TFG - Morales Rocio Del Valle......
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UNIVERSIDAD SIGLO 21
DNI: 34994577
Legajo: VABG82816
Entrega: 4
Sumario
I.- Introducción II.- Reconstrucción de la premisa fáctica, historia procesal y decisión del
tribunal III.- Ratio decidendi IV.- Antecedentes doctrinarios y jurisprudenciales V-
Postura de la autora VI.- Conclusión VII – Referencias
I.-Introducción
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Para así decidir, se analizaron los agravios de la parte actora que entendía que no se
tuvieron en cuenta las razones del cese de la convivencia ni la situación de vulnerabilidad
notoria que surgía del expediente de violencia, dado que por problemas de relación y de la
agresividad que ejercía el demandado, la mujer inició un expediente por violencia familiar.
Se agregó, que se omitió valorar debidamente que en el último episodio de violencia la señora
F.C.M. junto a su hija menor de edad fueron echadas del hogar convivencial por su pareja y
su hijo adolescente de 15 años.
También se determinó que del examen de las actuaciones pudo evidenciarse que
durante la vida de pareja las partes acordaron que la mujer no trabajaría para poder dedicarse
al exclusivo cuidado de sus hijos menores, por lo cual, luego de la ruptura se encontraba
desempleada y debido a su inexperiencia laboral, tenía muy pocas expectativas de conseguir
un empleo para su propio sustento y el de sus hijos.
Por ello, se advirtió que el plazo de caducidad del artículo 525 in fine del Código
Civil y Comercial, para reclamar la compensación económica en los caso de uniones
convivenciales, difería respecto a la del matrimonio, ya que, en este último caso, la acción
para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de haberse dictado la
sentencia de divorcio (art. 442 in fine). En uno y otro caso si bien el plazo resulta coincidente
(seis meses), se presenta una significativa distinción, ya que en el supuesto del matrimonio
siempre debe computarse desde una fecha cierta (la sentencia firme de divorcio); en cambio
en la unión convivencial puede ser cierta (muerte, sentencia firme de ausencia con presunción
de fallecimiento, matrimonio y voluntad unilateral notificada fehacientemente) o incierta y
sujeta a prueba (mutuo acuerdo, nueva unión convivencial y cese de la convivencia
mantenida).
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Con perspectiva de género, la Alzada argumento que en el caso el computo del plazo
de caducidad para el ejercicio de la acción tendiente a reclamar la compensación económica
por cese de la unión convivencial no podía iniciar en la fecha en que la actora se retiró del
hogar familiar, pues esta situación ocurrió como consecuencia de un episodio de violencia ,
en un estado de confusión y vulnerabilidad , para proteger su propia integridad psicofísica y
la de su hija; por lo que su conducta no respondió a una decisión personal profunda y
meditada sobre el cese de la convivencia. Se consideró que la norma del Código Civil y
Comercial en materia de caducidad debían interpretarse en un dialogo de fuentes, sin
desprenderse de las directivas dadas en las reglas de Brasilia sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación Contra la Mujer y, en especial, con la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer.
Para lograr juzgar con perspectiva de género se requiere reconocer que existen
patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género, son necesarios
conocer y aceptar su existencia al momento de juzgar.
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Estamos convencidos que resulta indispensable contar con una adecuada perspectiva
de género a la hora de analizar y abordar situaciones de violencia familiar en general y en
particular en el caso de las mujeres. Es decir, que tenemos que analizar la realidad sobre la
base de la existencia de condiciones históricas de desigualdad entre hombres y mujeres.
