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Realidad Nacional

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REALIDAD NACIONAL Y DEFENSA CIVIL

Este trabajo tiene como finalidad presentar una secuencia descriptiva y analítica de la
REALIDAD NACIONAL Y DEFENSA CIVIL, no se trata de un análisis cronológico
de los hechos históricos, sino de un análisis dialéctico con un procedimiento inductivo
partiendo de los hechos y la práctica de una realidad concreta nacional e internacional
una situación en crisis que vive el Perú que uno de los problemas fundamentales era la
conformación de un sistema social que dejaba de lado la vida social y económica de los
indios. Era y es el “pecado” del Perú como nación, como nueva república: “haber
nacido y haberse formado sin el indio y contra el indio”. Pues, hay que resaltar la
importancia del indio en su relación con la tierra y la naturaleza. Para ellos, el despojar
al indio de la Tierra es un problema de subsistencia no sólo material sino espiritual para
ellos la vida viene de la naturaleza “Pacha Mama”. Era y sigue siendo un problema de
nacionalidad, de identidad y de corrupción y que el Nuevo Perú era un concepto por
crear, es una nación en formación. La realidad peruana es heterogéneo, pluricultural en
la cual lleva la voz el mundo andino y mientras persista el problema el Perú no saldrá de
la crisis de nación con la república o con la democracia liberal hoy neoliberal
globalizado. Entre otros problemas hasta hoy es la confrontación entre Estado-Nación e
internacional-dominio del FMI, el BM y los acuerdos de consenso de Washington-AMI;
la mediática acción en la dinámica cultural y la vida política; la indiferencia y la nula
organización política de las capas bajas, el otro problema es lo relacionado con la
identidad que hay que reconstruir una nueva peruanidad, ya que la primera se había
hecho desde el indígena antes de la Conquista; luego, era una identidad que se había
edificado desde la Colonia, con la marginación del indígena. Esta nueva peruanidad a
partir del indígena, tendría que ser un ejemplo para construir la identidad de nuestra
peruanidad de amor al Perú. No quiere un Perú solamente inca-indígena o solamente
colonial-criollo, sino se quiere un Perú integral, un Perú nacional con multiplicidad de
culturas y grupos étnicos.
Es de naturaleza teórico-práctico, cuyo propósito se centra en el análisis cultural, social,
económico, ´político, ambiental, sanitario y de defensa de los pobladores oriundo del
territorio nacional a través de conceptos de realidad histórico social e identidad
nacional, explica las causas y las consecuencias de la realidad nacional, analiza desde
una óptica socio-económica-política e ideológica los problemas peruanos a través del
tiempo. La teoría estará al servicio de la comprensión de los hechos de la práctica. Se da
una fusión entre los conocimientos teóricos y los fenómenos que se conoció y se conoce
de primera mano en el Perú. El concepto de realidad es muy amplio y se presta a todo
tipo de debates y análisis: hechos políticos, económicos, cuestiones sociales, actividades
culturales. La Realidad Nacional está expresada en nuestro Poder Nacional y el
Potencial Nacional desde sus aspectos políticos, económicos, psico-sociales, culturales
y militar.
La protección civil o defensa civil es una organización con apoyo gubernamental, que
opera en la mayoría de los países, y tiene como objetivo apoyar a las poblaciones que
habitan en zonas vulnerables para hacer frente a los desastres naturales o de carácter
antrópico. También es un conjunto de personas representativas de una comunidad, que
desarrollan y ejecutan actividades de protección civil o defensa civil en un determinado
lugar, orientando las acciones a proteger la integridad física de la población y su

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patrimonio, ante los efectos de los fenómenos naturales o tecnológicos que generan
desastres. Se entiende como protección civil o defensa civil en el sentido estricto a los
encargados específicos encargados de proteger a los ciudadanos de un país ante
catástrofes de cualquier tipo, sean de proveniencia humana o natural.
REALIDAD NACIONAL Y LA SOCIEDAD PERUANA
El concepto de realidad es muy amplio y se presta a todo tipo de debates y análisis.
Puede decirse que la noción hace referencia a aquello que tiene una existencia auténtica
y verdadera, a diferencia de lo que tiene lugar en un marco de fantasía o en la
imaginación. La realidad es lo que, todo lo que existe objetivamente y lo que percibimos
subjetivamente En resumen, la Realidad Nacional es el gran campo donde se encuentran
y desarrollan todos los medios, hechos, fenómenos y actividades de la vida humana de
una Nación. En este contexto, la realidad debe estudiarse e investigarse por factores:
físico-geográfico, humano, económico, político, tecnológico, social, cultural,
ideológico, moral.
Nacional, por su parte, es un adjetivo que se refiere a lo que está relacionado con una
nación. Esta idea (nación) hace mención a un país o a la comunidad de personas que
comparte un territorio y que se encuentra gobernada por una misma autoridad. Conjunto
de personas de un mismo origen étnico que comparten vínculos históricos, culturales,
religiosos, etc., tienen conciencia de pertenecer a un mismo pueblo o comunidad, y
generalmente hablan el mismo idioma y comparten un territorio. "la nación judía; la
nación india" sinónimos: pueblo. Comunidad social con una organización política
común y un territorio y órganos de gobierno propios, que es soberana e independiente
políticamente de otras comunidades. Sinónimos: Estado, país.
La palabra nación tiene dos acepciones: la nación política, en el ámbito jurídico-
político, es un sujeto político en el que reside la soberanía constituyente de un Estado; la
nación cultural, concepto socio-ideológico más subjetivo y ambiguo que el anterior, se
puede definir a grandes rasgos como una comunidad humana con ciertas características
culturales comunes, a las que dota de un sentido ético-político. En sentido lato, nación
se emplea con variados significados: Estado, país, territorio o habitantes de ellos, etnia,
nacionalidades, pueblo y otros. Este concepto ha sido definido de muy diferentes
maneras por los estudiosos en esta cuestión sin que se haya llegado a un consenso al
respecto. 1 Anthony D. Smith define la nación de la siguiente forma: «una comunidad
humana con nombre propio, asociada a un territorio nacional, que posee mitos comunes
de antepasados que comparte una memoria histórica, uno o más elementos de una
cultura compartida y un cierto grado de solidaridad, al menos entre sus élites».2 Según
Benedict Anderson, una nación es «una comunidad política imaginada como
inherentemente limitada y soberana».3 Roberto Augusto afirma que «una "nación" es lo
que los nacionalistas creen que es una "nación"», porque ese concepto «no significa
nada fuera de la teoría que lo ha creado para sus propósitos».4 Ernest Gellner da dos
definiciones de este concepto, que califica de provisionales e insuficientes: A) Dos
personas son de la misma nación si comparten la misma cultura, entendiendo por cultura
un sistema de ideas y signos, de asociaciones y de pautas de conducta y comunicación.
B. Dos personas son de la misma nación siempre y cuando se reconocen como
pertenecientes a esa misma nación. Pero en el Perú la cultura es peculiar debido a que

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existe una multiplicidad de culturas separadas y dispares, con marcadas diferencias de
nivel y de amplitud de difusión, que corresponden a los diversos grupos humanos que
conviven en el territorio nacional. Por ejemplo, comunidades hispano-hablantes,
comunidades aimara y quechua hablantes y comunidades de otras lenguas, opuestas por
la tradición del lenguaje y el modo de pensar y sentir; en la occidentalidad costeña, la
indianidad serrana y el regionalismo selvático; en el indio, el blanco, el criollo, el cholo,
el negro, el asiático y el europeo, como grupos contrastados y en mucho recíprocamente
excluyentes; en el hombre del campo, el hombre urbano y el primitivo de la selva; en el
rústico de las más apartadas zonas del país y el refinado intelectual de Lima, a los cuales
se vienen a agregar, como otros tantos sectores diferenciados, el artesano, el
prolewtario, el pequeño burgués, el profesional, el rentista de clase media, el campesino,
el latifundista provinciano, el terrateniente, el gamonal y el industrial moderno, para no
hablar de las diferencias religiosas y políticas que, entrecruzándose con las anteriores,
contribuyen a la polarización de la colectividad nacional. Este pluralismo cultural, que
en un esfuerzo de simplificación algunos buscan reducir a una dualidad, es, pues, un
rasgo característico de nuestra vida actual. Ausencia de la cultura capaz de darnos
unidad y poder es sentida.
Un notable representante y precursor del problema del indio es Manuel González Prada,
que con un mensaje pro indígena, describía la explotación de los indios, ya desde su
famoso discurso de julio de 1888, en el contexto de la Guerra del Pacífico: “Con las
muchedumbres libres aunque indisciplinadas de la revolución, Francia marchó a la
victoria; con los ejércitos de indios disciplinados y sin libertad, el Perú irá siempre a la
derrota. Si del indio hicimos un siervo, ¿qué patria defenderá?”. González Prada fue uno
de los primeros intelectuales pro-indígenas que marcan la diferencia. Su visión no era
caritativa ni compasiva, y creía que la población indígena tenía un potencial que había
estado en letargo desde el proceso de la conquista. Afirma en su obra “Horas de Lucha”,
“La cuestión del indio, más que pedagógica, es económica, es social”. José Antonio
Encinas, elabora una “Contribución a una legislación tutelar indígena” con el ánimo de
amparar la propiedad comunal que tiene su no rigen en las necesidades económicas.
Nuestro Código Civil no está en armonía con los principios económicos modernos
porque es individualista en lo que se refiere a la propiedad. La limitación del derecho de
propiedad indígena ha creado el latifundio. La propiedad del suelo improductivo ha
creado “la enfeudación de la raza y su miseria”. Luís E. Valcárcel en su obra
“Tempestad de los Andes” afirma que “No es la civilización, no es el alfabeto del
blanco, lo que levanta el alma del indio” es el mito de la tierra. J: C: Mariátegui en su
obra “Siete Ensayos de interpretación de la Realidad Peruana” su planteamiento es
“Todas las tesis sobre el problema indígena que ignoran o eluden a éste como problema
económico-social, son otros tantos estériles ejercicios teóricos-y a veces sólo verbales,
condenados a un absoluto descrédito. No las salva a algunas su buena fe. Prácticamente
todas no han servido más que para ocultar o desfigurar la realidad del problema…La
cuestión indígena de la Tierra. Cualquier intento de resolverla con medidas de
administración o política, con medios de enseñanza o con obras de viabilidad,
constituye un trabajo superficial o adjetivo, mientras subsista la feudalidad de los
“gamonales”. Luís Alberto Sánchez afirma “El indio pervive, a través de todos los
embates, gracias a la suculenta cooperación del medio y de la historia”. El indígena
hasta hoy sigue siendo discriminado, excluida y olvidada, despojada sus tierras a ración

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de bombas lacrimógenas y de balas para entregar a las transnacionales, por eso el campo
si está despoblando, solo quedan los de la tercera edad bautizados como “campesinos”,
cuya obligación es cuidar el “orden social” por eso se ha criminalizado las
movilizaciones por reivindicar sus tierras, por defender su medio ambiente establecido
por normas que dan la clase dominante y trabajar como bestias para ellos y en
momentos de campaña electoral lo llaman “hermano campesino” de dientes para afuera.
El hermano campesino en boca de los criollos, mestizos politiqueros es desprecio al
campesino; no significa amor fraternal n i cosa parecida. No hay sinceridad.
En la actualidad pensamos que referirse al problema del indio es reconocer su derecho y
su dignidad, haciendo de modo que tomen su destino en sus propias manos. Este tema
fue fuertemente discutido en el aniversario de los 500 años del descubrimiento o
encubrimiento en América. En los últimos años, se ha hablado de que los indios deben
luchar por sus propios derechos, sin considerar su integración a un proyecto de estado-
nación. Y precisamente en el tiempo de Mariátegui se estaba lejos de pensar así. Sin
embargo, el Amauta uno de los primeros en creer que los indios tenían todas las
cualidades y el basamento histórico para volverse ellos mismos protagonistas de su
propio desarrollo. Evidentemente era necesario que el Estado hiciera este
reconocimiento al mundo indígena. Si se quería llegar al Perú integral era impostergable
buscar un camino enraizado, preferentemente, en el mundo incaico.
Para el peruano la cuestión indígena se encuentra a la base de la crisis constitutiva de la
nación, porque los países del continente americano se han construido en base a la
exclusión de una parte importante de su población como es la indígena. Mariátegui
señalaba al respecto, remitiéndose a la experiencia peruana: “Para el nacionalismo
reaccionario... las raíces de la nacionalidad resultan ser hispánicas o latinas... en
oposición a ese espíritu, la vanguardia cultural en el Perú propugna por la
reconstrucción de la nación sobre la base del indio. La nueva generación reivindica
nuestro pasado, nuestra verdadera historia”.
Mariátegui desentrañó la capacidad de la cultura indígena, no folklóricamente, sino
basándose en su organización social, privilegiando el trabajo colectivo sobre la
propiedad privada. Explica que los indios, organizados alrededor de los ayllu, realizaron
grandes obras colectivas. En estos ayllu se manejaban con una economía orgánica que
articulaba el esfuerzo solidario con la satisfacción de necesidades básicas de una
numerosa población. “...Los conquistadores destruyeron, sin poder naturalmente
remplazarla, esta formidable máquina de producción. La sociedad indígena, la economía
incaica, se descompuso y anonado completamente al golpe de la conquista. Rotos los
vínculos de su unidad, la nación se disolvió en comunidades dispersas. El trabajo
indígena cesó de funcionar de un modo solidario y orgánico”.
Los diversos grupos, sin articular sus esfuerzos y sus creaciones en un proyecto común-
nacional de existencia, actúan, no obstante, unos sobre otros verticalmente, así la cultura
de unos es afectada por la cultura de otros (dominante-dominada), sin un marco de
referencia común y sin que, por tanto, se constituya una unidad cultural nacional bien
integrada, sólida. No es sólo pintoresco sino muy significativo el que las mujeres
elegantes-criollas de Lima y otras ciudades usen hoy poncho, bufanda y bailen huayno,
mientras de los villorrios perdidos, instruidas por las radios transistorizados, adopten las

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últimas modas cosmopolitas y bailan twist, pues tanto unas como otras no se reconocen
en un ideal colectivo común, no tienen auto estima ni auto concepto como persona. El
camionero, el profesor, poseedor de una cultura híbrida y dislocada, aporta a los pueblos
retazos de ideas, valores y formas de acción cuya significación cardinal desconoce, así
como en el cuartel, el conscripto, al mismo tiempo que a reconocer la bandera, aprende
precariamente a leer y escribir un español que luego, en pocos meses, pierde, mientras, a
su turno, el oficial pasa por la provincia remota sin entender a sus gentes,
despreciándolas o guardando sus distancias aunque él y su familia asimilen algunos usos
locales, giros de lenguaje o técnicas terapéuticas y culinarias. En el conjunto, la
sociedad y la cultura carecen de una norma fundamental, de un principio integrador,
gracias al cual los particularismos se resuelven potenciándose hacia la unidad.
Hibridismo y desintegración son, así, dos otros rasgos de nuestra personalidad.
La pluralidad y la desintegración de nuestra cultura; la mistificación de los valores, la
inautenticidad y el sentido imitativo de las actitudes, la superficialidad de las ideas y la
improvisación de los propósitos. Hay mistificación cuando se aceptan y oficializan
como verdaderas o valiosas instancias que no corresponden en la realidad a los modelos
postulados o que han perdido se eficacia o su sentido. Un caso ejemplar de mistificación
en el Perú es el de las creencias católicas, especialmente en las comunidades campesinas
de la sierra. Es bien sabido que los llamados indígenas piensan y actúan de modo muy
distinto a lo prescripto por el credo oficial y que, incluso como practicantes religiosos,
tienen motivaciones y metas diferentes a los católicos que podemos llamar regulares.
Entre los pobladores de otras regiones, y aún de ciudades evolucionadas como Lima, no
son tampoco raros los fenómenos aberrantes, como ocurre con ocasión de las
festividades en honor de determinadas imágenes o santos patrones. De allí que pueda
decirse, sin exagerar, que en la inmensa mayoría de los peruanos los valores católicos
están alterados o han perdido su substancia original. Otro caso digno de mención es el
del capitalismo: en cuanto sistema impuesto funciona en el Perú en forma anómala,
produciendo efectos contrarios a los que se observan en aquellos países en los cuales se
originó y que hoy día son potencias industriales; sin embargo, aquí es oficialmente
sancionado como el régimen natural, único posible e indiscutiblemente beneficioso para
nuestro país. Los valores y las realidades del capitalismo en el Perú son, por
consiguiente, valores y realidades mistificadas. Lo mismo ocurre con la democracia, los
derechos humanos orientados por conceptos y valores mistificados, las actitudes
sucumben en la inautenticidad. Reconocer un imperativo de acción y propiciar o
ejecutar otra conducta, buscar un objeto y pretender realizar otro, son formas típicas de
la acción inauténtica, generalizadas en nuestras instituciones públicas y privadas, en los
hábitos y usos regionales y locales, así como en el comportamiento de las clases medias,
altas y proletarias. Dentro de este esquema caen otras formas de acción inauténtica
como: se encomian los productos fabricados en el país peto se prefieren los extranjeros
en el momento de decidir una compra; se defienden las escuelas y planteles oficiales,
pero se opta por los privados; se declara la majestad de la ley, pero se dan leyes sólo
para satisfacer intereses personales, de grupo o clan o se la viola sin escrúpulos, la
justicia es como la serpiente que solo muerde a los descalzos. Y otra es la casi
normalidad de la mentira del engaño y la ilusión, de la promesa en falso, que ilustra
perfectamente la vigencia de la apariencia típica de la conducta que describimos. Esta
son algunos casos de la inautenticidad en nuestra vida nacional. Con ella se ligan

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también los múltiples fenómenos imitativos que marcan con el sello del artificio la
existencia pública y privada de todas las capas sociales. Entre éstas, por su amplitud, su
complejidad y su directa vinculación con modos de actuar que todos reconocen como
peruanos, la huachafería es quizá el más representativo de la inautenticidad y del
carácter imitativo de nuestra conducta. En efecto, puede hacerse un espíritu huachafo en
las instituciones del Estado, en los partidos políticos, en el periodismo, en el deporte, en
la literatura y el arte, en las ciudades avanzadas y en las comunidades incipientes, en la
legislación y en la moral, en el lenguaje y en la imaginación colectiva, en el modo de
vivir y en el modo de tratar a los muertos y a la muerte, estudio que daría una cifra muy
significativa de nuestra personalidad cultural.
La superficialidad de las ideas y la improvisación de los propósitos completan la figura
que estamos dibujando. Ellas son norma en el Perú donde el alfabeto lo es apenas, el
científico, el militar, el médico o el abogado no resisten a la crítica, el artesano ignora su
oficio tanto escritor el suyo, mientras que el político corrompe, miente e ilusiona al
ciudadano, improvisa soluciones por defecto y el grado de confiabilidad se perdido la
duda y el recelo se imponen entre nosotros como actitud generalizada.
En otras palabras, las naciones hacen a la persona; las naciones son los constructos de
las convicciones, fidelidades, lealtades y solidaridades de las personas. Una simple
categoría de individuos (por ejemplo, los ocupantes de un territorio determinado o los
hablantes de un lenguaje dado) llegan a ser una nación y cuando los miembros de la
categoría se reconocen mutua y firmemente ciertos deberes y derechos en virtud de su
común calidad de miembros. Es ese reconocimiento del prójimo como individuo de su
clase lo que los convierte en nación, y no los demás atributos comunes, cualesquiera que
puedan ser, que distinguen a esa categoría de los no miembros de ella.5. Para Eric
Hobsbawm no son las naciones las que crean el nacionalismo, sino a la inversa, es el
nacionalismo quien inventa la nación. En suma la Realidad Nacional de una generación
está presentada por un conjunto de elementos físicos y culturales que configuran la
existencia de un país, esto es el suelo, el territorio, la población, la organización, el
Estado, la vida social, así como los recursos naturales y humanos que lo dinamizan. La
nación es una sociedad de hombres a quienes la unidad de territorio, de origen, de
costumbres y de lengua los identifica. Será nacionalista, por estar inspirada en los altos
valores de la patria, en los intereses del pueblo peruano y en nuestra propia realidad;
libre, independiente, soberana, por no estar ligada a ideologías extranjeras existentes, a
partidos políticos tradicionales, a grupos de poder corrompida; y uno es nacionalista
porque luchará contra toda dependencia; e inhumano.
A partir de estas definiciones, podemos entender qué es la realidad nacional: se trata del
conjunto de acontecimientos que suceden en un país, los cuales pueden interpretarse de
múltiples maneras. El concepto de realidad es muy amplio y se presta a todo tipo de
debates y análisis. Puede decirse que la noción hace referencia a aquello que tiene una
existencia auténtica y verdadera, a diferencia de lo que tiene lugar en un marco de
fantasía o en la imaginación. En otras palabras, la realidad nacional es la misma que la
individual, que engloba todo lo que existe de manera objetiva pero percibido a través de
la subjetividad, con la diferencia de que ésta se encuentra limitada a los confines de una
nación en particular, tomando en cuenta los aspectos social, económico, político,

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cultural, espiritual y físico-natural. No olvidemos, por otro lado, que todos los seres que
conformamos una nación somos también parte de su realidad nacional.
Dentro de la realidad nacional podemos encontrar acontecimientos muy variados, la
totalidad de medios, hechos, situaciones y fenómenos multirelacionados, dinámicos y
cambiantes, cualitativos y cuantitativos, actuales y potenciales que presenta el Estado en
un determinado momento coyuntural como producto de su desenvolvimiento histórico:
hechos políticos, económicos, cuestiones sociales, actividades culturales. La Realidad
Nacional está expresada en nuestro Poder Nacional y el Potencial Nacional desde sus
aspectos políticos, económicos, psico-sociales y militar. Son estos poderes que nos dan
la posibilidad y capacidad de negociación, transacción, disuasión o coerción con otros
Estados y, además, nos permiten superar las necesidades y obstáculos internos. La
Realidad Nacional incluye al hombre y su entorno natural y artificial, la diversidad
cultural, la pluralidad lingüística, las costumbres de los pueblos.
¿QUÉ ES LA NACIÓN? Nación es el conjunto de personas que se identifican con un
territorio, idioma, raza y costumbres, constituyendo generalmente un pueblo o un país.
La palabra nación proviene del latín nātio (derivado de nāscor, nacer), que podía
significar nacimiento, pueblo (en sentido étnico), especie o clase. Una nación se
caracteriza por la identidad cultural, social, histórica y política de un pueblo. En este
sentido, se puede definir el sentimiento de una nación como el parecer de un grupo de
personas que comparten lazos con los cuales se identifican culturalmente. En este
sentido, una nación cultural, los elementos como el territorio, el idioma, la religión, las
costumbres y la tradición, por sí mismos, no constituyen el carácter de una nación. Una
nación se origina a partir de la historia, su memoria y generaciones de cultura y vida
colectiva.
La nación no se anula a pesar de poder ser dividida en varios estados, y también muchas
naciones pueden unirse para formar un país. A pesar de ello, lo más común es que una
nación sea la misma que el Estado que la gobierna.
DEFINICIÓN DE ESTADO.- En términos jurídicos y sociales, un Estado es la forma
y organización de la sociedad, de su gobierno y al establecimiento de normas de
convivencia humana; es la unidad jurídica de los individuos que constituyen un pueblo
que vive al abrigo de un territorio y bajo el imperio de una Ley, con el fin de alcanzar el
bien común. El Estado es una maquinaria mediante la cual se hace efectivo el poder
político; y el gobierno es quien, en una primera aproximación, detenta ese poder, ya que
está constituido por el conjunto de personas que manejan dicha maquinaria.
La palabra Estado, no aparece en las lenguas europeas hasta el Renacimiento. Durante
la Edad Media, el poder político se confundía con la propiedad. No existía el Estado en
el sentido moderno, pues no había institución alguna que ostentara el monopolio del
poder político, implicación que sólo surgió con el desarrollo del concepto de soberanía.
Para cumplir con el alcance de sus fines propuestos, el Estado realiza funciones
legislativas, ejecutivas y judiciales, de ahí es que se hable de la división de poderes
(Legislativo, Ejecutivo y Judicial).
El Estado presenta diversas formas, las más conocidas son: según su organización
tenemos al Estado Simple, donde el poder político dirige todo y existe una sola

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autoridad, éste se divide en Estado Unitario y Estado Descentralizado. Se tiene también
al Estado Compuesto, el cual engloba una pluralidad de Estados, formando así uniones
entre ellos, se divide en Estado Federal, es un Estado dividido territorialmente en varios
Estados o provincias (se da en un gobierno democrático), y en Confederación de
Estados, el cual es la unión permanente de Estados libres e independientes, mediante un
pacto internacional.
Según los principios que sirven de base a esa organización, se tiene al Estado Liberal,
que persigue asegurar al máximo la libertad individual; y el Estado Totalitario, donde la
libertad está seriamente restringida y se ejerce todo el poder sin divisiones ni
restricciones.
PODER NACIONAL.- Es la capacidad actual resultante de la integración de todos los
medios de disponibilidad “inmediata”, tanto tangibles como intangibles que puede
aplicar el Estado en un momento determinado, para viabilizar la voluntad de realizar sus
fines, en el ámbito interno y externo, pese a los obstáculos que se le interpongan.
POTENCIAL NACIONAL.- Es la totalidad de medios tangibles e intangibles de
disponibilidad “mediata” que en determinado momento existen en la realidad nacional
en situación latente y que, mediante su incorporación al Poder Nacional, son
susceptibles de aprovechamiento por el Estado, para la consecución de sus fines. el
Potencial Nacional se define como “el conjunto de recursos de todo orden, materiales y
espirituales, utilizables y posibles de ser utilizados por el Estado , para la consecución
de los Objetivos Nacionales”. En otras palabras, es la fuente de medios posibles de ser
utilizados para alcanzar y preservar los Objetivos Nacionales. El Potencial Nacional se
ofrece como la materia prima, por así decirlo, con la cual han de trabajar los
gobernantes de una Nación, y cuyo mejor o peor manejo, depende de los hombres de
los gobernantes.
Potencial Nacional, Son los recursos que tiene el Estado que le permitirían lograr sus
objetivos y metas, es por ello que los Estados deben buscar medios de explotación de
sus recursos, pero sobre todo de su añadimiento de “valor agregado”, es decir, aquellos
países que solo exportan materias primas no están destinados a ser grandes amos del
mundo ya que las ganancias que obtendrá serán mínimas por no aprovechar bien sus
recursos. El potencial Nacional al igual que los recursos del estado tiene rubros y estos
son:
1.- Potencial de infraestructura. – construcción de todo tipo de infraestructura, calidad
de viviendas, carreteras, hospitales, centros educativos, puertos, aeropuertos, etc.
2.- Potencial de recursos humanos.- la población del estado, si el territorio es grande
conviene agrandar la población para poder explotar mejor sus recursos
estratégicamente, si el país es pequeño debe de buscar medios de agrandarse a costa de
sus vecinos y para ello debe tener buena cantidad de población; algunos países exportan
sus recursos humanos los cuales emigran en busca de un mejor futuro.
3.- Potencial de recursos naturales.- la mayoría de estados de América del sur,
exportadores de materia prima o primario exportadores para su futura transformación en
el extranjero, y regreso como maquinas que compran por un valor enorme comparado
con la materia que salió de su país de origen empobrece al país.

