Obligaciones Mancomunadas y Solidarias

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OBLIGACIONES MANCOMUNADAS Y SOLIDARIAS

OBLIGACIONES SOLIDARIAS:

Las obligaciones solidarias son un régimen de obligación multientidad “varios sujetos”,


consistente en la posesión por varios deudores o acreedores de una ventaja divisible,
pudiendo reclamarse de cada deudor o acreedor la totalidad del importe de la misma,
de modo que lo hecho o recibido por uno de ellos, cancela todas las obligaciones en
relación con el otro. Asimismo, el autor Guillermo Ospina, en su libro Régimen General
de las Obligaciones nos dice que: “La solidaridad es una modalidad que impide la
división normal de las obligaciones subjetivamente complejas cuyo objeto sea
naturalmente divisible, haciendo que cada acreedor o cada deudor lo sea respecto a la
totalidad de la prestación (in solidum). De manera que las obligaciones solidarias son
aquellas que, a pesar de tener objeto divisible y pluralidad de sujetos, colocan a cada
deudor en la necesidad de pagar la totalidad de la deuda o facultan a cada acreedor
para exigir la totalidad del crédito. Por ejemplo, la obligación que tiene A y B de pagar
mil dólares (objeto divisible) a C y D, es solidaria cuando se puede exigir la totalidad de
los mil dólares a A o a B, o cuando C o D tiene derecho a cobrar también la totalidad de
los mil dólares”. (OSPINA, 2005, pg.239).

Nuestra legislación peruana,

código civil peruano en el artículo 1184 nos dice que: “La solidaridad no queda excluida
por la circunstancia de que cada uno de los deudores esté obligado con modalidades
diferentes ante el acreedor, o de que el deudor común se encuentre obligado con
modalidades distintas ante los acreedores. Sin embargo, tratándose de condiciones o
plazos suspensivos, no podrá exigirse el cumplimiento de la obligación afectada por
ellos hasta que se cumpla la condición o venza el plazo”. Según este articulo nos
aborda diferentes situaciones. Tal es el caso en donde

nos plantea diversas situaciones. El primer caso previsto por la norma es el del plazo.
Así, supongamos que dos deudores se han obligado solidariamente frente a un
acreedor común al pago de SI. 40,000.00. El primero deberá pagar el 1 de septiembre,
mientras que el segundo deberá hacerlo el día 1 de octubre. Es claro que la
circunstancia de haberse pactado un plazo resolutorio no alterará el hecho de que la
obligación sea solidaria, al igual que ocurrirá si el plazo fuese suspensivo. LaurentC41
decía, en relación al término o plazo, que éste sólo aplaza el cumplimiento de la
obligación, que por lo demás conserva todos sus caracteres y todos sus efectos,
agregando que aquello que, en caso de solidaridad, resulta de estos caracteres y
efectos es que el acreedor no puede demandar inmediatamente al codeudor que
estipuló el término, mientras que sí puede demandar a los deudores puros y simples.

Mientras que en la legislación francesa nos dice que

De la misma manera en que lo hizo el derecho romano la legislación francesa prevé el


caso de la obligación in solidum u obligación solidaria la cual no tiene relación directa
con el concepto que hoy en día conocemos. La doctrina y la jurisprudencia francesa a
falta de una legislación expresa para este supuesto se ha visto en la necesidad de
crear la doctrina de la obligación in solidum. Esta doctrina plantea la responsabilidad
solidaria que debe existir cuando dos o más personas han cometido un delito o culpa,
que han actuado con fraude o dolo, como consecuencia de lo cual han ocasionado
perjuicio a alguien. Como consecuencia principal de la obligación que nace de un
hecho ilícito como lo es el delito es que los autores de este quedan obligados todos por
igual. El afectado de estos actos tiene la posibilidad de exigir a cada uno de los autores
de la conducta delictiva el resarcimiento del daño, sin embargo solo puede recibirla de
uno de estos.

