FEMINISMO
FEMINISMO
El feminismo es una teoría social y política que aspira a comprender el modo en que las
sociedades piensan a la mujer, en tanto conjunto de individuos. ... Su objetivo común y
fundamental es la lucha por alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, es decir, la
eliminación de las diversas formas existentes del sexismo.
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Feminismo
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Uno de los símbolos del movimiento feminista alemán, a partir de la década de 1970.
Etimología
Aunque el tema de la igualdad se trataba en publicaciones del siglo XVII, como De l'Égalité
des hommes et des femmes (1622), de Marie Le Jars de Gournay o De l'Egalité des deux
sexes (1673), de François Poullain de la Barre, el neologismo francés féminisme se formó a
finales del siglo XIX, a partir de la palabra latina «femina» y el sufijo «isme». El primer uso
del término, aunque con un significado distinto, se produce en 1871, cuando un estudiante
de medicina, Ferdinand-Valérie Fanneau de la Cour, lo utilizó en su tesis, Du fèminisme et
de l'infantilisme chez les tuberculeux (Del feminismo y el infantilismo en los tuberculosos),
para referirse a la patología que aquejaba a los varones que sufrían de este mal. Según su
tesis, se producía una detención del desarrollo del cuerpo, lo que derivaba en el
debilitamiento del individuo enfermo, y, finalmente, se presentaba una feminización del
cuerpo masculino. Es poco probable, sin embargo, que se diseminara este término, tanto
por su contexto como por la coyuntura en el que se produce. 2
Meses después, en 1872, Alexandre Dumas hijo, escritor y dramaturgo, retomó el término,
ahora con un sentido político, en sus panfletos «Feminismo» y «El hombre-mujer» para
desprestigiar a los varones que apoyaban decididamente el movimiento de mujeres que
demandaban el acceso a sus derechos ciudadanos. Según la historiadora y filósofa francesa
Geneviéve Fraisse, Dumas utilizó el término feminismo en el marco de un debate sobre
temas como el adulterio y el divorcio.3 No fue hasta la década de 1880, cuando Hubertine
Auclert, sufragista francesa, retomó el término, ahora con una connotación dirigida a los
movimientos que buscaban la justicia social y política para las mujeres. 4
Por su parte, el Diccionario de la lengua española recoge por primera vez el neologismo en
1914 y no modifica la definición hasta 1992 (del latín femĭna, mujer, hembra, e -ismo).1
[cita requerida]
Hasta la 22ª edición publicada en 2001 5 ha definido feminismo como «doctrina
social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los
hombres». En su segunda acepción, movimiento que exige para las mujeres iguales
derechos que para los varones. Esta segunda acepción la incorpora la edición de 1992. 1 La
edición actualizada, define feminismo 6 (l fr. féminisme, y este del lat. femĭna 'mujer' y
el fr. -isme '-ismo') como principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.Y como
movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo.
Maryana Marrash (1848-1919) fue una de las primeras feministas de Cercano Oriente.
Cronología
Los estudios feministas europeos, entre los que destacan los que se realizan en idioma
español, distinguen como primera fase la del feminismo e Ilustración, también llamada
la polémica feminista.
