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EL PRINCIPIO NOMINALISTA

Por Eliahu HmSCHBERG,

M. Phi!. M. J., P L D

1. Introducción

Desde fines de la Segunda Guerra Mundial impera la inestabilidad

en el valor de la moneda. De,de el punto de vista legal, prevalece en casi
todo el mundo un valor estable ficticio de la moneda, confonne al cual
a pesar de la realidad económica, se considera que el dinero continúa
-siendo estable.
La justificación de la solución nominalista es un problema teórico legal
<Iue en una época de inestabilidad económica tiene enorme importancia
práctica. Los cambios en el valor del dinero a través de la solución nomi-
nalista causan una inmensa transferencia de poder adquisitivo de una parte
a la otra, de acreedores a deudores y de clase a clase.
En la teorí'a legal moderna, hay tres enfoques teóricos que prevalecen:
nominalismo, metalismo y valorismo.

2. El nominalismo

El principio nominalista se conoCÍ,! ya en la antigua Grecia, habiéndolo

discutido Arist6teles, y en la antigua Roma, también Papiniano y Pablo
se refirieron a él. Ahora, bien el verdadero cambio se produjo en la época
de la obra de Carlus Molinaeus, Traclatus contractum et usurarum
( 1546).' Los estados alemanes adoptaron el nominalismo en el siglo XVII,
pero su desarrollo fue lento y en el siglo XVIII Federico el grande alejó
considerablemente de el. En Inglaterra, el caso principal, que prevaleció
hasta hoy fue el de Cilbert vs. Brett Case o[ mixt money.' Gilbert, de
Londres vendió a Brett, de Irlanda, bienes por valor de cien libras esterli·
nas en moneda legal, que hubieran debido ser pagadas en Dublin. Antes de
la fecha de pago, la reina Isabel I abrogó la anterior moneda en Irlanda,

1 TAUBER, Molinaeus Gelschldlehre, 1926.

2 Gilbert v. Brett (1604) Davis 18, 2 State Trials. 114.
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y emitió una nueva moneda depreciada. El tribunal sostuvo que el pago en

moneda depreciada constituía el correcto pago de la deuda.
Este caso es el de una autoridad expresa que mantiene el principio
nominalista. O sea, que el pago en 100 libras equivale a 100 libras a la
fecha de pago. Hasta la fecha no ha habido en Inglaterra desviaciones
de este principio. Posiblemente, la mayor dificultad enfrentada en la in-
vestigaci6n legal del dinero es que en los países anglosajones no se le presta
atenci6n al principio nominalista.

3. M etalismo

Durante miles de años la moneda metálica se hall6 en circulaci6n.

Recién después de la orÍmera Guerra Mundial se extendi6 el uso de papel.
De acuerdo con la teoría metali~ta, una unidad es idéntica a detenninado
estandard metálico. En Gran Bretaña se hall6 en 1810 que la libra esterlina
como medida era igual a una cierta cantidad de oro. La teoría metalista
es la expresión más importante del "dinero como bien". Como tal, el di-
nero equivale a un cierto metal del que se acuña. El oro es una comodidad,
está sometido a las normas de demanda y oferta.
En la teona metalista no se distingue entre unidad de cuenta y medio
de pago. Las deudas expresadas en unidades de contabilidad expresan en
realidad una cantidad de metal.
Dada esta teoría, era lógico pedir al deudor que devolviera el valor
propio del dinero, sin hacer especial menci6n al respecto. Federico oí
Grande pasó una circular en que se estipulaba que constituía un principio
básico de la ley basado en la "Justicia Natural" que un deudor devolviera
la deuda en la misma moneda en que la había recibido.'
Pero este enfoque de la época medieval se refería especialmente a las
deudas y no constituía una teoría monetaria general.
Una de las ventajas de esta teoría es que crea una medida automática
objetiva de valor. Pero sus cimientos teóricos son vacilantes.

4. El valorismo.

Desde la época de Savigny comenzó a desarrollarse un nuevo enfoque

con respecto a la magnitud de la obligaci6n monetaria, y tiene por fin
reemplazar tanto al nominalismo como al metalismo. El enfoque nominaw
lista comenz6 a ser atacado durante la gran inflaci6n alemana. ya que fue
uno de los casos en que se haIl6 que el principio nominalista no era sufi-

3 HELFFERICH 1 K. MoneYI traducido por Louis Infield, p. 43.

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cien te. Desde entonces se han hecho varios intentos por superar sus dificul-
tades.
El valorismo es un enfoque teórico moderno que considera que la mag-
nitud de una obligación monetaria no está definida por una suma nominal
de unidades de dinero, sino por el valor involucrado en esas unidades de
dinero. El valorismo tiende a no tener en cuenta la cobertura metálica. No
provee una solución simple al problema de la magnitud de las deudas y
en ello contradice tanto al principio nominalista como al metalista.
Pero así aún ni siquiera la devaluación, aunque siga a la depreciación
da motivo alguno para adoptar el principio valorista. Unicamente cuando
los cambios de dinero son tan obvios que el nominalismo resulta injusto,
se desvía de él.

