TEMA 6 Def
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1. LAS ALDEAS
La mayor parte del espacio está estructurado en aldeas, que son entidades de muy
pequeño tamaño, con unos 30 o 40 habitantes. Las hay también casi despobladas o
otras que sobrepasan los 100 habitantes. Muchos de estos no viven de la agricultura
en la actualidad, ya que están jubilados, debido al acusado ciclo de envejecimiento de
la población que azota a nuestra región.
Existe una gran variedad de aldeas y diversas tipologías.
LOS EMPLAZAMIENTOS
Las aldeas son de fundación antigua, no se fundan nuevas aldeas desde el S.XX. Los
emplazamientos preferentes son en primer lugar, los terrenos mas accesibles; de
manera que destacan las que se asientan sobre la rasa costera, sobre las vegas de los
ríos mas anchos (Nalón y Narcea). Hacia el interior se van instalando aldeas sobre
valles secundarios y posteriormente en zonas de topografía mucho más complicadas.
Hay un tipo de emplazamiento que es muy abundante: aldeas en zonas de ladera de
mediana pendiente, en cotas superiores de los valles más encajados y angostos,
laderas que son relativamente fáciles de trabajar y se encuentran cerca de las zonas de
bosques y pastos en las parte superiores, y cerca de las áreas de cultivo en las partes
bajas de las laderas.
LOS ELEMENTOS CONSITUYENTES
1) Las casas: el elemento principal y sus tipologías.
Las aldeas están compuestas por varios elementos, siendo el principal el de las casas. A
Al haber varios tipos del aldeas, existen varios tipos de casas rurales; al contrario que
en otras regiones de España donde hay un tipo claramente definido, en Asturias el
elemento arquitectónico más singular quizás no sea la casa, sino el hórreo.
Las casas son variadas, con influencias exteriores, aclimatación a los ambientes y hay
cambios históricos y sociales.
1. Las pallozas o casas terrenas
Las pallozas o casas terrenas es el tipo de casa más antiguo, de época medieval. Son
casas de una planta, de cuerpo simple y en el que conviven las personas y los animales
separados por un tabique interiores. Aún quedan algunas casas de esta tipología, pero
no cumplen estas funciones.
Suelen tener techumbre vegetal utilizando para la cubierta material de escoba o
centeno. En ocasiones, aparecen formas más articuladas con dos cuerpos anexos. Por
su apariencia, parece que se derivan de asentamientos más antiguos, incluso
prerromanos.
2. Casas mariñanas
La denominación de casas mariñanas hace referencia a que es abundante en la zona
costera. Son simples, de una planta, y están divididas en dos partes, viviendo bajo el
mismo techo personas y animales que en este caso están separados por muros, y por
un portal techado que también es útil para realizar otras tareas agrarias. En una parte
están la cocina y las habitaciones, y en otra está la cuadra.
3. Casas de dos plantas
La aparición de las casas de dos plantas está relacionada con uno de los elementos de
transformación, aparejado con el crecimiento de la población y la disminución de la
tasa de mortalidad infantil (mayor supervivencia de los hijos), por lo que hay una
necesidad de espacio, levantándose otra planta.
Se reserva la planta baja para la cuadra y otros usos, y la planta alta como vivienda
para la familia campesina.
Quienes habitaban este tipo de viviendas, eran los que trabajaban la tierra, jornaleros.
Pero en su mayor parte no eran propietarios de esta ya que vivían en la pobreza. Las
tierras y la propiedad de estas construcciones estaba a cargo de los terratenientes o de
la Iglesia (Catedral y Monasterios)
Estas eran clases ociosas que no trabajaban estas tierras y dividían la propiedad en
lotes de 2,3 o 3 has que daban arriendo a los campesinos a cambio de una renta.
Normalmente los campesinos sí podían dar normalmente el usufructo de esa tierra en
herencia a sus hijos, lo que explica la diferencia respecto a las casonas o casas
solariegas, y en algunos casos a los palacios rurales.
4. Las casonas o casas solariegas y palacios rurales
Las casonas y palacios rurales también son casas rurales, pero pertenecían a los
terratenientes con independencia de que tuvieran asentamientos urbanos.