Una de las primeras mujeres filósofas con principios feministas fue Hiparquía, esposa
de Crates de Tebas. Era miembro de la escuela cínica, por lo que se despojó de sus
posesiones, familia y comportamiento acuerdo a la sociedad, dejó el rol tradicional dado a la
mujer y comenzó a vestir ropa de hombre a modo de no seguir las tradiciones de la
sociedad griega. Teodoro el Ateo, que se reía de ella, le preguntó por qué no se dedicaba a
las tareas propias de su sexo. Hiparquía, consciente de lo que podía haber de revolucionario
en su actitud, le respondió: «¿Crees que he hecho mal en consagrar al estudio el tiempo
que, por mi sexo, debería haber perdido como tejedora?».8
Si bien las polémicas sobre la mujer se remontan hasta la Edad Media y aunque arrancan
con el preciosismo, siendo de destacar la obra de Poullain de la Barre (1673), es en el siglo
XVIII cuando la polémica sobre igualdad y diferencia entre los sexos se plantea con un
discurso crítico, a través de la filosofía de la Ilustración, que era contemporánea. El
detonante fue la publicación de la obra Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary
Wollstonecraft (1792). La segunda ola fue el feminismo liberal sufragista, centrado en el
derecho al sufragio y a la educación. Fue un interregno, después de las Guerras, con la
llamada mística de la feminidad. La tercera ola comienza en los años setenta con lo que las
feministas llamaron «el malestar que no tenía nombre», y el análisis del patriarcado,
los techos de cristal, así como la situación de las mujeres en el resto del planeta donde no
se reconocen los derechos humanos que se declararon universales e inalienables. En esta
tercera ola sigue el feminismo, que es un internacionalismo, en la segunda década del siglo
XXI.9
Otra cronología distingue1011 la primera ola, que apareció a finales del siglo XIX y principios
del XX y se centró mayormente en el logro del derecho al sufragio femenino; la segunda
ola aparece en los años 60 y 70 y se centra en la liberación de la mujer; por último,
la tercera ola comienza en los años 1990 y se extiende hasta hoy en día, y constituye una
continuación y una reacción a las lagunas que se perciben en el feminismo de la segunda
ola.12
Portada de la obra La esclavitud de las mujeres, escrita en 1869 porJohn Stuart Mill, cuyas
ideas fueron realizadas en conjunto con su esposa Harriet Taylor Mill.18
Se genera cierta literatura de carácter liberal a favor de la mujer: John Stuart Mill o Nicolas
de Condorcet van a ser ejemplos de líderes (varones) que defienden los derechos de la
mujer, pero el vacío y aparente olvido de la relegada figura de la mujer dentro del estado
liberal, que perdura hasta el siglo XX, no va a ser denunciado hasta la aparición de autoras
como Mary Wollstonecraft autora de Vindicación de los derechos de la mujer, que rompe
con la tónica de las obras escritas hasta el momento por mujeres, descritas como
«memorial de agravios» y pasa a la «vindicación», componente esencial del feminismo.19
En el Imperio español también hubo expresiones feministas ligadas a la Ilustración. Benito
Jerónimo Feijoo escribió el discurso "Defensa de mujeres", considerado el primer tratado
del feminismo español. Josefa Amar y Borbón en la Real Sociedad Aragonesa de los Amigos
del País, defendiendo la equidad de las mujeres ante el hombre. Una de sus obras
disponibles actualmente en internet, es el Discurso en defensa del talento de las mujeres:
No contentos los hombres con haberse reservado, los empleos, las honras, las utilidades, en
una palabra, todo lo que pueden animar su aplicación y desvelo, han despojado a las
mugeres hasta de la complacencia que resulta de tener un entendimiento ilustrado. Nacen,
y se crían en la ignorancia absoluta: aquéllos las desprecian por esta causa, ellas llegan a
persuadirse que no son capaces de otra cosa y como si tubieran el talento en las manos, no
cultivan otras habilidades que las que pueden desempeñar con estas. ¡Tánto arrastra la
opinión en todas materias! Si como ésta da el principal valor en todas las mugeres a la
hermosura, y el donaire, le diese a la discreción, presto las veríamos tan solícitas por
adquirirla, como ahora lo están por parecer hermosas, y amables. Rectifiquen los hombres
primero su estimación, es decir, aprecien las prendas, que lo merecen verdaderamente, y
no duden que se reformarán los vicios de que se quexan. Entretanto no se haga causa a las
mugeres, que sólo cuidan de adornar el cuerpo, porque ven que éste es el idolillo, a que
ellos dedican sus inciensos.20
La segunda fase o primera ola del feminismo se refiere al movimiento feminista que se
desarrolló en Inglaterra, Estados Unidos y otras partes del mundo como Iberoamérica a lo
largo del siglo XIX y principios del siglo XX.
Originariamente, se concentró en la obtención de igualdad frente al varón en términos de
derecho de propiedad e igual capacidad de obrar, así como la demanda de igualdad de
derechos dentro del matrimonio. A finales del siglo XIX, los esfuerzos se van a concentrar
en la obtención de derechos políticos, en concreto el derecho al sufragio. 21
En las décadas de 1830 y 1840 se destaca en el movimiento socialista francés, la
peruana Flora Tristán, con obras como La emancipación de la mujer, considerada como
precursora del movimiento feminista moderno.
Un hito del feminismo es la Convención de Seneca Falls en Nueva York en 1848, donde
trescientos activistas y espectadores se reunieron en la primera convención por los derechos
de la mujer en Estados Unidos, cuya declaración final fue firmada por unas cien mujeres.