5. La moneda imaginaria

En el transcurso de la historia, muchos han tratado de crear una mone-

da estable abstracta "la moneda imaginaria" un concepto de valor abstracto
que no está sometido a la influencia de las funciones de la moneda y
tiene por fin servir de medida de valor. Tal es el caso de Marco Banquo
de Hamburgo.· En Hamburgo se estableció un Girobank,. los depositantes
que habían depositado plata en el banco recibían a su crédito "marco
banquo" equivalente a 8,43 gramos de plata. El crédito se extendía en
marco banquo, que no era un medio de intercambio sino sólo una medida
de valor.
Durante la inflación alemana cuando se efectuó una revaluación se uti~
lizó el marco de oro, que no estaba en circulación y que solo proveía una
medida abstracta de valor para revaluación.
Hay muchas dificultades prácticas que asolan esta noci6n abstracta
de valor. A través de la moneda imaginaria, volvemos a recurrir a las
estandars metálicos.

EL CARÁCTER DEL NOMINALISMO

1. La definidón del principio nominalista.

Es un principio de la ley de obligaciones que trata el problema de la

magnitud de la obligación monetaria. El principio suele resumirse así: una
unidad de moneda es siempre igual a si misma, (una libra es igual a
una libra, un dólar es siempre igual a un dólar y así sucesivamente) y ni

.. NUSSBAUM~ p. 234.
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los cambios externos en el valor de la moneda, a saber la tasa de cambio

con respecto a otras monedas, ni los cambios internos del dinero se tienen
en cuenta.
El principio nominalista se definió de tres fonnas posibles5
1. Ficticiamente, una suma de unidades monetarias tiene el mismo
valor que la misma cantidad de moneda de oro.
2. Confonne al segundo enfoque, se supone ficticiamente que el valor
de la moneda no cambia.
3. Según el tercer enfoque, el valor del dinero no se tiene en cuenta
al establecer la magnitud de la obligación monetaria.
El tercer enfoque suele aceptarse generalmente y ello significa que el
valor del dinero no es relevante, de modo que el pago de la suma nominal
es suficiente para pagar la deuda.
El principio nominalista tiene enorme importancia práctica en una
época de inestabilidad de valor del dinero. Pero ello aún no se descubrió
en la literatura contemporánea de la teoría legal y económica. El motivo
es que se halla entre el Derecho y la Economía, y por ende tanto juristas
como economistas 10 ignoran.

2. Sus fuentes legales

Solo unos pocos países ongman el prinCIpIO nominalista en su legis-

ci6n, tales como Francia. En los países anglosajones, el principio fonna
parte del Derecho consuetudinario. Mann opina que este forma parte de
la ley de contratos. 8 Su efecto obligatorio se origina en la intenci6n de la
parte. Mayormente, estas no esperan cambios en el valor del dinero; en
otras, lo tienen en cuenta pero no ejerce una influencia tal como para
hacer que se protejan incluyendo cláusulas de valor.

3. Sus fuentes anteriores

El Estado sólo estaba interesado en sostener el princIpIO nominalista

debido a consideraciones fiscales, o sea lo utilizaba para el pago de sus
propias obligaciones: recibía dinero sano y pagaba en moneda devaluada.
El análisis de las antiguas autoridades al respecto (por ejemplo Moli-
neus y el caso Gilbert vs. Brett) 1 llevan a la conclusión de que se basaba

:; ECKSTEIN~ Felix. Gelschuld und Geldwert, Berlin, 1932 p. 90

6 MANN~ p. 69.
, (1604) D.vi, 18, 2 Stat. Trial, 114.

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en la prerrogativa legal. Algunos remanentes pueden percibirse en casos

comparativamente modernos, como el del Emperador de Austria vs. Lui.s
Kossuth. a Kossuth, ex-líder de los rebeldes húngaros durante la revolución
de 1848 acuñó una nueva moneda, que decía era moneda legal húngara.
El emperador pidió una prohibición contra el acuiiamicnt0 de dicha mo-
neda, que el tribunal concedió.

4. Sus fuentes modernas

Los cimientos teóricos del principio nominalista se hasan en la prerro-

gativa estatal con respecto a la moneda. Esta es una creación de la ley,
que surge de la actividad legislativa del Estado. Las partr:s contratan sobre
la base del valor de la moneda, tal como la ley la fija. Al tener la prerro-
gativa, el Estado puede fijar la cantidad de moneda en circulación, su
relación con respecto a las monedas extranjeras y su relación con rf'specto
al oro, tal como 10 considere convcnif'nte.
Esta idea fue ratio decidendi de la decisión en un caso predominante
sobre el que falló la Suprema Corte de U.S.A.· que trataba sobre la lega-
lidad de la "moneda legal". Se dice que en un contrato el pago de dinero
sufre de una enfermedad conRénita ya que está sometido a la prerrogativa
J

de las autoridades gubernamentales.

Las fuentes modernas del principio nominalista se desarrollaron en el
siglo XIX, cuando prevalecía una relativa estabilidad de la moneda y
cuando los principales países se guiaban por el estandar del oro.

