Trabajo Procesal Litisconsorcio

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Multiplicidad de intervinientes o

Litisconsorcio

Alumnos: Claudio Martínez Fonseca


Ricardo Muñoz Albornoz
Juan Carlos Rivas Saldaña
Profesor: Antonio GODOY
ASIGNATURA: DERECHO PROCESAL CIVIL
FECHA: 30 DE MAYO DE 2022
Introducción

En el presente trabajo analizaremos la multiplicidad de partes dentro de un proceso


judicial, lo que la doctrina denomina litisconsorcio, asunto que tiene hasta la fecha escaso
desarrollo legislativo, pero que la doctrina y jurisprudencia han relevado en función de los
principios que integran el derecho nacional y por razones de buena administración de justicia.

De esta forma durante este informe trabajaremos sobre la base de una conceptualización
del tema para luego adentrarnos en sus fundamentos principales y cómo la jurisprudencia
nacional se ha hecho cargo de esto.

Continuaremos definiendo algunas clasificaciones sobre la materia, deteniéndonos un


poco más en el litisconsorcio necesario y su subclasificación y en el litisconsorcio voluntario, para
finalizar con los efectos de tener múltiples demandantes o demandados.

Antecedentes generales

Parte en materia procesal es todo aquel que pide o frente al cual se pide en juicio la
actuación de la ley en un caso concreto.

En términos generales la relación procesal se produce entre “tres personajes


(demandante, demandado y juez)” 1 y si bien a estas alturas ya sabemos que existen tribunales
colegiados donde el sentenciador se compone de 3 o más jueces, lo habitual es que cada parte,
demandante y demandado, sean una persona cada uno.

Sin embargo, el Título III del Código de Procedimiento Civil (C.P.C.) se denomina DE LA
PLURALIDAD DE ACCIONES O DE PARTES previniendo la situación de que nos encontremos con una
parte demandante o demandada que en realidad esté compuesta por varias personas. Esta
situación es lo que la doctrina denomina litisconsorcio

Concepto

En ninguna parte de nuestra normativa procesal civil encontramos el concepto de


litisconsorcio, pero al decir del profesor Alejandro Romero, la doctrina lo justifica dado que a la
época de dictación del C.P.C. no se le daba a esta figura esa denominación, pero el código sí se
hizo cargo de sus particularidades, como en el Título III y específicamente en el art 18 indicando
que “En un mismo juicio podrán intervenir como demandantes o demandados varias personas…”.

1
(Cortez Matcovich & Palomo Vélez, 2018, pág. 169

pág. 2
Entonces, pese a no estar definido así en nuestra legislación, el desarrollo jurisprudencial
ya la menciona en el año 1941 a través de fallo de 25 de julio y 16 de octubre de ese año 2. Por lo
tanto, podemos conceptualizar el litisconsorcio como la integración de una parte por varias
personas que actúan en un proceso en una misma posición de parte, las que por obligaciones,
derechos o intereses comunes están unidas en una determinada posición y piden al órgano
jurisdiccional el pronunciamiento de una decisión lógica y jurídicamente única. 3

Dado lo anterior es que dentro de los objetivos que existen para regular el litisconsorcio
encontramos:

 Evitar la duplicidad de litigios que pudieran significar la dictación de sentencias


contradictorias
 Principio de economía procesal tanto para un mejor trabajo de los tribunales de
justicia, como costo económico para las partes al iniciar múltiples juicios en contra
de múltiples personas.

Fundamentos

Y es que como se ve hay una serie de razones para reconocer el litisconsorcio en nuestra
legislación como son:

a. Principio de bilateralidad de la audiencia


El principio de bilateralidad de la audiencia es una garantía básica de nuestro
ordenamiento jurídico en virtud del cual nadie puede ser condenado sin ser oído
previamente ni vencido en un juicio legalmente tramitado.

En la práctica esto se traduce en el efecto relativo de las sentencias por la cual los
efectos de un juicio sólo alcanzan a sus intervinientes.

