Ecob, 293-308
Ecob, 293-308
Ecob, 293-308
La Mémoire et la Main
Francisco Javier DECO PRADOS
Universidad de Cádiz
Departamento de Filología Francesa e Inglesa
[email protected]
Recibido: 31/05/2013
Aceptado: 19/02/2014
Resumen
Se estudian aquí varios aspectos de la obra La Mémoire et la Main, fruto de la colaboración entre
Edmond Jabès y Eduardo Chillida. Analizo el proceso de sus ediciones desde la publicación del primer
poema en Orange Export Ltd. hasta la aparición de una segunda edición en 1987 en la editorial Fata
Morgana, con la reproducción simplificada de los aguafuertes. Basándome sobre todo en la edición de
1986, atiendo al soporte (papel, encuadernación) y a la mise en page (tipografía, disposición, etc.) y
me detengo especialmente en el estudio de las ilustraciones. Intento poner en relación el ámbito de los
aguafuertes y el contenido del texto y realizar una reflexión sobre la funcionalidad estética de los
distintos elementos del libro en su interrelación.
Palabras clave: Edmond Jabès, Eduardo Chillida, poesía francesa del siglo XX, libros ilustrados,
estética del libro.
Mots clés: Edmond Jabès, Eduardo Chillida, poésie française du XXe siècle, livres illustrés, esthétique
du livre.
published by Fata Morgana with a simplified reproduction of the etchings. Basing my findings
primarily on the 1986 edition, I examine the format (paper, binding) and the mise en page
(typography, page layout, etc.), with a particular analytical emphasis on the illustrations. I attempt to
locate the connections between the domain of the etchings and the content of the text so as to consider
the aesthetic functionality of the diverse elements of the book and their connections with one another.
Key words: Edmond Jabès, Eduardo Chillida, twentieth century French poetry, illustrated books,
book aesthetics.
Referencia normalizada
Deco Prados, F. J. (2014). “Edmond Jabès y Eduardo Chillida: La Mémoire et la Main”. Thélème.
Revista Complutense de Estudios Franceses, Vol. 29, Núm. 2: 293-308.
http://dx.doi.org/10.5209/rev_THEL.2014.v29.n2.42389
_____________
1
Chillida (1924-2002) se traslada a París en 1948, donde su carrera artística empieza a cobrar
forma. Este mismo año, el Musée d’Art Moderne de la ciudad elige una obra suya para el Salón de
mayo. En 1950, tras su boda, el escultor se instala junto a su esposa en la región parisina. Aunque en
1951 vuelve a España definitivamente, seguirá haciendo frecuentes viajes a París. Su relación con
Francia continuará siendo estrecha en lo sucesivo, tanto en el plano profesional como personal. Cfr.
Museo Chillida Leku, “Biografía”.
2
Publicación que servirá como lugar de encuentro entre poetas, ensayistas y artistas ideada por el
creador de la galería en 1946. Los artistas realizaban litografías originales para ilustrar los números de
DLM. El mítico taller Mourlot se ocupó de estas impresiones y la no menos célebre imprenta Union de
los textos, desde el número 4 al 115 (1959).
3
Las tres frases bajo el dibujo (todo en blanco y negro) son: “Le trait est désir exaucé d’un point
pour un autre point. Le plus court chemin. // Le premier souffle vient du plus lointain passé; le dernier
souffle lui doit encore sa tiédeur. // Ce qui ne se laisse pas saisir est éternel”. Cfr. Maeght Éditions,
“Chillida. Placard Jabès”.
Cfr. una descripción de la mayoría de los libros ilustrados del autor en Biblioteca Nacional (2007).
Por otra parte, hemos de subrayar que la poesía ha sido siempre un género especialmente apreciado
por Chillida, siendo numerosas las colaboraciones realizadas con poetas de expresión francesa (vide
infra).
_____________
4
En 1975 aparecen también Ça suit son cours, con Antoni Tàpies, Montpellier, Fata Morgana. En
1977 aparece una carpeta gráfica con cinco serigrafías de Eusebio Sempere sobre “La transparence du
temps”, poema de Elya, traducido por José Miguel Ullán.
5
Maman, cubierta de Neroni, dibujos de S. J. Dimos, El Cairo, Éditions de La Semaine
égyptienne, 1932; Les Pieds en l’air, cubierta et dibujos de Mayo, El Cairo, Alejandría, Éditions de La
Semaine égyptienne, s.d. 1934; Arrhes poétiques, dibujos del autor por Jean Moscatelli, El Cairo,
Éditions de La Semaine égyptienne, 1935. Tras esta primera fase se abre un largo paréntesis sólo roto
en 1951 con Les Mots tracent, aguafuerte de Jacques Villon, cubierta de Max Ernst, París, Librairie
Les Pas Perdus, “L’Âge d’or”.
