Parábola Del Amigo Que Llega A Medianoche
Parábola Del Amigo Que Llega A Medianoche
Parábola Del Amigo Que Llega A Medianoche
(Luc. 11:58) Se nota de nuevo que esta es una parbola exclusiva de Lucas. Es notable la cantidad de parbolas que se encuentran en el Tercer Evangelio. Muchas de stas se hallan en la ahora famosa seccin especial de Lucas. Adems, otra cosa que llama la atencin es que muy a menudo Lucas nos da parbolas que son gemelas, es decir, son parbolas con significados similares, aunque las historias parablicas mismas sean diferentes. Tal es el caso de la parbola que nos ocupa ahora. Esta y la parbola del juez y la viuda (Luc. 18:18) se asemejan en que ambas recalcan la persistencia en la oracin y la fidelidad de Dios en contestar. La parbola del amigo que llega a medianoche carece del refrn introductorio acostumbrado. Es decir, no comienza con la frase llamativa: El reino de Dios es semejante a . El tema de la oracin es el contexto general de la parbola. Lucas describe cmo Jess oraba en cierto lugar. Aparentemente, los discpulos lo observaban mientras oraba. Despus de terminar su perodo de oracin, se le acerca uno de sus discpulos. Nos llaman la atencin las palabras genricas respecto al lugar y al discpulo; no se nos especifican los detalles. El discpulo annimo pide a Jess que les ensee a orar al igual que Juan el Bautista haba enseado a sus propios discpulos. Parece que era costumbre entre los rabinos ensear una oracin definida a sus discpulos; sta les serva de una especie de distintivo. Es decir, podran distinguirse de los dems grupos religiosos por medio de su oracin distintiva. Es obvio, pues, que el contexto inmediato de la parbola es el Padre Nuestro en su versin lucana (Luc. 11:24). Esta oracin en el medio latinoamericano se conoce justamente por las palabras El Padre Nuestro, porque as comienza en su versin de Mateo. Ntese, sin embargo, que la Reina-Valera Actualizada (ver la nota al pie de la hoja correspondiente a los versculos 2 y 4) acertadamente coloca las palabras nuestro que ests en los cielos entre corchetes, ya que los manuscritos ms antiguos de Lucas no las contienen. Las palabras entre corchetes deben compararse con las correspondientes en el Evangelio de Mateo. Parece que Lucas abrevi la oracin en algo, comparndola con la de Mateo (Mat. 6:9, 10). Muchos estudiosos de esta oracin prefieren llamarla La oracin modelo. Se le ha llamado as, porque en ella Jess desea instruir a sus discpulos sobre el modo de orar. Hasta ahora hemos ocupado el nombre usual de la parbola. Hay quien prefiere bautizarla con otro nombre: el dueo mal educado (Hunter, p. 68). Al leer la parbola, quiz tenga razn el distinguido erudito ingls en cambiar el nombre. Una cosa s es cierta, la parbola describe con ms lujo de detalle el carcter y comportamiento del dueo de la casa que al amigo que llega a medianoche. Finalmente, es importante reconocer que los textos que siguen despus de la parbola ayudan a fijar el significado de esta parbola y tambin el de la parbola gemela del juez y la viuda (Luc. 18:18). Es claro que los versculos en Lucas 11:913 en conjunto recalcan la buena disposicin de Dios para contestar la oracin.
A. El contexto sinptico
hospitalidad oriental, o tendra que molestar a su vecino a las altas horas de la noche. Fisher (p. 101) describe con ms lujo de detalle algunas de las costumbres de los judos al respecto:
El anfitrin de la parbola obviamente reconoca su responsabilidad de alimentar a su husped y ayudarlo a refrescarse de su viaje. Tambin se daba cuenta de que la atencin a un viajero visitante no era nicamente una responsabilidad individual; era tambin comunal. El husped de una familia era el husped de toda la comunidad. Al entrar a una casa en la Palestina de hoy, a un husped se le dice a veces que no tan slo la familia se siente honrada por su presencia sino que ha honrado toda nuestra aldea.