5. El interés estatal por mantener el principio nominalista

Es muy difundida esta idea, ya que cualquier desviación de este princi-

pio tiene impacto inflacionario. Pero la investigación moderna llegó a la
conclusión de que este argumento no está bien fundado. La inflación es
causada por omisiones o actos de omisión gubernamentales al incrementar
los medios de pago en circulación. Claro que los gobiernos no son los úni-
cos responsables de la inflación.
Una desviación del principio nominalista sólo significa que los medios
de pago se transfieren de personas privadas a otras, pero el monto totar
del medio de pago no aumenta con ello.
Las autoridades gubernamentales pueden estar interesadas en mante-
ner el principio nominalista por razones impositivas, ya que todo el sistema

¡;; The Emperor oi Austria vs. Da)' and Kossuth, 45 E.R. p. 869 y ,·er tambi":n
Banco de Portugal vs. Waterb:v and Sons (1932·)A 6 p. 452.
:J Knowk y Lee, P.arker vs. Da1.'ies, 79 (U. S.) 45i.

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está basado en este principio, y toda desviación puede desbaratar el sis~

tema fiscal.
Frecuentemente lo hace por la deuda nacional, ya que la inflación la
aumenta.
Pero todas estas razones se basan en el enfoque del Derecho público y
no en el del Derecho privado. En el campo del Derecho monetario el Esta-
do es omnipotente y no requiere la ayuda del Derecho privado. Por el
contrario, los peligros de abuso del poder en este campo son tan grandes
que deberían imponerse controles y balances para proteger los derechos
privados.

6. La legislaci6n de la moneda legal.

Una de las fannas de interferencia estatal más frecuentes en la opera-

ción del principio nominalista es la legislación de "moneda legal". Duran-
te la Guerra Civil Americana, se proclamaron leyes tales para reforzar
la posición del papel moneda inconvertible, emitido por el gobierno federal
para financiar la guerra. Se hizo un intento por evitar esta legislación,
que falló.
Durante la gran inflación alemana, esta legislación fue el último obs-
táculo que impidió la desviación del principio nominalista hasta que la
Suprema Corte halló que estaba en conflicto con el principio de Bona Fides
(Treu und Guaben).lO
En Israel, conforme a la secci6n 3 de la Ordenanza de Moneda" el
papel moneda es moneda legal para el pago de una suma fijada.
Las leyes de moneda legal no tratan de reemplazar el principio nomi-
nalista. Son proclamaciones técnicas que no definen la magnitud de las
obligaciones monetarias, sino se ocupan del modus de pago de las deudas.

7. El principio de política pública

En vista del interés público por mantener el principio nominalista, sur-

ge el problema si en lugar de basar el principio en el interés de las partes,
puede basarse en el principio de politica pública. Se han hecho tales in-
tentos con respecto a la legalidad y validez de las cláusulas de valor. En
el caso Treseder Grifün 12 Denning Lord Justice desarroll6 una nueva regla-
mentaci6n de política pública. En este caso hizo que una cláusula de valor

10 R. G. Z. 107, 78: 28. 11. 1923.

11 O. G. 15, 1948 Suplemento 1 p. 39.
11 Egerton v. EQrl Browlow (1853) -4 H.L.C. p. 123.

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fuera inválida y distinguió entre este caso y el de Feist. Este último trataba
de la cláusula de valor internacional y en el primero de una doméstica.
Los tribunales ingleses consideran que las nonnas de política pública
no deben servir de pautas para nuevas decisiones. Opinan que es función
del legislador prescribir las normas de política pública, y es función del
tribunal aplicar la ley, sin especular sobre los requerimientos de política
pública.
Un enfoque tan estricto es incompatible con cualquier intento por
basar el principio nominalista en el. El principio nominalista tiene tanta
importancia prácticamente que cualquier intento por validarlo a tráves
de una doctrina de política pública debe fallar. El argumento de la políti-
ca pública es una espada de dos filos, con argumentos a favor y en contra.

LAs FUNDAMENTACIQNES TEORICAS DEL NOMINALISMO

L La intención de las partes

La opinión de Mann, que refleja el punto de vista aceptado, es que

las partes contratan la base del valor nominal del dinero. Estamos proban-
do los fundamentos teóricos del nominalismo teóricamente. La prueba
aceptada es la opinión del "hombre racional". ¿ Se interesa este en nuestro
tiempo por una suma nominal de moneda, o en el valor adquisitivo de tal
swna al efectuar un contrato? El hombre racional es un "horno economicus"
cualquiera sea la forma de que se ocupe de los problemas económicos. La
suma nominal de la moneda es un medio para lograr el fin y no un fin
en si mismo.
El valor de la moneda nunca fue total perfectamente estable durante
toda la historia, pero desde fines de la Primera Guerra Mundial los cambios
son regla, más que la excepción.
Desde el punto de vista práctico, el régimen continuo del principio
nominalista puede justificarse por consideraciones de conveniente equili-
brio; desde el teórico por la suposición que su solución refleja que la
intención de las partes no se ha justificado.
Al probar los fundamentos teóricos hay que recurrir a circunstancias
anormales; pero lo anormal se ha tornado normal en todo el mundo, y la
diferencia es de magnitud y no de especie.
Uno de los argumentos de los pro-nominalistas es que el acreedor no
se ve afectado por cambios en el poder adquisitivo del dinero, puesto que
puede pagar sus propias deudas conforme al valor nominal de la moneda,
pero este argumento es artificial, ya que restringe al acreedor a solo uno
de los usos que le da a la moneda.
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2. Unidades de recuento y medio. de pago

