Grupo No.10 Las Obligaciones Parte I

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Universidad San Carlos de Guatemala

Centro Universitario del Suroccidente

Mazatenango, Suchitepéquez

Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogacía y Notariado.

Segundo Semestre

Sección “B”

Derecho Romano

Lic. Héctor Rafael Antonio González Obregón

TEMA

LAS OBLIGACIONES

Parte I

Nombre Carné

Juan Jose Albino Chiquirin 202241391

Damaris Irene Santay Cayaxón 202242375

Mildred Griselda Mis Tunay 202242594

Elba Paulina Pérez García 202242764

Astrid Griselda Abac Julajuj 202243657

Mazatenango 2022
INTRODUCCIÓN

La obligación en el Derecho Romano consistía en un vínculo jurídico por el que estaba


definido necesario a realizar una determinada prestación y esto se obtiene mediante a la fianza
que es el cumplimiento de leyes en la sociedad para lograr así un desarrollo político, social,
cultural y económico, sabiendo que los derechos romanos se elaboran a través de un código
escrito para dar a conocer a cada uno cuáles son sus derechos y deberes como ciudadanos. El
derecho romano se le conoce por dar obligaciones por medio de Derechos a cumplir y uno de
ellos es son los elementos al de la obligación la cual consiste en la obligación que el deudor
debía a pagar. A través del Derecho Romano se puede conocer los mecanismos básicos del
razonamiento jurídico, los conceptos fundamentales (propiedad y posesión, acción y excepción,
capacidad, legitimación, crédito y deuda, derecho real, dolo y culpa, responsabilidad penal,
sucesión mortis causa) que va a desarrollar, con todo. Así también el derecho Romano porta al
futuro abogado una visión global de un sistema jurídico y la lógica que lo estructura, razón por la
que ha servido de base a lo largo de siglos para el desarrollo de los cuerpos jurídicos de muchos
de los Estados actuales. En siguiente aparte busca realizar una precisión conceptual sobre las
obligaciones en el derecho Romano y a través de sus características más importantes
delimitando el concepto y determinar individualidad dentro del universo jurídico. Posteriormente
dando a conocer todas las obligaciones siendo negativas y positivas de crédito que tenía el
creedor. Las obligaciones en el vínculo jurídico que nos apremia o constriñe a pagar a otro alguna
cosa. Con mayor rigor científico podemos decir que es el vínculo jurídico. El cumplimiento de la
obligación podía asegurarse en el derecho romano afectando la cosa de propiedad del deudor a
la acción del acreedor haciendo que el mismo deudor u otra persona por él respondiera con su
propio crédito, en las siguientes páginas se aborda ampliamente sobre Las obligaciones que
influye en el derecho Romano.
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE OBLIGACIÓN EN EL DERECHO ROMANO
La figura más antigua relativa al instituto de la obligación en el Derecho Romano es la sponsio
rito antiquísimo que se basaba en la fuerza religiosa de un juramento ante los dioses, luego es
sustituida en las doce tablas por un deber laico fundamentándose en el oportere que era un deber
civil reconocido por el ordenamiento y permitía la ejecución civil a través de la legis actio per
iudicis arbitrive postulationem . La sponsio pasó de tener una vinculación religiosa a tener una
vinculación jurídica. El sponsor quedaba vinculado a la actio del receptor, de igual forma o en
forma paralela, siguió el nexum, el modo en que el deudor se emancipaba así mismo del acreedor
entrando en su mancipiun y por ello el deudor era nexus obligatus, en esta época primitiva en
que el deudor respondía con su persona siendo el vínculo un vínculo material.
Las consecuencias del nexum son mal conocidas. Se sabe, sin embargo, que eran muy
rigurosas. En virtud del contrato y sin juicio, el deudor que no pagaba estaba sometido a la manus
injecto especie de toma de cuerpo ejercida por el acreedor y que necesitaba la intervención del
magistrado. Desde entonces, el deudor declarado nexus estaba a merced del acreedor, que
podía encadenarle y tratarle como a su esclavo de hecho y sino de derecho. El nexus no se
libertaba más que con la ayuda de un pago especial acompañado de la solemnidad de las aes
et libra. Con la lex poetelia posteriormente se pasó a un vínculo iuris.
No obstante, el concepto de obligación de los romanos era limitado y solo correspondía a
determinadas situaciones típicas. Se tipificaron determinadas convenciones bila- terales a través
de los conceptos del actum, el gestum y el contractum. Al final el término contrahere fue el
concepto por el que gira- ron las obligaciones bilaterales, bajo la idea de la constitución de
relaciones jurídicas en forma voluntaria.
Se ha querido por parte de un sector de la doctrina interpretar que la obligación romana estaba
compuesta por un débito y una responsabilidad. La idea de vinculación de una persona a un
deber y la responsabilidad en caso de que incumpliera ese deber. En primera instancia cuando
el nexum era material, era innecesario hablar del aspecto de la responsabilidad pues el deudor
estaba materialmente bajo el nexum o el poder material del acreedor. El deudor permanecía bajo
el nexum obligatus, materialmente obligado y permanecía en esta situación de sujeción por parte
del acreedor mientras no pagase la deuda, o mientras no pagase otro por él (nexi liberatio) en
una época primitiva en que la obligación era ante todo la sujeción material de la persona del
deudor al pago de la deuda.
Posteriormente cuando se dejó de lado el nexum material a partir de las doce tablas y
principalmente con la lex poetelia Paria del 326 a.c quedaba abierto el camino hacia el vinculum
iuri, no obstante no se llegó al grado de abstracción requerida y solo aparecen determinados
hechos típicos como constitutivos de obligaciones como el actum, el gestum y el contractum.
La doctrina tradicional entiende que la obliga- ción nace desde su inicio a partir del delito, de la
relación ofendido-delincuente, luego Bettti consideró que la obligación nace o tiene sus orígenes
desde las ideas del contrato.
En el derecho germánico sí se contempló esa división entre el SCHULD Y EL HAFTUNG tal y
como lo denominaron, la obligación nace a raíz de la fusión de estos dos conceptos claramente
individualizados, es decir, el débito de una persona se unía a la responsabilidad en caso de que
no cumpliera con dicho deber. Esta separación de conceptos que se ve en el Derecho germánico
primitivo no se ve en el derecho romano cuando se analiza la idea o el concepto de obligación
dado lo que mencionamos líneas atrás.

ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN
La obligación crea un lazo, una liga-vinculum, que presupone por lo menos dos sujetos: Uno
activo y otro pasivo; el primero creditor sujeta en cierta forma al segundo debitor para que le
preste la conducta debida. Las expresiones creditor y debitor se usaron tardíamente, reus parece
ser el término admitido en la vieja lengua jurídica para uno y otro sujeto. El vínculo que es un
lazo de derecho permite al acreedor usar los medios coactivos para que el deudor preste el
comportamiento debido. El objeto de la obligación, consistía en la conducta que el deudor debía
observar en provecho del acreedor; así, un dare, facere o praestare.
Al lado de esta fórmula general están más precisos ciertos textos. Distinguen en tres categorías
los diversos actos a los cuales puede ser obligado el deudor, y los resumen en estos tres verbos:
dare, praestare, facere.
La obligación tiene siempre por objeto un acto del deudor, que esta personalmente obligado;
resulta de ello que nunca ni aun cuando ella consiste en dare, transfiere por si misma ni la
propiedad ni ningún otro derecho real. El deudor está obligado solamente a efectuar esa
transferencia por medio de los modos especiales creados para este efecto.
De la definición de la obligación surgen los tres elementos de que se compone:
a) El acreedor: Un sujeto activo,puede haber uno o varios. Al acreedor pertenece el
derecho de exigir del deudor la prestación que es objeto de la obligación. El Derecho Civil le da,
como sanción de su crédito, una acción personal; es decir, la facultad de dirigirse a la autoridad
judicial para obligar
al deudor a pagarle lo que se le debe. Esta sanción organizada según los principios del Derecho
Civil romano caracteriza a las obligaciones civiles, las únicas que son verdaderas obligaciones,
que consisten en un lazo de derecho.
En ciertos casos, sin embargo, se encontró bien admitir que una persona pudiese más que según
el Derecho Natural; era un simple lazo de equidad.
Resulta de consecuencias que los jurisconsultos y el pretor acabaron por precisar. Pero estas
obligaciones imperfectas, calificadas de naturales, no han sido jamás sancionadas por una
acción. Aquel en provecho del cual habían sido reconocidas no podía contar más que con una
ejecución voluntaria de parte del deudor.
b) El deudor: Un sujeto pasivo, es la persona que está obligada a procurar al acreedor
del objeto de la obligación. Puede haber en ella uno o varios deudores, como uno o varios
acreedores.
c) Un objeto: El objeto de la obligación consiste siempre en un acto que el deudor debe
realizar en provecho del acreedor, y los jurisconsultos romanos lo expresan perfectamente por
medio de un verbo: facere, cuyo sentido es muy amplio, que comprende a una abstención.

SUJETO DEL DERECHO: LA PERSONA


Hablar de “sujeto del Derecho” es hablar de la “persona”, entendida ésta no en
un sentido puramente coloquial, sino indicando con el término persona: tanto al
individuo (persona física), como al ente social (persona jurídica o universitas
personarum o universitas rerum), que reúnen los requisitos necesarios para alcanzar la cualidad
de ser titular de derechos y obligaciones en una sociedad determinada. Por tanto, ambos tipos
de personas pueden alcanzar la condición o cualidad de ser sujeto del Derecho y adquirir
capacidad o personalidad jurídica, siempre y cuando reúnan unos determinados requisitos, como
hemos mencionado y que analizaremos un poco más adelante. Juntó a la capacidad jurídica,
pero distinta de ésta, está la capacidad de obrar, es decir, la capacidad que sólo afecta a la
persona física (al individuo) y que consiste en la idoneidad para poder realizar actos y negocios
jurídicos con plena autonomía. Por consiguiente, la persona física (individuo) puede adquirir la
capacidad jurídica desde el momento de su nacimiento pero no tendrá capacidad de obrar hasta
que cumpla la mayoría de edad. Hasta ese momento, se dice de él que –teniendo capacidad
jurídica–tiene, sin embargo, mermada o disminuida su capacidad de obrar, sometiéndose
mientras tanto a la patria potestas del paterfamilias o bajo la tutela de un tutor También puede
ocurrir que, una vez que el individuo o persona física adquiere la capacidad jurídica y la de obrar,
pierda sólo la capacidad de obrar (por los motivos o causas que después veremos) y mantenga
intacta su capacidad jurídica, siendo necesario nombrarle para tal caso un tutor o un curator que
complemente en dicho individuo esa merma en su capacidad de obrar.
Objeto de las obligaciones
El objeto es la conducta que el deudor queda constreñido a realizar, y que puede consistir en un
dar, hacer o un no hacer.

Clasificación de las obligaciones


La clasificación de las obligaciones es un ejercicio delicado, porque tiende a expresar, en pocas
palabras y figuras, los tipos generales dentro de los cuales se organizan, o con los cuales se
enlazan, a pesar de su extrema diversidad, las obligaciones. La experiencia de la enseñanza y
de la práctica del Derecho pone en evidencia el interés superior de tal trabajo que ilumina la
teoría de las obligaciones con enriquecimiento de los conceptos fundamentales de su mismo
objeto.

• Obligaciones civiles y naturales

Las civiles son aquellas que dan acción para exigir su cumplimiento, en cambio, las naturales,
son aquellas que no dan acción para exigir su cumplimiento, pero que una vez cumplidas dan
derecho para retener lo que se ha dado o pagado en virtud de ellas.

• Obligaciones civiles y pretorias

Esta clasificación se relaciona con la extinción por la prescripción.


En el antiguo derecho romano, las obligaciones civiles, eran imprescriptibles y las pretorias eran
prescriptibles. Con Justiniano, todas las obligaciones se hicieron prescriptibles.
La prescripción, extintiva era una institución propia del Derecho de Gentes, y desconocida por el
derecho civil romano.
Los pretores, morigerando el derecho civil, aceptaron la prescripción extintiva respecto de
aquellas personas que siendo deudoras habían permanecido en situación de que no se les
cobrara durante largo tiempo.