La principal diferencia con la obligación solidaria existente en nuestro país se basa en


su naturaleza jurídica ya que esta no nace de un acto jurídico, sino que nace de un
hecho jurídico tal y como lo es la realización de un delito.

En el BGB (código civil) podemos encontrar en la sección sexta, titulada “Pluralidad de


deudores y acreedores” todo lo referente a las obligaciones solidarias. Los principales
lineamientos son los siguientes:
Párrafo 421. (Deudores Solidarios.)

“Si varias personas deben una prestación de tal manera que cada uno está obligado a
efectuar toda la prestación, pero el acreedor está facultado a exigir la prestación solo
una vez, el acreedor puede exigir la prestación a su voluntad de cualquiera de los
deudores, en su totalidad o en una parte. Hasta que toda la deuda haya sido realizada,
todos los deudores permanecen obligados.”.

Párrafo 428. (Acreedores Solidarios.).

“Si varias personas están facultadas para exigir una prestación de manera tal que cada
uno puede exigir toda prestación, aunque el deudor está obligado a cumplir sólo una
vez, el deudor puede cumplir a su voluntad a favor de cualquiera de los acreedores.
Esto se aplica incluso si uno de los acreedores ya ha interpuesto una acción de
reclamación de la prestación.”.

Como podemos observar por primera vez a lo largo de la evolución de esta figura
jurídica encontramos como obligación solidaria una figura realmente parecida a la que
podemos encontrar en el código civil mexicano vigente, Para comprobar lo planteado
anteriormente citaremos algunos artículos del código civil, que a través de un ejercicio
de derecho comparado comprobara nuestra hipótesis.

“Art. 1987 Además de la mancomunidad, habrá solidaridad activa cuando dos o más
acreedores tienen derecho para exigir, cada uno de por si, el cumplimiento total de la
obligación; y solidaridad pasiva cuando dos o más deudores reporten la obligación de
prestar, cada uno de por sí, en su talidad, la prestación debida.”.
“Art. 1989 Cada uno de los acreedores o todos pueden exigir de todos los deudores
solidarios, o de cualquiera de ellos, el pago total o parcial de la deuda. Si reclaman todo
de uno de los deudores y resultare insolvente, pueden reclamarlo de los demás o de
cualquiera de ellos……….”

“Art. 1990. El pago hecho a uno de los acreedores solidarios extingue totalmente la
deuda.”

Como resultado del estudio y análisis de los artículos anteriores podemos llegar a las
siguientes conclusiones:

 La figura de la obligación solidaria tiene por primera ocasión a lo largo de la historia


exactamente la misma acepción que se le da en el derecho positivo vigente mexicano.

 El acreedor esta facultado para exigir el cumplimiento de la obligación, ya sea de


forma total o parcial a cualquiera de los deudores.

 Una vez paga la prestación por cualquiera de los deudores, los demás deudores
quedan liberados de la obligación con respecto al acreedor original.

 El acreedor tiene única y exclusivamente derecho a recibir la totalidad de la deuda en


cuestión y nunca más de esta sin importar la cantidad de deudores obligados.

 En el caso de la existencia de varios acreedores y únicamente un deudor, cualquiera


de los acreedores tiene el derecho de exigir la prestación.
 El deudor esta obligado a responder por la prestación en cuestión únicamente una
sola vez.

Como conclusión de este análisis podemos afirmar de manera certera que los
obligados solidarios, ya sea esto de forma activa o pasiva, en la actualidad en nuestro
país tienen exactamente los mismos compromisos previstos en el derecho Alemán.

Las obligaciones se refieren al cumplimiento de una prestación de dar o hacer o no hacer.


Consisten en una relación obligatoria en donde existe un sujeto activo titular del derecho a
exigir, denominado acreedor, y un sujeto pasivo o titular del deber, de soportar el cumplimiento
de la obligación que se denomina deudor.

