Propiedades Del Agua

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Agua, sustancia líquida formada por la combinación de dos volúmenes de

hidrógeno y un volumen de oxígeno, que constituye el componente más 


abundante en la superficie terrestre.

   Hasta el siglo XVIII se creyó que el agua era un elemento, fue el


químico ingles Cavendish quien  sintetizó agua a partir de una
combustión de aire e hidrógeno.  Sin embargo los resultados de este
experimento no fueron interpretados hasta años más tarde, cuando
Lavoisier propuso que el agua  no era un elemento sino un compuesto
formado por oxígeno y por hidrógeno, siendo su formula H2O.

ESTADO NATURAL

  El agua es la única sustancia que existe a temperaturas ordinarias en


los tres estados de la materia: sólido, líquido y gas.

SÓLIDO LÍQUIDO GAS


Polos Lluvia
Glaciares Rocío
Hielo en las superficies de agua en invierno Lagos Niebla
Nieve Ríos Nubes
Granizo Mares
Escarcha Océanos

PROPIEDADES:

1. FÍSICAS

    El agua es un líquido inodoro e insípido. Tiene un cierto color azul


cuando se concentra en grandes masas. A la presión atmosférica (760
mm de mercurio), el punto de fusión del agua pura es de 0ºC y el punto
de ebullición es de 100ºC, cristaliza en el sistema hexagonal,
llamándose nieve o hielo según se presente de forma esponjosa o
compacta, se expande al congelarse, es decir aumenta de volumen, de
ahí que la densidad del hielo sea menor que la del agua y por ello el
hielo flota en el agua líquida. El agua alcanza su densidad máxima a una
temperatura de 4ºC,que es de 1g/cc. 

    Su capacidad calorífica es superior a  la de cualquier otro líquido o


sólido, siendo su calor específico de 1 cal/g, esto significa que una
masa de agua  puede absorber o desprender grandes cantidades de
calor, sin experimentar apenas cambios de temperatura, lo que tiene
gran influencia en el clima (las grandes masas de agua de los océanos
tardan más tiempo en calentarse y enfriarse que el suelo terrestre).
Sus calores  latentes de vaporización y de fusión (540 y 80 cal/g,
respectivamente) son también excepcionalmente elevados.

2. QUÍMICAS

    El agua es el compuesto químico más familiar para nosotros, el más


abundante y el de mayor significación para nuestra vida. Su excepcional
importancia, desde el punto de vista químico, reside en que casi la
totalidad de los procesos químicos que ocurren en la naturaleza, no solo
en organismos vivos, sino también en la superficie no organizada de la
tierra, así como los que se llevan a cabo en el laboratorio y en la
industria, tienen lugar entre sustancias disueltas en agua, esto es en
disolución. Normalmente se dice que el agua es el disolvente universal,
puesto que todas las sustancias son de alguna manera solubles en ella.

       No posee propiedades ácidas ni básicas, combina con ciertas sales


para formar hidratos, reacciona con los óxidos de metales formando
ácidos y actúa como catalizador en muchas reacciones químicas.

   Características de la molécula de agua: 

     La molécula de agua libre y aislada, formada por un átomo de


Oxigeno unido a otros dos átomos de Hidrogeno es triangular. El ángulo
de los dos enlaces (H-O-H) es de 104,5º y la distancia de enlace O-H
es de 0,96 A. Puede considerarse que el enlace en la molécula es
covalente, con una cierta participación del enlace iónico debido a la
diferencia de electronegatividad entre los átomos que la forman.

     La atracción entre las moléculas de agua tiene la fuerza suficiente


para producir un agrupamiento de moléculas. La fuerza de atracción
entre el hidrógeno de una molécula con el oxígeno de otra es de tal
magnitud que se puede incluir en los denominados enlaces de PUENTE
DE HIDRÓGENO. Estos enlaces son los que dan lugar al aumento de
volumen del agua sólida y a las estructuras hexagonales de que se habló
más arriba. 
Conceptos básicos

El agua es el principal e imprescindible componente del cuerpo humano. El ser humano


no puede estar sin beberla más de cinco o seis días sin poner en peligro su vida. El
cuerpo humano tiene un 75 % de agua al nacer y cerca del 60 % en la edad adulta.
Aproximadamente el 60 % de este agua se encuentra en el interior de las células (agua
intracelular). El resto (agua extracelular) es la que circula en la sangre y baña los tejidos.

