 160.3.
418 Biblioteca de Arbitraje
126
Id., parágrafo 185.
127
Caso Austrial Airlines… Cit., parágrafo 131.
128
Daimler Financial Services AG vs. República Argentina, Caso Ciadi n.° RB/05/1,
22 de agosto de 2012, parágrafo 164.
129
Idem.
130
Idem.
Estudios de Arbitraje Internacional 419
Las anteriores son las dos formas principales en las que se ha abor-
dado la posible aplicación de la CNMF a normas sobre solución de
diferencias, pero no son las únicas.
131
Tza Yap Shum vs. República del Perú, Caso Ciadi n.° ARB/07/6, Decisión sobre
Jurisdicción y Competencia del Tribunal de Arbitraje, 19 de junio del 2009, para
192 (en lo sucesivo Caso Tza Yap Shum).
132
Caso Tza Yap Shum… Cit, parágrafo 216.
420 Biblioteca de Arbitraje
Sixty-Sixth Session Supplement n.° 10 (A/66/10), para. 358 (en lo sucesivo, Informe
de la CDI 2011).
138
Id., para. 356.
139
Algunos autores observan que en la mayor parte de los casos los tribunales arbi-
trales, son llamados a interpretar cláusulas generales y abstractas. Faya, A. «The
Most-Favored-Nation Clause in International Investment Agreements...». Op. cit., p.
97.
140
Informe de la CDI 2011… Cit., parágrafo 357. Impregilo S.p.A. vs. República Ar-
gentina, Caso Ciadi n.° ARB/07/17, Laudo, 21 de junio de 2011 (en lo sucesivo
caso Impregilo).
422 Biblioteca de Arbitraje
141
Concretamente, la CNMF no se aplica a ventajas y privilegios que una parte
contratante otorga un tercero que resultaran de su participación en: a) una unión
aduanera o económica, b) un mercado común, c) zonas de libra comercio, d)
acuerdos económicos multilaterales internacionales, e) acuerdos para evitar la do-
ble imposición, f ) otros acuerdos en materia impositiva o acuerdos para facilitar
los intercambios fronterizos.
142
Caso Impregilo… Cit., parágrafo 99.
143
Id., parágrafo 101.
144
El argumento de Argentina fue decir que se podía deducir su falta de intención
del hecho que Argentina había incluido en muchos TBIs “la regla de los 18 me-
ses”, incluso muchos de ellos habían sido concluidos con posterioridad al TBI
Argentina-EE.UU. El Tribunal dijo que el argumento no lo convencía porque el
TBI Argentina-Italia era previó al TBI Argentina-EE.UU. Caso Impregilo…cit.,
parágrafo. 102.
Estudios de Arbitraje Internacional 423
147
Idem.
148
Id., parágrafo. 12.
149
Caso Impregilo, Opinión Disidente B. Stern… Cit., parágrafos. 29 y 30. Aunque
encuentra interesante la distinción que hace H.L. Hart entre normas primarias
(normas sustantivas) y normas secundarias (normas sobre las normas primarias,
incluidas la solución de diferencias) como fuente explicativa, admite que no hay
doctrina ni jurisprudencia sólida que respalde esta distinción académica en este
contexto y coincide con el caso Renta 4 en que el criterio apropiado es el principio
ejusdem generis.
Estudios de Arbitraje Internacional 425
150
Id., parágrafo. 32.
151
Id., parágrafo. 37.
152
Id., parágrafo. 45.
153
Id., parágrafo. 46.
426 Biblioteca de Arbitraje
154
Caso Impregilo, Opinión Disidente B. Stern… Cit., para. 47.
155
Id., parágrafo 48.
156
Id., parágrafo 51.
157
Id., parágrafos 59 y 60.
158
Id., parágrafo 52.
Estudios de Arbitraje Internacional 427
159
Caso Impregilo, Opinión Disidente B. Stern… Cit., parágrafo 70.
160
Id., parágrafo 78.
428 Biblioteca de Arbitraje
5. Conclusión
161
Id., parágrafo 53.
162
Garanti Koza LLP. vs. Turkmenistán, Caso Ciadi n.° ARB/11/20 del 3 de julio del
2013.
Estudios de Arbitraje Internacional 429
163
Véase Garanti Koza LLP. vs. Turkmenistán, Caso Ciadi n.° ARB/11/20, Opinión
Concurrente y Disidente de Laurence Boisson de Chazournes del 3 de julio de
2013.
Constitución y arbitraje de inversiones
*
1 LL.M. Harvard Law School, antiguo alumno de la Academia de La Haya de
Derecho Internacional, Máster en Derecho Internacional (Universidad Complu-
tense de Madrid). Profesor de Teoría General del Derecho y de Derecho Consti-
tucional (UPSA). Árbitro (CCAC-Cainco, CEAR-CBHE y CAC-CNC). Autor
de seis libros y una veintena de artículos académicos publicados y reproducidos
en Bolivia, Chile, España, México, Colombia, Perú y Uruguay. Publicaciones
vinculadas con este tema: ¿Retando el concepto de validez? La naturaleza jurídica
del reconocimiento de laudos anulados (vii-3 Revista de Arbitraje Comercial y
de Inversiones, 2014); Argumentación, arbitraje y arbitrariedad: las contradicciones
del Tribunal Constitucional en el Recurso Directo de Nulidad contra laudos (xli-2
Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, 2013);
Algunas consideraciones generales sobre la aplicación de la Convención de Nueva York
en Bolivia (publicada en las fuentes indicadas en el párrafo 1 del texto principal).
Socio del Club Español del Arbitraje.
432 Biblioteca de Arbitraje
1. Introducción
1
En Hill, Richard. On-line Arbitration: Issues and Solutions (15 Arbitration Inter-
national, 1999), p. 203.
Estudios de Arbitraje Internacional 433
2
«Toda inversión extranjera estará sometida a la jurisdicción, a las leyes y a las
autoridades bolivianas, y nadie podrá invocar situación de excepción, ni apelar a
reclamaciones diplomáticas para obtener un tratamiento más favorable».
3
«Todas las empresas extranjeras que realicen actividades en la cadena productiva
hidrocarburífera en nombre y representación del Estado estarán sometidas a la
soberanía del Estado, a la dependencia de las leyes y de las autoridades del Estado.
No se reconocerá en ningún caso, tribunal ni jurisdicción extranjera y no podrán
invocar situación excepcional alguna de arbitraje internacional, ni recurrir a recla-
maciones diplomáticas».
434 Biblioteca de Arbitraje
p. 67.
Estudios de Arbitraje Internacional 435
6
Alexy, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Madrid: Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales, 2002, 3.ª reimpresión, p. 288.
7
277 U.S. 218, 223 (1928).
8
290 U.S. 398 (1934).
9
308 U.S. 147 (1939).
10
323 U.S. 214, 216 (1944).
438 Biblioteca de Arbitraje
11
BVerfGE 7, 377, en Schwabe, Jurgen (compilador). Jurisprudencia del Tribunal
Constitucional Federal alemán. Montevideo: Fundación Konrad Adenauer, 2009,
1.ª edición, p. 322.
Estudios de Arbitraje Internacional 439
10.
La segunda alternativa entiende que hay sometimiento a la
jurisdicción boliviana siempre que el juzgamiento de méritos no
exorbite la unidad que rige a la función judicial. Hay unidad juris-
diccional cuando la justicia que emana del pueblo (artículo 178.i
de la Constitución) sólo la ejerce el órgano por él delegado. Dice
de su monopolio por parte del Estado y de su encargo al Poder
Judicial. Arraiga en la división de poderes. Viene de la prohibición
de delegación de las competencias públicas (artículo 12.iii). Está en
la declaración de unicidad de la función judicial (artículo 179.I) y
en la prohibición de tribunales de excepción (como organización,
artículo 180.iii; como derecho, artículo 120.I). El Poder Judicial
está formado por una pluralidad de órganos independientes entre
sí (jueces y tribunales). Forman una unidad si sus decisiones son
revisables, directa o indirectamente, por un único órgano supremo.
En los sistemas que vienen del common law, la unidad la dan sus
cortes supremas. Aunque en los niveles inferiores la jurisdicción es
especializada, la competencia de las cortes supremas no queda cer-
cenada. El único alto tribunal son ellas. En los sistemas que evolu-
cionaron de la Revolución Francesa, la unidad la dan sus tribunales
constitucionales. Acá no hay diferencia con los sistemas del common
law: mientras que en la tradición romano-germánica la defensa de
la Constitución se encarga a un tribunal especializado, el mundo
anglo-americano la confía a sus cortes supremas. En ambos casos la
unidad de la jurisdicción viene de la unidad de la norma fundacio-
nal del sistema jurídico. Sólo puede venir de allí. Esa norma es la
440 Biblioteca de Arbitraje
12
Quoties in ambigua oratio est, commodissimum est, id accipi, quo res, de qua agitar,
magis valeat quam pereat. (Digesto, Ley n.° 12, Tít. 5, Lib. 34).
13
5 U.S. (1 Cranch) 137, 174 (1803).
444 Biblioteca de Arbitraje
16. En este punto, hay dos razones para rehuir la interpretación gra-
matical del artículo 366. (1) Cuando el texto no conduce a ningún
resultado, como es el caso acá, los límites naturales de la interpreta-
ción gramatical actúan como razones excluyentes de la obligación
de aplicarla. Cada criterio de interpretación está limitado por las
propias razones que lo justifican como tal y ninguno está libre de
no conducir a ningún resultado, sucumbiendo por agotamiento in-
terno. Cuando un criterio queda rendido por consunción, son sus
propias limitaciones las que devuelven al intérprete la plenitud de
su libertad hermenéutica, debiendo prescindir de él. Y esto es lo que
ocurre acá, donde «el tenor literal del texto» sustrae la aplicación del
14
El concepto de «razones excluyentes para la acción» es de Raz (cf. Raz, Joseph.
Practical Reason and Norms. Oxford University Press: Nueva York, 2002, reim-
presión, pp. 35 y ss.).
