Plan Lector 8 Viaje Alrededor Del Porvenir

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

 

  LEEREMOS JUNTOS HISTORIAS FASCINANTES


Viaje alrededor del porvenir
Grado: Segundo “A” Nivel: Secundaria Lectura N° 08
Docente: Víctor Manuel Arcos Álvarez
Estudiante:……………………………………………………………………………………..
¿Cuál es el propósito de la lectura?

o Fomentar el hábito lector a través de la lectura de cuentos cortos.


o Desarrollar la imaginación, la sensibilidad y la belleza estética.

Aquí, propongo algunas actividades para disfrutar de la lectura.


1. Conoce la biografía del autor del texto a través de:
https://www.youtube.com/watch?v=ghR5evbGiwE
2. Comprende las frases célebres de algunas de sus obras de César Vallejo y coméntalo con algún miembro de tu
familia.

“No es nada grato morir


“HAY GOLPES EN LA VIDA
señor si en la vida nada se TAN FUERTES YO NO SE” “La pasión por la literatura, como
deja y en la muerte nada es todos los buenos vicios, se
posible” acrecienta con el paso de los años”

“"Me moriré en París con aguacero/ tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.”

El Vanguardismo
- Inaugura un nuevo modo de ver la literatura caracterizado por la primacía del prosaísmo versus
musicalidad, feísmo versus preciosismo y absurdo versus comunicación lógica. De ahí que las
vanguardias tuviesen en sí un carácter límite. Ruptura de la traición que habíamos heredado pero
también ruptura de la ruptura, rechazo de la imitación. Los poetas vanguardistas se caracterizan,
además, por:.Rendir culto a la novedad y a la sorpresa. Los poetas vanguardistas cambian la
estructura formal del poema.
- Renovar completamente los recursos expresivos. Metáforas, la imagen y otros recursos se convierten
en reveladores de una dimensión interior.
- Exploración de lo irracional. El verso se presenta sin leyes métricas ni lógicas, regido por el juego, las
similitudes y el azar.
- Introducir referencias a la vida moderna y al desarrollo. Modos de vida, tecnología, preocupaciones,
miedos, etc.
Historia
Es la más radical revolución que sufre el arte y la literatura en su historia.
Esta tiene lugar alrededor de 1914, año en que comienza la primera guerra mundial, que de la mano con los avances
tecnológicos, los amplios conocimientos históricos, la crisis espiritual que surge por el momento que se vive
despierta conciencia para un nuevo cambio que se origina en la humanidad. Esta es la razón del punto de partida del
surgimiento de varias escuelas artísticas que expresan el desmoronamiento del orden burgués y del clasicismo.
Entre los principales representantes del vanguardismo peruano mencionamos los más sobresalientes:
César Vallejo
José María Arguedas
Ciro Alegría

3. ¡Ahora a leer el texto¡ Descubrirás la tremenda imaginación del autor. Sin


interrupciones.
Viaje alrededor del porvenir
[Cuento - Texto completo.]
A eso de las dos de la mañana despertó el administrador en un sobresalto. Tocó
el botón de la luz y alumbró. Al consultar su reloj de bolsillo, se dio cuenta de que
era todavía muy temprano para levantarse. Apagó y trató de dormirse de nuevo.
Hasta las tres y media podía dar un buen sueño. Su mujer parecía estar sumida
en un sueño profundo. El administrador ignoraba que ella le había sentido y que,
en ese momento, estaba también despierta. Sin embargo, los dos permanecían
en silencio, el uno junto al otro, en medio de la completa oscuridad del
dormitorio.
 
Pero pasados unos minutos, no le volvía el sueño al administrador, y su mujer,
sin saber por qué, tampoco podía ya dormir, siguiendo con el oído los
movimientos que, de cuando en cuando, hacía su marido en la cama y hasta el
ritmo de su respiración y el parpadeo de sus ojos. Hacía dos años que eran
casados. Una hijita de tres meses dormía en su cuna, en la habitación contigua, a
cargo de una nodriza. El administrador casó con Eva, no porque la quisiera, sino
por conveniencia, pues esta tenía un lejano parentesco con don Julio, patrón de la
hacienda. El administrador hizo, en efecto, un buen negocio: apenas se casaron,
el patrón lo había ascendido de simple mayordomo de campo, con 60 soles de
sueldo y una simple ración de carne y arroz, a administrador general de la
hacienda, con 150 soles mensuales y tres raciones diarias. De otro lado, aun
cuando el parentesco en cuestión no contaba mucho a los ojos del patrón -
hombre duro, vanidoso y avaro- con el matrimonio cambió en parte el
tratamiento que le daba a su ex-mayordomo de campo. Tenía para él una
sonrisa, por lo menos, a la semana. Solía también a veces dar a sus
instrucciones, delante de los obreros y los otros empleados, repentinas
entonaciones de deferencia. Una vez al mes, les estaba acordado al administrador
y a su mujer, ir de visita a la casa-hacienda y comer en la mesa de los parientes
pobres del patrón. Por último, el 28 de julio de cada año, día de la fiesta nacional,
recibía el cajero orden de dar al administrador un sueldo gratis. Mas la dádiva
mayor no había sido todavía recibida, aunque ya estaba prometida.
 
