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1 Corintios 11

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1 Corintios 11 enfrenta dos problemas más de la iglesia de Corinto siempre con la diplomacia

característica de Pablo y, a la vez con la firmeza necesaria. Acompáñame a estudiarlos…

1) El uso del velo de las mujeres: el apóstol inicia, como desde el capítulo 1, con una palabra de elogio
en el verso 2: “Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí y retenéis las instrucciones tal
como os las entregué”. Antes de tratar un asunto que nos resulta complicado entender a quienes
pertenecemos a las culturas occidentales: ¿deben usar velo las mujeres en el culto público? Esta
cuestión tratada en los versos 2 al 16, a pesar de ser muy particular de las culturas orientales, donde
el uso del velo es socialmente obligatorio para las mujeres; puede ofrecernos varios principios
aplicables en nuestro contexto… 1) En cuanto al arreglo personal ambos géneros siempre deben
distinguirse. Tanto el Antiguo, como el Nuevo Testamento instruyen al pueblo de Dios para que se
evite la confusión y se promueva el respeto que merecen tanto los hombres como las mujeres, lo
cual incluye la distinción entre ambos géneros en cuanto a la vestimenta, el corte de cabello, entre
otros detalles (v. 14,15). 2) La iglesia debe promover la equidad, no la igualdad. La defensa de este
principio que hace Pablo es hermosa: “Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer ni la mujer sin el
varón, porque, así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo
procede de Dios! (v. 11-12); es decir, la relación entre el hombre y la mujer debe guardar
reciprocidad e interdependencia. 3) El camino al equilibrio está en la sumisión voluntaria por amor.
El verso 3 dice inequívocamente: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el
varón es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo”. Si hacemos a un lado nuestros
prejuicios posmodernos, contemplamos a Jesucristo, quien siendo igual al Padre en categoría, poder
y autoridad, decidió por amor a nosotros “someterse” bajo el liderazgo del Padre y del Espíritu Santo
al hacerse carne para hacer funcional el plan de salvación. Nota que nadie obligó a Jesús a
someterse, Él lo decidió por amor. De la misma manera, el plan ideal de Dios es que la mujer se
someta bajo el liderazgo de un hombre para hacer funcional el matrimonio y la familia, pero esta
asignación de roles y funciones de ninguna manera hace superior al hombre ni inferior a la mujer,
porque el único que es superior a todos es Dios. Después de todo, no olvidemos que el liderazgo
cristiano no consiste en enseñorearse sobre los demás, sino en servirles con amor. Por lo tanto, el
ser “cabeza” al hombre no le da ningún derecho de abusar de la mujer, sino le confiere la obligación
de servirle, amarla y protegerla.

2) La celebración de la Santa Cena: a partir del verso 17 Pablo trata otro problema: los abusos de la
celebración de la Santa Cena en Corinto. Todo indica que en Corinto la celebración del rito de la
comunión estaba en peligro de mezclarse con las malas prácticas de los banquetes idolátricos del
paganismo, de manera que aún la buena práctica de acompañar la ordenanza de la Cena del Señor
con la convivencia de compartir los alimentos se había convertido en una ocasión para humillar a los
más pobres (v. 17-22). Razón por la cual, advierte el apóstol, “hay muchos enfermos y debilitados
entre vosotros, y muchos han muerto” (v. 30). Te invito a disfrutar de los emblemas sagrados del
pan y del vino lo más pronto que tengas oportunidad y para eso resumo los consejos de Pablo así: 1)
practiquémosla “en memoria del Señor Jesús” (v. 26), 2) no participemos “indignamente” (v. 27, 29),
3) autoexaminémonos antes de participar (v. 28), 4) no participemos egoístamente, sino “esperaos
unos a otros” (v. 33) y 5) “Si alguno tiene hambre, que coma en su casa” (v. 34), es decir, no es para
satisfacer el hambre física, sino para saciar espiritualmente nuestras almas. En resumen, tomando
en cuenta la solemnidad de la ceremonia, todos los miembros del cuerpo de Cristo debemos
participar de los símbolos del cuerpo y la sangre de Cristo.
#RPSP
1 Corintios 11
Pr. Selvin Sosa

fb.com/selvinsosa77

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