6
Hasta 1991, año de la muerte de Jabès: Récit, con ilustraciones de Jean Degottex, Montpellier,
Fata Morgana, 1982. Surcharge, con dos obras de Francesca Chandon, 1983. Dans la double
dépendance du dit. Le Livre des Marges II, ilustraciones de Antoni Tàpies, Saint-Clément-de-Rivière,
Fata Morgana, 1984 (también con Tàpies aparecerá en 1997 Bâtir au quotidien. Le Livre des Marges
III, esquisse, Saint-Clément-de-Rivière, Fata Morgana). Aigle et chouette, con grabados de Jean
Capdeville, Saint-Clément-de-Rivière, Fata Morgana, 1986. En 1986-87 el libro con Chillida. En 1989
L’Étranger, con una pintura de Antonio Saura, París, Éditions Marchant Ducel, La Mémoire des mots.
Comment je lis Paul Celan, ilustraciones de Gisèle Celan-Lestrange, París, Fourbis, 1990.
Jabès/Colomb, texto de Jabès, fotografías de Denise Colomb, París, Éd. Aux dépens d’un exemplaire,
1990. Bâtir à chaux et à sable (páginas de Un étranger avec, sous le bras, un livre de petit format),
con grabados de Olivier Debré, París, Le Nouveau cercle parisien du livre, 1990 / L’Atelier imaginaire,
1991. L’Anonymat (páginas del Livre de l’hospitalité), pinturas de Francesca Chandon, París, 1991.
Désir d’un commencement. Angoisse d’une seule fin, aguafuertes de Claude Garache, Saint-Clément-
de-Rivière, Fata Morgana, 1991. Petites poésies pour les jours de pluie et de soleil, ilustraciones de
Caroline Richard, París, Gallimard-Jeunesse, Folio Cadet Or, 1991.
7
Texto de Edmond Jabès. Soprano, piano, violín, viola, violonchelo, flauta, clarinete, trompeta,
trombón, trompa (18'). Interpretado por el Ensemble 2E2M, dirigido por Paul Méfano, en la Chapelle
de la Sorbonne, París.
8
París, Théâtre National de Chaillot. Obra para contralto, bajo, voz recitadora, flauta, tuba, trompa
y live electronics. Basada en el Petit Livre de la subversion hors de soupçon. 16’ 19’’.
Por otra parte, en cuanto a otras obras inspiradas por textos de Jabès puede consultarse la
introducción de Jean Frémon a Jabès (1992: 12-13), colección de sus escritos sobre artistas. En general
por lo que respecta a la biografía y el progreso de la obra de Jabès puede consultarse Cahen (1991:
305-341) y del mismo autor “Écrire sa vie” en Jaron (1999: 17-68).
9
Chillida realiza también en 1986 un dibujo a tinta de una mano como homenaje a Jabès (cfr. la
reproducción en Maderuelo [2003b: 59]) y bajo ésta escribe en mayúsculas unas frases contando que
un día, tras una conversación con el poeta, le regaló un dibujo de una mano y que esto constituyó el
punto de partida para la colaboración en La Mémoire et la Main.
10
Daniel Lelong trabaja junto a Aimé Maeght y en 1964 se convierte en el director de la galería.
En 1981, a la muerte de Aimé Maeght, la dirigirá junto a Jean Frémon y Jacques Dupin y se llamará
Maeght-Lelong hasta que de forma definitiva en 1987 pasa a llamarse exclusivamente Galerie Lelong.
Adrien, hijo de Aimé, abrirá su propia galería (con el mismo nombre de la primera, Galerie Maeght)
en 1956, en la rue du Bac, dirigida actualmente por Isabelle Maeght, su hija.
11
Cfr. Raquel, “Itinéraire”. Raquel (Raquel Levy) nace en Gibraltar, de padre español. Pasa a
Marruecos, estudiando en la escuela de Bellas Artes de Casablanca. Se traslada a París donde continúa
sus estudios en L’École des Métiers d’Art y en la academia de la Grande Chaumière. Exposiciones
importantes en la galería Arnaud (París, 1976), Garibaldi (Aix, 1981), Breteau (París, 1984).
Exposición retrospectiva en Caracas en 1990. Crea junto a Emmanuel Hocquard la editorial Orange
Export Ltd. Realiza la ilustración de numerosos libros a partir de 1969. Crea la revista Notes en 1986.
12
Orange Export Ltd. (1969-1986) es, como decimos, una editorial creada por el poeta Emmanuel
Hocquard y la artista plástica Raquel. Aun admitiendo diversas tendencias en su seno, fue punto de
confluencia de ciertos intereses literarios reuniendo a autores como Anne-Marie Albiach, Jean Daive,
Roger Giroux, Joseph Guglielmi, Emmanuel Hocquard, Pascal Quignard, Claude Royet-Journoud o
Alain Veinstein. Cfr. Hocquard, E., Raquel et al. (1986).