• Obligaciones determinadas e indeterminadas

Las determinaciones e indeterminaciones se refieren al objeto de la obligación, el cual debe ser


determinado, especifica o genéricamente porque la obligación es un vínculo entre personas, una
de las cuales debe dar, hacer o no hacer una cosa respecto de la otra. Si no se determina lo que
se dará, hará o no hará, la obligación sería imposible de establecer. Como el objeto de la
obligación tiene que ser determinado especifica o genéricamente se tiene que las obligaciones
determinadas son aquellas que tienen un objeto especifico o cuerpo cierto, en tanto que las
obligaciones indeterminadas son las que tienen un objeto genérico, por lo que no se puede hablar
sino de una indeterminación relativa.

1. Obligación genérica: Propiamente tal, es aquella cuyo objeto es determinado por su


peso, cantidad, numero o medida. Como aquí el objeto de la obligación es relativamente
determinado, la obligación se cumple dándose la cosa según peso, cantidad, número o
medida.

2. Obligación alternativa: Es aquella que tiene un objeto alternativo, es decir, que puede
reemplazarse por otro. Si se pierde una de estas cosas se debe la otra; se pierde cuando
se destruye materialmente, cuando se hace incomerciable o cuando se pierde
definitivamente.

3. Obligación facultativa: Es aquella en que debe una cosa determinada, pero teniendo el
deudor la facultad de pagar con otra cosa, una cosa esta'"in obligatione" y la otra "in
solutione". Si se pierde la cosa facultativa debida, o sea "in obligatione", la obligación se
extingue; si el deudor quiere, puede pagar con la cosa que se encuentre "in solutione".
Esta cosa sirve para solucionar, pero no es exigible.

• Obligaciones de derecho estricto y de buena fe

Las obligaciones de derecho estricto se caracterizan porque su interpretación es literal y las de


buena fe porque deben cumplirse según la intención de las partes. En estas últimas no solo se
tiene en cuenta lo expresado literalmente en el contrato, sino también todo lo que no está
establecido en el, pero que nace de la buena fe, de las costumbres o de la naturaleza de la
obligación.

• Obligaciones positivas y negativas

Modernamente las obligaciones positivas son las de dar y hacer, y negativas las obligaciones de
no hacer.
Sin embargo, la anterior no era la clasificación que hacían los romanos; ellos entendían que la
palabra hacer comprendía la abstención, es decir el no hacer y sostenían que las obligaciones
eran de dar, hacer o de prestar como dijo al principio de este curso. Se sostiene por los
estudiosos del derecho romano que tal vez los romanos no fueron muy lógicos en tal división,
porque el termino prestar siempre significa dar y la diferencia entre uno y otro termino radica tan
solo en que "prestar" es simplemente dar en forma transitoria y "dar" conlleva la entrega en forma
definitiva.
La obligación de "no hacer" es aquella en que una parte se obliga a no ejecutar un hecho que
lícitamente hubiera podido realizar, sino mediara la obligación convenida. Es, pues, una
obligación negativa que consiste en una abstención. Si el deudor llegara a ejecutar el hecho que
se obligó a no hacer, responderá generalmente de los perjuicios que haya ocasionado al
acreedor.

• Obligaciones principales y accesorias

Obligaciones principales son aquellas que tienen una existencia independiente. En tanto que las
accesorias son aquellas que no tienen existencia independiente, sino que están vinculadas a la
existencia de una obligación principal y su- objeto es precisamente garantizar el cumplimiento de
la obligación principal, de la cual dependen. Como obligaciones principales tenemos por Ej: Las
obligaciones nacidas del contrato de compraventa o emptio venditio y las emanadas del contrato
de arrendamiento o locatio conductio. En cambio, son obligaciones Accesorias, las que nacen de
la prenda, la hipoteca y de la fianza.

• Obligaciones puras simples y sujetas a modalidades

Las obligaciones puras o simples son aquellas no sujetas a elementos accidentales, cuáles son
las condiciones, el plazo y el modo. En tanto que las obligaciones sujetas a modalidades son
aquellas sujetas a tales elementos accidentales.
Se llama condición (conditio) a una cláusula del negocio jurídico en virtud de la cual la eficacia
de este o la cesación de tal eficacia depende de la verificación de un acontecimiento futuro e
incierto; menos rigurosamente, se llama también condición al acontecimiento de cuya verificación
dependen los efectos del negocio o su cesación.
Se llama término (díes) a la cláusula de un negocio jurídico en virtud de la cual sus efectos se
verificarán o dejarán de tener lugar en un día determinado o determinable.
Se llama modo (modus), en el lenguaje Justiniano, a la cláusula de un negocio jurídico a título
gratuito, con la cual se impone al destinatario de la liberalidad la obligación de observar
determinado comportamiento.

• Obligaciones divisibles e indivisibles

La divisibilidad nace del objeto de la obligación, es decir, de lo que se debe dar, hacer o no hacer.
Y según el objeto sea divisible o indivisible la obligación será divisible o indivisible. Pero la
cuestión solo tiene importancia cuando los acreedores son varios o cuando lo son también los
deudores.
La Obligación indivisible se caracteriza por la facultad que tiene el acreedor para exigir todo de
una persona, lo cual ocurre cuando el objeto no puede dividirse.
Esta es una indivisibilidad física, proveniente del objeto. Pero en cambio es naturalmente divisible
la obligación de pagar una suma de dinero. Pero la indivisibilidad no solo puede ser física, sino
que también puede ser intelectual.

• Divisibles e indivisibles

La indivisibilidad puede ser absoluta o relativa. Es absoluta cuando la materialidad del objeto
impide su división. Tal sucede como cuando por Ej: se debe una vaca, toda vez que no podría
cumplirse la obligación entregando la cabeza, las patas, el rabo o cualquiera otra parte del
mentado animal por separado. Esta indivisibilidad absoluta que proviene del objeto de la
naturaleza se llama también indivisibilidad ex-natura. La indivisibilidad que proviene de la
voluntad de las partes se llama indivisibilidad ex-voluntate.