Incluso en el nominalismo se ha llegado a la conclusión que el concepto

del dinero incluye dos conceptos diferentes:
a) El concepto de una unidad de recuento ideal, como el dólar o la
libra. u
b) Un medio concreto de pago como billetes o monedas que incluyen
la unidad ideal.
La distinción entre unidades abstractas y medios concretos de pago
puede ayudarnos a solucionar nuestro problema. La unidad de recuent(l
sirve para medir el valor, la función de medio de pago concreto sirve
como medio de intercambio.
En los contratos de operación futura el ténnino monetario sirve única-
mente de unidad de recuento. En los contratos de operación inmediata,
desde el punto de vista teórico la posición es la misma, pero la distinción
antedicha es inmaterial. Las partes incorporan al contrato el valor del
dinero existente al celebrar el contrato. La función del Estado es, por lo
tanto, la de dar a las partes una norma estable de evaluación.

3. Las funciones del dinero

El valor del dinero radica en el hecho de que su oferta es limitada y

el acto de emisión de dinero por un Banco Central confiere su valor a la
misma.l/S El dinero se diferencia de los bienes y servicios en que no tiene
valor inherente (nominalisticamente). El valor del dinero radica en su
función económica y no su naturaleza. Pero, cambia conforme a las nor~
mas de la oferta y la demanda.
De aquí se deducen dos importantes conclusiones. La primera que el
dinero no es singular a los bienes y servicios, sino algo diferente y único. En
segundo lugar, una unidad monetaria siempre puede intercambiarse por
otra.

4. Los cambios en el valor del dineTo como acto de fuerza mayor con
relaci6n a las partes privadas.

Una de las premisas del enfoque nominalista se basa en que las partes
aceptan el principio porque de 10 contrario hubieran contratado sobre la
base de cláusula de valor.

Tresder Griffin v. Cooperative lnsurance Co. Ltd. (1956) 2 Q.B. en p. 149.

18
OLIVECRONA, Karl. The problem 01 the manetary unit, op. ait.
14.
" Banco de Portugal v. Waterlow & Son, Ltd. (1932) A.C. p. 452.

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Si tomamos como punto de partida que el dinero se diferencia de los

bienes y servicios llegamos a la conclusión de que el dinero como estandard
de valor debe ser estable. La gente comercia en tenniDos de dinero porque
no tiene otro remedio práctico. Nuestra economía es una economía basada
en producción masiva y es impráctico recurrir al intercambio,
En nuestra opinión, los cambios en el valor del dinero deben conside-
rarse actos de fuerza mayor desde el punto de vista de las partes privadas.
Son el resultado de alta política, cambios de enfoque de psicología masiva
y de tendencias sociales y económicas.
Los problemas monetarios son esencialmente grandes problemas, estre-
chamente vinculados a los enfoques de políticos y a las crisis, guerras, revo-
luciones, problemas de revolución industrial, problemas de bienestar y
financiamiento del progreso, calidad de vida, desempleo, etcétera. Para
solucionar ° incluso comprender y anticipar estos problemas y sus efectos
el hombre racional aún no está preparado.
Hay que distinguir entre problemas generales y problemas individuales.
Los generales se convierten en determinado momento en individuales. Pero
si el hombre racional puede determinar y evaluar inteligentemente sus
problemas individuales, no puede, empero solucionar sus problemas gene-
rales.

LAS PRINCIPALES OBJECIONES LEGALES AL PRINCIPIO NOMINALISTA

1. Los cimiento.r del comercio y equilibrio entre las obligaciones de las

partes.

Durante la gran inflación alemana post-Primera Guerra Mundial, los

problemas monetarios fueron sumamente urgentes y sumamente discutidos.
Los escritores llegaron a la conclusi6n que las partes intentaban mantener
un cierto equilibrio entre sus obligaciones y entre si mismas. Dicho equili-
brio era destruido por la inflaci6n y por lo tanto la respuesta rutinaria al
problema del principio nominalista no suministraba una solución adecuada
a los urgentes problemas de ese periodo.
La conclusión de los autores fue que había que desviarse del principio
nominalista, ya que no satisfacía las condiciones de la época e imponía
a las partes riesgos mayores que los adoptados por ellas al celebrar el
contrato.

2. El principio de treu und glauben

En la sección 242 del Código Civil Alemán (contrat",) se incluyo una

estipulación que requiere que las partes traten con honestidad y veracidad.
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Los autores y los tribunales llegaron a la conclusión que la aplicación del

principal nominalista era incompatible con el de Treu und Glauben. El
caso principal de la Suprema Corte Alemana (28. 11. 1923)" con respecto
al revalúo de hipotecas se basaba en el principio de Treu und Glauben,
en el que el tribunal decidió que este último prevalecía .

