Las Nuevas Ciencias Sociales. La Marginalidad Creadora. Grijalbo, México D.F

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VOL: AÑO 9, NUMERO 24

FECHA: ENERO-ABRIL 1994


TEMA: LA SOCIOLOGIA EN MEXICO: Una aproximación histórica y crítica
TITULO: Las nuevas ciencias sociales: La marginalidad creadora, de Matei Dogan y
Robert Pahre [*]
AUTOR: Rogelio Romero Colín [**]
SECCION: Reseñas

TEXTO

Este libro ofrece un extenso panorama de los procesos de fragmentación y rearticulación


de las diversas disciplinas científico-sociales, rastrea las causas de ambos procesos e
ilustra las formas de su desarrollo. En un riguroso análisis, la obra fundamenta la tesis de
que la innovación del conocimiento es un fenómeno masivo permanente, que involucra al
conjunto integral de la comunidad científica.

La principal idea que plantean los autores dice que la innovación en las ciencias sociales
aparece con mayor frecuencia en la intersección de las disciplinas. Este fenómeno
constituye la causa y el efecto de la fragmentación ininterrumpida de las ciencias sociales
en especialidades limitadas, y también de la recombinación de dichas especialidades al
interior de campos híbridos. Con el término "intersección", se propone un punto de
confluencia entre dominios especializados de disciplinas diferentes.

Dogan y Pahre llevan a cabo el análisis de las dos fases de un proceso único. En primer
lugar, la especialización científica implica la fragmentación de disciplinas completas en
subdisciplinas, y en segundo término, cuando aquella especialización llega hasta sus
límites naturales, los investigadores innovadores recombinan los fragmentos disciplinarios
en dominios híbridos. Al desplazarse desde el centro hacia la periferia de una disciplina; al
transgredir fronteras y penetrar en el dominio de otra especialidad, los científicos disponen
de mayores oportunidades para ser creativos.

La innovación es el tema central del volumen, y ella se define como la aportación de algo
nuevo a un conocimiento científico que al acumularse, produce cierto patrimonio de
conocimientos. El aspecto más importante a considerar en materia de innovación es que
los innovadores modernos no pretender abarcar nunca una disciplina completa, sino a lo
sumo una rama limitada del saber, es decir, la especialización es siempre esencial a la
definición de lo que posee carácter innovador en un dominio determinado. Y cabe
destacar que tanto en las ciencias sociales como en las naturales, aquella innovación,
lejos de abrirse paso bruscamente, suele ser el producto de una gestación y de una serie
de trabajos acumulados en una misma subdisciplina; en tal sentido, la innovación no es
simplemente una novedad, sino que es también el enriquecimiento de un patrimonio.

La innovación es un fenómeno masivo, lo que significa que innumerables investigadores


han contribuido a incrementar rápidamente el patrimonio de las ciencias sociales. De
manera paradójica, el progreso es relativamente más lento en los dominios donde existe
una mayor cantidad de investigadores, en virtud de que allí las principales innovaciones
ya han ocurrido. Todos los dominios científicos superpoblados se agotan velozmente, lo
que plantea la necesidad de crear tópicos nuevos y de interesarse por asuntos poco
estudiados, evidenciando que la "marginalización" es capaz de resolver problemas de
densidad y representa un medio eficaz para sustraerse del estancamiento.

Para los autores del libro, el proceso mediante el cual se combinan los conocimientos
especializados de diferentes dominios constituye lo que ellos denominan "hibridación". Un
campo híbrido es el resultado de la recuperación de zonas marginales de varias
disciplinas. Así, la especialización científica constituye la primera etapa del proceso de
innovación, y la recombinación de sectores especializados en dominios híbridos, la
segunda. Por ello hoy en día el proceso científico más importante no consiste en la
creación de disciplinas nuevas, sino en la formación de dominios híbridos nuevos que
permitan intercambiar conceptos, teorías y métodos, a fin de ejercer un impacto
enriquecedor sobre las ciencias de que son producto.

Los procesos gemelos de la fragmentación y la hibridación han ejercido un efecto


considerable sobre cada una de las ciencias sociales. En las universidades, los
departamentos reconocen la fragmentación al dividirse en dominios diversos. Los
investigadores están conscientes de esta creciente diferenciación, y se especializan en
dominios que ven cada vez más amenazadas sus soberanías ante las organizaciones
híbridas mismas y los grupos de investigación que las hacen penetrarse mutuamente. En
concreto, los procesos de especialización e hibridación han provocado estragos en la
organización tradicional de las ciencias sociales. Las disciplinas formales se vuelven cada
vez más diversificadas en su interior y, al mismo tiempo, se exponen más y más a
experimentar encuentros con todas las demás disciplinas.

