NEWTON

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Corría el año de 1649.

La abuela observaba, fascinada, los intentos de su nieto de cinco años


para cazar un ratón en el jardín. El niño acechaba al roedor en la entrada de la madriguera, le
ofrecía semillas como cebo, esperaba con paciencia de depredador.

Como el león ante la cierva, el pequeño, por fin, logró su objetivo: el ratoncito quedó prisionero
entre unos trapos viejos. La abuela no preguntó qué era lo que el nene pensaba hacer con él.

Al día siguiente, el jovencito inglés presentó a sus mayores el último invento de su creación: un
mínimo molino a escala, con su noria, su muela y sus engranajes, diseñado y construido con sus
propias y pequeñas manos. El ratón capturado el día anterior aplicaba su fuerza motriz, como un
microscópico asno. Un molino perfecto y funcional, movido por la tracción de un ratón...
Recordemos que el pequeño ingeniero tenía sólo cinco años...

Añadir acotación de que increíble que un chico allá pensando algo así (eso le gusta a las de
primaria)

El niño creció. Su vida fue increíble, y su intelecto, posiblemente el más grande de la historia de
la Humanidad.

Añadir acotación ¿Quién pudo haber sido este niño para describirlo de tal manera?

Isaac Asimov dijo de él: "A veces me preguntan cuál fue el científico más importante de la
historia. Si me preguntan cuál fue el segundo más importante, me veo en problemas, porque
tengo que decidir entre Albert Einstein, que desarrolló la Teoría de la Relatividad, Watson y
Crick, que comprendieron la estructura del ADN, Darwin, que descubrió la evolución... Pero
cuando me preguntan por el más importante, la respuesta es muy simple: ¿Y entonces de quién
estamos hablando? Isaac Newton. Newton descubrió la gravedad, inventando de un plumazo la
mecánica celeste y explicando las causas aún desconocidas de muchos fenómenos de la
astronomía y la física. Inventó el cálculo integral, creando así las matemáticas avanzadas. Creó
y perfeccionó el cálculo infinitesimal. Descubrió la propagación de las ondas, dando origen a la
acústica. Fundó la óptica, descubriendo la descomposición de la luz. Inventó el telescopio
reflector. Inventó el sextante. Es el fundador de la ciencia moderna. Sin él, el mundo que
conocemos no hubiese existido nunca".

El historiador de la ciencia Adolfo Caro dijo "Los descubrimientos de Newton fueron tantos y
tan importantes, que la ciencia necesitó más de cincuenta años para asimilarlos completamente".
También dice que Newton fue el ser humano más importante del milenio que acaba de concluir.

Pero este artículo no pretende ser una biografía del gran Isaac Newton, de las cuales hay ya
muchas y muy buenas.

Vamos a revivir, simplemente, la increíble anécdota de los dos célebres problemas de Bernoulli,
para subrayar el monstruoso, brillante, inconcebible nivel de genialidad que vivía en el cráneo
del pequeño niño que, a los cinco años, diseñó y construyó su molino a ratón.

Ex ungue leonis
En 1696, Johann Bernoulli planteó ante los matemáticos de la Royal Society dos abstrusos
problemas matemáticos. Más que de un pedido de colaboración entre científicos, se trató de
una especie de concurso o desafío: Johann ofreció un increíble y de gran valor premio para el
ganador. Uno que era muy codiciado por los grandes científicos. Que al contrario de lo que uno
podía creer, era algo casi imposible de conseguir por su enorme valor. Solo aquellos con
enormes riquezas podrían poseerlo.Bernoulli sabía que, con el aliciente del premio, todos
pondrían manos a la obra con ahínco y tenacidad. ¿Pero, qué pudo haber sido este premio que
era de tan gran valor, que sabía que todos iban a querer ganarlo?

Estableció un plazo máximo de seis meses para presentar las soluciones, y se puso a esperar.