13
Puede leerse una descripción de esta publicación de Orange Export Ltd. en R. E. Stoddard, “Comment
je lis Edmond Jabès: la réponse du bibliographe” (Lançon, 2007: 304-305). Pertenecía a la serie Chutes,
libros muy breves elaborados manualmente por Hocquard y Raquel, tirados a nueve ejemplares. En esta
edición no había ilustraciones.
14
He podido consultar un ejemplar de la edición de 1976 (sin numerar ni firmar) posesión de Emmanuel
Hocquard, quien tuvo la amabilidad de escanearlo y mandármelo, dada la gran dificultad para encontrar el
libro en las bibliotecas de París. Por lo demás, son escasísimas las referencias al contenido real de esta
publicación. Excepción son los estudios bibliográficos de R. E. Stoddard. En Stoddard (1998: 67 y ss), cuya
entrada 30a trata de la edición que comentamos de 1976, precisa el autor que en la sección 4 se usa la forma
“entrouvre” que luego cambiará a “entr’ouvre” y que los versos 2-6 de la sección 8 no serán retomados en la
edición posterior, observación no exacta (que repite en Lançon [2007: 306]) ya que la mayor parte de lo que
desaparece de esta sección pasará a un poema de la segunda parte de la edición de 1986 (vide infra). En la
entrada 30b se estudia el libro en colaboración con Chillida de 1986 y aquí se lee: “previously published as
Des deux mains, this edition and all subsequent ones published with the title La Mémoire et la Main add pt.
II, ‘Le sang ne lave pas le sang’. [...] Collected in Le seuil Le sable, 1990”. En realidad, no sólo se añade
ahora la segunda sección de tal título sino también tres poemas que se suman a la primera sección, titulada,
en efecto, “Des deux mains” y que son: “Main démasquée”, “À Demi ouverte, ma main” y “Toujours cette
image”, como el mismo Stoddard aclara en Lançon (2007: 306), donde también se dedican unos párrafos a
la edición de 1976.
15
Las diferencias entre el texto del poema “Des deux mains” de 1976 y el de la edición posterior,
se sitúan, como decíamos, en la octava sección, que presenta, en la primera edición, algunas líneas que
Hay que señalar que la disposición (mise en page) del poema se mantiene
prácticamente inalterable desde la primera entrega16. Por otra parte, las ilustraciones
de Raquel en la edición de 1976 se distribuyen por grupos a página completa17 con
un resultado de enorme fuerza y elegancia. Los papeles teñidos en tonos verdes y
negros ofrecen sugerencias de dramatismo y profundidad que se alternan con líneas
a lápiz, simples trazos aislados que recorren la página de arriba abajo (una sola vez
aparece uno horizontal) evocando una despojada espiritualidad. Insinuaciones todas
ellas en perfecta consonancia con el texto de Jabès.
El volumen con las ilustraciones de Chillida conocerá, un año después, en 1987,
una nueva edición con reproducción no original de los aguafuertes en la editorial
Fata Morgana: 970 ejemplares en papel verjurado marfil (30 ejemplares en
Johannot fueron anunciados pero no realizados, según informa la editorial18). Algo
más tarde, en 1990, estos textos aparecen, abandonando el complemento gráfico, en
la recopilación de la poesía completa del autor para la colección Poésie/Gallimard,
Le Seuil Le Sable. Poésies complètes 1943-1988 (Jabès, 1990). Hay que indicar que
los poemas no sufren ninguna modificación desde la edición de 1986.
Observaremos ahora la funcionalidad estética de los elementos formales de
ambas obras, partiendo del análisis de la primera edición, de 1986.
El libro, terminado en octubre de 1986, fue impreso tipográficamente en el taller
de Robert Blanchet y en lo relativo a los grabados en el taller Hatz de San Sebastián.
Blanchet, impresor y grabador en Boulogne-Billancourt, retoma el taller de Jacques
Beltrand en 1952, realizando a lo largo de su carrera hermosos trabajos de
bibliofilia. El taller Hatz (palabra que en euskera significa dedo y huella) fue
fundado por Mónica Bergareche e Ignacio Chillida (tercer hijo del escultor, nacido
en 1954) en 1976. En 1978, tras su boda, viajan a Barcelona y a París, donde
trabajan con Fequet et Baudrier (especialistas en libros ilustrados) y con Robert
Dutrou (grabador de artistas como Miró, Tàpies o Palazuelo), con quien colaboran
de nuevo en Saint-Paul-de-Vence, volviendo luego a San Sebastián para relanzar
_____________
serán luego eliminadas tras el primer verso común (“main serrée sur sa faim”, único en la segunda
edición): “ce poids, ce poing. // LE POINT. // … Et qu’est-ce qu’un point sinon le trou vertigineux de
toute fin? / — L’entrée visible?”. Desde “Et qu’est-ce que…” el texto constituye el inicio del poema
“Le trou”, de la segunda parte del libro de 1986. Por otra parte, el libro en la edición de 1986 (y
posteriores) se inicia con cuatro versos que no figuraban en 1976: “Il y eut, jadis, une main / pour nous
conduire à la vie. // Un jour y aura-t-il une main / pour nous conduire à la mort?”.
