Villa - BM, El Amor Romántico en Las y Los Adolescentes en Situación de Calle de Lima Metropolitana

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 199

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Universidad del Perú. Decana de América

Dirección General de Estudios de Posgrado


Facultad de Ciencias Sociales
Unidad de Posgrado

El amor romántico en las y los adolescentes en


situación de calle de Lima Metropolitana

TESIS
Para optar el Grado Académico de Magíster en Política Social con
mención en Promoción de la Infancia

AUTOR
María Victoria VILLA BUITRÓN

ASESOR
Mg. Ademar Elliot DIAZ APARICIO

Lima, Perú

2021
Reconocimiento - No Comercial - Compartir Igual - Sin restricciones adicionales

https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Usted puede distribuir, remezclar, retocar, y crear a partir del documento original de modo no
comercial, siempre y cuando se dé crédito al autor del documento y se licencien las nuevas
creaciones bajo las mismas condiciones. No se permite aplicar términos legales o medidas
tecnológicas que restrinjan legalmente a otros a hacer cualquier cosa que permita esta licencia.
Referencia bibliográfica

Villa, M. (2021). El amor romántico en las y los adolescentes en situación de calle


de Lima Metropolitana. [Tesis de maestría, Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, Facultad de Ciencias Sociales, Unidad de Posgrado]. Repositorio
institucional Cybertesis UNMSM.
Hoja de metadatos complementarios

Código ORCID del autor https://orcid.org/0000-0002-8379-3610

43463251
DNI o pasaporte del autor

Código ORCID del asesor https://orcid.org/0000-0002-6384-5145

DNI o pasaporte del asesor 09462707

Grupo de investigación “—“

Elaboración propia
Agencia financiadora

Lima Metropolitana Distritos


de:
• San Juan de Lurigancho
Ubicación geográfica donde se
• Rímac
desarrolló la investigación
• San Juan de Miraflores
• San Martin de Porres

Año o rango de años en que 2018-2019


se realizó la investigación

Disciplinas OCDE https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#5.04.05


Firmado digitalmente por SILVA
SIFUENTES Jorge Elias Tercero FAU
20148092282 soft
Motivo: Soy el autor del documento
Fecha: 18.02.2021 07:14:14 -05:00

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


UNIDAD DE POSGRADO

ACTA DE SUSTENTACIÓN

En Lima, a los dieciséis días del mes de febrero del año dos mil veintiuno, mediante
sustentación virtual a cargo de la Unidad de Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de
la Universidad Nacional Mayor San Marcos, a horas 11: 00 am.; bajo la presidencia del Mg.
Jorge García Escobar y con la concurrencia de los demás miembros del Jurado de Tesis, se
inició la ceremonia invitando a la graduando VILLA BUITRÓN, MARÍA VICTORIA,
para que expusiera la Tesis con el objetivo de optar el Grado Académico de Magister en
Política Social con mención en Promoción de la Infancia., titulada:

«EL AMOR ROMANTICO EN LAS Y LOS ADOLESCENTES EN SITUACIÓN


DE CALLE DE LIMA METROPOLITANA»

A continuación, fue sometida a las objeciones del Jurado. Terminando esta prueba y,
verificada la votación, se consignó la calificación correspondiente a:

B MUY BUENO – 18 –

Por tanto, el Jurado, de acuerdo al Reglamento de Grados y Títulos, acordó recomendar a la


Facultad de Ciencias Sociales para que proponga que la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos otorgue el Grado Académico de Magister en Política Social con mención en
Promoción de la Infancia a la Bachiller VILLA BUITRÓN, MARÍA VICTORIA. Siendo
las 12:15 pm y para constancia se dispuso se extendiera la presente Acta:

Dr. Enrique Marino Jaramillo García


MIEMBRO
Dra. Frida Alicia Hortensia Escalante Manrique
MIEMBRO
Mg. Ademar Elliot Díaz Aparicio
ASESOR
Mg. Jorge García Escobar Firmado digitalmente por GARCIA
ESCOBAR Jorge FAU 20148092282
soft
PRESIDENTE Motivo: Soy el autor del documento
Fecha: 17.02.2021 09:33:38 -05:00

Dr. JORGE ELÍAS TERCERO SILVA SIFUENTES


Director

PABELLÓN JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI – CIUDAD UNIVERSITARIA


Teléfono: 6197000 Anexo 4003. Lima – Perú.
Correo: [email protected], [email protected]
Web: http://sociales.unmsm.edu.pe/
DEDICATORIA

A Dios, mi concepto de amor (1 Juan 4:8)

A mi familia, a los que fueron y aún son parte de ella.

A Daniela, mi niña, en quien encuentro vida, belleza e


inspiración.

ii
Agradecimientos

A las y los adolescentes en situación de calle, por su disposición, por aportar desde
su cruda experiencia de vida, por permitir conocerlos a pesar de que aún estamos en
deuda con ellas y ellos.
A mi asesor de tesis el Mg. Ademar Díaz Aparicio, por su acompañamiento,
paciencia y confianza durante esta larga travesía.
Al Dr. Enrique Jaramillo, mi maestro de aula, por el apasionamiento con el que
transmite sus ideas, y por permitir que pueda redescubrir la realidad.
A mis compañeros y amigos, quienes desde su experiencia se convirtieron en una
motivación para el desarrollo de este trabajo.
.

iii
INDICE

INTRODUCCIÓN...................................................................................................... 1

CAPITULO I .............................................................................................................. 4

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA................................................................. 4

1.1. Situación Problemática .......................................................................................................... 4

1.2. Formulación del problema ........................................................................................................... 5

1.3. Justificación de la investigación ................................................................................................... 7

1.4. Objetivos de la Investigación. ...................................................................................................... 8


1.4.1. Objetivo general: .................................................................................................................. 8
1.4.2. Objetivos específicos: ........................................................................................................... 8

CAPITULO II............................................................................................................. 9

MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL DE LA INVESTIGACIÓN .................. 9

2.1 Antecedentes del Problema ........................................................................................................... 9

2.2. Bases teóricas ............................................................................................................................ 12


2.2.1. El Amor .............................................................................................................................. 12
2.2.1.1. Antecedentes del amor ................................................................................................. 12
2.2.1.2. Teoría del Amor de Alan Lee....................................................................................... 16
2.2.1.3. La Teoría triangular del Amor según Sternberg............................................................ 19
2.2.1.4. El concepto de Amor en las relaciones humanas .......................................................... 21
2.2.1.5. Perspectiva científica del amor .................................................................................... 24
2.2.1.6. Mitos del amor romántico en la vida y existencia social del ser humano ..................... 26
2.2.1.7. Amor romántico en la sociedad actual y en la modernidad líquida ............................... 30
2.2.2. La Adolescencia: una etapa de rebeldía, sueños, ilusiones y utopías en la vida social del ser
humano ........................................................................................................................................ 33
2.2.2.1. Definición.................................................................................................................... 33
2.2.2.2. Cambios anatómicos y fisiológicos del adolescente en su vida y existencia social ....... 35
2.2.2.3. Construcción de la identidad del adolescente: un largo camino lleno de incertidumbre y
ambivalencia ............................................................................................................................ 37
2.2.2.4. El mundo social de las y los adolescentes, sueños e ilusiones del presente y futuro ...... 40
2.2.2.5. La vida afectiva y emocional del adolescente: entre los sueños frustrados y la
esperanza de ser felices ............................................................................................................ 42
2.2.2.6. Relaciones románticas durante la adolescencia: desafíos del presente y del futuro ....... 42
2.2.2.7. La adolescencia en la sociedad peruana actual, en medio de la desigualdad social y la
pobreza y exclusión .................................................................................................................. 44

iv
2.2.3. El amor en las y los adolescentes en situación de calle en una sociedad donde existe
desigualdad social, pobreza, pobreza extrema y exclusión ............................................................ 51
2.2.3.1. El Perú del siglo XXI: ¿paraíso de la desigualdad social, pobreza, pobreza extrema y
exclusión? ................................................................................................................................ 54
2.2.3.2. ¿Crecimiento económico para el desarrollo de capacidades y habilidades del ser
humano o sólo para asistir a los pobres y pobres extremos? ...................................................... 56
2.2.3.3. Globalización y Convención sobre los Derechos del niño: el contexto del texto ........... 59
2.2.3.4. La violencia social y política una herencia colonial que afecta la vida y existencia social
de las familias peruanas, en una sociedad desigual, pobre y excluida ........................................ 60
2.2.3.5. La violencia política contra los niños, niñas y adolescentes, durante el conflicto armado
interno de las décadas 1980-2000 ............................................................................................. 63

CAPITULO III ......................................................................................................... 67

MIGRACIÓN, URBANIZACIÓN Y MODERNIZACIÓN DE LIMA: NIÑAS,


NIÑOS Y ADOLESCENTES EN SITUACIÓN DE CALLE .............................. 67

3.1. Migración, urbanización y modernización de Lima Metropolitana: ¿tribus urbanas en Lima? .... 67
3.2. El fenómeno social de niños en situación de calle: de “pájaros fruteros” a “pirañas” ....... 69

3.3. ¿Los niños en situación de calle los nuevos parias de la “modernidad” limeña en el siglo XXI? . 71

3.4. ¿Quiénes son las niños, los niños y adolescentes en situación de calle, que ocupan plazas, parques
y avenidas de la urbe limeña? ........................................................................................................... 73

3.5. La calle como espacio de socialización y resiliencia del niño y del adolescente, en el corazón de la
vida social de la urbe limeña ............................................................................................................. 76
3.5.1. La callejización de los niños, niñas y adolescentes: adquisición de la cultura y la resistencia
cultural de la calle ........................................................................................................................ 82

3.6. La familia, y las principales causas que originan la expulsión de los niños, niñas y adolescentes a
las calles ........................................................................................................................................... 85
3.6.1. La familia en la sociedad peruana del siglo XXI: luces y sombras en los viejos vínculos
sociales de solidaridad .................................................................................................................. 86
3.6.2. Perfiles y características de las familias, de los niños, niñas y adolescentes en situación de
calle. ............................................................................................................................................ 89

3.7. Desarrollo psicosocial de las relaciones humanas, y las características del amor en las y los
adolescentes en situación de calle. .................................................................................................... 92
3.7.1. El apego, la atracción mutua, el erotismo o amor romántico, en las y los adolescentes en
situación de calle .......................................................................................................................... 95
3.7.2. El amor, la sexualidad, y la violencia en la vida de las y los adolescentes en situación de
calle: a pesar de todo, la felicidad es posible ............................................................................... 101

3.8. Configuración del Marco Legal sobre los derechos de la Infancia: de la Doctrina de la situación
irregular, a la Doctrina de protección integral ................................................................................. 104
3.8.1. De la Declaración de Ginebra, a la Convención sobre los Derechos del Niño: un largo
camino recorrido ........................................................................................................................ 106
3.8.2. El Código de los Niños y Adolescentes Ley N° 27337; y el Plan Nacional de Acción por la
Infancia y Adolescencia (PNAIA) .............................................................................................. 109
3.8.3. Los derechos sexuales de las y los adolescentes en situación de calle: son derechos
inalienables e irrenunciables ....................................................................................................... 112

v
CAPITULO IV ....................................................................................................... 116

ASPECTOS METODOLOGICOS ....................................................................... 116

4.1. Tipo y diseño de la Investigación. ........................................................................................... 116

4.2. Hipótesis General..................................................................................................................... 117

4.3. Identificación de variables ....................................................................................................... 117

4.4. Operacionalización de variables ............................................................................................... 117


4.4.1. Matriz de consistencia de la investigación ......................................................................... 118

4.5. Unidad de análisis (UA) ........................................................................................................... 119

4.6. Población de estudio ................................................................................................................ 119

4.7. Tamaño de muestra .................................................................................................................. 119

4.8. Selección de muestra................................................................................................................ 120

4.9. Técnica de recolección de datos ............................................................................................... 120

4.10. Análisis e Interpretación de la información ............................................................................ 120

CAPITULO V ......................................................................................................... 121

HALLAZGOS, RESULTADOS Y DISCUSIÓN ................................................ 121

5.1. Principales hallazgos de la investigación .................................................................................. 121

5.2. Resultados y discusión ............................................................................................................. 122

CONCLUSIONES .................................................................................................. 172

RECOMENDACIONES ........................................................................................ 176

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................. 177

vi
Lista de figuras y tabla

Figura N° 1: Situación de la y del adolescente al término de una relación amorosa.


.................................................................................................................................. 123
Figura N° 2: Situación del adolescente durante la relación amorosa y el elemento de
desconfianza y los celos ........................................................................................... 124
Figura N° 3: De qué manera él o la adolescente en situación de calle afronta la
finalización de la relación amorosa .......................................................................... 125
Figura N° 4: El amor ágape en los adolescentes en situación de calle vinculado al
elemento del perdón ................................................................................................. 126
Figura N° 5: La idealización del amor en los adolescentes en situación de calle .... 128
Figura N° 6: El amor y la formación de una familia en los las adolescentes en
situación de calle ...................................................................................................... 129
Figura N° 7: El amor y el desarrollo de actividades en la vida social de la calle .... 131
Figura N° 8: La agresividad y la atracción mutua .................................................. 132
Figura N° 9: El amor y control mutuo de la relación. .............................................. 134
Figura N° 10: La proyección a futuro y un amor para siempre ............................... 135
Figura N° 11: El Amor en las relaciones sexuales ................................................... 137
Figura N° 12: La relación amorosa con una o más personas ................................... 138
Figura N° 13: Mi pareja, el centro de atracción en las redes sociales ...................... 139
Figura N 14:Tocar y sentir a la persona amada........................................................ 141
Figura N° 15: La necesidad de sentirse integrados al grupo de amigos .................. 142
Figura N° 16: Las relaciones sexuales y, reconocimiento frente al grupo ............... 143
Figura N° 17: El castigo como censura a la libertad de la relación amorosa ........... 145
Figura N° 18: La responsabilidad del embarazo ...................................................... 146
Figura N° 19: Las parejas mayores que ejercen fuerza y agresión .......................... 148
Figura N° 20: La búsqueda permanente de relaciones amorosas y relaciones
sexuales. ................................................................................................................... 149
Figura N° 21: La preferencia de las relaciones amorosas con personas en situación de
calle .......................................................................................................................... 150
Figura N° 22: Consejos sobre el amor de personas que conoce en el contexto de la
calle .......................................................................................................................... 152
Figura N° 23: Persistencia y continuidad las relaciones patológicas ....................... 153
Figura N° 24: La violencia física y psicológica durante las relaciones amorosas ... 154
Figura N° 25: El robo y el consumo de drogas al interior de las relaciones amorosas o
románticas ................................................................................................................ 155
Figura N° 26: La búsqueda de protección y seguridad desde las relaciones amorosas
.................................................................................................................................. 156
Figura N° 27: Las relaciones amorosas como paleativo para olvidar otros problemas
.................................................................................................................................. 158
Figura N° 28 : La masturbación una práctica común / diaria .................................. 159
Figura N° 29: Preferencia por relacionarse con personas de mayor experiencia en la
vida ........................................................................................................................... 160
Figura N° 30: Preferencia por relacionarse con personas con mayor experiencia
sexual........................................................................................................................ 161
Figura N°. 31: La atracción física como condicionante para el enamoramiento ..... 162
Figura N° 32: La sensualidad en las relaciones amorosas ....................................... 164

vii
Figura N° 33: Presión y opresión para el desarrollo de las relaciones sexuales. ..... 165
Figura N° 34: Las y los adolescentes en situación de calle y su percepción de la
castidad..................................................................................................................... 166
Figura N° 35: El uso de métodos anticonceptivos ................................................... 167
Figura N° 36: El temor a contraer infecciones de transmisión sexual .................... 168
Figura N° 37: La importancia de los métodos anticonceptivos ............................... 169
Figura N° 38: Perspectiva de las y los adolescentes en situación de calle frente a un
posible embarazo...................................................................................................... 170

Tabla 1. Cambios fisiológicos en la adolescencia……………………………….…39

viii
RESUMEN

El presente trabajo de investigación tiene como protagonistas a las y los


adolescentes en situación de calle, su vínculo con el sentimiento del amor, y cómo a
partir de ella, en su condición de sujetos que interactúan en el corazón de la vida social
de la calle (Sulmont, 2011), van construyendo sus experiencias, y formas de vida en el
contexto de la calle, donde interactúan cotidianamente, después de haber interrumpido
y fracturado los vínculos sociales y afectivos con sus familias.

No olvidemos que el fenómeno social de niñas, niños y adolescentes en


situación de calle, es un fenómeno social de larga data en la sociedad peruana. En la
mayoría de casos, estas y estos adolescentes proceden de familias en situación de
pobreza, con estructuras sociales muy débiles, desorganizadas, signadas por una
dramática situación de violencia, y muchas veces huérfanos de espacios de
comunicación afectiva, con muy escasas posibilidades de satisfacer sus necesidades
básicas de sobrevivencia y desarrollo.

El fenómeno social de las y los adolescentes en situación de calle, es la más


genuina expresión de la crisis de la estructura familiar, y por ende, de la crisis de
valores de la sociedad, que es resultado de una débil organización social, económica,
política y cultural, en la que además de la miseria, reina la ambición de una minoría,
que lejos de ser amorosa con las y los adolescentes en situación de calle, se torna
insensible frente a la persecución, el desprecio, la estigmatización y la discriminación
(Salazar, 2003). A pesar de ello, las y los adolescentes en situación de calle, van
construyendo cotidianamente en sus modos de vida (Bazán, 2009) relaciones sociales
basadas en el amor romántico.

PALABRAS CLAVES: Adolescentes en situación de calle, fenómeno social,


crisis y violencia familiar, modos de vida, amor romántico.

ix
SUMMARY

The present research work has as protagonists the adolescents in street situations and
their link with the feeling of love, and how from it, in their condition of subjects who
interact in the heart of the social life of the street (Sulmont, 2011), build their
experiences and ways of life in the context of the street, where they interact on a daily
basis, after having interrupted and fractured the social and affective ties with their
families.

Let us not forget that the social phenomenon of street children and adolescents is a
long-standing social phenomenon in Peruvian society. In most cases, these and these
adolescents come from poor families, with very weak, disorganized social structures,
marked by a dramatic situation of violence, and many times orphans of effective
communication spaces, with very few possibilities of satisfying their basic needs for
survival and development.

The social phenomenon of street adolescents is the most genuine expression of the
crisis in the family structure, and therefore, of the crisis of values in society, which is
the result of a weak social, economic, political and cultural, in which, in addition to
misery, the ambition of a minority reigns, which, far from being loving towards
adolescents in the street, becomes insensitive to persecution, contempt, stigmatization
and discrimination (Salazar, 2003). Despite this, adolescents living on he streets build
social relationships based on romantic love on a daily basis (Bazán, 2009) in their ways
of life.

KEY WORDS: Adolescents living on the streets, social phenomenon, family crisis
and violence, ways of life, romantic love

x
INTRODUCCIÓN

La sociedad actual en los albores del siglo XXI está convulsionada por una
serie de episodios en su mayoría vinculados a la violencia de género y familiar. En este
contexto el amor hace un esfuerzo por sobrevivir en muchas de sus formas y tipos, aun
así, este sentimiento es causante de las más grandes alegrías, así como también de las
más grandes frustraciones, desdichas que van lacerando la vida y existencia social de
las y los adolescentes que no logran construir unas relaciones amorosas sólidas y
duraderas.

El presente trabajo de investigación está enfocado en el amor romántico, aquel


amor de pareja, el cual paulatinamente ha ido cobrando mayor relevancia debido a que
muchas de las prácticas desarrolladas en la etapa del enamoramiento suelen trasladarse
de la vida familiar, a la vida de la calle, un espacio social sórdido, violento y agresivo;
pero a pesar de ello, en el corazón mismo de la vida social de la calle va floreciendo el
amor romántico y verdadero entre las y los adolescentes.

Cabe precisar que el amor en general, y el amor romántico en particular tendrá


cierta particularidad e importancia según el contexto, cultura, población en el que se
desarrolle. En el caso de las y los adolescentes tiene ciertas características, debido a
que se suma, en esta etapa de la vida los cambios físicos, emocionales y sociales; que
son mucho más intensos e inestables. De este modo, las relaciones románticas ocupan
un lugar importante dentro del grupo de pares en los que estos se desenvuelven.

Entonces, cuando se trata de las y los adolescentes en situación de calle, no


obstante la vulnerabilidad en que se encuentran, se hace referencia también al espacio
social donde se relacionan durante la gran cantidad de horas en que interactúan y
conviven; y ello porque la calle1 ha reemplazado a la familia, convirtiéndose en un

1
Este espacio tendrá un valor importante en la vida de las y los adolescentes en situación de calle, pues
es aquí donde se desarrollan las experiencias más significativas. “Con la categoría “calle” hacemos

1
lugar habitual donde se empiezan a construir una serie de aprendizajes, a pesar de que
en este espacio los derechos de las y los adolescentes se ven totalmente vulnerados; ya
sea por las autoridades policiales, así como también por el desprecio e indolencia de
la misma sociedad. De este modo, el espacio social de la calle, donde desarrollan su
vida y existencia social estos adolescentes presentan características de riesgo; y a pesar
de esta desventaja, buscan la cohesión social2 y desarrollan un sentido de pertenencia
e identidad con el grupo, donde florece su percepción del amor, que reemplaza el débil
vínculo familiar caracterizado por la disfuncionalidad en sus relaciones.

Es bueno precisar, que desde tiempos inmemorables el amor ha sido tema de


discusión para diferentes filósofos, incluso objeto de estudio para varios científicos
sociales como Zygmunt Bauman (Amor Líquido), quien refiere que el amor va
floreciendo en las relaciones subjetivas e intersubjetivas de los seres humanos en sus
vidas cotidianas, sin importar la edad, posición social, creencias religiosas, y
diferencias raciales.

En este sentido, la presente investigación desvela y señala el sentimiento del


amor de parte de los adolescentes en situación de calle, y analiza todos los elementos
vinculados a esta etapa de la vida, tales como la identidad del adolescente, el medio
social y la vida afectiva en el que se considera el desarrollo de las relaciones
románticas, asimismo, se busca identificar los elementos que provocan y caracterizan
la salida de las y los adolescentes al contexto de la calle, por tanto se hace un análisis
de diversos elementos, como la desigualdad social, la pobreza, y la violencia que son
los detonantes que dan lugar a este doloroso y complejo fenómeno social.

La presente tesis ha sido organizada de la siguiente manera: en el Capítulo I se


desarrolla el planteamiento del problema a fin de situar al lector frente a esta
problemática, así mismo se enunciaran los elementos que nos permitan comprender la

además referencia a espacios públicos diferentes que incluye plazas, parques, mercados y terminales de
autobuses. Resulta interesante acotar que no son todas las calles, en sentido estricto, los lugares de
destino de los niños y las niñas. Son determinadas calles las que se constituyen en sus espacios de
convivencia, que por cierto deben cumplir con el requisito de ser ricas en recursos para la
sobrevivencia”. Quiñonez, Ricardo (2000). Los derechos al revés niñas y niños en situación de calle,
p.10. El Salvador: Save the Children Suecia.
2
“Desde el punto de vista sociológico, actualmente puede definirse a la cohesión social como el grado
de consenso de los miembros de un grupo social sobre la percepción de pertenencia a un proyecto o
situación común; en esta definición el énfasis se ubica en las percepciones y no en los mecanismos”.
CEPAL (2007). Cohesión social. Inclusión y sentido de pertenencia en América Latina y el Caribe,
p.14. Santiago de Chile: CEPAL.

2
importancia del estudio de las relaciones amorosas de las y los adolescentes en
situación de calle, en el Capítulo II se desarrolla el marco teórico y conceptual de los
elementos amor y adolescencia, sin embargo cabe precisar que se profundizara sobre
la importancia de las relaciones afectivas durante esta etapa de la vida y la realidad a
la que este grupo poblacional se enfrenta desde su cotidianidad. Además se
consideraran factores como la pobreza, desigualdad y exclusión los cuales sostienen
en el tiempo la existencia de la niñez y adolescencia en situación de calle.

En el capítulo III se hace un análisis del contexto histórico que dio origen a este
fenómeno social, así como de la influencia de la familia y la calle, este último como el
espacio elegido, las cuales serán cuidadosamente analizadas a fin de comprender su
influencia en el desarrollo de las relaciones amorosas Asimismo, se considera el marco
legal cuyas precisiones serán de suma importancia para conocer sobre qué contexto
social, económico, político y cultural se viene desarrollando esta problemática, más
aún, en un escenario donde los derechos humanos de las y los adolescentes en situación
de calle vienen siendo vulnerados.

En el Capítulo IV se abordan los aspectos metodológicos de esta investigación,


el cual hay que mencionar es de carácter cuantitativa, de allí que el instrumento que la
sustenta es un cuestionario de 38 preguntas dirigido a 30 hombres y 30 mujeres
adolescentes en situación de calle. En el Capítulo V se plantearan los principales
hallazgos encontrados a partir de esta investigación, así también encontraremos el
análisis y descripción de cada una de las respuestas que surgen del instrumento
aplicado, los que a su vez serán presentados a través de gráficos para una mayor
comprensión.

Las conclusiones han sido cuidadosamente elaboradas para responder a los


objetivos inicialmente planteados, que darán cuenta de la realidad que enfrentan, y las
graves consecuencias a las que se exponen diariamente, a pesar de las acciones que se
vienen desarrollando los cuales se tornan insuficientes más aún si consideramos que
sus causas son estructurales. Finalmente se plantean una serie de recomendaciones
para la atención de esta problemática.

3
CAPITULO I

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1. Situación Problemática

El estudio de la percepción del amor que tienen las y los adolescentes en


situación de calle es de vital importancia, porque nos permite comprender este
sentimiento desde la mirada de los adolescentes, quienes pasan por una etapa no solo
de cambios físicos, sino también por la presencia de nuevas relaciones sociales y
afectivas que traen consigo nuevas sensaciones y emociones; en especial en la
población de adolescentes en situación de calle, por el alto grado de vulnerabilidad en
que se encuentran, en su vida y existencia social cotidiana, en un hábitat tan violento,
sórdido, inhumano y letal como es la calle. El amor al igual que en cualquier etapa de
la vida desarrolla su ciclo vital de elección, idealización, apego y ruptura; sin embargo,
este proceso desarrollado en las y los adolescentes en situación de calle, población que
ha hecho de la calle su hábitat cotidiano y medio de vida, trae consigo sus propias
particularidades; y es en la realidad peruana una de las problemáticas más
invisibilizadas por el Estado, los Gobiernos y la misma sociedad.

En la calle, las y los adolescentes desarrollan una serie de experiencias entre


las que se pueden mencionar la dependencia emocional, prácticas machistas, violencia
y desinformación, convirtiéndose así en elementos que influirán y determinarán el
desarrollo de su sexualidad desde sus diferentes aristas. Asimismo, la vida en la calle,
motiva a las y los adolescentes a iniciarse en el consumo primero del pegamento
conocido como “terokal”, y después de otras sustancias psicoactivas como la pasta
básica de cocaína, y la marihuana en sus diversas combinaciones o mezclas; por otra
parte, estos adolescentes van desarrollando una serie de conductas que no se rigen por
aquellos patrones socialmente aceptados (Jaramillo, 2002).

4
En los albores del siglo XXI, el fenómeno social de niños, niñas y adolescentes
en situación de calle es una herida abierta en el corazón mismo de la familia y la
sociedad, que debe llevarnos a una profunda reflexión para interpelarnos en el sentido
de: ¿Qué tipo de sociedad somos cuando a los ojos infantiles un lugar terrible como la
calle ofrece mejores opciones de vida, que la propia familia y su comunidad? Según
Cussianovich (2000) la niñez y adolescencia en situación de calle nos plantea esta
pregunta, el cual se convierte en todo un desafío que no espera como única respuesta
la institucionalización, ni acciones punitivas que busquen temporalmente reprimir sus
comportamientos, ni programas que se inspiren en la sola piedad, o compasión por el
otro sino que éstas acciones estén orientadas a la defensa de sus derechos y dignidad
(p. 5).

1.2. Formulación del problema

El amor es un sentimiento que existe desde siempre y en la interrelación entre


los seres humanos ha estado ligado a las más grandes satisfacciones, pero también
puede desencadenar los sentimientos más dolorosos de frustración y desesperanza;
más aún, cuando éste no es correspondido por la persona amada, llegando incluso hasta
la vulneración de la vida misma, ello expresado en la pérdida de ideales, sueños,
utopías e intereses por complacer al otro, lo que puede devenir en una baja autoestima
y desvalorización de su identidad. Esta situación puede culminar con la ruptura como
último eslabón del ciclo de vida de la pareja en el mejor de los casos, o aún peor, con
la continuidad de una relación que solo genera mayor daño, vale decir una relación de
codependencia que permanece como un modo de vida rutinario carente de amorosidad
(Bazán, 2009), lo que en los hechos distorsiona la belleza del amor3.

Ahora bien, desde una perspectiva científica al abordar el amor romántico, nos
permite comprender que el amor surge de la activación de tres sustancias químicas: la
dopamina, norepinefrina y serotonina, responsables de que actuemos de determinada

3
“La promoción del desarrollo de la infancia se desalma sin el principio del amor, porque el formato de
la relación humana se sustenta en la “Biología del Amor” (Maturana). De modo contrario, la ingeniería
social, lejos de estructurar, se vuelve vacía y se agota rápidamente cuando en su planteamiento la
relación social entre estado e infancia, sociedad e infancia, no se fundamenta en la “amorosidad” y la
ternura. Desde esta perspectiva, el acogimiento, el ágape y el afecto devienen en imprescindibles para
la cooperación en el desarrollo de la infancia”. Bazán, Juan Enrique (2009). Modos de vida de la
infancia, p. 22. Lima: Save the Children Canadá.

5
forma o de que pensemos en todo momento en la persona amada. Aun así, el
sentimiento del amor ha de desarrollarse de diversas formas según el contexto, cultura
y la etapa de vida en la que se desenvuelve el ser humano.

En el caso de las y los adolescentes sus relaciones sociales se verán


caracterizadas por la amistad y el amor, donde el desarrollo de este último empieza a
desarrollarse teniendo como punto de partida elementos vinculantes como: la atracción
sexual, los besos, el erotismo y el deseo de estar junto a esa persona, mientras que
paradójicamente se va conjugando con expresiones de temor, nerviosismo, miedo y
celos. A todo esto, se suman los cambios biológicos los cuales son más visibles en esta
etapa de la vida y existencia social del ser humano (Fisher, 2004, p.24).

Al respecto Fischman (2000) refiere que “en esta etapa se empieza a tomar
conciencia del deseo sexual, y de emociones y pasiones nuevas. A la vez se inicia la
exploración de relaciones de proximidad física y emocional con otros adolescentes”
(p.15). Sin embargo, este proceso toma especial atención cuando se desarrolla en los
adolescentes en situación de calle, espacio que está caracterizado por una serie de
elementos que los adolescentes pueden recoger de forma positiva, en el que
posiblemente no cuenten con el apoyo de personas informadas, ni herramientas que
garanticen un desarrollo sexual saludable y amoroso.

Al problema expuesto, planteamos la interrogante de investigación general:

Interrogante general: ¿Cuál es la idea del amor de los adolescentes en situación de calle
y cómo ésta influye en el desarrollo de su sexualidad?

Esta interrogante general se desglosa en las siguientes preguntas específicas:

• Sub-pregunta 1: ¿Cuáles son las características del proceso de enamoramiento


de las y los adolescentes en situación de calle?
• Sub-pregunta 2: ¿En qué medida la situación de calle influye en la construcción
del sentimiento del amor en las y los adolescentes?
• Sub-pregunta 3: ¿Cuáles son las consecuencias de la práctica del amor
construido desde la situación de calle?

6
1.3. Justificación de la investigación

En la actualidad van surgiendo nuevas formas de relacionarse en sociedad, por


tanto, también de enamorarse e incluso la forma de proyectarse frente a un futuro en
una vida de pareja. Estas nuevas formas influyen en la población adolescente quienes
pasan por una serie de cambios sociales y psicológicos llegando inclusive a generar
momentos críticos, al sentirse abrumados, con desconfianza, inseguridad, soledad y
angustia. Por lo tanto, es importante considerar que, si el adolescente tiene un entorno
saludable basado en la amorosidad y ternura, aumentan sus probabilidades y
condiciones para estar protegidos, pero si por el contrario cuentan con factores de
riesgo como la situación de calle, el abandono familiar, etc. se van a generar mayores
probabilidades de que desarrollen conductas que los coloquen en situaciones de mayor
riesgo y vulnerabilidad.

En el mundo de las y los adolescentes en situación de calle la percepción del


amor que se construye se expresa a través de la formación de un sentido de pertenencia,
identidad y sensaciones de placer, y acercamientos que suelen suplir carencias
afectivas que no supieron recibir en el seno de la familia y el hogar; y que además es
producto de la desinformación y abandono que desencadenan en prácticas sexuales no
saludables, embarazo adolescente, infecciones y enfermedades de transmisión sexual,
violencia de género, y otras consecuencias negativas en relación a su sexualidad.

En ese sentido, es importante conocer la idea del amor de los y las adolescentes
en situación de calle, sus características, dinámica y realidad, a fin de contribuir al
planteamiento de estrategias de intervención que estén orientadas a la prevención de
enfermedades de trasmisión sexual propias de la época tales como el VIH, sífilis,
herpes, etc. y las consecuencias producidas en la vida social de esta población; las
mismas que deberían estar encaminadas a informar, y empoderar sobre la importancia
que tiene una sexualidad responsable y saludable.

La presente investigación se justifica, por cuanto los resultados consideramos


que serán útiles y contribuirán para el diseño de políticas públicas de promoción y
protección de los derechos sexuales y reproductivos de las y los adolescentes en
situación de calle, no obstante la vigencia de la Convención sobre los Derechos del
Niño, que inaugura un nuevo paradigma al reconocerlos como sujetos de derechos,

7
pero que en el caso de las y los adolescentes en situación de calle, constituyen el
último eslabón de una larga cadena de injusticia social desde el siglo XIX4.

1.4. Objetivos de la Investigación.

1.4.1. Objetivo general:

Conocer cuál es la idea del amor en las y los adolescentes en situación de calle y su
influencia en los procesos de construcción de su sexualidad.

1.4.2. Objetivos específicos:

OE1: Identificar las características en la dinámica del enamoramiento de las y los


adolescentes en situación de calle.

OE2: Determinar en qué medida la situación de calle influye en la percepción del amor
de las y los adolescentes.

OE3: Conocer cuáles son las consecuencias de la percepción del amor construido
desde el contexto de situación de calle.

4
“El pacto social de la modernidad/posmodernidad sigue vigente, sin embargo, se encuentra sumida en
una profunda crisis, y sus promesas de libertad, igualdad y fraternidad que aún no se han cumplido
cabalmente. Por ello, hoy día en el Perú la infancia en pobreza y pobreza extrema vive permanentemente
en riesgo social, sintiéndose amenazada por las carencias crónicas a las que se les expone, en un Estado
y sociedad donde los social y afectivo cada día es más precario, y cuyo rasgo característico es el
agravamiento de las desigualdades y exclusiones que afecta la vida y existencia social de la infancia.
Revertir esta situación supone democratizar el Estado y la sociedad para terminar con el racismo en las
relaciones sociales, y de este modo construir un país diferente al actual, recogiendo todas aquellas
experiencias que anuncian el futuro, porque –como decía José Martí- los niños han nacido para ser
felices”. Jaramillo García, Enrique (2018). Pensamiento social sobre la infancia: una mirada socio
histórica desde el Sur global, p. 227. En: Revista teórica crítica en ciencias sociales Discursos del Sur
N° 2. Lima: Unidad de Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM.

8
CAPITULO II

MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL DE LA INVESTIGACIÓN

2.1 Antecedentes del Problema

El tema del amor ha sido estudiado de forma independiente a otros elementos,


lo cual suele confundirse con términos tales como apego, vínculo o atracción sexual.
Al respecto, existen diferentes autores que han estudiado el tema y que consideran que
muchas de las situaciones desarrolladas en relación a tal construcción tienen que ver
con la infancia.

En la infancia los lazos emocionales se establecen con los padres en busca de


protección y apoyo, los cuales prosiguen a lo largo de todo el ciclo del
desarrollo, pero complementados por nuevos lazos de acuerdo a los periodos
evolutivos. Más tarde esto se hace extensivo a la relación de pareja. (Ureta,
2005, p.31)

En tal sentido, el amor tiene su origen en elementos como: el mundo interno,


compuesto por los objetos amados y odiados, buenos o malos que se forman desde el
principio de nuestra vida; el mapa interno formado por los elementos del mundo
interno brinda los indicadores del tipo de relaciones que tendremos (pareja); y la
identidad y autoestima: elementos que deberán ser formados durante la infancia donde
se sientan las bases para un desenvolvimiento equilibrado, que de no ser así, la persona
buscará otros referentes que le permitan cumplir con esta función.

El estudio de este sentimiento, sus conceptos y formas han ido cambiando


según el espacio y cultura en el que se desarrollan, aunque el aspecto científico, es una
de las pocas aristas el cual algunos autores se han atrevido estudiar. Actualmente,
existen algunas investigaciones sobre este sentimiento desde una base científica,
refiriendo que el amor está totalmente enraizado con el tejido del cerebro humano. Así
en esta etapa se suele idealizar al ser amado y hasta los defectos son minimizados e

9
incluso pueden ser amados, esto se denomina el efecto de los lentes rosas 5, de aquí es
que deviene el concepto o creencia popular de que el “amor es ciego” (Fisher, 2004,
p.24).

De esta manera, se desarrolla el pensamiento intrusivo, porque es imposible


dejar de pensar en esa persona, piensas en él o ella todo el tiempo, y suelen surgir
también una serie de acciones y emociones desde el tartamudeo hasta la sudoración,
se puede dormir y comer muy poco, se puede pasar de la euforia y la felicidad si el
amor es correspondido, hasta la desesperación y frustración cuando no lo es y se está
en busca de señales que de alguna forma puedan expresar lo que la otra persona siente.
Todas estas manifestaciones del amor son producidas por sustancias químicas que
existen en el cerebro del ser humano como es la dopamina, la norepinefrina y la
serotonina.

La dopamina está vinculada con la concentración, atención, éxtasis y


motivación. En este proceso, la norepinefrina produce testosterona de allí que se
vincule con el deseo sexual, por otro lado, la intensidad y la obsesión por la persona
amada están vinculados con los bajos niveles de la serotonina (Fisher, 2004, p.70). De
esta manera, en muchas ocasiones hemos llegado escuchar decir a alguien que es
“vulnerable al amor” o que “se enamora muy rápido”, claro está que enamorarse es
una experiencia agradable, placentera y vital, sin embargo, las experiencias van
tomando relevancia, ya que mientras más experiencias se tengan se considera que
mejor será la relación que vendrá.

Ahora bien, como se mencionó líneas arriba, las nuevas experiencias en la vida
y existencia de las personas son consideradas también como amor, cuyos estándares
son cada vez más bajos, ya que conocer a una persona en una fiesta o reunión, atraerse
y tener relaciones esa misma noche, es catalogado como “hacer el amor”, frase
vinculada al acto sexual, lo que en la jerga popular se conoce como “choque y fuga”,
donde una vez conseguido el acto sexual no se establece ninguna relación afectiva o
amorosa duradera sino por el contrario se muestra como una reacción al deseo

5
El efecto de los lentes rosas es un término desarrollado exhaustivamente por Hellen Fisher quien en
su libro Por qué Amamos (2004) hace mención a la etapa de ilusión que se vive durante el
enamoramiento colocando como referencia el estudio realizado a jóvenes estadounidenses y japoneses
quienes referían que, si bien reconocían que la persona amada tenia defectos, estos poco o nada les
importaban.

10
observando al amor como la respuesta al estímulo o como aquello que se puede
consumir para después desechar , el cual es a su vez una de las características de la
modernidad líquida, concepto que concibe a la sociedad, instituciones y relaciones
como inconsistentes y con cambios constantes (Bauman,2005a).

En tal sentido, en la dinámica de las y los adolescentes en situación de calle se


suele confundir la atracción sexual con el amor romántico, a ello se suma el débil
vínculo social y afectivo que existió con la familia, y la influencia recibida de parte de
los amigos, la misma que se va intensificando; y es aquí que surge el gusto por conocer
los riesgos que ofrece el “amor” sexual, enfrentarlos, asumir una serie de desafíos, y
de esta manera ir construyendo nuevas experiencias positivas o negativas, sea en el
campo laboral, amical o amoroso y que constituyen las bases de un nuevo modo de
vida. En ese sentido la presencia del amor en esta población puede motivar el
desarrollo de la lealtad en las relaciones y protección, por un lado, así como la
presencia de algunos conflictos internos, respecto a ello algunos estudios refieren que
existe una relación entre el romance y el sexo, con la peligrosidad y la violencia con
la que se ejerce, los cuales se conjugan fácilmente en un escenario sórdido, indiferente
y de riesgo permanente que es la calle (Sanabria, Asperilla y Roca, 2014).

De este modo, conocer la concepción y formas de amor son de vital importancia


debido a que a partir de ella se van constituyendo las nuevas estructuras sociales e
incluso relaciones de pareja, ahora es común decir “tengo una relación”, antes de decir
“estoy casada o casado” a pesar de que el matrimonio era el acto por excelencia
aceptado y validado socialmente (Giddens, 1999, p.73).

En consecuencia, en un mundo desbocado por la globalización donde las


prácticas locales y valores de la sociedad se ven desarraigadas por influencia de
relaciones sociales globalizadas, que han llegado al Perú como un torbellino
indetenible que ha penetrado hasta los más profundo de nuestros corazones, vidas
emocionales y a la que no podemos abstraernos. Las relaciones sexuales y amorosas
han transformado radicalmente nuestras vidas privadas (Giddens, 1999, p. 65),
realidad de la que no se escapan las frágiles relaciones que se establecen entre las y los
adolescentes en situación de calle.

11
2.2. Bases teóricas

2.2.1. El Amor

2.2.1.1. Antecedentes del amor

El amor es un sentimiento universal presente en las relaciones humanas, el cual


ha sido motivo de discusión para los grandes pensadores de la época, hecho que se ve
reflejado en diversas obras de la literatura, poesías y mitos que han tenido como
protagonista principal al amor a lo largo de la historia. Al respecto, se recurre a la
mitología griega para explicar los orígenes del amor, debido a que este conjunto de
historias son las únicas capaces de dar una explicación a ciertos fenómenos e incluso
personificar los sentimientos, en tiempos de ausencia de la ciencia y la tecnología.

Cabe precisar, que uno de los orígenes del amor, se encuentra en la antigua
Grecia, específicamente en la obra El Banquete, donde Platón hace referencia al origen
de este sentimiento el cual tiene relación con el origen de la naturaleza humana; en ella
uno de los invitados Aristófanes hace mención al origen del amor, refiriendo que
inicialmente existían unas especies con dos cabezas, cuatro brazos, cuatro piernas y
dos órganos. Estos seres eran muy poderosos, en varias oportunidades habían intentado
conspirar contra los dioses, acción que merecía un castigo; es así que el Dios Zeus
decide partirlos en dos mitades a fin de que también perdieran fuerza, dando origen a
la añoranza que una mitad sentía por la otra y que cuando se encontraban el abrazo era
eterno, como era inicialmente, y si uno de ellos moría la mitad que quedaba buscaba
una mitad a quien abrazar y de esta forma las mitades seguían viviendo y muriendo.

Por ello se dice que el amor a la otra mitad es innato en las personas, porque
todos llegamos al verdadero origen de la naturaleza humana, extrañamos la presencia
de la persona amada, y si esa persona ya no existe en nuestras vidas sociales y
emocionales, entonces buscaremos a quien abrazar; es de esta manera que el ser
humano se siente pleno y seguro con aquel complemento amoroso (Casanova, 2011,
p. 33).

12
En otro extracto de la obra El Banquete6 surge la discusión entre Diotima quien
al ser interrogada por Sócrates menciona lo que sería el origen del amor. Así en su
obra Ureta (2005), menciona en un intento de definir y conocer el origen del amor:

Cuando nació Afrodita, los dioses celebraron un banquete, y entre ellos


estaban también el hijo de Metis (la prudencia) y Poro (el recurso). Una vez que
terminaron de comer, se presentó a mendigar, como era natural al celebrarse un
festín, Penia (la pobreza) y se quedó a la puerta. Poro entre tanto, como estaba
embriagado de néctar - aún no existía el vino- penetró en el huerto de Zeus y en el
sopor de la embriaguez se puso a dormir. Penia, entonces tramando, movida por su
escasez de recursos, quiso hacerse un hijo de Poro, del recurso, se acostó a su lado
y concibió al amor. (pp. 46-47)

Según este relato, el amor es siempre bello por ser concebido en la fiesta de
Afrodita; sin embargo, tiene la herencia de su madre siempre carente, con necesidad
de unión con aquello que brinde plenitud y satisfacción, complementándose con lo que
ha heredado de su padre, el recurso de celebrar el amor a pesar de la pobreza. Este es
un hecho real en el caso de las y los adolescentes en situación de calle, que siempre
celebran el amor a su manera como si fuese un banquete terrenal; metafóricamente
hablando, todos los días, se acuestan, sueñan y se levantan con el amor romántico, un
amor intenso pero que a la vez se desarrolla en medio del dolor y la violencia.

Si bien es cierto que el amor en la mitología griega tiene muchas


interpretaciones, ésta es una de las más desarrolladas al explicar aquello que hasta
ahora se puede evidenciar, ya que frente a esa necesidad de amar se encuentra el amado
y cuando el amor es correspondido nos sentimos plenos, felices, satisfechos, alegres,
esto como herencia de Poro, mientras que cuando el amor se aleja o no es
correspondido nos sentimos tristes, en la más grande pena, esto como herencia de
Penia. Esta dualidad nos haría ver que cuando uno ama también sufre. Y esto lo
expresan claramente las y los adolescentes en situación de calle, sin embargo, durante
la investigación se pudo evidenciar que existen algunas dificultades de parte de los
adolescentes al momento de expresar sus sentimientos de tristeza, así solo el 33%

6
Una de las obras del amor más antiguas e importantes por la riqueza literaria de sus diálogos en relación
al amor, en ella participan Fedro, Pausanias, Erixímaco, Aristófanes, Agatón, pero quien finalmente
cierra la discusión fue Platón quien hace mención a Sócrates dentro de su discurso. Fedro es también
una de las obras que resalta el tema del amor, sin embargo, se incorpora aquí el elemento sexo.

13
refiere que sufriría al término de relación esto a diferencia de las mujeres que lo harían
en una tendencia mayor. (Ver figura 01)

Siglos más tarde el cristianismo le daría un sentido particular al amor refiriendo


que hay un Dios único, universal, y que no diferencia a las personas por su raza,
religión o cultura; por el contrario, considera al hombre como el centro de toda
manifestación de amor. Se llega a una etapa en la que se empieza a enaltecer y
sacralizar al individuo considerándolo como el sujeto principal del amor de Dios, y
surge la concepción de que el amor entre el hombre y la mujer son pura manifestación
de su amor. De esta manera, el amor se plasma en el matrimonio donde los sujetos son
los cónyuges, y los hijos son vistos como fruto del amor, y no como personas que solo
van a preservar la prole o el patrimonio.

Durante esta época, el adulterio de la mujer será considerado un pecado mortal,


pero que podía ser perdonado, además había otros aspectos que se empezaron a
promover y que generarían un cambio de actitud, como por ejemplo amar a los
enemigos, en un contexto donde el enfrentamiento y la ira era un sentimiento por
decirlo de alguna manera tradicional e irreconciliable (Kogan, Castro, Ortiz, Cáceres
y Vega, 1995, p. 28).

No podemos dejar de señalar, que históricamente, en la edad media el amor


tuvo sus propias expresiones y características, estando a cargo de trovadores y poetas
líricos, quienes tenían contradicciones en sus relatos, ya que algunas veces colocaban
a la mujer como un objeto pasivo, mientras que en otro momento la enaltecían
expresando una gran admiración hacia ella. En este contexto surge el amor cortés, que
no es un amor romántico, ni tampoco se refiere el amor tradicional, producto del
simbolismo catolicista que se da dentro del matrimonio, sino que era un deseo de una
persona célibe hacia una mujer casada; frente a ello la iglesia niega que exista un amor
apasionado, ya que considera que el único amor y, el necesario era el amor a Dios, por
tanto, el deseo carnal es considerado un pecado y ese deseo o expresión de amor era
considerado como algo negativo del cual uno debía abstenerse y si no podía hacerlo la
solución estaba en el matrimonio, incluso este deseo te impedía comulgar (Carrizo,
2011, p. 37).

