Tutela Libre Desarrollo de La Personalidad
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Tutela Libre Desarrollo de La Personalidad
Expediente T-6.104.342
Demandado:
Institución Educativa María Auxiliadora2
Magistrado Sustanciador:
ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1. La solicitud
2. Reseña fáctica
2
● El día martes 24 de enero de 2017, no se le permitió el ingreso a la joven
a la institución educativa -durante tres días-, por seguir teniendo su
cabello tinturado, dado que por orden del rector los estudiantes debían
cumplir con el Manual de Convivencia.
3. Pretensiones de la demanda
3
cabello tinturado”. Afirmó que la sanción (impedir el ingreso a clases,
durante 3 días) “se aplicó conforme al manual de convivencia y se le dijo a la
alumna que trajera su cabello en forma natural como hasta el año pasado lo
había tenido”.
1. Auto de pruebas
4
Con el propósito de clarificar los supuestos de hecho que motivaron la acción
de tutela y para mejor proveer en el presente asunto, el magistrado
sustanciador, mediante auto del 2 de junio de 2017, solicitó a la Institución
Educativa María Auxiliadora y a la señora Julia Andrea Tangarife Montoya,
que se sirvieran informar sobre la situación de la matrícula académica de la
joven Mariana Cristina Ángel Tangarife y sus reportes de asistencia a clase a
la Institución Educativa María Auxiliadora.
2. Pruebas recibidas
1. Competencia
5
concordancia con los artículos 31 a 36 del Decreto Ley 2591 de 1991, y en
cumplimiento a lo ordenado por el auto del 30 de marzo de 2017, proferido
por la Sala de Selección Nº 3.
3 De conformidad con el artículo 10 del Decreto 2591 de 1991, el requisito relacionado con la legitimación por activa se
encuentra acreditado, ya que la accionante actúa en representación de su joven hija, en procura de protección de sus
derechos fundamentales invocados. Por su parte, en cuanto a la legitimación por pasiva, se advierte que la acción se
interpone en contra la Institución Educativa Maria Auxiliadora -IEMA, quien presuntamente está desconociendo los
derechos a la educación, al debido proceso, a la igualdad y al libre desarrollo de la personalidad de la accionante. Por
tratarse de una entidad educativa, encuentra la Sala que se cumple con este requisito, ya que por la naturaleza de su
actividad, sus decisiones afectan directamente a los niños, las niñas y los adolescentes inscritos (criterios de subordinación
e indefensión). En cuanto al requisito de inmediatez, se observa que la representante interpuso la demanda de amparo el
26 de enero de 2017, a los pocos días de ocurrida la presunta vulneración constitucional (enero 24 de 2017). Por virtud de
lo anterior, a juicio de esta Sala de Revisión, se encuentra cumplido el requisito de inmediatez. Finalmente, en relación
con el requisito de subsidiariedad, la jurisprudencia constitucional ha establecido que la acción de tutela procede como
mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable, entre otras, cuando se presenta una situación de amenaza o de
vulneración de un derecho fundamental susceptible de concretarse y que pueda generar un daño irreversible. En el caso
bajo estudio, el accionante pretendía que se permitiera el ingreso a clases, pese a tener su cabello tinturado.
6
(…) la decisión del juez de tutela carece de objeto cuando, en el
momento de proferirla, encuentra que la situación expuesta en la
demanda, que había dado lugar a que el supuesto afectado intentara la
acción, se han modificado sustancialmente, de tal manera que ha
desaparecido toda posibilidad de amenaza o de daño a los derechos
fundamentales. Siendo la defensa de éstos la justificación y el propósito
de esta forma expedita de administrar justicia constitucional en el caso
concreto, ningún sentido tiene que el fallador imparta órdenes de
inmediato cumplimiento en relación con unas circunstancias que
pudieron configurarse en el pasado pero que, al momento de cumplirse
la sentencia, no existen o, cuando menos, presentan características
totalmente diferentes a las iniciales.4
Así las cosas, el daño consumado supone que no es posible hacer cesar la
violación o impedir que se concrete el peligro y, por ello, tan solo es
procedente el resarcimiento del daño originado por la violación del
derecho. En este escenario, esto es, la reparación del daño, ha dicho la
Corte que la acción de tutela resulta -por regla general- improcedente
cuando al momento de la interposición de la acción de tutela el daño ya
está consumado6 pues, como es conocido, la acción de tutela tiene una
finalidad preventiva y no indemnizatoria.
