Los lusiadas
Los lusiadas (en portugués: Os Lusíadas) es una epopeya en verso escrita
por Luís de Camões. Es una obra maestra de la literatura en portugués. Se publicó
en 1572, tres años después del regreso del autor de Oriente. Se compone de
diez cantos de tamaño variable dividido en octavas reales. Se la considera una de
las mejores epopeyas de épica culta del Renacimiento.
Lusiadas significa "los hijos de Luso". Según la leyenda,
los portugueses descienden de Luso, hijo del dios Baco, que conquistó por las
armas el territorio que después será Lusitania, o sea, Portugal. La palabra fue
creada por el humanista André de Resende, y Camões la empleó por primera vez
en lengua portuguesa. Este nombre colectivo indica claramente que el sujeto épico
del poema no es un hombre concreto, sino el pueblo portugués.
Publicada en 1572, consta de mil ciento dos octavas repartidas entre
diez cantos. El tema sobre el que se articula la obra es la primera expedición
de Vasco de Gama a Oriente, si bien el propósito último del autor es cantar la
gloria del imperio portugués, en general, de ahí que en el relato del gran viaje se
inserte el pasado de la patria (que ocupa más de un tercio del libro), y las gestas
del conquistador representan únicamente una anécdota en la historia del país.
El poema comienza cuando ya los navegantes se encuentran en el Océano Índico.
A continuación se refieren las aventuras anteriores, desde la desembocadura del
Tajo, a lo largo de las Canarias, Cabo Verde, Sierra Leona, el Congo, el extremo
de África y la punta oriental de este continente, una travesía marcada por
innumerables avatares (como la epidemia de escorbuto que causa muchas bajas
entre los marineros).
Continúan luego hacia Mozambique, donde los musulmanes les salen al paso,
aparentemente con buenas intenciones. El almirante recibe entonces al jeque en
la nave, pero a la inicial relación amistosa pronto se suman envidias y temores,
por lo que los portugueses ponen rumbo a Mombasa. Les sorprende una
tempestad en el mar, que amaina por la mañana y permite al buque arribar a las
costas de Calicut, la mayor de las ciudades de Malabar (en la India). En Calicut se
repite la experiencia de Mozambique y los conquistadores, tras eludir las
emboscadas, consiguen huir en dirección a Lisboa. En su camino de
regreso, Venus les conduce -como premio a sus fatigas- a una isla paradisíaca:
este constituye uno de los episodios más vivos del poema. Embarcan de nuevo y
ya sin detenerse llegan a Lisboa con un único tesoro: la noticia del descubrimiento.