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4.- Potencial de PBI.- cuando la producción nacional bruta alcanza un nivel elevado,
sin embargo hay que tener en cuenta que el PBI es engañoso, existen muchos países con
elevado PBI, sin embargo no tiene buena calidad de vida y la tasa de pobreza aun es
grande, esto se debe a que las inversiones son de capital extranjero, una medida mejor
estimada es el PNB.
La Política entre “la imposición, la corrupción” y el “dejar hacer y dejar pasar”, “robó
pero hizo” la Economía, entre avances y retrocesos y lo social con omisiones
importantes, y entre la focalización y la universalización de servicios, pero sin rumbo
claro. El panorama político va de gris a oscuro. Esto va unida a la manera cómo se ha
gobernado: El primero, el dejar hacer, dejar pasar en temas que podrían resquebrajar
los postulados del modelo económico neo liberal y, con ellos, menguar las ingentes
ganancias de los grupos de poder domésticos (nacionales) y extranjeros, las grandes
transnacionales para quienes o en favor de quienes, sin duda alguna, se ha venido
gobernando. Gobernantes neoliberales lacayos, serviles al imperialismo, con su
constitución neoliberal.
El segundo, el imponer puntos de vista a través de decretos legislativos, maneras de
hacer las cosas a favor de los ricos, objetivos, metas y políticas, que favorecen a las
empresas extranjeras, pues, se deciden e implementan por imposición de intereses
particulares en desmedro del interés general. Visto así, la deslegitimación del
gobernante de turno, sus ministros de lujo y la acción de las instituciones están muy
corrompidas, nadie se libra. Frente a esta realidad es importante una nueva generación
de políticos que se pueda alinear a sectores democráticos y progresistas con identidad
nacional para escuchar, debatir, negociar y buscar que existan o emerjan consensos para
que los políticos y la agenda pública exprese y canalice los intereses y demandas de los
ciudadanos, en un contrapeso explícito al poder corrupto que hoy detentan los dueños
del Poder Económico en el Perú. Así, el poder fáctico necesita del poder legal
corrompido para seguir con la imposición de dejar hacer y dejar pasar como la manera
de hacer la gestión pública. El diálogo y la concertación propuestas serían asuntos que
permitirían dar voz a los que no la tienen, que son la mayoría; y decirle, en voz alta, a
quien hoy detenta el poder político que en el Perú el dejar hacer, dejar pasar y la
imposición, no tienen espacio.
ECONÓMICO: a) Que la riqueza que se genera, no se quede sólo en grupos
económicos y empresarios. Por el contrario, debe servir como medio para que, vía una
política de empleo y remuneraciones adecuadas, se haga más equitativo el ingreso de
peruanas y peruanos.
b) Lograr la diversificación productiva y, por ende, diversificar el crecimiento de la
economía doméstica (interna), aprovechando ventajas competitivas como las que
tenemos en: Agricultura, Ganadería, Turismo – Gastronomía, por mencionar los
principales.
c) Encausar los Planes de Desarrollo Concertado y los Presupuestos Participativos a la
mejora de oportunidades y al desarrollo de potencialidades productivas y de comercio
en espacios locales.

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d) Hacer una reforma tributaria que suponga que paguen más impuestos los que
mayores ingresos tienen y viceversa.
Es verdad que esta agenda, para su concreción, necesita articular el corto con el
mediano plazo; al mismo tiempo que dejar de gobernar o tomar decisiones para
enfrentar sólo problemas coyunturales; pasando, de una vez por todas, a poner el acento
en que la economía y la política económica deben estar al servicio de ciudadanas y
ciudadanos, de sus intereses y del desarrollo de sus capacidades y no al revés.
Cambiar, por lo tanto, el timón, el timonel, el sentido y el rumbo de la manera como
hemos venido organizando la economía, desde 1990 hasta hoy, es imperativo y no debe
tener vuelta atrás. La exclusión y postergación de quienes menos tienen es ética y
humanamente inaceptable.
SOCIAL: En lo que respecta al escenario social, los gobiernos corruptos y genocidas
han seguido construyendo programas más que políticas sociales, políticas populistas de
caridad queriendo con paliativos dar respuesta a temas y problemas de larga data; como,
por ejemplo, el retroceso de lo poco logrado en materia ambiental en años anteriores.
Con ello pone no solo en riesgo la sustentabilidad en la explotación de los recursos,
sino, lo que es peor, pone en tela de juicio la vida, la salud y la prevalencia del
ecosistema de importantes porciones del territorio; y con él la cultura, historia y hábitat
construidos por mujeres y hombres propios de las comunidades, para muchas de las
cuales la “riqueza” podría ser más bien una fatalidad. Por otro lado, los organismos e
instituciones rectoras de la Política Social siguen en el juego, que parece de nunca
acabar, entre la focalización y la universalización de servicios, sobre todo en SALUD Y
EDUCACIÓN, pero sin rumbo claro. Con lo que el panorama para 2018, es sólo más de
lo mismo.
Hoy por hoy en el Perú necesitamos articular una propuesta política que refuerce las
acciones desarrolladas por los jóvenes quienes a partir de haber conseguido la
derogatoria de la Ley más conocida como “pulpín” - han demostrado ser la real
oposición al gobierno de turno. El concurso de fuerzas democráticas y progresistas y la
participación de todas y todos, desde dónde nos encontremos, van a constituirse en las
únicas vías para poder escribir la historia desde otro pincel. Necesitamos otra manera de
organizar la economía, ejercer la política y desarrollar lo social. No hacerlo podría ser
tan irresponsable como poner en tela de juicio la propia viabilidad del País.
La diversidad en la unidad es un concepto dialéctico que es necesario trabajar por
grupos humanos en nuestro país ya que el Perú es una nación en formación y por lo
tanto todavía vivimos en el encono y la segregación potencial, pero que a su vez existe
la posibilidad de las nuevas generaciones de tener desprendimiento y sacrificio por
construir un país nuevo con visión de futuro. El postulado radica en dos ejes
fundamentales como son la cultura y la identidad nacional, la primera entendida como el
tejido social y la segunda como los colores y por tanto necesarios e imprescindibles si
de veras queremos construir una nación sólida, libre, soberano e independiente.
LA CONCIENCIA NACIONAL Y LA CONSTRUCCION DE LA IDENTIDAD
La identidad nacional se basa en una condición social, cultural y espacial. Es la
identidad basada en el concepto de nación, es decir, el sentimiento de pertenencia a una

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colectividad histórico-cultural definida con características diversas, rasgos de
cosmovisión definidos con mayor o menor localismo o universalismo (desde la cultura a
la civilización), costumbres de interacción, organización social y política
(particularmente, el Estado -tanto si se identifica con él como si se identifica contra él).
La identificación con una nación suele suponer la asunción, con distintos tipos y grados
de sentimiento (amor a lo propio, odio o temor a lo ajeno, orgullo, fatalismo,
victimismo entre otros) de las formas concretas que esas características toman en ella.
Se da simultáneamente a otras identidades individuales o identidades colectiva basadas
en cualquier otro factor (la lengua, la raza, la religión, la clase social, la historia y más.),
asumiéndolas, superponiéndolas, ignorándolas o negándolas. Suele tomar como
referencia elementos explícitos tales como símbolos patrios, símbolos naturales y signos
distintivos (banderas, escudos, himnos, selecciones deportivas, monedas, etc.).
Históricamente la identidad nacional es una comunidad imaginada, la forma en que se
efectuó la construcción de nación por los nacionalismos del siglo XIX en los estados-
nación europeos y americanos; extendida al resto del mundo por los movimientos de
resistencia al imperialismo y el colonialismo, y en la segunda mitad del siglo XX por la
descolonización y el tercermundismo. Es de actualidad el intento de establecer una
identidad nacional francesa por el presidente de la República Nicolás Sarkozy,
interpretado como un intento de privar a la extrema derecha de un argumento en contra
de la inmigración. El Tratado de la Unión Europea considera que la "identidad nacional"
es "inherente a las estructuras fundamentales políticas y constitucionales" de cada
Estado miembro y la Unión debe respetarla, por identificarse con el contenido de la
soberanía nacional que no se transfiere de los Estados a la Unión. Tanto el Tribunal
Europeo de Justicia como el Tribunal Constitucional Federal alemán han definido tal
"identidad nacional" como "el conjunto de poderes necesarios para que aquel [el Estado
miembro] pueda configurar con entera libertad las condiciones de vida económicas y
sociales de sus ciudadanos; un límite infranqueable para la transferencia de
competencias a favor de la Unión que el mismo Tribunal se encarga de garantizar,
declarando la inaplicabilidad en Alemania [y por tanto, en el resto de los Estados] de las
normas europeas que no lo respeten". El término identidad engloba una gran variedad
de usos, sin embargo la identidad nacional tiene sus orígenes en la fusión de culturas,
desde que se conjunto a México como una nación, se usa como un concepto estratégico
en el devenir de la nación y como tal sujeto de la lucha por la asignación de contenidos
específicos.
Cuando la realidad social e histórica que nos interesa es la de nuestro propio país,
México, debemos tener criterios que nos permitan realizar una apropiación selectiva y
creativa de las ideas que circulan internacionalmente y hacer el esfuerzo por generar un
conocimiento que responda a nuestra especificidad. Por lo tanto los orígenes de la
identidad nacional es ambiguo gracias a que su significado lo es, sin embargo ha sido
utilizado como un elemento de unión y de igualdad entre los miembros de la nación
mexicana.
La gama de sentidos que tiene el concepto de identidad nacional se ha expandido de
manera notable y, como consecuencia, su significado se ha disuelto, convirtiéndose
simultáneamente en un concepto estratégico en el devenir de la nación y como tal sujeto
de la lucha por la asignación de contenidos específicos.

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LA IDENTIDAD NACIONAL DESDE LA POBLACIÓN INDÍGENA
La identidad que cada cultura posee es de gran importancia, al forjarse el Perú como un
país pluricultural multilingüe se abre a la posibilidad de una nueva identidad nacional la
cual la sociedad adopta a partir de sus propios valores y creencias. La Identidad parte de
la conciencia que uno tiene de pertenecer a un pueblo, una lengua, su historia, religión y
a una cultura; es una manera de auto definirse, la identidad personal de un individuo
como unidad viviente distinta y diversa de los demás a través de las modificaciones que
se producen en el curso de la vida, la identidad es el Yo personal frente a los demás. En
el sentido más preciso y amplio, es el conjunto de cualidades y características de un
individuo que hacen que sea el mismo y se diferencie de los demás, por semejante que a
él sea. La identidad se entiende como una condición y proceso en cuyo curso se logra
establecer los límites y peculiaridades que distinguen e individualizan a las personas;
doblemente, vincula la herencia natural y la experiencia vivencial de cada individuo,
único e irrepetible por su singularidad; y la herencia histórica social, de la cual todos
somos portadores. Cuando hablamos de identidad volcamos nuestra mirada no sólo
desde el punto de vista jurídico sino, también sociológico. Nuestro Estado y la sociedad
misma atenta contra la identidad de las personas. Y para responder a estas y muchas
interrogantes ¿Cuál es nuestra identidad?, ¿Quiénes somos?, ¿quién soy?, ¿De dónde
procedo?, pues, existe una profunda crisis de IDENTIDAD Social; de identidad con su
patria, de identidad con su institución, de identidad con su propia familia y consigo
mismo; se han modificado el mito, la memoria, el pensamiento y la conciencia de la
gente, y de los propios andinos originarios; la cual se refleja en admirar lo extranjero i
asimilar su cultura como suyo con el cuento de la modernidad, la globalización; lo de
los gringos es mejor y, despreciar, menospreciar, desestimar lo nacional, lo nuestro lo
originario, y en la pérdida de su autenticidad, de su origen, de su identificación con sus
nacionalidades, y esto se expresa en la corrupción, en la miseria, en la injusticia, en la
desigualdad, en la represión violenta, engendran el odio y la reacción, en la incapacidad
de organización, de unidad de amplios sectores populares. La globalización neoliberal
constituye la destrucción, la ruina, el asolamiento de las relaciones sociales de
producción, la misma que afecta a los pobres del campo y la ciudad para quienes este
modelo neoliberal significa pobreza, miseria, legalización del despojo de las tierras de
las comunidades para entregar a las mineras transnacionales, desocupación, desempleo,
hambre, sub.-empleo, explotación, pobreza, miseria y muerte segura, fundamentalmente
para los andinos originarios. Por tanto, para los andinos originarios de las
nacionalidades aimaras, quechuas y nativos amazónicos el futuro del Perú está en el
Perú, con los peruanos identificados con su problemática, y que los andinos oriundos
con IDENTIDAD, con autoestima y auto concepto; y empecemos a tomar conciencia de
lo que somos “nosotros” a diferencia de “ellos” y que el Perú por derecho ancestral nos
perteneció, nos pertenece y nos pertenecerá; iniciemos a labrar, a promover nuestra
ideología, nuestra filosofía, nuestros principios jurídicos, a partir de hoy y no mañana,
porque mañana puede ser muy tarde para las nacionalidades quechuas, aimaras y
nativos amazónicos. Para ello es fundamental lograr la unidad, la integración del
movimiento popular bajo los principios morales andinos: Ama llulla, ama kella, ama
sua, ama llunco, ama llajhua; y, por otra parte, debemos promover de que toda persona
tiene derecho a su identidad; a su identidad étnica y cultural; nadie debe ser víctima de
violencia moral o de tratos humillantes.

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La historia del hombre en sociedad es el relato de la eterna adaptación de la persona con
su entorno y de seres humanos en su interacción con otros seres humanos. También es el
recuento de su devenir en el mundo, buscando imprimir en todo lo que hace la huella de
su sentir, de su articulación sobre la realidad y de su cultura. En diferentes épocas las
instituciones nacionales han incidido en la identidad y la cultura de los incas (que por
cierto no se auto reconocen como indígenas).
La revolución de Independencia permitió la salida de la sociedad peruana del letargo
colonial. “Los peruanos” pudieron enfrentarse por vez primera con su rostro verdadero.
Lo que encontraron fue terrible: una nación escindida en castas (indios, criollos y
mestizos). Comunidades, Pueblos, haciendas y ciudades. Opulencia y extrema pobreza:
una sociedad sin ligamentos. Como medida de inclusión celebrada en Pátzcuaro,
Michoacán, se creó el Instituto Indigenista Interamericano como organismo de la OEA.
Éste se encargaría de impulsar que en los diversos países de América se crearán
institutos indigenistas nacionales y se desarrollará una política común de integración
indígena en el continente. La aculturación, es decir el proceso de cambio cultural
dirigido, es el marco de participación de organismos indigenistas en los procesos
sociales que el desarrollo económico va desatando y planteando como problemas a
resolver. La aculturación, en tanta categoría de reflexión y acción, postula la solución a
los problemas de integración social sobre la base de un marco educativo.
De tal manera, la identidad nacional es producto tanto de la acción de las instituciones
del Estado como de los movimientos sociales que han intervenido local, regional y
nacionalmente, para darle contenido y forma a la idea, al imaginario, de lo que significa
pertenecer al Perú, ser y mostrarse como peruano.
Si bien el proyecto nacional en muchos casos fue impuesto a los indígenas, lo mismo
que su pertenencia al Perú y su integración a una sola y hegemónica identidad nacional,
no siempre estos procesos se hicieron sobre la base de la destrucción de sus identidades
locales: aimaras, quechuas, amazónicos y culturales; como consecuencia, en muchos
sitios han coexistido tales identidades, aunque de forma conflictiva. La aplicación de
programas en el marco de la comunidad hizo ver, en la práctica, que no era posible
inducir el cambio cultural asumiendo a la comunidad indígena como entidad aislada,
porque ésta, no obstante su autosuficiencia y su etnocentrismo, en modo alguno actuaba
con independencia, sino que, por el contrario, sólo era un satélite –uno de tantos
satélites– de una constelación que tenía un centro fuerte de articulación, en todos los
casos una comunidad urbana mestiza. De modo que en una misma comunidad, o en un
mismo grupo social y cultural persisten e interactúan diversas identidades sociales. La
noción del pluralismo cultural permitió reconocer la diversidad en un amplio espectro
de posibilidades sociales, que si bien encontraba en los pueblos indios un paradigma de
diferencia cultural, daban paso asimismo al reconocimiento de otros grupos sociales que
no eran o no se reconocían como indígenas y que participaban de manera genérica en la
cultura nacional, pero que reivindicaban niveles de identidad: regionales, locales,
barriales, etcétera.
SISTEMÁTICA LEGAL SOBRE LA IDENTIDAD
En Derecho Internacional Público se alude al Principio de Identidad o de continuidad en
el sentido de que la personalidad jurídica del Estado se mantiene siempre con

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independencia de los cambios de su régimen político. De ahí que los compromisos
internacionales deban mantenerse no obstante de dichos cambios. Los DD HH como
tales aparecen en este momento teórico a fin de dar cumplimiento a las necesidades que
toda persona tiene en orden de vivir a plenitud su condición humana, con identidad, y
por ende, de realizar su dignidad.
Declaración Universal de los Derechos Humanos: Artículo 6º.- Todo ser humano tiene
derecho, en todas partes al reconocimiento de su personalidad jurídica.
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Artículo 5.- Derecho a la integridad
personal.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.- Artículo 2. Inc. 2.- Cada uno de
los Estados parte en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos
los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los
derechos reconocidos en el presente Pacto, sin discriminación alguna.
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Artículo 2. Inc. 2.-
Los Estados partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los
Derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivo de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión pública o de otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
Constitución Política 1993. Artículo 2. Inc. 2.- A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser
discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión condición
económica o de cualquier otra índole.
Inciso. 19.- A su identidad étnica y cultural. El Estado reconoce y protege la pluralidad
étnica y cultural de la nación.
Inciso 24. Literal h.- Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o física, ni
sometido a tortura o a tratos inhumanos o humillantes.
Ley Nº 28736. Ley para la protección de pueblos indígenas u organismos en situación
de aislamiento y en situación de contacto inicial. Todo peruano tiene derecho a usar su
propio idioma ante cualquier autoridad mediante un intérprete
Declaración de los Derechos del Niño y Adolescente. Arts. III, V.
Por cierto que detrás de la normatividad vigente, de los convenios internacionales, de la
tesis de la “integración nacional” y la tesis del mestizaje “de todas las sangres”, se
escondía y se esconde todo un Proyecto de dominación y aculturación de los pueblos
indígenas, andinos-pérdida de Identidad, que, expuesto burdamente, decía: “Te doy
derechos si te vuelves como Yo”. Un “Yo”, por lo general, blanco, criollo o mestizo,
urbano, de la clase media con mentalidad colonialista, extranjerizante, alienado, enano.
MULTICULTURALIDAD Y GLOBALIZACIÓN
La identidad nacional y el Estado-Nación en tiempos de globalización. "Los procesos
identitarios llevan explícita una discusión en torno a la dinámica de cambio, el papel de
los grupos sociales emergentes y la diversidad sociocultural, y que, paulatinamente, el
discurso esencialista e inmutable de las identidades ha sido cuestionado, ha devenido a

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menos. Desde esta perspectiva, es claro que los distintos grupos humanos van
construyendo y reconstruyendo identidades a la par de la influencia que ejerce la
industria cultural, ya sea por los flujos migratorios, los medios de masas o la actividad
comercial, en una relación interactiva que da paso a varios fenómenos sociales, entre
ellos:
La aparición de espacios sociales, en los que se promueven prácticas culturales
alternativas y emergentes. b) La promoción de la diversidad y el reclamo de las
minorías por sus derechos. c) La dinámica del micro mundos dentro de la concepción
política de Estado. d) La presión política de los organismos internacionales por los
derechos humanos. e) El surgimiento de la cultura popular. f) La pluralidad de
expresiones culturales enmarcadas en símbolos, modas, valores, conocimientos, ideas y
prácticas sociales de diversa naturaleza.
Dentro de cada cultura, coexisten distintos modos de vivir; entonces, se habla de
multiculturalidad cuando en el seno de una unidad socio-política se vive de acuerdo con
diferentes opciones culturales.
Es de considerar, entonces, que el proceso de globalización no sólo debe verse como el
auge de las nuevas tecnologías de la comunicación o de la ampliación de mercados. Es
un proceso más complejo, que trasciende lo económico y tecnológico. Las tendencias
actuales giran en torno a la interrelación de diversos factores políticos, sociales y
culturales, que se observan en los símbolos y significados de los diversos grupos
sociales. Por consiguiente, la identidad nacional es un proceso histórico, dinámico y en
constante transformación; en otras palabras, está sujeta al cambio, pues forma parte de
los procesos de socialización que vinculan las prácticas cotidianas de los individuos y
los grupos sociales gracias a la diversidad e intercambio cultural, de los grupos sociales
que nacen y/o viven en un territorio.
La identidad nacional es un tema que se encuentra en discusión, a partir de diferentes
tendencias ideológicas, por lo que una característica del fenómeno de las identidades es
la diversidad en cuando al discurso que se brinda. Por una parte, se habla de “crisis de
identidad” como algo negativo, podría decirse ruptura con lo establecido, de aquella
posición ideológica conservadora y/o reproductora del discurso de “nosotros” frente a
los “otros”, del sentimiento nacionalista del ser costarricense, de lo nuestro, de
narraciones pasadas, entre otros aspectos de carácter evidentemente esencialista.
Contrario a esta postura, está la visión de cambio social y transformación de lo propio, a
causa de la influencia de los medios de comunicación masiva, principalmente de la
televisión y la Internet. Por ello, existe un punto en común en el contexto en que este
debate se realiza y es que tal proceso tiene relación directa con la globalización. Este
aspecto es fundamental para entender la dinámica de cambio social que vivimos en
estos tiempos, en la que lo foráneo viene a convertirse en un factor determinante para
diferenciar, compartir o afirmar una forma de identidad. Además, es una construcción
social que se reconoce al interior de cada sociedad, en aspectos tales como el género, los
grupos étnicos, el lugar en donde se nace o se vive, el aspecto generacional, la edad, las
diferencias socioeconómicas, las tendencias políticas e, incluso, las preferencias
sexuales; por lo que la diversidad se convierte en una característica que cohesiona el
fenómeno de las identidades en tiempos de globalización. La Conciencia Nacional se

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define como la comprensión, el entendimiento, el conocimiento de la realidad nacional
del país.
Este es un conocimiento esencial, fundamental, básico para todos los peruanos que
desean, que buscan, que quieren verdaderamente el progreso definitivo, contundente,
veraz de nuestra patria, el PERU. ¿Cómo se forma la Conciencia Nacional?
Se forma, se construye, se hace con el estudio constante de la realidad nacional del Perú.
Esta realidad abarca el estudio de la Ciencia, el Arte, la Filosofía, las Culturas del
pasado y la civilización del presente con una proyección al futuro; también participan la
experiencia , la reflexión así como la imaginación y las ideas creativas para culminar en
una Política realmente peruana que se manifiesta en una praxis nacional de bienestar y
progreso para todos los peruanos, porque lleva de un modo inmanente la Moral, la Ética
aplicable no solo al pueblo sino y sobre todo a los gobernantes del país, porque el
adquirimiento de la Conciencia Nacional no queda en la teoría estéril, inmóvil, estática
sino que es dinámica, cinética, enérgica que demanda imperativamente un hecho
positivo, permanente, grande y ¿por qué no? hasta heroico. El pensamiento, la ideología
de los ricos y sus gobiernos son colonialistas, extranjeras, euro centristas con una
identidad falsa, fingido, ficticio, hipócrita como ciudadano peruano; mientras tanto el
pensamientos, la ideología de los andinos originarios, de los pobres de los excluidos es
libertario, revolucionario y su identidad es verdaderamente nacionalista-patriota con
amor y sentimientos de lo que fue de nosotros otro día.
NO ESTEMOS DE ESPALDAS A NUESTRA IDENTIDAD ANDINA
Para no estar de espaldas a nuestra identidad, a nuestra filiación, a nuestra génesis, a
nuestro origen y a nuestra formación social tenemos que haber definido, precisado
algunos conceptos, categorías, principios, leyes del desarrollo social en general. Es así
como la historia verdadera del desarrollo de las nacionalidades andinas: Aymaras,
Quechuas y Nativos Amazónicos, nunca han sido escritos de acuerdo a la realidad
objetiva; por los propios actores, quienes hacen historia; siempre han sido escritos, y se
escribió desde el punto de vista del opresor, dados a conocer primero por los cronistas
españoles, por los literatos, por los antropólogos por los historiadores de manera general
por los investigadores extranjeros o peruanos con mentalidad colonialista, quienes han
tergiversado, han mutilado, han falseado, han mixtificado nuestra historia andina. La
historia oficial sólo sirvió para domesticar, para secuestrar la memoria, para castrar el
mito andino, para alienar, por tanto no ha permitido historias paralelas que la interpelen
y desnuden sus mentiras, sus mixtificaciones porque creen ser el único y verdadero.
La verdadera historia no puede silenciar el crimen, el genocidio, el holocausto, el
descuartizamiento, la horca, las guerras de baja intensidad, las persecuciones, las
desapariciones, las ejecuciones extrajudiciales, la explotación brutal sanguinaria, la
opresión, la ignominia a que fue sometido el pueblo andino originario: Por lo que
“quien no sabe la historia de su pueblo, quien no conoce la historia de su etnia, de su
patria, pues no tiene identidad ni patria, por lo tanto no ama a su pueblo, a su tierra, a su
patria, a su nacionalidad, porque no tiene nada que amar; es como el hijo sin madre, el
hijo probeta, por tanto sin sentimiento, sin emoción social, sin sensibilidad, sin amor”.

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La historia nos explica el presente por obra del pasado, e ignorar el pasado es estar de
espaldas a nosotros mismos y perder la memoria de los hechos ocurridos es perder un
poco de nuestro ser, de nuestra identidad. La historia debe ser científica, profundamente
crítica y altamente comprometida con la causa libertaria y las opiniones populares y
debe ser hondamente ético, moral y aleccionadora. La historia, no es un proceso lineal
indefinido, sino un devenir dialéctico. La historia de la humanidad es la realización de la
justicia del mundo, los grandes acontecimientos expresan el movimiento dialéctico de
los espíritus particulares de los pueblos, El ritmo lógico de la historia consiste en este
paso de una forma a otra de cultura del mismo modo que la dialéctica es la evolución de
la razón en el pensamiento del individuo como la dialéctica de la historia es la evolución
de esta misma razón en el mundo. La marcha es siempre la misma, de lo universal a lo
individual, de lo general a lo particular, de lo abstracto a lo concreto.
Nosotros los nacionalistas de las nacionalidades Aimaras Quechuas y Nativos
Amazónicos sabemos perfectamente que la historia constituye el instrumento más
poderoso y fundamental para hacer de nuestro conocimiento histórico, de nuestra
educación una verdadera ideología, una concepción del mundo, por tanto una verdadera
conciencia liberadora; puesto que la historia es una ciencia social que pone de relieve
las diversas formas de movimiento de la sociedad andina originaria y ayuda a
desentrañar, a descifrar, a penetrar, a averiguar las complicadas vías recorridas por el
hombre andino en su evolución, en su desarrollo a través del tiempo y el espacio.
Como toda ciencia, nuestra historia no puede existir sin sistematizar los conocimientos,
las ideas, las acciones, los hechos; sin sintetizar teóricamente el material empírico, sin
penetrar en la esencia de los fenómenos en estudio mediante la revelación de las leyes
interiores que los rigen. esto nos enseña que la historia es una secuencia de cambios, de
complementariedad dialéctica que siguen una tendencia progresiva que va de lo inferior
a lo superior de lo particular a lo general, de lo individual a lo colectivo; en
consecuencia no hay nada eterno, perpetuo, ni sagrado, ni sacrosanto; en la historia todo
se encuentra en constante cambio, variación, modificación, mutación, movimiento,
alteración, aparecen nuevas condiciones que reemplazan a la viejas, caducas, podridas y
obsoletas; y esta se realiza luego de un proceso de lucha. Así en la comunidad primitiva
(clanes, tribus) la lucha era del hombre andino contra la naturaleza por dominar los
diferentes pisos ecológicos desde la Usmaya donde la actividad del hombre andino era
la agricultura, hasta Orcomayo donde la actividad económica era la ganadería. Sobre
estas dos actividades económicas nace el famoso imperio andino socialista de los incas,
un Estado eminentemente agrícola. Solo a partir de la llegada de los españoles, k’aras,
europeos, extranjeros es donde se ha impuesto la división de clases sociales y la
explotación del hombre por el hombre hasta el día de hoy, aquí empieza la historia del
enfrentamiento entre las clases sociales, entre las que poseen el poder político y
económico y los desposeídos explotado, los excluidos, los marginados; en otras palabras
opresores, dominadores, déspotas, tiranos, explotadores y oprimidos, explotados
vejados, esclavizados, agobiados se enfrentaron, se enfrentan siempre manteniendo una
lucha constante, un enfrentamiento que finaliza con la transformación revolucionaria de
la sociedad. De allí que se llega a la conclusión de que el motor de la historia es la lucha
de clases: Opresores y oprimidos, gobernantes y gobernados siempre se enfrentaron.

