Rosalia y El Discurso Visual de El Mal Q
Rosalia y El Discurso Visual de El Mal Q
Rosalia y El Discurso Visual de El Mal Q
ISSN: 2014-4660
Cita recomendada:
Baixauli, Raquel y González, Esther. 2019. “Rosalía y el discurso visual de El
mal querer. Arte y folclore para un empoderamiento femenino”. Cuadernos de
Etnomusicología. Nº14. <URL> (Fecha de consulta dd/mm/aa)
Resumen
Abstract
Entre las dos imágenes que se muestran a continuación han pasado cinco
años [figs. 1 y 2]. La primera corresponde al primer autorretrato que Rosalía
ofrece de sí misma en su perfil de Instagram. El escenario es aséptico, una
habitación sin más. Ella, libre del artificio al que nos tiene acostumbrados, posa
casi de espaldas y gira su rostro para, primero, observarse y, luego, capturar
ese instante íntimo ante el espejo.
El careo entre ambas instantáneas nos recuerda que los productos visuales
que consumimos diariamente están sometidos a un proceso de construcción
pensado. En su primer autorretrato público, Rosalía se muestra todavía sin el
envoltorio al que poco a poco va a ir dando forma, hasta crear un producto
cercado por algunos de los tópicos de la marca España. A ello se suma una
estética particular basada en la tendencia que hace convivir la alta costura con
el espíritu “poligonero”1.
relato que habla de la libertad alcanzada por una mujer encerrada en la idea
del amor romántico.
El germen de esta noción general que rige el trabajo más reciente de Rosalía
se vincula con una novela anónima occitana del siglo XIII, conocida como
Flamenca2. El artista y comisario Pedro G. Romero fue quien puso a la artista
tras la pista de este curioso romance que desarrolla el concepto literario del
amor cortés3.
2 El eje narrativo de esta novela, compuesta por más de ocho mil versos, gira alrededor de los
celos. Si bien es cierto que la temática no es novedosa para la época en que fue escrita, pues
existen antecedentes que abordan el mismo argumento, es destacable la alta calidad del relato
que, aunque de autoría desconocida, presenta novedades importantes y, evidentemente, la
persona encargada de escribir el romance debió tener una importante formación humanística y
ser conocedora de la tradición literaria trovadoresca. La historia, que a menudo entrelaza
diálogos entre los personajes, inicia con el desposorio de Flamenca de Namur, una joven de
origen flamenco de exagerada belleza, y el señor Archimbaud de Borbón, un matrimonio
convenido para beneficiar a la familia de la dama. En este caso, es el marido, Archimbaud,
quien personifica los celos desmedidos, alimentados en muchas ocasiones por terceras
personas, como la misma reina de Francia. Precisamente por ellos, recluye a su esposa en una
torre, a modo de clausura. La situación de Flamenca se difundió en forma de poemas hasta
llegar a lugares como Borgoña, ciudad del caballero Guillermo de Nevers, quien, tras saber de
la belleza y la suerte de la dama, se propuso liberarla. Al presentarse inconclusa, no se conoce
a ciencia cierta el desenlace de esta historia de celos, pasiones y engaños, pero sí es
destacable la actitud de Flamenca, que se presenta como una mujer libre, decidida y que
estima su opinión, si se tiene en cuenta la profunda misoginia existente en el momento en que
se escribió el relato (Espadaler 2015).
3 El amor cortés fue un tópico literario en auge durante los siglos XII, XIII y parte del XIV en
algunas cortes de Europa. El germen del amor cortés se sitúa en el Mediodía francés, región
geográfica integrada por varios territorios con una lengua en común, el occitano. Los
trovadores fueron los encargados de difundir este género por ciertos lugares de la Europa del
momento. Para el medievalista C. S. Lewis, la cultura del amor cortés se define,
fundamentalmente, por cuatro características básicas: la humildad, la cortesía, el adulterio y la
religión del amor (Lewis 1953: 2). Así pues, las pautas que designan el amor cortés son la
nobleza y el sentido de servidumbre, sustentado en muchas ocasiones por la idea de vasallaje,
el amor utópico que rendía culto a la mujer, así como el adulterio, motivo de numerosas
tragedias acontecidas en las historias noveladas, ofreciendo así un caldo de cultivo apto para la
conformación del mito del amor romántico.
Así pues, El mal querer es un disco-concepto cuya trama nos viene dada por
su autora a través del propio título del álbum y de la historia que encierra
detrás. Sin embargo, y aunque tras el nombre de cada canción aparezca otra
denominación que haría referencia a las fases emocionales por las que pasa la
sufrida protagonista, la distribución del disco no sigue estrictamente el orden de
los capítulos del romance occitano, que como se ha visto está inconcluso.
Fig. 3. Filip Custic, Portada de El mal Fig. 4. Filip Custic, Contraportada de El mal
querer, 2018. querer, 2018.
En el "Cap. 2: Boda", en clara alusión a la obra de Frida Kahlo Las dos Fridas
(1939), Rosalía aparece desdoblada en femenino y en masculino, ambas
entrelazadas con un gesto de unión e iluminadas por un gran astro que parece
alumbrar una especie de jeroglífico conformado por elementos como un reloj de
arena y unas llaves.
