Manual Completo 2
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silvia carbonell
TODOHIPNO
Contenido
Los expertos hablan del inconsciente colectivo como algo “innato al ser
humano” un tipo de almacén que todos poseemos por igual como especie, algo
similar a una “biblioteca universal”, aunque parece algo difícil de creer o de
entender todas las personas tenemos un mismo legado que nos puede
proporcionar una cierta información personal sobre diferentes aspectos de
nuestra vida, algo que reside en una parte de nuestro cerebro como un
pequeño baúl de experiencias ancestrales que aunque no recordemos, está
ahí.
Fue Carl Jung quien acuñó este término en base a su larga experiencia en
psiquiatría. Para él, en nuestro cerebro, en nuestra mente, existen unos
conceptos que son como las emociones básicas de la humanidad: el amor,
el miedo, la integridad, el ser… emociones esenciales que todos sentimos y
padecemos por igual, algo innato que adquirimos nada más nacer y que a la
vez heredamos de nuestros progenitores, y que estos a su vez han heredado
de los suyos.
Sus análisis de miles de sueños y el estudio comparado de las creaciones
culturales (particularmente mitos, leyendas y religiones) de distintos pueblos, le
llevaron a postular la existencia de contenidos psíquicos inconscientes
comunes a toda la humanidad y que no tienen su origen en la experiencia
individual. El fundamento de dichos elementos está en la experiencia de
nuestros antepasados, experiencia que en lo fundamental se transmite
hereditariamente. De esta manera explica Jung, por ejemplo, el fenómeno de
que ciertas leyendas estén repetidas en diferentes culturas y puntos de la tierra
en forma idéntica. El nacimiento, la muerte, el amor, todo está almacenado en el
inconsciente colectivo.
El inconsciente colectivo es un lenguaje común a los seres humanos de todos
los tiempos y lugares del mundo, constituido por símbolos primitivos con los
que se expresa un contenido de psiquis
Jung distingue dos tipos de inconscientes: el inconsciente personal y otro de
carácter impersonal que denomina inconsciente colectivo.
De acuerdo con Jung, el inconsciente colectivo está dividido en cuatro niveles.
El primer nivel es el inconsciente individual: sólo los recuerdos individuales son
parte de este almacén de imágenes mentales al que podemos acceder para
solucionar algunos conflictos personales.
Los miembros de la misma familia tienen muchos símbolos comunes en su
lenguaje y comportamiento. Este grupo común de símbolos es parte del
segundo nivel: el inconsciente familiar.
El tercer nivel es el inconsciente social o cultural, común a los individuos que
comparten la misma cultura.
Finalmente, en el cuarto nivel, se sitúa el inconsciente colectivo primordial.
Contiene las ideas y símbolos más generales de la humanidad, tales como el
miedo común a la oscuridad, los instintos, etc.
Hay quienes piensan que la mente es el cerebro o alguna otra parte o función
del cuerpo, pero esto es incorrecto. El cerebro es algo físico que se puede ver,
fotografiar y someter a una operación quirúrgica. En cambio, la mente no es un
objeto material y no se puede ver, fotografiar ni operar.
Por lo tanto, el cerebro no es la mente, sino una parte más del cuerpo. No hay
nada en nuestro cuerpo que pueda identificarse con nuestra mente porque son
entidades diferentes.
Por ejemplo, aunque nuestro cuerpo esté quieto y tranquilo, nuestra mente
puede estar ocupada con diversos pensamientos, lo que indica que nuestro
cuerpo y nuestra mente no son una misma entidad. En las escrituras budistas
se compara el cuerpo con un hostal y la mente con un huésped. En el momento
de la muerte, la mente abandona el cuerpo y viaja a la vida siguiente, al igual
que el huésped deja el hostal y se traslada a otro lugar.
Si la mente no es el cerebro ni ninguna otra parte del cuerpo, entonces, ¿qué
es? Es un fenómeno inmaterial cuya función es percibir, comprender y crear.
Debido a que la mente no es algo físico y carece de forma, los objetos
materiales no pueden obstruirla. La mente es un conjunto de facultades
cognitivas, por lo que no tiene sentido confundir su naturaleza y función con el
cerebro.