Durante ese tiempo, los sansimonianos defendían la emancipación de la mujer.2223 En este
grupo se encontraban las mujeres como Angélique Arnaud, Caroline Simon y Claire
Démar.2425
Al iniciarse el siglo XX aparecen en el Reino Unido las suffragettes, activistas por los
derechos cívicos de las mujeres, en particular el derecho al sufragio. El movimiento fue
liderado por Emmeline Pankhurst y numerosas autoras y activistas, en su mayor parte de
Estados Unidos y Reino Unido, que van a llevar el feminismo al terreno del activismo,
especialmente en un contexto de vindicación de igualdad de derechos frente al Estado.
Los acontecimientos históricos del momento, especialmente la abolición de la esclavitud,
van a ser muy influyentes en el devenir del movimiento feminista, pudiendo encontrar una
correlación entre la lucha por la abolición y la lucha por los derechos de la mujer: muchas
de las líderes de esta primera corriente son esposas de líderes abolicionistas.
La argentina Julieta Lanteri, médica y líder del movimiento feminista argentino de
comienzos del siglo XX, convirtiéndose en la primera mujer que logró votar en Argentina y
América Latina durante las elecciones municipales de Buenos Aires de 1911.
Una vez conseguida la abolición, se van a producir contactos entre las feministas y las
mujeres negras, poniéndose de relieve las grandes diferencias en la situación de las
mujeres blancas de clase media-alta, las únicas feministas hasta el momento, con las
mujeres negras. Este encuentro lo personaliza la figura de Sojourner Truth y su
discurso Ain't I a Woman? (1851). Las diferencias y características específicas de los
problemas de la mujer negra junto con los de las mujeres obreras (un grupo que va a
comenzar a hacer aparición) van a generar fricciones y problemas como por ejemplo, la
incompatibilidad del modelo femenino de la mujer obrera con el de las pioneras del
feminismo.
Autoras y activistas importantes de la primera ola del feminismo son: Lucretia Mott, Lucy
Stone, Elizabeth Cady Stanton, y Susan B. Anthony, muchas de ellas vinculadas al
abolicionismo e influenciadas por el pensamiento cuáquero. El carácter del feminismo
predominante en ese momento vindica la mujer a través de cualidades positivas
consideradas femeninas como la templanza, la vida piadosa o la abstención de beber
alcohol. Sin embargo, esta vindicación de la mujer a través de la templanza no es
menoscabo para enérgicas protestas y un activismo beligerante, con acciones como
encadenarse en lugares públicos, romper escaparates, huelgas de hambre, desobediencia
civil o actos desesperados y extremadamente peligrosos como tirarse delante del caballo del
rey durante una carrera.
En Argentina la anarquista Virginia Bolten lidera un movimiento feminista sindical alrededor
del periódico La Voz de la Mujer (1896-1899), publicado bajo el lema «Ni Dios, ni patrón, ni
marido». Pocos años después Bolten integró la mesa de conducción de la Federación Obrera
Regional Argentina (FORA). Instalada en Uruguay participó del movimiento que conquistó el
derecho al sufragio para las mujeres (primero de un país iberoamericano) y el divorcio. 26
La abolición de la esclavitud va a llegar pero, para decepción de las mujeres, la igualdad de
raza no se extiende a la igualdad de género, de modo que el movimiento feminista va a
tener que buscar un camino propio, separándose del movimiento abolicionista. Tras grandes
esfuerzos, se conseguirá el derecho al sufragio en 1918, cuando en Inglaterra se regula el
voto para mujeres mayores de treinta años y poseedoras de una casa. En Alemania se
consigue el sufragio en noviembre de 1918. En 1928, la edad para votar se equipara a la de
los varones. Por su parte, en Estados Unidos, la Decimonovena Enmienda de 1920 otorga
derecho al voto en todos los estados del país. La mayor parte de los grandes estados
europeos van a tomar medidas semejantes con algunas excepciones como Francia o Italia,
que aún postergarán unos veinte años el derecho al sufragio femenino.
Con la consecución de la igualdad de iure, la primera ola va a perder su razón de ser, tras
un periodo de poca actividad en lo que a feminismo se refiere. Aparecerán nuevas
corrientes feministas, centradas en el progreso e igualdad social y cultural de la mujer y
para diferenciarlas, se les va a calificar como la «Segunda ola», nombrando de forma
retrospectiva a la «Primera ola».
Sarmiza Bilcescu (1867-1935), abogada y feminista, es la primera mujer con título de
Doctor en Derecho del mundo.
