Manifiesto Anticivilización

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MANIFIESTO ANTICIVILIZACIN

Destruiremos nuestro infierno.

CONTRA LA DISTRACCIN De momento comencemos escupiendo. Fuerte. A la mujer que compra el Hola en el kiosko. Al acadmico que alza la voz. Al locutor que se relame con la noticia (cualquiera). Al que se masturba en el confesionario o pone la otra mejilla al que le insulta. Al poltico que habla de la democracia. Al lder del proletariado que se llena la boca hablando en su nombre. Al que habla de los sagrados valores de la patria. Leyes antiterroristas? Pero la saliva no mata... Y ustedes s. (Andrs Sorel) En nuestra tumba pondr: de estos dos imbciles el mundo se ha redo y no se han enterado. (La Polla Records) 1. Ningn fantasma recorre Europa. Ya no hay tierras que recorrer. El Espectculo (1) lo ha recubierto todo y a todos atrapa. Empaa todas las pupilas: la del nio japons que se tira desde una ventana frustrado por la disciplina mecnicomilitar escolar, en sus mega-ciudades de masa humana apiada; la del adolescente yanqui en el momento de disparar las decenas de muertes de sus compaeros y autoridades-profesores en el instituto; la del joven al entrar la aguja en su brazo, tirado junto a una vomitada y una botella de vino barato; la del ama de casa cuyo pan consagrado es el Prozac (2), tomado litrgicamente con la fe en ello, para escapar de la depresin crnica; la del busca-vida al caerse de un andamio; la del trabajador de cuello blanco con la soga de la rutina, la monotona y el vaco al cuello; la del hombre de negocios al ver su crack del `29 particular, y sentir como la cocana juega con su estrs y su maltrecho corazn; la del pensionista al esperar desesperando que llegue su muerte... (1): mas adelante se desarrolla el significado de espectculo (tesis 14,15,16)

se recomienda la lectura de: La sociedad del espectculo (Guy Debord, 1967). (2): Es un medicamento que restaura los niveles de serotonina a sus valores normales, siendo ste el principio bsico de su funcin en la depresin, y se utiliza muy frecuentemente siendo uno de los medicamentos ms vendidos en el mundo actualmente. 2. La vida jams ha tenido menos sentido. La vida jams ha sido tan poco sentida. La vida jams ha sido tan poco vivida. Jams tan plstica, triste, desapasionada, y desnaturalizada, y al mismo tiempo tan entretenida. ENTRETENERSE ESPERANDO A LA MUERTE ES LO QUE HOY SE CONSIDERA VIVIR. Todo gira alrededor de una palabra: ms. Queremos ms tiempo... que desperdiciar. Queremos ms cosas... con las que enterrarnos. Nacemos para morir y el camino est framente trazado en el inconsciente colectivo de este moribundo organismo vuelto mquina que es la sociedad: estudiar a disgusto para vivir, trabajar a disgusto para vivir, jubilarse a disgusto para morir... morirse de disgusto por no haberse atrevido a vivir. Nacer para vivir... pero una vez socializado por la familia, la escuela, la fbrica, el televisor, la calle, el bar... VIVIR PARA MORIR. 3. Nos dicen que jams en la Historia el individuo ha tenido tantas posibilidades, jams ha vivido tanto tiempo, jams ha tenido a su alcance tantas distracciones... Y ya basta!. Esto ya se acab. Vivimos La Mentira, y ella ser destruida. Es tiempo de luchar. No queremos posibilidades prefijadas sino aventuras instintivas; no queremos vivir mucho tiempo sino vivir el tiempo. No queremos distraernos sino gozar. 4. Basta ya de realismo! Qu termine el espectculo! Qu empiece la fiesta de la insurreccin! DESTRUIREMOS NUESTRO INFIERNO Esos poetas infernales, / Dante, Blake, Rimbaud... / que hablan ms bajo... /que toquen ms bajo... / Qu se callen! / Hoy, cualquier habitante de la tierra / sabe mucho ms del infierno / que esos tres poetas juntos. (Len Felipe) A la mierda el Armaguedn... Esto ya es el infierno! Bad Religin 5. En este pas (1) 3 millones de personas sufren depresin crnica, (500 millones, que se sepan, en el mundo) y el consumo de las drogas legales para ocultar cnicamente la infelicidad se ha triplicado entre 1992 y el 98, mientras que en el Corazn de la Bestia, EEUU, 40 millones son las arterias que sangran Prozac. (1): Espaa 6. Suicidios en aumento en todas las sociedades civilizadas de hoy, violencia en aumento en el mundo entero, personas encarceladas en aumento continuo en el Occidente de la Democracia (2 millones en EEUU, frente al milln que haba en el 1990; 50.600 en Espaa frente a los 14.500 del 1986; etc.) Miseria en aumento en todo el mundo tecnolgicamente globalizado! 7. Y ya nadie cree en psiquiatras, ni en que las drogas legales o ilegales puedan solucionar nada. Y ya nadie cree en gobiernos y polticos, ni en altruismos empresariales. Ya nadie cree, o eso parece, pero todo es mentira. No creen pero van a psicoterapias, no creen pero consumen soma (1), no creen pero votan, no creen pero no cuestionan el salario, porque vivimos en una sociedad de crdulos. Creen que nada se puede cambiar, creen que el que haya que trabajar es inevitable, creen que son necesarios policas, militares y estados. Creen en la necesidad del sistema tecnolgico... Creen que es necesario o inevitable su dolor y sufrimiento! Creen en el Infierno! Adoran el Molach! Suben ellos solitos la escalinata hacia el altar del sacrificio y en su camino suicida destrozan todo lo que a esta raza civilizada se le pone al paso!... Suda sangre la Madre Tierra y se levantan sus races. Nos empeamos en que el canto gore del Apocalipsis parezca un cuento para cros recomendado para todos los pblicos... viviendo una realidad no recomendada ni para el peor de los enemigos. (1): hace referencia al libro: Un mundo feliz (Aldous Huxley), el soma es una sustancia psicoactiva que proporciona la felicidad instantnea a todo aquel que durante su vida productiva y ociosa se tropieza con un leve percance. Es una especie de terapia instantnea que le permite reincorporarse al feliz mundo de la normalidad sin demora alguna. 8. Pero cada vez hay ms gente que se revela contra la Realidad... Pero tambin hay cada vez ms alucinados por residuos marginales de la Realidad que pretenden erguirse en alternativa, y que no son ms que otras caras de la misma realidad. En este pas (1) 35.000 personas AL DA van a curanderos, brujos, meigas (2) y dems msticos en busca de la redencin que la Realidad no les puede ofrecer, de las miserias que ella misma crea. En este pas se empiezan a asentar los tele-predicadores yanquis y brasileros, juntando ya miles de almas en estadios de ftbol, precisamente en otro de los grandes escenarios del Espectculo alucinado de la Realidad. Y las sectas no paran de crecer y multiplicarse, como por ejemplo la nazi-mstica Nueva Acrpolis, o la adoradora de la superpoblacin y el vil metal OPUS DEI, sin lugar a dudas mucho ms polticamente correcta Y tanto, si la mitad del gobierno son fieles de la Obra!-. (1): otra vez haciendo hablando de Espaa (2): mujeres adoradoras del diablo y que con sus ritos pueden hacer maleficios

