Cristologia para Animadores - 1
Cristologia para Animadores - 1
Cristologia para Animadores - 1
— 2001 —
—1—
INTRODUCCIÓN1
Llevar a Jesús. Esta es la misión de todo catequista. Y hoy hay muchos
que necesitan hacer esta experiencia: encontrar a un amigo o amiga que les lleve a
Jesús. Nosotros, animadores salesianos en formación, también estamos llamados
a esta misión. Para poder hacerlo necesitamos formarnos, estudiar. Muchas veces
no es suficiente la buena voluntad, es necesario que intentemos tener más
profundidad en nuestros conocimientos religiosos (en este caso sobre Jesús). Es
por esto que queremos empezar este pequeño estudio de Cristología. Debemos
recordar las palabras que Don Bosco decía a sus chicos: “Yo por ustedes estudio,
por ustedes trabajo, por ustedes estoy dispuesto incluso a dar mi vida”. Ésta es la
razón de nuestro esfuerzo: todo es por nuestros chicos y chicas, ellos son quienes
nos “hacen” animadores, a quienes Dios mismo nos envía.
1
Cfr. DOMENECH Antonio, Jesús de Nazareth. Cristología para catequistas, CCS, Madrid, 1987, pp. 5-27.
—2—
2. ES EL CENTRO DE NUESTRA FE
“En vez de pedir la libertad de aquel que era santo y justo, ustedes pidieron
que se soltara a un criminal. Y así mataron ustedes al que nos lleva a la vida.
Pero Dios lo resucitó, y de esto nosotros somos testigos” (Hch 3, 14-15).
bien a Jesús que les anunciaba que tenía que sufrir, que le seguían con miedo, que
discutían y luchaban por ser los primeros; aquellos discípulos que no resistían la
prueba de la persecución y huían o negaban al Maestro; aquellos discípulos que
estaban con las puertas cerradas por miedo a los judíos..., ¡ahora anuncian con
valentía y sin ningún miedo a Jesús!!!; dan testimonio de Él ante el mismo Sanedrín
a pesar de sus amenazas, hacen los mismos signos que hizo Jesús en su vida:
curan enfermos, expulsan demonios, resucitan muertos... Podríamos decir que su
palabra tiene más eficacia que la misma palabra del Maestro, pues reúne una
comunidad que ni la persecución ni la muerte pueden destruir.
“¿Por qué se asombran ustedes, israelitas? ¿Por qué nos miran como si nosotros mismos hubiéramos
sanado a este hombre y lo hubiéramos hecho andar por medio de algún poder nuestro o por nuestra
devoción a Dios? Lo que ha hecho cobrar fuerzas a este hombre que ustedes ven y conocen, es la fe
en el nombre de Jesús” (Hch 3, 12.16).
La resurrección es ante todo una buena noticia para los apóstoles y para
nosotros. Dios ha cumplido sus promesas de liberar y salvar al hombre de todo
aquello que lo esclaviza (Hch 13, 32-33). El Dios de Jesús, ese Dios que parecía
mudo e impotente ante la cruz, se nos manifiesta como un Dios de vida, como un
Dios fiel al hombre, aún más allá de todas sus posibilidades.
resultado muerte de la muerte. De esta manera Dios confirma todo lo que dijo e
hizo Jesús. Dios ha aceptado sus gestos y su modo de comportarse como un fiel
retrato suyo y como el único camino que hace presente en esta historia al hombre
nuevo.
“El que fue la piedra rechazada por los arquitectos ha sido puesto como piedra
angular... porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que
debamos salvarnos” (Hch 4, 11-12).
Jesús es mucho más grande que ellos, les precede, está presente en el corazón de
los otros hombres, los mueve a abrirse a la predicación, guía la historia y los
acontecimientos para su bien. Las fuerzas ocultas que esclavizan al hombre, que
los antiguos llamaban "principados, potestades, dominaciones...” y que hoy
podríamos llamar "dinero, poder, fuerza, técnica, sexo....” están sometidas a Cristo,
el Señor. Él las ha vencido y por eso, puede liberar de ellas a los que le siguen.
Uno de estos signos son los pobres, los rechazados por el poder de este
mundo; en ellos el Reino se hace grito, deseo y esperanza; anunciarles la buena
nueva fue centro de la misión de Jesús (Cfr. Lc 4, 18); más aún Él mismo se
identificó con ellos (Cfr. Mt 25, 31-46; Mt 18, 5).
Otro signo de la presencia de Cristo son los que se solidarizan con los
pobres y su causa. Como Jesús, inician una nueva forma de vida que transforma la
de este mundo (Cfr. Mt 10, 40).
¡JESÚS VIVE!!!
— Algunas PREGUNTAS importantes —
¿Qué significa la
resurrección de Jesús?2
¡VICTORIA!
La Biblia ve la resurrección de Jesús como una gran victoria sobre todas las
fuerzas del mal. Precisamente cuando parecía que Jesús había sido vencido y
humillado por sus enemigos, resucitó de la muerte en una gloriosa manifestación
del triunfo de Dios. Los grandes enemigos del género humano —el pecado, la
muerte y el demonio— fueron ahuyentados. Cuando vuelva Jesús a esta tierra
para cerrar la historia, estos enemigos quedarán definitivamente destruidos. La
resurrección de Jesús nos da una sólida esperanza para el futuro.
2
Cf. BALCHIN John, Esto creen los cristianos, CCS, Madrid, 1987, pp. 57-65.
— 13 —