Isabel Moctezuma Familia y Encomienda UN
Isabel Moctezuma Familia y Encomienda UN
Isabel Moctezuma Familia y Encomienda UN
15 2 1, UN ATADO DE VIDA S
Isabel Moctezuma,
familia y encomienda
Margarita Menegus Bornemann
y Maria Castaneda de la Paz 2
Margarita Menegus Bornemann. Doctora
por la Universidad de Valencia en Historia
Moderna. Profesora e investigadora de la
UNAM en el Posgrado en Historia y en el
Instituto de Investigaciones sobre la Univer-
sidad y la Educaci6n. Miembro del Sistema
Nacional de Investigadores desde 1990.
Cuenta con el reconocimiento Universidad
Nacional para J6venes Investigadores y
el Sor Juana Ines de la Cruz de la UNAM.
Maria Castaneda de Ia Paz. Doctora en
Historia de America por la Universidad
de Sevilla, Espana, y con estudios de doc-
torado en la Universidad de Leiden, en los
Paises Bajos. Desde 2006 es investigadora
del Instituto de Investigaciones Antropo-
16gicas de la UNAM. Miembro del Sistema
Nacional de Investigadores. Por sus tra-
bajos en torno ala henildica indfgena no-
vohispana, fue distinguida como miembro
asociado de la Academia Internacional de
Henildica.
MATERIAL DE LECTURA 2
1521, UN ATADO DE VIDAS
Is a bel Moctezuma,
familia y encomienda
Margarita Menegus Bornemann
y Maria Castaneda de la Paz
u - .
.
MEXICO, 2021
Catalogaci6n en Ia publicaci6n UNAM. Direcci6n Genera l de Bibliotecas y
Servicios Digitales de Informacion.
Nombres: Menegus Bornemann, Margarita, aurar. I Castaneda de Ia Paz,
Marfa, autor.
Titulo: Isabel Moctezuma, familia y encomienda I Margarita Menegus
Bornemann y Marfa Castaneda de Ia Paz.
Descripci6n: Primera edici6n. I Mexico : Universidad Nacional Aut6noma
de Mexico, 2021. I Serie: Material de lectura. 1521, un atado de vidas; 2.
Idenrificadores: LIBRUNAM 2112459 I ISBN 9786073051125.
Temas: Moctezuma, Isabel Techixpo Ixtaxochitl, 1509-1550 -- Biograffa. I
Moctezuma, Isabel Techixpo lxtaxochirl, 1509-1550- Genealogfa.
Clasificaci6n: LCC F1230.M635 2021 I DOC 972.018092- dc23
Material de Lecrura
Nueva epoca
Primera edi ci6n: 1 de ocrubre de 2021
ISBN: 978-607-30-5112-5
ISBN de Ia serie: 978-607-30-5110-1
www.libros.unam.mx
3
vitales diversas, hasta entonces desconocidas entre si. Aquella
ins6lita confluencia acarre6 la alteraci6n de los itinerarios
particulares y la desestructuraci6n de sus respectivos mundos
para dar paso a otro nuevo, pretendidamente universal. Las
noticias de estas vidas, fragmentadas por la guerra, la distorsi6n
reiterada o el olvido invitan a regresar la mirada para encontrar
en ellas una ruta para restituir el pasado en su complejidad,
dignificar el presente y elegir el futuro. Por esta raz6n, quien
ponga la mirada, el coraz6n y la mano en este atado, encontrara
lo mismo la huella de trayectorias celebres de hombres y mujeres
hechos de piedra y de letras, que retazos de vidas apenas cono-
cidas, luces tenues de existencias olvidadas.
