Sem Arte Literario TM y TT DALESSON Guia 1 Def
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La literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra. Por extensión, se refiere
también al conjunto de producciones creadas de una nación, de una época o de un género (la
literatura griega, la literatura del siglo XIX, etc) y al conjunto de obras que versan sobre un arte
o una ciencia (literatura médica, literatura jurídica, etc). Es estudiada por la Teoría de la
Literatura.
En sentido estricto
En sentido amplio
La Literatura
En el siglo XVII, lo que hoy denominamos «literatura» se designaba como poesía o elocuencia.
Durante el
Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención literaria, perteneciente a
cualquier género y no necesariamente en verso. A comienzos del siglo XVIII se comenzó a
emplear la palabra «literatura» para referirse a un conjunto de actividades que utilizaban la
escritura como medio de expresión. A mediados de la misma centuria Lessing, publica Briefe
die neueste Literatur betreffend, donde se utiliza «literatura» para referirse a un conjunto de
obras literarias. A finales del siglo XVIII, el significado del término literatura se especializa,
restringiéndose a las obras literarias de reconocida calidad estética.
En Inglaterra, en el siglo XVIII Literatura, la palabra «literatura» no se refería solamente a los
escritos de carácter creativo e imaginativo, sino que abarcaba el conjunto de escritos
producidos por las clases instruidas: cabían en ella desde la filosofía a los ensayos, pasando
por las cartas y la poesía. Se trataba de una sociedad en la que la novela tenía mala reputación,
y se cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagleton sugiere que los criterios
para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo XVIII eran ideológicos, circunscritos a
los valores y a los gustos de una clase instruida. No se admitían las baladas callejeras ni los
romances, ni las obras dramáticas.1 En las últimas décadas del siglo XVIII apareció una nueva
demarcación del discurso de la sociedad inglesa. Eagleton nos cuenta que surge la palabra
«poesía» como un producto de la creatividad humana en oposición a la ideología utilitaria del
inicio de la era industrial. Tal definición la encontramos en la obra Defensa of poetry (1821) de
Shelley. En la Inglaterra del Romanticismo, el término «literato» era sinónimo de «visionario»
o «creativo». Pero no dejaba de tener tintes ideológicos, como en el caso de Blake y Shelley,
para quienes se transformó en ideario político, cuya misión era transformar la sociedad
mediante los valores que encarnaban en el arte. En cuanto a los escritos en prosa, no tenían
la fuerza o el arraigo de la poesía; la sociedad los consideraba como una producción vulgar
carente de inspiración.
Según el objeto, la literatura será preceptiva si busca normas y principios generales; histórico–
crítica si el enfoque de su estudio es genealógico; comparada, si se atiende simultáneamente
al examen de obras de diferentes autores, épocas, temáticas o contextos históricos,
geográficos y culturales; comprometida si adopta posiciones militantes frente a la sociedad o
el estado; pura si sólo se propone como un objeto estético; ancilar, si su finalidad no es el
placer estético sino que está al servicio de intereses extraliterarios.
Según los medios expresivos y procedimientos, Castagnino propone que la literatura tiene
como formas de expresión el verso y la prosa y sus realizaciones se manifiestan en géneros
literarios, universales que se encuentran, más o menos desarrollados, en cualquier cultura;
lírico, épico y dramático. Manifestaciones Líricas son aquellas que expresan sentimientos
personales; Épicas, las que se constituyen en expresión de un sentimiento colectivo
manifestado mediante modos narrativos, y Dramáticas, las que objetivan los sentimientos y los
problemas individuales comunicándolos a través de un diálogo directo. A estos géneros
literarios clásicos habría que añadir además el género didáctico. El fenómeno literario ha
Para Barthes la literatura no es un corpus de obras, ni tampoco una categoría intelectual, sino
una práctica de escritura. Como escritura o como texto, la literatura se encuentra fuera del
poder porque en ella se está produciendo un desplazamiento de la lengua, en la cual surten
efecto tres potencias: Mathesis, Mímesis, Semiosis.2 Como la literatura es una suma de
saberes, cada saber tiene un lugar indirecto que hace posible un diálogo con su tiempo. Como
en la ciencia, en cuyos intersticios trabaja la literatura, siempre retrasada o adelantada con
respecto a ella: “La ciencia es basta, la vida es sutil, y para corregir esta distancia es que nos
interesa la literatura.” Por otra parte el saber que moviliza la literatura no es completo ni final.