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El conflicto forma parte de la vida, tampoco hay que tenerle miedo al conflicto. El
problema es cuando se hace de los conflictos un asunto de principios y no de
negociación: “esto no lo tolero, no voy a hablar de esto, esto no es negociable” entonces
se trata de un conflicto sin solución. La vida siempre es un conflicto en uno otro sentido,
no es posible la existencia de una sociedad sin conflicto de intereses y de derechos,
porque en las sociedades no ha existido ni existe, equidad, ni igualdad. Los hombres ni
sus situaciones son iguales, justas; y la igualdad ante la justicia es por desgracia mera
ficción, una mera invención de los opresores. Al respecto Heráclito señalaba que la
guerra seria, no solamente el padre, es decir, la causa de todo sino también el rey, es
decir la autoridad suprema creadora de normas. Heráclito sostenía así que la guerra era
el valor supremo y que, por lo tanto es buena, y que el derecho es lucha y que, por
consiguiente, la lucha es justa. Jesús mismo dijo: “yo no he venido a traer la paz sobre
la tierra, sino la discordia”. Entonces no proclamaba de ninguna manera la paz como el
valor supremo de la vida social.
Los pueblos andinos originarios inteligentes, instruidos, hábiles, y perspicaces hoy por
hoy estamos o debemos estar llamados a conocer nuestro verdadero pasado histórico,
porque no debemos ocultarlo, no debemos tergiversarlo, no debemos mutilar nuestra
historia de las nacionalidades Aymaras, Quechuas y Nativos Amazónicos; solo lo
ocultan, lo tergiversan, lo mixtifican y lo mutilan los estólidos, los idiotas, los necios,
los imbéciles, los mentecatos para repetir sus propios errores de siempre; para seguir
oprimiendo, para seguir explotando y hacer creer a las masas populares andinas que
existe una clase superior y otra clase inferior, unos que deben trabajar desde la salida
hasta la entrada del sol, y otros vivos, haraganes, perezoso que se aprovechan de estos
trabajos, de los que producen los trabajadores del campo y la ciudad (Plus trabajo). Así
todo fenómeno se reduce a un evento histórico, construido públicamente por los
hombres, es el resultado de la acción entre otras cosas, de la idea que los hombres se
hacen acerca del cual va a ser el final de la historia, ya que ellos van de conformidad
con las leyes del desarrollo social. Y el Amauta José Carlos Mariátegui señala en sus
Siete Ensayos de la Realidad Peruana que: “La fe en el resurgimiento indígena (andinos
originarios) no proviene de un proceso de “occidentalización” (europeización,
extranjerización, penetración del imperialismo) material de la tierra (quechua, aimara,
nativo amazónico). No es la civilización, no es el alfabeto del blanco, (la lengua
española, gramática española), lo que levanta el alma del indio (del andino originario).
Es el mito, es la idea de la revolución socialista (Es la Nueva República ayer llamado de
los indios y hoy de los Andinos Originarios; es la Segunda República). La esperanza
indígena (andino originario) es absolutamente revolucionaria (transformación, cambio y
desarrollo). El mismo mito, la misma idea, son agentes decisivos del despertar de otros
viejos pueblos, de otras viejas razas en colapso”. Al respecto Velasco dijo hermanos
campesinos ¡Rijchari! o sea ¡Despierta!, y justamente para los andinos originarios es
hora de despertar, es hora de ver y analizar nuestra situación y nuestra condición social.
Los andinos originarios conocemos perfectamente que los diferentes gobiernos de turno
y fundamentalmente los cinco últimos gobiernos neoliberales extranjeros con
mentalidad colonialista, entreguista, pro-imperialista, pro TLC (Tratado de Ladones y
Corruptos), fieles cumplidores de las “recetas” del FMI y del banco mundial y del BID
como son: Alberto Fujimori (Japonés), Alejandro Toledo (Norteamericano) y Alan
García (Francés), Ollanta Humala, PPK (lobista) quienes implementaron y defienden el

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neoliberalismo globalizante, la forma de gobiernos autoritarios, dictatoriales, defienden
la esclavitud y neoesclavización y la explotación humana en donde los funcionarios los
trabajadores están atadas por las cadenas invisibles a su centro laboral; nuestros
gobernantes realizan cosas odiosas como es la privatización y venta de nuestras
empresas públicas a precios por debajo del costo real, la entrega de nuestros recursos
naturales a las empresas transnacionales, el despojo de las tierras comunales a los
campesinos para entregar a las grandes compañías mineras, la contaminación del medio
ambiente por las empresas transnacionales, la entrega de nuestros puertos a los chilenos,
entrega nuestros gaseoductos a los extranjeros, mutila nuestro territorio (Tiwinsa),
nuestro mar con toda la riqueza, la inmunidad para los miembros de las fuerzas armadas
y policiales por dar muerte a los líderes del pueblo, la firma del TLC, todos estos hechos
odiosos tiene el repudio decidido en las calles, en las plazas, en las carreteras.
El pensamiento, la ideología de los ricos y sus gobiernos son colonialistas, extranjeras,
eurocentristas con una identidad falsa, fingido, ficticio, hipócrita como ciudadano
peruano; mientras tanto el pensamientos, la ideología de los andinos originarios, de los
pobres de los excluidos es libertario, revolucionario y su identidad es verdaderamente
nacionalista-patriota con amor y sentimientos de lo que fue de nosotros otro día.
LA DEMOCRACIA
Hablando de política no se puede excluir a la democracia, puesto que la política y la
democracia son el sostén del constitucionalismo, son los pilares fundamentales de la
Constitución, es la cara y sello de un Estado democrático de derecho. La Democracia
política es la que actúa para fines democráticos. La democracia es más que un modelo
político, es una forma de convivencia social, es una forma de relaciones sociales. Desde
este punto de vista la sociedad civil y la participación ciudadana se presentan como las
únicas garantías de vigencia de la democracia; del mismo modo que el desarrollo de una
sociedad civil organizada coherentemente unida implica democratizar los beneficios del
mercado. La sociedad civil debe decidir vivir en democracia donde coexisten mayorías
y minorías. En una democracia sólida no existen intocables, necesarios y las autoridades
se encuentran sujetas a la norma constitucional que es el límite para el gobernante y
garantía para los gobernados, al respeto de la separación de poderes, al control de sus
instituciones y de su sociedad civil. La frase debe ser “Todo el poder para nadie”, la
misma que encierra que nadie puede ni debe tener todo el poder, ni la capacidad de
decidir de manera absoluta excluyendo los intereses y necesidades de los demás o de las
minorías. El poder es de todos por igual, así señala la constitución. Pero en este sistema
democrático ningún gobierno puede asegurar al pueblo trabajador el derecho a la
libertad. Realmente, en el mundo sólo hay libertad y democracia en concreto, y nunca
en abstracto. En una sociedad como la nuestra “desigual”, donde está vigente las luchas
del pueblo, si existe libertad para que las clases explotadoras exploten y opriman al
pueblo, no la hay democracia para el demos y que éste no sufra explotación; pero, si hay
democracia para la burguesía, no la hay para el pueblo, para el común de la gente
La palabra “Democracia” nació en las plazas de las ciudades de la Grecia Antigua. La
Democracia de la Grecia y la Roma antiguas, que tanto ensalzan los historiadores
burgueses, eran, en realidad una democracia de señores esclavistas, de la aristocracia
esclavista, hoy de la burguesía. Protágoras de Abdera, era un ideólogo de la democracia

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esclavista y relevante político; participó activamente en la organización de una
república democrática en la colonia ateniense de Furia. Los filósofos de la clase
dominante pugnaban por fundamentar teóricamente y por preceptuar el régimen de la
esclavitud, tratando de justificar moralmente la explotación de los esclavos, de los
siervos, de los pongos, de los indios; y privar de toda clase de derechos políticos-civiles,
sociales. Y la democracia clásica burguesa, liberal, que surgió en el siglo XVIII, se
basaba en el intercambio discursivo, en la serie de palabras y frases empleadas para
manifestar lo que se piensa o siente, y la reflexión sobre los antecedentes y principios de
una élite en su racionalidad, entrando luego en las lenguas de todos los pueblos. La
Democracia tiene un costo alto y requiere de la participación de toda la ciudadanía para
fortalecer el sistema y el manejo del poder político legitimado y no sólo legal. La
Democracia, de la que tanto se habla y reitera, sigue siendo un problema a resolver. Más
que un asunto jurídico, legal, es un hecho político, económico y social. No habrá
democracia si el Estado centralista subordina a la sociedad, si la riqueza se concentra en
beneficio de unos pocos, del capitalismo familiar, de la burguesía extranjerizante y se
empobrece a las grandes mayorías del pueblo trabajador a quienes se excluye de la
participación política en los asuntos del gobierno, si la formalidad jurídica, legal
sustituye al hecho compacto, sólido de que la democracia es ante todo la plenitud de
derechos fundamentales del ciudadano: civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales y la libre determinación de los pueblos en lugar de plenitud de poderes de los
gobernantes y su mentada independencia de poderes donde debe primar la igualdad real
de derechos y posibilidades, cultura y sentido común democrático, legalidad respetada e
institucionalizada comenzando por quienes ejercen el poder cedido por el pueblo. “El
poder emana del pueblo y quienes lo ejercen lo harán conforme a ley”. Sólo entonces
tendremos una democracia real participativa que por lo menos se aproxime al ideal
planteado por Abraham Lincoln “Un gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo”
Si bien es cierto que el “demos” empieza en Grecia en el siglo V a. n. e. para Aristóteles
el “demos” expresaba a los pobres. El concepto llega a ser complejo cuando el griego
“demos” se convierte en el latino “populus” de los romanos; y aún más la elaboración
medieval del concepto, hacen de populus en parte un concepto jurídico y en parte un
concepto orgánico. Si bien es cierto, comprendiendo literalmente, democracia quiere
decir “poder popular”. Sistemas o regímenes políticos en los que el pueblo manda.
La democracia no puede ni debe utilizar leyes antidemocráticas ni procedimientos
antidemocráticos de juzgamiento para deshacerse de sus enemigos, para borrar del mapa
a sus enemigos, a sus adversarios, porque envilece, degrada, rebaja, prostituye,
corrompe su propia esencia institucional que es el respeto mutuo de los unos con los
otros dentro de las reglas jurídicas de convivencia social, de la defensa de los derechos
humanos y los derechos fundamentales, de las garantías constitucionales. Sacrificar el
bienestar social, sus derechos humanos de primera, segunda, tercera y cuarta generación
por inversiones extranjeras no es democrático. Corresponde al Estado democrático
garantizar estos derechos humanos, la justicia, la equidad, la libertad, la dignidad del ser
humano. Se debe luchar contra la pobreza, contra la corrupción institucionalizada,
contra la privación de la vida humana, contra la reducción de salarios y derechos
laborales, contra la contaminación del medio ambiente, la humanidad no debe padecer
horrores. No es democrático que los gobiernos neoliberales gobiernen con los

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empresarios privados y para los empresarios, con los ricos y para los ricos, y no haya
ningún tipo de cambio social y económico-desarrollo del mercado interno, y que todo
continué como está.
La democracia es sólo la manera cómo este poder se viste: es elegido por el pueblo y
manejado por sus representantes sobre la base de la prevalencia del Ejecutivo sobre los
otros poderes y el peso del Estado sobre la sociedad civil. Es pues, una democracia
formal limitada, liberal, delegativa, de referéndum. Una democracia hipotecada al libre
mercado denominado “mercado político”, donde se compra los puestos al congreso, los
puestos burocráticos, los puestos de direcciones como en la plaza de contrabando o
tacora, cachina; en el cual en vez de intercambiar bienes-yo te doy un bien y recibo otro
que considero equivalente o por una renta o precio el elector da su voto, su apoyo a un
determinado partido, a un determinado candidato sea ésta de simpatía, o haya comprado
su conciencia, lo que los politólogos camufladamente lo denominan el consenso,
autorización o consentimiento de parte de la comunidad de sufragantes o electores, y el
representante electo devuelve este consenso mediante la satisfacción de ciertos intereses
del elector, como puede ser dando trabajo temporal o realizando alguna obra en bien de
la comunidad. En las últimas décadas de la democracia capitalista en decadencia,
estaban los empresarios democráticos unidos a los autoritarios como los fujimoristas, de
ultraderecha neoliberal convirtiéndola la democracia en dedocracia autocrática.
La polarización actual ha traído de vuelta a una derecha empresarial cavernaria quienes
deslegitiman los partidos políticos tradicionales, ilegalizan en nombre de la democracia
para consolidar un mundo neoliberal. Así la democracia se convirtió en una palabra
funcional para la preservación del modelo neoliberal globalizado Entre los empresarios
peruanos, que representan un capitalismo familiar, donde los asuntos de familias y de
empresa están vinculados y, por lo tanto, la opinión política de la familia puede
determinar el comportamiento de un grupo o corporación; predomina un pensamiento
de ultraderecha, pero al mismo tiempo deben ser prácticos-empiristas deben primar el
poder fáctico, el poder oscuro que actúan detrás del poder del Estado y el dominio de
los medios de comunicación: encuestas, televisión, diarios forman parte para orientar o
dirigir las políticas públicas en la lucha por la dominación a través de la democracia.
La historia enseña que ninguna clase oprimida ha llegado ni podría llegar a dominar sin
un periodo de dictadura, es decir, sin conquistar el poder político y aplastar por la fuerza
la resistencia más desesperada, resistencia que no se detiene ante ningún crimen como
Baguazo, Tía María, etc. Las autocracias tienen origen en la democracia burguesa,
donde la “libertad”, es la libertad de asesinar impunemente a los dirigentes sindicales y
estudiantiles, a los líderes populares se les encarcela, se las persigue, se las desaparece.
Desde el punto de vista de la “Democracia” es ridículo que países democráticos,
civilizados, modernos, ver armados hasta los dientes con seguridad, guarda espaldas.
LA MIGRACIÓN
La migración es el desplazamiento de población (humana o animal) que se produce
desde un lugar de origen a otro destino, del campo a la ciudad y lleva consigo un
cambio de la residencia habitual en el caso de las personas o del hábitat en el caso de las
especies animales migratorias. De acuerdo con lo anterior existirán dos tipos de
migraciones: migraciones humanas y animales. Las migraciones de seres humanos se

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estudian tanto por la demografía como por la geografía de la población. Y las de
especies de animales se estudian en el campo de la zoología, de la biogeografía y en el
de la ecología. Los artículos que se pueden consultar al respecto son: Migración
humana, que integra dos procesos: el de la emigración, desde el punto de vista del lugar
o país de donde sale la población; y el de la inmigración, desde el punto de vista del
lugar o país a donde llegan los "migrantes". Ellos migran por variadas causas que serían
por ejemplo: el dinero, gobierno, falta de trabajo, etc. Migración animal:
desplazamientos periódicos, estacionales o permanentes, de especies de animales, de un
hábitat a otro.
La migración humana se refiere a la migración de las poblaciones de seres humanos y
tiene dos acepciones: una amplia que incluye a todos los tipos de desplazamientos de los
seres humanos, y otra, más restringida, que sólo toma en cuenta aquellos
desplazamientos que involucran un cambio de residencia de quienes los realizan.
El desplazamiento de personas a través de fronteras se remonta a la creación de estas.
En la actualidad la migración forma parte del proceso de globalización. Siendo un
importante componente del desarrollo de los países industrializados, plantea retos que
Naciones Unidas insta a solucionar en el marco de los derechos humanos, la igualdad y
la sostenibilidad. La búsqueda de mejores condiciones de vida y de trabajo, el mercado
mundial del trabajo, las desigualdades económicas, sociales y demográficas persistentes,
las violaciones de los derechos humanos, los cambios ambientales así como los
conflictos y la violencia son impulsores de la migración. Cerca de 214 millones de
personas, vale decir, el 3% de la población mundial, de las cuales prácticamente la
mitad son mujeres, viven fuera de su país de origen. La migración forma parte integral
del proceso de desarrollo. La migración Sur-Sur es casi tan frecuente como la migración
Sur-Norte y es probable que aumente en el futuro próximo.
La historia de la humanidad ha sido la historia de grandes migraciones, cada
movimiento migratorio ha provocado que el ser humano se haya desplazado desde sus
lugares de origen. Este proceso de migración constante era la condición natural de vida
de las sociedades tribales originarias. La migración desde África hacia Asia y luego el
resto del mundo se inició hace unos 70 000 años y bien podemos decir que aún está en
marcha.
Al hablar de migración es por ello conveniente recordar los periodos históricos que
precedieron al actual. Sólo desde el contexto histórico y considerando las variables
económicas y sociales, podremos comprender los motivos por los que emigran,
personas procedentes de todos los continentes y que llegan a los países de destino con la
expectativa de permanecer por un tiempo o, tal vez, de construir una vida en ellos.
La historia de la humanidad hace referencia a los grandes movimientos culturales,
económicos, geográficos y políticos que dieron origen a desplazamientos en masa de la
población, tanto espontáneos como forzados. En la prehistoria se inició la expansión de
la humanidad, alcanzando casi todas las regiones habitables.
En la antigüedad, Grecia, Cartago y Roma organizaban flujos emigratorios como
método para establecer las colonias necesarias para expandir el comercio de la
metrópoli, el cual constituía su principal medio de subsistencia. La Edad Media duró

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un milenio en Europa y fue testigo de tres procesos migratorios masivos: las invasiones
bárbaras, la expansión del Islam y la formación del Imperio bizantino, el cual vino a ser
sustituido, ya en la Edad Moderna, por el Imperio turco (u otomano). A partir del
descubrimiento de América, millones de personas emigraron a los nuevos territorios.
Los Estados Unidos del Norte son el mejor ejemplo de un territorio poblado por
sucesivas olas de inmigración. En el siglo XIX, con la Revolución Industrial, ya iniciada
en el siglo anterior en Europa, se inició una época de extraordinario crecimiento del
colonialismo con el fin de obtener, por parte de los países europeos en proceso de
industrialización, las materias primas que necesitaban para esa industrialización. Y en el
siglo XX (continuado en el presente siglo), un extraordinario desarrollo de los medios
de comunicación y transporte (automóviles, ferrocarriles, aviones, barcos, etc.) han
hecho posible las migraciones masivas de personas en una escala global nunca antes
vista. Se trata de migraciones de tipo socio-económico, estimuladas por un proceso de
desigualdad creciente entre los países desarrollados y subdesarrollados y acentuados, en
especial en este último caso, por malos y hasta pésimos gobiernos.
HISTORIA DE LAS MIGRACIONES EN EL MUNDO
La historia de la humanidad ha sido la historia de grandes migraciones, cada
movimiento migratorio ha provocado que el ser humano se haya desplazado desde sus
lugares de origen. Este proceso de migración constante era la condición natural de vida
de las sociedades tribales originarias. La migración desde África hacia Asia y luego el
resto del mundo se inició hace unos 70 000 años y bien podemos decir que aún está en
marcha.
Al hablar de migración es por ello conveniente recordar los periodos históricos que
precedieron al actual. Sólo desde el contexto histórico y considerando las variables
económicas y sociales, podremos comprender los motivos por los que emigran,
personas procedentes de todos los continentes y que llegan a los países de destino con la
expectativa de permanecer por un tiempo o, tal vez, de construir una vida en ellos.
La historia de la humanidad hace referencia a los grandes movimientos culturales,
económicos, geográficos y políticos que dieron origen a desplazamientos en masa de la
población, tanto espontáneos como forzados.
En la prehistoria se inició la expansión de la humanidad, alcanzando casi todas las
regiones habitables. La revolución neolítica de hace unos 9 000 años, y que consistió
básicamente en el desarrollo de la agricultura intensiva bajo riesgo, trajo consigo un
desplazamiento enorme de la población en los continentes africano, asiático primero,
europeo y americano después, en el que millones de personas abandonaron su modo de
vida nómada para hacerse sedentarios.
En la antigüedad, Grecia, Cartago y Roma organizaban flujos emigratorios como
método para establecer las colonias necesarias para expandir el comercio de la
metrópoli, el cual constituía su principal medio de subsistencia. La formación de los
primeros imperios en el Oriente Medio y en el Mediterráneo oriental (Mesopotamia,
Egipto, Persia, Media, Grecia, Macedonia, Fenicia) y en el Mediterráneo occidental
(Cartago y Roma) trajo consigo grandes desplazamientos de pobladores y soldados, que
se encargaron de ocupar, tanto libremente como por la fuerza, nuevas tierras. El

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poblamiento y expansión de los cartagineses y romanos en el Mediterráneo occidental
estuvo acompañado por una etapa de guerras (Las guerras púnicas) que cambiaron por
completo el mapa político de esta zona del sur de Europa y norte de África. El caso de
los colonos romanos que se establecieron en la antigua Dacia (actual Rumanía) puede
servir también de ejemplo de estos desplazamientos.
La Edad Media duró un milenio en Europa y fue testigo de tres procesos migratorios
masivos: las invasiones bárbaras, la expansión del Islam y la formación del Imperio
bizantino, el cual vino a ser sustituido, ya en la Edad Moderna, por el Imperio turco (u
otomano). El feudalismo tuvo un efecto dual en cuanto se refiere a las migraciones de
población: por una parte fijó a los campesinos al suelo, es decir, a la tierra y aldeas de
los distintos feudos. Por la otra, aunque redujo el comercio, aumentó enormemente las
guerras de conquista entre los feudos existentes, lo cual dio origen a verdaderas
invasiones y desplazamientos masivos de la población, que fueron creciendo con el
aumento y transformación de algunos feudos en los estados nacionales a fines de la
Edad Media lo que, a su vez, determinó la decadencia definitiva del sistema feudal.
En la Baja Edad Media se desarrollaron las redes de las ciudades estado, como la Liga
Hanseática en el noroeste europeo y las ciudades surgidas a ambos lados de los pasos a
través de los Alpes y en las ciudades del Norte de Italia, con el predominio de Venecia,
que llegó a ser la mayor ciudad del mundo gracias al desarrollo del comercio. Estas
ciudades crecieron enormemente por el desarrollo del comercio y dieron lugar a grandes
desplazamientos o migraciones entre el mundo rural y dichas ciudades, así como el
surgimiento de otras aldeas transformadas en burgos dedicados a la manufactura
artesanal que alimentaba ese comercio. A partir del descubrimiento de América,
millones de personas emigraron a los nuevos territorios. Los Estados Unidos del Norte
son el mejor ejemplo de un territorio poblado por sucesivas olas de inmigración.
En el siglo XIX, con la Revolución Industrial, ya iniciada en el siglo anterior en
Europa, se inició una época de extraordinario crecimiento del colonialismo con el fin de
obtener, por parte de los países europeos en proceso de industrialización, las materias
primas que necesitaban para esa industrialización. El desarrollo de la Revolución
Industrial dio origen al mayor proceso migratorio de toda la historia que no ha
terminado aún, sino que está tomando nuevas formas: el llamado éxodo rural, que
involucró a miles de millones de campesinos en todo el mundo que fueron dando
origen, a su vez, al crecimiento descontrolado y excesivo de ciudades enormes.
La Gran Emigración europea (1800-1950). Relacionado con el éxodo rural desde
comienzos del siglo XIX y durante casi un siglo y medio, millones de europeos pobres
emigraron principalmente hacia los continentes de América y Australia.
Y en el siglo XX (continuado en el presente siglo), un extraordinario desarrollo de los
medios de comunicación y transporte (automóviles, ferrocarriles, aviones, barcos, etc.)
han hecho posible las migraciones masivas de personas en una escala global nunca antes
vista. Se trata de migraciones de tipo socio-económico, estimuladas por un proceso de
desigualdad creciente entre los países desarrollados y subdesarrollados y acentuados, en
especial en este último caso, por malos y hasta pésimos gobiernos. A partir de 1950 en
adelante se ha venido desarrollando un proceso emigratorio de dimensiones
incalculables en los países del Tercer Mundo, especialmente en los más poblados.

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También relacionado con el éxodo rural, que en el Tercer Mundo comenzó después que
en Europa, millones de personas de los países no desarrollados iniciaron un proceso de
migraciones hacia Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón y Australia, principalmente.
Y la dimensión interna de esta gran emigración siempre ha sido mucho mayor que la
internacional, lo que está avalado por el hecho notorio de que las grandes ciudades más
pobladas del mundo actual han surgido, precisamente, en países del Tercer Mundo
(Shanghái, Bombai, México).
Las relaciones entre migración, pobreza y desarrollo. En la “trampa de la pobreza”
los que normalmente migran no son, según esta perspectiva, los más pobres sino
sectores medios o relativamente privilegiados de sociedad en desarrollo. Es por ello que
se habla de una “autoselección” social y educacionalmente positiva de los emigrantes
respecto del total de la población del país de origen. Más personas puedan invertir en la
migración hacia países donde su “capital humano” sería aún más rentable. Esta
emigración viene a su vez a potenciar, por medio de las remesas, el desarrollo del país
de origen, generándose así un “círculo virtuoso” entre desarrollo, emigración y más
desarrollo. Cuando el nivel de desarrollo del país de emigración lo acerca al del país de
inmigración el flujo tiende a ralentizarse para luego detenerse y, finalmente, invertirse,
formando aquello que se ha llamado la “U invertida”.
El enfoque económico antagónico al recién expuesto lo proponen diversas escuelas de
pensamiento neomarxistas, que acentúan la polarización internacional que vendría a
empobrecer crecientemente las así llamadas “periferias” del sistema capitalista mundial,
forzando a sus poblaciones a emigrar para subsistir creando de esta manera una especie
de “Tercer” o “Cuarto Mundo” migrante que se ofrece por bajos salarios y aceptando
condiciones de “sobreexplotación” en los mercados de trabajo del mundo desarrollado.
Estas perspectivas tienen su origen en la Escuela o Teoría de la Dependencia,
popularizada por autores como André Gunder Frank ya en los años 1960, y en la así
llamada teoría del sistema-mundo asociada al nombre de Immanuel Wallerstein. De
acuerdo a este enfoque estaríamos frente a un círculo vicioso de explotación, pobreza,
empobrecimiento, emigración y mayor empobrecimiento. Esta perspectiva general ha
sido complementada por las teorías del “mercado dual” o “segmentado” de trabajo,
asociadas a los nombres de Michael Piore, Stephen Castles y Godula Kosak. Para estos
autores existen dos tipos de mercados laborales y, de hecho, dos tipos de clases
trabajadoras en los países desarrollados: una compuesta fundamentalmente por los
autóctonos, que comparten condiciones regulares y aceptables de trabajo, y otra
formada por los inmigrantes, en particular aquellos en diversas situaciones de
irregularidad, que carecen de condiciones seguras y dignas de trabajo.
PROCESO DE URBANIZACIÓN
El proceso de urbanización es la progresiva concentración en la ciudad de la población y
sus actividades económicas. El proceso se debe a los siguientes factores: la migración
de las personas de las áreas rurales hacia las áreas urbanas que a su vez se debe a que la
mayoría va en búsqueda de empleo, de un empleo mejor remunerado, mejor calidad de
servicios sanitarios y educativos, y una mayor diversidad de estilos de vida y
entretenimiento; el crecimiento natural o el crecimiento de la población en las zonas
urbanas; la reclasificación de las áreas rurales como zonas urbanas. La urbanización es

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el proceso mediante el cual las poblaciones se mueven del campo al área urbana, de
provincias a la capital permitiendo que las ciudades crezcan. También puede
denominarse como el aumento progresivo del número de personas que viven en pueblos
y ciudades, con base en la noción de que ahí se han alcanzado mejores niveles
económicos, políticos y sociales en comparación con las áreas rurales, y el campo se va
despoblando. La urbanización, considerada como proceso de concentración de la
población en un número reducido de núcleos, es, junto a la modernización de la
sociedad y la industrialización, uno de los fenómenos sociales más característicos del
siglo XX. Especialmente la urbanización a gran escala que, en la segunda mitad de éste,
se expandió por todos los continentes a un ritmo desconocido hasta entonces. El vivo
desarrollo urbano se había producido primero en los países industrializados y, en esta
etapa, se extendió también por los del Tercer Mundo, impulsando la polarización de sus
recursos en unos enclaves privilegiados y, al mismo tiempo, el desarrollo desigual y la
diferenciación interna de sus territorios y sociedades. En consecuencia, la urbanización
es muy común en los países desarrollados y en desarrollo, a medida que más y más
personas tienden a acercarse a las ciudades para obtener servicios sociales y económicos
“privilegiados”, así como otros beneficios, que incluyen ventajas sociales y económicas,
tales como una mejor educación, atención médica, higiene, vivienda, oportunidades de
negocios y transporte.
Mucha gente se traslada a ciudades y pueblos porque ve las áreas rurales como lugares
difíciles y con un estilo de vida atrasado o primitivo. Por lo tanto, a medida que las
poblaciones se desplazan hacia zonas más desarrolladas, el resultado inmediato es la
urbanización. Esto normalmente contribuye al desarrollo de terrenos para uso en
propiedades comerciales, instituciones de apoyo social y económico, transporte y
edificios residenciales. Más adelante, estas actividades plantean varios problemas de
urbanización. Para saber más sobre la urbanización, aquí están sus causas, efectos y
soluciones. Por primera vez en la historia de la humanidad, más de la mitad de la
población mundial vive actualmente en ciudades. La tendencia actual hacia la
urbanización creará un asombroso aumento de la población urbana de más de 2800
millones para el año 2050. La mayor parte de este crecimiento se producirá en los países
de mercados emergentes. Impulsada por el deseo de disfrutar de mejores condiciones de
vida, educación, atención médica y cultura, esta nueva migración es uno de los cambios
más significativos jamás presenciados en cuanto a los asentamientos humanos. Una de
las consecuencias de esto es un cambio en las fuentes de prosperidad económica, ya que
ahora el 60 % del PIB mundial lo generan unas 600 ciudades. Pero esta afluencia
masiva supone una enorme carga para las infraestructuras urbanas actuales. Los
planificadores, los funcionarios, los promotores y los constructores se ven obligados a
replantearse la vida urbana y adaptarla. Las Causas de la urbanización son:
1.- LA INDUSTRIALIZACIÓN.- La industrialización es una tendencia que representa
un cambio de la vieja economía agrícola a la novedosa economía no agrícola, lo que
crea una sociedad modernizada. A causa de la revolución industrial, a más personas les
ha atraído moverse de las zonas rurales a las zonas urbanas por las mejores
oportunidades de empleo. La industrialización ha aumentado las oportunidades
laborales al dar a la gente la posibilidad de trabajar en sectores modernos y en las
categorías de empleo que ayudan a impulsar el desarrollo económico.