Estudios de Arbitraje Internacional 445
17. Basta con leer el artículo 366 según los artículos 361.i y 362.i para
reconstruir interpretativamente su sujeto normativo. Si ya el prime-
ro dijo que YPFB es la «única [empresa] facultada para realizar las
actividades de la cadena productiva de hidrocarburos y su comer-
cialización», y si ya el segundo la autorizó a «suscribir contratos […]
con empresas públicas, mixtas o privadas, bolivianas o extranjeras,
para que dichas empresas, a su nombre y representación, realicen
determinadas actividades de la cadena productiva», al referirse a «las
empresas extranjeras que realicen actividades en la cadena produc-
tiva hidrocarburífera en nombre y representación del Estado», el
artículo 366 se está refiriendo a las empresas que lo hagan en nom-
bre y representación de YPFB, porque sólo YPFB está facultado a
participar en las actividades de la cadena productiva y a contratar
a su nombre y representación los servicios de terceros para la eje-
cución de dichas actividades. Ésta es una interpretación sistémica,
fundada en la coherencia formal y material entre los artículos que
pertenecen a una misma fuente (la Constitución) y que comparten
el mismo contenido (hidrocarburos).
446 Biblioteca de Arbitraje
19. Ya está visto que el significado jurídico del artículo 320.ii consiste
en reservar para el Poder Judicial la competencia de enjuiciar en vía
de nulidad los laudos producidos en arbitrajes de inversiones. Ergo,
el arbitraje excluido de la prohibición del artículo 366 será aquél
que no cumpla con dicha reserva. Y ya que la competencia para de-
clarar la nulidad del laudo es consecuencia de la sede del arbitraje,
sólo se incumpliría con la reserva si es que la sede del arbitraje no
fuera Bolivia. La razón: la sede es simplemente la vinculación del
laudo con el sistema jurídico que gobierna su validez, de ahí que
sean los tribunales de dicho sistema los competentes para juzgar su
nulidad. Hasta aquí podemos decir que, si leído según el artículo
320.ii lo permitido por el artículo 366 es el arbitraje de sede boli-
viana, lo que su texto debió prohibir es el arbitraje extranjero: aquél
gobernado por un sistema jurídico que no sea el nacional. Al pro-
hibir el «arbitraje internacional», su texto se contradijo a sí mismo:
si está normando el arbitraje entre «empresas extranjeras» y YPFB
Estudios de Arbitraje Internacional 447
15
PCIJ, Series A - n.° 5, p. 12.
16
PCIJ, Series A/B - n.° 76, p. 4.
17
ICJ Reports 1970, p. 3.
Estudios de Arbitraje Internacional 449
21
«Ningún Estado Contratante concederá protección diplomática ni promoverá recla-
mación internacional respecto de cualquier diferencia que uno de sus nacionales y
otro Estado Contratante hayan consentido en someter o hayan sometido a arbitraje
conforme a este Convenio, salvo que este último Estado Contratante no haya acatado
el laudo dictado en tal diferencia o haya dejado de cumplirlo».
22
De acuerdo a su artículo 71, la denuncia de Bolivia al Convenio de Washington
tuvo efecto el 3 de noviembre de 2007.
La defensa frente al reconocimiento de laudos
extranjeros según la Convención de Nueva York:
una condición implícita para su ejercicio
y exégesis de su artículo v
*
1 LL.M. Harvard Law School, antiguo alumno de la Academia de La Haya
de Derecho Internacional, Máster en Derecho Internacional (Universidad
Complutense de Madrid). Profesor de Teoría General del Derecho y de Derecho
Constitucional (UPSA). Árbitro (CCAC-Cainco, CEAR-CBHE y CAC-CNC).
Socio del Club Español del Arbitraje.
452 Biblioteca de Arbitraje
1. Introducción
tancia de la parte contra la cual es invocada, si esta parte prueba ante la autoridad
Estudios de Arbitraje Internacional 453
son el único medio de defensa que tiene el deudor para impedir el reco-
nocimiento del laudo en su contra. Su margen de defensa es estrecho,
porque lidia con causales formales, tasadas, de interpretación restrictiva
y que presumen la licitud del reconocimiento. (1) Formales, porque los
tribunales competentes en la materia están prohibidos de juzgar el fon-
do del asunto.2 Su competencia se circunscribe a verificar y pronunciar-
se sobre la causal opuesta como defensa, nada más. (2) Tasadas (numerus
clausus), porque el reconocimiento sólo puede denegarse por una de las
siete razones del artículo v, no por ninguna otra más.3 Ergo, no cabe de-
fenderse alegando hechos distintos a los allí previstos. De estas causales,
las cinco primeras operan a pedido y prueba de la parte que se opone
al reconocimiento (su cometido es garantizar los intereses del deudor).
Las dos restantes lo hacen aún de oficio (su cometido es garantizar los
intereses del Estado del foro). (3) De interpretación restrictiva, porque
para que el elenco de causales se mantenga cerrado debe rechazarse que
argumentos a simile amplíen sus respectivos supuestos de hecho. Doc-
trina4 y jurisprudencia5 coinciden en esto. (4) Y que presumen la licitud
del reconocimiento, porque «la carga de la prueba la soporta quien se
opone al reconocimiento, [que] debe probar las causales en las que fun-
da su oposición» (Tribunal de la Reina de la Corte Suprema de Justicia
de Inglaterra y Gales, asunto Rosseel NV vs. Oriental Commercial Shi-
pping, 1990).6 A contrario, deberá demostrarse más allá de toda duda
razonable que el laudo está incurso en una de las causales del artículo v
para que la defensa frente al reconocimiento prospere.
3
Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos, asunto Yusuf
Ahmed Alghanim & Sons vs. Toys «R» Us Inc., 1997: «La Convención de Nueva
York es clara en el sentido de que cuando una solicitud de reconocimiento es
presentada a un Estado extranjero, el Estado puede denegar el reconocimiento
sólo con fundamento en las causales expresamente dichas en el artículo v de la
Convención» (126 F.3d 15. Fuente: http://openjurist.org/126/f3d/15/yusuf-
ahmed-alghanim-sons-wll-v-toys-r-us-inc).
4
«Cualquier defensa frente al reconocimiento de un laudo debe interpretarse
restrictivamente» (Von Mehren, Robert B. The Enforcement of Arbitral Awards
under Conventions and United States Law, 9 The Yale Journal of World Public
Order, 1982, p. 349).
5
Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos, asunto Diapulse
Corp. of America vs. Carba Ltd., 1980: «el propósito del arbitraje es permitir un
relativamente rápido y económico medio de solución de controversias, evitando
el costo y retraso de los dilatados procesos judiciales. En consecuencia, es una
proposición bien afirmada que la revisión judicial de un laudo debe ser, y lo es,
restrictivamente limitada» (626 F.2d 1108. Fuente: http://openjurist.org/626/
f2d/1108/diapulse-corporation-of-america-v-carba-ltdm).
6
Fuente: http://www2.ambrac.nl/kli-ka-csg/document.aspx?id=ipn3985.
Estudios de Arbitraje Internacional 455
Pero hay una hipótesis que haría de la ya estrecha, defensa más es-
trecha aún. Es el caso de protestar la verificación de una de las causales
del artículo v en el curso del arbitraje, para su remedio en esa instancia,
y, de persistir el daño, controvertir luego la validez del laudo con funda-
mento en tal causal, si la ley del lugar del arbitraje reglase tal medio de
defensa. Si la protesta fuese una condición implícita de la defensa frente
al reconocimiento, entonces su naturaleza sería la de un presupuesto
procesal, cuyo efecto impeditivo, en caso de incumplimiento, cerraría
el paso al juzgamiento de méritos de la causal invocada como defensa.
Por tanto, quien consiente los efectos del acto, convalida sus defec-
tos, si alguno. Si controvertir la validez del laudo es más que defenderse
frente a su reconocimiento, por fuerza, renunciar a oponerse a su vali-
dez debiera traer consigo la renuncia a defenderse frente a su reconoci-
miento.
China-Nanhai-Oil-Joint-Service-Corporation-Shenzhen-Branch-v-Gee-Tai-Hold-
ings-Co-Ltd-HCMP2411-of-1992.pdf.
458 Biblioteca de Arbitraje
Esta situación puede surgir, por ejemplo, cuando una parte ha coo-
perado en el nombramiento de los árbitros, ha participado en el arbitra-
je o ha invocado el acuerdo de arbitraje para objetar la competencia de
la jurisdicción ordinaria para conocer de la disputa. […]». Si la doctrina
del estoppel puede ser aplicada a los argumentos relativos al requisito
de escritura de la cláusula arbitral bajo el artículo ii.2, entonces no se
Estudios de Arbitraje Internacional 459
Parece bastante injusto que una parte que se da cuenta de que pue-
de haber algo equivocado en la constitución del tribunal, y no hace pro-
testa formal alguna al tribunal arbitral respecto a su propia competencia
o a la comisión de arbitraje que constituyó el tribunal, sino que procede
a defenderse del fondo del asunto, pueda luego, dos años después de
dictado el laudo, tratar de invalidar todo el arbitraje con pie en la [erró-
nea constitución del tribunal]. […].
8
Suárez Anzorena. La defensa de incapacidad en la Convención de Nueva York, en
Tawil, Guido S. – Zuleta, Eduardo (directores). El arbitraje comercial internacional.
Estudio de la Convención de Nueva York con motivo de su 50.º aniversario. Buenos Aires:
Abeledo Perrot, 2008, 1.ª edición, p. 405.
Estudios de Arbitraje Internacional 463
9
Suárez Anzorena. Ob. cit., p. 406.
10
Van den Berg. New York Convention of 1958: Refusals and Enforcement. 18 ICC
International Court of Arbitration Bulletin, 2007, p. 4.
464 Biblioteca de Arbitraje
11
Unctad. Recognition and Enforcement of Arbitral Awards: The New Youk Conven-
tion (EDM/Misc.232/Add.37). Nueva York; United Nations, 2003, 1.ª edición.
p. 30.
12
388 U.S. 395 (1967). Fuente: https://supreme.justia.com/cases/federal/us/388/395/
case.html.
Estudios de Arbitraje Internacional 465
13
«Debe notarse que no se especifican los estándares para juzgar el carácter debi-
do de una notificación o la oportunidad para ser oído. Por referencia al artículo
[v.1.a] se podría argumentar que la ley escogida por las partes o la ley del lugar del
arbitraje debería regir esta materia. Por otro lado, el concepto de debido proceso
está estrechamente vinculado con el orden público del foro y puede esperarse
que el Estado del foro aplique sus propios estándares sobre el debido proceso».