Es muy importante que el juzgador comprenda que no es posible tener una mirada
“neutral “a la hora de valorar los hechos y las conductas. O se tiene una mirada patriarcal y
estereotipada, que ha sido la posición dominante en nuestra cultura y entonces, la situación
de vulnerabilidad y dominación de las mujeres no tendrá fin (Medina, 2015, pág. 7)
En el fallo M. L, N (El mismo es dictado en primera instancia por la jueza María Victoria
Famá, titular del juzgado Nacional en lo Civil número 92, sobre fijación de la compensación
arts. 524, 525 del CCCN y fue confirmado por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Civil, Sala I. Se hizo lugar a la demanda planteada por la actora sobre la compensación
económica, fijando la suma de $8.000.000 a favor de la misma, a cargo del demandado, su
ex cónyuge) Cámara de Apelaciones en lo Civil, Sala I “M. L, E. s/ fijación de compensación
arts. 524, 525 CCCN” 2018
V- Postura de la autora
Toda mujer tiene derecho a vivir una vida libre de violencia y estereotipos
discriminatorios y violatorios de derechos fundamentales. Por ello, resulta de imperiosa
necesidad que el ordenamiento jurídico sancione leyes que ponderen a la protección del
género femenino, no solo desde la óptica de la justicia sino también una construcción
sociocultural.
Desde dicha mirada, fallar con perspectiva de género, no es otra cosa que la
interpretación que los juzgadores hacen al momento de emitir sus decisiones ponderando el
derecho a la igualdad entre hombres y mujeres y así salvaguardando la identidad sexo –
género de todas las personas.
Así, como lo expresa Sosa M. J (2021) con el tiempo, se fue consolidando el concepto
de perspectiva de género, como una herramienta inclusiva de los intereses de las mujeres en
la idea de desarrollo y para contrarrestar las políticas descriptas como “neutrales”, que venían
a consolidar las desigualdades de género existentes, convirtiéndose en una estrategia central
para la igualdad de facto.
Como autora del presente trabajo, valoro de forma positiva la sentencia emitida por
la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de Neuquén Sala I,
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ya que los integrantes del mismo aplicando esta mirada que encuentra su base legal y
fundamento en el derecho a la igualdad y a la no discriminación reconocidos por nuestra
Constitución Nacional y en los diversos tratados internacionales de derechos humanos que la
misma ha acogido al ordenamiento jurídico, han logrado emitir una resolución que sienta un
precedente no solo en la correcta aplicación e interpretación de la ley, sino también en el
tema mencionado en apartados anteriores.
VI.- Conclusión
Desde dicha perspectiva, las mujeres merecen ser respetadas y a que sus derechos no
sean desconocidos, sobre todo por los operadores judiciales, y a que investiguen y juzguen
con perspectiva de género, ya que este concepto no es nuevo, sino que desde siempre deberían
haberlo cumplimentado al momento de emitir sus decisiones.
Por todo ello, es importante una activa intervención del estado, atraves de sus órganos,
para asegurar que lo estipulado por la legislación vigente nacional e internacional sea
aplicado por los operadores judiciales, pero sobre todo un gran compromiso social para así
erradicar y sancionar la violencia y discriminación por cuestiones de género.
VII.- Referencias
Legislación
Código Civil y Comercial de la Nación (2016) pocket/ compilado por Ricardo Argentino
Parada; José Daniel Errecaborde – 1ª ed. Buenos Aires. Errerius
Doctrina
Medina, Graciela (2015) “Juzgar con Perspectiva de Género” “¿Por qué juzgar con
Perspectiva de Género? Y ¿Cómo Juzga con Perspectiva de Género?” recuperado de
www.pensamientocivil.com.ar
Serrat Bravo, E. (2008) Que es y para qué es la perspectiva de género. Libro de texto para
la asignatura: Perspectiva de género, en educación superior. Oaxaca, México: Instituto de la
Mujer Oaxaqueña. Recuperado de https://cedoc.inmujeres.gob.mx
Sosa, María Julia Secretaria del juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nro.10 de
Capital Federal (2021) “Investigar y juzgar con perspectiva de género” Revista Jurídica
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Jurisprudencia
expediente de violencia. Agrega que el plazo de seis meses es tan exiguo que viola en forma
expresa derechos constitucionales como el de propiedad, el derecho a la intimidad, el de
peticionar cuando la persona se encuentra apta para ello, máxime cuando en situaciones de
violencia la persona no está preparada psicológicamente para decidir y actuar en tan poco
plazo. Sustanciados los agravios, el demandado contesta en hojas 62/64. Solicita se decrete
la deserción del recurso, con costas a cargo de la recurrente. 2. Del examen de las actuaciones
se observa, en primer lugar, que en el escrito introductorio de hojas 17/18 la actora relata que
por problemas de relación y debido a la agresividad del demandado, debió iniciar un
expediente de violencia familiar y retirarse de su vivienda. Señala que durante la vida de
pareja acordaron que ella no trabajara para poder cuidar mejor de sus dos hijos, por lo cual
se encuentra desempleada y con pocas expectativas de encontrar un empleo por su
inexperiencia. Solicita $500 para abonar la diferencia de alquiler y la cesión de derechos
sobre un terreno del que, según indica, les fue adjudicado en venta. Luego, en hojas 43/46 se
presenta el demandado quien opone falta de legitimación por haber operado el plazo de
caducidad de la procedencia de la pretensión de compensación económica, en los términos
del art. 525 del CCyC. Refiere que la unión convivencial de las partes cesó por finalización
de la cohabitación. Dice que el 6/02/2017 la actora se mudó con su hija menor a la casa de
su madre, por lo que ha operado en exceso el plazo de caducidad previsto en la norma citada.