La literatura sólo dice que sabe de algo, es la gran argamasa del lenguaje, donde se reproduce
la diversidad de sociolectos constituyendo un lenguaje límite o grado cero, logrando de la
literatura, del ejercicio de escritura, una reflexibilidad infinita, un actuar de signos.
El lenguaje literario
El lenguaje en general puede ser depurado o estilizado para incrementar sus posibilidades
expresivas; este proceso de depuración o estilización se realiza mediante técnicas que le
añaden un ritmo suplementario o que le hacen susceptible de suscitar extrañeza con la
intención de impresionar la imaginación, la inteligencia o la memoria. Llamamos literatura al
producto de esta intención estética que pretende estilizar el lenguaje en persecución de fines
estéticos: literatura es el arte de la palabra.
Los dos procedimientos de estilización que se usan casi siempre en los textos literarios son la
recurrencia o repetición, por un lado, y la variación, alienación o extrañamiento por otro, y
pueden encontrarse en su forma más simple en los refranes, donde hay muchos elementos
fónicos, rítmicos y semánticos repetidos (recurrencia) y también alteraciones o enrarecimientos
de la lengua común (variaciones) que convierten al texto en más vistoso y llamativo. Por
ejemplo, en "quien a buen árbol se arrima / buena sombra le cobija" tenemos repetida la
secuencia ena tres veces, el sonido B cinco veces, el lexema buena dos veces y los acentos
son iguales en primera, tercera y séptima sílaba de ambos versos, aparte de que también la
rima en i-a se repite en ambos (recurrencia), mientras que el lenguaje aparece enrarecido por
la elipsis de un y una y por el hipérbaton que supone colocar el verbo al final de la frase, cuando
el orden normal en español es sujeto, verbo y complementos. El efecto combinado de ambos
recursos produce un contraste cuyo resultado consiste en llamar la atención sobre el mensaje
mismo, con lo que aumenta su eficacia expresiva y, por tanto, se hace más fácilmente
transmisible a través del tiempo y más fácilmente rememorable.
El lenguaje literario es, pues, un lenguaje modificado, un "lenguaje figurado" por una serie de
recursos expresivos o estilísticos que llaman la atención sobre la forma del mensaje. La
disciplina llamada retórica cataloga estos recursos y expone los efectos que originan: son los
El estilo
El estilo es, lo que convierte en literario un texto, en especial cuando lo que se cuenta no
contiene algo que impresione por sí mismo; es un tratamiento de belleza que recibe el lenguaje
y que incrementa mediante la función del lenguaje conocida como función poética, estudiada
por Roman Jakobson, la cohesión textual incrementando su belleza, concepto estudiado por
la disciplina denominada estética. Ese tratamiento de belleza convierte al mensaje literario en
algo perdurable y sólido a través del tiempo y facilita su aprendizaje, mientras que la lengua
de uso, cuyo cometido es fundamentalmente pragmático, desvanece su forma y su contenido
al mismo tiempo que es usado y no perdura más allá de la función pragmática con que fue
creado. De ahí que los refranes, las canciones, las coplas y las palabras literarias, sometidas
a un proceso de estilización, perduren por su belleza en la memoria colectiva durante siglos,
mientras que creaciones sin intención estética han perecido.
Sin embargo, este lenguaje literario, figurado o estilizado no es en sí mismo literatura, ya que
la técnica no es reductible a lo que conocemos como arte y hemos definido a la literatura como
"arte de la palabra". De la misma forma que una receta de cocina no es arte hasta que el plato
no ha sido cocinado y degustado, constituyendo entonces el arte gastronómico, una serie de
recursos estilísticos por sí mismos no constituye una pieza literaria: hace falta un receptor
humano de la misma, un caso concreto y una percepción e interpretación del arte de la palabra
o arte literario. La interpretación y la percepción estética de la literatura constituye de hecho la
finalidad del arte literario y cuando estas se pierden la literatura se ha transformado en realidad
en otra cosa, se ha documentalizado o transformado en un saber más histórico que
humanístico.
Aspecto
El aspecto comunicativo del arte de la palabra tiene que ver además con las consecuencias
antropológicas y sociales de los recursos elementales que constituyen la retórica de
estilización: la recurrencia es un recurso social, que sirve para congregar gente y asociarla en
una tradición que engendra cohesión social y por tanto la tradición de lo popular lo tiene por
su elemento literario más característico. Por el contrario, la variación o desvío, la llamada
"desautomatización" del lenguaje es un elemento aristocrático que aísla al creador del mensaje
literario de su entorno y convierte a su arte literario en un arte cortesano, culto, difícil y oscuro.