Confirma esto la Corte Suprema en fallo de 10 de noviembre de 1938, citado por el


profesor Romero y que señala que “Para que la sentencia que declara la nulidad de un
contrato dé a las partes o a terceros el derecho de ser restituidas al mismo estado en que
se hallarían si no hubiese existido el acto o contrato nulo, es menester que todos hayan
sido partes en el juicio, porque una sentencia, por regla general, no puede obligar ni
perjudicar al que no ha litigado, aplicación esta del principio de derecho que nadie puede
ser condenado sin haber sido antes oído y vencido en juicio” 4.

b. Protección de los derechos de terceros


Se basa este fundamento en los alcances del artículo 3 inc. 2 del Código Civil (C.C.)
que señala “Las sentencias judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las
causas en que actualmente se pronunciaren” y bien podría ocurrir que un tercero pudiera

2
Romero Seguel, El litisconsorcio necesario en el derecho procesal chileno. Doctrina y jurisprudencia, 1998,
pág. 387
3
Ibid., pág. 388
4
Ibid., pág. 396.

pág. 3
ser afectado directa o indirectamente por lo resuelto con autoridad de cosa juzgada en un
proceso del que nunca se enteró o en el cual nunca participó.

La Corte de Apelaciones de Santiago ha fallado al respecto indicando que “Los


efectos relativos de las sentencias judiciales impiden declarar eventualmente la nulidad de
un acto, si la acción no se ha dirigido en contra de todos los que intervinieron en él, pues
en tal evento se daría el absurdo que tal acto sería nulo para uno y válido para otros” 5.

c. Una posible inutilidad de la sentencia por resultados diversos


Lo que se busca acá es que el resultado de un juicio a través de una sentencia
pueda ser eficaz, situación que está en riesgo en el caso que puedan existir diferentes
juicios para diferentes actores, por una situación originada de un mismo acto.

Para evitar esto nuestro ordenamiento jurídico ha establecido sanciones para el


caso que no se emplace a todos quienes deben participar de un juicio. El artículo 234 inc. 2
del C.P.C. refiriéndose a las excepciones que puede interponer la parte vencida señala que
“El tercero en contra de quien se pida el cumplimiento del fallo podrá deducir, además, la
excepción de no empecerle la sentencia…”, esto por no haber sido emplazado a participar
de la discusión en el juicio previo.

En el mismo sentido la Corte Suprema en el año 1912 ya señaló que “No vale una
sentencia contra el que no fue parte en el juicio” 6

d. La legitimación procesal
Esto es, por las características de los derechos discutidos en el juicio o porque lo
solicitado requiere de una sentencia de carácter indivisible o única para todos
litisconsortes para que pueda ser eficaz y como se ha visto en los puntos previos, para que
les afecte a todos, estos deben concurrir al juicio. En este caso existe una única pretensión
que es ejercida por muchos o en contra de muchos.

En esta materia la Corte de Apelaciones de Concepción ha señalado por ejemplo


que “Si se pretende reivindicar el total de una cosa, todos los herederos deberán hacer
uso de la acción reivindicatoria que establece el artículo 1.268 del C.C., debiendo
demandar de consuno, porque la acción es común y no de uno de los herederos” 7.

Clasificación

a. Litisconsorcio activo, pasivo o mixto


Este criterio depende de la cantidad de personas que integran cada parte.

 Litisconsorcio activo: cuando son varios demandantes


 Litisconsorcio pasivo: cuando son varios demandados
5
Ibid., pág. 397.
6
Ibid., pág. 399
7
Ibid., pág. 401

pág. 4
 Litisconsorcio mixto: cuando son múltiples demandantes y demandados.

Los elementos y requisitos para esta clasificación se desprenden del artículo 18 del
C.P.C. al señalar que “En un mismo juicio podrán intervenir como demandantes o demandados
varias personas siempre que (1) se deduzca la misma acción, o acciones (2) que emanen
directa e inmediatamente de un mismo hecho, (3) o que se proceda conjuntamente por
muchos o contra muchos en los casos que autoriza la ley.”

b. Litisconsorcio eventual, alternativo o sucesivo.


Esta clasificación dependerá de la forma en que se solicite la condena a varios
demandados.

Será eventual cuando las pretensiones se presentan en un orden de prelación en la


parte petitoria de la demanda, de manera que acogida una se desechan las demás. Por el
contrario, si la parte demanda dos o más acciones, pero solicita al tribunal que se pronuncie
sobre una o la otra estaremos ante litisconsorcio eventual.