Finalmente, en los últimos dos títulos, "Cap. 10: Cordura" y "Cap. 11: Poder", la
vemos, primero, caminado sobre un fino hilo mientras sostiene una balanza,
símbolo común de la justicia, para, posteriormente, aparecer mirando al
espectador mientras empuña un arco con una flor. Por fin, la mujer se libera del
calvario y de su pelo brotan flores como metáfora del renacimiento.
Como se ha podido observar, las imágenes que acompañan las letras de las
canciones del álbum no dejan nada al azar, componiendo un relato conocido
desde antiguo, en donde la mujer, después de pasar por las fases típicas de
cualquier relación amorosa al uso, acaba tomando el poder en busca de su
sucede a la modernidad y que lleva consigo una profunda transformación del saber. Para este
autor, las epistemologías propias de la modernidad, estrictamente jerarquizadas al basarse en
la idea de la razón ilustrada, dejaban incompletas las identidades culturales que se
construyeron al obviar u apartar determinadas realidades históricas (Lyotard, 1984). En la
práctica artística, la postmodernidad implica, en términos de Juan Martín Prada,
heterogeneidades, préstamos, migraciones y transferencias (Martín Prada, 2001: 7-12). Así, el
arte pasa a entenderse como un continuo juego que reacciona a nociones como la autenticidad
o la originalidad, y apuesta por prácticas como la atribución, la revisión o la relectura.
Tras el éxito cosechado por las novedades musicales y estéticas que trajo
consigo "Malamente", otros clips fueron saliendo a escena durante los meses
El clip de "Pienso en tu mirá" ("Cap. 3: Celos") es, quizá, el que presenta más
similitudes estéticas con "Malamente", pues ambos fueron rodados durante el
mismo período de tiempo y comparten ubicación geográfica. No obstante,
mientras "Malamente" tan sólo augura lo que presagiamos, el mensaje de
"Pienso en tu mirá" es claro, remitiendo directamente a la idea de celos que
subtitula el capítulo. Ello se consigue gracias al empleo de frecuentes recursos
utilizados por la retórica visual, amalgamándose distintas metáforas en una
idea común que remite al dolor y a la desconfianza.
vez por Diana Kunst y Mau Morgó, aunque cargada de referencias clásicas,
contiene una narración a la que no nos tiene acostumbrados, pues todo se
envuelve en un ambiente más oscuro y, a diferencia de las obras anteriores,
Rosalía acapara exclusivamente el protagonismo.
Así, el final del video resulta muy significativo, pues cuando Rosalía está a
punto de ahogarse en sus propias lágrimas parece rogar a Dios su salvación –
además, no debe olvidarse que a lo largo de los estribillos se repite la frase
"Junta las palmas y las separa"– [fig. 12]. Y, en su juicio para lograr la
ascensión, visualmente la dirección de la pieza opta por fusionar iconografías
marianas como la Asunción de la Virgen o la representación conceptual de la
Dolorosa [figs. 13 y 14].
Fig. 13. Guido Reni, Asunción de la Virgen, Fig. 14. Pedro de Mena, Mater Dolorosa,
1642. c. 1670.
En "Di mi nombre", tercer videoclip del álbum que lanzó la artista, dirigido por
Henry Scholfield de la productora CAVIAR, abandona el ambiente suburbial al
que nos había acostumbrado para localizar la acción en un espacio íntimo,
privado y estéticamente feminizado. El eje sobre el que gira toda la narración
es la cama, lugar de reposo y pasiones, de ensueño y necesidad. Así, el cartel
promocional del sencillo se centra en ese objeto, y la postura por la que opta la
protagonista toma como referente "La maja vestida" de Goya (1800-1807),
conocida pintura que retrata a una amante para el deleite privado de la mirada
masculina [fig. 15]. En este caso, Rosalía no sólo emula la pose del cuadro,
sino que refuerza la referencia a través de la indumentaria, que parece emular
la de la cortesana: un vestido blanco de tejido ligero acompañado de un fajín
rosa palo.
De este modo, al final del video, cuando la cantante regresa al elemento central
de la narración, la cama, la vemos ejecutar una serie de movimientos
asociados desde el siglo XIX a las fases del ataque histérico, gracias al
desarrollo de todo un supuesto estudio científico apoyado en las imágenes
Referencias bibliográficas
Mag. https://www.jotdown.es/2018/08/canada-rosalia-ha-desacralizado-los-simbolos-
que-es-lo-contrario-de-apropiarselos/ [Consulta: 12 de diciembre de 2018].
Laqueur, Thomas. 1994. La construcción del sexo. Cuerpo y género desde los griegos
hasta Freud. Madrid: Cátedra.
Lewis, Clive Staples. 1953. The Allegory of Love. A study in Medieval Tradition.
Londres: Oxford University Press.
Llanos Martínez, Héctor. 2 de noviembre de 2018. “El universo visual de Filip Custic,
autor de las imágenes del disco de Rosalía”. Verne. El País.
https://verne.elpais.com/verne/2018/10/31/articulo/1541004530_244530.html
[Consulta: 15 de abril de 2019].
Warner, Marina. 1985. Alone of all her sex. The myth and cult of the Virgin Mary.
Londres: Picador.
Referencias audiovisuales
"De aquí no sales" ("Cap. 4: Disputa"). 2018. Rosalía. Dir. Diana Kunst y Mau Morgó
"Di mi nombre" ("Cap. 8: Éxtasis"). 2018. Rosalía. Dir. Henry Scholfield (CAVIAR).