14
Este tipo de amor era propio de la gente que en ese tiempo era considerada con
mayor rango social definido como adulterio, y que con el tiempo fue expandiéndose
hasta ser una práctica del pueblo, donde se empieza a conjugar con elementos como
elección, placer, amor, que se considera dan lugar al surgimiento del amor romántico.
En el caso de la sociedad peruana, una sociedad tradicional y conservadora, las
relaciones amorosas, románticas y clandestinas basadas en el adulterio eran
condenadas y rechazadas, y las mujeres que gestaban a un niño o una niña, como
producto de las relaciones amorosas clandestinas y adúlteras, eran estigmatizadas
como madres vergonzantes, por la forma de experimentar la sexualidad. De esta
manera, la vida de hombres y mujeres adquieren sus significados y sus referentes
emocionales, y por lo tanto de conducta, de acuerdo con las configuraciones de la
estructura familiar, surgidas para algunos casos como producto de una relación
amorosa como resultado del adulterio (Mannarelli, 2018).

De otra parte, cabe señalar que en el siglo XIX en Europa se desarrolla el


romanticismo, movimiento cultural y artístico, el cual estuvo caracterizado por darle
importancia a los sentimientos, la imaginación y fantasía sobreponiéndose a la razón.
Esta época provoca el desarrollo de géneros literarios como la poesía, la novela y el
teatro, y por tanto el amor es idealizado a tal punto que se consideraba que la mujer
era el camino para llegar a Dios, de allí que el amor sea considerado como un principio
divino, incluso se pueden rastrear las primeros signos de idealización de la mujer en
las obra de arte, mayormente de orden pictórico.

Así también, cabe señalar que a partir de esta creencia se han ido desarrollando,
en la civilización occidental7 nuevos conceptos respecto al amor, el cual es
considerado como un sentimiento innato en el ser humano, y que inicialmente se
desarrollaba fuera del matrimonio, institución social que se encargaría del
funcionamiento y sostenibilidad del entramado social (legitimidad, reproducción,
patrimonio), a ello era opuesto aquel amor que se daba fuera de ella y cuya relación se
daba por causas solo sexuales, efímeras, sin durabilidad y basado en los cuerpos. A
partir de ello es que se desarrolla el modelo hegemónico en el que se conecta el amor

7
“Al respecto podríamos citar al ensayista rumano E. M. Cioran, cuando dice: “Lo que llamamos
civilización nos enseña cómo tomar posesión de las cosas, cuando en realidad debería iniciarnos en el
arte del desprendimiento, pues ni la libertad ni la ‘vida real’ existen sin el aprendizaje de la
‘desposesión’”. La cual facilitará, posteriormente, la posibilidad de amar”. Ureta de Caplansky, Matilde
(2005). Op. Cít. P. 52.

15
con el matrimonio, comprendida aun como una demostración de amor (Saiz, 2013,
p.6).

Por otra parte, en oriente el amor es comprendido como un arte, como una
forma de transmitir energía a alguien más, y por el contrario es un proceso donde uno
debe liberarse del sufrimiento sin dejar de entender al otro, además tienen claro que
nada dura para siempre, considerando que este tipo de ideas solo los alejaría de la
realidad, cabe precisar que si bien se han dado algunos cambios aún es muy fuerte la
influencia de la familia, sus tradiciones y su mística. Por el contrario en occidente se
consideraba al amor como un elemento, irracional, vinculado al sufrimiento y ello
como una emoción natural y como prueba de que uno realmente ama, que deja al
individuo completamente vulnerable y expuesto a elementos externos en el que existen
dos tipos de amor, el primero, vinculado con la carencia y el sufrimiento, aquí podemos
mencionar a Platón y los mitos griegos; y el segundo, otro concepto de amor como una
enfermedad, vinculado a la pasión, enamoramiento y que nada se puede hacer frente a
ello. Estas ideas se han implantado de tal manera que se convierte en la concepción
hegemónica que hasta ahora hemos heredado, y es la causa de la gran cantidad de mitos
románticos8 (Kreimer, 2003, p. 201).

2.2.1.2. Teoría del Amor de Alan Lee

El amor ha sido estudiado desde hace siglos por pensadores, filósofos, literatos
occidentales. Platón es uno de los personajes más reconocidos en la época griega y a
él se le atribuye un tipo de amor, el denominado amor platónico, el cual ha sido
utilizado para referirse al amor no correspondido, al amor idealizado o no explicitado,
concepto que dista erróneamente de la verdadera concepción filosófica del amor.

Al respecto, Casanova (2011) dice que este tipo de amor tiene su base en la
belleza del alma y en el amor perfecto el cual se desarrolla en el plano netamente
espiritual, más no en el sexual, ya que si existe un deseo que llega a predominar en la
conducta psicosocial de la persona esto sería desenfreno más no amor. Para Platón, el

8
En los últimos años se han ido desarrollando una serie de investigaciones respecto a la concepción
hegemónica del amor romántico, estos estudios han dado cuenta de la relación y el vínculo existente
con lo que se denomina violencia de género.

16
verdadero amor se encuentra en el mundo de las ideas solo ahí es perfecto, y la realidad
no llega a alcanzar la esencia de este sentimiento (p.31).

Sin embargo, en la actualidad uno de los autores que ha definido y ha hecho


una exhaustiva investigación sobre el amor es John Alan Lee, sociólogo y escritor
canadiense, autor de más de 300 libros e investigaciones vinculadas a la comunidad de
Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT)9, así como también al amor y la
sexualidad. El año 1973, escribe una de sus obras más destacadas “Los colores del
amor” donde desarrolla su teoría del amor en el que hace referencia a las diversas
manifestaciones del amor que surgen a partir de las construcciones que socialmente se
van adquiriendo con relación a las formas de pensar, y de las experiencias previas de
la vida cotidiana. En este sentido, al igual que los colores primarios, existen tres tipos
de amor básico del cual se van a desprender los otros tres tipos de amor secundarios,
lo cuales se detallan a continuación:

a) Eros (amor pasional), vinculado a la pasión romántica, la atracción sexual y el


compromiso con la otra persona. En el Eros hay una atracción intensa tanto física, así
como emocional. Sánchez (2006) dice que en este tipo de amor las personas que se
aman tienen claro lo que quieren y presentan mucha seguridad en sí mismos (citado en
Cooper V. y Pinto B., 2008, p. 183).

b) Ludus (amor lúdico), es un amor de juego, no hay compromiso, es más permisivo,


no hay implicancia emocional y no hay expectativa de futuro como pareja. El sexo es
visto como un juego y una diversión. Los encuentros tienen periodos muy cortos donde
el amor es más una cuestión de placer que de emoción, por lo tanto, ambas partes deben
tener presente que no habrá un involucramiento emocional, ni mucho menos una
mayor expectativa sobre el futuro. Se espera que ambas partes observen esta relación
como una diversión del momento, por lo que las reglas de juego son claras desde el
inicio mismo de las relaciones.

c) Storge10 (amor amistoso), es el amor de compañeros, de amigos, existen similitudes,


afinidad de gustos, este sentimiento se basa en el cariño y la confianza que se han ido

9
LGBT es la sigla utilizada para mencionar a Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales, si bien se
vienen incorporando otras formas de orientación sexual esta es la sigla más utilizada. Cabe mencionar
que Alan Lee además fue un activista a favor de los derechos LGBT, y cuenta con una serie de
investigaciones vinculadas a ello, además del amor y la sexualidad.
10
Concepto griego utilizado para el afecto natural, como el de padres a hijos y viceversa.

17
desarrollando lentamente, lo que la hace una relación sólida, pero escasamente
pasional, su forma evolucionada es la amistad, ya que es más importante que la
satisfacción sexual.

Las relaciones amorosas se caracterizaran por uno de estos elementos: pasión,


juego o amistad; que de no contar con la intensidad de los mismos de manera
individual, darán inicio a los estilos secundarios:

d) Manía (amor obsesivo), compuesto por el Eros y el Ludus, es un amor posesivo y


dependiente, es demasiado apasionado con una alta dosis de celos. Este tipo de amor
se caracteriza por la dependencia y la desconfianza mutua. En esta relación las partes
muestran ansiedad cuando la pareja está ausente porque existe un miedo a la pérdida
del amor mutuo.

Fricker y Moore (2002) refieren que la persona amada piensa constantemente


en su pareja y siente la necesidad de que ese sentimiento sea correspondido de la misma
forma, además se considera necesario confirmar la validez de ese amor, reafirmándolo
constantemente con la finalidad de fortalecer el vínculo amoroso entre la pareja (citado
en Cooper y Pinto, 2008, p. 184).

En el caso de las y los adolescentes en situación de calle, por el débil vínculo


social y afectivo desarrollado en la infancia, este tipo de amor con mayor dependencia
podría generar reacciones impredecibles, que muchas de las veces podrían ocasionar
frustraciones, autolesiones, y suicidios al no verse correspondidos; y/o al no lograr el
fortalecimiento del vínculo amoroso con la pareja.

La tendencia a reafirmar el amor hacia el otro y viceversa, está estrechamente


ligada a la dependencia de la otra persona, debido a la inseguridad en sí mismo, y el
debilitamiento del vínculo caracterizado con el elemento celos, que es una
característica que no se aleja de la realidad de los adolescentes encuestados; esta
tendencia es mayor en las mujeres encuestadas quienes en un 63 % refirieron que sus
parejas las podrían estar engañando con otras personas. (Ver cuadro 02). Cabe
mencionar que el elemento celos ha sido considerado dentro de los mitos del amor
romántico como una expresión de amor. Este resultado es importante debido a que
evidencia la dependencia emocional hacia la pareja, y que, si bien ésta es una edad
donde se van desarrollando nuevos tipos de relaciones y sensaciones, es necesario

18
analizar e identificar una relación que puede tener a los celos, el control de la relación,
y la inseguridad como elementos que las caractericen.

e) Pragma (amor pragmático), este estilo de amor es una mezcla de Ludus y Storge,
es un amor práctico, utilitario caracterizado porque se elige a la persona considerada
adecuada a partir de algunos criterios que pueden estar vinculados a la educación,
edad, religión, ideas, etc.; ambos ven al amor como algo práctico.

En el caso de las y los adolescentes en situación de calle estos comparten una


serie de experiencias, afrontan juntos una serie de situaciones y que finalmente se
conjuga con elementos como el juego y la diversión. No hay diferencia por sexos y
cerca de la mitad de los entrevistados evidencia este tipo de amor (Ver cuadro N°3).

f) Ágape (amor altruista), un amor que perdona a pesar de los errores de la


persona amada. Este amor es la combinación o sumatoria del eros y del storge, lo que
la hace un estilo de amor intenso y amigable. Según Buyukflahin y Hovardalaou
(2004) aquí prevalece el amor por el otro antes de sus mismas necesidades y existe una
tendencia al perdón y al apoyo a la pareja a pesar de los errores cometidos por la misma
(En Cooper y Pinto, 2008).

Respecto a ello según la investigación realizada con adolescentes en situación


de calle un 40% refirieron que serían capaces de perdonar. Este tipo de amor demuestra
que la persona se encuentra bajo el denominado efecto de los lentes rosas, donde
ambos pasan por alto diversas situaciones no deseadas; y en nombre del amor cualquier
elemento puede pasar por alto lo que incluyen agresiones o consumo de drogas. Sin
embargo, frente a la misma pregunta surgieron respuestas como: “no perdonaría una
infidelidad”, “si me engaña no la perdonaría” lo que expresa que la infidelidad o la
traición son elementos que les afectaría de sobremanera (Ver figura 04)

2.2.1.3. La Teoría triangular del Amor según Sternberg

Otro investigador de la temática fue Sternberg11 (1989) psicólogo


estadounidense quien conceptualizó el amor de la siguiente manera: “conjunto de

11
Robert Jeffrey Sternberg, ha dedicado sus estudios a temáticas vinculadas a la inteligencia, sin
embargo, es uno de los pocos investigadores que ha hecho un estudio exhaustivo del amor, autor de la
Teoría Triangular del amor y del libro El Amor es Como una Historia, estudio que invita conocer el

19
sentimientos, pensamientos y deseos que, al ser experimentados simultáneamente, dan
como resultado la compleja experiencia que llamamos amor”. Si bien es difícil
conceptualizar este término, es más difícil medirlo por lo que planteó la Teoría
Triangular del Amor que está compuesto por elementos que forman los vértices de un
triángulo equilátero como la intimidad, la pasión y el compromiso, y cuya unión entre
las mismas daban origen a un tipo particular de amor (Pinto, 2008, p. 28), el cual
contiene las siguientes características:

a) La intimidad es la situación que promueve la conexión, el afecto, el vínculo, el


grado de confianza y el apoyo ante momentos difíciles con la pareja, esto
significa buscar el bienestar de la persona amada, así como el logro de la
felicidad, por lo que resulta importante el desarrollo de una personalidad
autónoma, independiente para así mantener el equilibrio entre autonomía e
intimidad.
b) El compromiso es la certeza de amar a una persona determinada, compartir
sueños, ilusiones y cosas juntos por mantener ese amor. Está conformado por
dos aspectos vinculados a la temporalidad; a corto plazo, que tiene que ver con
la decisión de amar a una persona; y a largo plazo, que tiene que ver con
sostener ese amor con planes a futuro.
c) El último elemento es la pasión, vinculada con el deseo de unión corporal con
el otro, aquí se vinculan elementos como la atracción y el deseo mutuo. Estas
relaciones basadas solo en este elemento se consideran de corta durabilidad.

A partir de estos tres elementos, el autor hace una clasificación de otros tipos
de amor, donde la intensidad de los elementos mencionados va variando y determina
un tipo de amor, el cual se detalla a continuación:

a. Cariño: está caracterizado por una relación de amistad mutua.


b. Flechazo: sobresale la pasión, más que la intimidad o el compromiso, por
ejemplo, el amor a primera vista.
c. Amor vacío: prima el compromiso dejando de lado la intimidad y la pasión.
Ello se expresa al término de una relación.

amor a partir de diferentes relatos y experiencias, y como a partir de ellas poder corregir algunas
situaciones.

20
d. Amor romántico: en este tipo de amor sobresale la intimidad y la pasión, mas
no el compromiso, es lo que podría llamarse un amor pasajero.
e. Amor fatuo: este tipo de amor surge de la pasión, que se conecta con el
compromiso, dejando de lado rápidamente la intimidad, el cual le daría a la
relación una influencia estabilizante y profundizadora.
f. Amor compañero: es el amor de larga duración donde la atracción física y los
elementos pasionales han desaparecido. Sin embargo, existe un compromiso y
cariño, este tipo de amor se desarrolla en el plano familiar o amical, más en la
realidad concreta no suele ser común en las relaciones de pareja. Ejemplo de
ello son los “mejores amigos”.
g. Amor perfecto o completo: es el que combina los tres elementos, es el tipo de
amor que todos desean alcanzar y que, si es posible, aunque difícil de mantener
en el tiempo y en una modernidad líquida (Bauman, 2005). La falta de amor
no está considerada, porque en ella no existen ninguno de los elementos,
aunque la relación se sostiene, pero por otras variables.

Si bien es interesante la teoría planteada por Sternberg, para efectos de la


investigación y por lo consistente de la información se optó por considerar la Teoría
de Alan Lee para explicar algunas formas y manifestaciones del amor de las y los
adolescentes en situación de calle.

2.2.1.4. El concepto de Amor en las relaciones humanas

Iniciaremos este subcapítulo conceptualizando la palabra amor desde la


propuesta de la Real Academia Española (RAE) (2001):

Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia,


necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Sentimiento hacia otra
persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo
de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y
crear. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.

Estas definiciones están ligadas al concepto tradicional y romántico del amor,


debido que está vinculado con la entrega, complemento y como aquello que
nos conlleva a la plenitud. Así, Grant (1980) manifestaba que el amor en su

21
esencia estaba “relacionada con el interés por el bienestar del otro” (p. 56).
Ahora, esta definición al parecer muy ambigua estaba también relacionada con
el concepto de amistad, donde también existe un cariño y se desea el bien por
la otra persona. Sin embargo, según el autor “cuando la atracción de esta clase
conduce a contactos físicos más íntimos, la experiencia es amorosa” (p. 63).

Claro está que al pasar de los años el amor ha estado vinculado con términos
como amistad, apego o atracción por tener similitudes en su concepto y características,
y que suele confundirse entre los adolescentes. En esta etapa estos amplían su círculo
de amigos, existen un mayor contacto con sus pares y suelen desarrollarse este tipo de
emociones, de allí que el autor haga una marcada diferenciación entre estos términos.

No olvidemos que el amor es un tema que fue estudiado y reconocido con


mayor intensidad en el campo de la psicología, la historia y la literatura a través de sus
poesías, así tenemos a Pablo Neruda con sus 20 poemas de amor y una canción
desesperada, u obras literarias como Romeo y Julieta de William Shakespeare. En el
campo de las ciencias sociales su estudio se ha intensificado recientemente y ello a
partir de la denominada crisis de los paradigmas, pues la atención estaba solo basada
en las carencias, problemas de algunos sectores socioeconómicos, de allí que se
empezó a investigar también elementos vinculados al amor y la afectividad. Es
necesario mencionar al respecto la propuesta de la pedagogía de la ternura de
Alejandro Cussianovich, docente universitario y miembro del Instituto de Formación
para Educadores de Jóvenes, Adolescentes y Niños, Niñas trabajadores de América
Latina y el Caribe (IFEJANT) quien afirma que a la niña, niño o adolescente, hay que
ofrecerles espacios de amor, afecto y ternura (Cussianovich, 2016).

Giddens define al amor como “una realidad construida y relacional […] que
nos permite ver que podemos descifrar las negociaciones que se están produciendo
entre hombres y mujeres en el ámbito privado y cómo ello influye de una manera
subversiva sobre otras instituciones sociales” (Kogan et al, 1995). Actualmente, las
investigaciones y los estudios sociales no están vinculados solamente a la esfera
pública, sino también a la esfera privada; así, por ejemplo, las relaciones entre dos
personas que se dan en el seno de la familia repercuten en las otras instituciones
sociales; y también en la vida y existencia social de las personas.

importancia del estudio

22
Otra autora, Herrera, (2013, citado en Carvajal, 2017) respecto al amor
manifiesta que:

Es un producto mítico que posee, por un lado, una base socio biológica que se
sustenta en las relaciones afectivas y eróticas entre humanos y por otro, una
dimensión cultural que tiene implicaciones políticas y económicas, dado que lo que
se supone que es un sentimiento individual, en realidad influye, y modela las
estructuras organizativas colectivas humanas. (p.12)

Al respecto, cabe mencionar que desde una mirada social el concepto de amor
permite tener una visión panorámica de este sentimiento que va más allá de la relación
entre dos personas, que si bien tiene una base biológica y según estudios realizados
por otros investigadores también tiene una base científica; hay una dimensión cultural
construida y aprendida según el orden social imperante, y que van a sostener las
estructuras sociales que permanecen hasta ahora.

En ese sentido el autor pone énfasis en una de las características planteadas por
algunos investigadores, considerando la atención como elemento clave y como aquello
que permanece durante toda la etapa del enamoramiento, ello implica el pensar
constantemente en esa persona y considerarla como alguien sumamente especial e
incluso idealizarla a tal punto de negar la realidad o sus defectos y que en el caso de
las y los adolescentes, al darse en medio de la situación de calle, acarrea que ésta sea
más intensa debido a la libertad con la que desarrolla la dinámica de su relación
socioafectiva. (Ver Figura N°5)

Con respecto a lo considerado sobre el amor, Bauman (2003), explica que una
de las aristas del concepto de amor hace mención al Simposio de Platón manifestando
que:

Amar es desear, concebir y procrear, y por eso el amante busca y se esfuerza por
encontrar la cosa bella en la cual pueda concebir. En otras palabras, el amor no
encuentra su sentido en el ansia de cosas ya hechas, completas y terminadas, sino
en el impulso a participar en la construcción de las cosas. (p. 21)

23
Bajo esta construcción de ideas se entiende por qué muchas personas refieren
sentirse plenas o realizadas con el hecho de ser padres y constituir una familia, lo que
da cuenta -más allá de que se acepten o no estas definiciones- de la diversidad de
miradas existentes cuando se habla y trata del amor. Sin embargo, este concepto se
vincula con el mito de la media naranja el cual menciona que la plenitud del amor se
logra gracias a la unión con la otra persona lo que metafóricamente sería la media
naranja restante.

Actualmente, existe un abanico de prioridades para las mujeres, situación que


parece no haber cambiado mucho en las adolescentes en situación de calle, ya que ven
con mayor necesidad la conformación de una familia, cuyas carencias afectivas suelen
trasladarse a las personas de la cual están enamoradas, situación que cuenta con
grandes posibilidades de desarrollarse, más aún, en el contexto de la calle donde el
abanico de posibilidades respecto a su proyecto de vida es mínimo más aún si su
esperanza y oportunidades de cambio son cada vez menores. (Ver figura N°6)

Cabe precisar, que el tipo de amor a los que se hace referencia no es el que se
siente por un hermano, un hijo o un padre, sino que se refiere al amor de pareja, o a
aquel que siente por quien nos sentimos atraídos, y que tiene sus primeras apariciones
en la adolescencia, y que se desarrolla como parte de un proceso natural de crecimiento
del ser humano.

2.2.1.5. Perspectiva científica del amor

El estudio científico del amor está basado en el amor de pareja, que por
momentos parece incontrolable, y que puede traer felicidad, pero también te puede
llevar a la más profunda depresión, ello como resultado de la actuación de una serie de
sustancias químicas ubicadas en el tejido cerebral. Una característica del amor
romántico es la de engrandecer al ser amado, alabando sus virtudes e incluso
minimizando sus defectos, algo que sucede en este proceso es que uno se concentra en
todo aquello que está vinculado con el ser que ama y frente a ello surgen una serie de
sensaciones como: tartamudeo, sudoración, nerviosismo, etc. (Fisher, 2004, p.26).

El concepto del amor científico según Fischer (2004) es que “el amor romántico
es un sentimiento humano universal, producido por sustancias químicas y estructuras

24
específicas que existen en el cerebro” (p.69). Según el estudio realizado por la autora,
la dopamina, norepinefrina y la serotonina son sustancias químicas que producen
muchas de las sensaciones originadas por el sentimiento del amor.

De otra parte, existen situaciones que facilitan la aparición del amor romántico
y la existencia de momentos de vulnerabilidad, agitación o estrés que van liberando
algunas hormonas, como por ejemplo la dopamina, neurotransmisor ubicado en
algunas regiones del cerebro y que regula la motivación y el placer del ser humano. La
dopamina en el cerebro también estimula la concentración y la atención, excluyendo
muchas veces otros elementos que lo rodean, por considerar a la persona que amas
como única. Otras sensaciones vinculadas con esta sustancia química son la
dependencia y el ansia que son síntomas de la adicción, asociado a los niveles
anormales de dopamina, así mismo los síntomas ante la abstinencia al consumo de
drogas y los que se producen cuando una relación se termina son los mismos a las
horas y días de concluida la relación amorosa.

Cabe resaltar que esta sustancia es importante porque permite el desarrollo de


actividades placenteras como la alimentación, relaciones sexuales, espacios de
diversión y ocio, etc., los cuales son reforzadores naturales. Sin embargo, también
existen los reforzadores artificiales como las drogas, la ludopatía, donde el aumento
de dopamina es exagerado y con el tiempo el circuito de recompensas puede ser bajo,
reduciendo la capacidad de cualquier tipo de placer convirtiéndose en una adicción.

Por otro lado, se encuentra la norepinefrina una sustancia química cuyos altos
niveles son causantes de algunas características del amor romántico, tales como:
euforia, insomnio, pérdida de apetito, etc. características que se encuentran en personas
muy enamoradas. En las y los adolescentes en situación de calle, según el presente
estudio, se observa que nunca o casi nunca descuidaron actividad alguna, como por
ejemplo la actividad de “laburar”12, ello porque las y los adolescentes en situación de
calle cuentan con un vínculo social y afectivo familiar bastante débil, y las barreras o
limitaciones para acceder y estar en contacto con sus parejas son mínimas (Ver figura
N°7).

12
“Laburar”, jerga de origen argentino adaptada al español peruano, y que en la jerga de los niños, niñas
y adolescentes en situación de calle significa arrebatar algún bien de los transeúntes para poder comprar
alimentos y sustancias psicoactivas, tener algún sustento económico, como vender caramelos, ser
jalador de carros, recurrir a la mendicidad o robar.

25
Otra sustancia química importante es la serotonina, que es la responsable de
ese pensamiento profundo, constante e irresistible sobre la persona amada, de allí que
muchas personas enamoradas se duerman y levanten pensando en él o ella. Esta
sustancia también permite que se resalten siempre las cualidades de la persona amada,
llegando incluso a enamorarse también de sus defectos. Cómo ya se ha mencionado
Fischer (2004) lo denomina el efecto de los “lentes rosas” donde todo se ve en positivo
al punto de negar la realidad concreta (p.24).

Así mismo no podemos dejar de señalar, que la capacidad de amar es


desarrollada también gracias a cada una de las funciones cerebrales, así tenemos a la
corteza pre frontal que permite desarrollar la inteligencia y el razonamiento; el cerebro
que permite sentir, las amígdalas que se encuentran debajo de la corteza y es la que
genera emociones fuertes y violentas, el hipocampo permite almacenar recuerdos
(memoria), y el núcleo caudado humano el cual permite tener una atención
concentrada y motivación para obtener recompensas.

En conclusión, la perspectiva científica que trata sobre la biología cerebral del


amor permite dar una explicación a las manifestaciones de deseo, atención, negación
de la realidad y otros elementos propios y característicos de quien está completamente
enamorado. La particularidad está cuando este sentimiento se desarrolla en el cerebro
de un adolescente, quien pasa no solo por una serie de cambios biológicos, sino
también psicológicos, sociales y existenciales, en este último se sumarían los
elementos externos como la vida en la calle donde las y adolescentes pasan sus horas,
días, meses y años13, este es el caso de la población objetivo.

2.2.1.6. Mitos del amor romántico en la vida y existencia social del ser humano

Los mitos son creencias que se van transmitiendo de generación en generación,


considerados como una verdad, por lo que los grupos sociales suelen resistirse a
cambio alguno. Los mitos del amor romántico, son creencias de lo que para muchos

13
“Bromean y juegan permanentemente juegos eróticos, pero no hablan sobre la propia sexualidad ni
de la violencia sexual que viven. Nos indican qué chica del grupo es la enamorada de tal o cual es la
que ya han prostituido o qué chico ha sido violado y cuál ha sido prostituido. Se requiere un trabajo
específico de investigación que al mismo tiempo realice un programa de educación sexual, apoyo y
promoción de los niños”. Mansilla A., María Eugenia (1989). Los niños de la calle. Siembra de hoy,
cosecha del mañana, p. 94. Lima: Centro ADOC.

26
puede ser considerado el verdadero amor, expresiones que a pesar de los años y el
tiempo no han cambiado; y que aún incluso se han convertido en las bases o ideales
amorosos que sostienen la violencia de género, problemática cuyo acto de violencia
mantiene la desigualdad social y la dominación de los hombres sobre las mujeres, y
que no obstante los años transcurridos aún persisten en medio de la jerarquía de género
y en las formas del control del cuerpo y la sexualidad. El acoso, el sexual en particular,
es ejercido a través de un determinado tipo de vínculo, especialmente jerárquico y
machista entre hombres y mujeres (Mannarelli, 2018, p. 185).

Sin embargo, en los adolescentes en situación de calle, y a pesar de haber vivido


una niñez sumamente violenta, existe un 43% de mujeres y 47% de hombres, que
consideran que la imagen de persona agresiva no le causa atracción alguna, por lo
tanto, no está considerado en su escala de valoración para el inicio de una relación
amorosa. Esto no implica que no se puedan sostener relaciones de este tipo con quienes
tienen esta característica física y que las relaciones no estén acompañadas de frases o
comentarios sexistas como la elección de una persona “para que me defienda”, frase
de una de las adolescentes donde vincula el elemento agresión con protección (Ver
figura N°8).

Según María Ángeles Blanco, los mitos del amor romántico justifican muchas
actitudes vinculadas a los primeros estadios de la violencia de género, en esa
construcción las redes sociales influyen considerablemente. Es más, el concepto de
amor romántico que se utiliza está sustentado por una serie de mitos que se han ido
compartiendo y transmitiendo culturalmente, en este sentido los mitos solo han logrado
reforzar el papel pasivo y la subordinación de la mujer al hombre. En el amor
romántico se educa al hombre y la mujer de manera distinta, desde los parámetros que
deben de tener para la expresión de los sentimientos, hasta la formación de roles
desiguales que finalmente pueden acabar en violencia hecha una forma de habitus
(Bourdieu, 2002).

En este sentido, en la población objeto de estudio se evidencia que existe la


tendencia a tener el control de la relación por ambas partes, sea porque es una conducta
aprendida dentro del hogar donde las relaciones no se basaron en la escucha y toma de
decisiones de forma democrática, o tiene que ver también, que en su mayoría forman
parte de familias monoparentales, disfuncionales y desestructuradas, y en la mayoría

27
de casos encabezadas por la madre que solía tomar finalmente las decisiones dentro
del hogar. A esta situación se adiciona que en la situación de calle tener el control de
la relación da cierto poder de dominación, lo que le atribuye a esta persona una
valoración positiva frente a los demás (Figura N° 9).

Coral Herrera (2012) en un artículo denominado Los Mitos Románticos de la


Cultura Occidental, refería que el mito es una utopía emocional colectiva donde el
amor es un medio para ser feliz y autorrealizarse. Entre ellas se pueden mencionar:

a. Mito de los celos, para muchas parejas este es el indicador del verdadero amor
el cual ha sido interiorizado en la sociedad y que incluso justifica algunas
reacciones que terminan en agresiones y las cuales son normalizadas por ambas
partes, los celos solo expresan posesión, inseguridad, más no amor.
b. Mito de la media naranja, crea la necesidad de autocompletarse a través de
la persona amada. Se cree que es la única y mejor elección, porque esa persona
está hecha para uno, lo que genera que se someta a las exigencias de la otra
persona.
c. Mito de la omnipotencia, este mito nos dice que “el amor verdadero perdona
todo”, “si hay amor el resto no importa”, estas ideas hacen que una pierda la
capacidad crítica o no se permita cuestionar el maltrato de parte de la pareja.
d. Mito de la pasión eterna, este mito sostiene que la pasión amorosa que se dio
al inicio de la relación debe durar para siempre, sin considerar y tener en cuenta
que con el tiempo se van constituyendo otras formas de amar.
e. Falacia del cambio por amor, idea que hace creer que se puede salvar o hacer
cambiar a la otra persona todo en nombre del amor, viviendo todo el tiempo
esperanzados en ese posible cambio, pero que al final nunca llega.
f. El amor verdadero lo perdona todo, en este argumento podemos mencionar
que los chantajes, manipulaciones y maltratos son normalizados, justificados y
se podrían perdonar, de allí que escuchemos expresiones como “si realmente
me amaras me perdonarías” o “alguna vez me humilló, pero sé que me quiere”.
g. El otro debe ser siempre lo fundamental, este mito coloca a uno mismo, a la
familia, los amigos, los deseos y proyectos en segundo plano.
h. Falacia de la entrega total, ella considera al amor como un sacrificio por lo
que se vive una total dependencia hacia la otra persona, y se renuncia al yo

28
personal y a algunas cosas por mantener la relación, el no hacerlo sería
considerado una muestra de egoísmo e individualismo narcisista.

De esta forma, las y los adolescentes van construyendo a través de la práctica


de estos mitos del amor romántico, lo que para ellos sería el amor verdadero, más aún
cuando estos tienen una carga emocional muy fuerte que sugiere la necesidad de tener
una pareja y de recibir atención, convirtiéndose en un proceso cuya interiorización es
rápida y fácilmente asimilada.

Los mitos son considerados también verdades absolutas cuyas prácticas son
traducidas a la vida en familia, asignándose determinados roles al niño y la niña, con
el tiempo estas acciones se sostienen y convierten en bases de la violencia de género,
debido a que el tipo de relaciones que se dan dentro de ella reflejan los roles de género
tradicionales, transmitiéndose desde edades muy tempranas, y si bien existe mayor
información sobre la violencia de género, aún persisten las ideas machistas, término
identificable por la sociedad para hacer mención al dominio del hombre sobre la mujer
así como comentarios sexistas los cuales están caracterizados por considerar a un sexo
inferior al otro lo que también se trasmiten a través de los medios de comunicación,
en las familias y en la calle.

En la presente investigación de la población de adolescentes en situación de


calle, se muestra una tendencia que reafirma los mitos que se han ido construyendo
bajo una concepción de amor romántico, que asigna a la mujer una forma de amar,
donde la entrega es total y donde el amor debe perdurar para siempre, en el que ni los
riesgos ni las dificultades son obstáculos, por el contrario son situaciones que van
reafirmando su amor.14 No obstante los peligros y abusos a los que se encuentran
expuestos convierten a la calle en un lugar sórdido y violento, que constituye un
espacio social de sobrevivencia, o incluso de muerte15 (Ver Figura N° 10).

14
Muchas de las situaciones en el contexto de la calle como los operativos, el maltrato de parte de
algunas autoridades u otras personas, y otras experiencias que recogen como positivas son parte de los
recuerdos vividos junto a la persona amada, y son situaciones como éstas las que terminan reafirmando
su amor.

15
“En la situación que viven las niñas y los niños de la calle, se expresan las condiciones sociales que
el país brinda a la niñez de los sectores populares. El sufrimiento que estas condiciones producen en los
niños, implica injusticia e irresponsabilidad social para con ellos, lo que desencadena –o debiera
desencadenar- reacciones de repudio que deben canalizarse en verdaderas respuestas a las necesidades
de los niños y niñas”. Mansilla A., María Eugenia (1989). Op. Cít., p. XV.

29
2.2.1.7. Amor romántico en la sociedad actual y en la modernidad líquida

El amor en la actualidad se desarrolla contrario al amor en las sociedades


tradicionales, donde la economía, la religión y el matrimonio determinaban la unión
entre dos personas, y en el que el matrimonio no estaba ligado a la pasión ni al
sentimiento hacia la otra persona, sino más bien, estaba ligado a los arreglos familiares
y a sus aspectos económicos. Lo último en que se pensaba era en el amor de ambos.
Sin embargo, se creía que esta relación se mantendría porque finalmente con el tiempo
uno se acostumbraría al otro.

En este tipo de relaciones la mujer está sujeta a obedecer al esposo y éste


proteger siempre a la mujer. Las posibilidades de elección eran limitadas, por no decir
ya determinadas; sin embargo, los cambios sociales provocarían que en muchas
sociedades esta situación se vaya desgastando con el tiempo lo que no significa que
ello sea aún muy frecuente y arraigado en algunas sociedades. El paso a otro tipo de
sociedad implica desprenderse de creencias, religiones dando cabida a nuevas formas
de pensar que repercutirán en la educación y forma de relacionarse. Esto es lo que
actualmente está pasando en la modernidad líquida16.

Mientras por un lado los vínculos tradicionales ligados al aspecto material son
menos importantes las relaciones personales, la confianza y el contacto con personas
próximas van ganando mayor espacio convirtiéndose en elementos que van a facilitar
y acompañar todo proceso de cambio necesario en la vida de las personas. Ello provoca
que exista una nueva concepción del amor, conformado por la estrecha relación entre
dos personas (Menéndez, 2014, p.30).

Así Kogan (et al 1995) afirma: “en el amor romántico predomina el sentimiento
sublime sobre el ardor sexual. La virtud se instaura como ideas y considera al otro

16
“La sociedad que ingresa al siglo XXI no es menos “moderna” que la que ingresó al siglo XX; a lo
sumo, se puede decir que es moderna de manera diferente. Lo que se hace tan moderna como la de un
siglo atrás es lo que diferencia a la modernidad de cualquier otra forma histórica de cohabitación
humana: la compulsiva, obsesiva, continua, irrefrenable y eternamente incompleta modernización; la
sobrecogedora, inextirpable e inextinguible ser de creación destructiva (o de creatividad destructiva,
según sea el caso; “limpieza de terreno” en nombre de un diseño “nuevo y mejorado”;
“desmantelamiento”, “eliminación”, “discontinuación” “fusión” o “achicamiento”, todo en aras de una
mayor capacidad de hacer más de lo mismo en el futuro –aumentar la productividad o la
competitividad). Bauman, Zygmunt (2005). Modernidad Líquida, p. 33. Argentina: Fondo de Cultura
Económica.

30
como alguien especial” (p. 16). De aquí es que surge el matrimonio ligado al “para
siempre” donde una relación va más allá del sexo y la atracción, en el que sobresale el
amor como un sentimiento hacia una persona que se supone llena ese vacío que se
completa con ese denominado ser especial. Posteriormente, surge el amor pasional el
que a diferencia del amor romántico es liberador y cuya base no está en las
instituciones.

De esta manera, Giddens plantea que los diversos cambios sociales en un


mundo desbocado, han dado pie a nuevos tipos de relaciones, el plantea la relación
pura donde va a primar el lazo, o afecto por el otro y no está atado al desarrollo de una
sexualidad que tenga como base el matrimonio (citado en Kogan, et al 1995).

Hoy en día, en la estructura mental y social de las personas se han determinado


los roles que suponen deberían cumplir tanto los hombres, así como mujeres; por
ejemplo, sí un hombre decidía vivir solo, era porque iba a ser independiente y
fortalecer su yo, contrario a la mujer que tenía que pensar en un nosotros, así, el
matrimonio se convertiría en un medio para lograr la autonomía. En esta etapa se hace
una comparación entre el amor romántico el cual es caracterizado por Giddens como
identificación proyectiva, donde uno se encuentra atraído completamente por el otro,
y surge el sentimiento de plenitud que refuerza la masculinidad y femineidad. Frente
a ello, se plantea al amor confluyente el cual está muy lejos de lo que es el “para
siempre”, planteado por el amor romántico. Esta forma de relacionarse se traslada a la
vida de familia más aun cuando existen problemas estructurales como la situación
económica, violencia estructural además de la falta de comprensión, elementos que
van debilitando las relaciones familiares, de allí que cada vez existe un mayor número
de divorcios o separaciones.

Este tipo de amor, deja la exclusividad del arte erótico, el cual en algunas
culturas no occidentales era cultivado solo por concubinas y prostitutas. Este nuevo
tipo de amor refiere, que ahora ambos tienen acceso a la información y formación
sexual, así como de quedar satisfechos sexualmente, sin que quede la idea de que por
ello una mujer puede ser respetable o no. Aquí no hay exclusividad en lo heterosexual
y ello se ha ampliado al amor homosexual, donde las personas del mismo sexo han
adoptado el papel femenino y masculino (citado en Kogan, et al 1995).

31
Otra característica de este nuevo tipo de amor en la sociedad moderna es que
no tiene que ver una exclusividad sexual necesariamente y la permanencia en esta
relación tiene que ver con la voluntad y satisfacción de ambos. Este tipo de amor es
observable también a través de los medios de comunicación, por lo que su transmisión
es más rápida, claro está que hay aún resistencia por un sector importante frente a sus
características. El conocimiento del mismo o su existencia no significa su aceptación,
más aún, cuando se quiere mantener el amor romántico como tipo de amor hegemónico
(monogámico, heterosexual e institucionalizado en el matrimonio).

Cabe precisar que las características de la sociedad moderna no son ajenas a


las relaciones que establecen las y los adolescentes en situación de calle e incluso uno
de ellos mencionó que “cada quien toma su decisión, no tiene que ser tu enamorada
necesariamente, de ahí ya podemos conocernos”, situación que menciona que más
allá del título de enamorado, un acuerdo mutuo entre ambas partes es suficiente para
el inicio de las relaciones sexuales, sin que esto implique compromiso alguno
(comunicación personal, 08 de marzo,2019) (Ver figura 11).

Por ello decir que alguien es “vulnerable al amor” o “se enamora muy rápido”,
está considerado como una experiencia agradable y placentera. Sin embargo, no es la
última relación que vivirá pues el tema de las experiencias también está tomando gran
relevancia; eso quiere decir que mientras más experiencias se tengan, mejor será la
relación que vendrá. Asimismo, también hemos escuchado una frase bastante común,
en las telenovelas y hasta ahora en algunas sociedades “hasta que la muerte nos
separe”, sin embargo, es una frase que va quedando atrás debido al surgimiento de las
nuevas formas y tipos de familia. Hay que mencionar que las nuevas experiencias son
consideradas también como amor, cuyos estándares son cada vez más bajos, de modo
que conocer a una persona en una fiesta o reunión, atraerse y tener relaciones esa
misma noche, es catalogado como “hacer el amor” (Bauman,2003, p.19).

En nuestra cultura de consumo se busca que todo sea inmediato, rápido, casi
automático, que el resultado no amerite un esfuerzo mayor y el amor claro que está
incluido en este contexto, como si se tratase también de un producto, un servicio o una
mercancía, existen relaciones que no ameritan esfuerzo alguno, sin embargo, es
considerado amor (Bauman, 2003, p.20). La concepción y formas de amor son de vital
importancia debido a que partir de ella, se van constituyendo las nuevas estructuras y

32
relaciones familiares, ahora es común convivir con alguien, antes de decir “tengo una
pareja”, “estoy casada/o”, más aún, cuando se conoce que el amor se institucionaliza
a través del matrimonio, ello como norma social con menos énfasis, pero que aún
persiste.

Entonces, el amor romántico ha sido instaurado hace muchos años, y sobre él


se han construido una serie de conceptos que también se han ido distorsionando, y que
se han instaurado como verdades, las cuales colocan al hombre y a la mujer en
situaciones de desventaja del uno sobre el otro. Estas formas aún persisten; sin
embargo, también ha surgido un tipo de amor más liberal y que va en contra de las
barreras de la exclusividad, heterogeneidad y erotismo destinado al hombre. En el caso
de las y los adolescentes en situación de calle, estas relaciones no están caracterizadas
por la exclusividad sexual, ya que se cuenta con una leve diferencia, donde el 30% de
mujeres y 37% de hombres refieren haber mantenido una relación con dos personas a
la misma vez. (Ver figura 12).

2.2.2. La Adolescencia: una etapa de rebeldía, sueños, ilusiones y utopías en la


vida social del ser humano

2.2.2.1. Definición

La adolescencia es una etapa de tensión, en muchas culturas las y los


adolescentes están a merced de las prácticas adultocéntricas los cuales suelen
manifestar tácita o expresamente que los impulsos propios de la adolescencia no deben
de manifestarse (Fischman,2000, p.15). Al respecto se ha definido a la adolescencia
como aquella etapa de transición de la niñez a la vida adulta, en donde la persona sufre
una serie de cambios acelerados, tiene sueños de rebeldías, ilusiones y utopías. Incluso
su definición y algunas variantes dependerán del espacio social, geográfico y cultura
en la que éste se desarrolle, sobre todo aquello que está relacionado con los años en
los que oscila su vida y existencia social.

Según Aries (1962), la adolescencia estaba considerada dentro de lo que se


denominaba infancia, esta idea de mirar como un infante al adolescente se desarrolló
hasta el siglo XVIII, considerando que solo en esta etapa de la vida estaban las causas
para explicar el desarrollo humano (citado en Muñoz, 2000). Bajo este concepto, se
estaría dejando de lado, lo valioso que es el desarrollo humano en esta etapa de la vida,

33
que más de allá de una etapa de transición, cuenta con sus características propias, y es
de gran trascendencia en el desarrollo de la personalidad, y la autonomía para el
posterior desenvolvimiento en la vida social cotidiana.

Así Smetana, Campione-Barr y Metzger (2006) consideraban que la


adolescencia estaba dividida en tres sub etapas; la primera, considerada el inicio de la
adolescencia cuya edad oscilaba entre los 10 a 13 años; la segunda etapa, es la
intermedia, entre los 14 y 17 años, y el final de la adolescencia, la última etapa que se
inicia a los 18 años hasta iniciar los 20 años (citado en Merino, 2016).

Otros investigadores han profundizado el tema de la adolescencia


caracterizándola según algunas etapas, adolescencia temprana, inicia entre los 10 a 12
años, fase denominada pubertad, en ella se presentan los primeros cambios físicos y el
adolescente socialmente quiere dejar de relacionarse con los niños, sin embargo aún
no es aceptado completamente en el grupo de los adolescentes, surgiendo la
denominada “crisis de la adolescencia”. La adolescencia intermedia, tiene su inicio
entre los 14 y 15 años, hay mayor grado de adaptación y aceptación de sí mismo, ello
le da mayor seguridad para la integración a los grupos, lo que le genera mayor
satisfacción para establecer amistades; y la última etapa es la adolescencia tardía, se
desarrolla entre los 17 y 18 años, se va superando la crisis de identidad, sentido de
pertenencia, y un mayor control de las emociones. Sin embargo, empieza a percibir
mayor presión por las responsabilidades que le toca asumir en esta nueva etapa de su
vida y existencia social (Craig, 1997; Delval, 2000; Papalia et al., 2001, citado en
Luzuriaga, 2013).

En el Perú el Ministerio de Salud (MINSA)17 a través de los Lineamientos de


Políticas en Salud, cuando se refiere a la adolescencia, la ubica entre los 10 y 19 años;
reconociendo dos sub etapas claramente diferenciadas en su interior, la primera está
comprendida entre los 10 a 14 años, conocida como adolescencia temprana; y la
segunda etapa que abarca a los de 15 y 19 años, conocida como la adolescencia
propiamente dicha (MINSA, 2005). Cabe precisar que nuestro país hace una clara
diferenciación entre estas dos sub etapas, las cuales se han desarrollado tomando como

17
El Ministerio de Salud (MINSA) es el ente rector que propone y conduce las políticas sanitarias.
Algunos de los documentos creados desde este sector son las Normas técnicas de Salud de Atención
Integral en la Etapa de Vida Adolecente y el Documento técnico de orientaciones en la Atención Integral
en la Etapa de Vida Adolescente.

34
referencia el concepto propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS)18, y
es a partir de este concepto que se desarrollan estrategias para su atención.

De otra parte, el Código de los Niños y Adolescentes (CNA) Ley N° 27337 19,
refiere que es considerado adolescente aquella persona desde los 12 años hasta el
cumplimiento de los 18 años de edad. Es a partir de este marco legal que se rigen cada
una de las normas y políticas sociales orientadas desde el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables (MIMP)20 a través de la Dirección General de la Niñez y
Adolescencia, este Ministerio es el órgano rector responsable de la intervención con
este grupo etario.

2.2.2.2. Cambios anatómicos y fisiológicos del adolescente en su vida y existencia


social

Las y los adolescentes sienten aprensión o hasta ansiedad por las características
propias de esta etapa de la vida, al momento de hacer frente a la realidad que viene
delante de ellos. Estos cambios pasan en las niñas por la presencia de la menstruación,
el desarrollo de sus pechos; mientras que por otro lado, los niños se van preocupando
por el desarrollo de sus órganos sexuales. No olvidemos, que cada adolescente crece a
ritmos distintos, y hay aspectos más notorios en unos que en otros, como aquellos
relacionados con el acné, los llamados granitos y los vellos que aparecen en las
diferentes partes del cuerpo, constituyéndose en parte de los cambios físicos de los
adolescentes (Fischman, 2000).

En el caso de los adolescentes hombres los cambios físicos se evidencian a


través de los órganos sexuales externos como el pene y el escroto. Los órganos
internos, que son los testículos, el epidídimo, el vaso deferente, la uretra, la próstata,

18
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es un organismo de las Naciones Unidas creada el 7 de
abril de 1948, fecha en la que también se celebra el Día Mundial de la Salud. Su trabajo está vinculado
a la prevención y promoción de la salud por lo que cuenta con sedes en todas las regiones y continentes.
19
“En el marco de la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño y en mérito a la
modificación del Código de los Niños y Adolescentes, en 1993, se crearon las Fiscalías del Niño y
Adolescente y los Juzgados de Menores devinieron en Juzgados del Niño y Adolescente –ahora
Fiscalías y Juzgados de Familia- que atienden denuncias de maltrato infantil, abandono, y violencia
familiar”. Ministerio de Promoción de la Mujer y del desarrollo humano (2002). Plan Nacional de
Acción por la Infancia y Adolescencia 2002-2010, p. 42. Lima: PROMUDEH.
20
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables es una institución del Estado responsable de la
promoción y ejecución de políticas públicas en favor de las, niños, adolescentes, mujeres, adultos
mayores, personas con discapacidad y migrantes. Cuenta con Viceministerio de la Mujer y el
Viceministerio de Poblaciones Vulnerables, este último es el responsable del trabajo con las niñas, niños
y adolescentes.

35
las vesículas seminales y las glándulas de Cowper o vulvas uretrales. Los órganos
sexuales externos son los que participan en la actividad sexual y los órganos internos
están asociados a la reproducción. En las mujeres también hablamos de los órganos
sexuales internos y los órganos sexuales externos, estos últimos colectivamente
reciben el nombre de vulva, el cual se divide en el mons pubis (monte de venus), los
labios mayores, los labios menores, el clítoris y la abertura vaginal. Los órganos
internos son los ovarios, el útero, la vagina y los tubos internos.