9. Suelen decir los radicales, los crticos, los intelectuales, los curas, los telogos de todas las Iglesias de la Realidad!, que vivimos en una poca de crisis de valores. Pero todos mienten, aunque no sean conscientes, pues ellos viven en la Realidad. Crisis de qu valores? Solidaridad, hermandad y todos esos engaos cristianos? O no ser una crisis de religiosidad, o existencial? Lo que vivimos es una crisis de Realidad, de Seriedad, de Posibilismo... Ya nadie cree pero cree, y eso desconcierta. Es la Realidad la que debemos combatir con todas nuestras fuerzas, y esta slo puede ser una tarea emprendida por locos que se escapen del manicomio que es esta Mega-mquina social, para poder incendiarla una vez fuera, para no quemarse en el fuego del apocalptico fin, que, lo precipitemos o no, consumir antes o despus esta triste Realidad... Una tarea de locos incendiarios y desertores, sin cabida en partido, O.N.G, o sindicato alguno. ______________________________________________________________________ DONDE ACABA LA REALIDAD COMIENZA LA FIESTA El mundo est lleno de propaganda de su propia existencia. (B.Aaronson) "Matrix nos rodea. Est en todas partes, incluso ahora en esta habitacin. Puedes verla si miras por la ventana, o al encender el televisor. Puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, o cuando pagas impuestos. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultar la verdad." "Qu verdad?" "Que eres un esclavo, Neo. Igual que los dems naciste en una prisin que no puedes saborear ni tocar. Una prisin para tu mente." (Matrix) 10. La Realidad, es el Espectculo de la vida fingida (actuada, representada, mediada, delegada). La Realidad es donde todo es tan simple y complejo ante los ojos de los realistas que tal confusin provoca desorientacin. Provoca sensacin de cordura ante la democrtica Normalidad, el supuesto actuar y pensar atribuido a la mayora. Provoca impotencia, la sensacin de no poder cambiar las cosas, de no poder participar en el cambio, de no haber siquiera cambio cuando nunca nada ha dejado de cambiar. Provoca pretensin de no cambiar, de no deslindarse de las fronteras de la Normalidad de la persona, dentro de la Realidad. Es la alucinacin de pensar que el cambio no existe, cuando al mismo tiempo se piensa que existe el cambio, y alucinadamente se cree uno que no es sujeto, sino solamente objeto del cambio. Porque la Realidad no existe, es un imposible sin-sentido contradictorio. 11. La Realidad es la ebria alucinacin que se pierde en el resplandor del nen y el cartn piedra. 12. La Realidad es la ltima frontera que desalambrar antes de empezar a vivir. 13. La Realidad es el Espectculo que debe ser lo tomado por inmutable y normal. 14. El Espectculo es la recreacin social que ponemos delante de nuestros ojos. Es la ideologa superficial de algo ms profundo que aqu llamaremos el Sistema. 15. Toda la sociedad ha sido rediseada para ser Espectacular. Las relaciones humanas en gran medida se han vuelto meramente espectacular, fingidas o representadas. El espectculo es el arte de la representacin. 16. As el Trabajo ya no slo es una forma de esclavitud del cuerpo, sino tambin una forma de esclavitud, mediante la representacin, de la mente. Pasamos la tercera parte de nuestra vida actuando en el plano profesional. Una dependienta de un gran almacn debe asumir su papel en el espectculo, disfrazarse, actuar, relacionarse con las dems personas de la manera que se supone debe actuar una dependienta. Ya no slo debe vender su fuerza de trabajo sino sus palabras, sonrisas... su personalidad, siendo una agradable mquina expendedora de mercancas. A su vez las personas con las que interaccionan deben actuar no como personas sino como actores y desarrollar el papel del cliente que asumen inmediatamente al entrar en el establecimiento. De esta manera los dos impulsos de esta mquina de infelicidad, venta-consumo, se encuentran en el espectculo sin que en el funcionar de la mquina haya roce alguno: ninguno se cuestiona el porqu de este pez que se muerde la cola, el Espectculo, en los lugares donde opera, que son todos, pues deben de estar atentos a su actuar, a ser fieles a sus status temporales pero eternos, pues cada da se reproducen. Dependiente-cliente. 17. Este es el circo del gran supermercado. El Supermercado es global. El Supermercado es el planeta entero con todo lo que hay en l, ya est vivo, muerto o sea inerme: materias primas, recursos naturales, recursos laborales, recursos humanos... Mercancas al fin y al cabo es lo nico que vemos, y como tal a todo y todos tratamos! 18. Nos hemos acostumbrado a que todo sea objeto de transaccin y hemos hecho de toda relacin una transaccin. Incluidas, no pocas veces, nuestras relaciones amistosas y amorosas. Hemos convertido esto en mercados, y dependiendo de en que crculo del mercado te muevas unas caractersticas de la mercanca son ms valiosas que otras: el tener un buen coche, el tener dinero, el ser bonito, el ser extrovertido, el ser gracioso, el tener liderazgo, o el ser un/a rebelde, el vestir de cierta forma, el pensar de cierta otra... 19. En la produccin tambin opera el espectculo. La persona trabajadora como si de un acto reflejo se tratara comienza su actuar. No le es difcil, simplemente tiene que amoldar sus movimientos y pensamientos a los de la mquina que utiliza. Envueltos en un mundo rutinario, en una sociedad que parece ms un ordenador que un compendio

de seres vivos, tras largas horas de harmonizacin con la mquina la persona trabajadora est ms que de sobra preparada para este papel en el espectculo. 20. Esta es la Realidad y lo nicamente posible... Lo dems es locura. Pero la Realidad, que asumimos mediante el espectculo, no es simplemente la vieja concatenacin vital que todo padre quiere para sus hijos de estudiar para conseguir un trabajo, mediante el cual independizarse, y tener su propia familia, con la cual reproducir el crculo social del eterno retorno. 21. La Realidad es aceptar que el despertador de tu mesilla, parte del Gran Reloj que es el corazn y latir de la Megamquina social, te ponga en funcionamiento. Es desayunar los productos de una supermercado sin cuestionarse su procedencia, composicin, cultivo, la vida que los han creado... Es no cuestionar la divisin del trabajo, dando por sentado en el inconsciente que todo es producto de una crculo productivo tan mundial como normal, etc., etc. 22. La Realidad es estar en el Gran Supermercado consumiendo propaganda de la existencia propia de esa mentirosa Realidad, es decir, consumiendo el Espectculo! Y no slo es comprar una revista del corazn, ver el Gran Hermano, formar parte del espectculo deportivo que cada temporada vuelve a comenzar.... No, es mucho ms! La propaganda de la existencia de la Realidad es hablar de ir al mdico como si esto fuese normal, porque es Normal!, es hablar mientras un avin surca los cielos dando por hecho su normalidad, eso es otra forma de propaganda subliminal y no premeditada de la existencia de la Realidad! 23. El Sistema, la Realidad, la Normalidad, no podra subsistir sin que la propia Realidad no fuese sino un compendio de objetos-acciones propaganda de su propia existencia. Se derrumbara. Es por esto que quien cree que la gente tiene comido el coco por el televisor no es sino un ciego, en un mundo de tuertos. La televisin, el deporte oficial, etc. son slo la capa ms superficial de la propaganda de la existencia de la Realidad. La punta del iceberg. El enorme resto de este helado iceberg es la propaganda ms fuerte y definitoria: la propaganda de la Tecnologa que configura la ideologa ms fuerte y definitoria de la Realidad: la Ideologa de la Tecnologa. 24. La maquinizacin, la biotecnologa, la nanotecnologa, el urbanismo para el control y la rebaizacin, la mecanizacin de las actividades sociales (transporte, movimiento, creacin, recoleccin...)... El auto, el colectivo, y las carreteras o trenes, y el uso que de ellas se hace, su fragor, estrs y utilizacin para la perpetuacin de la Realidad son propaganda de la Realidad. 25. El Trabajo, los convenios colectivos, la economa y sus caprichos, el trabajar para vivir, la mquina que has de hacer girar para cobrar un sueldo, el sueldo... Propaganda del Sistema! 26. El comprar en supermercados lo que haciendo girar la mquina has ganado en el Trabajo, la divisin del trabajo... Propaganda del Sistema! 27. El dar por sentado la estabilidad de la sociedad (tecnolgica) con sus industrias, urbes y sus interconexiones, y la existencia de la abstracta Bolsa de Valores, y del Capital, y el Producto Nacional Bruto Propaganda del Sistema! 28. La Sociedad, la Mega-mquina o el Sistema como se le quiera llamar- es la realidad fsica de la Realidad Espectacular y su propaganda es omnipresente. Al haberse convertido la sociedad en una mquina con vida propia con la industrializacin- las personas se ven relegadas a actuar como engranajes. La Mquina, la Sociedad, es impersonal y transciende a las personas: sigue existiendo cuando el individuo muere. De esta manera la regeneracin de individuos simplemente tiene que sustituir al individuo dado de baja, en una vida pre-fabricada mucho antes de que l mismo naciese, adaptndose para esta regeneracin desde la infancia a los caprichos de la Mega-mquina, y, a lo largo de su vida, a la mutacin de sta. 29. La Mega-mquina est en perpetuo cambio como todo- pero su existencia y propaganda nos quiere hacer creer que ella trabaja de forma suave, en perpetuo desarrollo y crecimiento. Esto es la ideologa de la Calma. 30. Vivimos creyendo que todo fluye, pueden caer las Torres del World Trade Center, explotar Chernobil, o hundirse Argentina, o reventar el Prestige... aqu no pasa nada, pues nada tiene relacin, y si pasa pronto se olvida, porque vivimos en la Calma. La Mega-mquina que hacemos funcionar trabaja para nosotros, slo tenemos que preocuparnos por vivir... Pero en esta situacin lo preocupante son dos cosas: la Mega-mquina est actualmente mutando rediseando la sociedad hacia un nuevo y ms fiero infierno, y, para colmo, bajo la mega-mquina no hay vida posible sino slo subsistencia. 31. Durante dos millones de aos los seres humanos han vivido. La subsistencia no era un vocablo conocido. La lucha por sobrevivir no era preocupacin de ningn tipo. Cuando alguna vez un grupo humano se encontraba en una situacin en la cual faltaban alimentos (por razones climticas, o por culpa de su propia depredacin del ecosistema donde vivan), al igual que otro animal, vivan o moran. Pero su vida jams era planteada en trminos de futuro. Ahora hemos perdido el carpe diem, el presente, y nuestra vida es una lucha en la subsistencia perpetua (prozac, trabajo, escapar de las mil y una guerras de la civilizacin, o de las enfermedades que ha creado y expandido la civilizacin, etc, etc.)