En las reacciones de combustión de los nutrientes que tiene lugar en el interior de las
células para obtener energía se producen pequeñas cantidades de agua. Esta formación
de agua es mayor al oxidar las grasas - 1 gr. de agua por cada gr. de grasa -, que los
almidones -0,6 gr. por gr., de almidón-. El agua producida en la respiración celular se
llama agua metabólica, y es fundamental para los animales adaptados a condiciones
desérticas. Si los camellos pueden aguantar meses sin beber es porque utilizan el agua
producida al quemar la grasa acumulada en sus jorobas. En los seres humanos, la
producción de agua metabólica con una dieta normal no pasa de los 0,3 litros al día.

Como se muestra en la siguiente figura, el organismo pierde agua por distintas vías. Este
agua ha de ser recuperada compensando las pérdidas con la ingesta y evitando así la
deshidratación.

Estructura y propiedades del agua


La molécula de agua está formada por dos átomos de H unidos a un átomo de O por medio de dos enlaces
covalentes. El  ángulo entre los enlaces H-O-H   es  de 104'5º. El oxígeno es más electronegativo que el hidrógeno
y atrae con más fuerza a los electrones de cada enlace.

El resultado es que la molécula de agua aunque tiene una carga total neutra (igual número de protones que de
electrones ), presenta una distribución asimétrica de sus electrones, lo que la convierte en una molécula polar,
alrededor del oxígeno se concentra una densidad de carga negativa , mientras que los núcleos de hidrógeno
quedan  parcialmente desprovistos de sus electrones y manifiestan, por tanto, una densidad de carga positiva.

Por ello se dan interacciones dipolo-dipolo entre las propias moléculas de agua, formándose enlaces por
puentes de hidrógeno, la carga parcial negativa del oxígeno de una molécula ejerce atracción
electrostática sobre las cargas parciales positivas de los átomos de hidrógeno de otras moléculas
adyacentes.
Aunque son uniones débiles, el hecho de que alrededor de cada molécula de agua se dispongan otras
cuatro molécula unidas por puentes de hidrógeno permite que se forme en el agua (líquida o sólida) una
estructura de tipo reticular, responsable en gran parte de su comportamiento anómalo y de la
peculiaridad de sus propiedades fisicoquímicas.

Propiedades del agua

Acción disolvente

El agua es el líquido que más sustancias disuelve, por eso decimos que es el disolvente
universal. Esta propiedad, tal vez la más importante para la vida, se debe a su capacidad para
formar puentes de hidrógeno.
En el caso de las disoluciones iónicas  los iones de las sales son atraídos por los dipolos del
agua, quedando "atrapados" y recubiertos de moléculas de agua en forma de iones hidratados o
solvatados.
La capacidad disolvente es la responsable de  que sea el medio donde ocurren las reacciones de
metabolismo.

Elevada fuerza de cohesión.

Los puentes de hidrógeno mantienen las moléculas de agua fuertemente unidas, formando una
estructura compacta que la convierte en un líquido casi incompresible. Al no poder comprimirse
puede funcionar en algunos animales como un esqueleto hidrostático.

Gran calor específico.

También esta propiedad está en relación con los puentes de hidrógeno que se forman entre las
moléculas de agua. El agua puede absorber grandes cantidades de "calor" que utiliza para
romper los puentes de hidrógeno por lo que la temperatura se eleva muy lentamente. Esto
permite que el citoplasma acuoso sirva de protección ante los cambios de temperatura. Así se
mantiene la temperatura constante .

Elevado calor de vaporización.

Sirve el mismo razonamiento, también los puentes de hidrógeno son los responsables de esta
propiedad. Para evaporar el agua , primero hay que romper los puentes y posteriormente dotar a las
moléculas de agua de la suficiente energía cinética para pasar de la fase líquida a la gaseosa.
Para evaporar un gramo de agua se precisan 540 calorías, a una temperatura de 20º C y presión de 1
atmósfera.

       Las funciones del agua , íntimamente relacionadas con las propiedades anteriormente descritas ,
se podrían resumir en los siguientes puntos:              

   En el agua de nuestro cuerpo tienen lugar las reacciones que nos permiten estar vivos. Forma el
medio acuoso donde se desarrollan todos los procesos metabólicos que tienen lugar en nuestro
organismo. Esto se debe a que las enzimas (agentes proteicos que intervienen en la transformación de
las sustancias que se utilizan para la obtención de energía y síntesis de materia propia) necesitan de un
medio acuoso para que su estructura tridimensional adopte una forma activa.

