Muros de Contención Por Gravedad Semana 6

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Muros de contención por gravedad

Son muros de hormigón en masa en los que la resistencia se consigue por


su propio peso (figura a). Normalmente carecen de cimiento diferenciado,
aunque pueden tenerlo (figura b).

Su ventaja fundamental es que no van armados, con lo cual no aparece


en la obra el tajo de ferralla. Pueden ser interesantes para alturas moderadas si
su longitud no es muy grande, pues en caso contrario representan una solución
antieconómica frente a los muros de hormigón armado.

Muros de contención en voladizo:

Son los muros de contención de uso más frecuente, y aunque su campo de aplicación
depende de los costes de excavación, hormigón, acero, encofrado y relleno, se puede
pensar que constituyen la solución más económica para muros de hasta 10 o 12 m de
altura.

Muros de contención con contrafuertes


Representan una evolución del tipo anterior. Al crecer la altura, y por ende los
espesores de hormigón, compensa aligerar las piezas con la solución de los
contrafuertes, aunque conlleve un tajo de ferralla y encofrado más complicados y un
hormigonado más difícil.

Los contrafuertes pueden disponerse en el trasdós (figura 5 a) o en el


intradós (figura 5 b), aunque la primera solución es técnica y económicamente
mejor por colocarse el alzado en la zona comprimida de la sección en T que se
forma. La segunda solución, además, presenta un claro inconveniente estético.

Revisión de estabilidad en muros.


Tres revisiones principales
• Revisión de vuelco en la punta del muro
Convencionalmente se supone que el giro del muro se produce alrededor del
punto A, correspondiente a la arista exterior del cimiento.
• Revisión de falla por deslizamiento por la base del muro.
Las fuerzas que se oponen al deslizamiento son el rozamiento entre la base del muro
y el terreno de cimentación, el eventual empuje pasivo Ep frente a la puntera del
muro y la componente vertical del empuje activo Ev.
La fuerza estabilizante Fest está formada por la fuerza de rozamiento que
aparece en el contacto terreno-cimiento cuando se produce el deslizamiento, y el
empuje pasivo que se desarrolla en la puntera del muro.
Factor de seguridad de deslizamiento.

• Revisión de falla por la capacidad portante de la


base del muro.
Diseñamos para que el muro no falle por ninguna de estas maneras.
DIMENCIONAMIENTO.
El procedimiento a seguir en el proyecto de muros de contención consiste
esencialmente en la repetición sucesiva de dos pasos:

1. La selección tentativa de las dimensiones de la estructura.


2. El análisis de la estabilidad de la misma frente a las fuerzas que solicitan.
Si el análisis indica que la estructura no es satisfactoria, se alteran las
dimensiones y se efectúa un nuevo análisis y así sucesivamente.

Para hacer la primera tentativa con respecto a las dimensiones del muro,
el proyectista se guía por su experiencia, o utiliza tablas que proporcionan la
relación entre el ancho de la base y la altura para muros de contención. Las
dimensiones tentativas son las siguientes: un espesor de 30 a 60 centímetros en
la parte superior o coronación y de 40 a 70% de la altura como ancho de la
base; estos son valores típicos de tanteo.

Para efectuar el análisis se calcula primero la magnitud de las fuerzas


que actúan por arriba de la base del muro, incluidos el empuje de la tierra y el
peso propio de1 muro, y luego se investiga la estabilidad del muro con respecto
al volcamiento. Finalmente, se calcula si e1 suelo donde está apoyado tiene
resistencia suficiente como para:

a). - Impedir que el muro pueda deslizarse por su plano de su base,


o uno situado por debajo de la misma.

b). - Resistir la presión máxima en el borde exterior de la base sin


que el muro llegue a volcar.
c). - Soportar las fuerzas verticales, incluido e1 peso del terraplén,
sin asentamiento excesivo, volcamiento o deslizamiento hacia fuera del
muro.

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