1.
INTRODUCCIÓN
En 1558, Rumler fue el primero en reportar un caso de cisticercosis humana,
describiéndola como un tumor en la dura madre de una persona epiléptica;
Panarolus también vio quistes parecidos en el cuerpo calloso del cerebro de un
cura epiléptico. Wharton encontró gran cantidad de cisticercos, que el consideró
glándulas, en el tejido adiposo y músculos de un soldado. La cisticercosis afecta
principalmente a la salud y el sustento de las comunidades rurales de los países
en desarrollo de África, Asia y América Latina.
La cisticercosis es una Infección ocasionada por tenias que afecta el cerebro, los
músculos y otros tejidos. Se propaga por el contacto con heces humanas
infectadas con tenias. El agua contaminada, los alimentos contaminados y las
manos sucias también son fuentes de contagio.
El presente trabajo describe de forma detallada las pruebas de diagnóstico, y
pruebas de laboratorio y de igual forma indica el tratamiento que está basado en la
prevención y el manejo adecuado de las complicaciones, en el cual el tratamiento
contiene una serie de conjunto de medicamentos descritas detalladamente.
2. HISTORIA
En la Antigua Grecia reconocieron los cisticercos, aunque no como una parasitosis
del cerdo. Aristófanes de Atenas, en su obra Los Caballeros, describe que uno de
sus personajes principales debe ser tratado como a un cerdo: “hay que introducir
un palo en su boca como hacen los cocineros, y después de jalar y palpar la
lengua libremente en la boca bien abierta, ver si tiene tomate o zahuate”. Este
procedimiento para el diagnóstico de cisticercosis porcina aún se utiliza en la
actualidad.
Van Beneden demostró en 1853 el desarrollo de cisticercos en cerdos cuando
alimentó a uno con segmentos que contenían huevos de taenia solium y encontró
numerosos cisticercos en los músculos después de la necropsia. La formación y
desarrollo de cisticercos fue estudiado por Yoshino (1933) en cerdos que comían
segmentos grávidos de taenia solium, liberados por él mismo tiempo después de
haber ingerido cisticercos. La descripción que Yoshino hizo de la etapa larvaria
entre el primer día y 325 días de desarrollo y crecimiento contiene gran detalle y
precisión.
En 1558, Rumler fue el primero en reportar un caso de cisticercosis humana,
describiéndola como un tumor en la dura madre de una persona epiléptica;
Panarolus también vio quistes parecidos en el cuerpo calloso del cerebro de un
cura epiléptico. Wharton encontró gran cantidad de cisticercos, que el consideró
glándulas, en el tejido adiposo y músculos de un soldado.
La enfermedad no se identificó claramente como parasitaria sino hasta que
Malpighi descubrió la naturaleza animal de estos quistes y describió el escólex en
1698. Goeze, sin conocer este reporte, volvió a examinar los cisticercos de cerdo y
reconoció su naturaleza helmíntica. La clasificación genérica de cysticercus
cellulosae fue dada por Zeder y por Rudolphi pero se abolió al demostrar que los
cisticercos son estadios larvarios de la tenia. Sin embargo, el término cysticercus
cellulosae sigue empleándose para describir a los organismos encontrados en
humanos y cerdos aunque no debe ser escrito como nombre científico en cursivas.
3. EPIDEMIOLOGÍA
3.1 EN EL MUNDO
La cisticercosis afecta principalmente a la salud y el sustento de las comunidades
rurales de los países en desarrollo de África, Asia y América Latina. En 2010, la
OMS añadió la cisticercosis por T. solium a la lista de las
principales enfermedades tropicales desatendidas y estableció una hoja de ruta
con dos objetivos: elaborar una estrategia validada para combatir y erradicar la
teniasis/cisticercosis por T. solium.
En 2015, el grupo epidemiológico de referencia sobre la carga de enfermedades
de transmisión alimentaria de la OMS señaló que T. solium es una de las
principales causas de muerte por dichas enfermedades y la responsable de la
pérdida de 2,8 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad.