La rumana Sarmiza Bilcescu (27 de abril de 1867-26 de agosto de 1935) fue la primera
mujer de Europa licenciada en derecho por la Universidad de París y fue la primera mujer en
el mundo que consiguió un doctorado de Derecho, con una tesis titulada Sobre la condición
jurídica de la madre (1890), donde mostraba todas las contradicciones y la carencia de
derechos de las mujeres y, muy especialmente, de las madres.
Elisa Leonida Zamfirescu (1887-1973) fue la primera mujer ingeniero del mundo. En 1909
se inscribió en la Academia Real Técnica de Berlín, «Charlottemburgen», y se graduó en
1912. Al registrarse, el decano trató de convencerla de que renunciara, citando «las tres
kas» («kirche, kinder, küche», «iglesia, niños, cocina») que definían el perfil de la mujer en
aquella época. Los directores de la Academia estaban situados ante una situación nueva:
era la primera candidata de la historia de la Academia, pero escribía y hablaba
perfectamente el alemán y tenía conocimientos sobresalientes de matemáticas, física y
química. Finalmente, la aceptaron.
Segunda ola
Artículo principal: Segunda ola del feminismo
Rebecca Walker, la autora que utilizó por primera vez el término «Tercera ola» en sus
escritos.11
Cuarta ola
Esta sección es un extracto de Cuarta ola del feminismo[editar]
La cuarta ola del feminismo es una adaptación histórica sobre el movimiento feminista que
plantea la existencia desde la segunda década del siglo XXI de un nuevo momento histórico
en la lucha por los derechos de las mujeres.
Conceptos claves
El amplio conjunto de conceptos y tecnicismos que utiliza el feminismo tienen un enfoque
concreto que debe conocerse para interpretar la teoría feminista de forma adecuada,
algunos de los más importantes son:
Patriarcado
Salarios más bajos para las mujeres, según la OCDE, en los países miembros
existe una diferencia salarial de género del 17 % y se calcula que un 30 % de
esa diferencia se debe a causas discriminatorias.5354
Reserva a las mujeres peores empleos y ocupaciones, como las tareas del hogar,
que no suelen ser remuneradas y están revestidas de poco o nulo prestigio
social, además de que, en muchos casos resultan incompatibles con una vida
profesional plena.60
Promedio de horas semanales dedicadas al trabajo
España México
ISSN 1696-0866
Género
Artículo principal: Género (ciencias sociales)
El concepto de «género» es central en la teoría feminista, que define el género (lo
masculino/lo femenino), no como una realidad natural, consustancial al ser humano, si no
como una construcción cultural.61 El género sería el resultado de la inmersión en un
conjunto de valores socialmente construidos que dan lugar a la concepción de «lo
femenino» o de «lo masculino». Las características meramente biológicas (el sexo), a través
de una evolución social, han sido revestidas de un conjunto de comportamientos, actitudes,
percepciones y pensamientos; que la humanidad ha impuesto a la mujer, ligando a las
características biológicas sexuales una imagen concreta de lo que «debe» ser, creando la
relación entre sexo (macho/hembra) y género. Uno de los principales objetivos de las
teorías del género es cuestionar la creencia de que la biología determina la condición
femenina (o masculina), afirmando su naturaleza social.62
El sexo dominante es el del varón o macho humano, que, a través de la
estructura patriarcal establece un dominio sobre la mujer o hembra humana. La mujer es
oprimida debido a su sexo y la opresión se da a través del género. Debido a esto, el
surgimiento de los estudios de género en los años 70 en Estados Unidos provocó una
ruptura en otras ciencias sociales, que se vieron obligadas a redefinir sus paradigmas, hasta
entonces diseñados en clave meramente masculina. Disciplinas como la sociología,
la geografía, la psicología, la antropología y la economía atravesaron redefiniciones en
cuanto aparece la mujer (sexo) como objeto de estudio separado del género. Dejan de lado
el paradigma del determinismo biológico y aparece una construcción racional de la relación
de la sociedad con la mujer.63
El género como construcción social y no biológica originariamente es una construcción
teórica creada por médicos, psicoanalistas, etnólogos y sexólogos como John
Money o Robert Stoller, quienes propusieron distinguir el concepto de sexo del de género,
es decir, separar los rasgos biológicos, fisiológicos, cromosómicos y genéticos del macho y
de la hembra humanos de la construcción social que se hace de esas diferencias biológicas
sexuales.64 Por ejemplo: el rosa y los juguetes domésticos para las niñas y el azul o celeste
y los juguetes de acción y guerra para los niños. Eso es género.65 A partir de la década de
1970, hasta los 90, las feministas van a hacer suyo los estudios de género. El género, desde
la perspectiva de los estudios de género feminista, es lo que la sociedad dice que una mujer
debe ser y lo que no debe ser.62
El feminismo no cuestiona, de este modo, únicamente la construcción de la feminidad y de
la mujer, sino también de la masculinidad el concepto de varón, puesto que tanto la primera