De otra parte, en esta etapa de la adolescencia se van desarrollando las


emociones como una forma de afecto que implica, muchas de las veces reacciones
viscerales y cognitivas, que pueden ser provocadas por situaciones más o menos
definidas. No olvidemos que las emociones en las y los adolescentes son resultado de
vivencias afectivas que pueden organizar o desorganizar la actividad vivencial del
sujeto; y muchas veces aparecen de forma brusca; y en otros casos pueden surgir ante
situaciones que ya ocurrieron con anterioridad. En suma, las emociones en las y los
adolescentes tienen un carácter situacional, y que se producen en un contexto
determinado, fuera de ella simplemente no se producen (García, 1999, p.17).

A continuación, presentamos la secuencia de los cambios fisiológicos en la


adolescencia, planteado por Papalia (2010):

Tabla 1: Cambios fisiológicos producidos en la adolescencia

Características femeninas Características masculinas

Crecimiento de los senos Crecimiento de los testículos y el escroto

Crecimiento del vello púbico Crecimiento del vello púbico, aprox. 2


años después aparición del vello facial y
axilar

Crecimiento corporal Crecimiento corporal

Menarquia Crecimiento del pene, la próstata y las


vesículas seminales

Aparición del vello axilar Cambio de voz

36
Mayor actividad de las glándulas Mayor actividad de las glándulas
productoras de grasa y sudor (generaría productoras de grasa y sudor (generaría
acné) acné)

Primera eyaculación del semen

Fuente: Papalia, 2010

Estos cambios propios de la edad se presentan sin distinción de raza, posición


social y económica, creencias religiosas, y cultura, debido a que son netamente
biológicos. Sin embargo, y es importante considerar que el inicio de los mismos puede
ir cambiando según la fisiología y características propias de cada persona. Estos
cambios biológicos y fisiológicos son importantes en el desarrollo de la sexualidad,
pues implica un cambio de sucesos que irán marcando parte de su vida, desde la
primera menstruación hasta la masturbación, que se convierten en indicadores del
ingreso a una etapa de cambios en sus vidas.

2.2.2.3. Construcción de la identidad del adolescente: un largo camino lleno de


incertidumbre y ambivalencia

La identidad es el conjunto de características propias que pueden definir a un


individuo, grupo o comunidad. La identidad convierte a alguien distinto a los demás,
ahora, según algunas teorías, su construcción tiene sus inicios en la infancia, mientras
que otras refieren que ésta se va construyendo durante toda la vida, y otros consideran
que no es la infancia si no en la adolescencia en la que ésta se consolida. La identidad
y el sentido de pertenencia a una comunidad o a grupo social determinado, ayudará
indudablemente a la cohesión social de la familia particular, y la sociedad en general,
así las y los adolescentes pueden desarrollar sus capacidades y habilidades para un
mejor estilo de vida.

Erikson (1981), psicoanalista estadounidense, refería que lo más importante en


esta etapa de la vida y existencia social de las y los adolescentes es el desarrollo de la
identidad. Este autor ha contribuido enormemente con sus estudios vinculados a la
psicología del desarrollo, donde menciona que para la construcción de la identidad
influyen elementos del mismo individuo y elementos de la cultura en la que se
desarrolla, por ello considera que la identidad es un proceso psicosocial que se va

37
forjando en diferentes momentos históricos de la vida del ser humano (citado en
Muñoz, 2000).

La formación de la identidad se inicia con “el primer auténtico encuentro” que


es el de la madre y el de su hijo lactante, o del cuidador y su hijo, donde se desarrollará
la confianza y el reconocimiento, ello contribuirá a la percepción de su mundo interno
y externo, es a partir de esta percepción que el ser humano puede ser seguro e inseguro
de sí mismo. No olvidemos que la inseguridad puede afectar el desarrollo
socioemocional posterior para gozar de una vida más plena y libre.

El siguiente paso de este proceso, es el desarrollo de la autonomía, y en este


proceso es muy importante la presencia y protección de los padres o cuidadores, solo
si en esta etapa de la vida, el o la adolescente recibe amor, afecto y ternura
(Cussiánovich, 2015), de manera adecuada, el ser humano se comportará de forma
autónoma e independiente, y será capaz de tomar sus decisiones con plena libertad,
caso contrario, el o la adolescente crecerá en una persistente inseguridad,
incertidumbre y desesperanza, llegando muchas veces a la pérdida de autocontrol,
hecho que marcará su vida, y afectará el desarrollo socioemocional posterior; esta
situación lo hará proclive a no saber afrontar con seguridad y autonomía algunas
situaciones de riesgo además de algunas dificultades para relacionarse con sus pares.

En este proceso de la vida del adolescente, la tercera tarea crítica, es el sentido


de iniciativa. En los primeros años de vida la iniciativa, se va a desarrollar en la medida
que se va adquiriendo una mayor riqueza en el lenguaje y la psicomotricidad, lo que
le permitirá al individuo tener un mayor dominio del entorno donde interactúa;
posteriormente esto ayudará al adolescente a plantear constantemente propósitos,
sueños, ilusiones y utopías, para la construcción de un nuevo proyecto de vida en el
mediano y largo plazo, lo que le permita vivir con dignidad.

Otro elemento que posteriormente surge en el adolescente, es el sentimiento de


laboriosidad. El sentimiento de laboriosidad, se desarrolla y fortalece en la etapa
escolar, donde los adolescentes comparten derechos, deberes y obligaciones para el
cumplimiento de las normas de convivencia amorosa, afectuosa y respetuosa. Por
tanto, la familia y la escuela como los primeros espacios de socialización del niño y el
adolescente, son instituciones muy importantes, puesto que en estos espacios sociales

38
se consolidarán los sentimientos y se desarrollaran elementos como la confianza,
motivación, intereses, educación y trabajo, indispensables para su futura vida
profesional y laboral.

En esta etapa del desarrollo del ser humano, la principal tarea que las y los
adolescentes deben aprender a hacer las cosas, y hacerlas bien, esto les ayudará a la
construcción de su propia identidad, un pensamiento crítico y propositivo, pero para
que ello sea posible, el adolescente tiene que aprender a confiar en sí mismo y en los
demás. En ese sentido, cobra vital importancia trabajar los cuatros pilares para la
educación del siglo XXI. (i) Aprender a hacer; (ii) Aprender a Ser; (iii) Aprender a
conocer; (iv) Aprender a vivir juntos (Delors, 1996).

María José Díaz-Aguado (2005) menciona que para el adolescente, construir


su identidad y su proyecto de vida generan en él o ella un alto nivel de incertidumbre
que además de los cambios que implican esta sociedad moderna, y la liquidez de las
relaciones entre las personas, será una situación difícil de tolerar (citado en Silva, s.f.).

De esta manera, el resultado de las experiencias de la infancia y el contexto en


el que se desenvuelve es el que va formando el proceso de individuación, el cual se
convierte en un imperativo, es por ello, que a esta edad tanto los niños, así como los
adolescentes están en constante búsqueda de un referente o figuras que los identifiquen
fuera del contexto familiar. Estos referentes y figuras muchas de la veces serán
ubicadas a través de los medios de comunicación, las redes sociales, e incluso en el
mismo contexto de la calle, donde las y los adolescentes van adquiriendo lo que
algunos investigadores denominan la “cultura de la calle”, una categoría que tiene
múltiples interpretaciones, que en el caso de las y los adolescentes en situación de
calle, se refiere a las estrategias y “formas de vida”, que van desarrollando, para
sobrevivir en las condiciones más adversas.

Finalmente, la infancia y las experiencias vividas en la familia y comunidad


influyen en la construcción de la identidad del adolescente. Sin embargo, también
cobran relevancia las figuras y los referentes con los que el ser humano se va
socializando en esta etapa de la vida, de allí que el contexto familiar y social sean
espacios donde los niños y adolescentes reciban las vitaminas psicológicas: amor,
afecto y ternura (Caravedo, 1968) cuyos elementos influyan positivamente en este
proceso de construcción de su identidad.

39
2.2.2.4. El mundo social de las y los adolescentes, sueños e ilusiones del presente
y futuro

En esta etapa de la vida la persona sufre una de las transiciones más complejas
después de la infancia, cuyos cambios son tan notables como desenfrenados, existe la
maduración sexual; también va surgiendo una mayor capacidad de razonar, cuestionar,
plantear supuestos y pensar sobre su futuro pues las relaciones sociales son cada vez
más intensas. Esto hace que empiecen a asumir nuevas responsabilidades y sientan la
necesidad de hacer sus cosas por sí solos, reclamando su independencia y autonomía.
Asumen y fijan pautas de comportamiento, resultado de elementos del mundo externo,
de sus referentes, figuras, personajes, y líderes etc. del medio en el que se socializan
al que dan valor. Esta independencia y autonomía se desarrollan también considerando
ciertas características del grupo de pertenencia en el que participa a los largo de su
vida social cotidiana (MINSA, 2005).

Al respecto, Pompeni, Kirchner y Palmonari (1990) mencionaban que la


necesidad de los adolescentes de tener amigos era diferente a la de los niños y niñas,
ya que estos últimos satisfacen su necesidad de afecto básicamente como resultado de
la relación con sus padres, y con otros niños y niñas, a través de actividades o juegos
en común. A diferencia del adolescente quien sobretodo busca satisfacerse
emocionalmente a partir de la relación con sus pares, más aún, si no tuvo una relación
segura con sus padres (citado en Muñoz, 2000). De otra parte, cabe precisar que el
mundo social del adolescente se va ampliando por la autonomía que va logrando; por
ejemplo, la oportunidad de un mayor acceso a las redes sociales le permite conocer a
más personas, de esta manera, empieza a identificarse con determinado grupo. Estas
características se desarrollan en esta etapa de la vida, sin embargo, si a ello se suma,
un débil vínculo social, afectivo y familiar, las probabilidades de tener una relación
segura son escasas, salvo si este desarrolla una capacidad de resiliencia21 muy
importante para superar los problemas existenciales de sobrevivencia.

21
“La resiliencia es un capítulo de las teorías del vínculdefensoria o, es una teoría que parte de lo
biológico y evoluciona hacia lo afectivo, lo psicológico, la escuela, la familia, la cultura, lo político…
es la integración que hace que un niño herido, o un adulto herido, esté rodeado de presiones
heterogéneas. Un niño o adulto heridos están rodeados por la biología, la afectividad, la psicología, los
relatos culturales que nos rodean. Y este conjunto de determinaciones heterogéneas pueden
desencadenar un proceso de resiliencia o no llegar a hacerlo. Una de las definiciones más simples es la

40
Al respecto, Papalia (2010) dice: “A medida que los niños avanzan hacia la
adolescencia, el sistema social de los pares se vuelve más complejo y diverso”, la
relación con los padres es entonces menos intensa a diferencia que cuando se era niño,
donde existe sobre todo el interés por proteger y cuidar, en esta etapa el mismo
adolescente extiende su campo de relaciones el cual puede generarle varias
satisfacciones como también frustraciones (Papalia, 2010).

Cabe mencionar, la gran influencia que tienen el entorno social de las personas;
al igual que también lo tienen los medios audiovisuales, la familia, la escuela y los
amigos, que cumplen un papel socializador; y muchas veces es a partir de ellas que las
personas van construyendo y dan cuenta del tipo de sociedad del que es parte. Del
mismo modo, cabe precisar que los medios de comunicación y audiovisuales en
cualquiera de sus formas son de gran impacto en la información y formación de
aprendizajes que los adolescentes logran consolidar y que influye sutilmente en la
conducta de la persona. A ello se le atribuye la facilidad para conocer todo lo que
sucede en el mundo, así como la transmisión de acontecimientos o imágenes en
muchos casos causantes de actos violentos, en donde, además, hay una menor
influencia de la familia, toda vez que se amplían las relaciones con otros espacios a
través de las redes sociales.

En el caso de los adolescentes en situación de calle, el vínculo social, afectivo


y familiar está tan debilitado que facilita la influencia de los pares con los que
socializan en el contexto de la calle, los que cobran una gran relevancia al igual que
los medios audiovisuales y redes sociales, cabe precisar que el adolescente en situación
de calle puede acceder a todo tipo de información, el cual está a libre disposición de
los mismos y es a través de ellas que también se desarrollan y florecen las relaciones
amorosas. Por medio de la comunicación audiovisual se transmiten una serie de
mensajes, la música como el reggaetón, y los personajes televisivos son de gran
influencia para determinadas conductas, a su vez se encuentran las redes sociales a las
cuales se acceden a través del alquiler de cabinas de internet o de algún celular, donde
se pueden ver las fotografías y estados, es decir situación actual a través de imágenes,

que dice que la resiliencia es un proceso que consiste en iniciar un nuevo desarrollo tras períodos de
agonía psíquica. Si dicho desarrollo es bueno, entonces se habla de resiliencia. Si el desarrollo no se
reanuda, no se habla de resiliencia”. Cyrulnik, Boris (2014). La resiliencia en el siglo XXI, p. 33. En:
Nuevas miradas sobre la resiliencia. Ampliando ámbitos y prácticas. España: Gedisa editorial.

41
de las personas que conocen, o de las que están enamoradas o enamorados. Sin
embargo, es en este ámbito donde también dan rienda suelta a algunas sensaciones,
emociones, y la satisfacción de sus instintos sexuales eróticos (Ver figura 13).

2.2.2.5. La vida afectiva y emocional del adolescente: entre los sueños


frustrados y la esperanza de ser felices

La adolescencia suele ser calificada como una etapa de tensión, donde se está
a merced de las culturas a las que pertenecen, y a una sociedad adultocéntrica, que les
señala tácita o expresamente las reglas de juego a la que el adolescente se debe someter
para evitar que sus impulsos deban de manifestarse libre y autónomamente, como por
ejemplo el deseo sexual y otras emociones. La sociedad adultocéntrica, no toma en
cuenta y niega que el deseo sexual, las emociones, son parte importante en la vida y
existencia social del adolescente, donde surgen las primeras expresiones de
enamoramiento, manifestada a través de una mirada, amistad, afectividad, sueños,
deseos, expresiones de ternura y diferentes niveles de contacto físico. Estas
expresiones incluyen besos, caricias, juegos eróticos, o masturbación.

Este es un aspecto que las y los adolescentes en situación de calle valoran


mucho, debido a que estar siempre cerca, tocar, sentir a su pareja, es considerado como
una expresión de amor, que a su vez puede estar acompañado de algunos golpes o
empujones, considerados como juegos amorosos de cariño, afecto y ternura, pero
conforme a los códigos normativos de la “cultura de la calle” (Figura 14).

2.2.2.6. Relaciones románticas durante la adolescencia: desafíos del presente y


del futuro

El amor en los adolescentes ha sido considerado para muchos como un aspecto


trivial o hasta superficial desde la mirada del adulto con quienes existen algunas
diferencias respecto al tipo de relaciones que deberían manejarse, donde estas se dan
a largo plazo y existe un mayor compromiso. Por ello, es importante analizar desde
que perspectiva se analizan diversas situaciones amorosas en la vida social de los
adolescentes; y más aún, en una sociedad ganada por el consumismo, el individualismo
y el hedonismo.

42
No olvidemos que las relaciones románticas, no solo en los adolescentes en
situación de calle, sino también de toda persona, son una parte importante de la vida
del ser humano y estas relaciones a su vez favorables o no influirán también en su
desenvolvimiento en su vida cotidiana. Este conjunto de ideas son las que con el
tiempo van a desarrollar el interés por investigar y conocer más a fondo esta temática
del amor romántico, sobre cómo influye de manera considerable en su
desenvolvimiento posterior, se puede decir que incluso hay quienes recogen valiosa
información sobre algunos estudios realizados indicando que se sufren mayores
conflictos, incluso cambios de humor, cuando uno tiene una pareja, a diferencia de los
que no la tienen, es más una ruptura del amor romántico puede provocar trastornos
depresivos, aislamiento, llegando incluso hasta el suicidio. (Monroe, Rhode, Seeley &
Lewinsohn, 1999, citado en Merino, 2016). Ello como el último eslabón de la cadena
de desesperanza, más aun cuando un acto como este, así lo refería Durkheim, es
provocado por factores externos que al constituirse como hecho social van a
condicionar la construcción de ideas y pensamientos suicidas.

De este modo, el amor romántico se va construyendo desde la pubertad,


momento en que se empieza a interactuar con mayor intensidad con los grupos del
sexo opuesto, pasando posteriormente a una interacción entre grupos mixtos. En este
contexto el tipo de familia, el grupo de pares y el contexto influyen en la elección del
adolescente respecto al tipo de relaciones románticas que desarrollará con su futura
pareja.

Cabe mencionar la importancia que tiene la familia, así como el grupo de pares
con el que el adolescente se relaciona, y el contexto en el que se desenvuelve, ello
porque le servirá de base o referente para la formación de relaciones románticas; y
donde germinará y florecerá el verdadero amor. No perdamos de vista, que las
relaciones románticas durante el desarrollo de la adolescencia tienden a idealizarse, y
a veces son muy fugaces y superficiales, de allí que sean consideradas también como
pasajeras, pues se dice estar muy enamorado muchas veces de alguien con quien no
entablaron relación alguna.

La situación antes mencionada, está vinculada también con el status social y


económico de la persona, ya que conseguir una pareja popular o atractiva, puede
provocar en los demás cierta admiración o respeto, además de ello, se considera que

43
tener una relación amorosa es muy importante, para pertenecer a determinado grupo
de iguales. De allí que se considere la importancia de las relaciones románticas en esta
etapa de la vida, ya que quienes tienen malas experiencias, suelen tener poco éxito o
confianza en su relación amorosa presente y futura.

Por lo tanto, las relaciones de amistad y amor romántico que se desarrollan en


el espacio de la calle cobran especial atención debido a que es con ellas y ellos con
quienes comparten una seria de situaciones, y pasan juntos gran parte del día, donde
sus relaciones sociales y afectivas están bien afianzadas, incluso ellas y ellos ya han
mantenido contacto anteriormente, o han tenido una amistad duradera con quién es o
fue su pareja y que en la mayoría de los casos es conocida por el grupo de pares con el
que socializa (Ver figura 15). En esa línea Erikson (1968) refiere que existe una
relación significativa con las experiencias románticas que se van desarrollando en esta
etapa de la vida y los cambios frente a las relaciones con la familia, con el grupo de
pares, con el éxito, el fracaso y su proyecto de vida para el corto, mediano y largo
plazo (Merino,2016).

Ahora bien, es bueno recalcar, que la calidad de las relaciones románticas está
asociada al autoconcepto y sentimiento de valía personal, de allí que en algunas
relaciones existan episodios de agresividad, las cuales van a influir en la naturaleza de
las relaciones posteriores. Estas relaciones, son parte de la vida y van a jugar un papel
importante en el resto de acciones frente a los otros grupos con los que se relacionen,
de allí que cada vez existan más estudios de esta temática, los cuales resultan ser más
significativas e incluso más duraderas de lo que se suponía. Sin embargo, las relaciones
románticas en los adolescentes en situación de calle, se suelen vincular con las
relaciones sexuales, lo cual para la población objetivo no es un aspecto aislado, ya que
muchos de ellos han iniciado sus relaciones sexuales, a inicios de la adolescencia y en
la vida de la calle (Ver figura 16).

2.2.2.7. La adolescencia en la sociedad peruana actual, en medio de la


desigualdad social y la pobreza y exclusión

No podemos olvidar, que la adolescencia vive actualmente en una sociedad,


caracterizada por la desigualdad social, pobreza y exclusión. Actualmente, en la
sociedad peruana se considera que la adolescencia es una etapa más prolongada en

44
relación a lo que fue en años anteriores, lo que ha generado el acortamiento de la
infancia. En ella van cobrando relevancia algunos elementos como el hedonismo teoría
que tiene como finalidad alcanzar el placer en el día a día, evitando todo aquello que
cause algún malestar o dolor. El mensaje del hedonismo nos llega a todos a través de
los medios de comunicación inculcándonos el individualismo exacerbado y el
consumismo compulsivo. Los medios de comunicación, haciendo uso de sus
mecanismos de publicidad van creando necesidades superfluas que es asumida de
forma espontánea por los adolescentes y los jóvenes, para incorporar el concepto de
que el éxito y la felicidad están en el “tener”, dejando de lado muchas veces elementos
como la espera y la reflexión. A pesar de ello, también existen adolescentes y jóvenes
cuya satisfacción de sus necesidades e ideales está en la participación en actividades
solidarias que tienen que ver con el bien común de los sectores sociales más vulnerados
en sus derechos.

De otro lado, cabe precisar que el hedonismo en el plano psicológico suele


producir ansiedad, incertidumbre y desesperanza ante el futuro, mientras que en el
plano social han ido produciendo y desarrollando ciertas situaciones de cambio y
transformación en la vida de las personas, tales como (Muñoz,2000):

a. La prolongación de la adolescencia ha generado mayor énfasis en la juventud,


de aquí que surge el afán de permanecer joven, para cuyo objetivo se han
creado incluso productos que dicen prevenir el envejecimiento, y mantener una
juventud lozana y primorosa.
b. El deseo de los adultos por permanecer jóvenes, ha debilitado las referencias
de los modelos adultos, que ayuden a facilitar una identidad diferenciada, que
permita reconocer su posterior desempeño de su rol como adulto.
c. Actualmente, se pone demasiado énfasis en valores individualistas, donde lo
más importante es el triunfo individual, más que el colectivo, el trabajo
competitivo más que el cooperativo.
d. Paradójicamente, esta sociedad con características egoístas tiene miedo a la
soledad debido a que las personas mayores terminan muchas veces alejadas de
sus seres queridos, a lo que se suma el aumento del número de familias
desintegradas y disfuncionales.

45
De otra parte, a nivel mundial, en un mundo desbocado por la globalización
(Giddens, 1999) van surgiendo una serie de cambios y transformaciones sociales,
económicos, políticos y culturales, y nuestro país no es ajeno a ello, de allí que estén
surgiendo nuevas formas de relacionarse, de enamorarse y de proyectarse frente a un
futuro, ya que los datos anteriores son un panorama de la situación actual que
obviamente va a influir también en la toma de decisiones y formas de entablar una
relación amical, y también amorosa, que muchas veces culmina con el matrimonio.

En este contexto, la adolescencia de todos los estratos sociales, ha sido muchas


veces estigmatizada con aspectos que limitan con lo negativo, sobre todo con aquello
que está vinculado con la etapa del enamoramiento y el desarrollo de su sexualidad.
Muchos de adolescentes cuentan con diversos tipos de familia aquellas con relaciones
funcionales donde los vínculos sociales y afectivos son más cercanos, lo que influye
positivamente en la transmisión de conocimientos sobre su sexualidad, o aquellos
adolescentes de los estratos sociales más desposeídos donde además existen familias
caracterizadas por la disfuncionalidad de sus relaciones y que además no acceden a
una información confiable, o incluso aquellos a los que se les limita el acceso a ello
por su condición de adolescentes.

Respecto al acceso a la información de forma horizontal y adecuada, aún hay


aspectos pendientes, más aún, cuando se tiene como responsables a los adultos, de allí
que sea importante que los profesionales en este campo tengan en cuenta y analicen
las características de cada niño, niña o adolescente con el que se tenga que trabajar
social y pedagógicamente. Al respecto, Fischman (2000), refiere según estudios
realizados, que mientras menos informado está un niño, una niña y adolescente sobre
sexualidad, mayores serán las dificultades para enfrentar situaciones vinculadas a ella
(p.124).

En este sentido, es importante mencionar que al hablar de sexualidad es


necesario referirnos al enfoque de género, cuya concepción se ha ido distorsionando
por fuerzas religiosas y políticas fundamentalistas22, que cuestionan la educación con

22
“El fundamentalismo representa la actitud de quien confiere un carácter absoluto a su personal punto
de vista. Así las cosas, lo que se sigue inmediatamente es de una enorme gravedad: quien se siente
portador de una verdad absoluta no puede tolerar ninguna otra verdad, y su destino es la intolerancia. Y
la intolerancia genera el desprecio del otro; el desprecio engendra la agresividad, y la agresividad
ocasiona la guerra contra el error, que debe ser combatido y exterminado. Y así es como estallan los

46
el enfoque de género, creando confusión con lo que ellos denominan la ideología de
género. Por tanto, se oponen a que el Estado a través del Ministerio de Educación
imparta una educación sexual de forma adecuada y valorando el contexto, espacio y
características de la población a trabajar. De allí que un enfoque de género y de
derechos sea para todas y todos un elemento transversal, donde el cuerpo y
reconocimiento del mismo sea la prioridad en el proceso educativo.

En este sentido, no podemos dejar de señalar que el adolescente pasa por un


momento crítico debido a los cambios durante la pubertad y que empiezan a
desarrollarse en la adolescencia, pues muchas veces pueden sentirse abrumados, con
desconfianza, inseguridad, soledad y angustia, aquí surge la conducta de riesgo, que
podría apaciguar aquello que le produce angustia. Al respecto, Le Breton (2003)
menciona que la conducta de riesgo no siempre es consciente ni se miden las
consecuencias de la misma, por lo tanto, el inconsciente cumple un papel importante
en la vida social del ser humano (citado en Soeane, 2015).

En cuanto se refiere a las y los adolescentes en situación de calle, tienen ciertas


particularidades debido a que ellos cuentan con familias cuyos vínculos sociales y
afectivos son muy débiles, por lo que su grado de preocupación es menor y los riesgos
se asumen como tales, ya que no existen barreras, ni mucho menos, situaciones que
les impidan realizar determinada acción, pudiendo estar largas horas del día o incluso
amanecerse con la persona amada, en las condiciones más precarias (Ver figura 17).

Ningún ser humano es una isla, sino que vive en un determinado contexto, es
por ello, que en esta etapa se considerará que, si el adolescente tiene un entorno
saludable, tendrá la oportunidad de contar con mayores factores de protección, pero si
por el contrario, cuenta con factores de riesgo, como la situación de calle o el abandono
familiar, entonces son mayores las probabilidades de que tengan conductas
marginales, que lo coloquen en situaciones de riesgo y vulnerabilidad.

Entonces, estas situaciones de riesgo, vulnerabilidad y marginalidad, se


desarrollarán según el contexto y tiempo en el que se desarrolle; Kraukopf (2002)
menciona que en Argentina los adolescentes se ven vinculados en su mayoría por la

conflictos en los que se producen incontables víctimas”. Boff, Leonardo (2003). Fundamentalismo. La
globalización en el futuro de la humanidad, p. 25. España: Sal Terrae.

47
adicción a las drogas; en Francia según Le Breton (2003) estos se ven vinculados con
los problemas automovilísticos, por otro lado, Ulriksen de Viñar (2003) refiere que en
Uruguay, los accidentes de auto y moto y los suicidios son los más comunes en este
grupo poblacional23 (citado en Soeane,2015).

En nuestro país los adolescentes constituyen el segundo grupo después de los


niños, que cuenta con los índices más altos de desigualdad social, pobreza, pobreza
extrema, marginalidad y exclusión, en términos de grupo etario, esta situación nos
obliga analizar cuál es el presente y que futuro que depara a las y los adolescentes en
situación de calle, que viven en una sociedad con islas de progreso y bienestar.

Por ejemplo, a nivel educativo la desigualdad y la exclusión se han convertido


en una característica de este aspecto. Según reporte del Ministerio de Educación los
problemas económicos, embarazo adolescente, problemas familiares e incluso no
encontrar vacantes en las instituciones educativas son algunas de las causas de la
deserción o retraso escolar, situación que solo agrava el presente y futuro de miles de
adolescentes. Este inaceptable estado de la cuestión, constituye un campo propicio que
coloca a las y los adolescentes en una peligrosa situación de riesgo, que ha dado lugar
a que crezcan en medio de la cultura combi, ya que se socializa en medio del caos y la
falta de reglas de conducta para una convivencia sana y cooperativa.

Otra problemática de las y los adolescentes en el Perú está vinculada con la


asociación inversa que se hace en relación al nivel educativo y tasa de fecundidad,
debido a que mientras más bajo es el nivel socioeconómico, mayor es la probabilidad
de ser madres, situación que a una adolescente la vuelve más vulnerable, como

23
“Para comprender el presente cómo la niñez y la adolescencia en situación de calle se ha convertido
en un problema de gobierno, resulta interesante abordarlo desde una perspectiva genealógica. Es decir,
trazar las trayectorias por dónde pasaron los debates, rastrear las hebras de los procedimientos de
quienes se encargaron de gestionar esta población tan particular. Más que la educación de un camino,
como quizá traza la ruta de un punto de partida a uno de llegada, se trata de seguir las conexiones
estratégicas que trazan una enmarañada red de acciones y categorías que nombran aquello sobre lo cual
se interviene. Esto implica conocer las condiciones de nacimiento de la infancia, no solo como categoría
de clasificación de los individuos sino también como aquellos que funda una serie de prácticas e
instituciones. En este sentido, la niñez no siempre ha existido como un grupo separado de los adultos,
más bien, tiene que ver con la construcción social”. Gonzáles García, Diego (2017). El gobierno de la
niñez y adolescencia en situación de calle en Uruguay. Un estudio de la racionalidad de las políticas
sociales focalizadas, p.53. Uruguay: Universidad de la República de Uruguay.

48
consecuencia del deterioro social, la deserción escolar, y dificultades para acceder a
un trabajo bien remunerado. En nuestro país es cada vez mayor el número de
adolescentes que son madres antes de los 15 años, como resultado de embarazos no
deseados. Respecto a este fenómeno social existen dos trayectorias, la de madre-
adolescente, y la adolescente-madre; la primera abarca la mayoría de los casos, donde
la adolescente no solo se convierte en madre, sino que también asume su rol conyugal
dedicándose a labores domésticas; y en la segunda trayectoria adolescente-madre, ella
y su pareja siguen siendo criados como hijos y dependen económicamente de sus
padres, e incluso mantienen el contacto con sus amistades tan similar como el que se
tenía antes del embarazo.

Si bien es cierto que por muchos años, tanto la desigualdad social, así como la
pobreza han sido vistas como causa y consecuencia de esta problemática social, cabe
precisar que este problema se encuentra asociada a los roles de género el cual vincula
la maternidad con el rol conyugal, donde la mujer asume el cuidado de los niños y la
labores del hogar, a ello se suma la falta de oportunidades laborales para su
sobrevivencia, por lo que sus estudios pasan a un segundo plano, ya que en caso
contara con alguna persona que asuma el cuidado de su hija o hijo, lo más inmediato
y prioritario por su misma situación socioeconómica seria trabajar.

De otra parte, para algunos adolescentes un hijo es la posibilidad de conformar


la familia que anhelaron, por lo que el embarazo adolescente desde su perspectiva no
constituye un problema, más aún cuando se tiene la experiencia de haber trabajado
desde muy corta edad, lo que le sirve de respaldo para pensar que están en la capacidad
de solventar el gasto de un hijo; finalmente ellas y ellos, en algún momento han
asumido a través de su trabajo, algunos gastos familiares. Contrariamente a ello vale
decir, que en la práctica se ha evidenciado que algunas adolescentes, al no contar con
las condiciones necesarias para criar un niño, optan por el fácil recurso de recurrir a
prácticas abortivas, la que en muchos de los casos las expondría a perder la vida ( Ver
figura 18).

Otra expresión de violencia en el caso de los adolescentes, es aquella vinculada


a la formación de pandillas, en estos grupos surgen relaciones vinculadas a la lealtad
a prueba de fuego, donde el consumo del alcohol, las drogas, y hasta el uso de las
armas son elementos que forman parte de este contexto y de la cultura de la calle.

49
Muchas veces se cree que el uso de la violencia, es la única forma para resolver los
conflictos entre ellos y frente a la autoridad. Muchas veces el uso de la violencia como
estilo de vida, y la forma de resolución de conflictos culmina con la muerte de ellos
mismos. En este contexto, las preferencias al momento de dar inicio a las relaciones
de amor románticas el 64% de hombres no buscan parejas que cuenten con estas
características. No olvidemos que las preferencias por un amor romántico son parte de
una construcción social aprendida en la vida cotidiana que asigna al hombre la imagen
de fuerza y rudeza frente a la imagen de debilidad y sumisión que consideran debería
transmitir la mujer (Ver figura 19).

De este modo, en nuestro país las causas de muerte de las y los adolescentes
están vinculadas a conductas de riesgo y acciones que pueden ser prevenibles
(violencia, consumo de drogas, accidentes de tránsito). Prevenibles porque estas
pueden evitarse, sin embargo, la débil intervención en materia de salud preventiva
promocional de parte del Estado no ha logrado construir una cultura del autocuidado,
porque no solo la salud física, sino también la salud mental de la población en general,
y de las y los adolescentes en situación de calle en particular se ha visto severamente
afectada.

En relación a la situación de la salud sexual y reproductiva en la Conferencia


Internacional de Población y Desarrollo del Cairo desarrollado en el año 1994, se
manifestó lo siguiente: “Es clave para el bienestar integral y el desarrollo, la salud
sexual y reproductiva, gozar de una vida sexual sin riesgos y satisfactoria, y de la
libertad y capacidad para reproducirse, lo que supone acceso universal a información,
educación y servicios de atención integral de la salud”. Ello está dirigido para todos y
todas las personas lo que incluye a las y los adolescentes.

Sin embargo, en la vida y existencia social cotidiana de las personas existe una
relación estrecha entre tener una pareja y las relaciones sexuales, que trasladado al
contexto de la calle se suma la presencia de los adultos o amigos de la zona, personas
que se dedican a la prostitución, proxenetas y otros adolescentes, quienes se convierten
en el principal modelo o referente para el inicio o desarrollo de las relaciones sexuales
en condiciones precarias e incluso sin ningún medio de protección (Ver figura 20).

50
Por ello, es reconocido internacionalmente la importancia de mantenerse
informado respecto a la salud sexual, ello porque su repercusión será favorable al punto
de que se disminuirían los altos índices de violencia y personas con infecciones de
transmisión sexual24, mientras más informada esté la o el adolescente, mayor será su
capacidad de respuesta frente a una situación compleja y multidimensional.

2.2.3. El amor en las y los adolescentes en situación de calle en una sociedad


donde existe desigualdad social, pobreza, pobreza extrema y exclusión

Parafraseando a Pierre Bourdieu (2005), el Perú es un espacio social y


geográfico megadiverso, con un rico capital económico, social y cultural. Sin embargo,
es preciso señalar que no sólo las niñas, niños y adolescentes en general, sino también
las niñas, niños y adolescentes en situación de calle en particular, viven en un contexto
social donde la desigualdad se expresa en la prevalencia de la pobreza, pobreza
extrema y exclusiones tempranas, caracterizada por el hambre, malas condiciones de
salud mental y física, educación de baja calidad, viviendas en malas condiciones,
inseguridad ciudadana y un ambiente social inadecuado, con altas tasas de anemia y
desnutrición crónica. En efecto:

La pobreza afecta en mayor número a la niñez y adolescencia (45,4% de los 10


millones 572 mil niñas, niños y adolescentes) que significa 10,6 puntos
porcentuales por encima del promedio de pobreza del país que fue de 34,8%
(año 2009). La situación es aún más crítica en los residentes del área rural
donde la pobreza afectó al 68.5% de sus niñas, niños y adolescentes, es decir,
2,3 veces la pobreza del área urbana (29,3%). En este ámbito geográfico una
tercera parte de las niñas, niños y adolescentes son indigentes (pobres
extremos), es decir, pertenecen a hogares cuyo gasto en consumo no cubre el
costo de una canasta básica de alimentos.

24
“Los casos de VH/SIDA en personas jóvenes tienen origen en relaciones sexuales en condiciones
inseguras durante la adolescencia, en la falta de educación sexual apropiada y desconocimiento de las
medidas de protección. La proporción entre hombre/mujer entre paciente de SIDA es 3/1, la trasmisión
vertical madre seropositiva /niño va en ascenso, así como las cifras de mujeres contagiadas. Este
incremento del riesgo en las mujeres está asociada a su falta de poder de negociación con la pareja para
el uso de medios de protección, Se calcula que a diciembre de 1999 vivían en el país con VIH y SIDA
4,500 menores de 15 años”. Promudeh, Op. Cit., p. 34.

51
Las niñas y los niños que nacen en hogares pobres tienen restringidos sus
derechos humanos, viven en la calle o si tienen familia se incorporan
temporalmente al trabajo y carecen de educación, servicio de salud o una
alimentación adecuada, incluyendo el disfrute del juego, tan vital para su
desarrollo. Se trata de un segmento poblacional muy vulnerable a los malos
tratos y a la explotación. En el área rural se hace muy evidente la
discriminación de género, pues a partir del nivel secundaria el acceso de la
educación de las adolescentes en relación a los varones se hace más crítico”
(Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, 2012, p. 25).

A la luz de los antes señalado, consideramos que es pertinente que el primer


Objetivo de Desarrollo Sostenible que es poner fin a la pobreza en todas sus formas,
no sólo en el Perú, sino también en todo el mundo, debe contar con un crecimiento
inclusivo que pueda crear estrategias que empoderen a las familias, con empleos
sostenibles, y que desarrollen acciones que promuevan la igualdad, ya que la pobreza
es mucho más que la falta de ingresos, y que además atenta contra la dignidad del ser
humano, y no le ofrece oportunidades para tener una mejor calidad de vida.

Diversos estudios buscan conocer las causas de esta problemática, de allí que
sea importante conocer algunas de las falacias o mitos de la pobreza como las que
menciona Bernardo Kliksberg (2003), quien dice que en muchos de los países de
América Latina, en la que se encuentra el Perú, existen numerosos profesionales y
gobernantes que piensan de la siguiente manera:

• Pobres siempre existieron y existirán en todos lados. Discurso neoconservador,


que no permite poner énfasis en estrategias para su erradicación, entonces
podríamos decir que los niños en situación de calle existieron siempre y
siempre existirán. Esta forma de entender la pobreza, no ayuda a que el Estado
diseñe políticas sociales, en favor de las y los adolescentes en situación de
calle, quienes lo único que requieren es que se les brinde pequeñas
oportunidades para que desarrollen sus habilidades y capacidades.

• La pobreza es responsabilidad solamente de los pobres. Este mito no delega


responsabilidad al sistema, ya que se piensa que el pobre lo es porque así lo
quiso y nació para ser pobre. Sin embargo, ignora que el ser humano no es un

52
individuo aislado, sino que forma parte de nuestra desastrosa organización en
la que vive, y más aún, en una sociedad donde miles de niñas, niños y
adolescentes viven en pobreza y pobreza extrema, muchas veces dedicados a
la mendicidad para poder sobrevivir.

• Las políticas sociales, asistencialistas solo dan pescado, y no


enseñan a pescar. No olvidemos que el asistencialismo es una práctica social
de larga data en el Perú. En muchos países, tanto el Estado, así como los
gobiernos, pretenden resolver los problemas estructurales de la sociedad
regalando pescado.

No hay que olvidar, que en nuestro país los niveles de pobreza son aún
elevados, y el último censo del año 2017 da cuenta de ello. Según los últimos estudios
realizados respecto a la pobreza monetaria, actualmente el Perú cuenta con 375,000
nuevos pobres lo que representa un aumento del 1,0%, entendiéndose como pobre
monetario a aquella persona cuyos gastos son insuficientes para adquirir una canasta
básica familiar que cubra los alimentos. Por tanto, cuando hablamos de pobreza no
solo está referida a aspectos netamente económicos, sino también, que esta
problemática trae consigo complicaciones en las relaciones humanas, provocando
incluso ciertas frustraciones y otras reacciones como la resignación que influye y
disminuye considerablemente las aspiraciones que tiene todo ser humano. Esta
situación, es denominada con la categoría “desesperanza aprendida”, donde la lucha
por salir de la situación es menor, en comparación con quienes ya han pasado por
sucesos frustrantes. De este modo, la “desesperanza aprendida”, se asocia con ideas
fatalistas, pesimistas y otros elementos negativos, que impiden el florecimiento del ser
humano, como una persona con sueños y utopías.

Esta situación empeora cuando evidenciamos que la crisis social y económica


que vive el Perú, golpea la vida y existencia social de miles de niñas, niños y
adolescentes. Está totalmente demostrado que esta crisis es selectiva, en América
Latina, incluso dentro de nuestro propio territorio, situación que determina el presente,
futuro y la calidad de vida de las personas. Esta situación de crisis social, económica,
política y cultural golpea dramáticamente a la familia popular, y tiende a colocar a
unos pocos en un lugar privilegiado, mientras una gran mayoría vive en condiciones

53
infrahumanas, donde no tienen las mismas oportunidades y posibilidades, para seguir
buscando una mejor calidad de vida. Lo que acontece en nuestro país, no es un hecho
aislado, sino que tiene sus causas en un contexto mayor, de allí que partamos de
conceptualizar la situación de América Latina, la cual viene atravesando la
denominada crisis de gobernabilidad causada, entre otros factores, por la desigualdad
social, económica, política y cultural.

2.2.3.1. El Perú del siglo XXI: ¿paraíso de la desigualdad social, pobreza, pobreza
extrema y exclusión?

No podemos negar, que en los albores del siglo XXI, en nuestro país, las niñas,
niños y adolescentes, tanto de la Costa, el Ande, y la Amazonía, en medio de
inaceptables brechas de desigualdad social y económica, pobreza, pobreza extrema, y
exclusión como consecuencia de las políticas públicas –políticas económicas, y
políticas sociales- aplicadas por el Estado y los gobiernos en los últimos cuarenta años
(1980-2020), no han ofrecido las oportunidades para el desarrollo de las capacidades
y habilidades de las niñas, niños y adolescentes en general.

En efecto, la desigualdad no solo en términos económicos, sino también una


desigualdad social, cultural y racial, ha hecho de la sociedad peruana, una sociedad
estratificada, donde los estratos sociales A y B, viven en medio de la riqueza y la
opulencia; y los estratos sociales C, D y E, sobreviven entre la pobreza, pobreza
extrema y exclusión. La estratificación social y económica, no solo existe en el Perú,
sino también en toda América Latina, dicho sea de paso, uno de los continentes más
desiguales del mundo. En el caso específico de nuestro país, un ejemplo extremo de la
diferenciación y exclusión social, podemos constatar, con la existencia inaceptable del
denominado “muro de la vergüenza”, que divide al distrito mesocrático de Surco, con
el distrito marginado de San Juan de Miraflores, dos caras de la misma moneda.

Al respecto, Gutiérrez (2015) dice que esta situación, es una lamentable y


dramática realidad, que divide no solo a los distritos, sino también, a la misma
sociedad, entre ricos y pobres, entre saciados, y excluidos. Esta indeseable realidad
cada día va en aumento, donde la brecha de desigualdad y pobreza no ha logrado ser
superada (p. 27). Esta situación debe llevarnos a una profunda reflexión sobre el qué

54
hacer, para evitar que seamos naturalizados por esta inhumana realidad de la que
somos parte.

Ahora bien, no olvidemos que este problema de la desigualdad, no solo entre


ricos y pobres, sino también, entre países desarrollados y en vías de desarrollo, como
dice Pérez (2003), se debe a la dependencia de los países latinoamericanos del Sur
global, frente a los países denominados del “Norte desarrollado”, a las que debemos
imitar, siguiendo el modelo económico neoliberal, que solo trajo como consecuencia
más desigualdad y más pobreza; acompañada incluso de una enorme deuda externa
(p. 5).

Esta desigualdad social, pobreza, pobreza extrema, violencia y exclusión, se agudiza


debido a que el Estado peruano sigue siendo empírico, frágil, corroído por la
corrupción e impunidad, y poco eficaz, para usar algunos de los adjetivos que Jorge
Basadre, uno de los historiadores más reconocidos y ponderados utilizó el año 1933,
en su famosa e imponente obra Historia de la República del Perú (Ganoza y Stiglich,
2019).

Actualmente, el “Estado Mínimo” y/o Estado neoliberal, con instituciones


débiles, no garantiza el diseño de políticas sociales para resolver las urgentes
necesidades de la población, como la educación, salud, y seguridad social. Ello se
debe, a que en nombre de la “justicia social” el Estado, no debería redistribuir la
riqueza, tal como lo pensó Fredrich von Hayek profeta del neoliberalismo, y cuyos
fundamentos son limitar la democracia, privatizar las empresas públicas, desregular
las leyes laborales, limitar las subvenciones para la vivienda, reducir los gastos de
seguridad social, y debilitar los movimientos sociales del campo y la ciudad (Ramonet,
2009).

Esta situación parece que en el transcurrir de los años va por el mismo sentido
sin cambiar el rumbo de aquello que no está funcionando y quizás sea porque aun los
problemas sociales son vistos solo desde un punto de vista del crecimiento económico,
que para la tecnocracia significa desarrollo, y cuya preocupación está orientada en
evaluar cuánto se gana y cuanto se pierde solo en términos monetarios, sin tomar en
cuenta aquellos aspectos que están vinculados con la persona como ser integral y como
miembro de una familia a la que tiene que sostener.

55
2.2.3.2. ¿Crecimiento económico para el desarrollo de capacidades y habilidades
del ser humano o sólo para asistir a los pobres y pobres extremos?

No debemos perder de vista que el crecimiento económico del Producto Bruto


Interno (PBI), debería ser distribuido para la ejecución de una buena política social
que coadyuve al desarrollo de capacidades y habilidades de las personas. Sin embargo,
en el caso del Perú, la política social tiene el modelo del “derrame”, “chorreo” o
“goteo” solo para aliviar la pobreza (Kliksberg, 2003). Por tanto, podemos decir que
la desigualdad social, pobreza y pobreza extrema siguen latentes, debido a la mala
redistribución del crecimiento económico, cuyas consecuencias son los efectos
negativos en la vida social, personal y familiar, ya que el Estado no invierte como se
requiere en educación y salud de calidad.

Es importante tener en cuenta que la desigualdad social, pobreza y pobreza


extrema es consecuencia de varios factores, entre ellas la corrupción sistémica y
endémica25, la debilidad de las políticas públicas –políticas económicas y políticas
sociales- que se caracterizan por tener un presupuesto reducido que afecta de alguna
forma la capacidad de gestión de algunas instituciones. De ahí, que también sea
necesario evaluar si los programas sociales tienen o no los efectos deseados, o si es
que están llegando a los verdaderos beneficiarios; y más aún, si realmente contribuyen
al desarrollo de capacidades y habilidades de las y los adolescentes en situación de
calle.

Al respecto, Thorp (2011) dice que: “La desigualdad a menudo podría incluso
decirse que normalmente ha sido funcional para el crecimiento. Sostenemos que este
planteamiento resulta importante para entender la persistencia y el profundo arraigo
de la desigualdad en América latina”. (p.16). En el caso del Perú, no obstante, el
crecimiento de la economía, persisten los altos índices de desigualdad social, pobreza
y pobreza extrema que afecta al 45% de niñas, niños y adolescentes (INEI-UNICEF,
2011).

25
“¿Fue el gobierno del presidente Alberto Fujimori el más corrupto de la historia del Perú? A primera
vista podría parecer que sí, considerando la difundida cobertura de una corrupción generalizada y
sistémica que involucró una amplia gama de instituciones y personajes tanto públicos como privados.
Las riendas del meollo de la Administración Pública Nacional evidentemente fueron capturadas por
grupos militares y civiles asociados en la corrupción”. Quiroz W., Alfonso (2019). Historia de la
corrupción en el Perú, p. 374. Lima: IEP.

56
En ese sentido decía Amartya Sen, respecto a las manifestaciones que se tenía
de la pobreza, decía que el lenguaje común por parte de algunos funcionarios y
operadores de Infancia del Estado era: “pobres hay en todos lados”, “siempre hubieron
pobres”, “siempre habrán pobres”; como bien se sabe el lenguaje construye discursos
y los discursos realidades las cuales se van trasmitiendo y normalizando , por lo tanto,
para muchos la pobreza es una situación que aún debe esperar, y mientras esperamos
se va reduciendo la esperanza y calidad de vida de las niñas y los niños de ahora, y
truncando las esperanzas de lo que serán los hombres y mujeres del presente y del
mañana, y en estas condiciones ¿qué tan sólidas serán las futuras familias, y que tan
preparadas estarán para acompañar a las nuevas generaciones?.

En este sentido la economía, no solo en el Perú, sino también en América Latina


tiene como prioridad al mercado, el cual está por delante en muchos casos de la misma
democracia; por lo que cabe imaginarnos cuál es el lugar de la infancia en este
contexto, donde no suma ni resta, y por el contrario es utilizado para el consumo, en
otras palabras la infancia es utilizada como objeto de consumo. Al respecto, Juan
Enrique Bazán (2009) en su obra Modos de vida de la infancia dice que: “la infancia
es fácilmente ninguneada por el Estado en cualquiera de sus niveles” dura realidad que
las instituciones y sus operadores se han encargado de reforzar.

