Principios de La Instancia
Principios de La Instancia
Principios de La Instancia
PRINCIPIOS DE LA INSTANCIA
Uno de los más grandes errores cometidos por los profesionales del derecho es ver el
procedimiento como una mera sucesión de actos encaminada a un fin, sobre todo
bajo el paradigma que los únicos lineamientos a seguir se encuentran expresa y
exclusivamente consagrados en la Ley. Esto deviene en una falacia, sobre todo si
tenemos una visión pragmática del derecho, que si bien no podemos dejar de tener
una idea práctica de cómo debe llevarse a cabo, no podemos dejar de lado las razones
por las cuáles se establecen ciertas reglas.
Una vez puntualizados estos conceptos, ha lugar ha destacar cuáles principios son
reguladores del proceso civil, y entre ellos, cuáles tienen un arraigo constitucional, sea
porque se encuentre expresamente consagrado en el texto de la Carta Magna, o bien
si proviene de un tratado internacional que tenga aplicación interna en nuestro
ordenamiento jurídico. Efectivamente, el proceso civil se ve rodeado de una serie de
máximas o lineamientos generales que se encargan de darle una dirección conforme
a la equidad, la justicia y la seguridad jurídica, que son los valores que fundamentan el
ordenamiento jurídico. En ese sentido, encontramos una serie de principios que son
propios de todos los procesos, y otros que son exclusivos del proceso civil.
Algunos de estos principios son de carácter constitucional, o sea, que encuentran su
fundamento en el texto de nuestra Carta Magna, o en su defecto, en alguna
estipulación de un tratado internacional. En este último caso, se habla de que el
principio tiene carácter constitucional por aplicación de lo que dispone el artículo 3 de
la Constitución en su parte in fine: “La República Dominicana reconoce y aplica las
normas del Derecho Internacional general y americano en la medida en que sus
poderes públicos las hayan adoptado, y se pronuncia en favor de la solidaridad
económica de los países de América y apoyará toda iniciativa que propenda a la
defensa de sus productos básicos y materias primas ”, en combinación con su artículo
38, numeral 14, que faculta al Congreso Nacional para Aprobar o desaprobar tratados
y convenciones internacionales que celebre el Poder Ejecutivo.
Los principios reguladores del proceso civil son varios, entre ellos tenemos:
El principio dispositivo
El principio contradictorio
El principio de publicidad
El principio de preclusión
El principio de concentración
El principio de inmediación
El Principio Dispositivo: Este principio establece de forma general que las partes son
las dueñas del proceso, tienen una posición activa respecto del mismo, mientras que
el rol del juez civil debe ser siempre pasivo, o sea, actuar en base a lo propuesto por
las partes. Eduardo J. Couture, en su obra “Estudios del Derecho Procesal Civil: Tomo
I” establece que el principio dispositivo tiene se divide en dos contenidos: por un lado
tenemos la iniciativa de la parte, con el que se dispone que el juicio civil no funciona
sino a petición de parte interesada; y por el otro lado, tenemos la limitación material
del conocimiento, que dispone que que el juez no conoce más materiales de hecho
que los que suministran las propias partes. Este principio propio del proceso civil, dado
a que existen otras materias en las que el papel asume un papel activo dentro de la
instrucción del proceso.
Sin embargo, las tendencias modernas han ido limitando este principio, dado a que
“hay cada día una tendencia más acusada, aún en los países de estructura liberal
democrática, a permitir la iniciativa de oficio en todos aquellos casos en los cuales la
voluntad privada no basta para ofrecer las garantías necesarias”3.
El principio de economía procesal: Este dispone que el proceso debe llevarse a cabo
con una eficiencia, tanto en los actos procesales, como en los plazos, a los fines de que
el proceso se lleve sin un dilaciones ni encarecimientos innecesarios.
Principios contradictorios. Cada parte tiene facultad para discutir las pretensiones
del adversario. De ahí resulta el principio contradictorio del proceso. Admitir lo
contrario es lesionar el derecho de defensa. El proceso de contradicción domina toso
nuestro derecho procesal civil, aunque a veces aparece un medio en el cual una de las
partes es sorprendida, como por ejemplo cuando se trata de ordenanzas dictadas por
el juez de los requerimientos.
Inmutabilidad del proceso. Una vez que la instancia se inicia, sus elementos no
pueden modificarse. La calidad de litigante no puede cambiarse. Un tercero no puede
asumir la calidad de un litigante. La inmutabilidad del proceso repercute también en
los poderes del juez, el cual no puede fallar ni extra, ni Infra ni ultra petita, so pena de
que su decisión sea casada o atacada por la vía de la revisión civil.