Educación y Su Relación Social Filosófica. MILLANO 20.659.132

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
REFAEL MARIA BARALT
PROGRAMA POSTGRADO MARACAIBO
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
SEDE MARACAIBO

EDUCACIÓN Y SU RELACIÓN SOCIAL FILOSÓFICA

Doctorante: M Sc. Eduardo Millano Villalobos


C.I. Nº 20.659.132

Facilitadora: Dra. Casilda Andrade


Maracaibo, Junio 2021
Introducción

La educación se encuentra enmarcada dentro de un proceso social, que


sirve como fundamento para el desarrollo del ser humano y de la sociedad.
En este sentido, constituye un elemento esencial para la creación,
fortalecimiento de los valores morales del hombre en su quehacer familiar o
laboral. Por su parte la filosofía como madre de todas las ciencias, permite
entender el proceso social educativo, de igual manera permite comprender
su dinámica, estructura, visiones, elementos sustanciales para su evolución y
desarrollo para con la sociedad.

Ahora bien, el acto de enseñar ha estado a lo largo de la historia, grandes


pensadores de la antigüedad, como Sócrates, Platón y Aristóteles hicieron
aportes de sumo interés para el desarrollo de la comprensión humana, el
estudio de la naturaleza, como el desarrollo del hombre entre la naturaleza
con la sociedad. De igual manera estos pensadores entre otros grandes
filósofos, se han preocupado por transmitir el conocimiento, aún más;
estudiar el acto educativo como hecho social, como forma de manifestación
social, por ende, desarrollo humano.

Por su parte Correa (2012) afirma que la enseñanza nos conduce al


ámbito de la educación formal que, actualmente, ha cambiado sus anteriores
paradigmas, métodos y estrategias concentradas en el depósito de los
conocimientos, en un correcto proceso de enseñanza, por otros que
fomentan la participación del estudiante, el aprendizaje, el meta-aprendizaje.
Así, resulta obvio pensar que es imposible la enseñanza de la filosofía, pues,
en cualquier caso, la filosofía se aprende o se aprende a filosofar. Por otro
lado, entendiendo la filosofía desde su definición más básica, la etimológica
(amor por la sabiduría), comprendemos nuevamente que no se puede

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enseñar. Pero entonces ¿por qué abordar un tema que ya parece haber sido
resuelto? Al respecto, es necesario revisar tres aspectos fundamentales, la
primera es la íntima relación que la filosofía tiene con la educación, la
segunda tiene que ver con la necesidad de desarrollar el pensamiento
filosófico dentro del proceso educativo, así como la tercera es la evidencia de
una incipiente práctica educativa coherente con la teoría, con el mundo
globalizado.

En el presente ensayo se pretende analizar los aportes de la educación en


el desarrollo humano, la relevancia e importancia de la correcta transmisión
del conocimiento, que en el devenir social, ha sido el factor determinante
para lograr la emancipación e independencia cultural-económica de los
pueblos, junto con los aportes de interés que la filosofía como madre de
todas las ciencias ha realizado a la educación, siendo esta una rama de
estudio en especifica de la filosofía, edificando así el estudio de la filosofía
del derecho.

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Educación y su relación social Filosófica

1. La educación como hecho social. La educación como hecho


individual- social. 

Desde la aparición del ser humano hasta hoy; algo que siempre ha estado
presente junto a él es la educación, la cual ha evolucionado conforme a su
progreso o desarrollo. Se deduce que ésta, le es intrínseca, existiendo entre
ambos una indisoluble interdependientes, simple en sus inicios, de mayor
complejidad en épocas más recientes, de una gran complejidad en la
actualidad como en el tiempo por venir.  En todo caso, lo común ha sido la
necesidad del hombre de aprender, de enseñar, incluso, de las necesidades
que los requerimientos adopten como consecuencia de su desarrollo
biológico, psíquico y social. Lo expresado es indicativo que la edificación es
inherente a la condición humana en su doble condición: como persona, como
integrante de un colectivo (lo individual, lo social) contribuyendo a su destino
en todas las etapas o fases de su evolución. (Altuve:2002)

Así mismo debemos hacernos la pregunta ¿Aprender y enseñar para qué?


