2002 Evidenciasevolucin CL
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Carmen Zamora-Muñoz
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La teoría de la evolución por selección natural de Darwin es la base del pensamiento evolutivo actual. En ella se
propone que la actual diversidad de especies se ha producido por descendencia con modificación a partir de un
antecesor común y que el principal mecanismo de cambio a lo largo del tiempo es la selección natural. En este
capítulo se describen brevemente algunas de las pruebas más claras que se conocen en la actualidad de la existencia
de la evolución de los organismos. Se exponen pruebas sobre la mutabilidad de las especies aportadas desde los
campos de la paleontología y la biogeografía; se desarrolla cómo el estudio de las homologías morfológicas y
moleculares aportan evidencias del origen común entre los organismos; y, por último, se describen algunos estudios
en los que se ha demostrado cambio poblacional mediante la selección natural.
Figura 1. Hipótesis para explicar la diversidad biológica: fijismo o creación independiente, transformismo y evolución (basado en
Ridley, 1993).
58 Carmen Zamora Muñoz
la evolución, pero se han descrito otros procesos, como la tura científica de evidencias que demuestran el hecho de
deriva genética, la migración y las mutaciones, que pue- la evolución. Las primeras evidencias que se encontraron
den dar lugar al cambio evolutivo (Endler 1986; Ridley sobre el hecho de que las especies cambiaban a lo largo
1993; ver Capítulos 6 y 7). del tiempo (la mutabilidad de las especies) provenían de
Antes de Darwin, las adaptaciones de los organismos los campos de la biogeografía y la paleontología, pero
a su ambiente se explicaban bajo una base no científica, pronto se encontraron que la anatomía y la embriología
atribuida a un perfecto diseño de un Dios Creador. Darwin comparadas ofrecían pruebas importantes de las relacio-
consigue dar una explicación natural, intrínseca a las ca- nes entre especies sólo explicables si procedían de un
racterísticas de los organismos, para explicar el diseño antecesor común. Otras disciplinas biológicas más recien-
funcional de los seres vivos: que las aves posean alas para tes como la genética, la bioquímica, la fisiología, la
volar y los peces aletas para nadar. ecología, la etología, y sobre todo la biología molecular
En su teoría de la evolución por selección natural, han confirmado con posterioridad que la evolución es un
Darwin rompió con la idea dominante en la época de que hecho.
las especies eran entidades fijas y que las diferencias en El concepto darwiniano de evolución postula que la
la forma, conducta y fisiología de los organismos no eran actual diversidad de especies se ha producido por “des-
más que imperfecciones en el ideal de una especie. Preci- cendencia con modificación a partir de un origen común”,
samente, esas variaciones individuales son esenciales para y que el principal mecanismo para ese cambio en las es-
que se produzca el cambio evolutivo y la materia prima a pecies, la selección natural, explica las adaptaciones que
partir de la que se crea la diversidad biológica. Basándo- presentan los organismos. A lo largo de este capítulo ex-
se en observaciones naturales y en la experiencia de ga- pondré mediante la explicación de varios estudios cientí-
naderos y agricultores que practicaban la selección artifi- ficos clásicos algunas de las pruebas más concluyentes de
cial, Darwin argumenta que ciertas variantes o caracterís- que se disponen en la actualidad a favor de estas premisas
ticas hereditarias de los organismos deben ser más venta- de la teoría evolutiva: que las especies cambian a lo largo
josas que otras, es decir, proveen a sus portadores de una del tiempo, que presentan antepasados comunes y que se
mayor probabilidad de supervivencia y reproducción que diversifican mediante la selección natural.
los organismos que carecen de ellas. Así, tras generacio-
nes, se llegará a un aumento de las variantes beneficiosas
y a la eliminación de las perjudiciales. Pruebas de la mutabilidad de las especies
La mayor dificultad a la que se enfrentaba la teoría
darwinista era el desconocimiento de una teoría sobre la Aportadas por la paleontología
herencia de los caracteres sobre los que actúa la selección
natural; problema que quedó solventado con la formula- Muchas de las pruebas de que los organismos evolu-
ción de la teoría sintética de la evolución, que integra la cionan nos las aportan los fósiles. El registro fósil nos
selección natural darwiniana y la genética mendeliana muestra que muchos tipos de organismos extintos fueron
(Dobzhansky 1937). Bajo este prisma, la selección natu- muy diferentes de las formas actuales y a pesar de que, en
ral es un proceso originado por la existencia de diferen- muchos casos, este registro es tremendamente incomple-
cias biológicas heredables entre los individuos y que pue- to, en otros los fósiles nos muestran la sucesión de orga-
de conducir al cambio genético en poblaciones o especies nismos en el tiempo e incluso los estadios intermedios en
(Endler 1986; ver Capítulos 6 y 7). Básicamente, si en la transición de una forma a otra.
