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Habilidades Laborales

Impresión 3D
Módulo 1
Historia, oportunidades,
experiencias y desafíos
de la impresión 3D

Aquí verás los siguientes temas:

• Breve historia de la impresión 3D
• Oportunidades
• Experiencias
A) Innovación para asistencias para la discapacidad
B) Innovación para la sustentabilidad
C) Innovación para la educación y la producción cultural y simbólica
D) Innovación en electrónica y robótica
• Problemáticas y desafíos
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Breve historia de la impresión 3D

Charles W. Hull, una de las personas a las que se atribuye la invención

de la impresión 3D

El surgimiento de la impresión 3D moderna puede ubicarse en los co-

mienzos de los años ochenta, a partir de los trabajos del japonés Hideo
Kodama, al norteamericano Charles W. Hull y el trío de investigadores
franceses Jean-Claude André, Olivier de Witte y Alain le Méhauté. Todos
ellos desarrollaron en paralelo la primera variante que existió de la im-
presión 3D: la estereolitografía. Sin embargo, solo Hull desarrolló un mo-
delo para comercializar: la SLA-1, que fue puesta a la venta en 1986 para
empresas. En 1989, Lisa y Scott Crump patentaron el FDM, o modelado
por deposición fundida, que es el tipo de impresión 3D actualmente más
difundido y accesible.

La SLA-1
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Claro que podríamos problematizar nociones como “invención” o “surgi-

miento”. Si bien se historizan de esa manera, las tecnologías no aparecen
arbitrariamente como resultado del trabajo de genios inventores, sino
que emergen como resultado de experiencias y conocimientos acumu-
lados a lo largo de años, décadas o en ocasiones siglos, y de contextos
sociales o económicos que las moldean. Con ello no se desconoce del
inmenso aporte de distintos trabajadores y trabajadoras de la ciencia,
sino que se pone en perspectiva que la tecnología es un hecho económi-
co, cultural y social moldeado por épocas y sociedades.
Bajo esta mirada, más que los nombres de estos primeros y primeras
impulsoras, resulta interesante pensar las condiciones que habilitaron el
surgimiento de la impresión 3D moderna. Podríamos decir que tuvo que
ver con avances en tratamiento de materiales, en informática y en impre-
sión (a finales de los años setenta habían surgido las impresoras 2D de
papel). Y quizás, y por sobre todo, con la necesidad de abaratar costos, y
de facilitar y generar alternativas para la creación de prototipos.

A los prototipos los podríamos definir como versiones o pruebas

experimentales que se hacen de los productos antes de gene-
rar un modelo definitivo. Se debe tener en cuenta que, para los
procedimientos tradicionales de fabricación, la generación de
prototipos es un proceso trabajoso que requiere de la generación
de una matriz o molde. La impresión 3D permitiría entonces que
empresas pudieran testear y generar nuevos productos con una
facilidad sin precedentes.

Así como el surgimiento de la impresión 3D tuvo que ver con una ten-
dencia mundial en los años ochenta y noventa de las empresas de
recortar costos y buscar sumar valor agregado a sus productos (di-
ferenciales que les daban distinción y sofisticación), existen varias
realidades contextuales que nos permiten entender el por qué de la
masificación de la impresión 3D en lo que va del milenio. La podemos
atribuir en parte a la tendencia a la descentralización que se viene dan-
do en todos los ámbitos, la cual ha hecho ecos en las tecnologías con
un crecimiento exponencial en el acceso a las mismas. Sin embargo,
esta no sería toda la historia.
Las últimas décadas significaron una masificación de determinadas
marcas y que mucha más gente se volviera usuaria de determinados
productos. En otras palabras estamos ante un fenómeno de homoge-
neización y monopolización de las tecnologías. Como respuesta a esto
han surgido varios movimientos:
• A comienzos de los 2000 se da el boom del software libre, y poco des-
pués, del hardware libre: un conjunto de comunidades e iniciativas que
proponen que se liberen los programas y dispositivos de modo que pue-
dan ser apropiados y modificados por quien sea.
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• En el 2005 Adrian Bowyer crea RepRap una impresora de código abier-

to que puede ser replicada.
• En el 2009, se vencen las patentes de la impresión 3D por FDM, por
lo que los modelos existentes pueden comercializarse más barato y se
vuelve mucho más accesible generar modelos nuevos. Se podría decir
entonces que el surgimiento de esta masa crítica es lo que permite la
multiplicación de la impresión 3D “de escritorio”.
Han pasado ya varios años desde los primeros hitos o apariciones del
software y hardware libre. Continúa, sin embargo, la necesidad de repen-
sar los modos en que se producen las tecnologías.