Un tipo especial son los indianos: nuevos terratenientes que se enriquecen en América
en la segunda mitad del S.XIX o principios de S.XX, procedentes tanto de estratos
sociales humildes como personas que ya se hallaban en buenas posición social. Estas
casonas de indianos serán un alarde de su nuevo estatus social.
OTROS EDIFICIOS RELACIONADOS CON LA ACTIVIDAD AGRARIA: PAJARES, CUADRAS,
LAGARES Y EL HÓRREO
Cuando la actividad sigue creciendo es necesaria la construcción de edificios anexos
para dar cabida a los nuevos productos, nuevas actividades, y ganado. La casa se va
haciendo más compleja.
Estos edificios pueden estar: pared con pared respecto a la casa original, y en otras
ocasiones separados pero muy cerca:
Pajares o tenadas
Los pajares o tenadas son construcciones con gran capacidad de ventilación en las que
se almacena la paja para su secado. En ocasiones se necesita mas de uno en función de
los prados.
Cuadras:
Edificios construidos para albergar el ganado, al aumentar su número el espacio
destinado dentro de la primitiva casa se queda pequeño.
Lagares
Relacionados con el almacenamiento de sidra y vino.
Hórreos
El hórreo es un edificio único y muy adaptado al medio. Es un mueble, jurídicamente
sigue siendo así ya que se puede transportar, que tiene como objetivo el
almacenamiento de productos en condiciones óptimas tras la cosecha.
No podían estar legos de la casa por razones de vigilancia y porque es un mueble
esencial. Es una construcción casi exclusiva de madera sobre un soporte tanto de
piedra como de madera, que lo aísla de la humedad, los roedores y otros animales.
Todas las partes de madera son de roble, haya o castaño; sin hierros, por lo que la
construcción es muy precisa por encaje de piezas:
- Pegollos: Son los soportes o pilares.
- Muela: Es la pieza cuadrada o circular que hace de enlace entre el pegollo y la
caja principal.
- Trabes: Son vigas de madera longitudinales que sirven de soporte principal.
- Colombas: Son tablones que se colocan sobre los trabes que cierran el hórreo,
permitiendo cierta ventilación.
- Linios: Se colocan sobre las colombas, como los trabes, pero más ligeros.
- Tijeras: Son las vigas que dan soporte a la cubierta.
- La escalera: Está separada unos 20cm del hórreo para evitar la entrada de
roedores y otros animales.
El hórreo es un elemento omnipresente y muy rico en tipologías y variantes. Debajo
del mismo queda un espacio para hacer trabajo colectivo, reuniones, o almacenar
madera u otros materiales.
LOS ESPACIOS QUE RODEAN ESTOS EDIFICIOS
Antojana o antoxana
La antojana es el espacio abierto o semiabierto delante de la casa y que sirve de
espacio de articulación entre los edificios que hay en su entorno.
Se utiliza para circular o ciertas labores rurales como para hacer balafares de hierbas.
Huertos o llosas
Huertos en las zonas adyacentes de la antojana, pequeños espacios que se cultivan
intensivamente en las proximidades de la casa con frutales y normalmente cercados
con sebes o muros de piedra.
LA “QUINTANA” COMO ELEMENTO BÁSICO DE LA ALDEA
Todos los elementos vistos nos llevan a hablar del concepto de quintana, que es la
conjunción de todos estos elementos, es decir, la estructura que resulta de la
convivencia en un mismo espacio físico de estos elementos: casa, hórreo, pajar,
antojana y la llosa.
Esto crea el micropaisaje de la aldea asturiana.
OTROS ELEMENTOS DE LAS ALDEAS TANTO MATERIALES COMO CONSUETUDINARIOS
(Consuetudinario = que se rige por la constumbre, especialmente al derecho no
escrito)
Con todo ello podemos determinar que una aldea es un conjunto de quintanas, pero
en lo que es la aldea, hay mas elementos de uso comunal, que hoy en día
denominaríamos equipamientos colectivos: fuentes, lavaderos, potros, capillas, o
boleras. Estas, aunque no estén construidas, se les reserva un espacio.
También podemos mencionar los molinos, que podrían ser comunes o particulares, y
eran importantes en todos los lugares ya que había que moler el pan.
