La Neuroarquitectura estudia cómo el diseño del espacio afecta la mente y el bienestar. Se originó en 2003 pero conceptos han estado presentes en la historia. Investiga como el diseño puede mejorar el bienestar y reducir estrés a través de aspectos como espacios abiertos, iluminación natural, techos, colores y zonas verdes.
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La Neuroarquitectura estudia cómo el diseño del espacio afecta la mente y el bienestar. Se originó en 2003 pero conceptos han estado presentes en la historia. Investiga como el diseño puede mejorar el bienestar y reducir estrés a través de aspectos como espacios abiertos, iluminación natural, techos, colores y zonas verdes.
La Neuroarquitectura estudia cómo el diseño del espacio afecta la mente y el bienestar. Se originó en 2003 pero conceptos han estado presentes en la historia. Investiga como el diseño puede mejorar el bienestar y reducir estrés a través de aspectos como espacios abiertos, iluminación natural, techos, colores y zonas verdes.
La Neuroarquitectura estudia cómo el diseño del espacio afecta la mente y el bienestar. Se originó en 2003 pero conceptos han estado presentes en la historia. Investiga como el diseño puede mejorar el bienestar y reducir estrés a través de aspectos como espacios abiertos, iluminación natural, techos, colores y zonas verdes.
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Neuroarquitectura.
Diseño que tiene en
cuenta las neuronas PUBLICADO EL25 OCTUBRE, 2017
La Neuroarquitectura es una parte de la neurociencia que estudia cómo el
espacio arquitectónico afecta a nuestra mente. Investiga como debe de ser el diseño del espacio para mejorar el bienestar, aumentar nuestro rendimiento y reducir el estrés, ansiedad, depresión, que nos producen las grandes ciudades. No es propiamente ni una tendencia, ni un estilo de la arquitectura o interiorismo. Da elementos desde la ciencia para que la arquitectura e interiorismo desarrollen mejor sus proyectos. De alguna forma es conseguir un diseño teniendo en cuenta las neuronas.
Se puede señalar como inicio de la Neuroarquitectura, la fundación el
año 2003 de la Academía de Neurociencias para la arquitectura (ANFA) en San Diego (EE.UU), aunque a lo largo de la historia de la arquitectura sus conceptos han estado presentes. La arquitectura griega, en oposición a la egipcia, era una arquitectura pensada para el hombre. En el siglo XIX, las cárceles en forma de panóptico, buscando vigilar y sentirse vigilado, partían de conceptos de neurociencia. Pero el antecedente más directo de la neuroarquitectura está en el Instituto Salk de San Diego (EE.UU). El doctor Jonas Salk en la década de los cincuenta investigaba sobre una vacuna para la poliomelitis. Sus estudios se realizaban en los sótanos de la Universidad de San Diego. Se dio cuenta que su investigación se paralizaba por su inadecuado espacio de trabajo. Su Instituto Salk, realizado entre 1959 a 1965 por Louis Kahn, partía ya de bases de la neuroarquitectura, un espacio teniendo en cuenta la mente.
El entorno arquitectónico y urbano cambia el cerebro y modifica nuestro
comportamiento. La neuroarquitectura nos marcará aspectos a tener en cuenta en un espacio para conseguir un mejor y más relajado funcionamiento de nuestra mente. Aspectos como el espacio, la iluminación, techos, colores-texturas o las zonas verdes. En el caso de los espacios, los amplios potenciarán la creatividad. La iluminación natural, por ejemplo, puede llevar a mejorar un veinte por ciento la capacidad cognitiva de los ancianos. Los techos más bajos ayudan a la concentración, los más altos a la creatividad. Se ha comprobado científicamente que los enfermos se curan antes ante la vista de espacios verdes. Colores y texturas influyen de manera importante en espacios de trabajo y educativos.
La neuroarquitectura nos dará, desde la perspectiva de la ciencia, elementos
para tener en cuenta en un interior. Puede recordar en algunos planteamientos al Feng-Shui, con la diferencia de que las bases de la neuroarquitectura son científicas-experimentales. No siendo propiamente un estilo o tendencia de la arquitectura o interiorismo, estilos como el diseño biofílico o ecológico se fundamentará en muchas ocasiones en la neuroarquitectura.
Neuroarquitectura que como hemos visto no tiene nada que ver con las neurosis que a veces nos produce la arquitectura.