Sin dudas, para asegurar la supervivencia y desarrollo de la especie humana
(necesidad biológica), así como de las sociedades por ella generadas
(necesidad social), propósitos prevalecientes a lo largo del devenir de la
humanidad, enunciador es de que la educación es un hecho real, una
realidad compleja caracterizada por la adopción de diferentes formas, con la
cual las personas junto a la comunidad se enfrentan diariamente.  

En palabras de Altuve (2002) en su obra titulado: “Fundamentos de la


Educación”, plantea una cantidad de aportes de sumo interés para docentes
e investigadores, en relación a la construcción de lo que se conoce como la

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Dogmática Educativa, la cual está constituida por los elementos sustanciales
que conforman la base o los pilares del proceso educativo los cuales son; el
currículo, la planificación, la evaluación como la didáctica, esta última, debe
ser aplicada con las estrategias requeridas de acuerdo a la característica del
sujeto del hecho educativo al cual se hará llegar el conocimiento es decir, el
elemento pedagógico.

El proceso educativo tanto para jóvenes como para adultos, engloba una
cantidad de criterios que hay que apreciar, tomar en cuenta, es decir la
educación es un proceso, que va dirigido a los seres humanos, como seres
pensantes dotados de razón, muchas veces de pasión, lo cual se necesita
con personas capacitadas que puedan facilitar ese conocimiento, con
estructuras educativas, con material didáctico, evidentemente, con
financiamiento.

De igual manera, se afirma que la educación aparece como una actividad


que realizan específicos hombres, grupos e instituciones, profesionales o no,
para lograr en cada sujeto el "ser social" definidor de su naturaleza como
entidad perteneciente a una comunidad, a un colectivo caracterizado por una
cultura propia. Siendo así, es un hecho social, carácter que le viene dado
por: (a) es un fenómeno susceptible de observancia, (b) el poder coercitivo
que ejerce, por cuanto a través de ella, la sociedad aspira lograr la unidad
social, la continuidad social, así como su evolución social.

Respecto al segundo punto, hemos de referir, que toda sociedad mediante


la educación procura alcanzar sus fines generales como particulares,
incorporando a las personas junto a sus grupos mediante la puesta en
ejecución de las acciones múltiples, orientadas a obtener un estado de
cohesión, de unión, de equilibrio, basado en la ocupación de un espacio o
territorio, prevalencia de ideas así como tradiciones comunes, tenencia de
una lengua como vehículo de comunicación existencia de una organización

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de una autoridad, de disciplina. Por otra parte, procura trascender en el
tiempo: perdurar utilizando la educación para transmitir de generación en
generación la experiencia social acumulada, la cultura entendida ésta, como
el conjunto de hábitos, costumbres, tradiciones, ideales, etcétera, que son
bienes y valores identificadores de la sociedad.

Sin embargo, este proceso de transmisión que puede darse de manera


sistemática, se caracteriza por ser dinámico favoreciendo la aparición entre
los representantes de distintas generaciones de resistencias, de conflictos
cuya principal importancia es posibilitar el surgimiento de nuevas estructuras
y relaciones sociales que imprimen a la sociedad sus particularidades,
proyectándola hacia el porvenir de manera innovadora, reconstruida este
último es sugeridor que la sociedad no es siempre la misma, cambia a través
del tiempo, se transforma como producto de la acción ejercida por las
generaciones, jugando la educación su papel trascendente de factor
perfilador del futuro, de progreso. Altuve (2002).

De lo expuesto, la autora (2002) concluye en los siguientes elementos: “la


educación en tanto hecho social cumple tres funciones básicas a) contribuir a
la cohesión social b) posibilitar la permanencia de la sociedad (función
conservadora) c) favorecer su evolución y progreso (función renovadora)”.
Para lograr tales funciones la sociedad debe desarrollar la educación a
través del complejo de sus instituciones, de sus fuerzas, actuando sobre el
hombre desde que es concebido hasta el fin de su existencia, continuando
con tal acción en cada nueva generación adoptando esta un carácter
permanente, podría decirse de eternidad.