(Quigley. Accession by the United States to the United Nations Convention on the
Recognition and Enforcement of Foreign Arbitral Awards, 70 The Yale Law Journal,
1961, p. 1067).
Estudios de Arbitraje Internacional 467
14
980 F. 2d 141 (2nd Cir. 1992). Fuente: http://openjurist.org/980/f2d/141/
iran-aircraft-industries-v-avco-corporation.
15
508 F.2d 969. Fuente: https://bulk.resource.org/courts.gov/c/F2/508/508.
F2d.969.74-1676.74-1642.174.637.html.
468 Biblioteca de Arbitraje
16
228 F. Supp. 423 (1964). Fuente: http://law.justia.com/cases/federal/district-
courts/FSupp/228/423/2386279/.
17
125 F.3d 1123 (7th Cir. 1997). Fuente: http://caselaw.findlaw.com/us-7th-cir-
cuit/1233630.html.
18
880 F.2d 685. Fuente: http://openjurist.org/880/f2d/685/compagnie-bauxites
-guinee-v-argonaut-midwest-insurance-company.
Estudios de Arbitraje Internacional 469
19
«En cuanto a la presunta lesión del derecho al debido proceso y su componente
esencial el derecho a la defensa, ello tampoco es evidente, por cuanto en la hi-
pótesis del precepto legal cuestionado, es el mismo demandado el que se pone
en actitud de inercia frente al proceso, pese a tener pleno conocimiento de él,
renunciando así tácitamente, por actitud propia, al ejercicio de su defensa, por cir-
cunstancias que en todo caso no son en modo alguno atribuibles al juzgador y/o
a la parte contraria; en otros términos, es el demandado el causante de su propia
indefensión y quien se pone a sí mismo, en una situación de desventaja frente al
demandante, por la apatía que demuestra frente al proceso, no pudiendo existir
entonces vulneración alguna de derechos, cuando éstos no quieren ser ejercidos
por su titular, como ocurre en el caso del declarado rebelde en los términos del
art. 68 del CPC, no siendo posible asignar un defensor de oficio a quien no desea
asumir defensa y no quiere ser defendido en el ejercicio de su libertad o autode-
terminación».
20
148 F.3d 51. Fuente: http://www2.ambrac.nl/kli-ka-csg/document.aspx?id=ipn
7953.
470 Biblioteca de Arbitraje
21
Tribunal Supremo (España), Sala de lo Civil, exequátur, recurso n.º: 1467/1998.
Estudios de Arbitraje Internacional 471
y el mero error del árbitro al redactar un mal laudo».22 Esto puede ser
cierto. Pero, usar esta causal como argumento para que la jurisdicción
ordinaria revise los fundamentos de un laudo es igual a confundir la
decisión con sus fundamentos, cosa que la jurisprudencia ha sabido no
hacer: «Como las partes acordaron someter sus controversias a un árbi-
tro elegido por ellas en vez de a un juez, es la opinión del árbitro respec-
to a los hechos y al contrato lo que ellas han acordado aceptar. Siempre
y cuando el árbitro al interpretar y aplicar el contrato haya actuado en
el ámbito de su autoridad, el hecho que una corte esté convencida que
incurrió en serios errores no es suficiente para revocar su decisión. No
es función de la Corte oír reclamos por errores de hecho o de derecho
incurridos por un árbitro, como lo hace un tribunal de apelación al revi-
sar las sentencias de los jueces inferiores» (Corte Suprema de los Estados
Unidos de América, asunto United Paperworkers vs. Misco Inc., 1987).23
22
Park. Judicial Controls in the Arbitral Process. 5 Arbitration International, 1989,
p. 251.
23
484 U.S. 29 (1987). Fuente: https://supreme.justia.com/cases/federal/us/484/29/
case.html
472 Biblioteca de Arbitraje
cuit/1133324.html.
474 Biblioteca de Arbitraje
25
635 F. Supp. 205 (1986). Fuente:
http://www.leagle.com/decision/1986840635FSupp205_1792.xml/AL%20
HADDAD%20BROS.%20ENTERPRISES,%20INC.%20v.%20M/S%20
AGAPI.
26
535 F. 2d 334. Fuente: http://openjurist.org/535/f2d/334/imperial-ethiopi-
an-government-v-baruch-foster-corporation.
Estudios de Arbitraje Internacional 475
27
Cuestionamiento que, por lo demás, era inmotivado, por la década que separaba
al arbitraje de las labores codificadoras: el laudo es de 1974 y el profesor René
David participó en la redacción del Código etíope de 1954 a 1958, sus servicios
fueron remunerados en 1958 y el Código fue publicado en 1960, año desde el
cual no mantuvo ninguna relación con el gobierno de Etiopía.
28
880 F.2d 685. En ob. cit. en nota al pie 29.
476 Biblioteca de Arbitraje
29
292 F. Supp.2d 1357 (2003). Fuente: http://www2.ambrac.nl/kli-ka-csg/docu-
ment.aspx?id=ipn26025
30
En Unctad; en ob. cit. en nota al pie 11, p. 34.
31
Paulsson. Arbitration Unbound: Award Detached from the Law of its Country of
Origin. 30 The International and Comparative Law Quarterly, 1981, p. 372.
Estudios de Arbitraje Internacional 477
El asunto Baker Marine Ltd. vs. Chevron Ltd. citado por Nicor es
inaplicable al presente caso. Más aún, una decisión de esta Corte reco-
nociendo la sentencia de las cortes dominicanas violaría claramente el
orden público estadounidense que favorece al arbitraje» (Corte de Dis-
trito de Florida, asunto Nicor International Corporation/Carib Consult
vs. El Paso Corporation, 2003).32
32
292 F. Supp.2d 1357 (2003). Fuente: http://www2.ambrac.nl/kli-ka-csg/document.
aspx?id=ipn26025.
Estudios de Arbitraje Internacional 479
34
517 F. Supp. 948 (1981). Fuente:
http://www.leagle.com/decision/19811465517FSupp948_11336.xml/FER-
TILIZER%20CORP.%20OF%20INDIA%20v.%20IDI%20MANAGE-
MENT,%20INC.
35
684 F. 2d 1032 (D.C. Cir. 1981). Fuente: http://law.justia.com/cases/federal/ap-
pellate-courts/F2/684/1032/40823/.
Estudios de Arbitraje Internacional 481
36
«La inarbitrabilidad objetiva] es meramente otra forma de decir que el recono-
cimiento y la ejecución serían contrarias al orden público» (Sanders. A Twenty
Year’s Review of the Convention on the Recognition and Enforcement of Foreign Arbi-
tral Awards, 13 International Lawyer, 1979, p. 270). Y también Okekeifere: «En el
arbitraje internacional la arbitrabilidad está cercanamente vinculada a considera-
ciones de orden público. Cuando una nación sostiene que una clase particular de
controversias no es arbitrable lo hace normalmente basándose en consideraciones
de orden público» (Okekeifere. Public Policy and Arbitrability under de Uncitral
Model Law, 2 International Arbitration Law Review, 1999, p. 70).
37
2002 SCC 17. Fuente: https://scc-csc.lexum.com/scc-csc/scc-csc/en/item/2048/
index.do.
482 Biblioteca de Arbitraje
Por ello, este régimen de nulidades imperativas creadas por ley, re-
sultan de orden e interés público por lo cual la imposición de la sanción
debe producirse a través del pronunciamiento del órgano jurisdiccional
como así lo determina el artículo 546 del CC, mismo que bajo el nomen
juris de verificación judicial de la nulidad y la anulabilidad, estipula que
la nulidad y la anulabilidad de un contrato deben ser pronunciadas ju-
dicialmente; por ende, se puede concluir que el régimen de nulidades de
la normativa sustantiva civil glosada hace alusión a nulidades de orden
público que deben ser declaradas judicialmente» (STC n.° 2471/2012-
RDN, 22 de noviembre, párrafos iii y iv).38
38
Mis críticas a esta sentencia en Andaluz. Argumentación, arbitraje y arbitrariedad:
las contradicciones del Tribunal Constitucional en el Recurso Directo de Nulidad con-
tra laudos. vii Revista de Arbitraje Comercial y de Inversiones, 2014, pp. 255 a
283.
39
Artículo 4: «Materias excluidas de la conciliación y del arbitraje: No podrá so-
meterse a la Conciliación ni al Arbitraje, lo siguiente: 1.- La propiedad de los
recursos naturales. 2.- Los títulos otorgados sobre reservas fiscales. 3.-Los tributos
y regalías. 4.- Los contratos administrativos, salvo lo dispuesto en la presente Ley.
Estudios de Arbitraje Internacional 483
5.- El acceso a los servicios públicos. 6.- Las licencias, registros y autorizaciones
sobre recursos naturales en todos sus estados. 7.- Cuestiones que afecten al orden
público. 8.- Las cuestiones sobre las que haya recaído resolución judicial firme
y definitiva, salvo los aspectos derivados de su ejecución. 9.- Las cuestiones que
versen sobre el estado civil y la capacidad de las personas. 10.- Las cuestiones re-
feridas a bienes o derechos de incapaces, sin previa autorización judicial. 11.- Las
cuestiones concernientes a las funciones del Estado. 12.- Las cuestiones que no
sean objeto de transacción. 13.- Y cualquier otra determinada por la Constitución
Política del Estado o la Ley». Artículo 5: «Exclusión expresa: Quedan excluidas
de la aplicación de la presente Ley: 1.- Las controversias en materia laboral y de
seguridad social, por estar sometidas a disposiciones legales que le son propias. 2.-
Los acuerdos comerciales y de integración entre Estados, suscritos por el Estado
Plurinacional de Bolivia, los cuales se regirán por las disposiciones sobre concilia-
ción y arbitraje que determinen las partes, en el marco de éstos. 3.- Los contratos
de financiamiento externo que suscriba el Estado Plurinacional de Bolivia con
organizaciones u organismos financieros internacionales».
40
Ver nota al pie 15.