4 Sentencia T-001 de 1996, reiterada en la jurisprudencia constitucional. Ver, entre otras, las sentencias T-411 de 1999,
T-988 de 2002, T-066 de 2007 y T-192 de 2008.
5 Sentencia SU-225 de 2013.
6 El Decreto 2591 de 1991, en el artículo 6, indica que: “La acción de tutela no procederá: // (…) 4. Cuando sea
evidente que la violación del derecho originó un daño consumado, salvo cuando continúe la acción u omisión violatoria
del derecho.”
7
superó la vulneración a los derechos fundamentales del actor 7, esto
es, tuvo lugar la conducta solicitada (ya sea por acción o abstención) y,
por tanto, cesó la afectación y resulta inocua cualquier intervención que
pueda realizar el juez de tutela para lograr la protección de unos derechos
que, en la actualidad, la accionada ha dejado de desconocer (regulada en
el artículo 26 del decreto 2591 de 19918).
7 Ver sentencias T-021 de 2017, T-669 de 2016, T-624 de 2016, T-597 de 2015 y T-970 de 2014, entre otras.
8 El artículo 26 del Decreto 2591 de 1991 dispone que: “[s]i, estando en curso la tutela, se dictare resolución,
administrativa o judicial, que revoque, detenga o suspenda la actuación impugnada, se declarará fundada la solicitud
únicamente para efectos de indemnización y de costas, si fueren procedentes”.
9 Se ha empezado a diferenciar por la jurisprudencia una tercera modalidad de eventos en los que la protección
pretendida del juez de tutela carece por completo de objeto actual como consecuencia del acaecimiento de un hecho
posterior a la demanda. Al respecto ver las sentencias T-988 de 2007, T-585 de 2010, T-200 de 2013, T-481 de 2016 y T-
158 de 2017.
10 El Decreto 2591 de 1991, en el artículo 25, regula la hipótesis excepcional de procedencia de la indemnización de
perjuicios en el trámite de la acción de la tutela.
11 El artículo 24 del Decreto 2591 de 1991 dispone que: ARTÍCULO 24. PREVENCION A LA AUTORIDAD. Si al
concederse la tutela hubieren cesado los efectos del acto impugnado (…) en el fallo se prevendrá a la autoridad pública
para que en ningún caso vuelva a incurrir en las acciones u omisiones que dieron mérito para conceder la tutela, y que,
si procediere de modo contrario, será sancionada de acuerdo con lo establecido en el artículo correspondiente de este
Decreto, todo son perjuicio de las responsabilidades en que ya hubiere incurrido. El juez también prevendrá a la
autoridad en los demás casos en que lo considere adecuado para evitar la repetición de la misma acción u omisión.”
8
4.2. En el caso sub examine, la solicitud de protección de los derechos
fundamentales a la educación, al debido proceso, a la igualdad y al libre
desarrollo de la personalidad de Mariana Cristina Ángel Tangarife, tuvo
origen en la prohibición de ingresar a clases, “hasta tanto no se retirara la
tintura del cabello”.
Sin embargo, durante la etapa de revisión surtida ante esta corporación, de
acuerdo con lo informado por la Institución Educativa María Auxiliadora,
Julia Andrea Tangarife Montoya en calidad de acudiente y madre de Mariana
Cristina Ángel Tangarife canceló voluntariamente la matrícula académica por
razones personales, decisión que fue confirmada -vía telefónica- con la
accionante12.