Seguidamente, en el arte de enseñar se intuyen posibles interrogantes-


respuestas a ser adoptadas por quienes reciben los beneficios de la
educación. Así se tiene que una de estas, la más común es ¿Cómo es
posible tal actuar de la sociedad? Sin duda, a través de las denominadas

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"agentes sociales" que entre sus propósitos sancionados tienen "el educar",
cuyos representantes más conocidos son la familia, el sistema jurídico-
político, los medios de comunicación, la iglesia, la escuela (sobre todo), en
sus diversas expresiones, en cuanto a esta última. hemos de referir que su
aparición, desarrollo actual, así como prospectiva, están determinadas por la
función expresa de educar asignada por la sociedad.

En el contexto, la educación, entre otras cosas, es educar lo cual significa


dirigir, encaminar, estimular las facultades bio-psicológicas de la persona
mediante una acción ejercida desde fuera o desde sí mismo, para sacar o
exteriorizar de manera positiva cuanto posee como potencialidades, de
manera que pueda integrarse previamente a la sociedad de la cual forma
parte, para desarrollarse como persona. 

Al respecto, el hecho educativo como proceso sistemático, por tanto,


ordenado de la transmisión del saber, es llevado a cabo, bajo estructuras
edificadas que a lo largo del tiempo se han considerado de relevancia e
importancia suficiente, tal es el caso, de la Escuela o la Universidad. La
primera fue creada desde la edad antigua, como lugar de sabios, lugar donde
se transmitía el conocimiento sobrevenido o empírico, que a lo largo de los
años fue evolucionado, transformándose en un lugar fundamental del niño,
además, un derecho-deber de los padres establecidos por los Estados. En
segundo lugar, encontramos la Universidad, creada por la iglesia católica
apostólica Romana, en el cual impuso un criterio investigativo, dogmático,
donde la teocracia, así como el catecismo, era la corriente predilecta,
criticada muchas veces, por Tomas de Aquino y San Agustín.

En el contexto, la educación tiene, que ver con el conjunto de influencias


imponderables del medio ambiente externo o interno las cuales actúan sobre
el ser humano. En teoría educativa, la influencia externa configuradora del
comportamiento humano se asocia al término hetero-educación, en tanto si

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tal configuración es producto del desarrollo interior de la persona, nace su
propia iniciativa se relaciona con el término de autoeducación.

Así mismo, con educare y exducere, vocablos del latin, que proporcionan
a la educación una doble significación etimológica: el primero es una
acepción relacionada con la idea de "nutrir", la cual tiene implícito a su vez, la
ejecución de las acciones que marchan de afuera hacia dentro de la persona;
el segundo involucra una idea opuesta, a simple vista, pareciera que entre
hetero-educación y autoeducación, o entre educare y exducere, existe
oposición; pero cuando se profundiza en el estudio de tales términos, se
evidencia que no es así. 

Por lo tanto, la educación, se constituye en un proceso único donde puede


prevalecer la influencia externa o la disposición interior.  Más, la supremacía
de una, no significa la consecuente desaparición de la otra. También, tal
como lo manifiesta Altuve, la educación es comunicación, es logro del saber.
Respecto a lo primero puede decirse que ésta, agrega a aquella el principio
de dualidad, existente por la presencia del docente junto al discente,
existiendo entre ambos una interrelación cuyo fin último, es una relación
educativa "dialogal" donde las personalidades participantes establecen
comunicación para abordar aspectos estrechamente relacionados con el
logro de los propósitos educativos, entre los cuales detienen la socialización,
la transmisión de la cultura así como el desarrollo integral de la personalidad.

