Peña Gómez. La Innovación. Conceptualización Básica
Peña Gómez. La Innovación. Conceptualización Básica
Peña Gómez. La Innovación. Conceptualización Básica
Este desandar el camino no vuelve la tarea más sencilla, sino que nos termina enfrentando con la
pregunta del cambio; una de las únicas constantes en el mundo, pero también una de las mayores
búsquedas de la humanidad. Esta paradoja da mucho que pensar. Si el cambio siempre ocurre,
¿Qué es eso que buscamos o por lo que luchamos? Eso es la innovación dejando relucir una de
sus características: es voluntario (Barraza Macías, s. f., p. 10).
Ahora, penando en el objetivo que se plantea para este concepto, hay una discusión interesante
qué abordar: la competitividad. La búsqueda de desarrollo tiene origen en la constante ansiedad
humana de mirar al futuro, de prever una forma de construir uno que vaya a acorde a sus valores
y deseos. Mirando al presente, se planea al futuro. Y, por ello, es que la innovación debe
ocuparse de dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual (Findikoglu & Ilhan, 2016, p.
2574), lo que devela una pregunta oscurecida, ¿Qué clase de sociedad queremos? Aterrizándolo
un poco más a lo educativo, ¿Qué clase de sociedad queremos formar? ¿Por qué introducimos
cambios o buscamos innovaciones en la educación?
Sin duda son diferentes las tensiones que convergen en este campo de lo educativo, todas ellas
pensando la innovación en términos positivos porque siempre buscamos que esta sea acorde a
nuestros valores (como ya mencioné). Los académicos, el Estado, los docentes que se enfrentan a
la cotidianeidad, la sociedad que espera algo de dicha educación y los propios alumnos que
tienen expectativas basadas en su experiencia… todos ellos tienen una idea sobre educación que
quieren defender y buscan perpetuar para el futuro Y todos estos actores, todas estas fuerzas,
están diario operando, y a veces buscan una innovación. Varios proyectos de educación no
formal han demostrado no necesitar de la opinión del Estado para comenzar a hacer esfuerzos
por formar una clase de individuos diferente a la que impera como ideal de sujeto en la sociedad
contemporánea; pero, por el estilo de vida hegemónico, sigue siendo el Estado el que mayo
injerencia tiene en la innovación educativa. Esto, en un ideal de democracia puro, sería una gran
opción; pero, dado que la realidad es otra, hay muchas implicaciones a considerar.
Una de ellas es la economía. La economía parece ser el eje rector de todas las decisiones de un
país, y esto ha provocado que ámbitos como la educación se llenen de conceptos mercantiles
como “calidad”, “eficiencia”, “competitividad” y “rentabilidad”. Como consecuencia de la
globalización, estos conceptos representan retos para la innovación educativa desde el momento
en que son expectativas que el Estado hace de la educación, por lo que cualquier proyecto debe ir
en torno a esos ideales.
Ya se ve, pues, que aún hay muchos retos que trabajar, pero también que la innovación sucede en
varios nivele y modalidades, y no se queda en el mero plano de la adición que la define como un
mero ajuste de lo que ya existe, también puede implicar revolución. El hecho de que la
innovación sea un término polisémico y la innovación educativa un término polifacético puede
encontrar su origen en que, dependiendo de nuestra visión, le conferimos a la innovación
diferentes alcances.
REFERENCIAS:
Findikoglu, F., & Ilhan, D. (2016). Realization of a Desired Future: Innovation un Education.
Mykhailyshyn, H., Kondur, O., & Serman, L. (2018). Innovations of education and educational