484 Biblioteca de Arbitraje
41
733 F. Supp. 800 (1990). Fuente:
http://www.leagle.com/xmlResult.aspx?xmldoc=19901533733FSupp800_11400.
xml&docbase=CSLWAR2-1986-2006.
42
Fuente: http://federal-circuits.vlex.com/vid/mgm-productions-aeroflot-russian-air-
lines-18536506.
Estudios de Arbitraje Internacional 485
43
[1999] 2 H.K.C. 205.Fuente:
http://arbitrationlaw.com/files/free_pdfs/hebei_import_and_export_corp_v_
polytek_engineering_co_ltd_cacv_116-1997.pdf.
44
[2004] IEHC 198. Fuente: http://www.bailii.org/ie/cases/IEHC/2004/198.html.
45
Ungar. The Enforcement of Arbitral Awards Under Uncitral’s Model Law on In-
ternational Commercial Arbitration. 25 Columbia Journal of Transnational Law,
1987, p. 751.
46
Born. International Commercial Arbitration: Commentary and Materials. La Haya:
Kluwer, 2001, 2.ª edición, p. 740.
47
Fuente: http://interarb.com/clout/clout037.htm.
486 Biblioteca de Arbitraje
Por tanto, para que esa condición previa quede asegurada, tiene que
asegurarse la existencia del Estado en la acepción garantista del término.
Y la condición para su garantía son los frenos y contrapesos en la orga-
nización del poder. Ya sobre esto ha dicho el Tribunal Constitucional
que «el Estado de Derecho [se] caracteriza por la sujeción de los poderes
públicos y los ciudadanos al ordenamiento jurídico vigente, [y] por su
vinculación a un ordenamiento superior en que se consagran y garan-
tizan unos valores (derechos y libertades) que, desde el punto de vista
moral y político, se consideran básicos para la convivencia humana y la
consecución de la paz social» (STC n.° 101/2004 RAC, 14 de septiem-
bre de 2004, párrafo iii.2).
48
Cfr. Fernández Rozas y Sánchez Lorenzo. Derecho Internacional Privado.
Madrid, Civitas, 2003, 2ª edición, p. 314.
49
Popper. La responsabilidad de vivir. Escritos sobre política, historia y conocimiento.
Barcelona: Paidós, 1995, 1.ª edición, pp. 147 y 236.
Estudios de Arbitraje Internacional 487
*
1 Álvaro Silva Rudat es abogado en ejercicio en el Estudio Silva y Silva Santiesteban
Abogados. Es especialista en Arbitrajes, Derecho Procesal Civil y regulacion de
servicios públicos.
490 Biblioteca de Arbitraje
Las partes deben elegir un árbitro que les genere confianza, tanto
en el ámbito profesional como en el moral. Al efectuar la elección eva-
luarán las cualidades profesionales y técnicas del árbitro, pero también,
como señalan Osterling y Miró Quesada,1 se tendrá en cuenta las con-
diciones morales del candidato. Esto último se refiere, en especial, a la
independencia e imparcialidad del árbitro.
1
Osterling Parodi, Felipe y Gustavo Miró Quesada Milich. «Conflicto de
intereses: el deber de declaración y revelación de los árbitros». En Anuario Lati-
noamericano de Arbitraje. Lima: Instituto Peruano de Arbitraje, 2014, p. 330.
2
Matheus López, Carlos. «La independencia e imparcialidad del árbitro en el
arbitraje administrativo». En Revista Sapere. Lima: Universidad San Martín de
Porres, 2014, edición n.° 7.
Estudios de Arbitraje Internacional 491
3
«Artículo 226.- Los árbitros podrán ser recusados por las siguientes causas:
[…]
3. Cuando existan circunstancias que generen dudas justificadas respecto de su
imparcialidad o independencia y cuando dichas circunstancias no hayan sido
excusadas por las partes en forma oportuna y expresa».
4
Matheus López, Carlos. Op. cit.
492 Biblioteca de Arbitraje
deber de revelación del árbitro, cuando señala que un árbitro que revela
ciertos hechos o circunstancias que pudieran generar dudas acerca de
su imparcialidad o independencia, se considera a sí mismo imparcial e
independiente «respecto de las partes», a pesar de haber revelado tales
hechos o circunstancias y, por consiguiente, capaz de cumplir con sus
deberes de árbitro. De lo contrario, el árbitro no habría aceptado la de-
signación desde un principio o habría renunciado.
6
Ver http://www.4dca.org/opinions/Sept%202012/09-05-12/4D12-556.op.pdf.
7
Ver http://www.newmiamiblog.com/2012/09/12/florida-court-lawyers-and-jud-
ges-cannot-be-facebook-friends/.
Estudios de Arbitraje Internacional 495
Whether a judge may add lawyers who may appear before the judge
as «friends» on a social networking site, and permit such lawyers to
add the judge as their «friend».
Answer: No.
jeacopinions/2009/2009-20.html.
496 Biblioteca de Arbitraje
9
Ménagé, Anne-Lise. «The Disclosure Requirement under French Law: Global
Law Firms and Social Media Networks». Disponible en: http://blogs.law.nyu.
edu/transnational/2015/04/the-disclosure-requirement-under-french-law-glob-
al-law-firms-and-social-media-network/.
10
«Guide to Best Practices in Commercial Arbitration». The College of Commercial
Arbitrators. JurisNet LLC, 2014, p. 23.
11
Disponible en: http://www.caljudges.org/docs/Ethics%20Opinions/Op%20
66%20Final.pdf.
Estudios de Arbitraje Internacional 497
12
Disponible en: http://www.thecca.net/blog/guidance-note-arbitration-and-social
-media
498 Biblioteca de Arbitraje
13
Publicado en Publimetro, edición del 16 de octubre del 2015, p. 2.
14
http://www.statista.com/statistics/281595/king-digital-entertainment-quarter-
ly-mau/.
15
De Trazegnies, Fernando. Comentarios a la ley peruana de arbitraje. En Carlos
Alberto Soto Coaguila y Alfredo Bullard González (coords.). Lima: Instituto Pe-
ruano de Arbitraje, 2011, tomo i, p. 353.
16
Castillo Freyre, Mario y Rita Sabroso Minaya. «Independencia, imparcialidad,
deber de declaración y recusación en el arbitraje del Estado». Publicado en: http://
www.osce.gob.pe/consucode/userfiles/image/Independencia,%20imparcialidad.pdf,
p. 14.
Estudios de Arbitraje Internacional 499
Por otro lado, debe notarse que la recusación por motivo de esta
causa, independientemente de si se declara o no, implicaría en
corto tiempo el desplome de la actividad arbitral ante la desapa-
rición de operadores jurídicos descalificados por amistad o trato
frecuente.
17
Kalicki, Jean. «Social Media and Arbitration Conflicts of Interest: A Challenge
for the 21st Century», 2012. Disponible en: http://kluwerarbitrationblog.com/
blog/2012/04/23/social-media-and-arbitration-conflicts-of-interest-a-challenge-
for-the-21st-century/.
500 Biblioteca de Arbitraje
También, las reglas de la IBA del 2014 incluyeron dentro del Lista-
do Verde los siguientes casos:
4.4.4. El árbitro tiene una relación con una de las partes o con
sus afiliadas a través de una red social.
Ménagé afirma que si bien Facebook es una red social, y como tal
está en la Lista Verde, en su concepto los amigos de esta red pertenecen
a la categoría de «vínculo de amistad estrecho»; y, por lo tanto, caerían
bajo el paraguas de la Lista Naranja. Concluye que las partes tienen un
legítimo derecho a dudar de un árbitro, cuando el abogado de la parte
contraria figura en su lista de amigos de Facebook. Y como en caso de
duda el árbitro debe optar por la revelación, los vínculos de amistad en
Facebook deberían ser revelados.18
18
Ménagé, Anne-Lise. Op. cit.
Estudios de Arbitraje Internacional 503
[…]
8. En este orden de ideas, podemos señalar que el mero repor-
te impreso del perfil en una red social de los árbitros recusa-
dos, informa de la amistad de ambos profesionales, pero por
sí solo este hecho no podría generar dudas respecto de su ac-
tuación arbitral, puesto que como se señala anteriormente,
Estudios de Arbitraje Internacional 505
inclusión era una amistad preexistente, habrá que actuar con un criterio
de razonabilidad al momento de calificar la amistad como estrecha o
distante.
Por último, debe tenerse presente que, como bien señalan Castillo
y Sabroso,20 la sospecha de falta de imparcialidad que pudiera sugerir la
amistad íntima o el trato frecuente entre árbitros, abogados, represen-
tantes o asesores de alguna de las partes no se funda en sólidas razones,
dado que si todos los actores involucrados se conocen de tratos frecuen-
tes o son amigos, se disuelve, precisamente, por ello, una posible parcia-
lidad. Consideramos que lo mismo sucedería en el caso de las relaciones
a través de redes sociales.
20
Castillo Freyre, Mario y Rita Sabroso Minaya. Op. cit., p. 14.
El Reglamento «Roma i» y
el Contrato Internacional de Ingeniería
1. Introducción
*
Profesora Contratada Doctora de Derecho Internacional Privado en la Universitat
de València, España.
1
Vid. Schneider, M.E. «International Construction Contracts». Droit et Pratique
du Commerce International, 1983, pp. 277-322, p. 284.
510 Biblioteca de Arbitraje
2
Vid. Embid Irujo, A. Comentarios a la ley reguladora del contrato de concesión de
obras públicas. Madrid: Aranzadi, 2004.
3
De hecho, Europa se configura hoy «as the fastest growing market». Vid. Soubra,
Y. «Information Technology». ICLR, 2008, p. 94.
4
En esta línea, puede citarse, como ejemplo en una Sentencia del TS español de 13
de diciembre de 2002, sobre un contrato firmado en 1978, para la construcción de
una planta industrial textil en la ciudad de Lama-Kara (República de Togo), entre
el Estado de Togo y la extinta empresa española Intex Engineering. La Sentencia
española viene a resolver la demanda de indemnización de daños y perjuicios por
incumplimiento contractual que llevó a frustrar la realización del proyecto. La
cuantía inicial del proyecto ascendía a 39 millones de dólares USA y el contrato
se sometía a la obtención por el gobierno de Togo de una línea de crédito por
una entidad española. El Banco Exterior de España —BEX— concedió un
crédito documentario irrevocable al cliente para poder pagar a la contratista que
fue asegurado por la Compañía española de Créditos a la Exportación (Cesde).
