La Adolescencia en El Contexto Actual Reflexión Final

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La Adolescencia en el Contexto Actual

Ciertamente la adolescencia es un momento de cambios, es el paso importantísimo de la

tierna infancia a la etapa adulta en la que las responsabilidades (estudios o trabajo) son cada

vez mayores, así como la toma de decisiones (qué amigos tener, elección de pareja, de

estudios…), con lo que la aparición de conflictos suele ser frecuente. Es una etapa de

búsqueda de identidad, en donde el adolescente esta buscando su lugar en las diferentes

esferas que conforman su vida a través de los distintos duelos por lo que está atravesando.

En realidad, y específicamente esta parte me hace mucho sentido desde mi propia historia,

ya que recuerdo mi adolescencia y cobra mucho sentido el proceso doloso y como se elabora

en cada persona.

Dichas esferas que detecto como principales son:

Social: Donde tienen origen algunos conflictos relacionados con las habilidades sociales,

¿Cómo decir NO ante las drogas y el alcohol?, fugas, robos, problemas de conducta que

también incluyen las relaciones dentro del contexto familiar.

Académico: Conflictos de concentración, fobia escolar, acoso escolar, problemas en toma

de decisiones: ¿que estudiar? ¿Cómo definir a que me quiero dedicar el resto de mi vida?,

y ¿la opción de trabajar es posible?…

Personal: Falta de resolución de problemas, pobre autoestima y autoconcepto, problemas

de autocontrol, ansiedad, fobias, estrés, depresión, adicciones de todo tipo (redes sociales,

videojuegos, móvil, a drogas ilegales, alcohol), problemas de alimentación (anorexia,

bulimia) por buscar un canon de perfección impuesto por la sociedad y la moda…


Sexual o pareja: Problemas de búsqueda de identidad sexual, así como conocimiento del

propio cuerpo derivados de los cambios corporales típicos de esta etapa, problemas para

ligar y sentirse aceptado por el “otro”, la búsqueda de pareja y el saber distinguir las

necesidades de los deseos, reconocer y saber manejar los celos, conflictos de pareja…

Por supuesto, estos conflictos no son los únicos, por lo que he utilizado los puntos

suspensivos para darlo a entender. Los conflictos familiares como tal también hacen su

aparición (si es que no había hecho antes ya) por lo que un entrenamiento en comunicación

padres-hijos donde la asertividad y búsqueda de derechos por ambas partes es lo ideal.

Es de suma importancia, si hablamos de adolescencia, involucrar el tema de los límites en

el desarrollo en esta etapa clave. Sin embargo, en varias ocasiones he tenido la oportunidad

de comprobar que los de nuestra generación (entre la que me incluyo), nacida en los años

80, buscamos el bienestar propio y le damos mucha importancia al ocio, aunque somos

conscientes también del trabajo y el valor social y económico que supone, muchos

reconocemos los límites por algún “manazo” o “nalgada” que nos dieron a “tiempo” pero que

estas acciones tampoco implican “traumas irreparables” por supuesto y que tanto ha costado

a nuestros padres y a la sociedad en que vivimos de manera que nos resulta complicado no

poner límites. En la actualidad (año 2022) la función materna y paterna se define como

padres blanditos y pegajosos, que se sienten incapaces de asumir la tarea por si solos o

viven desbordados y atormentados por la culpa. Padres que parecen hechos de temores a

equivocarse, temores que se reflejan muy bien en la sociedad de hoy en día en la convivencia

padres-hijos durante todas las etapas desde el nacimiento del bebé hasta la llegada a la

juventud.
Por ello triunfan programas de televisión divulgativos, llenos de información manipuladora y

carente de calidad, como también los estilos de música actuales y exitosa entre los

adolescentes donde el mensaje principal es el poder a toda costa.

Cada uno es libre de considerar si es más o menos efectivo un tipo de tratamiento en el que

se imponen límites dando premios o quitándolos o bien a través de experiencias y vivencias

en el que las emociones y sentimientos hacen su aparición. Creo que un punto intermedio

es posible, y hacer uso de ambos tipos de técnicas puede lograr resultados más efectivos.

Ser padres es una tarea difícil, costosa, supone todo un reto personal. Pero en contrapartida,

tiene también sus buenos momentos. En definitiva, nos hace ser mejores personas, superar

las adversidades y contratiempos que podamos vivir con un adolescente en casa. Y a pesar

de que la imagen de la adolescencia suele ser negativa, ya lo dijo la autora que es “la

psicopatía normal”, es un renacer a una nueva vida, en la que los padres (o las funciones de

quien vengan) siguen siendo necesarios para un desarrollo óptimo y devenir en adultos con

herramientas emocionales y psíquicas que les aporten y acompañen a lo largo de su

existencia. Los conflictos estarán presentes porque los valores generacionales son

diferentes. Pero de los conflictos se aprende y se crece, así puede prosperar una relación

más armoniosa de cara a la etapa de adultez. La vida es cambio y aprendizaje.

Ante cualquier problema o conflicto de los mencionados lo que podrá hacer la diferencia es

el acompañamiento que ese adolescente tenga, la orientación y comprensión de otros, lo

cual sin duda será reflejo en sus decisiones futuras, por ahí dirían “que las botas del

autoconocimiento nos llevan por un camino de libertad”.

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