Según Dogan y Pahre, pueden concebirse teóricamente las estrategias de investigación


de la especialización monodisciplinaria, la interdisciplinariedad y la hibridación. En el
pasado, cada una de estas estrategias garantizó a su modo el progreso científico;
actualmente, sin embargo, los investigadores más innovadores se alejan de las dos
primeras. La especialización monodisciplinaria ya no tiene posibilidades de desarrollarse
en campos saturados y la interdisciplinariedad es casi imposible en el contexto de una
hiperespecialización; ésta última implica, por cierto, el conocimiento exhaustivo de cuando
menos dos disciplinas y, hoy por hoy, nadie puede dominar siquiera una sola y conservar
la profundidad requerida para asegurar un progreso científico.

La hibridación científica no se fundamenta en la colaboración interdisciplinaria, sino en la


especialización que se realiza con la intersección de dos o más disciplinas. Dentro del
proceso de hibridación, todos los tesoros de la ciencia son susceptibles de intercambios:
conceptos, metodologías, descubrimientos, teorías y perspectivas. Este aspecto de la
hibridación resalta su importancia en la estimulación de las innovaciones en las distintas
subdisciplinas científicas.

En otro orden de ideas, los autores nos presentan tres tipos principales de investigadores
innovadores: el precursor, el innovador propiamente dicho o fundador y el híbrido. Para
todos ellos ha sido fácil y común transgredir las fronteras de las disciplinas clásicas y,
como tipos ideales, reflejan en parte la historia de sus disciplinas mediante la línea de
sucesión "precursores-fundadores-híbridos".

El precursor es un investigador que amplía el territorio de una disciplina determinada,


mediante el alejamiento de sus fronteras, conquistando y anexando territorios vírgenes.
Los fundadores son científicos especializados en una disciplina cuyo campo ha sido
definido con anterioridad por los precursores, y constituyen innovadores muy importantes
en su dominio, que con ellos está en pleno proceso de maduración; sin embargo, se trata
de investigadores monodisciplinarios que suministran contribuciones importantes a una
disciplina dada, valiéndose únicamente de las herramientas de esa disciplina. A medida
que la investigación se desarrolla, surge una nueva generación de investigadores, los
híbridos, que combinan diferentes subdisciplinas y sitúan a la investigación en la periferia
y no en el centro de cada disciplina científica. Se trata de una nueva generación de
investigadores que son los responsables de los progresos efectuados, actualmente, en las
ciencias sociales.

Finalmente, el trabajo de Dugan y Pahre examina con atención cuatro sectores de


hibridación científica: los de la sociología histórica, la confluencia entre la biología y las
ciencias sociales, la economía política internacional y el "coqueteo" entre la economía y la
psicología. Su propósito es mostrar concretamente cómo la hibridación favorece la
innovación científica.

En la actualidad, las ciencias sociales son muy diferentes de lo que fueron al inicio del
presente siglo. Al desarrollarse, se fragmentaron y especializaron y, de acuerdo con los
autores, se han "hibridado" también. En esta perspectiva, la especialización se muestra
esencial para el análisis profundo de cualquier objeto de estudio. El consecuente proceso
de fragmentación deja, por lo demás, vacíos. Para poder llenarlos,los científicos más
innovadores buscan tender puentes en dirección a las disciplinas contiguas. En cuanto un
grupo de investigadores explora algún dominio localizado en la intersección de dos o más
disciplinas, surge una subdisciplina híbrida.

En el proceso inevitable de innovación, basado en la especialización, la fragmentación y


la hibridación, sería deseable la tolerancia, el intercambio de ideas y una mayor claridad
en el uso de conceptos, ya que la interacción entre especialidades se muestra, a todas
luces, benéfica.

Para concluir, diremos en torno a la generalidad del planteamiento de Dugan y Pahre que
en él destaca la recomposición de las ciencias sociales mediante una rearticulación de
fragmentos de diferentes disciplinas científicas. En virtud de que durante los últimos
treinta años se han presenciado más rupturas y desajustes en el marco de las ciencias
que a lo largo de todo el milenio que está por concluir, parece que los investigadores en
ciencias sociales han tomado plena conciencia del fenómeno de la especialización-
fragmentación-hibridación y también de que éste no queda suficientemente explicado a
partir del concepto tradicional de investigación interdisciplinaria.

CITAS:

[*] (1993), Editorial Grijalbo, México, 293 pp.

[**] Estudiante de la Carrera de Sociología, UAM-Azcapotzalco.

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