En cuanto a lo segundo, (logro del saber), o mejor de la sabiduría, más


que conocimiento, procede acotar lo siguiente: mediante la educación el
hombre alcanza saberes, pero en función de esta es capaz de internalizarlos,
personalizarlos, procesarlos para generar nuevos, contribuyendo al
desarrollo de la ciencia, la tecnología, las artes, los valores; en síntesis, de la
cultura. (Altuve: 2002). Así mismo, la educación es desarrollo, entendido este
último como proceso dinámico, como operación-acción, que se da, a lo largo

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del existir del hombre junto a la sociedad, transformándolo, en virtud de lo
cual lleva implícita una intencionalidad que permite lograr en ambos tales
aspectos, así como también el propio desarrollo de la educación. 

Sobre el particular, es propio inferir, que la educación combina las


posibilidades originarias (potencialidades) del hombre con los aportes del
medio donde interactúa, generando un proceso que en sus expresiones más
legítima de presenta como una acción planeado y sistematizada que le
permite transformarse, perfeccionarse. Tal como se muestra en el cuadro 1.

CUADRO 1

Fuente: Castañeda (2012), Adaptación Millano (2021)

2.- La filosofía como génesis y como dirección

Es muy bien sabido que la filosofía nace en Grecia, en lo que se reconoce


como la edad antigua, pese a que un gran filósofo como lo es Enrique
Dussell, en reiteradas entrevistas, charlas, foros, talleres, simposios incluso,

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congresos ha afirmado, el error literario e histórico que se ha cometido en
dividir las edades, más sin embargo esta discusión quedara para otra
investigación. Lo cierto es que la filosofía como la conocemos hoy día, fue
ejercida por los primeros pensadores, (Sócrates, Platón, Aristóteles); es decir
aquellas personas que a través del empirismo, como de la observación de
los que le rodeaba, determinaron aspectos de la cotidianidad para la época,
estableciendo discernimientos en relación con la naturaleza, la sociedad, el
trabajo, la política así como el desarrollo de las ciencias mismas o puras
como lo son la matemática, la física e inclusive grandes aportes a la
medicina.

González citado por Correa (2012); manifiesta que “La vida ordinaria, los
sucesos cotidianos, como la realidad en sí misma, nos bombardean de
hechos que merecen o nos exigen tomar una postura. En otras palabras, no
podemos pasar por la vida sin reflexionar al menos por un momento sobre lo
que sucede a nuestro alrededor, sin plantearnos preguntas e intentar dar una
respuesta, pues la actitud de interrogación frente a la realidad es una actitud
natural del ser humano. Ya decía Aristóteles en los inicios formales de la
filosofía: “todos los hombres desean naturalmente saber”

De esta manera la filosofía se volvió la “ciencia total de las cosas” Morente


(2000), una definición que encierra dos aspectos importantes. El primero es
el de la ciencia que debe entenderse en este caso particular no en el hecho
de la comprobación experimental, sino en la reflexión sistemática y metódica
de la realidad, por medio de la inteligencia y la razón. El segundo es la
“totalidad” que significa que la filosofía (por ende, el filósofo) implique un
conocimiento de varias disciplinas que permiten explicar el desenvolvimiento
de la realidad y el hombre; de ahí que el dominio de disciplinas (ramas de la
filosofía) como la física, matemáticas, lógica, ética, biología, mecánica,
medicina, entre otras, fue imprescindible para construir una reflexión
filosófica.

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El saber filosófico se encuentra enmarcado en 4 elementos integradores
del mismo, que se muestran como los elementos técnicos de la filosofía de
acuerdo a Broudyh (1977):

1.- Metafísica. Si los hombres nunca fueran engañados por su


experiencia, jamás se les ocurriría preguntar si algo es real o solamente una
apariencia. Si nunca hiciéramos esa pregunta, nunca desarrollaríamos la
ciencia o la filosofía. Pero como la varilla recta parece quebrada en el agua,
como la promesa soñada no se cumple, o como los hombres dicen una cosa,
haciendo otra, indagamos lo que es real, que solamente lo parece.

