Trabajo de Las Sectas o Herejías
Trabajo de Las Sectas o Herejías
Trabajo de Las Sectas o Herejías
FACILITADOR:
PARTICIPANTES:
Fernando González Alba Revete
Francisco Mayans
Ellos negaban la realidad del pecado, pero la contraparte de Juan dice que
si seguimos pecando, no podemos afirmar que somos de Dios. (si decimos
que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad
no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que
no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en
nosotros.)1Jn.1:8-10
Negaban que Cristo era el Mesías, Dios hecho carne. Juan afirmo que, si
creemos que Jesucristo es Dios encarnado y confiamos en él para nuestra
salvación, somos hijos de Dios. Jn.1:14; 1Tim.3:16
Algunos eruditos afirman que son anteriores al tiempo de Jesús y que Juan
el Bautista perteneció a la secta.
Otros consideran su surgimiento como resultado de la influencia de
sobrevivientes de Qumrán en la iglesia judeocristiana, dispersada por la
caída de Jerusalén.
Los ebionitas aceptan a Jesús como hijo de María y José, pero dicen que
fue elegido como Hijo de Dios al ser bautizado.
Reconocen a Jesús como un ser superior a los ángeles, pero no su
divinidad.
Eran vegetarianos y sus creencias eran dualistas.
Se circuncidaban y exaltaban la Ley de Moisés (consideraban a Pablo
como un apóstata), pero no ofrecían sacrificios.
Sus cultos se celebraban sábado y domingo.
Maniqueísmo: Religión dualista del oriente, que surge en el III siglo, fundada
por un sabio persa llamado Maneos o manes, quien afirmaba ser el último profeta
enviado por Dios a la Humanidad, esta secta consiste en una combinación de
religiones babilónicas, con el Mitraísmo cuyo Dios era el toro fértil, con elementos
del Cristianismo atribuyéndose la obra redentora de Cristo y adaptando a ese Toro
como mediador de Dios con la humanidad, para ofrecer vida eterna y
resurrección, así como también mezcla rituales metafísico y budista; quienes a
través de este sincretismo resurgían sus ideas de los entre los cátaros,
albigenses, bogomilos (gnósticos) y aún en el movimiento Valdense, de esta
manera permaneció hasta el siglo XVIII.
Oyentes: quienes hacían una vida más o menos parecida a la del resto de
la humanidad, pero sujetos a algunas restricciones de tipo moral y no le
aconsejaban tener hijo, pues ellos serían los próximos perfectos a través de
la reencarnación y alcanzar la luz.