El Significado de Ambas Fiestas También Es Distinto

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El significado de ambas fiestas también es distinto.

Mientras Halloween busca

celebrar la cercanía entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, Todos

los Santos buscan venerar a todos los santos que no cuentan con una festividad

propia en el calendario litúrgico. Es precisamente por esto que se considera que

Halloween es una celebración pagana y Todos los Santos una celebración

cristiana.

En los países con una fuerte tradición cristiana, el Día de Todos los Santos suele

ser un día festivo no laborable. Sin embargo, Halloween es un día común, en el

que los negocios atienden con normalidad.

Muchas personas también suelen confundir algunas características de Halloween

con las del Día de los Difuntos. Sin embargo, estas festividades tampoco son

iguales. Por ejemplo, las tradicionales máscaras y los disfraces del Día de los

Difuntos suelen representar homenajear a un fallecido, mientras que los disfraces

de Halloween suelen abarcar diversos temas y solo buscan diversión.

Aunque a muchos no le gusta la idea, las celebraciones de Todos los Santos y

Halloween en Bolivia están iniciando una convivencia armónica cada año.

La noche del 31 de octubre, fecha de Halloween, víspera la celebración de Todos

los Santos, en la ciudades, una crecida cantidad de niños salen a las calles,

especialmente de las zonas y algunos otros sitios del centro, disfrazados de

personajes de terror con sus calabazas de plástico para llenar de dulces. Sus

padres y familiares son quienes les animan en la costumbre más propia de los

países del norte de América, no necesitan mucha preparación para ello sólo un

disfraz y las ganas de pedir dulces o asustar. Al llegar la media noche esa
“costumbre” termina.

Al día siguiente, dentro de las costumbres de la celebración de Todos los Santos,

en Bolivia, se dispone una mesa para recibir a las almas de los difuntos que,

según la tradición, llegan al mundo terrenal para compartir con los vivos. La mesa

es una especia de altar con pan en figuras de personas, animales y objetos, con

fruta, flores, velas, comida, golosinas y algunos otros alimentos del gusto del

difunto. Las tradiciones de este festejo católico se dan hasta el día siguiente

cuando se recoge la mesa y se lleva los alimentos a un cementerio donde se la

reparte a cambio de oraciones para los fallecidos.

Aunque muchos dicen que la tradición de Todos los Santos del país está siendo

relegada ante el ingreso de Halloween y que incluso podría remplazarla; una se da

antes que la otra, y como ocurre desde hace algunos años, ambas se celebran sin

problemas.

Sin embargo, es muy cierto que depende de la familia el inculcar a los niños las

tradiciones bolivianas, si no se desea que se pierdan. Todos los Santos es una

tradición que se prepara con varios días de anticipación al 1 de noviembre, incluso

semanas, con la realización de las masitas. Una festividad con muchos matices y

colorido, muy rica en costumbres.

Quiérase o no Halloween va adquiriendo más fuerza cada año, especialmente con

los niños y las fiestas de disfraces; sin embargo, muchos no saben que sus raíces

están vinculadas con la festividad de Todos los Santos y por ello se celebra en sus

vísperas. Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el otro

mundo estrechaba permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos)

pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras

que los espíritus dañinos eran alejados.

Las circunstancias se dan para que la costumbre anglosajona se sitúe en Bolivia;


sin embargo, es muy importante que los niños sepan cuáles son sus raíces y los

países donde se la realiza. A diferencia de Halloween, Todos los Santos no se

trata de un juego, es más espiritual y hace que una persona prepare con cariño la

mesa para algún ser querido que ya no está en el mundo terrenal

El 1º de noviembre, a mediodía; las familias de los difuntos alistan una mesa sobre la cual
disponen un mantel (blanco si el difunto es un niño, negro si el difunto es adulto) y encima de
la mesa se pone objetos simbólicos (platos de comida, fruta, masitas, dulces, flores, la caña de
azúcar, bebidas, vino, etc.); también se pone una foto del ser recordado y varias velas.

En esta festividad, algo muy distintivo se pone en la mesa, son las T`antawawas (niños de pan),
los cuales se hacen de distintos tamaños; también se realizan escaleras, caballos, la cruz, todo
hecho de pan, de esta manera los difuntos se sirven lo que se encuentra en la mesa, ya que se
supone encuentran en la mesa, lo que más les gustaba en vida.

A mediodía, del 2 de noviembre, empieza el ritual de despedir a las almas que deben regresar
al mundo subterráneo, esto se acompaña de una comida abundante, porque el muerto
necesita mucha energía para su viaje de vuelta.

Esta festividad es muy tradicional en Bolivia, y las familias más tradicionales la realizan con
mucha fe y alegría, porque saben que sus seres queridos, que ya han partido de este mundo,
los visitaran.

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