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2.- COMERCIALIZACIÓN.- El comercio desempeña un papel importante en la
urbanización. La distribución de bienes y servicios y las transacciones comerciales en la
era moderna han desarrollado modernas instituciones de comercialización y métodos de
intercambio que han dado lugar al crecimiento de pueblos y ciudades. La
comercialización viene con la percepción general de que los centros urbanos ofrecen
mejores oportunidades comerciales e ingresos en comparación con las zonas rurales.
3.- BENEFICIOS SOCIALES Y SERVICIOS.- Hay numerosos beneficios sociales
atribuidos a la vida urbana. Ejemplos de ello son mejores instalaciones educativas,
condiciones de vida, higiene y vivienda, servicios de salud, instalaciones recreativas y
una mejor vida social en general. Por esta razón, cada vez más personas se ven
obligadas a migrar a zonas urbanas para obtener la amplia variedad de prestaciones y
servicios sociales que no están disponibles en las zonas rurales.
4.- OPORTUNIDADES LABORALES.- En ciudades y pueblos hay amplias
oportunidades de empleo que atraen continuamente a las personas de las zonas rurales
en búsqueda de un mejor sustento. Por lo tanto, la mayoría de las personas se trasladan
frecuentemente a las zonas urbanas para acceder a empleos bien remunerados, ya que
ahí hay innumerables posibilidades de empleo en todos los sectores de desarrollo, como
salud pública, educación, transporte, deportes, recreación, industrias y empresas. Los
servicios y las industrias generan y aumentan el número de puestos de trabajo de mayor
valor añadido, lo que conduce a más oportunidades laborales.
5.- MODERNIZACIÓN Y CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA.- La
modernización tiene un papel muy importante en el proceso de urbanización. A medida
que las áreas urbanas se vuelven más inteligentes en tecnología, junto con otros aspectos
altamente sofisticados como comunicación, infraestructura, instalaciones médicas,
código de vestir, iluminación, liberalización y demás servicios sociales, la gente cree
que puede llevar una vida feliz en las ciudades. Por tanto, en las zonas urbanas, las
personas adoptan esos modos de vida, a saber, hábitos de vivienda, actitudes,
vestimenta, alimentos y creencias. Como resultado, la gente migra a las ciudades, de
modo que éstas crecen, absorbiendo el número cada vez mayor de personas que llegan
día a día.
6.- TRANSFORMACIÓN RURAL EN URBANA.- A medida que las localidades se
hacen más fructíferas y prósperas debido al descubrimiento de minerales, la explotación
de recursos o las actividades agrícolas, las ciudades comienzan a surgir transformando
las zonas rurales en zonas urbanas. El aumento de la productividad conduce al
crecimiento económico y a mayores oportunidades de empleo de valor añadido.
Esto trae consigo la necesidad de desarrollar infraestructura, instituciones educativas,
instalaciones sanitarias, redes de transporte, de establecer instituciones bancarias, una
mejor gobernabilidad y vivienda. A medida que esto ocurre, las comunidades rurales
comienzan a adoptar la cultura urbana y, en última instancia, se convierten en centros
urbanos que continúan creciendo conforme más personas se trasladan a esos lugares
buscando una vida mejor.
EFECTOS DE LA URBANIZACIÓN

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1.- EFECTOS POSITIVOS DE LA URBANIZACIÓN.- La urbanización trae varios
efectos positivos si ocurre dentro de ciertos límites. Algunas de las implicaciones
positivas de la urbanización, por lo tanto, incluyen la creación de oportunidades de
empleo, avances tecnológicos y de infraestructura, mejor transporte y comunicación,
instalaciones educativas y médicas de calidad y mejores niveles de vida. Sin embargo,
la urbanización extensa da lugar a consecuencias adversas. Los puntos listados abajo
son algunas de ellas.
2.- PROBLEMAS DE VIVIENDA.- La urbanización atrae a la gente a ciudades y
pueblos, lo que conduce a un aumento de la población. Con el aumento del número de
personas que viven en los centros urbanos, sigue habiendo escasez de casas. Esto se
debe a la insuficiencia del espacio de expansión para la vivienda y los servicios
públicos, la pobreza, el desempleo y los costosos materiales de construcción que sólo
pocos individuos pueden pagar.
3.- SOBREPOBLACIÓN.- La sobrepoblación es cuando un gran número de personas
vive en un espacio pequeño. La congestión en las áreas urbanas es persistente por el
aumento diario de personas que se trasladan a ciudades y pueblos en busca de una vida
mejor. Muchas personas de áreas rurales o subdesarrolladas sienten el impulso de
emigrar a la ciudad, lo que normalmente conduce a la aglomeración de personas dentro
de una pequeña área.
4.- DESEMPLEO.- El problema del desempleo es más alto en las áreas urbanas y es
incluso más alto entre la gente con educación formal. Se estima que más de la mitad de
los jóvenes desempleados de todo el mundo viven en ciudades metropolitanas. Y,
aunque los ingresos en las zonas urbanas son altos, los costos de la vida hacen que
parezcan extremadamente bajos. La creciente movilización de las personas de las zonas
rurales o en desarrollo a las zonas urbanas es la principal causa del desempleo urbano.
5.- DESARROLLO DE BARRIOS MARGINALES.- El costo de vida en las zonas
urbanas es muy alto. Cuando esto se combina con un crecimiento azaroso e inesperado,
así como con el desempleo, existe la propagación de asentamientos ilegales
representados por barrios de personas marginales y ocupantes ilegales. Esto se agrava
aún más por la rápida industrialización, la falta de terrenos desarrollados para la
vivienda, la gran afluencia de inmigrantes rurales a las ciudades en busca de una mejor
vida y los elevados precios de la tierra fuera del alcance de los pobres.
6.- PROBLEMAS DE AGUA Y SALUBRIDAD.- Debido a la sobrepoblación y al
rápido aumento del número de habitantes en la mayoría de los centros urbanos, es
común encontrar instalaciones inadecuadas de alcantarillado. Los municipios y los
gobiernos locales se enfrentan a graves crisis de recursos para gestionar el sistema de
alcantarillado. Como resultado, la higiene se hace pobre y las aguas residuales fluyen de
manera caótica. Estas aguas son drenadas a arroyos, ríos, lagos o mares vecinos. Con el
tiempo, ciertas enfermedades transmisibles, como fiebre tifoidea, disentería, peste y
diarrea se propagan muy rápidamente, llevando al sufrimiento e incluso la muerte. La
sobrepoblación también contribuye en gran medida a la escasez de agua, ya que la
oferta no satisface la demanda.

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7.- SALUD FRÁGIL Y PROPAGACIÓN DE ENFERMEDADES.- Las condiciones
sociales, económicas y de vida en las aglomeradas zonas urbanas afectan el acceso y la
utilización de los servicios públicos de salud. En particular, los barrios marginales
experimentan mala higiene y un abastecimiento insuficiente de agua, lo que
generalmente hace que estas poblaciones sean susceptibles a enfermedades. Los
problemas ambientales, como la contaminación urbana, también causan muchos
problemas de salud, a saber, alergias, asma, infertilidad, intoxicación alimentaria, cáncer
e incluso muerte prematura.
8.- EMBOTELLAMIENTOS.- El cada vez mayor traslado de gente a pueblos y ciudades
plantea un enorme desafío: el sistema de transporte. A mayor número de personas,
mayor número de vehículos. Esto conduce a embotellamientos de tránsito y a
contaminación vehicular. Muchas personas en las zonas urbanas conducen al trabajo y
esto crea un problema severo, especialmente durante las horas pico. Además, a medida
que aumentan las dimensiones de las ciudades, la gente se moverá para comprar y
satisfacer ciertas necesidades o deseos sociales, lo que a menudo ocasiona bloqueos de
tránsito.
9.- CRIMEN.- La escasez de recursos, sobrepoblación, desempleo, pobreza y falta de
servicios sociales y educativos crea habitualmente muchos problemas sociales. Algunos
de ellos son la violencia, el uso indebido de drogas y la delincuencia. Crímenes, como
asesinatos, violaciones, secuestros, disturbios, asaltos y robo, son reportados como más
prominentes en las cercanías urbanas. Además, los delitos relacionados con la pobreza
son más altos en las regiones urbanas de rápido crecimiento. Estos actos de delincuencia
alteran la paz y la tranquilidad de las ciudades.
SOLUCIONES DE LA URBANIZACIÓN
1.- CONSTRUIR CIUDADES SUSTENTABLES.- Los gobiernos deben aprobar
leyes que planifiquen y proporcionen ciudades ambientalmente sanas, así como técnicas
de crecimiento inteligente, considerando que las personas no deben residir en áreas
inseguras y contaminadas. El objetivo es construir ciudades sustentables que abarquen
buenas condiciones ambientales y hábitats seguros para todas las poblaciones urbanas.
Los gobiernos también deben fomentar el uso sustentable de los recursos urbanos.
Deben apoyar una economía basada en un ambiente sustentable, como la inversión en
infraestructura verde, industrias sostenibles, reciclaje y campañas ambientales, manejo
de la contaminación, energía renovable, transporte público ecológico, reciclaje y
recuperación del agua.
2.- PROVEER SERVICIOS ESENCIALES.- Las ciudades deben asegurar que todas
las poblaciones tengan acceso a servicios sociales esenciales adecuados, es decir,
educación, salud, saneamiento y agua limpia, tecnología, electricidad y alimentos. El
objetivo es proporcionar e implementar oportunidades de empleo y actividades de
creación de riqueza para que las personas puedan ganarse la vida y pagar el
mantenimiento de los servicios. El gobierno también puede recurrir a los subsidios para
reducir los costos de atención primaria a la salud, educación básica, energía, transporte
público, sistemas de comunicación y tecnología.

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3.- CREAR MÁS TRABAJOS.- Para disminuir los efectos negativos de la rápida
urbanización y al mismo tiempo conservar los ecosistemas naturales, se deben fomentar
las inversiones privadas para aprovechar los recursos naturales y crear más
oportunidades de empleo. La promoción turística y la explotación sustentable de los
recursos naturales pueden crear más empleos para las poblaciones urbanas. También
pueden concederse subvenciones a inversiones extranjeras y privadas en proyectos de
desarrollo respetuosos del ambiente que fomenten la creación de empleo.
4.- PLANIFICACIÓN FAMILIAR.- Los principales grupos de interés en las áreas
urbanas deben promover campañas de planificación familiar y dar asesoramiento eficaz
a las clínicas de salud con el fin de reducir las altas tasas de crecimiento de la población.
Las clínicas médicas orientadas hacia las opciones de planificación familiar deben ser
accesibles en toda la zona urbana con el objetivo de controlar enfermedades y el
crecimiento poblacional.
LA MARGINALIDAD
Marginal es aquel o aquello perteneciente o relativo al margen (extremidad u orilla de
una cosa). Lo marginal está al borde, es decir, no forma parte de lo central o de lo más
importante. Dicho de un sujeto o de un grupo social, marginal es quien vive o actúa
fuera de las normas sociales, ya sea por propia voluntad o por cuestiones de fuerza
mayor. En muchas oportunidades, la marginalidad se asocia a la delincuencia y a
encontrarse fuera de la ley, aunque el concepto también puede usarse para nombrar a
quienes viven en la pobreza, o extrema pobreza a aquellos que han sido marginados,
excluidos, olvidados. El concepto de marginalidad se refiere a una teoría que señala la
coexistencia de un segmento social tradicional junto con uno moderno, lo cual
representa un obstáculo en la búsqueda del crecimiento a nivel personal y económico de
manera independiente.
El término empezó a usarse principalmente con referencia a características ecológicas
urbanas que degradan las condiciones ambientales e inciden en la calidad de vida de los
sectores de población segregados. Esta población se halla radicada en áreas no
incorporadas al sistema de servicios urbanos, en viviendas improvisadas y sobre
terrenos ocupados ilegalmente. En consecuencia en dichos sectores el agua potable sólo
se consigue en forma precaria o transitoria; debido a la carencia de redes cloacales el
drenaje de aguas servidas se realiza en las calles o en las acequias y no se hace una
disposición adecuada de la basura, ya sea por falta de recolección o porque los
desperdicios se convierten en un recurso económico para los pobladores.
El término marginalidad se usa también en relación a las condiciones de trabajo y al
nivel de vida de este sector de la población. Se percibió entonces su incapacidad para
satisfacer las necesidades humanas básicas. Simultáneamente se advirtió que tal estado
de marginalidad alcanzaba otros aspectos esenciales, tales como la participación
política, la sindical, la participación formal e informal y en general la ausencia o
exclusión de la toma de decisiones ya sea al nivel de comunidad local, de la situación en
el trabajo, o en el orden de instituciones y estructuras más amplias.
Hay autores que afirman que la población marginal, en realidad, no se encuentra al
margen de la sociedad moderna capitalista, sino que esta población es producto de esa

30
sociedad y sus actividades se articulan perfectamente con los sectores más modernos de
la economía. La marginalidad social derivado de las contradicciones de los procesos de
industrialización y urbanización dependientes es uno de los problemas estructurales más
importantes de la actual sociedad. El fenómeno de la marginalidad constituye un
fenómeno multidimensional o pluridimensional; puede hablarse de distintas
dimensiones o formas de marginalidad –económica de producción o consumo, política,
cultural, educacional, etc. – y hasta de distintas intensidades o grados dentro de la
misma forma. Esta concepción de multidimensionalidad le permite a Germani (1980)
hablar de un perfil de marginalidad para individuos y grupos, entendiéndose con ello la
configuración específica que los caracteriza en cuanto tipos y grados de participación
que efectivamente ejercen, en relación con los tipos y grados que les corresponden,
según el modelo ideal asumido en cada caso por cada grupo y/o categoría o sector de la
sociedad.
Es claro que ningún individuo de una sociedad puede ejercer simultánea o
sucesivamente todos los roles posibles dentro de una misma sociedad;
consecuentemente, la marginalidad no es la simple falta de participación o ejercicio de
roles en forma indeterminada o en esferas dadas de la actividad humana, sino “la falta
de participación en aquellas esferas que se considera deberían hallarse incluidas dentro
del radio de acción y/o de acceso del individuo o grupo”.
La marginalidad, a grandes rasgos, es una descalificación y desventaja de las personas,
y no son así porque hayan nacido con esa condición, sino por una serie de causas de tipo
económicas, culturales e históricas que los han llevado hacia allí y que los han llevado a
violentar normas. Hay una situación de marginalidad muy concreta cuando se dan estas
confluencias. “La marginalidad lleva implícito un proceso de marginación. En el nivel
psicológico implica una falta de participación, una descalificación para participar. Las
políticas y la sociedad en general deben respetar el derecho de todos a participar, y en la
medida en que yo participe en la solución de los problemas yo voy a tener un
aprendizaje social diferente”. La marginalidad lleva implícito un proceso de
marginación. Lo marginal, tiene que ver con lo que va en contra del ser humano y su
dignidad. “A veces las instituciones se portan marginalmente con las personas y lo
importante es no establecer fronteras. Creo que el linde entre lo marginal y lo no
marginal, y lo socialmente aceptable es un poco confuso, y lo que hay es que trabajar
con el ser humano. “En todas las sociedades la juventud ha sido una población
marginada porque la propia sociedad está hecha desde los adultos, y consideramos que
ellos tienen que llegar hasta donde yo estoy y hacer lo que yo considero que es lo
adecuado, y desde esa postura los juzgo. Los jóvenes están en un proceso de búsqueda y
de análisis de su propia vida, y a partir de ahí están construyendo. Y si asumen esa
conducta es a partir de que hay una sociedad que ha propiciado una reproducción de esa
marginalidad. Les ha propiciado un aprendizaje que no es el que quisiéramos, pero han
aprendido a legitimar sus intereses desde esas actuaciones. Y en no pocas ocasiones son
los jóvenes la manifestación más aguda de cualquier conflicto social”. La marginación
en su versión más abstracta intenta dar cuenta del acceso diferencial de la población al
disfrute de los beneficios del desarrollo. La medición se concentra en las carencias de la
población de las localidades en el acceso a los bienes y servicios básicos, captados en
tres dimensiones: educación, vivienda e ingresos. Debe notarse que la marginación es

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un fenómeno que afecta a las localidades y no necesariamente a las personas que viven
en ellas. En efecto, una localidad puede ser de muy alta marginación, pero algunos de
sus habitantes pueden ser alfabetos, vivir en viviendas con agua entubada, energía
eléctrica, piso firme, bajo índice de hacinamiento y ganar un ingreso suficiente como
para no ser considerados al margen del desarrollo.
Por otra parte, la marginalidad es un concepto que se sitúa dentro de la teoría de la
modernización, según la cual las sociedades “subdesarrolladas” se caracterizarían por la
coexistencia de un segmento tradicional y otro moderno, siendo el primero el principal
obstáculo para alcanzar el crecimiento económico y social auto sostenido. La noción de
“marginal”, en su concepción más abstracta, remite geográficamente a las zonas en que
aún no han penetrado las normas, los valores ni las formas de ser de los hombres
modernos. Se trata entonces de vestigios de sociedades pasadas que conforman
personalidades marginales a la modernidad (Germani, 1962).
Desal distinguió cinco dimensiones del concepto marginalidades todas ellas referidas a
las personas, a los individuos, no a las localidades, municipios o estados:
1.- La dimensión ecológica. Los marginales tienden a vivir en viviendas localizadas en
“círculos de miseria”, viviendas deterioradas dentro de la ciudad y vecindarios
planificados de origen estatal o privado.
2. La dimensión socio psicológica. Los marginales no tienen capacidad para actuar:
simplemente pueblan el lugar, sólo son y nada más. Marginalidad significa falta de
participación en los beneficios y recursos sociales, en la red de decisiones sociales, sus
grupos carecen de integración interna, el hombre marginal no puede superar su
condición por sí mismo. La marginalidad es un problema que corroe la médula del
potencial del hombre para el automejoramiento voluntario y racional.
3. La dimensión sociocultural. Los marginales presentan bajos niveles de vida, de
salud y de vivienda, y bajos niveles educacionales y culturales.
4. Dimensión económica. Los marginales se pueden considerar subproletarios porque
tienen ingresos de subsistencia y empleos inestables.
5. Dimensión política. Los marginales no participan, no cuentan con organizaciones
políticas que los representen, ni toman parte en las tareas y responsabilidades que deben
emprenderse para la solución de los problemas sociales, incluidos los propios (Giusti,
1973).
EL MITO DE LA MARGINACION SOCIAL
La crisis económica ha puesto al descubierto el progresivo empobrecimiento (absoluto y
relativo) de la población bajo el capitalismo. Pero donde unos aprecian una ley
tendencial del capitalismo, otros necesitan poner los dedos en la llaga y comprobar que
la "sociedad opulenta" sólo está en los escaparates, no en las despensas. No hay mérito
en constatarlo hoy, sino en haberlo denunciado, por ejemplo, en los años sesenta, en
plena euforia desarrollista.
El capitalismo es el modo de producción en que las crisis no son por carestía sino por
abundancia, por superproducción, por exceso. Pero esto tampoco tiene mérito

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subrayarlo: lo correcto sería -más bien- reconocer que hoy las necesidades son mayores
y, sin embargo, hay cada vez menos posibilidades de satisfacerlas, porque los medios de
producción se centralizan cada vez más, mientras la mayoría expoliada crece sin parar y
se pauperiza.
Este proceso involucra cuatro fenómenos simultáneamente: los países dependientes se
empobrecen progresivamente; el volumen de trabajadores que no tienen otra cosa que
vender que su fuerza de trabajo crece también, en detrimento de las viejas clases
medias; la situación económica de los trabajadores es cada vez peor; y finalmente, la
situación relativa de los trabajadores con respecto a los capitalistas también se deteriora.
Es esto exactamente lo que está sucediendo y no por efecto de la crisis, sino por
evolución natural del capitalismo; es decir, no por la política neoliberal actual, no por la
crisis, sino porque esas son justamente las consecuencias a las conduce inevitablemente
la acumulación capitalista bajo cualquier circunstancia.
No es un problema de marginación social sino que la crisis recae -fundamental pero no
exclusivamente- sobre las espaldas de la clase obrera. No tiene sentido hablar de una
clase obrera integrada y un sector social excluido del "progreso" capitalista; ni tampoco
tiene sentido afirmar que ello es consecuencia sólo del ingreso en la moneda única
europea y no de la sociedad bajo la que nos ha tocado "vivir". El paro ha existido
siempre, incluso en las etapas de mayor "prosperidad" económica, porque el capital
necesita siempre una fuerza de trabajo de reserva para evitar las alzas salariales.
De modo que los marginados desempeñan un papel económico fundamental y no son
ningún residuo social desechable. Son el colchón que amortigua las caídas y evita que el
sistema se rompa en mil pedazos. La legión de los excluidos no se caracteriza por su
inadaptación, sino por su exceso de adaptación. No se trata sólo de un sector social
desclasado sino privado de su conciencia de clase y, en consecuencia, el más expuesto
al bombardeo publicitario: todas las taras ideológicas de la sociedad actual (el
machismo, el consumismo, el egoismo) se manifiestan más acusadamente entre los
marginados. El lumpen es extraordinariamente vulnerable y, por ello, es en su seno
donde la burguesía ha reclutado la "carne de cañón" imprescindible para sofocar
cualquier rebelión dirigida contra su dominio.
En consecuencia, tan erróneo es oponer a la clase obrera con el lumpen, como constituir
a este sector social en protagonista exclusivo de la crisis. Tampoco creo que haya
políticas económicas capaces de erradicar la marginación social, porque es un fenómeno
consustancial a esta sociedad que interesa alimentar y promover como fuerza de choque
contra los trabajadores. Al menos así ha sido históricamente hasta hoy mismo: la
caridad, la beneficencia y los servicios sociales es lo que siempre han pretendido. La
política social es la otra cara de la política represiva: no es algo distinto sino más de lo
mismo, una continuación de lo mismo.
LA FUNCION SOCIAL DE LA MARGINACIÓN Y DE LA MISERIA
Dicen que el delito es una parte de un fenómeno social más amplio, que califican de
inadaptación, desviación o marginación. Esto es falso, no obstante lo cual sí resulta
cierto que ambos, delito y desviación, lejos de resultar disfuncionales, desempeñan
labores concretas en esta sociedad. Por una parte, contribuyen a la difusión e imposición

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de la ideología de la clase dominante y, por la otra, tienen un papel económico en la
regulación del mercado de trabajo.
En el marco de esa mistificación, parece haber acuerdo en afirmar que la "causa" del
delito está en la pobreza y en la miseria de los barrios urbanos: para prevenir el delito
hay que actuar sobre la pobreza y erradicar la marginación, hay que sustituir -en
realidad complementar- a la policía con los asistentes sociales. Todo ese discurso
reformista se resume en "prevenir" el delito mejorando el estado de nuestros
depauperados barrios. Estas tesis reformistas son también falsas, justifican la
intervención desde el poder sobre los barrios, reclaman el control social sobre ellos y
propician la represión policial.
Por otra parte, el discurso reformista defiende el fortalecimiento del "estado de
bienestar" cuyo objetivo es que no haya pobres, repartir la riqueza, quitar a los de arriba
para dar a los de abajo, etc. Los pobres y marginados no serían algo imprescindible sino,
por el contrario, un obstáculo para la expansión del mercado. Eso es igualmente falso: la
miseria no es una lacra del capitalismo, una secuela, sino algo necesario e
imprescindible para engendrar plusvalía y reproducir la explotación en una escala cada
vez más ampliada.
Si todo eso es falso, no cabe duda de que el "estado de bienestar", los programas de
erradicación de la pobreza y toda la burocracia de "servicios sociales" forman parte de
un formidable mecanismo ideológico del capitalismo que interesa desentrañar en su
círculo vicioso: el capitalismo necesita de la pobreza para subsistir y, al tiempo, el
capitalismo pretende luchar contra la pobreza y "elevar el nivel de vida". Los
capitalistas, que viven de la miseria de los demás, generan su propio antídoto, el "estado
de bienestar"; la ideología dominante también desarrolla sus propias vacunas
reformistas: la asistencia social, el reparto, la fiscalidad progresiva, etc. En
consecuencia, capitalistas y reformistas se necesitan unos a otros para mantener el
sistema tal y como está.
DELITO E IDEOLOGIA DOMINANTE
La desviación y el delito provienen del establecimiento de un sistema de prohibiciones
de lo más diverso: cultural, moral, legal, social, etc. La ideología dominante determina
de ese modo todo un conjunto de pares dialécticos de contraposiciones: el vicio y la
virtud, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, lo normal y lo anormal, lo natural y lo
antinatural, lo recto y lo torcido, etc.
Las prohibiciones son, como he dicho, de muy distinto carácter. Unas son extralegales y
tienen su sede en convicciones religiosas, culturales o sociales no fijadas por normas
jurídicas. Por ejemplo, la prohibición de escupir en público carece de respaldo legal.
Otras tienen un respaldo legal pero no penal, como es el caso de la prohibición de la
infidelidad conyugal por el artículo 68 del Código Civil, que puede dar lugar a una
demanda de separación o a la desheredación, pero nunca a una sanción penal.
De manera que determinados aspectos de la ideología dominante disponen de un
respaldo penal y, a su vez, la puesta en marcha de los instrumentos penales extiende y
refuerza la ideología dominante. Si la ley penal criminaliza la blasfemia, refuerza la
ideología religiosa, y si la cárcel impone la reeducación y reinserción (artículo 25.2 de