32. Somos lo suficientemente imbciles para vivir peor ser menos libres = felices-que hace 2 millones de aos. Lo suficientemente masoquistas para no haber aprendido nada en estos suicidas escasos 6.000 10.000 aos de civilizacin. 33. Somos lo suficientemente alucinados como para no querer escapar de la Realidad. Demasiado realistas para dejar de subsistir y empezar a vivir, distraernos en vez de gozar, porque el realista es un animal cobarde y sin imaginacin que no se atreve a ser feliz... 34. Pero cada vez somos ms los que nos damos cuenta de que DONDE ACABA LA REALIDAD EMPIEZA LA FIESTA! ______________________________________________________________________ MIRNDOTE A LOS OJOS Hombre que ha perdido su contento, para mi ya no es hombre vivo; es un cadver animado. (Sofcles) El tiempo no es sino el ro donde voy a pescar. Bebo en l, y mientras lo hago, veo su lecho arenoso y veo cuan cerca se encuentra de mi. Su fina corriente transcurre incansable, pero su eternidad permanece. Yo quisiera beber de ms hondo; y pescar en el cielo, cuyo cauce est tachonado de estrellas. No puedo contarlas. Ignoro la primera letra del abecedario. Siempre he lamentado no ser tan sabio como el da en que nac. (H.D. Thoreau) 35. Comiendo fruta, ayudado por mi cuchillo, sentado a ras de suelo, evaporndose las ltimas gotas de roco de la maana. Baando mi cara los primeros rayos del sol, hacindome entornar los ojos su resplandor, embelesado por la dulce y silvestre sensacin me puse a recordar lo que era; lo que fui en otro tiempo. 36. Nunca me gust la escuela, el primer da que me llevaron a ella como otros muchos- me largu a llorar, como antes de entrar en ella rompa a llorar cuando se me negaba algo y se impona por fuerza, o se me obligaba a comer dentro de esos rgidos horarios, esa comida de fbrica. Sollozos como en los que siempre romp cuando se me domesticaba para poder vivir en este domesticado mundo, hecho a la medida de la mquina. 37. Tres meses al ao me liberaba de todo ese doloroso tedio; de la escuela aburrida y autoritaria, de la ciudadhormiguero de hormign, de sus coches asesinos, carreteras peligrosas, de los horarios mecanizantes, de las prisas angustiosas... Incluso el autoritarismo familiar se suavizaba esos meses, en el campo, en medio del bosque, con el fragor del verano, y la clida compaa de dos buenos amigos. 38. Eran tres meses eternos. Veranos de plenitud donde no exista el tiempo, ni el pasado ni el futuro, slo vida gozando siempre, con efmeros ratos de indoloro aburrimiento. Meses en los que la socializacin perda su fuerza al jugar paseando hormigas por las manos, atravesando el bosque en busca de refugios fantsticos, investigando sus secretos. Corriendo siempre, pero por placer y no por prisa. Escalando rboles, en vez de peldaos. 39. Ms tarde, ms domesticado, los placeres ms simples dejaron de tener su encanto, a la par que todo me lo hacan ms complejo, y la siempre odiada matemtica se adueaba de mi pensamiento. Volva a mi refugio silvestre, pero cada vez me era ms extrao. Cazaba grillos, como antes persegua pjaros, pero ahora para encarcelarlos en cajas de zapatos. El aburrimiento cada vez se haca ms largo, y empez a hacerse doloroso. Lo haban conseguido: era un ser de diez aos quizs menos, quizs poco ms- perfectamente socializada (estandarizado). La conexin intuitiva con la natura y la simpleza, belleza y plenitud de la vida natural haba sido rota. El doctor haba cortado el cordn umbilical y ya poda ser un eficiente engranaje de su maquinaria social. 40. Fue entonces cuando aparecieron mis depresiones. Hicieron nacer en mi un Dios que me miraba desde su omnipotencia, con sus diez leyes de piedra, fro y distante, vengativo, violento y luego cnicamente amable. El dios muri un buen da y me levant confundiendo el desbordar de mi desesperacin con la libertad. Haba cumplido los doce aos. Los siguientes fueron aos de contraataque donde mi ira incendi ostias en las misas y escupi las caras de los profesores en su ms podrida autoridad. Me estaba haciendo adulto, pero los rituales para pasar de esta edad/status, en esa desnaturalizada sociedad eran demasiado asquerosos. Jams sociedad humana haban obligado a tan abyectos autosacrificios para poder ser adulto eso que llaman independiente-. 41. Ahora embelesado, aos despus, comiendo la fruta de la tentacin en el verde bajo el sol, miro el pasado. Guio un ojo al viejo Dios, y sabiendo no recibir respuesta, le juro: morir en mi el Nuevo Dios como moriste t asqueroso. 42. Y entonces te miro a ti a los ojos a travs del espejo, quiero que veas mis destellos de odio y sientas mi dolor. Ya no hay nadie que me engae, la causa de mi sufrimiento no la he de buscar en mi interior. Tu ests ah, y no debo ignorarte. Mi dolor, Cierto!, nace de mi inadaptacin. No consigo amoldarme a la cuadriculada vida. Soy un engranaje redondo para clavijas cuadradas. Y los chispazos de esta desafinacin queman mi cuerpo, torturan mi mente, pero tambin erosionan tu estabilidad. 43. Cada vez somos ms. Dentro de poco seremos demasiados los engranajes redondos: Te haremos saltar por los aires! Y por fin la redondez se desenredar en una espiral en la que nos hayamos convertido nosotros mismos, para