Finalmente, si la petición se formula subordinada a otra pretensión anterior estaremos


ante un litisconsorcio sucesivo, como podría ocurrir en el caso de la acción de nulidad del
artículo 1.689 del C.C. que señala que “La nulidad judicialmente pronunciada da acción
reivindicatoria contra terceros poseedores…”. En la práctica podríamos solicitar esta acción
reivindicatoria juntamente con la acción de nulidad, pero la declaración de la acción
reivindicatoria está subordinada a que sea declarada previamente la nulidad.

c. Litisconsorcio originario o sobreviniente


Habrá litisconsorcio originario cuando la pluralidad de intervinientes se produce desde
el inicio del proceso y sobreviniente cuando esta ocurre durante la tramitación del
procedimiento8, como ocurre, por ejemplo, con las hipótesis de acumulación sobrevenida de
acciones que tiene el mérito de ampliar el objeto del proceso. 9

Por lo tanto, será originario cuando la demanda se interpone ya sea por uno o más
demandantes o bien en contra de uno o más demandados, quedando a lo menos una de las
partes compuesta por más de una persona.

d. Litisconsorcio necesario o facultativo


El litisconsorcio necesario es aquel proceso con la presencia necesaria de varios
sujetos, que de un modo obligatorio deben formar parte de la relación jurídico-procesal. 10 Es
decir, en un proceso la parte demandante o demandada o ambas, necesariamente está
compuesta por varios sujetos, porque la relación jurídica material así lo requiere. 11

En este sentido podemos a su vez detectar dos tipos de litisconsorcio necesario:

8
Cortez Matcovich & Palomo Vélez, 2018, pág. 170
9
Romero Seguel, Curso de Derecho Procesal Civil, 2010, pág. 34
10
Romero Seguel, Curso de Derecho Procesal Civil, 2012, pág. 105
11
Aguirrezabal Grünstein, 2020, pág. 339

pág. 5
a) Litis consorcio necesario propio
El litis consorcio necesario propio es aquel que ocurre por obligación legal expresa, la
cual señala cuándo los sujetos deben actuar como una sola parte, ya sea activa o
pasivamente.

Para el profesor Romero, la parte final del art.18 del C.P.C. reflejaría esta opción al
señalar “… que se proceda conjuntamente por muchos o contra muchos en los casos que
autoriza la ley”, lo que a su parecer estaría reconociendo la existencia del litisconsorcio
necesario propio, reservando a la ley sustantiva el señalamiento de las manifestaciones de
esta figura.12

Sin embargo, actualmente no se encuentra en nuestra legislación sustantiva alguna


norma que expresamente consideren los supuestos para su configuración

b) Litis consorcio necesario impropio


A diferencia del anterior, este no surge expresamente de la obligación legal,
determinándose su existencia de la naturaleza de la relación jurídica deducida en juicio.

Surge esta opción dada la imposibilidad del legislador para fijar con anticipada y
nominativamente los supuestos en que se debería configurar un proceso con pluralidad de
sujetos que actúen en una misma posición de parte 13, por lo que se deberá estar a la
relación jurídica sustancial en cada caso particular.

Podríamos citar por ejemplo la Ley de Matrimonio Civil que en su artículo 46 señala
quienes son titulares de la acción de nulidad y en su letra a) indica que puede ser solicitada
por “cualquiera de los cónyuges o por alguno de sus ascendientes”, sin expresar en contra
de quién debe interponerse la acción en el caso de que sea presentada por los
ascendientes. En este caso pareciera de toda lógica que la acción sea dirigida en contra de
ambos contrayentes ya que de lo contrario se generaría el problema de tener a una
persona anulada y a otra con un vínculo matrimonial vigente.

Por otra parte, nos encontraremos frente a un litisconsorcio facultativo o voluntario


cuando la presencia de esos varios sujetos en un determinado proceso no es obligatoria. 14

Se desprende esta posibilidad del artículo 18 del C.P.C. al señalar que “En un mismo juicio
podrán intervenir como demandantes o demandados varias personas siempre que se deduzca la
misma acción, o acciones que emanen directa e inmediatamente de un mismo hecho, o que se
proceda conjuntamente por muchos o contra muchos en los casos que autoriza la ley”.

Del mismo artículo podemos obtener algunos requisitos necesarios para el litisconsorcio
voluntario, como son:

 Sólo opera a través de una demanda conjunta presentada por varios sujetos que tenían
derecho a presentar sus acciones separadamente.
 Debe existir algún grado de conexión entre las causas de pedir en las diferentes acciones.
12
Romero Seguel, El litisconsorcio necesario en el derecho procesal chileno. Doctrina y jurisprudencia, 1998,
pág. 391
13
Ibid.
14
Romero Seguel, Curso de Derecho Procesal Civil, 2010, pág. 34

pág. 6
 El tribunal debe ser competente absoluta y relativamente para conocer de cada una de las
acciones acumuladas.