una población existe variación fenotípica entre los indi- En general, el sustrato sobre el que vivían los orga-
viduos para un determinado carácter, la variación de ese nismos y el proceso de fosilización son de gran influen-
carácter es heredable y, además, proporciona a los indivi- cia para la posterior conservación de los fósiles, así como
duos una eficacia biológica diferencial (una mayor des- la presencia o no de elementos esqueléticos en sus cuer-
cendencia y/o supervivencia), en generaciones sucesivas pos. De hecho, los organismos que carecen de partes es-
se producirá una variación en la composición genética de queléticas duras están pobremente representados o mal
los individuos que forman la población hacia la variante conservados.
más eficaz, y esto es lo que se denomina selección natural Aunque los fósiles más antiguos conocidos (organis-
(ver Capítulo 7). mos semejantes a las bacterias y cianobacterias actuales)
Todas esas características que proporcionan una ven- datan de hace 3.000 millones de años (ma), los primeros
taja en la supervivencia o reproducción de los individuos fósiles animales se encontraron en materiales de hace
que las poseen frente a los que carecen de ellas se consi- aproximadamente 600 ma, la llamada fauna de Ediacara
deran adaptaciones. Las adaptaciones son, por tanto, un (Field et al. 1988, Conway Morris 1993), pero no será
producto de la selección natural. hasta el comienzo del período Cámbrico (hace unos 550
Darwin trabajó durante más de veinte años en sus ideas ma) cuando se detectan en el registro fósil la mayoría de
sobre la evolución de los organismos, que desarrolló en los distintos tipos de organización actuales (Conway
“The Origin of Species”, pero tras su publicación tanto el Morris 1989). El tiempo de divergencia estimado mediante
mismo Darwin como muchos evolucionistas siguieron análisis moleculares entre los distintos filos de Metazoos
investigando y descubriendo pruebas a favor de la evolu- pone de manifiesto que podría haber ocurrido bastante
ción, por lo que existen numerosos ejemplos en la litera- tiempo antes de lo que puede mostrarnos el registro fósil
CAPÍTULO 4: EVIDENCIAS A FAVOR DE LA EVOLUCIÓN 59
Pleistoceno
Equus
Plioceno
Pliohippus
Mioceno
Merychippus
Oligoceno
Pastadores
Ramoneadores
Mesohippus
Eoceno
Hyracotherium
Figura 4. Relaciones evolutivas de los géneros pertenecientes a la familia Equidae mediante un esquema publicado por Simpson
(1951). La diversidad de los caballos fósiles fue tan amplia que su evolución no podría ser interpretada como una línea recta hacia
el caballo moderno (Equus). Acompañando a las relaciones evolutivas se ilustran las patas posteriores y anteriores así como las
vistas laterales y superiores de un molar en cinco de los muchos géneros de la familia Equidae (modificado de Young 1992 y Romer
1978).
(grupo de los laberintodontos). La principal característica recuerdan a un grupo de peces de aletas lobuladas
de los tetrápodos es la posesión de dos pares de extremi- (sarcopterigios), en concreto a los osteolepiformes (per-
dades con estructura constante, con cinco dedos, que se tenecientes al grupo de los ripidistios) que en la actuali-
conoce como “quiridio”, y que se encuentran articuladas dad son todos fósiles. Una de las características más rele-
con el esqueleto axial por sus correspondientes cinturas vantes de los osteolepiformes es la estructura esquelética
(pectoral y pelviana). La estructura básica de dichas ex- de sus aletas pares, que presenta grandes homologías con
tremidades puede observarse en el esqueleto de estos pri- las extremidades articuladas de los tetrápodos (Fig. 5B).