como la segunda forman parte del sistema sexo/género, al que dio forma y que supone en
la actualidad una categoría de análisis antropológica. Según Gayle Rubin, el sistema
sexo/género asigna características culturales y, en consecuencia, artificiales y
perfectamente modificables, a cada uno de los sexos, opresión del patriarcado que no sería
inevitable, sino consecuencia de las relaciones sociales que organizan el llamado sistema
sexo/género.66 Es decir, para cada sexo biológico correspondería determinado género. A los
machos humanos les corresponde la masculinidad y a las hembras la femineidad, con un
sistema de jerarquía donde el varón opresor ocuparía un puesto superior y dominaría a la
mujer, en situación de subordinación y oprimida. Las diferencias generarían desigualdades
jerárquicas,67 diferencias biológicas y relaciones políticas entre los sexos que, gracias al
género, resultan desiguales y asimétricas en la vida social, jurídica, política, sexual, en el
desarrollo económico, el acceso a la tierra, a la educación, a la cultura y al trabajo. De
acuerdo con Marcela Lagarde, las cinco claves de la opresión de género son la
inferiorización, la discriminación, la exclusión, la marginación y la expropiación de las
mujeres.68
Androcentrismo
Protestas en Argentina en el día de la Mujer de 1984, después de que la fecha fue
institucionalizada.
Críticas
Véanse también: Masculinismo, Movimientos de hombres, Movimiento derechos del
hombre y Movimiento derechos de los padres.
Aspectos teóricos
Una de las corrientes del feminismo de tercera ola, el ecofeminismo, ha recibido críticas
contra el por su carácter esencialista, lo que ha llevado al rechazo de tal denominación por
las feministas que se definen también como ecologistas.73 Tal esencialismo se interpreta
como una visión dicotómica y estricta, un dualismo que en el fondo sigue enfocándose en
diferencias de género, y no en aspectos comunes,74 hasta el punto de relacionar el ser
mujer con una supuesta moralidad superior, y tender a mostrar a los varones «con una
capacidad innatamente inferior en áreas de desempeño consideradas significativas», por
ejemplo, al atribuirles fenómenos como la violencia, y a desligarles de valores como la paz,
sin haber evidencias científicas y prácticas que respalden estas relaciones.74 Este punto de
vista ha sido denunciado como innecesario en el feminismo y como ideología sexista.74
Según el psicólogo Sebastián Girona, las versiones más radicales del feminismo achacan a
los hombres toda la culpa de la opresión que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia
sin reconocer la responsabilidad propia de las mujeres. Esta perspectiva puede conducir a
culpar al hombre de todos los males sociales, y en consecuencia, cosificarlo a la figura del
mal y en algunos casos puede devenir en un odio o aversión hacia los varones, llamado
técnicamente misandria, que se puede manifestar abierta o sutilmente.75
El feminismo ha recibido críticas desde ideologías conservadoras. Por ejemplo, la periodista
Naomi Schaefer Riley, sostiene que el feminismo ha perjudicado a las mujeres y a las
familias al promover una cultura que supuestamente considera las relaciones sexuales
casuales como «empoderantes», rechaza la necesidad de la presencia del hombre en el
hogar y minusvalora el trabajo doméstico de las mujeres, a la vez que invita a
la victimización de la mujer.76 En la misma vena, la actriz Alessandra Cantini, candidata del
partido Forza Italia opina que el feminismo promueve un terrorismo de género y que las
reivindicaciones de feminismo obedecen al propósito de derribar el orden capitalista.77 La
economista paleolibertaria Vanessa Vallejo ve un vínculo entre medidas como leyes de
cuotas o cupos y el colectivismo y el autoritarismo político.78 Tanto Vallejo como Cantini
denuncian la forma en que estas medidas podrían atentar contra principios como la libertad
empresarial, o la meritocracia.7778
Las críticas hacia tendencias totalitarias del feminismo radical, provienen también del sector
del feminismo igualitario. Por ejemplo, Camille Paglia y Christina Sommers acusan a las
«feministas de género» de encasillar a las mujeres en el rol de víctimas del patriarcado y
lamentan una supuesta deriva hacia la intoleracia y la censura del feminismo hacia los
puntos de vista disidentes en las instituciones académicas.79
Otros conceptos de la segunda y tercera ola del feminismo han sido cuestionadas, como
el patriarcado, la identidad de género y los constructos sociales.[cita requerida]
Como un supuesto movimiento de igualdad, se denuncia el abandono del feminismo por
proteger y velar por la discriminación, la explotación y el abuso hacia los varones. Por
ejemplo, Carol Fontena y Andrés Gatica, en una investigación sobre la violencia hacia los
hombres, comentan sobre el problema de la violencia doméstica: 80
En este sentido, hay una lógica un tanto unilateral en su abordaje, apoyado por el
feminismo, que a contribuido ostensiblemente a la intervención de esta problemática, pero
que ha tenido sus costos al señalar a un solo tipo de agresor: al varón, manteniendo oculta
esta problemática.