16
Puede decirse que la mise en page de la edición artesanal de 1975, descrita en detalle por
Stoddard, como decíamos, en Lançon (2007: 302), guía las posteriores con sus continuaciones.
17
Tras la página 12 se sitúa una hoja con papel teñido, dos hojas de trazos a lápiz y otra hoja con
papel teñido. Tras la 16 encontramos una hoja de trazos y una de papel teñido y tras la 20, una hoja de
papel teñido y una de trazo. La numeración no las considera.
18
Cfr. Fata Morgana, “Livres. La mémoire et la main”.
Hatz, cuya andadura se extiende hasta el año 2000 y que realizará múltiples trabajos
para Chillida y otros artistas19.
Como indica el colofón, se hicieron 125 libros (sin contar los HC y nominativos),
con siete aguafuertes20.
En cuanto al soporte, se usó Muguet du moulin de Larroque, papel artesanal de
un blanco muy hermoso, utilizado para la totalidad de los ejemplares. El libro está
constituido por pliegos doblados por la mitad sin encuadernar. Éstos se incluyen en
una carpeta de papel con solapas en cuyo primer plano figura en gofrado hueco la
estilización de una mano. El conjunto se guarda en una caja entelada color beige en
cuyo primer plano figura otra mano estilizada (distinta a la anterior) también en
gofrado hueco. En su lomo aparece, arriba, “JABÈS / CHILLIDA” en horizontal,
luego, en disposición “francesa”, de abajo a arriba, el título, también en mayúsculas,
y finalmente, en el extremo inferior, en minúsculas y en horizontal, “lelong éditeur”,
todo con el mismo gofrado. El formato de las hojas es de 32 x 24’5 cm.
En cuanto a los distintos elementos que entran en juego en la mise en page,
comenzaré comentando la tipografía. Se han usado para todos los textos caracteres
Imprint de cuerpo 14, letra de gran belleza, creada en 1912 por Monotype
Corporation de Washington para la publicación periódica The Imprint de Londres
(1913), consagrada a temas de tipografía e impresión en general. Es un tipo de la
familia de las letras de transición (entre las garaldas y las modernas), inspirada en la
dieciochesca Caslon, con modulación vertical. Carácter regular, proporcionado y de
cierta robustez, se consideró desde el inicio como especialmente adecuado para su
utilización sobre papeles antiguos y de arte. Percibimos, por otra parte, un generoso
interletrado que otorga elegancia a la línea.
La disposición de los poemas en la página no es regular. Desplazándose de
continuo respecto al centro, podemos ver los textos situados en los cuatro
_____________
19
Cfr. el catálogo Departamento Cultural Caja de Ahorros Vizcaína (1982: 5). Entre los trabajos
del taller Hatz, serán muy importantes los realizados para los libros ilustrados de Eduardo Chillida
desde inicios de los años ochenta: Biblioteca Nacional (1982), Voz Acorde: Homenaje a Jorge
Guillén; E. M. Cioran (1983), Ce maudit moi; E. M. Cioran (1985), Face aux instant; Edmond Jabès
(1986), La Mémoire et la Main; Yves Bonnefoy (1986), Le miracle du feu; Yves Bonnefoy (1990),
Une Hélène de vent ou de fumée; Eduardo Chillida y Francisco Calvo Serraller (1991), Zedatu; Joan
Brossa (1994), A peu pel llibre; José Ángel Valente (1996), Cántigas de Alén; Eduardo Chillida et al.
(1997), Hommage à Johann Sebastian Bach; Jorge Semprún (1997), L’écriture ou la vie; Clara Janés
(1998), La indetenible quietud; Parménides (1999), Le poème de Parménide; Eduardo Chillida et al.
(2000), Aromas.
20
El ejemplar que he consultado es el nº 6, propiedad del Museo Chillida Leku, Hernani. Este
museo desde 2010 está abierto sólo a investigadores. Aprovecho para expresar mi agradecimiento a
Ignacio Chillida por su generosa amabilidad al haberme dedicado su tiempo en varias ocasiones.
Todos los ejemplares van firmados por Chillida en el frontispicio y por los dos creadores en la página
de colofón. Los cincuenta primeros van acompañados de una suite con los grabados, todos numerados
y firmados por el autor. Además de esta tirada se hicieron veinte ejemplares fuera de comercio (HC)
numerados de I a XX y algunos nominativos.