TECNODIVERSIDAD
Voces críticas, como la del filósofo chino Yak Hui, sugieren
como horizonte la tecnodiversidad: que cada comunidad y
sociedad pueda producir (y valorar) sus propias tecnologías,
de forma que sean culturalmente relevantes y más respetuo-
sas para su medio ambiente.
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Aunque en sus inicios la impresión 3D estaba pensada para ser un com-

Oportunidades plemento para entornos de fabricación tradicional, en la medida en que
se fue haciendo más popular, también se generó más noción sobre sus
potencialidades. Los más optimistas la llaman la nueva revolución in-
dustrial, y consideran que puede cambiar de manera positiva nuestros
paradigmas de fabricación. Lo revolucionario radica en que permite con-
vertir datos (en forma de archivos digitales) en cosas y cosas en datos
Esto trae aparejado las siguientes ventajas:

Permite la fabricación por demanda y a medida.

La impresión 3D permite que se produzca únicamente
lo que se necesita, evitando así la sobreproducción y el
desperdicio. Se pueden incluso hacer variaciones para cada
caso particular, retocando el modelo 3D original.

Ahorra problemas de logística y sus implicancias

ambientales.
En vez de mandar productos a otras localidades y países,
se puede enviar un modelo 3D que pueda ser fabricado
inmediatamente mediante impresión 3D.

Facilita la innovación.

Está al alcance de cualquiera en cualquier parte del mundo

crear prototipos innovadores que puedan ser de impacto
positivo para sus comunidades.

Distintas experiencias han aprovechado y puesto de relieve los benefi-

Experiencias cios antes mencionados. A continuación te compartimos algunos rubros
e iniciativas en los que se puede apreciar cómo la impresión 3D puede
ser una herramienta para proyectos de impacto positivo.

A) Innovación para asistencias para la discapacidad

Existen muchas experiencias en este rubro, particularmente en lo que
respecta a realización de prótesis, ya que la impresión 3D permite algo
muy útil para este tipo de objetos: adaptar modelos y hacerlos a medida.
Una de las iniciativas más grandes y conocidas es e-nable, una comuni-
dad colaborativa de personas que producen modelos para prótesis, per-
sonas que los imprimen y personas que los solicitan. Los modelos están
todos disponibles de manera gratuita en el repositorio thingiverse. Acá
verás por ejemplo las piezas del prototipo Phoenix hand V3, uno de los
más probados.
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Phoenix hand V3

En esta nota se describe una ex-

periencia acá en Argentina de pro-
ducción de una prótesis utilizando
uno de los modelos de enable. Lo
llevó adelante el fabLab Fab&Cafe
en 2014 para Felipe Miranda, un
niño de 11 años.
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Existen también muchas iniciativas para personas ciegas. La plataforma

Terrain2STL permite la creación de mapas táctiles geográficos. Existen
experiencias de uso de la misma para dar contenidos de geografía en
escuelas para no videntes. La página web Touchsee.me permite tradu-
cir cualquier mensaje a un archivo 3D en braille, lo cual permite reali-
zar etiquetas, y podría permitir hacer publicaciones. También se pueden
encontrar prototipos de artefactos para aprender braille, y cubiertas de
teclado en braille, entre muchos otros.

Mapa táctil hecho con TerrainSTL.

B) Innovación para la sustentabilidad

Existen muchas iniciativas que aprovechan la impresión 3D para lograr
circuitos de economía circular.

La economía circular es un modelo económico que su-

pone repensar las cadenas de producción, de manera
que los materiales y los objetos puedan ser reutiliza-
dos y reciclados al máximo, minimizando la demanda
y necesidades de producción. Como bien describe el
diagrama esto implica:
• Repensar los procesos de diseño y creación de los
objetos para poder crear cosas que se puedan reutili-
zar y reciclar más fácilmente
• Mejorar patrones de consumo, para alentar prácticas
de reutilización y reciclado.
• Optimizar procesos de recolección y procesamiento
de residuos, reciclando al máximo posible.
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Hay emprendimientos que producen y usan filamento hecho enteramente

de plástico reciclado. Este proceso es posible, pero no es fácil: si bien
plásticos como el PET (empleado en botellas de plástico) están hechos
para ser 100% reciclables tras un primer uso, se pueden reutilizar a tempe-
raturas para inyección y soplado (procesos industriales) y no de extrusión
(proceso de fabricación 3D). Sin embargo el Instituto Nacional de Tecno-
logía Industrial (INTI) llevó a cabo en 2015 en conjunto con una pyme una
investigación que resultó exitosa. Acá una nota que resume el proceso.
Los detalles del mismo se pueden encontrar sólo en publicaciones espe-
cializadas como esta, consiste en una etapa de trituración mecánica, el
empleo de una extrusora (la podemos pensar como una pistola de silicona
gigante) que derrite los pedacitos de plástico y les da forma de filamento
y de un proceso de secado. Este último es quizás la clave para que el pro-
cedimiento resulte óptimo.