meros anfibios laberintodontos (Fig. 5A), aunque el nú- El estrecho parecido entre los ictiostegos (Fig. 5A) y los
mero de dedos sea superior a cinco, que es la condición osteolepiformes provee de un inusual buen ejemplo del
adoptada por todos los tetrápodos posteriores. origen de un taxón superior: los Amphibia, y a su vez, los
Estudiando el registro fósil se ha observado que algu- Tetrapoda (Fig. 5C). Las características esqueléticas de
nas de las características esqueléticas de los ictiostegos los ictiostegos, que se interpretan como adaptaciones para
62 Carmen Zamora Muñoz
Figura 5. (A) Ichthyostega, anfibio laberintodonto. Reconstrucción del esqueleto y miembro posterior. (B) Eusthenopteron, miem-
bro del grupo de los peces de aletas lobuladas (ripidistios) a partir de los que evolucionaron los tetrápodos. Esqueleto y reconstruc-
ción corporal y esqueleto de la cintura y aleta pelviana. (C) Cladograma en el que se reflejan las relaciones evolutivas entre los
peces sarcopterigios y los tetrápodos (A y B redibujados de Futuyma 1998; C modificado de Hickman et al. 1997).
sobrevivir en el agua durante el Devónico, bien porque meosáuridos son un grupo de dinosaurios bípedos, terres-
en esta época existían períodos alternantes de sequías e tre y ágiles corredores, pertenecientes a los terópodos (Fig.
inundaciones (Pough et al. 1996), porque habitaban áreas 6A). Muchos de los caracteres que se consideran típica-
pantanosas (Jameson 1981) o estuarios y deltas, como se mente aviares como, por ejemplo, ciertas fusiones esque-
han reinterpretado actualmente dichos paleoambientes léticas, la fúrcula, miembros anteriores alargados, forma
(Schultze 1999), preadaptaron a los vertebrados para la del pie y la posesión de plumas, evolucionaron en un gru-
vida sobre la tierra. po de dinosaurios (los terópodos) por razones no relacio-
Otro grupo animal cuya evolución ha sido reconstrui- nadas con las aves o con el vuelo (ver revisión en Padian
da con detalle es el de las aves. Las aves son los vertebra- y Chiappe 1998). Algunos dinosaurios terópodos presen-
dos terrestres de aparición más tardía (150 ma) y la hipó- taban formaciones tegumentarias que bien podrían corres-
tesis filogenética con más seguidores actualmente sobre ponder a la estructura más temprana en el desarrollo de
cuales fueron sus antecesores más directos apunta hacia una pluma, y haber tenido funciones en comunicación,
un grupo de dinosaurios, los dromeosáuridos (Pandian y defensa, aislamiento térmico o impermeabilización (en
Chiappe 1998; ver Capítulo 33). Concretamente, los dro- Padian y Chiappe 1998 y Capítulo 33). Las plumas, una
CAPÍTULO 4: EVIDENCIAS A FAVOR DE LA EVOLUCIÓN 63
Figura 6. (A) Cladograma en el que se reflejan las relaciones de varios grupos de arcosaurios y las aves modernas. (B) Comparación
del esqueleto de Archaeopteryx y de un dinosaurio (Compsognathus) (A modificado de Hickman et al. 1997; B redibujado de
Carroll 1988 y C redibujado de Futuyma 1998).
de las principales características de un ave, podrían ade- midades anteriores que forman la superficie alar y el ta-
más no haber tenido una función aerodinámica hasta no maño del animal (ver más detalles en el Capítulo 33). Las
ser pinnadas (ver revisión en Prum 1999). extremidades anteriores de sus ancestros, aunque tuvie-
El primer ave conocida es Archaeopteryx lithographi- ran plumas, eran demasiado cortas para volar. Y además
ca (Fig. 6B) y data de finales del Jurásico. Se considera el sus plumas eran simétricas, la asimetría de las plumas es
mejor ejemplo de transición interclases entre vertebrados una característica imprescindible para un vuelo efectivo
de cuantos se conocen por presentar una mezcla de ras- (Feduccia y Tordoff 1979). Como se explica con detalle
gos reptilianos y aviares. En casi todos sus caracteres en el Capítulo 33 de este libro, la capacidad de volar ha
(dientes, esternón plano, larga cola, extremidades con sido la consecuencia de un proceso progresivo de mejo-
garras, etc.), excepto en la posesión de plumas pinnadas, ras que se iniciaron en un grupo de dinosaurios y se fue-
Archaeopteryx es un dinosaurio (Fig. 6B) y era capaz de ron perfeccionando a lo largo de la evolución de las aves.
volar.