21
“(‘Qu’importe que ce soit de droite à / gauche ou de gauche à droite / la main n’écrit que dans le
sens / brûlant de la vie à la mort, de l’aube / au crépuscule’, disait-il. / ‘Le jour et la nuit sont les deux /
pôles d’une main’, disait-il aussi.” Indicaré también, en cada caso, el número de página del libro en la
colección Poésie/Gallimard, edición aún hoy fácilmente accesible. Cfr. Jabès (1990: 374).
22
Dichas vibraciones provienen, según me informa su grabador, por una parte, de la reutilización
casi sistemática de planchas anteriores (una buena cantidad fue traída por éste de Saint-Paul-de-Vence)
y por otro, de la acción abrasiva sobre las planchas barnizadas que Ignacio y Eduardo Chillida
realizaban de muy variadas maneras, arrastrándolas, pisándolas, dejándolas a la intemperie, etc., de
forma que quedaran huellas que pudieran tomar una cierta cantidad de tinta.
En cuanto a los cortes de la plancha, sigue diciéndome Ignacio Chillida, se realizaban con una
sierra, manual o eléctrica, teniendo que ser luego los bordes cuidadosamente limados.
23
“Petite réflexion en marge de l’œuvre d’Eduardo Chillida”, en Fernández et al. (1985: 24-25) y
en Jabès (1992: 63-68), donde el título aparece en plural, “Petites réflexions…”.
24
Cabe preguntarse si la disposición de los grabados a lo largo del libro es aleatoria u obedece a
determinada necesidad temática, además de responder a una consonancia global. Aunque no sea
posible una respuesta taxativa, en cualquier caso, el lector es “guiado” por un orden texto-gráfica
concreto, de modo que su sensibilidad, inevitablemente, une lo inmediatamente contiguo. El lector,
por otra parte, tiene siempre derecho a poner en juego su imaginación y, en el caso de los libros
ilustrados, es, precisamente, uno de los sentidos de la colaboración entre creadores el de multiplicar
los ecos.
25
Se trata de dos durmientes: el brazo y la mano de uno de ellos recuerdan poderosamente la
famosa escultura Ilarik (1951, primera obra abstracta en hierro).
escultor declara en 1959 (Esteban, 1971: 11) haber dibujado hasta esa fecha muchas
manos26. Ese año el autor, que durante un largo periodo había evitado el contacto
con lo griego, se queda fascinado en el Louvre ante la mano derecha de la Victoria
de Samotracia27, descubierta en 1950 por Charbonneaux y expuesta a partir de 1954.
Esto lo lleva a reconciliarse con la luz y las formas griegas sin sentirse amenazado
por una posible influencia negativa de éstas y a viajar a Grecia con Dupin y
Clayeux en 1963. Los dibujos de manos continúan en los sesenta y desde inicios de
los setenta empiezan a aparecer las manos grabadas28. Cabe preguntarse si son las
suyas manos griegas. La claridad de su dibujo, la importancia del contorno, la
ausencia de toda sombra, la sutilidad de los pliegues, hacen pensar en los dibujos de
los vasos áticos de figuras rojas. Parece como si Chillida, que se sabe artífice, como
él mismo expresa, de la “luz negra”, vasca, atlántica y acepta este destino desde
Ilarik (1951), hubiese decidido guardar una parte griega, clara, al dibujar las manos.
Por otra parte, sus alabastros de los años sesenta son igualmente una reconciliación
con el mundo griego, estudios de la relación entre materia y luz, blanca en Grecia,
gris en el Cantábrico29.
Las manos de Chillida presentan una enorme variedad formal pero
indudablemente una disposición prevalece en ellas: la de la mano entreabierta. El
autor busca el hueco, la concavidad de la mano, el espacio imaginario detrás de
unos dedos que se tocan, que se cierran parcialmente.
Como indica Schmalenbach, en las manos de Chillida (dibujadas, pero lo mismo
vale para las grabadas) no se da una búsqueda de mensaje y aún menos de pathos:
En su tratamiento artístico, los valores psíquicos o expresivos de la mano, cualquiera que éstos
sean, no tienen relevancia. Para Chillida, las manos son básicamente dos cosas: fenómenos de
movimiento y fenómenos de espacio. Y sólo como tales atraen reiteradamente nuestra atención [...].
Ningún otro artista, a lo largo de la historia, ha abordado este tema con pareja intensidad [...], no
existe un ejemplo igual en el que la mano constituya un tema per se [...]. Sus manos no expresan
nada, no son signos de nada, sino, pura y simplemente, formas en el espacio [...]. El juego
dinámico de [los] pliegues [de la mano] es lo que fascina a Chillida. [El autor] elige en ocasiones
complicadas posturas de los dedos con objeto de acentuar su carácter de acontecer en el espacio
[...]. Las manos aparecen en fragmentos, no sólo están separadas del cuerpo sino que también ellas
se deshacen [...] se desprecia la unidad orgánica [...]. Como escultor, Chillida no se ha ocupado de
la mano [...]. Su obra toda se funde en la naturaleza. Sus propias manos serían para nuestro artista
_____________
26
Maderuelo (2003b: 14) afirma que los dibujos (sin contar los grabados) de manos de Chillida
son, en total, más de trescientos.
