Trabajo Semana 3 - Pregunta y Respuesta

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APELLIDOS Y NOMBRES: ACUÑA LOPEZ EULER DANIEL

1.- Teniendo en cuenta que el proceso de amparo es un proceso constitucional cuya


finalidad es la tutela del contenido esencial de los derechos fundamentales del bloque
constitucional: derechos de origen constitucional. Analice si en la sentencia 4298-2012,
se ha cumplido con desarrollar el contenido esencial de los derechos fundamentales
denunciados como vulnerados.

Al respecto, de la lectura y análisis de la sentencia 4298-2012, considero que sí se ha


cumplido con desarrollar el contenido esencial de los derechos invocados, a saber
derecho al juez predeterminado por ley, derecho a ser juzgado por un juez imparcial,
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales.

Bajo ese tenor, sobre el extremo del derecho a ser juzgado por un juez imparcial, del
fundamento 5 de la sentencia, se advierte que se ha señalado los siguiente:

“Como ha dicho este Tribunal en anterior ocasión: "El contenido de este derecho
plantea dos exigencias muy concretas: en primer lugar, que quien juzgue sea un juez u
órgano con potestad jurisdiccional, garantizándose así la interdicción de ser enjuiciado
por un juez excepcional o por una comisión especial creada exprofesamente para
desarrollar funciones jurisdiccionales o que dicho juzgamiento o pueda realizarse por
comisión o delegación, o que cualquiera de los poderes públicos pueda avocarse al
conocimiento de un asunto que debe se ventilado ante órgano jurisdiccional; y, en
segundo lugar, que la jurisdicción y competencia del juez sean predeterminadas por la
ley, lo que importa que dicha asignación debe haberse realizado con anterioridad al
inicio del proceso y que tales reglas estén previstas en una ley orgánica, conformes aes
prend de una interpretación sistemática de los artículos 139° inciso 3 y 1 o de la
Constitución" [STC 0813-201 1-PA/TC, FJ. 13].”

Asimismo, sobre el extremo del derecho a ser juzgado por un juez imparcial, del
fundamento 8 de la sentencia, se advierte que se ha señalado lo siguiente:

“Sobre el derecho a ser juzgado por un juez imparcial, este Colegiado ha tenido ocasión
de precisar en la sentencia recaída en el Expediente 0004-2006-PI/TC, FJ. 20, que
mientras el principio de independencia judicial, en términos generales, protege al juez
frente a influencias externas al proceso, ya sea que provengan de fuera de la
organización o de dentro de ella, el principio de imparcialidad, estrechamente ligado al
principio de independencia funcional, se vincula a determinadas exigencias dentro del
pro o. sí, el principio de imparcialidad 1 judicial posee dos acepciones: a) imparcialidad
subjetiva, se refiere a cualquier tipo de compromiso que pudiera tener el juez con las
partes procesales o en el resultado del proceso; b) Imparcialidad objetiva, está referida a
la influencia negativa que puede tener en el juez estructura del sistema, restándole
imparcialidad, es decir, si el sistema no rece suficientes garantías para desterrar
cualquier duda razonable.”

Así también, sobre el extremo al derecho a la debida motivación de las resoluciones


judiciales, del fundamento 12 y 13 de la sentencia, se ya señalado lo siguiente:

"el derecho a la debida motivación de las resoluciones importa que los jueces, al
resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas que los llevan a
tomar una determinada decisión. Esas razones, ( ... ) deben provenir no sólo del
ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos
debidamente acreditados en el trámite del proceso. Sin embargo, la tutela del derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales no debe ni puede servir de pretexto para someter a
un nuevo examen las cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios. En tal
sentido, ( ... ) el análisis de si en una determinada resolución judicial se ha violado o no el
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a partir de los
propios fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas
procesales o medios probatorios del proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para
contrastar las razones expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva evaluación o
análisis. Esto, porque en este tipo de procesos al juez constitucional no le incumbe el mérito
de la causa, sino el análisis externo de la resolución, a efectos de constatar si ésta es el
resultado de un juicio racional y objetivo donde el juez ha puesto en evidencia su
independencia e imparcialidad en la solución de un determinado conflicto, sin caer ni en
arbitrariedad en la interpretación y aplicación del derecho, ni en subjetividades o
inconsistencias en la valoración de los hechos" (STC 1480-2006-AA/TC. FJ 2).

[…]

a) Inexistencia de motivación o motivación aparente. Está fuera de toda duda que se viola el
derecho a una debida motivación cuando la motivación es inexistente o cuando a misma es
solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la
decisión o de que no responde a las alegaciones de la partes del proceso, o porque solo
intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin ningún sustento
fáctico o jurídico.

b) Falta de motivación interna del razonamiento. La falta de motivación interna del


razonamiento [ efectos internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión; por
m lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa,
que a la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir,
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata, en ambos casos, de
identificar el ámbito constitucional de la debida motivación mediante el control de los
argumentos utilizados en la decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la
perspectiva de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa.

e) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El control de la


motivación también puede autorizar la actuación del juez constitucional cuando las
premisas de las que parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez fáctica o jurídica. Esto ocurre por lo general en los casos difíciles, como los
identifica Dworkin, es decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de
pruebas o de interpretación de disposiciones normativas.

Si el control de la motivación interna permite identificar la falta de corrección lógica en la


argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas posibilita identificar
las razones que sustentan las premisas en las que ha basado su argumento. El control de la
justificación externa del razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia y
razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque obliga al juez a ser
exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir por la simple
lógica formal.

d) La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al mínimo de

motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho

indispensables para asumir que la decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha
establecido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada
una de las pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo
resultará relevante desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos
o la "insuficiencia" de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo.

e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de la


resolución obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de manera
congruente con los términos en que vengan planteadas, si cometer, p r lo tanto, desviaciones
que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia activa).

t) Motivaciones cualificadas.- conforme lo ha destacado este Tribunal, resulta indispensable


una especial justificación para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando ,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos fundamentales como el de
la libertad. En estos casos, la motivación de la sentencia pera como un doble mandato,
referido tanto al propio derecho a la justificación de la decisión como también al derecho
que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o Tribunal (STC
0728-2008-PHC/TC, FJ. 7)

Como se puede advertir de lo anterior, se encuentra desarrollado, aunque no en amplitud,


los derechos fundamentales invocados por el recurrente y que sustentan debidamente el
amparo presentado, por lo que, el contenido esencial desarrollado es el debido y pertinente
para los fines de la sentencia emitida, máxime si a partir de ellas se da respuesta a cada una
de las alegaciones planteadas por el recurrente lo que en buena cuenta a su vez da como
resultado que el justiciable pueda tener una correcta respuesta estatal.

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