Propiedades Del Agua
Propiedades Del Agua
Propiedades Del Agua
ESTADO NATURAL
PROPIEDADES:
1. FÍSICAS
2. QUÍMICAS
En las reacciones de combustión de los nutrientes que tiene lugar en el interior de las
células para obtener energía se producen pequeñas cantidades de agua. Esta formación
de agua es mayor al oxidar las grasas - 1 gr. de agua por cada gr. de grasa -, que los
almidones -0,6 gr. por gr., de almidón-. El agua producida en la respiración celular se
llama agua metabólica, y es fundamental para los animales adaptados a condiciones
desérticas. Si los camellos pueden aguantar meses sin beber es porque utilizan el agua
producida al quemar la grasa acumulada en sus jorobas. En los seres humanos, la
producción de agua metabólica con una dieta normal no pasa de los 0,3 litros al día.
Como se muestra en la siguiente figura, el organismo pierde agua por distintas vías. Este
agua ha de ser recuperada compensando las pérdidas con la ingesta y evitando así la
deshidratación.
El resultado es que la molécula de agua aunque tiene una carga total neutra (igual número de protones que de
electrones ), presenta una distribución asimétrica de sus electrones, lo que la convierte en una molécula polar,
alrededor del oxígeno se concentra una densidad de carga negativa , mientras que los núcleos de hidrógeno
quedan parcialmente desprovistos de sus electrones y manifiestan, por tanto, una densidad de carga positiva.
Por ello se dan interacciones dipolo-dipolo entre las propias moléculas de agua, formándose enlaces por
puentes de hidrógeno, la carga parcial negativa del oxígeno de una molécula ejerce atracción
electrostática sobre las cargas parciales positivas de los átomos de hidrógeno de otras moléculas
adyacentes.
Aunque son uniones débiles, el hecho de que alrededor de cada molécula de agua se dispongan otras
cuatro molécula unidas por puentes de hidrógeno permite que se forme en el agua (líquida o sólida) una
estructura de tipo reticular, responsable en gran parte de su comportamiento anómalo y de la
peculiaridad de sus propiedades fisicoquímicas.
Acción disolvente
El agua es el líquido que más sustancias disuelve, por eso decimos que es el disolvente
universal. Esta propiedad, tal vez la más importante para la vida, se debe a su capacidad para
formar puentes de hidrógeno.
En el caso de las disoluciones iónicas los iones de las sales son atraídos por los dipolos del
agua, quedando "atrapados" y recubiertos de moléculas de agua en forma de iones hidratados o
solvatados.
La capacidad disolvente es la responsable de que sea el medio donde ocurren las reacciones de
metabolismo.
Los puentes de hidrógeno mantienen las moléculas de agua fuertemente unidas, formando una
estructura compacta que la convierte en un líquido casi incompresible. Al no poder comprimirse
puede funcionar en algunos animales como un esqueleto hidrostático.
También esta propiedad está en relación con los puentes de hidrógeno que se forman entre las
moléculas de agua. El agua puede absorber grandes cantidades de "calor" que utiliza para
romper los puentes de hidrógeno por lo que la temperatura se eleva muy lentamente. Esto
permite que el citoplasma acuoso sirva de protección ante los cambios de temperatura. Así se
mantiene la temperatura constante .
Sirve el mismo razonamiento, también los puentes de hidrógeno son los responsables de esta
propiedad. Para evaporar el agua , primero hay que romper los puentes y posteriormente dotar a las
moléculas de agua de la suficiente energía cinética para pasar de la fase líquida a la gaseosa.
Para evaporar un gramo de agua se precisan 540 calorías, a una temperatura de 20º C y presión de 1
atmósfera.
Las funciones del agua , íntimamente relacionadas con las propiedades anteriormente descritas ,
se podrían resumir en los siguientes puntos:
En el agua de nuestro cuerpo tienen lugar las reacciones que nos permiten estar vivos. Forma el
medio acuoso donde se desarrollan todos los procesos metabólicos que tienen lugar en nuestro
organismo. Esto se debe a que las enzimas (agentes proteicos que intervienen en la transformación de
las sustancias que se utilizan para la obtención de energía y síntesis de materia propia) necesitan de un
medio acuoso para que su estructura tridimensional adopte una forma activa.
Gracias a la elevada capacidad de evaporación del agua, podemos regular nuestra temperatura,
sudando o perdiéndola por las mucosas, cuando la temperatura exterior es muy elevada es decir,
contribuye a regular la temperatura corporal mediante la evaporación de agua a través de la
piel.
Posibilita el transporte de nutrientes a las células y de las sustancias de desecho desde las células.
El agua es el medio por el que se comunican las células de nuestros órganos y por el que se transporta
el oxígeno y los nutrientes a nuestros tejidos. Y el agua es también la encargada de retirar de nuestro
cuerpo los residuos y productos de deshecho del metabolismo celular.
Puede intervenir como reactivo en reacciones del metabolismo, aportando hidrogeniones (H 3O+) o
hidroxilos (OH -) al medio.