Entre los participantes del certamen se encontraban: Robert Hooke, matemático y descubridor
de la célula; Sir Edmond Halley, físico, matemático y astrónomo, descubridor de la periodicidad
de los cometas, que encontró estudiando al que hoy lleva su nombre; Gottfried Leibniz,
coinventor, junto con Newton, del cálculo infinitesimal (lo desarrollaron independientemente
y sin colaborar entre sí: la diferencia estuvo en que Leibniz lo publicó de inmediato y Newton
no lo hizo hasta mucho después) Razón por la cual se creó una enemistad entre ambos, y que
generó el debate, que aún sigue, de quién es el verdadero creador del cálculo infinitesimal, Sir
Christopher Wren, Christiaan Huygens y otras figuras de similar talento. Por causas no muy
bien establecidas, Newton no estaba presente en el lanzamiento del desafío y no se enteró del
concurso en ese momento.

Bernoulli esperó y esperó... Esperó y esperó.

Esperó.

Los seis meses transcurrieron, y sólo Leibniz había encontrado la solución a uno de los dos
problemas. Como las bases decían que el ganador debía resolver ambos, Bernoulli extendió el
plazo por seis meses más, en la esperanza de que alguien consiguiera la solución al segundo.

El año transcurrió, y nadie pudo mejorar la solución de Leibniz al primer problema y mucho
menos resolver el segundo.

Molesto por su fracaso, Leibniz sugirió a Bernoulli que se solicitara el auxilio de Newton.
Johann entonces, extendió el plazo, un tiempo mas y comisionó entonces a Halley —muy
amigo de Newton— para que le entregara los dos problemas. Imaginen, existía una enemistad
entre Leibniz y Newton, las mentes más brillantes de su época, todos querían ver el
enfrentamiento entre ellos, para obtener el resultado

El 29 de enero de 1697 Halley visitó a Newton. Recuerda con asombro la entrevista con
Newton, su distracción extrema y su falta de concentración en estos términos: "Llegué a su
casa a las dos de la tarde. Él estaba encerrado en su estudio, y la servidumbre tenía estrictas
órdenes de no molestarlo ni abrir la puerta por ningún motivo. Por lo tanto, me senté afuera a
esperar que saliera. Rato después, el ama de llaves trajo el almuerzo de Newton en una
bandeja, y lo dejó en el piso, frente a la puerta. Las horas pasaron. A las seis de la tarde, yo
sentía un hambre atroz, y me atreví a devorar el pollo de la bandeja. Cuando Newton por fin
abrió la puerta, miró los huesos del pollo en la bandeja, me miró a mí y exclamó: —¡Qué
distraído soy! ¡Pensé que no había comido!".

Halley explicó a Newton la situación y le entregó la carta de Bernoulli conteniendo los dos
problemas, Claramente de lo que pasó con la comida él no habló. Newton dejó la carta sobre
un escritorio y despidió rápidamente a Halley, explicando que "luego echaría una ojeada a los
problemas".

Los dos problemas que habían tenido ocupados a todos los miembros de la Royal Society
durante más de un año, en los cuales habían fracasado matemáticos del calibre de L´Hôpital,
David Gregory y Varignon, los dos problemas de los cuales Leibniz sólo había encontrado una
tortuosa solución para uno de ellos, fueron resueltos por Newton en diez horas.
A las cuatro de la mañana del día siguiente los tenía listos, y a las ocho envió sus soluciones en
una carta sin firma al presidente de la Royal Society. Sus desarrollos eran tan perfectos y
elegantes, que las soluciones de Newton fueron publicadas —también en forma anónima— en
el número de febrero de 1697 de Philosophical Transactions. Newton había resuelto en una
noche dos problemas que a cualquier otro matemático le hubiesen llevado la vida entera.

Bernoulli, impresionado por la elegancia de las soluciones de Newton, no tuvo dificultad en


identificar al autor cuando leyó la carta con la respuesta: "Es Newton", afirmó. "¿Cómo lo
sabe?", le preguntaron. "Porque reconozco las garras del león (Ex ungue leonis)".

Hay quien dice que tanto Johann como su hermano Jacob Bernoulli consiguieron resolver el
primero de los dos problemas, de modo que sólo Newton, Leibniz y los dos Bernoulli
encontraron una solución. No me sorprende, porque está demostrado que ellos eran las
cuatro únicas personas que podían manejar, en la década de 1690, las complejidades y
sutilezas del cálculo integral y diferencial, imprescindibles para la solución del primer
problema.