También en lugares había batanes, con utilidades textiles.
En cuanto a elementos constuadenarios, tenemos tradiciones y costumbres como la
“sextaferia”, que es el día que se destina para hacer las cosas en común o andechas,
cuando los vecinos se ayudan a realizar tareas particulares a cambio de recipropidad.
Estas costumbres son el alma de la aldea, en las que destaca este tipo de convivencia
mutuamente beneficiosa.
OTRAS CARACTERÍSTICAS DE LAS ALDEAS
García Fernandez denomina la aldea asturiana como “aldea de elementos disociados”,
ya que no constituyen un hábitat disperso como sí podría ser el caserío vasco; mientras
que en Asturias son núcleos próximos entre sí, pero no están aglomerados ni
construidos casa a casa formando calles.
En Asturias hay diferentes grados de compacidad, desde pueblos bastante compactos
por razones del propio medio generalmente, a pueblos mucho más deslavazados sin
perder el sentido de unidad.
En cuanto al tamaño, podemos decir que hay una gran variedad de tamaños en
función de la cantidad de tierras que dependan de la aldea, dentro de la consideración
de que todas son pequeñas.
2. EL TERRAZGO
El terrazgo es el conjunto de tierras anexas a la aldea con un aprovechamiento agrícola
y ganadero pertenecientes a cada casería.
Existen distintos tipos de aprovechamiento del terrazgo:
Cortinas o linares:
Las cortinas o linares son los espacios de cultivo intensivo sobre tierras de calidad, más
grandes que las llosas y generalmente en posición cercana a la aldea ya que requieren
de atención específica: regados, abonados, y cerrados para evitar los daños del
ganado.
Soportan un cultivo relativamente permanente. En muchas de estas tierras se cultivaba
lino en el pasado para hacer tejidos, que requiere regadío. También cultivos hortícolas.
Cultivos leñosos:
Los cultivos leñosos constituyen otro tipo de elementos del terrazgo, tanto de vides
como de frutales que jurídicamente se consideran espacios cerrados, lo estén o no.
Teniendo en cuenta que el sistema agropecuario tradicional cumple una doble función:
satisfacer las rentas para el terrateniente, y la supervivencia del campesino; este debe
ordenar la tierra para producir excedentes para alimentarse a si mismo, a su familia, y
para tributar al señor.
Por tanto, es un policultivo; de manera que el espacio no está especializado,
requiriéndose una gran variedad de alimentos, entre los que se encuentran las bebidas
alcohólicas: tanto vino como sidras. El vino gozaba de mayor fama que la sidra, por lo
que donde se podía se plantaban vides.
En zonas elevadas o en zonas muy húmedas y sombrías no se podían plantar vides, de
manera que se recurría a la producción de sidra como sustituto. Si bien la manzana era
utilizada como alimento, su principal interés era la producción sidrera. Por tanto, es
raro que algún campesino no tuviera ninguna vid o pumarada.
Otro árbol de importancia es el castaño, su fruto era muy codiciado y base de la
alimentación. Los sotos de castaño se limpiaban y podaban, y su fruto se utilizaba para
comer o de forraje. Son los que se encuentran más retirados de la aldea.
Los prados:
Los prados aparecen dentro del terrazgo, hoy en día son elementos omnipresentes (el
clima es propicio para la aparición de las praderas), en el pasado eran las tierras más
húmedas no útiles para otros cultivos, como las áreas de cauces fluviales (llanuras de
inundación). Se reservaban prados de mejor calidad para mantener el ganado de labor.
Los prados tienen en común con el resto de los elementos el hecho de que son
espacios cerrados, bordeados por muros de piedra, setos vivos, o mezcla (sebes).
En los siglos XVI y XVII el porcentaje ocupado a prados no era superior al 20% en cada
aldea. Destacan los prados con interés y regulación colectica como las dehesas boya,
boruza o guariza; todas las denominaciones hacen referencia a los bueyes (vacuno
castrado) que eran animales utilizados para tracción). De manera que los campesinos
no podían disponer de un buey, por lo que varios poseían uno, que necesitaban estar
bien alimentados y estar cerca de los pueblos.