(…)
3. es mi responsabilidad de que mi hijo-a deberá abstenerse de traer
cabello largo (hombres), usar aretes, gorros o vestirse inadecuadamente
que afecte su imagen y la de la institución.
(…)
12. Conozco que el uso de maquillaje, uñas pintadas y faldas cortas en
las alumnas y en caso de los varones cabellos largos o peinados de
moda o tendencia no está permitido dentro de la institución.
12 El Despacho del magistrado sustanciador se comunicó vía telefónica con Julia Andrea Tangarife Montoya, el 6 de
julio de 2017, confirmando el retiro voluntario Mariana Cristina Ángel Tangarife del IEMA.
13 Ver folio 12 del cuaderno 1 del expediente.
9
(…)
10
24 de enero de 2017, según las planillas de asistencia del mes de enero, la
joven Mariana Cristina Ángel Tangarife asistió a clases los días 18, 19, 20, 25
y 26 del mes de enero y los días del mes de febrero19.
11
fecha [27 de enero de 2017], mi hija no ha podido estudiar, pues le
manifiestan que debe retirarse la tintura, que de lo contrario no podría
ingresar más, fuera de manifestar el Rector en una forma grosera que
eso lo debo resolver yo como acudiente.
12
Según el artículo 12 de la Ley 1620 de 2013, el Comité Escolar de
Convivencia estará conformado por el rector del establecimiento educativo,
quien preside el comité; el personero estudiantil; el docente con función de
orientación; el coordinador, cuando exista este cargo; el presidente del consejo
de padres de familia; el presidente del consejo de estudiantes, y un (1) docente
que lidere procesos o estrategias de convivencia escolar. Dicho organismo está
encargado de apoyar la labor de promoción y seguimiento a la convivencia
escolar, a la educación para el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y
reproductivos, así como del desarrollo y aplicación del manual de convivencia
y de la prevención y mitigación de la violencia escolar.20
13
unívocamente dirigidas a permitir la adecuada prestación del servicio
educativo.23
Así pues, con el fin de determinar qué tipo de limitaciones al libre desarrollo
de la personalidad resultan constitucionalmente admisibles, la jurisprudencia
parte de distinguir dos tipos de actuaciones del sujeto que son susceptibles de
un escrutinio igualmente diferenciado:
5.4.3. Caso concreto. Las decisiones que toman los educandos respecto de su
propia apariencia, particularmente el corte del pelo o uso de tintes en el
cabello recae, a juicio de la Corte, en la primera categoría. Por ende,
pertenecen al núcleo esencial del derecho al libre desarrollo de la
personalidad, de modo que prima facie, no procede el establecimiento de
restricciones, ni menos aún prohibiciones previstas en el manual de
convivencia, acreedoras de sanción disciplinaria.
14
Esto al menos por dos tipos de razones: (i) el vínculo innegable entre las
decisiones sobre la propia apariencia y la construcción libre de la personalidad
del sujeto; y (ii) la ausencia de vínculo entre dichas decisiones y los derechos
de terceros o el normal funcionamiento del entorno académico.
5.5. Conclusiones
15
(ii) Lleve a cabo un proceso de socialización de la presente decisión entre los
demás directivos, los profesores de la institución educativa y la Junta de
Padres de Familia, con el fin de que conozcan las reglas sobre el respeto
por el derecho al libre desarrollo de la personalidad de los educandos.
IV. DECISIÓN
16
RESUELVE
2.- Dentro de los quince (15) días hábiles siguientes a la notificación de esta
decisión, deberá llevar a cabo un proceso de socialización de la presente
decisión entre los demás directivos, los profesores de la institución educativa y
la Junta de Padres de Familia, con el fin que conozcan las reglas sobre el
respeto por el derecho al libre desarrollo de la personalidad de los educandos.