OBLIGACION SOLIDARIA

La solidaridad es una modalidad que impide la división normal de las obligaciones


subjetivamente complejas cuyo objeto sea naturalmente divisible, haciendo que cada acreedor
o cada deudor lo sea respecto a la totalidad de la prestación (in solidum). De manera que las
obligaciones solidarias son aquellas que, a pesar de tener objeto divisible y pluralidad de
sujetos, colocan a cada deudor en la necesidad de pagar la totalidad de la deuda o facultan a
cada acreedor para exigir la totalidad del crédito. Por ejemplo, la obligación que tiene A y B de
pagar mil dólares (objeto divisible) a C y D, es solidaria cuando se puede exigir la totalidad de
los mil dólares a A o a B, o cuando C o D tiene derecho a cobrar también la totalidad de los mil
dólares (OSPINA, 239). Tres son las características que sobresalen en la definición
previamente citada de las obligaciones solidarias: a) la pluralidad de los sujetos activos o
pasivos. Precisamente por esta característica la solidaridad se ha erigido en una institución
especial, pues no existiendo sino un acreedor o un deudor, es claro que aquel siempre podrá
exigir la totalidad de la prestación debida y este siempre estará obligado a ejecutar la totalidad
de ella; b) la pluralidad de vínculos entre acreedor o acreedores y el deudor o deudores, y c) la
unidad de objeto, esto es, de la prestación (OSPINA, 239).

Bibliografias:

http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_14527.pdf

file:///C:/Users/marih/Downloads/Dialnet-LasObligacionesSolidarias-46780.pdf

https://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/170669/13%20Derecho%20de
%20las%20obligaciones%20con%20sello.pdf?
fbclid=IwAR1H2EjyOLoOTFx6YrAedbg_nF2MyLnDxWZFpyzjeb1x_VcGfTqTi1LiK9U

Barrera A. (2016). La Regulación de las Obligaciones Solidarias e Indivisibles en el Código Civil


Ecuatoriano [Tesis de bachiller inédita]. Universidad de Cuenca.

http://dspace.ucuenca.edu.ec/bitstream/123456789/23525/1/tesis.pdf
El Código trata en los artículos 1183 a 1204 de las obligaciones solidarías.

La solidaridad constituye una excepción al Derecho Común. El principio general es la


división de la deuda entre quienes se obligan conjuntamente o, en su caso, la división
del crédito entre los coacreedores; pero, en virtud de la solidaridad, se impide la
división de la obligación entre los codeudores o entre los coacreedores. La importancia
de la materia es evidente.

A diferencia del Código Civil de 1936, el Código de 1984 ordena las reglas referentes a
la solidaridad pasiva y activa, modifica algunos preceptos del Código de 1936 e
introduce nuevos conceptos no legislados por él.

"Artículo 1183.- La solidaridad no se presume. Sólo la ley o el título de la obligación la


establecen en forma expresa".

El artículo 1183 contiene el mismo principio que el artículo 1209 del Código de 1936,
que se inspiró en el artículo 1202 del Código Napoleónico. Establece que la solidaridad
no se presume y que tan sólo existe cuando la ley o el título de la obligación
expresamente la determinen. Ante el silencio de las partes, la obligación debe
considerarse simplemente como mancomunada.

La norma anterior es acogida por numerosos códigos, proyectos y anteproyectos.


Baste citar los artículos 1188 del Código Italiano de 1865; 1137 del Código Civil
Espafiol; 513 del Código Portugués; 1568 del Código Colombiano; 896, primer párrafo,
del Código Brasilefio; 1223 del Código Venezolano; 1554, tercer párrafo, del Código
Ecuatoriano; 1511, tercer párrafo, del Código Chileno; 435 del Código Boliviano; 11 del
Código Polaco de las Obligaciones; 1391 del Código Uruguayo; 1202 del Código
Dominicano; 1543 del Proyecto de 1891; 130 del Proyecto Franco-Italiano; 216 del
Anteproyecto Brasileño y 743 del Anteproyecto Ossorio.