Inexorablemente unidas por una historia comun, las es-
crituras que componen este atado son una constelaci6n de la
diversidad de tiempos que quedaron sujetos a partir del siglo
XVI, dando paso a un nuevo orden solar, en el que conflufan
las tradiciones toltecas, nahuatlacas, arabes y cristianas. y son
tambien vidas, ala manera de Plutarco, que proyectaban hacia
el futuro la trenza ca6tica que las uni6. Pero si las del griego
surgieron del pasado clasico, helenfstico y romano, que daba
cuenta de un unico mundo mediterraneo, estas otras, a despecho
de los mitos nacionales, provienen del magma de la guerra, la
amplitud de la tecnica y la ciencia, la apropiaci6n de la tierra
y la generalizaci6n de la enfermedad, la ganancia y el credito,
para dar cuenta del desorden mundial que a partir de entonces
vinculo continentes enteros y destinos individuales.
En su antigiiedad entreverada, los referentes cfclicos mesoa-
mericanos y la tradici6n clasica mediterranea confluyen en nuestra
actual necesidad de comprender. Como en un espejo humean-
te, la contingencia de nuestro cotidiano y la incertidumbre proce-
dente de fuerzas que nos exceden --como la actual pandemia- se
refleja en los destellos de experiencias pasadas, entreveradas por
4
una epoca que clio paso a nuevas formas de convivir. Lejos de las
convencionales explicaciones hist6ricas, la patina oscura de aquel
reflejo vital nos acerca a la escala de Ia alegrfa y el dolor, el an-
helo y la frustraci6n, Ia angustia y Ia resignaci6n, la satisfacci6n
y la ambici6n, la valentia y el miedo, la enfermedad, la salud, el
silencio. La muerte como parte indisociable de Ia vida .
1521, un atado de vidas es tambien la confluencia impresa de
un puiiado de personas provenientes de muy diversos ambitos
de escritura. Como en otras series de esta entraiiable colecci6n
editorial universitaria, Material de Lectura abre la puerta a la
experimentaci6n, a la reflexi6n y a la busqueda de nuevos hori-
zontes textuales. Al fin y a! cabo, leery escribir, como respirar y
dormir, son actividades constitutivas de la vida y de la historia.
Cada ensayo de esta serie refleja un acercamiento personal
a otra vida y otro contexto. El resultado excede los limites de
la historia academica y renuncia a los formatos de Ia biografia
para reconciliarnos con el texto como tejido de intenciones, de
actos de enunciaci6n, de cosas que decir. Desde las pulsiones vi-
tales que animan a cada pluma, el pasado individual se presenta
como la ocasi6n para escribir sobre lo practico y lo urgente;
para suscitar el debate, como pretendi6 Montaigne; para evo-
car el gozo y la desdicha, como lo versific6 Nezahualc6yotl en
tinta negra y roja, o plasmar una verdad mediante trazos, tonos
y velos claroscuros, a Ia manera de Artemisia Gentileschi. En
el fondo, la intenci6n general de la serie pretende indagar si,
bajo el sol de hoy, estamos condenados a contemplar aquellas
vidas como gigantes de un mitico mundo separado del nuestro
por 500 aiios, inventado por otros hace medio milenio; o si, por
el contrario, podremos reconocernos en su humanidad y en-
contrar un nuevo equilibria con el pasado.
Los editores
5
Isabel Moctezuma. Familia y encomienda
7
Los hi j os de Moctezuma y la N oche Triste
8
de ambos bandos. A decir de Cortes, los hijos de Moctezuma
y otros nobles que llevaba consigo. Esos hijos debieron ser
Chimalpopoca, al que parece que Moctezuma encomend6 a
Cortes, y Axayacatl, otro hijo de Tecalco y, por tanto, hermano
de Isabel por parte de padre y madre.