La contratista Intex cobró el crédito y, posteriormente, la planta industrial no
pudo ponerse en funcionamiento debido a falta de idoneidad de la maquinaria
utilizada. Después de agotar la vía penal, Togo presentó una demanda ante los
tribunales españoles solicitando la restitución del precio. El TS establecía la
ausencia de responsabilidad del BEX en el pago del crédito, según las Reglas de la
CCI sobre créditos documentarios de 1974, que no había concluido una garantía
Estudios de Arbitraje Internacional 511
13
Vid. Stokes, M.C. International Construction Contracts. An Engineering New
Records Book. Nueva York: McGraw Hill, 1981, p. 15.
14
Vid. Lefebvre, G.-J. Hollander. «La normalisation des contrats internationaux
d’ingénierie». Droit et Pratique du Commerce International. Dossier: L’État
commerçant (ii). Articles et chroniques de Droit français, étranger et communautaire,
1996, pp. 231-270, p. 234.
15
Vid. Molineaux, Ch. «Moving Toward a Construction Lex Mercatoria: A Lex
Constructionis». Journal of International Arbitration, 1997, pp. 55-66, esp. p. 55.
16
Vid. Fernández Rozas, J.C.-S. Sánchez Lorenzo. Derecho Internacional
Privado. Madrid: Civitas, 2009, p. 184.
Estudios de Arbitraje Internacional 515
17
Vid., sobre estas cuestiones, Esplugues Mota, C. y otros: Contratación
Internacional, cit., p. 133 y Calvo Caravaca, A.L. y J. Carrascosa González.
Derecho Internacional Privado. Granada: Comares, 2010, pp. 102-105.
18
Vid. Bunni, N.G. The Fidic Form of Contract. The Fourth Edition of the Red Book.
Londres, 1997, Introducción.
19
Vid. Brabant, A. Le contrat international de construction. Bruselas: Bruylant,
1981, p. 46 y Chuliá Vicent, E.- T. Beltrán Alandete. Aspectos jurídicos de los
contrato atípicos i. Madrid: Bosch, 1999, p. 13.
516 Biblioteca de Arbitraje
20
Vid. Calvo Caravaca, A.L. y otros. Derecho Internacional…cit., pp. 393 y ss.
21
La consideración del contrato de ingeniería como un contrato atípico obliga a
distinguir entre dos subespecies de estos contratos: contratos mixtos y contratos
complejos. En los contratos atípicos mixtos concurren una pluralidad de
prestaciones que son características de otros contratos típicos, pero entre las que
sobresale una prestación principal, que resulta socio-económicamente relevante.
Con respecto a los contratos atípicos complejos, su particularidad se plasma
en el hecho de que, entre las prestaciones concurrentes, ninguna destaca como
principal o característica en relación con las demás. Se da lo que, gráficamente,
se ha denominado como «carencia de tipo contractual dominante». Vid. Virgós
Soriano, M. «Artículo 10.5 del Código Civil». En Comentarios al Código
Civil y Comp. For. Madrid: Edersa, 1995, p. 312. Como ejemplo de contrato
típico mixto se cita el contrato de «concesión de venta», al que se refiere como
un contrato mixto conformado por las prestaciones de los contratos típicos de
compraventa y mandato y en el que la prestación relevante es la que debe realizar
el distribuidor. Vid. Magagni, M. La prestazione caratteristica nella Convenzione
di Roma di 19 guigno 1980. Milano, 1989, p. 73. Asimismo, la jurisprudencia
española califica como contrato mixto el celebrado para la instalación de una
planta industrial. Contrato que contiene elementos de compraventa, por lo
que se refiere al suministro de materiales, además de todos los integrantes en la
instalación de la misma. Vid. la Sentencia del TS de 20 de junio de 1998, RJA n.°
1998/4903. El mismo TS matiza este concepto del contrato de arrendamiento de
obra con suministro de materiales contemplado en el artículo 1588 del C.civ. En
este sentido, afirma que esta modalidad contractual incorpora algunos caracteres
del contrato de compraventa, pero manteniéndose como esencial la actividad
dirigida al resultado comprometido y quedando sujeto por ello a normas
específicas. Siendo decisivo, en los supuestos de instalaciones de planta industrial,
que los materiales deben quedar debidamente instalados en un lugar concreto y
Estudios de Arbitraje Internacional 517
26
Vid. Alpa, G. «Il contratto d’engineering». Giustizia Civile, 1983, pp. 187 y ss., esp.
p. 192.
27
Esta distinción está comúnmente aceptada por la doctrina y, aunque se ha
consolidado, también ha sido sometida a revisión, como veremos, y se ha calificado
como distinción «tradicional». Vid. Cavallo Borgia, R. Il contrato di..., cit., pp.
26 y ss.
28
Vid. De Miguel Asensio, P. Contratos internacionales sobre propiedad industrial.
Madrid: Civitas, 2000, p. 97.
29
Vid. Jehl, J. Le commerce international de la technologie. Approche juridique. París,
1985, p. 22.
30
En términos idénticos, vid. Delacollette, J. Les contrats de commerce
internationaux. Bruselas: De Boeck, 1996, p. 112 y Medina de Lemus, M. Los
contratos de comercio exterior. (Doctrina y Formularios). Madrid: Dykinson, 1998,
p. 416.
Estudios de Arbitraje Internacional 519
3. El derecho aplicable
31
Proyectos a los que ya se ha hecho referencia anteriormente.
32
Es más, el estudio de las publicaciones de la Fidic avalan esta idea de la
evolución del contrato de ingeniería. Si se analizan las publicaciones por orden
cronológico, puede observarse cómo esta asociación profesional va incorporando,
progresivamente, contratos tipo y guías referidas a modalidades cada vez más
complejas. Así, se manifiesta si se observan las publicaciones de la Fidic por
orden cronológico y estudiando su evolución de más sencillo a más complejo, e,
incluso, sus intentos sistemáticos de clasificación con la refundición de los tipos
del consulting engineering en un solo libro.
33
De esta suerte, en el ordenamiento jurídico español, pueden encontrarse tan sólo
algunas menciones del contrato de ingeniería en leyes administrativas como,
por ejemplo, la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas —LCAP—
(Ley n.° 13/1995 de 18 de mayo de 1995, modificada por el Proyecto de Ley n.°
621/153, en su artículo modificado 2.1.a y sus numerosas modificaciones), que
trasponía lo establecido en la Directiva Comunitaria n.° 92/50/CEE del Consejo,
de 18 de junio de 1992, en materia de adjudicación de contratos públicos. Vid.
520 Biblioteca de Arbitraje
constatar que esa solución se corresponde con el «moderno Derecho del Comercio
Internacional». Vid. el laudo arbitral de la CCI en el asunto n.° 10346/2000.
Lo mismo ocurre en el supuesto de un contrato internacional de suministro e
instalación de maquinaria industrial entre una empresa española y otra hindú,
regido por el derecho inglés. Los defectos en la maquinaria causaron pérdidas a
terceros que adquirían un material defectuoso, por lo que el fabricante se dirigió
contra la empresa española. El árbitro determinó la ausencia de responsabilidad
de la empresa suministradora por los daños a terceros que provocó el material
defectuoso cuando éstos podían evitarse por el fabricante. El laudo concluía que
este principio, no sólo pertenece al derecho inglés, sino también está aceptado
internacionalmente y recopilado en los principios de Unidroit. Vid. el laudo
arbitral de la CCI en el asunto n.° 9594/1999 y, en la misma línea, los asuntos
CCI n.°s 10335/2000 y 9753/1999. Vid. Berger, K.P. «International Arbitration
Practice and Unidroit Principles of International Commercial Contracts». A.J.C.L.,
1998, pp. 129 y ss.
36
Vid. Jansen, C. «The Case for the European Lex Constructionis». International
Construction Law Review, 2000, pp. 593 y ss.
522 Biblioteca de Arbitraje
37
Vid. Juenger, F.K. «The Lex Mercatoria and Private International Law». Uniform
Law Review, 2000-1, pp. 171-177.
38
Por ejemplo, respecto de los contratos internacionales de construcción, la práctica
derivada de la aplicación del Convenio de Roma de 19 de junio 1980 sobre ley
aplicable a las obligaciones contractuales no es muy abundante. Vid., en este sentido,
como muestras, la Sentencia BGH alemán de 25 de febrero de 1999 (RIW - Recht
der Internationalen Wirtschaftsrecht, 1999, pp. 456-457), la Sentencia BGH
alemán de 14 de enero de 1999 (RIW - Recht der Internationalen Wirtschaft, 1999,
pp. 537-538), o la Sentencia BGH alemana de 7 de diciembre de 2000 (NJW
- Neue Juristische Wochenschrift, 2001, pp. 1936-1937). La doctrina afirma que
la sumisión de controversias a un derecho estatal constituye, en estos contratos,
una rareza, razón que justifica la ausencia de jurisprudencia y de normativa
estatal sobre la materia. Vid. Fallon, M. «Rapport belge». En La responsabilité des
constructeurs, Travaux de l’ Association Henri Capitant, Journées égyptiennes, 1991.
París: Litec, 1993, p. 233. En el mismo sentido, vid. Goldstein, G. «Rapport
québécois». En La responsabilité des constructeurs, Travaux de l’Association Henri
Capitant, Journées égyptiennes, 1991. París: Litec, 1993, p. 255. Asimismo, puede
resultar significativo que en el Rapport final sur l’arbitrage dans le domaine de la
construction, publicado en ICC Int. Court of Arb. Bull., vol. 12-ii, 2001, pp. 8-44,
no se haga mención a los aspectos de ley aplicable.