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la Constitución), está obligando a la asunción de valores extraños a un sujeto que,
supuestamente, no estaba "dentro" de la sociedad, es decir, no aceptaba la ideología
dominante.
La imposición de la ideología dominante tiene efectos distintos en una u otra clase.
Entre la propia burguesía da lugar a los fenómenos de la hipocresía social, del disimulo
y de la doble moral. Y entre la clase obrera ocasiona un grave problema de asimilación,
de interiorización, especialmente por el contraste entre las pautas a seguir y los medios
para conseguirlas. De ahí que la variante más importante a través de la cual se difunde
la ideología dominante entre los trabajadores sea el reformismo.
La ideología dominante está concebida y dirigida para que la burguesía pueda ejercitar
su papel dominante, pero fundamentalmente está para el consumo de la clase dominada,
para que ésta asuma e interiorice su deber de obediencia y sumisión: la prohibición
máxima es la prohibición de la resistencia, de la rebelión.
Por otra parte, la ideología dominante hoy no admite la división de la sociedad en clases
sociales y pretende la recomposición de la unidad perdida, la obtención del consenso, de
la adhesión, en definitiva. El sistema de prohibiciones y delitos estigmatiza las
desviaciones de unos para reforzar la identidad de los otros, encasilla la dispersión de
algunos para agrupar a todos los demás. La unidad de todos es también la igualdad de
todos, su identidad: todos nos parecemos, la sociedad no es más que la suma de cada
uno de nosotros; esa suma es posible porque sumamos cantidades homogéneas. La
sociedad es, por tanto, homogénea e igual a nosotros mismos. La sociedad somos
nosotros.
Un paradigma de todo ese discurso (para-fascista en definitiva) fue la breve
intervención del alcalde de Vigo Manuel Soto en las IX Jornadas de Protección
Ciudadana de octubre de 1990. La marginación -decía este alcalde- engendra violencia
contra la que hay que reaccionar mediante lo que llamaba "políticas de afirmación
democrática" que, por supuesto, debían ser consensuadas: "Habrá que buscar y trabajar -
decía- por encontrar elementos comunes de discurso político que permitan un gran pacto
social para la seguridad en las ciudades".
EL PUNTO DE VISTA DE LA CRIMINOLOGIA BURGUESA
La Criminología burguesa parte de una radical escisión de la sociedad entre los
criminales, un sector muy minoritario, marginal, por un lado, y todos los demás, por el
otro. Extiende la falsa idea de que existe un tipo de personas que son morfológicamente
delincuentes que, además, presentaban una serie de rasgos físicos y psíquicos
patológicos que los diferenciaban de los demás. Este tipo de sujetos debían provocar
una reacción de la sociedad, que se veía obligada -y legitimada- para defenderse.
La sociedad -sostienen- tiene una "parte sana" y otra "enferma" sobre la que hay que
actuar inevitablemente. El crimen -según estas opiniones- tiene poco que ver con la
política, la economía o la ideología: es un fenómeno de la naturaleza como cualquier
otra enfermedad (invertido, degenerado, pervertido, etc.). La Criminología se incorpora
a las Facultades de Medicina, el delincuente se asocia al loco y ambos tienen el mismo
"tratamiento clínico". De ahí que el artículo 4.2 de la vigente Ley Penitenciaria
disponga: "Se procurará fomentar la colaboración de los internos en el tratamiento

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penitenciario con arreglo a las técnicas y métodos que les sean prescritos en función del
diagnóstico individualizado". Como los enfermos, los presos también son objeto de
dianóstico y en función del mismo, se les "precribe" el correspondiente "tratamiento".
Es por ello frecuente oir a veces "Fulano es incapaz de hacer una cosa así": existe un
patrón de delincuente totémicamente instalado en las conciencias de las personas que
acaba en paradoja cuando la etiqueta recae en un familiar, un vecino o un compañero de
trabajo.
Tales pretensiones "científicas" carecen de ningún fundamento, pero son las que hoy
circulan y se manejan con más asiduidad, imponiendo un esquema ideológico del delito
que va de abajo arriba. Existe el delito de robo porque hay robos, el de homicidio
porque hay muertes, etc. Dentro de esta fantasía ideológica, el crimen se presenta
también como "la causa" de toda una serie de fenómenos sociales (inseguridad, miedo)
que a su vez requieren nuevas medidas sociales, policiales, etc. Al tomar el delito como
causa y origen, se pretenden legitimar toda suerte de medidas demagógicas, cada una de
ellas presentada como pócima milagrosa y remedio de muchos de los males sociales.
En realidad no existen "delincuentes" sino comportamientos sociales que aparecen
criminalizados "desde arriba", desde el poder por una decisión que, en última instancia,
carece de connotaciones científicas: es una pura configuración política, económica o
cultural por la cual unos hechos "se convierten" en delito y otros no. Y por otra parte,
toda la sociedad delinque y delinque, además, cotidianamente, como consecuencia de la
progresiva criminalización de cada vez más extensas formas de comportamiento. No
solo no es posible que nadie diga que no ha delinquido jamás, sino que no podría
afirmar que no está delinquiendo todos los días. Cuestión muy distinta es ponderar las
razones por las cuales unos delitos se persiguen y otros no.
La difusión de una ideología dominante fuera de la clase de la que proviene consiste,
entre otras, en la creación de etiquetas, estigmas y símbolos que posteriormente circulan
con vida propia, se transmiten "de padres a hijos" y se fijan poderosamente en las
conciencias desde la misma infancia, constituyendo a la familia como el más poderoso
vehículo transmisor de los patrones ideológicos dominantes.
Uno de esos patrones ha consistido precisamente es separar al delito del Estado, del
poder y de la clase que lo domina, cuando ahí está justamente la génesis del delito y de
toda suerte de desviación. Como escribe Matza, "el sujeto desviado está vinculado de
modo permanente al Estado”. La Criminología positivista dio un paso al separar el
pecado del crimen, pero no bastaba con erradicar lo sobrenatural: había que hacer lo
mismo con lo natural y reconocer que, en realidad, todo es plenamente artificial, que el
delito es una construcción humana impuesta, además, desde el poder del Estado, que no
existe "en sí" sino como calificación y estigmatización externa. El robo no solo
presupone la propiedad privada, que ya es mucho; presupone igualmente que
determinadas acciones constituyen robo, precisamente esas y no las otras. Basándose en
ese tipo de definiciones -legales y no científicas- se construye todo un sistema
ideológico sobre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, lo moral y lo inmoral, lo
virtuoso y lo vicioso. Sobre la base de él se recompone la unidad y la cohesión de la
mayor parte de la sociedad: hay ladrones, luego hay un peligro, un riesgo y una
amenaza sobre todos los demás. Este sistema es tanto más poderoso en cuanto se

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difunde con carácter absoluto fuera de cualquier clase de coordenadas de espacio,
tiempo y modo de producción: lo justo es siempre justo y lo es para todos; lo bueno es
siempre bueno y lo es igualmente para todos.
ECONOMIA POLITICA DE LA MISERIA: EL LUMPENPROLETARIADO
El delito, en consecuencia, no es atemporal, no se fundamenta en principios milenarios,
en criterios ancestrales, ni en valores culturales nacionales. Es un método de control
social impuesto "de arriba abajo" que dosifica la desviación en función de determinados
criterios políticos, económicos e ideológicos. Y más concretamente en su aspecto
económico no es más que un método de regulación del mercado laboral que sostiene un
"ejército industrial de reserva" de mano de obra.
El mercado de trabajo no está condicionado por la demanda (los capitalistas) y la oferta
(los obreros) sino por la existencia de una población obrera en activo y otra en paro: "A
grandes rasgos, el movimiento general de los salarios se regula exclusivamente por las
expansiones y contracciones del ejército industrial de reserva, que corresponden a las
alternativas periódicas del ciclo industrial”. El capital actúa sobre ambos factores, de
modo que es capaz de condicionarlos a ambos: crea la demanda de trabajo y aumenta la
oferta de trabajo a través del "ejército industrial de reserva" para tener a la población
obrera ocupada permanentemente presionada en dos frentes. El capitalismo se esfuerza
por enfrentar a ambos sectores del proletariado porque "toda inteligencia entre los
obreros desocupados y los obreros que trabajan estorba el libre juego de esa ley".
Marx distinguía tres formas de "ejército industrial de reserva" (el flotante, el
intermitente y el latente) y añadía: "Los últimos despojos de la superpoblación relativa
son los que se refugian en la órbita del pauperismo... El asilo de inválidos del ejército
obrero en activo y el peso muerto del ejército industrial de reserva. Su existencia va
implícita en la existencia de la superpoblación relativa, su necesidad en su necesidad, y
con ella constituye una de las condiciones de vida de la producción capitalista y del
desarrollo de la riqueza”. De este despojos forma parte el lumpenproletariado cuyo
volumen crece y se expande al mismo ritmo que la acumulación capitalista: "La
población obrera crece siempre más rápidamente que la necesidad de explotación del
capital... A medida que se acumula el capital tiene necesariamente que empeorar la
situación del obrero, cualquiera que sea su retribución, ya sea ésta alta o baja.
Finalmente, la ley que mantiene siempre la superpoblación relativa o ejército industrial
de reserva en equilibrio con el volumen y la intensidad de la acumulación mantiene al
obrero encadenado al capital con grilletes más firmes que las cuñas de Vulcano con que
Prometeo fue clavado a la roca. Esta acumulación determina una acumulación de
miseria equivalente a la acumulación de capital. Por eso, lo que en un polo es
acumulación de riqueza es, en el polo contrario, es decir, en la clase que crea su propio
producto como capital, acumulación de miseria, de tormentos de trabajo, de esclavitud,
de despotismo, y de ignorancia y degradación moral".
Tradicionalmente el "ejército industrial de reserva" se componía de campesinos y el
sistema penitenciario se creó precisamente para habituarles al trabajo fabril: al ritmo, el
calendario, el horario y la disciplina del taller mecanizado. La cárcel era la intermediaria
entre el campo y la ciudad: nace con el capitalismo para "reconvertir" la superpoblación
agrícola al trabajo industrial. En definitiva, todo el sistema penal burgués (jueces, leyes,

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cárceles) no es más que uno de tantos instrumentos de control social sobre la población.
El sistema productivo deja al margen toda una masa de personas incapaces de
incorporarse a su acelerada dinámica que, por unas u otras razones, van siendo
encasilladas y clasificadas como objeto de la sospecha y el peligro: vagabundos,
gitanos, okupas, homosexuales, drogadictos, trileros, punkis, locos, prostitutas, etc.
Hoy el cambio tecnológico y la reconversión salvaje no sólo expulsan a un creciente
número de trabajadores del mercado de trabajo, sino que arrinconan a un creciente
número de personas en un estado de "analfabetismo funcional" que les hace incapaces
para desenvolverse en una sociedad cada vez más compleja y exigente. Ya no existen
oficios para toda la vida; el aprendizaje debe ser permanente; los trabajadores en paro
están obligados por el INEM a un reciclaje permanente y agobiante. En esta marcha
vertiginosa, el proletariado va perdiendo sus unidades por millares en cada aceleración,
que van a parar irremisiblemente al pelotón de los desviados.
La incorporación, tanto al sistema productivo como a otro tipo de mecanismos sociales
(como por ejemplo la escuela) exige un esfuerzo (de comprensión, de habilidad, de
relación) que no todos pueden realizar. Entre quienes no superan la criba se organiza el
reclutamiento delincuencial, dentro de una espiral que se retro-alimenta a sí misma: se
etiqueta la desviación y la marginación, lo que engendra inadaptación y rechazo y, en
última instancia, intervienen los mecanismos penales que imponen la máxima
estigmatización: la de delincuente. En definitiva, el encasillamiento y clasificación de
comportamientos y colectivos desde el poder, por efecto de la ideología dominante,
acaba creando el delito y el delincuente, que a su vez multiplica la marginación del
sujeto: "La lógica de la prohibición -escribía Matza- crea una fuerte posibilidad de que
el sujeto se haga todavía más desviado a fin de poder desviarse" . A determinadas
categorías de personas, por ejemplo los homosexuales, se le vetan determinados
trabajos, por lo que deben recluirse en otros (por ejemplo, los espectáculos de
variedades, la peluquería) en los que la marginalidad es admitida, que acaban siendo
trabajos marginales y para marginales, de manera que todos los que allí trabajan acaban
siendo reputados como marginales y quienes ya eran marginales resultan aun
doblemente marginados.
LA NUEVA POLITICA DE EXTERMINIO
Después de que la Colonia se colocó por encima de la cultura indígena, devastando toda
su organización social y política a través de una prolongada explotación a la comunidad
indígena del Perú. Para el Amauta, la conquista española, al usurparle al indio la tierra
que poseía, sentó las bases materiales para su pretendida esclavitud. “La práctica del
exterminio de la población indígena y de la destrucción de sus instituciones...
empobrecía y desangraba el fabuloso país ganado por los conquistadores para el Rey de
España, en una medida que éstos no eran capaces de percibir ni apreciar... La codicia de
los metales preciosos empujó a los españoles a ocuparse preferentemente en la minería.
Su interés pugnaba por convertir en un pueblo minero al que, bajo los incas y desde sus
remotos orígenes, había sido un pueblo fundamentalmente agrario. De hecho nació la
necesidad de imponer al indio la dura ley de la esclavitud... Los conquistadores
establecieron, con el sistema de las mitas, el trabajo forzado, arrancando al indio de su
suelo y sus costumbres”.

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Hoy las crisis ya no son cíclicas, el "ejército industrial de reserva" es mayor que el de
trabajadores empleados y no es ya necesario tal volumen de superpoblación para regular
el mercado de trabajo. Como expone Bergalli, "los detenidos no son aprovechables para
rellenar las lagunas del mercado laboral” y se plantea claramente su drástica reducción.
La reinserción se planteó históricamente como fruto del trabajo del preso; pero ya no
hay trabajo ni empleo que ofrecer; la cárcel se concibió como un mal, como un castigo,
mientras que el trabajo hoy es una bendición, una suerte.
La reducción de la fuerza de trabajo en cantidades importantes sólo se puede obtener
por medio de la guerra, pero tampoco hay que descuidar el creciente volumen de
muertes a causa de la drogadicción, así como la difusión masiva de enfermedades
infecciosas como el SIDA que puede permitir que a medio plazo una parte importante
del "ejército industrial de reserva" vaya desapareciendo paulatinamente o se recluya en
el sistema hospitalario. En España la cifra de presos, que se acerca ya a los 40.000, es
más elevada que nunca y a ella hay que sumar otras 24.000 personas etiquetadas y
recluidas como "enfermos mentales". La reconversión y sus secuelas (obsolescencia y
envejecimiento prematuro del trabajador) han disparado los índices de alcoholismo, así
como la tasa de suicidios.
El tráfico de drogas, además, abre nuevos mercados "legales" como son los de
desintoxicación, en los que pululan todo tipo de sectas y religiones junto a un arsenal de
"expertos" en la materia: psicólogos, médicos, pedagogos, asistentes sociales, etc.,
proceso al que no es ajeno el "informe Abril" en el que se proponen los primeros pasos
para la privatización del sistema sanitario, lo mismo que hace unos años se sugirió la
privatización de las cárceles. Ambas vías confluyen, en definitiva, en ponernos en
manos de "profesionales" en condiciones de vida hospitalarias o de semi-reclusión. No
es extraño que esos "expertos" hablen de los drogadictos como "pacientes" , o sea, como
objetos de tratamiento, no como sujetos y artífices de su propia recuperación. Y no
vacilan en presumir de un análisis progresista: el drogadicto no es un delincuente sino
un enfermo. Aunque no requiera intervención quirúrgica, también debe ser anestesiado,
e incluso el gobierno del PSOE preconiza -y ha legalizado- el tratamiento farmacológico
basado en metadona, una droga de idénticos efectos que la heroína pero con estatuto
legal.
La sociedad se "prisioniza" cada vez más, se convierte en un gigantesco campo de
concentración para el control "científico" de la población. La rehabilitación social ya no
es una política exclusivamente carcelaria: también fuera hay personas que deben ser
"reinsertadas" en la sociedad. La sociedad debe cumplir el mismo papel que antes
cumplía la cárcel, debe convertirse en cárcel. Un ejemplo es el Decreto 218/90 del
gobierno vasco sobre residencias de la tercera edad, que obliga a redactar en cada una
de ellas un "reglamento de régimen interno", definido como "el conjunto de reglas que
disciplinan la organización y el desenvolvimiento de las funciones y actividades del
Servicio Residencial", cuya redacción no la aprueban los ancianos sino la
Administración Autonómica.
Mientras, las cárceles pierden su vieja función (doma y disciplina laboral fabril del
campesinado) y se ciñen a la "seguridad", al aislamiento y exterminio de los sectores
más conscientes de la clase dominada. Hoy la cárcel, ha escrito Pavarini, "sobrevive

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como instrumento de modulación del terror de clase”. De manera que todo reconduce
finalmente a la idea de exterminio que en cualquier momento puede transformarse en
verdadero holocausto. Vamos regresando así hacia la etapa anterior al siglo XVI,
cuando la inexistencia de recursos penales hizo del aniquilamiento el único remedio
frente al delito, la pena de muerte como pena única y exclusiva.
El capitalismo monopolista extiende los sistemas "duros" de control social fuera de los
muros de las prisiones. Antes el capital sólo contaba con la fábrica o la cárcel para
regular el mercado o imponer su disciplina. Fuera de ambas esferas, el individuo
quedaba abandonado a su propio arbitrio, fuera del control público, lo que engendró la
idea del "derecho a la intimidad y a la inviolabilidad de domicilio". La idea era que la
sociedad estaba separada del Estado y se autorregulaba. Hoy, normas como la "ley
Corcuera", demuestran que se trata de imponer la disciplina en la calle, sobre los
momentos de ocio, de tiempo libre y de esparcimiento. El control social se ha
convertido en un control total, en fascismo puro y duro. Lo que antes era un control
selectivo, sobre grupos sociales clasificados y estigmatizados (delincuentes,
vagabundos, locos, inadptados, desviados o invertidos) ahora es control de masas y la
política criminal, como ha expuesto Pavarini, se ha convertido en política de orden
público encubierta bajo el calificativo de "seguridad nacional" y más recientemente de
"seguridad ciudadana".
La "despenalización" que asoma en el nuevo Código Penal (artículos 77 a 86), incluso
con bendiciones progresistas, no solamente no es tal, sino que implica un control
político sobre los colectivos fuera de los muros de las prisiones, en la calle ("probation",
libertad vigilada, condena condicional, arresto domiciliario) y por toda una parafernalia
de "profesionales" a sueldo del Estado. Resulta que esos "gastos sociales" de los que
alardean los reformistas y sindicalistas no van a parar a los marginados, sino que se
invierten en financiar a toda la red de burócratas gestores de los "servicios sociales".
Ese "estado del bienestar" dedicado a la asistencia camufla así sus tentáculos con una
apariencia benefactora y políticamente aséptica que, no obstante, sostiene Pavarini, "es
la forma principal a través de la que se ejercita el control social".
Las dos vertientes del capitalismo (la explotación y la beneficencia, el liberalismo y el
reformismo) se abrazan siempre en este punto: el mercado margina y los servicios
sociales integran; la cárcel descompone y la asistenta social recompone; la policía
destruye y la caridad reconstruye.
Apenas queda al cubierto el carácter represor de las funciones asistenciales,
caracterizadas por desarrollar unos programas de control absoluto sobre la población
marginada, por reforzar y acumular la información sobre la clientela dependiente de los
barrios periféricos. Y lo que es más grave para el "estado de bienestar": la actuación de
los servicios sociales multiplica y refuerza la marginación porque auxilian a algunos en
detrimento de los demás, cuya situación resulta todavía más comprometida. Por
ejemplo, el art.44 del Reglamento del gobierno vasco sobre el "salario social" dice:
"Podrán quedar exluidos del cumplimiento de las contraprestaciones aquellos
beneficiarios que, a juicio del preceptivo informe del servicio social de base municipal,
constituyan personas inactivas sin posibilidad real de inserción en la sociedad y en el
mercado laboral". Es decir, que el "preceptivo informe de los servicios sociales" puede

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convertir a un persona en absolutamente inhábil, no ya para el trabajo sino incluso para
vivir en sociedad, alguien totalmente irrecuperable, el eslabón débil de la cadena. Y eso
que, según la exposición de motivos de esta norma autonómica, el "salario social" se
pretende configurar como "un paraguas protector, el último del sistema público de
protección social al que accedan únicamente aquellas personas o colectivos que se
escapan a través del reticulado de la red de dicho sistema público".
Las contradicciones son evidentes y mientras tras el "estado de bienestar" no hay más
que un deliberado propósito de control social y diversión ideológica, resta constatar la
saturación de mano de obra y el destino real que el Estado va a dar a esas decenas de
miles de parias excedentes que deambulan por las calles y para los cuales el exterminio
-directo indirecto- no aparece como absolutamente inverosímil. Sólo cabe discernir las
formas en que se va a llevar a cabo para que todo encaje dentro del marco de esta
Constitución.
DESIGUALDAD SOCIAL
Desigualdad social es la situación social y económica desigual entre ciudadanos de un
estado o entre distintos países. La desigualdad social es lo opuesto a la igualdad social.
Las nociones de igualdad y desigualdad se refieren a la manera en que se distribuye un
bien entre una población. Para concretar esta idea se necesita precisar de qué bien y de
qué población se trata. Además, y dado que hay diferencias que pueden considerarse
normales, en tanto que otras se ven como inaceptables, es necesario aclarar los criterios
para entender las diferencias entre unas y otras.
La acción de dar un trato diferente a personas entre las que existen desigualdades
sociales, se llama discriminación. Esta discriminación puede ser positiva o negativa,
según vaya en beneficio o perjuicio de un determinado grupo. Las desigualdades de
ingresos evocan las disparidades de renta entre individuos, en diferentes naciones del
globo. En el seno de un mismo país, mide las desigualdades entre individuos ricos e
individuos pobres. La desigualdad económica está directamente relacionada con la
distribución de la renta tanto las procedentes del capital como las rentas que proceden
del trabajo.
La desigualdad social se ha convertido en el foco central de estudio dentro de la
sociología, ya que dentro del estudio de cualquier sociedad encontraremos el problema
de la desigualdad. Según el sociólogo Eduardo López Aranguren,8 la desigualdad social
es el resultado de un problema social, y no puede observarse meramente como un
fenómeno natural. Es también un fenómeno histórico y cultural que ha existido en todas
las naciones, hasta convertirse en un problema social para cada una de ellas. La
desigualdad social es la condición por la cual las personas tienen un acceso desigual a
los recursos de todo tipo, a los servicios y a las posiciones que valora la sociedad. Todo
tipo de desigualdad social está fuertemente asociada a las clases sociales, al género, a la
etnia, la religión, etcétera. Así que de forma más sencilla podemos definir la
desigualdad como el trato desigual o diferente que indica diferencia o discriminación de
un individuo hacia otro debido a su posición social, económica, religiosa, a su sexo,
raza, color de piel, personalidad, cultura, entre otros.

41
Las formas más extremas de la desigualdad social toman la forma de opresión en
distintos aspectos. El individuo se ve oprimido de forma económica, política, religiosa,
y cultural. Así, se comienzan a observar en la sociedad, lo que se conoce como minorías
sociales. Es entonces cuando las grandes entidades o grupos igualdad social, en su
manifestación más extrema causa la exclusión social de estos individuos. La exclusión
social es la ruptura de los lazos entre el individuo y la sociedad.
Generalmente es admitido que valores como la libertad, la justicia, la paz, el respeto o la
solidaridad tienen un carácter universal de manera que además de considerarse
indispensables, se constituyen en los pilares básicos de todas las sociedades
democráticas. No obstante, no todos tienen el mismo protagonismo, y no todos son
asimilados o interiorizados igualmente. Para ilustrarlo baste recordar la virulenta
reacción de ciertos grupos sociales ante la aprobación, por ejemplo de leyes que regulan
la igualdad de derechos de las personas con diferente orientación sexual o el problema
que aparece en los países desarrollados ante la llegada más o menos masiva de
inmigrantes y la reacción de rechazo que, tarde o temprano, muestran algunos sectores
de la sociedad: si bien la solidaridad o el respeto son aceptados como deseables, la
realidad muestra sin duda la doble moral con la que dichos valores son entendidos,
cuando de vivir esta situación o hacerlos realidad se trata. Otra interpretación posible de
esta situación, sería identificar la evidente diferencia entre la importancia otorgada a
unos valores y otros con la existencia de una jerarquía entre ellos. Así, si bien hablamos
de grandes valores, universales y atemporales, encontramos diferentes modos de
priorizarlos, incluso de interpretarlos, ya sea en función del contexto social, cultural,
político o religioso.
Problemas Sociales: Desigualdad, pobreza y exclusión social son varias las
posibilidades de respuesta ante la pregunta: ¿desigualdad de qué? la cual contesta a qué
tipo de desigualdad están expuestas las personas en una sociedad. Entre estas respuestas
encontramos la desigualdad de oportunidades, desigualdad jurídica, desigualdad en el
cubrimiento de las necesidades básicas, desigualdad económica y la desigualdad de
capacidades para conseguir funcionamientos valiosos.
CONSECUENCIAS DE LA DESIGUALDAD SOCIAL
Un estudio reciente basado en la ciencia revela que los países con mayores
desigualdades económicas tienen mayores problemas de salud mental y drogas, menores
niveles salud física y mental, menor esperanza de vida, peores rendimientos académicos
y mayores índices de embarazos juveniles no deseados trata de adolescentes,
prostitución. En esos casos también se comprobó que no es el nivel de renta sino la
desigualdad económica el factor explicativo principal. Por lo que los investigadores de
dicho estudio concluyen que entre los países más desarrollados, capitalistas los más
igualitarios obtienen un mejor comportamiento en una serie amplia de índices de
bienestar social.
Una de las más graves consecuencias de la desigualdad social, es la desigualdad
educativa, que a su vez es una manifestación de la desigualdad de oportunidades. La
desigualdad de oportunidades se da cuando las oportunidades para ocupar cualquier
posición no están distribuidas de una forma igualitaria para todos de acuerdo criterios
competitivos, sino que intervienen en la distribución el status social, los recursos

