Que Paso Con La Economia Financiera Despues de La Crisis 2008

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ENSAYO: ¿QUÉ PASÓ CON LA ECONOMÍA FINANCIERA DESPUÉS DE LA CRISIS

INMOBILIARIA DEL 2008?

La crisis económica mundial ha hecho tambalear la fe de los economistas en la


infalibilidad de los mercados, del cual surge el error fundamental que fue creer que había
agentes racionales individuales que básicamente se auto disciplinarían, es decir, buscan
la eficiencia en su decisión. El supuesto principal era la “racionalidad” de los agentes
económicos y la evidencia empírica muestra que los agentes individuales no siempre son
racionales, y eso los modelos económicos no lo tuvieron en cuenta.

Luego los modelos básicamente decían que cuando se suman todas estas decisiones
individuales, se llega a algo que tiene sentido., pero lo que ocurre es que si los individuos
se comportan irracionalmente el sistema se puede desbaratar. Y se desbarató. Ahora, los
economistas se dan cuenta de que la eficiencia de los mercados es discutible.

Actualmente se enfoca el fracaso del mercado desde una óptima significativamente


distinta. ¿Por qué se suponía que los mercados tienen información completa? En la
mayoría de los casos no la tienen, o si la tienen, hay agentes que no le prestan atención.
Sea cual fuera la razón, se tiene que suponer que los desenlaces posiblemente no serán
óptimos, ese es el cambio que sugiere la nueva teoría económica financiera.

Con la crisis del 2008 han salido a relucir los términos  “economía real” y “economía
financiera”, dos clases de economías diferentes pero interdependientes. Esta es la
nueva arista que se tiene en cuenta en la nueva teoría económica financiera, después
de la crisis.
En primer lugar aclarar que la crisis inmobiliaria del 2008 es financiera pero que se ha
extendido a la economía real, toda vez que la economía real necesita de la economía
financiera para poder operar plenamente.
La economía financiera es aquella economía basada en el sistema financiero, en los
papeles comerciales, en bonos y títulos valores, acciones, inversiones, etc., la cual es
especulativa, de allí la actual crisis, puesto que todo se basa en valores subjetivos. Hoy
una acción puede valer un dólar y mañana por simple manejo especulativo (ya sea
económico, social o político) puede valer 50 dólares o no valer nada. La economía
financiera fácilmente se evapora, sube o baja como por arte de magia debido a su
característica de alta volatilidad. Un rumor basta para que el desastre se haga presente
sin avisar.
La economía real son las industrias, las fábricas, el comercio, la agricultura, la explotación
de materias primas, la de trabajo duro, es mucho más estable puesto que está
fundamentada en un cúmulo de trabajo y capital ciertos, nada es ficticio.
La economía real requiere años de esfuerzo y grandes capitales para surgir. La economía
financiera puede crecer de un momento a otro sin que sea necesario un enorme esfuerzo.
El estado de ánimo de los participantes de economía financiera es suficiente para que de
un día para otro todo sea prosperidad. Lo mismo para que todo sea un fracaso.
Lo que ha pasado con la crisis del 2008, es que durante años se presentó una enorme
especulación en la economía financiera, acciones e inversiones multiplicaran su valor en
muy poco tiempo, hasta el momento en que se descubrió que todo no había sido más que
una especulación, un espejismo.
Al presentarse crisis en la economía financiera, se afectó también la economía real,
puesto que esta se quedó sin liquidez y sin clientes, ya que la crisis financiera destruyó
empleos y capital, y lo peor de todo, destruyo la confianza de inversionistas y de
consumidores, y la economía real precisamente necesita de consumidores y de
inversionistas.
Es por ello que los países que basan su PIB en la economía real y no en la economía
especulativa financiera, resultaron menos afectados por la crisis.
Igual les pasó a las personas. Aquellas que tenían invertido su capital en acciones y
bonos, perdieron casi todo. Pero quienes teínas su capital invertido en bienes raíces y
otros componentes de la economía real, sobrevivieron. Sus activos perdieron valor pero
se conservaron.
Para el caso de Perú, se financió el programa de estímulo económico con ahorros de
años previos, con lo cual no hubo necesidad de aumentar el endeudamiento; es decir,
mantuvo la solidez macroeconómica en un entorno mundial caracterizado por lo contrario.
Una crisis financiera puede afectar a la economía real mediante diversos canales. El
primer canal procede del denominado efecto riqueza financiera e inmobiliaria. El segundo
canal es el derivado del “acelerador financiero” que muestra que el efecto riqueza anterior
puede resultar amplificado a través de otros canales financieros; acelerando y
potenciando la recesión económica. El tercer canal es resultado del proceso de
desapalancamiento tanto de los bancos como de las operaciones creadas fuera de sus
balances, que al contraer su volumen de crédito o credit crunch tiene un efecto directo
sobre toda la actividad económica (De La Dehesa, 2009).
Con respecto al primer canal (efecto riqueza), al subir el precio de los activos financieros,
empresas y familias se consideran más ricos y tienden a consumir una parte de aquellos
aumentos; ocurriendo el efecto contrario cuando los precios de los activos caen. De este
modo, la contracción de la riqueza producida por la crisis financiera obliga a familias y
empresas a reducir el consumo, ya que su caída proviene, en buena parte, de la
reducción de la riqueza inmobiliaria en países que habían desarrollado una burbuja
inmobiliaria en torno a los precios de las viviendas a lo largo de los últimos años.