39
Convenio de Roma sobre ley aplicable a las obligaciones contractuales, hecho en
Roma el 19 de junio de 1980 (BOE de 19 de julio de 1993). Informe oficial
del Convenio, elaborado por Jenard, P. y M. Giuliano. En DOCE C n.° 327
de 11 de diciembre de 1992. Asimismo, sobre su modificación y conversión en
el Reglamento n.° 593/2008 sobre ley aplicable a las obligaciones contractuales
de 17 de junio de 2008, Roma i. Vid. el Libro Verde sobre la transformación del
Convenio de Roma sobre la ley aplicable a las obligaciones contractuales en instrumento
comunitario y sobre su actualización, presentado por la Comisión, el 14 de enero de
2003, DOC. COM (2002) y la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo
y el Consejo sobre ley aplicable a las obligaciones contractuales (Roma i), presentado
por la Comisión, el 15 de diciembre de 2005, DOC. COM (2005) 650 final.
40
Reglamento (CE) n.° 593/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo de 17 de
junio de 2008, sobre ley aplicable a las obligaciones contractuales (Roma i), DO
Estudios de Arbitraje Internacional 523
estatal aplicable al fondo del contrato en aquellos casos en los que, legí-
timamente, cliente y contratista hayan decidido no ejercer su derecho al
efecto. La selección de la lex contractus procederá de acuerdo, bien con el
libre ejercicio de la autonomía de la voluntad conflictual (cliente y con-
tratista seleccionan la ley estatal reguladora del fondo de su contrato),
o bien a través de los criterios de selección de ley en defecto de pacto.
Es por ello que, por lo que respecta al derecho aplicable, dos son las
dimensiones que se analizan. De una parte, la incidencia del ius inge-
niorum, como suerte de lex mercatoria especializada en este sector.46 Y,
de otra, de modo complementario y en la medida en que éste no cubre
todos los supuestos controvertibles, la determinación de la ley estatal
aplicable.
4. El ius ingeniorum
46
La práctica arbitral ha definido la Lex Mercatotria como «las normas y usos del
comercio internacional que han sido elaboradas gradualmente por diferentes
fuentes como los propios operadores del comercio internacional, sus asociaciones,
las decisiones de los tribunales arbitrales internacionales y algunas instituciones
como Unidroit y sus Principios de los contratos del comercio internacional». Vid.
el asunto CCI n.° 9875/1999.
47
Espinosa Calabuig, R. «Novas perspectivas para arbitragem na Europa». Anuario
Brasil-Europa, Solução de Controvérsias, Arbitragem Comercial e Propriedade
Intelectual. Brasil: Fundação Honrad Adenauer, 2002, pp. 195 y ss.
Estudios de Arbitraje Internacional 527
48
En relación con los principios generales en este ámbito vid. Asunto CCI n.° 3493
(Pirámides), asunto Cirdi Amco Asia (Amco-Asia. République d’Indonésie de 25 de
septiembre de 1983, en ILM, 1984, p. 351), Asunto CCI n.° 4071/1983 y asunto
CCI n.° 4023/1989. Vid. Gaillard, E. «Use of General Principles of International
Law in International Long-Term Contracts». International Business Lawyer, mayo
1999, pp. 214 y ss., p. 215 y Rubino-Sammartano. «Le tronc commun des lois
nationales en présence (réflexions sur le droit applicable par l’arbitre internationale)».
Rev. Arb., 1987, p. 133.
49
Vid. asuntos CCI n.°s 6238/1989, 6230/1990, 6276/1990, 6277/1990,
5948/1991, 6535/1992, 6611/1993, 7423/1995, 7641/1996 y 7910/1996,
publicados en ICC International Court of Arbitration Bulletin, vol. 10, n.° 2, Fall
1998, pp. 78 y ss.
528 Biblioteca de Arbitraje
50
Vid. Virgós Soriano, M. «Obligaciones contractuales». En González Campos,
J.D., J.C. Fernández Rozas, A.L. calvo caravaca, M. Virgós Soriano, M.A.
Amores Conradi y P. Domínguez Lozano, P. Derecho Internacional Privado,
cit., pp. 150-151. La práctica arbitral, no obstante, permite la aplicación conjunta
de un derecho estatal con los principios generales. Por ejemplo, en un contrato de
construcción de una carretera en Argelia, celebrado entre una empresa francesa
y otra española en el que las partes habían elegido el derecho español, el árbitro
decidió aplicarlo conjuntamente con los principios de Unidroit. Vid. el asunto
CCI n.° 8873/1997, publicados en ICC International Court of Arbitration Bulletin,
vol 10, n.° 2, Fall 1999, pp. 78 y ss.
Estudios de Arbitraje Internacional 529
51
Vid., por ejemplo, la Stjce de 26 de noviembre de 1985, As. n.° C-318/81,
Comisión c/ Codemi S.p.A. (Rec., 1985, p. 3693). En el contrato relativo a la
construcción en Italia de dos edificios destinados a la investigación, se había
previsto la aplicación del derecho belga. No obstante, la sociedad italiana trató
de desviar esta elección para atender al derecho italiano a modo de sumisión
tácita. Argumentó que la ejecución del contrato era en Italia, por lo que debía
presumirse la aplicación de este ordenamiento jurídico; y que las partes se habían
referido en el contrato a un número importante de disposiciones del Código Civil
italiano, con lo que, implícitamente, asumían su aplicación. El tribunal de justicia
no le dio la razón. Vid., asimismo, Sent. Trib. de Rabat de 17 de mayo de 1930
(Journ. Dr. Int., 1931, p. 672), respecto de un contrato de construcción de un
inmueble en Marruecos, en la que el tribunal aplicó la ley francesa como ley de
la nacionalidad común entre un maestro de obras francés, y un arquitecto y un
contratista también franceses, considerando una posible sumisión tácita a favor
de la ley francesa aun cuando el lugar de ejecución del contrato era Marruecos, y
tanto el arquitecto como el contratista se hallaban domiciliados en este Estado. En
la práctica arbitral, el asunto CCI n.° 4975/1988 (Y. Comm. Arb., 1989, p. 122),
respecto de un subcontrato firmado entre un contratista principal americano y
530 Biblioteca de Arbitraje
53
Vid., con carácter general, Giuliano, M. y P. Jenard. Informe relativo al Convenio
sobre la ley aplicable a las obligaciones contractuales, DOCE C 327, diciembre
de 1992, p. 17. El mismo Convenio de Roma en su artículo 3.1 no permite
determinar el derecho aplicable a un grupo de contratos, sino que debe hacerse
separadamente, uno a uno (vid. Carrillo Pozo, L.F. El contrato internacional...,
cit., p. 190). Esta idea parece que se puede proyectar al Reglamento Roma i y es
apoyada, al menos en parte, cuando se hace referencia a la diversidad de prestaciones
que integran estos contratos «en los que diferentes reglas son susceptibles de regir
las prestaciones de servicios y el suministro de materiales. En algunos casos, cada
contrato está sometido a su propia norma (complejo de contratos), mientras que
en otros, el conjunto de los contratos está sometido a las mismas disposiciones
(contratos complejos)» (vid. Lefebvre, G.-J. Hollander: «La normalisation des
contrats...», cit. p. 238).
54
Vid. Carrascosa González, J. El contrato internacional, cit., pp. 105-122 y 148-
149, Lagarde, P. «Le dépeçage dans...», cit., pp. 649-677, p. 653.
532 Biblioteca de Arbitraje
55
Vid. Hernández Rodríguez, A. Los contratos internacionales de..., cit., pp. 346
y ss., Carrascosa González, J. El contrato internacional, cit., pp. 257-261 y
296-197, Carrillo Pozo, A. El contrato internacional, cit., p. 78, y Gaudemet-
Tallon, H. «Le nouveau droit international privé européen des contrats (commentaire
de la Convention CEE n.° 80/934 sur la loi applicable aux obligations contractuelles,
ouverte à la signature á Rome le 19 juin 1980)». Rev. Trim. Dr. Cur., 1981, pp.
215-285, p. 245.
56
Vid. Esplugues Mota, C. y otros: Contratación Internacional..., cit., pp. 142 y 143.
57
En el caso de los contratos de ingeniería, la doctrina afirma que la prestación
característica es la que debe realizar la sociedad de ingeniería consultora que se
Estudios de Arbitraje Internacional 533
identifica con la realización del proyecto (vid. Calvo Caravaca, A.L. y otros.
Derecho Internacional Privado... cit., p. 394. Y, asimismo, vid. Villani, U. «Aspetti
problematici della prestazione caratteristica». En Rdipp, 1993, pp. 513-540). En
este sentido, se refieren a todos aquellos contratos que celebra la empresa de
ingeniería para la prestación de servicios de distinta naturaleza (vid. Uría, R.
Derecho Mercantil. Madrid: Marcial Pons, Marcial Pons, p. 560). Esta posición
ha sido criticada por otros autores que, desde una perspectiva más restrictiva,
consideran que no puede entenderse como contrato de ingeniería toda actividad
pactada que realice la empresa de ingeniería, sino únicamente la referida a la
proyección (Vid. Bercovitz, A. El contrato de..., cit., p. 135). Desde este punto de
vista más restringido, se haría referencia, únicamente, a la ingeniería consultora,
excluyendo otros ámbitos de la ingeniería consolidados en la práctica del comercio
y para los que también existen contratos estándar como la ingeniería comercial y
la ingeniería de procedimiento.
58
Vid., en este sentido, Hernández Rodríguez: A. Los Contratos Internacionales
de..., cit., pp. 427 y ss. Otro punto de vista, vid. Ballarino, T. «Rapport général...»,
cit., p. 226 y Vischer: «The principle of the typical performance in international
contracts and the draft convention». En Lipstein, K. (ed.). Harmonisation of Private
International Law by the E.E.C., 1978, p. 29, al considerar que los contratos «llave
en mano» tienen un tratamiento diverso en sede de ley aplicable que también
pasa por la descomposición en varios contratos (ingeniería, asistencia técnica) y
su regulación integral por la ley del lugar de realización de la obra.