No obstante, algunos códigos se apartan de este principio, entre ellos el Código Civil
Alemán, artículo 427, y el Código Civil Italiano, artículo 1294. En ellos se señala que, si
otra cosa no apareciera de la ley o del título de la obligación, se presume que la
obligación se ha constituido con el carácter de solidaria. Por su parte, el artículo 1988
del Código Mejicano exige el pacto de solidaridad, pero no que éste conste
expresamente. Finalmente añadiremos que el artículo 1207 del Código Civil Filipino
prescribe que la obligación es solidaria cuando así lo exija su naturaleza.

El Código ha optado por la fórmula francesa. El artículo 1183 exige que la solidaridad
conste expresamente. Ello se explica porque la solidaridad pasiva es muy severa y
permite al acreedor cobrar el íntegro de la prestación a cualquiera de los codeudores; y
la solidaridad activa, por su parte, permite a cualquiera de los acreedores exigir el
íntegro de la prestación. Parece razonable, en este orden de ideas, que el Código de
1984 continúe con la filosofía que imprimió el legislador de 1936, exigiendo que la
solidaridad conste en forma expresa.

"Artículo 1184.- La solidaridad no queda excluida por la circunstancia de que cada uno
de los deudores esté obligado con modalidades diferentes ante el acreedor, o de que el
deudor común se encuentre obligado con modalidades distintas ante los acreedores.
Sin embargo, tratándose de condiciones o plazos suspensivos, no podrá exigirse el
cumplimiento de la obligación afectada por ellos hasta que se cumpla la condición o
venza el plazo".

El articulo 1184 tiene origen en el artículo 1211 del Código Civil de 1936, cuyas normas
son similares a los artículos .. 120 1 del Código Francés, 1140 del Código Español, 512
del Código Portugués, 1569 del Código Colombiano, 1222 del Código Venezolano,
1393 del Código Uruguayo y 1201 del Código Dominicano. El precepto es
consecuencia de la pluralidad de sujetos activos o pasivos que intervienen en una
obligación solidaria. Los codeudores o coacreedores pueden obligarse por plazos
distintos, o unos en forma pura y otros bajo condición. El modo, la condición o el plazo,
son elementos que no alteran el carácter solidario que puede revestir una relación
obligacional. El segundo párrafo de la norma, destinado a aclarar conceptos, señala
que cuando la obligación estuviera sujeta a condiciones o plazos suspensivos, su
cumplimiento sólo podrá exigirse cuando se cumpla la condición o venza el plazo.

"Articulo 1185.-- El deudor puede efectuar el pago a cualquiera de los acreedores


solidarios, aun cuando hubiese sido demandado sólo por alguno".
El artículo 1185 se aparta de la solución prevista por el artículo 1212 del Código de
1936, que recoge el principio de la prevención propiciado por Pothier, y que sigue el
artículo 1198 del Código Napoleónico y todas las legislaciones que encuentran su
origen en esta regla, tales como los artículos 706 del Código Argentino, 1142 del
Código Civil Español, 528 del Código Portugués, 1994 del Código Mejicano y 1570 del
Código Colombiano. El precepto francés parece tener su antecedente en una
interpretación errónea de los textos romanos; es así que la solución francesa, acogida
por el legislador peruano de 1936, desnaturaliza la solidaridad. No hay explicación
lógica para que la prevención pueda impedir a uno de los coacreedores solidarios
cobrar el íntegro de la obligación al deudor, pues aquél que ejercita en primer término
la acción judicial, no adquiere, por esa circunstancia, el derecho a recibir el pago Ello
desvirtuaría la institución de la solidaridad.

El artículo 1185 del Código, cuya inspiración se encuentra en el artículo 428 del Código
Civil Alemán y en el artículo 1296 del Código Civil Italiano, es, por lo contrario,
congruente con la institución que estamos analizando.

"Articulo 1186. - El acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores


solidarios o contra todos ellos simultáneamente. Las reclamaciones entabladas contra
uno, no serán obstáculo para las que posteriormente se dirijan contra los demás,
mientras no resulte pagada la deuda por completo".