• Obligaciones conjuntas y solidarias

La obligación, por lo general, solo se contrae entre un solo deudor y acreedor, es decir, que la
obligación tiene normalmente dos sujetos: Un sujeto pasivo, sobre el cual recae la obligación y a
quien se le da el nombre de deudor (debitor reus) y un sujeto a quien compete el derecho
subjetivo correspondiente y se le da el nombre de acreedor (creditor). Pero excepcionalmente
sucede que una sola obligación vincula a varios sujetos activos o pasivos y, en este caso, las
obligaciones pueden ser conjuntas, correales e indivisibles.

Clasificación de las obligaciones atendiendo a los sujetos


• Obligaciones de sujetos determinados e indeterminados

Las obligaciones según los sujetos determinados: son aquellas donde tanto el sujeto activo o
acreedor, que es la persona que exige al deudor la prestación que es objeto de la obligación;
como el sujeto pasivo o deudor, que es la persona que está obligada a procurar al acreedor el
objeto de la obligación; son conocidos desde el nacimiento de la obligación.
Las obligaciones según los sujetos indeterminados: son aquellas donde los sujetos no están
individualizados al nacimiento de la obligación o varía antes de su existencia. “Así como en la
generalidad de los casos, los sujetos de la obligación se hallan determinados desde su inicio,
existen obligaciones en las que el sujeto activo o el pasivo no se encuentran determinados
individualmente al momento de nacer el vínculo obligatorio, o estos son distintos en el instante
de la extinción a los que eran cuando la obligación fue constituida. En estos supuestos, será
acreedor o deudor la persona que se halla en una situación concreta previamente fijada en el
acto constitutivo de la obligación. Por eso, se les denomina obligaciones con sujeto
indeterminado, ambulatorias o propter rem (por causa de la cosa).

• Obligaciones de sujetos unitarios o de pluralidad de sujetos

Obligaciones de sujetos unitarios: En la obligación solo existe un deudor y un acreedor. Es


preciso resaltar, que la obligación por lo general, se componen entre un solo acreedor y deudor,
sin embargo, hay casos de obligaciones en las que encontramos una pluralidad de sujetos, ya
sea que existen varios acreedores o varios deudores a la vez. En tal sentido, definiríamos a las
obligaciones con sujetos múltiples, como aquellas en las que existen más de un acreedor o más
de un deudor.

Ahora bien, la clasificación de las obligaciones con sujetos múltiples o pluralidad de sujetos está
sujeta a la intervención de una pluralidad de acreedores o de deudores, o bien sea, de ambos,
las cuales se clasifican de la siguiente manera:

1. Pluralidad activa: Varios acreedores y un deudor.


2. Pluralidad pasiva: Varios deudores y un acreedor.
3. Pluralidad mixta: Varios acreedores y varios deudores.

Obligación ambulatoria
Por lo general la obligación se establece entre sujetos individualmente determinados desde un
principio. Pero existen obligaciones en las que ya sea el acreedor, ya sea el deudor o ambos a
la vez, no estén individualizados al momento de constituirse la obligación, y las calidades de
acreedor y deudor recaigan sobre las personas que se encuentren en determinada situación.
Estas son las obligaciones ambulatorias que presentan los siguientes casos:

a. La obligación de pagar los daños causados por un animal, un esclavo o un hijo, a cargo de
quien sea el dominus cuando el perjudicado ejerza la acción, correspondiente. (Gayo, 4, 77; Inst.
4, 8, 5; Ulpiano, D. 9, 1, 1, 12.)
b. La obligación que tiene el propietario, el enfiteuta o el superficiario de pagar los impuestos
vencidos, aun cuando la falta de pago se deba a otras personas; es decir, a aquellas que con
anterioridad tuvieran dichos títulos (Papirio Justo, D. 39, 4, 7.)
c. La obligación de restituir lo adquirido con violencia, que corresponde a cualquiera que haya
obtenido un provecho o que tenga la cosa en su poder (Ulpiano, D. 4, 2, 9, 8.)
d. La obligación de reparar el muro a cargo de quien sea dueño del inmueble sirviente en el
momento de ser pedida la reparación. En este caso, también puede estar incierto el acreedor,
que será quienquiera que sea el propietario del edificio dominante en dicho momento (Ulpiano,
D. 8, 5, 6, 2).

Las obligaciones 147 Las obligaciones ambulatorias también se conocen con el nombre de
obligationes propter rem y su cumplimiento se puede exigir con el ejercicio de una actio in rem
scripta, que se dirige en contra de la persona que tenga el carácter de deudor al tiempo de
intentarse la acción.

obligaciones parciarias mancomunadas o a prorrata


De ordinario la obligación se establece entre un solo acreedor y deudor; sin embargo, hay casos
de obligaciones en los que encontramos una pluralidad de sujetos, ya sea que existan varios
acreedores o varios deudores o varios acreedores y varios deudores a la vez. La pluralidad de
sujetos se presenta tanto en las obligaciones que ahora examinamos, como en los correales o
solidarias que veremos enseguida. En las obligaciones parciarias, mancomunadas o a prorrata
cada uno de los sujetos tiene derecho solamente a una parte del crédito, en el caso de que
existan varios acreedores; cada uno de ellos sólo deberá pagar una parte de la deuda, si es que
existen varios deudores.