Quien lider6 la persecuci6n por la calzada de Tacuba fue
Cuitlahua, el hermano de Moctezuma que entonces estaba al
frente de la ciudad, junto con Tetlepanquetzatzin, el senor de
Tacuba. Seguramente tambien estaba Cuauhtemoc, aunque
las fuentes no resaltan su figura hasta el momento en el que se
pone al frente de Tenochtitlan y encabeza la resistencia mexica
en el asedio final a la isla. En cualquier caso, se dice que fue el
quien clio orden de matar a los hijos y esposas de Moctezuma,
con elfin de acabar con esa estirpe que se habfa puesto dellado
espanol. Dona Isabel lo confirm6 anos mas tarde, al escribir
que a su hermano Axayacatl lo mataron los tenochcas por
seguir la voluntad de su padre ya difunto, en su obediencia al
rey de Espana. En esos documentos tambi~n daba a entender
que Cortes la sac6 a ella y a dos de sus hermanas de la isla,
pues asf se lo encarg6 su padre al conquistador espanol, al que
antes de morir rog6 que las cuidase, bautizase y les ensenase
la doctrina cristiana.
9
Los dudosos matrimonios prehispanicos
de dona Isabel
IO
Gomara, publicada en I 5 p, aunque es diffcil saber de donde
saco esa informacion que Cortes jamas menciono. La segunda
es el Origen de los mexicanos, de la que hasta hace poco se
decia que la habfan escrito los franciscanos en I532, junto con
la Relaci6n de la genealogia. Sin embargo, un analisis crftico
de ambas fuentes pe~mit aseverar que el Origen de los mexi-
canos es una version reelaborada a partir de la Relaci6n de la
genealogia y que, por su contenido, es una fuente apocrifa. De
este modo, tan solo nos queda el testimonio de Bernal Dfaz del
Castillo, que no solo escribio al final de sus dfas, sino que su
fuente no se publico hasta I632. El problema es que el nun-
ca clio el nombre de esta hija de Moctezuma, de la que solo
destaco su belleza. Tambien es raro que ninguna otra fuente
lo confirme y que, en los documentos que ella elaboro cuando
estuvo casada con Juan Cano, tampoco lo mencione. Quizas
no lo hiciera porque era una figura historicamente incomoda,
que en la nueva sociedad colonial poco tenia que aportar a sus
intereses. Sin embargo, hay dos argumentos mas solidos que
hace dudar de este matrimonio: por un lado, el nombre con el
que los ancianos se referfan al hablar de Isabel, ala que llama-
ban Tecuichpo, pues como ya hemos vista, este refiere al de una
mujer en edad de casarse; por el otro, que en los documentos
que Isabel preparo, ella misma seiialara que durante la conquista
vivfa con sus hermanas bajo el amparo de su padre, motivo por
el que este, antes de morir, la encomendo a Hernan Cortes.
II
Los matrimonies de Isabel con conquistadores
espafioles
I2
de Andrade, otro conquistador amigo suyo (vease cuadro I).
Estando con el naci6la hija de ambos, ala que el conquistador
reconoci6 porque siempre llev6 su apellido: dona Leonor Cortes
Moctezuma. Un ano despues, en abril de 1529, Cortes seguia en
Espana y se casaba en segundas nupcias con dona Juana de Zu-
niga. En I 53 I naci6 el primogenito de Isabel, don Juan de
Andrade Moctezuma, y ella volvia a quedar viuda. Sucedi6 elmismo
ano en el que Cortes regresaba ala Nueva Espana y se instalaba
en Cuernavaca. Sin embargo, este no descuid6 su papel de tutor
de la hija de Moctezuma y volvi6 a casarla. En esta ocasi6n,
con el conquistador Juan Cano Saavedra, de cuyo matrimonio
nacieron varios hijos: Pedro, Gonzalo, Isabel de Jesus y Juan
Cano Moctezuma.