El artículo 1186 reproduce el artículo 1213 del Código de 1936, y se inspira en los
artículos 1200, 1203 y 1204 del Código Napoleónico, 1144 del Código de España, 421
del Código Alemán, 571 y 572 del Código Colombiano, 1226 del Código Venezolano,
1557 y 1558 del Código Ecuatoriano, 1514 y 1515 del Código Chileno, 1548 y 1550 del
Proyecto de 1891,596 del Proyecto Sánchez de Bustamante y 748 del Anteproyecto
Ossorio. La norma establece un efecto esencial de la solidaridad: que el acreedor
puede dirigirse contra alguno de los deudores, o contra todos ellos; y que puede
hacerlo si· multánea o sucesivamente, hasta que cobre el íntegro de la deuda. El
precep· to responde, cabalmente, a la verdadera naturaleza jurídica de la solidaridad,
vale decir, a la unidad de prestación, y demuestra que es ésta la garantía per· sonal por
excelencia. Cada codeudor puede se constreñido por la totalidad -se le rehúsa, por
tanto, el beneficio de la división..,....., de suerte que cada uno está expuesto a hacer el
anticipo del monto-íntegro de la deuda y a que el pago así efectuado libere, por lo
menos en relación al acreedor, a todos los co· deudores. Los codeudores solidarios lo
son, tal como se ha expresado, por el íntegro.