Obligaciones correales o solidarias


Como ya hemos dicho, en las obligaciones correales o solidarias encontramos otro caso de
obligaciones con sujetos múltiples. Si se trata de varios acreedores, hablamos de correalidad o
solidaridad activa; si de varios deudores, de correalidad o solidaridad pasiva y si de varios
acreedores y varios deudores a la vez, hablamos de correalidad o solidaridad mixta. En las
obligaciones correales o solidarias, a diferencia de lo que sucede con las mancomunadas, cada
acreedor tiene derecho al crédito íntegro o cada deudor debe pagar la deuda en su totalidad. El
pago efectuado por uno de los deudores extingue la obligación y libera a los demás. El que pagó
puede a su vez cobrar a los otros codeudores la parte que les corresponda; así como los
coacreedores pueden exigir su parte al acreedor que recibió el pago. Lo anterior era posible, bien
porque los coacreedores o codeudores así lo hubieran convenido antes de constituirse la
obligación o porque existiera entre ellos alguna relación interna, como por ejemplo en el caso de
los socios, copropietarios o coherederos. También se podía lograr el reembolso del que
hablamos por medio del beneficio de cesión de acciones (beneficium cedendarum actionum),
que se otorgaba en determinados casos al deudor que había hecho el pago, quien obtenía del
acreedor que lo había recibido, la cesión de su derecho de crédito, convirtiéndose así en acreedor
de sus antiguos codeudores. En el derecho justinianeo se amplía la aplicación de esta cesión
forzosa y aparece además una acción de reembolso o de regreso, considerada como una
consecuencia de la solidaridad e independiente de la cesión. La solidaridad debía manifestarse
de forma expresa; de no ser así, la obligación se consideraría como mancomunada. El derecho
romano consideró tres fuentes de solidaridad: el contrato, el testamento y la ley.

Clasificación de las obligaciones atendiendo al objeto


Obligaciones de dar (“dare”)
- Dar (dare): es hacer propietario o constituir un derecho real, también rendir o prestar unos
servicios. No viene del dar de entregar algo; sino, del dare romano que implica la transferencia
del derecho. Ejemplo: El que vende está obligado a entregar la cosa; diferente es la situación
del Depositario, que tiene una custodia temporal de la cosa. En ambos casos, tienen que
entregarla; pero sirva el ejemplo para distinguir que la obligación del depositario es de hacer y
la del vendedor es de dar (dare), porque el vendedor no solamente tiene que entregar la cosa,
sino que tiene que convertir al comprador en dueño. La obligación de dar se da en todas
aquellas obligaciones que impliquen la transferencia del dominio, del derecho de propiedad:
Venta, permuta, mutuo, etc

Obligaciones divisibles e indivisibles


Las obligaciones divisibles son aquellas en las que la prestación se puede dividir. La
indivisibilidad puede proceder de la voluntad de las partes, de los contrayentes o en su caso del
testador o de la naturaleza del objeto, no haciendo falta, en este último caso, que sea
absolutamente indivisible, sino que basta con que la prestación esté considerada en su unidad
íntegra e indivisa. Las obligaciones indivisibles tienen una prestación que no es susceptible de
división en fracciones menores. En las obligaciones de dar se entiende que no son divisibles
aquellas en las que se deba dar un cuerpo cierto y las que no sean susceptibles de
cumplimiento parcial. Las obligaciones de hacer son divisibles si se trata de la prestación de un
número de días de trabajo, la ejecución de obras por unidades métricas u otro de carácter
análogo. En las obligaciones de no hacer la divisibilidad indivisibilidad se debe decidir caso por
caso.
En las obligaciones en las cuales sólo hay un deudor y un acreedor no tiene ninguna
consecuencia esta distinción. Además, la indivisibilidad es uno de los requisitos objetivos del
pago, de tal manera que no se puede compeler al acreedor a recibir fraccionadamente la
prestación a no ser que esté expresamente pactado.
En las obligaciones mancomunadas, cuando son divisibles, se divide el crédito o la deuda en
tantas partes iguales como acreedores o deudores haya, reputándose créditos o deudas
distintos unos de otros. Sin embargo, si la obligación es indivisible, todos los deudores deben
cumplir su compromiso y si cualquiera de ellos falla se producirá un incumplimiento con la
consecuente responsabilidad a la que tendrá que hacer frente el deudor responsable y no
quienes estaban dispuestos a cumplir. En estos casos de indivisibilidad de la prestación se
produce un litis consorcio pasivo necesario, pues para pedir el todo, será necesario del
concurso de todos los deudores. Igualmente, sólo perjudicarán al derecho de los acreedores
los actos colectivos de estos.
En las obligaciones solidarias no tiene gran importancia el hecho de la divisibilidad de la
prestación pues, como dice la, STS Sala 1ª de 22 enero 2002 "el hecho de que la obligación
sea divisible no afecta a la solidaridad, dado que el tema de la divisibilidad atiende a las
particularidades del objeto o prestación, mientras que la solidaridad afecta a las obligaciones de
los plurales sujetos".
Concepto de obligación específica y de obligación genérica
La respuesta a la pregunta de cómo se fija la prestación, conduce a diferenciar entre las
obligaciones específicas y las obligaciones genéricas:
Una obligación es específica cuando el objeto de la prestación está perfectamente
individualizado, sea una cosa concreta, sea una conducta perfectamente definida.
Una obligación es genérica cuando el objeto de la prestación es una cosa o una conducta
que se determina únicamente en cuanto a su género; por eso, si se trata de una obligación de
dar, se dice que la cosa a dar es un objeto que se pesa, se cuenta o se mide; si es de hacer, se
trata de una conducta puramente genérica, como sería la obligación de reparar el daño que
menciona el art. 1902 CC: «El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa
o negligencia, está obligado a reparar el daño causado». Esto es considerado por algunas
sentencias (ejemplo, SAP Granada 43/2003, 28 de enero de 2003 [j 1] cuando dice: «Y no cabe
duda de que ese daño, por tratarse de una obligación genérica de hacer…»).
Una obligación específica está perfectamente individualiza y no se puede confundir ni en
principio sustituirla por otra (ejemplo: obligación de dar una cosa concreta e inconfundible (el
cuadro titulado XX de Dalí, una obligación de hacer asimismo definida: llevarme ahora mismo
en su taxi a la estación del tren).
Una obligación genérica admite varios grados: absolutamente genérica (un litro de vino, sin
más); pero puede haber diversos grados de delimitación, sin perder el carácter de obligación
genérica, así se puede de menos concreción a más pactar el suministrar un litro de vino tinto,
un litro de vino tinto de la cosecha del año XX, que sea vino tinto de la cosecha XX y de una
bodega determinada, que sea un litro de vino tinto cosecha XX de la bodega ZETA y de la
Marca XX; que además sea crianza o reserva… que sea una vino de los que con estas
características está depositado en el almacén, etc.
Dado que la obligación genérica se determina únicamente por su género (aunque, como se ha
visto haya posibilidad de acotarlo), es obligado definir qué es género. Pues bien, se entiende
por género una agrupación de cosas homogéneas, grupo que puede ser más menos amplio: un
perro, un perro de una raza determinada, un perro de una raza determinada y una edad
concreta, etc.
Esto obliga también a no confundir prestación genérica con cosa fungible; es evidente que
en muchas obligaciones genéricas la prestación debida sea una cosa fungible (100 kilos de
arroz); son cosas que tienen unas cualidades comunes lo que permiten que sean objetivamente
sustituibles (dentro de las características que, en su caso, se hayan convenido). Pero una
obligación puede ser genérica sin que el objeto sea necesariamente fungible (obligación de
entregarme un cuadro de un artista, cualquiera de ellos, sin más) y una cosa fungible puede ser
tan determinada que la obligación ya sea específica: la pluma (del mismo género puede haber
muchas) pero la prestación consiste en dar la pluma que utilizaba un autor determinado.
En definitiva, que la obligación sea específica o genérica dependerá más de la naturaleza de la
prestación (que ayuda, naturalmente) que de la intención de los interesados: se quiere 100
litros de aceite sean o no de una marca determinada (obligación genérica) o se quiere los
primeros cien litros del año en curso que produzca una almazara determinada (obligación
específica).
Las diferencias entre obligaciones específicas y genéricas se detallan a propósito de sus
diferentes efectos.