dejar de ser mquinas y ser fluidez y vida, de nuevo, destruyendo en nosotros el Tiempo; viviendo la voluptuosidad del instante; rescatando en nio que hoy llevamos, como lastre, moribundo, enterrado muy profundo. 44. Y te miro a los ojos, en la oscuridad y bajo las estrellas, clandestino como los zorros que habitaban mi bosque. Tengo una herida abierta en mi corazn. La culpa y causa de ella se encuentra en identidad. Y no tiene perdn posible; ni armisticios, ni pactos, ni treguas. Slo su muerte podr resarcirme. Auya mi dolor, y como lobo herido busco sangre que derramar. Slo en tus entraas purgadas al lmpido aire encontrar las mieles de la venganza. De sus cenizas alzar el vuelo el pjaro de fuego que anuncie un nuevo amanecer... Donde no haya nunca ms ni un resquicio de domesticacin, donde el planeta pueda dejar de contener la respiracin, y rebrote verde de alivio, donde slo exista la simpleza de la libertad, sin dios alguno, por siempre SALVAJE. ______________________________________________________________________ DESDE LA DOMESTICACIN Todos, en fin, hablando sin cesar de necesidad, de avidez, de opresin, de deseos y orgullo (...) hablaban del hombre salvaje, pero dibujaban al hombre civil. (J. Rosseau) Y dejamos que los nios pequeos vengan a nosotros para impedirles a tiempo que se amen a s mismos: as lo procura el espritu de la pesadez. Y nosotros nosotros llevamos fielmente cargada la dote que nos dan, sobre duros hombros y speras montaas! Y si sudamos se nos dice: S, la vida es una pesada carga! Pero slo el hombre es para s mismo una carga pesada! Y esto porque lleva cargadas sobre sus hombros demasiadas cosas ajenas. Semejante al camello se arrodilla y se deja cargar bien. (F. Nietzsche) 45. Hace 1,7 millones de aos apareci el homo erectus. Un espcimen que por la forma y capacidades de su cerebro y su fsico, creemos debe ser considerado el inicio del ser humano. 46. Durante la prctica totalidad de ese tiempo, de nuestra historia, el ser humano llevaba su pertenencia en la palma de la mano, surcando los bosques, subiendo y bajando colinas, bebiendo ros, de forma nmada y unido con la naturaleza. Sin nada sobrenatural, sin dios, y por mucho tiempo, sin pensamiento abstracto jerarquizante. 47. No se sabe muy bien cuando, pero sin lugar a dudas bastante recientemente, empezaron a surgir las primeras valoraciones jerarquizantes del pensamiento abstracto (raz del autoritarismo). La separacin, por el pensamiento, de la naturaleza en naturaleza y humanos gener todas las relaciones asimtricas que hoy conocemos (sexismo, explotacin, especismo...) e hizo factible el PROGRESO, o lo que es lo mismo: EL CAMINO HACIA LA TOTAL ANIQUILACIN, PASANDO ANTES POR UNOS POCOS MILENIOS DE DOLOROSA ALINEACIN. 48. Con el ritual lleg el chamn, con el chamn la religin. Con la religin el pez se mordi la cola, y encontraron todas las autoridades un justificante en lo no natural, en lo religioso, lo sobrenatural. 49. Pero todo esto es muy reciente. En las bandas de recolectores-cazadores donde no exista dominacin de la natura, donde no exista domesticacin de humanos y dems formas de vida, no exista tampoco la propiedad, el sexismo, la violencia ni organizada ni generalizada, ni el suicidio, siendo casi desconocida la violencia mortal, viviendo en una opulencia econmica relativa, viviendo el eterno presente que eternamente retornaba en s para jams perderse en las ansias del futuro. Jams se relegaba ni delegaba la vida. 50. An hoy en da existe algn grupo que cumple estas caractersticas, si bien muy pronto morirn bajo la insensible garra de la Civilizacin: los bosquimanos en Botswana, los Jarawa en la India... Todos morirn o acabarn de prostitutas, obreros o amas de casa. 51. El ser humano, como todo animal, a lo largo de sus milenios de evolucin ha ido adaptndose al medio biolgica y culturalmente. Existe en la ecologa un principio que se llama el Principio de Tolerancia, segn el cual cuanto ms diverja el entorno a aquel con el cual la especie se ha ido formando, se hace cada vez ms difcil la conducta adaptable, o incluso se vuelve esta imposible. Esto vale para cualquier ser vivo, incluido el ser humano. 52. No obstante, slo un idiota, un biologicista, no se percatara de que la cultura puede hacer que la capacidad adaptativa vare sustancialmente. No obstante, slo un idiota, un culturalicista, no se percatara que por mucho que la cultura influya tambin lo hace lo biolgico de forma, en muchos casos, definitoria. 53. La domesticacin no es el estado cultural natural del ser humano. La sociedad de masas tampoco es su forma poltica. El ecosistema industrial no es su medio. 54. Es falso que el ser humano se ha adaptado a estos bruscos cambios de vida y entorno ecolgico, ocurridos como irrupcin volcnica en los ltimos milenios: la agricultura y la sedentarizacin por un lado, la industria y la mecanizacin de la sociedad y el individuo (ahora masa) por otro.

55. El ser humano no se ha adaptado: se ha resignado como animal domesticado que es al ver el cinto del padre asesino: la Sociedad Tecnolgica (Sociedad de Masas). Esto es evidente, incluso para el ms ciego de los cientficos de este mundo de tuertos. La guerra es una expresin de esa falta de adaptacin, las mil y una revueltas campesinas con las tradicionales quemas de registros de propiedad otra. El surgimiento de la ciencia Psicolgica para el control social en el maquinizado siglo XX, otra! La existencia de policas y drogas para calmar el dolor son evidente prueba de esta inadaptacin. Todos somos inadaptados, y esto es normal: el ser humano no est hecho para vivir en sociedades de 40 millones de habitantes, vive en grupos pequeos incluso en las Sociedades de Masas si de manera funcional y asimilados-, siendo todo lo que se escapa al grupo y sus interconexiones horizontales un lastre nefasto. 56. El ser humano domesticado es el camello que se arrodilla para coger la carga de lo que no le es propio, para acabar creyndose que s que lo es, y se sumerge en la Realidad: la guerra es humana, la explotacin es humana, el que la vida sea una carga es humano. Pero todo eso mentira, porque ya lo hemos dicho: La Realidad no existe. 57. Casi dos millones de aos de vida en plenitud son una prueba. Pero no nos importa. Acaso sera posible volver al pasado? No. Pero tenemos que tener algn referente... CONTRA SU HISTORIA Una pintura de Klee titulada Angelus Novus muestra a un ngel que parece alejarse de algo que contempla fijamente. Sus ojos miran con atencin, tiene la boca abierta y las alas extendidas. As se imagina uno al ngel de la historia. Su cara est vuelta hacia el pasado. All donde percibimos una cadena de acontecimientos, l contempla una simple catstrofe que sigue acumulando ruinas sobre ruinas y las arroja a sus pies. Al ngel le gustara quedarse, despertar a los muertos y recomponer lo que ha sido triturado. Pero sopla una tormenta desde el Paraso; se ha cogido a sus alas con tanta violencia que ya no puede cerrarlas nunca ms. Esta tormenta le empuja irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve la espalda, mientras la pila de escombros que se encuentra ante l crece hasta el cielo. Esta tormenta es lo que llamamos progreso. (W.Benjamn) 58. La Historia humana no es la historia de las ideas, ni las fechas de batallas ni los grandes hombres. Eso es mentira. 59. La Historia humana no es la historia de la lucha de clases, una contra otra, de forma dialctica. Eso es mentira. 60. NO, no es la historia de un pueblo oprimido, ni un gnero oprimido ni nada de eso. 61. La Historia humana no es la historia del PROGRESO; de hecho el PROGRESO es una invencin ideolgica que empieza a fraguarse en el Renacimiento, idea y prctica que se desarrolla en la Ilustracin cantando loas a la maquinizacin de la sociedad y al renacimiento del dolo vuelto nico dios en el panten social: el Dios Tecnologa, y sus emisarios la Razn mecanicista y la Ciencia surgida de las entraas de la supersticin, magia y alquimia. El PROGRESO es olvidar el pasado o reinventarlo para justificar un futuro en el nombre del que se sacrifica el presente. Es pensar que los males no tienen races sino curas en un futuro ideal tecnolgico que nunca llega. El PROGRESO es reducir a nmeros la felicidad y mirar la historia humana como una lnea recta dirigida, por la fuerza del sino, a un final tecno-feliz. Y la historia humana no es lineal, sino ms bien como un ir y venir zigzageante, es el telar de Penlope deshaciendo y haciendo los hilos en espera de la vuelta a casa de Ulises... Y ningn futuro tecnolgico se vislumbra feliz... 62. Empero, aun cayendo en inevitables simplificaciones, hace falta algo simple que nos d una pista de la evolucin humana, una vez liberados de la cnica interpretacin de sta identificndola con el supuesto PROGRESO. Y esa pista no est en las PROGRESISTAS visiones de lucha de clases, confrontacin de la de ideas, o la lucha de sexos. Todo eso son verdades parciales que por parcial se convierten en el conjunto en simple mentira. Quien no quiera cambiarlo todo, combatir el Sistema, encontrar reconfortante cobijo en estas historias fragmentadas. 63. Tres han sido los momentos bsicos de la Historia humana tras la ruptura con su modo de vida salvaje (libre). Tres los pasos de la Anti-Libertad. El primero es la domesticacin. La domesticacin del ser humano creando superiores e inferiores devino en todas las dems jerarquizaciones (clases, sexos, edades, especistas...) 64. Una vez domesticado el ser humano, una vez domesticado los animales y plantas (ganadera, agricultura...), una vez creada esta separacin de la natura y dominacin jerrquica las civilizaciones estatales y religiosas, la historia humana de la eterna inadaptacin al cambiante medio dio lugar al segundo momento: la Maquinizacin de la sociedad. 65. El proceso de maquinizacin es gradual, imposible sin el descubrimiento del reloj mecnico en la Edad Media, pero tiene su explosin con las revoluciones industriales de fines del XVIII principios del XIX. Esto signific la total conversin de la sociedad en algo mecnico sujeto al Gran Reloj que con su ltigo regula los remazos de esta galera a la deriva. La maquinizacin social devino tambin en masificacin del individuo, maquinizando el funcionar de la sociedad y todas las relaciones dentro de ella. No es por casualidad que al surgir esta sociedad masa-mquina surja tambin el nacionalismo y dems teoras reaccionarias o revolucionarias- que pretenden una homogenizacin y un gigantismo social: todos iguales en la Megamquina, si bien interpretada sta en clave nacional o poltica (su superestructura ideolgica). 66. El tercer momento es un proceso, al igual que los otros dos, an en curso. Hoy lo estamos empezando a notar, hoy est en FASE DE CONSOLIDACIN. Esta puede ser la ltima etapa de la

