Que Paso Con La Economia Financiera Despues de La Crisis 2008
Que Paso Con La Economia Financiera Despues de La Crisis 2008
Que Paso Con La Economia Financiera Despues de La Crisis 2008
Luego los modelos básicamente decían que cuando se suman todas estas decisiones
individuales, se llega a algo que tiene sentido., pero lo que ocurre es que si los individuos
se comportan irracionalmente el sistema se puede desbaratar. Y se desbarató. Ahora, los
economistas se dan cuenta de que la eficiencia de los mercados es discutible.
Con la crisis del 2008 han salido a relucir los términos “economía real” y “economía
financiera”, dos clases de economías diferentes pero interdependientes. Esta es la
nueva arista que se tiene en cuenta en la nueva teoría económica financiera, después
de la crisis.
En primer lugar aclarar que la crisis inmobiliaria del 2008 es financiera pero que se ha
extendido a la economía real, toda vez que la economía real necesita de la economía
financiera para poder operar plenamente.
La economía financiera es aquella economía basada en el sistema financiero, en los
papeles comerciales, en bonos y títulos valores, acciones, inversiones, etc., la cual es
especulativa, de allí la actual crisis, puesto que todo se basa en valores subjetivos. Hoy
una acción puede valer un dólar y mañana por simple manejo especulativo (ya sea
económico, social o político) puede valer 50 dólares o no valer nada. La economía
financiera fácilmente se evapora, sube o baja como por arte de magia debido a su
característica de alta volatilidad. Un rumor basta para que el desastre se haga presente
sin avisar.
La economía real son las industrias, las fábricas, el comercio, la agricultura, la explotación
de materias primas, la de trabajo duro, es mucho más estable puesto que está
fundamentada en un cúmulo de trabajo y capital ciertos, nada es ficticio.
La economía real requiere años de esfuerzo y grandes capitales para surgir. La economía
financiera puede crecer de un momento a otro sin que sea necesario un enorme esfuerzo.
El estado de ánimo de los participantes de economía financiera es suficiente para que de
un día para otro todo sea prosperidad. Lo mismo para que todo sea un fracaso.
Lo que ha pasado con la crisis del 2008, es que durante años se presentó una enorme
especulación en la economía financiera, acciones e inversiones multiplicaran su valor en
muy poco tiempo, hasta el momento en que se descubrió que todo no había sido más que
una especulación, un espejismo.
Al presentarse crisis en la economía financiera, se afectó también la economía real,
puesto que esta se quedó sin liquidez y sin clientes, ya que la crisis financiera destruyó
empleos y capital, y lo peor de todo, destruyo la confianza de inversionistas y de
consumidores, y la economía real precisamente necesita de consumidores y de
inversionistas.
Es por ello que los países que basan su PIB en la economía real y no en la economía
especulativa financiera, resultaron menos afectados por la crisis.
Igual les pasó a las personas. Aquellas que tenían invertido su capital en acciones y
bonos, perdieron casi todo. Pero quienes teínas su capital invertido en bienes raíces y
otros componentes de la economía real, sobrevivieron. Sus activos perdieron valor pero
se conservaron.
Para el caso de Perú, se financió el programa de estímulo económico con ahorros de
años previos, con lo cual no hubo necesidad de aumentar el endeudamiento; es decir,
mantuvo la solidez macroeconómica en un entorno mundial caracterizado por lo contrario.
Una crisis financiera puede afectar a la economía real mediante diversos canales. El
primer canal procede del denominado efecto riqueza financiera e inmobiliaria. El segundo
canal es el derivado del “acelerador financiero” que muestra que el efecto riqueza anterior
puede resultar amplificado a través de otros canales financieros; acelerando y
potenciando la recesión económica. El tercer canal es resultado del proceso de
desapalancamiento tanto de los bancos como de las operaciones creadas fuera de sus
balances, que al contraer su volumen de crédito o credit crunch tiene un efecto directo
sobre toda la actividad económica (De La Dehesa, 2009).
Con respecto al primer canal (efecto riqueza), al subir el precio de los activos financieros,
empresas y familias se consideran más ricos y tienden a consumir una parte de aquellos
aumentos; ocurriendo el efecto contrario cuando los precios de los activos caen. De este
modo, la contracción de la riqueza producida por la crisis financiera obliga a familias y
empresas a reducir el consumo, ya que su caída proviene, en buena parte, de la
reducción de la riqueza inmobiliaria en países que habían desarrollado una burbuja
inmobiliaria en torno a los precios de las viviendas a lo largo de los últimos años.
Al reducir la riqueza de empresas y familias, estas pasan a tener una solvencia menor,
restringiendo el acceso al crédito o aumentando su coste, lo que reduce su capacidad de
consumir o invertir. Esto puede inducir una desaceleración económica que eleva el
impago de los préstamos, provocando más pérdidas al sector financiero; lo que reduce
todavía más el crédito, produciendo un círculo vicioso altamente peligroso, que agrava y
amplifica la recesión económica.