El cerebro es una prodigiosa máquina que almacena sensaciones, recibe y
envía impulsos, segrega sustancias y relaciona millones de datos entre sí a
través de sus cien millones de neuronas, pero no piensa por sí mismo, porque
el pensamiento es una función de la mente.
Algunos científicos y filósofos han sostenido que el cerebro es condición
necesaria, pero no suficiente, para que la mente realice sus funciones.
Si pensamos en términos de memoria, nos daremos cuenta de esto que
estamos explicando claramente, las memorias no se almacenarían en el
cerebro.
Por ejemplo, cada vez que nos subimos a una bicicleta, el sistema nervioso y los
músculos tienen el recuerdo de las otras veces que te has subido en bicicleta.
En general, creemos que las cosas se almacenan en el cerebro, y utilizamos
cerebro como sinónimo de mente y de memoria.
Ha habido muchos intentos de ubicar la memoria en el cerebro desde el punto
de vista científico, diversos estudios demostraron que eliminar gran parte del
cerebro no te hace perder la memoria, lo que lleva a especular que esta se
encuentra en todos lados al mismo tiempo y en ningún lugar en particular.
Si partimos de esta teoría de sintonización con nuestra propia memoria,
podemos creer también que existe una memoria colectiva a la que todos
podemos acceder a través de diversas técnicas.
Está claro que necesitamos lidiar con el mundo, tanto interno como externo. Y
cada uno de nosotros posee su propia manera de hacerlo, de manera más o
menos cómoda y útil.
Jung sugiere que existen cuatro maneras o funciones de hacerlo:
La primera es la de las sensaciones, que como indica la propia palabra
supone la acción de obtener información a través de los significados de los
sentidos.
Una persona sensible es aquella que dirige su atención a observar sus
sensaciones, lo que le transmite su cuerpo ante determinadas situaciones.
Jung consideraba a esta función como una de las irracionales, o lo que es lo
mismo, que comprende más a las percepciones que a la lógica de la
información que recibe del exterior.
La segunda es la del pensamiento. Pensar supone evaluar la información o las
ideas de forma racional y lógica.
Jung llamó a esta función como racional, o la toma de decisiones en base a
juicios, en vez de una simple consideración de la información.
La tercera es la intuición. Este es un modelo de percepción que funciona fuera
de los procesos conscientes típicos.
Los arquetipos
Los contenidos del inconsciente colectivo son los llamados arquetipos. Jung
también les llamó dominantes, imagos, imágenes primordiales o mitológicas y
otros nombres, pero el término arquetipo es el más conocido.
Sería una tendencia innata (no aprendida) a experimentar las cosas de una
determinada manera. Son los pensamientos más antiguos, generales y
profundos de la humanidad.
Todos los arquetipos se ven a través de imágenes en sueños, visiones y ejercicios
de meditación, hipnosis o estados alterados de conciencia.
Probablemente por eso Jung tenía un gran interés en la interpretación de los sueños
y símbolos como forma de entender los cambios en la psique.
La tendencia a las representaciones arquetípicas es tan evidente en los
humanos "como el impulso de las aves a formar nidos".
Igual que los animales de la misma especie muestran los mismos fenómenos
instintivos en todo el mundo, el hombre también muestra las mismas formas
arquetípicas independientemente de donde viva.
Los animales no necesitan aprender las actividades instintivas, el hombre
también posee patrones instintivos básicos y los repite de forma espontánea, al
margen de su cultura o enseñanzas.
No se adquiere con la educación ni en contacto con la cultura, sino que es
innata y hereditaria.
Los arquetipos se observan en todas las épocas y culturas como manifestación
instintiva de la especie, al igual que los instintos se transmiten de un individuo a
otro, surgen las fantasías que esos instintos generan.
Arquetipo la sombra
Corresponde al espacio que ocupa el sexo y los instintos. Éstos forman parte
de un arquetipo llamado la sombra. Deriva de un pasado pre-humano y animal,
cuando nuestras preocupaciones se limitaban a sobrevivir y a la reproducción,
y cuando no éramos conscientes de nosotros como sujetos.