Por otra parte, Steven Levitsky dice que: “la desigualdad es una de las causas
de la violencia, pero otro factor es la debilidad del Estado. América Latina tiene la tasa
de homicidios más alta del mundo” (citado en Gonzales, 2011, p.173). Esta
desigualdad y debilidad del Estado trae consigo un incremento de la violencia y ello
genera en todos y todas las personas una situación de desprotección, en la cual los más
afectados son los pobres; y en especial las infancias.

De esta manera, en un contexto de violencia indirecta o estructural (Galtung,


2000), y violencia simbólica, hecha una forma de habitus (Bourdieu, 2002), la familia
no es un espacio seguro, ya que los niños, niñas y adolescentes viven, aprenden y
construyen su identidad en medio de la violencia. No olvidemos que en diversas zonas
del país, la violencia26 ha sido normalizada y se ha traducido a través del denominado

26
“A partir del entorno familiar, barrial y educativo en el que se encuentra, o también desde las
expresiones ‘marginales que las mismas actividades laborales le ofrecen. Sin embargo, todo confluye
en la misma complejidad, tal vez por el entorno de los espacios socio-familiares –como la vivienda- en
la que se ubican y en las manifestaciones de violencia y agresión a las que se ven sometidos desde la

57
machismo, término que se atribuye a aquella conducta de quienes refuerzan el poder
de los hombres por sobre las mujeres y cuyos aprendizajes se dan desde los primeros
años de vida del ser humano por la familia y sociedad en general; a ello se suma la
percepción del niño como objeto de protección tutelar y correccional, y como un ser
merecedor de los castigos físicos y psicológicos de parte de los adultos, porque aún la
sociedad peruana sigue siendo adultocéntrica.

Es este contexto de violencia en la familia, y violencia en la sociedad, agravada


por la desigualdad social, pobreza y pobreza extrema, donde las necesidades básicas
de la infancia no son satisfechas, situación que afecta la calidad y nivel de vida de las
infancias de la Costa, el Ande, y la Amazonia, que cotidianamente viven y/o
sobreviven en un contexto social de por sí violento. Por tanto, ni la familia, ni el
Estado, ni la sociedad ofrecen a las infancias, la debida protección, ni mucho menos,
espacios sociales donde puedan recibir amor, afecto y ternura (Cussiánovich, 2015).

En el caso de los niños, niñas y adolescentes en situación de calle, es mucho


más grave, porque es el grupo poblacional más invisibilizado y estigmatizado, por
algunos operadores de infancia del Estado, por ejemplo la policía, jueces y fiscales de
familia, que consideran a esta infancia como objetos de corrección, a pesar de la
vigencia de la Convención por los Derechos del Niño, que a pesar de su aire occidental
y monocultural (Pilotti, 2001), es un gran avance, porque como afirma Emilio García
Méndez, la Convención sobre los Derechos del Niño, ha sido definida como una
verdadera revolución, que transforma al “menor en ciudadano”, por eso no resulta
exagerado afirmar que la Convención constituye una Revolución francesa o el fin de
un antiguo régimen que llega a las niñas, niños y adolescentes pero con más de 200
años de atraso (García Méndez; citado por Ñari Walac, 2001, p.88).

En este sentido, la Convención es una herramienta necesaria para la defensa y


promoción de los derechos del niño. Al respecto, Alejandro Cussianovich (2017) dice:
“Lo importante es que los propios NNA sean protagonistas de este esfuerzo por lograr
un nuevo contrato social desde ellos y ellas con los Estados, los Pueblos Originarios y
la Sociedad” (p.212). De este modo, cada realidad y generación tendrá sus propias

niñez (entre padres, o de padres contra hijos) y que de adolescentes y jóvenes reproducen”. Mejía
Navarrete, Julio (1999). Espacios sociales y violencia pandillera en Lima, p. 76. En: Modernidad y
pobreza urbana en Lima. Lima: Universidad Ricardo Palma.

58
necesidades e intereses, y seguramente los niños, niñas y adolescentes de cada época
también tendrán sus propias estrategias y acciones para lograr el desarrollo humano, y
una mejor calidad de vida.

2.2.3.3. Globalización y Convención sobre los Derechos del niño: el contexto del
texto27

El 20 de noviembre de 1989 el Estado peruano firmó la Convención sobre los


Derechos del Niño, con la firma de esta norma jurídica internacional de carácter
vinculante nuestro país acepta y asume el compromiso de velar porque se cumplan los
derechos que como sujetos de derechos deben gozar todos los niños, niñas y
adolescentes, sin distinción de raza, creencias religiosas, posición económica, y
diferencia de género. De este modo la Convención sobre los Derechos del Niño se
convierte en el instrumento jurídico internacional más importante de los derechos
humanos específicos para los niños, que fue ratificado por 176 Estados en un tiempo
récord; y en América Latina, fue un documento que más consenso consiguió en todos
los países. Sin embargo, cuando se trata de las niñas, niños y adolescentes en situación
de calle, el Estado peruano no los tiene considerado en la agenda de las políticas
sociales (Jaramillo, 2015).

Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que el Estado peruano, adecuó


los postulados de la Convención a la normativa nacional, dejando atrás el viejo y
decimonónico Código de Menores de 1962, que se sustentaba en la Doctrina de la
Situación Irregular del Niño. De esta manera, el 28 de diciembre de 1992, el Estado
peruano aprueba y pone en vigencia el nuevo Código de los Niños y Adolescentes, que
es el instrumento jurídico más importante en la búsqueda de adaptar muestra
legislación interna a la Convención sobre los Derechos del Niño, que trae una nueva
visualización sobres las infancias, entendiendo a los niños y niñas como sujetos de
derechos, y que tiene como marco la Doctrina de Protección Integral (Jaramillo, 2015).

Por otra parte, el Estado peruano, como Estado Parte de la Convención sobre
los Derechos del Niño, en estos últimos años ha elaborado el Plan Nacional de Acción
por la Infancia y Adolescencia (PNAIA): 2002-2010; y 2012-2021, que actualmente

27
La idea la he tomado del excelente texto de Francisco Pilotti: Globalización y Convención sobre los
Derechos del Niño: el contexto del texto.

59
está en vigencia. Sin embargo, cabe precisar, que tanto el Código de los Niños y
Adolescentes, así como el Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia, a
pesar de ser herramientas legales muy importantes, tienen algunas dificultades en su
aplicación, especialmente en los lugares más recónditos de nuestro territorio nacional,
debido a que muchos operadores de infancia del Estado, todavía siguen siendo afectos
a la Doctrina de la Situación Irregular del Niño. Al respecto, Jorge Valencia (1999)
dice que: “en un futuro el Código será revisado y modificado porque finalmente será
la realidad de la infancia del próximo milenio la que determinará los cambios a seguir”
(p.123).

Actualmente, en nuestro país, no obstante la vigencia de la Convención sobre


los Derechos del Niño, del Código de los Niños y Adolescentes, y el Plan Nacional de
Acción por la Infancia y Adolescencia, las niñas, niños y adolescentes viven en medio
de la desigualdad social, pobreza, pobreza extrema, violencia y exclusión,
especialmente las niñas, los niños y adolescentes en situación de calle, a quienes en
palabras de Frantz Fanón son los nuevos condenados de la tierra, y a quienes estas
circunstancias difíciles no les estarían brindando las condiciones para la construcción
de relaciones saludables.

2.2.3.4. La violencia social y política una herencia colonial que afecta la vida y
existencia social de las familias peruanas, en una sociedad desigual, pobre y
excluida

En la sociedad peruana, la violencia, es un fenómeno social de muy larga data.


Actualmente, la violencia se da en la escuela, en el transporte, en las calles, en la vida
cotidiana de las familias y en general en toda relación social. La violencia no ha sido
ajena a los procesos de transformación social del Perú y América Latina: violenta fue
la conquista, violento el esclavismo y la explotación de los indígenas y los negros,
violenta la independencia, violentos los procesos de ocupación y recuperación de las
tierras en las periferias de la ciudad. Se trata entonces de una violencia distinta, una
violencia casi endémica que podemos calificar de social; y que se agudiza debido al
empobrecimiento, donde los sectores más vulnerados en sus derechos, son las que
padecen de la violencia (Briceño-León, 2002, p. 14).

60
No olvidemos, que tanto en el Perú, así como en América Latina, y el mundo,
la violencia ha tomado diversas formas o modalidades, así podemos mencionar: la
violencia delincuencial, la violencia política, violencia de género; la violencia contra
los niños, niñas y adolescentes; y que lamentablemente, se trasmite de generación en
generación. Sin embargo, en nuestro país, la violencia política, que en diferentes
momentos históricos ha existido, trajo como consecuencia, muerte, sufrimiento,
miedo, y vidas humanas tempranamente desperdiciadas (Bauman, 2006).

En nuestro país la violencia social y la violencia política, fueron dos de los


sucesos más dramáticos en las dos últimas décadas del siglo XX; y que desangraron
todo el cuerpo social del Perú, causando miles de muertes de niñas, niños, adolescentes
y sus familias, especialmente en las poblaciones andinas, amazónicas, y en los barrios
periféricos de las ciudades de la costa llamada “moderna”. Las causas y consecuencias
de estos tipos de violencia forman parte de la realidad peruana. Si bien es cierto, que
la violencia política fue derrotada militarmente actualmente la violencia familiar y
social28, ha desbordado a la sociedad con al aumento exponencial de la delincuencia
adolescente juvenil.

En efecto, como manifiesta la Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, durante


estos últimos meses de cuarentena en el Perú, los fiscales han atendido 5.804 denuncias
de violencia en el grupo familiar; 9.460 agresiones y lesiones graves contra mujeres y
miembros de la familia, 925 casos de violaciones sexuales; 14 feminicidios, y 30
tentativas de feminicidios. Esta situación tiene como víctima directa a la mujer
situación deplorable, pero a su vez tiene también a otras víctimas de la violencia de
pareja que son las niñas, niños y adolescentes, considerados victimas indirectas y que
muchas veces no han sido considerados o no se han tomado las medidas respectivas
por su atención, por lo que podríamos decir que incluso han sido invisibilizadas. Las
consecuencias en la futura constitución de su familia, y las relaciones que han de
desarrollarse no cuentan con la solidez para sostenerse y tener una vida plena, porque

28
“La violencia en contra de niñas, niños y adolescentes se presenta en la familia, la escuela, el barrio,
entre otros. Pero es la violencia que se desarrolla en el seno de la familia la más extendida, grave y
frecuente ya que se realiza de manera más continua, y genera consecuencias físicas, psicológicas y
sociales que afectan su normal desarrollo. La violencia familiar, además, es la que da el marco y
“justifica” la violencia que se realiza en los otros ámbitos de desarrollo y desenvolvimiento de las niñas,
niños y adolescentes. La violencia familiar que se ejerce contra sus miembros más vulnerables tiene
todavía un alto nivel de aceptación en los adultos en tanto es vista como una forma válida y efectiva
para educar y corregir”. Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (2012). Plan Nacional de
Acción por la Infancia y Adolescencia 2012-2021, p. 28. Lima: MIMP.

61
después de acontecidos los hechos de violencia, no se ha trabajado de manera oportuna
en el proceso de recuperación emocional que toda y todo niño necesita para
desarrollarse saludablemente.

Actualmente la realidad peruana está caracterizada por la violencia contra la


mujer, la que se manifiesta por la alta prevalencia de violaciones sexuales. Como dice
Angélica Motta (2019):

De hecho la violencia sexual en el Perú es endémica. La violación que seis


sujetos perpetraron contra Lucy (15) en Ayacucho, desgarrándola hasta
matarla, forma parte de una problemática que no es excepcional. El
Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público registra 70 denuncias
de violación sexual al día (consideramos que la gran mayoría de violaciones no
son denunciadas) y tres de cuatro son en perjuicio de menores de edad
(Ministerio Público para el año 2017). Sin embargo, no basta hablar de
cantidad, urge visibilizar y cambiar lo que está a la base de la sociedad con una
cultura de la violación íntimamente asociada con la organización de las
relaciones de género y sexualidad. (pp. 29-30)

Esta realidad significó que se replantee una serie de estrategias al parecer hasta
ahora insuficientes para contrarrestar esta situación marcada por un extremo
autoritarismo, machismo y adultocentrismo reflejado a nivel del Estado, la comunidad
y la familia. Esta realidad está presente, en la vida y existencia social de la mujer, cuyo
cuerpo es visto como objeto de satisfacción masculina, la que es reforzada por la
violencia simbólica que se perpetua actualmente; y que se trasmite
intergeneracionalmente, donde las niñas, niños y adolescentes, socializan a través de
canciones, chistes y cuentos que expresan la subordinación de las mujeres hacia los
hombres.

Ante este inaceptable estado de la cuestión, existe la Ley 3036429 Ley para
prevenir, sancionar y erradicarla violencia contra las mujeres y los integrantes del

29
Ley 30364 fue publicada en el diario oficial El Peruano el 22 de noviembre del año 2015, cuyo
objetivo es actuar de forma preventiva, contar con los mecanismos que permitan erradicar y sancionar
toda forma de violencia producida en el ámbito público o privado contra las mujeres por su condición
de tales. Eta ley se extiende a los otros integrantes del grupo familiar más aun cuando se encuentran en
situación de vulnerabilidad por la edad o situación física como las niñas, niños, adolescentes, personas
adultas mayores y personas con discapacidad.

62
grupo familiar. Cabe precisar, que la violencia es toda acción que causa daño, físico,
sexual o psicológico que se produce en el contexto de una relación de responsabilidad,
confianza o poder. Frente a esta realidad no deseada, se tiene que tener una especial
consideración con las niñas, niños, adolescentes, adultos mayores y personas con
discapacidad.

Este tipo de violencia, también se manifiesta por el abuso y desatención que


incluye la negligencia, o toda acción que afecte su dignidad y desarrollo, y que pone
en peligro la supervivencia de la misma. Sin embargo, es bueno recalcar, que no es
solo la familia responsable de la protección de la niña, niño o adolescente, a través del
sustento o protección, sino es responsabilidad del Estado que al formar parte de la
Convención sobre los Derechos del Niño, está obligado a diseñar políticas sociales
para la promoción y defensa de los derechos humanos, y específicamente para las
niñas, niños y adolescentes.

2.2.3.5. La violencia política contra los niños, niñas y adolescentes, durante el


conflicto armado interno de las décadas 1980-2000

Durante las dos últimas dos décadas del siglo XX, el Perú fue un escenario
social, de una guerra inhumana y fratricida, jamás imaginada; y cuyas consecuencias
dolorosas fueron la muerte de miles de niñas, niños y adolescentes de la Costa, el Ande
y la Amazonía, debido a la acción subversiva, primero del Partido Comunista del
Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL); y después del Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru (MRTA); ambos grupos insurgentes, desataron el conflicto armado contra el
Estado, y la violencia política jamás imaginada30.

30
“El conflicto se inició el 18 de mayo de 1980, con la quema de ánforas electorales por parte del PCP-
SL en la localidad de Chuschi, comunidad campesina en Ayacucho, una de las regiones más pobres del
país. Ese día, cumpliendo sus planes político-militares, Sendero Luminoso decidió iniciar le “guerra
popular” en contra del Estado peruano, justamente cuando se realizaban las elecciones presidenciales
que reinstauraban el régimen democrático en el país, luego de 12 años de una peculiar dictadura militar.
[…]. En 1984, también se alzó en armas el MRTA, otra organización armada proveniente de la izquierda
radical peruana que, de esta manera, incrementó la vorágine de violencia. El enfrentamiento entre el
Estado y las organizaciones alzadas en armas se concatenó con una grave crisis económica y política,
cuyos principales rasgos fueron la hiperinflación y la pérdida de la credibilidad de los partidos políticos
respectivamente”. Pajuelo Teves, Ramón (2016). Un río invisible. Ensayos sobre política, conflictos,
memoria y movilización indígena en el Perú y los Andes, pp.51-52. Lima: Ríos Profundos Editores.

63
Según el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), esta
guerra fratricida causó la muerte de 69 000 peruanos, no solo a manos de estos grupos
subversivos, sino también de manos de las fuerzas de seguridad del Estado. Y en el
caso de los niños, niñas y adolescentes, las cifras de vidas desperdiciadas
tempranamente, son realmente estremecedoras. Al respecto, Carlos Iván Degregori Ex
- Comisionado de la CVR nos dice lo siguiente:

Desgraciadamente, lo sucedido durante el conflicto armado que sufrió nuestro


país entre 1980 y 1999, resulta también en ese aspecto, parafraseando a
Salomón Lerner, oprobioso. El Perú es signatario de un conjunto de tratados
internacionales, incluyendo la Declaración de los Derechos del Niño (1989),
que señalan que niñas y niños son titulares de todos los derechos, libertades y
garantías que les corresponden por su calidad de seres humanos. Sin embrago,
ellos sufrieron el 12.8% del total de las violaciones a los Derechos Humanos
registrados por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR)

La frialdad de las cifras oculta el inconcebible sufrimiento de estos miles de


seres humanos, muchos de ellos torturados y violados antes de morir “abiertos
como conejos” o sofocados hasta asfixiarse en las “retiradas” senderistas para
no delatar la presencia del grupo subversivo y las poblaciones cautivas que lo
seguían, ante alguna patrulla del ejército o algún grupo de ronderos. Para no
hablar de quienes sobrevivieron luego de ser reclutados forzosamente,
apresados injustamente, torturados, violados o desplazados, solo o con sus
familias.

Más oprobioso aún, resulta que el 42.2% de ejecuciones arbitrarias y alrededor


del 70% de violaciones sexuales y torturas y otros tratos crueles, inhumanos y
degradantes contra niñas y niños hayan sido perpetrados por agentes del
Estado, cuyo deber, por mandato de las leyes nacionales e internacionales, era
proteger a esos menores peruanos. Hoy, terminado el conflicto armado interno,
el sufrimiento no cesa para esos niños, hoy jóvenes, que llevan inscritos en el
cuerpo, y sobre todo en la mente, las secuelas de la violencia brutal. Son
decenas de miles diseminados en el país. “Traumados” como se oyó decir con
frecuencia a las madres de familia en las Audiencias Públicas de la CVR,
empobrecidos, con sus hogares destruidos y sus comunidades quebradas;

64
transmitiendo sin querer a sus propios hijos el dolor de esas heridas abiertas
que no han sido curadas
(Degregori, 2005, pp. 7-8).

Es en ese contexto, de violencia a la que Nelson Manrique denominó el tiempo


del miedo, las poblaciones más pobres estuvieron bajo dos fuegos, por una parte, con
el accionar violento del terrorismo de Sendero Luminoso, y por otra parte del
terrorismo de Estado, a cargo de las fuerzas del orden. Ante la ausencia y la
incapacidad del Estado para detener la violencia terrorista de Sendero Luminoso en las
denominadas “zonas grises” en las zonas rurales, y las barriadas de Lima. De este
modo, tanto las organizaciones subversivas, así como las fuerzas del orden, terminaron
tratando a la infancia con la misma violencia, aplastando sus derechos con la misma
prepotencia tanática (Bruce, 2005).

Esta situación de violencia política, trajo una serie de consecuencias sociales,


económicas, políticas y culturales, pero sobre todo, agudos problemas psicosociales
acompañadas del miedo, afectando la salud mental de los niños, niñas y familias, cuyas
expresiones más comunes fueron las reacciones impulsivas, alteración del sentido de
la realidad, vulnerabilidad, inseguridad, desesperanza, tristeza; que dicho sea de paso
se agravó con el fenómeno social de la migración, desplazamiento forzado y refugio,
cuyos daños colaterales fueron la desorganización social, ruptura de proyectos de vida
y cambios culturales.

Las poblaciones violentadas y aterrorizadas, por la acción de Sendero


Luminoso, y de las fuerzas del orden, tuvieron que verse obligadas a desarraigarse de
sus comunidades o pueblos, e inician una fuga forzada pero necesaria del epicentro de
la violencia política, llegando a ocupar los espacios sociales y geográficos en las
grandes urbes, como la ciudad de Lima Metropolitana, y las ciudades intermedias,
como Huamanga, Huancavelica, Huancayo, e Ica. Estas poblaciones desplazadas,
fueron despreciadas, estigmatizadas, y miradas con desconfianza, de ser sospechosas
y cómplices de los terroristas, esta percepción y la experiencia en sí misma no
discriminaba a adultos de niños, estos últimos uno de los grupos más golpeados de esta
crisis, que solo logró lacerar su dignidad y su existencia lo que consecuentemente
afectaría su presente, pasado y hasta su proyecto de vida.

65
En este contexto cambiante se va formando la cultura del miedo, de la
sospecha, y de la violencia, que se intensificó durante los años del régimen autoritario
de Fujimori. Las personas desplazadas se sentían sumamente desprotegidas, e
incapaces de desafiar el autoritarismo del régimen fujimorista, y cada vez más
dispuestos a aceptar medidas de mano dura para frenar la violencia terrorista. En este
proceso, las niñas, los niños y adolescentes no fueron ajenos a esta problemática, ya
que muchos de ellos fueron utilizados por estas organizaciones, mientras que otros
fueron violados y asesinados.

66
CAPITULO III

MIGRACIÓN, URBANIZACIÓN Y MODERNIZACIÓN DE LIMA: NIÑAS,


NIÑOS Y ADOLESCENTES EN SITUACIÓN DE CALLE

3.1. Migración, urbanización y modernización de Lima Metropolitana: ¿tribus


urbanas en Lima? 31

Para comprender y explicar la presencia de niños, niñas y adolescentes en


situación de calle, no podemos ignorar los grandes cambios sociales generados por las
migraciones internas del campo a la ciudad, y el proceso de urbanización, que
transformaron el Perú. En efecto, después de la Segunda Guerra Mundial, empezó un
gigantesco e indetenible proceso de migración campesina hacia las ciudades costeñas,
sobre todo desde la sierra, y principalmente hacia Lima. Estas migraciones
transformaron el rostro del Perú y de Lima, lo andinizaron, cholificaron (Zapata,
2016); y también dieron lugar al centralismo limeño, y a la existencia del Perú oficial,
y al Perú no oficial, paralelos y diferenciados32.

La llamada “invasión” de los migrantes a las ciudades como Lima, dio lugar a
una serie de problemas sociales, ambientales, de vivienda, empleo, y conflictos
sociales dentro del espacio urbano, muy agudos y jamás imaginados, especialmente
por la falta de espacios para albergar a las grandes masas desposeídas, que llegaron a
la capital, en busca de mejores condiciones de vida, de la que tenían en sus lugares de

31
Idea tomada del libro: Tribus urbanas en Lima. Jóvenes y adolescentes en busca de un espacio en la
ciudad 1990-2010, de Sarah D. Yrivarren V.
32
“La existencia de dos Perúes paralelos no es un fenómeno reciente. Por un lado, el Perú oficial de las
instituciones del Estado, los partidos, la banca y las empresas, los sindicatos, las universidades y los
colegios, las Fuerzas Armadas y la Iglesia; de los tribunales, la burocracia y el papel sellado; de la
cultura exocéntrica: Y, por el otro, el Perú marginado: plural multiforme, del campesinado y la masa
urbana, de las asociaciones de vecinos, los cabildos tradicionales, las rondas y los varayoc; de los talleres
clandestinos, los ambulantes y la economía de trueque, la reciprocidad y la mera subsistencia; de los
cultos a los cerros, la espera de Inkarri y la devoción a las santas y beatas no canonizadas; el Perú, que
conserva, adapta y fusiona innumerables tradiciones locales y regionales; bilingüe, analfabeto y a veces
monolingüe quechua, aimara o amazónico. Este contraste, gestado desde los primeros tiempos de la
Colonia, se prolonga hasta avanzado el Perú republicano”. Matos Mar, José (2005). Desborde Popular
y crisis del Estado, p. 97. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú.

67
origen. De este modo, desde la década de los años 1940-1950, se produce el fenómeno
social de las invasiones a los terrenos baldíos de la periferia de la ciudad, los que dan
lugar al nacimiento de las llamadas barriadas, barrios marginales, pueblos jóvenes y
asentamientos humanos.

Como dice Héctor Béjar, el año 1955, ya existían 39 barriadas en la


denominada gran Lima, con una población de 119,140 habitantes, un 10% del total, lo
que diez años después, era medio millón de personas, constituyendo la cuarta parte de
la población limeña. Las razones de esta gigantesca migración se justifica en la medida
que Lima constituía una atracción sobre el resto del país, por ser el centro urbano más
desarrollado; y la creencia difundida, de que en Lima hay más oportunidades de
trabajo, y mejores condiciones de vida, que las existentes en el interior del país (Béjar,
2002).

Hasta hoy en día, después de sesenta y cinco años, de crecimiento urbano


desordenado de la ciudad de Lima Metropolitana, ha surgido una numerosa población
marginal, desempleada y subempleada, dedicada a actividades de comercio informal
en las calles de la urbe limeña. Actualmente, a dos décadas del siglo XXI, Lima
Metropolitana, alberga aproximadamente once millones de habitantes; y a miles de
niñas, niños, y adolescentes, que viven en condiciones de desigualdad, pobreza,
pobreza extrema, violencia y exclusión en los barrios periféricos de la ciudad.

Lima Metropolitana, es una ciudad cada vez más violenta, la delincuencia y la


inseguridad ciudadana son parte de nuestra cotidianidad, así como lo son las
interacciones que realizan los niños, niñas y adolescentes en busca de su identidad,
principalmente con otras y otros muchachos de su misma edad:

Y los puntos principales son las esquinas, parques plazas, bares y galerías
comerciales; pues con el nuevo sistema en el que ambos padres trabajan fuera
de casa todo el día o viven separados, cada vez los adolescentes adquieren más
libertades y el grupo de amigos comienza a tomar el papel de la segunda
familia, con la cual identificarse, dialogar, compartir y aprender, todo esto
dentro de los escenarios públicos de la ciudad.

Es en este punto que la importancia de la territorialidad, entendiendo el término


como apropiación de un espacio determinado, cobra relieve. Así como una
familia necesita identificarse con un hogar que representa la unión y la

68
convivencia entre los miembros, de igual manera el grupo de amigos es una
segunda familia, también necesita apropiarse de un espacio, con el cual
identificarse y sentirse unidos compartiendo un lugar común donde realizar
actividades afines. Esta territorialidad no representa necesariamente violencia
o agresiones, sino el hecho de pertenecer y ser integrantes de un entorno
constantemente frecuentado
(Yrivarren, 2012, pp. 25-26).

De esta manera, la gran urbe Limeña, especialmente en las décadas 1980-2020,


ha sido ocupada por lo que sociológicamente Michel Mafesso acuñó la categoría de
tribus urbanas, característica del “posmodernismo”. En el caso, de los niños, niñas y
adolescentes en situación de calle, en Lima Metropolitana, han ocupado zonas como
Avenida Grau, La Parada, Barrio Chino, Rímac, Puente Nuevo, Caquetá, Los Olivos,
La Hacienda, Ceres, La Molina, San Juan de Miraflores, Santa Anita, Huaycán, La
Pascana y Callao (Benavente, 2017, p.13). En rasgos generales, estas “tribus”,
constituyen una comunidad emocional; y su estilo de vida es una respuesta a las
condiciones en las que crecieron, una respuesta al hartazgo de la visión modernista
donde cada uno es un ser independiente y a la vez perteneciente a un elemento genérico
como el Estado, y en el caso de Lima, las niñas, los niños y adolescentes en situación
de calle, desarrollan el concepto de afectividad y solidaridad frente a lo que le sucede
al otro y que se ve reflejado en sus vidas cotidianas (Yrivarren, 2012).

3.2. El fenómeno social de niños en situación de calle: de “pájaros fruteros” a


“pirañas”

El fenómeno social, de niños en situación de calle, quienes tienen como su


hábitat cotidiano las calles de Lima Metropolitana, es un problema de muy larga data.
En efecto, este fenómeno social, tiene sus raíces en el período de industrialización, que
vivía Inglaterra en el siglo XIX, donde aparecen niños abandonados y mendigos en la
urbe londinense, esta situación dio lugar a que el novelista inglés Charles Dickens,
narrara hechos de la vida real, tomando como uno de sus personajes centrales a Oliver
Twist, niño que vivía en las calles londinenses, como consecuencia de la honda crisis
social de la sociedad inglesa (Salazar, 2003).

69
En el caso del Perú, a finales de los años cincuenta, como resultado de las olas
migratorias del campo a la ciudad, y el proceso de urbanización, Lima Metropolitana
fue creciendo desordenadamente, y como tal, se crearon las barriadas o barrios
periféricos, ocupadas mayormente por familias migrantes pobres. Es en este contexto,
que en los alrededores del mercado mayorista, “La Parada”, en el distrito de La
Victoria, se observó que deambulaban grupos de niños y adolescentes en estado de
abandono, que dejaron sus hogares y sobrevivían pidiendo o mendigando frutas, de
aquí surge la denominación de “pájaros fruteros”; estas criaturas dormían en las
instalaciones del mercado, en las calles, en los exteriores de los bares y restaurantes; y
muchas de las veces incluso pedían ser cobijados por las mamás postizas, las
meretrices que ejercían el comercio sexual en aquella zona. Estos niños y
adolescentes33 provenían de diversas zonas como: La Victoria, Barrios Altos,
Surquillo, y El Agustino.

En ese sentido se pudo evidenciar que en el Perú, tanto el Estado, los gobiernos,
así como la misma sociedad, se han mostrado indiferentes ante esta cruda realidad
social. (Salazar, 2003). Sin embargo, un profesor jaujino llamado Bernardino Jinés,
conmovido y conocido como “el padre de los pájaros fruteros” por su labor
humanitaria y formativa en beneficio de esta población, en ese entonces gestiona y
logra el funcionamiento del Instituto de Educación Especial N°3, también conocido
como la escuela de los “pájaros fruteros”, lugar liderado por este maestro y un grupo
de convencidos de lo importante que era entregar atención y valía a quienes en esa
época eran excluidos.

La problemática y los “pájaros fruteros” tomaron nuevas formas, aumentaron


y migraron a otros puntos de la gran Lima; y cuarenta años después, se convirtieron en
lo que la sociedad limeña llamo “pirañas”. Como dice Lucy Borja, directora del

33
“¿No son estas criaturas que en Lima piden limosna por vicio, por negocio, por simple deformación,
verdaderas parvadas de delincuentes futuros? ¿No son ellos producto del caldo de cultivo que, de suyo,
es nuestra desastrosa organización, en la que, además de la miseria, reina el torcido ejemplo de la
ambición lucrativa de los poderosos? ¿No se alimentan tales almas tiernas con la lección diaria de la
indiferencia pública, inapelable en el castigo sórdido, en la exaltación de la pena capital? ¿Qué leen en
los periódicos, qué escuchan por las radios, qué ven en los cines, qué aprenden en las turbias revistas,
que recogen de la conducta de los mayores? Nuestros médicos, nuestros sociólogos, nuestros
pedagogos, lo viene diciendo: la proliferación de niños mendigos, de delincuentes infantiles, de menores
vagabundos, no es otra cosa que la floración característica de un terreno abonado para el efecto, de una
atmósfera propicia para toda clase de desastres morales, de un medio que posee todas las condiciones
para el nacimiento y desarrollo del mal”. Salazar Bondy, Sebastián (2003). Son, ante todo, niños, pp.
51-52. En: Escritos políticos y morales (Perú: 1954-1965). Lima: Fondo Editorial Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.

70
Instituto Generación, lugar que brinda las oportunidades para una nueva forma de vida
de niñas, niños y adolescentes en situación de calle, aún persiste en nuestro imaginario
que esta población, debería ser estigmatizada bajo el vocablo de “piraña”. Esta forma
de mirar a esta infancia, denota un sentido del comportamiento irregular, según la
decimonónica doctrina correccionalista de la situación irregular del niño, cebada de
racismo y desprecio al niño pobre, que es comparado con la especie animal y a quien
se le niega además la condición humana como un actor social que interactúa en la vida
de la urbe (Borja, 1997).

Estas criaturas, mal llamadas “pirañas” o “pirañitas”, que prefirieron hacer de


las calles de Lima Metropolitana su hábitat cotidiano, para poder sobrevivir, se dedican
al robo o hurto de las pertenencias a los transeúntes; al consumo de sustancias
psicoactivas, y prácticas marginales34. Ante este drama humano, algunas instituciones
crearon algunos programas como Pirañitas: Escuela de la calle (financiado por
UNICEF y la empresa privada), y el programa: Los choches, ambos programas daban
cuenta de la realidad, características y vivencias de esta población.

3.3. ¿Los niños en situación de calle los nuevos parias de la “modernidad”


limeña en el siglo XXI?

No olvidemos, que en el Perú el año 1980, con el retorno de la democracia,


después de doce años de una dictadura militar, en el segundo gobierno de Fernando
Belaunde Terry (1980-1985), este fenómeno social fue creciendo exponencialmente,
y se agrava con el ajuste económico estructural que aplicó el gobierno de Alberto
Fujimori, con la implementación del “fujishock”, el 8 de agosto de 1990, y cuyo
resultado fue el aumento de los pobres en un 70% en un solo día (Quijano, 1998: 54),
al eliminarse el control de precios y los presupuestos para la inversión social. Esta
terapia de shock, produjo resultados catastróficos el incremento de los precios de los

34
“…, estos chicos viven envueltos en una humareda de la “merca” (pasta básica de cocaína), “canabis”
(marihuana), “michi” (combinación de la pasta básica de cocaína y marihuana), olor a “lax” o “chiqui”
(terokal), la ingesta de alcohol de la peor calidad, el “laburo” (robar), “pirobear” prostituirse para
sobrevivir, el cemento y el cartón para dormir, son el pan de cada día en este terrible infierno terrenal,
que vulnera la dignidad de persona del ser humano”. Jaramillo, Enrique (2002). Niños y adolescentes
de la calle los nuevos cristos azotados del siglo XXI, p. 92). En: Los niños trabajadores del Perú. Lima:
Fondo Editorial Facultad de Ciencias Sociales, UNMSM.

71
alimentos, y servicios básicos, sobre sus ya altos niveles de hiperinflación al concluir
el gobierno aprista (Bonilla, 2006, p.145).

Así, durante las décadas de 1980-2000, en medio de la violencia política y el


conflicto armado interno, y la crisis económica que vivió el país, la desigualdad social,
pobreza y pobreza extrema afectaron a miles de familias de los sectores populares, que
fueron el caldo de cultivo para el maltrato físico y psicológico de las niñas, niños y
adolescentes. Padre o madre obligados por la pobreza se vieron obligados de salir a
trabajar; y en algunos casos se dedicaron a actividades informales con la finalidad de
poder satisfacer las necesidades básicas de sobrevivencia de sus hijos e hijas.

En este contexto, debido al estrés, las preocupaciones económicas; el cansancio


laboral o la precariedad de los recursos económicos, las relaciones entre los miembros
de la familia se volvían cada vez más tensas, lo que detonaba en actos de violencia
ejercido principalmente de los padres hacia los hijos. Dicha violencia provocaría que
el niño y la niña, no toleraran más el maltrato, tanto del padre, así como el de la madre,
constituyéndose en la causa para la fuga del hogar. En ese sentido la falta de atención,
espacios de amor, afecto y ternura, debido a la ausencia de los padres, fueron otras de
las causas, que empiezan a dar lugar al proceso de callejización de las niñas, niños y
adolescentes (Ríos, 1998, p. 48).

En esta época surge la historia de un personaje hasta ahora recordado, “Petiso”,


quien como otros tantos “Petisos”, habían hecho del vivir en las calles de la gran urbe
limeña, su modo de vida, a nadie les interesaba, ni a los operadores de infancia del
Estado, ni mucho menos, a las autoridades municipales, y a la misma sociedad, es
recién después de la tragedia de la muerte de “Petiso” que la prensa se interesa por
visibilizar este drama que vivían los niños en situación de calle (Cosamalón, 2019,
pp. 346-347), motivo por el cual el Alcalde de Lima Metropolitana, de aquella época
el arquitecto, Eduardo Orrego Villacorta, crea la “Casa de los Petisos” el 17 de
diciembre de 1985, para albergar a estos niños, niñas y adolescentes.
Lamentablemente, actualmente la “Casa de los Petisos”, sirve para albergar a la
numerosa burocracia de la Municipalidad de Lima Metropolitana (Jaramillo, 2015).

Como siempre, las niñas, los niños y adolescentes en situación de calle, siguen
siendo olvidados e invisibilizados, por el Estado y la misma sociedad civil, no obstante

72
que el Perú, es Estado Parte de la Convención por los Derechos del Niño, pero en los
hechos, no se le ofrecen espacios de educación y trabajo para una vida digna,
ignorando que el trabajo es el gran organizador de las vidas de estos niños y
adolescentes (Jaramillo, 2018).

Caso contrario, programas emblemáticos, como el Programas Colibrí, a cargo


de la Policía Nacional del Perú (PNP); y el Programa Nacional Yachay, a cargo del
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), prácticamente han sido
minimizados, debido a que el Estado peruano, en cumplimiento del Convenio 182 de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y su programa IPEC35, tienen como
estrategia erradicar y abolir el trabajo infantil, para desalentar la presencia, tanto de los
niños trabajadores, así como de los niños en situación de calle, sin ofrecerles ninguna
otra alternativa, ante la crisis en la que viven las familias, y la misma sociedad, como
consecuencia de las políticas económicas de ajuste estructural llevadas a cabo en las
décadas 1980-2020.

3.4. ¿Quiénes son las niños, los niños y adolescentes en situación de calle, que
ocupan plazas, parques y avenidas de la urbe limeña?

Las niñas, los niños, y adolescentes en situación de calle, son aquellas personas
que han interrumpido o fracturado los vínculos sociales y efectivos con sus familias,
muchas de las veces debido a la desigualdad social, pobreza y violencia de la que han
sido víctimas en el seno familiar; y ante esta situación, toman la dolorosa opción de
irse a la calle. Cabe mencionar que las niñas, niños y adolescentes en situación de calle,
proceden de hogares en extrema pobreza y han sufrido alguna modalidad de violencia
intrafamiliar. Sin embargo, no todos las niñas, niños y adolescentes pobres
necesariamente se callejizan (Quiñonez, 2000, p. 15).

35
“La arremetida de la OIT con su visión moralista del trabajo infantil al igual que el “boom” de la
presencia de las ONGs en los países en “vías de mayor desarrollo” coincide con la crisis capitalista de
los años 70, la crisis de la deuda externa de los años 80, la implementación de las políticas de ajuste
estructural (Consenso de Washington) y la consiguiente retirada del Estado de las preocupaciones
sociales para ponerse al servicio de del nuevo proceso de acumulación neoliberal. Si durante las décadas
anteriores el Estado animaba una estrategia de desarrollo, a partir, sobre todo de la crisis de la deuda
externa, esta preocupación se cambia por otra de carácter asistencialista. Se trata de una nueva política
tendiente a reducir el tamaño y el gasto estatal, recortando el gasto social, para que los pagos de los
servicios de la deuda estén garantizados”. Delgado, Eduardo (2004). Aproximación al Pensamiento y
Estrategia de la OIT-IPEC para la Erradicación Trabajo Infantil, p.73. En: Revista Internacional NATs
N° 11-12. Lima: IFEJANT.

73
Esta realidad, como señalan diferentes autores, entre ellos Jesús Cosamalón,
llevó a una confusión entre niños en la calle y niños de la calle. Se considera que los
primeros trabajan en un entorno familiar en las calles, sin estar en situación de total
abandono; mientras que los otros sí viven en la calle, usándola como su habitad natural,
lo que es una lamentable realidad (Ordoñez & Mejía, 1993, pp, 43-44; Jaramillo, 2015
pp, 143-144). Estos niños, niñas y adolescentes en situación de calle, no pernoctan
regularmente con sus familias, ni tampoco asisten a la escuela, pero sí integran el
circuito de la drogadicción, y la marginalidad, dedicándose al hurto y/o robo y otras
actividades para poder sobrevivir (Cosamalón, 2019).

Algunos investigadores como Trussell (1999) y Aptekar (1994) refieren que el


Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) conceptualiza a esta
población también bajo dos vertientes, una de ellas la de niños de la calle, y la otra la
de niños en la calle, cabe mencionar que se utilizó esta definición, partir de la realidad
latinoamericana, precisamente desde un estudio realizado a los niños de la ciudad de
Bogotá-Colombia, el año 1985.

Por otro lado, cabe señalar que Voces para Latinoamérica (VPlat)36 y Sinergia
por la Infancia, en su investigación El Perfil de Niños, Niñas y Adolescentes en
Situación de Calle, describe a esta infancia en situación de calle de la siguiente manera:

Colectivo humano infanto-juvenil, que habiendo debilitado o roto sus vínculos


sociales y familiares ahora transita la mayor parte de su tiempo en la calle,
haciendo de esta su hábitat y su submundo de socialización, todo ello dentro de
un proceso progresivo e inadecuado a su personalización y estructura social.
(VPlat, 2008, p.20).

En esta misma perspectiva, Pojomovsky (2008), señala al referirse a los niños,


niñas y adolescentes en situación de calle, se les ubica en una situación coyuntural
cuya construcción de su identidad no los perpetuaría en la calle si son atendidos o
protegidos oportunamente. Esta definición resulta importante, debido a que sostiene
que el hecho de manifestar que se encuentran en una situación, dejando abierta la

36
Voces para Latinoamérica (VPlat) es una asociación de Cooperación Internacional con sede en
España que trabaja sobre aquellas consecuencias vinculadas a la exclusión social a partir del impacto
de las políticas neoliberales. Esta asociación pone énfasis en toda consecuencia que deriva en la
afectación a los niños, niñas y adolescentes en situación de calle.

74
posibilidad de que ésta se pueda revertir, es decir, existen grandes posibilidades de
cambio. Del mismo modo, otro aspecto a mencionar, es que si bien no se hace la
diferenciación por sexo, si lo hace en relación al de grupo etario, muy importante a
tener en cuenta, más aun, cuando ambos grupos socializan en el contexto de la calle.

No olvidemos que a lo largo de los años se han considerado una serie de


términos según los países o regiones en los que éstos niños se desenvuelven, por
ejemplo el concepto norteamericano para referirse a la población en situación de calle
es “Homeless”, en niños “children on street”, en Colombia “los gamines”, en Brasil
“meninos da rua”. En Brasil, Moráis (2010) quería diferenciar a aquellos que se
encuentran en situación de pobreza, de aquellas niñas, niños y adolescentes que se
encuentran en situación de calle, considerando a estos últimos como aquellos que:

Permanecen parte del tiempo en la calle y no solamente transitan por las calles
yendo de su casa a la escuela; b) lejos de, o sin un lugar de referencia residencial,
característica que permitiría diferenciarlos de los niños pobres que socializan o se
recrean frente a sus casas, y sin la presencia de un adulto responsable y c) sin la
presencia de un adulto responsable…en horario incompatible para su edad (Citado en
Nieto y Koller, 2015, p.2175).

Como se puede evidenciar, a nivel de los diversos países, especialmente en


América Latina, uno de los continentes más desiguales del mundo, las definiciones
tienen diversas características, no obstante ello, todos coinciden con el hecho de que
el niño, niña y adolescente ha hecho de la calle su espacio de socialización,
permaneciendo durante determinadas horas del día, debido muchas veces a la falta de
tener un hogar donde pueda satisfacer sus necesidades básicas de sobrevivencia. Los
conceptos tienen diversas formas de allí que se considere la siguiente
conceptualización cuando se trata de los niños, niñas y adolescentes en situación de
calle: población que a nivel familiar cuenta con vínculos débiles, además de un proceso
gradual de transición entre el hogar y la calle, espacio social donde una vez que se
arraigan desarrollan estrategias de supervivencia que comprometen gravemente el
ejercicio de sus derechos, ante la indiferencia e indolencia de autoridades del gobierno,
y la misma sociedad.

Por otra parte, cabe precisar que para el planteamiento y estrategias de políticas
sociales en favor de ellos, resulta necesario e indispensable, diferenciar el grupo etario,

75
incluso la diferencia de sexo, debido a que la intervención en cada caso tiene que ser
diferente. En esta definición se comprende también a quienes están iniciando el
proceso de callejización37; y a quienes tienen o no vínculos familiares, los que tienen
como característica hacer de la calle el lugar donde permanecen varias horas del día, o
de manera permanente, realizando algún tipo de actividad.

Ahora bien, sean niños de la calle, en la calle, o en situación de calle, esta


problemática no ha sido resuelta, ni mucho menos, abordada integralmente por el
Estado, los gobernantes, y la misma sociedad, ella y ellos son los nuevos parias de la
sociedad peruana, que han escogido la calle para pasar su vida y existencia social,
espacio escogido, donde despliegan y dan rienda suelta a sus actividades de
sobrevivencia, mediante actividades lúdicas, y hasta actividades económicas. De este
modo, la calle ese lugar sórdido y violento se convierte en su ámbito de socialización
el cual se mezcla con la intrepidez, al asumir riesgos, enamorarse y ejercer su
sexualidad, en condiciones muy precarias y de alta vulnerabilidad.

En este contexto, mientras mayor es su permanencia e historia de vida de calle,


mayor es la vulneración de sus derechos, como por ejemplo el de la salud, ya que a
corto o mediano plazo trae como consecuencia la existencia de un déficit alimentario;
y por otra parte, ninguna o tardía atención médica, ante accidentes y transmisión de
alguna infección de transmisión sexual, como resultado del placer sexual desmesurado
el cual se desarrolla en un contexto caracterizado por la desinformación.

3.5. La calle como espacio de socialización y resiliencia del niño y del


adolescente, en el corazón de la vida social de la urbe limeña

Lima Metropolitana, como toda gran urbe de los países mal llamados en vías
de desarrollo, es una inmensa ciudad, donde se concentran miles de migrantes
Andinos, Amazónicos, Costeños y sus descendientes. Del mismo modo, Lima es el
rostro visible de las culturas de “Todas las Sangres” del Perú, y tal vez por eso mismo,
es una inmensa urbe sembrada de fierro, cemento, y esteras; son las grandes
contradicciones. Al mismo tiempo, Lima es una ciudad peligrosa, de sueños e ilusiones
truncados, con grandes avenidas y centros comerciales propios de la llamada

37
Callejización es el proceso que se desarrolla en el contexto de la calle donde la población en situación
de calle interioriza creencias, actitudes, y normas de comportamiento.

76
modernidad, de los grandes malls, pero también de carretillas y vendedores informales
de comidas, emolientes y toda clase de baratijas. Lima es una ciudad de los grandes
mercados como Metro, Tottus, Plaza Vea, Wong, pero también de paraditas en la vía
pública. Una de las más grandes contradicciones, es que las calles de Lima
Metropolitana, son espacios públicos de tránsito para muchos ciudadanos donde se
construyen grandes centros comerciales, que tienen en los alrededores de sus calles el
habitad natural, para cientos de niñas, niños, adolescentes, y mendigos que sobreviven
en esta jungla de cemento (Jaramillo, 2015). Cabe precisar que en este espacio reciben
también una serie de mensajes de alto contenido conductual y sexual incluso de los
medios comunicacionales y aparatos digitales los cuales refuerzan la idea del logro a
través del consumo, y que inconscientemente son recibidos por las niñas, niños y
adolescentes sin el análisis o pautas que permitan el fortalecimiento de actitudes
positivas.

No perdamos de vista que la calle es el espacio público donde “toda persona


tiene derecho a estar y circular libremente” (Takano y Tokeshi, 2007, p. 17), motivo
por el cuál no constituye solamente un espacio destinado al transporte público a los
grandes y pequeños negocios. Sin embargo, por su misma estructura caótica, y su
dinámica desordenada, se ha convertido en zonas de peligro que no acogen, ni mucho
menos protegen a las personas, por el contrario las colocan en situación de
vulnerabilidad, sea porque pueden ser víctimas de un asalto y robo, accidente de
tránsito o situación de violencia. En suma, la calle presenta diversas funciones: brinda
una estructura para varias formas de transporte, tanto para los peatones, así como para
los vehículos; también da un sentido de lugar, pues constituye un espacio donde las
personas interactúan y desarrollan una cohesión social, y sentido de pertenencia e
identidad.

De esta manera, el concepto de la calle, va más allá de un tema de


infraestructura, pues tiene que ver también con las relaciones que se van construyendo
y desarrollando entre las personas de los diferentes estratos sociales que caracteriza a
la sociedad limeña. La calle, como espacio social, sirve para el libre tránsito, y también
para la recreación a la que tienen derecho todos los estratos sociales. Asimismo, las
calles en Lima Metropolitana, constituyen espacios sociales donde florecen, toda clase
de negocios y tipos de servicios privados, que sirven para el consumo y recreación de

77
los que transitan, pero también las calles de Lima, tienen una zona gris, oscura, sórdida
y violenta, donde existen guetos sitiados por niños, niñas, adolescentes, mujeres,
hombres del lumpen urbano, que se ahogan en medio de la desigualdad social, la
marginalidad, pobreza, y exclusión.