historia humana o la segunda parte de la historia de la libertad humana no hay trminos medios, como explicaremos cuando hablemos del sistema tecnolgico. 67. La tercera etapa es la actual: nanotecnologa, manipulacin gentica, reestructuracin econmica para encarar la automatizacin del trabajo, y urbanismo carcelario para acallar las revueltas (junto con la internacionalizacin de la represin, el sistema, etc.) 68. Se nos meter chips en la piel para controlarnos como hoy empiezan a metrselos a los yanquis, como desde ayer se los meten a los perros. Mil ojos conectados a un ordenador nos vigilarn. Mil porras nos esperan porque este sistema se est viniendo abajo. 69. Los ecosistemas mutarn radical y velozmente gracias a la estupidez humana expresa en las cubetas de la manipulacin gentica. Una vez que un agente o un gen nuevo es lanzado a un ecosistema no se puede recuperar: mutar el ecosistema. El nmero de variables a considerar es infinito, imposible de predecir, imposible de regular, y no hay vuelta atrs: una vez modificado un ecosistema la modificacin hecha no puede ser borrada. Un error mata a cientos de especies, muta a otras tantas... y el ser humano no vive fuera del ecosistema. 70. Escuchamos, y eminentes cientficos y tecncratas nos advierten del peligro de la nanotecnologa, de la robtica con Inteligencia Artificial, temiendo que en breve ser completamente incontrolable. La tecnologizacin supone delegar ms y ms en las mquinas, si hoy las apagsemos nos moriramos y nos sumergiramos en el caos. Hoy, siendo sus amos somos sus esclavos, pero cuando la Inteligencia Artifical se desarrolle seremos de seguro, mucho ms esclavos. 71. Escuchamos, y eminentes cientficos nos advierten que la ingeniera gentica acabar con el hombre tal y como lo conocemos, pues se le redisear un cuerpo biolgico para intentar lograr el fracaso milenario de la domesticacin: la adaptacin al medio. Nos crear un cuerpo gentico para adaptarnos al mundo nuevo que hayan rediseado las nuevas mquinas. La sociedad humana es cada vez ms impersonal y autoritaria, el cuerpo es la ltima crcel a conquistar por la autoridad: la represin externa ahora, gracias a la ingeniera gentica, estar acompaada de la represin biolgica. 72. Estamos en la etapa donde la novela Un Mundo Feliz encuentra a 1984, Huxley a Orwell... y se quedan mudos. La ltima etapa de la Historia de la domesticacin o la segunda de la libertad. A ti te toca mover la ficha hacia un futuro tecnocrtico civilizado o creativo primitivo. ______________________________________________________________________ LA EREMITA HEREJE En ti vive todava lo irredento de mi juventud; y como vida y juventud ests ah sentada, llena de esperanzas, sobre amarillas ruinas de sepulcros. S, todava eres t lo que reduce a escombros todos los sepulcros: salud a ti, voluntad ma! Y slo donde hay sepulcros hay redenciones. (As habl Zaratustra. Friedrich Nietzsche) 73. En lejano lugar, apartado de la civilizacin por pedregosas montaas, por salvajes bosques de verde frondosidad, y por inquietos y juguetones ros azules de verdes centelleos, viva una mujer. 74. Ella era conocida en toda la comarca con el nombre de la Eremita Hereje. Haba quien pensaba que era una bruja que haba huido a su recndito escondrijo, escapando de las garras inquisitoriales, y que desde las alturas de la montaa segua haciendo sortilegios contra sus enemigos. Otros aseguraban que era un demonio que por los siglos haba vivido all, que haba nacido en las profundidades de las races de una secuoya muerta, y la haba amamantado una loba, y que quien se acercaba a sus dominios perda todo su uso de razn pues el bosque haba sido encantado. 75. Otros, los pocos, no crean nada de esto, considerndolo una vulgar supersticin popular. Solan ser gentes que venan de lejos buscando la sabidura y la tranquilidad que de ella emanaba, segn cantaban ciertos juglares que juraban haberla visto, y vendan amuletos que ella misma haba bendito. 76. Un da que la misteriosa mujer estaba cortando lea para hacer una fogata, apareci entre los helechos que baaban los pies de los rboles uno de estos viajeros. 77. El viajero se present. El viajero era un hombre entrado en aos y de aspecto venerable, que al parecer era una reconocido sabio en la ciudad de donde vena. El viajero habl a la mujer con la segura tranquilidad del que se cree en posesin de toda verdad, y le dijo: Vengo a usted porque donde yo vivo la bondad humana parece haber desaparecido, como si un malvado duende la hubiese secuestrado. Los prncipes se disputan territorios y riquezas, slo para aumentar su ego, mandando sin piedad a sus pueblos a morir a las ms cruentas guerras. Los hombres de palacio conspiran los unos contra los otros, para estar ms cerca del trono, por codicia, gastando el heraldo pblico en cortesanas y fiestas, mientras la gente no tiene para comer. El viajero call, y baj la cabeza apenado por el recuerdo esperando alguna respuesta de la mujer, pero ella sigui cortando a hachazos la lea. El viajero, desconcertado prosigui: Los vicios, la corrupcin y la inmundicia son de igual modo los que imperan en el pueblo. La gente slo mira para sus propios ombligos, sin importarles el vecino. Trabajan de sol a sol, y se pisan los unos a los otros solo por conseguir unas monedas ms, mientras la putrefaccin se aduea de la urbe y la gente cae enferma por esta pestilencia que nadie