En este sentido, la metafísica escudriña nuestras creencias acerca de la


realidad; acerca de la realidad de árboles-cielos, de muerte-libertad, del
mundo-el ser. ¿Tiene la mente la misma clase de ser que los objetivos
materiales? ¿Tiene Dios la misma clase de ser que las moléculas y
electrones? ¿Hay un ser inmutable, así como uno mutable? ¿Qué
características debe tener cualquier cosa para existir, para cambiar? ¿Hay un
designio o propósito detrás de cada cambio, o se deben todos o algunos de
ellos a la casualidad? Estos son algunos de los temas estudiados en
metafísica (a la que algunas veces se llama también ontología o la ciencia
del ser).

2.- Epistemología. Ésta es la rama de la filosofía que estudia la


estructura, métodos, así como la validez de nuestro conocimiento, o como
Hocking (en Types of Philosophy) lo expresa, la epistemología trata de las
“creencias acerca de la creencia”. ¿Es realizable el verdadero conocimiento?
Nuestros sentidos deambulan, así como nuestra razón nos lleva a
conclusiones contradictorias. ¿Podemos confiar en una u otra cosa o en
ambas? El escéptico dice “No”. Otros filósofos dicen, de manera más
optimista, que podemos saber algunas cosas, pero no otras. Con respecto a
la fuente de nuestro conocimiento podemos preguntar: ¿Proviene de la

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experiencia de nuestros sentidos, de la razón o de alguna combinación de
ambas? ¿Obtenemos diferentes clases de conocimiento de esas dos
fuentes? ¿Con cuánto contribuyen respectivamente el ser consciente, como
el objeto a la experiencia final del saber? ¿Cuál es el criterio de verdad que
usamos o debiéramos usar para estimar la veracidad de nuestro
conocimiento?

Lógica. Este es el estudio de las reglas o técnicas de razonar. La lógica


formal estudia la manera en que las proposiciones se relacionan unas con
otras, para que podamos juzgar si nuestro razonamiento es válido o no,
independientemente de lo que las proposiciones afirman. Por ejemplo: Si
Boston está al sur de Miami, o si Miami está al sur de La Habana, podemos
concluir formalmente que Boston está al sur de la Habana, aun cuando el
contenido de las proposiciones es falso. Conocer las reglas o técnicas de
razonar puede no hacer nuestro pensamiento más profundo, pero nos impide
saltar indebidamente de premisas a conclusiones.

Ética. Este estudio, al que también se llama filosofía moral, trata de los
juicios de aprobación o desaprobación, de corrección e incorrección, de
bondad o maldad, de virtud o vicio. En suma, trata de los principios de
conducta que nos ayudan a juzgar si una elección o acción es buena o
correcta. Para una más amplia discusión de problemas éticos. Éstas son las
disciplinas que se estudiarían como materia principal en “filosofía”, en un
colegio o universidad. Si preguntáramos qué cosa puede ser una filosofía de
la educación, la más obvia respuesta sería: es la filosofía aplicada a la
educación, lo cual es bastante correcto. Así mismo, es pertinente hacer
referencia la división de los saberes entre científicos, (cuadro 2) como en no
científicos, en relación a la ubicación de la filosofía, el fin que busca en
relación a su método de estudio, lo cual determinara sus resultados, lo
determinante de su actuar.

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CUADRO 2.
SABERES CIENTIFICOS -----------------------

Ciencias Formales Ciencias Empíricas


Matemática Naturales.
Lógica Astronomía
Física
Química
Geología
Biología
Humanas
Sociología
Economía
Psicología
Historia
 El hombre constata
 Intersubjetividad
 Previsión exacta Verificación
Fuente: Millano (2021)

En relación a los saberes No Científicos encontramos de acuerdo a la


doctrina; la filosofía, teología, moral, política, estética, así como el derecho,
que a diferencias de los saberes científicos, estos priorizan al hombre, la
subjetividad, los enunciados físicos como axiológicos para determinar las
implicaciones, fases, momentos o estado del sujeto.

