Particulas Alfa

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Partículas alfa

Las partículas alfa (α) son núcleos del todo ionizados, o sea, sin su envoltura de
electrones que corresponde, de helio-4 (4He). Se crean usualmente en actitudes
nucleares o desintegración radiactiva de otros nucleidos que se transmutan en
recursos más ligeros por medio de la emisión de dichas partículas.
Además, el análisis de la radiación alfa es interesante gracias a las múltiples
aplicaciones que muestra esta radiación. Entre ellas permanecen los detectores
de humo, los dispositivos antiestáticos o los generadores termoeléctricos, donde la
desintegración alfa puede usarse como fuente de energía.
Debido al mecanismo de su producción en la desintegración radiactiva alfa
estándar, las partículas alfa principalmente poseen una energía cinética de
alrededor de 5 MeV y una rapidez cercana al 4% de la rapidez de la luz. Son una
forma enormemente ionizante de radiación de partículas y, una vez que son
resultado de la desintegración alfa radiactiva, principalmente poseen una hondura
de penetración baja (detenida por unos pocos cm de viento o por la dermis).
No obstante, las denominadas partículas alfa de extenso alcance de la fisión
ternaria son 3 veces más energéticas y penetran 3 veces más. Los núcleos de
helio que conforman el 10-12% de los relámpagos cósmicos además acostumbran
a tener una energía muchísimo más alta que los elaborados por los procesos de
desintegración nuclear y, por consiguiente, tienen la posibilidad de ser
enormemente penetrantes y capaces de atravesar el cuerpo y además varios
metros de blindaje sólido denso, dependiendo en su energía. En menor medida,
esto además es cierto para los núcleos de helio de bastante alta energía hechos
por aceleradores de partículas.
Ciertos autores científicos usan "núcleos de helio doblemente ionizados" (He2+) y
"partículas alfa" como términos intercambiables. La nomenclatura no está bien
determinada, por lo cual no todos los núcleos de helio de alta rapidez son
considerados por todos los autores como partículas alfa.
De esta forma, las partículas alfa tienen la posibilidad de usarse vagamente como
término al referirse a las actitudes de los núcleos de helio estelares (por ejemplo,
el procesos alfa), e inclusive una vez que se generan como elementos de los
relámpagos cósmicos. No obstante, los núcleos de helio elaborados por
aceleradores de partículas como ciclotrones, sincrotrones y semejantes son
menos susceptibles a ser llamados "partículas alfa".
La fuente más notoria de partículas alfa es la desintegración alfa de los átomos
más pesados (> 106 u de peso atómico). Una vez que un átomo emite una
partícula alfa en la desintegración alfa, el número de masa del átomo reduce en 4
gracias a la pérdida de los 4 nucleones de la partícula alfa. Las partículas alfa son
emitidas habitualmente por todos los núcleos radiactivos mayores, como el uranio,
el torio, el actinio y el radio, así como por los recursos transuránicos. Los núcleos
más pequeños que se han encontrado hasta la fecha capaces de producir alfa son
el berilio-8 y los nucleidos más ligeros de telurio (elemento 52), con números de
masa entre 104 y 109.
La desintegración alfa es el resultado de la repulsión de Coulomb6 entre la
partícula alfa y lo demás del núcleo, que poseen los dos una carga eléctrica
positiva, empero que es mantenida a raya por la fuerza nuclear. En física
tradicional, las partículas alfa no poseen suficiente energía para huir del pozo de
potencial de la fuerza profundo dentro del núcleo (este pozo involucra huir de la
fuerza profundo para subir por un lado del pozo, lo cual es seguido por la fuerza
electromagnética que causa un empuje repulsivo hacia el otro lado).
Desde este punto, las partículas alfa tienen la posibilidad de huir.
En este proceso, se generan 3 partículas cargadas desde el acontecimiento en
vez de ambas tradicionales, siendo la más pequeña de las partículas cargadas
bastante posiblemente (90% de probabilidad) una partícula alfa. Dichas partículas
alfa se llaman "alfa de extenso alcance", debido a que con su energía clásica de
16 MeV, se hallan a una energía bastante mayor a la que se crea en la
desintegración alfa. Tanto en la fisión inducida como en la espontánea, las más
grandes energías accesibles en los núcleos pesados otorgan sitio a alfas de
extenso alcance de más grande energía que las que proceden de la
desintegración alfa.
Además, los núcleos de helio de energía drásticamente alta, algunas veces
llamados partículas alfa, conforman entre el 10 y el 12% de los relámpagos
cósmicos.
Ejemplo de selección de nucleidos radiactivos con las primordiales energías de
partículas alfa emitidas representadas ante su número atómico.
La energía de la partícula alfa emitida en la desintegración alfa es dependiente
sutilmente de la vida media del proceso de emisión, con diferencias de varias
directivas de intensidad en la vida media que se asocian con cambios de energía
de menos del 50%, mostrados por la ley de Geiger-Nuttall.
La energía de las partículas alfa emitidas cambia, siendo las partículas alfa de
más grande energía las emitidas por núcleos mayores, sin embargo, la más
grande parte de las partículas alfa poseen energías de entre 3 y 7 MeV (mega-
electrón-voltios), correspondientes a vidas medias drásticamente largas y
radicalmente cortas de los nucleidos emisores de alfa, respectivamente. Las
energías y las proporciones acostumbran a ser diversas y tienen la posibilidad de
utilizarse para detectar núclidos específicos como en la espectrometría alfa.
Con una energía cinética tradicional de 5 MeV; la rapidez de las partículas alfa
emitidas es de 15 000 km/s, que es el 5% de la rapidez de la luz. Esta energía es
una porción importante de energía para una sola partícula, sin embargo, su alta
masa provoca que las partículas alfa tengan una rapidez inferior a la de cualquier
otro tipo de radiación común, ejemplificando, partículas beta, radiación por
neutrones.
Gracias a esta alta masa y profundo absorción, si los radionucleidos emisores alfa
ingresan al cuerpo humano (al ser inhalados, ingeridos o inyectados, como con la
utilización de Thorotrast para imágenes de relámpagos X de alta calidad previo a
la década de 1950) , la radiación alfa es la manera más destructiva de radiación
ionizante. Se considera que el cromosomael mal de las partículas alfa es de 10 a
1000 veces más grande que el provocado por una porción equivalente de
radiación gamma o beta, con un promedio predeterminado en 20 veces. Un
análisis de trabajadores nucleares de Europa expuestos internamente a radiación
alfa de plutonio y uranio localizó que una vez que se estima que la efectividad
biológica relativa es de 20, el potencial carcinogénico (en términos de cáncer de
pulmón) de la radiación alfa parece ser consistente con el comunicado para dosis
de La radiación gamma externa, o sea, una dosis definida de partículas alfa
inhaladas muestra el mismo peligro que una dosis 20 veces mayor de radiación
gamma.
Una vez que se ingieren isótopos emisores de partículas alfa, dichos son
muchísimo más peligrosos de lo cual indica su historia media o tasa de
desintegración, gracias a la alta efectividad biológica relativa de la radiación alfa
para provocar mal biológico. La radiación alfa es aproximadamente unas 20 veces
más peligrosa, y en experimentos con emisores alfa inhalados, hasta 1000 veces
más peligrosa que una actividad equivalente de radioisótopos emisores beta o
emisores gamma.

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