El Caballo de Troya

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I.E. JEC. MARISCAL DOMINGO NIETO PLAN LECTOR 1° SEC. COMUNICACIÓN 14 SETIEMBRE 2022.

El caballo de Troya

Los griegos llevaban mucho tiempo frente a las puertas de la


ciudad de Troya, a la que habían declarado la guerra diez años
antes. Habían intentado entrar en la ciudad una y mil veces, pero
nunca lo conseguían. La ciudad parecía inexpugnable y poco a
poco el cansancio y el desánimo empezaba a hacer mella entre
los soldados. Diez años era demasiado tiempo para estar alejados
de sus casas y sus familias y encima no obtener ningún resultado.

Pero pese a los años y el cansancio todavía había un capitán, que


tenía fama astuto y mentiroso, todo hay que decirlo, que mantenía la esperanza. Se llamaba Ulises y era el
rey de la pequeña isla de Ítaca. Ulises jamás se daba por vencido así que decidió pensar algo, una estrategia
que devolviese la alegría a sus soldados y pudiesen por fin conquistar Troya.

Por fin un día, tras darle muchas vueltas a la cabeza, se le ocurrió una buena idea. Aunque en realidad
parece ser que quien se la inspiró fue la diosa Atenea, que convertida en brisa se acercó a Ulises y le susurró
al odio un plan. En cuanto Ulises lo tuvo claro fue donde sus tropas y les dijo:

Sé cómo conquistar Troya.


Enseguida, Agamenón, el jefe supremo de las tropas griegas, le preguntó qué debían hacer. A lo
que Ulises respondió sin dudarlo:
Levantar el campamento.
¡Nos vamos!
Os podéis figurar que Agamenón no daba crédito a la respuesta. Ulises se había vuelto loco. A quién se lo
ocurría pensar en abandonar el campamento y volver a casa como perdedores, sin luchar hasta el final.

Ulises que se dio cuenta de lo que pasaba por la cabeza de Agamenón, le tranquilizó:
No te preocupes, no estoy loco.

No vamos a abandonar.
Levantar el campamento es solamente la primera
parte de mi plan.
Ulises le contó el plan completo a Agamenón y una vez conocido le pareció una idea estupenda y se pusieron
manos a la obra. En tres días, cuando los troyanos se asomaron a ver la gran llanura que se extendía tras las
murallas de la ciudad, no podían creer lo que veían. Ésta estaba desierta, no había ni un soldado, los griegos
habían levantado el campamento y se les veía a lo lejos en sus barcos navegando en dirección a su tierra.

¡Habían abandonado!

¡Los griegos se habían rendido!


I.E. JEC. MARISCAL DOMINGO NIETO PLAN LECTOR 1° SEC. COMUNICACIÓN 14 SETIEMBRE 2022.

La noticia corrió como la pólvora. No se hablaba de otra cosa en las calles de Troya, realmente nadie
entendía qué había ocurrido para que los Griegos abandonasen tan precipitadamente, pero daba igual. Por
fin lo habían conseguido, la guerra había terminado. Ya no habría sangre, ni dolor, ni heridos, ni llanto.

Pero de pronto desde lo alto de la muralla dos centinelas, señalando hacía lo lejos, dijeron:

Los griegos han dejado algo en su campamento.

En efecto, entre las tiendas abandonadas, se veía una escultura de gran tamaño que el propio
rey Príamo quiso examinar de cerca, así que acompañado de un séquito de notables abandonó la ciudad y se
trasladó hasta donde estaba la enorme escultura.

Cuando llegaron allí se encontraron con un precioso caballo, realizado en madera, en cuyos pies había la
siguiente nota:

Este regalo de los griegos es una ofrenda dedicada a Atenea para que nos permita volver sanos.

Los troyanos eran un pueblo muy religioso que sentía gran respeto por los dioses, así que nunca se hubiesen
atrevido a causar cualquier agravio a estos.

Si es una ofrenda a los dioses, no podemos destruirlo… -dijo uno de los notables.

Por supuesto que no– contestó otro-.

Nos lo llevaremos al interior de la ciudad y lo


colocaremos frente al templo de Atenea.

Todos los allí presentes estuvieron de acuerdo.


Ahora que la guerra había no iban a enojar a la
diosa, así que ayudados por cuerdas arrastraron
el caballo al interior de la ciudad.

Tras colocar al caballo frente al templo de la


diosa comenzó la fiesta para los troyanos quienes
se dedicaron a comer, beber y bailar durante todo el día. Había que festejar la victoria. Así que cuando llegó
la noche agotados se fueron a dormir. No se oía nada en la ciudad, ni una mosca pero justo en ese momento,
del interior del caballo, salió lo siguiente:
Es el momento de atacar
I.E. JEC. MARISCAL DOMINGO NIETO PLAN LECTOR 1° SEC. COMUNICACIÓN 14 SETIEMBRE 2022.

¿Sabéis de quién era la voz? Sí, sí de Ulises. El caballo no era una ofrenda para Atenea sino una trampa con
la que poder entrar en la ciudad. Lo habían construido ellos mismos de madera y había dejado su interior
hueco para que allí se pudiesen esconder Ulises y otros veinte guerreros.

Durante todo el día habían permanecido quietos y en silencio. Realmente había sido duro pues el calor que
hacía en el interior del caballo era insoportable pero había merecido la pena.

Ulises y los suyos abandonaron la escultura y corrieron a la muralla para abrir sus puertas de par en par y
que así el resto de los soldados -esos que parecía que volvían en sus barcos a su tierra, obviamente otro
engaño parte del plan- pudieran entrar en la ciudad Y con este truco del ingenioso Ulises fue como los
griegos ganaron la guerra de Troya.

Respondemos las preguntas

1. ¿Por qué crees que se inició la guerra entre griegos y troyanos?


2. ¿Qué dificultad les pusieron los troyanos a los griegos?
3. ¿Qué plan sugirió Ulises para que los griegos entraran en Troya?
4. ¿Cómo los griegos consiguieron entrar en la ciudad de Troya?
5. ¿Quiénes han ganado la guerra?
6. ¿Qué has aprendido con este cuento?

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