3.- La filosofía en y de la Educación

Es indiscutible la importancia, relevancia y pertinencia que tiene el saber


filosófico y el que hacer filosófico en nuestras vidas, ya que la cual ha sido un
conocimiento que ha servido para conocer otros, y para preguntarnos a
nosotros de dónde venimos y hacia dónde vamos. El amor a la sabiduría
debe ser considera como el amor primario, el amor puro, sincero y absoluto,
porque de él se desprenderá el amor a los otros, al colectivo al ser “social”.

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Por su parte, es pertinente señalar los aportes de Eduardo Vásquez
(1994) en su obra escrita: “Filosofía y educación” el cual nos da otra
concepción o visión del enfoque de la filosofía dentro de la educación, que
repercute, por tanto. en su acción social, ya que su enfoque se encuentra
orientado a la “Especialización” de la filosofía en esta área, así como a la
pertinencia de tener que especializarse en cada una de las ciencias en
específico con la finalidad de lograr eficiencia. Mas, sin embargo, el
mencionado criterio se encuentra en contraposición de la división del trabajo,
así como de la explotación, en la cual se encuentra priorizado por la
burguesía, como en la construcción del estado burgués.

De igual manera, es necesario señalar los aportes del profesor Octavi


Fullat (1983),

La educación también configura nuestra existencia. También


aquí, pues, va a clavarse el interrogante impertinente, la
pregunta filosófica: ¿qué es la educación?, ¿con que finalidad
educar? De esta guía nace la filosofía de la educación. No
importa, desde este interrogatorio, ni el cómo, ni él con qué, ni
en qué modo, ni a quien, ni en que medio, ni a quien se educa;
lo que preocupa ahora de frente es el que y él para qué de la
educación. (p.163)

Consideraciones Finales

Tanto la filosofía como la educación son dos saberes de sumo interés para
la sociedad, ya que su utilidad es cotidiana. Cada día que abrimos nuestros
ojos, nos levantamos de la cama, logramos mirar a nuestro alrededor, la
cantidad de materiales creado por el hombre, que gracias al saber filosófico
el cual dirime el conocimiento y sin la educación que lo transmite, no
contaríamos con ninguno de estos materiales.

La filosofía de la educación, estudia la educación como proceso,


priorizando como lo dijo Fullat, (1983) “el qué y el para qué del hecho

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educativo”. Es así entonces como la filosofía, madre de todas las ciencias
decide extender su saber para especializarse en el estudio detallado del
hecho educativo como factor social determinante para el crecimiento de las
sociedades como del hombre social.

No podemos terminar este ensayo sin expresar las consideraciones de


validez en relación a la importancia de la educación, su estudio como su
prioridad por parte del estado; ya que con una educación bien dirigida,
organizada, con una malla curricular de altura, acorde a las necesidades,
junto con profesores acreditados, con un currículo por competencias,
dotados además, del material como de la tecnología suficiente, llegaríamos a
obtener la soberanía tan anhelada como la independencia económica tan
discutida, recurrida en estos días.

Finalmente, la filosofía como ciencia liberadora, forjadora de paradigmas,


dogmas como de conocimientos nos permite contar con el criterio suficiente
para esgrimir lo bueno de lo malo o lo pertinente de lo imprudente tanto de la
educación como de la vida misma.

“Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una


oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.

Albert Einstein (1879-1955)

Bibliografía Citada

Altuve, Magaly (2002). Fundamentos de la Educación. Material editado por la


Universidad Nacional Abierta. Caracas, Venezuela.
Broudy H. (1977); Filosofía de la educación; México: Limusa. Cap. 1
“Definición y filosofía de la Educación”. (pp. 19-35).
Correa, Leticia (2012). “La enseñanza de la filosofía y sus contribuciones al
desarrollo del pensamiento”. En: Revista Sophia: Colección de Filosofía de
la Educación. Nº 12. Quito: Editorial Universitaria Abya-Yala, pp. 67-82.
Morente, Manuel (2000). Lecciones preliminares de filosofía. Madrid:
Ediciones Encuentro.
Octavi, Fullat (1983). Filosofía de la Educación. España. Ediciones Ceac.

15
Vasquez, Eduardo (1994). Filosofía y Educación. Universidad de los Andes.
Mérida. Venezuela.

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