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económicos, ideología política, ideología religiosa, etnia, su género, su orientación
sexual, etc. El acceso a la educación siempre se ha caracterizado por ser uno de
exclusividad y prestigio para las clases sociales altas, y uno mediocre y general para las
clases bajas. Distintos países alrededor del mundo son víctimas de la desigualdad
educativa. Un estudio reciente al sistema educativo chileno,13 realizado entre abril y
junio de 2011, nos demuestra justamente esto. Durante las últimas dos décadas, el
sistema educativo de Chile experimentó un gran proceso de crecimiento masivo de la
educación, aumentando así los niveles educativos en la sociedad, sin embargo, esto no
trajo consigo una solución al problema de la desigualdad social. Independientemente de
este avance educativo el nivel de accesibilidad a la educación continúa siendo el mismo.
Para los sectores acomodados, significa la posibilidad de mantener los beneficios
económicos y sociales ya poseídos; para los sectores medios, actúa como mecanismo de
movilidad y para los sectores pobres, se distingue por no acceder a la educación o por
acceder a una educación de muy mala calidad. Así que el acceso a la educación a pesar
de ser una oportunidad para movilizarse dentro del marco social, está sujeto a los
recursos económicos con los que cuenta el individuo para poder acceder a la educación
que desee:
El acceso a educación es visto como una oportunidad para movilizarse al interior de la
estructura social, sin embargo, existe conciencia de que esa oportunidad está
condicionada por los recursos económicos disponibles para acceder al sistema.
FORMAS DE DESIGUALDAD
DESIGUALDAD ECONÓMICA: DESIGUALDAD DE INGRESOS
La desigualdad económica se contempla como la distribución desigual de bienes y
servicios; ésta se da cuando dos individuos efectúan el mismo trabajo, pero la ganancia
monetaria no es igual para ambos. Esto viene dado por varias razones. Para Hunt y
Colander el factor más importante son las diferencias en las ganancias de los individuos.
Estas diferencias se basan en parte a la ocupación y a las cualidades personales de las
personas involucradas. El factor más básico que determina las variaciones de ingreso
entre los grupos ocupacionales es la demanda y la oferta. Las ocupaciones que requieren
actitudes especiales y mucha capacitación tienen sueldos altos debido a que la oferta de
trabajadores es poca en relación con la demanda. Las ocupaciones que son clasificadas
como trabajos comunes y que todas las personas pueden ejercer con poco entrenamiento
o escasa capacidad tienden a pagar menos. Dentro de cada grupo ocupacional hay
grandes diferencias en el poder adquisitivo, especialmente en los niveles profesionales y
administrativos más altos. Lo que hace la desigualdad económica en sí es estratificar o
crear clases o niveles en la sociedad, es decir, ricos/clase media/pobres. Uno de los
productos de la estratificación se ve en el sistema capitalista, jefe/empleado. Las clases
sociales son determinadas mayormente por hechos históricos de un lugar en específico.
Las clases sociales o estratificación es, la desigual distribución de derechos y
privilegios, deberes y responsabilidades, gratificaciones y privaciones, poder social e
influencia dentro de una sociedad. Se entiende que si dos individuos pertenecen a una
misma clase social, los mismos gozan de los mismos privilegios y/o privaciones. La
desigualdad económica está representada en distintas áreas de la sociedad, hasta en los
niños y adolescentes. Los jóvenes y niños están conscientes de que existe una disparidad

43
de ingresos entre los grupos de distintos estatus socio-económicos. En el año 2006 se
llevó a cabo una investigación para aclarar la controversia que existía sobre cuán
consciente estaba la juventud acerca del problema de la desigualdad económica, y para
los investigadores demostrar el aumento en desigualdades económicas de las últimas
dos décadas dentro de una sociedad globalizada. Los jóvenes entrevistados demostraron
que cada trabajador debía tener un salario más equitativo. Ésta y otras investigaciones
han podido corroborar el entendimiento de niños y adolescentes sumergidos en una
estratificación social en diferentes países, mostrando que están conscientes de las
diferencias en salario y estatus social dentro de las distintas profesiones. Además se
indica que es más marcada la conciencia acerca de estas diferencias de salarios en los
jóvenes de clase media y alta, que en los de clase baja. A raíz de investigaciones como
estas, se define que existen en la sociedad grandes prejuicios acerca de la riqueza y la
pobreza y que la juventud ha internalizado esas divisiones socio-económicas que
caracterizan a nuestra sociedad, todas causadas por la disparidad de ingresos. La
democracia puede ser marchitada por la desigualdad socioeconómica, pero esta
desigualdad es casi inevitable dada las normas que rigen la sociedad democrática.
La desigualdad económica comúnmente se refiere a la desigualdad entre individuos o
grupos dentro de una sociedad, sin embargo también se puede referir a la desigualdad
entre países. En este último caso, el motivo principal de esta divergencia, es por el
crecimiento económico de un país, la forma de medirlo es utilizando datos del producto
interno bruto (PIB), siendo este un indicador indispensable para poder comparar a los
países. De igual forma, para poder explicar porque crece la renta nacional de un país y
porque unas economías crecen más rápido que otras, se desarrolló un modelo de
crecimiento, mejor conocido como "Modelo de Solow", el cual pretende explicar la
relación existente entre el crecimiento de la población y el progreso tecnológico con el
crecimiento económico, y por tanto, la desigualdad económica entre países.
Desigualdad entre sexos.- Uno de los factores centrales en la construcción de
desigualdades en muchas sociedades ha sido la discriminación sexual. Así en muchas
sociedades se han estructurado distinciones sociales y culturales entre hombres y
mujeres para convertir las diferencias biológicas del sexo en jerarquías de poder, estatus
e ingresos. También se puede definir como el reparto de tareas, empleos y profesiones
en base al sexo biológico, esta práctica, que era común en muchas sociedades
tradicionales. En Occidente esta práctica solo se empezó a cuestionar unas pocas
décadas. Las consecuencias de esta desigualdad han sido que las mujeres reciben menos
ingresos que los hombres (haciendo el mismo trabajo, con el mismo título educativo, las
mismas horas). La sociedad salarial no es una sociedad de igualdad, hay diferencias
significativas entre el nivel salarial medio de hombres y de mujeres y hasta en el acceso
a bienes sociales que tienen cada uno, como por ejemplo en educación y en cultura.
El feminismo es un posicionamiento activo ante la desigualdad entre sexos, y es una
forma de lucha para obtener igualdad de derechos ya sean económicos, políticos,
judiciales o de otro tipo. La desigualdad entre sexos, menos acusada en general en
sociedades pre estatales, se intensificó en las primeras culturas estatales y sendentarias.
En la antigüedad existían importantes diferencias entre diferentes civilizaciones y es
complicado dar afirmaciones generales. En las modernas sociedades postindustriales
occidentales, la desigualdad tradicional ha disminuido, en parte debido a factores

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materiales y organizativos y en parte también debido a las luchas del movimiento
feminista. La amplia difusión de feminismo también ha conllevado una liberación
psicológica de las mujeres, y en la actualidad muchos hombres tienen posiciones
favorables a muchos aspectos de la lucha feminista.
La desigualdad entre sexos se da en todo el mundo, pero es más evidente en los
países pobres o en vías de desarrollo. Esto nuevamente tiene que ver con factores
infraestructurales y tecnológicos, además de las actitudes más conservadoras que se dan
con mayor frecuencia en culturas más rurales y menos cosmopolitas. En numerosos
países la educación que recibe una mujer es más limitada que la recibida por los
hombres y su incorporación al mercado laboral es más difícil. En algunos casos esta
desigualdad está presente hasta en la salud, pues en casos extremos no reciben la misma
cantidad de atención médica. Esta desigualdad se aprecia generalmente en los siguientes
aspectos: brecha salarial, acceso a la educación, agresiones, acceso al poder político o
trabajo en el hogar.
Desigualdad jurídica.- La desigualdad jurídica es discriminación legal, es decir, en un
tribunal sobre algún individuo. Esto ya sea por motivos económicos ya que las personas
que gocen con mayor poder monetario las leyes sean más flexibles o tengan más
oportunidad de salir absuelto. También se da por motivos raciales y/o procedencia es
decir color de piel o país. Esto lo que quiere decir es que si a un tribunal va un individuo
de tez blanca y un individuo de tez negra, culpados por el mismo delito se le debería dar
el mismo trato o condena. También si a un tribunal va un individuo inmigrante de otro
país acusando a alguien nacido en el país que se hace la acusación se le trate igual que si
fuese viceversa. Mientras que la mayoría de la gente sufre cuando se enfrenta a un
proceso jurídico, ya sea porque no tiene los recursos para ser representada de forma
sustancial, o porque se le aplican reglamentos de forma rigurosa, o porque su
interacción con el poder judicial es tardada y tediosa, o todas las anteriores, hay un
grupo de personas para el que la ley parece no aplicar. Dicho de otro modo, mientras
muchos sufren con las autoridades, otros viven al margen de estas en total y completa
impunidad.
Desigualdad informativa y educativa.- La desigualdad informativa muchas veces es
causada por la falta de conocimientos o educación formal, así como la falta de acceso a
fuentes de información adecuada. En Europa y América, por ejemplo, se negó
sistemáticamente el acceso de las mujeres a la universidad durante gran parte del siglo
XIX, incluso se les prohibió ejercer como docentes en la universidad en la mayor parte
de Europa hasta principios del siglo XX.
Mucho más modernamente el fenómeno sociológico de la brecha digital de ciertas
comunidades dificulta su acceso a las tecnologías informáticas convencionales, que es
fuente de desventajas en el acceso a empleos bien remunerados por parte de miembros
de ciertas comunidades.
En la actualidad existen aún grupos marginados principalmente rurales y de los
alrededores de ciudades principales, donde el nivel de vida es precario y por
consecuencia el acceso a la educación superior y hasta media superior es muy bajo. Los
jóvenes de esas áreas optan por trabajar y buscar oportunidades de trabajo, antes que
buscar ingresar a una escuela, debido a que las necesidades que tienen les exigen cubrir

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otras necesidades básicas. Además acceder a la educación les supondría gastar parte de
sus ganancias y su tiempo en una instrucción formal. La falta de educación formal
conlleva subsiguientemente una discriminación dentro de las instancias laborales y
sociales.
Clase Social-Desigualdad. Conjunto de personas con los mismos intereses económicos
como consecuencia de relacionarse del mismo modo con los medios de producción. En
la sociedad capitalista las dos más importantes son la burguesía y el proletariado. El
marxismo considera que las clases sociales aparecen en las sociedades con división
social del trabajo. No todo el mundo trabaja de la misma manera, ni se relaciona del
mismo modo con las fuerzas productivas. Con la aparición de la propiedad privada la
sociedad se divide en dos grandes grupos o clases: la de las personas que poseen
propiedad privada, que son dueñas de los medios de producción (tierras, fábricas, ...) y
la de aquellas personas que no son dueñas de dichos medios y sólo disponen de la fuerza
de su trabajo para sobrevivir. De este modo, son básicamente dos las clases sociales en
toda sociedad que admite la propiedad privada de los medios de producción: la clase
explotadora. En función de las peculiaridades del modo de producción de cada sociedad,
del modo en que cada sociedad produce bienes, las clases sociales serán distintas.
Karl Marx desde su visión del materialismo histórico ha definido a las clases en
términos estrictamente económicos, y para ser aún más específicos, las definió en
términos de poseedores y no poseedores de los medios de producción. Las clases
sociales dentro del esquema marxiano son: los burgueses capitalistas, y los trabajadores
industriales. Dichas clases se originan, o mejor dicho aparecen en el capitalismo
industrial, puesto que dicho modo de producción tiene como fundamento el que los
individuos sean propietarios libres. No obstante, dichos propietarios no poseen lo
mismo sino que poseen lo que el otro necesita. El capitalista es el poseedor de los
medios de producción, y el trabajador es el poseedor de su fuerza de trabajo. En ese
intercambio entre ambos agentes es que toma lugar la explotación capitalista, es decir,
la explotación del trabajo vivo por medio del trabajo muerto.
Dicho intercambio es lo que genera la desigualdad entre ambas clases sociales, puesto
que el capitalista al ser propietario de los instrumentos de producción tiene como meta
la acumulación de capital para reinvertirlo y acumular infinitamente más capital. Es
decir, el burgués capitalista por medio del ciclo en que se compra con dinero D una
mercancía M para así venderla por más dinero D’ (D-M-D’), el dinero que le queda de
excedente o plusvalía lo invierte para el acrecentamiento del capital fijo (tecnología) en
desmedro del capital variable (fuerza de trabajo). Esa inversión diferencial es
posibilitada, según Marx, debido a que la tecnología aplicada a la economía permite
disminuir los tiempos necesarios mínimos para la elaboración de las mercancías,
convirtiendo el trabajo necesario de antemano en plus trabajo, y este plus trabajo es así
convertido en la plusvalía de donde el burgués puede reinvertir más en fuerzas
productivas, pudiendo prescindir de esa forma de utilizar más mano de obra.
Para ponerlo en términos más simples. El capitalista primero necesita comprar o
producir su valor-mercancía para así poderla vender a cambio de capital-dinero. Este
capital-dinero en esa forma no es realmente capital y para que lo sea debe reinvertirse
en fuerzas productivas, en tecnología. Viéndolo desde ese punto de vista, las clases

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sociales están definidas en función de la acumulación capitalista y de la carrera por la
acumulación de capital. La clase social en Marx no es algo inmutable en la historia. La
clase así definida realmente tiene que ver con el materialismo, puesto que es definida en
cuanto al alcance de los valores de uso que pueden adquirir las clases a través del
dinero. La clase burguesa o capitalista, entonces no sólo sería la propietaria de los
medios de producción, sino que también —en consecuencia de lo anterior— podría
establecerse que es aquella que tiene tal capacidad de acumular capital (dinero y
tecnología) que puede adquirir mucha mayor cantidad de valores de uso que la clase
trabajadora. La clase obrera entonces, no solamente es la no-propietaria de los medios
de producción y propietaria de su fuerza de trabajo, sino que por consiguiente y al
participar en la producción como mero asalariado, sólo puede conseguir una limitada
porción de los valores de uso puesto que esa clase no acumula capital propiamente tal, y
si acumula es solamente ahorro de capital-dinero pero una cantidad muy inferior en
comparación a lo que acumula el burgués capitalista.
CLASIFICACIÓN DE LAS CLASES SOCIALES: según los modos de producción:
ESCLAVISTA; FEUDAL; CAPITALISTA
Clase explotadora: Amos; señores; burguesía
Clase explotada: Esclavos; siervos; proletariado, campesinos
En el modo de producción capitalista la división social más importante es la que opone
a la burguesía y al proletariado, aunque Marx también señaló variantes de estas clases
sociales: 1. burguesía financiera (banqueros y propietarios de las materias primas);
2. burguesía industrial (propietarios de las grandes empresas);
3. pequeña burguesía (pequeña empresa, pequeños propietarios, comerciantes (, ...);
4. clase terrateniente (dueños de las tierras);
5. clase campesina;
6. proletariado (obreros de las fábricas y asalariados en general, que viven
exclusivamente de su trabajo);
7. lumpemproletariado (clase desposeída situada fuera del mundo laboral y que sólo es
contratada esporádicamente, en función de las necesidades del capitalismo).
El factor fundamental que define a una clase es la relación que las personas que en ella
se incluyen tienen con los modos de producción, pero, a partir de este factor principal,
las clases sociales presentan también otras características: por ejemplo, en “El dieciocho
Brumario de Luis Bonaparte” nos dice Marx que las condiciones económicas
determinan “su modo de vivir, sus intereses y su cultura”. Como consecuencia de la
existencia de esta fractura en la sociedad, el marxismo es una teoría que destaca el
conflicto, el enfrentamiento entre clases sociales (guerra encubierta dice Marx a veces);
no es posible la armonía ni la paz social definitiva en las sociedades clasistas, la
armonía y la paz social sólo será posible en la sociedad sin clases (comunismo). "El
comunismo es la abolición positiva de la propiedad privada, de la auto enajenación
humana y, por tanto, la apropiación real de la naturaleza humana a través del hombre y

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para el hombre. Es, pues, la vuelta del hombre mismo como ser social, es decir,
realmente humano, una vuelta completa y consciente que asimila toda la riqueza del
desarrollo anterior. El comunismo, como naturalismo plenamente desarrollado, es un
humanismo y, como humanismo plenamente desarrollado, es un naturalismo. Es la
resolución definitiva del antagonismo entre el hombre y la naturaleza y entre el hombre
y el hombre. Es la verdadera solución del conflicto entre la existencia y la esencia, entre
la objetivación y la autoafirmación, entre la libertad y la necesidad, entre el individuo y
la especie. Es la solución del dilema de la historia y sabe que es esta solución."
POBREZA Y EXCLUSIÓN SOCIAL
El concepto de pobreza es antiguo. El término español proviene etimológicamente del
término latino paupertas, que remite originalmente a la condición de 'pauperos' que
significa, literalmente, parir o engendrar poco y se aplicaba al ganado y, por derivación,
a la tierra pobre, es decir, infértil o de poco rendimiento.6 De esta acepción de pobreza
como falta de potencialidad o capacidad de producir deriva un concepto distinto que
apunta a la carencia misma de una serie de bienes y servicios básicos. Es la pobreza
absoluta. También surgió tempranamente el concepto de pobreza como contraposición
al de riqueza, de donde proviene el concepto de pobreza relativa. La idea de pobreza
puede encontrarse en antiguos textos, como la Biblia judía, y el Popol Vuh maya-
quiché.
La pobreza es la situación de no poder, por falta de recursos, satisfacer las necesidades
físicas y psíquicas básicas de una vida digna, como la alimentación, la vivienda, la
educación, la asistencia sanitaria, el agua potable o la electricidad. La pobreza puede
afectar a una persona, a un grupo de personas o a toda una región geográfica.
También se suelen considerar pobreza las situaciones en que la falta de medios
económicos impide acceder a tales recursos. Situaciones como el desempleo, la falta de
ingresos o un nivel bajo de los mismos. Asimismo la pobreza puede ser el resultado de
procesos de exclusión social, segregación social o marginación (de manera inversa, el
que una persona se vuelva pobre también puede conducirla a la marginación). En
muchos países del tercer mundo, la pobreza se presenta cuando no es posible cubrir las
necesidades incluidas en la canasta básica de alimentos o se dan problemas de
subdesarrollo. En los estudios y estadísticas sociales se distingue entre pobreza y
pobreza extrema (también llamada miseria o indigencia), definiéndose la pobreza
extrema como aquella situación en la que una persona no puede acceder a la canasta
básica de alimentos (CBA) que le permita consumir una cantidad básica de calorías por
día, y pobreza como aquella situación en la que una persona no puede acceder a una
canasta básica de bienes y servicios más amplia (CBT), que incluye, además de los
alimentos, rubros como los servicios públicos, la salud, la educación, la vivienda o la
vestimenta.3 El Banco Mundial ha cuantificado ambas líneas, estableciendo desde
octubre de 2015, la línea de pobreza extrema (indigencia) en 1,90 dólares
norteamericanos ($) por día y la línea de pobreza en 3,10 $ diarios.45
Según el Informe de Desarrollo Humano de 2014 del Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) uno de cada cinco habitantes del mundo vive en situación de
pobreza o pobreza extrema. Es decir, 1 500 millones de personas no tienen acceso a

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saneamiento, agua potable, electricidad, educación básica o al sistema de salud, además
de soportar carencias económicas incompatibles con una vida digna.2
En la mayoría de contextos sociales la pobreza se considera algo negativo y penoso, si
bien en algunos ámbitos de carácter espiritual o religioso la pobreza voluntaria se
considera una virtud por implicar la renuncia a los bienes materiales —voto monástico
de pobreza—. Históricamente la pobreza ha sido valorada de muy distinta forma según
la ideología o ideologías de cada época; así ocurría en el pensamiento económico
medieval. Distinta de la pobreza voluntaria es la vida austera o vida sencilla, cercana a
posiciones tanto espirituales como ecologistas —decrecimiento— ¿Qué es pobreza
para el filósofo Karl Marx? “la clase obrera no tiene nada que perder más que sus
cadenas; tiene, por el contrario, un mundo que ganar” - Prologo
La actualidad de las tesis que planteara Karl Marx a mitad del siglo XlX saltan a la
vista, al brindar herramientas y una metodología científica para analizar el actual estado
del mundo en la economía, la política y la filosofía de la globalización, basada en la
internacionalización de los capitales y los mercados de los grandes monopolios. La
lógica del capital y todo el estante formado bajo la base de esta, han proporcionado
efectos negativos para la sociedad, el más relevante, la pobreza, padecida por la mayoría
de personas del planeta. Está en boga de muchas instituciones el dar solución práctica a
la pobreza, entendía como la “situación de aquellos hogares que no logran reunir, en
forma relativamente estable, los recursos necesarios para satisfacer las necesidades
básicas de sus miembros” (Comisión Económica para América Latina y el Caribe,
CEPAL). Un tanto simplista esta visión, intentaremos bajo la instrucción Marxista
acercarnos al concepto de pobreza, entendía en varios aspectos, sus causas y sus efectos.
Marx no utilizó el concepto de pobreza como categoría filosófica o económica; por
tanto, la interpretación del mismo, girara en buscar una explicación tomando los
postulados y tesis del filósofo alemán. En los textos manuscritos económicos y
filosóficos de 1844, Marx va utilizar el concepto de pobreza, toma como referencia a los
economistas clásicos, transcribiendo el concepto textualmente.
Esté autor utilizara, en mayor medida, el término miseria, con connotaciones variadas;
por esto hablamos de pobreza y miseria en el mismo sentido, agregándoles algunas
palabras, para dar una definición más clara. Pobreza material, filosófica, espiritual,
ideológica, cultural y pobreza de las naciones.
Utilizó tres argumentos para analizar el concepto de pobreza. El primero de ellos, es la
pobreza material. Karl Marx (1848) La esencia del ser humano es buscar los medios
materiales indispensables para vida; podemos deducir que el ser humano, al no
conseguir esos medios indispensables de vida, padecería una miseria material o pobreza
material, entendida como la ausencia de riqueza: mercancías, valores de uso, medios de
producción, capitales. Pero, ¿Solo la ausencia de riqueza material representa el concepto
de pobreza en Marx?
El segundo de los argumentos, es escudriñar una visión de pobreza, que no tenga como
esencia, las condiciones de miseria material en las que se encuentra el obrero y la
inmensa mayoría: la pobreza espiritual (cultural) e intelectual. El actual sistema
cohesiona un sin número de factores: existen ciertas relaciones sociales y de producción

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capitalista, la infraestructura económica, embrión de la estructura superior (estado),
conformada por las posiciones políticas, ideológicas, jurídicas. La subestructura
ideológica orienta la vida colectiva de la nación, aliena al pueblo y a la clase obrera. El
obrero no posee ninguna forma superior, ni inferior y posee una pobreza espiritual, una
necesidad de conciencia y de respeto.
El tercer argumento, Efectos del dominio internacional del capital y del nuevo orden
social. Esclarecer las consecuencias, a grandes rasgos, de la dispersión por el mundo, de
capitales de países industrializados y de países que lograron entrar en el nuevo orden
social de forma a ventajosa, como Inglaterra, Francia, Alemania, Estados Unidos. La
dominación de estos países ha causado diversos estragos en el mundo. En la dominación
británica en la india encontraremos pruebas y razonamientos que esclarecen esta idea.
Argumentos para Elucidar el Concepto de Pobreza en Marx
1.- La Pobreza Material: La división de la sociedad en una reducida clase
fabulosamente rica y una enorme clase de asalariados que no poseen nada, hace que esta
sociedad se asfixie en su propia abundancia, mientras la gran mayoría de sus individuos
apenas están garantizados, o no lo están en absoluto, contra la más extrema penuria2
El desarrollo histórico creo el sistema capitalista de producción, que fue una revolución
social radical, una ruptura con lo viejo, creo nueva cultura, una economía basada en la
explotación asalariada (expropiación del plusvalor), relaciones sociales y de producción
complejas, un estado omnipotente y omnipresente, organización de la sociedad de tal
forma, que a simple vista, parece ridículo encontrar la contradicción fundamental;
libertad individual, el “derecho” de participar en el libre comercio. Al estudio de este
sistema de producción, se conoce como la economía política, al que Marx se dedicara.
Las relaciones de producción bajo el actual modelo económico, se caracterizan por que
la propiedad pertenece a unas ínfimas familias burguesas. Poseen todos los medios de
producción indispensable para producir la vida material, es decir, existe la propiedad
privada sobre los medios para producir. En esta propiedad privada son los burgueses los
que establecen que producir y como repartir el producto (mercancía), resultado del
trabajo del obrero; y establecen el costo de la fuerza de trabajo del obrero.
Los obreros y las mayorías desposeídas solo poseen su fuerza de trabajo, que ponen en
el mercado, a la espera de ser comprada, para -como un círculo vicioso- trabajarle a un
burgués y a posteriori, comprar con el salario que ha devengado, enseres básicos y
elementales para pervivir. Esta miseria material, hace que mueran cada día cientos y
cientos de personas por inanición, trabajo forzoso, carencia, enfermedades, accidentes
laborales. Se vive en absoluta pobreza material.
La falta de riqueza material para la mayoría de habitantes, es en el capitalismo “ley
social universal”. Para llegar a esta conclusión tajante, nuestro brillante autor, examino
rigurosamente todos los aspectos del modo de producción naciente en aquella época,
desde la forma más elemental, hasta las generalidades del mismo. Habla de la
mercancía, el salario, la propiedad privada, el real valor del trabajo y el valor de las
mercancías, el estado y su maquinaria, la expropiación capitalista al trabajo del obrero y
la inmensa riqueza que posee el burgués/capitalista. Existe “…una masa de la

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humanidad como absolutamente «desposeída» y, a la par con ello, en contradicción con
un mundo de riquezas y de educación…”.
El obrero sufre más que nadie las consecuencias del sistema capitalista y como él, la
inmensa mayoría de la gente. El único que se enriquece es el capitalista, si aumentan los
salarios, aumenta tan solo en apariencia, pues los demás productos igualmente tienden a
la alza, debido a la mayor circulación de dinero, y viceversa. “Si la riqueza de la
sociedad está en descenso, el obrero sufre más que nadie. (…) Así, pues, incluso en la
situación social más favorable para el obrero la consecuencia necesaria para éste es
exceso de trabajo y muerte prematura”.
En el capitalismo existe “un inmenso arsenal de mercancías” (Marx, 1864, p.12) y el
trabajador está exento de ellas. ¡Los obreros no poseen los productos que ellos mismos
han elaborado y no tienen propiedad! En Conclusión: los obreros venden por una
mínima cantidad de dinero (salario) su fuerza de trabajo, este poco dinero lo invierten
en la cantidad necesaria de medios de vida indispensable, es decir, no posee más que lo
necesario para sobrevivir y llevar una vida de carencias materiales.
2.- La pobreza espiritual e intelectual: "El obrero tiene más necesidad de respeto que
de pan". El análisis concienzudo del actual modo de producción, traería otros
descubrimientos, con relación al funcionamiento de la sociedad y de las formaciones
sociales y económicas anteriores (comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo). Tema
que reflexionara Marx en la ideología alemana, en donde pone al descubierto las formas
de propiedad que han existido, los sistemas políticos y jurídicos, las cultura, las
filosofía, las tradiciones, las costumbres. En las primeras civilizaciones en el oriente, la
magna Grecia, el renacimiento, la ilustración, el florecimiento de las culturas
occidentales, era impensable tan abundante riqueza cultural, en educación y formación,
en ciencia, progresos tecnológicos bajo el capitalismo; sin embargo, en determinada
fase del desarrollo dicho avance se estanca, aunque reconocerá Marx, que esto ocurre en
cierta etapa del desarrollo, que la producción ulterior solucionara.
La cultura se desarrolla en todos los campos: artes, teatro, filosofía, poesía, música, etc.,
alentada por la clase burguesa, principal promotor, supervisor y vigilante de esta
cultura, dejando a la saga el resto de la sociedad y a los obreros, quienes están exentos
de una cultura propia y de relaciones independientes. La pobreza intelectual y espiritual
de la clase obrera lo coloca en situación de reproducir las relaciones de sus enemigos
naturales, esto lo veremos más adelante.
La pobreza espiritual que acompaña a los obreros -como señalé arriba-, niega la
capacidad para erigir una nueva cultura, nuevas costumbres, hábitos, relaciones sociales
que rompan el estado de yugo cultural. Se habla de pobreza filosófica o mental, porque
el obrero no posee claridad sobre la naturaleza, la sociedad y todo el funcionamiento de
la misma, por sí mismo. Los obreros y la masa desposeída de la sociedad reproducen el
egoísmo, el individualismo, la envidia, la ambición, el fanatismo, propios de la cultura
burguesa. Es la pobreza cultural. Pretenden compaginar o encajar en el reducido número
de propietarios del estado Burgués moderno. Quisieran ser ricos y vivir al lado de los
burgueses, disfrutando de la explotación asalariada.