Tanto la morfología de un ave como su fisiología es- Aportadas por la biogeografía
tán modificadas por la actividad del vuelo. Se conoce que
los dromeosáuridos eran incapaces de volar, y que las di- Las observaciones sobre la distribución geográfica de
ferencias estrictas entre Archaeopteryx y sus antepasados plantas y animales llevadas a cabo por Darwin, en su via-
consisten en tener proporciones diferentes entre las extre- je alrededor del mundo a bordo del Beagle, contribuye-
64 Carmen Zamora Muñoz
Gaviota argéntea
de Vega
División de
Gaviota de especies
Birula
Gaviota Gaviota
sombría
argéntea
siberiana Gaviota de Heuglin
americana
G. argéntea
Gaviota
sombría
Figura 7. Círculo de razas de las gaviotas sombría (Larus fuscus) y argéntea (L. argentatus) alrededor del Polo Norte. Si observamos
estas especies en torno al círculo vemos una serie completa de formas intermedias entre ambas especies. Sólo donde el círculo se
cierra, en Europa, son dos especies claramente diferenciadas (modificado de Ridley 1993).
ron en gran medida en el origen de sus ideas evolutivas. Fringílidos, habitantes de Centroamérica y Sudamérica,
Y fueron sobre todo sus observaciones de las islas como los parientes vivos más próximos a los pinzones
Galápagos las que más influyeron en ello. Darwin obser- de Darwin y de los cuales se originó este grupo monofi-
vó que la fauna y la flora de las Galápagos estaban rela- lético (Sato et al. 2001).
cionadas con las del continente sudamericano pero dife- Otros ejemplos de radiación adaptativa en islas los
rían en ciertos aspectos. En cada isla existían especies de tenemos en las moscas del género Drosophila, de las que
animales y plantas diferentes de una a otra isla, que a su más de 500 especies viven sólo en Hawai (de las 1.500
vez no existían en el continente americano. descritas en el mundo) o el caso de las lobelias hawaianas
La elevada diversidad de especies que se encuentra en (Cyanea) entre las plantas. A pesar de la gran radiación
algunos archipiélagos de origen volcánico se explica fá- mostrada por este grupo en la que las hojas han desarro-
cilmente por mecanismos evolutivos. Las islas volcáni- llado formas muy diferentes, el estudio de sus flores y las
cas están inicialmente desprovistas de vida y son coloni- secuencias de ADN muestran que todas las lobelias
zadas por plantas y animales provenientes desde un con- hawaianas (55 especies) descienden de un ancestro co-
tinente o islas cercanas. Las especies que llegan, muy mún (Givnish et al. 1995).
pocas en muchos casos como consecuencia de la lejanía a La principal razón por la que es difícil imaginar que
tierras pobladas, encuentran numerosos ambientes o ni- las especies tienen un origen común y derivan unas de
chos ecológicos desocupados, sin competidores ni otras reside en que existen numerosas especies bien defi-
depredadores. En respuesta, dichas especies se multipli- nidas morfológicamente en la naturaleza. Sin embargo,
can y diversifican con rapidez dando lugar a lo que se existen algunos casos en que la variación intraespecífica
denomina “radiación adaptativa”. puede ser lo suficientemente grande como para dar lugar
Los denominados pinzones de Darwin comprenden a dos especies bien diferenciadas. Estos casos se denomi-
en la actualidad a un grupo de 15 especies endémicas (14 nan “círculo de razas” y proporcionan una importante
se encuentran en las Islas Galápagos y 1 en la Isla de evidencia de evolución. Los círculos de razas se definen
Cocos) cuyas relaciones filogenéticas han sido objeto de como “una cadena de razas o subespecies que se hibridan
numerosos estudios. El estudio más reciente sobre la his- entre ellas, aunque en el punto donde los extremos se
toria evolutiva del grupo en base a análisis de ADN mito- solapan las formas no se hibridan y se toman como “bue-
condrial identifica al género Tiaris, de la familia de los nas” especies”.