    Gracias a la elevada capacidad de evaporación del agua, podemos regular nuestra temperatura,
sudando o perdiéndola por las mucosas, cuando la temperatura exterior es muy elevada es decir,
contribuye a regular la temperatura corporal mediante la evaporación de agua a través de la
piel.
   Posibilita el transporte de nutrientes a las células y de las sustancias de desecho desde las células.
El agua es el medio por el que se comunican las células de nuestros órganos y por el que se transporta
el oxígeno y los nutrientes a nuestros tejidos. Y el agua es también la encargada de retirar de nuestro
cuerpo los residuos y productos de deshecho del metabolismo celular.

  Puede intervenir como reactivo en reacciones del metabolismo, aportando hidrogeniones (H 3O+) o
hidroxilos (OH -)  al medio.

Ionización del agua  

 
El agua pura tiene la capacidad de disociarse en iones, por lo que en realidad se puede
considerar una mezcla de :

              agua molecular (H2O )

             protones hidratados (H3O+ ) e

             iones hidroxilo (OH-)

En realidad esta disociación es muy débil en el agua pura, y así el producto iónico del agua a 25º
es:

Este producto iónico es constante. Como en el agua pura la concentración de hidrogeniones y de


hidroxilos es la misma, significa que la concentración de hidrogeniones es de 1 x 10 -7. Para
simplificar los cálculos Sörensen ideó expresar dichas concentraciones utilizando logaritmos, y
así definió el pH como el logaritmo decimal cambiado de signo de la concentración de
hidrogeniones.
 
 Según esto:
                      disolución neutra    pH = 7 

                          disolución ácida      pH < 7 

                          disolución básica    pH =7    

En la figura se señala el pH de algunas soluciones. En general hay que decir


que la vida se desarrolla a valores de pH próximos a la neutralidad.

Los organismos vivos no soportan variaciones del pH mayores de unas décimas de unidad y por
eso han desarrollado a lo largo de la evolución sistemas de tampón o buffer, que mantienen el pH
constante . Los sistemas tampón consisten en un par ácido-base conjugada que actúan como
dador y aceptor de protones respectivamente.
El tampón bicarbonato es común en los líquidos intercelulares, mantiene el pH en valores
próximos a 7,4, gracias al equilibrio entre el ión bicarbonato y el ácido carbónico, que a su vez se
disocia en dióxido de carbono y agua:

Si aumenta la concentración de hidrogeniones en el medio por cualquier proceso químico, el


equilibrio se desplaza a la derecha y se elimina al exterior el exceso de CO 2 producido. Si por el
contrario disminuye la concentración de hidrogeniones del medio, el equilibrio se desplaza a la
izquierda, para lo cual se toma CO2 del medio exterior.
    Necesidades diarias de agua

El agua es imprescindible para el organismo. Por ello, las pérdidas que se producen por la orina, las
heces, el sudor y a través de los pulmones o de la piel, han de recuperarse mediante el agua que
bebemos y gracias a aquella contenida en bebidas y alimentos.  

Es muy importante consumir una cantidad suficiente de agua cada día para el correcto funcionamiento
de los procesos de asimilación y, sobre todo, para los de eliminación de residuos del metabolismo
celular. Necesitamos unos tres litros de agua al día como mínimo, de los que la mitad aproximadamente
los obtenemos de los alimentos y la otra mitad debemos conseguirlos bebiendo. 

  Por supuesto en las siguientes situaciones, esta cantidad debe incrementarse:

Al practicar ejercicio físico.

Cuando la temperatura ambiente es elevada.

Cuando tenemos fiebre.

Cuando tenemos diarrea.

En situaciones normales nunca existe el peligro de tomar más agua de la cuenta ya que la ingesta
excesiva de agua no se acumula, sino que se elimina.