El agua pura tiene la capacidad de disociarse en iones, por lo que en realidad se puede
considerar una mezcla de :
En realidad esta disociación es muy débil en el agua pura, y así el producto iónico del agua a 25º
es:
Los organismos vivos no soportan variaciones del pH mayores de unas décimas de unidad y por
eso han desarrollado a lo largo de la evolución sistemas de tampón o buffer, que mantienen el pH
constante . Los sistemas tampón consisten en un par ácido-base conjugada que actúan como
dador y aceptor de protones respectivamente.
El tampón bicarbonato es común en los líquidos intercelulares, mantiene el pH en valores
próximos a 7,4, gracias al equilibrio entre el ión bicarbonato y el ácido carbónico, que a su vez se
disocia en dióxido de carbono y agua:
El agua es imprescindible para el organismo. Por ello, las pérdidas que se producen por la orina, las
heces, el sudor y a través de los pulmones o de la piel, han de recuperarse mediante el agua que
bebemos y gracias a aquella contenida en bebidas y alimentos.
Es muy importante consumir una cantidad suficiente de agua cada día para el correcto funcionamiento
de los procesos de asimilación y, sobre todo, para los de eliminación de residuos del metabolismo
celular. Necesitamos unos tres litros de agua al día como mínimo, de los que la mitad aproximadamente
los obtenemos de los alimentos y la otra mitad debemos conseguirlos bebiendo.
En situaciones normales nunca existe el peligro de tomar más agua de la cuenta ya que la ingesta
excesiva de agua no se acumula, sino que se elimina.
Como norma general, debemos beber en los intervalos entre comidas, entre dos
horas después de comer y media hora antes de la siguiente comida. Está especialmente recomendado
beber uno o dos vasos de agua nada más levantarse. Así conseguimos una mejor hidratación y
activamos los mecanismos de limpieza del organismo.
En la mayoría de las poblaciones es preferible consumir agua mineral, o de un manantial o fuente de
confianza, al agua del grifo.
El agua al caer con la lluvia por enfriamiento de las nubes arrastra impurezas del aire. Al
circular por la superficie o a nivel de capas profundas, se le añaden otros contaminantes químicos,
físicos o biológicos. Puede contener productos derivados de la disolución de los terrenos: calizas
(CO3Ca), calizas dolomíticas (CO3Ca- CO3Mg), yeso (SO4Ca-H2O), anhidrita (SO4Ca), sal (ClNa), cloruro
potásico (ClK), silicatos, oligoelementos, nitratos, hierro, potasio, cloruros, fluoruros, así como materias
orgánicas.
Hay pues una contaminación natural, pero al tiempo puede existir otra muy notable de procedencia
humana, por actividades agrícolas, ganaderas o industriales, que hace sobrepasar la capacidad de
autodepuración de la naturaleza.
Al ser recurso imprescindible para la vida humana y para el desarrollo socioeconómico, industrial y
agrícola, una contaminación a partir de cierto nivel cuantitativo o cualitativo, puede plantear un problema
de Salud Pública.
Los márgenes de los componentes permitidos para destino a consumo humano, vienen definidos en los
"criterios de potabilidad" y regulados en la legislación. Ha de definirse que existe otra Reglamentación
específica, para las bebidas envasadas y aguas medicinales.
Hay componentes que definen unos "caracteres organolépticos", como calor, turbidez, olor y sabor y hay
otros que definen otros "caracteres fisicoquímicos" como temperatura, hidrogeniones (pH),
conductividad, cloruros, sulfatos, calcio, magnesio, sodio, potasio, aluminio, dureza total, residuo seco,
oxígeno disuelto y anhídrido carbónico libre.
Todos estos caracteres, deben ser definidos para poder utilizar con garantías, un agua en el consumo
humano y de acuerdo con la legislación vigente, tenemos los llamados "Nivel-Guía" y la "Concentración
Máxima Admisible (C.M.A.)".
Otro listado contiene, "Otros Caracteres" que requieren especial vigilancia, pues traducen casi siempre
contaminaciones del medio ambiente, generados por el propio hombre y se refieren a nitratos, nitritos,
amonio, nitrógeno (excluidos NO2 y NO3), oxidabilidad, sustancias extraibles, agentes tensioactivos,
hierro, manganeso, fósforo, flúor y deben estar ausentes materias en suspensión.
Otro listado identifica, los "caracteres relativos a las sustancias tóxicas" y define la concentración
máxima admisible para arsénico, cadmio, cianuro, cromo, mercurio, níquel, plomo, plaguicidas e
hidrocarburos policíclicos aromáticos.
Todos estos caracteres se acompañan, de mediciones de otros que son los "microbiológicos" y los de
"radioactividad" y así se conforma, una analítica para definir en principio, una autorización para consumo
humano. Lógicamente también contiene nuestra legislación, la referencia a los "Métodos Analíticos para
cada parámetro".
Pese a las características naturales de las aguas para destino a consumo humano y dado su importante
papel como mecanismo de transmisión de importantes agentes microbianos que desencadenan
enfermedades en el hombre, "en todo caso se exige", que el agua destinada a consumo humano, antes