CAPÍTULO 4: EVIDENCIAS A FAVOR DE LA EVOLUCIÓN 65
Húmero
Húmero Húmero Húmero
Ulna Radio
Ulna Radio
Ulna Radio
Carpal
Carpal
Ulna
Carpal
Radio
Carpal
Figura 8. Plan básico de los huesos de las extremidades anteriores de algunos tetrápodos como ejemplo de homologías morfológicas
(modificado de Ridley 1993).
Los círculos de razas son también uno de los argu- 18). Si se estudia con detenimiento el rango de variación
mentos más fuertes contra la creación independiente de de cualquier forma natural, tanto en el tiempo como en el
las especies. Muestran que existe variación natural y que espacio, todos los límites establecidos se difuminan. La
esta variación puede ser tan grande que llegue a generar variación natural es suficiente para romper con la idea de
especies distintas, además de que existe un continuo en- límites estrictos para las especies.
tre la variación interindividual y la interespecífica.
Uno de los ejemplos más conocidos de este fenómeno
de distribución geográfica en forma de anillo es el caso Pruebas del origen común entre las especies
de las gaviotas sombría (Larus fuscus) y argéntea (Larus
argentatus) (Fig. 7). En Europa noroccidental estas dos El estudio de la anatomía y embriología comparadas
especies son perfectamente distinguibles (sobre todo por permitió a Darwin y a sus contemporáneos aportar prue-
el color del plumaje del dorso y de las patas), apenas pre- bas fehacientes del grado de parentesco entre organismos.
sentan híbridos y escogen zonas diferentes para nidificar. En ambas ramas de la biología se estudian las “homolo-
Sin embargo, a lo largo de las costas que rodean el océano gías” entre estructuras anatómicas o patrones de seme-
Ártico tiene lugar una sucesión de razas, con una varia- janza durante el desarrollo, para reflejar el grado de pa-
ción paulatina en sus caracteres, que hace imposible esta- rentesco entre organismos. El término homología, en un
blecer los límites para distinguir entre una y otra especie. sentido no evolutivo o pre-darwiniano, fue acuñado por
Las gaviotas argénteas presentes en América del Norte el zoólogo Richard Owen en el siglo XIX y hacía referen-
son muy parecidas a las europeas; sin embargo si conti- cia a una similitud entre organismos obedeciendo a que
nuamos alrededor del polo hacia Asia, el parecido con la compartían el mismo plan de organización. Owen, que
argéntea decrece y aumenta la semejanza con la gaviota era un morfólogo idealista, entendía las estructuras ho-
sombría europea. Entre Siberia y Europa, la coloración mólogas (las extremidades de un lagarto y de un mamífe-
de la gaviota cambia gradualmente hasta denominarse ro, por ejemplo) como partes correspondientes al mismo
gaviota sombría. En la mayoría del círculo de distribu- plan o arquetipo. Si queremos utilizar las homologías
ción hay sólo una especie, pero se distinguen dos donde como herramientas para evidenciar la evolución necesi-
los extremos del círculo se cierran. tamos aplicar el concepto en el sentido pre-darwiniano en
Los círculos de razas también se citan como ejemplo lugar de utilizar su significado evolutivo (ver Capítulo
de limitación al concepto biológico de especie, que es el 17) y así evitar un argumento circular.
concepto aceptado habitualmente por los zoólogos para Dentro de este mismo sentido pre-darwiniano, encon-
organizar en especies la inmensa variedad de formas na- tramos que existen otro tipo de similitudes entre organis-
turales que aparecen en la naturaleza (ver Capítulos 17 y mos, las “analogías”. Los ojos de los vertebrados y de los
66 Carmen Zamora Muñoz
Homologías morfológicas
BALLENA Isquión
Pelvis
Fémur
SERPIENTE
Miembros posteriores
rudimentarios
Ilion
Fémur
Figura 10. Las ballenas y las serpientes carecen de apéndices posteriores, sin embargo, en su esqueleto, presentan vestigios de
huesos homólogos a los miembros posteriores de otros tetrápodos (modificado de Ridley 1993).