.3. Enriqwecimiento injust.o

Una de las principales objeciones al princIpIo nominalista se basa en

la idea de enriquecimiento injusto. Ello significa que dicho enriquecimien-
to no era compatible con la intención de las partes de comerciar. Otra
<opinión sobre el carácter de la comercialización entre las partes es que
'aún si el nominalismo pennite a la parte conservar ventajas debido a la
inflación, las consideraciones de justicia de "Treu und Glauhen" no le per-
miten retener dichas ventajas. Todo ello produjo la revaluación alemana,
que fue la mayor desviación moderna del principio nominalista.

LAs PRINCIPALES OBJECIONES LEGALES A LA SOLUCIÓN NOMINALISTA

l. Deudores 'Y acreedores

Como la pérdida de dinero no es un fenómeno individual sino socíal,

porque clases enteras de individuos se hallan en la misma posición, hay
que considerar los efectos y actitudes sociales de la solución nominalista.
Las inflaciones y devaluaciones tienen efecto de ingresos y efecto de
riqueza. El de riqueza deberia llamarse en realidad efecto de ahorro, ya
que el número de ricos ociosos sin empleo rentable es reducido a diferencia
<le los pensionados.
La solución nominalista tiene gran influencia sobre los ahorros institu-
cionales, el seguro social y los ingresos fijados en términos monetarios
por la ley y los estatutos.

2. Empobrecimiento injusto

Como se explicara, la inflación, la devaluación a través del nominalismo

puede producir el enriquecimiento y el empobrecimiento de las partes
privadas. En la literatura económica la inflación se considera a menudo
una forma de impuesto indirecto.

10 R. G. Z. 107, 78.

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En litigio hay dos tipos de actitudes: la lógica, hallada especialmente

entre los especuladores profesionales, basada en el razonamiento, la eva-
luación lógica de prospectos de litigio que tiene en cuenta las demoras, la
pérdida de interés y el riesgo de los cambios en el valor del dinero. La se-
gunda es emocional. En ese caso, la pérdida de dinero causa resentimiento.
Si este resentimiento se combina con otros resentimientos similares de
gente que se halla en la misma posición se origina una fuerza destructiva
emocional. Por lo general dicho resentimiento está dirigido contra la in-
flación, la devaluación y la pérdida de valor del dinero. Hay que recordar
que los enfoques emocionales se basan y organizan en torno a conceptos
intelectuales. El problema de quien es responsable, y en extremadas circuns-
tancias, H ¿ quiénes enemigo"?
Asimismo, hay que recordar que quienes ganan con la solución actual
no están especialmente agradecidos a la sociedad por darles ganancias in-
flacionarias, pero quienes pierden se resienten y a menudo en gran medida.

Los ARGUMENTOS LEGALES SOCIALES Y ECONOMICOS POR EL MANTENIMIENTO

DEL PRINCIPIO NOMINALISTA

1. La estabilidad del intercambio comercial.

La principal ventaja del principio nominalista es que conforme a el

una unidad monetaria es de carácter estandard y técnico, y la economía
moderna requiere estandarización en el empleo de los términos. La econo-
mía moderna es muy eficiente y compleja, y requiere entrecolaboración
para su operación.
En condiciones normales el principio nominalista crea estabilidad y
permite utilizar previsión con respecto a derechos y obligaciones privadas.
Debido a ello, el litigio ante tribunales es limitado.
La obligación monetaria se considera una simple deuda, que cuando
re halla incluí da en un documento por escrito puede hacerse cumplir su-
mariamente. No bien se halla que una deuda está sin pagar, hay que dictar
una sentencia conforme a la causa de la acción. Desde el punto de vista
de los tribunales, las obligaciones monetarias son de rutina y son obliga-
ciones técnicas. La actividad comercial y económica se neva a cabo sobre
la base del valor nominal del dinero.
Como todas las unidades de un sistema económico estan interrelaciona-
das e interconectadas, la desviación del principio nominalista crea una
reacción en cadena e interfiere con el correcto funcionamiento del siste-
ma económico.
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2. Las necesidades de continuidad

La economía moderna consiste en grandes unidades que concentraron
sus acciones en la mayor parte de la actividad económica total de la SO~
ciedad. Dichas unidades se manejan burocráticamente conforme a pautas
e instrucciones dadas por la central.
La actividad comercial diaria se realiza a través de reservas hechas
mediante créditos y débitos basados en el valor nominal del dinero. Los
instrumentos negociables pasan de mano en mano. La desviación del
valor nominal de la moneda interfiere en la establilidad y continuidad y
provoca disturbios y litigios y requiere efectuar múltiples ajustes.

3. Consideraciones públicas en el mantenimümtq del principio nominalista.

Toda desviaci6n de este principio causa mayores dificultades en el
sector público que en el sector privado. Disturba la equivalencia entre
gastos y entradas y por lo tanto disturba e interfiere con el correcto fun-
cionamiento del sector público.
El denominador común de todas las consideraciones es que, como toda
la compleja estructura de la economía y sociedad modernas Se basa en el
valor nominal de la moneda, toda desviación de ella requiere el reajuste
y establecimiento de un nuevo orden con el cual reemplazar el anterior.

LA SOLUCIÓN NOMINALISTA Y LA REALIDAD MODERNA.