Ahora bien, cabe precisar que Amost Rapport (1987) define a la calle como
“espacios más o menos estrechos, lineales, enmarcados por construcciones de todo
tipo de asentamientos, usados para la circulación y otras actividades”, también refiere
que la calle presenta un concepto social donde las personas se relacionan, hay un
intercambio de información y se expresan colectivamente (citado en Huaylinos 2015).
Sin embargo, para las niñas, niños y adolescentes es mucho más que este mero
concepto social, pues se apropian de un espacio donde permanecen la mayor parte del
día, socializan y van adquiriendo un modo de vida diferente a la de un niño que vive
con su familia (Bazán, 2009). Por tanto, una vez que el niño y adolescente se arraiga a
la calle, después de haber abandonado su hogar, empieza a desarrollar estrategias de
sobrevivencia, en su nueva su vida cotidiana, y de esta manera, la calle espacio social
oscuro, gris, sórdido y violento, es el nuevo hogar, y lugar donde van construyendo
nuevos vínculos sociales y afectivos muy fuertes en su interrelación con los otros
grupos que son parte de esa dinámica, sea para aprender nuevas formas de
sobrevivencia, para recibir un consejo, para algunas actividades que le genere algún
ingreso económico, o como en la mayoría de veces hasta para entablar nuevas
relaciones amicales, y amorosas38.

Cabe precisar, que los niños y adolescentes en situación de calle no tienen como
prioridad establecer el contacto con sus familias, cuyos vínculos ya están bastante
deteriorados, por tanto esconden su identidad, encubierto en un apelativo sobrenombre

38
“En la forma de vida social del niño de la calle se observa que otorga para sí la ocupación de un
espacio psico-físico-social dentro del cual desarrolla una organización tribal. Manifiesta las
características de unión por vínculos de vivencias, de compañerismo, comportamiento solidario al
interior del grupo, especialmente con los niños nuevos, con roles de protección y defensa frente a
extraños, con sentido de distribución (topos), uso de jerga característica, modo peculiar de reproducción
de la vida en el nivel de sobrevivencia. Se agrupan de acuerdo a modalidades de trabajo y/o infracción,
pudiendo disputarse entre uno y otro grupo la posesión de tal o cual calle. Al interior de los grupos se
observa la conformación de subgrupos por edades pares. Estos tienen líderes sobre la base de sus
habilidades, destrezas y actitudes de solidaridad y compromiso humano y no necesariamente por ser los
más destacados en la infracción. El conjunto del grupo tiene como referentes a los de más edad por su
capacidad de defenderlos físicamente de los abusos”. Borja Espinoza, Lucy (1997). Niños que viven en
la calle. Situación y enfoque de trabajo, p. 43. En: Atención y Tratamiento de Niños y Adolescentes.
Lima: Convenio Policía Nacional del Perú-Radda Barnen de Suecia.

78
y de esta manera va asimilando la cultura de la calle, que influye en sus estilos de vida,
en sus preferencia, en el uso del tiempo y de esta manera, están juntos horas de horas,
planean salir a trabajar, “laburar”, “carrear”39, o dedicarse a consumir alguna sustancia
psicoactiva. En suma, son modos de vida asimilados en la vida de la calle, de tal forma
que las familias que se logren conformar, crecen bajo estas prácticas marginales, e
incluso hay quienes aun siendo niños o niñas acompañan a sus padres en estas labores,
y de esta manera se reproduce el círculo perverso de la exclusión; que lamentablemente
se trasmite de generación en generación (Ver figura 21).

Ante la presencia de niñas, niños y adolescentes en situación de calle, que de


forma desafiante han ocupado, parques, jardines y avenidas de la urbe limeña, la
sociedad y las autoridades los estigmatizan, porque consideran que su sola presencia
daña, el panorama y el paisaje de la ciudad; y además provoca cierto temor y crea una
dosis de peligrosidad a la zona. Ante este inaceptable estado de la cuestión, aún no
resuelto, han surgido las ideas y estrategias de “limpieza social”, de parte de algunos
operadores de infancia del Estado, quienes buscan de manera pragmática y punitiva,
erradicar su presencia en calles, parques y jardines de la gran urbe limeña.

No olvidemos, que la limpieza social, tiene sus raíces en la colonización, donde


el sentido de superioridad de los conquistadores blancos, buscaba civilizar a la
población indígena y negra, consideradas como razas inferiores. De esta manera, en
las prácticas de la comunidad fueron subestimadas las niñas, niños, indios y negros,
con quienes compartían tareas dentro de la comunidad, de este modo pasarían a ser
explotados, más aún, cuando se empezaba a seleccionar a las personas por el color de
la piel, ya que solo los de sangre pura, o considerados de sangre no contaminada,
podían tener privilegios.

En este largo proceso, que Aníbal Quijano denominó la colonialidad del poder,
la poblaciones conquistadas fueron racializadas40; a la que no fueron ajenos los niños

39
Jerga utilizada por los niños y adolescentes en situación de calle, que consiste s subir a los vehículos
de servicio público, para cantar, vender alguna golosina, o simplemente mendigan, muchas veces lo
hacen en compañía de sus hijos.
40
“La idea de raza es, con toda seguridad, el más eficaz instrumento de dominación social inventado
en los últimos 500 años. Producida en el mero comienzo de la formación de América y del capitalismo,
en el tránsito del siglo XV al XVI, en las centurias siguientes fue impuesta sobre toda la población del
planeta como parte de la dominación colonial de Europa. Impuesta como criterio de clasificación social
universal de la población del mundo, según ella fueron distribuidas las principales nuevas identidades
sociales y geoculturales del mundo. De una parte “Indio”, “Negro”, “Asiático” (antes “Amarillos” y

79
indios y negros, sometidos a una brutal discriminación y humillación, dando paso
posteriormente, a la compasión, la piedad y el asistencialismo por los que ejercían el
poder del Estado, motivo por el cual, se empiezan a crear las casas correccionalistas,
instituciones jerárquicas, autoritarias y cerradas, donde eran internados los niños
pobres, huérfanos o infractores, de quienes se refería tenían una tendencia a la
criminalidad, como herencia recibida de sus ancestros, y trasmitida a sus
descendientes. De este modo, se justificaba la práctica de la limpieza social, la cual se
realizaba para “salvar” o “proteger” al niño pobre y abandonado (Liebel, 2017, p.32).

En este sentido, como decía Eduardo Galeano, durante todo el siglo XX, era
muy común que:

La mayoría de los intelectuales de las Américas tenían la certeza de que las


razas inferiores bloqueaban el camino del progreso. Lo mismo opinaban casi
todos los gobiernos: en el sur de los Estados Unidos, estaban prohibidos los
matrimonios mixtos, y los negros no podían entrar a las escuelas, ni a los baños,
ni a los cementerios reservados a los blancos, Los negros de Costa Rica no
podían entrar sin salvoconducto en la ciudad de San José; ningún negro podía
pasar la frontera de El Salvador; los indios no podían caminar por las aceras de
la ciudad mexicana de San Cristóbal de Las Casas.

Sin embargo, América Latina no tuvo leyes de eugenesia, quizá porque el


hambre y la policía ya se encargaban, en aquel entonces, del asunto.
Actualmente, siguen muriendo como moscas, por hambre o enfermedad
curable, los niños indígenas de Guatemala, Bolivia o Perú, y son negros ocho
de cada diez niños de la calle asesinados por los escuadrones de la muerte en
las ciudades de Brasil. La última ley norteamericana de eugenesia se derogó en
Virginia en 1972, pero en los Estados Unidos la mortalidad de los bebés negros
duplica la de los blancos, y son negros cuatro de cada diez adultos ejecutados
por la silla eléctrica, inyección, pastilla, fusilamiento u horca.

“Aceitunados”), “Blanco” y “Mestizo”. De la otra: “América”, “Europa”, “África”, “Asia” y “Oceanía”.


Sobre ella se fundó el eurocentrismo del poder mundial capitalista y la consiguiente distribución
mundial del trabajo y del intercambio. Y también sobre ella se trazaron las diferencias y distancias
específicas en la respectiva configuración específica de poder, con sus cruciales implicaciones en el
proceso de democratización de sociedades y estados y la formación de estado-nación modernos”.
Quijano, Aníbal (1999). ¡Qué tal raza!, p. 186. En: Familia y Cambio Social. Lima: CECOSAM.

80
(Galeano, 1998, pp.63-65)

Entonces, no podemos negar, que actualmente, a veinte años del siglo XXI, y
a treinta años de vigencia de la Convención sobre los Derechos del Niño, los niños,
niñas y adolescentes, que han tenido la desdicha de socializarse en hogares pobres y
violentos; y como una forma de liberarse, se fugaron de sus casas, para terminar en ese
otro infierno que es la calle, estos niños ilegítimos, pobres, indígenas y negros son
perseguidos y reprimidos por la misma sociedad, porque constituyen una afrenta para
la limpieza de la ciudad; y hasta ahora cargan sobre su frágiles hombros el estigma de
“ser pirañas, sucios y peligrosos”, que la misma sociedad refuerza con sus actitudes,
discursos y prácticas sociales excluyentes.

Con la vigencia de la Convención sobre los Derechos del Niño, todos los niños,
pasan de ser considerados, menores, objetos de protección tutelar, a ciudadanos. Sin
embargo, cuando se trata de los niños y adolescentes en situación de calle, siguen
siendo considerados como objetos de protección tutelar; más aún, en el contexto de la
calle que se inicia con el llamado proceso de callejización, a la que Pérez (2003) hacía
referencia como la carrera de los niños de la calle, que es todo el proceso que sigue un
niño; hasta que finalmente se arraiga en la calle, y cuya primera etapa está
caracterizada por la búsqueda de la aceptación al grupo, donde deberá cumplir con
determinadas acciones que le permitirán “ser parte de”, en otra etapa se da inicio al
desarrollo de actividades marginales, como la mendicidad, y los pequeños hurtos. De
este modo, dan un paso más delante, de aquellos que ya tienen varios años de
experiencia; y claro está, que tienen una posición mayor en el grupo; y con quienes
hay que tener un tipo de intervención mucho más compleja (p.10).

Por otra parte, debemos señalar, que la permanencia prolongada del niño en la
calle, ayudará a éste a adquirir hábitos de la cultura de la calle, y a la construcción de
una visión de la sociedad, que puede ser buena o mala. Al respecto, Benavente (2017)
recoge dos percepciones desde los mismos niños, niñas y adolescentes, en relación a
lo que es la calle; una donde la calle es percibida como un aspecto negativo, por la
delincuencia, la violencia y pandillaje que se desarrolla en este contexto; y la otra
mirada de la calle, es cuando se resaltan aspectos positivos, debido a que en este
espacio se puede generar algún tipo de ingreso económico, pueden estar con sus

81
amigos, sentirse en libertad, y distraerse sin ningún tipo de control de parte de los
adultos, o de alguna autoridad (p.121).

Asimismo, consideramos muy importante remarcar, que son los mismos niños
y adolescentes, quienes reconocen varios aspectos negativos que ofrece la calle; y que
definitivamente, influirá en la percepción que tiene de la sociedad, así como de su
propia vida. A pesar de ello, rescatan la solidaridad y espíritu de cuerpo existente en
el grupo; y que se ha ido desarrollando en el contexto de la calle; y que
paradójicamente, no encontraron en su casa, o en otro espacio de su barrio, la
comunidad y la sociedad en su conjunto.

Del mismo modo, valoran que en la calle, encuentran la amistad, y solidaridad,


como un modo de vida muy importante, a pesar de que en sus primeras etapas no han
perdido en su totalidad el contacto con algunos familiares, amigos del barrio, o del
lugar donde estudiaron. Sin embargo, cabe precisar, que en temas vinculados al gusto,
o atracción que sienten por alguien, prefieren recibir consejos, sobre todo vinculados
al amor de parte de aquellos amigos con los que se socializan en el contexto de la calle
(Ver figura 22).

3.5.1. La callejización de los niños, niñas y adolescentes: adquisición de la


cultura y la resistencia cultural de la calle

La desigualdad, la pobreza y la violencia en la que la mayoría de las veces han


vivido, y han socializado las niñas, niños y adolescentes en el seno del hogar, se han
asumido como factores desencadenantes de los procesos de callejización. En efecto,
las niñas, los niños y adolescentes, que han sufrido, y sufren en sus hogares,
desigualdad, pobreza y violencia, por parte de sus padres, se ven enfrentados ante dos
disyuntivas; la primera, permanecer soportando estoicamente, los maltratos y abusos
de sus padres, a parte de las carencias materiales y amorosas; y la segunda opción, la
más audaz y osada, que es abandonar el hogar, como una forma de liberarse, de ese
purgatorio que es su casa, y deciden abandonar su hogar, para terminar viviendo en la
calle, donde también les espera la violencia y una muerte a plazos (Jaramillo, 2015).

82
El niño, niña y adolescente, una vez que ha decidido quedarse a vivir en la
calle41, automáticamente, aprenderá los usos y costumbres de lo que le ofrece la
“cultura de la calle”: consumo de pegamento, más conocido como africano o terokal,
consumo de marihuana y pasta básica de cocaína, acompañada de conductas
marginales basadas en la anomia, rechazo a las reglas que le pretende imponer la
sociedad adultocéntrica, indolente, y discriminadora, que considera a los niños y
adolescentes en situación de calle, como desechos residuales de la sociedad moderna,
o como vertederos para los residuos humanos que el progreso económico de la
sociedad ha creado (Bauman, 2006).

De esta manera, el niño, niña y adolescente arraigado en la vida de calle, inicia


e interioriza creencias, actitudes, normas de comportamiento de la calle; y de esta
manera, inicia un nuevo proceso de socialización en el contexto de la calle. Este
proceso de callejización, según Tenorio (2010), ha sido entendido como aquel proceso
donde un niño, niña y adolescente, se va identificando con la calle, y a la vez, que se
siente parte de la calle, y consciente de su condición de vulnerabilidad42, pobreza y
exclusión, pierde definitivamente las redes de protección más próximas que son la
familia y la escuela, iniciando un proceso de degradación social y emocional. Una vez
en la calle, la niña, niño y adolescente se identifica simbólicamente con la calle, y
empieza a perder su autoestima, su apariencia física, el modo de vestir descuidado y
desaliñado, es naturalizado por la jerga de la calle, en su lenguaje y forma de
comunicarse; volviéndose también violento en sus juegos y formas de comunicación.

El proceso de callejización del niño, niña y adolescente, tiene tres etapas: en la


primera, se produce el primer contacto con la calle y se empiezan a dañar
definitivamente los vínculos familiares, y forma un nuevo grupo de amigos, empiezan
a faltar a la escuela, y se inician cometiendo las primeras infracciones, que
generalmente suelen ser esporádicas y menores. En la segunda etapa, la cultura de la

41
“En la calle van a estar expuestos a riesgos, como el consumo de drogas, la trata de menores para el
trabajo forzado o la explotación sexual y la incorporación a pandillas, con las que van a infringir las
leyes. En el caso de las mujeres, van a tener mayores probabilidades de presentar embarazos
prematuros”. Benavente Flores, Mariana (2017). Los Niños de la Calle, p. 19. Lima: Fondo Editorial
Universidad San Ignacio de Loyola.
42
“La situación de vulnerabilidad, relacionada con la pobreza, la educación y la violencia familiar
genera condiciones para que se forme un segmento de niños, niñas y adolescentes en situación de calle,
quienes frente a la incapacidad de cubrir sus necesidades básicas, de ser víctimas de violencia familiar
y de no tener acceso a un entorno escolar positivo, se ven afectados por esta realidad”. Benavente Flores,
Mariana (2017). Ibid., p. 186

83
calle ya forma parte del imaginario social del niño, niña y adolescente. El vínculo
familiar se ha roto definitivamente, y se identifica con el grupo donde se ha
incorporado, muestra una actitud de solidaridad y lealtad, con su nueva familia,
constituida por sus coetáneos. La presión grupal se convierte en un tema crítico, que
los lleva a aumentar los niveles de infracción a la ley. La tercera etapa, está
caracterizada por la deshumanización del niño, niña y adolescente, debido a que ya ha
pasado demasiado tiempo en la calle, y para quien el grupo de amigos ya no tiene
importancia. La mayoría de ellas y ellos, llegan a esta fase cuando ya son mayores de
edad y han tenido recaídas después de haber estado en un centro de rehabilitación
(Benavente, 2017, p. 13), cada uno de estos niveles intentan explicar las razones
sociales por las cuales hay una conexión con la calle y que le permite ser parte de ella,
con todos los riesgos que implican.

De otra parte, este proceso de callejización del niño, niña y adolescente,


también ha sido estudiado desde otra mirada, referida al nivel del deterioro de la vida
y existencia social del niño, niña y adolescente en situación de calle. Para explicar este
proceso VPLAT (2012, p.111), parte desde las salidas de los niños y adolescentes a
las calles donde se inicia la dinámica para el proceso de callejización, hasta su
definitiva inserción a la vida de la calle:

a) Fase de contacto: aquí se inicia el contacto con la calle y los grupos de riesgo
por la necesidad de escape o alejamiento del hogar, debido a los maltratos u otros
factores. Aquí en contacto con otros de sus coetáneos, los adolescentes buscan la
aceptación, lo cual irá acompañado del consumo de drogas esporádicamente, ello le
ayudaría a verse como alguien más del grupo. En esta etapa, se va distanciando de la
familia, y se entrecruzan estados de decepción y desencuentros en la cotidianidad de
sus vidas.

b) Fase de permanencia: Durante esta etapa el niño, niña y adolescentes, ya habrá


pasado tres años aproximadamente viviendo en la calle. Es así, como se van sentando
las bases, para pasar de un proceso de pertenencia, a un proceso de identidad con el
grupo. En esta etapa, es que ya se aprendieron cuáles son las pautas de subsistencia, y
se ha normalizado naturalizado por el consumo de sustancias psicoactivas. De este
modo, se consolida la identidad en calle, cuya dinámica se caracteriza por el deterioro

84
y alteración personal y las primeras consecuencias de esta etapa son el daño a la salud
física y mental, así como la distorsión de su personalidad.

Entonces, en una ciudad como Lima Metropolitana, con muchas precariedades,


no solo en el seno de la familia, sino también, en los servicios públicos de salud,
educación, vivienda, transporte, justicia, recreación, y seguridad ciudadana, muchos
niños, niñas y adolescentes que se han arraigado y permanecen en la calle, incluso
durante un periodo de nueve años y más, se van deteriorando física y
psicológicamente.

3.6. La familia, y las principales causas que originan la expulsión de los niños,
niñas y adolescentes a las calles

No olvidemos, que hoy en día la familia como otras instituciones sociales (la
Iglesia, el trabajo y la escuela), ha sufrido profundas transformaciones en las últimas
décadas. De hecho, a pesar de que conservamos la idea tradicional de la “familia”, su
sentido y significado ha cambiado profundamente; y más aún, en una sociedad del
riesgo como la nuestra. Ulrich Beck (2003) consideraba a la familia, al igual que la
escuela, la religión y el trabajo, como una institución “zombi”, es decir, una noción de
la familia, que no se sabe si está muerta o viva a la misma vez, dado que existe pero
no cuenta con las condiciones para su funcionalidad (Vila y Esteban-Guitart, 2017, p.
50).

En el caso de la familia, en el Perú, y principalmente en Lima Metropolitana,


desde la década de los ochenta, a medida que el neoliberalismo se impuso como la
visión dominante del capitalismo (De Sousa Santos, 2020), numerosas familias se
fueron desestructurando, como consecuencia de los daños colaterales que el modelo
económico neoliberal, causó en la vida y existencia social de las familias urbanas en
los barrios periféricos de la urbe limeña. Por tanto, los problemas que se originan en
la familia son los causantes de que el adolescente ingrese al ámbito callejero, por lo
que a estas familias se las llama familias disfuncionales y expulsoras, caracterizadas
por su situación de pobreza, presencia de violencia familiar y relaciones disfuncionales
entre los miembros de la familia, agravada por la carencia o inexistencia de figuras de
afecto y autoridad (Benavente, 2017, p.15).

85
No podemos dejar de señalar, que en el actual contexto de crisis del
neoliberalismo, se ha desmoronado la idea conservadora de que no hay otra alternativa
a la forma de vida impuesta por el hipercapitalismo en el que vivimos, reforzándonos
a cada momento de que esta es la única fórmula (De Sousa Santos, 2020). Así como
está en crisis el modelo económico y civilizatorio (Quijano, 2010), del mismo modo,
también se encuentran sumidas en una profunda crisis, los primeros espacios de
socialización del niño y la niña: la familia y la escuela, que lejos de ser espacios
sociales acogedores, cálidos y amorosos, se han convertido en lugares, donde a los
niños y niñas, solo se les ofrece violencia física y psicológica, y de esta manera, se les
niega el derecho a vivir dignamente en el seno de una familia amorosa, y educarse en
una escuela, donde reine la calidez humana (Defensoría del Pueblo, 2010).

3.6.1. La familia en la sociedad peruana del siglo XXI: luces y sombras en los
viejos vínculos sociales de solidaridad

Actualmente, la imagen, convertida ya en lugar común, es que la familia está


“en crisis”, pero nos preguntamos, ¿qué tipo de la familia está en crisis? Está en crisis
el modelo “ideal” del papá que sale a trabajar, la mamá que se dedica a las tareas
domésticas de la casa y atiende a los hijos, no hay duda que esta familia “ideal” está
en crisis; y más aún, está atravesada por madres que trabajan, por divorcios y
formación de nuevas parejas con hijos, convivientes o no convivientes, y muchas veces
familias monoparentales dirigidas por madres solteras y madres sin presencia
masculina (Jelin, 2004).

Cabe precisar, que en estos últimos cuarenta años, la familia peruana,


especialmente la familia, en el área urbana, ha sufrido un acelerado deterioro social,
debido a la precarización del empleo, la salud, la educación, la vivienda, el transporte,
y las altas tasas de informalidad, que afecta a más del 70% de la Población
Económicamente Activa (PEA) según cifras oficiales (INEI, 2019). En este escenario,
se han deteriorado los débiles vínculos sociales y afectivos en la familia, la escuela y
comunidad, y dentro de ello se suman al deterioro humano, y por ende el deterioro
físico (condiciones de higiene, problemas dermatológicos, hasta infecciones de
transmisión sexual) y psicológico (daño emocional), con el agravante de estilos de

86
crianza basadas en la violencia; y el castigo físico y humillante 43, lo que a su vez
vulnera los derechos de la niña, el niño y adolescente.

En ese sentido podemos mencionar que la familia popular en Lima


Metropolitana, y el Perú urbano y rural ha vivido sumida en medio de la desigualdad,
pobreza, y extrema pobreza, situación que le impide satisfacer las necesidades básicas
de sus hijas e hijos debido a las carencias económicas, falta de trabajo, y la crisis
económica causada por el fracaso del ‘capitalismo neoliberal’, que además ha
incapacitado al Estado para responder a dicha crisis e intervenir integralmente sobre
los elementos causantes de esta situación que es de larga data, pero que no obstante, el
crecimiento de la economía, y las actuales políticas sociales, sigue existiendo.

Ahora bien, a veinte años del siglo XXI, y el contexto de la globalización, que
dicho sea de paso, es disruptiva, y afecta lo que los sajones llamarían la ‘fábrica social’,
las familias de los sectores populares, viven entre la luz y la sombra, en medio de la
incertidumbre y la desesperanza. Sin embargo, estos problemas no son nuevos, no es
la primera vez que escuchamos temas como anomia social, violencia, suicidio, crimen,
colapso y crisis de la familia. De este modo, el fantasma de la disgregación social de
sociedades fragmentadas, atomizadas, es una amenaza, o casi una realidad, en la
sociedad peruana (Barnechea, 2001, p. 96).

En este contexto, para muchos autores e investigadores, tanto la pobreza, así


como la violencia familiar, son factores determinantes y desencadenantes del proceso
de callejización del niño, niña y adolescente, que en mucho de los casos, los pone ante
dos disyuntivas. En el primer caso, seguir soportando la pobreza y el maltrato; y en el
segundo caso, cuando toma la dolorosa decisión de fugar del hogar, para no seguir
soportando más, la pobreza y el castigo físico y humillante, que es una práctica que
vulnera los derechos de los niños, niñas y adolescentes (Defensoría del Pueblo, 2012).
A continuación, presentamos el análisis de algunas posturas, respecto a esta
problemática:

43
“El castigo físico y humillante, al generar efectos psicosociales negativos que afectan el desarrollo de
los niños, niñas y adolescentes, vulnera el conjunto de sus derechos y, por lo tanto, violenta el principio
del interés superior del niño “que sirve como garantía, norma de interpretación y/o resolución de
conflictos; y como criterio orientador de las políticas públicas referidas a la infancia” (Cussiánovich,
2008)”. Defensoría del Pueblo (2012). ¡Adiós al castigo! La Defensoría del Pueblo contra el Castigo
Físico y Humillante a Niños, Niñas y Adolescentes, p. 31. Lima: Defensoría del Pueblo.

87
Mariana Benavente (2017), refiere que existen dos motivaciones para que los
niños, niñas y adolescentes hagan ese proceso de tránsito a la vida de la calle, y
concluye, que al respecto existe un porcentaje mayor en el que la motivación es de
carácter económica, y a la vez, los divide en dos subgrupos; aquellos que salen a
trabajar a las calles porque sus padres los llevaron y están acompañados de ellos; y los
otros, son aquellos que trabajan solos en la calle, con la finalidad de cubrir sus propias
necesidades, para ayudar a sus familias. En un porcentaje menor pero significativo, se
encuentran aquellos que están en la calle, por una motivación de escape o fuga,
prefiriendo este espacio, antes que el familiar y educativo (p.70).

Desde otra óptica, Enrique Jaramillo García (2002), no niega la influencia de


estos dos factores –pobreza, violencia y maltrato- para la presencia de los niños en la
calle, sin embargo, solo ello no le daría una explicación a esta problemática, debido a
que existe en un contexto difícil, y complejo, que día a día va tomado nuevas formas
de violencia indirecta y estructural, no sólo contra los niños, sino también contra la
mujer, debido a la desastrosa organización de nuestra sociedad, que lejos de ser
acogedora, y amorosa con los niños, niñas, adolescentes, y mujeres, se torna violenta,
excluyente, y despiadada (p. 83).

Voces para Latinoamérica, en su libro Perfil de Niños, Niñas y Adolescentes


en Situación de Calle, refiere que una de las causas para la callejización es la pobreza,
a partir de ellas se da el primer contacto con la calle, ya que debido a esta situación
muchas niñas, niños y adolescentes tienen que salir a trabajar, para colaborar con la
economía de su hogar. Así Voces para Latinoamérica (2008) afirma que:

En el caso de Lima, en esta etapa el niño ya ha venido teniendo un contacto


previo de calle por su experiencia de trabajo infantil ambulante variable que,
desde nuestra experiencia, nos señala que casi el 100% de nuestros niños, niñas
y adolescentes en situación de calle limeños, han tenido un acercamiento a la
calle por medio de este tipo de proceso laboral. (p. 75)

Otro aspecto, que lamentablemente contribuye a este proceso de callejización,


es la débil estructura social y familiar con la que se cuenta, debido a los escasos
espacios alternativos para el desarrollo integral de niño, niña y adolescente; y que

88
actualmente, en una sociedad fragmentada y atomizada, lo único que le ofrecerá, a éste
son situaciones vinculadas al consumo de drogas, alcohol, y muchas de las veces
involucrarse a actividades marginales.

De otra parte, es preciso señalar, que la Organización Mundial de la Salud


(1993), considera que las causas por las cuales los niños, niñas y adolescentes salen de
sus casas (citado en Peralta), es debido a los siguientes problemas:

• Desintegración del entorno familiar


• Pobreza extrema
• Abusos físicos y sexuales
• Explotación infantil
• Urbanización y crecimiento descontrolado de suburbios
• Conflicto armado
• Hambre
• Desplazamiento social tras la emigración.

Como se puede colegir, no existe una causa especifica que origina la salida de
los niños, niñas y adolescentes a la calle, denominados como hijos de la pobreza y la
indigencia, en la mayoría de veces por pertenecer a las familias con lazos sociales, y
afectivos frágiles, donde la violencia en todas sus formas, ya sea física, psicológica, y
hasta por omisión, ayuda a la callejización. Si bien es cierto, que el primer agente
socializador, que es la familia, tiene responsabilidad, por el tipo de relaciones que en
ella se desarrollan, que aporta a la construcción de identidades y estilos de vida;
también es cierto que existen otros elementos que la provocan, y van más allá de la
violencia en el hogar, o del tipo de familias. Sin embargo, cabe precisar que esta
problemática es estructural y compleja.

3.6.2. Perfiles y características de las familias, de los niños, niñas y adolescentes


en situación de calle.

No olvidemos que la familia es considerada el núcleo fundamental de la


sociedad, en ella sus miembros mantienen relaciones interpersonales y logran
satisfacer sus necesidades básicas. Violeta Sara-Lafosse (1984) ha definido a la familia

89
como el grupo en el que el ser humano se desarrolla, y en el que está inmerso desde
que nace, ello le sirve de base para desarrollar su personalidad. Desde la psicología se
conceptualiza a la familia como la base y espacio donde se desarrollan y constituyen
todos los elementos referentes a su personalidad; desde el punto de vista sociológico
es el primer espacio mediante el cual se establecen las primeras relaciones sociales con
sus iguales. Al respecto, se ha considerado desde siempre que el ideal de familia es la
familia nuclear, lo cual a lo largo de los años no ha dejado de existir, sin embargo hay
también otros tipos de familias con nuevas características, las cuales se vienen
desarrollando también según la región o cultura, así por ejemplo se tiene la
conformación de familias homosexuales, y se ha normalizado la convivencia como un
hecho normal y natural. La familia es el nexo entre el individuo y la sociedad y su
repercusión en esta triada tendrá un impacto importante, así una familia con vínculos
favorables, será una familia que aporte al desarrollo de una sociedad cohesionada; por
el contrario, una familia con vínculos débiles y cuyas relaciones son completamente
tóxicas traerá consigo también una sociedad debilitada.

En esta perspectiva, Carmen Pimentel Sevilla (1996), dice que hay una relación
muy estrecha entre la violencia, la familia y la sociedad, el cual se constituye en un
contexto conflictivo frustrante, carente de satisfacciones y de elementos vitales como
el afecto, el alimento, el abrigo, esta situación se convierte en las bases para que se
desarrolle una serie de vivencias proclives a la violencia. Esta violencia se manifiesta
en el maltrato físico y psicológico de los adultos o mayores, sean padres, padrastros o
profesores, el cual se evidencia en todas sus formas en tres esferas: el ambiente
familiar, el ambiente escolar y el ambiente en sociedad. Por tanto, muchos de los niños,
niñas y adolescentes en situación de calle, proceden de familias donde han sufrido
violencia y maltrato.

Al respecto, nos preguntamos: ¿cómo son, o que características tienen las


familias de aquellos niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de
calle?, para responder la pregunta, concordamos con Enrique Jaramillo García (2015),
que desde su experiencia, práctica social, y estudios realizados en el proceso de
acompañamiento de educación y organización de niñas, niños y adolescentes en
situación de calle, ha considerado las siguientes características:

90
a) En su mayoría son familias disfuncionales y monoparentales donde la madre
es la jefa de hogar.
b) Familias con varios hijos y en muchos casos de padres diferentes.
c) Se dedican al trabajo informal como estrategia para sustentar sus gastos
familiares.
d) Sus viviendas se ubican en zonas de la periferia urbana y en muchos casos no
cuentan con los servicios básicos.
e) Padres con bajo nivel de escolaridad, dedicados al consumo de drogas o
alcohol.

En este mismo sentido, Norma Verástegui (2006), recoge las siguientes


características de las familias:

a) Más de la mitad de la población evaluada (60%) consideraba que las relaciones


entre ellos y sus padres u otros familiares eran conflictivas.
b) La población muestra falta de expresión afectiva, ello es como consecuencia
de que tampoco recibieron afecto de parte de sus padres o familiares.
c) El 50% de los encuestados refieren que recibieron maltrato físico de parte de
sus progenitores mientras que el 16% de parte de otros familiares.

De otra parte, en el libro Niños de la Calle, de Mariana Benavente (2017), se


hace mención a las características de estas familias, en los siguientes términos:

a) Familias cuya situación de pobreza conduce a sus hijos al contexto de la calle.


b) Situación familiar con una organización deficiente lo que genera una distorsión
en relación a la figura de afecto y autoridad.
c) Violencia entre cónyuges y hacia los hijos de forma verbal y física.

En base a lo descrito, existe vinculación entre las características de las familias,


mencionadas por cada uno de los autores, además de coincidencias en muchas de ellas,
como la pobreza, la violencia, relaciones conflictivas, de la cual son parte, los niños,
niñas y adolescentes, en sus vidas cotidianas en el hogar, convirtiéndose esta dolorosa
realidad, en la puerta de entrada a la situación de calle. A todo ello se suma, la
disfuncionalidad en sus relaciones familiares, la cual trae consigo la falta de afecto,

91
amor y ternura, que lamentablemente desencadena bajo diversas formas de violencia,
muchas de las veces ejercida en primera instancia, por sus progenitores, familiares
directos, padrastro o madrasta, que están a cargo de ellos en la vida cotidiana, en un
escenario de una sociedad donde la familia44 en los sectores urbanos pobres tiene
muchos problemas y necesidades.

De este modo, una proporción creciente de niños, niñas y adolescentes, que


interrumpen o fracturan los vínculos sociales y afectivos con sus familias, empiezan
nuevas relaciones en el mundo de la calle. Cabe precisar, que las relaciones románticas
de la población intervenida, tienen como cimiento estas características familiares, a lo
que se suma la información que reciben de los medios de comunicación, y que son
reforzadas por las experiencias de vida construídas desde el contexto de la calle. Todo
ello constituye el concepto de cómo es que se van a afrontar diversas situaciones, de
relaciones amorosas; y en muchos casos, tolerar o normalizar algunas acciones, que
incluso ellos mismos conciben como negativas, y que reconocen, como parte del
campo de sus relaciones amorosas y románticas. (Ver figura 23).

3.7. Desarrollo psicosocial de las relaciones humanas, y las características del


amor en las y los adolescentes en situación de calle.

Hoy en día, en una sociedad como la nuestra, caracterizada por prácticas


hedonistas, en las relaciones humanas y amorosas, como decía Zygmunt Bauman
(2005):

El sexo es el epítome mismo, y quizás el arquetipo secreto y silencioso, de la


“relación pura” (sin lugar a duda un oxímoron, ya que las relaciones humanas

44
“… la relación entre familia y sociedad, creo que es un acierto examinar la familia no como una
institución aislada sino como parte del conjunto de relaciones sociales que constituyen la sociedad. La
familia no es una isla –y mucho menos una isla feliz. Más bien se puede pensar, … que las tendencias
dominantes en la sociedad atraviesan la vida familiar, las reproducen y las consolidan. En este contexto,
… la cara oculta de la familia son contundentes: el abuso sexual de los niños y la violencia física con
algún miembro de la familia (mayoritariamente los niños y las mujeres) nos muestran hasta qué punto
el ejercicio del poder adquiere toda su ferocidad cuando no encuentra la oposición de una fuerza
equivalente. Por la intensidad emocional y por la intimidad de las relaciones familiares nos encontramos
en un espacio social donde el despotismo de uno de los miembros de la familia no tiene casi límites. En
este sentido, la familia reproduce patrones de comportamientos dominantes en la sociedad, pero
ampliados y convertidos en experiencias degradantes. Quizás se puede ver a este tipo de familia como
una “correa de trasmisión” de las orientaciones autoritarias de la sociedad en la búsqueda de
conformidad social”. Germana, César (1996). Comentarios, pp. 35-36. En: La Familia y sus problemas
en los sectores urbanos populares. Lima: CECOSAM.

92
tienden a llenar, contaminar y modificar hasta el último rincón, por remoto que
sea, de la Lebenwelt, y por lo tanto no son precisamente “puras”) que, como
sugiere Anthony Giddens, se ha convertido en el modelo predominante, en la
meta ideal de las relaciones humanas. Actualmente se espera que el sexo sea
suficiente y autónomo, y que se “sostenga sobre sus propios pies”, y es sólo
valuable en razón de la gratificación que aporta por sí mismo (si bien por lo
general no alcanza a colmar las expectativas de satisfacción que nos prometen
los medios). No es raro, entonces, que su capacidad para generar frustración y
para exacerbar esa misma sensación de extrañamiento que supuestamente
debía sanar haya crecido enormemente. (pp. 67-68)

Es en este contexto, donde el amor líquido, cada día está más presente en la
vida cotidiana de las personas, los cambios físicos, psicológicos y sociales que se
presentan en esta etapa de la vida de las y los adolescentes en situación de calle, le
darán cierta connotación al desarrollo de este sentimiento de amor romántico; y si a
ello le sumamos la cantidad de elementos que se entrecruzan, las experiencias vividas,
y el referente de nueva familia con el que se cuenta, y la socialización en el contexto
de la calle, el amor se desarrollará con ciertas características, con respecto a esta
cuestión se encontraron algunos estudios de las que se pueden extraer algunos datos
relevantes; y que a continuación presentamos:

En un estudio realizado en Colombia, con adolescentes en situación de calle,


ellas y ellos refirieron que la mayoría de las relaciones que se establecen ya sea con su
pareja, o en otro tipo de interacción sexual, esto se da debido a la ausencia de afecto
que les faltó en el hogar; y es a través de esta interacción sexual, que logran recibir el
cariño y atención que no tuvieron en el seno familiar. Sin embargo, refieren, que solo
se puede sentir amor por una sola persona, y en la mayoría de casos, refieren que es
con esta sola persona que no hacen uso de métodos anticonceptivos, porque consideran
su relación amorosa como estable y duradera; otro elemento que consideran como
crucial, es la necesidad de protección o cuidado frente a los demás, donde la violencia
y el sometimiento son elementos que han caracterizado la vida en la calle.

En este mismo sentido, en Bolivia la institución Son de Vida, hizo un estudio


que buscaba conocer lo que representa el amor romántico en los adolescentes en
situación de calle, y uno de los elementos relevantes, es que conciben al amor con

93
expresiones bastante positivas, pero muchas veces suelen confundir con lo que
simplemente es atracción sexual, situación que trae consigo altos niveles de
frustración, depresión, y donde en muchos casos se autolesionan. Si bien reconocen,
que en su relación hay valores positivos, también reconocen la existencia de algunos
elementos negativos vinculado al uso de la violencia, que muchas de las veces son
minimizados, y se convierten en una constante o rutina durante su relación, el cual se
manifiesta con gritos, amenazas, insultos y golpes. En estas relaciones asimétricas y
desde la experiencia y estudio realizado con la población, el rol del hombre es más
activo y determinante, mientras que la mujer desempeña una actitud complaciente y
sumisa (Sanabria, Asperilla y Roca, 2014).

De otra parte, respecto al cuidado de su cuerpo, se ha evidenciado que tienen


poco cuidado del mismo; y si bien es cierto que conocen lo necesario para el uso del
preservativo o cualquier otro anticonceptivo, en sus relaciones sexuales durante su vida
cotidiana no hacen uso del mismo. Los adolescentes, materia del estudio sostuvieron
increíblemente, que han estado y se han enamorado de más de una persona a la misma
vez, e incluso refieren haberse besado entre ellos, como parte de un juego, y en otros
casos incluso como una forma de revancha o venganza.

En el caso de nuestro país, se han encontrado algunos elementos vinculados a


la drogas y violencia, por lo que se han recogido datos que parten de la percepción de
los mismos adolescentes en situación de calle, quienes tienden a minimizar el uso de
la violencia en sus relaciones amorosas, y en muchos casos, la han naturalizado,
justificando y haciendo que se sostenga durante todo el tiempo que dura esta relación
amorosa (Ver figura 24).

Por otra parte, es preciso señalar que para los adolescentes en situación de calle,
es algo natural el consumo de drogas, y en este contexto el concepto del amor
romántico va más allá de una preocupación personal, o de lo que puedan decir los
demás. Finalmente, en términos generales, son ellos dos, tanto ella, como él, a pesar
de las dificultades, y las consecuencias negativas que trae consigo el consumo de
drogas que están dispuestos a luchar y mantener sus relaciones amorosas, e incluso,
consideran que puede hacer cambiar a la otra persona. Sin embargo, en esta relación
del amor líquido, que dicho sea de paso es muy frágil (Bauman, 2005), se corre el

94
riesgo de que en nombre de ese amor romántico se asuman este tipo de conductas
marginales que les ofrece la vida en la calle (Ver figura 25).

3.7.1. El apego, la atracción mutua, el erotismo o amor romántico, en las y los


adolescentes en situación de calle

Es importante señalar, que todos los seres humanos, somos potencialmente


violentos, y muchas veces asumimos, que esta fuerza puede ser manejada, redistribuida
y utilizada constructivamente. Desde su misma vida y en su práctica social cotidiana,
el ser humano usa la agresividad violenta para enfrentar las vicisitudes de la vida,
desde su mismo nacimiento, hasta su muerte (Herrera, 2018). Este es el caso de los
adolescentes en situación de calle, que no obstante el uso de la violencia, también
desarrollan el eros, es decir, la lucha por el amor, y por la vida, en sus relaciones
cotidianas de pareja45. En este proceso, surge el apego, como una atracción mutua, a
través del erotismo o amor romántico.

En el caso de todos los seres humanos, y también es el caso de los adolescentes


en situación de calle, en efecto, estos tres conceptos –el apego, atracción mutua
erotismo o amor romántico-, suelen estar totalmente vinculados y/o interrelacionados,
y tienen algunas semejanzas, de ahí que sea importante definirlas y conocer si es que
las o los adolescentes en situación de calle viven una verdadera etapa de amor
romántico, sienten una intensa atracción sexual o es que ese sentimiento que va más
allá de la amistad, o es solo un sentimiento de apego. Fischer (2004) refiere “...los
sentimientos de apego a menudo disminuyen el éxtasis del romance, sustituyéndolo
por un sentimiento profundo de unión con la pareja” (p.13).

En el caso de las y los adolescentes en situación de calle, claro está que, si bien
la etapa de amor romántico es totalmente intensa, ésta difícilmente se prolonga o
eterniza por lo que la naturaleza misma permite que ello vaya madurando y generando

45
“Todos hemos vivido la necesidad de proyectarnos hacia un futuro que en gran parte argumenta
nuestra vida presente, en la cual, como sabemos, se encuentran antiguas determinaciones que vienen
desde la infancia más temprana. Pero cuando predominan la reclusión, la muerte, la guerra, el
sufrimiento intenso, estos sentimientos hacen perder de vista el futuro. Lo único que interesa es
sobrevivir en el presente, pero la pérdida de sentido también se presenta acompañada de la extrema
angustia de estar muerto en vida. Las víctimas de la guerra interna así lo demuestran. Sentir que creemos
en algo sostiene nuestro transcurrir cotidiano. Tanto Levi (2005) como Bettelheim (1973) hacen alusión
a la fuerza que se puede obtener en una situación de extrema violencia como la que vivieron ambos,
porque sus convicciones eran fuertes”. Herrera Abad, Luis (2018). Reflexiones psicoanalíticas sobre
la violencia en el Perú, p. 57. Lima: Biblioteca Peruana de Psicoanálisis.

95
un estado de satisfacción hacia la otra persona, el cual es considerado como el apego.
Por otra parte, la disminución del apego, la atracción mutua, y la pasión por el amor,
ha sido vista como causante, para que incluso muchas parejas tengan que asistir a
especialistas, con la finalidad de recuperar y revivir todos aquellos elementos que ellos
consideran propios del amor romántico. Con el propósito de seguir profundizando,
sobre el significado de cada uno de estos términos; y a fin de tener una mayor claridad
respecto a sus diferencias, consideramos necesario tener otra forma de mirar el apego,
desde una óptica social, y del psicoanálisis:

Al respecto, Bowly en la obra de Ureta denominado ¿Apego, vínculo y/o amor


en la pareja? (2004) dice que:

Los seres humanos tienen una tendencia innata a buscar vínculos de apego,
porque ello genera una satisfacción personal además de contribuir a la
supervivencia de la especie, este vínculo, puede ser seguro e inseguro, mientras
más seguro es, suele ser más fácil desprenderse de él claro ejemplo de ello son
las relaciones que se establecen entre una madre y su hijo. (p. 31)

Como se ha visto, el apego ha sido definido como aquel vínculo afectivo que
se establecen desde el primer año de vida con la o las personas que los cuidan, ese
vínculo se mantiene siempre e incluso si estas personas mueren se convierten en
figuras importantes en su vida. Es a partir de estas relaciones que se desarrollan cuatro
estilos de apego, que a continuación señalamos:

a) Estilo de apego seguro: en este estilo de apego el niño se siente querido, valorado y
sabe que la otra persona no le va a fallar, se sienten bien con ellos y solo experimenta
ansiedad si desconoce si su cuidador o cuidadora volverá. El comportamiento de estos
niños es favorable pues son muy activos, e interactúan de forma positiva con las figuras
de apego (miran, abrazan), además comparten sus emociones.

b) Estilo de apego ansioso: en este estilo de apego el niño no está seguro de la


disponibilidad, cariño o valoración de su cuidador, por lo que teme ser abandonado,
no se separa de ellas, y si lo hacen se adaptan mal en otros espacios por ejemplo en las
cunas y dado este suceso tienden a no querer separase para nada de quien representa
esta figura de apego.

96
c) Estilo de apego evitativo: los niños han experimentado que sus figuras de apego no
los valoran, existe sufrimiento y falta de respuestas ante sus necesidades, por lo tanto,
no expresan sus emociones y tampoco las comprenden, es así como empiezan a
rechazar las relaciones íntimas, de allí que existan dificultades en su relación con las
demás personas. Si se separan de sus cuidadores ni siquiera protestan porque saben
que sus llamados no serán escuchados, esta situación se tiende a confundir debido a
que demostrarían cierta autonomía. Sin embargo, ello solo es una forma de
sobrevivencia para disminuir el sufrimiento.

d) Estilo de apego desorganizado: es la unión del apego ansioso y evitativo, se


caracteriza por los cambios de conducta repentinos, en un momento puede necesitar
un abrazo y acto seguido quiere rechazarlo, suelen romper los juguetes y tienen
dificultades para relacionarse con sus compañeros, e incluso cuidadores quienes
prefieren evitarlo. Su origen está vinculado a su presencia en ambientes patológicos o
algunas formas de maltrato infantil.

Cabe precisar, que en la adolescencia estos estilos de apego, hacia sus padres
o cuidadores, van a ser reemplazados por la pareja, los amigos, etc. En esta etapa del
desarrollo del ser humano surgen algunos comportamientos sexuales propios de la
edad, los que a su vez están mediados por la autoestima y el grado de confianza que se
tiene con las demás personas; así, cuando se desarrolla un estilo de apego seguro se
tendrá como elemento la autoestima y la confianza en sí mismo, permitiendo que las
relaciones sociales y eróticas sean más placenteras, con menos temores y mayor
seguridad.

En el caso de las y los adolescentes en situación de calle, la forma como se


desarrollan las relaciones amorosas son el resultado del trato que han recibido en la
infancia, y de una serie de experiencias vinculadas a la sexualidad, y los referentes de
apego que tuvieron durante toda su vida y existencia social. De otra parte, las funciones
del apego en la adolescencia tienen las mismas funciones que en la infancia, es decir,
brindar seguridad emocional en la relación, y contar con un referente incondicional.
En la población en situación de calle, la protección y seguridad, son elementos muy
valorados por ellos, más aún, si se trata, por ejemplo, que en sus relaciones familiares
no han recibido amor, como consecuencia de la estructura social injusta y autoritaria

97
de la familia y la misma sociedad46. Es por ello, que en muchos casos el amor parte de
una necesidad de poder lograr satisfacer esta carencia afectiva a partir de la relación
que se mantienen con otra persona en el submundo de la calle (Ver figura N° 26).

En el caso específico, de las y los adolescentes en situación de calle, muchas


de las relaciones amorosas y románticas están estrechamente relacionadas con aquellas
que se fueron desarrollando, cuando aún eran niños y se relacionaban con sus padres
o los responsables de su cuidado. Estas relaciones, adquiridas durante su infancia, se
caracterizan en el mundo de la calle, por la trasmisión de la confianza, por la misma
cercanía y el vínculo desarrollado con la finalidad de relativizar la angustia frente a la
ausencia o desaparición de los referentes positivos; y que generalmente se manifiestan
en tristeza, soledad, y hasta depresión; y que muchas veces los lleva incluso hasta
autolesionarse con cortes en el cuerpo o alguna otra actividad que atente contra su
propia vida.