534 Biblioteca de Arbitraje
la del lugar de ejecución de las obras.59 Esta situación puede ser habitual
cuando el cliente se involucra en la ejecución de la obra aportando los
materiales, el terreno donde se ejecuta la obra o la energía eléctrica, en
materia de subcontratación o contratación del personal local. O, tam-
bién, dentro de los contratos de ingeniería comercial, en los que incluye
entre sus prestaciones la ejecución de la obra. En estos supuestos, la
presunción iuris tantum contenida en el artículo 4.2 del Reglamento
Roma i cede a favor de la aplicación del ordenamiento jurídico con el
que manifiestamente presenta los vínculos más estrechos el contrato
(artículo 4.3 del Reglamento Roma i).60
59
Ésta es la discusión clave en la doctrina mayoritaria: la disyuntiva entre una y
otra ley. Vid. Saravalle, A. «Conflitti di leggi...», cit., p. 906, Villani, U.
«Aspetti problematici della...», cit., p. 529. De Miguel Asensio, P.A. Contratos
internacionales sobre..., cit., p. 297, Soltysinski, S. «Choice of law and choice of
forum in transnational transfer of technology transactions». Rec. des C., 1986, vol. i,
pp. 239-384, esp. pp. 330-333. También en la jurisprudencia, vid., la Sentencia
del BGH alemán, de 25 de febrero de 1999 (RIW - Recht der Internationalen
Wirtschaftsrecht, 1999, pp. 456-457), respecto de un contrato de construcción de
un centro comercial en Alemania, en la que se cuestionaba la aplicación general
de la ley del lugar de ejecución de las obras (la ley alemana, por tanto).
60
Vid., sobre el juego de las presunciones, por todos, De Miguel Asensio, P. «La
ley aplicable en defecto de elección a los contratos internacionales: el artículo 4
del Convenio de Roma de 1980». La Ley (Suplemento CE), 1995, n.° 95, pp. 1-6.
61
Vid. Esplugues Mota, C. y otros: Contratación Internacional..., cit., p. 149,
Virgós Soriano, M. «La ley aplicable a los contratos internacionales: la regla
de los vínculos más estrechos...». Estudios jurídicos en homenaje al Profesor Aurelio
Menéndez, cit., pp. 5289-5309, Baratta: Il collegamento piú stretto nel diritto
internazionale privato dei contratti. Milano, 1991. Dubler: Les clauses d’excepcion
en droit international privé. Généve, 1983, p. 46 y Fouchard, P. «La responsabilité
des constructeurs en droit international privé». Rapport français..., cit., p. 10.
Estudios de Arbitraje Internacional 535
62
La práctica demuestra una clara tendencia por el criterio de la ley del lugar de
ejecución de la obra, criterio que se ha llegado a calificar como tradicional en
los contratos internacionales de ingeniería comercial. Vid. Wiegand, Ch. «The
Applicable Substantive...», cit., p. 147. El lugar de ejecución de un contrato es
un criterio a tener en cuenta siempre; sobre ello, vid. Carrillo Pozo, L.F. El
Contrato Internacional... cit., p. 153. En cualquier caso, la escasa jurisprudencia
relativa al contrato de construcción considera la ley del lugar de ejecución de la
obra como una opción importante. Así lo hace la sentencia BGH alemán de 25
de febrero de 1999, RIW - Recht der Internationalen Wirtschaftsrecht, 1999, pp.
456-457; o la Stjce de 26 de noviembre de 1985, As. C-318/81, Comisión c/
Codemi S.p.A. (Rec., 1985, p. 3693), sobre un contrato de construcción en Italia
de dos edificios, en la que el tribunal ponderó la relevancia del lugar de ejecución a
efectos de la aplicación del derecho italiano. Vid., también, Sent. Trib. de París de
22 de noviembre de 1980 (Journ. Dr. Int., 1981, p. 585, con nota de Ph. Kahn),
Sent. Cour Cass. francesa, de 26 de noviembre de 1980 (Journ. Dr. Int., 1981, p.
355); y Sent. Cour Cass. francesa de 15 de junio de 1982 (Journ. Dr. Int., 1983,
p. 602, con nota de Ph. Kahn; Bull. Civ., i, p. 191). En esta última, por ejemplo,
se aplica al contrato de arquitectura entre cliente y contratista de nacionalidad
diferente la ley del Estado de la ejecución de la obra proyectada.
63
Incluso Glavinis, desde la perspectiva del derecho francés y desde una visión
post-Convenio de Roma de 1980, mantiene la posición de la ley del lugar de
ejecución. Vid. Glavinis, P. Le contrat international..., cit., p. 550, Fouchard, P.
«Rapport français...», cit., p. 303, Saravalle, A. «Conflitti di leggi...», cit., p. 906
536 Biblioteca de Arbitraje
cuenta la ley que rige el procedimiento arbitral. Por ejemplo, la revocación del
árbitro, las normas procedimentales que establecen los plazos, la vista oral y otras
circunstancias del procedimiento. Sobre estas cuestiones, por todos, vid. Dicey-
Morris: The conflicts of laws. Londres: Sweet and Maxwell, 2000, p. 575. En
relación con los aspectos puramente procedimentales del arbitraje en la materia
concreta de los contratos internacionales de construcción, resulta útil el referido
Rapport final sur l’arbitrage dans le domaine de la construction, publicado en Bull.
CCI, vol. 12-ii, 2001, pp. 8-44.
66
En este sentido, sobre la aplicación de la Lex Mercatoria y los Principios de
Unidroit en ausencia de ley aplicable por las partes, vid. los asuntos CCI n.°
10022/2000, 9875/1999, 9419/98, 7110/1995, laudo arbitral del Tribunal of the
City of Panama de 24 de febrero de 2001, el laudo arbitral de la Camera Arbitrale
Nazionale e Internazionale de Milano, n.° a-1795/51, de 1 de diciembre de 1996
y los laudos de la International Arbitration Court of the Chamber of Commerce
and Industry of the Russian Federation, n.°s 88, de 25 de enero de 2001 y 116, de
20 de enero de 1997. Además, esta práctica ha sido reconocida como válida por
la jurisprudencia estatal, en una sentencia de los tribunales estadounidenses que
reconocía que la aplicación por parte de un tribunal arbitral de los principios y
usos del comercio internacional en ausencia de elección por las partes del derecho
aplicable al contrato no violaba el artículo v.1.c del Convenio de Nueva York de
1958. Vid. la sentencia del United States District Court, S.D. de California, n.° 98-
1165-B, de 7 de diciembre de 1998, en el asunto Ministry of Defense and Support
for the Armed Forces of the Islamic Republic of Iran vs. Cubic Defense Systems, Inc.
67
Vid. Gösta Westring. «Construction and Management...», cit., p. 182, Davis,
M. «Choice of law...», cit., pp. 277-297. En efecto, se ha pensado que si las partes
eligen expresamente una sede para el arbitraje, podría encontrarse la determinación
de la ley aplicable a todas las cuestiones implicadas: contrato, convenio arbitral
y procedimiento de arbitraje. Sin embargo, esta presunción, es decir, la
determinación de la ley aplicable al contrato por el criterio del lugar de desarrollo
del arbitraje decae cuando este lugar es elegido por razones de neutralidad para las
partes (lugares como París o Londres), pero que no presentan ningún otro vínculo
con el contrato. Es cierto que las presunciones decaen cuando de las circunstancias
generales del contrato puede deducirse que la ley que presenta más conexiones con
el contrato es otra distinta a la del lugar de la sede del arbitraje. Razón que obliga
538 Biblioteca de Arbitraje
De hecho, éstos son los vínculos más utilizados por los legisladores
nacionales y los instrumentos institucionales más representativos del
ámbito de la ingeniería.
69
Los autores especialistas en la materia de los contratos internacionales de ingeniería
consideran también la posibilidad de aplicar la ley de la sede del establecimiento
540 Biblioteca de Arbitraje
del contratista. Vid. Wiegand, Ch. The Applicable Substantive..., cit., Fallon,
M. «Rapport belge...», cit., pp. 233 y ss y Saravalle, A. «Conflitti di leggi...», cit.
70
Así se observa, por ejemplo, en las condiciones de la Fidic, cuando establecen
que la responsabilidad relativa a la obtención de un permiso o licencia para la
construcción recae, fundamentalmente, sobre el cliente (la cláusula 26.1 in fine
de las Fidic Conditions - C.E.C. for Civil Engineering). Asimismo, además de
la obtención de los permisos administrativos necesarios, no puede olvidarse la
importancia de la normativa en materia de higiene y seguridad en el trabajo o
protección del medio ambiente (la cláusula 16.4 de las Conditions particuliers de la
Fidic en materia de empleo de personal local, recomienda al contratista la contratación
de trabajadores locales, la cláusula 45 y siguientes de las Conditions particuliers de
la Fidic, exigen el respeto a las condiciones de vacaciones y días de descanso,
conforme a las costumbres o religión del Estado del lugar de construcción de la
obra). En todos los ordenamientos existe reglamentación sobre estas cuestiones y,
habitualmente, en el contrato de ingeniería, se suele especificar que la observancia
de estas disposiciones corresponde al contratista. En las condiciones FED (por
ejemplo, cláusulas 10.1 y 10.2 Cahier FED-Travaux), se indica que en el maestro
de obras recae la responsabilidad de recabar los permisos y visados exigidos al
personal de servicios para la realización de su trabajo.
71
Vid. Fernández Rozas, J.C. y S. Sánchez Lorenzo. Derecho Internacional
Privado, cit., pp. 179-182.
Estudios de Arbitraje Internacional 541
72
La existencia de una normativa que legitime la aplicación o toma en consideración
de las normas materiales imperativas ajenas a la lex contractus facilita la actividad
del juez o tribunal (la legitimación para aplicar las normas materiales imperativas
de foro se justifica con menor dificultad). En este sentido, pensemos, por ejemplo,
además del reconocimiento explícito de su operatividad en los términos del
artículo 9 del Reglamento Roma i, en el artículo viii.2.b de los Estatutos del
Fondo Monetario Internacional, cuando dispone que «los contratos de cambio
que afectando a la moneda de un Estado miembro fueran contrarios a las normas
sobre control de cambios de dicho miembro, mantenidas o establecidas de
conformidad con este Convenio, no tendrán fuerza de obligar en los territorios
de ningún miembro». En la jurisprudencia, sobre la moneda del contrato, por
ejemplo, Sent. Cour Cass. francesa de 4 de febrero de 1969 (Gaz. Pal., 1969-i, p.
232) o Sent. Cour Cass. francesa de 8 de febrero de 1972 (La Sem. Jur.-JCP, 1973-
i, 17386).