Sería el “lado oscuro” del Yo y nuestra parte negativa o diabólica también se
encuentra en este espacio. Esto supone que la sombra es amoral; ni buena ni
mala, como en los animales. Un animal es capaz de cuidar calurosamente de
su prole, al tiempo que puede ser un asesino implacable para obtener comida.
Pero él no escoge ninguno de ellos. Simplemente hace lo que hace. Es
“inocente”. Pero desde nuestra perspectiva humana, el mundo animal nos
parece brutal, inhumano; por lo que la sombra se vuelve algo relacionado con
un “basurero” de aquellas partes de nosotros que no queremos admitir.
Los símbolos de la sombra incluyen la serpiente (como en el Jardín del Edén),
el dragón, los monstruos y demonios. Usualmente guarda la entrada a una
cueva o a una piscina de agua, que representarían el inconsciente colectivo.
Quien logra comprender este arquetipo deja de ignorar su sentido en el mundo,
su verdadero yo. Se encuentra a él mismo sin máscaras, y esto resulta
gratificante, pues es así como descubre sus límites y alcances convirtiéndose
El arquetipo materno
La persona
Otros arquetipos
Jung decía que no existía un número fijo de arquetipos que pudiésemos listar o
memorizar. Se superponen y se combinan entre ellos según la necesidad y su
lógica no responde a los estándares lógicos que entendemos. Jung, sin
embargo, definió algunos otros:
Además de la madre, existen otros arquetipos familiares. Obviamente, existe
un padre que con frecuencia está simbolizado por una guía o una figura de
autoridad, o un árbol.
También tenemos el de niño, representado en la mitología y en el arte por los
niños, en particular los infantes, así como por otras pequeñas criaturas. El
arquetipo niño también con frecuencia se mezcla con otros, formando el niño-
dios, el niño-héroe o el niño herido.
El héroe es otro de los arquetipos más comunes. Está representado por la
personalidad alfa y es el luchador de los dragones malvados.
Básicamente, representa al Yo (tendemos a identificarnos con los héroes de las
historias) y casi siempre está envuelto en batallas contra la sombra, en forma
de dragones y otros monstruos.
No obstante, el héroe es tonto. Es, después de todo, un ignorante de las
formas del inconsciente colectivo.
COMPETENCIAS Y COMPLEMENTARIEDADES
COMPETENCIAS Y COMPLEMENTARIEDADES
HUÉRFANO: este arquetipo nos contacta con la experiencia del dolor y nos
enseña que debemos proveernos la satisfacción de nuestras necesidades y
dejar de depender. Ante la experiencia de vulnerabilidad e impotencia nos
enseña la solidaridad y la empatía y nos hace conscientes de la
interdependencia.
En la sombra puede quedar congelado en la actitud de queja y en el rol de
víctima y llegar a presentar comportamientos de revancha ante los otros y ante
la vida.
COMPETENCIAS Y COMPLEMENTARIEDADES:
Test de arquetipos
INSTRUCCIONES
Este test está diseñado para ayudarle a explorar cuál es su camino de vida
principal, esto es aquel que integra sus fortalezas, su sentido de vida y para
ayudarle a comprender y a respetar el camino de vida de la gente que lo rodea.
No me describe.............................1
Rara vez me describe...................2
A veces me describe.....................3
Con frecuencia me describe........4
Casi siempre me describe............5
_____ 16- Considero, junto con Rousseau, que “el hombre es esencialmente
bueno y la sociedad lo corrompe”.
_____ 18- Me motivan más las actividades relativas al “investigar para abrir
caminos” que para lograr resultados específicos.
_____ 22- Comunico mis deseos y necesidades con facilidad a los demás.
_____ 24- Consigo con facilidad que los demás se adhieran a mis sueños.
_____ 26- Me considero un eterno aprendiz aún en áreas en las que soy muy
competente.
_____ 27- Me atraen profundamente las bibliotecas, los museos, internet y los
sitios donde se guarda conocimiento.
_____ 30- Pienso que la mejor forma de aprender es “tirándose al agua” sin
mayor preparación.