Clasificación de las obligaciones atendiendo al derecho del cual provienen


En este sentido, las obligaciones pueden ser civiles u honorarias. Son civiles las que quedaron
reglamentadas por el derecho civil y honorario las que emanan del derecho honorario.
Las obligaciones se clasifican en Obligaciones civiles u ordinarias y naturales.

Obligaciones civiles u ordinarias


Son aquellas que otorgan al acreedor el derecho a exigir su cumplimiento y a hacer valer
plenamente todos sus efectos a través de la intervención de los órganos jurisdiccionales. Es
decir, que en ellas su titular tiene el correspondiente poder coactivo de pretensión a la
prestación. "De tal pretensión nace, a favor del acreedor, la ulterior posibilidad de obtener
eventualmente (en el caso de incumplimiento) el cumplimiento específico en vía coactiva de la
prestación, o bien de obtener, igualmente en vía coactiva, su equivalente pecuniario (suma de
dinero), bajo forma de resarcimiento del daño, previa agresión de los bienes del deudor".

Obligaciones naturales
Según la doctrina y la jurisprudencia, son obligaciones desprovistas de sanción, esto es, no
dotadas de poder coactivo, por lo que el acreedor no puede exigir- al deudor el cumplimiento
forzoso. Por lo tanto "son susceptibles de cumplimiento voluntario, pero no de coacción por los
medios legales". Según la naturaleza del objeto o diversidad de la prestación: Las obligaciones
se clasifican en obligaciones de dar, de hacer y de no hacer.

Obligaciones de dar
Se denominan en doctrina obligaciones de dar, aquellas que tienen por objeto la transmisión de
la propiedad u otro derecho real del deudor al acreedor, por efecto del consentimiento
legítimamente manifestado, a excepción de aquellos casos en los cuales la ley exige algún otro
requisito, como ocurre en la venta con reserva de dominio y en la venta de cosas según su
género, situaciones en las que la obligación de dar no se cumple automáticamente. Por
consciente, la obligación de dar tiene por objeto la adquisición por el acreedor de la propiedad o
de otro derecho real sobre una cosa y no la entrega de una cosa. Hay una transmisión de
derecho real en el sentido romano. La obligación de dar subsiste con contenido propio y distinto
del que tiene la obligación de entregar, pues, consiste en el acto volitivo traslativo del derecho.
El contrato típico creador de obligaciones con prestaciones de dar es la compraventa.

Obligaciones de hacer
Son aquellas que consisten en la realización de una actividad por parte del deudor en interés
del acreedor. Todas las prestaciones que implican el despliegue de una conducta o actividad
distinta de la transmisión de la propiedad u otro derecho real configuran obligaciones de hacer.
Generalmente, el hacer tiene por objeto una energía de trabajo de naturaleza material o
intelectual desarrollada por el deudor a favor del acreedor. Entre las innumerables prestaciones
de hacer, se pueden citar a título de ejemplo, las relativas a construcciones de edificios,
transporte de personas y cosas y, en fin, todas aquellas que comprenden la ejecución de
servicios profesionales o laborales.

Obligaciones de no hacer
Son aquellas que consisten en una abstención u omisión de un hecho, en un no hacer algo
que, de conformidad con el ordenamiento jurídico, el deudor tenía la facultad de ejercer, es
decir, que, si no fuese porque se ha asumido la obligación, sería una conducta perfectamente
legítima. En tal sentido, el deudor se abstiene en beneficio del acreedor de hacer algo que
podría hacer de no existir la relación obligatoria. Se denominan en doctrina obligaciones
negativas, porque imponen al deudor una omisión, en contraposición a las de dar y hacer, que
son positivas, porque imponen al obligado una acción. Según las modalidades que pueden
afectar la obligación: Se distinguen en la legislación y en la doctrina las obligaciones puras y
simples, a término y condicionales.

Obligaciones puras y simples


Son aquellas que no están sujetas a modalidad o circunstancia alguna que afecte su existencia
o su cumplimiento. Así ocurre, por ejemplo, cuando el deudor se compromete a pagar, sin que
tal obligación dependa de la ocurrencia de ningún acontecimiento.