Por la vergenza que siente al no poder atender debidamente a la visita, acude al vecino el discpulo imaginario. La hora es avanzada, ya que la visita estara viajando de noche posiblemente para evitar los calores sofocantes del da. Se hace la situacin ms embarazosa, porque se da cuenta de que por la hora el vecino ya est dormido. No obstante su vergenza, no le queda ms remedio que pedir al vecino que le preste algunos panes. Estos en aquellos tiempos tenan el tamao de una pequea piedra que poda sostenerse en una mano (ver Mat. 7:9). Se sabe que tres de estos panes pequeos constituan una comida entera para una persona. La hechura del pan era tarea comunal, cosa que se haca por las maanas. Las mujeres de la aldea sabran quin haba hecho suficientes panes como para que algunos sobraran. Probablemente la esposa del anfitrin le dijera a quien acudir para pedir el pan. La historia se complica cuando el anfitrin llega a la casa del vecino. Llama a la puerta para explicar al vecino su dilema. Su vergenza aumenta cuando el vecino se niega a levantarse para atender su peticin. Es ms, la respuesta del vecino se hace con palabras bastante speras, expresando as ms su indisposicin que su incapacidad para atender su peticin: No me molestes!. Afirma que la puerta est cerrada y sus hijos dormidos. Su pretexto tambin refleja algunas de las costumbres del da. Smith (p. 147) aclara:
Hasta hoy en Siria parece que la puerta cerrada se reconoce como una seal de que la familia ha llegado al final de las faenas del da en el campo Los nios duermen juntos sobre el piso, el pap a un lado y la mam al otro. No es cosa fcil caminar entre los dormidos en la oscuridad para llegar a la puerta.
Pese a su vergenza, el anfitrin persiste en llamar a su vecino. Era imposible que llegara a casa y a su husped con las manos vacas. Sigui llamando a la puerta hasta que por fin el vecino se levant, despert a su familia, busc un quinqu, encontr el pan y se lo dio a su vecino insistente. Se nota que no era la cantidad de pan que peda el vecino la que le molestaba sino la hora de la noche. Debe ser obvio que el tema de la insistencia es clave para la culminacin de la parbola. La insistencia caracteriza la actitud de un judo, obligado por las costumbres de su da, de proveer hospitalidad para una visita que llega inoportunamente. Cumpliendo con las exigencias de su cultura, se arriesga la amistad del vecino para no quedar mal con el husped. Pese a la indisponibilidad del vecino, insiste hasta lograr que acceda a su peticin. En Lucas 11:9 hay una palabra griega que no aparece en ninguna otra parte del Nuevo Testamento. Es el vocablo que se traduce como insistencia en la RVA. JoachimJeremias (Las parbolas de Jess, p. 158) opina que la palabra incluye la idea de desvergenza. Con esta palabra Jess describe al anfitrin importunado que insiste con su vecino para que ste responda. Es muy posible que el mismo trmino se aplique al vecino por rehusar al principio la solicitud. Segn Jeremias, la palabra griega conlleva la idea de avergonzarse. De este modo, el vecino accedi al fin a la peticin del amigo, porque no quera traer vergenza a su casa por su rechazo. Todo esto quiere decir que el vecino abri la puerta no tan slo por la importunidad del vecino necesitado sino tambin para salvaguardar su propio honor. Si hubiera rehusado terminantemente la peticin del vecino, habra perdido el respeto de toda la comunidad. Toda la parbola del amigo que llega a medianoche ilustra perfectamente una de las reglas hermenuticas rabnicas entre los judos. De hecho fue una de las siete reglas confeccionadas por el famoso rab Hillel. La regla especfica tiene que ver con un sistema para hacer contrastes. Siempre se comienza con una enseanza menor para luego destacar una enseanza mayor. En este caso la enseanza menor es la de la insistencia del anfitrin al vecino, porque se da cuenta de que al fin el vecino acceder a su peticin. La enseanza mayor, y el propsito de la parbola, es que podemos ir a Dios en oracin a sabiendas que vendr una respuesta. Las palabras de Jess en Lucas 11:9 confirman esta aseveracin. Y yo os digo: Pedid, y se os dar; buscad y hallaris; llamad, y se os abrir. Hay que recordar que la enseanza mayor tiene que ver con Dios y su
disposicin de responder a los que claman a l. Jess dice que Dios contesta nuestra peticin, no porque teme por su propio honor o porque se le haya cansado por la mucha insistencia, sino porque su bondad es mayor que la del vecino de la parbola (ver Luc. 11:13). Tambin es bueno recordar que la parbola se dio con la oracin modelo por antecedente. En dicha oracin, lo primero que el creyente debe pedir es que venga el reino de Dios. Si as es, se har su voluntad entre los creyentes. Ciertamente, Dios concede el reino a aquellos que lo soliciten.