Los adolescentes en situación de calle encuestados no son ajenos a estas


sensaciones, cuya particularidad se caracteriza por la cantidad de horas y posibilidades
que tienen de pasar la mayor parte del tiempo de convivencia en la calle, donde se
disipan sus angustias, soledad y tristeza, al estar al lado de la persona amada. A ello se
suma, el hecho de satisfacer las necesidades de su enamorada o enamorado, debido al
compromiso que han asumido antes de experimentar el amor, el cual se va
desarrollando en la cotidianidad de la vida en la calle (Tejada, 2005:134) (Ver figura
la 27). Sin embargo, ello no significa que las relaciones desarrolladas durante la
infancia determinen plenamente toda la vida futura que, si bien tienen gran influencia,
estas estructuras pueden cambiar por sucesos nuevos y porque el campo de las
relaciones en la etapa de la adolescencia se va ampliando.

Otro elemento que suele confundirse con el amor es la atracción sexual, la cual
ha sido definida por Rathus, Nevid & Fichner - Rathus como “la evaluación positiva

46
“… la sociedad a través de la familia, por ejemplo moldea el destino del niño. Podríamos afirmar que
su neurosis futura es el reflejo de una situación familiar concreta, la cual, a su vez, es modelada por la
estructura social. La institución familiar, como podemos apreciarlo en la práctica clínica, suele
reaccionar ante ciertas circunstancias sociales neurotizantes, con reacciones neuróticas, de tal forma que
el tener que adaptarse a una sociedad excluyente y agresiva provocará inevitablemente reacciones
defensivas, tales como agresividad, conformismo, miedo, inseguridad y egoísmo. Si se trata, por
ejemplo, de una estructura social injusta, posesiva, represiva, angustiante, esta moldea exigencias que
se realizan en el seno de la familia de forma también prohibitiva, exigente, angustiosa, represiva, en
especial sobre los niños”. Herrera Abad, Luis (2018). Óp. Cít., p. 74.

98
hacia una persona para establecer contacto sexual” (en Conejero, 2009, p.12). En esa
línea, el módulo de sexualidad emitido por el Ministerio de Salud (MINSA) dirigido a
adolescentes del nivel secundario conceptualiza una serie de sentimientos propios de
esa edad como enamoramiento, relaciones sexuales y atracción sexual definiendo a
esta última como el gusto por otras personas y que esa atracción se refleja a través de
la excitación sexual que en el caso de los hombres puede llegar a tener manifestaciones
físicas como la erección y en la caso de las mujeres la lubricación vaginal. Aunque
este último punto es aún visto como un tema tabú por la sociedad en general, y
específicamente con la población intervenida en particular (Ver figura 28). De otra
parte, es más que evidente, que son las mujeres quienes reprimen algunos aspectos
propios de la sexualidad, y que culturalmente ha sido trasladada al ámbito de la vida
privada; mientras que el caso de los varones se evidencia que tienen una tendencia a
ser más expresivos, sea masturbándose solos, en grupo o a modo de juegos bastante
sexualizados, que suelen hacerse entre ellos.

Esa atracción mutua está basada en criterios subjetivos y aspectos culturales,


debido a que lo que es atractivo en una sociedad, puede no serlo en otra. Sin embargo,
que si bien la actitud, la similitud y el desenvolvimiento han sido considerados como
elementos importantes para sentir atracción por alguien, ésta se desarrollaría después
del primer impacto, el cual generalmente está vinculado con el atractivo físico. En el
caso de los adolescentes en situación de calle por ejemplo hay quienes tienen una
preferencia por personas mayores que ellos o ellas, debido a que reflejan y valoran la
experiencia de vida que tienen o pueden recibir algún tipo de consejo frente a las
situaciones que le sobrevengan durante su vida en la calle (Ver figura 29).

En términos generales existen elementos que favorecen la aparición de la


atracción, mutua entre las personas, por ejemplo la proximidad, de este modo tenemos
a aquellos que se sienten atraídos por su compañero de clase, o compañero participante
de un grupo religioso. La explicación a la atracción está basada en que las personas
cercanas se muestran más asequibles, debido a la semejanza y el saber que se
comparten en algunos gustos, e ideas que en ciertos espacios aumenta, debido al grado
de familiaridad y confianza. En estas circunstancias, la constancia y permanencia hace
que la ansiedad ante aquello que se desconoce vaya disminuyendo haciéndo que su
interacción sea cada vez mas familiar.

99
De otra parte, cabe mencionar que la proximidad influirá en este proceso de la
atracción mutua solo en la medida que se tenga un concepto favorable o neutro de esa
persona; ahora, ello sucede solo por la compatibilidad; y que muchas veces, puede
provocar una cercanía, más no significa el inicio de una relación (Ubillus y Páez, s.f.
p.2). De esta manera, las y los adolescentes en situación de calle, que dicho sea de
paso, cotidianamente comparten el espacio de la calle, van tejiendo lazos de amistad,
y de esta manera se conocen, y van interrelacionándose con personas mayores que
ellos o ellas, y que en la mayoría de casos no tienen el título de pareja, pero cuya
amistad, constituye algún tipo de relación, que en algunos casos podría darse el
aprovechamiento del poder que tiene frente a la necesidad material y espiritual de
afecto (Ver figura 30). Al respecto, Luis Tejada (2005) en la investigación realizada
con población en situación de calle, dice que durante las relaciones amorosas la mujer
es quien finalmente es reconocida como un objeto sexual, y las relaciones construidas
están vinculadas a la dependencia mutua la cual se mezcla con la amistad, el temor y
el interés.

De otra parte, incluso existen estudios que demuestran que las personas que
viven cerca tienen más posibilidades de vincularse, además de tener mayores
semejanzas, como por ejemplo en el nivel educativo, nacionalidad, religión, etc. este
hecho o posibilidad de emparejamiento decrece cuando a las escasas posibilidades de
relacionarse se suma la distancia entre los hogares (Grant, 1980, p.147).

Asimismo, cabe mencionar que en los animales por ejemplo, existen también
algunos criterios de selección, que se manifiestan cuando algún animal se siente
atraído por otro; así por ejemplo entre los monos, las hembras se sentirán atraídas por
un macho en particular, pero esa situación tendrá su punto de partida en los rasgos
superficiales que existe entre los animales. En el ser humano este aspecto en particular
tiene que ver con la atracción visual la cual se relaciona con la apariencia física, y que
cobra biológicamente mas énfasis en los hombres a diferencia de las mujeres que en
su mayoría son mucho mas auditivas. Asi por ejemplo una fuerte atracción sexual
puede disminuir por el lenguaje u otra forma de expresión de la persona. En este
sentido las y los adolescentes en situación de calle expresan el lado más romántico del
amor; y consideran que si bien existe elementos de atracción colocan a los

100
sentimientos, el cariño que puede sentir hacia él o ella; y el trato que ambos se profesan
como lo más importante en una relación (Ver figura 31).

En este punto, es bueno señalar que además del apego y la atracción sexual
existe otro elemento también vinculado a estos términos, que es el erotismo el cual
está vinculado con el deseo y el placer de gozar el momento. Debemos señalar que el
erotismo implica una preparación que se da antes de la práctica sexual, de allí que
marque distancia con el sexo automático, orgásmico y cuyo fin es eminentemente
reproductivo. Al respecto, Manrique (1996) dice que: “toda relación erótica tiene
siempre componentes edípicos, homosexuales, agresivos…, es decir, todo aquello que
el orden social deja fuera de las relaciones eróticas convenientes” (p.156). Y es que el
erotismo es considerado también como una manifestación de la sexualidad, y que ha
sido socialmente controlada por la sociedad, que en la práctica social erótica se expresa
libremente en el ámbito privado.

Esta práctica sexual erótica, permite tomar distancia de las prácticas sexuales
vinculadas a lo coital y lo orgásmico, caso contrario plantea la exploración del cuerpo,
el disfrute del momento, y otras formas de placer que se da en el amor líquido, es decir
en el “choque y fuga” una modalidad de relación en la que prima el sexo mas no amor,
es decir, una relación sin mayor compromiso (Bauman, 2005). En este trance, entra a
tallar la sensualidad como un instante que provoca cierta emoción en la otra persona,
y si bien a los adolescentes en situación de calle les agrada que su pareja se vea sensual,
esto va acompañada con términos de posesión o dependencia como decir por ejemplo
“quiero que se vea sensual solo para mi” (Ver figura 32).

3.7.2. El amor, la sexualidad, y la violencia en la vida de las y los adolescentes


en situación de calle: a pesar de todo, la felicidad es posible

El mundo de la calle es sórdido, y muchas veces violento, donde se escucha


frecuentemente el grito del niño y adolescente abandonado, y que algunas veces se
muere de soledad y de pena, y muy a menudo, también se escucha, el grito del
adolescente y joven violento y agresivo, más aún si no encuentra el amor y la
sexualidad deseada, termina frustrado, y en algunos casos llega hasta el suicidio, si es
que no es correspondido, por la persona a quien quiere o ama. No olvidemos que todo

101
el mundo necesita un poco de amor, a pesar de las circunstancias de la vida tan difíciles
que le ha tocado vivir, sale adelante debido a la resiliencia. No olvidemos, que:

La resiliencia nos recuerda que todos nosotros, niños y adultos necesitamos ser
amados. El amor significa la aceptación profunda de la persona, su
reconocimiento estable en la vida del otro, aun cuando se manifiesten
comportamientos o rasgos de carácter de que no se pueden aceptar.
(Vanistendael y Lecomte, 2006, pp.29)

Un pensamiento como este solo nos permite recordar frase que hasta tal punto
se considera extrema “Todo el mundo necesita un poco de amor, especialmente
aquellos que no lo merecen”. Entonces se suma a este pensamiento una frase ya
conocida por el poeta Pablo Neruda, por su parte, ha condensado ese amor casi
incondicional en estos versos; “no te quiero sino porque te quiero”.

De este modo en el mundo de la calle, se van tejiendo y amalgamando una serie


de elementos y situaciones que le darán a este sentimiento universal cierta
peculiaridad, la cual se verá reflejada en la construcción de su sexualidad, aquella que
desde su infancia se viene desarrollando, a pesar de que muchas veces en el seno de la
familia el niño, no encontró aceptación y el amor que son fundamentales para el
desarrollo de la persona. Al respecto, Fischman (2000) refiere que cuando se trata de
la sexualidad puede ser concebida como una práctica de libertad, un espacio para la
procreación, una posibilidad de expresión, una valoración del amor, la intimidad y el
erotismo, sin embargo, muchas de las veces, deplorablemente también puede estar
asociada a miedo, dolor, sumisión, culpa, silencio, rabia, impotencia y bloqueo
(p.139).

Y es que cada experiencia desarrollada por las y los adolescentes en situación


de calle, lamentablemente tiene que ver con el contexto social, económico, político y
cultural, en el que han vivido; y donde quizás haya existido elementos como dolor, o
culpa, las cuales han sido una constante en sus vidas cotidianas; y que generalmente,
han ayudado a la normalización y finalmente en la asimilación del dolor y la culpa, las
que en muchos casos, cuentan con grandes probabilidades de que sean transmitidas
generacionalmente, en una sociedad violenta, injusta, inequitativa y deshumanizada.

102
En este contexto, la sexualidad desde el punto de vista social, se va
configurando conforme a los roles de género inequitativos existentes, y que son los
elementos que ayudan a la aparición de la violencia. Es de este modo, que la violencia
de género, es una constante en la vida cotidiana de las y los adolescentes, y que ha sido
legitimada y naturalizada por el pasado y por el presente de la vida en la calle. Es por
ello, que actualmente, se busca cambiar, la sumisión de la niña, ante la dominación del
niño, con este imaginario social se ha formado a los hombres y mujeres de ahora, y
cuya situación se pretende revertir y cambiar, pero desde una sociedad que enseña.

Aun nos encontramos en una sociedad que persiste en concebir al hombre como
un ser superior en relación a la mujer, y esto a su vez se refleja en los estereotipos de
género durante las relaciones sociales desarrolladas entre las niñas, los niños y los
adolescentes. A pesar de los avances aun la desinformación y el machismo están en
todas las esferas de la sociedad, y son elementos aun difíciles de desterrar, esto se
traduce en prácticas que en el mundo de la calle están presentes y acompañados de un
poder que sostiene muchas injusticias. En ese sentido durante las relaciones de pareja
en un porcentaje de las y los adolescentes en situación de calle se han realizado
prácticas sexuales donde la presión para su desarrollo ha sido un elemento presente
(Ver figura 33). Sabemos pues que un acto sexual sin el consentimiento de la mujer,
constituiría una agresión sexual, de allí la importancia de incluir en este proceso de
relacionamiento y convivencia elementos como autoestima, la comunicación, y el
consentimiento sexual de parte de la mujer

Es preciso señalar, que en el imaginario social y las prácticas sociales, los


estereotipos que se les ha asignado a cada sexo cumplen una función importante en el
desarrollo de las relaciones románticas, es así que cada hombre y mujer va asumiendo
un rol determinado como pareja; estos discursos y prácticas sociales se han ido
materializando a lo largo de los años. Por lo que hacer referencia a la virginidad puede
brindar una imagen o estatus a la persona, mas aún en una sociedad donde existe una
percepción estigmatizadora de la mujer que ha dejado de ser “virgen”. Esta situación
no es contraria la percepción que tienen los adolescentes en situación de calle quienes
consideran que el hombre tiene mayor libertad para ejercer su sexualidad a diferencia
de las mujeres que podrían ser sancionadas socialmente (Ver figura 34).

103
3.8. Configuración del Marco Legal sobre los derechos de la Infancia: de la
Doctrina de la situación irregular, a la Doctrina de protección integral

La configuración del marco legal especializado para los niños, niñas y


adolescentes, tiene un origen reciente. En efecto, a finales del siglo XIX, más
específicamente el año 1899, con la creación del Primer Tribunal Juvenil de Chicago,
en la ciudad de Illinois, en Estados Unidos, experiencia que después se implantó en
Europa, marca la culminación de un largo proceso de reforma que empezó a inicios
del siglo XIX y que significó la superación de criterios que sometían a las niñas, niños
y adolescentes que cometían un hecho punible, o una infracción a la ley penal, a los
juzgados y procedimientos de los adultos. A partir de las críticas formuladas a ésta
concepción adultocéntrica, da lugar a algunas modificaciones sustantivas. La primera,
consistió en separar a los considerados menores detenidos de los adultos, creándose
centros correccionales especiales para ellos. Posteriormente, a mitad del siglo XIX se
elaboraron las primeras leyes de menores, primero en Inglaterra, y después en Estados
Unidos; y finalmente se crearon los denominados tribunales de menores, que marcó
un cambio radical para el tratamiento de los infractores a la norma o ley penal
(Defensoría del Pueblo, 2000).

De esta manera, en el imaginario y la práctica social de los Estados, gobiernos


y la misma sociedad nace la Doctrina de la Situación Irregular, cuya característica
central y principal es la concepción del niño y adolescente como menor de edad,
incapaz, sin voz, sujeto pasivo de la intervención jurídica estatal como un objeto de
tutela, merecedor solamente de cuidados de arte del adulto y no como un sujeto de
derecho. Como señala Bustos Ramírez “… la ideología de la situación irregular
convierte al niño y al joven en objeto, y no en sujeto de derechos, en un ser
dependiente, que ha de ser sometido a la intervención protectora y educadora del
Estado” (Bustos, 1997). No olvidemos, que en el siglo XIX también en el Perú, surge
la Escuela Correccional de Surco, para tratar y re-educar a los menores infractores de
la ley penal47.

47
“…, a fines del siglo XIX se empieza a ver a los niños como incapaces de tomar decisiones, como
necesitados de protección estatal (Cunnigham, 1994: 170). El Estado debía suplir esta incapacidad y
esta dependencia. La instauración de instancias jurisdiccionales apropiadas debía paliar esa carencia.
De esa forma ya no podían estar junto con los adultos, por lo cual se empezó a crear instancias
“correccionales” adecuadas y separadas. La idea era prevenir que el niño o joven cayera en el sistema
demasiado duro reservado a los adultos. Por ello surgió la Escuela Correccional de Surco, para sustraer
a los “menores” de la dureza del sistema penal adulto. Junto con este “descubrimiento del menor” surgía

104
Por tanto, la visión de la Doctrina de la Situación Irregular, es también
subyacente a la experiencia peruana y latinoamericana, como dice Bruno Van der Maat
(2009) cuando:

En el siglo XIX, antes de que existiera la Escuela Correccional de Surco en


Lima, la mentalidad jurídica confundía “menor” con el adulto. Se le reservaba
el mismo “tratamiento”, las mismas penas. A esta época se puede entonces
aplicar la misma sentencia a los jóvenes que al sistema penal de adultos, a saber
que el sistema carcelario era un sistema que disciplinaba a los grupos o clases
que difícilmente encontraban su espacio propio en la sociedad que creaba un
proletariado masivo. La indiferenciación de los jóvenes frente a los adultos los
hacía merecedores de las mismas penas, del mismo tratamiento. Cualquiera que
delinquía era considerado responsable de su acto y tenía que purgar pena para
su propio bien y la tranquilidad de la sociedad. Si había una diferenciación con
el adulto, podía ser en el nivel de responsabilidad, reflejada en la discusión
hasta qué punto el “menor” podría “discernir” entre el bien y el mal. (p. 319)

De este manera, desde el siglo XIX, y durante casi todo el siglo XX, no solo en
el Perú, sino también, en América Latina, y a nivel global, los niños, niñas y
adolescentes fueron considerados como objetos de protección tutelar, menores de
edad, incapaces, y sin voz, hasta el 20 de noviembre de 1989, cuando todos los Estados
del mundo aprueban la Convención sobre los Derechos del Niño, a excepción de
Somalia y Estados Unidos debido a que según algunas revisiones el firmar la
Convención generaría algunos cambios en materia legal además de ello existía una
fuerte presión de grupos religiosos que estaban en contra de que se conceda demasiado
poder a los niños. Este documento se convierte en un instrumento jurídico
internacional muy importante, porque reconoce los derechos humanos específicos de
los niños. La Convención constituye la más clara, radical y extensa ruptura con la
ideología y práctica del correccionalismo tutelar, que propugnaba la doctrina de la

la idea de que no podía ser tenido responsable de sus actos, como lo era antes. Más bien había que
reconocer que le faltaba conciencia y por lo tanto responsabilidad. El niño se volvía inimputable, con
lo cual ya no se podía someter a las penas retributivas y crueles que se aplicaban a los adultos, sino que
había que re-educarlo, corregirlo”. Van der Maat, Bruno (2009). La Visión de los Niños y Jóvenes en
conflicto con la Ley, p. 320. En: Infancia y Derechos Humanos. Hacia una ciudadanía participante y
protagónica. Lima: IFEJANT.

105
situación irregular, que actualmente constituye una ideología decadente y
decimonónica (Jaramillo, 2004).

Es así cómo, la Convención es definida como una verdadera revolución, que


transforma al “menor en ciudadano”, por ello es necesario reconocer que la
Convención sobre los Derechos del Niño constituye uno de los documentos más
importantes en materia de infancia. Obviamente, a partir de la Convención todos los
niños son reconocidos como sujetos de derechos, y de esta manera se produce cambio
paradigmático, respecto a la vida y existencia social de los niños, niñas y adolescentes,
y se pasa de la Doctrina de la Situación Irregular a la Doctrina de Protección Integral,
que es el resultado de una larga lucha de profesionales y personas comprometidas con
la condición humana de los niños, niñas y adolescentes en el mundo.

3.8.1. De la Declaración de Ginebra, a la Convención sobre los Derechos del


Niño: un largo camino recorrido

Para tener una mejor comprensión del largo camino recorrido es necesario
comprender y conocer los acontecimientos desarrollados desde la aprobación por la
Liga de las Naciones en Europa de la Declaración de Ginebra, hasta llegar a la
conquista y aprobación por todos los Estados del Mundo de la Convención sobre los
Derechos del Niño, el 20 de noviembre de 1989, para lo cual han trascurrido muchos
años. En efecto, no podemos dejar de mencionar que el concepto que se tenía de la
infancia en Europa, era que esta era considerada propiedad del padre, y no existían
normas ni lineamientos a favor de los niños, niñas y adolescentes. Es después de la
Revolución Francesa el 14 de julio de 1789, que se crea la Declaración de los Derechos
del Hombre y el Ciudadano, a quienes se les ofrece la libertad, igualdad y fraternidad,
es en este contexto, que recién se interesan por la vida y existencia social de la infancia,
pero para que ellos trabajen, y asistan a la escuela con la finalidad de reproducir los
modos de vida de la burguesía; posteriormente a ello, en el siglo XIX con la revolución
industrial y frente a la explotación laboral, es que surgen las primeras normas, pero no
por el interés y preocupación por el niño, sino por su utilidad para la sociedad, ya que
la principal preocupación era el crecimiento de la economía; y en otros casos, también
prepararlos para fines militares.

106
De otra parte, después de la Primera Guerra Mundial, cuando la Liga de las
Naciones, empiezan a aplicar las políticas de ajuste económico, y al ver las
consecuencias negativas de estas medidas sobre la vida de los niños y niñas, una
ciudadana inglesa llamada Eglantyne Jebb conmovida por el sufrimiento de éstos
funda la organización Save the Children, el año 1923, e inicia una larga campaña de
sensibilización social y logra que la Sociedad de las Naciones recoja la propuesta de
hacer una Declaración que plasmara los derechos de los niños. El 26 de febrero de
1924 la Asamblea General de la Liga de la Naciones, aprobó la Declaración de los
Derechos del Niño, también conocida como la Declaración de Ginebra, que es el
primer y más importante documento que expresa la importancia por la infancia de
todos los países a nivel mundial. La señora Jebb, señaló con beneplácito que en esa
fecha el mundo celebraba el día mundial de la infancia. Giuseppe Motta, presidente de
la Asamblea General de la Sociedad, manifestó que la Declaración constituía una carta
de bienestar para los niños de todo el mundo (Valencia, 1999).

Sin embargo, cabe precisar que la Declaración de Ginebra, anunciaba que los
hombres y mujeres de todas las naciones deben dar y ofrecer a la infancia lo mejor y
afirmar sus derechos, y que todos los niños deben estar protegidos en sus derechos sin
distinción de raza, nacionalidad, sexo y creencia religiosa. Este documento fue escrito
por la Asociación Internacional de Protección a la Infancia y aprobada por la Sociedad
de Naciones, consta de diez principios los cuales se mencionan a continuación:

1. El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración, sin


excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño
o de su familia.

2. El niño gozará de protección especial para poder desarrollarse física, mental,


moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, y añade que al
promulgar leyes para este fin se tomará siempre en consideración del interés
superior del niño.

107
3. Reconoce que el niño desde su nacimiento tiene derecho a un nombre y a una
nacionalidad.

4. Señala que el niño tiene derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo


y servicios médicos adecuados.

5. El niño físico o mentalmente impedido deberá recibir tratamiento especial.

6. Para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, el niño necesita de


amor y comprensión.

7. Consagra el derecho del niño a recibir educación y disfrutar plenamente de


juegos y recreaciones.

8. El niño debe figurar entre los primeros en recibir protección y socorro en todas
las circunstancias.

9. El niño deberá ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad


entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que
debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.

10. El niño deberá ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia y amistad


entre los pueblos
(Valencia, 1999, pp. 70-71).

Sin embargo, algo que cabe resaltar de este documento es que por su mismo
carácter de Declaración, no comprometía a los Estados al cumplimiento con los diez
principios antes mencionados. Es por ello, que después de la Segunda Guerra Mundial,
el 20 de noviembre de 1959 la Asamblea General de las Naciones Unidas adopta la
Declaración ampliada sobre los Derechos del Niño, años más tarde específicamente en
1978, el gobierno de Polonia, por intermedio del profesor Adam Lopatka, presentó una
propuesta en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con la
finalidad de elaborar un proyecto de Convención que reconociera específicamente los
derechos humanos específicos de los niños; con esta propuesta el gobierno de Polonia,
“pretendió que la aprobación de la Convención coincidiera con la celebración del año
Internacional del Niño, en 1979” (O’Donell, citado por Valencia, 1999).

108
Es así como recién el 20 de noviembre de 1989 se aprueba la Convención sobre
los Derechos del Niño (CDN), que a pesar de su carácter monocultural y occidental
(Pilotti, 2001), es un avance porque reconoce a todos los niños como sujetos de
derechos, además por su carácter vinculante, obliga a los Estados Parte, adoptar en sus
naciones los mandatos que establece la Convención, y la Doctrina de Protección
Integral; y como tal obliga a todos los Estados diseñar políticas sociales para proteger
a todas la infancias. En ese sentido es importante rescatar el conjunto de derechos a
los que se hace referencia, entre ellos el artículo 13 el cual hace mención al derecho a
la libertad de expresión, es decir, no solo la niña, niño o adolescente es merecedor de
servicios sino también tiene la libertad de opinar respecto a lo que les concierne,
buscar, recibir y difundir información de todo tipo siempre y cuando no vulnere el
orden público o los derechos de otros, permitiéndole al niño como sujeto de derecho
el acceso, promoción y ejercicio de los demás derechos planteados en la Convención.

3.8.2. El Código de los Niños y Adolescentes Ley N° 27337; y el Plan Nacional


de Acción por la Infancia y Adolescencia (PNAIA)

Cabe precisar, que el 3 de agosto de 1990 el Estado peruano ratifica la


Convención sobre los Del Niño48; y como parte de sus compromisos el 28 de diciembre
del año 1992, aprueba el Código de los Niños y Adolescentes Ley N° 27337, que
reemplaza al viejo Código de Menores de 1962 que propugnaba la doctrina de la
situación irregular. A partir del nuevo Código de los Niños y Adolescentes, se crean
una serie de instituciones en beneficio de los niños, por ejemplo las Fiscalías de
Familia, los Juzgados de Familia, la Policía de Familia, las Defensorías Municipales
de los Derechos del Niño (DEMUNA), los Municipios Escolares, la Defensorías
Escolares, los Consejos Consultivos de los Derechos del Niño (CCONNA).

El Código de los Niños y Adolescentes, constituye un gran avance en cuanto


se refiere a la normativa nacional sobre los derechos de los niños y adolescentes, y en
sus contenido reconoce los siguientes derechos: (i) Derecho a la Vida e Integridad; (ii)
Derecho a vivir en un ambiente sano; (iii) Derecho a la Libertad; (iv) Derecho al
Nombre, Identidad y Nacionalidad; (v) Derecho a vivir en Familia; (vi) Derecho a la

48
La Convención consagra los siguientes principios: (i) Derecho a la supervivencia y el desarrollo; (ii)
Derecho a no ser discriminado; (iii) Derecho a la participación; y (iv) El Interés Superior del Niño.

109
Educación, Salud y Recreación; (vii) Derecho al Trabajo; (viii) Libertad de Opinión;
(ix) Libertad de Expresión, Pensamiento, Conciencia y Religión; (x) Libertad de libre
tránsito; y (xi) Libertad de asociarse (Ñari Walac, 2001, pp.92).

De otra parte, el Estado peruano, con la finalidad de proteger integralmente a


los niños, niñas y adolescentes elaboró el Plan Nacional de Acción por la Infancia y
Adolescencia (PNAIA)49 cuya rectoría la tiene el Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables a través de la Dirección General de la Niñez y Adolescencia. Este
documento permite vincular las políticas públicas que se elaboren en materia de
infancia articulando con instituciones públicas, privadas, y organizaciones de la
sociedad civil, y el año 2015 se le otorga rango de Ley N° 30362.

El último Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia 2012-2021,


PNAIA 2021 que fue elaborado durante el gobierno de Ollanta Humala, cuenta con
cuatro objetivos estratégicos indispensables el primero de ellos hace referencia a
garantizar el crecimiento y desarrollo integral de niñas y niños de 0 a 5 años, el segundo
objetivo estratégico busca garantizar la continuación del crecimiento y desarrollo
integral de niñas y niños de 6 a 11 años de edad. El tercer y cuarto objetivo está
vinculado netamente a la población adolescente, población objeto de estudio, por lo
que también se fijaron los resultados esperados para esta población para ello se ha
conformado una comisión multisectorial que cuenta con un presupuesto asignado para
el trabajo con los mismos. A manera de información, incluimos el tercer y cuarto
objetivo:

Tercer Objetivo: Consolidar el crecimiento y desarrollo integral de las y los


adolescentes de 12 a 17 años de edad y cuyos resultados esperados se describen a
continuación:

49
En el año 2019 se dió el séptimo reporte del PNAIA, a cargo del Presidente del Consejo de Ministros
Salvador del Solar, donde se mencionaron los avances del último año en materia de infancia como la
creación de más áreas de atención a esta población, sin embargo, es necesario mencionar que si bien no
ha disminuido la inversión destinada a esta población ésta ha pasado de 32 878 millones a 33 689
millones de soles. Por otro lado, es necesario mencionar que en esta última presentación que incluso fue
televisada se contó con la presencia de apenas 54 congresistas de la Republica de un total de 130, esto
si bien no es determinante para resumir la valoración que se da al tema es indicador que nos permite
entender y cuestionar si realmente la infancia y la adolescencia son una prioridad.

110
R7: Las y los adolescentes concluyan la secundaria según su edad normativa con una
cultura libre de violencia.
R8: Las y los adolescentes se encuentran protegidos frente al trabajo peligroso.
R9: Las y los adolescentes postergan su maternidad y paternidad hasta alcanzar la edad
adulta.
R10: Las y los adolescentes disminuyen el consumo de drogas legales e ilegales.
R11: Las y los adolescentes involucrados en conflictos con la ley penal disminuyen.
R12: Se reduce la infección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y el
síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en las y los adolescentes.
R13: Las y los adolescentes acceden a una atención de salud de calidad y con
pertenencia cultural.
R14: Las y los adolescentes no son objeto de explotación sexual.

Cuarto objetivo: Garantizar la protección de niñas, niños y adolescentes de 0 a


17 años de edad. Lo resultados de este objetivo son:

R15: Niño, niña o adolescente (NNA)50 tienen asegurado el derecho al nombre y a la


identidad de manera universal y oportuna.
R16: NNA con discapacidad acceden a servicios especializados de educación y salud.
R17: NNA protegidos ante situaciones de trata.
R18: NNA participan en ciclo de políticas públicas que les interesan.
R19: NNA son menos vulnerables en situaciones de emergencias y desastres.
R20: Se reduce número de NNA que son víctimas de violencia sexual.
R21: NNA sin cuidados parentales se integran a una familia.
R22: NNA no participan en conflictos internos.
R23: Ninguna NNA fallecerá de tuberculosis en el Perú.
R24: Todos los NNA cuentan con seguro de salud.

Como podemos colegir, respecto a los objetivos planteados y la realidad


concreta, hay una diferencia abismal, sobretodo en el tercer objetivo y la realidad de
la que son parte los adolescentes en situación de calle, la mayoría de ellos y ellas no
han concluido la educación primaria, ni mucho menos, la educación secundaria según

50
Se considera a la población por sexo y por grupo etario de allí que se mencione en cada uno de los
objetivos la terminación de niño, niña y adolescente.

111
la edad normativa. Por otra parte, ellos y ellas, no están libres de violencia a lo largo
de sus vidas porque han sufrido y siguen sufriendo desde una violencia por omisión
dentro del hogar, hasta aquella que se ve reflejada por la discriminación,
estigmatización y desprecio en las calles, un espacio social de por sí sórdido, violento
y tóxico donde son fácilmente atrapados por el consumo de drogas ilegales que son de
fácil acceso para ellas y ellos, y por otra parte, por las mismas relaciones sexuales
precarias, están expuestos a contraer alguna infección de transmisión sexual o tener un
embarazo no deseado. Si bien es cierto, que las y los adolescentes tienen derechos, por
ejemplo a la educación y la salud, en la realidad concreta muchos de ellas y ellos ven
vulnerados estos derechos ya que no logran mantener una sexualidad en condiciones
dignas, donde además el acceso a una información adecuada y responsable no es parte
de su cotidianidad.

3.8.3. Los derechos sexuales de las y los adolescentes en situación de calle: son
derechos inalienables e irrenunciables

Es importante reconocer, que si bien, se están desarrollando diversas


estrategias y actividades a cargo de los ministerios e instituciones del Estado, entre
ellas se pueden mencionar las acciones desarrolladas por el Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil (RENIEC)51, el cual tiene como prioridad asegurar la
vigencia del derecho al nombre, y la identidad de todas las personas. Respecto a ello
cabe precisar que este es un derecho humano fundamental, inalienable e irrenunciable
y aún existen adolescentes en situación de calle que carecen de este documento de
identidad52. Ahora, otra estrategia específicamente vinculada a la sexualidad de la
población adolescente es la Etapa de Vida Adolescente (EVA) 53 del Ministerio de

51
El RENIEC emite partidas de nacimiento y Documento Nacional de Identidad, a la fecha se vienen
realizando una serie de estrategias para que la mayor cantidad de personas puede acceder al derecho a
la identidad, cabe mencionar que este documento te facilita el acceso otros derechos como a la salud, el
de recibir información o participar de algún servicio en alguna otra institución pública y privada.
52
“El derecho a la identidad es un derecho fundamental, consagrado en el inciso 1, artículo 2 de la
Constitución Política del Perú y, como tal, está íntimamente ligado a la dignidad de la persona. Tiene
dos ámbitos de protección: i) identidad estática, que comprende un conjunto de características objetivas
e inmutables en el tiempo; e (ii) identidad dinámica, compuesta por características mutables en el
tiempo. Es con relación a la primera que el Estado tiene la obligación de mantener un registro donde se
inscriba a los peruanos y peruanas desde su nacimiento, lo que se materializa en brindar una
identificación a cada uno que le permita diferenciarse y así ejercer sus derechos y deberes”. Defensoría
del Pueblo (2006). La Defensoría del Pueblo y el derecho a la identidad. Campañas de documentación
y Supervisión 2005-2006, p. 93. Lima: Defensoría del Pueblo.
53
Todo Hospital o Centro de Salud cuenta con el área de EVA donde corresponde atender a los y las
adolescentes de la jurisdicción, a fin de brindar atención y orientación respecto a temas como
adolescencia, enamoramiento, infecciones de transmisión sexual y otros. La población en situación de

112
Salud, que trabaja temas vinculados a la sexualidad del adolescente, cabe mencionar
que en la práctica social concreta muchos de los operadores de infancia del Estado
desconocen la existencia de la población en situación de calle por lo tanto la
posibilidad de que accedan a los servicios que se ofrecen es mínima.

Uno de los principales problemas, que es muy difícil de entender en el actual


contexto en que vivimos, es el que está relacionado al amor en los adolescentes, muy
común en la etapa de enamoramiento; y que dicho sea de paso, está estrecha e
íntimamente relacionada a la sexualidad. Ante esta cuestión del enamoramiento en los
adolescentes, en los diversos ministerios, y especialmente en el Ministerio de Salud,
se cuentan con normas técnicas, estudios y materiales que dan cuenta de esta temática
y que tienen programas preventivos para una sexualidad responsable entre las y los
adolescentes, si bien es cierto, se consideran valiosos e importantes, es necesario
mencionar también que aún no se ha desarrollado alguna investigación que dé cuenta
de la particularidad y características del enamoramiento de las y los adolescentes en
situación de calle, más aun, cuando la población abordada refiere, que durante las
relaciones sexuales que ellos mantienen el uso de métodos anticonceptivos, ha sido
irregular, y que en muchos casos, ni siquiera tienen conocimiento de la existencia de
estos métodos anticonceptivos, para una sexualidad responsable (Ver figura 35).

No olvidemos, que todo adolescente tiene derecho a hacer uso de la sexualidad,


porque es un derecho humano inalienable e irrenunciable; y como tal, debería estar
informado para evitar y reducir muchas situaciones de riesgo, como por ejemplo el
embarazo adolescente no deseado, o no planificado; y más aún, durante las relaciones
sexuales precarias contraer las enfermedades de transmisión sexual. En ese sentido es
importante mencionar que las y los adolescentes en situación de calle refieren que
siempre o casi siempre han sentido el temor de tener alguna infección de transmisión
sexual, porque son conscientes que sus prácticas sexuales se dan en condiciones de
riesgo, y de alta precariedad (Ver figura 36).

De otra parte, es necesario llamar la atención, que en las relaciones amorosas


y sexuales entre las y los adolescentes en situación de calle, se corre el riesgo del
embarazo adolescente no deseado o no planificado, el cual se desarrolla en contextos

calle desconoce de este servicio y los operadores con los que se ha logrado coordinar también
desconocen de esta población a la que no le estaría llegando valiosa información.

113
muy precarios y no deseados, resultado de la desinformación de los métodos
anticonceptivos, de allí que reconozcan también su importancia para evitar traer a un
ser humano, que probablemente sufrirá lo que ellos han vivido durante su infancia; y
será parte de este círculo perverso el cual ha de repetirse en las generaciones siguientes,
es decir, son parte de una exclusión intergeneracional (Ver figura 38).

Es necesario subrayar, que en el caso de las y los adolescentes en situación de


calle, existe la ausencia de información adecuada, que trae como consecuencia la
perpetuación de mitos, e ideas adultocéntricas54, que lamentablemente se convierten
en barreras frente al derecho de la sexualidad responsable. En este sentido cabe
mencionar la influencia de la Iglesia Católica y las otras Iglesias Cristianas
conservadoras y fundamentalistas, en relación a los derechos sexuales de las niñas,
niños y adolescentes debido a que su impacto y percepción del tema tiene influencia
en la toma de decisiones que se rigen a nivel político.

Otro elemento de gran influencia en el cumplimiento de los derechos sexuales,


está vinculado con el adultocentrismo, el cual tiene una mirada conservadora respecto
a la etapa de enamoramiento de las y los adolescentes, lo que en los hechos podría
constituir una vulneración de sus derechos sexuales, y ello porque son los adultos
actualmente los decisores en la elaboración de políticas en materia de infancia. Esta
mirada, conservadora del adultocentrismo respecto de la sexualidad de las y los
adolescentes se sustenta en algunos prejuicios que los estigmatizan, así tenemos:

• Grupo humano carente de reflexión


• Problemáticos
• Sin o poca conciencia moral
• Con necesidades de disciplina o corrección constante
• Naturaleza impetuosa o incluso hasta desbocada

Si bien estas características se pueden desarrollar con gran intensidad en


algunos adolescentes no es exclusivo de esta etapa, lo que si podemos mencionar es

54
Quienes hacen ejercicio de estas ideas son los mismos padres o tutores, así como los operadores de
servicio de las instituciones de allí que sea necesario dar a conocer la importancia y el derecho de esta
población lo cual está respaldado por marcos legales nacionales e internacionales que colocan a las y
los adolescentes como sujetes de derecho.

114
que estas construcciones de ideas solo aumentarían la barrera que les impide el acceso
a la información en relación al desarrollo de su sexualidad más aún, si tenemos en
cuenta que es responsabilidad de los adultos (padres, docentes, personal de salud) que
deberían buscar la transmisión de nuevas formas de educación sexual para los
adolescentes. No olvidemos que la sexualidad es un hecho presente en la vida cotidiana
de las relaciones cotidianas de los adolescentes. De allí que sea necesario conocer la
realidad de la población abordada, más aún, cuando este tipo de información es
brindada a través de las redes sociales, los medios de comunicación masiva como la
televisión, o por personas no especializadas en el tema que suelen transmitir
información en base a su experiencia de vida sin que ello garantice que la información
sea adecuada. (Ver figura 37).

Finalmente, una de las grandes deudas del Estado para con ellas y ellos, es
decir, para con los adolescentes, es la ausencia y falta de una Educación Sexual integral
con la que no solo pueden conocerse, y construir una identidad de género, sino
también, vivir una sexualidad plena y responsable, pero también la necesidad de saber
reconocer la existencia de situaciones de violencia que se presenten en las relaciones
amorosas y sexuales cotidianas. Es por ello, que es indispensable una educación sexual
integral y con enfoque de género, además de dejar de creer equivocadamente, que la
sexualidad pertenece exclusivamente al mundo de los adultos.

115
CAPITULO IV
ASPECTOS METODOLOGICOS

4.1. Tipo y diseño de la Investigación.

El tipo de investigación desarrollada es de carácter cuantitativo debido que se


asumirá la información tal cual se ha encontrado y sin la intervención de algún
elemento externo que desvíe la realidad encontrada, de allí que se utiliza como
instrumento la cual está sustentada por un cuestionario cuya medición se realizó según
la escala de Likert. De otra parte, como dice Julio Mejía Navarrete (2002):

La investigación es la que utiliza números, magnitudes para dar cuenta de los


objetivos-unidades de análisis en el plano empírico, mientras que en el plano
teórico incluye los números para representar los conceptos y proposiciones de
la realidad social. La investigación social cuantitativa opera con las mediciones
de los fenómenos sociales. Este tipo de investigación permite generar una
ruptura cuantitativa de la lógica de los saberes cotidianos, la realidad social se
reconstruye conceptualmente en forma fiscalista, es una lógica basada en la
asociación estadística que excluye el sentido y la significación de la acción
humana. La perspectiva metodológica cuantitativa busca conocer la extensión
de la distribución de características (variables) en los individuos que componen
la realidad del estudio. (pp. 41-42)

En este caso la realidad del estudio la componen las y los adolescentes en


situación de calle y sus relaciones amorosas. Respecto al diseño, éste es un elemento
de la investigación el cual permite responder las preguntas, cumplir con los objetivos
y, validar o no las hipótesis inicialmente planteadas. En esta investigación, se ha
planteado el diseño No Experimental debido a que no se motivará reacción alguna de
la variable y se realizará el estudio tal cual se presentan las variables en la vida y
existencia social de las y los adolescentes en situación de calle, y de esta manera se

116
orientará a determinar la extensión de las características y conductas de la población
objeto de la investigación (Mejía, 2002).

4.2. Hipótesis General

La hipótesis de investigación es una respuesta tentativa del fenómeno social de


niñas, niños y adolescentes en situación de calle a investigar, y que surge a partir del
planteamiento del problema y la revisión de la literatura, a partir de ella pasaremos del
conocimiento empírico al método científico y podremos validar o no lo planteado. Para
el presente trabajo de investigación se ha analizado la relación entre la variable
independiente y dependiente que constituyen la causa y el efecto respectivamente, por
lo que se plantea la siguiente hipótesis de causalidad:

La percepción del amor de las y los adolescentes en situación de calle influye


directamente en la construcción de su sexualidad.

4.3. Identificación de variables

Las variables son las categorías más usadas en la investigación debido a que
nos permite situarnos y fijarnos en elementos que le darán una explicación o saber
científico a la problemática estudiada. Si bien existen varios tipos de variables, las más
usadas son la variable independiente y dependiente en las investigaciones, la primera
considerada como una causal que permite describir los factores que influyen en el
problema, además de ser un factor condicionante de la variable dependiente.

La variable dependiente por el contrario se verá afectada por la acción,


comportamiento y cambios de la variable independiente. Así se plantean para la
presente investigación las siguientes variables:

Independiente : El amor de los adolescentes en situación de calle

Dependiente : Construcción de su sexualidad

4.4. Operacionalización de variables

Es un proceso metodológico que nos permite desagregar cada una de las


variables en aspectos que puedan ser medidos y que permitan la elaboración de

117
insumos para el instrumento, más aún, cuando son variables utilizadas en el campo
social y que se relacionan con las emociones y sentimientos, de allí que sea necesario
situar no solo su definición como tal, sino la definición operacional el cual es
construido a partir de la literatura, pero situada con fines propios de la investigación.
Por último, el indicador nos permitirá definir la característica y lo medible que es cada
variable.

4.4.1. Matriz de consistencia de la investigación

Variable Definición de la Definición Indicador


variable Operacional

Variable Es un sentimiento Constructo de este Tipo de relaciones


Independiente humano universal sentimiento entre los
reflejado en la universal a partir adolescentes en
El amor de los
afinidad hacia una de los modos de situación de calle.
adolescentes en
persona y el cual es vida, vivencias y
situación de calle.
producto de una experiencias en el
serie de estructuras contexto de la Influencia de la
que existen en el calle. Este calle.
cerebro y que se sentimiento suele
verá reflejada en confundirse con la
este grupo atracción sexual. Relaciones de
poblacional en poder de género.
estado de
vulnerabilidad.

Variable Conjunto de Conjunto de Desarrollo de la


Dependiente características características etapa de la
biológicas, biológicas, adolescencia.
Construcción de su
psicológicas y psicológicas y
sexualidad.
sociales cuyos sociales
cambios son más desarrolladas por Relaciones
intensos durante la los adolescentes en sociales
etapa de la situación de calle.
adolescencia.
Relaciones
sexuales.

118
4.5. Unidad de análisis (UA)

La unidad de análisis es el objeto de investigación, por lo que el amor


romántico y su influencia en la construcción de su sexualidad serán investigadas
aquellos que tienen como característica el estar en situación de calle. UA:
Adolescentes en situación de calle

4.6. Población de estudio

La población de estudio está conformada por el subconjunto del total de


población de las y los adolescentes en situación de calle, que además cuentan con
características particulares, cuya dinámica se desarrolla en un tiempo y espacio
determinado. Tenemos que, si el universo está conformado por todos los adolescentes,
la población está conformada por 300 adolescentes en situación de calle de Lima
Metropolitana y el Callao.

El trabajo de campo la hemos realizado en los siguientes espacios sociales y


geográficos de Lima Metropolitana y la provincia constitucional del Callao:

(i) Metro Hacienda, distrito de San Juan de Lurigancho.


(ii) Avenida Tomás Valle, distrito de San Martín de Porres.
(iii) Avenida La Marina, distrito de San Miguel
(iv) Casa Jacinto, distrito del Rímac.
(v) Barrio Los Barracones, provincia constitucional del Callao.

4.7. Tamaño de muestra

El muestreo es una técnica que nos permite seleccionar una muestra


representativa de la población de estudio y que culminada la investigación se lleguen
a algunas conclusiones. Entonces se considerará al 20 % de la población de estudio,
según los criterios utilizados para la selección de la muestra, el cual constituye un total
de 60 adolescentes en situación de calle entre mujeres y hombres.

119
4.8. Selección de muestra

De las técnicas de muestreo existentes dos son las más utilizadas y de las cuales
se desprenden otros tipos de muestreo, la primera, al azar, es la probabilística en donde
todos los miembros de la población de estudio tienen las mismas posibilidades de ser
elegidas. Por otro lado, la muestra no probabilística es utilizada considerando el
criterio del investigador a quien le interesa que la muestra a estudiar tenga además
ciertas características particulares. De esta breve explicación se desprende que el tipo
de muestra a utilizar es el Muestreo no probabilístico e intencional porque del total de
adolescentes en situación de calle serán seleccionados según el requisito fundamental:
tener como mínimo dos años en situación de calle, estar o haber estado completamente
enamoradas o enamorados, pudiendo o no tener una pareja formal.

4.9. Técnica de recolección de datos

Los datos se recogerán a través de observación directa de los hechos, se


realizará la labor de investigación in situ, para ello se deberá tener información como
el punto y horario de encuentro de las y los adolescentes en situación de calle. Se
realizarán entrevistas individuales o grupales debidamente formuladas y previamente
estructuradas, en ella surgirán los datos de interés y que respondan a los objetivos e
hipótesis de investigación.

4.10. Análisis e Interpretación de la información

Para el análisis se ha desagregado la información a través de la codificación,


tabulación, y construcción de los gráficos estadísticos en las hojas de cálculo de excel.
Posteriormente a ello se ha desarrollado la interpretación de los resultados, la que está
orientado a explicar el significado de los resultados obtenidos.

120
CAPITULO V

HALLAZGOS, RESULTADOS Y DISCUSIÓN

5.1. Principales hallazgos de la investigación

El fenómeno social de niñas, niños y adolescentes en situación de calle, es el


resultado de la endeble organización de la sociedad peruana, y como tal, emerge en la
década de los años 50, como consecuencias de las olas migratorias del campo a la
ciudad, y el proceso de urbanización y centralismo limeño, acompañado de un
desordenado crecimiento de Lima Metropolitana, donde se crean los pueblos jóvenes,
barrios marginales o asentamientos humanos, lugares de donde proceden la mayoría
de los niños, niñas y adolescentes, luego que se produce la ruptura del vínculo social
y afectivo con la familia, fugan de sus hogares, haciendo de las calles de la urbe limeña
su hábitat cotidiano.

Otro de los hallazgos es que el niño, niña y adolescente que ha fugado de su


hogar y se refugia en la calle adquiere un resentimiento contra la sociedad en general,
por no haber recibido amor, afecto y ternura. De este modo, vive un resentimiento
doloroso, un rencor sordo, silencioso y muchas veces de manera inconsciente. Es por
ello, que se manifiesta hostil incluso frente a su familia, por el cambio brusco y radical
de la nueva situación en que tiene que sobrevivir, en medio de un ambiente
desordenado, precario, y muchas veces sórdido y violento, que lo lleva a la resignación
y a adaptarse a este nuevo modo de vida, donde ya ha asumido su nueva identidad
callejera.