_____ 33- Enfrento las crisis y los problemas con optimismo y confianza.
_____ 38- Cuando estoy deprimido (a) como o compro más de lo normal.
_____ 46- Considero que los conflictos deben enfrentarse oportunamente, por
eso no los evado.
_____ 48- Las dificultades que he debido afrontar me han convertido en una
persona sensible y considerada.
INSTRUCCIONES PARA OBTENER EL VALOR SUMATORIO
Debajo del nombre de cada arquetipo hay cuatro espacios en blanco con los
números que corresponden a las preguntas del Test de Arquetipos y Caminos.
Anote sus resultados (1 a 5) en la columna del arquetipo frente a los números
de las preguntas.
Por ejemplo, si su respuesta a la pregunta 16 fue 3 ("a veces"), escriba tres en
el espacio en blanco, frente al número 16, que es el arquetipo del "Inocente".
Una vez que haya completado todos los espacios en blanco, sume las
columnas. El resultado total para cada arquetipo debe estar entre 4 y 20.
1. Introducción
2. Aspectos generales del análisis de los sueños
3. Aspectos teóricos del análisis de los sueños
4. Aspectos prácticos del análisis de sueños desde la perspectiva de C. G.
Jung
5. Cierre
6. Bibliografía
Introducción
El análisis de los sueños, como toda obra cultural, ha tenido diferentes ciclos a
lo largo de la historia. Después del empuje de las primeras obras
psicoanalíticas y sus segundas generaciones, algunos escritores opinaron que
la técnica había disminuido considerablemente como método de exploración
psicoterapéutico. Esto sin contar, que las escuelas que lo avalan son muy
escasas, ya que en sus presupuestos teóricos aceptan que los contenidos
psíquicos del ser humano van más allá de la conducta, los pensamientos, las
emociones o las relaciones.
El siguiente escrito presenta una recopilación de las ideas más sobresalientes,
en relación con el tema de los sueños, de uno de los precursores del
psicoanálisis, como lo es el psiquiatra suizo Carlos Gustavo Jung. A lo largo de
su obra podemos encontrar varias definiciones sobre la naturaleza del sueño.
Una de estas la hallamos en su libro "Psicología Analítica y Educación"
(1926/1946), donde expone que "Los sueños… son la manifestación sin
falsificar de la actividad creativa inconsciente". Muchos autores han ofrecidos
sus conclusiones a este respecto, destacando entre ellas la obra del Dr.
Sigmund Freud. Según el suizo, la gran divergencia de opiniones se debe, a
que el terapeuta no posee la ventaja del psicólogo empírico de manipular las
condiciones aisladas de un laboratorio. Por el contrario, tienen que enfrentarse
a un ser humano real, completo y complejo, lo que ofrece una dificultad mucho
más elevada para su investigación. Adicionalmente de su experiencia en el
consultorio, el Dr. Jung, apoyó sus investigaciones con el estudio de la
mitología, el folklore, las religiones comparadas y la antropología.
Función compensadora.
Cuando mencionamos los mecanismos reguladores de la psique hablamos del
sentido compensatorio del sueño, ya que este reúne todo lo que ha sido
reprimido, descuidado e ignorado por la consciencia. El sueño busca rectificar
la apreciación, completar la omisión y mejorar la posición general del individuo.
Según el Dr. Jung todos los sueños presentan una relación compensadora con
la posición de la consciencia, pero esta no puede verse tan claramente en
todos los casos, ya que admite que aún es muy poco el conocimiento científico
del alma humana. El mismo afirma que existen compensaciones muy remotas,
pero debemos recordar que cada persona es un representante de toda la
humanidad, y lo que es posible en gran escala en la historia evolutiva es
posible en cada individuo. La función compensadora del sueño no es una
invención nueva, ni una interpretación tendenciosa, ya que podemos observar
diferentes ejemplos históricos que sostienen esta apreciación.
El autor hace la observación que la visión finalista de lo inconsciente tiene poco
en común con las intenciones conscientes. En muchos casos la posición del
inconsciente se contrapone al consciente, sobre todo en aquellas situaciones
donde la consciencia toma direcciones extremas, que desequilibran y
representan una amenaza vital para las necesidades individuales. "Cuanto más
unilateral y alejada del optimun de las posibilidades vitales se halle la actitud
Función prospectiva.