27
Dice Claude Esteban (1971: 13) a propósito de ésta: “Cette main, que Chillida a reconnue, est
bien autre chose qu’une forme admirable […]. Elle semble ignorer […] l’antagonisme entre l’être-là
disparate et la pensée, la matière nocturne et le signe. Mais Chillida le sait aussi: elle est un ‘don du
ciel’. Non le fruit d’un savoir, mais une Grâce –accordée à ceux-là seuls que Chillida appelle des
hommes de rupture”.
28
En total Chillida hizo 56 grabados de manos entre 1971 y el año 2000, según puede verse en los
cuatro volúmenes del catálogo completo de la obra gráfica (Koeler, 1996-2001).
29
Respecto a la mano del Louvre y la relación con Grecia cfr. Chillida (2003: 35-38).
el pedazo de naturaleza más próximo. De aquí extrae Chillida fuerzas y conocimientos que, en
definitiva, también enriquecen sus esculturas (Schmalenbach, 1979: 3-5).
Es posible que esta idea sobre el origen iconográfico de buena parte de la obra
del autor sea arriesgada y difícil de aplicar en muchos casos, pero es innegable que
la forma de la mano, de los dedos, los óvalos de las uñas, las líneas del contorno del
puño, etc., pueden rastrearse en bastantes grabados puramente abstractos. Por otra
parte, si nos es permitido desarrollar como juego la imagen de la mano del niño31,
_____________
30
Cfr. también la introducción del autor al catálogo ya citado (Maderuelo, 2003b), del que el texto
de la revista de la Fundación Juan March es un amplio resumen.
31
No se puede no citar al menos las palabras finales de Henri Focillon en su célebre ensayo de
1934 Éloge de la main: “La main arrache le toucher à sa passivité réceptive, elle l’organise pour
l’expérience et pour l’action. Elle apprend à l’homme à posséder l’étendue, le poids, la densité, le
nombre. Créant un univers inédit, elle y laisse partout son empreinte. Elle se mesure avec la matière
qu’elle métamorphose, avec la forme qu’elle transfigure. Éducatrice de l’homme, elle le multiplie dans
l’espace et dans le temps” (Focillon, 1981: 128).
_____________
32
No es la primera vez que Chillida usa textos en espejo. Varios grabados de manos los incorporan
con anterioridad.
33
No es una bi-esku, una doble mano, como otras realizadas por el autor.
anulación, en Chillida es sólo cinco dedos que serenamente unen sus puntas. Y esta
relación irradia.
El cuarto aguafuerte presenta una mano izquierda semicerrada y un tanto
contorsionada por un leve giro hacia arriba, elemento de tensión que se alía al
carácter siempre incompleto del dibujo. Chillida raramente dibuja una mano entera,
lo hace de forma, podríamos decir, fragmentaria, como indicaba Schmalenbach
(vide supra). La mano en sí es ya un fragmento, una parte esencial y misteriosa del
hombre al que queda evocando (recordemos la potencia de la mano aislada del
Louvre o la de las manos prehistóricas) y este carácter se intensifica más aún, como
decimos, por su factura parcial e inconclusa. Volvemos a observar, por otra parte, la
falta de realismo por la posición imposible de los dedos meñique y anular. Los
dedos se reúnen intentando aferrar algo con las últimas falanges. Dentro del
rectángulo del grabado se incluye la impresión de la octava parte del primer poema
del libro (es decir, el texto no está integrado en la plancha, como en el frontispicio):
“Main serrée sur sa faim”. La expresión “rester sur sa faim”, que significa quedar
insatisfecho, se transforma aquí para mostrarnos en esta metáfora global una mano
que busca y no encuentra.
Las secciones XI y XII del primer poema (núcleo originario del libro, no lo
olvidemos) aportan una dimensión cósmica. El universo atraviesa la mano para
luego caer, con ella, en el abismo. Una mano que parece sostenerlo todo sin en
realidad sostener nada. El libro, la creación del hombre, la interpretación continua
del mundo, se equiparan en elipsis con la noche estrellada, que Jabès sitúa en caída
o en catástrofe. La sección XIII, en página par, se acompaña en la impar de la mano
más hermosa del libro, cuya plancha, como dijimos, está cortada en su parte inferior
figurando la base de aquélla y cuya huella en el papel la dibuja. El texto une la idea
de luz a la de polvo, a la del origen de todo lo que existe, a la materia primera y la
fusión atómica de las partículas. Luego la referencia de nuevo, en este memento
mori, al término, al colapso gravitatorio de las estrellas y al final de la luz. La mano
de Chillida, quinta de la serie, se alza, aparece en vertical, esboza quizás un gesto de
autoprotección. Vuelve a ser una mano imposible: cada dedo parece tener una vida
autónoma, girar con independencia de las leyes del movimiento del cuerpo. En
cualquier caso, vuelve a aferrar levemente el espacio. Chillida se declara
“enamorado del espacio” (Calvo Serraller et al., 1996: 103). El espacio es el aire, es
la materia rápida (en palabras del escultor34) y también el vacío taoísta, el espíritu,
el misterio.