quiera curar. Oh, amiga ma! He venido para que me d consejo. Dicen que es usted una especie de sabia santa. Dgame pues, no se haga ms de rogar. Qu puedo hacer para inculcar a mis vecinos, aunque sea un poco, el altruismo y la compasin con la que la providencia la ha bendito, mi seora?. 78. La mujer al or esto dej su tarea. Clav el hacha en el suelo. Se sec el sudor que grcil se deslizaba por su frente. Y apoyndose en el palo de la herramienta se sent junto al viajero, y le dijo: Amigo mo, gran favor es el que le quieres hacer a tus vecinos intentndoles volver altruistas y compasivos. De todas maneras vienes al sitio equivocado si lo que quieres es encontrar aunque sea una pizca de altruismo o compasin. Nosotros no gustamos de vejar a nadie, querido amigo, de la misma manera que no queremos que nadie nos agravie. 79. Turbado por la inesperada respuesta el viajero le contest. Eso ltimo me parece muy sabio. Pero hay dos cosas que no entiendo bien... usted a dicho nosotros... Nosotros he dicho- ri la mujer- no se habr credo las fbulas de la eremita de los bosques y cuando deca esto salan tres hombres y una mujer de la gran cabaa de madera frente a la cual estaban charlando. El viajero pareci desencantado con tal circunstancia, como si hubiese perdido para l un halo extico en busca del cual haba caminado, por jornadas, da y noche. Entre dientes, como refunfuando, inquisidoramente empez a decir Entonces lo de la Eremita Hereje... Los contertulios rompieron en carcajadas, sin mala fe. La mujer puso su mano sobre el hombro del viajero y cndidamente explic: No puede usted hacer caso de los rumores de las gentes. Lo siento si le he defraudado. No he sido yo la que me he puesto ese ridculo nombre, de hecho no me he puesto jams nombre alguno. No, ni soy una ermitaa, ni soy una asceta ni nada de eso, de hecho no hay nada que ms me guste que el gozar y la compaa humana... No veo porqu nadie querra privarse del contacto carnal, de la conversacin sencilla con otras personas, o la convivencia con quien amas. 80. El viajero, alarmado, se ech para atrs librndose de la mano que le tenda la mujer, e indignado pregunt repitiendo las palabras de la mujer: Quiere usted decir que usted ama a los cuatro... carnalmente. Sobraron palabras para la contestacin. El viajero se enrojeci, y la sensacin de vergenza le hizo arder en clera. Ahora veo que los rumores populares eran ciertos, es usted una bruja, una libertina. Yo he venido aqu engaado. Le he venido a hablar de la trgica situacin de mi ciudad, pero veo que ustedes aun son ms depravados, pues adems de libertinos se mofan de los sentimientos ms elevados del ser humano: el altruismo y la compasin. Oh, s! Estaban bien en lo cierto quienes la pintaban como un ser salido de los avernos. No tengo ms que hacer aqu. Pero dgame, slo por curiosidad, cmo pueden ustedes estar orgullosos de no tener una pizca de compasin y altruismo? 81. La mujer ante tal avalancha de palabras y descalificaciones perdi la sonrisa. Sus ojos se volvieron resplandecientes y pcaros, y contest lo que sigue. Amigo mo, usted quiere saber porqu hemos renegado de la compasin y del altruismo, pero yo ya se lo he dicho. Nosotros no gustamos de menospreciar a nadie. Es por eso que no nos compadecemos de nadie. Cuando un amigo sufre nos duele a nosotros, pues en nuestro extremo egosmo no nos gusta ver sufrir a la gente. Nosotros sentimos por los dems al identificarnos con ellos y su dolor, no los compadecemos desde una distante posicin, y menos aun les denigramos y menospreciamos con limosnas piadosas y compasivas, sino que les damos lo que es suyo o lo que queremos. Es as que cuando un amigo cae enfermo los dems le cuidan para que sane cuanto antes porque no nos gusta ver sufrir y porque as queremos ser pagados por nuestros iguales si nosotros caemos enfermos. Ustedes, en cambio, lo hacen como si fuese un favor o una obligacin social, o divina, que al fin y al cabo es lo mismo. Mandan al enfermo o al viejo lejos de ustedes porque no aguantan verlo sufrir, porque se sienten culpables, porque no pueden compartir su dolor. Ustedes pagan a otros para que cuiden al que no puede cuidar de s y de est forma alivian su remordimiento, por haber sido compasivos, altruistas... Ustedes dan al mendigo la limosna de su altruismo, compasin y generosidad, que no es ms que un despreciable instinto de superioridad, porque ustedes gustan de mirar por encima del hombro: por eso su prncipe manda al pueblo a morir a la guerra, por eso los hombres de palacio conspiran, el pueblo pisa cabezas y se arrodilla por unas monedas... Por eso usted ha venido aqu a buscarme. Porque usted antes de venir estaba ya convencido de estar en posesin de la verdad, y era para usted un premio que yo le diese la razn a sus teoras. Es por eso que usted est ahora de pie, inquieto y molesto, porque usted ha visto que mi realidad nada tiene que ver con la suya, y de hecho la pone en tela de juicio. 82. La mujer par un momento, se levant, arranc el hacha del suelo, y con ella entre las manos extendi los brazos ofrecindosela al viajero, al tiempo que le deca: Amigo mo, me pregunt que es lo que creo que debera hacer. Pues, si quiere consejo este es el nico que puedo darle. Coja usted el hacha y destroce en mil pedazos el tronco muerto de su cultura, pues lo mejor que usted y sus conciudadanos pueden hacer es destrozar todas las instituciones y valores que mantienen sobre sus espaldas el rbol muerto, y una vez despiezadas haced una hoguera con ellas, para que pueda volar un nuevo ave fnix. 83. El viajero ante tales argumentos se enfureci, rechaz el hacha, les dio la espalda y volvi a su ciudad. Diciendo a su vuelta a todo el mundo que era cierto, la Eremita Hereje era una demonio amantado por una loba, y que el haba logrado salir con vida por suerte, pues ella haba intentado matarle a machazos y tirarlo en una hoguera. 84. El rumor circul rpido como plvora por la ciudad. Y todos maldecan a la Eremita Hereje. Pero esta situacin no dur mucho, pues no tard mucho en llegar el ataque de un rey ms fuerte y avaro a esta ciudad, y todos sucumbieron. ______________________________________________________________________ SALVAJES HASTA MORIR

Cuando los individuos estn sometidos a una mecanizacin social que cubre todos los mbitos y la propia biosfera se encuentra en peligro, lo que se impone es un conservadurismo ms neoltico. Conservar el sol y el espacio, la naturaleza animal, la comunidad primigenia, la curiosidad experimental. (P.Goodman) Las mismas sobriedad y sencillez de la vida del hombre en la Edad Primitiva abonan lo que digo, o por lo menos, denotan que aqul no era ms que un transente en la naturaleza, y que una vez reparadas las fuerzas con alimento y descanso, pona su vista nuevamente en el camino. Habit este mundo como si fuera una tienda de campaa, enhebrando valles, cruzando llanuras y escalando montaas. Pero ay! Los hombres se han convertido en herramientas de sus propias herramientas. Aqul que con total libertad tomaba el fruto del rbol para calmar su hambre se ha vuelto agricultor; y el que se acoga al rbol en busca de refugio cuenta hoy con una casa. Hemos dejado la acampada de pernocta para fijarnos en la tierra olvidando el cielo. Hemos adoptado el cristianismo como si se tratara simplemente de una forma mejorada de agri-cultura. As, hemos edificado una mansin para este mundo y una tumba acorde para el otro. Las mejores obras de arte son la expresin de la lucha del hombre por liberarse de su condicin. (H.D. Thoreau) 85. No queremos el Paraso, eso sera un infierno! Nada nos gustan esos sueos sucedneos tecno-cristianos de parasos post-revolucionarios por venir, ya sean marxistas o anarquistas. Nada nos gustan los lloros trastocados ideolgicamente de la mayora de las religiones a un supuesto Paraso pretrito dejado atrs. No queremos, una sociedad donde todo sea opulencia, paz, armona y pjaros cantando a las sociedades de humanos honrados, buenos y solidario-piadosos. 86. Nosotros slo queremos ser SALVAJES, y nada ms. No nos hace falta una regla para medir el cambio, ni un arquitecto que nos defina el nuevo Leviatn poltico con sus derechos / obligaciones, comits, parlamentos y dems. No necesitamos ni queremos chamn alguno que nos intente atrapar en su religin con su retrica. Nada de eso: Ningn poder a los soviets! Ningn mercado, libre ni esclavo! Ninguna imaginacin al Poder! Ningn poder imaginndose! 87. Estamos hartos y aburridos de toda esa casta poltica con sus conspiraciones, sus paranoias persecutorias, sus estrategias cual captacin de mercados, sus artimaas, sus lderes y jefes observando desde lo alto... Ya basta! Todos son lo mismo: TELOGOS. Hijos del primer chamn que dijo yo entiendo lo imperceptible y hablo lo inefable. Arrodillaros ante la Verdad del Gran Misterio. Pues yo os salvar! 88. NO. Lo que queremos es desteologizar la vida entera. Los dioses han muerto! Que empiece la libertad! 89. La vida que queremos no es una vida donde reine la PAZ: nada ms aburrido. Queremos vivir el conflicto permanente que significa estar vivo, pensando y actuando. Slo de esta manera se evitar la neurosis de la PAZ que conlleva siempre la GUERRA. Ningn instinto reprimido! Pues sino la represin de ellos nos llevar a mutilar nuestro cuerpo y mente, y actuar con el rencor del que se ha dejado mutilar. 90. Queremos una vida donde ningn viejo baje de la montaa con las cantinelas podridas vueltas ley, escritas en regia piedra. Cada uno es, y cada relacin es peculiar y distinta. Que se acabe el homogenizar 91. No queremos otro mundo posible o imposible, queremos este. Queremos, otra vez, vivir este mundo, aqu y ahora. Este es el planeta que queremos no otro. Y en l queremos vivir de la nica manera que podemos hacerlo para ser felices: EGOSTAMENTE. Slo aceptndonos a nosotros mismos con lo que somos, sin divinizarnos ni intentar amoldarnos a la Realidad de los Normales, podremos ser felices. Debemos conocernos y aceptar que buscamos nuestro propio goce, y que eso no tiene nada de malo: que lo nico malo es el autosacrificio que nos quiere imponer el cristiano, el islmico, el demcrata, el comunista, el budista... Clavamos la espada en la cruz para troncharla por la mitad, y que de la primera hendidura se purguen al aire limpio las mentiras que quieren encorsetar nuestra libertad: altruismo, piedad, humildad... miedo. Nada de eso! Esos han sido los ancestrales conceptos con los que el primer chamn se sirvi para domesticar a la tribu, domesticndose a s mismo, domesticando la natura. Para luego convertir a la mujer en cosa, a la naturaleza en cosa, a la supervivencia en cosa, hasta, vuelto todo cosa, la vida entera queda convertida en un simple objeto con el que mercadear. 92. No. Nuestros valores son la antpoda de Jehov y Satans. Nuestros valores son los instintos. Arrancar las cadenas que los atrapan al nacer en cada individuo es nuestra prioritaria tarea de deconstruccin. Porque una vez liberados no har falta la limosnera piedad pues no haremos nada de nadie, por lo que a nadie se le hurtar. No har falta la cnica compasin porque al sentirnos nosotros mismos bien entenderemos quien o qu est a nuestro alrededor, y nada trataremos de inferior, mas que la humildemente humillante compasin. Y no har falta por nunca jams el peor de los castigos: el altruismo, o lo que es lo mismo el vivir para, porque la nica forma de ayudar no es vivir para los dems, pues nada ayuda condenarse a s mismo, sino que slo viviendo para uno se puede ayudar a los dems. Slo eres capaz de amar algo o a alguien de verdad cuando te amas a ti mismo. Cuanto ms te ames ms podrs amar... y odiar. Compasin, piedad, altruismo, humildad, slo son sntomas de una terrible enfermedad: el menosprecio a s mismo, que slo puede llevar a menospreciar a los dems, encubriendo el menosprecio por lo polticamente correcto e insidioso- de estos valores. 93. Queremos, en definitiva, REBROTAR. Queremos retomar el camino dejado al nacer, deconstruir la socializacin maquinal que nos ha forjado reprimiendo nuestros instintos.