Es bien conocido que, desde tiempos remotos, se ha atribuido al sueño un
carácter revelador de eventos futuros. Si tamizamos esta "superstición" y
eliminamos de ella las extravagancias, increíblemente podríamos encontrar
algo de realidad. Algunos autores han defendido la hipótesis prospectiva y
finalista del sueño, como una función inconsciente orientada a la solución de un
conflicto o problema presente, representado simbólicamente. Aquí podemos
observar otra función del sueño que acompaña a la compensadora y se ha
llamado función prospectiva.
La función prospectiva constituye un "ensayo", un "plan" o un "esbozo" de las
posibles acciones futuras de la consciencia, representadas en el inconsciente.
En ocasiones ofrece un boceto de la solución a un conflicto presente. Según el
Dr. Jung no podríamos tildar como proféticos a estos sueños, ya que
simplemente son un pronóstico, un cálculo de probabilidades que pueden
concordar o no con el desarrollo de los eventos futuros. En la mayoría de los
casos el anuncio de la función prospectiva, supera con creces la capacidad
consciente. Debemos recordar que la consciencia es orienta por medio de una
función principal, pero en el inconsciente se depositan todas aquellas
apreciaciones que han sido desechadas o simplemente no pueden ser
alcanzadas por la consciencia. El autor indica que es posible que el
inconsciente se encuentre en una mejor posición que la consciencia, al
momento de prever el desenvolvimiento de situaciones futuras.
Función reductora.
Pasemos ahora a otro aspecto del sueño. Existen personas, cuya actitud
consciente, aunque se encuentran adaptadas a su entorno, no encajan
adecuadamente con su carácter. Los esfuerzos de la consciencia por
adaptarse a su medio van más allá de sus posibilidades individuales. Ellas se
presentan o se aprecian más grandes de lo que realmente son. Podríamos
incluir en este caso personas que experimentan constantemente una inflación
del ego para compensar conflictos inconscientes. Este excedente de actitud
extravertida no es alimentado de sustentos individuales, ya que viven
dependiendo de la sugestión colectiva. Estas personas suelen ascender a
niveles socio económicos, profesionales o familiares, más allá de sus
capacidades, gracias a objetivos comunes, beneficios colectivos o protecciones
sociales.
La persona no se encuentra al nivel de su entorno, por lo que el sueño viene a
representar un papel compensatorio negativo, es decir una función reductora.
En estos casos la desvalorización constituye una autorregulación de la psique,
Función reactiva.
Existe otra categoría de sueños denominada sueños reactivos. Se observa la
tendencia de incluir en esta clasificación, todos los sueños que parecen ser la
reproducción de una experiencia emocionalmente aguda. Cuando el análisis no
revela la razón profunda de la reproducción, se halla que dichas vivencias
presentan un aspecto simbólico que había escapado a la consciencia y es la
causa del sueño. Por lo tanto, no se deben considerar en este aparte tales
sueños, sino aquellos donde ciertos sucesos objetivos han creado un trauma
psíquico, cuya formación no es solamente psíquica, sino que representa una
lesión física en el sistema nervioso central. Este tipo de sueños se presentan
en casos de guerras, catástrofes, secuestro o accidentes, donde el paciente ha
experimentado shocks violentos, y el trauma representa el núcleo activante.
La importancia terapéutica de estos sueños radica en la activación frecuente
del elemento traumático, donde lentamente va perdiendo su autonomía y se
recompone en el sistema psíquico. El sueño aparentemente restituye una
fracción autónoma que se ha separado del resto del sistema, pero la
asimilación consciente no disminuye la conmoción generada por el sueño. Se
puede esperar que el sueño continúe reproduciéndose hasta la completa
desaparición del estímulo traumático.
Función Telepática.