Acompaña copia del acta denuncia ley 2785 de fecha 6/02/2017 de la que surge que la actora
denuncia haberse ido al domicilio de su madre. Refiere que el plazo de caducidad operó el
6/08/2017 y que la presente acción fue iniciada el 20/09/2017. En subsidio contesta el
traslado de la demanda. La actora contesta el planteo en hojas 48/49. Manifiesta que,
conforme surge del expediente sobre violencia (“M. F. C. S/SITUACION LEY 2212”
EXPTE. 80922/2017) su parte se retiró de la vivienda
familiar con su hija debido a los malos tratos recibidos por parte del demandado. Señala que
su situación de vulnerabilidad era extrema, no contando con ningún tipo de ingreso para vivir,
por lo cual aceptó la cuota alimentaria ofrecida en dichas actuaciones para su hija. Solicita
que se entienda que una separación en situación de violencia no es lo mismo que en una
normal, ya que su parte carecía de medios y elementos para efectuar antes el reclamo, además
de que todas sus pertenencias e incluso documentación presentada en autos debió ser
nuevamente solicitada ya que el demandado no le entregó en forma voluntaria sus efectos
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agudizar la crisis, la que en forma casi inevitable repercute muy negativamente en la vida de
los hijos. En el mismo sentido entendió la jurisprudencia que este plazo corto de caducidad
tiene fundamento en que se procura que los cónyuges resuelvan todas las cuestiones
patrimoniales que se derivan de la ruptura matrimonial de manera simultánea al divorcio. Se
lo justificó diciéndose que se trata de un plazo breve, que busca que las cuestiones que queden
pendientes producidas en el divorcio sean resueltas rápido, para permitir a los excónyuges
reiniciar sus proyectos familiares, con cierto equilibrio económico.” “En tal entendimiento,
se sostuvo que no cabe duda de que el plazo de caducidad debe ser próximo al cese de la
convivencia, porque contribuye a evitar o paliar lo antes posible el perjuicio patrimonial del
solicitante, logrando así una separación limpia e integral que intenta resolver los desajustes
económicos propios de toda crisis de pareja lo más pronto posible.” “Así, en aplicación de la
norma, se ha rechazado in limine el planteo efectuado por la actora con relación a que se fije
una compensación económica a su favor, por haber excedido el plazo legal. (CNCiv., sala J,
"S., A. A. c. P., O. R.", 07/10/2016.)” “Sin embargo, el plazo de caducidad de seis meses es
exiguo y merece ser criticado, por más que se comparta la idea de que lo deseable es que las
cuestiones entre las partes sean resueltas en el tiempo más breve posible, evitando prolongar
el conflicto. Lo uno no significa lo otro.” “Si bien es cierto que, el objeto de esta figura es
compensar el desequilibrio económico que se produce por consecuencia del divorcio, es en
ese momento en que debe fijarse, y no sirve a estos fines que transcurra un tiempo prolongado
desde que se dicte sentencia. No puede dejar de señalarse que el tiempo breve establecido
coloca al supuesto beneficiario en la necesidad de recurrir al proceso judicial en forma casi
inminente, desconociendo las particularidades y dificultades que pueden presentarse en tan
breve período.” “En contra del plazo de caducidad establecido por la ley en el divorcio, se
alegó que el período de acomodamiento, cambios de hábitos, duelos internos y
externos, resulta un período de disociación y desmembramiento de todos los integrantes, que
lleva a que los plazos exiguos resulten perjudiciales. Las personas en un proceso de divorcio