El día en que nació la hija del administrador, la mujer del patrón le dijo a su
marido, a la hora de cenar:
 
–¿Sabes una cosa?
 
El patrón, cuyo despotismo y frialdad no exceptuaba ni a su mujer, movió
negativamente la cabeza.
 
–Eva ha dado a luz esta mañana -añadió la patrona- y la criatura es mujercita.
 
–¡Zonza! -argumentó el patrón en tono de burla-. No sabe hacé hico. ¿Por qué no
hacé uno muchacho hombre?
 
El patrón hablaba pronunciando las palabras como chino que ignorase el español.
¿Por qué tan singular costumbre? ¿Lo hacía acaso porque, en realidad, no pudiese
articular bien el español? No. Lo hacía por hábito de soberbia y de dominio.
Cuando la hacienda estuvo aún en manos de su padre -un inmigrante italiano,
que se hizo rico en el Perú, vendiendo ultramarinos al por menor- la mayor parte
de los obreros del campo eran chinos. Estos culíes eran tratados entonces como
esclavos. El padre del actual patrón y cualquiera de sus capataces o empleados
superiores podían azotar, dar de palos o matar de un tiro de revólver a un culí,
por quítame allí esas pajas. Así, pues, el actual patrón creció servido por chinos y
obedeciendo a un raro fenómeno de persistente relación entre el lenguaje usado
por aquel entonces en el trato con los culíes y la condición de esclavos en que
don Julio se había acostumbrado a ver a los obreros y, de modo general, a
cuantos le eran económicamente inferiores, se hizo hábito oír al patrón hablar en
un español chinesco a todos los habitantes de su hacienda. Nada importaba que
ahora no se tratase ya de culíes sino de indígenas de la sierra del Perú. Su
lenguaje resultaba, por eso, de un ridículo no exento de una aureola feudal y
sanguinaria.

 
Don Julio, aquella noche del nacimiento de la hija del administrador, había
llamado a este a su escritorio después de cenar, y le dijo severamente:
 
–Tú tene ahora una hica. Por qué tú no hacé uno muchacho. ¡Tú ée zonzo!
 
El administrador de pie y en actitud humilde, se puso colorado de emoción, al
sentirse honrado, con el hecho de que el patrón se interesase así por la vida de
los suyos. Una mezcla de orgullo y de pudor le estremeció ante las palabras
protectoras del patrón y no supo qué contestar. Sonrió penosamente y bajó la
frente. El patrón añadió, entonces, paternalmente:
 
–Anda tú hacé uno hico muchacho, uno hico macho. Si tú hacé un chico home, yo
date legalo di mil soles.
 
Después dio don Julio unos largos pasos con sus enormes piernas de gigante y
salió del escritorio, sin dejarle tiempo al administrador para darle las gracias por
tamaña promesa.
 
Desde entonces, el administrador vivía con la constante preocupación de
engendrar un hijo hombre. Formulada la promesa por el patrón, se apresuró a
comunicarla inmediatamente a su mujer, la cual, en su gran inconsciencia, vecina
de un impudor casi cínico, recibió la noticia con saltos de alegría y entusiasmo.
Ambos cónyuges empezaron a soñar día y noche en aquel alumbramiento de un
hijo hombre, que les traería los diez mil soles prometidos... día y noche. Esta
perspectiva surgía ante ellos principalmente cada vez que se veían en apuros de
dinero y en cuantas ocasiones hablaban de proyectos de futuro bienestar.
Necesitaban vestirse mejor que los Quesada. Necesitaban comprar muebles
nuevos para la casa de Chiclayo. Además, convendría hacer un paseíto a Lima.
¿Por qué solamente los Herrera y los Ulercado tenían derecho a ir a pasear a Lima
todos los años?
 
–Mira, Arturo -decía Eva, en un delirio de ilusión a su marido-, si llegamos a tener
el chico este año, podríamos pasar la temporada de verano en Miraflores. ¡Oh,
qué maravilla sería eso! ¡Cómo se morirían de envidia todas mis amigas!
 
En un transporte de entusiasmo, Eva echaba los brazos al cuello del
administrador y acotaba, poniéndose seria:
 
–Pero creo que don Julio lo hace tal vez para que trabajes mejor y cumplas
debidamente con los deberes de tu puesto. ¿Crees tú que está contento con tu
trabajo?
 
–Ya lo creo que sí. Está contentísimo. De otra manera, no me habría prometido el
regalo. El otro día, le hice ganar de nuevo a la hacienda un montón de dinero.
 
–¿Cómo, Arturito mío? ¿Cómo lo hiciste?
 