Por otra parte, el psiquiatra suizo estaba convencido de la veracidad de los
fenómenos telepáticos como parte natural de la vida psíquica, afirmando que
ejercían una influencia sobre el sueño, pero añadía que su explicación no era
tan sencilla como lo afirmaban diferentes escuelas esotéricas. En la mayoría de
los casos el significado telepático del sueño era desconocido al momento del
análisis. Las imágenes oníricas podían presentar elementos subjetivos que
eran acordes con la situación emocional del paciente, por lo que no se podía
determinar la naturaleza telepática del mismo. Habitualmente, en los sueños
telepáticos no se puede rastrear su origen a través del material asociativo
suministrado por el soñante (contenido latente del sueño). El Dr. Jung afirmaba
que el contenido telepático se encontraba siempre en la forma manifiesta del
sueño.
La bibliografía, usualmente habla de sueños telepáticos que presentan
anticipadamente (en el tiempo y el espacio) un evento de carácter afectivo,
ligado a la vida emocional del soñante, lo que ayuda a entender la premonición.
El autor señala que la mayoría de los sueños telepáticos responden a esta
casuística, sin embargo, existen otros casos donde el contenido manifiesto del
sueño no estaba relacionado con algún interés del soñante. El psiquiatra suizo
hizo la observación que nunca afirmó que estos fenómenos estuvieran regidos
por leyes sobrenaturales, sino que eran inaccesibles a nuestro conocimiento
actual.
Bibliografía
Jung, Carl Gustav (1945/1948) «De la esencia de los sueños. Volumen 8 de la
Obra Completa», Editorial Trotta, Madrid, España.
Jung, Carl Gustav (1916/1948) «Puntos de vista generales acerca de la
psicología del sueño. Volumen 8 de la Obras Completas», Editorial Trotta,
Madrid, España.
Jung, Carl Gustav (1934) «Consideraciones generales sobre la teoría de los
complejos. Volumen 8 de la Obras Completas», Editorial Trotta, Madrid,
España.
Jung, Carl Gustav (1926/1946) «La Aplicabilidad Practica de Análisis de los
Sueños. Volumen 16 de la Obras Completas», Editorial Trotta, Madrid, España.
Jung, Carl Gustav (1934) «Psicología analítica y educación. Volumen 17 de la
Obras Completas», Editorial Trotta, Madrid, España.
Jung, Carl Gustav (1964) «Acercamiento al Inconsciente. El hombre y sus
símbolos », Editorial Caralt, Barcelona, España.
Sharp, Daryl (1994) «Lexicón Junguiano», Editorial Cuatro Vientos, Santiago de
Chile, Chile.
Villalobos, Magaly (2006) «Apuntadas. Cuadernos de mitología griega y
mitología arquetipal», Alfa Grupo Editorial, Caracas, Venezuela.
Young-Eisendrath, Polly y Dawson, Terence (Edición) (1999) «Introducción a
Jung», Cambridge University Press, Sucursal de España.
Los símbolos
El concepto de símbolo (una palabra que deriva del latín símbolo) sirve para
representar, de alguna manera, una idea que puede percibirse a partir de los
sentidos y que presenta rasgos vinculados a una convención aceptada a nivel
social. El símbolo no posee semejanzas ni un vínculo con su significado, sino
que sólo entabla una relación convencional.
El símbolo permite exteriorizar o reflejar un pensamiento o concepto a partir de
una convención social (de carácter arbitrario). Por ejemplo: “El movimiento
hippie de la década del ’60 se identificaba con el símbolo de la paz”, “La cruz
Los signos pueden ser comprendidos por los seres humanos y, algunos (como
los signos gestuales), incluso por ciertos animales; los símbolos son
específicamente humanos.
Los signos señalan; son específicos de un cometido o una circunstancia, van
siempre ligados a un pensamiento o idea racional. Los símbolos tienen un
significado más amplio.
Los símbolos siempre son naturales y espontáneos, no se puede tomar un
pensamiento racional y darle un significado simbólico, siempre continuara
siendo un signo ligado al pensamiento consciente que hay detrás del signo.
Existen miles de símbolos colectivos en su naturaleza y origen. Son imágenes
mentales que se manifiestan de forma involuntaria y espontanea.
Los símbolos pueden componerse de información realista, extraída del entorno,
fácil de reconocer, o también por formas, tonos, colores, texturas..., elementos
visuales básicos que no guardan similitud con los objetos del entorno natural.