Se sabe que recien desposada, sus hermanas Maria y Francis-
ca vivian al amparo de ella, pues Leonor ya estaba casada con
otro conquistador. Maria muri6 joven, mientras que Francisca
opt6 vivir dentro del drculo de la nobleza indigena y se cas6
con su primo hermano, don Diego de Alvarado Huanitzin, que
en I538 se convertia en el primer gobernador indigena de la
ciudad de Mexico. Por este motivo, Cortes nunca se vio obligado
a otorgarle una encomienda como dote, tal como hizo cuando
cas6 a Isabel y a Leonor con conquistadores espanoles. Con
Juan Cano vivi6 Isabel hasta elfin de sus dias. Fue un hombre
ambicioso, que promovi6 la elaboraci6n de numerosos docu-
mentos en los que se clio traza en declarar a Isabel como la hija
legitima de Moctezuma y su unica heredera, lo que provoc6
numerosas fricciones entre ella y su hermano Pedro, pues para
entonces Martin ya estaba muerto (t 1536).
Las ambiciones de Isabel
15
CUADRO 1. GENEALOGIA DE DONA ISABEL MOCTEZUMA
Tezozomoc Atotoztli
Cuitlahua Moctezuma
Xocoyotzin
T~'"
Cuauhtemoc
M"''"
Andrade
j
Juan Juan Pedro Gonzalo Isabel
Andrade de Jesus
17
soberano y monarca asumieron la obligacion de tributarle. La
razon es clara: los naturales de la tierra otorgaron el poder
supremo de Moctezuma al rey castellano, quien a partir de ese
momento se constituyo en su defensor y protector. El tributo,
segun el derecho polftico medieval, permitfa al monarca promo-
ver el bien comun y administrar la justicia. Por derecho natural,
todos los subitos debian tributar al soberano, con excepcion
de los nobles y los clt~rigos quienes, por sus grandes servicios
a la monarquia, fueron eximidos de dicha obligacion. En este
sentido solo el rey o el emperador podian imponer tributos. Esto
ultimo es de suma importancia, porque el rey cede un derecho
que es solo suyo, a un encomendero o a una orden religiosa
por el tiempo que el mismo decide. Bajo este principia el rey, a
traves de las Leyes Nuevas de I 542, limita la temporalidad de
los tributos cedidos a encomenderos. AI termino de la cesion la
encomienda regresa a la cabeza de la Corona. Sin extendernos
mas, solo decimos que en el caso de Isabel de Moctezuma, el
monarca cede la renta de la encomienda o sea el tributo de sus
vasallos a perpetuidad.
La encomienda fue otorgada por Cortes el26 de junio de I 526,
en calidad de dote al momento de casarse con Alonso de Grado.
Fue originario del pueblo de Alcantara, en la provincia de Ex-
tremadura . AI momento de casarse con dona Isabel, ostentaba
el cargo de Visitador General de Indios en la Nueva Espana.
Los pueblos otorgados en encomienda a perpetuidad fueron
Yetepec, Chimalapa, Xilotzingo, Coatepec, Tlallasco, Tlazalla,
Guatuzco, Huizquiluza, Chapulmaloyan, Azcapotzaltongo y
Duotepeque, es decir, una serie de pueblos pertenecientes al se-
norio de Tacuba. Sin embargo, Alonso de Grado murio al poco
tiempo y no tuvo descendencia, como ya se menciono. En se-
guida, Isabel se caso en I 528 con Pedro Gallego de Andrade,
quien llego a la Nueva Espana junto con Panfilo de Narvaez.
I8
Al momento de su matrimonio por derecho propio el era en-
comendero de Izquiyquitlapilco.
Con Pedro Andrade, tuvo un hijo, en I 5 29, que se llam6
Juan de Andrade; y por ultimo, Is a bel Moctezuma se cas6 con Juan
Cano Saavedra, un hidalgo de la ciudad de Ciceres en Extrema-
dura, con quien tuvo los tres hijos, por lo cual la renta de la
encomienda se dividi6 entre sus herederos.
Felipe II, hacia finales del siglo XVI, le otorga el derecho a
la familia de fundar con sus bienes un mayorazgo, es decir, sus
bienes quedaron vinculados, con un regimen sucesorio preestable-
cido. Como se sabe, al quedar los bienes vinculados, no podfan
ser enajenados, ni divididos arbitrariamente entre sus herederos.