Obligaciones condicionales
Nuestro Código Civil en su artículo 1197 establece: "La obligación es condicional cuando su
existencia o resolución depende de un acontecimiento futuro e incierto". Por 17 Clasificación de
las obligaciones consiguiente, la obligación condicional es aquella cuya existencia (nacimiento
mismo) o extinción (resolución) depende de la realización de una condición, entendiéndose por
tal "el hecho de subordinar la formación o la desaparición de una relación de derecho a la
realización de un acontecimiento futuro e incierto". Así, por ejemplo, te regalaré 1 00.000 Bs.
cuando te cases, o te vendo mi casa, pero la venta quedará resuelta si logro adquirir una
hacienda por tal precio en tal parte.

Obligaciones a término
Son aquellas, cuyo cumplimiento o extinción depende de la realización de un acontecimiento
futuro y cierto. Así, por ejemplo, te pagaré 500.000 Bs. el día 15 de septiembre de tal año, o te
pagaré 1000 Bs. mensuales hasta el día 31 de diciembre del presente año. "Es nota esencial
del término, a diferencia de la condición, la certeza del hecho. Este puede ser incierto en el
cuándo, pero ha de ser cierto en el sí". Según el fin perseguido por la prestación: Las
obligaciones se clasifican en obligaciones de medio y de resultado.

Obligaciones de resultado
Son aquellas en las cuales, el fin forma parte de la prestación, pues la misma no se agota en la
conducta. El deudor se compromete a desarrollar una actividad o conducta determinada, para
la consecución de un resultado. La no obtención de tal resultado pondría en evidencia el
incumplimiento del deudor. "El resultado es algo nuevo, no preexistente o coexistente con la
actividad, sino el producto logrado por el desarrollo de ésta".

Obligaciones conjuntivas
Son aquellas en las cuales se deben todos los objetos comprendidos en las mismas, es decir,
recaen sobre varios objetos y, el deudor para liberarse de su obligación debe cumplir las
diversas prestaciones que configuran los respectivos objetos. Así, por ejemplo, el deudor se
obliga a entregar 20.000 Bs. y un reloj y una colección de libros de tal autor. Como es evidente,
la conjunción "y" caracteriza a estas obligaciones. Por consiguiente, el deudor para cumplir
debe realizar acumulativamente todas las prestaciones, pues como se afirma en doctrina, todos
los objetos están.

Obligaciones alternativas
Son aquellas que constriñen al deudor a una solamente de dos o más prestaciones previstas y
se extinguen por la ejecución de la una o de la otra. Por ejemplo, el deudor se obliga a pagar
10.000.000 millones de Bolívares o a entregar un caballo o un automóvil. La obligación recae
sobre varios objetos, pero el deudor cumple realizando la prestación sobre sólo uno de ellos.
Es nota característica de estas obligaciones la conjunción "e". Se afirma en doctrina, que todos
los objetos están, pero uno solo está "en solucionen", porque el pago sólo se refiere a un
objeto.

Obligaciones solidarias
La obligación es solidaria "cuando varios deudores están obligados a una misma cosa, de
modo que cada uno puede ser constreñido al pago por la totalidad, y que el pago hecho por
uno solo de ellos liberte a los otros" (solidaridad pasiva); "o cuando varios a creed ores tienen
el derecho de exigir cada uno de ellos el pago total de la acreencia y que el pago de ellos
liberta al deudor para con todos" (solidaridad activa) (Art. 1221 del Código Civil). (Carnvali,
2020)

Clasificación de las obligaciones atendiendo a su eficacia procesal: Obligaciones y


Obligaciones Civiles
Obligaciones Naturales
En este último apartado nos ocuparemos de las llamadas obligaciones naturales, de la cuales
podemos decir que consisten “en la necesidad jurídica de prestar una conducta a favor de un
acreedor, quien puede obtener y conservar lo que el deudor le pague, pero puede exigirlo
legítimamente por medio de la fuerza pública". En otras palabras, lo que caracteriza o distingue
a este tipo de obligaciones es el hecho una vez cumplido voluntariamente la obligación por el
deudor, el derecho autoriza al acreedor a retenerlo válidamente, sin que pueda repetirse contra
éste. La doctrina considera a este tipo de obligaciones como obligaciones civiles imperfectas
equiparándolas a veces a los deberes morales, toda vez que carecen de acción procesal que
permita lograr su cumplimiento forzoso. Sin embargo, pese a la diversidad de opiniones que
existen sobre el tema, creemos que no se trata de simples deberes morales, sino de
verdaderas obligaciones jurídicas, ya que por la circunstancia de que el Derecho reconozca la
validez del pago y autorice al deudor para retenerlo, impidiendo la repetición contra éste,
resulta inconcuso que tal reconocimiento por parte del ordenamiento jurídico le quita a dichas
relaciones el carácter meramente moral que pudieran tener, para convertirlas en fenómeno
netamente jurídico. Conviene precisar, en último lugar, que estas obligaciones no se
encuentran reglamentadas en nuestra legislación civil, por no existir un articulado que las
agrupe reconociéndolas por su nombre, sino que al respecto sólo existen disposiciones
aisladas de las que se desprende su existencia, verbigracia el artículo 1752 del Código Civil,
que a la letra dice: "El que ha pagado una deuda prescrita o para cumplir un deber moral, no
tiene derecho de repetir."; asimismo, nos permitimos transcribir el diverso numeral 2124 del
citado ordenamiento, que dispones que: "Las ventas al menudeo de bebidas embriagantes
hechas al fiado en cantinas, no dan derecho para exigir su precio."; y por último, el precepto
2595, que textualmente manda lo siguiente: "El que pierde en un juego o apuesta que no estén
prohibidos, queda obligado civilmente, con tal que la pérdida no exceda de la vigésima parte de
su fortuna. Prescribe en treinta días el derecho de exigir la deuda del juego a que este artículo
se refiere" ejemplos:
• Un menor de edad que le presta dinero a otro.
• Una deuda de juego.
• Oposición de deudas en compensación, a partir de una deuda no constituida
formalmente.
• Un demente que compra un producto sin estar en su capacidad plena.
• Pago de una deuda sin obligación, habiendo creído estar obligado a pagarla.
• Obligaciones civiles.