1. Problemas monetarios desde fines de la primera Guerra Mundial

Los problemas monetarios acosan al mundo desde entonces. Al princi-
pio fueron el resultado de la reconstrucción en los paises que hablan su-
frido debido a la guerra; en Alemania, debido al "Tratado de Versalles".
En Europa Oriental debido al desajuste con la nueva realidad. A mediados
de la década de 1920 los problemas se superaron por doquier y Gran Bre-
taña retorn6 al estandard del oro. La inestabilidad volvi6 a imperar por
una crisis económica mundial, comenzando con la catástrofe de Wall
Slreet en 1929. Inglaterra abandon6 el estandard oro en 1931 y U.S.A.
devaluó el d6lar a principios de 1934. Y desde fines de la segunda Guerra
Mundial continúa la inestabilidad económica.

2. Análisis de la tendencia post-segunda Guerra Mundial de la pérdida

de valor del dinero
Durante el periodo interbélico los problemas monetarios fueron dicta-
dos por las presiones de una cruel necesidad. Casi todos los paises europeos

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 EL PRINCIPIO NOMINALISTA 213

crearon estados de calidad, y gran parte del producto nacional bruto se

dedicó a calidad, la inflación en Europa, y en menos grado en U.S.A.
se convirtió en un hecho común.
Pero desde Vietnam, la filosofía de crecimiento fue atacada desde va~
rios frentes simultáneamente. U na de las cuestiones fue la calidad de la
vida contra el crecimiento ciego. La resistencia a la inflación se convirtió
en una poderosa fuerza política que juega un papel importante en cam-
pañas electorales tales como la U.S.A. En 1968 y la alemana en 1972.

3. Argumentos en pro y en lOntra de la inflacién;

El argumento en contra versa simplemente así: Las inflaciones en los

países desarrollados (y subdesarrollados) fueron el resultado de tratar
de hacer demasiado en un corto período, Una inflación lenta siempre es
perniciosa desde el punto de vista de los ingresos fijos de la clase trabaja-
dora; la inflación rápida arruina a todas las clases, productivas e. impro-
ductivas.
El caso de inflación y crecimiento versa así: la inflación es un acciden-
te necesario de la dinámica económica y social. La dinámica nos fue im-
puesta por las presiones de las realidades post-bélicas (II Guerra Mundial).
El problema que todo lo ensombrece es la competencia entre sistemas:
capitalista y socialista. La realidad de esta competencia económica y
social el peligro de una crisis económica es reducido. debemos correr
porque no podemos darnos el lujo de quedarnos detenidos. Por lo tanto,
la inflación y la pérdida de valor del dinero es, a la larga, el menor de
ambos males.

4. Argumentos en pro y en contra de la devaluación

lvluchos protestan contra la devaluación porque consideran que socava

la confianza depositada en la moneda. Y ello Se debe a que la gente puede
creer en grandes ideas, pero son mezquinos en cuanto a su dinero. Si
los intereses nacionales dictan una devaluación, deberá afectar los in-
tereses de los demás no los propios. Por otra parte, en la época moderna
no se creó una fonna más efectiva para curar los problemas de la balanza
de pagos excepto una severa deflación y decremento directo del nivel
general de precios e ingresos.
Con gran frecuencia, una devaluación oportuna, aunque resulte un
remedio drástico, puede resultar el menor de dos males, A veces hay que
adoptar curas drásticas para Curar males económicos, sino se vive con un
problema no resuelto.

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5. La reforma de la inflaci6n y deVllluaci6n a través de los canales del

Derecho monetario.
Diga lo que se diga con respecto a la pasada tendencia de pérdida de
valor del dinero y los argumentos en pro de la inflación y devaluación,
el fenómeno de pérdida de valor del dinero fue demasiado abrupto y
monofásico. Hay que intentar reformar la inflación y devaluación.
El impacto de las medidas monetarias sobre el ahorro innecesario. El
impacto de los acontecimientos y procesos monetarios debe, cuando menos,
minimizarse. Estas reformas no solo serán justas, sino a la larga más efi-
caces que la solución nominalista en su actual estado, sin cambios.

LA SOLUCIÓN SUGERIDA

1. El nominalismo y las cláusulas de valor

Uno de los argumentos de los partidarios del nominalismo contra toda

desviación del mismo es que tal desviación es innecesaria, ya que las partes
pueden protegerse de cualquier decremento en el valor del dinero a tra-
vés de cláusulas de valor. Pero este argumento no está bien fundado, ya
que la solución nominalista debe ponerse a prueba desde dos puntos de
vista:
a) Si está bien fundada desde el punto de vista teórico.
b) Si es necesario desde el punto de vista de las consideraciones lega-
les, sociales y económicas.
Si la respuesta a ambas preguntas es negativa, la libertad de contratar
fuera de ella no puede asistirla.
El decreto en el valor de la moneda nacional es un fen6meno que in-
terfiere con todo el público. La cláusula de "protección valor" puede
resultar engañosa. La actitud negativa del Derecho francés con respecto
a cláusulas de valor es conocida.
Cuando quiera no se otorga un alivio general, la libertad de contratar
con referencias a las cláusulas de valor puede ser útil e importante, espe-
cialmente cuando se aplica el nominalismo con toda severidad. La actitud
de las cláusulas de valor suele ser negativa, "porqué deben escapar al-
gunos y otros no". Si bien la regla general es injusta, sus excepciones
deben extenderse y no limitarse.