Debido ala cantidad de hijos legftimos que tuvo Isabel, la suce-
si6n de la encomienda y sus tributos se dividi6 y fue motivo de
numerosos conflictos suscitados a lo largo del periodo colonial.
El testamento de Isabel de Moctezuma
20
interpretar la dotaci6n como senorio. Esta frase se encuentra
en la dote que originalmente le entreg6 Cortes al primer marido
de Isabel Moctezuma, Alonso de Grado, en donde se dice expll-
citamente que se le entrega: "el senorio de Tacuba". Sin em-
bargo, en su testamento yen otros documentos que dan cuenta
de la renta de la encomienda que obtuvieron sus descendientes,
seve con claridad que lo que esta operando es la encomienda y
noel senorio. Tambien dan cuenta de esto ultimo los reclamos
y conflictos suscitados a raiz de dicha dotaci6n a Isabel de Moc-
tezuma con los senores naturales de Tacuba. Como se vera a
continuaci6n, se fracciona dicho senorio, mas no llega en ningun
momenta a traspasarse en su totalidad a Isabel ni a sus des-
cendientes.
En el testamento de Isabel de Moctezuma quedan cconsig-
nados los privilegios derivados de la encomienda y tambien
el regimen sucesorio. En cuanto a la rama de su marido, Juan
Cano, incluye ademas de Ocoyoacac, Tepezoyuca, Coapano-
ya y Capuluac, un pueblo mas, el de Coatepec. Se quejan los
senores de Tacuba que los cinco pueblos dados en encomienda
a Isabel de Moctezuma no reconocen su senorio. Es clara que
Isabel es encomendera de cuatro o cinco pueblos que pertene-
cieron a Tacuba, pero nose le entreg6 el senorio de Tacuba en
su totalidad. De ahi los conflictos con los senores naturales de
Tacuba, y las quejas de estos reclamandole al rey la perdida
continua de su territorio, a manos de espanoles a traves de una
merced, o a Isabel Moctezuma, par motivo de su encomienda.
La herencia de la rama Andrade, menos clara, tambien entra
en conflicto continuamente con los senores de Tacuba. En su
testamento dona Isabelle dej6 Tlacopan (Tacuba) a su hijo ma-
yor Juan de Andrada, "porque es mio y asi como lo he poseido
y lo poseo ahara, deseo yes mi voluntad que el dicho Juan de
Andrade, mi hijo legitimo, lo posea" (AGI,Justicia, r8r: 2o6v).
2!
Al fin el pleito se resolvio mediante dos reales cedulas dadas
por Felipe II, una de I 5 67 y la otra de I 59 2. En ellas se asienta
oficialmente el patrimonio para los hijos de Pedro Andrada
Moctezuma. Se dispuso entregarles una cantidad de dinero o,
se puede decir, una pension en monetario a perpetuidad.
El pago del tributo real se concentra en el ramo de tributos,
como un ingreso de la Real Hacienda. El tributo real, una vez
ingresado a la Caja Real, se consigna a quienes la Corona le
debe una pension a perpetuidad o a un vinculo en particular. Es
el caso de los tributos asignados a los descendientes de Isabel de
Moctezuma, al igual que sucedio con su hermano Pedro y sus
descendientes. Inicialmente, los encomenderos cobraban el tri-
buto indigena de forma directa, por medio del gobernador del
cabildo indigena, quien reunia en la cabecera de cada cabildo
el monto total tasado a dicha republica. Esta practica termino
para finales del siglo XVI y el tributo, como hemos ya expresa-
do, se concentro en el ramo de tributos de la Real Hacienda.