73
Vid. Zaccardi, F. «Disposizioni imperative e ordine publico nella Convenzione di
Roma del 19 giugno 1980». Foro Pad., 1987-ii, pp. 7-14 y Saravalle, A. «Conflitti
di leggi...», cit., p. 914.
74
Vid. Grigera Naón, H. «Choice of law...», cit., pp. 296 ss., Prioux, R. «Le
juge et l’arbitre face aux lois étrangères d’application immédiate dans les contrats
internationaux». Rev. Dr. Com. Belge, 1987, p. 151, Mayer, P. «Mandatory
rules of law in international arbitration». Arb. Int., 1986, p. 274, Derains, Y.
«Public policy and the law applicable to dispute in international arbitration». En
International Council for Commercial Arbitration, Comparative arbitration practice
and public policy in arbitration, viii International Arbitration Congress. New York,
542 Biblioteca de Arbitraje
(también, anulando otros proyectos de construcción por las mismas causas, laudo
arbitral de 25 de septiembre de 1983, Journ. Dr. Int., 1986, p. 219 y asunto CCI
n.° 1803/1972 Société des Grands Travaux de Marseille vs. Epidc et Gouvernement
de Bangladesh. En Derains, Y. y S. Jarvin. Recueil des sentences arbitrales de la CCI
(1974-1985). Kluwer, p. 40).
76 Vid. Glavinis, P. Le contrat international..., cit., p. 561, Le Gall, J.P. Fiscalité
internationale et exportation: politiques et pratiques. París: Litec, 1984, pp. 111 y
151, Gianviti, F. «Le contrôle des changes étranger devant le juge national». Rev. Dr.
Int. Pr., 1980, p. 677 y Norris, T. «The Fidic Conditions - Fourth edition 1987:
price adjustment, contract currencies and rates of exchange». I.C.L.R., 1989, p. 319.
En la jurisprudencia, Sent. Cour Cass. francesa de 11 de octubre de 1989 (Bull.
Civ., 1989, p. 206).
544 Biblioteca de Arbitraje
7. Conclusiones
Ante esta situación, los operadores de este sector del comercio inter-
nacional manejan los mecanismos autorreguladores del ius ingeniorum.
Sin embargo, esta circunstancia no puede considerarse como indepen-
diente y autónoma respecto de los derechos estatales. Aunque el grado
de desarrollo de este sector de la lex mercatoria no puede calificarse de
embrionario, lo cierto es que tampoco ofrece una respuesta completa
adecuada. Precisamente, por esta razón, la remisión a un derecho estatal
sigue constituyendo (1) una necesidad que cubre las lagunas existentes y
(2) una garantía de seguridad jurídica para las partes. De ahí la relación
de complementariedad entre el ius ingeniorum, las normas de conflicto
y los diferentes derechos estatales.
1
Cremades, Bernardo. «Los Convenios de Nueva York y Ginebra: reconocimientos
y ejecución del laudo anulado en sede». VV.AA. Arbitraje comercial y arbitraje de
inversión. Lima, 2009, tomo 2, p. 290.
2
El artículo 1 del Modelo de BIT de Canadá de 2004 dice que «For the purpose of
this Agreement, …investor of a Party means, in the case of Canada: … (ii) a national
or an enterprise of Canada, that seeks to make, is making or has made an investment;
in the case of …; that seeks to make, is making or has made an investment and that
does not possess the citizenship of Canada». El artículo 1 del Modelo de BIT alemán
de 2008 dice que «the term “investor” means (a) in respect of the Federal Republic of
Germany: any natural person who is a German within the meaning of the Basic Law
of the Federal Republic of Germany or a national of a Member State of the European
Union or of the European Economic Area…». El artículo 1 del Modelo de TBI de
Estados Unidos de 2012 dice que por «investor of a Party» se entenderá «a Party
or State enterprise thereof, or a national or an enterprise of a Party, that attempts
to make, is making, or has made an investment in the territory of the other Party;
Estudios de Arbitraje Internacional 549
provided, however, that a natural person who is a dual national shall be deemed to be
exclusively a national of the State of his or her dominant and effective nationality».
3
Dice «Todo Estado Contratante reconocerá al laudo dictado conforme a
este Convenio carácter obligatorio y hará ejecutar dentro de sus territorios las
obligaciones pecuniarias impuestas por el laudo como si se tratare de una sentencia
firme dictada por un tribunal existente en dicho Estado».
550 Biblioteca de Arbitraje
Es asumido que para que un laudo sea declarado nulo, se hace necesario
un procedimiento de nulidad. Esta nulidad se plantea ante el Estado
sede del arbitraje. Bajo esta premisa, la nulidad dictaminada por la jus-
ticia del Estado bajo cuya ley se rige un procedimiento arbitral deter-
minado, es la que convertiría en inejecutable a un laudo por ser nulo y,
como tal, inexistente.
En una primera lectura del Convenio de Nueva York, se aprecia que este
tratado podría dar juego a la polémica de dar lugar a la defensa de las
dos posturas planteadas, una que permite la ejecución de laudos nulos
y otra que la rechaza.
4
Léase «laudo arbitral».
552 Biblioteca de Arbitraje
Pero, por otro lado, el artículo vii.1 del Convenio no priva a nin-
guna de las partes litigiosas de intentar hacer valer un laudo arbitral en
aplicación de la legislación o los tratados más favorables a la ejecución
del laudo, sino que, más bien, el Convenio habla de «derechos», en los
siguientes términos:
5
«Algunos apuntes sobre la ejecución de los laudos anulados y la Convención de
Nueva York». Revista Colombiana de Derecho Internacional, 2009, n.º 15, p. 21.
6
«Cada uno de los Estados Contratantes reconocerá la autoridad de la sentencia
arbitral y concederá su ejecución de conformidad con las normas de procedimiento
vigentes en el territorio donde la sentencia sea invocada, con arreglo a las
condiciones que se establecen en los artículos siguientes. Para el reconocimiento
o la ejecución de las sentencias arbitrales a que se aplica la presente Convención,
no se impondrán condiciones apreciablemente más rigurosas, ni honorarios o
Estudios de Arbitraje Internacional 553
7
Articulo referido a la organización de un arbitraje.
Estudios de Arbitraje Internacional 555
2.2.1. Francia
8
Téngase en cuenta que el 2011, Francia hizo una reforma de su legislación arbitral
regulada en el Código de Procedimiento Civil, por lo que los preceptos aquí
citados están referidos a un texto antes de la reforma.
9
Traducción extraída de Mantilla-Serrano, Algunos… Op. cit., p. 23.
556 Biblioteca de Arbitraje
10
Traducción extraída de Mantilla-Serrano, Idem, pp. 22-23.
11
Traducción extraída de Mantilla-Serrano, Idem, p. 24.
Estudios de Arbitraje Internacional 557
2.2.2. España
14
Vid. El comentario de Elena Gutiérrez García de Cortázar en Spain Arbitration
Review, 2009, vol. 4, pp. 141 y ss.
Estudios de Arbitraje Internacional 559
15
Traducción extraída de Mantilla-Serrano. La ejecución... Op. cit., p. 31.
Estudios de Arbitraje Internacional 561
16
Citado por Rivera, J. «Ejecución de un laudo anulado». En Castillo Freyre,
M. (coord.) et al, Libro Homenaje a Felipe Osterling Parodi. Lima: Palestra, 2008,
p. 2009.
17
Idem, p. 2010.
562 Biblioteca de Arbitraje
18
La ejecución de los laudos… Op. cit., pp. 32-33.
564 Biblioteca de Arbitraje
2.2.4. Holanda
19
«Since it is very likely that the judgments by the Russian civil judge setting aside the
arbitration decisions are the result of a dispensing of justice that must be qualified
as partial and dependent, said judgments cannot be recognized in the Netherlands».
Véase al respecto, Van der Verh, Albert. «Enforcement of Arbitral Awards Annulled
in Russia». Journal of International Arbitration. 27(2) 2010, pp. 179 y ss. También
véase, sobre este caso en el Tribunal Supremo holandés, Van Galen et al, «Supreme
Court decision in Yukos case: implications for enforcement of international arbitral
awards in The Netherlands», 2010. En http://documents.lexology.com/8ec6d51a-
587f-43b9-83e9-1fd536a58850.pdf.
Estudios de Arbitraje Internacional 565
20
No hay que perder de vista que cuando se crea Uncitral en el seno de Naciones
Unidas, mediante la Resolución n.° 2205 (xxi) de la Asamblea General de 17
de diciembre de 1966, la misma Asamblea General reconoció la «existencia de
disparidades entre las leyes nacionales».
21
La regla general de interpretación de tratados en el artículo 31.1 dice que: «Un
tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que haya
de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de éstos y teniendo en cuenta
su objeto y fin».
Estudios de Arbitraje Internacional 567
4. Reflexiones finales
En primer lugar, un libre examen del laudo por parte de cada ju-
risdicción ante la cual se pretenda homologar y ejecutar, aparece como
un ejercicio de soberanía condicionado al Convenio de Nueva York, el
cual si bien no es un tratado de derechos humanos, sí que permite a
cada Estado desvincularse de desconsideraciones a los derechos huma-
nos fundamentales y/o hechos internacionalmente ilícitos perpetrados
por terceros Estados que han dado lugar a una nulidad de laudo en sede.
568 Biblioteca de Arbitraje
22
Dailler, P., M. Forteau y A. Pellet. Droit international public. París: LGDJ,
2014, p. 288.
23
No cerremos nuestras perspectivas pensando en ordenamientos de Estados
cercanos y pensemos en la diversidad legislativa de los Estados en sentido amplio.
Estudios de Arbitraje Internacional 569
24
A/67/305.
570 Biblioteca de Arbitraje
25
Por citar algunos ejemplos, Chile llamó a consultar a su Embajador cuando
España pretendía la extradición de Augusto Pinochet. Bélgica fue demandada
como Estado ante la Corte Internacional de Justicia por la emisión de una orden
internacional de búsqueda y captura contra el Ministro de Asuntos Exteriores de
El Congo por parte de un juzgado belga (Asunto Yerodia).
Estudios de Arbitraje Internacional 571