tienen su mente, en el acomodamiento de las cuestiones cotidianas, en los cambios que
muchas veces los sobrepasa; y el conteo de los plazos legales pasa a la postergación.” “En
esta línea argumental se ha considerado que el plazo de seis meses es muy exiguo, dado que
el divorcio lleva una serie de cambios en el funcionamiento familiar que pueden atentar
contra la posibilidad de accionar por compensación económica.” “Surge evidente que
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partes, ambos coinciden en que la Sra. M. se retiró de la vivienda familiar junto a su hija el
06/02/2017 tras un episodio ocurrido entre aquélla, su hijo M. y el Sr. C.. Cabe puntualizar
que la Sra. M. expresó: “Que fue echada por la fuerza de su vivienda en varias ocasiones.
Que el último episodio de violencia se dio anoche, cuando fue agredida tanto física como
verbalmente por el denunciado y su hijo de 15 años. Que la echaron de la vivienda familiar
y desde entonces permanece en casa de su madre junto a su hija menor…” (cfr. hoja 3). El
Juez de la causa dispuso diversas medidas de protección contra el Sr. C., en el marco de lo
dispuesto por el art. 25 de la Ley 2785 (cfr. hojas 3, 10, 21, 35). Luego, el informe obrante
en hojas 7/9 da cuenta de la situación familiar en la época de la denuncia. Se destaca lo
expuesto en referencia al Sr. C.: “su expectativa radica en volver a estar juntos como familia
a condición de que su mujer realice
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cambios” (cfr. hoja 8vta.), lo cual evidencia la inestabilidad emocional, al menos a la fecha
de las denuncias. Asimismo, los profesionales intervinientes sugirieron, entre otros aspectos,
“que en audiencia se evalúe la posibilidad de alternativas para la no convivencia de la pareja:
pago de un alquiler o construcción de vivienda…” (cfr. hoja 9). Tal cuadro de situación –a
más de las siguientes constancias obrantes en la causa citada- nos permite concluir que la
Sra. M. se retiró de la vivienda como consecuencia del episodio denunciado, en un estado de
confusión y vulnerabilidad, y a fin de proteger su propia integridad psico-física y la de su
hija. Tal conducta, claramente, no responde a una decisión personal profunda y meditada
sobre el cese de la convivencia. Es que, en esta materia se impone la necesidad de contemplar
los distintos aspectos y complejidades de cada caso particular. Recordemos aquí, que el “
Cód. Civ. y Com. incorpora un sistema de fuentes de manera integral, complejo denominado
en los Fundamentos del Anteproyecto, como un "diálogo de fuentes". Toma con especial
consideración los tratados de derechos humanos y derechos reconocidos en todo el bloque de
constitucionalidad, receptando la constitucionalización del derecho privado y estableciendo
una comunidad de principios entre la Constitución, el derecho público y el derecho privado.
La reforma con ese "diálogo de fuentes" alude a una interpretación de la norma (para buscar
su sentido y valor, para obtener su expresión precisa y eficaz en el tratamiento de las
relaciones jurídicas) vinculada con la Constitución, tratados internacionales, leyes, usos,
prácticas y costumbres. Todo debe ser interpretado de modo coherente e integral con el
ordenamiento vigente…” (cfr. TRANSVERSALIDAD DE DERECHOS HUMANOS EN
EL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL. CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO PARADIGMA,
Yuba, Gabriela, Publicado en:
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