Obligaciones civiles
En este orden de cosas, la obligación civil es fácil de ser interpretada y comprendida: en efecto,
son las que nacen a partir de leyes o contravenciones, de las que no puede acusarse
desconocimiento y las que tienen una función en pos del equilibrio o contrato social que se ha
explicado antes. La mayoría de los Códigos civiles establecen particularidades respecto a las
diferencias entre las clases de obligaciones naturales y las obligaciones civiles. Es habitual que
se enumeren los casos de las obligaciones civiles, siendo frecuente hallar allí. (Equipo Editorial,
2022)
• Pagar los perjuicios en caso de ocasionar daño en cosa ajena.
• Un contrato de depósito.
• Una orden de restricción.
• Las obligaciones que nacen a partir del matrimonio.
• Cumplir con lo estipulado en un contrato.
• Pagar los derechos de autor en los casos que corresponda.
• La prohibición de fumar en determinados sitios.
• Las obligaciones de un padre para con sus hijos
CONCLUSIONES

Desde el punto de vista sustancial, actualmente a esos hechos nosotros podemos denominarlos
fuentes de las obligaciones. Sin embargo, los juristas clásicos, así como los romanos, solían llamarlos
causas (cause), palabra esta que tiene aquí el sentido de causa eficiente. Esta importancia de la acción
determina que los juristas llegaran propiamente a formular un sistema expositivo de tales fuentes o
causas, en cuanto actos o hechos que generaban las obligaciones, porque estudiaban primordialmente
las acciones, y solo como consecuencia de ello es que se ocupaban en determinar las condiciones de
hecho; es decir, las causas o fuentes, que pueden estar o no reconocidas por el ius civile, que hacían
procedentes las acciones.

Una de las grandes conclusiones a las que se ha llegado es que, es totalmente evidente que otra
fuente de las obligaciones, además de los contratos, de los delitos y cuasidelitos, es el enriquecimiento
injustificado o sin causa; y esto supone, por otra parte que la tendencia actual es eliminar la
denominación de cuasicontrato para establecer como fuentes autónomas de la obligación el pago de
lo no debido, la agencia oficiosa y el enriquecimiento sin causa, sin dejar de reconocer, sin embargo,
que existe una relación de esta institución con las dos primeras, lo que no significa su total asimilación.
Todo esto supone que el enriquecimiento sin causa da origen a la obligación de restituir lo adquirido
ilegítimamente, o más precisamente, indemnizar el empobrecimiento ajeno, en base a determinados
elementos o condiciones.
Universidad de San Carlos de Guatemala
Centro Universitario de Suroccidente
Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogacía y Notariado
Curso: Derecho Romano

Nombre: Carné:

LAS OBLIGACIONES PARTE I


Laboratorio No. 10

1. ¿Qué entiende la doctrina tradicional? Entiende que la obligación nace desde su inicio a
partir del delito.
2. ¿Que consideró Bettti sobre la obligación? Consideró que la obligación nace o tiene sus
orígenes desde las ideas del contrato.

3. ¿Cuáles son los elementos de la obligación? Activo y Pasivo

4. ¿Quién es el Acreedor? Un acreedor representa el lado opuesto del deudor, es decir, es la


parte que presta un dinero, un servicio o un bien a una empresa (o persona).

5. ¿Quién es el Deudor? El deudor es la persona obligada a cumplir con una obligación o a pagar
una cantidad de dinero al acreedor mediante un convenio celebrado entre ellos.

6. ¿Cuál es el objeto de las obligaciones? es la conducta que el deudor queda constreñido a


realizar, y que puede consistir en un dar, hacer o un no hacer.

7. ¿Qué evidencia la clasificación de las obligaciones? el interés superior de tal trabajo que
ilumina la teoría de las obligaciones con enriquecimiento de los conceptos fundamentales de su
mismo objeto.

8. ¿Qué son las obligaciones civiles? son aquellas que dan acción para exigir su
cumplimiento.
9. ¿Qué son las obligaciones naturales? son aquellas que no dan acción para exigir su
cumplimiento.

10. ¿Cómo se clasifican las obligaciones atendiendo al sujeto? Se clasifican como:


Obligaciones de sujetos determinados e indeterminados y obligaciones de sujetos unitarios o
de pluralidad de sujetos.

11. ¿Cuál es el otro nombre por el que se le conoce a la obligación ambulatoria? obligationes
propter

12. ¿En contra de quién se dirige la obligación ambulatoria? en contra de la persona que tenga
el carácter de deudor al tiempo de intentarse la acción.

13. ¿Es cierto que, en las obligaciones parciarias, mancomunadas o a prorrata cada uno de
los sujetos tiene derecho solamente a una parte del crédito? Si

14. ¿Es cierto que en caso de que existan varios acreedores; uno de ellos deberá pagar
toda la deuda? No

15. ¿De qué se habla cuando tratamos de varios acreedores? De correalidad o solidaridad
activa.
16. Son aquellas que consisten en la realización de una actividad por parte del deudor en
interés del acreedor. Obligaciones de hacer.

17. ¿Qué son las obligaciones de no hacer? Son aquellas que consisten en una abstención u
omisión de un hecho, en un no hacer algo que, de conformidad con el ordenamiento jurídico.

18. Se trata de un orden de cosas, la obligación civil es fácil de ser interpretada y


comprendida en efecto, son las que nacen a partir de leyes o contravenciones.
Obligaciones Civiles.

19. ¿Cómo se clasifica las obligaciones? Civiles y ordinarias y naturales.


20. Recaen sobre varios objetos y el deudor para liberarse de sus obligaciones, debe
cumplir las diversas presentaciones que configuran los respectivos objetos.
Obligaciones conjuntivas.

21. ¿Qué es una obligación? En el patrimonio de derecho se destacan los denominantes


derechos personales

22. ¿Cuáles son los elementos de las obligaciones? Sujeto activo, Sujeto pasivo, Vinculo
jurídico, Prestación, Garantía

23. ¿Cuáles la presunción de mancomunidad? Se presume que si la obligación es civil hay


pluralidad de sujetos

24. ¿Qué es la solidaridad activa? Cualquier acreedor solidario puede cobrar a un deudor

25. ¿Qué es la solidaridad? El objeto puede ser visible o invisible

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