COMITÉ
COMITÉ
COMITÉ
El Código de 1984 concibe de una manera más amplia al comité, sobre todo
porque le acuerda la posibilidad de adquirir personalidad jurídica. Es más,
prevé un régimen especial para los comités no inscritos.
Definición
Finalidad
Se constituye por la iniciativa de una o varias personas entre las que existe una
relación asociativa a favor de personas que no son componentes del comité.
Para llevar a cabo sus fines tienen que dirigirse al público en general,
adjuntando un programa, para de esa forma anunciar la finalidad e invitar a
donar o hacer una prestación social al público en general. Estas donaciones no
necesariamente son sumas de dinero sino también, pueden ser objetos de uso,
indumentaria, víveres, entre otros.
Características
1. Organización de personas
2. Finalidad altruista
Estos deben constar por escrito y, al mismo tiempo ser inscritos en el registro
público correspondiente.
I. Denominación
II. Duración
III. Domicilio
Los directivos tienen a su cargo la gestión del comité; por ello adquieren una
especial responsabilidad sobre toda la sociedad. Esta responsabilidad es
compartida en forma solidaria por todos los miembros del consejo directivo en
cuanto concierne a la mejor conservación y aplicación de los aportes adquiridos
a los objetivos propuestos.
No obstante, puede ocurrir que, después de haber pagado las deudas sociales
y aplicado los recursos entregados por los erogantes, de la liquidación
realizada resulte un remanente. En estos raros casos, y en la medida que el
Ministerio Público no objete los balances, el haber neto se adjudica a los
erogantes, es decir, se distribuye entre quienes contribuyeron a la formación
del fondo de fin altruista. Dado que ello no es usualmente posible, el art. 122
del Código civil establece que dicho haber neto resultante de la liquidación ha
de ser entregado a la Beneficencia del lugar en el cual tuvo su sede el comité.
La misma solución ha de aplicarse si el comité se disuelve y liquida por no
poder satisfacer sus propósitos, según se desprende del art. 121 del
mencionado Código.
La asamblea del comité no goza de las mismas libertades de las que puede
gozar la asamblea de una asociación. La limitación más importante que colorea
y condiciona sus decisiones es que sus integrantes no tienen, en conjunto, la
capacidad para transformar al comité con el objeto de que persiga otros fines
diversos a los propuestos (una vez realizada la colecta o la obra prevista), dado
que los erogantes o contribuyentes han destinado parte de su patrimonio al
comité, salvo que sea imposible que se pueda alcanzar el objetivo. Y es que,
como bien ha sido señalado, el comité, a través de sus administradores, se
convierte en una suerte de gestor de los fondos recibidos del público para su
aplicación al fin anunciado. De modo que, aunque esta obligación recaiga
fundamentalmente en los administradores, ello impide a la asamblea tomar
decisiones que alteren el sentido de su creación.
En la acertada concepción originaria del Código civil, de la lectura del art. 121
se desprendía que la asamblea general del comité carecía de la facultad de
aprobar las cuentas y balance por la labor realizada por los administradores.
Para ello, debían, según dicha norma rendir cuentas judicialmente. Era
evidente que se requería de la intervención de un tercero (distinto a los
promotores y gestores del comité, así como de los beneficiarios) que se
encargase de velar por la exacta y fiel asignación de los recursos a los fines
publicitados, con conocimiento del Ministerio Público.
Entre los hombres de derecho sabemos, por duro que parezca, que la
intervención del Ministerio Público en estos menesteres es mínima, por no decir
nula. De modo que esperar la posible acción del Ministerio Público para
solicitar la desaprobación judicial de las cuentas del comité se ha convertido en
una vana seguridad. El silencio de este ente después de treinta días de que el
comité le hubiere presentado las cuentas se convertirá en una aprobación
inatacable.
A ello se debe añadir que, como luego veremos, en los hechos la mayoría de
los comités que se conocen públicamente son comités no inscritos, respecto de
los cuales no se sabe de acción alguna del Ministerio Público.
Estructura Orgánica
Asamblea general
Clases de asamblea
a) Asamblea ordinaria
b) Asamblea extraordinaria
Es la que está prevista en el estatuto es una asamblea de emergencia para
tratar asuntos que no pueden tener espera. La puede convocar el presidente o
el directorio.
Consejo directivo
Responsabilidades
Los miembros del consejo directivo del comité son responsables solidarios de
la conservación y debida aplicación de los aportes recaudados a la finalidad
anunciada. Los gestores del comité administran bienes aportados por la
colectividad para beneficiar a determinadas personas. Si los aportantes ni los
beneficiarios tienen participación alguna en la gestión. Por eso, es importante
que el Ministerio Público, en representación de los intereses de la sociedad,
ejerza vigilancia sobre el comité.
Bibliografía