La crisis demografica provoco que la renta de la encomienda
descendiera a medida que la poblacion indigena declinaba a lo
largo del siglo XVI. Simultaneamente, hay que tener en cuenta
que con las Leyes Nuevas de I542 se inicio un proceso mediante
el cuallas encomiendas regresaron paulatinamente ala cabeza
de la Corona. Esto no fue el caso de las encomiendas otorgados
a perpetuidad, como el que ahora nos ocupa de los Moctezuma.
No obstante, la crisis demografica redujo el monto del tributo y,
por ello, se instituyo el mecanismo de pensiones a perpetuidad.
De tal manera que se fijo el monto de la pension, expresada en
dinero, y ya no contando o recurriendo al numero de tributa-
rios para calcular el monto del tributo . En otras palabras los
descendientes de Isabel de Moctezuma solicitaron en numerosas
ocasiones que su "pension" fuese revisada y aumentada.
22
La sucesi6n de la encomienda a perpetuidad
Isabel Moctezuma
1
Juan de Andrada
Moctezuma
l
Juan Andrada Maria Andrada
Moctezuma Moctezuma
(se le otorg6 (se le otorg6
Ia mitad de Ia mitad de
1300 pesos 1 300 pesos
de oro de minas de oro de minas
en titulo de en titulo de
mayorazgo) mayorazgo)
DESCENDIENTES DE DONA ISABEL MOCTEZUMA
Juan Cano
(tercer matrimonio)
i
Catalina Cano
l
Isabel Cano
i
Juan Cano
l
Gonzalo Cano
l
Pedro Cano
Moctezuma Moctezuma Moctezuma Moctezuma Moctezuma
(monja) (monja) (se le otorgaron (se le otorgaron (difunro)
2 000 pesos 1 000 pesos
de renta por de renta de los
dos vidas) cuales, 450 son
maravedfes)
1
Juan de Toledo Pedro Toledo Juan Cano
Moctezuma Moctezuma Moctezuma
(se le otorgaron (se le otorgaron
2 000 pesos de 500 pesos)
renta de_su padre)
j
Juan Moctezuma Carbajal
(se le otorgaron 2 000 pesos
por mayorazgo y meritos
de Juan Cano, su abuelo)
Fuente: Elabor6 Carlos Roberto Cruz Gomez, con base en "Arbol genea l6gico
de Ia descendencia del emperador Moctezuma II, presentado por Pedro
Toledo de Moctezuma para solicitud de un habito", AGI, MP-Mexico, 48 .
Los bienes de los descendientes de la rama
de Juan Cano
Fuente: elaborado por Carlos Roberto Cr uz Gomez, con base en Peter Gerhard,
Geografia hist6rica de Ia Nueva Espana, IJI9-I82I, Mexico, UNAM, 1986,
pp. 174-17 5; Pedro Ca rrasco, The Tenochca Empire Ancient of Mexico.
Th e Triple Alliance ofTenochtitlan, Tetzcoco, and Tlacopan, USA,
University of Oklahoma Press, 1999, p. 178.
Los descendientes de la rama Andrade
31
de aumentar su patrimonio para mejorar su estatus y el de su
familia. Tres cosas hay que tener claras. La primera es que, a
diferencia de su hermano Pedro, doiia Isabel no fue cacica sino
encomendera; la segunda es que la encomienda se le otorgo en
calidad de dote por su matrimonio; la tercera, que dona Isabel
no fue compensada por ser hija de Moctezuma, ni la encomienda
recibida tuvo que ver con el antiguo patrimonio de su madre
porque, como sabemos, esta no era de Tacuba. Vivio, pues, tra-
tando de llevar la vida de una mujer ejemplar de la epoca,
aunque su ambicion la llevo a enemistarse con su hermano
y el gobernador de Tacuba. De cualquier modo, trato de ser
justa con su familia, prueba de ello es que en su testamento no
se olvido de la hija que tuvo con Hernan Cortes. Otra asunto
fue la cantidad de disconformidades que provoco su herencia,
y que suscitaron enconados pleitos entre sus hijos varones. En
el periodo colonial tardio parece que hubo una division del
tributo. Mientras los Cano Moctezuma siguieron recibiendo las
rentas tributarias de los pueblos sujetos a Tacuba, los Andrade
empezaron a recibir la de algunos pueblos en la Mixteca.
