TEMA 9 (7) Roman
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En el comercio se utiliza el préstamo con interés (foenus), realizado mediante una
estipulación que comprende tanto la cantidad a devolver como los intereses.
Estos préstamos son concedidos tanto por prestamistas privados (feneratores) como
por profesionales de la banca (argentarii). Los intereses abusivos estaban prohibidos
por las leges fenebres siendo la tasa legal del 12% anual, sin embargo existen fuentes
que acreditan unos intereses muy superiores a los legalmente permitidos.
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Si el deudor no realiza el pago en el tiempo pactado, incurre en mora pero ello no
implica el pago de intereses si no han sido previamente pactados.
Para que se produzca la mora no es necesaria la interpellatio pero ésta puede
constituir un medio de prueba para determinar la responsabilidad del deudor.
La mora del deudor agrava su responsabilidad y debe responder por pérdida de la cosa
específica. La mora cesa cuando el deudor ofrece pagar al acreedor y éste no tiene
causa para rechazarlo.
Si el acreedor rechaza el pago sin una causa justificada, existe mora del acreedor. En
caso de que éste reclame el pago después de haberlo rechazado injustificadamente, el
deudor puede oponer una exceptio doli.
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3) Daciones por circunstancias eventuales (datio ex eventu)
En estos supuestos, el que realiza la entrega no ostenta la propiedad de la cosa o no
realiza el acto en la forma requerida. En tal caso, como cuando el objeto se consume o
se confunde, no puede ejercitarse la acción reivindicatoria y debe emplearse la
condictio.
El supuesto de condictio más corriente es el de la actio furtiva, ejercitada por el
propietario contra el ladrón que no puede devolver la cosa por haberla perdido o
consumido por lo que no puede ejercerse la acción reivindicatoria.
9.8 Comodato
El comodato es un préstamo de uso en el que el comodante entrega una cosa
inconsumible gratuitamente al comodatario por un tiempo determinado debiendo ser
devuelta al concluir el plazo acordado. El comodatario no ostenta derechos de
posesión de la cosa, si no únicamente de uso y, al contrario que en el usufructo, no
puede apropiarse de los frutos producidos. Para reclamar la cosa perdida, el
comodante puede ejercer la acción de comodato.
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La cosa prestada debe ser inconsumible y su uso debe ser conforme a su naturaleza
por lo que si esto último no se cumple, el comodatario comete un hurto de uso.
El comodato es gratuito, ya que si se constituye un precio o un alquiler, se convierte en
arrendamiento. Al ser gratuito, el comodatario debe responder por la pérdida de la
cosa, pudiendo ejercer las acciones penales correspondientes contra el ladrón en caso
de hurto. No obstante, queda eximido de responsabilidad en caso de incendio,
naufragio o cualquier otro de fuerza mayor. El comodatario debe asumir además los
gastos normales de la cosa pudiendo ejercer la acción de dolo contra el comodante en
caso de que éste le hubiera causado daños deliberados.
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El acreedor pignoraticio posee además diversos derechos sobre la prenda:
a) Derecho de vender la prenda para cobra su deuda vencida con el precio obtenido.
b) Derecho de comiso o de convertirse en propietario de la prenda si el deudor no
cumplía la obligación.
c) Derecho a percibir los frutos en lugar de los intereses. En caso de no existir pacto, el
valor de los frutos se aplica a los intereses y si supera la cuantía de la deuda principal,
se convierte en excedente.
9.11 Hipoteca
El desplazamiento de la posesión puede ser inmediato, como en la prenda, o quedar
aplazado al cumplimiento de la obligación, como en la hipoteca. El origen de la prenda
y la hipoteca se encuentra relacionado con los arrendamientos públicos o rústicos y
con los muebles, aperos de labranza y semovientes llevados a la finca para que
sirviesen como garantía de pago hasta el fin del contrato.
El arrendador podía reclamar la cosa pignorada de cualquier poseedor por medio de la
fórmula serviana, que fue sustituida por el interdicto Salviano. Se introdujo además
una vindicatio utilis a favor del acreedor hipotecario y contra cualquier poseedor,
incluso contra el pignorante. Esta acción se denomina actio serviana pigneraticia in
rem o hypothecaria.
El Derecho justinianeo admite también nuevos casos de hipotecas legales, tales como:
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a) sobre el patrimonio del marido, como garantía de restitución de la dote de la mujer.
b) sobre la donación nupcial y los bienes parafernales.
c) sobre la herencia, una vez aceptada, en garantía de los legados.
d) sobre el patrimonio del tutor o curador, como garantía de las obligaciones asumidas
por su papel.
e) sobre el patrimonio de la mujer casada en segundas nupcias, como garantía de la
herencia de los hijos de su primer marido.
f) para el derecho de enfiteusis a favor de la iglesia.
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