La ería:
Las erías eran los espacios principales, las mejores tierras: las más llanas y de suelos
más profundos, en contraste son tierras de campos abiertos en las que se cultivaban
cereales muy importantes desde el punto de vista de la alimentación humana.
El trigo era el mas codiciado, pero por razones de aridez en el occidente se cultivaba el
centeno, y en el oriente y centro la escanda. Otros cereales eran cultivados para el
consumo animal como la cebada, la avena o el mujo.
Las erías en muchos lugares se las denomina tierras de pan, por ser este el producto
obtenido de ellas. En algunos pueblos podría haber más erías, por razonas puramente
físicas.
Como se ha visto ya, los terratenientes recibían una renta, que si bien no era en
dinero, era en cereal generalmente. El cereal se conserva relativamente bien por lo
que hacían acopio de grandes cantidades y lo vendían. A partir de esta venta, los
terratenientes obtenían dinero.
Así, en el mundo campesino se da esta dicotomía: el pequeño campesino tiene un
trabajo autárquico, mientras que los terratenientes tienen una visión de la agricultura
como algo plenamente comercial. Esto explica que Asturias fuera una región
plenamente agrícola a pesar de su disposición natural al ganado, ya que los
terratenientes se decantaban por la comercialización mediante cereales.
Las características que poseen las erías son que se trata de lugares de campos abiertos
con una cerca exterior llamada “portilla”, desmontable y con parcelas de morfología
estrecha y alargadas; lo que tiene mucho que ver con la eficiencia del trabajo con
animales, para evitar dar la vuelta.
Las erías no estaban cerradas porque tenían una doble función: eran
fundamentalmente tierras cerealistas, pero no todo el año: en general, una vez que se
segaban (levantar las mueses) avanzada la primavera (ya que eran cereales de
invierno), quedaban unos meses durante los que el espacio se utilizaba como pastizal
para el ganado de forma comunitario, la denominada “derrota de mieses”. Esto tenía
otra ventaja, el ganado mejoraba el suelo pisándolo y abonándolo. Finalmente se
cerraba y se volvería a cultivar.
Se practicaba una rotación: dejando descansar las tierras para que se renueven los
nutrientes, de manera que las erías se dividían en hojas: una el cultivo – otra en
barbecho (que era aprovechada por el ganado). Así cada quintana suele tener tierras
en varias erías para que así pueda haber cereal siempre, lo que implica una dispersión
de tierras.
3. EL MONTE
El monte es el elemento más externo, envolvente y extensivo. Cumple un papel
multifuncional muy importante, complementario a los demás aprovechamientos antes
vistos.
Su aprovechamiento es múltiple y rotatorio, y entre las funciones que cumple
destacan:
1) La producción de fertilizante
La primera función es la producción de fertilizante ya que la agricultura requiere la
mejora de las condiciones de fertilidad del suelo para garantizar la sucesión de las
cosechas año tras año.
Antes de la revolución industrial, el abonado era únicamente natural y lo más habitual
era el uso de abono procedente del ganado (generalmente vacuno), pero era
insuficiente y necesario mezclarlo con abono de origen vegetal.
Esta materia orgánica de origen vegetal se obtenía normalmente del monte: se
rozaban zonas de matorral, principalmente tojo, cuando no es muy grande (si crece es
más esclerófilo), y helecho y se hacían importantes acopios de estos llevándose a las
aldeas.
En las zonas de mar a veces este abono vegetal se sustituía por algas o ocle.
El matorral se mezclaba con el abono animal utilizándolo primero como cama para el
ganado, y se iba introduciendo en el abono. También era mezclado con barro y se
dejaba durante meses hasta que adquiría características de humus natural. Esto
explica la falta de grandes extensiones de monte.
2) Cultivos ocasionales
El monte permite también realizar cultivos ocasionales. Las zonas que no estén
excesivamente alejadas, y aunque no tengan unos suelos tan fértiles que sí tengan
cierta profundidad, pueden tener un aprovechamiento ocasional, rotatorio e
intinerante.
Para este fin, se reservaban unas partes determinadas de monte: se rozaban y se
repartían por lotes a los vecinos y se cultivaban.
Estas no se abonaban y no podían persistir durante mucho tiempo. Al rozar se
provechaban los restos vegetales o las cenizas de las quemas como primer y único
abonado, que solo podía soportar 2 o 3 cosechas.