    Recomendaciones sobre el consumo de agua

Si consumimos agua en grandes cantidades durante o después de las comidas,


disminuimos el grado de acidez en el estómago al diluir los jugos gástricos. Esto
puede provocar que los enzimas que requieren un determinado grado de acidez para
actuar queden inactivos y la digestión se ralentize. Los enzimas que no dejan de
actuar por el descenso de la acidez, pierden eficacia al quedar diluidos. Si las bebidas
que tomamos con las comidas están frías, la temperatura del estómago disminuye y la
digestión se ralentiza aún más.

Como norma general, debemos beber en los intervalos entre comidas, entre dos
horas después de comer y media hora antes de la siguiente comida. Está especialmente recomendado
beber uno o dos vasos de agua nada más levantarse. Así conseguimos una mejor hidratación y
activamos los mecanismos de limpieza del organismo.
En la mayoría de las poblaciones es preferible consumir agua mineral, o de un manantial o fuente de
confianza, al agua del grifo.

Contaminación del agua y salud

  El agua al caer con la lluvia por enfriamiento de las nubes arrastra impurezas del aire. Al
circular por la superficie o a nivel de capas profundas, se le añaden otros contaminantes químicos,
físicos o biológicos. Puede contener productos derivados de la disolución de los terrenos: calizas
(CO3Ca), calizas dolomíticas (CO3Ca- CO3Mg), yeso (SO4Ca-H2O), anhidrita (SO4Ca), sal (ClNa), cloruro
potásico (ClK), silicatos, oligoelementos, nitratos, hierro, potasio, cloruros, fluoruros, así como materias
orgánicas.

Hay pues una contaminación natural, pero al tiempo puede existir otra muy notable de procedencia
humana, por actividades agrícolas, ganaderas o industriales, que hace sobrepasar la capacidad de
autodepuración de la naturaleza.

Al ser recurso imprescindible para la vida humana y para el desarrollo socioeconómico, industrial y
agrícola, una contaminación a partir de cierto nivel cuantitativo o cualitativo, puede plantear un problema
de Salud Pública.

Los márgenes de los componentes permitidos para destino a consumo humano, vienen definidos en los
"criterios de potabilidad" y regulados en la legislación. Ha de definirse que existe otra Reglamentación
específica, para las bebidas envasadas y aguas medicinales.

Para abastecimientos en condiciones de normalidad, se establece una dotación mínima de


100 litros por habitante y día, pero no ha de olvidarse que hay núcleos, en los que por las
especiales circunstancias de desarrollo y asentamiento industrial, se pueden llegar a
necesitar hasta 500 litros, con flujos diferentes según ciertos segmentos horarios.

Hay componentes que definen unos "caracteres organolépticos", como calor, turbidez, olor y sabor y hay
otros que definen otros "caracteres fisicoquímicos" como temperatura, hidrogeniones (pH),
conductividad, cloruros, sulfatos, calcio, magnesio, sodio, potasio, aluminio, dureza total, residuo seco,
oxígeno disuelto y anhídrido carbónico libre.

Todos estos caracteres, deben ser definidos para poder utilizar con garantías, un agua en el consumo
humano y de acuerdo con la legislación vigente, tenemos los llamados "Nivel-Guía" y la "Concentración
Máxima Admisible (C.M.A.)".

Otro listado contiene, "Otros Caracteres" que requieren especial vigilancia, pues traducen casi siempre
contaminaciones del medio ambiente, generados por el propio hombre y se refieren a nitratos, nitritos,
amonio, nitrógeno (excluidos NO2 y NO3), oxidabilidad, sustancias extraibles, agentes tensioactivos,
hierro, manganeso, fósforo, flúor y deben estar ausentes materias en suspensión.

Otro listado identifica, los "caracteres relativos a las sustancias tóxicas" y define la concentración
máxima admisible para arsénico, cadmio, cianuro, cromo, mercurio, níquel, plomo, plaguicidas e
hidrocarburos policíclicos aromáticos.

Todos estos caracteres se acompañan, de mediciones de otros que son los "microbiológicos" y los de
"radioactividad" y así se conforma, una analítica para definir en principio, una autorización para consumo
humano. Lógicamente también contiene nuestra legislación, la referencia a los "Métodos Analíticos para
cada parámetro".

Pese a las características naturales de las aguas para destino a consumo humano y dado su importante
papel como mecanismo de transmisión de importantes agentes microbianos que desencadenan
enfermedades en el hombre, "en todo caso se exige", que el agua destinada a consumo humano, antes

de su distribución, sea sometida a tratamiento de DESINFECCIÓN.

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