En relación con el segundo canal (acelerador financiero), cuando se derrumban los


precios de los activos, el efecto negativo de la riqueza sobre la demanda puede resultar
amplificado por el acelerador financiero, generando una severo caída del producto.

En cuanto al tercer canal (desapalancamiento), estudios recientes advierten que el sector


financiero ha experimentado un aumento mucho más significativo que otros sectores en
las últimas décadas, fruto de un proceso de apalancamiento (Medialdea y Álvarez, 2008).
Con la aparición de una crisis, una entidad con un alto nivel de apalancamiento y que
tenga una fracción de sus activos deteriorados, puede ser conducida a una situación de
insolvencia, ya que necesita ajustar sus ratios obligatorios de capital. Esto, puede llevar a
que otras instituciones hagan lo mismo, generando una “cascada de apalancamiento”.

Al reducir la riqueza de empresas y familias, estas pasan a tener una solvencia menor,
restringiendo el acceso al crédito o aumentando su coste, lo que reduce su capacidad de
consumir o invertir. Esto puede inducir una desaceleración económica que eleva el
impago de los préstamos, provocando más pérdidas al sector financiero; lo que reduce
todavía más el crédito, produciendo un círculo vicioso altamente peligroso, que agrava y
amplifica la recesión económica.

En el desapalancamiento, todos los activos resultan afectados, pues se trata de evitar la


insolvencia causada por el excesivo endeudamiento, en una coyuntura donde no es más
posible refinanciar las deudas, lo que conduce a un credit crunch que tiene un efecto
negativo sobre el consumo y las inversiones, con consecuencias prolongadas sobre toda
la actividad económica (Bayoumi y Melander, 2008; Swiston, 2008).

Concluyendo, a partir de lo señalado, la teoría financiera precisa que debe


preguntarse por el papel de los agentes en un sistema económico, aludiendo a la
voracidad extrema por el beneficio de unos pocos especuladores o de bancos, como
personificación del especulador financiero como causas esenciales de la crisis. Pero
resulta que el afán ilimitado de ganancias, y por supuesto con la mayor rapidez posible, es
un rasgo propio del capitalismo. Más bien, se debe de relacionar la expansión bursátil o
inmobiliaria en su relación con la producción de excedente (economía financiera con
economía real), porque la expansiones financieras y las burbujas a ellas asociadas no son
independientes del proceso de valorización productiva sobre el que en última instancia
descansan.
Por tanto, se debe tener en cuenta que es la existencia de una serie de problemas en
el ámbito de la producción, donde se genera el excedente de la sociedad, la que lleva a
estos episodios especulativos, de burbujas, de desequilibrios sectoriales. Y ello no entra
en contradicción con observar que la desregulación financiera desde luego no sigue las
prescripciones de los libros de texto: asignación eficiente de recursos, obtención del nivel
de riesgo elegido, etc.

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