3.- Dentro de los seis (6) meses siguientes a la notificación de esta decisión, el
Rector en calidad de presidente del Comité Escolar de Convivencia, deberá
liderar el proceso de actualización y modificación del manual de convivencia
y las cartas de compromiso que han de suscribir los padres de familia,
particularmente de las clausulas o reglas que limitan o imponen patrones
estéticos restrictivos y excluyentes que impiden a los y las estudiantes
disfrutar de sus derechos constitucionales, tales como el uso del pelo
tinturado. En todo caso, esa modificación deberá observar las formalidades y
garantías del debido proceso, garantizando una construcción colectiva del
mismo, en los términos de la parte motiva de esta providencia.
17
Parágrafo. El rector de la Institución Educativa María Auxiliadora -IEMA-
de Caldas (Antioquia) deberá informar el cumplimiento de este proveído al
Juzgado Segundo Promiscuo Municipal del Caldas, Antioquia. En caso de
incumplimiento, el señor juez deberá iniciar los trámites de verificación y, de
ser preciso, imponer las sanciones legales correspondientes.
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ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
A LA SENTENCIA T-526/17
Magistrado Ponente:
ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO
19
constitucional hubiera resultado contraria al objetivo constitucionalmente
previsto para la acción de amparo.
26 Sentencias T-500 de 1992, M.P. José Gregorio Hernández Galindo; T-459 de 1997, M.P. Eduardo
Cifuentes Muñoz; T-437 de 2005, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; T-917 de 2006, M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa; T-196 de 2011. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto; T-565 de 2013 y T-281A de 2016,
M.P. Luis Ernesto Vargas Silva, entre otras.
27 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
20
proceso en el ámbito disciplinario. Dichas reglas, para respetar el derecho
al debido proceso, han de otorgar las garantías que se desprenden del
mismo, así las faltas sean graves.28 Las instituciones educativas tienen un
amplio margen de autorregulación en materia disciplinaria, pero sujeto a
límites básicos como la previa determinación de las faltas y las sanciones
respectivas, además del previo establecimiento del procedimiento a seguir
para la imposición de cualquier sanción. Dicho procedimiento ha de
contemplar: (1) la comunicación formal de la apertura del proceso
disciplinario a la persona a quien se imputan las conductas pasibles de
sanción; (2) la formulación de los cargos imputados, que puede ser verbal
o escrita, siempre y cuando en ella consten de manera clara y precisa las
conductas, las faltas disciplinarias a que esas conductas dan lugar (con la
indicación de las normas reglamentarias que consagran las faltas) y la
calificación provisional de las conductas como faltas disciplinarias; (3) el
traslado al imputado de todas y cada una de las pruebas que fundamentan
los cargos formulados; (4) la indicación de un término durante el cual el
acusado pueda formular sus descargos (de manera oral o escrita),
controvertir las pruebas en su contra y allegar las que considere
necesarias para sustentar sus descargos; (5) el pronunciamiento definitivo
de las autoridades competentes mediante un acto motivado y congruente;
(6) la imposición de una sanción proporcional a los hechos que la
motivaron; y (7) la posibilidad de que el encartado pueda controvertir,
mediante los recursos pertinentes, todas y cada una de las decisiones de
las autoridades competentes.29 Adicionalmente el trámite sancionatorio
debe tener en cuenta: (i) la edad del infractor, y por ende, su grado de
madurez psicológica; (ii) el contexto que rodeó la comisión de la falta; (iii)
las condiciones personales y familiares del alumno; (iv) la existencia o no
de medidas de carácter preventivo al interior del colegio; (v) los efectos
prácticos que la imposición de la sanción va a traerle al estudiante para su
futuro educativo y (vi) la obligación que tiene el Estado de garantizarle a
los adolescentes su permanencia en el sistema educativo.30”
En este orden de ideas, si bien estoy de acuerdo con la decisión adoptada por
la Sala, considero que las circunstancias fácticas de este caso evidenciaban la
vulneración del derecho al debido proceso al impedirle a la accionante
controvertir la sanción que le fue impuesta por la institución accionada.
Fecha ut supra,
21
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
Magistrada
22