Cantini, por su parte, opina que «el status quo actual discrimina a los hombres en tanto y
en cuanto no existe ninguna ley humanitaria que los defienda de los abusos que reciben». 77
Movimiento del desacuerdo
Algunos colectivos de hombres y mujeres han mostrado su desacuerdo contra el feminismo,
como fue el caso de la campaña en Internet llamada «Mujeres contra el feminismo» de
2014 en reacción a la campaña «#YesAllWomen»,81 o el «Frente de hombres contra el
feminismo» en Alemania.82 En 2013 el patriarca Kirill de la Iglesia ortodoxa de
Rusia cuestionó al feminismo argumentando que «es muy peligroso y puede destruir
Rusia».83
En los primeros años de la década de 1990 el periodista conservador estadounidense Rush
Limbaugh comenzó a difundir el término peyorativo «feminazi», asociando algunas
corrientes feministas con el nazismo. El término ha sido criticado por promover la creencia
de que Hitler era feminista.84 La feminista Gloria Steinem ha criticado también a Limbaugh,
exponiendo cómo Limbaugh apoya la mayoría de las posturas que el nazismo tenía contra el
feminismo.85
También el ejecutivo de medios Steve Bannon, jefe de Asesores del expresidente
estadounidense Donald Trump y director del medio de extrema derecha Breitbart
News, y Milo Yiannopoulos, periodista británico de extrema derecha, sostuvieron que el
feminismo era una enfermedad como el cáncer.86
http://ciencia.unam.mx/leer/926/-que-significa-el-feminismo-sus-luchas-historicas-y-aun-
vigentes-
08-11-2019
Por Isabel Pérez, Ciencia UNAM-DGDC
Alcanzar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, sigue siendo una de las
principales exigencias del feminismo en pleno siglo XXI.
Su análisis
Montserrat Dehesa detalló que igualmente, existen cuatro categorías de análisis de la
teoría feminista.
La primera de ellas es el orden patriarcal; el patriarcado se entiende como una institución
en virtud de la cual una mitad de la población, es decir las mujeres, se encuentra bajo el
control de la otra mitad, en este caso los hombres. En esta categoría se pone a la figura del
padre como el jefe de todo, desde las relaciones más pequeñas hasta las más amplias.
En la segunda categoría de análisis tenemos al género, el cual es una construcción social
que se basa en el conjunto de ideas, creencias y representaciones que generan las culturas
a partir de las diferencias sexuales, las cuales determinan los papeles de lo masculino y lo
femenino. La teoría de género la expresan de manera certera las feministas radicales de
finales de los sesenta y principios de los setenta del siglo XX.
La identidad de género es la tercera categoría. El género femenino se construye a partir del
antagonismo con el hombre desde la debilidad, servicio y ser para otros. En contraparte, el
género masculino es considerado el modelo de lo humano, y como tal se le atribuye fuerza
y poder.
Finalmente, está el análisis de la violencia de género, donde tienen cabida las
agresiones, acciones u omisiones contra la integridad de las personas, basadas en el orden
patriarcal y en las relaciones de poder-dominación que resulten en daño psicológico, físico,
patrimonial, económico, sexual, y feminicidio.
El feminismo es, ha sido y será un movimiento cuyo fin es buscar la autonomía de la mujer,
así como la igualdad de sus derechos ante los hombres.