No poseen ningún significado, excepto el que se les asigna. Existen muchas
formas de clasificar los símbolos; pueden ser simples o complejos, obvios u
oscuros, eficaces o inútiles. Su valor se puede determinar hasta donde penetra
la mente en términos de reconocimiento y recuerdo.
En el lenguaje cotidiano, se entiende como símbolo a aquello que representa y
encarna determinados valores. De esta manera puede hablarse de
los símbolos nacionales (como lo puede ser una bandera o un escudo), que
suponen el estandarte de un país.
De la misma manera, tampoco podemos pasar por alto la existencia de
símbolos dentro del ámbito religioso. Así, por ejemplo, en el Antiguo Egipto era
Los colores
Sabemos que los colores afectan nuestro estado de ánimo. Estamos
constantemente rodeados por colores y estos tienen lenguaje propio. Cada
color está asociado a alguna emoción o forma de pensamiento y evoca algún
recuerdo o sentimiento. El uso consciente de los colores nos permite modificar
nuestra energía emocional y por lo tanto percibir al mundo de otra manera. El
color es uno de los elementos visuales con mayor carga de información, tiene
una relación intensa con las emociones y es una experiencia visual que los
seres humanos tenemos en común. Los colores tienen un significado asociativo
universal nacido con la experiencia. Son expresiones originarias comunes en
toda la humanidad.
La siguiente tabla te va a servir para evaluar con los colores las diferentes
áreas de tu vida, el proceso es muy sencillo:
Area Laboral
Area sentimental
Area sexual
Area salad
Area familiar
Area social
Area crecimiento
espiritual
Los números
La numerología trata de establecer una relación mística entre los seres vivos y
los números. De esta forma los números que aparecen constantemente en
nuestra vida se utilizan como base para predecir el futuro o acontecimientos
pasados. Los números están asociados directamente a nosotros, ya sea a
través de nuestra fecha de nacimiento, nuestra edad, la altura o el peso, el
número de la calle donde vivimos, el número de hermanos o la cantidad de
letras de nuestros nombres.
Como puedes ver podemos considerar que los números tienen una gran
importancia en nuestras vidas y en consecuencia merece la pena estudiarlos
para conocer algo más sobre nosotros mismos.
Area Laboral
Area sentimental
Area salud
Area crecimiento
personal
Area familiar
Area social
Area crecimiento
espiritual
¿Qué mensaje encierran los cuentos infantiles? ¿Los sueños? ¿Los mitos y las
leyendas? Jung dio respuesta a estas cuestiones a través de dos ideas
básicas: los arquetipos y el inconsciente colectivo. En los cuentos de hadas
se trasmiten además pautas de conducta que van mucho más allá de lo
anteriormente expuesto, y que forman parte de enseñanzas primitivas para
desenvolverse en el mundo dirigidas directamente a ese inconsciente colectivo
del que antes hablábamos.
Por ejemplo” Hansel y Gretel” ponen en evidencia el empeño del niño por
seguir junto a sus padres, aunque haya llegado la hora de comenzar a
despegar al igual que la necesidad de superar una oralidad primitiva
simbolizada por el apasionamiento de los niños por los dulces. Así, este cuento
tiene mucho que ofrecer al niño pequeño que está a punto de dar sus primeros
pasos por el mundo. Canaliza sus angustias y le inspira seguridad porque al
final vencen los niños y la bruja es totalmente derrotada. Esta historia alcanza
mayor atractivo para el niño a la edad de 4 o 5 años, sin embargo, la angustia
de separación, el miedo a morir de hambre, la voracidad oral son temores que
se dan en todas las edades en el inconsciente por lo que dicho cuento tiene
también sentido para niños mayores. Y bueno, después de esto, ¿alguien
sigue pensando que los cuentos clásicos son inocentes.
En el cartel del camino que has elegido hay un número del uno al 10.
¿Qué número es?
Sobre el camino hay una luz suave que comienza a desprender un color que
está relacionado directamente con esa área de tu vida…
¿Qué color es?
¿Cómo es el árbol?
Muy bien… ahora vas a crear con tu imaginación una casa a un lado del
camino. ¿En qué lado del camino está la casa?