94. Nuestra alternativa no es la panacea (1). No tiene organizacin racional de nada, ni comits que gestionen la vida, ni polticas que la administren, ni tesoreras que la cuantifiquen, fetichicen y valoren. (1): La panacea universal es un mtico medicamento capaz de curar todas las enfermedades, o incluso de prolongar indefinidamente la vida. Fue buscada durante siglos, especialmente en la Edad Media. 95. Ninguna presa al ro. Nada que interrumpa el fluir de la libertad instintiva. ______________________________________________________________________ MASA Y TECNOLOGA La esclavitud a la tecnologa, es decir, la divisin del trabajo, es el barbarismo de los tiempo modernos. Cunta divisin del trabajo debemos tirar por la borda?, la respuesta ms lgica en mi opinin es, cunta plenitud queremos para nosotros y el planeta? (J.Zerzan) 96. La palabra tecnologa, en esta sociedad, slo se escucha cuando nos narran sus avances, lo que puede arreglar, lo bien que nos va a hacer vivir. Nunca se pone en cuestin el progreso, si sera bueno destecnologizarse, si realmente la tecnologa arregla algo que no haya estropeado antes... A lo ms que se llega es a una crtica pseudo-profunda en dos aspectos: el acceso a la tecnologa y su control. 97. El acceso discriminatorio a los aparatos tecnolgicos y el conocimiento tecnolgico crea o reproduce desigualdades sociales fragrantes, a la par que permite controlar y manipular a la gran masa la minora tecnocrtica. 98. El descontrol de la tecnologa que implica el capitalismo nos amenaza con destrozar el planeta, exterminarnos como especie, o a depender cada vez de las mquinas, rediseando estas nuestras vidas e infraestructuras, slo augurndonos un futuro de sociedad desquiciadamente maquinal, ultracompleja y masiva; para adaptarse a esto la ingeniera gentica intentar crearnos un cuerpo gentico ms acorde... 99. Pero lo realmente preocupante de esto es que no es un mero problema de descontrol o desigualdad de acceso. Dos son las preguntas que debiramos hacernos Qu relacin hay realmente entre tecnologa y felicidad? Qu vida queremos, cuales son nuestras prioridades, y en qu lugar deja esto a la tecnologa? 100. Vivimos en una Sociedad de Masas no de individuos, de rebao. En una Sociedad de Masas no hay control posible de la tecnologa; ya se gestione esta sociedad capitalista, bolchevique o anrquicamente. La sociedad de masas lleva implcita la alineacin, es inextirpable. En las sociedad de masas lo que funciona es el comportamiento de masas. Cuando este sistema insostenible se colapse todos huirn como tal, como burgueses huyendo pisndose los unos a los otros escapando de las llamas del Liceo. Y esto porque la masa no puede pensar cuanto tiempo tiene para salir del incendio, cuanto espacio hay, como se debera salir... simplemente la masa sigue a la masa; es el pez muerto que arrastra la corriente. 101. Pero esto slo sucede en momentos de caos. En momentos de orden los ms- la masa es ms bien el galgo que corre tras el conejo mecnico en las apuestas. Los directores del evento sera la Tecnocracia, los apostadores los economicistas, y el conejo mecnico sera el camelo del Progreso tecnolgico. 102. La Sociedad de Masas jams controlar la tecnologa. En ella el individuo se encuentra como el creyente en las catedrales enormes del siglo XVI: insignificante, impotente. La Sociedad de Masas crea fatalmente un individuo deslumbrado por el gigantismo organizativo; un individuo tendente a bajar la cabeza, encerrarse en su grupsculo, pero luchando con uas y dientes por su parcela de poder (la invulnerabilidad de su casa, el reino dentro de su coche, puestos polticos en asociaciones vecinales, sindicales o polticas) actuando dentro de las diferentes ruedas de la Sociedad de Masas, sin jams acercarse al corazn de la misma. 103. La Sociedad de Masas con la hiper-tecnologizacin contribuyen a aumentar ese sentimiento de impotencia frente a la complejo. Crea un individuo esclavo; sin autonoma. Hoy en da somos animales domsticos, domesticados, como los perros. An tiene ms posibilidades el perro de sobrevivir si es abandonado en la cuneta. Nosotros nos hemos divorciado y enfrentado con nuestro entorno biosferal. Si se desconectasen las mquinas nos moriramos; no sabramos como comer, encontrar o hacer cobijo, etc. 104. La psicologa nos dice que nuestra infelicidad es problema nuestro (por no amoldarnos al engranaje); los revolucionarios econmicos lo atribuyen a la desigualdad social. Todos se olvidan del papel clave que desempean la tecnologa y la masificacin, y la ruptura con nuestro lado salvaje, indmito, instintivo y sensual. 105. Algo hay que hacer. Vivimos en la sociedad de los impotentes. Nos hace falta inyectarnos el sndrome de David, y as derribar a nuestros Goliats internos, que crean y sostienen a los externos. Debemos emprender una lucha apuntando a los puntos clave del Sistema, ni a los brazos ni a las piernas, al cerebro y corazn, sin malgastar golpes. 107. Este sistema es insostenible. En el 2020 seremos 8.000 millones de personas sobre la Tierra. Habr guerras por el hambre, por el agua, por la humillacin, por el poder. Habr tecnologa de destruccin masiva que deje en ridculo la