distal con el metatarso (tarso-metatarso), por lo que los serpientes han evolucionado de los tetrápodos en lugar de
huesos de las extremidades posteriores de un pájaro adul- ser creados independientemente.
to no parecen corresponder con los de un cocodrilo. Algunas de estas homologías pueden ser además des-
El argumento de las homologías puede ser aún más ventajosas (costosas) para el organismo que las porta. Los
persuasivo a la hora de demostrar que el compartir carac- argumentos creacionistas, que defienden el origen inde-
teres es una prueba de que los organismos tienen el mis- pendiente de las especies y una perfecta adaptación de los
mo origen. Si no fuera de ese modo, y las especies hubie- organismos a su ambiente, no pueden explicar la existen-
ran sido creadas de forma independiente, ¿cómo podría- cia de tales caracteres. Estas estructuras u órganos son
mos explicar la existencia de órganos vestigiales, funcio- consecuencia del efecto que ejerce el pasado evolutivo
nalmente ineficaces, o la presencia de órganos que no pro- sobre los caracteres que observamos en las especies ac-
duzcan ninguna ventaja al organismo que las porta? tuales y que se conoce como “lastre filogenético”. Se tra-
Existen algunos miembros de tetrápodos que han per- ta de caracteres heredados que pudieron ser adaptaciones
dido las extremidades. Son, por ejemplo, las ballenas en un determinado momento para las especies que los
modernas, que no poseen las extremidades posteriores, o poseían pero que, a causa de que los cambios ambientales
las serpientes, que han perdido ambas. Sin embargo, si provocan nuevas presiones selectivas, pueden aparecer
observamos la estructura ósea en ambos grupos de orga- casos de maladaptaciones o imperfecciones en las espe-
nismos, a la altura de la columna vertebral donde debe- cies actuales. Un ejemplo clásico de estas imperfecciones
rían situarse los miembros posteriores, encontramos un es el último molar en humanos, las llamadas muelas del
conjunto de huesos claramente homólogos con los de la juicio, que generalmente deben ser extraídas porque no
pelvis de cualquier otro tetrápodo (Fig. 10). Son estructu- existe suficiente espacio en las mandíbulas para un com-
ras vestigiales (porque no se utilizan para que se articulen pleto desarrollo de las mismas, pero que fueron funciona-
con ellos los miembros posteriores, que sería su función les en nuestros antepasados que poseían mandíbulas más
original) cuya retención sugiere que tanto ballenas como grandes.
68 Carmen Zamora Muñoz
Figura 11. Formas typica (arriba) y carbonaria (abajo) de la polilla Biston betularia. Fotografía cedida por
Dr. Bruce S. Grant.
más difícil saber el porqué y el cómo podrían seleccionar- variedad dominante fueron notables. (2) El cambio ade-
se. Y (4), sencillamente, los rasgos morfológicos son exa- más estuvo asociado a un fenómeno ambiental compren-
minados más a menudo que los bioquímicos para probar sible, la contaminación atmosférica, que cubrió de hollín
predicciones de la selección natural. las cortezas de los árboles. Y (3) el agente de selección
Las actividades humanas se han convertido en los era simple y fácil de comprender; las aves depredaban
tiempos actuales en un estímulo importante para la selec- diferencialmente sobre las formas no miméticas (la forma
ción natural en muchas especies. Uno de los ejemplos más typica en este caso), que consecuentemente dejaron me-
citados en la bibliografía de evolución en acción es el caso nos descendencia, disminuyendo su frecuencia en la po-
del melanismo industrial en los lepidópteros, y más con- blación en las sucesivas generaciones. Este hecho de se-
cretamente el caso de Biston betularia, la geómetra del lección direccional (ver Capítulo 7) fue demostrado en
abedul. La forma typica de esta especie (fondo blanco con los años 50 por H.B.D. Kettlewell (1956) en su estudio de
jaspeado en negro) era la forma común en los bosques bosques de áreas contaminadas y no contaminadas.
caducifolios a principios del s. XIX y su coloración le La selección en una dirección puede, a veces, ser se-
permitía camuflarse con los líquenes de las cortezas de guida por la selección en la dirección contraria, como se
los abedules (Fig. 11). Con la revolución industrial en puede comprobar con el mismo ejemplo de esta polilla.