Existen extrusoras en el mercado, y también existen

modelos, planos y tutoriales para poder construir
nuestra propia extrusora, como el que encontrarás
en este link. Ellas se usan principalmente para re-
ciclar el mismo PLA (el filamento de impresión 3D
más usado). Este es relativamente fácil de reutilizar
más sólo puede ser reciclado un par de veces ya
que empieza a perder propiedades.

Encontramos, sin embargo, muchas iniciativas que, sin necesidad de en-

carar la problemática de procesar el PET, permiten reutilizarlo de manera
muy ingeniosa. Acá algunas:

La plataforma 3dponics comparte, de manera completamente gra-

tuita, modelos que permiten ensamblar botellas para hacer huertas
hidropónicas. No solo se reutilizan las botellas, sino que se impulsa
una huerta funcional con bajo consumo de agua. También proveen
manuales de cómo usar sus prototipos.
IMPRESIÓN 3D - MÓDULO 1 10

Pieza impresa en 3D,

que permite usar bo-
tellas de plástico para
armar percheros.

Otra aplicación de la impresión 3D para fomentar la sustentabilidad y la

economía circular tiene que ver con la creación de prototipos que per-
mitan reparar muebles, dispositivos y objetos para prolongar su utilidad
y evitar su descarte innecesario. Acá algunos ejemplos:

Prototipo diseñado para

reparar el pomo de una
cajonera.

Prototipo diseñado para

reparar un juguete.

Además, existen proyectos que emplean filamento no plástico u otros

materiales de menor impacto para el ambiente. Estos requieren sin
embargo de impresoras especializadas. Sin duda esto ha permitido
ampliar el espectro de aplicaciones de la impresión digital pudiéndo-
la usar incluso para abordar problemas ecológicos. Distintos centros
especializados de varios países han empezado a usar la impresión 3D
y filamento no plástico para el rescate y recomposición de los corales
marinos y los ecosistemas que los rodean, tras los efectos demoledo-
res que les ha implicado el cambio climático.
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Simulación de arrecife de coral hecho con impresión 3D

C) Innovación para la educación y la producción cultural

y simbólica
Cada vez más se considera que la impresión 3D puede ser un valor
agregado para los contenidos CTIM, o STEAM en inglés.

Las siglas CTIM significan: ciencia, tecnología, ingeniería y mate-

máticas (hay quienes también agregan una A por artes). Se trata
de un paradigma educativo que ha surgido en los últimos años,
que busca transmitir el valor de la transdisciplinariedad y la expe-
rimentación en el campo de las ciencias aplicadas.

Existen muchísimas experiencias en esta área. Ya hemos visto una de

ellas: el uso de la impresión 3D para contenidos de geografía accesi-
bles, como en el caso de los mapas táctiles.
Actualmente, se está viendo cada vez más el uso de la impresión 3D
para la producción artística o simbólica. La representación es siempre
un terreno en disputa, y la impresión y modelado 3D ahora ofrece un
nuevo camino para generar imágenes e imaginarios alternativos.Pen-
semos un ejemplo: ¿qué tal si producimos juguetes de superhéroes de
nuestras tierras, nuestras latitudes o nuestras comunidades? ¿O de los
héroes o heroínas que, día a día, luchan o han luchado por nuestros
derechos? ¿O usar la impresión 3D para intervenir monumentos?
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D) Innovación en robótica y electrónica

Los dispositivos electrónicos requieren de un gabinete que permita

resguardar a las placas de control y otros componentes de la hume-
dad, el polvo,etc. Si creamos uno aprovechando proyectos de código
abierto como Arduino, Raspberry pi, etc, le deberemos generar también
un gabinete a medida. Así mismo hay numerosos casos de usos de
impresora 3D para construir soportes de circuitos o piezas a medida
para armar robots.

Gabinete diseñado específicamente para un dispositivo

¿Sabías que existen modelos de impresoras 3D “auto replican-

tes”? Estas son prototipos de impresoras cuyas piezas se pueden
imprimir en otra impresora 3D.