2. Cimientos teóricos del Nominalismo.

Si los fundamentos te6ricos del nominalismo Se basan en la intenci6n

de las partes, no están bien fundados. Las consideraciones que influyen

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 EL PRINCIPIO NOMINALISTA 215

sobre el valor del dinero suelen ser consideraciones de alta política, y hasta
la gente a cargo de la política monetaria, tal como gerentes de bancos
centrales, suelen no tener influencia sobre su destino.

3. El conflicto entre los requerimientos de la justicia y las necesidades

de estabilidad econ6mica.
La necesidad de intercambio econ6mico estable apoya prima Jacie la
solución nominalista. Pero en nuestra época los cambios de valor sucedie-
ron y aún suceden asumiendo proporciones catastróficas.
Las partes prefieren no hacer contratos a largo plazo. Ello sucede en
toda inflación, especialmente las rápidas. 16 Finalmente, la inflación des-
truye la estabilidad del intercambio económico y el principio nominalista
no puede restaurar el equilibrio.
Otro argumento en pro del principio nominalista es la necesidad de
prever con respecto a los derechos y obligaciones de las partes. Desde este
punto de vista la inflación destruye los modelos establecidos de pensamien-
to con respecto a la magnitud de los derechos. El enfoque nominalista
de la extensión de los derechos es artificial y distinto de la realidad eco--
n6mica. En tal circunstancia, el Derecho privado debe decidir si mantener'
estrictamente la solución nominalista a revaluar los dereches y tal elección
es muy dificil.
La primera alternativa significa que las partes deben reconocer que
los derechos y obligaciones creados por las partes privadas perdieron su
sentido original, o sea que el Derecho privado es impotente para resistir
la presión de la realidad econ6mica.
La segunda alternativa significa admitir que la moneda nacional ya no
sirve como medida de valor.
Además el Derecho privado debe interferir activamente con los dere~
chos privados. Todos estos problemas fueron prominentes durante la reva 4

luaci6n alemana. Según Corbin 17 el Derecho consuetudinario es lo bastan-

te flexible como para aliviar los requerimientos de la justicia en todas
las épocas.

4. C~nsideraciones de Derecho público que apoyan la solución nominalista.

Si bien el nominalismo es un principio de Derecho privado, cen fre-
cuencia se traen a colaci6n consideraciones basadas en el Derecho público
para apoyarlo.

1.6 DAWSON, John P. Effects 01 inllation on private contracts, Gennany 1914--

19H, 33 Michigan L.R. p. 171.
l'T CORBIN, On contracts, vol 6, 1 ~60, p. 486.

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 216 ELlA HU HIRSCHBERG

Salvo la legislación de moneda legal, los gobiernos no interfieren me-

diante la legislación con el principio nominalista. Las consideraciones de
Derecho público solo sirven como argumento a favor del mismo.
El Estado no puede conferir a la moneda nacional la función de ser-
vir de medida de valor a través de la legislación.
N o corresponde al Derecho privado sostener el prestigio de la moneda
nacional y su valor. El Derecho privado debe hacer justicia entre las pactes
privadas.
Las consideraciones basadas en Derecho público deben tratarse con
cautela, ya que el tema de nuestra discusión es una doctrina perteneciente
al Derecho privado.

5. La solución del va/orismo calificado.

El enfoque correcto de la definición de la magnitud de una obligación

monetaria nos parece ser el valorista. Pero en circunstancias ordinarias, y
cuando los cambios del valor del dinero no son considerables, queda en
vigencia la suposición de la identidad del valor de las unidades monetarias.
La principial ventaja del principio nominalista radica en que suministra
un estandard sencillo, mientras los cambios en el valor del dinero no sean
considerables.
Los cambios en el valor del dinero deben ser tan grandes que resulte
obvio que la solución nominalista es injusta. Los cambios deben medirse
por el índice del costo de vida.
En el pasado, los conceptos metalistas prestaron un valioso servido
durante las crisis monetariati, Hoy en día no hay conexión con el oro ni
ert teoría ni en práctica, ya que el estandard oro se abolió hace muchos
años. El empleo! del indico del costo de vida permite lograr una cierta
certeza con respecto a derechos y obligaciones y limita los litigios tan di-
fundidos durante la revaluación alemana.

6. Distinciones entre tipos de obligaciones

No toda comercialización ('s adecuada para la adopción del valorismo.

Hay actividades como el girar cheques contra una cuenta corriente en un
banco que requieren adoptar la solución nominalista. Por otra parte, cier~
tas soluciones como la obligación de pagar el mantenimiento requiere la
ádopción del sistema valorista.
Por lo tanto, hay que establecer una distinción entre tres clases de
actividades:

a) Transacciones a corto plazo, o sea transacciones diarias que son

de rutina en la economía moderna, de hasta tres años de duración.