_____________
34
Por ejemplo en Chillida (2005: 54): “El diálogo limpio y neto que se produce entre la materia y
el espacio, la maravilla de ese diálogo en el límite, creo que en una parte importante se debe a que
quizás el espacio es una materia muy rápida, o bien la materia es un espacio muy lento”.
Aquí se cierra el primer poema. Éste, como hemos dicho, recibe cinco grabados
de los siete del libro. El resto, la mayor parte de él, sólo incluye dos35. Los otros tres
poemas de la primera parte sólo son acompañados por un grabado de cierre. El
último de estos poemas, “Toujours cette image”, lleno de un aire de esperanza,
habla de unas manos que se unen y se elevan escapando al peso terreno. El grabado
que sigue a estas palabras, sexto del conjunto, es el de una mano derecha en la que
sólo se aprecia el pulgar. Los otros dedos, cerrados, se presentan exclusivamente
por la línea de su contorno exterior como conjunto, creando de nuevo una fuerte
sensación de extrañeza. “Rondes mains comblées”. Mano que al fin se cierra sobre
algo, aunque sea sobre “la page froissée” (Jabès, 1990: 376).
Es posible que Jabès tuviera en mente el poema de García Lorca, basado en el
amor y el misterio, “Casida de la mano imposible”, perteneciente al Diván del
Tamarit36, cuando escribió su libro. Reproduzco algunos versos: “Yo no quiero más
que una mano, / una mano herida, si es posible. / Yo no quiero más que una mano, /
aunque pase mil noches sin lecho / [...] / sería el guardián que en la noche de mi
tránsito / prohibiera en absoluto la entrada a la luna. / [...] / Yo no quiero más que
esa mano / para tener un ala de mi muerte” (García Lorca, 1981: 86). El título del
primer poema de la segunda parte de La Mémoire et la Main, “Main douce à la
blessure même”, podría ser una variación sobre Lorca como eco en la memoria.
En Jabès, el dolor y el misterio son los goznes sobre los que gira su universo de
manos 37 . “Tant de larmes dans une main / pour abreuver la mort”. “Une main,
surgie du néant, / surplombe nos tombes”. El vértigo de la existencia indigente, de
la sed, de la muerte y del vacío se resumen en este nudo metafórico. Lanza su
interrogación sobre la muerte desde la realidad del desierto como patria y Chillida,
hombre religioso, responde con la sutilidad de una obra que se mueve, igualmente,
en los límites y en la indagación, no en la afirmación.
El único grabado de la segunda parte se sitúa al final del poema “Le trou”. Esta
séptima es una mano derecha en la que la punta del pulgar busca el extremo del
anular, sobresaliendo por en medio, hacia el centro de la palma, el dedo corazón. A
la izquierda, el límite de la mano está figurado con una doble línea, lo que por un
instante crea la ilusión de la presencia de dos manos. Chillida no dibuja nunca las
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35
Lo que justifica la decisión, en la edición de 1987, como decíamos, de llevar uno al final de la
segunda parte.
36
Libro publicado póstumo, en 1940, en Buenos Aires y Nueva York. Escrito probablemente entre
1931 y 1934 e inspirado en parte (a un nivel de superficie) por los Poemas arábigoandaluces
publicados en 1930 por Emilio García Gómez. La poesía completa de Lorca traducida al francés
estuvo disponible en Gallimard en la primera mitad de los años cincuenta.
37
No es ahora nuestro propósito hacer un recorrido de las líneas temáticas del libro y establecer
sus relaciones, aunque sí querría mencionar, por su importancia, las referencias a la crueldad humana,
a la mano que sangra por la violencia. “Mains contre mains. / Toute la vie —ô ce sang !— / s’égoutte
d’une main ouverte” (Jabès, 1990: 380). El título de la segunda parte y última frase del libro es una
proclama: “le sang ne lave pas le sang” (Jabès, 1990: 377 y 391).
líneas de la palma ni las del centro de los dedos. El juego de líneas interiores no le
interesa en absoluto. Un espacio limpio parece circular entre esas manos
entreabiertas que tienden a un grado de transparencia. “Le vide, le vide toujours en
deçà” (Jabes, 1990: 386) es el verso que precede el aguafuerte y el final del poema.