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El alza en los salarios que se presenta, en ocasiones, dadas las fluctuaciones en el
mercado, revela como la falta de cultura, pone de rodillas a los trabajadores:
“El alza de salarios despierta en el obrero el ansia de enriquecimiento propia del
capitalista que él, sin embargo, sólo mediante el sacrificio de su cuerpo y de su espíritu
puede saciar (…) Y así, del mismo modo que se ve rebajado en lo espiritual y en lo
corporal, a la condición de máquina”
Los obreros no poseen conciencia, del porqué de su condición de miseria y no tienen
conciencia de su situación futura, de sus verdaderos enemigos. Pensando que los medios
de producción son enemigos a los que hay que destruir, por el contrario es necesario
utilizarlos para salir de la exorbitante pobreza. Sin embrago, no se obvia, el carácter de
la tecnología en el capitalismo, tan degradante que la maquina tiene un engranaje
humano, que carece de conciencia, “Vemos que las máquinas, dotadas de la propiedad
maravillosa de acortar y hacer más fructífero el trabajo humano provocan el hambre y el
agotamiento del trabajador.”
3.- Pobreza derivada de la dominación internacional del capital (la colonización)
La dominación sobre determinado territorio, desaparece todo lo inherente y natural a ese
territorio, cae bajo potestad de la nación colonialista. Estos colonialistas imponen sin
remedio, las más nefastas medidas, pensando en el progreso para su nación, ¡pero no
para todos!, solo a una casta con poder político y económico.
Una colonización conlleva un gran cambio en las tradiciones del país sojuzgado, y a la
par, una gran revolución en el carácter y propósitos las relacione sociales y de
producción. La dominación sobre las indias orientales por Inglaterra, causo una
revolución en toda la forma de producir, al introducir la máquina de vapor y los avances
tecnológicos de países “civilizados de occidente””. La india sufrió la mayor
transformación; país monótono, con una orden social de antaño, con comunidades
semirurales y semibarbaras, poseían una forma particular de producir en la agricultura.
“El vapor británico y la ciencia británica destruyeron en todo el Indostán la unión entre
la agricultura y la industria artesano. (…) Destrozó todo el entramado de la sociedad
hindú, sin haber manifestado hasta ahora el menor intento de reconstitución. Esta
pérdida de su viejo mundo, sin conquistar otro nuevo, imprime un sello de particular
abatimiento a la miseria del hindú y desvincula al Indostán gobernado por la Gran
Bretaña de todas sus viejas tradiciones y de toda su historia pasada”.
Marx esbozara los efectos producto de la expansión del capital por todo el globo
terráqueo. El capital, buscando diversos mercados y fuentes de mano de obra, se
expande por el mundo, para incrementar paulatinamente, la riqueza de los detentadores
del capital y, además, acumular capital hasta la saciedad. En esta búsqueda, aplastaran
sin reparos, todo el que se atreva a plantarse al frente impidiendo el paso a los
saqueadores, destruyendo comunidades o grupos humanos enteros. “No cabe duda, sin
embargo, de que la miseria ocasionada en el Indostán por la dominación británica ha
sido de naturaleza muy distinta e infinitamente más intensa que todas las calamidades
experimentadas hasta entonces por el país” Masacres de los pueblos indígenas en la
América India. La destrucción de clanes enteros en África y la esclavitud de ingentes
afros descendientes. El capital no tiene fronteras, el capital pulula por el mundo,

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buscando nuevos mercados, ventas y compras. La acumulación originaria se caracterizó
por el saqueo, robo, pillaje de tribus indígenas en zonas septentrionales de América,
producto de la necesidad de comerciar y encontrar salidas a las mercancías. Los nuevos
valores de cambio se intercambiaban por metales preciosos, en determinado caso,
cuando había un acuerdo comercial, de lo contrario, se les robaba todas las riquezas a
las tribus y etnias. La visión del mercantilismo seria la base de la que arrancaría la
producción capitalista.
La exclusión social es un proceso dinámico y acumulativo de barreras y dificultades
que apartan de la participación en la vida social a personas, familias, grupos y regiones,
con relaciones desiguales con el resto de la sociedad. La exclusión social lleva implícita
una serie de características (Cabrera, 2005; Subirats et al., 2005). La globalización en,
ante todo, un proceso de Re mercantilización de los procesos socioeconómicos que
habían sido total o parcialmente desmercantilizados por el desarrollo del Estado de
Bienestar. Si por exclusión se entiende el apartamiento de grupos individuales de las
posiciones de dominio y control económico, político, cultural, etcétera, resulta que los
excluidos serían la mayoría de la sociedad –de cualquier sociedad capitalista-. El
problema aquí está, una vez más, en que ello no nos diría nada de las desigualdades
existentes entre la mayoría de excluidos ni tampoco de los incluidos y volveríamos a
perder de vista la complejidad de la sociedad capitalista y las verdaderas raíces del
problema. Qué decir de la consideración de incluidos de aquellos que obtienen por sí
mismos los recursos necesarios para vivir por encima de un cierto umbral, que por otra
parte queda siempre impreciso. ¿Y las diferencias entre empresarios y trabajadores?
Esto ha tenido enormes consecuencias sobre la cuestión social, cuyo análisis a partir de
los años ’70 comenzó a estar focalizado en el fenómeno de la exclusión social. Se
caracteriza porque:
a.- Es estructural, puesto que sus causas no se encuentran situadas en el plano
individual sino en la estructura de las sociedades postindustriales, que genera acceso
desigual a los recursos, así como espacios de desintegración y no participación,
expulsando hacia los márgenes a sectores de población, o territorios. La merma del
Estado de Bienestar y de los niveles de protección social ha contribuido a acrecentar los
procesos de exclusión y pobreza. No es una situación fija, sino un proceso dinámico,
cambiante, que puede modificarse en diferentes sentidos, desde zonas de integración a
zonas de exclusión, y nuevamente de integración. El riesgo y la vulnerabilidad son
conceptos importantes en esta situación dinámica y las buenas prácticas de intervención
y los recursos apropiados pueden hacer reversibles los procesos de exclusión.
b.- Es relacional, de relaciones construidas en el acceso desigual a los recursos con el
resto de la sociedad, es decir, de carencia de relaciones de ciudadanía.
c.- Es multidimensional, pues no contempla una sola dimensión como conductora de
los procesos de vulnerabilidad y exclusión, sino diferentes aspectos del desarrollo
humano Las dimensiones que componen la exclusión social son:
1.- La escasez económica, caracterizada por falta de ingresos suficientes o ausencia de
los mismos. Está muy relacionada con el acceso al empleo y al mercado laboral, puesto
que un trabajo estable, seguro y remunerado es un pilar básico de integración. Por tanto,
el desempleo de larga duración o la inseguridad en el trabajo son elementos que generan

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vulnerabilidad y exclusión, ya que niegan, entre otros aspectos, el acceso a sistemas de
protección. Los ingresos suficientes son además una garantía de consumo de bienes y
servicios y por tanto de acceso a recursos, entre los principales la vivienda.
2.- Las privaciones sociales, cuya pérdida principal son los lazos familiares y las
relaciones sociales. La familia es fuente de apoyo en los momentos críticos de ausencia
de recursos, de cuidados ante la pérdida de salud, de afectividad y de formación de la
identidad. Es decir, las redes sociales y familiares permiten afrontar las adversidades y
cubrir muchas necesidades vitales, permitiendo compartir conocimientos,
interrelaciones e intercambio, intereses y afecto. Pero fundamentalmente evita el
aislamiento y hace del ser humano un ser social.
3.- La ausencia en la participación política, que puede conllevar ausencia de poder,
de toma de decisiones tanto individuales como colectivas, de libertad, de derecho a
ejercer el voto, o de protección de la justicia y de la legislación. Es decir, de vivir en
condiciones de ciudadanos con derechos y deberes.
4.- Las privaciones en los aspectos culturales y educativos, que pueden conllevar
menor capacidad para afrontar sus necesidades y menor autonomía para conseguirlas.
Disponer de adecuados niveles de instrucción, información, formación y conocimiento
constituye un importante factor de protección.
Estas dimensiones se interrelacionan entre sí, puesto que una única dimensión no
satisface las necesidades de las personas, grupos o comunidades. La acumulación de
carencias en cada una de estas dimensiones genera una privación múltiple que limita las
posibilidades de desarrollo y las salidas de la exclusión.
La exclusión social se muestra de forma diferente en cada sociedad y estado,
determinada por las estructuras sociales, políticas y económicas en cada uno de ellos.
Por otra parte, se relaciona con otros factores que pueden aumentar la vulnerabilidad
hacia la exclusión como son la edad, el sexo y el género, y la etnicidad. En la medida
que los estados fortalezcan y crezcan sus sistemas de protección y seguridad y eliminen
las actuaciones segregacionistas en el acceso a los recursos, reducirán la vulnerabilidad
y la exclusión social en sus sociedades. ¿Quiénes viven los procesos de exclusión
social?
El 17% de los europeos, alrededor de 85 millones de personas, carecen de los recursos
necesarios para cubrir sus necesidades básicas, en una de las zonas más ricas del planeta
(EUROSTAT, 2010). Sin embargo, esta proporción puede ser mucho mayor si se
contabilizan las personas y grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad
hacia la exclusión social. Diversos estudios han puesto de relieve una serie de
situaciones o circunstancias que viven personas o grupos con mayores probabilidades de
vulnerabilidad a la exclusión social, o que ya viven un proceso de exclusión social
(Raya, 2004). Sin ánimo de ser exhaustivos, podemos destacar como colectivos
principales los siguientes:
a.- Las situaciones de precariedad laboral, desempleo de larga duración o jubilados
anticipadamente, los trabajadores en empleos inestables, temporales, con baja
remuneración y gran desprotección social.

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b.- Las familias monoparentales, especialmente las mujeres con la responsabilidad
familiar no compartida, con personas dependientes ancianas, discapacitadas o con
enfermedad.
c.- Las personas mayores que se encuentran aisladas, sin familia o sin apoyos de ésta.
d.- Las personas con drogodependencias, discapacidad psíquica o con escasa salud
aisladas socialmente.
e.- Las personas y familias sin hogar, o con viviendas con alto grado de precariedad y
sin acceso a los sistemas de protección.
f.- Las personas convictas o ex convictas, que están aisladas de sus familias, sin apoyo
social para lograr una reinserción social, así como todas las personas que están recluidas
en instituciones habiendo perdido los lazos familiares.
g.- Las personas que ejercen la prostitución, que quisieran dejarlo y no encuentran
alternativas viables, así como aquellas que son víctimas del tráfico de mujeres con fines
de explotación sexual.
h.- Minorías étnicas, con acceso desigual a los recursos sociales, y en muchas ocasiones
segregadas y estigmatizadas, como puede ser el caso de los gitanos y gitanas.
i.- Las personas inmigrantes, especialmente las que se encuentran en situación irregular,
viviendo situaciones de precariedad en todas las esferas vitales.
j.- Las mujeres y niños víctimas de la violencia física, sexual o psicológica, que sufren
la agresión continúan del maltratador.
Estos colectivos de personas no se encuentran en una situación estática de
vulnerabilidad o exclusión social, sino que tienen reducidas sus posibilidades de
participación como ciudadanos y pueden cambiar. En la medida que las intervenciones
sociales sean preventivas y reparadoras, y no paliativas y reproductoras.
EL NUEVO ROSTRO DEL PERÚ
En el siglo XVI se señala el encuentro de dos realidades distintas: la andina y la
hispana, como un choque que supuso “una relación de dominación-subordinación entre
dos culturas”. Sin embargo, también señala que el proceso de colonización también
significa el primer paso hacia una identidad peruana y ya no exclusivamente indígena.
El desplazamiento de la cultura indígena y la imposición del modelo hispánico no
implico la desaparición de la primera, más bien se indica que fue un pacto en silencio
que mantuvo vigente las estructuras de relación de lo andino frente a lo hispano. “El
régimen colonial promovió sin embargo, dentro de la contradicción, una unidad que la
Republica posterior fue incapaz de reforzar. El estado colonial no era un gobierno
legítimo pero era un ente omnipresente que cumplía su rol director y organizador de la
sociedad”.
A manera de antecedentes, JOSÉ MATOS MAR hace una referencia que durante los
procesos de colonización e independización, que utilizó el sistema de subordinación de
lo indígena en su propio beneficio. La República criolla conservó el Estado servil no
transformó la economía del país sólo se produjo un simple cambio en el Poder: al

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gobierno español, le sucedió el gobierno de la aristocracia terrateniente, encomenderos,
comerciantes, y profesionales criollos. Gamaliel Churata había escrito que el gobierno
era el primer gamonal. El gamonalismo a su vez, recurría a la violencia, al terror en el
despojo de sus tierras a las comunidades o parcialidades campesinas que por derecho
ancestral les pertenece para agrandar los linderos de sus haciendas. Era el fenómeno
hegemonizador de casi todos los aspectos de la vida económica, social, política,
ideológica y cultural. La aristocracia empuñó el poder, sin ningún concepto de Estado
de derecho, de democracia, de separación de poderes, de partidos políticos, sin ninguna
visión política, ni concepto de propiedad ni de economía. La imagen que el mundo tuvo
de Perú fue la de un país pobre, el cual sólo tenía un motivo para visitar: Machu Picchu
y lago Titicaca. Es en la década de 1960 que se produce el primer desborde popular
encabezado por Hugo Blanco y Luis La Puente Uceda (MIR). Debido a que la
decadencia del sector agropecuario, produce huelgas y manifestaciones contra los
terratenientes. Surgen voces de reclamo. Sobre todo, el de la Reforma Agraria. Las
instituciones políticas que mantenían sus estructuras casi intactas desde el siglo XIX
entran en crisis ya que no puede controlar las fuerzas emergentes. El gobierno militar
del Gral. Juan Velasco Alvarado busco aprovechar la oportunidad de representar los
reclamos populares, de llevar a cabo reformas ansiadas: “Reforma Agraria, 17716, el
reconocimiento de la diversidad cultural y la oficialización del quechua”. Sin embargo,
los militares durante la primera etapa del gobierno se alejaron del clamor popular
marcando distancia del discurso político y las acciones llevadas a cabo. El segundo
momento del gobierno militar con el felón Francisco Morales Bermúdez buscó más bien
deshacer las reformas impuestas y el retorno a la democracia con un costo económico
alto: se incrementó la deuda externa y la banca privada recupero su poder. Por otro lado,
los partidos políticos tradicionales (PAP, AP y la izquierda) no convencieron a los
diversos sectores populares. Todos estos fenómenos sociales ubicaban al país en una
situación compleja en su realidad de país tercermundista, subdesarrollado. Para el Perú
durante este periodo el gobierno militar fue el impulsor de los cambios ansiados por el
sector popular o marginal, llegando a un punto de maltrato frente al sector más
acomodado. El gobierno militar tuvo dos periodos: 1968 – 1975 y 1975 – 1980. Cada
uno con características y políticas específicas. En el ámbito social y económico se
expone como el rostro del país ha cambiado ya que las migraciones de pobladores de los
andes a las ciudades costeñas son cada vez más comunes debido a la búsqueda de
mejores servicios y atenciones del estado que no recibían en sus localidades Tan similar
que en los actuales momentos que nos gobierna los neoliberales pragmáticos lacayos
serviles del imperialismo donde la economía y la corrupción han glorificado el supuesto
de la motivación egoísta, extendiéndolo a todas las acciones económicas corruptas. La
búsqueda del interés propio o del clan-el arquetipo del agente egoísta el “el homo
economicus” habrá de moverse por egoísmo y por otros objetivos según sea el caso. El
Estado, para ellos, no significa nada propio, porque ellos son ciudadanos del mundo
globalizado; estos gobiernos neoliberales: Fujimori, Toledo, García, Humala, PPK, son
apátridas sin identidad nacional, traidores a la patria, lobistas, pero que manejan al Perú
como su feudo y al pueblo como sus siervos cholitos. También son propietarios de
partidos políticos que son nuevas formas de tiendas comerciales donde se venden cargos
burocráticos, puestos congresales, donde todo es bamba desde la declaración de hojas de
vida, falsificación de certificados de estudio, títulos, grados y lo manejan para sus
beneficios personales o del clan corruptamente. La falta de unidad como nación y la
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falta de una identidad, siendo esta una de las causas fundamentales de la crisis del Perú
Republicano, sentenciando que será aún un problema no resuelto: “al no haberse
encontrado una fórmula de síntesis ecuánime que forjase un continuo entre la herencia
andina y la herencia colonial, la deuda histórica del siglo XIX deviene en tarea
prioritaria para el Perú del siglo XXI”. Nos revela la nueva cara o faceta de la sociedad
peruana, una sociedad que a 1980 representa las ¾ partes de la población nacional, una
sociedad que a dejado el campo o la vida rural y a migrado a las capitales de
departamento, a las costas del país, o a la ciudad de Lima, que de por sí representa un
porcentaje significativo de la población. Pero esta población ha cambiado, no es la
misma de la primera mitad del siglo XX. Como antecedente de este cambio, el autor
explica la existencia de una crisis económica nacional, vinculada a la subordinación al
sistema financiero. La respuesta del Estado a esta crisis fue el incremento del control
burocrático sobre la industria, comercio y trabajo, generándose un Estado mucho más
inoperante. Frente a esta situación, estos sectores económicos (industrial, comercial y
trabajo) escapan hacia márgenes de la legalidad, produciéndose una economía popular
llamada “informal”.
En tal sentido, se han ido formando dos circuitos económicos: uno oficial constituido
por el universo registrado de personas que operan en el comercio, la producción,
transporte, servicios al amparo de leyes; y otro, contestatario y popular, en el que opera
un universo de empresas y actividades no registradas, que se mueven fuera de la
legalidad o en sus fronteras, frecuentemente adaptando al nuevo medio las estrategias,
normas, costumbres de la sociedad andina y desarrollando creativamente sus propias
reglas de juego.
Al hacerse más rígido el mercado oficia de trabajo, los sectores populares tienden a
crear el suyo fuera de este ámbito. Y paralelamente se han creado condiciones para
respuestas regionales populares en protesta por la ineptitud estatal. De tal forma, que el
divorcio entre el Estado y la Sociedad que se generó en la década de 1950, ha dado
lugar a un sistema de relaciones que se opone a la formalidad, amplio y masivo. Esta
realidad nos presenta a dos sistemas antagónicos, por un lado el Estado sin planes y
proyectos y por otro lado, la contestación de sectores populares. Más aún, la ausencia de
un proceso de industrialización ha precipitado la descomposición de las estructuras
económicas, sociales y culturales del país.
Además, advirtió que este sistema generó una persistente discriminación entre el
indígena y el europeo, posteriormente entre el serrano y el costeño, indio y criollo, entre
lo rural y urbano. Ya en el siglo XX, los principales antecedentes son: (i) en el campo
político, se genera una búsqueda de un Estado Nación en la década de 1920, que aterriza
en la creación de partidos políticos radicales de izquierda y derecha (APRA, PCP, PSP
y DR, Unión Revolucionaria) que se conecta con los gremios obreros, naciendo el
populismo; sin embargo, en la década de 1960 se generan acciones guerrilleras que
conmocionan la institucionalidad política, así como los posteriores gobiernos militares.
(ii) en el campo social, refiere que en la primera mitad del siglo XX el ingreso de
nuevas ideas y costumbres al mundo rural fue lento, sumado al pobre avance de los
medios masivos de información. Sin embargo, en la década de 1950 se generó un
elemento central que caracteriza a la sociedad actual: la concentración de grandes
contingentes de migrante en Lima, generando en un nuevo tipo de asentamiento urbano

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denominado barriada. (iii) en el campo económico, es un periodo marcado por el
desarrollo de la actividad económica en 03 campos principales: minería, agroindustria y
comercio; que a la vez es impulsado por la construcción de vías de comunicación que
cruzan el país de norte a sur, y también por vías de penetración. Si bien se generaron
movimientos de reforma agraria, estos se quedaron como “demandas” antes que como
políticas de estado. El autor denuncia la falta de unidad como nación y la falta de una
identidad, siendo esta una de las causas fundamentales de la crisis del Perú
Republicano, sentenciando que será aún un problema no resuelto: “al no haberse
encontrado una fórmula de síntesis ecuánime que forjase un continuo entre la herencia
andina y la herencia colonial, la deuda histórica del siglo XIX deviene en tarea
prioritaria para el Perú del siglo XX.
DIVERSIDAD CULTURAL EN EL PERÚ
La diversidad cultural refleja la multiplicidad e interacción de las culturas que coexisten
en el mundo y que, por ende, forman parte del patrimonio común de la humanidad. La
diversidad cultural se manifiesta por la diversidad del lenguaje, de las creencias
religiosas, de las prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en la música, en la
estructura social, en la selección de los cultivos, en la dieta y en todo número concebible
de otros atributos de la sociedad humana. La diversidad cultural en el Perú favorece el
desarrollo del país debido a las características que presenta como recursos étnicos,
sociales, tradiciones, regiones, fauna, flora y paisajísticos. Todo esto hace que el Perú
este en los ojos del mundo y atraiga la atención de muchos turistas, empresarios
importantes y gobernantes de grandes naciones que ven una gran posibilidad de
comercialización y convenios.
La diversidad cultural en el Perú se divide en tres sectores bien definidos. La cultura
occidental está presente principalmente en la costa y las grandes ciudades, con ideas y
costumbres propias de la persona occidental. Otro sector es la andina en la sierra del
país con una región, sociedades y cultura diferentes costumbres, medios económicos y
actividades. La selva es el último sector, con muchas etnias y comunidades repartidas a
lo largo del vasto territorio de la selva peruana.
A lo largo de la historia han ingresado al país varias colonias de Europa y Asia que han
formado comunidades con diferentes culturas, razas, rasgos, carácter, modos de pensar
y convivencias que se han mezclado a lo largo de los años con los peruanos nativos y
antiguos españoles que llegaron al Perú formando una diversidad de unión de razas y
culturas impresionantes. Algunas de estas colonias siguen existiendo hasta la actualidad
en nuestro país, en forma de pueblos muy apegados a sus orígenes.
Hablar sobre la diversidad cultural en el Perú, es muy importante porque ayuda a los
peruanos a identificar nuestra riqueza en diversidad étnica, social, regional, dando como
resultado que el Perú este en los ojos de turistas y empresarios y que haya la posibilidad
de comerciar y se aumente la economía con las visitas turísticas. También nos parece
importante porque nos ayuda a que no discriminemos a los pobladores de otras regiones
por su color de piel, lengua, economía, cultura y los aceptemos y podamos vivir en
respeto y armonía. Si uno se pone a analizar donde vive, identificando su entorno más
allá de su casa, su distrito o por donde transita, te puedes dar cuanta fácilmente que hay
diferentes culturas aparte de la tuya eso se puede percibir en el modo de hablar, el color

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de piel, comidas, creencias, pero ¿Cómo ocurrió esto?. A lo largo de la historia han
ingresado al país varias colonias de Europa y Asia que han formado comunidades con
diferentes culturas, razas, rasgos, carácter, modos de pensar y convivencias que se han
mezclado a lo largo de los años con los peruanos nativos y antiguos españoles que
llegaron al Perú formando una diversidad de unión de razas y culturas impresionantes.
Algunas de estas colonias siguen existiendo hasta la actualidad en nuestro país, en
forma de pueblos muy apegados a sus orígenes. En el Perú hay muchas manifestaciones
de diversidad cultural que se muestran en sus diferentes regiones, provincias y
comunidades, tal como apreciamos en el video anterior y a los cuales podemos
clasificarlos en:
• Danza: la diversidad de danzas existentes en el Perú proviene de la combinación de
las culturas prehispánicas, española y africana.
• Fiestas religiosas: Cada pueblo celebra sus fiestas religiosas con sus ritos, su música.
• Artesanía: Es una producción rica y diversa en todo el Perú, ya que recoge la historia
y los recursos de las regiones.
• Gastronomía: tiene una gran diversidad de recursos naturales que a lo largo de la
historia se han ido combinando, por su variedad ha alcanzado un desarrollo notable, por
lo que es reconocido en el mundo entero.
La diversidad cultural en el Perú genera la llegada de millones de turistas por año, y esto
trae con sigo ingresos económicos, lo cual favorece inmensamente nuestra economía.
Nuestra inmensa diversidad permite que cada año la llegada de extranjeros sea mayor y
a la vez permite que se generen muchos puestos de trabajo. Nuestra diversidad al ser
una de las más variadas en todo el planeta hace que seamos reconocidos
internacionalmente por mágicas danzas con coloridos vestuarios, música y ritmos
antiguos, peregrinaciones llenas de fe, simbólicas ofrendas, etc.
Nosotros los peruanos debemos aceptar nuestra diversidad cultural y dejar de
discriminar a otros peruanos que tienen otras costumbres, hablan diferente, no tienen el
mismo aspecto. Para eso tenemos que saber que tenemos un variado mestizaje andino y
que se presenta hasta ahora, y queramos o no es nuestra cultura y debemos comprender
que así es nuestro país y no podemos cambiarlo.
Podemos concluir que en el Perú hay una gran variedad de cultura por las mezclas
raciales que datan desde antes de la conquista hasta nuestros tiempos. La diversidad
ayuda mucho a la economía del país ya que atrae a muchos turistas. La variedad cultural
se hace notar en aspectos como: danza, gastronomía, artesanía y con eso hay que darnos
cuanta en el Perú es el más rico en variedad y hay que estar orgulloso de ello y saber
cómo aprovecharlo. Tenemos que ser respetuosos con las personas con diferentes
cultural ya que al final somos hermanos, somos peruanos.
A pesar de ser un país pluricultural, existe mucho racismo en el Perú. La discriminación
racial no es una novedad. Es una consecuencia de un largo proceso que ha durado
siglos, en los que se excluye a un sector de la población sobre la base de su etnia y se
menosprecia sus manifestaciones culturales. Al revisar nuestra historia, entendemos
cómo las decisiones políticas se han tomado a partir de una exclusión de la población de

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etnias diferentes a la blanca (andina, amazónica, negra y otras). En 1821, el año en que
se declaró la independencia, se oficializó como idioma nacional el castellano, a pesar de
que solo lo hablaba el 10% de la población, lo que señalaba claramente una
independencia solo para la elite. Del mismo modo, las comunidades indígenas fueron
desapareciendo, dejando que los hacendados tomaran sus tierras, empujándolos a una
especie de sistema feudal y paternalista. Las diferencias se abismaban cuando se les
negó participación política a los indígenas. Solo los hacendados, relacionados
directamente con la oligarquía, tenían acceso a los asuntos del poder. En la migración
europea, el panorama no cambio: los migrantes fueron absorbidos por las familias
criollas, incorporándolos a sus prejuicios. A lo largo del siglo XX, hubo cambios en la
sociedad peruana al convertirse en un país centralista. Esto generó la sobrepoblación de
Lima, lo que obligo a las autoridades a ejercer ciertas medidas para evitar más
migraciones campo-ciudad (una de ellas se originó entre algunos congresistas, quienes
presentaron la idea de construir un muro o peaje, que obstaculizara la inmigración
andina). De esta manera, el racismo se intensifico en los criollos limeños, quienes se
distanciaron de sus lenguas aborígenes. Personajes importantes desarrollo cultura
peruana.