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 EL PRINCIPIO NOMINALISTA 217

b) Transacciones a mediano plazo, tales como contratos de summlstro,

venta, contratación, etcétera, de tres a diez años de duración.
e) Transacciones a largo plazo, tales como crédito a largo plazo, hi-
potecas, bonos inscritos en las bolsas, contratos y seguros de vida,
de diez o más años de duración.
a) Con respecto a las transacciones a corto plazo hay que destacar
que el valor del dinero no cambia de día a día, aunque durante
la inflación alemana al llegar al punto culminante se producían
drásticos cambios entre la fecha del contrato y la fecha de ejecución.
En las transacciones a corto plazo la necesidad de intercambio
económico estable es más promineote debido al hecho, entre otros,
que es tan difundido.
b) En las transacciones a mediano plazo, la necesidad de adoptar una
solución valorista es más evidente.
e) En las transacciones a largo plazo, no se puede prever la magni-
tud del cambio monetario, y en tal caso es imperativo suministrar
remedios.
Hemos clasificado las obligaciones conforme a su duración. La dis-
tinción entre hasta tres años, de tres a diez años y diez años o más eS algo
arbitraria, y no intenta ser un criterio absoluto sino relativo. Pero debe
realizarse, hasta en los países estables, distinciones entre tiempos normales
y anormales.

7. SugerencÍlls prácticas para la reforma

Creemos que desde el punto de vista teórico la solución que aconse-
jarnos, la del valorismo calificado es la correcta. Y además consideramos
que debe y puede ser puesta en práctica.
La solución nominalista no es justa en períodos de inestabilidad de
valor de la moneda y a largo plazo no es eficaz, porque crea resentimien-
tos y asimismo insatisfacción. Estos hallan su vía de salida en el resenti-
miento y resistencia a la inflación y deflación.
Pero cualquiera que sea la actitud hacia la inflación y devaluación de sus
defensores y detractores, ambas partes probablemente estén de acuerdo
en que debe reformarse.
Además de las sugerencias y soluciones de este artículo, pueden crearse
otras soluciones parciales. Si se quiere, pueden hallarse soluciones. Pero
el problema más serio es que ni los juristas ni los economistas prácticos
y teóricos han hallado el estudio del Derecho monetario en su paso. Es
hoy día una rama muy abandonada del estudio legal debido a considera-
ciones disciplinarias y sólo pocos expertos le prestan atención a pesar de
Su importancia y carácter típico y el hecho de que reviste interés para
toda la profesión legal.
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 218 ELIAHU HIRSCHBERG

Como el problema de la reforma de esta rama del Derecho es hoy día

un problema considerable de política económica y social, el legislador
no presta atención a sugerencias de refonna alguna, salvo las más técnicas.
Puede pavimentarse el camino a la reforma únicamente educando a la
opinión profesional y general y los prerrequisitos son la difusión del cono-
cimiento y provocar las ideas.

8. El Derecho monetario y la dinámica económica.

Desde el punto de vista disciplinario, cada problema y cada cuestión

están clasificadas. Pero desde el punto de vista de los problemas contem-
poráneos, tal clasificación a menudo resulta equívoca. El único problema
de gran importancia que se enfrenta desde fines de la Segunda Guerra
Mundial es la competencia entre el sistema socialista y el de la empresa
privada. Los sistemas se diferencian entre si en casi todos los aspectos, sea
el social, econ6mico, moral, intelectual o político. Prevalece un conflicto
emotivo e intelectual entre ellos. No obstante, pueden coexistir padfica-
mente si la rivalidad entre ambos halla una salida en la competencia
pacífica. Aún si las políticas de "deshielo" adoptadas en esa esfera tales
politicas solo disminuyen el riesgo de desencadenar la guerra, no influyen
en el conflicto emocional e intelectual, que fonna parte de la estructura
de dos sistemas totalmente diferentes en la organización social y económica.
El dinamismo tiene gran influencia sobre el problema de la duraci6n
y posibilidad de competencia pacífica. Mientras prevalezca, el peligro de
una crisis econ6mica es reducido, se crean recursos para habérselas con
y para resolver problemas sociales y económicos. Hay un gran grado de
correlaci6n entre dinámica económica y psicología inflacionaria. Dicha
dinámica depende de actitudes mentales, entre ellas el que el dinero per-
derá valor en el futuro.
El Derecho monetario y sus soluciones tienen gran influencia en la resis-
tencia a la inflaci6n, y por ende su dinámica económica. Por 10 tanto, el
Derecho monetario y su soluci6n se han convertido en el escenario moder~
no de los principales problemas contemporaneos, hallándose en posición
estrategica entre la inflación y la resistencia a la misma, ambas demasiado
abruptas y extremadas en su escenario contemporáneo.
Las soluciones del Derecho monetario deben probarse desde el punto
de vista de si contribuyen o no al bienestar humano. Si ayudan al mundo
actual en la solución de los problemas contemporáneos. En nuestra opi-
nión la respuesta actual es aún negativa mientras se acepta y se aplique
prácticamente la solución nominalista sin refonnas.
Lo antedicho no reduce su importancia desde el punto de vista disR
ciplinario como tema de gran importancia teórica y práctica, solo lo
ilumina desde puntos de vista diferentes.

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