–La semana pasada, un equipo de braceros de la Contrata Puga trabajó seis días
en un destajo de corte de caña. Yo lo sabía perfectamente. El caporal había
también registrado en la planilla esas tareas. Pero el sábado por la tarde, pasé,
como quien no hace la cosa, por la caja a la hora del pago de las planillas
semanales. Miré al azar las planillas sobre la mesa y al encontrarme con la de los
cañeros, hice como que me sorprendía de verla. Llamé al caporal y le pregunté
por qué se iba a pagar a esa gente un trabajo que yo ignoraba y que, sobre todo,
yo no había ordenado que se hiciese. Se hicieron los esclarecimientos del caso y
acabé diciendo que no se pagasen esos salarios, puesto que se trataba de un
trabajo que yo no había ordenado. Y así se hizo. Total: unos cientos de soles
ahorrados para la hacienda.
 
Eva se quedó pensativa y preguntó vacilante:
 
–Pero ¿y los obreros no cobraron su trabajo?
 
–Naturalmente que no. Si, precisamente, de eso es de lo que se trataba.
 
–Pero... ¡Pobrecitos! ¿Y el contratista tampoco les pagaría?
 
–¿Pagarles el contratista, dices? -exclamó el administrador con sarcasmo-. Bueno
será Puga para desembolsar un dinero que él no ha recibido...
 
Eva quedó entonces con su marido en que el regalo prometido por el patrón no
tenía nada que ver con los servicios del administrador, sino que era una cosa
completamente desinteresada y generosa.
 

***
 

Y esta noche, en que el administrador ya no podía conciliar el sueño, vino a su


mente de súbito la idea del regalo prometido por don Julio. Si el administrador
lograba engendrar un hijo macho, sería una cosa formidable. Pero ¿cómo
lograrlo? Más de una vez se habían hecho él y su mujer esta interrogación.
¿Cómo engendrar un hijo hombre? Los dos pensaban que la cosa consistía en
alimentarse bien. Otras veces creían que era cuestión de técnica y, en las horas
de escepticismo, pensaban, siguiendo su experiencia, que eran estos designios de
y que no había nada que hacer. La pareja pasaba noches ardidas de esfuerzo y
ansiedad. Había ocasiones en que Eva, después de un espasmo heroico y
calculado, como un teorema de raíz cúbica, se sumía en un silencio abstracto
para luego exclamar de pronto, besando sudorosa a su marido:
 
–¡Ya! ¡Yo creo que ya! ¡Siento que ahora sí, que ya! Lo siento. ¡Lo siento
claramente!
 
–No -respondía Arturo, exhausto y desalentado-. Yo he sentido que no. Esto es
una broma.
 
Otras veces era el administrador quien solía exclamar en el instante preciso de su
goce:
 
–¡Ya!... ¡Ya!... ¡Ya!... ¡Ya!...
 
Eva, por el contrario, se mostraba escéptica, aunque no se atreviese a desalentar
a su marido y, más bien, le respondía con jadeante y débil voz:
 
–Sí... Probablemente... Probablemente...
 
El administrador, al recordar esta noche de insomnio, todas estas escenas y
luchas por los diez mil soles prometidos por don Julio, se puso de mal humor. Se
dio una vuelta brusca en la cama y lanzó un bufido de cólera. ¡Habrase visto cosa
más imbécil! No poder engendrar un hijo macho. ¡Era el colmo de la mala suerte!
 
Eva oyó el bufido rabioso de su marido y de golpe comprendió en qué estaba
pensando Arturo. Meditó un momento y fingió despertar solamente en ese
instante, acercando a ciegas sus carnes desnudas y cálidas al cuerpo de su
marido. Después le echó el brazo sobre el hombro y siguió agitándose y
rozándose con él. Por su parte, Arturo se dio a reflexionar en la necesidad de ser
tenaz en su propósito y de no abandonar por ningún motivo la empresa de los
diez mil soles. Unos minutos después, tomó, a su turno, por la cintura a su mujer
y se besaron sin pronunciar palabras. Pero, esta vez, la empresa abortó
completamente, pues siete meses más tarde, Eva daba a luz una mujercita.

Después de ésta historia llena de tradición:


1. Puedes narrar una historia similar a partir de este cuento indigenista. Conversa con tus padres, abuelos o
bisabuelos.

............................................................................................................................................................

……………………….........................................................................................................................

............................................................................................................................................................

……………………..

............................................................................................................................................................

……………………..

............................................................................................................................................................

………………………

............................................................................................................................................................

……………………….........................................................................................................................

............................................................................................................................................................

……………………..

............................................................................................................................................................

……………………..

............................................................................................................................................................

………………………

Tienes otra opción

2. Realiza un comentario del cuento: Viaje alrededor del porvenir puedes considerar: el tema, el escenario, la
imaginación, los personajes, los hechos, el desenlace. Así como también tu opinión reflexiva del cuento etc.

COMENTARIO

............................................................................................................................................................

……………………….........................................................................................................................
............................................................................................................................................................

……………………..

............................................................................................................................................................

……………………..

............................................................................................................................................................

………………………

También podría gustarte