¿Cómo es la casa?
¿Cómo es el círculo?
¿Qué te transmite?
Eso es… lo estás haciendo genial… ahora vamos a poner un animal dentro del
círculo.
¿Qué animal has puesto?
¿Qué te transmite?
Muy bien lo estás haciendo genial… Relájate… siéntete en calma con mucha
comodidad… en este nivel de relajación profunda…. donde tu mente está
tranquila y alerta y tu cuerpo relajado y profundamente dormido… Deja que las
sensaciones naturales que surjan en este momento de tu interior… actúen
sobre ti en una actitud de silencio interior y de agradecimiento hacia el
universo… Deja que surjan de tu interior sentimientos de amor y afecto… hacia
todo lo que te rodea… y hacia ti mismo…Ahora imagina delante de ti una
escalera… puede ser de cualquier material o de cualquier forma o estructura…
solo tú sabes cómo es la escalera que visualizas o imaginas en tu mente… es
una escalera de diez peldaños… vamos a comenzar a bajar y cada peldaño te
llevará a un nivel más profundo en tu interior… comienza a bajar…
Diez… comienzas a profundizar…
Nueve… cada número es un peldaño hacia la profundidad de tu interior…
Ocho… bajando…
Siete… cada vez más profundo… más abajo…
Seis… más intensa y más profunda la relajación…
Cinco… más y más profundo…
Cuatro… cada vez más cerca y más profundo…
Tres… ya casi llegas… déjate ir…
Dos… bajando… bajando… bajando…
Uno… muy bien...
¿Cómo se siente?
Voy a contar hasta tres… y cuando llegue a tres… vas a ver qué es lo que más
temor le provoca a tu niño interior… lo vas a ver de una forma simbólica o
real… uno… dos… tres.
Dile que a partir de ahora… ya no será necesario… que sufra… ni que tenga
miedo… tú te harás cargo a partir de ahora de todo… ahora eres un adulto
fuerte… puedes superar cualquier cosa y tú cuidarás de él.
Imagina como le abrazas… dale consuelo… establece una intimidad y una
fuerte unión con él… le vas a preguntar qué es lo que necesita de ti… o que
quiere que hagas por él. ¿Qué necesita que hagas por él?
Sé consciente… que el niño interior… es una parte tuya… la parte más débil…
aunque también la parte más energética… más creativa… y más sensible…
tómalo de la mano y vuelve hacia la
casa…hacia el hogar interior… mientras os acercáis… percibe como se siente
tu niño interior. ¿Qué sentimientos tiene en este momento?
Prométele que lo harás para que pueda por fin… sentirse feliz y tranquilo… ya
que a partir de ahora cubrirás todas sus necesidades… a partir de ahora… vas
a iniciar una nueva relación con él o con ella… para que nunca más… se
encuentre solo ni triste… ni con ningún mal sentimiento o carencia… Pídele
que te ayude a conocerle bien… a comprender todo lo que necesita… o le hace
falta para estar totalmente feliz… Permítete sentir la respuesta de tu niña o niño
interior… siéntela en tu corazón… Ahora le vas a explicar… que va a llegar
alguien muy especial… alguien que siempre… va a estar en esa casa con él o
con ella… acompañándole… protegiéndole… queriéndole… para que nunca
más vuelva a sentirse solo o sola… esa figura se acerca ya… y descubres que
es uno de tus guías espirituales… ese que te acompaña desde tu nacimiento…
aunque tú no lo recuerdes. ¿Cómo es tu guía espiritual?
¿Cuál es el consejo?
Ahora dime qué color te hace falta para equilibrar esta área de tu vida… y
encontrar a tu yo superior… deja que el color surja naturalmente por ti mismo.
¿Qué color es?
EN CONCLUSION
Hay que trabajar la autoestima en la parte emocional con psicoterapia o
cualquier terapia cognitivo-conductual.
Se le podría hacer regresión en busca de los conflictos en el área laboral.
Habría que trabajar la con la influencia materna y suprimirla.
Equilibrio de los chacras, especialmente del plexo solar.
Reforzarle la confianza y la seguridad en ella misma.