Por otra parte, en la vida social de la calle, el niño, niña y adolescente,


desarrolla una organización tribal urbana, caracterizada por vínculos de vivencias,
basada en el compañerismo, y comportamiento solidario al interior del grupo; y muy
en especial, cuando se trata de niños o niñas que recién se incorporan al grupo. De otra
parte, van desarrollando nuevas formas de comportamiento, en los juegos, y en las
formas de comunicarse, mediante el uso de la jerga, y un modo peculiar de
sobrevivencia en las condiciones más adversas, y que en la mayoría de veces lleva al

121
consumo de drogas o sustancias psicoactivas, además de optar por conductas
marginales para poder sobrevivir.

El fenómeno social de niños, niñas y adolescentes que viven en la calle, expresa


cierto geotropismo al ocupar las plazas, parques, avenidas, casonas abandonadas y
tugurios de la gran Lima. De esta manera, la misma sociedad que los maltrata,
estigmatiza, margina y excluye, resulta desbordada por su presencia en los centros
neurálgicos representativos de la ciudad (Borja, 1996). No obstante, esta situación de
marginalidad, exclusión y violencia a la que la sociedad ha condenado a los niños,
niñas y adolescentes en sus vidas cotidianas, ellas y ellos van tejiendo nuevas
relaciones de amistad, y afecto, y que en la mayoría de veces termina en una relación
de amor romántico y duradero, a pesar de lo duro que es vivir en la calle, porque las y
los adolescentes, creen y están convencidos de que es posible construir la felicidad, a
pesar de todo el maltrato recibido primero en la familia, en la calle, en la sociedad y
por las mismas autoridades (Vanistendael y Lecomte, 2006) .

5.2. Resultados y discusión

La estrategia de trabajo utilizada en la presente investigación estuvo enmarcada


dentro de una metodología cuantitativa y el material empírico se compone de
documentos oficiales, documentos de difusión y entrevistas en forma de cuestionario
a los y las adolescentes en situación de calle, los resultados los hemos obtenido de las
preguntas que se desprenden de las siguientes preguntas generales:

• ¿Cuál es la idea del amor de los adolescentes en situación de calle y cómo


influye en el desarrollo de su sexualidad?
• ¿Cuáles son las características del enamoramiento de los y las adolescentes en
situación de calle?
• ¿En qué medida la situación de calle influye en la construcción del amor de las
y los adolescentes?
• ¿Cuáles son las consecuencias del amor construido desde la situación de calle?

122
En este sentido, hemos priorizado el análisis e interpretación de cada una de las
preguntas que han sido plasmadas en los gráficos, que es el resultado de la
comunicación directa durante la aplicación del cuestionario con las y los adolescentes;
y consideramos como un aporte valioso a la investigación. Cada una de las respuestas
da cuenta de la percepción del adolescente a partir de su experiencia o construcción
respecto a todos los elementos que constituyen el amor romántico.

Figura N° 1: Situación de la y del adolescente en situación de calle al


término de una relación amorosa.

¿ Sufriría mucho si se termina mi relacion con él o ella ?


50% 47%
45%
40%
35% 33%
30%
25% 23%
20%
20% 17% 17%
15% 13% 13%
10%
10%
5% 3%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima,2019,


elaboración propia.

En el caso de los adolescentes en situación de calle se evidencia diferencias por


sexo, pues un 60% de mujeres refiere que siempre o casi siempre ha sufrido o sufriría
si termina la relación con aquella persona que amó, es decir existe una idealización del
amor de allí que el termino de la relación este acompañado de mucho sufrimiento, y
también hay un 33 % de hombres que reconocen que también sufrirían por el término
de su relación, este porcentaje es mucho menor al de las mujeres.

De otra parte, un 50% de hombres refiere que nunca o casi nunca ha sufrido o
sufriría por el término de una relación amorosa con su pareja, lo que evidencia que
socialmente se sanciona al hombre la expresión de sus sentimientos, por lo tanto, la

123
muestra de dureza deberían desde su percepción acompañarlos incluso aun cuando se
culmina una relación con el ser amado.

Figura N° 2: Situación del adolescente durante la relación amorosa y el


elemento de desconfianza y los celos

Cuando estoy con alguien siempre pienso que me puede estar


engañando con otra persona
50%
45% 43% 43%
40%
35%
30% 27% 27%
25% 20%
20%
15% 10% 10% 10%
10% 7%
5% 3%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima,2019,


elaboración propia

No podemos dejar de señalar, que un alto índice de adolescentes en situación


de calle, piensan que su enamorada o enamorado lo puede estar engañando con otra
persona, lo que evidencia un alto grado de desconfianza, y que en muchos casos genera
un estado de ansiedad, incertidumbre y desconfianza en su relación de pareja. En este
sendido un 37 % de hombres refirió que siempre o casi siempre se ha encontrado frente
a una situación como esta; y un 43% de ellos manifiesta que a veces ha pensado en
ello. Sin embargo, un 63% de la mujeres indican que siempre o casi siempre piensan
que sus parejas las podrían estar engañando e incluso una de ellas refirió: “soy muy
celosa” (comunicación personal, 08 de marzo,2019).

Esta situación de desconfianza y celos en las relaciones amorosas entre las y


los adolescentes en situación de calle, muchas veces termina en discusiones violentas
y agresiones psicológicas y físicas mutuas, causando rupturas de los vínculos afectivos
transitorios, que después son recuperados. Esta relación de amor, odio, desconfianza

124
y celos se convierte en una característica en la vida social de las y los adolescentes en
situación de calle.

Figura N° 3: De qué manera él o la adolescente en situación de calle


afronta la finalización de la relación amorosa

Cuando se termina una relacion debo superarlo rápidamente


50%
45% 43%
40%
35% 30%
30% 27%
25% 23%
20%
20% 17%
15% 13% 13%
10% 7% 7%
5%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

No olvidemos, que la vida en el mundo de la calle, es muy difícil, y está llena


de peligros y tentaciones negativas, como por ejemplo la drogadicción, la práctica de
conductas marginales, y en muchos casos el uso de la violencia física y psicológica.
No obstante ello, las y los adolescentes en situación de calle comparten una serie de
situaciones, relaciones de amistad que se conjuga con elementos como la diversión, el
juego, tienen similitudes en cuanto a cómo afrontar las situaciones en la calle. De esta
manera, se van tejiendo experiencias de vida que suelen compartir, y poco a poco, en
sus vidas cotidianas florece el amor caracterizado por un amor pragmático, que es la
unión o combinación de un amor ludus con un amor storge.

Entonces, cuando se produce la ruptura, o finaliza la relación amorosa con su


pareja, el 56 % de mujeres, y el 57% de hombres, considera que al término de una

125
relación debe ser superado rápidamente buscando otra pareja para no quedar en la
soledad; incluso uno de ellos manifestó, que podría estar solo “máximo una semana
sin una pareja” (comunicación personal, 08 de marzo, 2019).

En consecuencia, no encontramos una diferencia entre el sexo femenino y


masculino, pues casi la mitad de las y los adolescentes entrevistados evidencia este
tipo de amor, podríamos decir, que para ellos y ellas el amor es ligero, pasajero,
reemplazable, lo que nos lleva a afirmar que las y los adolescentes en situación de
calle, son muy pragmáticos en sus relaciones; sobre todo cuando se trata de enfrentar
una ruptura o finalizan sus relaciones amorosas.

Figura N° 4: El amor ágape en los adolescentes en situación de calle vinculado al


elemento del perdón

Cuando uno esta enamorada o enamorado pienso que tiene que


perdonar todo
45% 40%
40%
35% 33%
30% 27% 27%
25% 20%
20% 17%
15% 13% 13%
10% 7%
5% 3%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

En el mundo de la calle, las relaciones sociales y afectivas, que se van tejiendo


entre los niños, niñas, adolescentes, y jóvenes, están llenas de pequeños detalles y
gestos, como por ejemplo: la solidaridad, el amor y el ágape, que van desarrollando
en la cotidianeidad de sus vidas; y de esta manera, superan la experiencia de maltrato
o el abandono que sufrieron en sus hogares, que es reemplazado por la necesidad innata

126
de cariño y afecto que tiene todo ser humano, niño, niña, adolescente, o la persona
adulta (Vanistendael y Lecomte, 2006).

De otra parte, cabe precisar, que este tipo de amor basada en el ágape, en las y
los adolescentes en situación de calle, es resultado de un largo proceso de
consolidación, nadie podría dudar de la necesidad del amor y el ágape, pero muchas
veces este amor ágape no siempre va de la mano con el perdón, el cual se manifiesta
en menor medida, cuando un 40% de mujeres manifiestan que solo a veces serían
capaces de perdonar todo a su pareja en nombre del amor; mientras que un 46 % de
hombres, consideran que nunca o casi nunca se debería perdonar todo lo que hace su
pareja, a pesar de que uno puede estar muy enamorado.

Otro punto, que es necesario resaltar, es que muchos de los comentarios de los
hombres frente a esta pregunta fueron: “no perdonaría una infidelidad”, “si me
engaña no la perdonaría” (comunicación personal, 08 de marzo, 2019). Esta forma
de razonar de parte del hombre, frente a la infidelidad o la traición de parte de la mujer,
es un elemento que les afecta de sobremanera, más aun, cuando está vinculado con la
imagen de “macho” que tiene que demostrar frente al círculo de amigos, respecto a su
valía u hombría.

Este punto parece gravitante, para entender las relaciones de amor y ágape, que
existe en las y los adolescentes en situación de calle, que nos demuestra el poder
coercitivo y hostil que tiene el hombre frente a la mujer; y que en el fondo, es el
resultado de las relaciones y prácticas sociales jerárquicas y patriarcales que
caracterizan a la sociedad peruana; y a la que no son ajena las los niños, niñas y
adolescentes en situación de calle.

127
Figura N° 5: La idealización del amor en las y los adolescentes en situación de
calle

Siempre que he estado o estoy con alguien siento que esa


persona es perfecta para mi

45%
40%
40%
35% 33%
30%
30% 27%
25%
20%
20% 17%
15%
10% 7% 7% 7%
5% 3%

0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA
HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Si tomamos en cuenta, que una gran mayoría de las y los adolescentes en


situación de calle, han sido víctimas de violencia familiar, no sólo de parte de los
padres, sino también de otras personas que asumen el rol paternal, situación que los
llevó a abandonar el hogar, por falta de buen trato y amorosidad, la pregunta es
entonces, ¿por qué idealizan el amor sabiendo que en la calle, también existe el abuso
y la violencia?

En ese sentido, las y los adolescentes en situación de calle, también han pasado
por la violencia de parte de sus parejas, no obstante esta situación, idealizan al ser
amado al punto de negar la realidad, sus defectos o sus malos tratos. Una idealización
que de acuerdo a la psicología analítica responde a la compensación nostálgica
desplazada hacia la pareja en torno a la figura del padre o figura paterna cuya conducta
probablemente contraproducente, dentro de la historia personal, se procura enmendar
en la nueva pareja.

128
Un 36% de las mujeres; y un 47% de los hombres piensan siempre o casi
siempre, que esa persona de la que se enamoraron es perfecta para ellas o ellos, por
tanto el amor es fuertemente idealizado.

Una respuesta que llama la atención, es que en algún momento un 40% de


mujeres consideró que su pareja era perfecta para ella, y que no le veía ningún defecto.
Esta idealización de la pareja, lo que Hellen Fisher (2004) denominaba el “efecto de
los lentes rosas” se da en el contexto de la calle, donde las relaciones sociales y
afectivas son más intensas, debido a la libertad y el libre albedrío en la que desarrollan
su relación amorosa mutuamente.

Figura N° 6: El amor y la formación de una familia en los las adolescentes en


situación de calle

Cuando estoy con alguien creo que voy a formar una familia con esa
persona
40% 37% 37%
35% 33%

30%
25%
20% 20%
20% 17% 17%
15%
10% 10%
10%
5%
0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Como es normal y natural en todo ser humano, también las y los adolescentes
en situación de calle, tienen sueños e ilusiones, como es la de formar una familia, a
pesar de las dificultades que sufren en la vida de la calle, no los amilana ante la
necesidad de formar y de construir una familia ordenada y feliz, donde las relaciones

129
y vínculos familiares se sustenten en el amor y respeto mutuo y el de los hijos o hijas
que puedan traer al mundo.

En ese sentido, llama la atención que un 47% de adolescentes, considera que


cuando han tenido alguna relación con alguien siempre o casi siempre ha pensado que
va a formar una familia con dicha persona a la que profesa un amor verdadero. De otra
parte, un 33% de mujeres a veces ha pensado en una situación como esta. En cambio,
no sucede lo mismo con los hombres, pues un 57% considera que nunca o casi nunca
ha pensado en formar una familia con el ser amado.

Si bien actualmente van cambiando las prioridades de las mujeres frente a lo


que anhelan o la que les hace sentirse realizadas, esta situación parece no haber
cambiado mucho en las adolescentes en situación de calle, ya que ven con mayor
posibilidad la conformación de una familia, ello con el fin de suplir algunas carencias
afectivas que en esta edad suelen trasladarse a las personas de la cual están
enamoradas, y que se vinculan con el deseo de conformar una familia, situación que
cuenta con grandes posibilidades de desarrollarse, más aun, en el contexto de la calle
donde el abanico de posibilidades respecto a su proyecto de vida es mínimo.

No podemos dejar de señalar, que para las mujeres adolescentes la vida en el


contexto de la calle es más riesgosa y está llena de dificultades. Sin embargo, una
salida frente a ello es constituir una familia con la persona a la que aman, situación
que difiere de los hombres, si bien existe un 33% que en algún momento pensó en
constituir una familia con la persona a la que amaron, en su mayoría, esto es el de ellos
solo quieren mantener una relación amorosa que no implique asumir mayores
responsabilidades, lo que en la jerga de la calle, se confirma, que las relaciones
amorosas, simplemente significan un “choque y fuga”, o simplemente “un vacilón”.

130
Figura N° 7: El amor y el desarrollo de actividades en la vida social de la calle

¿He estado o estoy tan enamorado de esa persona,que a veces he descuidado


actividades como:estar con mi familia,dormir,comer o estudiar?
40% 37%
35%
30%
30% 27%
25% 23% 23%
20% 20%
20%
15%
10%
10% 7%
5% 3%

0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima,2019 ,


elaboración propia.

En la actual sociedad consumista, las y los adolescentes han ido modificando


sus comportamientos con dirección a nuevas transgresiones o alteraciones de la vida
social; y de este modo, se han ido sumando a situaciones sociales excluyentes o
empobrecidas, tanto aquellos adolescentes que provienen de las clases populares, así
como aquellos, que forman parte de las clases medias, como consecuencia de las
catástrofes económico sociales que les ha tocado vivir (Giberti, 2005, p. 235). En el
caso, de las y los adolescentes en situación de calle, a pesar de la marginalidad social
en la que viven, esta característica de la etapa del enamoramiento tiene cierta
particularidad debido a que a pesar de desarrollar esta experiencia amorosa con su
pareja en el contexto de la calle, el 60% de mujeres y el 40% de hombres refieren que
descuidaron realizar sus actividades cotidianas. Tal como se observa en el cuadro
existe una tendencia mayor en la mujer debido a que este aspecto también es resultado
de la idealización de la persona amada, quien se convierte en su centro de atención.

De otra parte, es bueno señalar que existe un 27% de mujeres y un 23% de


hombres adolescentes que en algún momento sintieron que descuidaron sus
actividades por estar pensando en la persona amada; y un 37% de hombres que nunca,
o casi nunca, descuidaron actividad alguna, ello se debe tal vez a que las y los

131
adolescentes en situación de calle, cuentan con un vínculo familiar bastante debilitado,
por lo tanto las barreras o limitaciones para acceder y estar en contacto con sus parejas
son mínimas.

Pero a pesar de que estar muy enamorada o enamorado, limita o impide el


cumplimiento de sus actividades, las y los adolescentes buscan y pueden estar largas
horas del día comunicados mediante la utilización de las redes sociales, y otros medios,
como el celular; y también pueden salir juntos a trabajar, o en otros casos encontrarse
en el punto de concentración de siempre. Ellos y ellas, se las ingenian para para estar
cerca y junto a la persona amada; y no dejan pasar ninguna oportunidad que les permita
estar juntos.

Asumimos nosotros, que tanto las y los adolescente en situación de calle, por
las mismas limitaciones y carencias de amorosidad que no recibieron en sus hogares,
sin descuidar la realización de sus actividades y tareas cotidianas, siempre buscan
juntarse, porque sienten la imperiosa necesidad de estar juntos permanentemente,
porque además es una tendencia que tiene todo ser humano.

Figura N° 8: La agresividad y la atracción mutua en las y los adolescentes en


situación de calle.

El hombre o mujer que se ve agresivo/a se ve mas atractivo/a


50% 47%
45% 43%

40%
35%
30%
25% 23%
20% 20%
20%
15% 13%
10% 10% 10%
10%
5% 3%

0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

132
El mundo de la calle se caracteriza por ser un submundo, donde todo vale. Es
decir, donde predomina la ley del más fuerte, y donde las relaciones sociales y
afectivas están marcadas a la misma vez por la agresividad y la atracción mutua en
cada una de las actividades cotidianas en la vida de ellos y ellas. En este sentido, en
el caso de las y los adolescentes en situación de calle, un 43 % de las adolescentes
mujeres; y un 47% de los adolescentes hombres, consideran que la imagen, tanto del
hombre, así como de la mujer que se ve agresiva, no le causa atracción alguna, por lo
tanto no está considerado en su escala de valoración para el inicio de una relación. Sin
embargo, esto no implica que no se puedan sostener relaciones de este tipo, con
quienes cuenten con esta característica física.

Algunos de los comentarios no estuvieron alejados de frases sexistas como el


de “a las bandidas si les gustan hombres así” o “a los hombres si les ve bien ser así
a ellas no” considerando el elemento de la agresividad o violencia como un aspecto
característico en el hombre. Otra adolescente mencionaba que sus gustos se inclinaban
hacia adolescentes con conductas agresivas refriendo: “para que me defiendan”, ello
porque el elemento violencia o agresividad en el mundo de la calle puede estar
vinculado con protección o seguridad, concepción aprendida sobre todo en
adolescentes que han vivido en contextos de violencia donde los responsable de dar de
afecto y amor, en su núcleo familiar han sido también los que ejercían violencia y que
además en la mayoría de casos se relaciona con la figura masculina, situación que
influye poderosamente en su percepción del amor (comunicación personal, 15 de
marzo,2019).

133
Figura N° 9: El amor y control mutuo en las relaciones románticas de las y los
adolescentes en situación de calle.

Cuando tengo una pareja siempre quiero tener el control de la


relación.
45%
40% 40%
40%
35%
30% 30%
30%
25%
20% 17% 17%
15%
10%
10% 7% 7%
5% 3%

0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

No podemos dejar de señalar, que las relaciones sociales y afectivas entre las
personas en la sociedad peruana, están signadas por el machismo, la desconfianza y
el uso de la violencia del hombre contra la mujer, no por casualidad estamos asistiendo
al gran número de feminicidios en estos últimos años. En el caso de las y los
adolescentes en situación de calle, se reproducen estas relaciones de machismo e
intentos de controlar las relaciones, muchas veces de forma violenta, lo que dista
mucho de lo que vendría a ser una relación igualitaria entre ambos sexos.

Al respecto, ambas partes, tanto hombres, así como mujeres, refieren que
durante su relación amorosa son ellas y ellos quienes siempre y, casi siempre quieren
tener el control de la relación, situación que se evidencia cuando el 47% y 40% de
varones y mujeres respectivamente, tratan de controlarse mutuamente. Por otra parte,
un alto porcentaje de mujeres en un 40%; y un 30% de hombres manifiestan que a
veces han querido tener el control de la relación, pero esta situación finalmente ha sido
manejada por el sexo opuesto, es decir, es el hombre, quien finalmente se posiciona
frente a este tipo de violencia psicológica.

134
Esta forma de relacionarse, es parte del comportamiento de las y los
adolescentes en situación de calle, y constituye una conducta aprendida dentro del
hogar y la sociedad en general donde las relaciones y toma de decisiones no se basaron
en la escucha, ni actitudes democráticas. Es necesario precisar que la mayoría de
familias de las y los adolescentes en situación de calle, son monoparentales y
disfuncionales, donde casi nunca ha existido una relación afectuosa y amorosa entre
sus miembros.

De otra parte, las relaciones de parejas en las y los adolescentes en situación


de calle, siempre suelen estar expuestas a una serie de riesgos, y muchas veces
desencadenan en infidelidad y traición mutua, en el contacto constante que tienen con
los otros grupos de pares, donde tener el control de la relación le da cierto poder de
dominación y un falso prestigio de ser el “macho”, quien manda, y que le atribuye a
esta persona –es decir al “macho”- una valoración positiva frente a los demás.

Figura N° 10: La proyección a futuro y un amor para siempre en las y los


adolescentes en situación de calle

Pienso que compartiria toda la vida con el o ella


50% 47

45%
40%
35%
30% 27% 27%
25%
20%
20% 17% 17%
15% 13% 13%
10% 10%
10%
5%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

En el mundo social de la calle, se presentan una serie de acontecimientos jamás


imaginados, como por ejemplo el ejercicio de la violencia de la calle, muchas veces

135
con el riesgo de ser prostituidos o violados por otros grupos de personas pertenecientes
a muy bajos ordenes sociales. Sin embargo, hay espacio para el florecimiento de los
mitos del amor romántico, como elementos que se han convertido en parte de este
proceso de enamoramiento, en las y los adolescentes en situación de calle. De este
modo, el 57% de mujeres, y el 40% de hombres respectivamente, piensan que
compartirían toda la vida con la persona amada o una relación de pareja,
contrariamente existe un 40% de hombres y un 27% de mujeres, que manifiestan que
nunca o casi nunca han pensado que necesariamente compartirían toda la vida junto
con esa persona. Esta forma de pensar, nos demuestra que efectivamente las relaciones
amorosas que mantienen las y los adolescentes en situación de calle, son muy
superficiales, efímeras y volubles.

Si bien es cierto que la diferencia entre hombres y mujeres no es tan abismal,


se mantiene una tendencia mayor en las adolescentes en situación de calle, lo que
reafirma que los mitos se han ido construyendo bajo una concepción de amor
romántico, donde a diferencia del hombre, ellas no separan el amor del sexo,
asignándoles una forma de amar donde la entrega es total y donde el amor debe
perdurar para siempre, ese es el motivo de su presencia y constancia al lado de su
pareja a quien aman, y es por ello, que ni los riesgos ni las dificultades son obstáculos
para mantener la intensidad del amor, por el contrario, estas situaciones adversas y de
riesgo van reafirmando su amor por su pareja55.

55
Muchas de las situaciones en el contexto de la calle como los operativos, el maltrato de parte de
algunas autoridades u otras personas, y otras experiencias que recogen como positivas son parte de los
recuerdos vividos junto a la persona amada, y son situaciones como éstas las que terminan reafirmando
su amor.

136
Figura N° 11: El Amor y las relaciones sexuales en las y los adolescentes en
situación de calle

Para tener relaciones sexuales con alguien es necesario que sea tu


enamorado/a
50% 47%
45%
40%
35% 30%
30% 27%
25%
20% 17% 17% 17% 17%
15% 10% 10% 10%
10%
5%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima,2019,


elaboración propia.

El amor y las relaciones sexuales, en la vida y existencia social de las y los


adolescentes en situación de calle, se van construyendo en contextos muy complejos
y difíciles, en la vida cotidiana de la calle donde todo vale y todo se puede hacer. Es
así, como un adolescente en situación de calle mencionaba “cada quien toma su
decisión, no tiene que ser tu enamorada necesariamente, de ahí ya podemos
conocernos”, situación que menciona que más allá del título de enamorado, un acuerdo
mutuo entre ambas partes es suficiente para el inicio de las relaciones sexuales, sin que
esto implique compromiso alguno (comunicación personal, 08 de marzo, 2019).

Entonces, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que tanto las relaciones
amorosas, así como las relaciones sexuales, en las y los adolescentes en situación de
calle son el resultado de un amor muy ligero o superficial, o del choque y fuga. Sin
embargo, esta idea difiere cuando conocemos que un 64% de las adolescentes afirman
que para tener relaciones sexuales con alguien si es necesario que sea tu enamorado,
lo que resalta la importancia que tiene para la mujer el compromiso frente a una
relación. Este imaginario social respecto al amor y las relaciones sexuales es

137
considerado por las mujeres como el ideal y es lo que se ha aprendido socialmente. Sin
embargo, esta concepción no garantiza que esta situación se desarrolle en la práctica
concreta.

En cambio, nos llama la atención que el 30% de hombres, manifiesta y cree


que en algunas oportunidades se puede tener relaciones sexuales con alguien que no
es su pareja. Los hombres al parecer consideran las relaciones sexuales como algo
efímero, donde el choque y fuga vale, esta situación es preocupante, debido a las
condiciones precarias en las que se desarrolla la sexualidad en el mundo de la calle.

De otra parte, esta forma de concebir el amor y las relaciones sexuales entre las
y los adolescentes en situación de calle, se inscribe como parte de lo que se conoce
como la cultura de la calle, donde lamentablemente, no existen muchas oportunidades
y espacios sociales para desarrollar una relación amorosa y sexual sana, y que tenga
como base el respeto mutuo que debería existir entre los seres humanos.

Figura N° 12: La relación amorosa con una o más personas

Podria estar o estuve con dos personas a la vez


35% 33%
30% 30% 30%
30% 27% 27%
25%

20%

15%

10% 7% 7% 7%
5% 3%

0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

138
Recordemos que la familia, es un factor de protección para los niños, niñas y
adolescentes, sin embargo, en el caso de las familias de las y los adolescentes en
situación de calle, lejos de ser un factor de protección, han sido un factor de riesgo,
especialmente en los barrios muy pobres, caracterizados por un alto nivel de violencia
y pobreza, donde no pudieron ofrecer a los niños, niñas y adolescentes un espacio que
los acoja donde impere el amor y respeto por el otro.

Es tal vez, esta situación de riesgo de la que forman parte los y las adolescentes
en situación de calle, donde la exclusividad sexual, no es una práctica común, ni en los
hombres ni en las mujeres, lo que queda demostrado cuando un 30% de mujeres, y un
37% de hombres dicen siempre o casi siempre han mantenido algún tipo de relación
romántica con dos personas a la misma vez o en paralelo.

Sin embargo, un 30% en ambos sexos, refieren que no ha sido usual pero que
en algún momento han estado en esta situación; entonces, las relaciones románticas de
las y los adolescentes en situación de calle, no se caracterizan por la exclusividad
sexual, que también ha dejado de ser una característica propia de las mujeres, pues
como vemos los porcentajes en ambos casos son similares.

Figura N° 13: Mi pareja, el centro de atracción en las redes sociales

Me gusta que mi pareja sea el centro de atracción en las redes


sociales
45% 40%
40%
35% 33%
30%
30% 27%
25% 20%
20%
15% 13% 13% 13%
10% 7%
5% 3%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima,2019,


elaboración propia.

139
Actualmente, en la modernidad líquida (Bauman, 2005), las redes sociales se
han constituido en el punto de encuentro e intercambio de relaciones sociales de
amistad, y en algunos casos de amor, que traspasa el ámbito de la calle y suelen
desarrollarse también a través de la sociedad red en la que interactuamos, de este modo
ellos y ellas acceden a través del alquiler de cabinas de internet o de algún celular,
donde ven las fotografías y estados de las personas que conocen y sobre todo de
quienes están enamorados o enamoradas. A través del Facebook uno de los medios
mas usados por las y los adolescentes en situación de calle, se pueden observar
imágenes, donde las miradas, gestos e incluso algunos mensajes con contenido sexual
o vinculados a su estado emocional o situación sentimental.

De otra parte, llama la atención las respuestas ante la pregunta si es que le gusta
que su pareja sea el centro de atracción en las redes sociales, un 53% de hombres y
mujeres respondieron que nunca o casi nunca les ha gustado esta situación. Mientras
que un 30% de mujeres; y un 27% de hombres respectivamente manifiestan que solo
a veces les ha gustado que sus parejas llamen la atención en las redes sociales. Sin
embargo, en ambos casos sustentan sus respuestas con comentarios como las
siguientes: “no me gusta porque soy celosa”, “siento que me está engañando con otra
persona”, o “quiero que se vea bien para mi nomás” (comunicación personal, 12 de
marzo, 2019). Estas respuestas, manifestaciones y percepciones en las relaciones de
las y los adolescentes, podríamos atribuirlas a los celos o desconfianza que sienten
hacia la otra persona, una falta de seguridad con su pareja, situación que es una
constante y se ha normalizado, pero que en otros casos es considerado como una
demostración de amor.

140
Figura N 14: Tocar y sentir a la persona amada

¿Me gusta estar cerca,tocar y sentir siempre a mi pareja?


80%
70%
70% 67%

60%
50%
40%
30%
20% 17% 17%
13% 13%
10% 3%
0% 0% 0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

No olvidemos que las y los adolescentes en situación de calle son resilientes, y


como tal, necesitan amar y ser amados, el amor para ellos y ellas significa la aceptación
profunda de la persona y su reconocimiento estable en la vida de otro, aun cuando se
manifiesten comportamientos o rasgos no deseados, y que no se pueden aceptar
(Vanistendael y Lecomte, 2006). De allí que este rasgo tal vez sea un aspecto que las
y los adolescentes en situación de calle valoran positivamente, porque los hace sentir
seguros de sí mismos y porque en este contexto se ha normalizado.

En este sentido, a un 70% de los hombres, y a un 67% de las mujeres les gusta
estar siempre cerca, tocar, y sentir a su pareja, este comportamiento es considerado
como una expresión de amor, sin embargo, esto no quiere decir que muchas de lo que
ellos pueden considerar como expresión de amor se manifieste a través de algunos
golpes o empujones, considerados como juegos amorosos, una forma muy peculiar de
amarse en el mundo de la calle; lugar en el que esos encuentros sensoriales y
considerados privados se expresan libremente y que ellos han adaptado como suyo,
puede ser un parque, una esquina, una casa abandonada, la ribera de una playa e
incluso y ocasionalmente pueden pernoctar en algún hostal.

141
Figura N° 15: La necesidad de sentirse integrados al grupo de amigos

¿Necesito de una pareja para sentirme integrado con mi grupo de


amigos?
50% 47%
45%
40%
33%
35% 30%
30% 27%
25% 20%
20%
13%
15% 10% 10%
10% 7%
3%
5%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

En el mundo de la calle, a pesar de que existen muy pocas posibilidades de


vivir o sobrevivir con dignidad, se siente la necesidad de desarrollar una intensa
relación para sentirse integrado al grupo de amigos, con la finalidad de tejer lazos de
amistad y protección mutua. Es por ello, que cobra gran relevancia las relaciones de
amistad que se desarrollan en estos espacios. Ellos y ellas comparten una serie de
vivencias y situaciones no solo de angustia, sino también de sufrimiento cotidiano,
durante su permanencia en la calle gran parte del día.

Sin embargo, en este contexto, las relaciones están bien afianzadas, debido a
que ellas y ellos anteriormente ya han mantenido contacto, o han tenido una amistad
duradera, con quien es o fue su pareja; y que en la mayoría de los casos es conocida y
reconocida por el grupo de pares con los que socializa. En consecuencia, su integración
en este espacio grupal, no está sometida, y ni mucho menos, depende el haber tenido
o no alguna relación antelada.

Esta percepción y comportamiento, se reafirma cuando el 43% de mujeres, y


el 57 % reafirman que no necesitaron tener una pareja para sentirse integrado con su
grupo de amigos. Sin embargo, hay otro grupo considerable de un 47% de mujeres de

142
la población encuestada, que manifiestan que en el algún momento consideraron que
el tener una relación con alguien les daría la oportunidad de integrarse más al grupo
de pares, ello debido a que en la mayoría de grupos de adolescentes en situación de
calle, el número de hombres es mayor al de las mujeres, hecho que dificulta
inicialmente su inserción al grupo.

Por lo tanto, cabe precisar, que en el desarrollo de las relaciones de amistad,


tanto los hombres, así como las mujeres no encuentran mayores dificultades u
obstáculos, debido a que los grupos mixtos de adolescentes en situación de calle, se
integran con total normalidad, aunque parezca increíble, en el modo de vida de la calle
es muy común buscar la integración al grupo y la complicidad entre sus miembros
como una forma de protegerse mutuamente de los peligros y abusos de las fuerzas
policiales de “seguridad ciudadana”.

Figura N° 16: Las relaciones sexuales y, reconocimiento frente al grupo

¿Siento que soy mejor que los demas amigos en calle,si ya he


tenido relaciones sexuales?
50% 47%
45%
40%
35% 33%
30%
25% 20%
20% 17% 17%
15% 13% 13% 13% 13%
10%
10%
5%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

143
En el mundo de la calle, es casi una constante, que se produzcan abusos, y otras
formas de coacción social y subordinación, como resultado de las relaciones de poder
que los hombres ejercen sobre las mujeres, esto sucede debido a la ausencia de redes
de protección, la ausencia de recursos sociales y materiales para una convivencia
respetuosa, y que en el caso de los y las adolescentes en situación de calle, es el
resultado de las rupturas de sus lazos familiares. Es en este contexto que irán
construyendo los imaginarios sociales que impregna la ideología de los dominadores,
de los machos, contra dominadas, las más débiles, en este caso las mujeres pobres,
marginales y excluidas.

No obstante, esta situación, las relaciones amorosas y románticas en los


adolescentes en situación de calle, se irán desarrollando conforme a los cambios que
esta etapa de la vida supone, e indudablemente está vinculada y asociada a las
relaciones sexuales, que en el caso de los hombres en algún momento les da un sentido
de superioridad frente al grupo. Por lo que, este comportamiento de “macho”, “faite”,
“rico papá” y en el caso de la mujer de “bandida”, no está aislado a los modos de vida
cotidiana de esta población, sin embargo es un hecho que desde su percepción no
genera mayor trascendencia.

La construcción de la perspectiva de sexualidad, no es un comportamiento


aislado, pues se debe a que muchos de ellos y ellas han iniciado sus relaciones sexuales
a muy temprana edad, o a inicios de la adolescencia, por lo que este aspecto no cobra
especial atención o relevancia dentro de sus relaciones amorosas y románticas si no
que es parte consustancial de ella.

En este sentido, el 60 % de mujeres, y el 50% de hombres, encuestados


respectivamente, consideran que no tiene mayor trascendencia o significado el hecho
de haber tenido relaciones sexuales anteladas, pues en al caso del hombre lo único que
le interesa es alardear en el grupo que es un “macho”. Lo cierto es que las tribus
urbanas (Yrivarren, 2012), en este caso los y las adolescentes en situación de calle,
viven en medio de conflictos, no solo sociales, sino también, psicológicos, donde dan
rienda suelta a sus instintos de sexualidad, que dicho sea de paso generan un problema
social en el presente y el futuro para sus vidas por las condiciones en las que éstas se
desarrollan, cuyas consecuencias pueden ser desde el contagio de alguna infección de
transmisión sexual, hasta un embarazo no planificado.

144
Figura N° 17: El castigo como censura a la libertad de la relación amorosa de
las y los adolescentes en situación de calle

¿Me preocupa que me castiguen por quedarme en calle o no


regresar a casa por estar con mi pareja?
50% 47%
45% 40%
40%
35%
30%
25% 23% 23%
20%
20% 17%
15% 13%
10% 7% 7%
5% 3%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

No debemos perder de vista que hay muchos casos en los que la trasmisión del
castigo como estilo de crianza se produce por el hecho de haber estado acostumbrado
a la violencia en la infancia, lo cual lleva a reproducir este comportamiento, asi lo
demuestran las estadísticas respecto al castigo físico y al maltrato infantil, por ejemplo
el 78% de adolescentes entre los 12 y 17 años de edad refiere haber sido víctima de
violencia psicológica dentro de su hogar, mientras que el 61.9 % de los encuestados
refiere haber sido víctima de violencia física también dentro de su entorno familiar en
algún momento de su vida, a esto se suma que un 46.1% de adultos considera que los
padres si tienen derecho de pegarles a su hijas e hijos, este panorama solo reafirma que
el circulo de la violencia es imparable y que lamentablemente muchas de estas
prácticas no serán ajenas al modo de vida de las nuevas familias (Enares, 2019).

Por tanto, en la vida y existencia social de las y los adolescentes en situación


de calle, el castigo y el uso de la violencia tendrá cierta particularidad debido a que
ellas y ellos fueron castigados por su padres o responsables de su cuidado durante su

145
infancia, por lo tanto las y los adolescentes provienen de familias con un vínculo débil
donde incluso su grado de preocupación ante el castigo es menor, así decía un
adolescente: “siempre llego tarde y no me dicen nada, ¿porque me voy a preocupar?”
(Comunicación personal, 02 de abril, 2019).

Entonces los riesgos se asumen como tales ya que no existen barreras ni


situaciones que les impidan realizar determinada acción, pudiendo estar largas horas
del día o incluso amanecerse en la calle con la persona amada. De otra parte la calle es
concebida como menos peligrosa para los hombres en relación a las mujeres, así un
54% considera que nunca o casi nunca le ha preocupado que lo castiguen por quedarse
en la calle o no regresar a su casa por estar con su pareja, situación que difiere de las
mujeres quienes en un 43% mencionaron que si sentían preocupación porque las
castiguen ello porque para las familias también es concebido que el ámbito de la calle
implica un riesgo mayor para quien es mujer.

Figura N° 18: La responsabilidad del embarazo en las y los adolescentes en


situación de calle.

En el caso que dejes o quedes embarazada ¿asumirias tu


responsabilidad?
80%
70% 67%

60% 53%
50%
40%
30%
20%
20% 17% 17%
10%
10% 7% 7%
3%
0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019 ,


elaboración propia.

En el Perú, uno de los problemas que tienen los y las adolescentes son las altas
tasas de embarazos, mayormente no deseados; situación que es ajena a las y los

146
adolescentes en situación de calle, donde también es un problema latente. No obstante
ello, el 74% de mujeres, y el 73% de hombres respectivamente manifiestan que
siempre o casi siempre asumirían su responsabilidad en el caso de que dejen o queden
embarazadas, incluso uno de ellos mencionó “no quiero ser como mi padre”,
“trabajaría más y estudiaría más”, es que para ellos tener un hijo es la posibilidad de
constituir la familia que anhelaron, de allí que muchas de las relaciones amorosas y
románticas tengan esa mirada por lo que el embarazo adolescente desde sus
perspectiva no sería una problemática, más aún, cuando muchos de ellos y ellas tienen
la experiencia haber trabajado desde muy corta edad, lo que les sirve de respaldo para
pensar que están en la capacidad de solventar el gasto de un hijo.

Finalmente ellos y ellas, siempre han asumido la maternidad y paternidad


responsablemente a través de su trabajo, para solventar los gastos familiares. Ahora
bien por un lado desde su percepción las y los adolescentes nos dicen que frente a esta
situación, la mayoría asumiría su responsabilidad, también se conoce desde la
experiencia en el trabajo de campo que es considerable el número de adolescentes que,
al no contar con las condiciones para criar o sostener un niño, optan por abortar o hacer
que su pareja aborte, este es un recurso al que recurren para no enfrentar esta situación,
por lo tanto, el discurso no es necesariamente compatible con la práctica.

147
Figura N° 19: Las y los adolescentes en situación de calle y su atracción por
parejas mayores que ejercen fuerza y agresión

Siempre busco parejas que sean mayores,fuertes o agresivos/as


40% 37%
35% 33%

30% 27%
25% 23%
20%
20% 17%
15% 13% 13%
10%
10% 7%
5%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Una característica muy común en el mundo de la calle es la búsqueda de parejas


que sean mayores, fuertes, agresivas, porque es símbolo de superioridad y prestigio
frente al grupo. Sin embargo, entre los y las adolescentes en situación de calle existe
un 46% de mujeres que considera que nunca o casi nunca ha buscado parejas que se
vean mayores, más fuertes o agresivos y es que en esa búsqueda de enamorarse de
alguien la mayoría de ellas valora otros elementos, como por ejemplo la compañía y
protección que pueda recibir del hombre.

Por otra parte, cabe precisar que en el caso de los hombres un 64% manifiestan
que no necesariamente buscan parejas que cuenten con estas características de ser
mayores, fuertes y agresivas, tal vez ello se debe a las preferencias que son parte de
una construcción social aprendida en una sociedad machista que le ha asignado al
hombre una imagen de fuerza y rudeza frente a la imagen de debilidad que debería
transmitir la mujer.

148
Figura N° 20: La búsqueda permanente de relaciones amorosas y relaciones
sexuales.

Siempre que he tenido una relacion ¿he buscado tener relaciones


sexuales?
40% 37% 37%
35%
30%
25%
20% 20% 20% 20% 20%
20%
15% 13%
10%
10%
5% 3%

0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Para explicar de manera sencilla y comprensible las relaciones amorosas y


sexuales que establecen las y los adolescentes en situación de calle, he utilizado la
metáfora “nido de amor”. En efecto, a pesar que la vida en el mundo de la calle esta
llena de peligros y obstáculos, por la misma situación de marginalidad en la que se
desarrolla la vida social cotidiana de este sector de la población adolescente, se
encuentran pequeños espacios para desarrollar sus relaciones amorosas y sexuales. Es
en ese “nido de amor”, al que ellas y ellos llaman calle, donde también es posible
encontrar la felicidad, aunque esta felicidad sea muy efímera y rutinaria.

Consideramos importante rescatar la relación existente entre tener una pareja y


las relaciones amorosas y sexuales, en el contexto de la calle, que tiene sus propios
elementos culturales y reglas de juego, como por ejemplo la presencia de los adultos
lumpenizados de la zona, personas que se dedican a la prostitución, al consumo de
drogas, conductas marginales, el acceso al internet, el whatsapp, etc. que para las y los
adolescentes se convierten en el principal modelo o referentes a seguir.

149
En este contexto sórdido, y podríamos decir hasta tóxico, se da inicio y
desarrolla las relaciones sexuales, situación que es importante abordar, más aún,
cuando el 37% de hombres y de mujeres respectivamente, consideran que en algunos
casos han buscado tener relaciones sexuales a partir de una relación muy incipiente.
Sin embargo, cabe precisar, que existe una tendencia mayor en un 40% de hombres
que siempre o casi siempre han buscado mantener relaciones sexuales, a partir de haber
mantenido algún tipo de relación amorosa.

A fin de cuentas, tanto las relaciones amorosas, así como las relaciones
sexuales, en los y las adolescentes en situación de calle, tienen un matiz muy
superficial y casi rutinario, que en un espacio social que es la calle. En otras palabras,
en los y las adolescentes en situación de calle, las relaciones amorosas y sexuales, están
signadas por dar mucha importancia y prioridad al placer sexual y sensorial inmediato;
por tanto, las relaciones amorosas y sexuales no son muy sólidas, ni mucho menos
duraderas.

Figura N° 21: La preferencia de las relaciones amorosas con personas en


situación de calle

Prefiero tener una relacion amorosa con personas que conoci


estando o realizando mis actividades en calle
40% 37% 37%
35%
30%
30% 27%
25%

20% 17% 17% 17%


15%
10% 10%
10%

5%
0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

150
Ciertamente en el mundo de la calle, las y los adolescentes que han hecho su
habitad cotidiano las calles de Lima Metropolitana, tienen múltiples problemas
existenciales, como consecuencia de haber sufrido castigo físico y humillante en la
familia, en la escuela, y en la misma comunidad; y que lamentablemente no fueron
tratadas y/o abordadas oportunamente con la finalidad de orientarlos, y a partir de la
escucha, trabajar un proyecto de vida. Sin embargo, una vez en la calle los y las
adolescentes, van desarrollando una serie de prácticas sociales, afectivas y preferencias
respecto a las relaciones amorosas con sus coetáneos.

No olvidemos, que la vida en el mundo de la calle, increíblemente influye en


sus preferencias en el momento de sentirse atraídos por alguien del mismo grupo y
edad. En este sentido, un 54% de mujeres y un 47% de hombres respectivamente, han
manifestado que siempre o casi siempre prefieren tener una relación amorosa con
personas que conocieron estando en la calle, y que dicho sea de paso, en su mayoría
realizan actividades similares a la de ellos y ellas. Así por ejemplo, los hombres
valoran más algunas cualidades como “tienen humor, carácter, son divertidas”, “son
más sueltas”, mientras que otros valoran las actividades que realizan “las que trabajan
son más responsables” (comunicación personal, 08 de marzo, 2019). De otra parte,
debemos señalar, que existe un 37% de mujeres frente, a un 27% de hombres cuyas
preferencias oscilan entre quienes pertenecen o no a este espacio o mundo de la calle.

De acuerdo a lo manifestado por las y los adolescentes, las preferencias se


relacionan con la proximidad durante un espacio y tiempo determinado como las horas
del día que permanecen juntos en la calle. Así mismo, por las similitudes que existen
entre ellos, por ejemplo, si salen a trabajar, carrear o consumen alguna sustancia
psicoactiva juntos. Esta cercanía nos permite evidenciar las posibilidades que existen
de que en un futuro esta relación culmine en la constitución de una familia. Sin
embargo, es necesario recalcar que estos patrones de vida suelen transmitirse de
generación en generación, por ser modos de vida aprendidos y que han sido asimilados
de tal forma que en lo más inmediato y cotidiano han crecido bajo estas prácticas, que
también son aprendidas por sus hijos e hijas, quienes siendo aún bebes acompañaban
a sus padres en estas labores. De esta manera el círculo de la situación de calle se
mantiene a pesar de los años transcurridos.

151
Figura N° 22: Consejos sobre el amor de personas que conoce en el contexto de
la calle

Prefiero recibir consejo de amor de personas que conozco en la


calle
45% 40%
40%
35% 30% 30%
30%
25% 23% 23%
20%
15% 13% 13%
10% 10%
10% 7%
5%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima,2019,


elaboración propia.

En términos generales, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que el y la


adolescente durante su vida social en la calle va aprendiendo nuevas formas de
comportamiento, pero también va ampliando y adquiriendo nuevas experiencias
aprendidas en el mundo de la calle. Sin embargo, ello no significa que ellos y ellas,
hayan perdido el contacto con algunos familiares, amigos del barrio, o del lugar donde
estudian o estudiaron, con quienes mantienen débiles vínculos sociales y afectivos,
que fueron interrumpidos cuando tomaron la dolorosa decisión de vivir en la calle.

Una de las características adquiridas por los y las adolescentes en situación de


calle, en temas vinculados al gusto o atracción que siente por alguien, y cómo manejar
una situación amorosa, o recibir consejos vinculados al amor, es que siempre recurren
a escuchar a las personas que han conocido en la calle; y esta percepción se corrobora
cuando un 40% de hombres y un 30% de mujeres en algunas ocasiones prefieren
escuchar los consejos de sus amigos con los que se socializan e interactúan en la calle.
De otra parte, un 37% de mujeres, y 36% de hombres, siempre o casi siempre reciben
consejos de amor de ellos y ellas. No olvidemos, que en ellas y ellos es importante

152
escuchar a las amigas o amigos, porque están convencidos que sus amigos sí saben lo
que es mejor para ellos, cuando se trata del amor, y más aún, de buscar la felicidad.

Figura N° 23: La codependencia en las y los adolescentes en situación de calle

¿He pensado en continuar con esta relacion a pesar de ser


negativa?
50%
45% 43%

40%
35%
30% 27% 27%
25% 23% 23%
20%
20% 17%
15%
10%
10% 7%
5% 3%

0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Lo que hemos podido constatar en nuestra práctica social con las y los
adolescentes en situación de calle, es que entre ellos y ellas existe un alto sentido de
pertenencia e identidad con el grupo, no obstante que en algunos casos, las relaciones
amorosas suelen ser violentas y con un alto nivel de codependencia. Cabe llamar la
atención de que estas relaciones amorosas y románticas tienen como base y
característica adquirida las experiencias desarrolladas en el seno familiar; la
información que brindan los medios de comunicación, y las experiencias de vida
construídas desde el contexto de la calle; siendo a partir de ello que van construyendo
un concepto de cómo afrontar diversas situaciones, tolerar e incluso normalizar
algunas acciones que ellos mismos conciben y consideran como negativas, pero que
se convierten en parte de sus relaciones amorosas y románticas.

De allí que el 63% de las mujeres refiere que siempre o casi siempre ha pensado
en continuar con esa relación a pesar de considerarla negativa lo que incluye consumo

153
de drogas, agresiones físicas, psicológicas hasta robo, lo que evidencia una mayor
normalización de esta situación, frente a los hombres con una tendencia menor
constituyen el 40 % de la población encuestada, y también manifiestan que también
sostendrían esta situación amorosa a pesar de considerarla nefasta para su desarrollo.
Esta situación de codependencia en el que la persona se preocupa por el otro
olvidándose de su propio bienestar se manifiesta sobre todo en aquellas personas que
han crecido en el seno de una familia con relaciones disfuncionales. Además de ello
sostienen este tipo de relaciones el historial de violencia, la baja autoestima y los mitos
del amor romántico.