Por ejemplo, en 1993 la Corte Suprema se pronunció en un caso iniciado por 287 taxistas que
demandaron al Fisco de Chile solicitando que se les restituyeran unas sumas indebidamente
pagadas en un proceso de importación de autos de igual marca y bajo el mismo régimen jurídico.
En este caso, si bien la Corte de Apelaciones de Valparaíso admitió la excepción dilatoria
presentada por el Fisco, por cuanto se señalaba que las acciones interpuestas por los actores no
emanaban directamente de un mismo hecho ya que los cobros y pagos eran por diferentes
montos y en fechas diversas, el máximo tribunal consideró que la causa de pedir de todos era por
el gravamen que infringía el artículo 8 de la Ley 12.041, más allá de las diferencias accidentales de
lugar, fecha y monto de los pagos erróneamente efectuados y de la cantidad reclamada por cada
uno de ellos15

Si bien, como vimos, pueden concurrir como actores varias personas tanto como
demandantes o como demandados en un mismo juicio, este litisconsorcio voluntario sólo asegura
una tramitación conjunta, pero no impide que en el fallo se puedan dar resultados disímiles
dependiendo de cada situación analizada jurídicamente en particular.

Efectos

La consecuencia principal bajo el régimen de litisconsorcio será la de actuar mediante un


procurador común si es que hay unidad de acciones y/o excepciones como lo señala el artículo 19
del C.P.C.

“Si son dos o más las partes que entablan una demanda o gestión judicial y deducen las
mismas acciones, deberán obrar todas conjuntamente, constituyendo un solo mandatario.

La misma regla se aplicará a los demandados cuando sean dos o más y opongan idénticas
excepciones o defensas.”

Excepcionalmente se podrá actuar separadamente como señala el artículo 20 del C.P.C. “Si
son distintas entre sí las acciones de los demandantes o las defensas de los demandados…”

Conclusiones

El litisconsorcio, como se vio en este informe, se ha desarrollado con el paso de los años
gracias al trabajo jurisprudencial de nuestros tribunales dado que el tratamiento legislativo de la
situación de contar con múltiples integrantes en una o ambas partes no se ha desarrollado con
tanto detalle como podría esperarse en una materia que bien podría ahorrar tiempo y recursos

15
Ibid., pág. 36

pág. 7
económicos al sistema de administración de justicia al reunir a varios actores con idéntica
pretensión en un mismo proceso.

Además, pudimos conocer la serie de ventajas que significa actuar en un mismo proceso
contra múltiples demandados proyectando lo que sería en el futuro la ejecución de una sentencia
favorable a las pretensiones del actor y evitar así contar con una sentencia ineficaz por no ser
oponible a terceros ajenos al juicio.

pág. 8
Bibliografía
Aguirrezabal Grünstein, M. (diciembre de 2020). El litisconsorcio como presupuesto necesario para
una correcta configuración de la relación procesal. Revista chilena de derecho
privado(Número 35), 337-345.

Cortez Matcovich, G., & Palomo Vélez, D. (2018). Proceso Civil: normas comunes a todo
procedimiento e incidentes (4ta edición ed.). Santiago: Editorial Thomson Reuters.

Romero Seguel, A. (1998). El litisconsorcio necesario en el derecho procesal chileno. Doctrina y


jurisprudencia. Revista chilena de derecho, Volumen 25(Número 2), 387-422.

Romero Seguel, A. (2010). Curso de Derecho Procesal Civil (Vol. Tomo III). Santiago de Chile:
Editorial Jurídica de Chile.

Romero Seguel, A. (2012). Curso de Derecho Procesal Civil (Vol. Tomo 1). Santiago de Chile:
Editorial Jurídica de Chile.

pág. 9
Tabla de contenido
Introducción.......................................................................................................................................2
Antecedentes generales.....................................................................................................................2
Concepto............................................................................................................................................2
Fundamentos.....................................................................................................................................3
a. Principio de bilateralidad de la audiencia...............................................................................3
b. Protección de los derechos de terceros.................................................................................3
c. Una posible inutilidad de la sentencia por resultados diversos..............................................4
d. La legitimación procesal.........................................................................................................4
Clasificación........................................................................................................................................4
a. Litisconsorcio activo, pasivo o mixto......................................................................................4
b. Litisconsorcio eventual, alternativo o sucesivo......................................................................5
c. Litisconsorcio originario o sobreviniente................................................................................5
d. Litisconsorcio necesario o facultativo.....................................................................................5
a) Litis consorcio necesario propio.........................................................................................6
b) Litis consorcio necesario impropio.....................................................................................6
Efectos...............................................................................................................................................7
Conclusiones......................................................................................................................................7
Bibliografía.........................................................................................................................................9

pág. 10

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