bomba H. Habr ejrcitos virales y no humanos, no har falta generales ni tanques ni soldados, para matar a las masas: bastar un pequeo laboratorio y una pequea organizacin. Y, de todos modos, si no nos matamos directamente los unos a los otros nos destrozar nuestra kamikaze destruccin de la ecologa, con nuestra desertizacin, deforestacin, cientos de millones de automviles, industria... Estamos en guerra contra nosotros mismos y todo el planeta, y esto tiene que acabar. 107. La calma es propaganda del sistema. Esto va estallar, y t donde vas a estar?. Ya no es tiempo de quejas, o luchas o callas. ______________________________________________________________________ Golpes, al ojo de Goliat! Si hubieseis puesto ms fuego a vuestros versos o vuestros versos al fuego, no padeceramos este fro invierno. (Voltaire) 108. Todo lo dicho hasta aqu no es ms que filosofa en formato panfleto. Simplista. Tal vez demasiado negra, oscura. 109. Pero todo lo dicho hasta aqu nos inspira a movernos en la prctica. Las palabras nos confunden, no obstante Qu ninguna palabra se pierda en el vaco de la filosofa! Reclamos el derecho a poder equivocarnos. 110. Abogamos por la transformacin radical de nuestras vidas. RADICALES. Pensamos que es mucho ms fcil la revolucin que la reforma y, por supuesto, ms eficaz y divertida. 111. La reforma hacia posturas anti-sistmicas es inviable. Se pueden conseguir pequeas leyes que realmente mejoren la situacin de unos cuantos -muchos o pocos- pero con el cambio de aires, cuando la presin social se desvanezca, el sistema las echar abajo, encontrndonos entonces sin los logros por lo cual tanto se habra tenido que luchar y en un fase de consolidacin del nuevo modelo tecno-econmico ms avanzado. Es decir, peor que antes. Por otra parte ninguna reforma es viable si no entra dentro de los valores del sistema. Cualquier reivindicacin que supere esos cnones de valores jams tendr cabida en la reforma, y esto por dos motivos: los reformistas lo son porque piensan dentro de la misma forma de valoracin que el sistema de ah que no entiendan que la revolucin es ms fcil, viable, asequible. Y, en segundo lugar, porque ninguna reivindicacin fuera de los valores del sistema puede llevarse a cabo de forma reformista, pues ningn valor antittico puede ser realizado desde las instituciones y formas de actuacin que son parte del cdigo de valores del sistema que reproducen. Hay gente que tal vez piense que esto no es as, y piense que, por ejemplo, la explotacin econmica es uno de los valores del sistema, y que esta se puede reducir reformistamente. Pero reducir no significa suprimir. El valor continua, y como hemos dicho cuando se calme el ambiente volver con igual o mayor fuerza (ejemplo: el siglo XX y la sucesin: Neoliberalismo-Estado de bienestar-Neoliberalismo actual). No obstante, el acabar con la explotacin no sera viable dentro de las instituciones actuales. No tendra cabida ni las empresas y la forma de organizacin social estatal, que, en sus definiciones est la propia explotacin. De todas maneras, la explotacin, lo econmico, no es, ni de lejos el mayor problema pues no es ms que una consecuencia de la Realidad que aqu pretendemos derrocar, y en esa realidad est inmersa la Reforma: la Reforma es la va de escape del descontento que sostiene y de la que se sirve el Espectculo, para as, jams estar en peligro. Perpetuarse. 112. La revolucin la consideramos la nico va, pero una revolucin muy particular. NO QUEREMOS UNA REVOLUCIN DE MASAS. Con ella slo se conseguira otra Sociedad de Masas. Debemos pensar y luchar en contraposicin con los valores del Sistema, de esta forma la lucha no puede ser autoritaria ni gigantista dos de las premisas del sistema. Si hay gigantismo hay autoridad, y si hay autoridad, antes o despus hay gigantismo; tal afirmacin la historia la avala. 113. Hemos dividido la historia anteriormente en cuatro estadios. El primero es el libre antes de la civilizacin y la aparicin de las primeras formas paraestatales primitivas. Los otros tres componen el camino de la esclavitud. Ninguna de las tres etapas (domesticacin, maquinizacin de la sociedad y maquinizacin del individuo) son procesos muertos. Siguen activos. Y cada minuto que pasa la lucha se hace ms difcil, el sistema se expande y consolida y se anda un paso ms hacia el precipicio. 114. Si no luchamos ahora ms adelante no podremos. Quien se comporte incorrectamente en una manifestacin ser identificado en el momento que lo haga por sus morfologa o su gentica mediante cmaras o por chips incrustados; quien quiera luchar en la clandestinidad no podr pues ella no existir, siempre estar el Gran Hermano con sus cien ojos encima. Y antes de ponerse a luchar: los mtodos de persuasin ideolgicos (televisin, etc.) sern mejorados y estarn acompaados ya no slo de las drogas anti-revuelta (Tranquimacn, herona, alcohol, etc.) sino que ahora se usarn tambin los mtodos de persuasin biolgicos. Modificacin gentica para no ser agresivos, para no ser temerarios (para tener miedo), para no ser infelices (es decir, inadaptados, para ser conformistas), etc., etc. Nada de esto es ciencia ficcin, se est investigando y experimentando. La clonacin es la menos sangrante de las caras de la biotecnologa. 115. El panptico se autoperfecciona. La tecnologa avanza. Si no luchamos por y con medios y valores antagnicos cualquier revolucin triunfante se servir de esta tecnologa que, no nos engaemos, no es gestionable, pues en s esta

es tecnologa de gestin, es decir, tecnologa creada para gestionarnos a nosotros. Cada vez somos ms y ms esclavos de nuestras herramientas. Si la revolucin no rompe con la kamicaze Realidad est se consolidar, por ms que se invoque al CHE, independientemente del color de las banderas. 116. De todo esto sacamos tres conclusiones: a) La nica alternativa es la revolucin, la reforma es estril, una pantalla ms del Espectculo, una cortina de humo, pan y circo. La revolucin, adems debe ser una sucesin de situaciones, distintas y divergentes, insurreccionales. Sin organizacin centralizada, mediante grupos pequeos flexibles, verstiles, sin el esclererotismo innato a los modos federales, y sin la anti-individualidad que supone cualquier forma de gigantismo. La relacin de los grupos insurreccionales debe ser horizontal cuando sea necesaria dicha relacin-, y sin compromiso -sin coordinadoras con asambleas que lo que suponen es una homogenizacin mediante el consenso: si hay una causa debemos luchar por ella, bajo un eslogan y no unas siglas, cada uno a su manera, coincidiendo en las acciones que se quieran coincidir y pudiendo desmarcarse de las que no se quieran realizar. b) Debemos atacar los puntos dbiles del sistema, sus rganos vitales: buscar la eficiencia de nuestros golpes, ideolgicos y materiales. Debemos combatir la poltica, la divisin del trabajo (El trabajo en s mismo!), la tecnologa ms peligrosa (nanotecnologa, ingeniera gentica, informtica)... Atacar los puntos sin los cuales el sistema no podra funcionar: sin poltica no hay Sociedad de Masas (reificacin del individuo en lo social) posible; sin divisin del trabajo no hay explotacin posible, as como sin trabajo no hay capital posible; sin informtica el sistema se caera a pedazos, sin nanotecnologa e ingeniera gentica la Tercera Fase de la Historia no se puede consolidar. c) Debemos luchar ya, pues ahora es necesario, el mal lo sentimos en el presente, y, adems, cada minuto que pasa la lucha se hace ms difcil, gracias a la tecnologizacin. 117. Concluyendo. Tenemos ante nosotros dos alternativas: dejar que se consolide la Tercera etapa de la historia humana de la anti-libertad, la ms brutal y definitiva, o podemos luchar por iniciar la Segunda etapa de la Historia humana de la libertad, dejada atrs haces milenios de los cuales mucho podemos aprender y utilizar. No se trata de volver a las cavernas ni renegar de toda tecnologa siquiera, pero s de entendernos de una forma ecolgica, soterrar la moral siempre religiosa por la vida instintiva, y descentralizar la Sociedad de Masas y el Sistema Tecno-econmico hasta que el quehacer humano ya no pueda ser considerado un trabajo (auto-inmolacin), y nuestras herramientas sean eso, herramientas, y nada con vida (humano o no humano) vuelve a ser reificado, vuelto cosa, usado como herramienta. Hasta ser libres y salvajes... Condenados a luchar... Final o principio, de ti depende!

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