"Artículo 1187.- Si muere uno de los deudores solidarios, la deuda se divide entre los
herederos en proporción a sus respectivas participaciones en la herencia. Regla similar
se aplica en caso de muerte de uno de los acreedores solidarios". El artículo 1187
responde al principio consagrado por el artículo 1217 del Código de 1936. En él se
advierte, además, que la misma regla será de aplicación para los casos de la
solidaridad activa. El precepto encuentra su origen en los artículos 712 del Código
Argentino, 905 del Código Brasilefío, 1993 y 1998 del Código Mejicano, 1580 del
Código Colombiano, 1204 del Código Dominicano, 1395 del Código Uruguayo, 1523
del Código Chileno, 1566 del Código Ecuatoriano y 436 del Código Boliviano. La norma
consagra, en suma, que la solidaridad -sea activa o pasivano se transmite a los
herederos. En esto se distingue la obligación solidaria de la indivisible, la cual, por su
naturaleza, obliga a cada uno de los herederos del deudor a responder. por el íntegro, y
autoriza a cada uno de los herederos del acreedor a exigir toda la prestación. No se
consigna en el precepto -por considerarse innecesario- el agregado del artículo 1295
del Código Italiano, en el sentido de que es posible el pacto en contrario. Parece
evidente que, dentro·del campo de la autonomía de la voluntad, los codeudores o
coacreedores pueden pactar, para el caso de fallecimiento , las normas que regirán la
obligación que se ha contraído. De acuerdo con la regla contenida en el artículo 1187
comentado, el acreedor puede exigir el íntegro de la obligación a cualquiera de los
codeudores primitivos, pues el fallecimientos de alguno de ellos no hace desaparecer la
solidaridad respecto a los demás. También puede exigir el íntegro de la prestación a los
herederos del deudor fallecido, pero en proporción a sus respectivas participaciones en
la herencia. Regla similar se aplica en el caso de fallecimiento de uno de los
coacreedores solidarios. 84 "Artículo 1188.- La novación, compensación, condonación
o transacción entre el acreedor y uno de los deudores solidarios sobre la totalidad de la
obligación, libera a los demás codeudores.
En estos casos las relaciones entre el deudor que practicó tales actos y sus
codeudores, se rigen por las reglas siguientes: l. En la novación, los codeudor~s
responden, a su elección, por su parte en la obligación primitiva o por la proporción que
les habría correspondido en la nueva obligación. 2. En la compensación, los
codeudores responden por su parte. 3. En la condonación, se extingue la obligación de
los codeudores. 4. En la transacción, los codeudores responden, a su elección, por su
parte en la obligación original o por la proporción que les habría correspondido en las
prestaciones resultantes de la transacción". "Art(culo 1189.- Si los actos señalados en
el primer párrafo del artículo 1188 se hubieran limitado a la parte de uno solo de los
deudores, los otros no quedan liberados sino en cuanto a dicha parte". "Artz'culo 1190.-
Cuando los actos a que se refiere el artículo 1188 son realizados entre el deudor y uno
de los acreedores solidarios sobre la totalidad de la obligación, ésta se extingue
respecto a los demás coacreedores. El acreedor que hubiese efectuado cualquiera de
estos actos, así como el que cobra la deuda, responderá ante los demás de la parte
que les corresponda en la obligación original Si tales actos se hubieran limitado a la
parte que corresponde a uno sólo de l9s acreedores, la obligación se extingue
únicamente respecto a dicha parte". ''Artz'culo 1191.- La consolidación operada en uno
de los acreedores o deudores solidarios sólo extingue la obligación en la parte
correspondiente al acreedor o al deudor". Los artículos 1188, H89, 1190 y 1191legislan
la novación compensación, condonación, transacción y consolidación, tanto en la
solidaridad pasiva como en la activa. Los artículos 1188 y 1189 se refieren a la
novación, compensación, condonación o transacción ente el acreedor y uno de los
deudores solidarios. El artículo 1190, a los mismos actos practicados entre el deudor y
uno de los acreedores solidarios, así como al pago. El artículo 1191, por último, a los
casos de consolidación o confusión, tanto en la solidaridad pasiva como en la activa. El
principio que señala el artículo 1188, constituye la doctrina de Savig· ny y Pothier y se
inspira en los artículos 1143 y 1146 del Código Español; 523 y 524 del Código
Portugués; 31 del Código Libanés; 121 S del Código Filipino; 1556, segundo párrafo,
del Código Ecuatoriano; 1513,segundo párrafo, del Código Chileno; y 1229, primer
párrafo, y 1231 del Código Venezolano. El artículo 1188 consagra el principio según el
cual la novación, compensación, condonación y transacción entre el acreedor y uno de
los deudores solidarios sobre sobre la totalidad de la obligación, libera a los demás
deudores. La idoneidad de la regla es evidente: el acreedor, quien es el único
interesado en tal calidad, ha extinguido la obligación por medio distinto al pago; al ser
dueño exclusivo del crédito, lo ha extinguido por acto practicado con uno de los
codeudores, acto que produce el mismo efecto extintivo respecto de los demás. La
norma señala, no obstante, las consecuencias jurídicas que surgen entre el deudor que
practicó tales actos y sus codeudores. En el caso de la novación, el Código confiere a
los codeudores el derecho de responder por su parte en la obligación primitiva o por la
proporción que les habría correspondido en la nueva obligación. En la compensación,
los codeudores responden por su parte; principio que tienen carácter de evidente. Para
la condonación se ha previsto que queda extinguida la obligación de los codeudores. Y,
finalmente, para la transacción se da solución similar a la prevista para la novación,
esto es, que los codeudores, a su elección, responden ante el deudor que transiguió,
bien por su parte en la obligación original -respecto de la cual pueden litigar, por
tratarse de asunto dudoso o ya sujeto a controversia-, bien por la proporción que les
habría correspondido en las prestaciones resultantes de la transacción. El Código cuida
en el artículo 1189, sin embargo, de dejar claramente establecido que en caso de que
los actos previstos por el artículo 1188 se hubieran limitado a uno solo de los deudores,
los otros codeudores sólo quedan liberados en cuanto a la parte de aquel codeudor.