Inglaterra, la forma negra de B. betularia aumentó su fre- Actualmente la frecuencia de la forma melánica de B.
cuencia (hasta un 90% alrededor de 1960) debido a que betularia ha disminuido a menos del 20% con el descen-
estaba mejor camuflada en las cortezas de los árboles, que so de la contaminación en Inglaterra como consecuencia
ahora estaban ennegrecidas y habían perdido la cubierta de las leyes de mejora de la calidad ambiental, y se cono-
de líquenes. Hasta 1848, que se detectó por primera vez cen casos en el continente americano de cambios evoluti-
la forma carbonaria de esta especie (Fig. 11), las maripo- vos similares en diferentes subespecies de B. betularia
sas con mutación melánica asociada a los efectos de la ligados, como en el caso de Inglaterra y otros países euro-
contaminación industrial estaban prácticamente ausentes peos, a la aparición de formas melánicas tras los cambios
de las colecciones entomológicas y citas bibliográficas. ambientales producidos por la contaminación industrial
Aunque la aparición y mantenimiento del melanismo (Grant et al. 1996, 1998).
industrial en B. betularia es más complejo de lo que usual- Los pinzones de Darwin, que se hicieron famosos tras
mente se cita en la bibliografía (ver revisión en Majerus, las observaciones de Darwin en las Islas Galápagos refe-
1999), las razones para que el caso de esta polilla sea el rentes al tamaño y forma de sus picos y la relación con la
ejemplo clásico de actuación de la selección natural son selección de alimento, han seguido siendo objeto de estu-
fáciles de comprender: (1) Se trata de un proceso que tuvo dio durante años gracias a que son organismos muy ade-
lugar de forma relativamente rápida y fue fácilmente ob- cuados para investigación. Los rasgos morfológicos de
servable; en tan sólo 50 años los cambios en algunas po- sus picos son muy heredables y viven en un ambiente con
blaciones hacia la forma melánica de B. betularia como un clima muy cambiante. Durante muchos años, Peter
CAPÍTULO 4: EVIDENCIAS A FAVOR DE LA EVOLUCIÓN 71
más de indeseable, por las frustraciones y efectos negati- selección natural en insectos. El más claro es el de la re-
vos, tanto sociales como económicos, que se llegan a pro- sistencia al DDT utilizado para combatir la malaria, en-
ducir. Son los casos de las resistencias de los organismos fermedad causada por un protozoo parásito sanguíneo que
a antibióticos y pesticidas. se transmite a los humanos mediante la picadura de mos-
Los antibióticos son “armas de guerra química” que quitos. Las zonas con epidemias de malaria eran tratadas
han evolucionado en los hongos y en las bacterias para con DDT, que es un veneno letal pues afecta al sistema
protegerlos de los agentes patógenos y de los competido- nervioso de los insectos. Cuando se usaba en un área por
res. El avance médico más importante del siglo XX fue primera vez, el DDT era efectivo durante varios años (unos
quizás el descubrimiento de que estas toxinas producidas 10 años). Sin embargo, a partir de entonces, comenzaban
por los hongos podían matar a las bacterias que causan a aparecer mosquitos resistentes y cada vez con más fre-
muchas de las enfermedades humanas. Actualmente se cuencia, tras nuevos tratamientos con el insecticida (des-
conoce una amplia variedad de productos fúngicos y pués de algunos meses en lugar de años). El que el DDT
bacterianos que son inocuos para la mayoría de las perso- haya llegado a ser ineficaz tan rápidamente es debido a
nas, pero que pueden destruir a las bacterias que causan que, cuando se usa, se crea una gran fuerza de selección
muchas infecciones. direccional a favor de los mosquitos resistentes al DDT.