La solución de Leibniz era muy trabajosa. La de Johann Bernoulli era bastante elegante pero
muy particular. La de su hermano mayor Jacob era ripiosa y avanzaba con dificultad, muy
elaborada y aburridísima, pero más general que la de Johann.

Creo que, a esta altura, huelga decir que la de Newton es la mejor, incluso hoy en día. Breve,
simple, elegante, entretenida y general, nadie ha podido superarla.

El segundo problema, por su parte, derrotó a todos, salvo, por supuesto, a las garras del león.

Entonces, Newton se hizo poseedor del tan valioso premio. El cuál era un libro, los libros eran
escritos a mano, no había gran cantidad de ejemplares, solo las personas más ricas podían
poseerlos.

La Royal Society
En 1660, un grupo de científicos fundaron, en el Gresham College de Londres, la Royal Society
(Real Sociedad de Ciencias). La misma, nació como un vehículo de comunicación entre
científicos y un ámbito de realizaciones experimentales. Sus miembros se reunían una vez por
semana.

Cinco años después, la Royal comienza a publicar su revista, Philosophical Transactions, que es,
nada menos, la más antigua revista científica de la historia.

En 1671, Newton es invitado a unirse a la Royal Society. Lo presenta el obispo de Salisbury,


astrónomo, y las palabras que éste pronuncia pueden parecer muy pequeñas: ¡al fin y al cabo
estaba hablando de Newton! Lo que sucede es que Newton no había publicado aún ninguno
de sus descubrimientos, lo que lo convertía en un perfecto desconocido en el mundo de la
ciencia.

Newton siempre fue reacio a publicar sus trabajos. A su personalidad se suma un infausto
acontecimiento ocurrido en 1693.

El padre de la teoría gravitatoria decidió, cierto día, ir a la iglesia. Salió de su estudio, dejando
por descuido una vela encendida sobre la mesa. Sucedió que, en ausencia de Newton, su perro
Diamante se subió a la mesa y tiró la vela. El incendio subsiguiente destruyó la mayor parte del
estudio de Newton, sus aparatos y la mayoría de sus apuntes y manuscritos. Al regresar y
observar el desastre producido, Newton amonestó dulcemente al ignorante can: "¡Ah...!
¡Diamante, Diamante, ¡nunca vas a darte cuenta verdaderamente del mal que has hecho...!".

M. Biot, basándose en una carta de Huygens que se conserva entre los papeles de la biblioteca
de Leyden, afirma que la pérdida de su trabajo produjo una impresión tan grande en el sabio,
que cayó en un estado de crisis nerviosa o locura. Quizás por esta razón Newton se encontraba
encerrado cuando fue buscado por Halley. Comenzó a padecer tremendos insomnios que lo
tenían semanas enteras sin dormir, y un continuo estado de irritación. Además, perdió su
enorme inteligencia y sus portentosas capacidades mentales se oscurecieron para dejarlo
convertido, casi, en un idiota.

Lo ocurrido en el incendio de 1693 me lleva a preguntarme: si la teoría gravitacional, el


telescopio reflector, las tres leyes que gobiernan la inercia (las célebres "Leyes de Newton"), el
cálculo diferencial, la espectrografía, la naturaleza ondulante del sonido y la luz, el cálculo
infinitesimal, etc., provienen sólo de los papeles de Newton que se salvaron del fuego, que

solamente representaban una ínfima parte de sus descubrimientos... ¿Cómo sería nuestro
mundo, hasta qué punto habría llegado la ciencia si la mayor parte de ellos, que fueron
destruidos, también hubiesen llegado hasta nosotros?

Newton continuó durante años su trabajo con la Royal Society, hasta ser elevado a su Consejo
Directivo en 1704.

La estadía de Newton en la Sociedad nos interesa, porque los dos problemas de Bernoulli de
los que trata este artículo le fueron presentados en ella.

También podría gustarte