Los casos previstos por los artículos 1188 y 1189 están legislados por los artículos
1216 y 1219 del Código de 1936. Sin embargo, sus normas no son idénticas. El Código
de 1936 establece, en efecto, que la obligación se extingue -al igual que lo estatuido en
el Código de 1984-, pero no determina cuáles son los derechos, respecto de sus
codeudores, del codeudor que practicó tales actos. Es verdad que en el Código de
1936 existen reglas dispersas sobre la materia en los títulos relativos a la condonación
y consolidación; pero se ha considerado conveniente, por razones de técnica
legislativa, que todos los preceptos estén ahora agrupados en los dos numerales
citados y en el capítulo referente a las obligaciones solidaras. El artículo 1190 prevé el
caso de la solidaridad activa. Si el coacreedor cobra el íntegro de la prestación al
deudor común, nova, compensa, condona o transige; la obligación queda extinguida, y
tal acreedor responde ante los demás coacreedores. Esta regla es inherente a la
solidaridad y ella obedece al hecho de que cada coacreedor es dueño del íntegro de la
prestación. Si el coacreedor solidario limita tales actos a su parte, entonces la
obligación se extingue únicamente respecto a dicha parte. El precepto tiene igual
origen que el artículo 1188; también encuentra antecedentes en los artículos
1295,1296, 2245 y 2268 del Código de 1852. El artículo 1191, por último, rige los casos
de consolidación o confusión, tanto en la solidaridad activa como en la pasiva. La
norma, con origen en en el artículo 1304 del Código Civil de 1936, señala que la
consolidación operada en uno de los acreedores solidarios o en uno de los deudores
solidarios, sólo extingue la obligación en la parte corresponiente al acreedor o al
deudor. Estas reglas se explican por la naturaleza jurídica de la consolidación o
confusión, que no es propiamente un medio extintivo de la obligación, pero que
determina la imposibilidad de ejecutarla, según se ha expresado al comentar el artículo
1178. El artículo 1191 adopta la doctrina del artículo 225 O del Código de 1852; 1545,
tercer párrafo, del Código Uruguayo; 1232 del Código Venezolano y 1209 del Código
Dominicano. Con los artículos 1192 a 1204 se regulan numerosas consecuencias
jurídicas, de singular importancia, respecto de la solidaridad pasiva y activa. "Art(culo
1192.- A cada uno de los acreedores o deudores solidarios sólo pueden oponérseles
las excepciones que les son personales y las comunes a todos los acreedores o
deudores.

El artículo 1192 recoge el principio consagrado por el artículo 1218 del Código de 1936,
de texto similar al artículo 1208 del Código Francés y alartículo 715 del Código
Argentino. La regla del Código de 1984 se inspira no sólo en esos preceptos, sino
también en los artículos 525 del Código Portugués; 1995 y 1996 del Código Mejicano;
145 del Código Suizo; 911 del Código Brasileño; 17, primer párrafo, del Código Polaco;
1208 del Código Dominicano; 438 del Código Boliviano; y 131, primer párrafo, del
Proyecto FrancoItaliano. A cada coacreedor o codeudor solidario, sólo pueden
oponérseles las excepciones personales y las comunes a todos los coacreedores o
codeudores. En consecuencia, si la excepción concierne sólo a uno de los
coacreedores o codeudores, ella no podrá ser invocada por los demás. Y, a su vez, si
la excepción es común a todos los coacreedores o a todos los codeudores, ella podrá
ser invocada por cualquiera. Un vicio del consentimiento que afecte a uno solo de los
codeudores solidarios, no alcanzará, sin duda, a los demás. La nulidad del acto
jurídico, por tener objeto física o jurídicamente imposible, alcanzará a todos los
codeudores. Conviene hacer una aclaración. En el Derecho Procesal se hace una
distinción entre defensas y excepciones. Las primeras están destinadas a discurtir el
fondo del derecho invocado por el demandante, por ejemplo: los vicios del
consentimiento, el haber pagado, etc. Las segundas, es decir, las excepciones, se
ralacionan no con el derecho de fondo del demandante sino con alguna cuestión de
forma o de carácter previo, por ejemplo: la excepción del pleito pendiente. Al hablar de
excepciones, la norma comentada ha tomado esta palabra no en su sentido técnico,
sino en el sentido de defensa o de medios de defensa de los cuales pueden valerse los
codeudores solidarios para controvertir el derecho del acreedor. Así se explica que en
el artículo 1192 hable de excepciones comunes a todos los acreedores o deudores y de
excepciones que les son personales.

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