Me gustaría terminar con unas rápidas referencias a otras colaboraciones de
Chillida con poetas de lengua francesa38: André Frénaud (1966), Charles Racine
(1975), Édith Boissonas (1975), Jacques Dupin (1986) e Yves Bonnefoy (1986 y
1990)39.
En el primer caso, primer libro encargado a Chillida por Maeght, se trata de una
obra impresionante desde que se abre su caja y aparece una carpeta color crema con
un gofrado en relieve positivo ocupando toda la parte superior. Los grabados (nueve
aguafuertes) de una gran fuerza expresiva van siempre solos en la página con la
particularidad, en dos ocasiones, de ocupar la doble página. Los poemas fueron
compuestos en Caslon Elzevir, un hermoso carácter de transición, aunque quizás se
usó un cuerpo, el 28, excesivamente grande para un formato de 36 x 30 cm.
En 1975 aparece la colaboración con el poeta de origen suizo Charles Racine, de
formato más pequeño de lo habitual para los libros de bibliofilia, 23,5 x 18 cm, con
cuatro potentes grabados aislados en la página. También en este año, colabora con
Édith Boissonas en la serie Paroles Peintes de O. Lazar-Vernet, reunión de artistas
plásticos y escritores que desde 1962 a 1975 conoció cinco números. Éste es el
quinto, con aguafuertes originales de Miró, Chillida, Bryen, Ubac, Bona, Matta,
Lepatre, Tàpies y Wilfredo Lam ilustrando a Yves de Bayser, É. Boissonas,
Guillevic, A. Liberati, Pieyre de Mandiargues, Bernard Noël, Ponge, D. Roche y J.
Stefan. En hermoso papel vélin de Arches, con un formato de 38 x 28, fue tirado a
132 ejemplares.
En 1986 se publica Les mères, de Jacques Dupin, en Fata Morgana. En la
información de la tirada incluida en el libro se nos dice que se habrían hecho 75
ejemplares réimposés (de mayor formato) con cinco grabados originales del
escultor. El resto de la edición hasta mil ejemplares se hizo en un papel verjurado
color marfil formato de 22 x 14 cm con reproducción de los originales. Estos datos
(también recogidos en diversos catálogos y bibliografías) contienen dos errores: las
ilustraciones de la obra (edición normal) no son reproducción de grabados sino de
dibujos y, además, no llegó a hacerse tirada de bibliofilia con grabados originales,
según información directa del grabador y de la dirección de la editorial 40 . En
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38
En el catálogo Biblioteca Nacional (2007) se reflejan sólo las ediciones con obra original, de
bibliofilia. La colaboración con la poeta suiza Boissonas no se incluye, evidentemente, por no tratarse
de un libro completo sino de una parte. Tampoco aparece el libro de Dupin por no cumplir la
condición inicial (vide infra).
39
Cfr. sobre las analogías estéticas entre Bonnefoy y Chillida el artículo de Martínez (1995).
40
Al no poder encontrar ejemplares de esa tirada de tête y al no hallar en el catálogo razonado de
la obra grabada ninguna mención de ellos, me puse en contacto con Ignacio Chillida, quien me
informó de que no se habían realizado grabados sino que se enviaron dibujos y que no recordaba que
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Biblioteca Nacional. Área de publicaciones, (2007) Los libros de artista de Chillida.
Madrid, Biblioteca Nacional.
Boissonas, É. et al., (1975) Paroles Peintes V. París, O. Lazar-Vernet.
Bonnefoy, Y., (1986) Le miracle du feu. París, F. B.
Bonnefoy, Y., (1990) Une Hélène de vent ou de fumée. París, F. B.
Cahen, D., (1991) Edmond Jabès. París, Belfond.
Calvo Serraller, F., Chillida, E. & J. A. Valente, (1996) “El arte como vacío” in
Revista de Occidente. Nº 181, pp. 99-117.
Chillida, E. et al., (2003) Elogio del horizonte. Barcelona, Destino.
Chillida, E., (2005) Escritos. Madrid, La Fábrica.
Departamento Cultural Caja de Ahorros Vizcaína, (1982) Hatz. El taller
calcográfico de Ignacio Chillida. Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína.
Dupin, J., (1986) Les mères. Saint-Clément-de-Rivière, Fata Morgana.
Esteban, Cl., (1971) Chillida. París, Maeght.
Férnandez, A., Jabès, E. et al., (1985) Chillida. Europalia ’85 España. Bruselas,
Musée d’Art Moderne.
Focillon, H., (1981) Vie des formes, suivi de Éloge de la main. París, PUF.
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se hubiese hecho edición alguna de bibliofilia. David Massabuau, director de Fata Morgana, me
comunicó que, a lo que parece, la tirada de lujo nunca existió.
41
Consultadas en Hernani, en Chillida Leku, y en París, en la Bibliothèque Jacques Doucet.