Sin embargo, hoy en día muchas bacterias peligrosas Los insectos pueden desarrollar resistencias mediante
son más difíciles de controlar con los antibióticos que hace diferentes mecanismos. Algunos son de tipo comporta-
diez o veinte años. Dichas bacterias han desarrollado de- mental, como la aparición de una elevada sensibilidad al
fensas contra los antibióticos. Staphylococcus aureus cau- insecticida o el evitar los hábitats tratados. Otros meca-
sa peligrosas infecciones en humanos y es la causa más nismos llevan a la producción de enzimas detoxificado-
común de la infección de las heridas. En 1941 todos los ras, a la disminución de la sensibilidad de la zona afecta-
estafilococos eran vulnerables a la penicilina, que inhibe da por el insecticida o a impedir la penetración cuticular
la síntesis de la pared celular, pero tres años más tarde (Taylor 1986). A menudo la resistencia es controlada por
algunas cepas ya habían evolucionado por selección un único alelo “resistente”, como en el caso del mosquito
direccional, produciendo enzimas que podían descompo- Culex quinquifasciatus al permetrin, o las moscas domés-
nerla. Actualmente, el 95% de las cepas de S. aureus y ticas al DDT. En otros casos la resistencia no es debida a
otros estafilococos son resistentes a la penicilina y otros una mutación puntual sino a una amplificación genética.
antibióticos de estructura similar. Una mutación en un gen Este es el caso de Culex pipiens que, en condiciones ex-
cromosómico cambió la estructura de un elemento de la perimentales, desarrolló resistencia a un insecticida orga-
pared celular bacteriana por lo que estos antibióticos ya nofosforado debido a que algunos individuos desarrolla-
no les afectan. Los intentos con otros fármacos han pro- ron un gran número de copias de un gen para una enzima
vocado efectos similares como resultado de nuevas muta- con acción detoxificadora.
ciones (ver Nesse y Williams 2000 y Capítulo 22).
Muchos insectos transmiten graves enfermedades a los Agradecimientos
humanos y al ganado o son plagas en los cultivos agríco-
las por lo que se sintetizaron unas sustancias químicas A Manuel Soler, por su invitación a participar en este
conocidas como insecticidas (o pesticidas) para eliminar- libro. A Juan J. Soler y José L. Tellería, por sus valiosas y
los. Estos productos, antes de la intervención humana, constructivas críticas que mejoraron el texto. A Blackwell
nunca estuvieron presentes en los ambientes naturales. Sin Science Ltd y Cambridge University Press por permitir la
embargo, la utilización de estas sustancias selecciona a reproducción de las figuras obtenidas a partir de material
los individuos con algún tipo de resistencia a los insecti- editado por dichas editoriales. Al Catedrático de biología
cidas y, en relativamente pocas generaciones, los indivi- Dr. Bruce S. Grant, por la cesión desinteresada del mate-
duos resistentes se extienden en la población, haciendo rial fotográfico reproducido en este capítulo. A Beatríz
ineficaces estos tratamientos. La evolución de la resisten- Rodríguez-Huesca, por su inestimable ayuda al ofrecerse
cia a pesticidas es, pues, otro ejemplo de evolución por a dibujar algunas de las figuras de este capítulo.
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Lecturas recomendadas
(1) DARWIN, C. 1998. El origen de las especies. Espasa-Calpe, Madrid. (Traducción del libro original publicado en 1859). Obra de
referencia obligada sobre evidencias de evolución. En concreto, Darwin dedicó los capítulos 10 al 13 para exponer importantes
argumentos (paleontológicos, biogeográficos, morfológicos y embriológicos) a favor de su teoría evolutiva.
(2) FUTUYMA, D.J. 1998. Evolutionary biology, 3ª ed. Sinauer Associates, Inc., Sunderland. Libro sobre biología evolutiva muy
completo, y denso en cuanto información. Describe con gran detalle los numerosos ejemplos que utiliza para ilustrar los diferentes
temas tratados. Es de destacar el capítulo dedicado al registro fósil en el que se exponen numerosas pruebas de los cambios evolu-
tivos sufridos por los organismos a lo largo del tiempo y que pueden ponerse de manifiesto a través del estudio paleontológico. En
el capítulo 5 desglosa varios tipos de argumentos, surgidos del estudio sistemático de los organismos, en contra de la creación
independiente. Cada uno de ellos son tratados en mayor extensión en otros capítulos.
(3) RIDLEY, M. 1996. Evolution, 2ª ed. Blackwell Science, Cambridge. Se trata de un libro de texto de fácil comprensión que repasa
todos los temas evolutivos, muy útil para estudiantes universitarios. En la primera parte del libro se dedica un capítulo completo a
exponer algunos ejemplos, más o menos conocidos, de la existencia de evolución.
V i e w p u b l i c a t i o n s t a t s