HISTORIA DE LA DIVERSIDAD CULTURAL PERUANA


La cultura del Perú, es la cultura creada a partir de costumbres, prácticas, códigos,
normas, formas de vida y tradiciones existentes en la sociedad peruana. Es lo que le da
una identidad nacional al Perú. Si damos una mirada a nuestro entorno, encontraremos
que lo que nos rodea, o lo que existe en nuestro país es muy variado, tanto si pensamos
en los climas o paisajes de las diferentes regiones del país, como si atendemos a los
modos de ser y de hablar, a las costumbres, las comidas, etc. de los peruanos.
Diversidad ecológica Al mirar nuestra geografía, para comenzar, podemos contemplar
paisajes distintos, flora y fauna diversa, climas diferentes, etc. El Perú es rico en
microclimas posee 84 de las 101 zonas de vida conocidas en el mundo; es, además, uno
de los cinco países reconocidos como mega diversos en el planeta. En nuestro territorio,
por ejemplo, encontramos 1701 especies de aves y 34 de primates; ambas cifras nos
colocan, respectivamente, en el segundo lugar a nivel mundial. Pasemos ahora a lo que
ocurre con las personas, es decir a la diversidad cultural peruana. Nuestra realidad
lingüística, aunque por lo general no tenemos una idea completa de ella es bastante
compleja: en el Perú se hablan aproximadamente 45 lenguas distintas, distribuidas en
unas 19 familias lingüísticas. Diversidad étnica Si nos remontamos a tiempos anteriores,
es posible percibir que la diversidad étnica o cultural peruana tiene sus raíces en las
diversas matrices o ejes étnicos que – si bien con el tiempo han atravesado una serie de
procesos de transformación e interpretación- pueden reconocerse en el país, desde los
prehispánicos ejes andinos y amazónicos, hasta los llegados con y luego del proceso de
conquista y colonización española de nuestro territorio. La complejidad étnica, sin
embargo, no termina allí, por dos razones fundamentalmente: la primera es que
mencionar las matrices por separado podría dar la idea de la existencia autónoma y
aislada de cada una de ellas, lo que, como ya mencionamos es irreal. La segunda razón
se basa en que cada una de estas matrices es, a su vez, diversa. Lo propio y lo ajeno en
el Perú de hoy y la identidad multicultural peruana Las culturas son dinámicas y tienden

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a la transformación; incorporan siempre elementos nuevos, que toman inicialmente
prestados y los hacen propios Lo propio, en este sentido, no es necesariamente lo
autóctono, sino también lo que se integra- en una relación productiva- a lo que en el
núcleo cultural existe. Así como la guitarra española se hizo parte de la música andina,
podemos encontrar múltiples ejemplos en la música, en las comidas, en nuestros
maneras de ver el mundo, en la tecnología, en nuestras maneras de ver el mundo, en la
tecnología, en nuestros modos de establecer validez moral, etc. que no son originarios
de nuestra tierra y que, sin embargo, consideramos hoy como auténticamente peruanos.
La cultura peruana siempre ha presentado características especiales, entre las que se
pueden mencionar las siguientes:
Se ha desarrollado en un medio geográfico difícil, por lo que el hombre ha tenido que
esforzarse y hacer uso de su creatividad para dominar ese espacio, formando sociedades
y culturas regionales.
Es un proceso que ha venido dándose a través de los milenios, desde los albores de la
civilización andina, y aunque ha sufrido la irrupción violenta de la civilización
occidental en el siglo XVI, ha continuado desarrollándose de manera continua, sin
paréntesis, intentando mantener una unidad.
Contiene valores y legados culturales que se mantienen a través del tiempo. De la
civilización andina podemos mencionar: el dominio de la naturaleza, la unidad política,
la misión civilizadora, el espíritu de justicia social y la dignidad imperial. De la herencia
española destaca: la idea de la persona humana, el cabildo, el estado de derecho, el
idioma, la concepción cristiana de la vida. De la etapa republicana: la independencia, la
libertad política, la soberanía, la concepción democrática del Estado, la idea de una vida
más digna, por obra de la educación y la técnica al servicio del bien común, la idea de
una distribución más equitativa de la riqueza, etc.
Hay una constante fusión de las realidades culturales existentes, así como las que
continúan llegando de fuera, y tiende así siempre hacia el mestizaje cultural.
CULTURA PREHISPÁNICA
Pirámides de 5000 años en Caral. Patrimonio Común de la Humanidad.
La civilización andina, que se desarrolló en el actual territorio peruano, se fue forjando
desde hacía quince mil años, con la llegada de los primeros hombres a esta parte del
mundo. Estos se hallaban en la etapa del paleolítico superior y fue exclusivamente a su
esfuerzo, sin influencia foránea, que pudieron escalar paulatinamente hacia la alta
cultura. Los restos culturales de los primeros cazadores-recolectores han sido hallados
en Guitarrero I, Piquimachay, Chivateros (taller lítico), Toquepala (pinturas rupestres),
Paiján (puntas líticas). Los primeros vestigios de cultivos agrícolas se hallan en
Nanchoc (calabaza y zapallo loche) y Guitarrero I (frijoles y pallares), de hace 6000
a.C. Otras plantas que se empiezan a cultivar son el camote, el achiote, la quinua. La
papa y el maíz son cultivos más tardíos. Los restos de la primera aldea de pescadores se
hallaron en Santo Domingo de Paracas; de los primeros camélidos domesticados, en
Telarmachay; y de los primeros cuyes domesticados, en Piquimachay. El primer textil
se halló en Huaca Prieta.

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La civilización o alta cultura propiamente dicha surge hacia el 3200 a.C. con la
aparición de la civilización caral en el Norte Chico peruano y cuyo centro fue la ciudad
sagrada de Caral y su ciudad pesquera, El Áspero. Caral fue contemporánea de otras
grandes civilizaciones como las de China, Egipto, India y Mesopotamia. Se trata, pues,
de uno de los pocos centros irradiadores de civilización en el mundo por su antigüedad
(al menos 5000 años); así como el único en el hemisferio austral. Caral floreció durante
más de mil años; entre sus ruinas se han hallado el primer quipu, instrumentos
musicales, estatuillas de arcilla, entre otros restos culturales. Contemporánea a ella
fueron otros centros como Bandurria, Kotosh (templo de las manos cruzadas), Sechín
Bajo, Cerro Sechín, La Galgada, Las Haldas y El Paraíso.
Caral desapareció hacia 1800 a.C. pero su legado cultural se mantuvo, continuando así
el proceso de la civilización andina. Surgieron otros centros culturales en el actual Perú,
como Cupisnique, Pacopampa, Kuntur Wasi, Garagay y Chavín de Huántar. Hacia el
900 a.C. la cultura chavín prevaleció sobre las demás, hasta que hacia 200 a.C. decayó
su influencia y se incentivó el desarrollo de Estados más amplios en la base de nuevas
culturas locales como Mochica, Lima, Nazca, Wari y Tiahuanaco. Los Wari formaron el
primer imperio panandino del que se tiene certeza, con centro en la ciudad de Wari,
cerca de la actual Ayacucho.
Con la decadencia de Wari y Tiahuanaco hacia fines del siglo IX se reactivó la
producción cultural regionalista, como Chimú, Lambayeque, Cajamarca, Chachapoyas,
Chincha, Chanca, Huanca, Chancay y los quechuas o incas del Cuzco. Estos últimos,
tras pasar sucesivamente por las etapas de señorío local y confederación quechua, en el
siglo XV formaron el Imperio inca, que se anexó todos los pueblos andinos entre los
ríos Maule y Ancasmayo, alcanzando un área cercana a los 3.000.000 km², hoy ubicada
en los territorios de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile.
La civilización incaica fue la cúspide de la cultura andina, la síntesis de todas las
culturas preincas. Lo que los incas hicieron fue asimilar y desarrollar todas las
influencias culturales del territorio que dominaron. Su mérito principal fue crear un
Estado imperial cuyo fin era la unificación del mundo andino, pero cuya consolidación
definitiva se vio truncada por la invasión española. Sin embargo, la cultura andina ha
seguido su propio curso y ha llegado hasta la actualidad; prueba de ello están las
comunidades indígenas, las modalidades alimenticias, los idiomas (quechua, aimara),
etc.
LA INFLUENCIA HISPÁNICA
En el siglo XVI, las tropas de Francisco Pizarro, con el apoyo de muchos pueblos o
etnias gobernados por los incas, conquistaron este imperio para España. En 1542, se
estableció el Virreinato del Perú, que en un inicio abarcó un territorio desde lo que hoy
es Panamá hasta el extremo sur del continente. El imperio español significó para el Perú
una profunda transformación social y económica. Se implantó un sistema mercantilista,
sostenido por la minería de la plata, el monopolio comercial y la explotación del pueblo
llano indígena. La “Civilización Occidental” o cultura europea, colonial, sojuzgadora
arrastraron al indio, al hombre andino por el mundo de la esclavitud, de la servidumbre
por el sendero de la ignorancia y la miopía; la explotación del hombre blanco a los
andinos originarios, de la persecución con la espada y la cruz, con una ideología

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alienante, domesticador a lo largo de tres siglos con una privatización generalizada de la
vida económica y la destrucción del sistema económico comunitario de un modelo
comunitario solidario y recíproco en la producción y productividad agropecuaria, de un
principio de absoluta igualdad: igualdad de la tierra, igualdad de derechos y deberes
económicos, igualdad en la manera de vivir, igualdad en la forma de vida y en el deber
de trabajar y, sobre todo “igualdad ante la ley”. La estructura social del sistema del ayllu
primitivo estuvo determinada, por las condiciones de la producción de los bienes
materiales. Por tanto, el desarrollo de las fuerzas productivas del ayllu condicionaba
todo el curso de las relaciones productivas de la sociedad comunal. y/o comunitaria la
cual ha sido destruida y el indio crucificado.
En el aspecto social, los españoles instauraron una sociedad dividida en estamentos o
clases sociales, diferenciada por el linaje y la raza. En el aspecto cultural, introdujeron
los estilos artísticos que imperaban en Europa, pero los mestizos los asimilaron hasta
convertirlos en arte propio. El artista peruano captó modelos e imprimió sus propias
características. Las letras también fueron el reflejo de las escuelas literarias que se
daban en Europa, pero hubo literatos nacidos en el Perú que bajo ese influjo destacaron
creando peculiares obras maestras, como el Inca Garcilaso de la Vega, Juan Espinoza
Medrano, Pedro Peralta y Barnuevo, entre otros. El virreinato después de 1780, como
sistema económico, como sistema social, y como poder estatal-político quedó
totalmente maltrecho. La consiguiente guerra de la independencia por la vida con
libertad como valor supremo de la dignidad humana-indo americana que en el Perú se
selló con la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824 al mando del General José
Antonio de Sucre; dando por resultado la aparición de la republíqueta democrática,
“independiente, libre y soberana”; una república criolla, con una burguesía enclenque
con esclavos indios. El Perú nunca fue nacionalista ni popular, tampoco fue democrático
ni soberano; en la práctica fue una democracia de papel hipotecada al libre mercado
donde el libre mercado es el sumo pontífice y como la única vía para superar los
abismales disparidades y fracturas sociales, donde la persona se pierde en las
significaciones que le son dadas, en la inautenticidad, en impersonal que carece de
originalidad, en infrahumano. Las luchas se han desarrollado durante toda la vida
colonial quienes han regado con su sangre la aroma de la libertad y de soberanía
nacional; quienes han hecho crecer la cordillera con sus cuerpos cadavéricos para que
los criollos no puedan llegar allí, así, tenemos a los movimientos mesiánicos de Taki
Onkoy y el movimiento naturista de Yanahuara, como la de Juan Chocne acompañada
de dos mujeres a quienes llamaron “Virgen María” y “María Magdalena”, líderes del
estallido mesiánico como en Antabamba (1591) “Moro Onqoy”, en Vilcas (1616)
“Santiago”, Manco II, hermano de Huáscar, que puso en aprieto a los hueste de
Francisco Pizarro, Sairi Túpac, Titu Cusi Túpac Amaru I, Andrés Ignacio Cacma
Condori, José Orco Huaranca continuaron hostilizando a blancos-españoles; el de Juan
Santos Atahualpa Apo Inca, de Manco Inca, Francisco Inca, Pedro de los Santos, Juan
Vélez de Córdova que se alza en Villa de Oruro; sublevación de la población indígena
de Huaruchirí al mando de Francisco Inca, José Gabriel Túpac Amaru Inca que es
traicionado por los criollos quienes se plegaron a los españoles en el momento de la
revolución, en 1780, y lo dejan sólo con la masa indígena; su esposa Micaela Bastidas,
Diego Cristóbal Túpac Amaru, Tomás Parvita, de Pedro Vilcapaza, Tomás Catari,
Tomás Acho, Dámaso Catari, Julián Apasa más conocido como Túpac Catari; José

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Gabriel Aguilar, Manuel Ubalde, Toribio Ara, de Mariano melgar, de Emiliano
Huamantina; Pascual Quelopana, las heroínas que lucharon al lado de sus esposos como
Micaela Bastidas, Manuela Copa Condori, Bertolina Ciza, María Parado de Bellido;
estos luchadores y luchadoras sociales muertos físicamente, pues, siguieran regresando
espiritualmente y regresando infinitamente con el objeto de cumplir y sellar su sueño, su
ideal libertario, su soberanía como Estado.
A partir de fines del siglo XVI e inicios del XVII, el poder virreinal se vio lentamente
debilitado por el contrabando comercial y la insurgencia separatista, primeramente
indígena (como la de Túpac Amaru II-revolución nacionalista) y posteriormente
también criolla. Sin embargo, en los últimos años estas fueron fuertemente reprimidas,
por lo que ninguna logró su objetivo último. Hay que destacar que en el siglo XVIII ya
existía la conciencia de ser patriota; esto se evidencia a través de la carta dirigida a los
españoles americanos por Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, y escritores e ideólogos
como José Eusebio de Llano Zapata, José Baquíjano y Carrillo, Hipólito Unanue,
Toribio Rodríguez de Mendoza y periódicos como el Mercurio Peruano dirigido por el
mismo virrey Abascal. También sabios y científicos como Jorge Juan, Antonio de
Ulloa, Tadeo Haenke y Alexander von Humboldt divulgaron la riqueza y la gente del
Perú.
DESARROLLO DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ
La independencia fue conquistada por los descendientes de los colonizadores españoles,
por los criollos, los blancos para su beneficio de clase, a los que los denominaba
españoles americanos o criollos; se inicia la vida republicana criolla de las maniobras
ideológicas: mentiras y falsedades, corrupción, donde la idea de patria libre para los
montoneros e indígenas significan odio, olvido, exclusión, marginación, ruina,
sacrificio, a su vez es miseria, hambre, desolación. La patria libre para el pueblo andino
es el plomo, las balas asesinas, el sable y la bayoneta cuando osan pedir un pedazo de
pan, cuando luchan por la libertad, por la defensa de sus tierras y recursos naturales, por
la no contaminación del medio ambiente, cuando luchan por una vida digna, por la
justicia. Son reducidos al violento silencio, a la muerte, a la isla en que se pudren un sin
número de indígenas y demás clases sociales arrojados allí por sospechosos o por
venganza. Sus movimientos y luchas criminalizados. La independencia no es para los
pueblos originarios, para los indígenas quienes son considerados parias extranjeros sin
patria en nuestra propia patria. Los mestizos, los cholos blancos que negaron su
identidad, su historia autóctona como Pedro que negó a Jesús tres veces antes de que
cante el gallo, se hicieron compadres de los criollos. De allí que éstos tengan un corazón
y una tradición cultural euro centrista, un espíritu occidentalistas, una admiración por lo
extranjero-esclavos, siervos, pongos de los blancos con una mentalidad enajenada,
alienada, vendida lo que le permitió y permite al país estar muy familiarizado con la
cultura occidental, con lo extranjero, con su derecho positivo greco-romano. Es estar de
espaldas a la realidad peruana, no tener identidad, no tienen amor por la patria, no tienen
sentimiento nacionalista.
Hoy en día el discurso de la globalización es una de las banderas de los políticos, de los
académicos de la burguesía, es la más socorrida, la más utilizada para quienes,
consientes o no de ello, propician la implantación de estas ideas que es uno de los temas

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centrales e imprescindibles del presente siglo XXI. Tanto los científicos como los
académicos los políticos han hecho de la globalización parte de su discurso para
referirse a los problemas relacionados con la sustentabilidad y el desarrollo económico
nacional o mundial. El tema central de los problemas socioeconómicos del Perú en el
mercado internacional tiene que ver con la denominada “globalización” y los cambios
sociales, familiares, económicos, culturales, regionales que se desprenden de las nuevas
circunstancias mundiales. Sobre, el análisis que desde distintos ángulos pretenden dar
cuenta las problemáticas que presentan las construcciones teóricas, las economías
nacionales, las familias y las regiones en la globalización. La "economía social de
mercado” tiene como fundamentos, a) la absoluta libertad de precios en el mercado
interno, b) la vuelta al libre comercio con el exterior y c) la búsqueda del cautelamiento
de la espiral inflacionaria. Los únicos mecanismos de control público que se establecen
son los de carácter monetario (disminución del dinero circulante para detener la
inflación y revaluación monetaria), de acuerdo con esta teoría de la globalización
neoliberal no se ha resuelto los problemas del deterioro del mercado interno, pobreza, la
escasez de inversión y la baja calidad de vida, la dimensión política-administrativa de la
descentralización, Estado concebido como populista, como proveedor de servicios, la
ineficiencia del gasto público, la corrupción, privatización y concesiones,
contaminación ambiental, sobrexplotación de recursos. La globalización es un proceso
económico, tecnológico, político, social, empresarial y cultural a escala mundial que
consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del
mundo uniendo sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de
transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La
globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido
principalmente por la sociedad capitalista, y que han abierto sus puertas a la exportación
del capital financiero y la revolución informática, llegando a un nivel considerable de
liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y
económico nacional, y en sus relaciones nacionales e internacionales. La globalización
tiene mucha relación con las Nuevas Tecnologías. Ha sido gracias a ellas que el mundo
entero ha podido conectarse en el mismo espacio, eso que todos conocemos como
internet. Este proceso, en un inicio podía parecer perfecto porque simplificaba el
planeta, lo hacía más pequeño y nos ayudaba a entender cómo funciona la injusticia
para intentarla combatir. Parecía que podríamos hermanarnos con los que más sufren y
crear una humanidad compacta que vela para que la gran mayoría de sus representantes
vivan felizmente. La globalización, tal y como se planteó, ha sido un fracaso», y la crisis
es la evidencia. Por eso, hacen falta recetas imaginativas que cambien con un sistema
que ha contribuido a «concentrar el poder económico», que se ha consagrado al
desarrollo tecnológico y al sostenimiento del poder dando la espalda al ser humano. «Y
si la economía no sirve para el progreso del hombre, entonces no sirve para nada». La
globalización no ha servido para facilitar la evolución del tercer mundo por la falta de
«enfoques locales» destinados a mejorar las necesidades concretas de las personas. Por
contra, el poder económico ha aprovechado esa globalización para concentrarse en
pocas manos, y Occidente se ha consagrado «al conocimiento» y el desarrollo
tecnológico, «como si ese progreso se pudiera trasladar al orden político», En realidad
nada ha sucedido como se prometía a priori y actualmente nos encontramos enfrente del
mayor reto desde que empezó la revolución tecnológica: 2017, las elecciones francesas,
Donald Trump, etc. Las Nuevas Tecnologías y la globalización no han conseguido
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corregir el grado flagrante de desigualdades que existen sobre la faz de la tierra; todo lo
contrario, parecería haberlas agravado.
Esto en gran parte se debe a que las clases dominantes, esas cuya riqueza es igual a la de
3.000 millones de personas, se han hecho con los beneficios de las Nuevas Tecnología
mientras han externalizado los problemas que éstas generan. Lo mismo ha ocurrido con
la globalización. Si este concepto se refiere a la posibilidad de podernos mover
libremente por el mundo, algo queda claro, lo único que goza de plena capacidad para
viajar es el dinero que se mueve en las grandes bolsas de todo el planeta.
PROCLAMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA.- La emancipación peruana del
dominio político español forma parte de un proceso más amplio que se dio en todo el
mundo hispanoamericano a principios del siglo XIX. La independencia del Perú fue una
obra conjunta de precursores y próceres, locales y foráneos, con la decisiva ayuda del
pueblo. Hay autores que remontan el inicio del proceso emancipador del Perú a la
rebelión de Túpac Amaru II de 1780-1781. Sea como fuese, la etapa final empezó en
1820, con la llegada desde Chile de la Expedición Libertadora del Perú dirigida por el
general argentino José de San Martín, que el 21 de julio de 1821 proclamó la
independencia e instauró un nuevo estado: la República del Perú cuyo nombre lo
consigna tácitamente el Acta de Independencia de este país.3 Sin embargo, recién en
1824 el general venezolano Simón Bolívar logró expulsar definitivamente las tropas
realistas afincadas en la sierra sur tras las batallas de Junín y Ayacucho.
Dos temas fundamentales dominaron los inicios del naciente Estado peruano:
conservadores y liberales en la búsqueda de un sistema; monárquico o republicano
propio de gobierno y la determinación de su territorio. El primero se definió con el
triunfo de los republicanos (Bolívar) sobre los monarquistas (San Martín); en el
segundo caso determinación del territorio se siguió el principio del uti possidetis, según
el cual el territorio debía ser el mismo del Virreinato del Perú de principios del siglo
XIX. Las primeras disputas territoriales se dieron con la Gran Colombia que reclamaba
para sí los territorios peruanos de Tumbes, Jaén y Maynas, pero luego de una guerra sin
resultado definitivo, el asunto se mantuvo en suspenso y solo posteriormente el Ecuador
(una de las tres repúblicas en las que se fraccionó la Gran Colombia) resucitaría los
reclamos.
Los primeros años de independencia se desarrollaron entre luchas caudillescas
organizadas por los militares para alcanzar la Presidencia de la República. En este
contexto, entre 1836 y 1839, se conformó la Confederación Perú-Boliviana, disuelta
luego de la derrota de Yungay contra el Ejército Unido Restaurador. Una nueva guerra
con Bolivia estalló en 1841, y si bien los bolivianos ganaron la batalla de Ingavi e
invadieron el sur peruano, fueron prontamente repelidos por las milicias peruanas en
1842. Este fue un año clave en el que quedó definido el territorio peruano, hasta
entonces bajo la grave amenaza de perder toda su zona sur a favor de Bolivia.
El predominio de los militares en el poder se mantuvo hasta los años 1870, cuando
aparecieron los caudillos civiles, como Manuel Pardo y Lavalle, representando a la
plutocracia peruana, presidente de 1872 a 1876; fundó el partido civil integrada por la
gente acaudalada, rica como son los terratenientes, gamonales, hacendados,
latifundistas, comerciantes, banqueros, abogados, médicos y Nicolás de Piérola,

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dictador de 1879 a 1881, en plena guerra con Chile. Este conflicto, de resultado
calamitoso para el Perú, que significó la destrucción de la capacidad productiva del país
y la pérdida de los territorios salitreros. El estado de caos político-militar favoreció la
implantación de la dictadura de Piérola y encontró excelente oportunidad para malversar
y saquear los fondos destinados a la defensa nacional, y se Proclamó “Protector de la
raza indígena”; marcó el inicio de una nueva etapa en la historia peruana, basado ya no
en la explotación del guano y el salitre sino en otras materias primas como los metales,
el algodón y el azúcar. Dio pase a la Reconstrucción Nacional, resurgiendo el
militarismo en la vida política, hasta 1895, cuando se inició una etapa de predominancia
civil, llamada la República Aristocrática, que abarcaría hasta 1919. Otro caudillo civil,
Augusto B. Leguía, inició entonces otra etapa conocida como el Oncenio, que duró
hasta 1930.
Luego sobrevino una etapa de crisis política, social y económica, “El fin justifica los
medios” Según esta concepción, el gobernante no puede ser honesto por las
obligaciones que conlleva el cargo, pero sí que debe aparentarlo. Desde este punto de
vista, la política no tiene relación con las conductas éticas o morales, y siguiendo la
misma línea, nuestro filósofo justifica comportamientos de los príncipes gobernantes de
su época a la hora de tomar y conservar el poder. Y actualmente lo moral, lo ético, lo
razonable y lo bueno para el hombre es justamente lo contrario. El gran ejercicio de
hipocresía, de egoísmo e individualismo de nuestra casta política “oligarquía politiquera
corrupta”, sumado a las malas prácticas de la prensa, de los periodistas y opinólogos han
contribuido a que pensemos que, efectivamente, de acuerdo con las excusas de ambos
colectivos, hay fines que justifican sus desmanes. Justificamos la corrupción, los
engaños, las exageraciones, las mentiras y las manipulaciones periodísticas porque nos
divierte que se lo hagan al de enfrente. La meritocracia funciona al revés, Periodistas y
políticos lo han hecho tantas veces, y tan descaradamente, uno hace méritos para ser
vapuleado, atizado, atacado, vilipendiado... Nunca para ser premiado. Vemos hoy que
hay fines que sí justifican malas acciones ilícitas, corruptas. Por supuesto, nuestro
problema es que hay tantos fines como ciudadanos viven en este país. Hay hechos que,
por funestos que sean, para muchos quedan autorizados porque van contra quien les cae
mal, por la razón que sea. De esta forma tan primaria, propia de catetos, caemos en la
creencia de que efectivamente, está bien recurrir a medios deplorables, corruptos,
ilícitos para conseguir esos fines que nos benefician o nos dan trabajo. No sé si es una
locura pasajera o una tontería que padecemos en estos tiempos de corrupción,
podredumbre y decadencia moral caracterizada por gobiernos militares y civiles que se
intercalaron a lo largo de cincuenta años. El Gobierno Revolucionario de la Fuerza
Armada de 1968 a 1980, fue un intento de cambiar los viejos moldes de la sociedad
peruana y en muchos sentidos lo logró; no obstante, fracasó en el aspecto económico.
Los gobiernos populistas de la década de 1980-85 con Belaunde Terry (AP); 1985-90
con Alan García APRA) no hicieron sino agravar la economía y no supo contener el
embate del terrorismo de extrema izquierda-SL. El gobierno de Alberto Fujimori (1990-
2000) y su asesor Vladimiro I. Montesinos afrontó la situación orientando la economía
del país al neoliberalismo e implantando la guerra de baja intensidad para enfrentar al
terrorismo (terror con terror y paga el pueblo inocente), dándose auto golpe el 5 de abril
de 1992 para darse su propia constitución política presidencialista, cayendo en el

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autoritarismo y la corrupción: narco avión presidencial, narco valija, narco buque. A
partir de 2001 se inició un nuevo periodo de continuidad democrática.
El Perú nunca fue nacionalista ni popular, tampoco fue democrático ni soberano; en la
práctica fue una democracia de papel hipotecada al libre mercado donde el libre
mercado es el sumo pontífice y como la única vía para superar los abismales
disparidades y fracturas sociales, donde la persona se pierde en las significaciones que
le son dadas, en la inautenticidad, en impersonal que carece de originalidad, en
infrahumano. El sistema neoliberal es la lógica de la competencia descarnada apartado o
desviado de las cosas terrenales es la que rige la vida de los individuos hoy, la que
alimenta la exclusión social acentuando las diferencias socio-culturales y la selectividad
en el consumo. Las sociedades organizadas a partir del mercado difícilmente
promoverán como valores preponderantes lo comunitario, la solidaridad, la reciprocidad
y la equidad entre las personas, mucho menos el bienestar social; y, en la concepción
etnicida, genocida, ecocida, de violación de derechos humanos, de civilización, de
desarrollo y modernidad que es la bandera de su política como acción injusta,
expoliadora, explotadora, opresora, esclavizante y neo-esclavizante; y así como todas
aquellas perspicacias; agudeza que sostienen la cultura andina de las nacionalidades
aimaras y quechuas de manera objetiva, real porque la historia no debe, no puede
enmudecer, silenciar u omitir el genocidio, el holocausto, asesinatos, persecuciones, los
crímenes de lesa humanidad y la explotación infrahumana que aplastaron a las
nacionalidades aimaras y quechuas-al mundo andino. A los indios se les ha negado el
reconocimiento de pertenencia cósmica, nuestra memoria histórica, nuestra identidad
cultural, el marco jurídico del reconocimiento, el derecho a la propiedad colectiva, el
derecho de ciudadanía, el derecho de propiedad intelectual, de educación, de salud, en
otros términos los derechos humanos.
La república debería reivindicar al indígena; pero, por el contrario lo ha empobrecido, lo
ha esquilmado, lo ha explotado más, ha agravado su hundimiento, su dignidad como ser
humano, de allí su desaliento y ha irritado, exasperado, por lo que ha acrecentado su
pobreza, su miseria, su pauperización. Por lo que la República ha significado para los
indígenas la subida de una nueva clase dominante, opresora, excluyente, marginador
durante toda la vida republicana; quienes se apropiaron del poder político, económico,
cultural, creen ser los únicos iluminados; manejan el Perú como su feudo, su chacra,
despojando las tierras a los campesinos, para ello crean la categoría de propiedad
privada, su propio derecho, sus leyes, sus normas jurídicas y sus órganos
jurisdiccionales, sus felipillos que interpretan estas leyes para aplicar en contra de los
indígenas y del pueblo en su conjunto, para encarcelar a sus dirigentes, a sus líderes; o
se ceban con la sangre del pueblo.

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