Figura N° 24: La violencia física y psicológica durante las relaciones


amorosas

He discutido con insultos incluso he llegado a las agresiones


fisicas
50%
45% 43%
40%
35%
30% 27% 27% 27%
25% 20% 20%
20%
15% 13% 13%
10% 7%
5% 3%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Aunque resulte obvio decirlo, la sociedad peruana de por sí es un espacio


social, donde reina la violencia indirecta o estructural (Galtung, 2000), o como decía
Pierre Bourdieu (2005) la violencia simbólica hecha una forma de habitus, esta
situación de violencia se replica en el mundo de la calle. Respecto de la violencia un
43% de mujeres manifiestan que en algunas ocasiones se ha ejercido violencia durante
sus relaciones amorosas y románticas, pero el dato que llama la atención es saber que
siempre o casi siempre un 47% de las encuestadas se han encontrado en esta situación.
154
Con un resultado menor, pero y no menos alarmante, se encuentran un 40% de
hombres quienes dijeron, que siempre o casi siempre, han pasado por una situación
como ésta durante su relación.

Sin embargo, se tiende a la minimización de la violencia además de


naturalizarla, lo que permite justificarla y hacer que se sostenga durante la relación,
así un adolescente decía: “solo le di un golpe bajo, le metí un cachetadón porque había
estado con otro chibolo, yo le dije porque no me dijiste si eso es normal, yo también
puedo estar con otra chibola…ahora ella me tiene pánico” (Comunicación personal,
12 de marzo, 2019).

Figura N° 25: El robo y el consumo de drogas al interior de las relaciones


amorosas en las y los adolescentes en situación de calle

Me preocupa que mi pareja consuma drogas o robe

70%
60%
60% 53%
50%

40%

30%
20%
20% 17% 17%
13%
10% 7% 7%
3% 3%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Como bien sabemos, es imposible dejar de señalar que la vida en el mundo de


la calle está ganada por la perpetración de robos, hurtos y, principalmente por el
consumo de drogas, estas últimas sustancias que son las que van a dañar su
funcionamiento cerebral y en consecuencia su salud física y mental. Una de las drogas
más comunes para las y los adolescentes en situación de calle, sea por su costo y el
fácil acceso para conseguirlas es el terokal, cuyo consumo en su forma más

155
generalizada se da inhalando y exhalando el vapor cuyo contenido usualmente se
encuentra en una bolsa o botella de plástico.

Ante estas prácticas señaladas, un 80 % de mujeres, y un 70% de hombres


manifestaron qué si le preocuparía esta situación, incluso dijeron: “seguiría con ella
para ayudarla”, “si una persona está en el barro, no la vas a dejar en el barro en la
vida” (Comunicación personal, 12 de marzo, 2019).

Lo antes manifestado, es un sentimiento que va más allá de una preocupación


personal o de lo que pueda decir su familia o la sociedad, finalmente son ellos dos
quienes a pesar de las dificultades que esta forma de vida pueda acarrear, ambos están
dispuestos a estar con esa persona que aman, e incluso están dispuestos a hacer
sacrificios para hacerlos cambiar. Sin embargo, se corre el riesgo de que en nombre de
ese amor terminen involucrados y asumiendo este tipo de conductas.

Por tanto, bajo este panorama, superar los peligros a la que se encuentran
expuestos las y los adolescentes en situación de calle, requiere de un acompañamiento
pedagógico y de consejería permanente, por parte de profesionales sensipensantes
comprometidos con la defensa y promoción de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, que actualmente son considerados como sujetos de derechos.

Figura N° 26: La búsqueda de protección y seguridad desde las relaciones


amorosas

156
¿Cuando tengo una relación busco a alguien que me proteja,y que
me dé seguridad?
60%
50%
50% 47%

40%
30%
30%
23%
20%
20%
13%
10%
10% 7%
0% 0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Una de las principales características que tienen los niños, niñas y adolescentes
en situación de calle, es la de tejer lazos de amistad, solidaridad, protección, y cuidados
mutuos entre cada uno de ellos y ellas, con la finalidad de tener un soporte emocional,
es por ello, que en el entorno en el que viven se cohesionan socialmente, y como tal
desarrollan el sentido de identidad con el grupo al que pertenecen.

De esta manera, podemos constatar que el 70% de las mujeres y varones


encuestados manifiestan que siempre o casi siempre buscan sus relaciones con alguien
que los proteja y les de seguridad, esto es aquella satisfacción de calma, tranquilidad
y soporte ante los abusos, agravios y todo lo que trae consigo el contexto de la calle.
Estos elementos son valorados por las y los adolescentes en situación de calle, más
aún, cuando el brindar afecto, atención y protección no han sido elementos que han
caracterizado a sus familias.

Generalmente, en el mundo de la calle, en la mayoría de casos el amor es parte


consustancial en la vida y existencia social de esta población; y más aún, es una
necesidad vital entablar relaciones con la otra persona, y a partir de ella, construir una
relación social y amorosa sólida que les permita realizarse como parejas con las que
buscan construir un nuevo modo de vida.

157
Figura N° 27: Las relaciones amorosas como paliativo para olvidar otros
problemas

¿Estar con alguien hace que uno se olvide de sus problemas?


50%
45% 43% 43%

40%
35%
30%
30% 27%
25%
20% 17%
15% 13% 13% 13%

10%
5%
0% 0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Como sabemos, la pobreza y pobreza extrema, no solo significa una condición


de carencia material, la falta de dinero o bienes materiales, es también la privación
absoluta de la dignidad humana, como consecuencia de condiciones injustas e
inhumanas de convivencia. No obstante ello, hay espacios para desarrollar y construir
relaciones amorosas y románticas en la vida cotidiana de la calle.

En este sentido, las relaciones amorosas y románticas que se desarrollan entre


los y las adolescentes situación de calle, son bastante elocuentes y significativas, ya
que les permite superar y olvidar muchos problemas existenciales, es decir, la relación
amorosa puede convertirse en un paliativo, lo que se corrobora cuando un 56% de
hombres y mujeres, consideran que estar con su pareja hace que se olviden de los
problemas que tienen en sus vidas.

Por otra parte, existe una tendencia del 27% de mujeres, y el 30% de hombres
respectivamente que manifiestan que han pasado por esta situación, y es que los
adolescentes encuestados no son ajenos a estas sensaciones, cuya particularidad se

158
encuentra en la cantidad de horas y posibilidades que tienen de pasar el tiempo junto.
Asimismo, la capacidad de resiliencia y concentración que tienen frente a lo que la
otra persona hace o necesita es la prioridad en sus modos de vida, de esta manera sus
propios problemas pasan a un segundo plano, cuando se trata del amor; o de estar al
lado de la persona amada.

Figura N° 28 : La masturbación en las y los adolescentes en situación de calle

Cuando he estado sin él o ella he fantaseado hasta el punto de


masturbarme
70%
60%
60%
50%
40% 33%
30%
30%
20%
20% 17%
13% 13%
10%
10% 3%
0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Son numerosos los casos de adolescentes que recurren a la masturbación como


una práctica común, más aún, cuando se encuentran solos, o anhelan estar al lado de
la persona amada o de deseo. La masturbación es parte del proceso de madurez sexual
el cual se desarrolla como parte del reconocimiento de nuestro cuerpo, sin embargo,
las reacciones sancionadoras a nivel social han generado sentimientos de culpa o
dificultades para su reconocimiento. Esta situación se aprecia con mayor énfasis en la
mujeres donde la masturbación es apreciada con pudor, con recato o incluso con
vergüenza, asi el 73% manifestaron que nunca o casi nunca han fantaseado hasta el
punto de masturbarse.

Desde la otra orilla, existe un 43% de hombres que dijeron que nunca o casi
nunca se ha masturbado, si bien es un porcentaje menor en relación a las mujeres,
159
también existen dificultades para su reconocimiento, situación contraria al 23% de
varones que aceptaron que siempre o casi siempre ha recurrido a esta forma de obtener
placer sexual.

Figura N° 29: Preferencia por relacionarse con personas de mayor experiencia


en la vida

Prefiero que mis parejas tengan mas edad y que tengan más
experiencia de vida
35%
30% 30%
30%

25% 23% 23% 23% 23%

20% 17% 17%


15% 13%

10%

5%
0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

En este contexto las niñas, niñas y adolescentes en situación de calle, y que en


su mayoría pertenecen a los sectores marginales de nuestro país buscan construir su
propia identidad social, relacionándose con personas que no solo pueden tener una
edad mayor a la de ellas o ellos sino que su experiencia de vida y conocimiento de las
características de la calle también lo es; y muchas veces terminan formando una pareja,
como una manera de enfrentarse y protegerse de las múltiples dificultades que suelen
afrontar.

Frente a esta situación encontramos que el 47% de las mujeres, y el 36% de


hombres manifiestan que siempre o casi siempre han preferido parejas con más edad
y que tengan más experiencias en la vida; por ejemplo, uno de ellos afirmaba que las
prefiere mayores: “para recibir consejos”, porque consideraban y estaban

160
convencidos que ellos ya han pasado por vivencias similares, y esta situación les da
la suficiente autoridad para aconsejarlos y saber lo que es mejor para ellos.

Como podemos constatar, por los relatos escuchados de parte de los y las
adolescentes en situación de calle, son conscientes que en medio de las carencias y
problemas que la vida de la calle les ofrece, ellos y ellas van buscando oportunidades
y alternativas para superar estas carencias y problemas, como la violencia, la pobreza,
el consumo de drogas, y conductas marginales y una vida promiscua que quieren
superar, recibiendo los consejos de personas mayores con quienes existe la gran
posibilidad de entablar relaciones amorosas.

Figura N° 30: Preferencia por relacionarse con personas con mayor experiencia
sexual

¿Me gusta estar con personas mayores y que tengan mas


experiencia sexual?
35%
30%
30% 27% 27%
25% 23%
20% 20% 20%
20% 17%
15%
10%
10% 7%
5%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima,2019,


elaboración propia.

Los seres humanos, siempre buscamos relacionarnos con otras personas,


muchas veces con la finalidad de contrarrestar la soledad, la frustración, la
desesperanza e incluso las carencias afectivas. En este sentido en las y los adolescentes
en situación de calle, existe una preferencia por relacionarse con personas que tienen
mayor experiencia en el campo sexual, debido a que el desarrollo de su sexualidad en

161
incluso su construcción del amor puede reducirse a la genitalidad y un mayor placer
sexual.

De otra parte, no podemos dejar de señalar que todos los y las adolescentes en
situación de calle, han vivido la necesidad de proyectarse hacia el futuro. Es por ello,
que no tendrán ningún problema en formar una pareja, pero cuya relación es muy
superficial y donde incluso puede darse el aprovechamiento del poder que tiene la
persona, ante la necesidad material y de afecto.

Si miramos este forma de relacionarse con personas con mayor experiencia


sexual, hemos podido descubrir que el 54 % de mujeres manifestaron que siempre o
casi siempre han estado con personas mayores con una amplia experiencia sexual lo
que nos indica que este elemento es parte consustancial y muy importante en las
relaciones desarrolladas en el mundo de la calle.

Figura N°. 31: La atracción física como condicionante para el enamoramiento

Creo que cuando uno se enamora lo primero y más importante es


que esa persona te atraiga fisicamente
45% 40%
40%
35%
30% 27% 27%
25% 23%
20%
20% 17% 17%
15% 13% 13%
10%
5% 3%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima,2019,


elaboración propia.

162
Los y las adolescentes en situación de calle, son sujetos que interactúan en la
vida social de la calle y van generando una serie de estrategias de sobrevivencia que
les garantice la subsistencia. Es en este contexto, donde se van relacionando e
identificando con diversas personas, si bien es cierto, que la atracción en un primer
momento está vinculada con el aspecto físico, ésta puede mantenerse o no cuando se
van conociendo otros elementos de la persona.

En el caso de las y los adolescentes en situación de calle, expresan el lado más


sublime y romántico del amor en cada uno de ellos, y consideran que los sentimientos,
de cariño, y amor entre él y ella se irá solidificando por la simpatía y el trato respetuoso
y amoroso que recibe de su pareja, y que para ellos y ellas esto es lo más importante.
De allí, que el 44% de mujeres y el 40% de hombres, consideren que nunca o casi
nunca el aspecto físico ha sido lo más importante.

Lo que los une y atrae es la proximidad, y el haber compartido una serie de


momentos agradables que les ha ayudado a sentirse identificados los unos con los
otros; y es de esta manera que empieza a surgir un nivel de atracción entre ellos.

Cabe mencionar que si bien en la mayoría de casos la atracción física no es un


elemento primordial para enamorarse de alguien, es necesario mencionar que este
elemento tampoco es excluyente cuando existe un interés por la otra persona, asi lo
afirma un 40% de adolescentes encuestadas quienes en algún momento consideraron
que este aspecto es sumamente importante.

163
Figura N° 32: La sensualidad en las relaciones amorosas

Me gusta que mi pareja se vea sensual


35% 33%

30% 27%
25% 23% 23%

20% 17% 17% 17% 17%


15% 13% 13%

10%

5%

0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima,2019,


elaboración propia.

No olvidemos que los niños, niñas y adolescentes en situación de calle,


provienen de los estratos sociales más pobres y de unidades familiares con prácticas
de maltrato que desencadenan en graves consecuencias psicológicas y emocionales.
No obstante, estas experiencias vividas en su hogar, una vez en la calle en sus
relaciones cotidianas van desarrollando el eros, es decir, la lucha por el amor, por la
belleza y la sensualidad de su pareja.

Con mucha frecuencia, las y los adolescentes consideran el aspecto de la


sensualidad de la pareja como un aspecto favorable, así lo demuestra el 50% de
hombres y mujeres que manifiestan que sí les gusta que la persona con la que tienen
alguna relación se vea sensual, lo que es comprendido como aquello que provoca
reacciones e incluso un estado de placer en los sentidos de la otra persona, sea por su
forma de expresarse, peinarse, vestirse o caminar. Sin embargo, aquí entran a tallar
otros elementos como los celos, el sentido de posesión y control sobre la otra persona.
Al respecto, las respuestas específicamente de los hombres están acompañadas de
comentarios como: “que se vea arreglada sí, pero solo para mí”, “quiero que se vista
sexi solo para mí, no para la calle” “quiero que se vea así pa mi nomas, no quiero
que sea pa la calle” (Comunicación personal, 12 de marzo, 2019).

164
Esta forma posesiva de ver a la pareja, en cierto modo es una demostración de
inseguridad, porque culturalmente, en el modo de vida en la calle se van construyendo
relaciones sociales, pero muchas veces estas relaciones son muy precarias, débiles, sin
soporte alguno, lo que crea incertidumbre e inseguridad en sus vidas cotidianas.

Figura N° 33: Presión y opresión para el desarrollo de las relaciones


sexuales.

Alguna vez has sentido algún tipo de presión para mantener


relaciones sexuales
60%
53%
50%

40% 37%
33%
30%
23% 23%
20%
10% 10% 10%
10%
0% 0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

La vida y existencia social de las y los adolescentes en situación de calle, están


signadas por una permanente hostilidad y presión en todas las etapas de su vida:
hostilidad entre sus padres, entre ellos y sus padres, entre sus hermanos, en la escuela,
en el grupo de pares, de la gente de la calle, y la hostilidad de la policía, e incluso
muchas veces han sido víctimas de violación sexual (Tejeda, 2005). Es por ello que,
conocer este aspecto dentro del campo sexual, también nos permite conocer el tipo de
relaciones que desarrollan los adolescentes en la vida social cotidiana de la calle.

La presión de grupo es una constante sus vidas, muchas de las decisiones


tomadas surgen a raíz de este tipo de presión, el complacer o sentirse reconocidos por

165
el grupo de amigos o a la persona con quien se tiene una relación es una constante, el
cual se traslada también al terreno sexual, así cuando se les interrogó si alguna vez han
sentido algún tipo de presión para mantener relaciones sexuales el 53% de mujeres
manifiestan que a veces si se han sentido presionadas, situación que no ha sido
exclusiva de este sexo, debido a que en algún momento el 33% de hombres se ha
encontrado en esta situación, aunque en un porcentaje menor. Actualmente muchos
adolescentes desconocen que un acto sexual sin consentimiento de ambos es una
agresión sexual, por lo que es importante introducir en el proceso de acompañamiento
pedagógico con esta población elementos como autoestima, comunicación amorosa,
y consentimiento mutuo para mantener relaciones sexuales.

Figura N° 34: Las y los adolescentes en situación de calle y su percepción


de la castidad

¿ Crees que es importante cuidar la virginidad o castidad?


45%
40%
40% 37%
35% 33% 33%

30%
25%
20%
15% 13% 13%
10%
10% 7% 7% 7%
5%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Un aspecto que debemos tener en cuenta para poder comprender que la


percepción de la castidad entre las y los adolescentes en situación de calle, no tiene
mayor trascendencia, es que el inicio de las relaciones sexuales no es aspecto que les
preocupe de sobremanera recordemos que en muchos de ellos han dado inicio a las
relaciones sexuales desde muy temprana edad, sea por la presión de grupo o por que a

166
nivel familiar también vivieron en condiciones precarias muchas veces hacinados en
una sola habitación e incluso expuestos a abusos sexuales.

De esta manera, cuando fueron preguntados por la virginidad o castidad, el


70% de hombres respondió que no es importante la castidad en ellos; mientras que el
47% de las mujeres dijeron que no es importante la virginidad en ellas. Sin embargo,
respecto a estos dos elementos –virginidad y castidad-, llamo poderosamente la
atención la percepción de los adolescentes que en su mayoría consideran que la
virginidad es un aspecto importante en una mujer, el cual se relaciona con la honra o
valía por no haber iniciado aun sus relaciones sexuales, es decir para ellos, la
virginidad aun es un mito considerado como un valor femenino lo que es reforzado
por la percepción estigmatizadora que tiene la sociedad de una mujer que ha dejado de
ser virgen. En cambio, se presenta una situación contraria en relación a la pérdida de
castidad de los hombres debido a que ellos consideran que es normal que tengan
relaciones, lo que les da licencia para ejercer su sexualidad sin limitación alguna.

Figura N° 35: El uso de métodos anticonceptivos

Siempre que he estado con alguien he usado métodos


anticonceptivos
80%
67%
70%
60%
50%
40%
30%
27%
30%
20%
17%
20% 13%
10%
7% 7%
10% 3%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Una de las características de las y los adolescentes en situación de calle, es la


falta de educación sexual apropiada y el desconocimiento de las medidas adecuadas

167
de protección, que eviten los embarazos no deseados, por no recurrir el uso de método
anticonceptivos. Es por ello, que llama la atención que el 67% de mujeres y un 30%
de hombres confiesen que solo a veces han usado algún método anticonceptivo cuando
tuvieron relaciones sexuales.

De otra parte, una situación aún más delicada, cuando constatamos que el 47%
de hombres; y el 24% de mujeres, dicen que nunca o casi nunca se han protegido.
Algunos adolescentes mencionaron: “no me gusta usarlo”, “yo si quería, pero él no”,
lo que acarrea un embarazo no planificado, que muchas veces termina en un aborto
ilegal a manos de curanderos o falsos médicos que solo expondrían la vida de la
persona.

Figura N° 36: El temor a contraer infecciones de transmisión sexual

Siento temor de tener alguna Infección de Transmisión Sexual


(ITS)
80%
67%
70% 63%
60%
50%
40%
30% 23%
20% 13% 13%
10%
7%
10% 3%
0% 0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Otro de los problemas referidos a los derechos sexuales y reproductivos en el


caso de las y los adolescentes en situación de calle, es el temor de contraer alguna
enfermedad de transmisión sexual, como por ejemplo el VIH/SIDA, muy común en
las personas jóvenes. Este temor de contraer una infección de transmisión sexual se
corrobora, cuando tenemos que el 63% de hombres, y un 67% de mujeres, manifiestan
que siempre o casi siempre han sentido el temor de tener alguna infección de
transmisión sexual, más aun, cuando sus prácticas sexuales se dan en condiciones de

168
riesgo, como consecuencia de la falta de información. No olvidemos, que las
relaciones sexuales de las y los adolescentes en situación de calle, se dan en espacios
tugurizados, precarios en condiciones insalubres y desiguales.

Cabe precisar, que en el mundo de la calle, debido a las carencias en la atención


de la salud; y las mismas condiciones de promiscuidad sexual, la proporción entre
hombres/mujeres de contagios sexuales por SIDA es de 3/1 y va en ascenso la cifra de
mujeres contagiadas. Este incremento del riesgo en las mujeres está asociado a su falta
de poder de negociación con la pareja para el uso de medios de protección. Se calcula
que en 1999 vivían en el país con VIH y SIDA 4,500 adolescentes menores de 15 años
(PNAIA 2002-2012, p. 34).

Figura N° 37: La importancia de los métodos anticonceptivos

¿Consideras que es importante conocer cuales son los metodos


anticonceptivos?
80%
70%
70% 63%
60%
50%
40% 33%
30%
20%
10% 10%
7%
10% 3% 3%
0% 0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Según el Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia (2012-2021),


evitar la maternidad temprana es una prioridad nacional para los próximos años. Sin
embargo, ello implica proporcionar a las y los adolescentes de herramientas de
negociación, mejora de su autoestima, incrementar y fortalecer los programas de
planificación familiar y las políticas de salud reproductiva orientadas a ayudar a las
adolescentes a posponer los primeros nacimientos; y más aún, en las adolescentes en

169
situación de calle, con la finalidad de evitar la trasmisión intergeneracional de la
pobreza y exclusión de la que son parte.

Es por ello, que es necesario conocer la realidad en la que las y los adolescentes
en situación de calle se desarrollan, así como recoger desde sus perspectivas sus
necesidades en relación a esta etapa de la vida y de cómo desarrollan sus relaciones
románticas, las que están vinculadas también con las relaciones sexuales. En este
sentido, el 63% de hombres, y el 70% de mujeres manifiestan que es importante
conocer los métodos anticonceptivos a fin de evitar un embarazo no planificado. Sin
embargo es necesario mencionar que la información que reciben se desarrolla a través
de las redes sociales o personas con las que se relacionan en el mundo de la calle lo
que no es ninguna garantía para el ejercicio de una sexualidad responsable.

Figura N° 38: Perspectiva de las y los adolescentes en situación de calle


frente a un posible embarazo

¿Crees que es un problema si sales embarazada o dejas


embarazada a tu actual pareja siendo aún adolescente?
80%
67%
70% 63%
60%
50%
40%
30%
20% 20%
20%
7% 7% 7% 7%
10% 3%
0%
0%
SIEMPRE CASI SIEMPRE A VECES CASI NUNCA NUNCA

HOMBRES MUJERES

Fuente: Encuesta aplicada a adolescentes en situación de calle. Lima, 2019,


elaboración propia.

Debido a la falta de una educación sexual integral, las y los adolescentes en


situación de calle, desarrollan actitudes sexistas y machistas frente a la mujer, de este
modo se van creando una serie de estereotipos respecto a los adolescentes, y se piensa
que son personas con poca capacidad de reflexión, y sin conciencia ética y moral. Sin

170
embargo, a pesar de estos estereotipos ellas y ellos reconocen las dificultades que
tendrían si la mujer sale embarazada y el hombre deja a su pareja en estas condiciones
de desprotección, reconocen lo que implica la llegada de un hijo, y las
responsabilidades que ello trae consigo.

Así se tiene que un 63% de hombres y un 67% de mujeres encuestadas


reconocen las condiciones en las que ellos y ellas se encuentran debido a que cada día
luchan por sobrevivir en condiciones muy difíciles, que en los hechos por provenir de
una familia donde sufrieron mucho ya no quieren repetir este sufrimiento con su pareja
y el futuro hijo e hija que está por llegar. Sin embargo, en algunos casos por la
desesperación al enterarse del embarazo de su pareja manifestaron: “se lo haría
bajar”, “ya perdí un bebé”, también hay quienes dijeron que “trabajarían más”, “iría
a la av. La marina a trabajar con más ánimo”, (comunicación personal, 12 de marzo,
2019).

171
CONCLUSIONES

El amor romántico en las relaciones sociales y afectivas de las y los


adolescentes en situación de calle

1. El fenómeno social de niñas, niños y adolescentes en situación de calle en el


Perú, es un problema de larga data. Emerge en la década de los años 50, como
resultado de la migración del campo a la ciudad, y el proceso de urbanización
de Lima Metropolitana. Este fenómeno social, aparece en el barrio de La
Parada en el Distrito de La Victoria; actualmente en pleno siglo XXI, se ha
convertido en un problema social para el gobierno y la sociedad, que aún
necesita la atención por parte de las autoridades, ya que representa una
población con alta necesidad de acciones y planes que además tenga como
elementos importantes el afecto, y la ternura.

2. Las y los adolescentes en situación de calle, proceden de familias golpeadas


por la pobreza, la violencia y la crisis de valores de la sociedad peruana. Por lo
general, estos adolescentes que han hecho de las calles y los tugurios de Lima
Metropolitana su hábitat cotidiano, transcurren sus vidas cotidianas en medio
de la desconfianza, el odio, los celos, y la violencia, sin embargo, también hay
espacio para cultivar el amor, ese amor que es vivido con total intensidad, un
amor que se desarrolla sin límites con la persona amada, pero que a su vez se
caracteriza por el amor líquido, que es vivido con plenitud, inmediatez y está
íntimamente asociado a las relaciones sexuales hedonistas, las mismas que
están altamente condicionadas por opiniones y las experiencias de pares de
mayor edad y por referentes mediáticos que además ejercen un gran poder de
influencia visual.

3. Las y los adolescentes en situación de calle, viven o sobreviven en condiciones


infrahumanas e indignas; y esta vida de la calle ha ido marcando sus vidas, por
lo que sus preferencias y relaciones sociales están orientadas a aquellas
personas que también son parte de este mundo de la calle. Los sentimientos,
emociones, e idealización del amor tienen una mayor tendencia en las mujeres,
sin embargo, la exclusividad sexual no es un elemento que las caracterice,

172
debido a que tanto hombres, así como mujeres pueden mantener en paralelo
una relación con otras personas, paradójicamente la intensidad del amor no
necesariamente está a la par con el nivel de compromiso que se transmite a la
pareja.

4. De otra parte, a pesar de la crudeza de la realidad de la que son parte las y los
adolescentes en situación de calle, pueden rescatar desde su mirada aspectos
positivos, por ejemplo cómo se van construyendo los primeros amores y
desamores, el contacto con aquellos amigos que protegen y aconsejan sobre
qué es lo mejor para sobrevivir en este espacio que es la calle. El amor, en esta
dirección es producto de su proceso de callejización, de sus sensaciones
paliativas, la cuestión sensorial sobre la medida del placer y la libertad cuasi
anárquica que propone distintos idearios de amor.

5. Por otra parte, en el mundo de la calle, también existe la presencia de personas


que también han hecho de la calle su medio de subsistencia (prostitutas, fletes,
proxenetas), que por su experiencia en este sórdido mundo de la calle; y la
imagen de poder que representan, se convierten en sus referentes y principales
consejeros, cuando se trata de temas de relaciones románticas y prácticas
sexuales. La información brindada finalmente deriva en prácticas sexuales
precarias y terminan normalizándose, más aún, cuando en este espacio están
ausentes los servicios especializados de consejería y educación sexual,
colocando en riesgo la vida de esta población.

6. En definitiva, en la investigación hemos podido descubrir que la forma como


se desarrollan las relaciones románticas entre las y los adolescentes en
situación de calle, son el resultado de una serie de vivencias que tienen como
punto de partida las prácticas culturales respecto a la construcción de la
sexualidad, y que sirven como base para la constitución de nuevas familias,
aquellas que cuentan con grandes posibilidades de ir transmitiendo las mismas
pautas de crianza y cuyos hijos desde temprana edad van siendo parte de esta
única forma aprendida de sobrevivir, situación que solo profundiza la caótica
situación de pobreza, marginalidad y exclusión en la que viven.

173
7. La construcción del amor en las y los adolescentes en situación de calle
contiene varias aristas que integran un cuerpo diferente en la compresión y la
impartición mutua de afectos. Por un lado la tabla de una supuesta ética sexual
no existe debido a la ruptura física con los lazos familiares y tradicionales, por
lo cual la frecuencia del acto en sí mismo puede llegar a ser al mismo tiempo
un instrumento de presión, de placer, de uso o de poder incluso al interior de la
tribu que destaca a cualquiera de las dos partes como dominante.

8. El enamoramiento está condicionado además por una fuerte arquitectura de la


ciudad que deja espacios abiertos a la práctica inmediata, en condiciones poco
salubres; sin embargo para ellos muy naturales e incluso placenteras: tugurios,
barriadas y descampados pueden ser los reemplazos perfectos de habitaciones
dentro de los cuales las y los adolescentes despliegan la violencia y al mismo
tiempo la subliman en el modo en el que uno de los dos lo demande.

9. La ciudad y su arquitectura visual con una imagen hedonista, basada en el


placer como una herramienta adormecedora y adictiva, que dicta otros modelos
a seguir, no solo está impregnada en las redes sociales sino en paredes y vallas
de publicidades sexistas de anuncios consumistas en las calles sino además en
la música actual de moda que estos adolescentes escuchan y sobre los cuales
van construyendo sus preferencias.

10. Los y las adolescentes en situación de calle no cuentan con información


especializada o adecuada respecto a la educación sexual de parte de las
instituciones del Estado, motivo por el que las prácticas sexuales en riesgo,
traen como consecuencias infecciones de transmisión sexual o los embarazos
no deseados, que muchas de las veces terminan en prácticas ilegales como el
aborto clandestino a manos de curanderos y falsos médicos, que los exponen a
riesgo.

11. No obstante la vigencia de la Convención sobre los Derechos del Niño, y las
medidas adoptadas por el Estado Peruano, si bien existen servicios de
prevención y atención en temática de sexualidad en las y los adolescentes, aún
se muestran dificultades para acceder a la población en situación de calle el
cual es incluso invisibilizada por algunos sectores del Estado, por lo que no

174
educarlos, orientarlos o brindarles información, constituye una clara
vulneración de sus derechos a una salud y educación sexual reproductiva
responsable.

12. No olvidemos que muchos operadores de infancia del Estado, cuando se trata
de las niñas, niños y adolescentes en situación de calle todavía siguen
abordando este fenómeno social con la Doctrina de la Situación Irregular con
medidas tutelares, en nombre de la protección y defensa social criminalizando
la pobreza y creando la figura pre delictiva del mismo.

175
RECOMENDACIONES

1. Dada la realidad expuesta es necesario que el Estado brinde el soporte y las


medidas necesarias en favor de la niñez y adolescencia, considerando su voz
como parte de la solución de aquello que les concierne, es decir fomentar un
trabajo con ellos y para ellos, esto en el marco del reconocimiento de las niños,
niñas y adolescentes como sujetos de derechos, tal como lo recomendó el
Comité de los Derechos del Niño, el año 2006.

2. Es importante un trabajo desde la sociedad civil que impliquen acciones de


concientización y sensibilización que ponga de manifiesto las sensaciones
halladas en los modos de vida de esta población quienes además y también se
enamoran y mantienen vínculos de protección basados en la psicogeografía, la
sexualidad y la resiliencia.

3. Desde la perspectiva de familia, el trabajo con esta institución es sumamente


valioso, ya que la familia es el primer espacio de socialización del niño donde
se edifican las primeras figuras de apego y vínculo social efectivo, por lo que
es importante que se refuercen las medidas de atención en este agente
socializador no solo por su rol proveedor, sino también protector pues en ella
se construyen las bases para el desarrollo de relaciones saludables.

4. El Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (INABIF) órgano del


Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, cuenta con el Servicio
Educadores de Calle quienes actualmente trabajan con esta población. Sin
embargo, urge la necesidad de repotenciarlo e invertir económicamente en éste
y los distintos servicios que puedan atender en cantidad y calidad a más
adolescentes en situación de calle y brindarle una atención especializada. En
esta línea es importante destacar la importancia de la participación protagónica
de las y los adolescentes en situación de calle, ello como derecho que desde las
diversas áreas del Estado deberían promoverse.

176
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Barnechea, A. (2001). Para salir del laberinto. Del neoliberalismo a la nueva


socialdemocracia. Lima: Taurus.

Bauman, Z. (2005a). Amor Líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos.


México: Fondo de Cultura Económica.

Bauman, Z. (2005b). Modernidad Líquida. Argentina: Fondo de Cultura Económica.

Bauman, Z. (2006). Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. Argentina:


Paidós.

Bazán, J. E. (2009). Modo de vida de la infancia. Lima: Save the Children Canada.

Béjar, H. (1973). Las Guerrillas de 1965: balance y perspectiva. Lima: Peisa.

Benavente, M. (2017a) Los Niños de la Calle. Ambiente, valores y percepción del


futuro de los niños, niñas y adolescentes en situación de calle y en proceso de
rehabilitación social en la provincia de Lima. Lima, Perú: Vox Populi
Consultoría

Benavente F, Mariana (2017b). Los Niños de la Calle. Lima: Fondo Editorial San
Ignacio de Loyola.

Boff, L. (2003). Fundamentalismo. La globalización en el futuro de la humanidad.


España: Sal Terrae.

Bonilla, H. (2006). La trayectoria del desencanto. El Perú en la segunda mitad del


siglo XX. Lima: Arteidea editores.

Borja L. (1977). Niños que viven en la calle. Situación y enfoque de trabajo. En:
Atención y Tratamiento de Niños y Adolescentes. Lima: Convenio Policía
Nacional del Perú-Radda Barnen de Suecia.

Briceño-León, R. (2002). Introducción. La nueva violencia urbana en América Latina.


En: Violencia, Sociedad y Justicia en América Latina. Argentina: CLACSO.

Bruce, J. (2005). La destrucción del futuro. En: La violencia contra las niñas y los
niños. Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Lima: Save the
Children UK.

177
Carbajal, Ll. (2017) La adolescencia en el contexto del amor romántico, estudio de
grupos focales en Cochabamba Bolivia en el año 2017.Instituto de
Investigaciones de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas-Universidad de
San Simón. Recuperado de alas2017.easyplanners.info/opc/tl

Casanova, C. (2011). Guía literaria del amor. España: Ático de los libros.

Caravedo, B. (1968). Psiquiatría y familia. Lima: Consejo Nacional de Menores.

Carrizo, S. (2011) Adolescencia y estilos de amor. Recuperado de:


http://imgbiblio.vaneduc.edu.ar/fulltext/files/TC104098.pdf

CEPAL (2007). Cohesión social, Inclusión y sentido de pertenencia en América Latina


y el Caribe. Santiago de Chile: CEPAL.

Conejero J. (2009). Estudio exploratorio: Manifestaciones de la orientación sexual en


un grupo de adolescentes en la ciudad de Santiago de Chile. Tesis de posgrado.
Santiago de Chile.

Cooper V. y Pinto B. (2008) Actitudes ante el amor y la teoría de Sternberg. Un estudio


correlacional en jóvenes universitarios de 18 a 24 años de edad. Recuperado
de: scielo.org.bo/pdf/rap/ven2a4.pdf

Cosamalón, J. (2019). El Apocalipsis a la vuelta de la esquina. Lima, la crisis y sus


supervivientes (1980-2000). Lima: Fondo Editorial Pontificia Universidad
Católica del Perú.

Cussianovich, A. (2000). Prólogo. En: Los derechos al revés niñas y niños en situación
de calle-Ricardo Quiñónez. El Salvador: Save the Children Suecia.

Cussianovich, A. (2015). Ensayos II sobre Pedagogía de la Ternura. Lima: Ifejant.

Cussianovich, A. (2017). Ensayo sobre infancia III. Lima: Ifejant.

Cyrulnik, B. (2014). La resiliencia en el siglo XXI. En: Nuevas miradas sobre la


resiliencia. Ampliando ámbitos y prácticas. España: Gedisa editorial.

Defensoría del Pueblo (2000). El Sistema Penal Juvenil en el Perú. Análisis Jurídico
Social. Lima: Defensoría del Pueblo.

178
Defensoría del Pueblo (2006). La Defensoría del Pueblo y el derecho a la identidad.
Campañas de documentación y Supervisión 2005-2006. Lima: Defensoría del
Pueblo.

Defensoría del Pueblo (2010). El derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir
en una familia: la situación de los Centros de Atención Residencial estatales
desde la mirada de la Defensoría del Pueblo. Lima: Defensoría del Pueblo,
UNICEF.

Defensoría del Pueblo (2012). ¡Adiós al castigo! La Defensoría del Pueblo contra ek
Castigo Físico y Humillante a Niños, Niñas y Adolescentes. Lima: Defensoría
del Pueblo, UNICEF.

Degregori, C. I. (2009). Los hijos de la guerra. En: La violencia contra las niñas y los
niños. Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Lima: Save the
Children UK.

Delgado, E. (2004). Aproximación al Pensamiento y Estrategia de la OIT-IPEC para


la Erradicación Trabajo Infantil. En Revista Internacional NATs N° 11-12.
Lima: IFEJANT.

Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. España: Santillana.

De Sousa Santos, B. (2020). La Cruel Pedagogía del Virus. Argentina: CLACSO.

Fischman Y. (2000). Mujer, Sexualidad y Trauma. Desde emociones, erotismo y


problemas médicos, hasta maltrato violencia sexual y política. Buenos Aires:
Lugar Editorial S.A.

Fisher, H. (2004). Porque amamos. Naturaleza y química del amor romántico. España:
Santillana Ediciones generales.

Galeano, E. (1998). Patas Arriba. La escuela del mundo al revés. Argentina:


CATALOGOS.

García, L. (1999). Desarrollo afectivo y valorativo. Lima: Facultad de Educación


Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Germana, C. (1996). Comentarios. En: La familia y sus problemas en los sectores


urbanos pobres. Lima: CECOSAM.

179
Guevara M. (1998). Cazador de Gringas y otros cuentos. Perú: Siete Culebras.

Grant V. (1980). Enamorarse. Barcelona: Grijalbo.

Giberti, E. (2005). La familia, a pesar de todo. Argentina: Noveduc.

Giddens, A. (1999). Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras


vidas. México: Taurus

Gonzales, E. (2011). Aula Magna. Crecimiento y Desigualdad: Conflicto Social y


Gobernabilidad. Lima, Perú: Fondo Editorial PUCP.

Gonzáles, D. (2017). El gobierno de la niñez y adolescencia en situación de calle en


Uruguay. Un estudio de la racionalidad de las políticas sociales focalizadas.
Uruguay: Universidad de la República de Uruguay.

Gutiérrez, G. (2015). ¿Dónde dormirán los pobres? Lima: Centro de estudios y


Publicaciones.

Herrera, C. (2012). Los mitos románticos en la cultura occidental. El rincón de Haika,


volumen 15, 1-38. Recuperado de https://haikita.blogspot.com/2012/05/los-
mitos-del-amor-romantico-en-la.html

Herrera, L. (2018). Reflexiones psicoanalíticas sobre la violencia y el poder en el Perú.


Lima: Biblioteca Peruana de Psicoanálisis.

INEI (2019). Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales. Lima-Perú.

INEI-UNICEF (2011). Estado de la niñez en el Perú. Lima: INEI-UNICEF.

Jaramillo, E. (2002). Niños y Adolescentes de la calle. Los nuevos Cristos Azotados


del siglo XXI. En: Los Niños Trabajadores del Perú. Lima: Fondo Editorial de
la Facultad de Ciencias Sociales Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Jaramillo, E. (2004). Los Maestros en la promoción y defensa de Los Derechos del


Niño. Lima: IPP.

Jaramillo, E. (2009). ¿Dónde dormirán los niños pobres del Perú? A propósito de la
Ley que protege a los menores de edad de la mendicidad. En: Revista Faro,
Pensar la infancia, Quito; Unidad de Posgrados Universidad Politécnica
Salesiana, Ecuador.

180
Jaramillo, E. (2018). Pensamiento social sobre la infancia: una mirada socio histórica
desde el Sur global. En: Revista de teoría crítica Discursos del Sur N°2. Lima:
Unidad de Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.

Jaramillo, E. (2020). ¡Los fantasmas de la desigualdad social, la corrupción y el


coronavirus, han derrumbado al Estado neoliberal, y bajos sus escombros
mueren niños, niñas, adolescentes y adultos! Lima: Videoconferencia
organizada por la Maestría Política Social, Mención: Promoción de la Infancia,
Unidad de Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales, UNMSM: Pandemia
Covid-19 y la situación de las infancias en el Perú, lunes 29 de junio.

Liebel, M. (2017). Infancias latinoamericanas: Civilización racista y limpieza social.


Ensayo sobre violencias coloniales y postcoloniales. Sociedad E Infancias, 1,
19-38. https://doi.org/10.5209/SOCI.55646

Kreimer, R. (2003) Falacias del amor ¿Por qué occidente anudo amor a sufrimiento?
Buenos Aires, Argentina: Anarres

Kliksberg, B. (2003). Hacia una economía con rostro humano. Asunción, Paraguay:
Litocolor SRL.

Kogan L., Castro A., Ortiz A., Cáceres C., y Vega A. (1995). El amor y sus especies.
Lima, Perú: Pontificia Universidad Católica del Perú.

Lipovetski, Gilles. El Imperio de lo efímero (1996) Barcelona: Anagrama

Luzuriaga, J. (2013). Diseño de un Protocolo de Intervención Psicoterapéutico


focalizado en la personalidad en adolescentes víctimas de violencia sexual.
Tesis de posgrado. Universidad Central del Ecuador, Quito, Ecuador.

Matos, J. (2005). Desborde Popular y crisis del Estado. Lima: Fondo Editorial del
Congreso del Perú.

Mannarelli, M. (2018). La domesticación de las mujeres. Patriarcado y género en la


historia peruana. Lima: La Siniestra ensayos.

Mansilla, M. (1989). Los niños de la calle. Siembra de hoy, cosecha de mañana. Lima:
ADOC.

181
Manrique R. (1996). Sexo, erotismo y amor. Madrid, España: Prodhufi S.A.

Mejía, J. (2002). Problemas Metodológicos de la Ciencias Sociales en el Perú. Lima:


Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.

Menéndez, P. (2014). Transformaciones de las prácticas amorosas de los jóvenes de


las nuevas clases medias y populares de Lima norte (tesis de pregrado).
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.

Merino, E. (2016). Sexismo, Amor romántico y Violencia de género en la adolescencia


(Tesis Doctoral). Universidad Complutense de Madrid, España.

MINSA (2005). Lineamientos de Políticas de Salud de los/las Adolescentes. Lima,


Perú: Gráfica Ñañez.

Ministerio de la Mujer y Promoción del Desarrollo Humano (2002). Plan Nacional de


Acción por la Infancia y Adolescencia 2002-2010. Lima: PROMUDEH.

Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (2012). Plan Nacional de Acción


por la Infancia y Adolescencia 2012-2021. Lima: MIMP.

Muñoz, F. (2000). Adolescencia y Agresividad (Tesis doctoral). Universidad


Complutense de Madrid, España.

Motta, A. (2019). La biología del odio, Retóricas fundamentalistas y otras violencias


de género. Lima: La siniestra ensayos.

Ñari Walac (2001). La promoción integral de los niños, adolescentes y jóvenes. Curso
de Formación de educadores sociales Módulo II. Lima: Ñari Walac.

Nieto, Carlos J., Koller, y Silvia H., Definiciones de Habitante de Calle y de Niño,
Niña y Adolescente en Situación de Calle: Diferencias y Yuxtaposiciones. Acta
de Investigación Psicológica - Psychological Research Records [en linea]
2015, 5 Recuperado el 4 de julio del
2019:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=358943649005> ISSN 2007-
4832

Pajuelo, R. (2016). Un río invisible. Ensayos sobre política, conflictos, memoria y


movilización indígena en el Perú y los Andes. Lima: Ríos Profundos Editores.

182
Papalia, D. y otros (2010). Desarrollo Humano. Mc Graw Hill, Interamericana
Editores

Peralta, J. (2013) La problemática de los niños de la calle en la ciudad de México vista


desde los conceptos de pobreza y exclusión social (Tesis de pregrado).
Universidad Nacional Autónoma de México., México.

Pilotti, F. (2001). Globalización y Convención sobre los Derechos del Niño: el


contexto del texto. Santiago de Chile: CEPAL.

Pimentel, C. (1996). La Familia y sus problemas en los sectores urbanos pobres.


Lima: CECOSAM.

Pinto, B. (2008) Amor y Personalidad en Universitarios Aymaras del departamento


de la Paz Bolivia (Tesis doctoral). Universidad de Granada, La Paz, Bolivia.

Pérez, J. (2003). Infancia Callejera: Apuntes para reflexionar el fenómeno. Revista


española de educación comparada, 9, 1-30

Pojomovsky, J. (2008). Cruzar la calle: niñez y adolescencia en la ciudad. Buenos


Aires: Espacio Editorial.

Real Academia Española (2002). Diccionario de la lengua española (22.a ed.).


Consultado en http://www.rae.es/rae.html

Quijano, A. (1999). ¡Qué tal raza! En: Familia y Cambio Social. Lima: CECOSAM.

Quiñónez, R. (2000). Los derechos al revés niños y niñas en situación de calle. El


Salvador: Save the Children Suecia.

Quiroz, A. (2019). Historia de la corrupción en el Perú. Lima: IEP.

Ríos, A. (1998). NACs, SOCIEDAD Y PSICOLOGÍA: hacia un nuevo enfoque de la


problemática de los Niños y Adolescentes de la calle. En: A la firme…
Buscando un nuevo paradigma sobre Niños y Adolescentes de la Calle. Lima:
Hogar de Cristo, CESAL.

Salazar, S. (2003). Escritos políticos y morales (Perú: 1954-1965). Lima: Fondo


Editorial Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Saiz, M. (2013). Amor Romántico, amor patriarcal y violencia machista. Una


aproximación crítica al pensamiento amoroso hegemónico de occidente.

183
Instituto de Investigaciones feministas. Universidad Complutense de Madrid.
2013.

Sanabria C., Asperilla G., y Roca J. (2014). Desde la calle: Adolescentes enamorados
Santa Cruz. Tinkazos Revista Boliviana de Ciencias Sociales, volumen (36), 40
pp. Recuperado en 20 de julio de 2017, de
http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1990-
74512014000200016&lng=es&tlng=es.

Seoane, Andrea (2015). Adolescencia y conductas de riesgo (Tesis de pregrado).


Universidad de la Republica, Montevideo, Uruguay.

Silva (s.f). La adolescencia y su interrelación con el entorno. Edición: Instituto de la


Juventud. Madrid, España.

Sulmont, D. (2011). El sujeto en el corazón de la vida social. Introducción a la


sociología de Alain Touraine. Lima: Fondo Editorial Pontificia Universidad
Católica del Perú.

Takano, G. y Tokeshi J. (2007). Espacio Público en la ciudad Popular: Reflexiones y


experiencias desde el sur. Lima, Perú: Sinco Editores.

Tejada, L. (2005). Los niños de la calle y su mundo. Lima: Fondo Editorial de la


Facultad de Ciencias Sociales, UNMSM.

Tenorio Ambrossi, R. (2010). Niños, calles y cotidianidades. Quito: El Conejo

Thorp, R., Ortiz, F. & Iguiñiz, J. (2011). Aula Magna. Crecimiento y desigualdad:
Conflicto Social y Gobernabilidad. Lima, Perú: Fondo Editorial PUCP.

Ubillus S., Páez D. y Zubieta E. (s.f.) Capitulo XV Relaciones íntimas: atracción, amor
y cultura.

Ureta M. (2005). ¿Apego, vínculo y/o amor en la pareja? Lima: Cedapp.

Valencia, J. (1999). Derechos del niño en el marco de la doctrina de la protección


integral. Lima, Perú: Radda Barnen de Suecia.

Van Der Maat, B. (2009). La Visión de los Niños y Jóvenes en Conflicto con la Ley.
En: Infancia y Derechos Humanos. Hacia una ciudadanía participativa y
protagónica. Lima: IFEJANT.

184
Vanistendael, S. y Lecomte, J. (2006). La felicidad es posible. Despertar en niños
maltratados la confianza en sí mismos: construir la resiliencia. España: Gedisa
editorial.

Vila, I. y Esteban-Guitart M. (2017). Familia, escuela, comunidad en las sociedades


del siglo XXI. España: Horosi Editorial.

Yrivarren, S. (2012). Tribus urbanas en Lima. Jóvenes y adolescentes en busca de un


espacio en la ciudad 1990-2010. Lima: Fondo Editorial Pontificia Universidad
Católica del Perú.

Zapata, A. (2016). La desigualdad peruana y el cangrejo .En: Participación,


competencia y representación política. Contribuciones para el debate. Lima:
IEP, JNE.

185

También podría gustarte