La documentacion sobre la familia de Isabel de Moctezuma
y sus descendientes es muy amplia, sin embargo, la mayoria de
la documentacion se produce despues de su muert ~ ocurrida
el9 de diciembre de I5 so. Por un lado, su ultimo marido, don
Juan Cano, en I 54 7 solicito que le fueran restituidos sus bie-
nes como heredera de Moctezuma: "todos los bienes propios
y patrimoniales y dotales que le pertenecen fuera de los del
dicho seiiorio y los que le pertenecian de la dote y herencia y
patrimonio de su madre". Ademas, denuncio que Cortes y sus
huestes tomaron todos bienes raices, casas, pueblos y heredades
de Isabel, ademas de oro, plata y joyas. Esta iniciativa produjo
una informacion importante que ha sido publicada en buena
medida por Emma Perez Rocha. Por otra parte, sus descen-
dientes a lo largo de los siglos subsecuentes pelearon entre sf,
una y otra vez, los privilegios heredados. Tambien buscaron
aumentar la renta de la encomienda a medida que percibieron
que las rentas asignadas les eran insuficientes para llevar una
vida digna.
Por ulitmo, como se ha podido constatar en el caso de los
descendientes de la rama Andrade, en r6o4 el Alcalde Mayor
de Teposcolula tenia un poder de don Juan de Andrade Mocte-
zuma para cobrar 2 70 pesos y 6 gramos de oro comun, que el
marques de Montesclaros, virrey de la Nueva Espana, le habfa
situado en su titulo de mayorazgo de los tributos de Tlaxiaco.
0 por ejemplo, en r6q, dona Mariana Andrade Moctezuma
recibla tributos de Tlaxiaco, y el pueblo por su parte le exigfa
sufragar los gastos en mafz y dinero del cura. Anos mas tarde,
en 1741, Felipe Moctezuma reclam6los tributos que le debfan y
que le habfan sido suspendidos debido ala epidemia que hubo.
En suma, aun esta pendiente hacer una historia completa de
los descendientes de Moctezuma. Hasta el momento tenemos
una diversidad de trabajos que dan cuenta de esta historia de
manera parcial.
33
Bibliograffa
34
ZAMORA Aceves, Celina, "El legado de la familia Moctezuma,
r6o9", Boletfn del Archivo General de la Naci6n, vol. VI,
n. r6, abril 2007: 38-57.
ZAVALA, Silvio A, La encomienda indiana, 2 3 • edici6n revisada y
aumentada, Mexico, Porrua, 1973.
35
fndice
2
Isabel Moctezuma,
familia y encomienda
editado porIa Direcci6n General de Publicaciones y Fomento
Editorial, se termin6 de imprimir el 8 de octubre de 2021 en
los talleres de Gnifica Premier, S.A. de C.V., Calle 5 de Febrero
2309, col. San Jeronimo Chicahualco, C.P. 52170, Metepec,
Estado de Mexico. En su formaci6n se emplearon las fuentes
Sa bon (Jan Tschichold, 1967) y Bell Gothic (Chauncey H.
Griffith, 1938 ). El tiraje fue de 3 500 ejemplares impresos
en papel Snow Cream de 6o g a una tinta.
HIST6RI CA S
Ilib INSTITUTO DE
llliJ INVESTIGACIONES
IIIII BIBLIOGRAFICAS
CEPE Pub/icaciones
Centrolte&iorWde CEf','TRO 0[ ENHNIINZA
• romento
ln¥e stig~e iones PAR." f:XI RANJUOS Editorial
Multidisciplina rias