Hay quienes argumentan que la impresión 3D difícilmente se ha acerca-

Problemáticas do a cumplir con la promesa de revolucionar la fabricación. Se siguen
y desafíos sosteniendo los modelos de producción tradicionales, y la masificación
de impresoras 3D también ha significado por ahora un nuevo rubro de
producción de plástico y una nueva fuente de desechos, como cuenta
esta nota del 2018, de la revista National Geographic.
Si bien el PLA está hecho a base de materiales orgánicos, no se desinte-
gra fácilmente y requiere de un tratamiento químico específico para ello.
La problemática de los residuos plásticos no es un problema menor.
• En Argentina, actualmente se recicla únicamente el 6% del total de los de-
sechos, lo cual significa que muchos plásticos no llegan a ser reutilizados.
El reciclaje de polímeros tiene además sus problemáticas particulares.
Si bien existe una industria de reciclaje de plástico, frecuentemente no
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existe tanta demanda del mismo, ya que muchas empresas importan

sus envases en vez de comprar envases reciclados. En respuesta a
estas situaciones, existen distintas iniciativas y políticas públicas. El
programa Argentina Recicla promociona la Gestión Integral e Inclusiva
de Residuos Sólidos Urbanos (GIIRSUU) en todo el territorio nacional,
proponiendo modelos de cogestión de municipios, cooperativas de re-
ciclaje y recuperadores en las distintas localidades, permitiendo maxi-
mizar la capacidad de reciclaje. A su vez, distintos sectores de la pobla-
ción actualmente presionan para la aprobación de una ley de envases
que promueva que las empresas usen envases reciclados.

Recomendaciones
A continuación, te compartimos un link a la guía
de implementación de la GIIRSUU, en caso de que
te interese profundizar en la temática.
También te compartimos un video corto de lo que
fue la presentación de esta guía, que te servirá
como breve resumen.

Es posible que el gran optimismo que rodeó (y todavía rodea) a la im-

presión 3D haya tenido que ver con el llamado “solucionismo tecnoló-
gico”: una tendencia a pensar que la tecnología y la innovación son la
clave para acabar con problemas sistémicos. Esta perspectiva nueva-
mente ignora lo que se comentó al principio: las tecnologías existen en
el marco de sociedades y contextos, y generar determinados cambios
tiene que ver con acciones colectivas y estructurales, y no con iniciati-
vas e invenciones particulares.
Si bien la impresión 3D puede que no cambie nuestro modo de fabricar
(esto tendrá que ver con políticas y movimientos sociales), podemos,
sin embargo, intentar que no sume a la problemática y que, en ocasio-
nes, aporte para minimizarla.

Al momento de emprender un proyecto de impresión 3D, es im-

portante tener el compromiso ético de que el mismo sea de valor.
Para ello, nos podemos preguntar:
¿Es original? ¿Se justifica su impresión, o es igual o muy pareci-
do a objetos masivos, ya disponibles? ¿Tiene un propósito edu-
cativo? ¿Tiene un propósito social?
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Estas preguntas no se deben hacer livianamente, porque las respues-

tas variarán de localidad a localidad; lo que puede ser de gran impacto
en un lugar, puede no serlo en otro. Si bien la asistencia a la discapa-
cidad y la sustentabilidad son áreas con una gran demanda de innova-
ción en casi todos lados, los proyectos no serán necesariamente tras-
ladables, y siempre corresponderá indagar en las particularidades de
nuestro entorno, posibilidades de articulaciones locales y potenciales
destinatarios y destinatarias de aquello que vayamos a crear. Esto será
particularmente relevante para proyectos en discapacidad, cualquier
iniciativa que se quiera llevar en este campo se debe pensar en con-
junto con actores sociales que trabajen con el tema y con destinatarios
específicos en mente.
Paradigmas como el “diseño centrado en las personas” son de gran
ayuda para entender cómo crear cosas, proyectos, políticas, etc., que se
ajusten realmente a la realidad de nuestro entorno y sus habitantes, y
puedan ser de verdadera utilidad. En resumen, un proyecto ético y sólido
no tendrá que ver con su nivel de sofisticación, sino con haber sido pen-
sado y planificado de manera estratégica y efectiva para las necesidades
y realidades del lugar donde se realizará, se desplegará y se usará.

En la Plataforma de Aprendizaje Virtual tenés disponible el curso de

Diseño Centrado en las personas. El mismo podrá ser un gran com-
plemento al presente contenido para generar proyectos sólidos.
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