Se estima que entre 2,56 y 8,30 millones de personas en el mundo padecen
neurocisticercosis, sumando los casos sintomáticos y los asintomáticos. Aunque
la T.solium tiene una distribución mundial, su prevalencia ha disminuido
considerablemente en los países desarrollados debido a una inspección más
estricta de la carne y las buenas condiciones de higiene y saneamiento.
3.2 EN AMERICA
En Latinoamérica se han realizado varios estudios epidemiológicos que
demuestran la relevancia de la infección, principalmente en México, Perú y Brasil.
También hay algunos estudios de países como Guatemala, Honduras, Bolivia,
Ecuador y Colombia. En Venezuela se han realizado pocos estudios
epidemiológicos que permitan conocer la prevalencia real de la enfermedad en el
territorio nacional, por diferentes estudios de los diversos grupos de investigación
en el área se sabe que está se encuentra en los Estados Carabobo, Yaracuy,
Lara, Cojedes, Mérida, Táchira y Amazonas.
La distribución de la teniasis humana en las comunidades hiper endémicas no es
aleatoria, sino que obedece a la presencia de una serie de factores de riesgo. “La
infección humana es excepcional en los países musulmanes y entre los judíos por
la prohibición del consumo de carne de cerdo. Es común en América central y en
el centro y norte de América del Sur. México y Ecuador son áreas de alta
endemicidad.”
3.3 EN BOLIVIA – SANTA CRUZ
En Bolivia se vienen efectuando trabajos de investigación en humanos entre los
años 1.994-1.995, realizaron actividades en 12 localidades correspondientes a
siete departamentos consideradas zonas endémicas y de mayor incidencia de
parasitismo.
En Bolivia acerca de la teniasis y cisticercosis se encuentran cifras que varían
entre el 0% de teniasis (como Taenia sp.) para algunas zonas rurales de Santa
Cruz el 6.20% en la ciudad de La Paz y el 8.70% en la localidad minera de
Chorolque. En la ciudad de La Paz se encuentra una prevalencia de cisticercosis
porcina que fluctúa entre el 3.71% y el 9.20% en los diferentes mataderos que
surten a la ciudad. En el Hospital Universitario de La Paz se encontró una
frecuencia del 1.33% de cisticercosis cerebral en 1202 autopsias practicadas entre
los años de 1954 a 1972. El 25% de los casos de epilepsia encontrados en un
estudio neuroepidemiológico realizado en Viacha siguiendo el protocolo de la OMS
en 1985.
4. ASPECTOS BIOLOGICOS
4.1. ESTADOS EVOLUTIVOS
El estado evolutivo de la cisticercosis es en quiste el cual es un estado de reposo
o inactividad de un microorganismo, usualmente bacterias o protistas o raramente
un animal invertebrado, que ayuda al organismo a sobrevivir a condiciones
ambientales desfavorables.
4.2. CICLO EVOLUTIVO
Los seres humanos presentan una infección intestinal por helmintos adultos tras la
ingestión de carne de cerdo contaminada o pueden desarrollar una cisticercosis
después de consumir huevos de T. solium (en ese caso, los seres humanos son
huéspedes intermediarios).
Los seres humanos ingieren carne de cerdo con cisticercos (larvas) cruda o
poco cocinada.
Después de la ingestión, los quistes se evaginan, se adhieren al intestino
delgado por sus escólices y maduran para convertirse en tenias adultas en
unos 2 meses.
Las tenias adultas producen proglótides. Las proglótides grávidas se
desprenden de la tenia y migran hacia el ano.
Tras desprenderse, las proglótides o los huevos salen del huésped
definitivo (humano) a través de las heces.
Los cerdos o los seres humanos se infectan al ingerir huevos embrionados
o proglótides grávidas (p. ej., en alimentos contaminados con materia fecal).
La autoinfección puede producirse en los seres humanos si las proglótides
pasan del intestino al estómago por movimientos antiperistálticos.
Una vez ingeridos los huevos, se incuban en el intestino y liberan
oncosferas, que penetran en la pared intestinal.
Las oncosferas se desplazan por el torrente sanguíneo hasta los músculos
estriados, el encéfalo, el hígado y otros órganos, donde se convierten en
cisticercos. En estos pacientes, puede producirse la cisticercosis.
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