Cuando se volvía infértil, se abandona y el monte reaparecía en un período de 15 o 20
años. Si la aldea tiene grandes extensiones de monte se podría cambiar cada cierto
tiempo. Estas áreas son denominadas rozos, morteras,…
Una práctica típica del occidente de Asturias y de Galicia era rozar la zona y plantar la
semilla del tojo, pino marítimo (Pinus pinaster) y centeno. Como los crecimientos eran
distintos, permitía que el primer año creciera el centeno, mientras que más
lentamente crecían el tojo y el pino.
3) La provisión de pastos
La función principal del monte era la provisión de pastos, la alimentación del ganado.
En el entorno de las aldeas no hay espacios destinados a la alimentación del ganado,
salvo el de labor, ya que las tierras se dedican al cultivo.
EL monte se aprovecha para pastos en distintos pisos, ya que su escalonamiento
biogeográfico permite disponer de distintos pastos a distintas alturas, y de distintos
tipos en varias épocas del año.
Los pastos más bajos son conocidos como “invernales”, mientras que los situados a
cotas altas se denominan “brañas”. El ganado puede bajar todos los días al pueblo o
permanecer allí unos meses.
Esta semipermanencia da lugar a un hábitat propio con la existencia de cabañas y otras
construcciones en las zonas aún más elevadas que solo pueden ser utilizadas en el
centro del verano (nieve, deshielo y encharcamiento), las “majadas” y según sus
características permiten mantener distintos tipos de ganado.
4. LA GANADERÍA EN ASTURIAS
Como vimos, la agricultura en Asturias era de policultivo de subsistencia: tanto agrícola
(parte principal) como ganadera.
El ganado no podía faltar, ya que era fuerza de tiro, producía abono, podía servir como
transporte, y productor de alimentos.
Tenía tres características:
5. ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
Además de las actividades ganaderas y agrícolas, en el espacio rural tradicional
también existen multitud de actividades complementarias, muchas de las cuales,
tienen relación con el monte, ya que posee muchos recursos como caza, pesca,
madera o minerales.
Este proveedor de otra gran cantidad de recursos que alimentan otras actividades
aparte de las ya comentadas; son principalmente artesanas, por la necesidad de
autoabastecimiento. Tanto las herramientas como las edificaciones eran realizadas
propiamente, ya que el trabajo en el campo, sobre todo en invierno, dejaba tiempos
de inactividad que se aprovechaban para estas labores.
No solo se realizaban para satisfacer las necesidades de cada familia, sino que también
se vendían para tener un excedente de dinero y comprar productos de Castilla
relativamente caros como azúcar, pimentón, aceite,…
No obstante, se dieron especialización por comarcas según los recursos de la zona.
Algunas personas se especializaron en la construcción de hórreos y había personas
itinerantes que hacían hórreos a cambio de otros bienes y servicios. También
carpinteros o cunqueiros, y los teitadores.
Otra actividad importante típica del Occidente es la ferrería, primero donde había
minas de hierro, o luego importándose el mineral. Se suelen localizar donde hay una
fuente de energía, tanto carbón vegetal como energía hidráulica dando lugar a batanes
o fraguas y otros artilugios protoindustriales.
También destaca la cestería, el textil y la cerámica. Existían muchos ligares
fundamentalmente con sustrato arcilloso del surco central con especialización alfarera
(Faro, Oviedo). El textil se realizaba a partir del lino y en la mayor parte de las aldeas,
las mujeres tejían todo tipo de vestidos y otros productos textiles para su
abastecimiento.
En ocasiones esta especialización llega a suponer que una aldea o grupo de personas
releguen la agricultura a un segundo término y la dejen en manos de las mujeres;
mientras que los hombres se dedicaban a esta actividad, sobre todo si tenían que
desplazarse para trabajar.
En el Oriente destacan los tejeros (Llanes)
En el Occidente destacan los cunqueiros (Degaña) que realizaban herramientas de
madera, los ferreiros (Taramundi) especializados en trabajo del metal.
Esta fuerte especialización genera un perfil antropológico y cultural muy fuerte con
jergas propias.